EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
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EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
TITULO: El amargo sabor de los celos
ESCRITO POR marypaz.
En la Comisaría todos coincidían en decir que desde que la Inspectora Kate Beckett tenía asumida su atracción por el escritor, su carácter había cambiado por completo. Tenía una sonrisa de felicidad que no intentaba ocultar, quizás porque no se daba cuenta que era tan visible.
Se sentía feliz. Su vida personal ya no era un deambular por la vida, con algunos momentos de una felicidad efímera al lado del acompañante de turno. Ahora era muy distinto.
Ellos dos se veían con frecuencia en su casa. Pasaban la noche juntos gozando de su compañía, de sus cuerpos, como antes – según ellos mismo reconocían- nunca lo habían conseguido con sus relaciones anteriores. No tenían ningún recelo a comentárselo entre ellos.
Castle era un experto en cuestión de hacer feliz de mil maneras distintas a una mujer, y le repetía constantemente que en una pareja una de las cosas que debían cuidar, era la confianza mutua. Reconocía en más de una ocasión, que sus anteriores fracasos, fueron debidos a que este factor falló. Con la madre de Alexis, no fue este el caso precisamente, ahí falló, la extrema juventud de los dos, pero sobre todo el egoísmo patente de ella. Ni una hija le hizo cambiar de actitud ante la vida.
Estas conversaciones, a Kate le hacían ver al escritor como una persona atormentada en muchas ocasiones por su pasado. Y acurrucada en sus brazos, le dejaba que hablara, que se desahogara, mientras sentía en su cabeza la suave caricia de aquellas manos. Llegaban luego sin tardar esos momentos mágicos, que los transportaban a lugares donde sólo existía la pasión, el amor en toda la extensión de la palabra, y se dejaba querer, buscando ella también el placer en las caricias que le prodigaba.
Eran momentos fabulosamente íntimos entre ellos donde nada que no fuera su pasión tenía ningún sentido.
Después esa placidez completa, ese descanso total de cuerpo y mente, la hacían sentirse feliz y en paz consigo misma, cosa que antes le había ocurrido muy pocas veces. De ahí venía su felicidad, de descubrirlo precisamente con aquel hombre que durante tiempo quiso mantener alejado de ella. Probablemente porque le tenía miedo, mejor dicho se temía a sí misma porque imaginaba que su entrega sería total y absoluta con el escritor. Y ella no quería depender de nadie en ningún aspecto.
Todas sus anteriores relaciones nunca llegaron a la intensidad, que habían llegado con Castle.
Pero estas cosas nadie más las sabía. En la Comisaría podían imaginar que entre ellos dos existía una relación que iba más allá de aquellas paredes, pero nunca podrían imaginar hasta qué punto estaban ellos dos relacionados. Se pusieron de acuerdo en no hacer un pregón de sus sentimientos.
Era feliz y punto.
Se lo debía al escritor, y punto.
Sí, se daba cuenta que todas las frases que pudiera pensar le añadía un punto. Eso le bastaba.
En estos momentos la mañana transcurre sin grandes novedades, sus miradas se cruzan, mantienen un diálogo que sólo ellos dos comprenden. Rick Castle la mira con los ojos entornados, y esa sonrisa con la que sabe que conseguirá todo lo que se proponga. Le acaba de pasar una nota en la que dice “esta noche seré puntual, no te preocupes por la cena, yo traeré comida preparada”
Beckett después de leerla, se dirige hasta la máquina donde se destruyen todos los papeles para no dejar ningún rastro del escrito, en aquel lugar van a parar todas las pruebas que no desean que nadie más las sepa. Allí desmenuzados nadie puede averiguar nada de lo que están llevando a cabo.
Kate mira como ese pequeño papel queda hecho trizas en la máquina, y segura de que nadie lo podrá leer, se vuelve a su silla, mientras mira a Castle, asintiendo con la mirada.
Ryan y Expósito, como en un descuido levantan disimuladamente la mano juntando los dedos índice y pulgar. No dicen nada, pero ya han podido comprobar, que la inspectora en muchas ocasiones se levanta y va hasta la máquina, con un pequeño papel que destroza, mientras en su cara luce una sonrisa satisfecha.
Realmente se alegran por ellos, aun que les hubiera gustado que la pareja les hiciera partícipes públicamente, de su buen entendimiento. Según Expósito, ni Lanie sabía nada a ciencia cierta.
El trabajo se va realizando en la Comisaría de la manera más monótona que conocen. Es decir poner al día todo el papeleo atrasado. Cada cual en su lugar va cumpliendo su tarea en silencio.
El móvil de Castle suena un par de veces, y él se apresura a responder. Lo hace con monosílabos, y casi en voz baja. Kate intenta interrogarle con la mirada, pero el escritor parece estar ausente. Al cabo de un rato se levanta, y en voz alta comenta que como el trabajo que tienen entre manos, no es de su incumbencia y allí no hace nada provechoso, se irá a su casa. Mientras habla no obstante tiene la mirada fija en los ojos de Kate.
Levanta su mano en señal de despedida, y todos le responden de la misma manera.
A los pocos momentos ella también se levanta y comenta
.- Chicos creo que me he dejado el móvil en la guantera del coche, voy a por él y vuelvo enseguida-.
.- Vale…. Pero contaremos lo que tardas en volver. No está bien dejarnos a nosotros todo el papeleo. -Dice Ryan en tono de queja-
.- Parece como si no me creyerais…-comenta Beckett, mientras les enseña su bolso, para que vean que allí no está el móvil.-
Camino del parquin Kate no puede dejar de pensar en la nota que le ha pasado Castle. Y se emociona imaginando la velada que les puede esperar aquella noche. Recuerda otros encuentros a escondidas de todos, y ese factor, parece que le da más potencia. Se sonríe. Sabe que tiene que darse prisa en subir y enseñarles el móvil a sus compañeros, para que comprueben que no les ha mentido.
Nada más entrar en el lugar que está medio a oscuras, oye el rumor de unas voces, alguien está hablando en susurros, lo cual demuestra que temen ser descubiertos.
Al fondo hay dos personas, justo al lado del vehículo de Castle. De allí proviene la conversación.
Kate se queda paralizada, contiene la respiración porque no quiere se descubierta.
Los puede distinguir bastante bien a pesar de la poca luz, parece que no se ponen de acuerdo, los dos gesticulan mientras siguen hablando en voz baja. Su instinto policial, le impulsa a quedarse donde está, intentando averiguar algo de lo que traman. Tras una vacilación puede ver como la mujer se empina sobre sus pies, y le pasa los brazos alrededor del cuello al escritor.
No puede dar crédito a lo que está viendo. Pero no tiene más remedio que aceptar que Castle acaba respondiendo a la caricia con un beso. Desde su lugar de observación, ve cómo la rodea con sus brazos. Es un beso largo, imagina que apasionado, la mujer después sigue abrazada a él, musitando cosas en su oído. Castle permanece quieto. Tiene las manos apoyadas en la cintura de aquella mujer.
Kate se queda donde está sin hacer notar su presencia. Ve como ella se sube a un coche, y acto seguido lo hace el escritor en el suyo y salen uno detrás del otro.
Si alguien le hubiera dado un puñetazo en el estómago, seguro que le habría hecho menos daño. Sintió hasta náuseas, intentó tranquilizarse. No podía seguirlos, les había dicho a los chicos que subiría enseguida y así lo hizo. Trabajó durante media y hora y alegando tener que hacer unas compras, salió antes de lo previsto. Ya otra vez en el parquin revivió la escena de antes, y todo su ser protestó. Entró en su vehículo, y apoyando la cabeza sobre el volante, respiró hondo, despacio para que el aire llenara sus pulmones. Al cabo de unos momentos, comprendió que había conseguido relajarse lo suficiente, como para poder conducir hasta su casa.
Está dolida. Ha llorado lo suficiente, como para que cuando llegue Castle con la cena ya no le queden lágrimas, y le pueda decir todo lo que piensa de él, de una manera pausada, y sobre todo sin gritos, como si aceptara de buen grado romper su relación.
Castle llega puntual como siempre. En su rostro la sonrisa de siempre. En cuanto ella cierra la puerta se acerca, para besarla, y ante su sorpresa, en lugar de corresponder con ese beso, apasionado con el que ha soñado durante todo el día, nota las manos en su pecho, impidiéndole que se acerque más. Extrañado le pregunta
.- ¿Qué ocurre?
.- No sé, dímelo tú. Si por el motivo que sea no quieres continuar con nuestra relación, lo entiendo. Las personas hablando solemos entendernos. Lo que no te tolero de ninguna manera, es que sigas con alguna de tus aventuras, me da lo mismo si es reciente, o si es de años atrás. Por ahí no paso. Espero que lo entiendas. Comprenderás que no me apetezca pasar esta noche como la teníamos planeada. Os he visto en el parquin.
La cara de Castle, es de verdadera sorpresa cuando replica.
.- No es lo que te estás imaginando. Entre esta mujer y yo no hay nada. Te lo puedo jurar por lo más sagrado.
.- No quiero juramentos, sólo pretendía sinceridad entre nosotros. Tú mismo lo habías dicho siempre. Y has sido tú, quien ha faltado a su palabra. No te reprocho nada, somos muy libres de hacer de nuestras vidas lo que queramos. Pero tu falta de sinceridad, me parece que ha roto por completo nuestra relación.
Castle se quedó callado. En aquellos momentos hubiera preferido llantos y gritos indultándole, antes que esa frialdad con la que estaba hablando.
.- Oye Kate, déjame que te explique por lo menos una parte de este asunto. Ya veo que nos has visto en el parquin, y te vuelvo a repetir que no es lo que parece. Entre esta mujer y yo, no hay nada. Ese beso que has visto, te puedo asegurar que me ha sido impuesto. Era una manera de agradecerme algo que teníamos pendiente. Nunca nos ha unido ninguna relación sentimental.
Kate, le escuchaba mientras con el pie golpeaba suavemente el suelo, y movía la cabeza de un lado a otro en señal de negación.
.- Rick, no quiero explicaciones de ningún tipo. Ahora de verdad sólo te pido que te vayas. No me apetece estar a tu lado. Confío en que lo entiendas.
Castle intentó en vano hacerse escuchar, cosa que no consiguió, porque se vio empujado hasta la puerta, y con un empujón, se encontró en la escalera. Ella no le había dado ninguna opción. Simplemente se cerró por completo en sí misma, no queriendo oír nada.
Mientras conducía hasta su casa, pensaba de qué manera podría solucionar aquel momento crucial en su vida. No podía explicarle a Kate, que aquella mujer era el enlace de su confidente. Tenía noticias sobre el caso de su madre, pero esto él, no se lo podía decir, por lo menos hasta que estuviera en una buena pista. Decirle ahora algo, sería como dar palos de ciego.
Vio el enfado en la mirada de la inspectora – en esos momentos no era Kate, era la dura e inflexible inspectora de policía- Su deseo hubiera sido estrecharla entre sus brazos, y explicarle que estaba buceando en su pasado, queriendo acabar de una vez por todas, con toda la trama del asesinato de su madre. Pero esto, era precisamente lo que se debía callar si quería encontrar una verdadera solución. Hubiera sido fácil para él, explicarle que aquella mujer, mientras le echaba los brazos al cuello, le dijo con una débil voz “Abrázame, creo que estamos siendo espiados, precisamente por la inspectora” y enseguida sintió en su boca los labios de aquella mujer que acababa de conocer. Le estaba dando una información muy importante, pero todo debía quedar en el más absoluto anonimato. Aquello no fue una caricia, fue una imposición debido a las circunstancias. Si Kate le hubiera dejado hablar, seguro que habría encontrado alguna manera de hacerle comprender, que nada de lo que a simple vista parecía, tenía fundamento. Ella lo significaba todo para él. Se lo había dicho en muchas ocasiones. La confianza entre ellos dos tenía que ser mutua. Y él había sido juzgado sin poderse explicar. Hasta el más vil de los maleantes, tenían una posibilidad de explicarse. No le dio ninguna oportunidad. Lo echó de su lado sin contemplaciones.
Cuando llegó a su casa, ante su sorpresa estaba su madre. Esto le fastidió porque sabía que tarde o temprano acabaría descubriendo que algo fuera de lo normal le estaba sucediendo.
Martha, se quedó mirándole por unos momentos y cuando le vio dispuesto a subir, le hizo la pregunta que tanto temía Castle.
.- Rick ¿Te ocurre algo?
.- Madre…- y se quedó callado, pero comprendió que necesitaba desahogarse, por lo que le explicó todo lo sucedido. – No me ha dado ninguna posibilidad de explicarle nada.
.- Es natural. Ella ignora que estás trabajando en el caso de su madre. Eso es algo que deberías aclarar cuanto antes. Me parece que es la única manera de entenderos. Y mira el lado positivo, si se ha enfadado tanto, es porque de verdad te quiere. Pero no olvides que los celos causan mucho dolor.
Castle miró a su madre. Sabía que a veces se comportaba de una manera extravagante, pero no tenía ninguna duda que siempre le había aconsejado en los momentos difíciles.
.- No puedo hacer nada porque no me conviene descubrir todo lo que he ido averiguando del caso. Hasta que no lo tenga todo claro, estoy atado de pies y manos. ¿Tú sí que me entiendes, verdad? – Preguntó angustiado-
.- Yo sí, porque conozco las dos partes. Pero ella se tiene que conformar con lo que ha visto en el parquin, deberías comprender su postura. Mi consejo es que si no puedes explicarle toda la verdad, por lo menos que sepa que el encuentro fue debido a asuntos relacionados con un trabajo especial. Intenta hablar de nuevo con ella.
.- No madre, me ha demostrado una falta de confianza absoluta, al no dejarme hablar. Esto me ha dolido mucho. Necesito que sea ella la que de el primer paso. No me ha dado ni la opción de la duda.
Y sin decir nada más, subió al piso superior, y Martha oyó como cerraba la puerta con un pequeño portazo. Sabía que cuando estaba tan decaído y hundido como lo estaba en aquellos momentos lo mejor era dejarlo solo, y sin intentar hablarle. Era algo que lo tenía que resolver por si solo.
No obstante, le dolía verlo de aquella manera, ella sabia que todo el interés mostrado en el caso de la madre de Kate, iba mucho más allá de desenmascarar toda la trama. Para Castle era imprescindible que la inspectora no corriera peligro. Y sabía que haría todo lo posible para evitarle cualquier riesgo. Kate debería saberlo.
Martha se quedó pensativa por unos momentos. Su cabeza bullía queriendo encontrar una solución para su hijo. Eran una familia unida, se ayudaban siempre que podían, le venían a la memoria escenas en la casa, repasando entre los tres sus papeles haciendo ensayos. Desde luego estaban más unidos que la mayoría de las familias que conocía. Quería ayudar a su hijo, pero debería hacerlo de una manera que nunca nadie pudiera relacionar su intervención. Pensaba en qué excusa debería buscar, para acercarse a Kate de una manera que pareciera una casualidad.
Se suponía que al salir de la comisaría iría a su casa, y Martha se impuso como una obligación, hacer guardia frente a su domicilio. Era actriz, y sabía que no le sería difícil, improvisar un encuentro casual.
Martha cuando la vio acercarse, repasó mentalmente el papel que iba a interpretar. Dejó a su hijo de mal humor, preocupado y con una expresión de tristeza en su rostro difícil de ocultar. Cuando tuvo delante a Kate supo que estaba en las mismas condiciones. Un rostro alargado, la mirada perdida y ni un amago de sonrisa cuando la abrazó. Antes que pudiera preguntarle nada Martha se adelantó, y le dijo que acababa de tener una entrevista par un nuevo papel, muy cerca de su casa.
Kate la invitó a subir a su casa. Era algo con lo que ya contaba Martha.
Una vez dentro, se sentaron y Kate le preguntó si había visto a Rick al mediodía. Martha pensó que una mentira piadosa no haría daño a nadie.
-. No querida, le he oído llegar, pero ha subido al dormitorio casi sin dirigirme la palabra. ¿Ocurre algo especial? – Su tono era de lo más ingenuo-
Y Kate sintió que necesitaba descargar el peso que la atormentaba desde hacía unas horas, y le explicó poco más o menos lo mismo que Castle, pero bajo su punto de vista. Y acabó diciendo que se sentía traicionada por su hijo.
Para Martha había llegado su gran momento, ahora podría demostrar todas sus dotes de actriz. Le hizo comprender que su hijo sólo quería protegerla. Que nunca antes de ahora, en todas las relaciones que había tenido - y aquí hizo un gesto muy elocuente con las manos – desde que salía con ella, había cambiado. Y le preguntó así de sopetón
.- ¿Si tu vieras que Rick corre un peligro inminente, no harías nada para protegerle?
.- Imagino que sí. –Dijo tras pensarlo unos segundos-
.- Pues quizás sea que es lo que está haciendo él por ti. Es algo que deberíais hablar con calma. Se trata de vuestra felicidad. Por tu cara veo que todo lo sucedido te ha afectado. Estas peleas entre enamorados no son nada buenas. Te habla la voz de la experiencia. Imagino que ahora estás más calmada, y te será más fácil hablar con él sin esconder nada.
Kate le miró, y vio preocupación en el rostro de aquella mujer, que a veces resultaba ampulosa al hablar, pero que ahora sólo quería que entre Rick y ella la situación volviera a la normalidad.
.- Creo que me estás diciendo que me precipité al juzgarle. Puede que tengas razón. – Dijo tratando de esconder un suspiro –
.- No demores más esta conversación. Rick está en casa solo. A mí me esperan en otro lugar, y no estoy segura de sí volveré a la hora de la cena. Tenéis muchas horas para aclarar todo lo que ha quedado oculto. Y sobre todo piensa que él, puede que sólo quiera protegerte, me parece que no soportaría que corrieras ningún peligro innecesario. Piensa que tu trabajo a veces es arriesgado…
Kate estaba indecisa.
Las dos mujeres se miraron, como si se entablara una lucha emocional entre ellas. Martha como madre, quería que Rick encontrara la felicidad, y estaba muy segura que al lado de la inspectora podría hallarla. Kate, intentaba borrar la imagen del escritor en el parquin, besando a otra mujer.
-. Sé valiente Kate, si de verdad le quieres dale la oportunidad de que te pueda explicar el motivo de ese encuentro. Has visto que besaba a otra mujer, ya sé que te ha dolido, pero piensa que quizás esta caricia escondía algo que tú ignoras. Te puedo asegurar que desde que sale contigo, su vida ha hecho un cambio radical. Dale una posibilidad de explicarse.
.- De acuerdo – dijo al fin – Subiré y le dejaré hablar. Pero tiene que ser muy convincente lo que me diga, para que yo pueda borrar esa escena
.- Piensa que si tanto te ha dolido es porque realmente te importa.
Martha había conseguido lo que quería, que Kate pensara detenidamente en lo sucedido. Estaba segura que si se decidía a subir, todo se arreglaría entre ellos. Rick encontraría un argumento válido, para su comportamiento de eso no tenía ninguna duda. La vio como se dirigía camino del coche.
Kate mientras conducía pensaba en las palabras oportunas que tenía que decirle a Castle. Desde luego tenía muy claro que no se iba a rebajar por no confiar en él. Quería saber cuales eran los argumentos tan poderosos que le habían impulsado besar a aquella mujer.
Cuando llamó a la puerta, notaba que el corazón le latía fuertemente, y quería calmarse, pero no tuvo demasiado tiempo, Castle apareció en la puerta, con evidentes signos en su cara de un enfado, estaba casi igual que cuando lo echó de su casa. Hizo un ademán para que entrara, después cerró la puerta.
.- Has venido…eso me hace creer que has pensado calmadamente en todo lo sucedido, yo… - iba a hablar, pero Kate le puso un dedo sobre sus labios.-
.- Simplemente quiero que sepas que creo en lo que me dijiste. No es ninguna aventura. De momento para mí esto es suficiente. Te creo porque nos comprometimos los dos a no tener secretos, y sobre todo en confiar plenamente el uno en el otro. Pero llegará un momento en el que querré saber todo, hasta el más pequeño incidente de este caso.
Castle, la miró sintiendo que todo su cuerpo se estremecía, era como si se hubiera desprendido de algo muy pesado que no le dejara respirar. La atrajo hasta él, sin estar demasiado convencido que ella se dejara abrazar, pero al sentir sus brazos alrededor del cuello, supo que aquel caso lo tenía ganado. Le podía explicar mil razones referentes a sus novelas a las editoriales, a sus fans, todo menos que era una confidente. A veces una mentira piadosa podía hacer mucho bien.
Quedó todo borrado. Sus caricias eran tan elocuentes, que las palabras no eran necesarias.
..- Solo quiero que confíes en mí plenamente, no sería capaz de hacerte ningún daño. Supongo que esto ya lo has descubierto en este tiempo que salimos juntos.
La separó un poco para verle el rostro. Volvía a ser la Kate de siempre, esa mujer que le había robado el corazón desde hacía mucho tiempo.
.- Te creo. No sé porque, pero es así. – Kate comprobó que no le costaba demasiado decirlo -
Mientras pensaba que estando en sus brazos le era imposible rechazarle.
Después aclarado este punto tan importante en una pareja, nada tuvo valor. Las palabras sobraban. Eran mucho más efectivas sus caricias, sus besos. El deseo se había impuesto, pero los dos sabían que su relación se había fortalecido con aquella amarga experiencia.
FIN
Marzo 2012
ESCRITO POR marypaz.
En la Comisaría todos coincidían en decir que desde que la Inspectora Kate Beckett tenía asumida su atracción por el escritor, su carácter había cambiado por completo. Tenía una sonrisa de felicidad que no intentaba ocultar, quizás porque no se daba cuenta que era tan visible.
Se sentía feliz. Su vida personal ya no era un deambular por la vida, con algunos momentos de una felicidad efímera al lado del acompañante de turno. Ahora era muy distinto.
Ellos dos se veían con frecuencia en su casa. Pasaban la noche juntos gozando de su compañía, de sus cuerpos, como antes – según ellos mismo reconocían- nunca lo habían conseguido con sus relaciones anteriores. No tenían ningún recelo a comentárselo entre ellos.
Castle era un experto en cuestión de hacer feliz de mil maneras distintas a una mujer, y le repetía constantemente que en una pareja una de las cosas que debían cuidar, era la confianza mutua. Reconocía en más de una ocasión, que sus anteriores fracasos, fueron debidos a que este factor falló. Con la madre de Alexis, no fue este el caso precisamente, ahí falló, la extrema juventud de los dos, pero sobre todo el egoísmo patente de ella. Ni una hija le hizo cambiar de actitud ante la vida.
Estas conversaciones, a Kate le hacían ver al escritor como una persona atormentada en muchas ocasiones por su pasado. Y acurrucada en sus brazos, le dejaba que hablara, que se desahogara, mientras sentía en su cabeza la suave caricia de aquellas manos. Llegaban luego sin tardar esos momentos mágicos, que los transportaban a lugares donde sólo existía la pasión, el amor en toda la extensión de la palabra, y se dejaba querer, buscando ella también el placer en las caricias que le prodigaba.
Eran momentos fabulosamente íntimos entre ellos donde nada que no fuera su pasión tenía ningún sentido.
Después esa placidez completa, ese descanso total de cuerpo y mente, la hacían sentirse feliz y en paz consigo misma, cosa que antes le había ocurrido muy pocas veces. De ahí venía su felicidad, de descubrirlo precisamente con aquel hombre que durante tiempo quiso mantener alejado de ella. Probablemente porque le tenía miedo, mejor dicho se temía a sí misma porque imaginaba que su entrega sería total y absoluta con el escritor. Y ella no quería depender de nadie en ningún aspecto.
Todas sus anteriores relaciones nunca llegaron a la intensidad, que habían llegado con Castle.
Pero estas cosas nadie más las sabía. En la Comisaría podían imaginar que entre ellos dos existía una relación que iba más allá de aquellas paredes, pero nunca podrían imaginar hasta qué punto estaban ellos dos relacionados. Se pusieron de acuerdo en no hacer un pregón de sus sentimientos.
Era feliz y punto.
Se lo debía al escritor, y punto.
Sí, se daba cuenta que todas las frases que pudiera pensar le añadía un punto. Eso le bastaba.
En estos momentos la mañana transcurre sin grandes novedades, sus miradas se cruzan, mantienen un diálogo que sólo ellos dos comprenden. Rick Castle la mira con los ojos entornados, y esa sonrisa con la que sabe que conseguirá todo lo que se proponga. Le acaba de pasar una nota en la que dice “esta noche seré puntual, no te preocupes por la cena, yo traeré comida preparada”
Beckett después de leerla, se dirige hasta la máquina donde se destruyen todos los papeles para no dejar ningún rastro del escrito, en aquel lugar van a parar todas las pruebas que no desean que nadie más las sepa. Allí desmenuzados nadie puede averiguar nada de lo que están llevando a cabo.
Kate mira como ese pequeño papel queda hecho trizas en la máquina, y segura de que nadie lo podrá leer, se vuelve a su silla, mientras mira a Castle, asintiendo con la mirada.
Ryan y Expósito, como en un descuido levantan disimuladamente la mano juntando los dedos índice y pulgar. No dicen nada, pero ya han podido comprobar, que la inspectora en muchas ocasiones se levanta y va hasta la máquina, con un pequeño papel que destroza, mientras en su cara luce una sonrisa satisfecha.
Realmente se alegran por ellos, aun que les hubiera gustado que la pareja les hiciera partícipes públicamente, de su buen entendimiento. Según Expósito, ni Lanie sabía nada a ciencia cierta.
El trabajo se va realizando en la Comisaría de la manera más monótona que conocen. Es decir poner al día todo el papeleo atrasado. Cada cual en su lugar va cumpliendo su tarea en silencio.
El móvil de Castle suena un par de veces, y él se apresura a responder. Lo hace con monosílabos, y casi en voz baja. Kate intenta interrogarle con la mirada, pero el escritor parece estar ausente. Al cabo de un rato se levanta, y en voz alta comenta que como el trabajo que tienen entre manos, no es de su incumbencia y allí no hace nada provechoso, se irá a su casa. Mientras habla no obstante tiene la mirada fija en los ojos de Kate.
Levanta su mano en señal de despedida, y todos le responden de la misma manera.
A los pocos momentos ella también se levanta y comenta
.- Chicos creo que me he dejado el móvil en la guantera del coche, voy a por él y vuelvo enseguida-.
.- Vale…. Pero contaremos lo que tardas en volver. No está bien dejarnos a nosotros todo el papeleo. -Dice Ryan en tono de queja-
.- Parece como si no me creyerais…-comenta Beckett, mientras les enseña su bolso, para que vean que allí no está el móvil.-
Camino del parquin Kate no puede dejar de pensar en la nota que le ha pasado Castle. Y se emociona imaginando la velada que les puede esperar aquella noche. Recuerda otros encuentros a escondidas de todos, y ese factor, parece que le da más potencia. Se sonríe. Sabe que tiene que darse prisa en subir y enseñarles el móvil a sus compañeros, para que comprueben que no les ha mentido.
Nada más entrar en el lugar que está medio a oscuras, oye el rumor de unas voces, alguien está hablando en susurros, lo cual demuestra que temen ser descubiertos.
Al fondo hay dos personas, justo al lado del vehículo de Castle. De allí proviene la conversación.
Kate se queda paralizada, contiene la respiración porque no quiere se descubierta.
Los puede distinguir bastante bien a pesar de la poca luz, parece que no se ponen de acuerdo, los dos gesticulan mientras siguen hablando en voz baja. Su instinto policial, le impulsa a quedarse donde está, intentando averiguar algo de lo que traman. Tras una vacilación puede ver como la mujer se empina sobre sus pies, y le pasa los brazos alrededor del cuello al escritor.
No puede dar crédito a lo que está viendo. Pero no tiene más remedio que aceptar que Castle acaba respondiendo a la caricia con un beso. Desde su lugar de observación, ve cómo la rodea con sus brazos. Es un beso largo, imagina que apasionado, la mujer después sigue abrazada a él, musitando cosas en su oído. Castle permanece quieto. Tiene las manos apoyadas en la cintura de aquella mujer.
Kate se queda donde está sin hacer notar su presencia. Ve como ella se sube a un coche, y acto seguido lo hace el escritor en el suyo y salen uno detrás del otro.
Si alguien le hubiera dado un puñetazo en el estómago, seguro que le habría hecho menos daño. Sintió hasta náuseas, intentó tranquilizarse. No podía seguirlos, les había dicho a los chicos que subiría enseguida y así lo hizo. Trabajó durante media y hora y alegando tener que hacer unas compras, salió antes de lo previsto. Ya otra vez en el parquin revivió la escena de antes, y todo su ser protestó. Entró en su vehículo, y apoyando la cabeza sobre el volante, respiró hondo, despacio para que el aire llenara sus pulmones. Al cabo de unos momentos, comprendió que había conseguido relajarse lo suficiente, como para poder conducir hasta su casa.
Está dolida. Ha llorado lo suficiente, como para que cuando llegue Castle con la cena ya no le queden lágrimas, y le pueda decir todo lo que piensa de él, de una manera pausada, y sobre todo sin gritos, como si aceptara de buen grado romper su relación.
Castle llega puntual como siempre. En su rostro la sonrisa de siempre. En cuanto ella cierra la puerta se acerca, para besarla, y ante su sorpresa, en lugar de corresponder con ese beso, apasionado con el que ha soñado durante todo el día, nota las manos en su pecho, impidiéndole que se acerque más. Extrañado le pregunta
.- ¿Qué ocurre?
.- No sé, dímelo tú. Si por el motivo que sea no quieres continuar con nuestra relación, lo entiendo. Las personas hablando solemos entendernos. Lo que no te tolero de ninguna manera, es que sigas con alguna de tus aventuras, me da lo mismo si es reciente, o si es de años atrás. Por ahí no paso. Espero que lo entiendas. Comprenderás que no me apetezca pasar esta noche como la teníamos planeada. Os he visto en el parquin.
La cara de Castle, es de verdadera sorpresa cuando replica.
.- No es lo que te estás imaginando. Entre esta mujer y yo no hay nada. Te lo puedo jurar por lo más sagrado.
.- No quiero juramentos, sólo pretendía sinceridad entre nosotros. Tú mismo lo habías dicho siempre. Y has sido tú, quien ha faltado a su palabra. No te reprocho nada, somos muy libres de hacer de nuestras vidas lo que queramos. Pero tu falta de sinceridad, me parece que ha roto por completo nuestra relación.
Castle se quedó callado. En aquellos momentos hubiera preferido llantos y gritos indultándole, antes que esa frialdad con la que estaba hablando.
.- Oye Kate, déjame que te explique por lo menos una parte de este asunto. Ya veo que nos has visto en el parquin, y te vuelvo a repetir que no es lo que parece. Entre esta mujer y yo, no hay nada. Ese beso que has visto, te puedo asegurar que me ha sido impuesto. Era una manera de agradecerme algo que teníamos pendiente. Nunca nos ha unido ninguna relación sentimental.
Kate, le escuchaba mientras con el pie golpeaba suavemente el suelo, y movía la cabeza de un lado a otro en señal de negación.
.- Rick, no quiero explicaciones de ningún tipo. Ahora de verdad sólo te pido que te vayas. No me apetece estar a tu lado. Confío en que lo entiendas.
Castle intentó en vano hacerse escuchar, cosa que no consiguió, porque se vio empujado hasta la puerta, y con un empujón, se encontró en la escalera. Ella no le había dado ninguna opción. Simplemente se cerró por completo en sí misma, no queriendo oír nada.
Mientras conducía hasta su casa, pensaba de qué manera podría solucionar aquel momento crucial en su vida. No podía explicarle a Kate, que aquella mujer era el enlace de su confidente. Tenía noticias sobre el caso de su madre, pero esto él, no se lo podía decir, por lo menos hasta que estuviera en una buena pista. Decirle ahora algo, sería como dar palos de ciego.
Vio el enfado en la mirada de la inspectora – en esos momentos no era Kate, era la dura e inflexible inspectora de policía- Su deseo hubiera sido estrecharla entre sus brazos, y explicarle que estaba buceando en su pasado, queriendo acabar de una vez por todas, con toda la trama del asesinato de su madre. Pero esto, era precisamente lo que se debía callar si quería encontrar una verdadera solución. Hubiera sido fácil para él, explicarle que aquella mujer, mientras le echaba los brazos al cuello, le dijo con una débil voz “Abrázame, creo que estamos siendo espiados, precisamente por la inspectora” y enseguida sintió en su boca los labios de aquella mujer que acababa de conocer. Le estaba dando una información muy importante, pero todo debía quedar en el más absoluto anonimato. Aquello no fue una caricia, fue una imposición debido a las circunstancias. Si Kate le hubiera dejado hablar, seguro que habría encontrado alguna manera de hacerle comprender, que nada de lo que a simple vista parecía, tenía fundamento. Ella lo significaba todo para él. Se lo había dicho en muchas ocasiones. La confianza entre ellos dos tenía que ser mutua. Y él había sido juzgado sin poderse explicar. Hasta el más vil de los maleantes, tenían una posibilidad de explicarse. No le dio ninguna oportunidad. Lo echó de su lado sin contemplaciones.
Cuando llegó a su casa, ante su sorpresa estaba su madre. Esto le fastidió porque sabía que tarde o temprano acabaría descubriendo que algo fuera de lo normal le estaba sucediendo.
Martha, se quedó mirándole por unos momentos y cuando le vio dispuesto a subir, le hizo la pregunta que tanto temía Castle.
.- Rick ¿Te ocurre algo?
.- Madre…- y se quedó callado, pero comprendió que necesitaba desahogarse, por lo que le explicó todo lo sucedido. – No me ha dado ninguna posibilidad de explicarle nada.
.- Es natural. Ella ignora que estás trabajando en el caso de su madre. Eso es algo que deberías aclarar cuanto antes. Me parece que es la única manera de entenderos. Y mira el lado positivo, si se ha enfadado tanto, es porque de verdad te quiere. Pero no olvides que los celos causan mucho dolor.
Castle miró a su madre. Sabía que a veces se comportaba de una manera extravagante, pero no tenía ninguna duda que siempre le había aconsejado en los momentos difíciles.
.- No puedo hacer nada porque no me conviene descubrir todo lo que he ido averiguando del caso. Hasta que no lo tenga todo claro, estoy atado de pies y manos. ¿Tú sí que me entiendes, verdad? – Preguntó angustiado-
.- Yo sí, porque conozco las dos partes. Pero ella se tiene que conformar con lo que ha visto en el parquin, deberías comprender su postura. Mi consejo es que si no puedes explicarle toda la verdad, por lo menos que sepa que el encuentro fue debido a asuntos relacionados con un trabajo especial. Intenta hablar de nuevo con ella.
.- No madre, me ha demostrado una falta de confianza absoluta, al no dejarme hablar. Esto me ha dolido mucho. Necesito que sea ella la que de el primer paso. No me ha dado ni la opción de la duda.
Y sin decir nada más, subió al piso superior, y Martha oyó como cerraba la puerta con un pequeño portazo. Sabía que cuando estaba tan decaído y hundido como lo estaba en aquellos momentos lo mejor era dejarlo solo, y sin intentar hablarle. Era algo que lo tenía que resolver por si solo.
No obstante, le dolía verlo de aquella manera, ella sabia que todo el interés mostrado en el caso de la madre de Kate, iba mucho más allá de desenmascarar toda la trama. Para Castle era imprescindible que la inspectora no corriera peligro. Y sabía que haría todo lo posible para evitarle cualquier riesgo. Kate debería saberlo.
Martha se quedó pensativa por unos momentos. Su cabeza bullía queriendo encontrar una solución para su hijo. Eran una familia unida, se ayudaban siempre que podían, le venían a la memoria escenas en la casa, repasando entre los tres sus papeles haciendo ensayos. Desde luego estaban más unidos que la mayoría de las familias que conocía. Quería ayudar a su hijo, pero debería hacerlo de una manera que nunca nadie pudiera relacionar su intervención. Pensaba en qué excusa debería buscar, para acercarse a Kate de una manera que pareciera una casualidad.
Se suponía que al salir de la comisaría iría a su casa, y Martha se impuso como una obligación, hacer guardia frente a su domicilio. Era actriz, y sabía que no le sería difícil, improvisar un encuentro casual.
Martha cuando la vio acercarse, repasó mentalmente el papel que iba a interpretar. Dejó a su hijo de mal humor, preocupado y con una expresión de tristeza en su rostro difícil de ocultar. Cuando tuvo delante a Kate supo que estaba en las mismas condiciones. Un rostro alargado, la mirada perdida y ni un amago de sonrisa cuando la abrazó. Antes que pudiera preguntarle nada Martha se adelantó, y le dijo que acababa de tener una entrevista par un nuevo papel, muy cerca de su casa.
Kate la invitó a subir a su casa. Era algo con lo que ya contaba Martha.
Una vez dentro, se sentaron y Kate le preguntó si había visto a Rick al mediodía. Martha pensó que una mentira piadosa no haría daño a nadie.
-. No querida, le he oído llegar, pero ha subido al dormitorio casi sin dirigirme la palabra. ¿Ocurre algo especial? – Su tono era de lo más ingenuo-
Y Kate sintió que necesitaba descargar el peso que la atormentaba desde hacía unas horas, y le explicó poco más o menos lo mismo que Castle, pero bajo su punto de vista. Y acabó diciendo que se sentía traicionada por su hijo.
Para Martha había llegado su gran momento, ahora podría demostrar todas sus dotes de actriz. Le hizo comprender que su hijo sólo quería protegerla. Que nunca antes de ahora, en todas las relaciones que había tenido - y aquí hizo un gesto muy elocuente con las manos – desde que salía con ella, había cambiado. Y le preguntó así de sopetón
.- ¿Si tu vieras que Rick corre un peligro inminente, no harías nada para protegerle?
.- Imagino que sí. –Dijo tras pensarlo unos segundos-
.- Pues quizás sea que es lo que está haciendo él por ti. Es algo que deberíais hablar con calma. Se trata de vuestra felicidad. Por tu cara veo que todo lo sucedido te ha afectado. Estas peleas entre enamorados no son nada buenas. Te habla la voz de la experiencia. Imagino que ahora estás más calmada, y te será más fácil hablar con él sin esconder nada.
Kate le miró, y vio preocupación en el rostro de aquella mujer, que a veces resultaba ampulosa al hablar, pero que ahora sólo quería que entre Rick y ella la situación volviera a la normalidad.
.- Creo que me estás diciendo que me precipité al juzgarle. Puede que tengas razón. – Dijo tratando de esconder un suspiro –
.- No demores más esta conversación. Rick está en casa solo. A mí me esperan en otro lugar, y no estoy segura de sí volveré a la hora de la cena. Tenéis muchas horas para aclarar todo lo que ha quedado oculto. Y sobre todo piensa que él, puede que sólo quiera protegerte, me parece que no soportaría que corrieras ningún peligro innecesario. Piensa que tu trabajo a veces es arriesgado…
Kate estaba indecisa.
Las dos mujeres se miraron, como si se entablara una lucha emocional entre ellas. Martha como madre, quería que Rick encontrara la felicidad, y estaba muy segura que al lado de la inspectora podría hallarla. Kate, intentaba borrar la imagen del escritor en el parquin, besando a otra mujer.
-. Sé valiente Kate, si de verdad le quieres dale la oportunidad de que te pueda explicar el motivo de ese encuentro. Has visto que besaba a otra mujer, ya sé que te ha dolido, pero piensa que quizás esta caricia escondía algo que tú ignoras. Te puedo asegurar que desde que sale contigo, su vida ha hecho un cambio radical. Dale una posibilidad de explicarse.
.- De acuerdo – dijo al fin – Subiré y le dejaré hablar. Pero tiene que ser muy convincente lo que me diga, para que yo pueda borrar esa escena
.- Piensa que si tanto te ha dolido es porque realmente te importa.
Martha había conseguido lo que quería, que Kate pensara detenidamente en lo sucedido. Estaba segura que si se decidía a subir, todo se arreglaría entre ellos. Rick encontraría un argumento válido, para su comportamiento de eso no tenía ninguna duda. La vio como se dirigía camino del coche.
Kate mientras conducía pensaba en las palabras oportunas que tenía que decirle a Castle. Desde luego tenía muy claro que no se iba a rebajar por no confiar en él. Quería saber cuales eran los argumentos tan poderosos que le habían impulsado besar a aquella mujer.
Cuando llamó a la puerta, notaba que el corazón le latía fuertemente, y quería calmarse, pero no tuvo demasiado tiempo, Castle apareció en la puerta, con evidentes signos en su cara de un enfado, estaba casi igual que cuando lo echó de su casa. Hizo un ademán para que entrara, después cerró la puerta.
.- Has venido…eso me hace creer que has pensado calmadamente en todo lo sucedido, yo… - iba a hablar, pero Kate le puso un dedo sobre sus labios.-
.- Simplemente quiero que sepas que creo en lo que me dijiste. No es ninguna aventura. De momento para mí esto es suficiente. Te creo porque nos comprometimos los dos a no tener secretos, y sobre todo en confiar plenamente el uno en el otro. Pero llegará un momento en el que querré saber todo, hasta el más pequeño incidente de este caso.
Castle, la miró sintiendo que todo su cuerpo se estremecía, era como si se hubiera desprendido de algo muy pesado que no le dejara respirar. La atrajo hasta él, sin estar demasiado convencido que ella se dejara abrazar, pero al sentir sus brazos alrededor del cuello, supo que aquel caso lo tenía ganado. Le podía explicar mil razones referentes a sus novelas a las editoriales, a sus fans, todo menos que era una confidente. A veces una mentira piadosa podía hacer mucho bien.
Quedó todo borrado. Sus caricias eran tan elocuentes, que las palabras no eran necesarias.
..- Solo quiero que confíes en mí plenamente, no sería capaz de hacerte ningún daño. Supongo que esto ya lo has descubierto en este tiempo que salimos juntos.
La separó un poco para verle el rostro. Volvía a ser la Kate de siempre, esa mujer que le había robado el corazón desde hacía mucho tiempo.
.- Te creo. No sé porque, pero es así. – Kate comprobó que no le costaba demasiado decirlo -
Mientras pensaba que estando en sus brazos le era imposible rechazarle.
Después aclarado este punto tan importante en una pareja, nada tuvo valor. Las palabras sobraban. Eran mucho más efectivas sus caricias, sus besos. El deseo se había impuesto, pero los dos sabían que su relación se había fortalecido con aquella amarga experiencia.
FIN
Marzo 2012
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
muchas gracias por una historia fabulosa
te felicito un trabajo muy bueno
espero mas historias tuyas
te felicito un trabajo muy bueno
espero mas historias tuyas
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
¡Qué bonito!
GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
- Mensajes : 1195
Fecha de inscripción : 24/07/2011
Edad : 29
Localización : Galicia
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Muchas gracias por vuestras palabras de ánimos, me encanta que os haya gustado. Para un publico así, da gusto escribir.
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Ni te imaginas la alegría que me da cuando entro al foro y veo un fic tuyo. Me ha encantado. Gracias por compartirlo.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Muy buena!!!, Martha como siempre genial.
Gracias por compartirlo
Gracias por compartirlo
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Gracias a vosotras de verdad!!!!! por leer y comentar
Y si, Martha es un personaje que me encanta. ¿Se nota?
Y si, Martha es un personaje que me encanta. ¿Se nota?
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
preciosooooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Me ha encantado, está genial. Graciassss
Inara- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 28/01/2012
Localización : Fillionland
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
¡¡¡MUY BUENA LA HISTORIA!!! Me ha encantado.
caskett mola- Autor de best-seller
- Mensajes : 874
Fecha de inscripción : 27/01/2011
Edad : 26
Localización : Castlelandia
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Estoy muy contenta de que encontreis divertidos y amenos mis fics, eso me dan ganas de seguir escribiendo.
Gracias por vuestras palabras-
Gracias por vuestras palabras-
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
me encantan tus fics mary! soy una gran fan tuya, jamas me has decepcionado en alguno
.:DaNu:.- Policia de homicidios
- Mensajes : 704
Fecha de inscripción : 13/08/2011
Edad : 25
Localización : Perú
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Me gusta mucho que mis fics tengan buena acogida, ya que eso siempre da motivos para seguir escribiendo. Todos ganamos, yo porque me gusta escribir, y si a vosotros os gustan, se cierra el ciclo completo. Uyyy que perorata!!!!
Gracias por seguir leyendo....
Gracias por seguir leyendo....
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Que bonito marypaz, en serio!!! Que ganas de volver a abrir el apartado fanfics y ver que has escrito otro nuevo
mery_caskett- Actor en Broadway
- Mensajes : 206
Fecha de inscripción : 03/11/2011
Edad : 36
Localización : Cordillera Cantábrica p'arriba
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
mery_caskett escribió:Que bonito marypaz, en serio!!! Que ganas de volver a abrir el apartado fanfics y ver que has escrito otro nuevo
Muchas gracias, siempre da gusto saber que leeis con interés. Eso anima a cualquiera, la prueba es que ya estoy pensando en otro...
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
marypaz escribió:mery_caskett escribió:Que bonito marypaz, en serio!!! Que ganas de volver a abrir el apartado fanfics y ver que has escrito otro nuevo
Muchas gracias, siempre da gusto saber que leeis con interés. Eso anima a cualquiera, la prueba es que ya estoy pensando en otro...
BIEEEEEEENNNN!!!!!
mery_caskett- Actor en Broadway
- Mensajes : 206
Fecha de inscripción : 03/11/2011
Edad : 36
Localización : Cordillera Cantábrica p'arriba
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Muy bien fica, me a encantado!!! Muy bonito y muy bien redactado. Un 10
Sekai_Nakamura- Escritor novato
- Mensajes : 10
Fecha de inscripción : 29/03/2012
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
Sekai_Nakamura escribió:Muy bien fica, me a encantado!!! Muy bonito y muy bien redactado. Un 10
Me alegra que te haya gustado, y ya estoy terminando de retocar uno nuevo, si puedo lo subo hoy y si no mañana, con lector@s como vosotr@s da gusto escribir
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
ay q rumba! muy bueno el oneshot! me encanto! y escribes muy bien!
maria_JB_caskett- Ayudante de policia
- Mensajes : 122
Fecha de inscripción : 01/02/2012
Edad : 28
Localización : bogota-colombia
Re: EL AMARGO SABOR DE LOS CELOS
maria_JB_caskett escribió:ay q rumba! muy bueno el oneshot! me encanto! y escribes muy bien!
Muchas gracias guapa, siempre es un placer escribir para vosotr@s
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
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