Entre tus brazos por España. Capitulo 3: Alicante.

En el hotel recuerdo el viaje hasta alicante y como Castle, me contaba su primer viaje en avión, tenía tan solo quince años y fueron con el marido de Martha a Canadá, donde estuvieron esquiando y pasaron unas bonitas vacaciones de navidad.

Después de un vuelo de un hora y el recuerdo de Castle, solo deseaba llegar al hotel y llamar a mi padre.

Y así hice le llame, estuvimos hablando de lo bien que lo estaba pasando con Castle en estas vacaciones, que estaban siendo una de las mejores de mi vida y el me contó que había estado viendo a Martha y que se había dado cuenta lo maravillosa mujer que es, y lo equivocado que había estado.

También me dijo que le gusta mucho cuando ella le cuenta sus comienzos y lo difícil que lo habían pasado cuando se quedó embarazada, dijo que muchas veces nosotros hacemos que el mundo sea diferente a nosotros, esa frase me hizo pensar en Castle y en mi, como me puse cuando él, dijo que mi padre y su madre se llevaban mal por ser de mundos distintos, ahora me doy cuenta que nosotros somos lo que diferenciamos, lo que nos alejamos de aquello que no conocemos por miedo. Quiero a Castle y su mundo es el mio y viceversa, no tengo miedo a ninguna diferencia lo único que importa es lo que siento y eso nadie lo podrá retocar o cambiar jamás.

Castle hace que salga de mis pensamiento viene acompañado de una copa de vino, me cuenta que ha pedido algo al servicio de habitaciones para comer, y que después me llevara a un lugar que le recomendó Exposito.

- ¿Que tal esta tu padre?
- Bien a estado viendo a tu madre, dice que a cambiado su opinión sobre ella.
- ¿Y que piensa ahora de mi señora madre?
- Dice que es una persona maravillosa y luchadora.
- Pues creo que tendré que hablar con tu padre.
- ¿Para que?
- Para decirle como lo a echo, - suelta una carcajada y continuó hablando, - desde que vino a mi casa he pensado en que demonios hace esta mujer en mi casa, y que encima se queja de mi chocotilla.
- Castle debes reconocer que te gusta estar a su lado, y además es una mujer muy sabia.

Eso me hizo recordar la última conversación que tuve con ella, donde me confesó que sabe que su hijo es difícil que le cuesta abrirse pero que me amaba y que es la primera vez después de mucho tiempo que le ve feliz con su pareja. Termino diciendo que no siempre se encuentra el amor y que nosotros somos afortunados y que deberemos luchar por él y este viaje iba a ser crucial para la relación.

- Kate, Kate ¿estás bien?
- Si solo que me quede pensando en algo, ¿Que me decías?
- ¿Seguro estas bien? puedo llamar a un médico si lo necesitas.
- Castle estoy bien de verdad, - me acercó y le doy un corto pero intenso beso,- dime que me estabas diciendo.
- Me mira extrañado creo que duda aun si estoy bien o no, pero aun así continua con la conversación.- Te decía que su mejor consejo fue de que color comprar la cortina y hazme caso mejor que no siguiera su consejo si no ahora mismo no estaríamos aquí por miedo a mi mal gusto - Se ríe y me mira, le devuelvo una sonrisa y sigue,- y que me gusta este en mi casa no se yo porque yo tenia pensado hacer una sala de cine, ¿Sabes como seria eso?
- ¿Rick en serio te crees eso?
- Vale, reconozco que a veces me alegro que este, pero solo a veces y no me harás cambiar de opinión detective.

De repente suena la puerta detrás de ella se encuentra el señor del servicio de habitaciones, con la comida que Rick ha pedido, le da una propina y el señor se marcha.

- Kate te prometo que después de la comida que e pedido te enamoraras mas de mi, bueno si eso es posible, - me mira y sonríe.
- ¿Después de estos cuatro años por fin vas hacer que me enamore de ti? - Le devuelvo la sonrisa.
- Eres muy mala detective.

Me encanta dejar a Rick sin palabras, es algo que siempre me ha gustado, desde el primer día que le conocí y vi como presumía de su larga lista de conquistas. Rick decide que hoy será mi camarero después de insistirle como unas veinte mil veces de ayudarle a serví la comida he decidido desistir, al cabo de unos diez minutos viene con la comida y diciendo que me iba a encantar lo que había pedido.

Me lo pone enfrente y me lo presenta - Kate aquí tienes un arroz con costra, te aseguro que esta buenísimo.

Debo decir que mi primera impresión al verlo fue de “ que tortilla más extraña” pero después de probarlo pedí la receta al servicio de habitaciones, después de esa deliciosa comida decidimos bajarla caminando por la playa de Granadella, al llegar a la playa me encanto pues era una playa que no había sido invadida por casas y hoteles sino que estaba en contacto con la naturaleza, protegida por unas grandes montañas que parecía abrazarla, estuvimos paseando y nos bañamos unas cuantas veces.

Después de estar en ese paraíso, que tanta tranquilidad me proporcionaba, decidimos ir a el Castillo de Santa Bárbara, estaba anocheciendo y eso hizo que el castillo estuviera precioso, tardamos una hora y veinte pero mereció la pena. Situado en la cima de una montaña, donde se podía ver unas vistas maravillosas del mar, por un momento pensé que pensarían las personas que vivieron en el castillo, y en los afortunados que eran por tener esas vistas las veinticuatro horas del días.

Una familia que al igual que nosotros fueron a visitar el castillo, nos contaron la historia de ese castillo, llamado Santa Bárbara porque Alfonso de Castilla, más conocido como Alfonso X, el sabio, se la arrebató a los Arabes el día de su festividad un cuatro de diciembre de mil doscientos cuarenta y ocho, también nos informaron que empezaron una gran reforma en mil quinientos sesenta y dos, dichas obras duraron dieciocho años. Mientras la amable familia nos contaba toda la historia sobre ese castillo, Rick no dejaba de mirar con asombro cada rincón de ese precioso lugar.

Castle me decía que no podía comprender cómo fue abandonado durante veinte años, que si él tuviera algo tan bello como ese castillo lo mostraría al mundo.
Al llegar al hotel, Rick me dice que vaya subiendo a la habitación que ahora iría él, cuando entre en ella encontré un vestido medieval, de repente Castle esta detrás mía y me dice que me lo ponga que volvemos al castillo para cenar, él tenía ya puesto su traje medieval estaba muy guapo.

- ¿En serio Rick?
- Si en serio, bella dama no me hagas esperar mucho, te espero en la puerta del hotel.

En veinte minutos ya estaba lista, cuando llegue a la entrada del hotel me encontré con un carruaje y Rick estaba situado al lado.

- No es de la época medieval, pero lo que cuenta es la intención. ¿no crees?

Me acerqué a él, le besé y le dije que le quería, me monte en el carruaje y emprendimos la marcha hacia el castillo. Tardamos una media hora en llegar de nuevo al castillo, estaba vacío ya no había nadie excepto el guardia.

Rick bajo antes de la carruaje para situarse justo delante de mí, me ofreció la mano para ayudarme a bajar, y con una sonrisa se la cogí. Cuando baje Rick me miró y dijo que iba hacer que ese día no lo olvidara nunca, lentamente se acerco a mi para darme un beso que aunque fue corto fue el beso mas intenso y bonito que me habían dado nunca.

Me llevo hasta lo alto del castillo, allí había un montón de velas situadas de tal forma que dibujaban un grande y bonito corazón, dentro de el estaba situada la mesa donde íbamos a cenar.

- En serio Castle ¿como has conseguido todo esto?
- Alguna vez te e dicho que soy escritor. - Se empezó a reír y me apartó la silla para sentarme. - Kate esto se consigue cuando quieres de verdad a alguien y haces cualquier cosa para verla sonreír.
- Rick …
- No digas nada solo cenemos que esto se enfría. Deja que te sirva.

Cuando terminamos de cenar me dijo que se siente como si fuera mi vasallo, que yo le devolví algo que no tenía y que estuvo buscando desde que se divorció de Meredith, en todas esas mujeres pero solo yo lo tenia, cuando le pregunte que era me dijo “ amor y ganas de amar”.

De camino al hotel, no paraba de pensar en todo lo ocurrido en sus palabras y en como él me esperó durante tanto tiempo, yo ya me propuse esperar a que me abriera su corazón, y siento como poco a poco lo va haciendo

Ya en la habitación no pude más.

- Rick, esta noche a sido maravillosa y tu, - le agarro las manos y mirándole a los ojos continuo,- tu eres lo que yo quiero y lo que me hace feliz, intente olvidarte con Tom y Josh, no lo conseguí, porque al corazón jamas se le engaña, no se puede ocultar lo que se siente.

Cuando me levante mire a Castle, aún dormía, me puse una camisa y fui a llamar al servicio de habitaciones para pedir algo para el desayuno, imagino que cuando él se levante tendrá hambre. Me pongo a recordar la noche, tan maravillosa que tuvimos, tengo la sensación como si fuera nuestra primera vez, tal vez sea porque no solo desnudamos nuestros cuerpos, sino también nuestra almas.

Al llegar el servicio de habitaciones con el desayuno, le hice un gesto para que no hablara muy alto, después de darle una propina el amable chico se fue. Silenciosamente fui hacia cama, y acaricie y bese suavemente su cara.

- Buenos días, ¿ puedo pedir despertar así siempre?
- Según como te portes.
- Me ofendes detective creo que siempre soy bueno.
- Anda desayuna y deja de mentir Rick.

Al terminar de desayunar fuimos directos a museo arqueológico MARQ, estuvimos viendo la Edad Media, donde vimos un horno para cocer pan, una pila Andalusi de agua bendita había tantas cosas que te hacían ver que no somos tan diferentes de aquella época. Después nos paseamos por la cultura de los Iberos, vimos esculturas de todo tipo, la dama de cabezo lucero, jarrón y una cabeza de Grifo, según leímos era un habitante de ultratumba, y es un monumento funerario que se queda como custodio de las joyas u objetos que contenían las tumbas.

Cuando nos disponemos a salir me tropiezo con una chica.
- Perdón, no iba atenta .
- No te preocupes, ¿Como te llamas?
- Mi nombre es Kate, este es mi pareja Rick ¿ Y el tuyo?
- Mi nombre es Verónica, encantada.
- Veo que te gusta escribir, ¿sobre que escribes?
- Pues me gusta escribir teorías, sobre lo que me rodea o actores. En especial me gusta hacerlo sobre Nathan y Stana, son dos actores que me gustan mucho.
- Me puedes enseñar algo de lo que escribes.
- Si claro aquí tiene. - Vero le paso el libro a Rick, y entre los dos leímos alguna de las historias que tenía escritas, eran geniales.
Castle y yo nos miramos y a la vez dijimos - Son increíbles.
- Verónica tienes madera de escritora, espero leer algo tuyo en un futuro, no dejes de escribir.
- No lo haré, muchas gracias, - a lo lejos llamaban a Verónica eran un grupo de chicos,- bueno os dejo mis amigos me llaman un placer haber hablado con vosotros.
- Lo mismo digo, - Dijimos Castle y yo, otra vez al unísono.
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Después del museo decidimos pasear por la Explanada de España, tardamos menos de diez minutos en llegar, estuvimos paseando tranquilos y disfrutando de las vistas. De la Explanada de España nos dirigimos a el mirador de Benidorm, como último lugar de esta visita corta pero intensa por alicante mereció la pena verlo, bajamos por unas escaleras hasta y ahí estuvimos un buen rato mirando y hablando sobre que deberíamos volver pronto para visitar esos lugares que nos quedaron pendientes.

Y aquí estamos ya en el aeropuerto esperando que nos llamen para irnos a nuestro siguiente destino Valencia, espero que nos deje tantas cosas maravillosas como todas las ciudades que hemos estado.