COMO ROMEO Y JULIETA

[b]TITULO: COMO ROMEO Y JULIETA
ESCRITO POR marypaz

Kate está delante del espejo desabrochándose su blusa, y no puede evitar pasar los dedos por la cicatriz, que destaca en su piel. Ante ella no ve su imagen, tiene ante sus ojos todo lo ocurrido, como si fuera una película, desde que salió del hospital.

Recuerda con claridad su reticencia a ponerse en contacto en Castle.

Aunque ahora parecía que todo estaba volviendo a su cauce de antes, su vida había cambiado por completo. Intentaba que nadie lo notara, incluso delante de Lanie, parecía que se protegía. No quería preguntas. Y no las quería porque comprendía que si las respondía con la verdad, su comportamiento con Castle, sería muy diferente al que estaba ejerciendo.

Ella necesitaba a toda costa ser la eficiente inspectora, la detective con ojos de lince que sabía descubrir y atrapar a los delincuentes y que nada ni nadie debía interferir en su camino. Necesitaba tener a Castle lejos de ella, pero por otra parte comprendía que tenerlo cerca le proporcionaba una sensación muy especial y agradable, aunque a veces la sacara de quicio.

Quería ser como antes del disparo, pero comprendía que le era imposible. Saberse tan cerca de la muerte sin duda le había influido en todos los actos que se fueron sucediendo después.
Quería olvidar muchas cosas y no podía. En sus oídos resonaban las últimas palabras que le dijera él. Entonces, en aquellos momentos no podía estar mintiendo.

Seguía mirando la herida en su cuerpo que la tenía hipnotizada, pensando que aunque había logrado salvar su vida, aquella suave protuberancia en su piel, afeaba lo suficiente para que cuando algún hombre la viera, pensara como ella, que no era precisamente un adorno.

Se dio cuenta de inmediato, que al pensar que este pedazo de su cuerpo, que podría llamar íntimo lo estaba asociando a Castle. Por más que se empeñara en alejarlo, no lo conseguía, sin saber discernir si era bueno o era malo. Simplemente no podía ignorar que de una manera u otra Castle estaba siempre presente en sus pensamientos.

Y ahora, esa contemplación casi morbosa ante el espejo había sido debida al caso que por fin se había resuelto, tras muchas dificultades. Había sido un expediente de los más difíciles y raros que había vivido todo el equipo en muchos años.

En estos momentos está recordando que la mañana había empezado como siempre, Castle le entregó su café, sin palabras, y sin su consabida sonrisa, y a ella le pareció que le preocupaba alguna cosa. Quería tratarlo como amigablemente y le preguntó el motivo de su cara adusta.
Él no se hizo rogar y le explicó cuál era su preocupación.

.- Me tiene inquieto Alexis. Comprendo que es su primer amor, y que quiera seguirlo a la misma universidad. Pero no me gusta que esté tan supeditada a nadie, y menos a un chico de su edad, que puede traerle conflictos. No están formados ninguno de los dos, y mi hija está poniendo demasiado ardor en esa relación. No puede dejarse manipular de esta manera. -Porque él, la está manipulando, no me cabe la menor duda. -Añadió agriamente-

Castle mientras hablaba permanecía son su café intacto entre sus manos.

Ella le miró comprensiva, tratando de ponerse en su piel. Y simplemente le dijo:

-. Estás celoso. No te das cuenta que tu hija ya no es una niña. Es toda una mujer, y además bonita. Es lógico que si está enamorada quiera estar cerca de él. No son aconsejables las separaciones. Deberías empezar a dejarla volar por su cuenta. La veo muy capacitada.

Castle la dejó hablar tratando de asimilar lo que le estaba diciendo Beckett.

Sólo le contestó con un lacónico:
.- Lo intentaré. Pero es que tengo la impresión que mi hija en su enamoramiento aún cree que el amor sublime existe. Y está en un error. Romeo y Julieta son fruto de una imaginación desbordada. Nadie hoy en día se suicida por un amor, como ocurre en la obra, y no sé por qué pero tengo la sensación que ella sí que cree en ese amor noble, capaz de todo, incluso de quitarse la vida si no consigue a quien desea. Sólo espero que no sea tan insensata, como para acabar igual que en la obra. Y no me refiero a una muerte física, como sucede allí. Hay muchas maneras de morirse hoy en día, se pueden matar todas las ilusiones. Dejar los estudios colgados. Hundirse en una depresión. Todo esto son maneras disfrazadas de dejare morir.
Kate mientras se ponía ropa cómoda para estar por casa, iba recordando aquella conversación. Su respuesta fue:

.- A la edad de Alexis, todo se sublima y enaltece. El amor es una fuente inagotable de todos los placeres de los que podemos disfrutar si elegimos la persona adecuada. Reconócelo Castle, te duele que tu hija se haya enamorado, y tú hayas pasado a un segundo plano en sus preferencias.

Castle se quedó callado sin saber qué responder. Finalmente dijo:

.- Es muy probable que tengas razón. Pero sigo opinando que el amor de Romeo y Julieta, en nuestros días no existe, y Alexis me parece que aún cree que sí. Y temo que mi hija haga un disparate. Es demasiado vehemente. – y refunfuñó entre dientes- tiene a quien parecerse.

Kate apoyó una mano sobre su brazo mientras le decía:

.- No temas, ninguno de los dos se quitará la vida ante las adversidades. Lo máximo que les puede ocurrir es que pierdan con estas tonterías un curso en sus estudios. Nada que no tenga solución. El tiempo todo lo cura. Deberías tranquilizarte.

Se tomaron el café en silencio.

Al cabo de poco rato fueron interrumpidos, por un caso muy especial.
Sin duda había ocurrido un asesinato, pero el cuerpo no aparecía por ningún lado. Trabajaron duro, hasta dar con una pista. Pero ante su asombro el cadáver, no tenía cabeza. Era una especie de jeroglífico difícil de desentrañar. Todo el equipo estaba completamente perdido sin saber por dónde atacar el caso.
Pero el impacto verdadero, fue el desenlace final.

La mujer del fallecido, se acababa de quitar la vida, para poder estar al lado de su amor. El veneno fu su última opción. Y todo ocurrió ante sus propias narices.

A pesar del mal momento vivido en aquellos momentos, respiraron tranquilos al aclarar todo el entresijo tan fuera de lo normal del asunto. Parecía sacado de un cuento de terror, con un final más o menos feliz, y por supuesto muy romántico, y en pleno siglo XXI, ya era pedir mucho. Por suerte pudieron cerrar el asunto policial y tratar de olvidarlo cuanto antes mejor
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Kate se sentó en su sofá, sin dejar de pensar en aquel caso tan fuera de lo común. Sin poderlo remediar había recordado sin omitir ningún detalle, la conversación mantenida con Castle. Seguro que él, le habría afectado más que a ella, porque la compararía con ese amor primero de su hija.
Ahora sólo le apetecía descansar, aquel chándal viejo y desgastado, la hacía sentir cómoda, era como volver a un pasado, cuando todo lo veía mucho más fácil que ahora.

La relación con Castle, aunque en muchos momentos eran de gran ayuda con todo el caso de su madre, había perdido parte de la agilidad de antaño. Y sólo ella era la culpable, por su comportamiento que reconocía en algún caso era inapropiado, con un hombre que había demostrado en más de una ocasión que le importaba.

El teléfono la hizo volver a la realidad, miró quien llamaba y se sonrió. Era Castle.

.- ¿Estás muy ocupada? Me gustaría hablar contigo de lo que empezamos esta mañana.

.- No, no estoy haciendo nada importante ¿Ocurre algún imprevisto?

Le podía haber dicho que estaba pensando en él, pero este pequeño gran detalle se lo guardó para ella.

-. Necesito desahogarme con alguien, y tú eres la persona más cercana en edad a Alexis. Seguro que me entenderás- casi era una súplica.-

Castle llegó al apartamento de Kate, y sintió que sus sentimientos hacia ella, eran imposible dejarlos arrinconados. Lo había intentado, pero resurgían cuando menos lo esperaba. Ahora al verla en su casa, le pareció la mujer ideal. Esa mujer que un hombre necesita tener a su lado en los momentos difíciles. Iba sin maquillaje, se había recogido el pelo, de manera que dejaba su rostro completamente al descubierto.
Le estaba mirando sonriente. Pero le pareció que en su sonrisa existía una melancolía, un desasosiego, algo que no sabía definir. Por lo que no pudo evitar preguntarle

.- ¿Kate, te encuentras bien? – No supo disimular su inquietud –

.- Si, Castle, estoy todo lo bien que se puede estar, después de haber vivido tan de cerca, el caso que acabamos de resolver. Me ha impactado la muerte de esa mujer, en nuestras propias dependencias, tan cerca de nosotros, y que no nos supimos dar cuenta de lo que le estaba ocurriendo.

.-Este es el motivo por el que quería hablar contigo. A mí también me ha dejado sin saber qué pensar. Esta mañana te decía que no creía que se pudiera morir por amor. Y fíjate cuan equivocado estaba. No puedo negarte que al asimilar lo ocurrido, lo primero que he pensado es en la conversación que hemos tenido. Mientras hablábamos te aseguro que mis palabras eran sinceras, al decirte que no creía que ninguno de los dos hiciera semejante disparate. Después del suicidio inesperado de la mujer, creo que todo lo he visto bajo otro punto de vista.

.- Si, y nos han demostrado que estábamos equivocados. Aún hay en el mundo personas, que subliman hasta lo infinito, esta cuestión.

.- Al llegar a casa, he hablado con Alexis, cambiando por completo mis anteriores consejos. No he querido entrar en detalles. Simplemente le he dicho, que si su corazón estaba seguro de los sentimientos que provocaba Ashley…que le siguiera.

.- Se habrá quedado perpleja ante tu cambio tan radical en pocas horas.

.- Supongo que sí. Le he comentado que no quería perderla, y que estaba dispuesto a compartir su manera de pensar. A ti te lo puedo decir, me ha costado mucho mantener esta postura casi diría que alejada.

Se quedó callado un rato, recordando la escena en su casa. Luego siguió.

.- Ha venido hasta mí, y me ha abrazado. No he podido contener las lágrimas. Imagino que te pareceré un blando,…pero es que Alexis significa mucho para mí.

Kate le miraba con una sonrisa en los labios.

-. Al contrario, habrá descubierto que tiene un padre casi perfecto.

.- Lo crees de veras, o lo estás diciendo para mitigar un poco el desencanto que me llena por completo, al ver que está dispuesta a seguir a su amor.

.- Has hecho lo que tenías que hacer. Tranquilo.

A Kate, el chándal que llevaba, se le había bajado bastante la cremallera, y ver los ojos de Castle clavados en su cicatriz, le hizo actuar con rapidez. Casi sin darse cuenta de lo que hacía, con una celeridad pasmosa, le dio un tirón subiéndola hasta arriba del todo.

Castle la agarró la mano que acababa de subir el cierre metálico.

-. ¿Por qué te empeñas, en esconder algo que forma parte de tu vida?

No esperaba aquella pregunta.

-. No olvides que soy mujer, además de inspectora de policía. Esta cicatriz no es precisamente lo que nadie querría que contemplaran unos ojos masculinos.

Aunque seas tú, me molesta que la veas. Afea mi cuerpo. Probablemente este verano si voy a la playa, no lo haga como siempre lo he hecho con un biquini. Estoy segura que usaré un bañador entero.

Castle la miró atónito. Y no pudo reprimir responderle:

.- Yo besaría ese lugar precisamente donde hundieron el bisturí, porque gracias a ello estas viva. No sabes lo que es creer que te morías. Para mí la cicatriz tiene un significado. Aunque me repatee el estómago, le debo a Josh la alegría de verte con vida. ¿Alguna vez has pensado, en que todos los que te queremos, precisamente esta cicatriz, que según tu opinión, te afea el cuerpo, para los demás, es la mejor recompensa?
Y acercándose a ella, le quitó las manos de la cremallera, y suavemente él mismo la fue bajando, justo hasta donde empezaba a verse, aquella fina línea más oscura que su piel.

Y sin una palabra simplemente, depositó un beso en aquel lugar.

Kate ante aquel gesto tan espontáneo, se quedó sin saber qué hacer. Vio que Castle se inclinaba y don el dedo índice reseguía suavemente la cicatriz, y mirándole a los ojos le dijo.

.- No te quepa duda que para mí, este fina raya, que según tú afea tu piel, es la cosa más maravillosa, gracias a ella te tengo delante, puedo contemplar tus ojos, ver tu sonrisa. Si no hubieras sobrevivido, creo que no lo hubiera soportado. Es así de sencillo.

Castle se había separado sólo un poco del busto de Kate. Y ante su asombro sintió en sus cabellos las manos de la fría y eficiente inspectora, que le acariciaba con los dedos abiertos como si quisiera peinar sus cabellos, pasó repetidas veces la mano, con los dedos como si se trataran de las púas de un peine. Era una clara invitación, hasta el hombre más tonto se hubiera dado cuenta, y Richard Castle, no era precisamente un novato en estas cuestiones.

.- Kate, si no quieres que continúe no lo haré…

Y buscó sus ojos para saber si decían más que sus labios.

Al ver que continuaba callada continuó.

.- Pero si no me echas fuera de tu casa, ya te puedes imaginar cómo terminaremos. No soy indemne a tus caricias, eso no es nuevo para ninguno de los dos. Hemos disfrutado en alguna ocasión, de nuestros cuerpos, en suaves y prometedoras caricias.

Castle no se separó ni un milímetro del cuerpo de Kate, quería oír de sus labios una palabra de aliento, algo que le diera paso libre a sus deseos.

Lo único que recibió fueron unos besos apasionados. Y su nombre susurrado muy cerca de sus oídos. Tan poca cosa pero hizo el vello de todo su cuerpo se erizara. Y el deseo ardiente se acumuló sin poderlo evitar, en el lugar adecuado para iniciar un asedio amoroso y apasionado.

Ser correspondido por Kate fue para Castle el mejor remedio a su temor ante poder perder el afecto y la confianza que Alexis siempre había depositado en él.

Ante las caricias de Beckett no cabía duda, que podía comprender mucho mejor los sentimientos de su hija por Ashley.

Pero en aquellos precisos momentos, todo desapareció de su mente, dejando sólo el deseo de ellos dos. Sus besos, sus caricias fueron el principio de algo verdaderamente apasionado e intenso.


FIN
Noviembre 2011

marypaz

que historia tan hermosa y creativa la verdad sigue escribiendo a si tienes mucho talento marypaz


muchas gracias por darnos otra historia de las tuyas PERFECTO

uuf! Está muy chulo!!! Me encanta!! Escribes muy bien!

Precioso, increible, escribes genial, eres una crack !! Me ha encantado ese detalle de la cicatriz, porque has plasmado todo lo que Castle seguramente habria dicho en ese momento. Sencillamente impresionante, muy bonito.

HERMOSOOOOO me encantan tus fics :3

marypaz.... un OLÉ con mayúsculas por ti.
Cada vez que leo un fic tuyo: un fic de marypaaaz!!!! Tengo que leerlo cuanto antes
Si tuviera en mis manos el poder de darte un regalo, seguro que te daría un trofeo a la literatura y una libreta bien gorda y un boli ingastable, para que nunca dejes de escribir.
Eres mi escritora favorita.

Me encantaaaa

Bravo Bravo Maripaz
Simplemente maravilloso,tus historias son dignas de leer y admirar

Muy bueno =) ya extrañaba alguna historia tuya!!!

Muchisimas gracias a tod@s, por leer y comentar.
Por falta de tiempo he estado alejada del foro, espero que pueda combinarme las tareas, para ponerme el día con todos los relatos que tengo pendiente de lectura.
Besitos

Ya sabes que soy tu fan pero es que cada vez te superas con creces.

Simplemente magnífico.

Esa dulzura al relatar, esos detalles, esos diálogos tan perfectos... ¡MARAVILLOSO!

Me encantan tus fics!!! te quedó genial!

De verdad que con estos comentarios tan ¡hummmm! me han salido los colores.
Y que conste que no soy nada vergonzosa.
Me encanta que os haya gustado el tema. Eso me anima a pensar en otro de este tipo cortito, ya que me veo incapaz de escribir los fics largos. Seguro que me perdería.
Besos a tod@s

Gracias, gracias, se agradecen los comentarios, máxime cuando son tan elogiosos, dan ganas de seguir escribiendo si os gustan

me ha encantado !!!! felicidades cada vez te superas en los fics porfavor sigue así y nunca dejes de escribir!!

Me encantan tus historias-. Son estupendas. Y esta es muy creativa. es estupenda.

Sidle
caskettmola
Gracias por vuestras palabras, ahora sólo falta que las musas me visiten para escribir otro fic.