A Winter Wonderland

Capítulo 1

Kate Beckett mira a la creciente montaña de papeles sobre su escritorio y trata de contener un gemido. Ella definitivamente estara ahí hasta Año Nuevo si la montaña sigue aumentando. Añadiendo que su molesta sombra siempre está presente, su cabeza cuelga hacia adelante dormido y una pequeña cantidad de saliva se acumula en la esquina de su boca. Sonriendo, Beckett se pregunta cuál es la mejor manera de asustarlo para despertarle...

"Beckett, trae a tu equipo, a mi oficina ahora." Su mirada se aleja de Castle al capitán Montgomery, Beckett asiente con la cabeza. De pie, estira sus músculos cansados y le pega a Castle con el pie para despertarlo. Él murmura algo ininteligible antes de abrir los ojos.

"El capitán nos llama. Voy a buscar a los chicos."

Castle asiente con la cabeza antes de estirarse, discretamente admirando la vista posterior de Beckett mientras ella se dirige a la sala de descanso, con el taconeo de sus altos tacones, donde Esposito y Ryan estaban escondidos.

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Minutos más tarde Becket y su equipo están en la oficina del capitán Montgomery. Él les mira seriamente, lo que les hace preocuparse.

"Bien... Sé que han sido unos seis meses duros para todo el mundo, y cada uno tiene una semana de descanso en Navidad"

Beckett nota el trago de saliva Ryan, su rostro está pálido ligeramente, y sabe que él está pensando lo mismo que ella. Después de trabajar incansablemente durante seis meses, su equipo necesita esta semana de vacaciones para recuperarse. No hay manera de que puedan continuar con el ritmo que habían llevado. Justo cuando estaba a punto de expresar sus pensamientos al jefe, él continua.

"Así que, después de pensar un poco, he decidido daros más de una semana de inactividad. Tenéis hasta el final del día de hoy para terminar el papeleo. Después de eso no quiero veros a ninguno de vosotros hasta el 10 de enero. ¿Está claro?"

No sólo la mandíbula de Beckett se desencaja, sino que también la de Ryan, Esposito y Castle.

"¿Un mes? ¿Quieres que tengamos descanso durante un mes?" Esposito pregunta, enfatizando su voz. Piensa que tenían ya suerte con una semana. Sin embargo, un mes entero!

"No, quiero que tomes un mes. Te lo digo a ti. Es una orden." Este está dirigido a Beckett, porque él sabía que ella será la que más probablemente discuta. Sorprendentemente, ella se queda en silencio.

"Karpowski y su equipo se ocupan de todo hasta enero. Terminar vuestro papeleo, iros a casa y no volváis." Finalmente con una sonrisa en sus labios, Montgomery se puso de pie. Hubo rondas de "gracias, Cap" y apretones de manos antes de que el equipo salga de su oficina. Ryan rápidamente saca su teléfono, sin duda, para llamar a Jenny para contarle la buena noticia. Esposito casi corre hacia su escritorio, con ganas de terminar su papeleo lo más pronto posible.

Beckett y Castle se dirigen hacia su escritorio, sentándose en silencio durante unos momentos.

"Sooo..." Castle empieza, con voz vacilante. Beckett pone su silla enfrente de él, apoyando los codos en su escritorio, con sus manos sosteniendo su barbilla.

"¿Sí, Castle?"

"Bueno... todo un mes. ¿Tienes planes?"

Beckett se encoge de hombros "Probablemente intentaré encontrar un nuevo apartamento."

El apartamento al que se había trasladado después de la explosión ( hace casi dos años ahora ) era pequeño y simplemente horrible. Su contrato expiraba a finales de enero y tenía esperanza de encontrar un nuevo apartamento agradable antes de esa fecha. Aunque en Nueva York y con un salario policía... Sus posibilidades eran escasas.

"Ooooook..."

Beckett podría decir que Castle estaba ocultando algo, su rostro enigmático había aparecido, y el tono de su voz había cambiado.

"¿Qué, Castle? ¿No puedo estar un mes entero sin mí?" Beckett bromea. A decir verdad, ella sabía que no era el caso. Ellos pasaban la mayoría del tiempo libre juntos, tanto era así que ella había tomado prácticamente en propiedad la habitación de invitados de su loft. Y por mucho que Lanie deseara lo contrario, ella y Castle son sólo buenos amigos. O "mejor amiga", si le preguntabas a Castle.

"Bueno... yo estaba pensando... quiero decir..." Castle farfulla, luchando por encontrar las palabras. Definitivamente la primera vez que le pasa al famoso novelista. Viendo lo incómodo que parece estar, Beckett le sonríe y golpea su pie contra el de él.

"¿Te han comido la lengua, gatito?" Bromea, tratando de aliviar su estado de ánimo. Él le devuelve la sonrisa, pero es forzada. Tomando una respiración profunda, le hace una pregunta similar a la que había sido el catalizador para casi arruinar su amistad hace 18 meses.

"¿Quieres venir a pasar una semana conmigo a mi cabaña en las montañas Adirondack?"

Capítulo 2

La última vez que Castle le había pedido que se fuera con él... bueno... casi acaba con su amistad. Beckett no iba a cometer el mismo error dos veces. Se da cuenta por su expresión de que está preocupado por lo que su respuesta significaría para ellos. Han estado los dos solteros, durante casi medio año, lo que en realidad no es una excusa para decirle que no.

"Me encantaría, Castle". Oye la respuesta en su boca antes de su cerebro haya tenido la oportunidad de pensar.

Él casi salta de su silla, con un entusiasmo desbordante por todos los poros de su cuerpo. Su sonrisa casi le parte la cara. El niño de nueve años que lleva dentro está empezando a aparecer de nuevo.

"¿En serio? ¡Oh, esto es genial. Impresionante. Si acabas el papeleo ahora, podemos salir de inmediato. ¡Oh, tengo que llamar a Lucy y que tenga la casa preparada. Y tengo que llamar a Alexis. Y a Madre. ¿Tiene esquís? Está bien, tenemos de repuesto. Y necesitas ropa muy caliente, te puedes congelar y…"

Beckett golpeándole en el hombro le corta su divagación.

"Castle. Para. Déjame terminar el papeleo y, a continuación vamos a ir a Remy’s y hablamos, ok?"

Castle asiente con la cabeza, tamborileando con los dedos sobre su escritorio con entusiasmo. Después de unos minutos el ruido irritante es demasiado y Beckett levanta la vista de sus papeles.

"Castle! ¡Vete! Vete a molestar a Ryan o Esposito hasta que haya terminado."

Castle suspira dramáticamente, pero la deja sola, con la decisión de buscar a Ryan.

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"¿Por lo tanto, tu mujer estará feliz de que vayas a estar en casa durante un mes?" Castle le pregunta a Ryan. Ryan había terminado su papeleo y estaba limpiando su escritorio. Castle no le facilitaba el trabajo al joven detective, recogiendo todo y jugando con él y luego no se lo pone en el sitio dónde iba.

"Sí, ella está en la luna. Voy a estar allí durante algunas semanas con ella y el bebé."

Castle ve a Ryan y la felicidad en su rostro mientras habla de su mujer muy embarazada que se puede poner de parto en cualquier momento. Siente un vacio en el estómago... que piensa que no es envidia.

"Bueno, voy a dejar que vuelvas a organizar el lío que acabo de hacer. Qué tengas una Feliz Navidad, Ryan. Y asegúrate de hacerme saber cómo va todo con Jenny" Castle abraza a Ryan con un... abrazo varonil. Es un poco incómodo para los dos.

"Sí, por supuesto, Feliz Navidad para ti también, Castle". Se sonríen el uno al otro, a continuación, Ryan agarra su chaqueta y se dirige a decir adiós a Beckett, mientras que Castle se va en busca de Esposito.

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"Hey, Espo, mi hombre!" Encuentra al otro detective viniendo de la morgue ( y muy probablemente de un encuentro no-tan-secreto con Lanie... ), Castle le da una palmada en la espalda.

"Castle. ¿Tienes planes para Navidad?" Esposito se para y se apoya contra la pared del pasillo. Castle de repente no está muy seguro de la postura y mirada en los ojos de Esposito.

"Uh... eh... bueno, sí, tengo una pequeña cabaña en las montañas Adirondack... voy a ir hasta allí unos días."

Esposito asiente con la cabeza.

"Bien. ¿Planeas llevarte a una morena detective contigo?"

Ahh, nada puede superar a Esposito.

"Tal vez". Castle responde, ya conoce las amenazas que van a venir después. ¿Por qué todo el mundo asume que le va a romper su corazón?

"Mira Castle, sé que tu y Beckett habéis estado cerca desde el incidente... en fin... si oigo algo... una sola palabra acerca de que no te has comportado... es mejor que vigiles tu espalda."

Castle asiente con la cabeza, con miedo de decir algo en caso de que su voz suene como una niña de 5 años.

"Bueno, Feliz Navidad, Castle". Con esto, Esposito le estrecha la mano fría y húmeda de Castle y se aleja. Limpiándose las palmas en el pantalón, Castle niega con la cabeza, parte con diversión y parte con miedo, y decide que es hora de ir a buscar a su favorita detective y llevarla a comer unas hamburguesas.

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"Hola Kate, Hola Rick".

Castle y Beckett le sonríen a la camarera, ya que se sientan en su mesa habitual en Remy’s.

"Oye Rachel. ¿Qué tal estás hoy?" Beckett le pregunta, quitándose la bufanda.

"Muy bien, gracias. ¿Queréis lo habitual?" Les pregunta, sacando su cuaderno de notas.

"Si, gracias Rachel." Castle le dice con una sonrisa encantadora. Rachel sonríe, garabatea su pedido habitual y se dirige hacia la cocina.

"¿Cómo es que te llama Kate y yo no?" Castle se queja, sentándose de nuevo en su silla como un niño caprichoso. Beckett sonríe.

"Construye un puente Castle. Ahora, dime qué tengo que llevar."

Castle comienza a decirle algunos elementos esenciales que tiene que llevar a la cabaña y Beckett hace una lista mental en su cabeza. Pronto llega la comida.

"Oh, Rachel, eres verdaderamente impresionante. Esto tiene muy buena pinta, como siempre!" Castle murmura, agarrando su hamburguesa y dando un bocado. El kétchup sale por su boca y su barbilla. Rachel se echa a reír y le entrega una servilleta a Beckett.

"¡Ja! Yo no soy su madre, él se puede limpiar!" Beckett dije, y le tira la servilleta a Castle. Parece herido, pero se limpia antes de tomar el batido de fresa grande y toma un trago fuerte, a sabiendas de la reacción que va a tener Beckett.

"¡Hey! Castle! Eso es para compartir, no te bebas todo!" Aparta la bebida de él, ella lo acerca en su lado de la mesa.

Rachel se ríe de la pareja. Siempre piden un batido para compartir, y la misma lucha está garantizada en todo momento. Ella realmente no entiende a estos dos.

"Qué tengáis buena noche, chicos." Con eso, los deja solos para que luchen por el batido.

Después de terminar su comida, con un mínimo de lucha por el batido y porque comen más patatas de las que les toca a cada uno, Castle paga la cuenta ( nunca le deja pagar ) y se dirigen hacia la comisaria a por el coche de Beckett.

"Si nos vamos mañana por la mañana, ¿te vendría bien?" Castle le pregunta, estirándose en el asiento del pasajero.

"Sí... está bien... En realidad tengo un par de cosas en tu casa que necesito para la maleta" dice Beckett, arrancando el coche. Aunque Beckett se queda en el apartamento de Castle muchas veces, no es algo con lo que se sientan cómodos hablando. Bueno, Castle estaría más que feliz si hablaran de ello, pero sabe que Kate Beckett casi mejor que ella misma lo sabe, y si discuten el tema de vivir en su apartamento, sin duda, la espantaría.

"Es genial. ¿Y si paramos en tu apartamento ahora, puedes coger lo que necesitas y, a continuación pasamos la noche en mi casa y terminas de hacer la maleta?"

"Sí... bien, cuando te dije "algunas cosas" Realmente quería decir que tengo casi todas mis cosas en tu casa."

Castle se queda en silencio mientras Beckett pone la radio y conduce el coche a través del tráfico hacia su apartamento. A mitad de camino Castle apaga la radio y se gira en su asiento para mirarla.

"Significa mucho, que vayas a venir conmigo." Él dice, su tono de voz es suave. Beckett le mira antes de mirar de nuevo a la carretera.

"Significa mucho para mí que me lo pidieras, Castle".

Sin éxito, ambos tratan de ocultar su sonrisa de satisfacción.

Capítulo 3

"Realmente deseo ir con vosotros." Alexis se queja a la mañana siguiente, tumbada en la cama de Kate. Alexis piensa en ella como "la cama de Kate", aunque la detective jamás lo admitirá. A pesar de que vive en el campus en Princeton, Alexis vuelve a casa los suficientes fines de semana para saber que la habitación de invitados se ha convertido poco a poco en la habitación de Kate. También sabe que su padre y Kate están en fase de negación, no son lo suficientemente valientes como para admitir sus sentimientos. Eso le frustra, pero finalmente, esta semana fuera de ellos le da esperanza! Si pudiera ir! O por lo menos ser una mosca en la pared...

"Me gustaría que pudieras venir, Lex". Kate se sienta en la cama junto a Alexis y tira suavemente de la cola de caballo del pelo largo de color rojo y comienza a hacerle una trenza. Alexis sonríe por el gesto. Ella ama a Kate y desea que su padre se de prisa y haga un movimiento antes de que otro Schlemming llegue...

"Mamá, sin duda, me va a arrastrar a todas las tiendas en Los Ángeles. Tal vez yo pueda fingir estar enferma, y vuelva y me quede con vosotros unos días" Sabe que suena inmaduro, pero realmente prefiere pasar la semana con su papá y Kate.

Kate se echa a reír y se inclina para besarle la frente.

"Alexis, tu madre casi no te ve. Disfruta aunque sea sólo por esta vez."

"Bien. Tal vez tú y papá podáis quedaros una semana más y así me reúno con vosotros" Se incorpora cuando Kate termina la trenza y se vuelve hacia la detective.

"Tal vez. Hay que ir a prepararse, tu madre estará aquí en cualquier momento." Kate le sonríe suavemente, comprendiendo la falta de emoción de Alexis ante la perspectiva de pasar una semana en Los Ángeles con su madre. Su pecho le duele, porque está segura de que la mirada de desilusión en el rostro de Alexis le sienta mal. A ella realmente le gusta la idea de que Alexis vaya con ellos. Al oír el timbre del piso de abajo indica que su madre está aquí, Alexis hace una mueca antes de abrazar a Kate de forma rápida y corre a su habitación para coger la maleta.

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"Si necesitas cualquier cosa, llámame, ok?" Castle abraza a su hija. Meredith está impaciente en la puerta golpeándola con el pie. Kate se queda al fondo, no quiere meterse en un momento familiar.

"Por supuesto, papá. Y por favor piensa en lo que dije, ¿ok?" Alexis le pide. Castle asiente con la cabeza antes de abrazar a su hija.

"Alexis, querida, tenemos que irnos." Meredith cuelga su gran bolso de un brazo al otro, su frustración es cada vez mayor.

"Ok, ok." Alexis suspira. Ella se acerca a Kate y le da un fuerte abrazo.

"No mataros entre vosotros, ¿ok?" Ella le susurra al oído a Kate. La detective asiente con la cabeza.

"Al igual que tu padre, si necesitas algo..."

"Llamaré, te lo prometo." Le da un último abrazo, Alexis se aleja, coge su maleta y sale del apartamento, con Meredith hablando por atrás. Castle cierra la puerta detrás de ellas y se enfrenta a la búsqueda de su detective.

"Ánimo, detective. Estoy seguro de que mi increíble hija estará de regreso con nosotros antes de lo que piensas. Ahora, ¿has hecho la maleta? Vamos a salir ya. Y ¿adivina qué? Porque es mi casa, y mi coche, voy a conducir! Oh sí!" Mirando a Beckett, agarra su mano y la lleva al piso de arriba de nuevo a su habitación. Ella le da una pequeña risa.

"Está bien Castle. Yo no voy a discutir contigo." Entra en el dormitorio de invitados, cierra la puerta en su cara sorprendida. No lo puede creer... ¿le va a dejar conducir? Rápidamente se dirige a su dormitorio antes de empezar un baile feliz.

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"Sabes Castle, tienes suerte de que no lleve mi placa encima. Te arrestaría por una docena de violaciones de tráfico." Beckett dice, agarrándose a la manilla de la puerta porque Castle hace un giro brusco con el coche. Una vez que ha controlado el coche, él se vuelve para sonreírle.

"¿No me digas que tienes miedo, Beckett?" Bromea. Ella deja de agarrar la puerta y se relaja. Ahora que están fuera de la ciudad de Nueva York y en una autopista se inclina en su asiento, le da una patada a los zapatos y pone los pies contra el salpicadero.

"Conduces que das miedo. No me extraña que Alexis me pidiera que le enseñara a conducir."

Castle se ríe y mira a Beckett. Parece mucho más joven, tirada en el asiento, con unos pantalones gastados y una sudadera de la Universidad de Nueva York, con el pelo en trenzas desordenadas.

"Castle!" Ella grita, dándose cuenta que su atención está en ella y no en la carretera cubierta de nieve por delante.

Rápidamente se centra de nuevo en conducir, pero de vez en cuando la mira, con el placer de ver una sonrisa de felicidad en su cara todo el tiempo.

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Cansados de la radio, Beckett busca en la guantera del coche, saca unos CD’s. Vuelve sus ojos hacia Castle y bromea con él.

"¿No creía que eras un fan de Glee, Castle".

Hace 'pff' antes de negar que sea suyo, "Es de Alexis. Y también lo son los CD de Taylor Swift y Beyonce."

"Uh huh. Y Britney Spears, Lady Gaga y Miley Cyrus... ¿no son tuyos? ¿O tal vez pertenecen a tu madre?"

Sonriendo, Castle alarga la mano y tira de la trenza de Beckett. Ella le un manotazo en su mano.

"Enciende mi Iphone, sé a ciencia cierta que hay música de tu gusto."

Ella hace lo que le dice, y abre el teléfono ( secretamente complacida de que ella sabe su número PIN ), a continuación, se desplaza a través de su lista de reproducción hasta que encuentra algo adecuado. Un momento después, suena a través de los altavoces el tema de AC/DC Highway to Hell.

"Buena elección, detective. Ahora, pásame los osito de goma, me muero de hambre y todavía queda un buen rato."

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"Por Dios, Beckett, ¿cuántas capas hay en la cebolla de Beckett?" Castle vuelve los ojos sorprendidos hacia Beckett, que deja de tararear las canciones de su Iphone y se pone a cantarlas. Ella se acurruca más en el asiento de pasajero del SUV de Castle, con los pies con calcetines distintos descansando en el salpicadero. Parece que Alexis ha aprendido a poner los ojos en blanco de Beckett, y Beckett ha cogido la costumbre de no usar calcetines a juego como Alexis.

"No sé de qué estás hablando, Castle".

Él suspira y vuelve los ojos de nuevo a la carretera.

"Yo no sabía que puedes cantar. Parece que cada día aprendo algo nuevo acerca de ti... pero ¿desde cuándo te conozco? ¿Casi cuatro años? ¿Cuándo vas a dejar de sorprenderme? Él se queja, pero una sonrisa brilla en su rostro.

"Castle, la cebolla Beckett tiene interminables capas... ¿Cuándo llegamos?"

Sacudiendo la cabeza, se ríe.

"Todavía no, querida. Otra hora más o menos. Por favor, sigue cantando."

Sonriendo, Beckett obligada, pero con una voz fuera de tono. El resto del viaje estuvo lleno de bromas a propósito fuera de tono entre ellos y Beckett cantando. Al ver su rostro relajado por primera vez en meses, Castle está feliz porque había accedido a ir con él. También archiva el pequeño detalle de su habilidad para cantar para una idea de su próxima novela de Nikki Heat.

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Debido a que Castle no respeta las normas de circulación... o el control de velocidad, llegan a su cabaña menos de una hora más tarde. Llegan a un pequeño camino de entrada, Beckett no puede creer a sus ojos cuando ve la "cabaña", que pertenece al famoso, rico autor que está a su lado. Castle sonríe al ver su expresión cuando aparca el coche y se desabrocha el cinturón de seguridad.

"Así que, ¿te gusta?"

Beckett se toma un momento para responder. Ella piensa que su boca se abre, probablemente como un pez.

"Castle no... esto es... lo que me esperaba en absoluto!" Se vuelve con los ojos brillantes para enfrentarse a él, y él sabe que le gusta lo que ve.

Beckett esperaba alguna cabaña llamativa... pero esto... es una pequeña cabaña, pintoresca y antigua en lo que parece ser el medio de la nada, nada más que cientos de árboles de gran tamaño puede ver hasta donde le alcanza la vista.

La cabaña tiene dos pisos, las luces están encendidas en los dos pisos y hay humo ondulante que sale de la chimenea. La nieve lo cubre todo, haciendo que la escena parezca como algo salido de una novela de romance de Victoria St. Clair.

"Sólo tenemos un vecino, Lucy. Le llamé y le pedí que encendiera el fuego. No hay calefacción central, pero espero que el fuego caliente la casa." Abriendo su puerta, anda con cuidado por la nieve resbaladiza y da la vuelta para abrir la puerta de ella.

"Te daré una vuelta, lo puedo hacer más tarde." Cogiéndole de la mano, la ayuda a bajar del coche ( a pesar de que ambos saben que no necesita ayuda ), la lleva hacia la cabaña, sin soltar la mano de ella. Siempre piensa que cuando ella no se aleja o le apunta con un arma de fuego a él, está a salvo. Dan unos pocos pasos, y llegan a la puerta y mete la llave, la abre y empuja a Beckett por delante de él. Él se siente aliviado al encontrar la cabaña caliente. Bendita Lucy!

"Ok, como se puede ver esto es más o menos como una planta abierta. Hay un pequeño cuarto de baño un poco más allá." Castle señala numerosas cosas para ella. Ella se sorprende al saber que no hay un televisor en la casa, sólo los juegos de salón, un viejo tocadiscos y estantes y estantes llenos de libros. Todo es cálido y acogedor. No, en absoluto lo que ella esperaba.

"Cuando Alexis y yo venimos aquí, es para alejarnos del ruido y alboroto de Nueva York. Solo leemos y jugamos. Y comemos. Está bien." Castle dice. Él le lleva hacia una estrecha escalera y sube por delante de ella. Beckett mira las paredes a ambos lados, fotos de Alexis y Castle adornan cada centímetro del espacio. Hay una de un mucho más joven Castle, con el pelo largo, acunando a una Alexis recién nacida. Ella sonríe y roza con el dedo la imagen adorándola, antes de seguir rápidamente a Castle hasta la segunda planta.

"Aquí está mi habitación. La habitación de Alexis está al otro lado y también hay otra habitación pequeña. Puedes quedarte en la habitación de Alexis... a menos que quieras compartir mi cama y mantenerme caliente" Castle mueve las cejas y Beckett pone ojos.

"Gracias por la oferta con encanto, Castle, pero no. ¿Estás seguro de que puedo quedarme en la habitación de Alexis... No quiero invadir su privacidad... y dices que hay otra habitación?" Beckett va hacia el dormitorio de repuesto, pero Castle le agarra de la muñeca y la arrastra fuera.

"Confía en mí, estoy seguro que puedes quedarte en ella. Le pregunté a Alexis y ella está de acuerdo con que te quedes en su habitación... aunque ella tenía la misma esperanza que yo de que me mantengas caliente..."

Riendo, Beckett se aparta.

"En tus sueños, Castle. Ahora vamos a deshacer las maletas y luego comemos. Me muero de hambre."

Suspira con resignación, pero se hace una promesa a sí mismo y a Alexis, que a finales de la semana, Kate Beckett estará compartiendo su cama.

Capítulo 4

Después de poner la ropa en los cajones vacíos del dormitorio de Alexis, Beckett se sienta en la cama de madera tallada y admira la pequeña habitación donde está. Obviamente, no ha cambiado mucho desde que Alexis fue una niña. Las paredes, las cortinas y la colcha son de diferentes tonos de rosa. Hay Barbies, muñecas de porcelana y ositos de peluche extendidos a lo largo de los cajones de cedro. La única cosa adulta de Alexis en la sala es la antigua mesa de escritorio con esmaltes de uñas, papel de escribir y pinturas de colores puestas cuidadosamente. Hay fotos clavadas en la pared, sobre todo de amigas, algunas Beckett se sorprende al reconocer a las niñas que Alexis había llevado a casa para "pasar el rato" con ellas. Hay también una de Alexis y Beckett, tomada años atrás cuando Alexis trabajó en la comisaría para una tarea escolar. Beckett mueve la foto desde el escritorio a la mesilla junto a la cama. A pesar de que Alexis ha estado viviendo en el campus de Princeton la mayor parte del año, ella y Beckett se han convertido en inseparable. Beckett trata de mantener una distancia emocional, ella no es su madre y no quiere cruzar ninguna frontera, pero es tan difícil no amar a Alexis como si fuera su propia hija. Ella ha intentado durante un tiempo convencerse de que está sola, necesita alguien a quien amar, tal vez un poco ( incluso se atreve a pensar en él ). Beckett ha llegado finalmente a la conclusión de que sí, es todas esas cosas, pero Alexis es una chica joven increíble que es fácil de amar, y aunque realmente no tiene derecho a sentirse así con la hija del Castle, siempre y cuando Alexis quiera a Beckett en su vida, ella estará allí.

Suspirando, Beckett sacude la cabeza para despejar sus pensamientos, y decide ir a espiar la planta baja.

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Cuando Kate Beckett era una niña la casa de sus padres estaba amueblada con antigüedades, algunos de herencia de familia, otras piezas compradas en las subastas. Así que ella sabe, sólo echando un vistazo, para el ojo inexperto, las piezas de la cabaña de Castle sólo parecen ser grandes muebles marrones, pero Beckett sabe más. La larga librería caoba llena de libros es definitivamente Victoriana y probablemente vale un año de su sueldo. Se nota la riqueza en el lugar, pero al ser una planta abierta rezuma calidez, confort, amor y familia. Gruesas alfombras persas se superponen y cubren el piso de madera, cortinas rojas cuelgan de cada ventana y una manta suave y esponjosa atraviesa el gran sofá. Beckett ya se imagina sentada entre los mullidos cojines del sofá, frente al fuego, leyendo el primer libro de Nikki Heat, abrazada a Castle... -woah, Kate, saltan las alarmas en su cabeza - hace caso omiso de la molesta voz en su cabeza, Beckett sonríe y se dirige hacia Castle que está de pie junto a la estufa llevando un delantal ridículo.

"Así, como ya sé que amas mi especialidad de bacón y huevos, esa es nuestra cena." Castle dice, notando que Beckett se acerca y se apoya en el mostrador de la cocina pequeña.

"No te hagas ilusiones. ¿Significa eso que vamos a tener pollo y verduras para el desayuno?"

"Ja, ja, detective. Eres un poco cómica, ¿no?" Él se ríe entre dientes, golpeando ligeramente su mano mientras trata de agarrar un poco de bacón de la sartén. Ella resopla, pero se muda a su alrededor para encontrar algunos platos y cubiertos. Una vez que la comida está terminada se sientan en la mesa rosa del pequeño comedor.

"Nuestro vecina, Lucy, estará aquí en unos pocos minutos, no puede esperar a conocerte. Y aunque sé que no te gusta mucho la " Navidad " he pensado que antes de que oscurezca podemos ir a buscar un árbol, traerlo de vuelta y decorarlo?"

Suena tan esperanzador, Beckett realmente no puede decir que no. Y juega con la idea de cuestionar la elección de palabras sobre "nuestra vecina", pero decide no hacerlo.

"Suena bien. Espero que no esperes que te ayude a cortarlo y llevarlo" Ella dice, cogiendo unos huevos con el tenedor.

"Por supuesto que no, ¿qué clase de caballero sería?" Se ríe de la expresión de su rostro, pero continúa.

"Y he pensado que mañana podríamos ir a la ciudad, para comprar comida en el supermercado y lo que necesitemos. Lucy ha comprado lo mínimo para nosotros para salir adelante esta noche."

"Eso suena bien, Castle. Estoy contenta de estar aquí." Las palabras salieron de su boca más suaves de lo que ella quería que fueran, y ella levanta la vista para verle sonreírle a ella... ¿con ternura? Sorprendiendo a los dos, él se acerca y estrecha su mano en la suya.

"Beckett... Kate…"

Antes de que pueda continuar hay un golpe suave en la puerta principal. De mala gana tira de su mano, él rompe el contacto visual y se dirige a la puerta.

Beckett retira la mano en su regazo, sus dedos están calientes y con sensación de hormigueo. Al parecer Lucy ha venido en el peor momento.

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Beckett no ha pensado mucho en lo como sería "Lucy", pero en el momento en el que la señora mayor le da un cálido abrazo ella sabe que le gusta a ella.

"La famosa detective Kate Beckett. He oído muchas historias acerca de ti, me alegro de conocerte por fin!" Lucy exclama, alejándose de Beckett, fijándose con sus ojos verdes el rubor que aparece en el rostro de la detective.

"Es un placer conocerte a Lucy. Gracias por preparar la cabaña para nosotros."

Lucy agita la mano y sacude la cabeza.

"Por favor, haría cualquier cosa para mi Ricky." Lucy mira a su "Ricky" que sostiene a una niña pequeña en la cadera.

"Esta es mi nieta Lilly. Lilly, saluda a Kate. Lucy coge a Lilly de Castle, quién frunce los labios. La niña, de tres años, esconde la cabeza en el hombro de su abuela con timidez. Sonriendo, Beckett se dirige hacia Lucy.

"Hola Lilly. Mi nombre es Kate. ¿Sabes que en el piso de arriba hay un montón de muñecos con los que puedes jugar?"

Lilly levanta la cabeza, mirando a Beckett.

"¿De vedad?"

Beckett asiente con la cabeza y extiende los brazos.

"¿Quieres que te los enseñe? ¿Podríamos jugar con ellos si te gustan?"

Lilly asiente con la cabeza y levanta sus brazos con timidez hacia Beckett, que la atrae a sus brazos. Sonriendo a la cara de incredulidad de Castle ( a Lilly normalmente no le gustan los extraños ), Beckett sube al piso de arriba a la niña para jugar con las muñecas de Alexis.

"Oh, Richard. Ella es maravillosa. Si no fueras tan imbécil ya estarías casado con ella ahora, con vuestros propios hijos para jugar. Lilly se va a poner a llorar cuando sea la hora de irse!" Lucy le dice, dándole una ligera palmadita en la mejilla a Castle. Sonriendo, Castle lleva a Lucy al sofá para hablar y ponerse al día. Se pregunta cómo tiene la suerte de estar rodeado de mujeres increíbles dondequiera que vaya.

Capítulo 5

Quitándose sus botas de invierno y tirándose en el sofá grande, a Beckett le duelen los músculos. Ella debería haberse dado cuenta antes. Tan fuerte no es (y sí, ella ha admirado sus músculos de vez en cuando), pero Castle definitivamente no es lo suficientemente fuerte para llevar sin ayuda el voluminoso árbol de Navidad que ha elegido. Cansada de escuchar sus quejas y lloriqueos, Beckett le ha ayudado a arrastrarlo. El árbol está finalmente dentro de la cabaña, situado junto a uno de los grandes ventanales. Una vez colocado, Castle se deja caer en el sofá al lado ella, aplastando su lado contra el de ella.

"¿Te importa?" Ella le pregunta, empujando él. Él casi se cae de lado, pero se las arregla para agarrarla.

"No seas malo. ¿Nunca has aprendido a compartir?" le pregunta, moviéndose a propósito para colocarse más cerca de ella. Ella suspira, sabiendo que sólo se moverá si le amenaza con su pistola, y no la tiene. Además, admitiendo en silencio para sí misma, le ha gustado mucho la sensación de su cuerpo tan cerca de ella, incluso él oliendo a sudor y suciedad. Se quedan en silencio durante unos minutos, descansando después de la tarea extenuante.

"¿Castle?"

"¿Sí?"

"¿Vive Lucy aquí todo el tiempo?"

Beckett tiene curiosidad acerca de su anciana vecina y su nieta adorable. Lilly se había enfadado cuando llegó el momento de que se fueran, lanzando su pequeño cuerpo en el suelo y golpeando el suelo con sus manos. Ella quería quedarse y jugar a las muñecas con Katie.

"Si. Los padres de Lilly murieron cuando ella era sólo un bebé. Lucy es el único pariente que tiene. Y por mucho que quiera a Lilly, sabe que no puede quedarse aquí para siempre. Ella tendrá que empezar al colegio muy pronto, y Lucy se esfuerza por estar con ella el mayor tiempo posible. "

Castle suspira y se frota la cara sucia. Ya es hora de una ducha. Y algo para aliviar el estado de ánimo.

"¿Vienes conmigo a la ducha, detective?"

Nunca aprende. Su cuerpo cae con un ruido sordo sobre el suelo alfombrado y gime por el crujido de sus huesos.

"Sólo por eso Castle, me voy a tomar una más larga". Se levanta, saltando sobre su cuerpo inerte y corre hacia la única ducha de la cabaña, cerrando la puerta. Él se ríe entre dientes durante unos segundos antes de ponerse en posición vertical y perseguirla.

"Beckett! Kate! No te atrevas a tomarte una demasiado larga! Sólo tenemos una cantidad limitada de agua caliente, me oyes!" Grita, golpeando la puerta. Oye su risa, y le parece increíblemente mal. Suspirando, se marcha de la puerta, con los dedos cruzados pensando que será lo bastante buena como para ahorrar un poco de agua caliente.

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Beckett es lo suficientemente buena para él ahorrándole un poco de agua caliente. Abre la puerta, sorprendida de encontrárselo inclinado contra ella. Él casi se ahoga cuando la ve, envuelta en nada más que una toalla roja, su pelo mojado que se encrespa en sus hombros y el vapor ondulante de detrás de ella. Ella sonríe al ver la expresión en su rostro y se acerca al pasar, burlándose de él, y se dirige a la habitación de Alexis. Castle tiene que tomar unas cuantas respiraciones profundas para calmarse, antes de dirigirse al baño a tomarse una ducha fría.

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Castle sale del cuarto de baño, vestido con su pijama escocés, se sorprende al ver a Beckett acurrucada en el sofá, con una manta encima de ella y uno de sus libros de Derrick Storm en su regazo. Sus párpados se le están cerrando y se da cuenta de que está demasiado cansado para decorar el árbol esta noche. Él se mueve hacia ella y pone el libro en la mesa de sofá. Ella apenas se da cuenta.

"¿Beckett? Vamos, detective, es hora de dormir."

Cuando ella asiente en silencio, pero no se mueve, envuelve su brazo alrededor de su delgada cintura y la levanta del sofá. Ella suspira, pero no se aleja de él mientras la ayuda a subir las escaleras. Afortunadamente, el calor del fuego ha calentado la parte de arriba, pero cuando la mete debajo de la colcha rosa de volantes de la cama de Alexis, agarra una manta extra y la envuelve con fuerza en ella. Se inclina y la besa la frente, vacilante, casi la espera de una bofetada por haberse atrevido a hacerlo. Pero ella ni siquiera se mueve. Suspira con alivio.

"Buenas noches, Kate." Susurra, saliendo de la habitación. Segundos después de que él apaga la luz, oye su susurro.

"Buenas noches, Rick."

Kate Beckett no está en su cama con él, pero desde luego se duerme con una sonrisa en su rostro.

Capítulo 6

Kate Beckett se despierta, al principio no está segura de su entorno en la oscuridad. Algo le hace cosquillas en la nariz, y ella lo golpea con fuerza hasta que se da cuenta de que es uno de los muchos peluches que hay en una balda encima de la pequeña cama que ocupa. ¿Cómo había acabado con ella...?

Ella se estremece, al notar frío. El fuego se ha apagado en algún momento durante la noche. No hay un reloj en la habitación, así que no tiene ni idea de qué hora es, y puede ver que está oscuro afuera todavía. Ella se estremece de nuevo, sin saber qué hacer. ¿Debería despertarle a Castle para que avive el fuego? No... no es justo. Aunque, si ella tiene frío, seguro que él también... Quitándose las mantas de encima, saca las piernas hacia un lado. Ella casi grita cuando sus pies descalzos entran en contacto con el suelo de fría madera.

Apretando los dientes y regañándose a sí misma por ser una chica, sale de la cama y corre hasta la habitación de Castle. Su puerta está abierta, por lo que entra y se sienta en el borde de su cama. Es una cama grande, sin embargo, está tirado a través de ella, con las mantas retorcidas por todas partes. Un pie cuelga por un lado y Beckett tiene que resistir la tentación de ver si tiene cosquillas en los pies. Su pelo está alborotado y cada unas cuantas respiraciones se le escapa un mínimo ronquido. Amonestándose a sí misma por pensar que él se ve guapo, Beckett se inclina y le toca.

"Castle, despierta!"

Él resopla fuerte y aparta su mano de él.

"G'way" gruñe, acurrucándose más en las mantas.

"Castle! El fuego se ha apagado y en mi habitación hace frío! Vamos, levántate." Trata de empujar su cuerpo hacia el borde de la cama, pero incluso en su estado de sueño no se mueve.

"Tranquila, mujer." Gime, rodando hacia ella. Él desenreda sus piernas y levanta la manta, agarrándola del brazo y tirando de ella a su lado. Manteniéndola apretada por la cintura mientras ella lucha por soltarse, echa la manta por encima de ellos y se acurruca a su lado. Pone una pierna sobre la de ella y le acaricia con la nariz en su cuello, silenciando sus protestas a medias y calmando su cuerpo.

Después de algunos momentos tensos, Beckett se relaja y se acomoda más profundamente en el colchón, dejando que el cuerpo caliente de Castle le quite el frío. Ella suspira y le toca una vez más.

"No me llames jamás otra vez ‘mujer’, Castle."

Él se ríe entre dientes contra su cuello, su cálido aliento le hace temblar la piel.

"Vete a dormir".

Ella suspira de nuevo, pero hace lo que le dice, su corazón late el doble de tiempo cuando se da cuenta de que está acurrucada en la cama con Richard Castle.

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Cuando Castle se despierta unas horas más tarde ya no tiene un compañero de cama. Moviéndose, se vuelve y la ve sentada en la ventana, con las rodillas metidas debajo de la barbilla. Fuera hay un paraíso blanco. La nieve cae suavemente, y el sol hace que todo brille. Beckett sonrió ante la belleza.

"Hola" Castle dice en voz baja, pues no quiere asustarla. Se sorprende que aún esté en su habitación. Ella se vuelve y le sonríe.

"Buenos días. ¿No es hermosa?" Le pregunta, con una mano señalando a la ventana. Él asiente con la cabeza, pero manteniendo para sí mismo que él piensa que ella es más hermosa que las vistas exteriores.

Bostezando, poco a poco ella vuelve a la cama, subiendo y tira la manta sobre ella. Castle tiene demasiado miedo a moverse. ¿Qué está haciendo? ¿Por qué ella no ha vuelto a su habitación, huyendo? ¿Acaba de subir a la cama sin luchar? ¿Qué? La mente de Castle corre a mil por hora, tratando de entender un poco el comportamiento de Beckett. Después de unos momentos de indecisión, se vuelve por lo que su cuerpo se enfrenta a su espalda. Acercándose más, envuelve un brazo alrededor de su cintura con timidez, y coloca la cabeza justo encima de la suya en la almohada. Ella no le amenaza. Ella no le dispara o le hiere a él para que nunca pueda tener más hijos. Lo hace, de nuevo, acurrucarse contra él, y él toma todo su fuerza de voluntad para no apretarla y que ella no le mate para luego correr y gritar al mundo que ha estado con Kate Beckett en la cama, y a ella le ha gustado!

Después de unos minutos, ella le pregunta cuáles son sus planes para hoy, y él le responde y ellos hablan sobre nada en general.

Beckett está segura de que Castle es capaz de oír el golpeteo fuerte de su corazón. Su cuerpo se estremece cada vez que le toca, y ella apenas puede respirar. Trata de mantener una conversación, pero lo único en lo que puede pensar es que está en la cama con Richard Castle, fuera de Nueva York, con su mejor amigo… y le gusta... mucho. Casi demasiado. Y maldita sea, pero ¿cómo iba a ser capaz de resistir a despertarse a su lado durante el resto de la próxima semana?

Capítulo 7

"¿KB, estás lista para irnos?" Castle llama a Beckett subiendo las escaleras. Ella sonríe al apodo y termina de colocar es su sitio todas las muñecas con las que Lilly había estado jugando antes de bajar abajo a su encuentro.

"Estoy lista cuando tu lo estés, Castle."

"Excelente. Voy a llamar a Lucy para ver si quiere algo ya que vamos a la ciudad." Él saca su iPhone, con uno de sus ojos ve a Kate cuando saca el abrigo, los guantes y la bufanda del armario cerca de la puerta. Puede ver por su lenguaje corporal que está animada a ir al pequeño pueblo que está pocos kilómetros de distancia. Ella coge su gorra y se la pone sobre su cabeza, se mira en el espejo y se vuelve a arreglar hasta que está satisfecha con lo que ve.

Asegurándose de que Lucy no tiene necesidad de nada ( con Lilly gritando al fondo que quiere visitar a Katie de nuevo ) Castle desconecta la llamada y se abriga. Al cerrar la puerta detrás de ellos, se dirigen hacia SUV negro de Castle, Beckett se sienta en el asiento del pasajero sin comentarios. Castle pone en marcha el coche, dándole rápidamente a la calefacción.

"Parece que tienes una fan." Él dice, girándose para sonreír a Beckett.

"¿Otro? Tengo tantos ya!" Ella bromea.

"Lucy dice que Lilly quiere volver a jugar con Katie". Él se rie entre dientes.

"¿En serio? Ella es adorable. Y no me importa si viene a jugar... ¿a menos que prefieras que no lo haga?" Beckett se acomoda, una vez más acurrucándose en el asiento y colocando sus pies en el salpicadero. Castle ha aprendido rápidamente que esa es su forma favorita de ir en el coche cuando no es la conductora.

"Me encanta Lilly. Si estas feliz porque venga yo también. ¿A lo mejor más adelante esta semana vamos a ver si ella y Lucy quieren venir a la ciudad y ver a Santa?"

Mirando la emoción en su rostro, Beckett imagina que no es sólo a Lilly a la que le gustará ver a Santa.

"Me olvido de que tienes 9 años de edad, a veces, Castle." Ella se ríe, inclinándose para pellizcarle la mejilla. Parece ofendido.

"¡Hey! No abuses del conductor. Además, Alexis es como tú. Ella descubrió que Santa no es algo real cuando todavía era muy pequeña y nunca tuvo la oportunidad de intentarlo de nuevo." En realidad parece sinceramente triste, lo que causa curiosidad en Beckett.

"¿Qué quieres decir, con otra vez?"

Suspira y se toca el pelo con una mano antes de colocarlo en su muslo. Beckett supo al instante que es tiempo de una seria conversación.

"Tu y yo somos como niños, ¿verdad? Bueno, siempre he estado solo. Cuando tuve Alexis, yo esperaba que fuera diferente para ella. Quería darle hermanos y hermanas. Por supuesto, Meredith no quiere a Alexis, por no hablar de otro bebé. Y Gina? Ella no tiene instinto maternal. He tenido que hacer todo lo de Navidad, tratando todo el tiempo posible para que mi hijo crea en Santa Claus. "

No está segura de cómo responder, Beckett mueve lentamente la mano que está descansando en su muslo. Él la mira y sonríe, entrelazando sus dedos con los de ella.

"Creo que llevarte a ti y a Lilly para ver a Santa sería maravilloso." Ella dice. Él asiente con la cabeza alegremente y continúa conduciendo, no dejar de agarrarle la mano.

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Después de arrastrarle de unas tiendas a otras, Beckett se siente aliviada cuando Castle finalmente decide que habían tenido suficiente y que es el momento de ir a hacer la compra seria. Siente que ir de compras con Castle es tan agotador como resolver un asesinato. Tiene que mirar y tocar cada cosa. Ellos regresan hasta la calle principal para ir al supermercado, Castle se niega a soltarle la mano. Después de las primeras veces que ella le había dejado que le agarrara para arrastrarla a alguna parte, él se lo ha tomado en serio. Y él no le ha soltado desde entonces. A ella no le importa, no quiere inflar su ego. Una vez dentro de la tienda por fin la suelta para agarrar un carro. Y el niño de 9 años de edad aparece otra vez. Después de echar nada más que comida basura en el carro ( que Beckett le consiente pensando que Castle necesita más azúcar ) él se sube encima del carro. Beckett ve como ha estado a punto de tirar una montaña de latas de tomate. Avergonzada, a pesar de que nadie les ha visto, ella va por detrás y le agarra de la oreja, girándole. Justo cuando él está a punto de gritar "manzanas" ella se acerca y le susurra al oído.

"Castle, hazlo de nuevo y no voy a dormir en tu cama esta noche."

Se queda paralizado por un segundo, ella le suelta y se marcha, balanceando las caderas. Después de unos minutos vuelve en sí y rápidamente le sigue. Él se comporta durante el resto de las compras.

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De vuelta en la cabaña guardando la comida, Castle no puede dejar de mirar a Beckett cada pocos minutos. Ella ha seguido coqueteando con él el resto de la tarde. Y no es como sus bromas habituales de coquetear, está coqueteando de verdad... Y no puede dejar de preguntarse qué ha pasado con la normal Kate Beckett... ¿su cuerpo ha sido invadido por extraterrestres? Por supuesto, estando tan atraído por ella como lo está, no puede dejar de responder con entusiasmo a su coqueteo. Así que cuando él hace un comentario lascivo o le da un descuidado beso en la mejilla y ella ni siquiera pestañea o le amenaza... bueno, algo le tiene que estar pasando a su detective.

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Beckett, intenta quitar su sonrisa de la cara, la mirada permanente de confusión en el rostro de Castle es cada vez más difícil de resistir. Ella sabe que él está perplejo por su coqueteo, y ella quiere mantener el ritmo pero sabe que no es justo para él. Le gusta Castle, mucho ( tal vez eso era un eufemismo ). Y ella sabe que a él le gusta. Es obvio para todos. El año pasado han reforzado su relación y Beckett ha llegado a reconocer que están listos para dar el siguiente paso. Ella también sabe que Castle no va a dar el primer paso, probablemente temiendo por su vida en caso de que saque su pistola y le haga algo. Y ella no quiere asustarlo acercándose a él y besándole ( que no cabe duda de que lo disfrutarán ). Así que ha decidido ir despacio. Solamente coquetear. Aunque no besarlo aparentemente es más difícil de lo que pensaba, sobre todo cuando pone mala cara como está haciendo ahora.

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"Yo estoy pensando…" Castle empieza.

"Uh oh". Beckett le interrumpe, sacudiendo su cabeza cuando él le saca la lengua a ella, entonces continua.

"Por lo tanto, yo estoy pensando, tal vez podemos decorar el árbol y la casa un poco, y luego ver si Lilly y Lucy quieren unirse a nosotros para la cena"

"Claro, suena bien." Aunque Beckett está esperando una noche con sólo ella y Castle, está feliz de esperar... por ahora.

Continúan guardando las cosas en la cocina pequeña, a veces chocando entre sí. Beckett decide hacer unas galletas de Navidad para Lilly, mientras que Castle va en busca de todos los adornos navideños. Media hora más tarde el olor a canela ha invadido la cabaña, la chimenea está encendida, y Beckett y Castle están sobre la gruesa alfombra persa, rodeados de decoraciones de colores brillantes y ovillos de luces centelleantes. La mayoría de los adornos para el árbol están hechos a mano, la mayoría por Alexis cuando era pequeña. Parece que cada adorno cuenta una historia, y Castle disfruta explicándole a Beckett cada uno.

"Cada año veníamos la semana antes de Navidad y Alexis hacia una nueva decoración para el árbol. A veces nos quedábamos aquí hasta Año Nuevo. Este es el primer año que ella no está aquí. Creo que va a ser el primero de muchos..." Castle se apaga y rueda por la alfombra, poniéndose un brazo sobre los ojos. Todavía no puede creer que su niña está en la universidad... ¿Cuándo ha crecido tan rápido?

Entendiendo su descontento, Beckett se arrastra hacia él. Siente su movimiento, pero sus ojos están cubiertos, y él no es consciente de lo cerca que está hasta que siente algo suave y húmedo tocar sus labios. ¿Es ella...? ¿Acaba de darle un beso...? Cuando él siente los labios de él, mueve el brazo de sus ojos, sorprendido al encontrar su cuerpo justo encima del suyo. Debido a que ella ha iniciado el movimiento y le sonríe, él no encuentra ninguna razón para detenerse mientras su mano agarra su cuello y le acerca los labios más. El beso es provisional, lento, están aprendiendo el uno del otro. Cuando Beckett mueve su cuerpo completamente encima de él suelta un pequeño gemido y profundiza el beso, enredando sus manos en su pelo. Ella deja escapar una risa entrecortada, sabiendo que se han dejado llevar, y que tienen que ir poco a poco si quieren que esto ( lo que sea que es "esto" ) vaya bien. Sonriéndose el uno al otro como dos adolescentes, ambos tienen el mismo pensamiento en la cabeza... por fin.

Capítulo 8

"¿Esto significa que puedo llamarte Kate?" Castle pregunta, con una sonrisa tonta en la cara. No ha dejado de sonreír desde el beso. Haciendo caso omiso de su pregunta, Beckett le da un rápido beso en la comisura de la boca.

"Lucy y Lilly estarán aquí dentro de media hora. Me voy a dar una ducha, sola. En el momento en que salga quiero ver las verduras peladas y cocinadas, ¿entiendes?" Dice arrastrándole a la encimera de la cocina, le pone sus manos sobre la tabla de cortar. Él sigue con la sonrisa en su boca, pero no responde.

"¿Castle?" Ahora suena irritada, y sus manos están en sus caderas.

"Verduras peladas y cocinadas para cuando salgas de la ducha. Con una condición." Él se toca la mejilla. Poniéndole ojos, ella rápidamente le da un beso en la mejilla antes de ir al cuarto de baño.

"Sabes, uno de estos días me vas a rogar que te acompañe!" Él le dice. Ella se echa a reír y cierra la puerta unos segundos más tarde. Poniendo cara infantil a las verduras, hace lo que le han dicho.

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"Tus galletas han ganado al lado oscuro en esta ocasión, detective, pero te aseguro que la tendré de mi lado muy pronto!" Castle susurra al oído de Beckett. Ella se ríe suavemente y lo empuja de nuevo a su asiento en la mesa. Las galletas de canela de Beckett han sido un gran éxito con la niña, que ahora está durmiendo en sus brazos mientras los tres adultos hablan en voz baja mientras toman el café. Lucy tiene un montón de preguntas para Beckett, sobre todo preguntando si alguna de las historias que Castle le ha contado son en realidad verdaderas. No tarda mucho en darse cuenta de que ha embellecido algunos de los cuentos que él le ha contado a Lucy. Castle está sirviendo otra ronda de café cuando siente vibrar su iPhone en el bolsillo. Por lo general, cuando se queda en la cabaña apaga su teléfono, pero lo tiene encendido por si es Alexis. Cogiéndolo, lee el mensaje que ha recibido de Esposito.

Bebe Emma Elizabeth Ryan, ha nacido 19:43. Madre y bebé están perfectamente. Padre un poco aturdido.

Castle sabe que el grito que se le escapa es digno de una adolescente, pero no puede evitar su emoción. Ignorando el café corre hacia la mesa de las sorprendidas mujeres y lee el mensaje. A la mitad Beckett levanta la mano.

"Castle. Más despacio, estás diciendo tonterías."

Tomando una respiración profunda, Castle transmite el mensaje poco a poco. Lucy da unas palmadas de alegría y a Beckett los ojos se le llenan de lágrimas alegres.

"¿Una niña? ¿Ryan tiene una niña? Eso es... wow." Beckett no puede creer que el detective Ryan sea ahora un papá...

Rápidamente envía un mensaje de felicitación al teléfono de Ryan, Castle termina de hacer su café y se sienta de nuevo, aunque esta vez cambiando a la silla más cerca de Beckett y coge la mano que no está acunando a Lilly.

"Cuando vayamos a la ciudad voy a encargar un ramo para enviárselo a Jenny... tiene que ser algo impresionante..." Castle murmura.

Habiendo observado la pareja desde que ha llegado, Lucy sabe que algo ha cambiado en su relación en las últimas 24 horas. Decide que es hora de dejar a la joven pareja sola, Lucy se levanta y hace una mueca cuando sus viejos huesos crujen en señal de protesta.

"Voy a necesitar una grúa lo suficientemente grande para ayudarme a ponerme de pie" bromea a Castle, que niega con la cabeza. Él se acerca a Beckett y suavemente coge a la niña de sus brazos, y después de un rápido beso en la frente, la coloca en los brazos extendidos de Lucy. Afortunadamente, Lilly no se despierta. Después de despedirse, Castle y Beckett en silencio limpian las tazas de café y guardan las galletas sobrantes. Él tira la toalla sobre la encimera y pega a Beckett contra su cuerpo.

"Ha sido un día perfecto. ¿Lista para unirte a mí en la cama, detective?" Le pregunta él, retorciéndose las cejas. Ella suspira dramáticamente, pero asiente con la cabeza.

"Si tengo que hacerlo, chico escritor."

"Es hombre, Beckett, hombre escritor" le corrige Castle con aire de suficiencia. Ella le da una palmada en el brazo.

Ellos suben al piso de arriba, Beckett va a la habitación de Alexis a ponerse su pijama antes de regresar a la habitación de Castle y acomodarse bajo las mantas gruesas. Él se pone su pijama y se tira en la cama, provocando una risa muy femenina de ella.

"¿Por qué detective, no entiendo porque te ríes?" Él se ríe entre dientes, rodando bajo las mantas y tirándola hacia él.

"Díselo a alguien y va a ser la última cosa que haces." Ella le advierte. Él no responde, sólo la tira con más fuerza contra él, su espalda contra su pecho. Ella suspira con satisfacción y echa la cabeza hacia él. Entendiéndola, se inclina hacia adelante y le da un suave beso en los labios y luego en la nariz antes de acariciar su rostro en su cuello.

"Que duermas bien, no me pegues nada." Él susurra jovialmente contra su piel.

"¿Qué quieres decir Castle? Y si me muerdes, te pego un tiro." Beckett responde adormilada, con el brazo de Castle apretado contra su pecho. Se ríe en voz baja, y pronto ambos están dormidos.

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Kate Beckett es una madrugadora. Se inclina sobre la mesita de noche y comprueba en el reloj de su padre que apenas son las 7. Conociendo a Castle, va a dormir hasta dentro de un par de horas, sale de la cama caliente y se arrastra escaleras abajo. Agarra algunas de las galletas de canela, un vaso de leche y los dos primeros libros de Derrick Storm, cuidadosamente sube al piso de arriba y a la cama. Presiona su espalda contra la calidez de él, sostiene el libro con una mano y empieza a leer.

Ella está tan absorta en el libro que no se da cuenta que Castle esté despierto, y ha estado durante algún tiempo, leyendo por encima del hombro. Pone el libro bajo su cara y gira en sus brazos, dándole un largo beso.

"Hmmm. Sabes cómo las galletas de canela. Me gusta." Él murmura contra su boca. Ella le golpea el pecho y se da la vuelta, cogiendo de nuevo el libro.

Leen en voz baja juntos, hasta que Castle comienza a susurrarle las frases en su oído, haciendo que su cuerpo sienta piel de gallina. Con un suspiro, vuelve a dejar el libro de nuevo y se da la vuelta, dispuesta a decirle que pare de distraerla. Ella no tiene oportunidad. Usando su cuerpo, él la aprieta contra el colchón y captura sus labios entre los de él.

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Se quedan haciendo esto como si fueran adolescentes durante lo que les parecieron horas. Castle finalmente se aparta, sabiendo que si sigue durante más tiempo él no será capaz de parar, como sus últimos cuatro años juntos han sido similares a los juegos preliminares, quiere hacerlo bien, lo que significa tomarse las cosas con calma. Kate Beckett es la única y hecho ( ¿o es tercera y hecho? ) y no quiere meterla prisa. Tienen tiempo de sobra para llegar a la etapa siguiente, y él quiere saborear lentamente cada área nueva que se desarrolla en su relación.

Sonríe a su cara enrojecida, labios hinchados y rojos, y sabe que probablemente él está exactamente igual. Su rostro cambia un poco cuando se da cuenta de las marcas rojas que se están formando en su cuello... definitivamente ella va a pegarle un tiro por eso. Decidiendo no mencionarlo, se baja de ella y pone la espalda contra el colchón, manteniendo una mano entrelazada con la suya.

"¿Castle?"

Ella rueda por la cama, imitando su posición. Frunce el ceño y se muerde el labio.

"¿Sí?"

"¿Que estamos haciendo?" Quita la mano de él, y él comienza a entrar en pánico, hasta que ella se mueve y se quita el pelo de la cara, y luego le coge la mano de nuevo.

"Creo que es bastante obvio lo que estamos haciendo, KB".

Ella suspira.

"Castle. Qué estamos haciendo... ¿Qué significa para nosotros?"

"Supongo que eso depende. ¿Quieres que haya un "nosotros"?"

Ella guarda silencio durante unos segundos y él se preocupa de que la idea de un "nosotros" no sea atractiva para ella, que él la ha leído mal.

"¿Eso implica que te tenga que llamar Rick?" Ella resopla. Él sabe de inmediato que él ha acertado. Son sin duda un «nosotros». Él se lleva su mano a los labios.

"Puedes llamarme lo que quieras. Yo te llamaré Kate". Él responde. Ella le sonríe casi con timidez y se acerca todavía más, apoyando la cabeza sobre el pecho. Agarra el libro de su lado, ella se lo entrega a Castle.

"¿Me lees?"

Él asiente con la cabeza, sosteniendo el libro con una mano y con la otra en sus hombros, acariciando suavemente su cuello, y sigue leyendo.