I Love This Game

Me estreno en el mundo de la escritura, espero que os guste.
Un saludo a todo el mundo

Miro su vaso vacío y le dijo al camarero que le sirviera otro Jack Daniels, se lo bebió de un trago, pago su cuenta y Richard Castle salió por la puerta.
Tres días antes, Richard Castle llegaba al Madison Square Garden y no precisamente para ver un partido de los New York Knicks, le había telefoneado su compañera Kate Beckett para que acudiera a tan celebre edificio porque se había cometido un crimen.
Nada más llegar al edificio Richard tuvo un cosquilleo en la barriga, estaba en el estadio donde había visto a los más grandes jugadores de baloncesto pasar por delante y para un gran aficionado como él la posibilidad de poder disfrutar de gente como Michel Jordan o Magic Johnson. Estaba tan absorto en sus pensamientos que no sintió la mirada curiosa de Kate hasta que no se giró y la vio observándole.
Kate Beckett aguardaba en la puerta de acceso al vestuario del equipo visitante así que Castle abandono sus pensamientos de fan del baloncesto y se preparó para recibir las primeras informaciones acerca del fallecido.
Ambos entraron en el vestuario y se encontraron a la médico forense Lanie haciendo unas primeras exploraciones al cadáver de un varón que estaba tumbado en una de las camillas de fisioterapia del vestuario.
Al verlos entrar, los detectives Exposito y Ryan se aceraron y dieron parte de las primeras averiguaciones acerca del fallecido.
El detective Javier Exposito recito casi de carrerilla todos los datos acumulados de la víctima
- Terrel Brandon, 38 años, caucásico, residente aquí en New York pero de nacimiento británico, más concretamente londinense, con la doble nacionalidad, según su tarjeta trabajaba como asesor técnico en las oficinas de los New York Knicks.
Cuando Exposito finalizó, el detective Ryan notificó que estaban recopilando toda la información que podrían contener las cámaras de seguridad, asi como el nombre de todos los trabajadores del Madison Square Garden.
El siguiente paso era recibir las primeras impresiones de la forense Lanie, asi que Castle y Beckett dejaron a Exposito y Ryan con sus averiguaciones y se dirigieron a la camilla donde Lanie seguía recopilando pruebas en el cuerpo inerte del señor Brandon.
Los resultados eran bastante concluyentes, el hombre había sido estrangulado con su propio cinturón sobre la medianoche.
Habiendo escuchado a su equipo, Kate Beckett ordeno trasladar las operaciones a la comisaría.
Camino a la comisaría y ya montados en el coche de Kate, Castle comenzó su tradicional retahíla de rocambolescas posibilidades que ofrecía el caso y que solo el fruto de su genial mente.

Hace mucho que no veia la carita de ese perro por los mensajes del foro. Da gusto volver a verlo.

Del fic, muchos animos, solo por decidirte a escribir ya mereces que nosotr@s te leeamos. ¿Un asesinato dentro del mundo del deporte?. Ya veo a Castle imaginandose relacion con las apuestas, la mafia.

Haber si tiene suerte y haces que conozca algun idolo del deporte como cuando Kate conocio a Joe Torre en el capitulo relacionado con el Beisbol. Hombre y a mi me gustaria tambien "ver" algun antiguo jugador de los 80´s, 90´s.

Venga espero la continuacion y a no muy tardar.

Me encanto el comienzo y sobre tu comentario... Recien te haz estrenado en el mundo de la escritura??? porq dejame decirte q escribes muy bien...

Sigue!!!

siguee

Sigueee. Un buen comienzo de historia.

Una nueva historia, genial.

¡buen comienzooooo!
estaré pendiente de la contiiii

Sigamos con la historia!

Cuando llevaban 10 minutos en pleno atasco neoyorkino, Beckett dijo basta y le ordenó a Castle que dejase de decir tonterías si no iban a ayudar con el caso. Castle se quedó sorprendido puesto que no era normal una respuesta tan cortante por parte de Kate, así que activo todos sus sentidos para desentrañar el porqué de ese repentino mal humor de su compañera.
A su llegada a la comisaria se realizó la tradicional reunión con su equipo para trazar las líneas por las cuales intentarían llegar el caso a buen puerto.
Tras rellenar la pizarra con la línea temporal y con toda la información disponible sobre la victima comenzó esa especie de ritual donde las llamadas telefónicas a seres cercanos a la víctima así como las reuniones personales posteriores ocupaban la mayor parte del trabajo policial.
La primera persona en acudir a la reunión fue la esposa del fallecido, la cual a grandes rasgos dibujo un matrimonio un tanto en crisis pero cercano a la resolución del conflicto. Por lo que sacaron en claro Castle y Beckett, el señor Brandon era un hombre dedicado casi por completo a su trabajo dentro del organigrama de los New York Knicks que descuido su vida familiar y eso hizo tambalear la estructura de su matrimonio. Tanto era así que si esposa y él acordaron separarse por espacio de un mes, para poder reconocer la enfermedad que afectaba su relación. Según palabras de la esposa, tras este mes, el señor Brandon se dio cuenta que estaba anteponiendo el trabajo a su vida familiar y por ello, renuncio a su puesto de Jefe de Mercados Internacionales de los New York Knicks y le trasladaron a un puesto de menor responsabilidad en el área de Recursos Humanos. La señora Brandon declaró que tras ese periodo de reflexión y los cambios hechos en su vida, la relación pudo combatir esa “enfermedad” que les estaba afectando y terminaron curándose como pareja.
Por otro lado, Expósito y Ryan, en conversación con el jefe del señor Brandon, vinieron a confirmar la historia relatada por la esposa del señor Brandon, sobre el cambio de puesto dentro de la empresa así como la opinión de que el señor Brandon había (simplificándolo mucho) renunciado por amor a seguir escalando laboralmente por el amor a su esposa. Sin embargo, el señor Thomas, jefe de Terrel Brandon si habló sobre las envidias y competitividad que suele haber en este tipo de cargos y puesto dentro de las franquicias deportivas en deportes tan mediáticos como el Baloncesto, Futbol Americano o Beisbol.

Tras la ronda de reuniones con las personas pertinentes y una vez contrastadas las informaciones, Kate Beckett ya tenía una línea temporal bien definida y un hilo sobre el cual basar la investigación, tras las palabras del jefe de Terrel Brandon, el señor Thomas.
Seguían repasando notas cuando la doctora Parish telefoneo al teléfono de Beckett y les requirió en la morgue.
La conclusiones finales de Lanie fueron bastante parecidas a las elaboradas preliminarmente en la escena del crimen: el señor Brandon fue estrangulado por su cinturón, la hora de la muerte se sitúa alrededor de la medianoche y el reloj del señor Brandon roto (posiblemente en el forcejeo mientras era ahogado) marcando las 00:12 lo confirmaban, la camilla de fisioterapia era el lugar exacto del crimen y como curiosidades aporto que Mr. Brandon había ingerido champagne en las horas previas a su muerte…
De vuelta a la comisaria Beckett había trazado un esbozo del plan a seguir, ella y Castle irían al despacho del señor Brandon para seguir haciendo averiguaciones en la línea del tiempo mientras que Ryan y Expo, deberían seguir entrevistando conocidos del señor Brandon y comprobando coartadas. Una vez explicado el plan a Castle, este teniendo en la memoria la bronca de la mañana opto por un discreto silencio que a ella no le pareció incomodar. Sin embargo mientras Castle la observaba de refilón, no podía evitar pensar y elucubrar acerca de las opciones de un caso, que le parecía bastante complejo dado los condicionantes bastante extraños que rodeaban la muerte de Terrel Brandon.

sigueeeeeeeee

Sigueee.

(seguimosssss)

Cuando el silencio se tornaba más que incomodo dentro del coche de Beckett, Castle se dio cuenta que es lo que estaba turbando la cabeza de Kate, y es que el Madison Square Garden aparte de Baloncesto también albergaba a los New York Rangers de hockey hielo, deporte que apasionaba tanto a Kate como a su madre.
Entonces es cuando Castle sacó a relucir todo su encanto intentado conseguir que Kate mostrara sus sentimientos y preocupaciones…
-Oye Kate, tu mal humor esta mañana tiene algo que ver con los recuerdos del Madison Square Garden, el hockey y tu madre?. Dijo Castle.
• Castle este no es el sitio ni el momento, ya hablaremos por la noche. Fue la réplica de Kate.
En ese momento Castle entendio que no había estado nada nada afortunado en el comentario y tras balbucear un “Tienes razón Kate” el silencio se volvió a apoderar del viaje en coche hasta el despacho de Mr. Brandon.
El despacho de Mr. Brandon no se hallaba en el Madison Square Garden, sino que los New York Knicks tenían una oficina destinada a todos los trámites administrativos y personal no deportivo en el Wall Street. A Castle le resulto muy obvia la metáfora, cuando pasaron por la Zona Cero, sobre “torres más altas han caído” pensando en cómo compensar su falta de tacto con Beckett.
Aparcado el coche y dejado el identificativo policial para evitar incomodas multas que explicar a la Capitana Gates, ambos se dirigieron a la oficina de los Knicks, con Castle hablando del poco sentido que veía en el asesinato de un administrativo sin más aspiraciones que proseguir una vida humilde junto a su mujer.
Aquellas palabras hicieron reflexionar a Beckett sobre los motivos del asesino y no tuvo más remedio que aceptarle a Castle que este caso tenía unos matices muy complicados y que no podían dar nada por sentando sin haber investigado cada lugar, persona y motivaciones que giraban en torno a Terrel Brandon.
A lo que Castle añadió:
-Y quién sabe si por el camino nos encontramos ante una venganza de Michael Jordan o Pau Gasol porque Mr. Brandon veto su fichaje por los Knicks-. Acompañado de una sonrisilla de niño picaro.
• Claro Castle, estoy segurísima que Michael Jordan en uno de los descansos mientras ganaba seis campeonatos de la NBA, tuvo tiempo para sentir envidia o rencor por nuestra victima•. Dijo irónicamente Kate…
Castle sonrió mientras el abría las puertas de la oficina, su reconquista particular había empezado en ese momento…

Muy bueno, sigue.

YUJUUUUUUUUUUUUUU¡¡¡¡¡ QUE INTERESANTE SE PONE, QUE SABREMOS ANTES SI KATE LE CUENTA A CASTLE QUE LE PASA O RESUELVEN EL MISTERIO ANTES???? Pues no lo sé, así que quiero enterarme lo antes posible por favor es mucho misterio para mí. Muy bueno nena, BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSS

Gracias por lo de nena!
(la semana que viene sigo, que este finde lo tengo ocupadillo)

No esta mal lokii, no esta mal.
Sorprendida me tienes, no sabia que escribias tan bien jaja.
Se pone interesante,continualo pronto y a ver si Rick no vuelve a meter la pata

Pd: Basket??? Ya podias haber cogido futbol

Sigue asi

Tras un finde sabatico, o selvatico que dirian en los serrano, regreso a vosotros en los albores de la tempestad.
Este es un pelin mas largo, para compensar el finde...

Con cariño, NENA

Cuando se abrió la puerta Ryan y Expósito vieron al gran jefe de los NY Knicks, Mr. Jimmy Dolan un excéntrico millonario que no paraba de perder dinero con su equipo de baloncesto año tras año sin el más mínimo indicio de éxitos deportivos que lo sustentasen. Rápidamente los detectives centraron su interrogatorio en lo obvio del desastre económico para el bolsillo del señor Dolan que eran los Knicks, sim embargo, como suele ser muy frecuente en los propietarios ricos de franquicias deportivas, el negocio del cual sacaban gran parte de su fortuna no era el deporte sino que más bien se había convertido en un hobby muy caro.
Esa tarde desfilaron por la sala de interrogatorios los grandes jefes del organigrama de los Knicks, y así Ryan y Expósito pudieron sumar muchos datos de interés a esa pizarra que se convertía en lugar de peregrinación y punto de encuentro para los miembros del equipo de homicidios de Kate Beckett.
En el otro lado de la ciudad Castle y Beckett estaban siguiendo al jefe de departamento de Recursos Humanos, que los conducía amablemente al despacho del señor Brandon, mientras pasaban pasillos por la oficina de los Knicks de New York, Castle no paró de babear con toda la historia que albergaba esa oficina en forma de camisetas antiguas, posters, fotografías, cuadros, etc. sobre el universo del baloncesto, tanto de los Knicks, como de otros equipo de la NBA e incluso pudo reconocer de equipo europeos relacionados con los Knicks de una forma u otra. Tal grado de ensimismamiento llevaba Castle encima que no vio parar a su guía y a Beckett delante de la puerta del despacho del Sr. Brandon y los arrollo de tal forma que el empleado de los Knicks acabo en el suelo justo debajo del carísimo y nuevo teléfono móvil que Beckett llevaba pidiendo a la Capitana Gates durante meses.
El momento de tensión fue sofocado gracias a la profesionalidad de Beckett que ayudo a levantarse al hombre del suelo, mientras Castle, cual cachorrito asustado, recogía el móvil de Beckett y se lo guardaba discretamente en la cazadora ante la gélida y petrificante mirada de Beckett.
Una vez abierto el despacho, despidieron amablemente al antiguo jefe de Mr. Brandon y empezaron una pura labor detectivesca en busca de indicios, pruebas o pistas que sirvieran para aclarar este asesinato.
Castle opto por seguir con el modo profesional y no provocar la ira de Kate, así que empezó su tradicional lluvia de ideas en voz alta.
Mientras tanto Kate, intentaba borrar de su mente el momento de explicarle a la Capitana Gates, como destrozo su nuevo y caro teléfono móvil, cortesía del Departamento de Policía de New York.
Registraron cajones, armarios y baldas y ojearon y leyeron durante largas y tediosas horas, informes sobre todas y las más diversas cuestiones que podían y de hecho afectaban a una franquicia de baloncesto profesional.
Allí había informes sobre la situación sentimental de los jugadores, informes sobre su conducta social cotidiana, informes sobre posibles contrataciones, estudios sobre marchas y despidos de jugadores. Así como informes sobre el personal no deportivo de la empresa, estos últimos informes despertaron cierto recelo en ambos y procedieron con más cautela sobre ellos.
La tediosa labor de escrutinio de todos esos informes poco a poco se hizo un poco más amena y es que el contraste y cruce de datos entre informes hizo que ambos tuvieran que juntarse en torno a la pequeña mesa donde antes había una impresora y que ahora a ellos les servía como lugar de recopilación de la información más valiosa.
En ese instante, ambos cogieron un informe sobre un partido de los Knicks a celebrar en España, en una gira Europea, mientras se decían el uno al otro “hay un informe sobre un partido en España que aparece varias veces”. Sus miradas se encontraron al sur de ese informe y en ese instante sus cabezas se acercaron como queriendo probar el sabor del folio donde estaba impreso el informe… hasta que Kate, le dio una suave y reveladora colleja y le dijo: “bien Castle, bien!”
Después de que Kate mitigará el calor que reinaba en la sala, ambos convinieron que no había nada raro más en ese despacho y por tanto lo mejor sería llamar al equipo de técnicos de escenas para que registraran palmo a palmo el despacho y sacaron todas las pistas posibles, sobre todo en lo que respectaba a los equipos informáticos y dispositivos electrónicos y móviles que poseía Mr. Brandon.

Cortito pero bueno, continúa,

Como dice Delta5, cortito pero intenso, espero que el siguiente nos aclare algo, si no es del caso, que sea de ellos dos, no?. Sigue pronto por el bien de tus leyentes. BESOTESSSSSSSSSSSSS

WWWWWWAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¿Al final te decidiste a publicar!!!!!?????
A ver dónde nos lleva esta historia. Los mini-cuentos que hacías estaban muy curraos.


Pobre empleado, ser aplastado por el teléfono de Beckett

de tal forma que el empleado de los Knicks acabo en el suelo justo debajo del carísimo y nuevo teléfono móvil que Beckett llevaba pidiendo a la Capitana Gates durante meses

qwerty escribió:WWWWWWAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¿Al final te decidiste a publicar!!!!!?????
A ver dónde nos lleva esta historia. Los mini-cuentos que hacías estaban muy curraos.


Pobre empleado, ser aplastado por el teléfono de Beckett

de tal forma que el empleado de los Knicks acabo en el suelo justo debajo del carísimo y nuevo teléfono móvil que Beckett llevaba pidiendo a la Capitana Gates durante meses

jajajajaja, el dia de barrio sesamo de encima y debajo hice pellas

Haber que depara esto...
Otro pedacito, un saludete

Ya estaba bien avanzada la noche, cuando Castle y Beckett salieron de la oficina del Sr. Brandon, así pues, Kate telefoneo a la comisaría, para saber si Ryan y Exposito habían avanzado algo en su tarea de interrogación de testigos. Pero la respuesta que obtuvo de comisaría fue que estaba hablando con el detective Bryant, oficial al mando del turno de guardia y que todo el personal no de guardia había abandonado el edificio.
Tras cerciorarse de que era cerca de la medianoche, no les quedó más remedio que rendirse a la evidencia y marcharse a casa.
Kate fue la primera en hablar, ya que estaba realmente perdida en este caso y no pudo más que expresar sus frustraciones en voz alta y compartirlas con Castle.
• No alcanzo a entender las motivaciones en este asesinato Castle, los tradicionales motivos como los celos sentimentales o celos de trabajo, no cuadran ya que Brandon había renunciado a su carrera laboral e iniciado una segunda etapa feliz junto a su mujer, tampoco tenemos indicios sobre un motivo económico. No sé, Castle, no veo nada claro este caso.
- Beckett creo que tienes toda la razón, este caso no responde a parámetros normales, y sin embargo tengo una extraña sensación sobre todo lo que rodea esta muerte. -Concluyo Castle-.
• ¿Otra corazonada “made in” Richard Castle, afamado escritor de novelas de suspense? –Replico entre divertida y en serio, Beckett-.
- Lo que quiero decir Beckett es que… -Intentaba alegar Castle cuando Beckett le interrumpió de nuevo-.
• Lo que quieres decir es que sientes mucho haber destrozado mi nuevo móvil con tu característica torpeza Richard ¿?. Dijo Beckett.
Por un momento Castle perdió su habitual verbigracia y no supo que contestar. Y solo pasados unos segundos pudo reaccionar y balbucear por segunda vez en el dia, como un cachorrito, un “tienes razón Kate”.
Cuando Beckett paro el coche delante de la casa de Castle, ambos sabían perfectamente que hoy iban a dormir cada uno en sus respectivas casas y camas.
Ante el fatal discurrir del día entre los dos Castle, intento un último disparo que rebajara esa tensión que había entre ellos desde el inicio del caso y le pidió a Beckett que por favor le dejara subir a casa los documentos del caso para echarles un vistazo por la noche.
Sin embargo Kate alegó que Castle no era policía y no podía dejar pruebas sin custodia policial y mientras se lo recordaba, ella entendió que Castle jugaba su última baza para poder dormir juntos en el mismo techo esta noche…
Sin embargo, Beckett adujo que ya era medianoche y que mañana debían madrugar, para descartar la idea y así se despidieron hasta el día siguiente.

Eran las 7 de la mañana cuando el despertador de Richard Castle sonó y tras un juramento ahogado en su almohada comenzó el ritual matutino consistente en subirse a su bicicleta estática durante 45 minutos, ducharse, hacer el desayuno para su madre y para él y por ultimo llamar al taxi que casi cada mañana le acercaba a la comisaría Nº 12 de la ciudad de New York.
Ya sentado en el taxi, tuvo un pequeño momento de tranquilidad para reflexionar acerca del extraño ultimo día que había pasado con Beckett y una sola y desasosegadora idea le rondaba la cabeza, había algo que preocupaba a Kate y sospechaba que había algo más que los recuerdos de su madre en el Madison Square Garden que tenían a la Detective Beckett en un continuo estado de alerta y una postura totalmente a la defensiva.
Lo primero que hizo al entrar en la comisaría fue buscar a Ryan y Expo, que andaban en la sala de la máquina de cappuccinos apostando quien debía comprar la siguiente remesa de azucarillos. Tras iniciar una vacua conversación con ellos sobre el contenido y resultado de la apuesta, Castle les pregunto si ya había llegado Beckett y que novedades tenían sobre el caso, tras no haber podido contactar con ellos. Mientras ellos le relataban los pormenores de todas las entrevistan que habían realizado el día anterior, Castle, no podía dejar de pensar en el momento de volver a encontrarse con Beckett y saber si seguía la tensión entre ambos. Ryan y Expo le comentaron que Beckett estaba en el gimnasio de la comisaría y que faltaba todavía 30 minutos para que acabara con su rutina deportiva.
La detective Beckett bajaba las escaleras de la comisaria camino de su despacho sintiendo la energía que le había aportado el ejercicio matinal, cuando vio a Castle sentado en la silla adyacente a su escritorio y como el Café que él la había traído, estaba humeando caliente como tantas otras mañanas.
Un Castle absorto en la pizarra, mirando fijamente tablero, no se dio cuenta del gesto de abatimiento que afloro de la cara de Beckett y para cuando ella deseo los buenos días a su equipo y sus tres chicos se giraron para devolverla el saludo, solo contemplaron el rostro concentrado de una Kate Beckett detrás del vaso de café que Castle había dejado en la mesa.

Continúa.