Recuerdos (Oneshot)

Este fic va dedicado especialmente a V_K, Netto, rkel84, Raul y xonica, por su apoyo en el loco chat foreril.
Solo quería decir que es uno de los que estoy más orgullosa (el más largo) y me encantaría que lo leyerais

*He decidido no ponerlo en mi apartado de MiniFics debido a que no es MINI
*No soy responsable de que tus ojos se vuelvan dos letras debido a lo largo que es el fic.

Y sin más, ¡ahí va!

,.·:¨Recuerdos¨:·.,

El sonido de unos nudillos golpeando la puerta resonó en la casa. Los pasos descalzos de una mujer sonaron en el piso de forma continua, rápida, hacia la puerta, no sin antes pararse y abrir un cajón para coger un objeto de él.
Abrió la puerta con la pistola en la mano, pero esta vez no la necesitaría, una sonrisa se formó sin querer en su cara al ver quién era.

-¡¡Beckett!! En serio, me asustas cada vez que me apuntas con… -señaló a la pistola- esa cosa.

Ella se carcajeó y bajó la pistola, unos ojos azules eran los que estaban en el umbral de la puerta, esperando una invitación.

-He oído… Bueno, más bien Lanie ha dejado caer poco disimuladamente en la conversación, que tu padre te había traído “recuerdos familiares” y… -se balanceó sobre sus pies, hacia delante y hacia atrás- pensaba que… bueno… que podría ayudarte un poco…

-¿Y ya de paso satisfacer tu curiosidad de escritor, no? –ironizó-.
Él puso cara de “No sé de qué me hablas” seguida de un “Por favor” que hizo sea casi imposible decirle no.

-Bueno… la verdad es que… -ella se moría de ganas de que pasara, aunque claro, nunca lo admitiría, pero en ese momento no parecía muy apropiado que Castle pasara debido a un problema que tiene nombre-.


Otros pasos más fuertes sonaron desde dentro de la casa, y se acercaban, parecía cabreado.
-¿Kate, quien…? Ah, ya, claro, me lo imaginaba –ironizó-.
Josh se presentó en escena acercándose a la puerta. La amplia sonrisa de Castle se desvaneció y se arrepintió de haber ido. “Debería habérmelo imaginado…” Se dijo a sí mismo. Y prefería irse antes de causarle problemas a Beckett.

-Oye, Beckett -llamarla por su apellido le pareció al mejor idea en ese momento-, mejor me voy, ya tienes ayuda… -e intentó dar unos pasos antes de que una voz le parara-.

-No, Rick… -no sabía qué hacer-.

-No, por favor, pasa, yo me voy –dijo un Josh irónico, que dejo pasmados a los dos-. Sobro.
Fue a pasos fuertes hasta la puerta, se paró a unos pocos pasos de Castle, le miró, y salió por la puerta, no sin antes golpear ‘sin querer’ el hombro de Castle. Se quedaron unos segundos viendo como Josh bajaba en el ascensor, y al desaparecer de vista, Castle respiró al fin.

-Lo… ¿Lo siento?–preguntó, levantando una ceja-.Yo... no sabía que…
-Da igual –le hizo un gesto para que pasara-. Me has ahorrado el decir que se fuera.
-¿Os habéis peleado? –Dijo, mientras pasaba y dejaba la chaqueta en un brazo del sillón, intentaba ocultar su ‘alegría’-. Por cierto, me encanta que no lleves tacones, así soy más alto que tú –dejó caer-.

Ella suspiró, pasó por alto el otro comentario, y aunque tenía pensado no decirlo, lo dijo:

-Hemos roto.
Castle se quedó clavado en el sitio, sin saber que decir y gracias a que estaba de espaldas a Beckett, pudo controlar la sonrisa que salió de su cara, se relajó, intentó guardar la sonrisa. Se giró despacio.

-¿¿Lo siento?? –repitió-. Es decir… ¿Tengo que estar triste? ¿Has roto tú con él, él contigo o…?
Ella rió, interrumpiéndole, no parecía triste, un poco culpable tal vez, por hacer que Josh se cabreara. Le dio unos golpecitos a Castle en el brazo.

-Está bien Rick.

“Uh, Rick…"fue lo que pensó él.

-Bueno… -extendió los brazos y señaló a unas cajas de cartón etiquetadas como: Juguetes, libretas, deberes, fotos…- Son todas estas, si quieres echarte atrás… aún estás a tiempo.
Castle observó a las cajas que había pasado por alto al principio, eran unas 15, todas llenas de cosas de niños, fotos y demás. Iba a disfrutar mucho con esto, quizá demasiado. Estaban detrás del sofá, a los lados y encima de la mesa de enfrente de la TV.

-Aún estás tú a tiempo de echarte atrás –enfatizó-.

-Creo que me voy a arrepentir de esto… Bueno, ¿empezamos con las de los juguetes? Los que no tengan… valor sentimental, por así decirlo, se dejan en la caja, los otros se guardan en… -cogió una caja más grande que las otras y se sentó en el suelo, al lado de las de los juguetes- esta, y más tarde las guardaremos en una pequeña habitación que no uso –señaló a una puerta de cristal al lado de la cocina-.

-Cogido.

Se sentó enfrente de Beckett, con la caja en medio y se pusieron a rebuscar en ella.
-¡Ajá! Así que aquí van todos los patitos de goma que nadie tiene… -exclamó Castle-.
Beckett miró a que se refería, y sonrió. Era su ‘colección’ de patitos de goma, había unos diez, todos con su pintoresco color amarillo. Unos pintarrajeados, otros con cortes y otros limpios, y perfectamente tratados. Cogió uno de los que estaban sin tocar.

-Era mi obsesión de niña, los patitos de goma –Castle escuchaba atentamente-. Me metía con todos en la bañera y me acuerdo que los metía muy hondo en la bañera y luego salían disparados hacia la superficie y me empapaba. A mi madre no le gustaba mucho porque luego el baño estaba todo empapado, pero yo no le hacía caso y hacia lo mismo cada vez que me bañaba.

Sonrió mientras sujetaba un pato en la mano y se quedó mirándolo, mientras se acordaba de aquellos momentos en los que su madre se ‘enfadaba’ cuando salía de la bañera y estaba todo como un lago. Ella siempre tuvo la teoría que no se enfadaba de verdad, parecía que se reía más bien. Luego su sonrisa se transformó en una triste cuando recordó que no la volvería a ver.
Estuvo agradecida cuando Castle al sacó de su ensoñación, no se podía volver a hundir en el lago.

-Creo que al señor cara pintada no le gustaría que lo tiraran a la basura –aportó-.
Él sujetaba entre sus manos un pato amarillo que, efectivamente, tenía la cara pintada. Llevaba un espeso bigote hecho a rotulador negro y unas redondas gafas que hacían su cara cómica. Lo sujetaba cerca de su cara y su expresión era adorable en ese momento, a Beckett se le aceleró el corazón. Le arrancó el pato de las manos y lo metió en la caja grande.

-Me has convencido. El señor carapintada disfrutará de un baño pronto. ¿Qué? –Exclamó al ver la sonrisa pícara de Castle-.

-Nada, nada…


Siguieron con las cajas de juguetes y al terminar con esas la lista de cosas que se guardaban ascendió a un patito de goma, un pompero (Castle no pudo resistirse a hacer pompas con él), un mazo y una muñeca (Castle tuvo de risa para rato, nunca había imaginado a Beckett jugando con muñecas). Tiraron lo demás (a desagrado de Castle) y prosiguieron con una que llevaba letrero de: Deberes, cuadernos…

-Ooooh… ¡Que mona!

Una sonrisa ampliamente amplia se formó en la cara de Castle al ver una foto que estaba dentro de unos cuadernos de primaria. Kate se acercó recelosa a ver que era, se puso a su lado y miró. Era una foto de 1º de primaria, en la que Kate (con seis o siete años) estaba sentada en un pupitre, escribiendo algo, llevaba dos coletas y sus ojos verdes (más verdes aún de los que tenía ahora) miraban poco disimuladamente a la cámara. Además, tenía una sonrisa muy grande en la que se veía que le faltaba un diente.
Los ojos de Castle brillaron, era una monada de pequeña, habría dado lo que fuera por conocerla también en esa época.

-¡Si la vas a tirar antes me la das a mí! – y giró la cabeza hacia Beckett, que su cercanía al pilló de sorpresa, así que cogió la foto y se apartó de él-.

-Ni de coña.

-Porfaaaaa…

-No…

-Vengaaa, que no se la enseño a nadie.

-Mmmm…

Castle veía una victoria cercana, no había dicho no. Lentamente fue estirando el brazo hacia él, hasta que se la dejó en la mano, y dijo amenazadoramente:
-Como alguien se entere, te la cargas.

-¡Vale! –intentó sonar serio. Se guardó la foto en el bolsillo del pantalón, antes de que pudiera cambiar de opinión-.

-Lo digo enserio.

-Y yo –sonrió-.
Suspiró, no le iba a sacar más.

-Bueno, creo que deberías abrir una carpeta de homicidios más… Asesinaste a la gramática en primero... –miraba ahora una libreta que ponía cosas como: “baca” y “keso”, además de “abia” y “oi”.

-No todos éramos Shakespeare, Alex… -enfatizó-.

Castle abrió la boca, se la iba a pagar, había usado su segundo nombre de forma estratégica… Ya vería… Rebuscó más entre las hojas del colegio y se encontró con la hoja de las notas escolares, unas muy buenas, y arriba ponían su nombre completo, curso, y tutor.
Castle pestañeó dos veces, su cara se quedó pasmada, sonrió ampliamente y miró a Beckett otra vez.

-¿Qué pasa está vez, Rick…?
Castle balbuceaba, no sabía que decir, señalaba a la hoja, se al entregó y se levantó de un salto y soltó.

-¡Lo sabía! –y se puso a saltar y a señalarla, como si hubiera descubierto América.

Kate no sabía que sabía él así que leyó la hoja muy atentamente, y tardó unos segundo sen comprender. Su nombre completo estaba escrito en la hoja.

“Curso: 1ºA
Nombre: Katherine Nicole Beckett”

Nicole… Nikki… Nikki Heat…

Miró a Castle y a la hoja, así sucesivamente, Castle estaba que explotaba.
-¿Y dime, Nikki, pensabas decírmelo? –ironizó-.

-Mira… -se levantó y se puso a su altura- como alguien… en este planeta se entere… de que mi segundo nombre es Nicole… Te quedas sin brazos… ¿Me has entendido?

-Vale… ¡Pero tu segundo nombre es Nicole!–exclamó otra vez-.

-¡Richard Castle, siéntate!

-Vale… Pero si es que soy genial –murmuró mientras se sentaba-.



Al acabar con las cajas que llevaban cosas del colegio (en la que tiraron casi todo) pasaron a la de las fotos.

-Uuuuh, mi preferida –aportó Castle-.

-Seguramente tiraré poquísimas fotos.

Castle la miró tristemente, le iba a costar.
Se levantó, cogió la caja y se sentó al lado de Kate (esta vez al lado, no enfrente) para ponerse a hurgar en el baúl de los recuerdos, eso no pasó desapercibido para ella.
Sacaron unas fotos mal hechas, y las dejaron dentro de la caja para tirarlas. Ella cogió un álbum de un viaje a Disneyland.

-Ah, Disneyland… Creo que es mi sitio de atracciones favorito –susurró Castle-.

Pero ella ya no miraba ese álbum, había cogido una foto que estaba fuera y la miraba.
Él dejó el álbum a un lado y miró la foto.
Era en un lago precioso, Kate y su madre estaban montadas en una balsa, Kate llevaba los remos pero su madre tenía sus manos en las de ella para ayudarla a mover la balsa. Kate tendría unos 8 años. Parecían muy felices.


Apartó la mirada de la foto y miró a Kate. Miraba la foto con ojos entrecerrados y tristes, tenía la boca contraída, probablemente para no dejar escapar ningún sonido. Ahora parpadeaba muchas veces, se notaba que no quería llorar pero sus ojos ya estaban cristalinos.

-Kate…
Acercó la mano hasta ella pero se alejó. Eso le dolió.

-Quiero enseñarte una cosa.
Se levantó y se acercó a una de las estanterías al lado de la TV, y sacó un viejo casete. Él la siguió.

-Mi padre me la dio la semana pasada… Dijo que eran unos videos de cuando era pequeña también, no me atreví a verlos… pero ahora…
Decidida, Castle vio como metía la cinta de video en un viejo reproductor y encendía la tele. Él se sentó en el sofá. Ella le secundó.
La pantalla azul apareció en la TV y le dio al botón de Play. Pasó un segundo y el video apareció en la pantalla.

Era en el octavo cumpleaños de Kate, estaba sentada encima de su padre, intentando soplar las velas, poco a poco, las apagó y todo el mundo chilló y felicitó. Jim llevaba un sombrero de pico y ella otro un poco más llamativo. Saltaba y se abrazaba a su padre, luego salió corriendo hacia la cámara, que pasó a las manos de su padre y apareció Kate abrazando a su madre.
“Mami, ya tengo ocho años!”
“Ya lo sé cariño, me alegro mucho! Mi pequeña se hace mayor…” Y seguidamente le daba un beso en al frente.


-Dios…
Kate tenía una mano en la boca y los ojos cristalinos. Se había negado a ver ningún video de su madre desde que murió, era la primera vez que “oía” su voz (de verdad, ya que se lo había imaginado muchas veces) en 10 años. Muchos sentimientos pasaron por su mente en ese momento, no pudo evitar que se le empañaran los ojos.
Notó un brazo que le pasaba por los hombros y le acercaban a él, a Rick. Cuando estaba apoyada en la parte interna de su hombro bajó el brazo hasta su cintura y lo dejó ahí, mientras con la otra le cogía la mano izquierda.
-Está bien…


Ahora el video cambió a la pista de patinaje que habían ido unas semanas antes de que su madre muriera. Parecía que habían grabado encima. En ese momento una Kate de 21 años se adentraba a la pista de patinaje muy indecisa. Dio unos pasos en el hielo y se agarró a la pared para no caerse, se soltó otra vez e intentó no cogerse, consiguió dar media vuelta a la pista y de repente se calló.
Rick no pudo aguantarse la risa, Kate también pudo reírse un poco entre lágrimas.

-El patinaje no es lo tuyo –sugirió Rick-.

-Nop –luego señaló hacia la TV-. Mira, ahí.

Ahora la cámara grababa a Johanna, que entraba a la pista un poco más decidida que Kate y daba unos cuantos pasos sin caerse y con un poco de agilidad.

Luego pasó a uno en el que su padre la ‘regañaba’ y la ‘perseguía’ por alguna cosa que había hecho.

“¡Katherine Nicole Beckett, ven aquí o te hago cosquillas hasta que no puedas más!”

Estuvieron riéndose, comentando, sonriendo y a veces entristeciéndose durante las siguientes dos horas del video. Cada vez que Beckett se ponía tensa, Rick estaba allí. Hasta que llegó a una parte del video en la que se veía a ella al final de una larga cola, muy excitada y con un libro que no se podía distinguir muy bien en las manos. La cámara se enfocó hasta el final de la cola, donde se podía ver un hombre sentado detrás de un escritorio firmando libros.
Beckett inmediatamente se tensó y se desprendió de su abrazo, para alejarse unos centímetros y volver a mirar a la pantalla.

-No puede ser… -susurró Castle-.

En la pantalla, se podía ver que sentado detrás de la mesa estaba Rick Castle, el mismo y ahora Kate puso el libro de él en la lente de la cámara, se podía leer perfectamente una de sus obras, “Una Rosa para la Eternidad”.

-¿Y… -enfatizó- que tienes en tu defensa, fan?

-Yo… hem… ¿No tienes sed? –y dio la vuelta al sofá y se dirigió a la cocina-.

-Nooonoonononono, esta vez no te escapas –dio la vuelta y la agarró del brazo- ¿Y bien? –La giró, la cogió del otro brazo y pegó ambos a su cuerpo-.

-Pues…
Pero un sonido que venía del televisor les distrajo, parecía una risa de una niña. Le soltó los brazos y se sentó otra vez en el sofá, ella la siguió. Instantáneamente se volvió a apoyar en su pecho.

“Mamá, no necesito ayuda, mira” Trataba de demostrar cómo podía mover los remos, sin resultado alguno.
“Mira, tienes que hacerlo a la vez” Se pudo ver cómo cogía las manos de su hija y las movía, ayudándola con los remos.
“¡Nos movemos!”
“Claro que sí”
Era el lago de la foto, cristalino y quieto, era precioso. Y en una barca estaban Johanna y una Kate de 6 años, moviendo la barca hacia la otra orilla.
“Mira, mamá, ¡hay peces!”

-Eran preciosos… -su voz sonó rota-.
Esta vez sí que lloraba. Sus mejillas estaban llenos de lágrimas, pero no sollozaba, el dolor lo sintió hasta Rick, cuando la vio tan pálida y triste.
La abrazó más fuerte, limpió sus lágrimas y le dio un beso en la frente, no supo que más hacer sin presionarla.

-¿Qué tipo de peces eran? –intentó animarla-.

-No me acuerdo muy bien… Eran amarillos, azules, de todo tipo de colores y formas. También había patos… Pero se alejaban cuando nos acercábamos –aunque su voz sonaba rota, parecía un poco mejor-.

-¿Dónde es?

-Es uno de Canadá… El Lago Superior…

-Wow, ese es enorme.

-Si…


Prestaba atención al video, que es uno de los más largos. Cuando llevaban 10 minutos Kate al fin sollozó.

-Kate…
-¿Por qué a ella?

Eran las cuatro palabras que había estado pensando en toda la tarde. ¿Por qué? Y al soltarlas no pudo aguantarse más. Lloró y sollozó, mientras se tapaba la cara con las manos.

-Kate… -suplicó, mientras intentaba quitarle las manos de la cara-.

-No…

-Kate, por favor… Kate…
Al fin logró quitarle las manos de la cara, pero se rehusaba a mirarle, ahora le puso él las manos a ambos lados de su cara.
-Mírame… mírame…
Se resistía, pero le levantó la cara y no tuvo más remedio que mirarle. Cuando estuvo satisfecho dijo:

-Escúchame… Nunca se irá del todo si no quieres… Nadie te dejará sola si tú no quieres, ella no, tus amigos no, Yo. No.

Enfatizó todas y cada una de las palabras para que le entendiera bien entre cada sollozo, ella, sorprendida, le sostuvo la mirada y luego enterró la cara en su hombro para seguir llorando silenciosamente.

-Está bien.

Se tumbó y cupieron en el sofá, él la sostenía y ella se agarraba fuerte a su camisa, llenándola de lágrimas.

-Estás cansada, duerme.
Castle, a los 10 minutos, vio como el video se acababa, poniéndose otra vez la pantalla azul y cómo la TV se apagaba, sin tocar ningún botón. Aún así, estaba demasiado preocupado por Beckett como para preocuparse de eso, ya habría otro día.

Ahora estaba con ella.

-¿Rick? –sollozó-.
-¿Hm?
-Gracias –dijo, entre lloros-.
-Siempre.

Beckett, antes de dormirse, pudo ver vagamente como alguien salía por la puerta, sus pasos le resultaban familiares, pero Castle seguía en el sofá, así que no podía ser el. Lo último que recordaba eran unos amables ojos verdes que se despedían desde la puerta, diciendo un “Te quiero, Katie”. Cerró la puerta y Kate al fin se sumió en un profundo sueño. Abrazada a su propio guardián de ojos azules.

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casi em haces llorar u.u (CASI!) otra vez: un oneshot que deberia ser convertido en fic u.u

Dioos! wow . . .
es Hermoso!! me encanto!! tu fic!

Woww!!! Muy buen fic, fuera de lo común, me encantó!
El final maravilloso =)

Joder, normal que nadie pudiese encontrar la octava maravilla del mundo, la tenías en tu cerebro escondida!!!
Te ha quedado precioso, da gusto leerlo

Por cierto, un pajarillo también lo ha leído y me ha dicho que te diga que....

Spoiler:

Antes de nada muchas gracias por la dedicatoria en serio
En cuanto al fic... que decir, me has dejado sin palabras... es precioso de verdad lo acabo de leer y no encuentro palabras que describan lo que me ha gustado. Por cierto como he leido por ahi arriba en un comentario deberias plantearte convertirlo en fic continuándolo.

wow Belen,gracias por la dedicatoria pero joer,que bonito te ha quedado,me he reido y me has sacado alguna lagrimilla,es precioso y el final maravilloso.
Enhorabuena por este fic

Ha sido muy bonito y emotivo, que pena que solo fuera un capitulo.

¿Por qué no lo conviertes en un GRAN FIC?
En un GRAN ONESHOT Belén escribes muy muy bien!
Deberías pensarte continuarlo... ^^

La lectura de la mañana! Emocionante, emotivo, delicado, tierno...creo que faltan calificativos. Enhorabuena, te ha quedado perfecto.
El final hace justicia a todo el fic. Maravilloso.
Quiero más como este!

increíble historia

Que bonitoooo!!! es super tierno, precioso!!
Y muchas gracias por la dedicatoria!!

¡¡¡Qué bonito!!! He llorado como una magdalena...

Me has echo llorar
Pero a sido precioso, maravilloso.
Esta genial

Está genial beleni!! Y ese final me ha encantado! ¡que tierno y emotivo!!

Y ese puntazo de "Nicole" buenísimo!!

Precioso! Me ha encantado lo de su propio guardián de ojos azules! Y por fin Beckett se pudo despedir de su madre... Con Castle abrazadito!

me a encantado los de nicole perfecto!!!

guau, Belén!! qué pasada de fic!! Es precioso, y muy bien escrito!! Me encanta y me uno a la súplica general de que lo continúes!!

WOW!!!! me ha encantadooo!!! ha sido PERFECTOO!! me has emocionado, me he puesto a llorar como una tonta
Lo que daria por ver alguna foto de Kate de peque, que mona estariaa!!
Que penita me ha dado cuando se ha puesto a llorar, pobre, menos mal que estaba Rick para consolarle.....
El detalle del segundo nombre, "Nicole", me ha encantado pero ya lo que me ha matao a sido la ultima frase ("Abrazada a su propio guardián de ojos azules."), que bonita por diooos!!!
Síííííííí, adios Jooooosh!!! y no vuelvaaas!!!
Menudo rollazo he soltao
Me uno a la peticion, Queremos continuacióóóóóóón!!!!! porfa

Oh! Me gusta, me gusta mucho.
Lo que mas me ha llamado la atención de este fic es lo bien escrito que esta. Y me gusto mucho en general xD, a mi me cuesta mucho escribir cosas tan tan largas.
Enhorabuena, esta genial!

Es... magnífico. Escribes divino. En serio. Hilas las cosas perfectamente; en un mismo oneshot unes romanticismo con tristeza e incluso un poco de humor. Además tienes una forma de redactar la historia que hace que resulte cómoda, fácil, entretenida, etc. de leer, y eso es algo que poca gente consigue lograr.

Beckett, antes de dormirse, pudo ver vagamente como alguien salía por la puerta, sus pasos le resultaban familiares, pero Castle seguía en el sofá, así que no podía ser el. Lo último que recordaba eran unos amables ojos verdes que se despedían desde la puerta, diciendo un “Te quiero, Katie”. Cerró la puerta y Kate al fin se sumió en un profundo sueño. Abrazada a su propio guardián de ojos azules.

Este último párrafo de veras me ha superado...

Gracias por escribir este fic, y si tienes algo más por ahí, no dudes en avisarme, porque lo leeré encantada.

¡Saludos!

lo eh ledio de nuevo... ahora si lloro