Derribando muros
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Derribando muros
DERRIBANDO MUROS. (1ª parte)
RELATADO POR: marypaz
Kate Beckett
Kate Beckett al salir de la comisaría ha ido directamente a su casa. Ha sido un día especial, ya que Castle vuelve a estar entre ellos. Y sabe que este detalle le gusta.
También sabe que la conversación mantenida en el parque, en aquellos columpios, balanceándose suavemente, le ha ido muy bien. El suave movimiento, parece que le ha infundido ánimos para abrir sus verdaderos pensamientos a Castle.
Si por fin le ha dicho que ha construido un muro infranqueable. Una pared sólida donde no hay ni un solo resquicio, por el que pueda entrar nadie. Allí sólo tienen cabida sus más íntimos sentimientos. Ni Josh, ni cualquier otro hombre tendrá acceso.
Se ha disculpado con Castle, por su tardanza en llamarle. Ha sido lo suficientemente fuerte para hacerle saber, que en realidad tiene miedo. Es un miedo exagerado a dañar sentimentalmente a quienes, como Josh y él mismo le han demostrado que ella les importa. Romper con el médico ha sido relativamente fácil.
Con Castle, ya se da cuenta que no lo será tanto.
Por muchas razones
La principal sin duda, es saber que le ayudará a descifrar el jeroglífico, que representa el asesinato de su madre. Sabe que puede contar sin ningún tipo de reserva, con ese hombree de mirada dulce, que él es consciente atrae a las mujeres. Pero no por eso deja de tener su encanto.
A Kate Beckett le gusta recordar esos ojos medio entornados cuando la mira, como si su persona fuera refulgente y dañara la visión. Sí, se dice a sí misma que esa manera que tiene de mirarla suele ponerla un poco nerviosa. También sabe que lo superará. No hay nada imposible en esta vida. Nada. Aunque muchas veces se tenga que lograr con un verdadero esfuerzo.
Todos estos pensamientos parecen pasearse impunemente por su cabeza, mientras va repasando todo el trabajo hecho en la comisaría. Ahora es el momento de intentar descansar.
Lo primero es ponerse la ropa más cómoda, y luego se sentará en su sofá, haciendo zapping en su televisor, hasta que aburrida, se decida a prepararse algo de comer. Es lo que suele hacer cuando llega el fin de semana.
Es nada en particular, y lo es todo.
Desde que estuvo a punto de morir por una bala, comprende que está bajo una tensión nervosa inusual.
Sabe que corre riesgo, pero no quiere admitirlo delante de nadie y menos ante su conciencia, sería lo mismo que admitir que se siente muy sola. Que estar junto a Castle le proporciona una paz interior, porque en el fondo se siente protegida.
Pero no piensa admitirlo ante nadie. Seguirá luchando por desenmascarar a toda la trama del asesinato, y ahora lo podrá hacer sabiendo que tiene el apoyo de sus compañeros incluyendo al escritor.
Como si estuviera hablando con alguien pone el dedo índice en sus labios para pedirse a ella misma silencio. Al hacer esto, si ríe mientras se pregunta si se está volviendo paranoica. Quizás la bala también le afectó al cerebro. Una cosa la tiene muy clara en su mente. En su vida hay un antes y un después de aquello.
Como grabado a fuego en su mente han quedado las palabras desesperadas de Castle. Aún ahora resuenan en sus oídos, es como una letanía murmurada una y otra vez. Y se siente halagada. Pero muerta de miedo, porque sabe con certeza que no puede dar un paso en falso. Ya le ha dicho que existe un muro, y parece que Castle lo ha entendido. Y aunque sólo sea por este comportamiento, se merece toda su admiración.
Sabe retirarse, a pesar de estar enamorado y de quererla, porque eso nunca lo ha puesto en duda.
No tiene ni idea de lo que están dando en la TV, oye el murmullo de las palabras sin prestarles atención. Piensa que debería levantarse y preparar algo de cena.
Revisa todas las ventanas asegurándose que están bien cerradas, y pasa la cadena de seguridad de su puerta de entrada. Después busca con la mirada dónde ha dejado su pistola.
Una vez hecho todo esto, se da cuenta que está actuando demasiado influenciada, y casi diría que atemorizada. Pero una vez repasado todos los rincones del apartamento, se dispone a dormir, y piensa hacerlo en el sofá delante de la televisión, seguro que el ronroneo de las voces, la provocará sueño y acabará dormida. No es la primera vez que le ocurre desde que volvió del hospital. Le parece que allí está mucho más segura que en su alcoba.
En la semi penumbra de la salita, no puede evitar recordar todo lo que le ha dicho a Castle. Con nadie había sido tan sincera, y comprende que si no fuera que le inspira mucha confianza no lo habría hecho. Está convencida que su manera de actuar es la más correcta. Apartarse del camino de los dos hombres que últimamente han significado algo en su vida. Los dos aunque de una manera muy distinta la han hecho sentir una mujer en toda la extensión de la palabra. Los dos le gustan se siente atraída tanto por si físico como por su manera de tratarla.
Y se detiene a pensar minuciosamente, si estuviera en el dilema de tener que escoger forzosamente a uno de ellos por cual se decantaría. Así de pronto no tenía ni idea.
Se dejó llevar por el sopor que le iba transmitiendo
Richard Castle
Por fin ha podido ver a su musa, a su compañera. A esa inspectora que le ha robado el corazón, consiguiendo que delante de ella se sienta como un colegial. Le hace olvidar sus anteriores fracasos matrimoniales pensando muy seriamente en volver a formar una familia teniéndola a ella como pareja.
Verla en aquella camilla camino del hospital, le reafirmó que no era nada pasajero. Sus sentimientos hacia la detective, eran profundos.
Luego vino por su parte ese silencio, que le dolió mucho más de lo que podía dolerle a ella la herida que por poco acaba con su vida. Pero se resignó ante lo que creía que no tenía solución. Él sabía muy bien que el enamoramiento no se podía imponer. Se estaba enamorado o no se estaba. Y con su actitud ella había dejado muy claro cuál era su posición en este aspecto. Josh, llenaba por completo aquellas horas especiales entre un hombre y una mujer. Y lo aceptó, aunque fuera de muy mala gana.
Tres meses interminables. Tres meses de rabia y frustración.
Verla delante mientras firmaba libros, casi le deja sin respiración, pero intentó disimularlo.
Después en el parque, por fin han quedado en claro un montón de cosas.
Finalmente ha entendido su reserva.
Saber que ha roto con el médico, ha hecho que volviera a respirar hondo. Comprende que nunca podrá olvidar el parque, ni esos columpios, que hasta aquel momento iban asociados a Alexis cuando era niña y él, la empujaba a veces con fuerza, para oírla gritar de alegría, a veces con suavidad, por miedo a que se cayera.
Permanecieron los dos sentados en ellos, sin saber por qué, Castle se fijó en las cadenas que los sostenían. Eran fuertes, supo que aunque estuvieran diseñados para niños, podrían soportar el peso de dos adultos.
Era como la vida misma. Las cosas más insignificantes a veces eran las más significativas. Los columpios diseñados para niños, acogieron uno de los momentos más significativos de su vida. Kate se sinceró con él precisamente allí.
Las palabras de Beckett, fueron como un soplo de aire fresco.
No tenía nada en contra de su persona. Simplemente era miedo. Terror a que alguien la lastimara, o ser ella quien dañara a las personas, que decían amarla. No quería hacer daño a nadie.
Comprendió que ella necesitaba alejarse de todo aquello que pudiera ofuscar su mente. Y Castle comprendía que si en la vida de la inspectora entraba un hombre, fuera el que fuera, acabaría dañando la situación. Por lo menos era esto lo que le estaba insinuando.
Había dejado muy claro que lo más importante para ella era desenmascarar a quien se encontraba detrás de todo. Y él acababa de tomar una decisión. Estaría a su lado siempre que pudiera, pero comprendía que antes debería derribar ese muro imaginario que Beckett había ido formando durante años, y que antes de recibir el disparo, no le atormentaba tanto como lo estaba haciendo ahora.
Y con una idea rondándole por la cabeza, se preparó algo para cenar. Se encontraba solo. Y esa soledad le dolía, y pensó que ella probablemente se sentía mucho peor que él mismo. Al fin y al cabo su soledad no era diaria, su madre, su hija solían deambular de vez en cuando por la casa. Beckett, en cuanto entraba en su casa, se hallaba sumida en la más absoluta soledad, y no era lo que necesitaba. Nadie lo necesita, ella aunque no se diera cuenta, menos que nadie pues acababa de pasar por un duro momento de su vida.
Y con la idea de resolver esta cuestión de la mejor manera posible, subió hasta su dormitorio. Intentaría dormir, esta noche estaba seguro que le sería mucho más fácil que en los días anteriores. Haber hablado con ella en los columpios le daba una seguridad y fortaleza que antes no tenía.
Sabe exactamente lo que quiere. No arriesgarse con una relación, que le pueda traer problemas, a ella y en consecuencia a quien esté a su lado. Castle este punto lo tiene muy claro. Pero necesita que ella lo vea bajo el mismo prisma que él.
Comprende que necesita encontrarse de nuevo con esa mujer policía, que un día en su casa les hizo el desayuno, esas tortitas le supieron mejores que todas las que había probado pero sobre todo quería recuperar aquel ambiente. Quiere a esa Kate que se entiende a las mil maravillas con su madre y con Alexis. En definitiva quiere recuperar a la inspectora que conoció en los primeros días de trabajar en la comisaria. Entre ellos dos todo encaja, pero se da cuenta que ella se ha empeñado en abrir un gran abismo.
De acuerdo que estos años habían surgido muchos cambios, y ella mientras había ido fortificando ese muro del que le hablara. No era psicólogo pero el mero hecho que ella la abriera su corazón, decía mucho en su favor.
Y su mente de escritor se desbocó pensando en la manera de dar el primer paso sin miedo a ser rechazado.
Se durmió con una feliz sonrisa en su rostro, había urdido un plan que quizás surtiera efecto. Aunque tenía que madurarlo antes de ponerlo en práctica.
Apartamento de Kate Beckett
Kate se desperezó indolente en el sofá. Había dormido allí y se sentía bien. Seguro que no era demasiado tarde puesto que el sol no entraba por la ventana. La televisión estaba a pagada, lo cual le indicaba que en algún momento de duermevela, la había apagado con el mando a distancia.
En cuanto se levantó lo primero que pensó que era festivo. Estaba libre de hacer lo que se le antojara, pero de momento nada se le ocurría para llenar todas las horas del día. Aunque le pareciera imposible comprendió que en realidad prefería las jornadas laborales, allí por lo menos estaba acompañada. Se fue hasta la ventana y entendió porque el sol no inundaba su salita. Había amanecido un día gris amenazador de lluvia. Y pensó que el tiempo estaba como ella. Apagado. Tampoco era nada anormal, a mediados de octubre existían muchos días como el de ahora, seguro que acabaría lloviendo. Se encogió de hombros, en realidad le daba lo mismo aunque diluviara, ella no tenía intención de salir de casa.
Empezó a preparar el desayuno, y no pudo evitar pensar en Castle, cuando por las mañanas aparecía por la comisaría con las manos ocupadas con los dos cafés. No pudo evitar una sonrisa.
CONTINÚA
RELATADO POR: marypaz
Kate Beckett
Kate Beckett al salir de la comisaría ha ido directamente a su casa. Ha sido un día especial, ya que Castle vuelve a estar entre ellos. Y sabe que este detalle le gusta.
También sabe que la conversación mantenida en el parque, en aquellos columpios, balanceándose suavemente, le ha ido muy bien. El suave movimiento, parece que le ha infundido ánimos para abrir sus verdaderos pensamientos a Castle.
Si por fin le ha dicho que ha construido un muro infranqueable. Una pared sólida donde no hay ni un solo resquicio, por el que pueda entrar nadie. Allí sólo tienen cabida sus más íntimos sentimientos. Ni Josh, ni cualquier otro hombre tendrá acceso.
Se ha disculpado con Castle, por su tardanza en llamarle. Ha sido lo suficientemente fuerte para hacerle saber, que en realidad tiene miedo. Es un miedo exagerado a dañar sentimentalmente a quienes, como Josh y él mismo le han demostrado que ella les importa. Romper con el médico ha sido relativamente fácil.
Con Castle, ya se da cuenta que no lo será tanto.
Por muchas razones
La principal sin duda, es saber que le ayudará a descifrar el jeroglífico, que representa el asesinato de su madre. Sabe que puede contar sin ningún tipo de reserva, con ese hombree de mirada dulce, que él es consciente atrae a las mujeres. Pero no por eso deja de tener su encanto.
A Kate Beckett le gusta recordar esos ojos medio entornados cuando la mira, como si su persona fuera refulgente y dañara la visión. Sí, se dice a sí misma que esa manera que tiene de mirarla suele ponerla un poco nerviosa. También sabe que lo superará. No hay nada imposible en esta vida. Nada. Aunque muchas veces se tenga que lograr con un verdadero esfuerzo.
Todos estos pensamientos parecen pasearse impunemente por su cabeza, mientras va repasando todo el trabajo hecho en la comisaría. Ahora es el momento de intentar descansar.
Lo primero es ponerse la ropa más cómoda, y luego se sentará en su sofá, haciendo zapping en su televisor, hasta que aburrida, se decida a prepararse algo de comer. Es lo que suele hacer cuando llega el fin de semana.
Es nada en particular, y lo es todo.
Desde que estuvo a punto de morir por una bala, comprende que está bajo una tensión nervosa inusual.
Sabe que corre riesgo, pero no quiere admitirlo delante de nadie y menos ante su conciencia, sería lo mismo que admitir que se siente muy sola. Que estar junto a Castle le proporciona una paz interior, porque en el fondo se siente protegida.
Pero no piensa admitirlo ante nadie. Seguirá luchando por desenmascarar a toda la trama del asesinato, y ahora lo podrá hacer sabiendo que tiene el apoyo de sus compañeros incluyendo al escritor.
Como si estuviera hablando con alguien pone el dedo índice en sus labios para pedirse a ella misma silencio. Al hacer esto, si ríe mientras se pregunta si se está volviendo paranoica. Quizás la bala también le afectó al cerebro. Una cosa la tiene muy clara en su mente. En su vida hay un antes y un después de aquello.
Como grabado a fuego en su mente han quedado las palabras desesperadas de Castle. Aún ahora resuenan en sus oídos, es como una letanía murmurada una y otra vez. Y se siente halagada. Pero muerta de miedo, porque sabe con certeza que no puede dar un paso en falso. Ya le ha dicho que existe un muro, y parece que Castle lo ha entendido. Y aunque sólo sea por este comportamiento, se merece toda su admiración.
Sabe retirarse, a pesar de estar enamorado y de quererla, porque eso nunca lo ha puesto en duda.
No tiene ni idea de lo que están dando en la TV, oye el murmullo de las palabras sin prestarles atención. Piensa que debería levantarse y preparar algo de cena.
Revisa todas las ventanas asegurándose que están bien cerradas, y pasa la cadena de seguridad de su puerta de entrada. Después busca con la mirada dónde ha dejado su pistola.
Una vez hecho todo esto, se da cuenta que está actuando demasiado influenciada, y casi diría que atemorizada. Pero una vez repasado todos los rincones del apartamento, se dispone a dormir, y piensa hacerlo en el sofá delante de la televisión, seguro que el ronroneo de las voces, la provocará sueño y acabará dormida. No es la primera vez que le ocurre desde que volvió del hospital. Le parece que allí está mucho más segura que en su alcoba.
En la semi penumbra de la salita, no puede evitar recordar todo lo que le ha dicho a Castle. Con nadie había sido tan sincera, y comprende que si no fuera que le inspira mucha confianza no lo habría hecho. Está convencida que su manera de actuar es la más correcta. Apartarse del camino de los dos hombres que últimamente han significado algo en su vida. Los dos aunque de una manera muy distinta la han hecho sentir una mujer en toda la extensión de la palabra. Los dos le gustan se siente atraída tanto por si físico como por su manera de tratarla.
Y se detiene a pensar minuciosamente, si estuviera en el dilema de tener que escoger forzosamente a uno de ellos por cual se decantaría. Así de pronto no tenía ni idea.
Se dejó llevar por el sopor que le iba transmitiendo
Richard Castle
Por fin ha podido ver a su musa, a su compañera. A esa inspectora que le ha robado el corazón, consiguiendo que delante de ella se sienta como un colegial. Le hace olvidar sus anteriores fracasos matrimoniales pensando muy seriamente en volver a formar una familia teniéndola a ella como pareja.
Verla en aquella camilla camino del hospital, le reafirmó que no era nada pasajero. Sus sentimientos hacia la detective, eran profundos.
Luego vino por su parte ese silencio, que le dolió mucho más de lo que podía dolerle a ella la herida que por poco acaba con su vida. Pero se resignó ante lo que creía que no tenía solución. Él sabía muy bien que el enamoramiento no se podía imponer. Se estaba enamorado o no se estaba. Y con su actitud ella había dejado muy claro cuál era su posición en este aspecto. Josh, llenaba por completo aquellas horas especiales entre un hombre y una mujer. Y lo aceptó, aunque fuera de muy mala gana.
Tres meses interminables. Tres meses de rabia y frustración.
Verla delante mientras firmaba libros, casi le deja sin respiración, pero intentó disimularlo.
Después en el parque, por fin han quedado en claro un montón de cosas.
Finalmente ha entendido su reserva.
Saber que ha roto con el médico, ha hecho que volviera a respirar hondo. Comprende que nunca podrá olvidar el parque, ni esos columpios, que hasta aquel momento iban asociados a Alexis cuando era niña y él, la empujaba a veces con fuerza, para oírla gritar de alegría, a veces con suavidad, por miedo a que se cayera.
Permanecieron los dos sentados en ellos, sin saber por qué, Castle se fijó en las cadenas que los sostenían. Eran fuertes, supo que aunque estuvieran diseñados para niños, podrían soportar el peso de dos adultos.
Era como la vida misma. Las cosas más insignificantes a veces eran las más significativas. Los columpios diseñados para niños, acogieron uno de los momentos más significativos de su vida. Kate se sinceró con él precisamente allí.
Las palabras de Beckett, fueron como un soplo de aire fresco.
No tenía nada en contra de su persona. Simplemente era miedo. Terror a que alguien la lastimara, o ser ella quien dañara a las personas, que decían amarla. No quería hacer daño a nadie.
Comprendió que ella necesitaba alejarse de todo aquello que pudiera ofuscar su mente. Y Castle comprendía que si en la vida de la inspectora entraba un hombre, fuera el que fuera, acabaría dañando la situación. Por lo menos era esto lo que le estaba insinuando.
Había dejado muy claro que lo más importante para ella era desenmascarar a quien se encontraba detrás de todo. Y él acababa de tomar una decisión. Estaría a su lado siempre que pudiera, pero comprendía que antes debería derribar ese muro imaginario que Beckett había ido formando durante años, y que antes de recibir el disparo, no le atormentaba tanto como lo estaba haciendo ahora.
Y con una idea rondándole por la cabeza, se preparó algo para cenar. Se encontraba solo. Y esa soledad le dolía, y pensó que ella probablemente se sentía mucho peor que él mismo. Al fin y al cabo su soledad no era diaria, su madre, su hija solían deambular de vez en cuando por la casa. Beckett, en cuanto entraba en su casa, se hallaba sumida en la más absoluta soledad, y no era lo que necesitaba. Nadie lo necesita, ella aunque no se diera cuenta, menos que nadie pues acababa de pasar por un duro momento de su vida.
Y con la idea de resolver esta cuestión de la mejor manera posible, subió hasta su dormitorio. Intentaría dormir, esta noche estaba seguro que le sería mucho más fácil que en los días anteriores. Haber hablado con ella en los columpios le daba una seguridad y fortaleza que antes no tenía.
Sabe exactamente lo que quiere. No arriesgarse con una relación, que le pueda traer problemas, a ella y en consecuencia a quien esté a su lado. Castle este punto lo tiene muy claro. Pero necesita que ella lo vea bajo el mismo prisma que él.
Comprende que necesita encontrarse de nuevo con esa mujer policía, que un día en su casa les hizo el desayuno, esas tortitas le supieron mejores que todas las que había probado pero sobre todo quería recuperar aquel ambiente. Quiere a esa Kate que se entiende a las mil maravillas con su madre y con Alexis. En definitiva quiere recuperar a la inspectora que conoció en los primeros días de trabajar en la comisaria. Entre ellos dos todo encaja, pero se da cuenta que ella se ha empeñado en abrir un gran abismo.
De acuerdo que estos años habían surgido muchos cambios, y ella mientras había ido fortificando ese muro del que le hablara. No era psicólogo pero el mero hecho que ella la abriera su corazón, decía mucho en su favor.
Y su mente de escritor se desbocó pensando en la manera de dar el primer paso sin miedo a ser rechazado.
Se durmió con una feliz sonrisa en su rostro, había urdido un plan que quizás surtiera efecto. Aunque tenía que madurarlo antes de ponerlo en práctica.
Apartamento de Kate Beckett
Kate se desperezó indolente en el sofá. Había dormido allí y se sentía bien. Seguro que no era demasiado tarde puesto que el sol no entraba por la ventana. La televisión estaba a pagada, lo cual le indicaba que en algún momento de duermevela, la había apagado con el mando a distancia.
En cuanto se levantó lo primero que pensó que era festivo. Estaba libre de hacer lo que se le antojara, pero de momento nada se le ocurría para llenar todas las horas del día. Aunque le pareciera imposible comprendió que en realidad prefería las jornadas laborales, allí por lo menos estaba acompañada. Se fue hasta la ventana y entendió porque el sol no inundaba su salita. Había amanecido un día gris amenazador de lluvia. Y pensó que el tiempo estaba como ella. Apagado. Tampoco era nada anormal, a mediados de octubre existían muchos días como el de ahora, seguro que acabaría lloviendo. Se encogió de hombros, en realidad le daba lo mismo aunque diluviara, ella no tenía intención de salir de casa.
Empezó a preparar el desayuno, y no pudo evitar pensar en Castle, cuando por las mañanas aparecía por la comisaría con las manos ocupadas con los dos cafés. No pudo evitar una sonrisa.
CONTINÚA
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Derribando muros
Maravilloso!! continua pronto!!!
kate_beckett- As del póker
- Mensajes : 430
Fecha de inscripción : 07/07/2011
Edad : 30
Localización : Huelva, Andalucia / NYK (L)
Re: Derribando muros
Genial, tenemos nueva historia tuya. Un capítulo espectacular.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Derribando muros
Que bien, estaba deseando volver a leer un fic tuyo, me encanta como escribes!!
Estoy deseando leer como va a derribar ese muro que tanto estorba y que nos tienen al borde de la desesperacion, y que se nos haga ameno con tu fic.......
Estoy deseando leer como va a derribar ese muro que tanto estorba y que nos tienen al borde de la desesperacion, y que se nos haga ameno con tu fic.......
rakel- Escritor - Policia
- Mensajes : 1218
Fecha de inscripción : 08/01/2011
Edad : 32
Re: Derribando muros
siguelo maripaz...ke castle vaya a casa de kate!!!
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Derribando muros
Me encanta el nuevo fic! Yo también pienso que Castle tiene que ir a casa de Kate a alegrarle un poco el día gris, aunque sea con un café... Sigue pronto!
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: Derribando muros
¡Cómo me ha alegrado ver que has decidido volver a escribir un fic!
Me encanta.
SOY TU FAN!!
Me encanta.
SOY TU FAN!!
GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
- Mensajes : 1195
Fecha de inscripción : 24/07/2011
Edad : 29
Localización : Galicia
Re: Derribando muros
Genial. Simplemente brillante. Síguelo
Evissima- As del póker
- Mensajes : 451
Fecha de inscripción : 15/07/2011
Edad : 27
Localización : España xD
Re: Derribando muros
Muy Buen Fic !!
ya quiero ver como sigue!!
exelente capitulo!
ya quiero ver como sigue!!
exelente capitulo!
Belén_Stanathan- Ayudante de policia
- Mensajes : 51
Fecha de inscripción : 24/08/2011
Edad : 27
Re: Derribando muros
Aunque hay muy buenos fics por aquí, lo cierto es que, los tuyos son los que me hacen escribir una contestación porque son sencillamente perfectos.
Así que como siempre Marypaz empiezo a hacer la ola...estoy deseando saber como continuarás la historia, me alegra saber que las musas te acompañan con esta nueva temporada.
Así que como siempre Marypaz empiezo a hacer la ola...estoy deseando saber como continuarás la historia, me alegra saber que las musas te acompañan con esta nueva temporada.
Sara Castle- Ayudante de policia
- Mensajes : 125
Fecha de inscripción : 11/06/2011
Localización : Delante del PC
Re: Derribando muros
oye....continualo pronto porfa..esta genial el fic
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Derribando muros
¡¡¡¡SIGUEEE!!!
caskett mola- Autor de best-seller
- Mensajes : 874
Fecha de inscripción : 27/01/2011
Edad : 26
Localización : Castlelandia
Re: Derribando muros
WOW!
Me encanta como escribes!
Sigue pronto porfa!
Me encanta como escribes!
Sigue pronto porfa!
Stanathan- Escritor - Policia
- Mensajes : 1511
Fecha de inscripción : 07/07/2011
Edad : 26
Localización : Tarragona
Re: Derribando muros
MUCHISIMAS gracias a todas/os, los que vais leyendo y dejando vuestras opiniones.
Asi de verdad que da gusto escribir!
Asi de verdad que da gusto escribir!
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Derribando muros
continuale...me estas volviendo tu fann xDD
.:DaNu:.- Policia de homicidios
- Mensajes : 704
Fecha de inscripción : 13/08/2011
Edad : 25
Localización : Perú
Re: Derribando muros
.:DaNu:. escribió:continuale...me estas volviendo tu fann xDD
Gracis DaNu, encantada de que te haya gustado, seguramente mañana o pasado ya subo lo que falta
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Derribando muros
marypaz escribió:.:DaNu:. escribió:continuale...me estas volviendo tu fann xDD
Gracis DaNu, encantada de que te haya gustado, seguramente mañana o pasado ya subo lo que falta
Genial Marypaz, estoy esperando un nuevo capitulo tuyo, me encantaaaaaaaaaa
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
DERRIBANDO MUROS ( 2ª parte)
Tranquilas que lo subiré muy pronto
TITULO: DERRIBANDO MUROS (2ª parte)
RELATADO POR: marypaz
Alguien estaba llamando a su puerta con insistencia. Dejó todo lo que tenía en las manos mientras se preguntaba intrigada quien podía ser a aquellas horas más bien tempranas de un día no laborable. Luego recordó que podría ser el portero acompañando al electricista, para solucionar un pequeño problema de la conexión eléctrica, en el baño, a veces la luz no se encendía. Le dijo que era urgente.
Miró por la rendija y en efecto pudo ver a un operario, llevaba un casco, esos que suelen ponerse obligatoriamente en todas las obras en construcción. Iba vestido con un mono de trabajo azul. No le podía ver el rostro porque estaba de espaldas, pero no tuvo ningún resquemor a abrir la puerta del piso. Quitó la cadena, y dio dos vueltas a la llave. Confiaba que terminara pronto con su tarea, y la dejara disfrutar de su día libre.
Cuando abrió la puerta, y pudo ver al hombre de frente…sintió que se quedaba paralizada. Solo supo articular una palabra
-. ¿Castle? – Y volvió repetir - ¿Castle, que haces aquí, y vestido de esta manera?
Su voz no podía resonar más incrédula.
C.- Bueno si me dejas entrar te lo cuento – lo dijo tratando de parecer tranquilo, cuando era todo lo contrario-
Sin salir de su sorpresa le dejó pasar. Estaba completamente ofuscada por aquella visita, y sorprendida por la ropa que llevaba puesta Castle.
-. Pasa, iba a desayunar – pero su cabeza no dejaba de intentar poner en orden lo que estaba sucediendo en aquellos momentos, por lo que sus palabras no eran muy convincentes.
C.- Lo imagino. Ya he venido preparado con todo.
Y haciendo caso omiso a la cara de estupor de Kate, empezó a sacar del maletín, que parecía tenía que ser para llevar las herramientas, primero un termo, y después dos bolsas de papel, que en cuanto las dejó sobre la mesita pequeña inundaron con su aroma de bollos recién hechos.
Kate seguía sin salir de su asombro
-. No entiendo nada. ¿Por qué vienes vestido de esta manera? ¿Es otra de tus genialidades para tu próximo libro?
C.- Nunca se sabe, pero en principio no. Sólo he venido para que no te pases el día sola, con todos tus pensamientos, que apuesto lo que quieras que son muy negativos. Vamos a desayunar, yo estoy muerto de hambre, y mientras, te lo voy explicando. Mi disfraz es para dar más credibilidad a todo lo que quiero hablarte.
Como si aquella situación fuera la cosa más normal del mundo, fue dejando a la vista todo lo que había comprado, indicándole a ella, se sentara a su lado.
Kate parecía haberse quedado muda y seguía como un autómata las indicaciones de Castle, que con la mirada le pedía que se sentara en el sofá. Allí aún estaba la manta que la había cobijado durante la noche.
Castle con este detalle ya imaginó que había pasado allí la noche, pero no comentó nada.
Simplemente le alargó uno de los cafés, tal como solía hacerlo en la oficina, y la estaba mirando directo a los ojos.
-. Quiero una explicación de todo lo que te traes entre manos. No entiendo el motivo por el que te presentas en mi casa tan temprano, y disfrazado de esta manera.- La voz le pareció a Castle que no era demasiado amigable -
C.- Desde luego que comprendo tu escepticismo. Me dijiste que habías levantado un muro. Y simplemente he venido a derribarlo. –Sorbió un poco de café mientras la miraba, pendiente de su reacción- Mira… los empleados de la construcción, tienen todo tipo de herramientas para hacerlo, desde potentes excavadoras, hasta pequeños taladros, que sirven para agujerear la pared. Si se consigue abrir una pequeña brecha, el muro acaba cayendo. Yo seré en todo momento ese empleado eficaz, en derrumbamientos murales. Es para que te sitúes en el lugar preciso y lo captes enseguida.
Kate no quería decir nada hasta que no entendiera exactamente, lo que estaba tramando Castle. Le reconocía su manera original en sus novelas, incluso cuando en la comisaría exponía sus puntos de vista, pero ahora él mismo lo había aclarado no se trataba de ninguna argucia de escritor, para describirlo ni tenían un caso para resolver. Se preguntaba un poco angustiada qué era lo que pretendía.
Hubo un silencio. Él esperaba alguna palabra por parte de la inspectora. Al cabo de poco, viendo que ella seguía sorprendida y por lo visto sin palabras.
Castle siguió con su teoría.
C.- El muro más fuerte, el más grueso puede demolerse, si se llega a resquebrajar por pequeña que sea la grieta, tardará más o menos, pero acabará por romperse. Y hoy he venido vestido de esta manera, para que me entiendas perfectamente. Ya sé que te puede parecer salido de tono, pero eres inteligente y captarás por completo mi idea.
-. Castle, me parece que hay algo que no entendiste. No quiero ninguna relación, no… mientras esté tan metida en el asunto de mi madre
C.- Lo sé. Pero no puedes obligarme a que renuncie a ti, sin intentar solucionar ese problema que tienes, al querer aislarte de todos.
La soledad no es buena para nadie, y menos para ti después de todo lo que has pasado. Incluso debo reconocer que con lo mal que me cae Josh, te iría bien tenerlo cerca. Que conste que esto último lo digo con todo el pesar del mundo.
Castle desayunaba como si lo que estaba ocurriendo en aquellos momentos fuera algo completamente normal. Que se hubiera presentado en su casa tan temprano dispuesto a desayunar y charlar. Parecía tranquilo, y su mirada era risueña como solía serlo casi siempre.
Él sabía que su tranquilidad era sólo un montaje, pero por nada del mundo se lo demostraría a Beckett. El corazón le latía con fuerza, y sentía un nudo en la garganta, pero no lo demostraba.
Ella aún no se había recuperado de su asombro, pero no le interrumpió, se limitó a tener en sus manos el café, dando vueltas despacio al envase, mientras por fin parecía que iba a imitar a Castle, y tomó de la bolsa, uno de los bollos.
C.- Bien ¿estás dispuesta a escucharme?
.- Más que dispuesta estoy intrigada, que no es lo mismo. Pero apresúrate porque si hay algo que de verdad me pone nerviosa, es estar pendiente de solucionar alguna cosa.
C.- Ya te he dicho que pienso derribar ese muro que tontamente has creado a tu alrededor. Lo haré con mis acciones. He venido disfrazado de esta manera, para que a tus ojos te sea más fácil de entender. Imagina que soy un operario de la construcción, y mi tarea es demoler una gruesa pared. ¿Qué crees que es lo primero que tendría que hacer? Plantéatelo como si se tratara de resolver uno de esos casos, que tenemos en la comisaria. ¿Por dónde empezarías el trabajo?
.- Estás diciendo verdaderas tonterías, pero te voy a seguir el juego –mientras le hablaba se relamía el azúcar que el bollo había dejado en alrededor de su boca- Imagino que buscaría si esta pared tiene algún punto débil.
A Castle no le pasó inadvertido ese gesto, pensando en lo dulce que resultaría en aquellos momentos un beso. Pero lo descartó por completo. Hizo acopio de toda su fuerza de voluntad, para seguir con su plan.
C.- Exacto- Sabía que lo captarías a la primera. Yo no usaré ni excavadoras ni taladros, simplemente estaré siempre que pueda a tu lado. Quiero protegerte, y no me digas que no lo necesitas- le interrumpió cuando vio que Kate iba a replicar- Has dormido en el sofá, has cerrado la puerta con llave y además has puesto una cadena de seguridad. Admítelo estás asustada. Temes otro disparo. Y lo peor de todo es que también temes a esa soledad que te has impuesto, creyendo que así conseguirás estar a salvo.
.- Bien no voy a discutir eso contigo, llevamos ya un tiempo juntos, como para disimular algo que por lo visto para ti es tan obvio.
C.- Me alegra que me hayas entendido. Ahora sólo necesito que me des alguna pista para que yo empiece a demoler el muro. Dime qué es lo que de verdad te atormenta. Yo te ayudaré. Estaré siempre a dos pasos por detrás de ti. Y te aseguro que lograré encontrar ese lugar donde el muro tenga un fallo.
No quiero perderte Kate, ahora que sé que no hay nadie más que se interponga entre nosotros – ¿por qué, no lo hay verdad? Su voz sonaba casi suplicante –
-. No, no hay nadie, sólo el muro tú y yo. Pero te aseguro que para venir a darme toda esta explicación, no necesitabas disfrazarte de peón de la construcción.
C.- Debo haber heredado los genes interpretativos de mi madre – dijo tratando de parecer gracioso -
.- Probablemente. Pero escucha bien Richard Castle, quiero que quede muy claro cuál va a ser mi posición en este asunto. No voy a mezclar los sentimientos personales, con la búsqueda de quien me quiere fuera del asunto. Nadie lo va a conseguir. Soy una persona muy terca, eso deberías saberlo, a estas alturas.
C.- De acuerdo. Tú eres terca, y yo también. En esto coincidimos. Yo estoy enamorado… - y aquí se la quedó mirando, en busca de una respuesta que no llegó-
-. Yo no estoy segura de nada, han ocurrido demasiadas cosas en poco tiempo, para que me pueda hacer una idea basada por completo en la realidad. No me eres indiferente, supongo que eso ya lo sabías. Pero no sé hasta qué punto te necesito a mi lado. Es algo que quiero descubrir sin prisas.
C.- Acepto como buena la respuesta, pero quiero que me digas una cosa. ¿Cuándo me miras, que contemplas? A un adolescente lleno de dudas o a un hombre completamente formado
Kate no pudo evitar reírse ante esta pregunta.
-. Veo a un hombre ansioso por conquistarme
C.- Eres muy sagaz. En efecto soy un hombre, que sabe a dónde va por la vida y lo que quiere. Y te quiero a ti. Y derribaré el muro cueste lo que cueste, porque no pienses ni por un momento que me voy a quedar plantado sin hacer nada. Un adolescente, de momento se conformaría con unas caricias, y unos besos robados al menor descuido. Yo espero mucho más de nuestra relación. Que no dudes llegará. Todo depende de si sé encontrar el lugar adecuado, y abrir una brecha lo suficientemente grande para dejar escapar todos tus temores, para dar paso a un amor profundo, que es lo que siento por ti.
Se acercó a ella y la rodeó con sus brazos, para acercarla más a él.
Pero Kate puso sus manos en el pecho, obligándole a separarse.
.- No Castle, no me fuerces. No estoy preparada para iniciar una relación inmediata.
Rick, aflojó el abrazo y la separó para poderla mirar de frente.
C.- De acuerdo. Sabía que el primer día de asedio nunca caen las fortalezas. Recuerda que estaré siempre a un paso por detrás de ti. Buscando donde tienes tu punto débil, y cuando lo sepa, nada ni nadie logrará separarte de mi lado. Ya ves…no voy a besarte, ya que no es tu deseo.
Y como ya hemos acordado hace muy poco, no soy un adolescente. No me conformo con un beso robado. Quiero y necesito mucho más de nuestra relación. Por lo tanto de momento te dejo sola, quiero que esta soledad que te has impuesto te duela hasta el extremo que me necesites a tu lado.
Mientras hablaba, se había puesto en pie, encima de la mesa quedaban los restos del desayuno improvisado que él trajo.
Empezó a recogerlo todo y lo volvió a colocar dentro del maletín donde se suponía estaban las herramientas.
C.- Me iré a mi casa dando un paseo. Mientras iré pensando dónde puede estar tu punto flaco. No olvides que estaré a tu lado durante muchas horas del día. Tendré paciencia para esperar tu decisión. Confío que entiendas que ahora me marche, y te deje a solas con tus pensamientos. Un adolescente probablemente en su primera cita, se conformaría con robar unas caricias. Yo no. Quiero mucho más, porque lo he soñado demasiadas veces.
Kate lo veía mientras iba colocando todo en su sitio, para marcharse. Sentía una opresión en el pecho. No sabía si era debido a la herida que de vez en cuando le recordaba todo lo sucedido. O bien era porque algo muy dentro de sí misma le estaba gritando que aquel hombre la quería de verdad.
-. Castle, de verdad que lamento si te vas enfadado. Te prometo que en cuanto me haya aclarado las ideas, seré yo la que vaya en tu busca.
C.- Imagino que ya sabes que encontrarás a un hombre enamorado, que no se detendrá ante nada. Si fuera un adolescente, me quedaría intentando robarte besos y meterte mano al menor descuido. Yo no haré eso aunque tenga que morderme los puños cuando esté cerca de ti, -que será muy a menudo- pero sabré controlar mis ansias, para mantenerme alejado de tu cuerpo aunque esté a escasos centímetros, no habrá entre nosotros ni un pequeño roce, ya que de no hacerlo de esta manera, no sé hasta qué punto puedo responder de mis actos.
Desearte constantemente es el peor castigo. Estos tres meses han sido una dura prueba para mí.
Por esta vez me voy para no romper esta especie de juramento que me he impuesto. Pero no olvides que no estaré muy lejos de ti.
Bastará con una llamada tuya y correré de inmediato a tu lado para lo que haga falta. Pero insisto, soy un hombre enamorado y cuando responda a tu llamada, querré saborear tu cuerpo. No me conformaré con menos. ¿Lo has comprendido?
Kate le miró mientras hablaba, respiró hondo ya que no le veía enfadado. Simplemente estaba exponiendo sus sentimientos. Le conocía lo suficiente para saber que se estaba controlando.
.- Lo sé – No se atrevía a decir nada más, pues sabía que su voz desfallecería, se sentía mal, con lo que estaba ocurriendo-
C.- Entonces, confío que muy pronto nos volvamos a ver aquí mismo, pero sabiendo cuáles son tus preferencias. Y espero que no sean tres meses los que me tengas en ascuas, porque no sé si podría soportarlo. Mientras… no te quepa duda que usaré de toda mi imaginación, para saber dónde puede existir una pequeña grieta. En cuanto la encuentre…entonces los dos podremos saborear juntos el placer.
Este ridículo disfraz, es para que quede muy claro cuáles son mis intenciones, no me lo volveré a poner, pero no olvides lo que pretendo: derribar el muro
FIN
Octubre 2011
PD. Por favor….no me pidáis una continuación, así creo que queda bien. Sólo ha sido la exposición de unos sentimientos.
TITULO: DERRIBANDO MUROS (2ª parte)
RELATADO POR: marypaz
Alguien estaba llamando a su puerta con insistencia. Dejó todo lo que tenía en las manos mientras se preguntaba intrigada quien podía ser a aquellas horas más bien tempranas de un día no laborable. Luego recordó que podría ser el portero acompañando al electricista, para solucionar un pequeño problema de la conexión eléctrica, en el baño, a veces la luz no se encendía. Le dijo que era urgente.
Miró por la rendija y en efecto pudo ver a un operario, llevaba un casco, esos que suelen ponerse obligatoriamente en todas las obras en construcción. Iba vestido con un mono de trabajo azul. No le podía ver el rostro porque estaba de espaldas, pero no tuvo ningún resquemor a abrir la puerta del piso. Quitó la cadena, y dio dos vueltas a la llave. Confiaba que terminara pronto con su tarea, y la dejara disfrutar de su día libre.
Cuando abrió la puerta, y pudo ver al hombre de frente…sintió que se quedaba paralizada. Solo supo articular una palabra
-. ¿Castle? – Y volvió repetir - ¿Castle, que haces aquí, y vestido de esta manera?
Su voz no podía resonar más incrédula.
C.- Bueno si me dejas entrar te lo cuento – lo dijo tratando de parecer tranquilo, cuando era todo lo contrario-
Sin salir de su sorpresa le dejó pasar. Estaba completamente ofuscada por aquella visita, y sorprendida por la ropa que llevaba puesta Castle.
-. Pasa, iba a desayunar – pero su cabeza no dejaba de intentar poner en orden lo que estaba sucediendo en aquellos momentos, por lo que sus palabras no eran muy convincentes.
C.- Lo imagino. Ya he venido preparado con todo.
Y haciendo caso omiso a la cara de estupor de Kate, empezó a sacar del maletín, que parecía tenía que ser para llevar las herramientas, primero un termo, y después dos bolsas de papel, que en cuanto las dejó sobre la mesita pequeña inundaron con su aroma de bollos recién hechos.
Kate seguía sin salir de su asombro
-. No entiendo nada. ¿Por qué vienes vestido de esta manera? ¿Es otra de tus genialidades para tu próximo libro?
C.- Nunca se sabe, pero en principio no. Sólo he venido para que no te pases el día sola, con todos tus pensamientos, que apuesto lo que quieras que son muy negativos. Vamos a desayunar, yo estoy muerto de hambre, y mientras, te lo voy explicando. Mi disfraz es para dar más credibilidad a todo lo que quiero hablarte.
Como si aquella situación fuera la cosa más normal del mundo, fue dejando a la vista todo lo que había comprado, indicándole a ella, se sentara a su lado.
Kate parecía haberse quedado muda y seguía como un autómata las indicaciones de Castle, que con la mirada le pedía que se sentara en el sofá. Allí aún estaba la manta que la había cobijado durante la noche.
Castle con este detalle ya imaginó que había pasado allí la noche, pero no comentó nada.
Simplemente le alargó uno de los cafés, tal como solía hacerlo en la oficina, y la estaba mirando directo a los ojos.
-. Quiero una explicación de todo lo que te traes entre manos. No entiendo el motivo por el que te presentas en mi casa tan temprano, y disfrazado de esta manera.- La voz le pareció a Castle que no era demasiado amigable -
C.- Desde luego que comprendo tu escepticismo. Me dijiste que habías levantado un muro. Y simplemente he venido a derribarlo. –Sorbió un poco de café mientras la miraba, pendiente de su reacción- Mira… los empleados de la construcción, tienen todo tipo de herramientas para hacerlo, desde potentes excavadoras, hasta pequeños taladros, que sirven para agujerear la pared. Si se consigue abrir una pequeña brecha, el muro acaba cayendo. Yo seré en todo momento ese empleado eficaz, en derrumbamientos murales. Es para que te sitúes en el lugar preciso y lo captes enseguida.
Kate no quería decir nada hasta que no entendiera exactamente, lo que estaba tramando Castle. Le reconocía su manera original en sus novelas, incluso cuando en la comisaría exponía sus puntos de vista, pero ahora él mismo lo había aclarado no se trataba de ninguna argucia de escritor, para describirlo ni tenían un caso para resolver. Se preguntaba un poco angustiada qué era lo que pretendía.
Hubo un silencio. Él esperaba alguna palabra por parte de la inspectora. Al cabo de poco, viendo que ella seguía sorprendida y por lo visto sin palabras.
Castle siguió con su teoría.
C.- El muro más fuerte, el más grueso puede demolerse, si se llega a resquebrajar por pequeña que sea la grieta, tardará más o menos, pero acabará por romperse. Y hoy he venido vestido de esta manera, para que me entiendas perfectamente. Ya sé que te puede parecer salido de tono, pero eres inteligente y captarás por completo mi idea.
-. Castle, me parece que hay algo que no entendiste. No quiero ninguna relación, no… mientras esté tan metida en el asunto de mi madre
C.- Lo sé. Pero no puedes obligarme a que renuncie a ti, sin intentar solucionar ese problema que tienes, al querer aislarte de todos.
La soledad no es buena para nadie, y menos para ti después de todo lo que has pasado. Incluso debo reconocer que con lo mal que me cae Josh, te iría bien tenerlo cerca. Que conste que esto último lo digo con todo el pesar del mundo.
Castle desayunaba como si lo que estaba ocurriendo en aquellos momentos fuera algo completamente normal. Que se hubiera presentado en su casa tan temprano dispuesto a desayunar y charlar. Parecía tranquilo, y su mirada era risueña como solía serlo casi siempre.
Él sabía que su tranquilidad era sólo un montaje, pero por nada del mundo se lo demostraría a Beckett. El corazón le latía con fuerza, y sentía un nudo en la garganta, pero no lo demostraba.
Ella aún no se había recuperado de su asombro, pero no le interrumpió, se limitó a tener en sus manos el café, dando vueltas despacio al envase, mientras por fin parecía que iba a imitar a Castle, y tomó de la bolsa, uno de los bollos.
C.- Bien ¿estás dispuesta a escucharme?
.- Más que dispuesta estoy intrigada, que no es lo mismo. Pero apresúrate porque si hay algo que de verdad me pone nerviosa, es estar pendiente de solucionar alguna cosa.
C.- Ya te he dicho que pienso derribar ese muro que tontamente has creado a tu alrededor. Lo haré con mis acciones. He venido disfrazado de esta manera, para que a tus ojos te sea más fácil de entender. Imagina que soy un operario de la construcción, y mi tarea es demoler una gruesa pared. ¿Qué crees que es lo primero que tendría que hacer? Plantéatelo como si se tratara de resolver uno de esos casos, que tenemos en la comisaria. ¿Por dónde empezarías el trabajo?
.- Estás diciendo verdaderas tonterías, pero te voy a seguir el juego –mientras le hablaba se relamía el azúcar que el bollo había dejado en alrededor de su boca- Imagino que buscaría si esta pared tiene algún punto débil.
A Castle no le pasó inadvertido ese gesto, pensando en lo dulce que resultaría en aquellos momentos un beso. Pero lo descartó por completo. Hizo acopio de toda su fuerza de voluntad, para seguir con su plan.
C.- Exacto- Sabía que lo captarías a la primera. Yo no usaré ni excavadoras ni taladros, simplemente estaré siempre que pueda a tu lado. Quiero protegerte, y no me digas que no lo necesitas- le interrumpió cuando vio que Kate iba a replicar- Has dormido en el sofá, has cerrado la puerta con llave y además has puesto una cadena de seguridad. Admítelo estás asustada. Temes otro disparo. Y lo peor de todo es que también temes a esa soledad que te has impuesto, creyendo que así conseguirás estar a salvo.
.- Bien no voy a discutir eso contigo, llevamos ya un tiempo juntos, como para disimular algo que por lo visto para ti es tan obvio.
C.- Me alegra que me hayas entendido. Ahora sólo necesito que me des alguna pista para que yo empiece a demoler el muro. Dime qué es lo que de verdad te atormenta. Yo te ayudaré. Estaré siempre a dos pasos por detrás de ti. Y te aseguro que lograré encontrar ese lugar donde el muro tenga un fallo.
No quiero perderte Kate, ahora que sé que no hay nadie más que se interponga entre nosotros – ¿por qué, no lo hay verdad? Su voz sonaba casi suplicante –
-. No, no hay nadie, sólo el muro tú y yo. Pero te aseguro que para venir a darme toda esta explicación, no necesitabas disfrazarte de peón de la construcción.
C.- Debo haber heredado los genes interpretativos de mi madre – dijo tratando de parecer gracioso -
.- Probablemente. Pero escucha bien Richard Castle, quiero que quede muy claro cuál va a ser mi posición en este asunto. No voy a mezclar los sentimientos personales, con la búsqueda de quien me quiere fuera del asunto. Nadie lo va a conseguir. Soy una persona muy terca, eso deberías saberlo, a estas alturas.
C.- De acuerdo. Tú eres terca, y yo también. En esto coincidimos. Yo estoy enamorado… - y aquí se la quedó mirando, en busca de una respuesta que no llegó-
-. Yo no estoy segura de nada, han ocurrido demasiadas cosas en poco tiempo, para que me pueda hacer una idea basada por completo en la realidad. No me eres indiferente, supongo que eso ya lo sabías. Pero no sé hasta qué punto te necesito a mi lado. Es algo que quiero descubrir sin prisas.
C.- Acepto como buena la respuesta, pero quiero que me digas una cosa. ¿Cuándo me miras, que contemplas? A un adolescente lleno de dudas o a un hombre completamente formado
Kate no pudo evitar reírse ante esta pregunta.
-. Veo a un hombre ansioso por conquistarme
C.- Eres muy sagaz. En efecto soy un hombre, que sabe a dónde va por la vida y lo que quiere. Y te quiero a ti. Y derribaré el muro cueste lo que cueste, porque no pienses ni por un momento que me voy a quedar plantado sin hacer nada. Un adolescente, de momento se conformaría con unas caricias, y unos besos robados al menor descuido. Yo espero mucho más de nuestra relación. Que no dudes llegará. Todo depende de si sé encontrar el lugar adecuado, y abrir una brecha lo suficientemente grande para dejar escapar todos tus temores, para dar paso a un amor profundo, que es lo que siento por ti.
Se acercó a ella y la rodeó con sus brazos, para acercarla más a él.
Pero Kate puso sus manos en el pecho, obligándole a separarse.
.- No Castle, no me fuerces. No estoy preparada para iniciar una relación inmediata.
Rick, aflojó el abrazo y la separó para poderla mirar de frente.
C.- De acuerdo. Sabía que el primer día de asedio nunca caen las fortalezas. Recuerda que estaré siempre a un paso por detrás de ti. Buscando donde tienes tu punto débil, y cuando lo sepa, nada ni nadie logrará separarte de mi lado. Ya ves…no voy a besarte, ya que no es tu deseo.
Y como ya hemos acordado hace muy poco, no soy un adolescente. No me conformo con un beso robado. Quiero y necesito mucho más de nuestra relación. Por lo tanto de momento te dejo sola, quiero que esta soledad que te has impuesto te duela hasta el extremo que me necesites a tu lado.
Mientras hablaba, se había puesto en pie, encima de la mesa quedaban los restos del desayuno improvisado que él trajo.
Empezó a recogerlo todo y lo volvió a colocar dentro del maletín donde se suponía estaban las herramientas.
C.- Me iré a mi casa dando un paseo. Mientras iré pensando dónde puede estar tu punto flaco. No olvides que estaré a tu lado durante muchas horas del día. Tendré paciencia para esperar tu decisión. Confío que entiendas que ahora me marche, y te deje a solas con tus pensamientos. Un adolescente probablemente en su primera cita, se conformaría con robar unas caricias. Yo no. Quiero mucho más, porque lo he soñado demasiadas veces.
Kate lo veía mientras iba colocando todo en su sitio, para marcharse. Sentía una opresión en el pecho. No sabía si era debido a la herida que de vez en cuando le recordaba todo lo sucedido. O bien era porque algo muy dentro de sí misma le estaba gritando que aquel hombre la quería de verdad.
-. Castle, de verdad que lamento si te vas enfadado. Te prometo que en cuanto me haya aclarado las ideas, seré yo la que vaya en tu busca.
C.- Imagino que ya sabes que encontrarás a un hombre enamorado, que no se detendrá ante nada. Si fuera un adolescente, me quedaría intentando robarte besos y meterte mano al menor descuido. Yo no haré eso aunque tenga que morderme los puños cuando esté cerca de ti, -que será muy a menudo- pero sabré controlar mis ansias, para mantenerme alejado de tu cuerpo aunque esté a escasos centímetros, no habrá entre nosotros ni un pequeño roce, ya que de no hacerlo de esta manera, no sé hasta qué punto puedo responder de mis actos.
Desearte constantemente es el peor castigo. Estos tres meses han sido una dura prueba para mí.
Por esta vez me voy para no romper esta especie de juramento que me he impuesto. Pero no olvides que no estaré muy lejos de ti.
Bastará con una llamada tuya y correré de inmediato a tu lado para lo que haga falta. Pero insisto, soy un hombre enamorado y cuando responda a tu llamada, querré saborear tu cuerpo. No me conformaré con menos. ¿Lo has comprendido?
Kate le miró mientras hablaba, respiró hondo ya que no le veía enfadado. Simplemente estaba exponiendo sus sentimientos. Le conocía lo suficiente para saber que se estaba controlando.
.- Lo sé – No se atrevía a decir nada más, pues sabía que su voz desfallecería, se sentía mal, con lo que estaba ocurriendo-
C.- Entonces, confío que muy pronto nos volvamos a ver aquí mismo, pero sabiendo cuáles son tus preferencias. Y espero que no sean tres meses los que me tengas en ascuas, porque no sé si podría soportarlo. Mientras… no te quepa duda que usaré de toda mi imaginación, para saber dónde puede existir una pequeña grieta. En cuanto la encuentre…entonces los dos podremos saborear juntos el placer.
Este ridículo disfraz, es para que quede muy claro cuáles son mis intenciones, no me lo volveré a poner, pero no olvides lo que pretendo: derribar el muro
FIN
Octubre 2011
PD. Por favor….no me pidáis una continuación, así creo que queda bien. Sólo ha sido la exposición de unos sentimientos.
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Derribando muros
Bien aqui teneis ya la segunda y ultima parte.... espero que la disfruteis!!!
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Derribando muros
que pena que no haya mas capis....me gusta el fic...
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Derribando muros
Me encantó, aunque sea una pena no darle continuación.
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: Derribando muros
u.u que mala...no hay continuacion
.:DaNu:.- Policia de homicidios
- Mensajes : 704
Fecha de inscripción : 13/08/2011
Edad : 25
Localización : Perú
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