DISLUMBRA One short

Soy una chica, de unos diecinueve años que estudia en Columbia, todo en mi vida es normal, bueno excepto mi padre, él no era como los demás padres que yo conocí, no solo porque fuera escritor, sino porque le encantan los videojuegos y los aviones tele-dirigidos, por lo demás creo que es normal.

Hoy saldré con Dana, Alison, para dar una vuelta por Madison Avenue, seguramente me compre algo, como siempre que paseo por allí, después saldremos con unos amigos de Dana, ella nos comento que son muy simpáticos y guapos, yo no pare de repetirla que no me interesaba en este momento conocer a ningún chico, después de dejarlo con Ashley y Max, no quería mas novios.

Después de horas dando vueltas y haber comprado algunas prendas, fuimos a Central Park donde Dana quedo con sus amigos, al llegar allí vimos a tres chicos uno era rubio con ojos azules medía uno setenta y cinco, otro era moreno ojos verdes y era un poco más alto que el rubio, y por ultimo había otro chico castaño era más bajo que los otros dos tenía los ojos marrones y una sonrisa que a mi especialmente me atrajo de él, sus nombres eran Alan, Dan y Cody.

Dana estaba enamorada de Cody el chico rubio, a Alison le gusto Dan el moreno de ojos verdes y a mi me me atraía la sonrisa de Alan, estuvimos hablando un buen rato lo que me hizo ver que teníamos varias cosas en común, Dana decidió irse con Cody a por algo para beber, y Alison había desaparecido con Dan, lo cual hizo que Alan y yo permanecimos solos un buen rato, hablando y riendo.

La noche empezaba a caer sobre el Central Park, pero no nos importo a ninguno, Alison nos llamo al móvil diciendo que Dan la acompaño a casa porque se encontraba mal y que ya hablaríamos mañana, cuando ya vi que era demasiado tarde decidí irme, Alan insistió en acompañarme pero tal como estaban Dana y Cody le dije que se quedara que alguien tendría que llevarles a casa, el termino aceptando con cierta cara de disgusto.

Una vez me despedí de ellos tome camino a mi casa, primero llame a mi padre para decirle que ya iba para allí, seguí andando hasta que ya no veía a lo lejos a Dana, Cody y Alan, reconozco que me daba un poco de miedo andar sola a estas horas, pero que me podía pasar.

De repente escuche unos pasos a mis espaldas, pero cuando quise girarme note que alguien me cogía del pelo.

- Hola guapa, ¿te parece si tu y yo pasamos un buen rato juntos?
- Suéltame, - Grite pero nadie parecía oír mis gritos, en ese momento el hombre que me tenía cogida por los pelos sacó un arma.
- Mira niña me vas hacer caso si o si. - dijo apretando contra mi su arma.
- Vale te daré todo lo que quieras pero por favor déjeme marchar se lo ruego. - en ese momento me tiró contra el suelo.
Intente escapar y le di una patada en la cara pero el logro agarrarme, pego un tiro justo a mi lado y después me acercó la pistola a la cara noté como el calor era insoportable y como se iba quemando poco a poco esa parte de mi rostro.

- Este es el primer aviso, ahora te estarás quieta.

No fui capaz de responder el miedo me dejó paralizada solo podía ver lo que pasaba, como ese hombre con una máscara en su rostro, guardaba la pistola para sacar una navaja, la utilizo para romperme la camiseta, para después hacer lo mismo con el sujetador y la falda, sentía como esa basura me penetraba una y otra vez, hasta que se cansó, acto seguido se acerco a mi oreja.

- ¿Preciosa a que has disfrutado?, - después de pronunciar estas palabras se levantó, y se subió los pantalones, yo me quede llorando pensando que esa pesadilla ya había acabado pero entonces volvió acercarse a mi con su cuchillo, con el me propinó varias puñaladas y se fue corriendo.

Empecé a sentirme débil, como si mi alma se fuera de mi cuerpo, los párpados me pesaban, escuche mi teléfono sonar pero solo tuve fuerzas para cogerlo y pedir ayuda, mi cuerpo fue relajándose poco a poco hasta que al final, mis párpados lograron su cometido dejarme en la oscuridad.


Al escuchar como mi hija pedía ayuda, llame a Kate y pedí que localizara su teléfono, también le conté lo sucedido que me había pedido ayuda y que su voz se notaba débil, demasiado débil. Ella me dijo que su móvil se encontraba en Central Park, también me comento que habían llamado de esa zona pidiendo ayuda porque habían encontrado a una joven apuñalada, en ese momento sentí como algo dentro de mi se partía.

Kate me insistió para que no fuera, pero mi deber como padre era ir para ver si era o no Alexis, al llegar allí, la vía hay estaba mi pequeña con la falda y bragas bajadas, su camiseta y sujetador rajados, ella estaba llena de sangre le habían dado varias puñaladas, en ese momento la rabia y las ganas de venganza se apoderaron de mí.

Desde ese momento tenía claro que quien fuera el responsable de tal acto pagaría las consecuencias, Kate me abrazó y me quiso alejar de allí mientras los sanitarios metían a Alexis en la ambulancia para llevarla al hospital más cercano, me entre con ella a la ambulancia y pedí a Kate que avisara a mi madre, no quería dejar sola a mi niña bajo ningún concepto.

Durante el trayecto no podía de dejar de mirarla, mi niña estaba frente a mi muy grave, cuando por fin llegamos al Hospital Lenox Hill, no me dejaron pasar más allá de la sala de espera, después de hacerle una intervención para detener una hemorragia interna, la subieron a la UCI.
Después de unos diez minutos, bajo el doctor Marlowe, me contó que estaba grave que aún no sabía si saldría de esta, que si al cabo de dos horas no despertaba eso no sería buena noticia. También me estuvo hablando de como fue la operación y como se complico al descubrir esa hemorragia interna, esta se encontraba en la vena porta causada por un arma blanca, cuchillo,navaja, etc. Continuó diciendo que si quería verla podía ir, pero que estaba intubada, ya que estaba muy débil como para respirar sin ayuda.

Sin pensarlo dos veces subí hasta la habitación donde se encontraba mi pequeña, era duro verla llena de tubos, le prometí entre lagrimas que cogería al capullo que la hizo eso, que iba hacer que pagara por ello.

No podía verla así era muy duro, así que decidí empezar a cumplir mi promesa, pillar al hijo puta que violento, quemó y apuñalo a mi hijita, al bajar me encontré con unas nerviosas Martha y Kate.

- ¿Como esta mi nieta?
- Sentaros, será lo mejor, - al ver que obedecían mi consejo continué, - Alexis, - respiré hondo intentando no derramar ninguna lágrima lo cual fue imposible, - esta grave, tenía una hemorragia en la vena porta, han dicho que la operación la ha dejado muy débil y que si en dos horas no despierta, - no podía continuar hablando me derrumbe, no podía decir lo que continuaba a esa frase.
- Rick, tranquilo ya estamos investigando lo sucedido, y con lo que sea te tendré informada, ahora debes ser fuerte, Alexis os necesita más que nunca.
- No Kate quiero ayudar a pillar al responsable, quiero verle la cara al culpable de que mi pequeña ahora este debatiéndose entre la vida y la muerte.
- Vale de acuerdo, ¿entonces, vienes conmigo ahora a comisaría?
- Si, - Me gire hacia Martha, - Madre informame sobre todo lo que suceda vendré ante de que pasen esas dos horas, - la di un beso, y me fui junto a Beckett para la comisaría.


En comisaría Beckett me estuvo poniendo al tanto de las pruebas, habían encontrado huellas de zapatos al lado de donde se encontraba el cuerpo de Alexis, también me contó que había un testigo que afirmaba haber visto a un hombre enmascarado huir, y estaban buscando más casos por la zona para pillar al responsable. Me gire hacia Kate y le pregunte si encontraron ADN en el cuerpo de Alexis, ella me agarró la mano sabía lo duro que era para mi hablar de eso y me confirmó de que el culpable utilizo protección por lo tanto no se halló ADN.

Estuvimos buscando entre otros casos similares que había traído Ryan, pero sin éxito, Beckett me dijo que me fuera junto a Alexis porque al despertar querría tener a su padre cerca, que ella me tendría al corriente de todo lo que fueran descubriendo y así hice cogí mi chaqueta y fui directo al hospital.

Martha estaba en la habitación, sentada en una silla justo al lado de Alexis, cogiéndole la mano y hablándola, le decía que debía salir de esta, cada dos por tres se limpiaba las lágrimas con la mano, para después volver a dejar esta encima de la mano de su nieta, me acerque a ella y le puse mi mano en su hombro, ella reaccionó abrazándome.

- Rick, dime que habéis pillado al que ha hecho esto a mi nieta, dímelo.
- Aún no mama, pero cuando le pille lo pagará duro, eso te lo juro.

Y eso fue lo último que nos dijimos, preferimos quedarnos mirando a Alexis, como si con nuestras miradas fueran hacer que despertase, también la hablábamos le pedíamos que se despertase una y otra vez.

Poco a poco empecé a sentir como disminuyo la debilidad, que sentía antes, y comencé a escuchar a mi padre y a mi abuela, me pedían que no me dejara ir que me quedara con ellos, aun estaba muy débil para poder abrir los ojos, pero algo dentro de mi me dijo que hiciera un mínimo esfuerzo para mover los dedos de la mano, para que ellos supieran que estaba ahí a su lado. Cuando por fin moví los dedos, escuche como gritaba llamando al médico, diciendo que estaba despertando, eso me dio fuerzas y aunque los párpados seguían pesando demasiado me propuse abrirlos y así hice despacio fui abriendo los ojos al principio los veía de forma borrosa hasta que todo empezó a ser más claro.


El Doctor Marlowe, vino corriendo quería hacerme las pruebas oportunas, y cuando él se dispuso a acercarse, empecé a ponerme nerviosa, no podía dejar que se acercara tenía miedo, miedo de que me sucediera lo mismo, al ver que cada vez que se acercaba a mi yo me ponía nerviosa decidió llamar a una Doctora para que ella me hiciera las pruebas.

Al cabo de unos diez minutos apareció en mi habitación una doctora, se presentó como la doctora Miller, aunque me dijo que podía llamarla Terri, antes de realizar ninguna prueba decidió que mi padre y mi abuela esperaran fuera, y una vez que ellos se fueron me realizo las pruebas oportunas, me dijo que todo estaba bien pero que aún estaba muy débil, y que estaría varias semanas en el hospital hasta que me recuperara del todo, también me comento que se pasaría una psicóloga para hablar conmigo, pues era el protocolo en estos caso.

Con el paso de los días, los cortes en mi cuerpo fueron cicatrizando, pero esa mejoría sólo era física, ya que no paraba de recordar cada momento de aquel fatídico día, por mas que una Psicóloga se pasará a verme varios días en semana, yo no podía, mejor dicho no quería hablar de ello sentía vergüenza y me culpaba a mi por llevar una falda tan corta, tal vez si hubiese ido con unos pantalones, o si me hubiese esperado a Alan no me hubiese sucedido nada de esto.

Después de un mes en ese dichoso hospital por fin vino la Terri, mi doctora, ya que me negué a que el doctor Marlowe me examinara me daba miedo, cada vez que estaba cerca, me entraban ataques de ansiedad y me ponia a llorar, Terri me digo que las últimas pruebas realizadas demostraron que estaba bien físicamente, y que me daría el alta por la tarde.

Cuando entre en casa, me sentí protegida aquí nadie me hará daño, no teniendo a mi abuela y a mi padre cerca, él se pasó todo el mes ayudando a Beckett con el caso, hablaba por teléfono con ella, para no alejarse de mi, según escuche decir a mi padre cuando hablaba con mi abuela, tenían algunas pistas pero aún no habían cogido al responsable, mi padre me preguntó si quería algo para comer, le dije que no y fui corriendo a mi habitación, necesitaba estar sola, me mire en el espejo que tengo en el armario y otra vez vino a mi mente lo sucedido como el tío me tiró al suelo, y me quemó el rostro, como me resquebrajo camiseta y sujetador, como me bajo la falda y las bragas para después violarme, me dejé caer al suelo para ponerme a llorar.

Porque pasaría por allí yo sola, es que soy la culpable de lo que me ha sucedido me lo merezco, por ser idiota, mi padre que me escucho llorar, entro en mi habitación para abrazarme, en la puerta se encontraba Kate, viendo la escena.

- Tranquila, mi calabaza.
- Papa, ¿porque me a sucedido esto justo a mi?

Beckett se acercó a mi, le hizo un gesto a mi padre para que nos dejara a solas.

- Alexis, se que esto es duro, desgraciadamente hay muchas mujeres como tu, pero debes ser fuerte, la gente que te quiere como tu padre, Martha , Meredith y yo no te dejaremos sola, y te ayudaremos a superarlo.
- Beckett, dime que lo habéis pillado, dime que se pudrirá en la cárcel, dímelo por favor, - dije agachando la cabeza.
- No aun no para ello necesitamos, tu testimonio, pero creo que aún es pronto no quiero acerté pasar por esto, hasta que tu no te veas con las fuerzas necesarias.
- Quiero hacerlo, Kate.
- ¿Quieres hacerlo ahora? ¿ No crees que aun no es buen momento para hablar de ello?
- Si quiero hacerlo ahora, y jamás será buen momento para hablar de algo tan doloroso, pero no quiero que ese hombre, siga en libertad para hacer a otras lo que me hizo a mi.


Kate escuchó muy atenta mi relato, solo dejo de escuchar para abrazarme cuando me derrumbaba, después de contarle todo me digo que pillaría a ese hijo puta y que si necesitaba hablar que la llamase a la hora que yo quisiera.

Aunque me costó mucho contar lo que había vivido, sentí una especie de liberación, además Kate no reacciono como la gente que sabía lo sucedido ella me dio su apoyo, no me miro con lastima como todas aquellas enfermeras que venían hacerme las curas de las heridas.

Al rato de irse Kate subió mi padre, traía una bandeja con la comida, hacia varios días que no comía mucho, pero hoy tenía mucha hambre, mi padre me miraba sorprendido, al ver que comía mejor que estos días atrás.

Después de comer, me fui a dormir pues con todo el papeleo del hospital al final me dieron el alta a las seis de la tarde, quisieron que hablar con el psicólogo de allí antes de irme, pero por décima vez me negué, no quería estar más tiempo allí, necesitaba la tranquilidad de mi casa y la seguridad que te proporciona tu hogar.

Mi corazón palpitaba a cien por hora hasta que decidí abrir los ojos, al despertar estaba sudando era la primera vez que soñaba con lo sucedido y parecía tan real que pegue tal grito, que mi padre vino corriendo, asustado.

- Alexis, ¿que te ha sucedido? ¿ has tenido una pesadilla?
- Si, papa , e soñado con lo sucedido , parecía como si volviera a estar allí y por más que lo intentaba huir no lo conseguía y volvía abusar de mí, - llorando me lance a los brazos de mi padre, pidiéndole que no me dejara sola.

Después de esa pesadilla no me atreví a dormir en toda la noche, papa se quedo a mi lado, pero ambos estuvimos en silencio, viendo la tele, supuse que él tenía miedo a preguntar y yo, yo no quería hablar de ello.

Al día siguiente vino, Dana, Alison, acompañadas de Cody, Alan y Dan, cuando los tres chicos intentaron acercarse a mi, me puse nerviosa, y le gritaba a mi padre que se fueran tanto Dan como Cody se fueron lanzándome mil insultos, pero Alan se acercó a mi, me miro a los ojos y digo que pronto podría vivir con ello, que el me ayudara a superarlo.

Fueron pasando los días, y Alan no se daba por vencido, venia siempre a verme, siempre se sentaba lejos de mi y desde ahí nos poníamos hablar, ya que cada vez que sentía que se acercaba me ponía histérica, él escuchaba las nuevas noticias sobre el caso, poco a poco fui sintiéndome mejor tener a Beckett y Alan conmigo fue lo que me ayudó todos esos días de pesadillas.

Al cabo de tres meses Kate vino a verme, me dijo que tenía una buena noticia que contarme, espero hasta que estuviéramos solas, y me contó que habían pillado al responsable de las violaciones de Central Park, me abrazó y me dijo que ya podía estar tranquila que ya ese cabrón no volvería hacerme daño.

Después de esa buena noticia, estuvimos hablando durante horas, no necesitaba psicólogo tenia algo mejor, tenía una madrastra buena, eso fue Kate, durante todo el tiempo ella estaba allí para mi, cuando mi padre no acudía a mis gritos aparecía ella, con un vaso de leche dispuesta a hablar durante toda la noche, me comento que Alan era un buen chico, que tenía que seguir hacia delante que al principio me costaría, pero que se notaba que a él le importaba, porque por más que gritara cuando se acercaba jamas dejo de venir a verme, me di cuenta de que Kate tenía razón, Alan no se rindió, sus palabras me aliviaron, la mire con una sonrisa en el rostro a modo de agradecimiento, y ella respondió pasándome el teléfono para que le contara las nuevas a Alan.

No se cuanto tardare en, poder ser la misma de antes pero si estoy segura de no querer detener mi vida, tengo a gente a la que le importo, y pienso disfrutar de cada segundo a su lado, esta tarde quedare con Alan, iremos a dar una vuelta, tal vez con el tiempo y su ayuda, vuelva a ser la misma.