Respawn Cap 1,2,3
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Respawn Cap 1,2,3
Buenas a todos me he decido a escribir un fic porque me gusta escribir y con el motivo del último capitulo de Castle (4x19)me anime a escribir uno a partir de una idea que se me ocurrió mientras lo veía, Además es un especie de re-presentacion dado que por motivos de estudio y personales mi paso por aqui fue como el registro de rápido xd. Espero que me veais un poco más por aquí. Aunque no creo que hable mucho, aparte de ser bastante timido, soy de aquellas personas que le gusta más escuchar que hablar xD bueno sin más dilación aquí os dejo el fic.
RESPAWN
Capitulo 1: Una nueva ventana
¿Cómo podía haber ocurrido todo aquello? – pensó Kate mientras miraba la camilla en la que estaba tumbado Castle completamente inconsciente. A su lado estaban su hija, Alexis, y su madre, Martha. Ambas tenían los ojos enrojecidos y profundos, fruto del cansancio y del paso que las lágrimas habían dejado. Kate tampoco había dormido nada. Tenía miedo a quedarse dormida y no poder volver a verlo, no por lo menos sin despedirse, de decirle todo aquello que nunca le había dicho. Unos metro más allá de donde se encontraba Kate, tanto Espo como Rayan, tan fieles como siempre, realizando llamadas sin pesar, presionando a todos los testigos, investigando rincón a rincón. Cada poco tiempo informaban a Kate de lo que le iban sacando en claro pero Kate estaba bloqueada. Tras un tiempo, Kate se despejó todo lo que pudo. Esto no podía quedar así, no lo podía permitir. Y se puso a repasar el caso paso por paso
Un día antes
Todas las pistas apuntaban, según el perfil, a un individuo varón de entre veinticinco y cuarenta años, con muchos problemas sociales, recientemente en paro posiblemente debido a los recortes de la crisis y con brotes psicóticos en su historial. Exactamente como Adam Scott su principal sospechoso. Adam era inteligente, muy inteligente de hecho. Había conseguido explosionar dos artefactos en menos de una semana en los principales puntos gubernamentales de Manhattan, matando a dos personas y dejando un rastro de veinte heridos. Los artefactos no eran de gran tamaño, ni siquiera tenían mucho alcance y estaban escondidas de manera que no causaran ningún daño. Cada bomba había ocasionado un muerto, aunque la última había sido la peor. Había destrozado completamente una columna derribando una pared de una de las salas principales, ocasionando múltiples heridos. Las muertes habían sido casualidades y ese era un hecho a tener en cuenta. Rayan había llegado aquella mañana a la mesa de Kate, y a su lado en “Su Silla” (así la había bautizado Castle, harto de que la señora de la limpieza se la llevara a su sitio correspondiente. Rick cansado de ir a por la silla todos los días le había dejado un cartelito que rezaba: No mueva la silla, gracias.) estaba Castle. Rayan había estado buscando la dirección de Adam, cosa que costó más de lo que pensaban, dado que su dirección era falsa. Castle y Kate salieron pitando hacia allí seguida por Esposito y Rayan. Kate llevaba ya tres años con Castle. Éste había ido introduciéndola en su familia, con Alexis y con Martha, mientras que ella había hecho lo mismo y él ya era una parte importante de la 12. Entre ellos había surgido algo, pero que ninguno de los dos estaba dispuesto a demostrar. Lo más cerca que estuvieron fue aquel día en el que una bala se incrustó en el pecho de Kate. Allí Castle le había dicho que la quería, que la amaba. Pero eso ya había pasado, por culpa de ella, se decía así misma y todo había vuelto a ser como era. Tras un rápido viaje se bajaron del coche y entraron en un viejo cobertizo que Adam tenía encontrado. Fueron registrando lentamente habitación por habitación. Adam estaba en el último piso y tenía una mágnum del 45 entre las manos:
- Suelta la pistola – dijo Kate entrando lentamente en la habitación
- No puedo – respondió la voz temblorosa de Adam – Yo no… yo no quería… yo no quería que hubiera muertos
- Lo sé pero ahora suelte la pistola – dijo ella intentando poner una voz dulce
- ¡He dicho que no! – gritó Adam - ¡Yo solo quería que se dieran cuenta de que no pueden ir por allí pavoneándose de lo ricos que son mientras dejan a familias enteras en la calle!
- Y lo entiendo. Son unos buitres y está mal, pero esta no es la solución
Adam sonrió por última vez antes de realizar un agujero de 45 milímetros sobre su sien derecha. Kate se lo esperaba, era una situación difícil, pero no por ello le afecto menos. Si algo había aprendido con los años, es que no era lo mismo verlo que vivirlo. Al menos todo había acabado, pensó. De vuelta a la 12 Rick paró un momento en el banco para hacer unas transacciones, aunque Kate estaba segura que era un pretexto para estar un rato a solas. Ahí empezó todo. En el banco al que Rick iba estalló una bomba, la tercera y de similares características, solo que mucho más fuerte. Rick resultó herido, al igual que otras cincuenta personas. Había otro muerto. Desde entonces ya habían pasado veinticuatro horas y Castle todavía no había despertado.
De vuelta…
Si el sujeto estaba muerto, ¿cómo podía haber accionado la bomba?. Kate se cansó de la espera de la autopsia de los cadáveres. Llevaban en la cola ya tres días así que utilizó su último recurso, aquel que solo utilizaba en casos extremos. Lanie. Unas horas más tarde estaba en la morgue
- Hola Kate – dijo en un tono formal Lanie, como siempre hacía en cuestiones de trabajo – Tengo un dato muy extraño. Creo que te va a sorprender
- Eso espero, no sé que hacer – confesó – pero esto no va a acabar así – Lanie dio un suspiro de asentimiento
- Bien, el caso es que no creo que fueran muertes involuntarias. Alguien más tenía que saber donde y cuando iban a colocar las bombas.
- ¿Cómo?
- Pues eso, que alguien debía de saber donde iban a colocar las bombas. Todas las víctimas tienen un pinchazo en la nuca, muy pequeño y muy bien hecho. Podría ser de alguien que haya estudiado medicina. Sabía exactamente donde pinchar. Una dosis suficiente de morfina como para dejarla KO. Los tres estaban muertos antes de que la bomba explotara. Nuestro asesino los debió dejar al lado de cada bomba
En otras ocasiones Lanie le habría pedido un gracias y Kate se lo habría exagerado, pero tal y como estaban las cosas no era una de esas ocasiones
- Kate – la llamó antes de que se fuera por la puerta - ¿Qué tal está?
Ella no respondió, aunque su cara de preocupación lo dijo todo.
- Ya veo
Dicho esto Kate se fue. ¿Qué relación podía tener todo? Algo se les había pasado por alto. Sacó el móvil del bolsillo y llamó a Esposito.
- Espo necesito que vuelvas a investigar a Adam pero esta vez a fondo comprueba desde que nació hasta que murió sin dejarte ni un maldito recreo – se alejó un momento del audífono para que no se notara su temblor en la voz.
- De hecho ya lo hemos hecho, te íbamos a llamar. Resulta que Adam fue adoptado cuando tenía once años en un orfanato del Bronx.
- De acuerdo, muy bien hecho - esa tenía que ser la relación - Pide las fichas de todos los niños adoptados e investiga quien tiene una carrera en medicina o algo por el estilo y quien podía estar relacionado con los tres fallecidos, resulta que no se tratan de muertes casuales.
- A la orden
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Kate estaba de camino al hospital cuando recibió la llamada de Esposito
- Le tenemos. Se trata de Stephan Roswell, licenciado en medicina nada más y nada menos que en Harvard. Hace tres años se metió en la política. Está acusado de fraude fiscal. Los tres muertos iban a declarar en su contra
- Bien traérmelo
- Ya está aquí, intentó atacar a otro de su lista. No contaba con el guardaespaldas
- Voy para allá
Unas pocas horas después ya estaban en la sala de interrogatorios
- Stephan Roswell, tiene un historial bastante grande de su adolescencia: Un atraco con arma blanca, cinco denuncias por vandalismo y posesión de droga. Parece que el reformatorio le vino bien ¿no? –preguntó Kate. Al ver que Stephan no contestaba le puso las fotos de las víctimas - ¿Sabe quienes son?
- No las había visto en mi vida
- ¿No? Que raro, porque iban a declarar en su contra. Yo creo que me está mintiendo. Es más le voy a decir lo que pasó. Usted sabía perfectamente lo que Adam iba a hacer. Sabía cuando y donde iba a colocar las bombas, es más tú mismo se lo sugeriste y le ayudaste a fabricar las bombas. Siendo un hermano tuyo durante los diez años que pasasteis en el Bronx, sabrías perfectamente los problemas mentales de Adam y los utilizaste. Mataste a estas tres personas y luego le colgaste el muerto a Adam. Lo que no esperabas era que se suicidara ¿verdad?
- No puede probar nada de eso
- De hecho si puedo- Stephan se puso tenso. Kate sonrió, por primera vez desde la explosión -Hay testigos que aseguran haberle visto en los tres establecimientos en los que explotaron las bombas. Además, registrando su casa, hemos encontrado restos de la fabricación de las bombas. Hay huellas de Adam por toda la casa ¿Tienes algo más que decir
- Sí – espero un momento intentando recuperar el habla – quiero un abogado
- Claro – dijo ella – púdrase en la cárcel.
Salió de la sala de interrogatorios buscando a Espo y a Rayan. Pero no estaban allí así que cogió todo y se fue directa al hospital.
Mientras iba en el coche recibió la llamada de Rayan
- Te hemos estado llamando todo el rato
- Estaba en la empapelando a un mamón
- Pues ven rápido, ha despertado
A Kate le dio un vuelco al corazón. Sin darse cuenta fue aumentando la velocidad. Todos sus miedos habían pasado ya. No pensaba esperar más. Tenía que decírselo, esto le había abierto los ojos. Si alguna vez quería estar con alguien era con él.
Por fin llegó al hospital. En la entrada se encontró con Espo y con Rayan
- Esta muy bien , está muy animado, le ha tocado una enfermera muy guapa, ya le conoces – dijo Espo sonriendo
Kate no se paró a hablar con él y a paso marcha hacia la habitación de Rick. Ahora estaba con Alexis y con Martha que no se había separado de él. Al verla Alexis y Martha sonrieron pero Castle no. Las palabras que salieron de sus labios hicieron que todos se quedaran mirándolo
- Cariño – dijo a Alexis - ¿quién es esta?
RESPAWN
Capitulo 1: Una nueva ventana
¿Cómo podía haber ocurrido todo aquello? – pensó Kate mientras miraba la camilla en la que estaba tumbado Castle completamente inconsciente. A su lado estaban su hija, Alexis, y su madre, Martha. Ambas tenían los ojos enrojecidos y profundos, fruto del cansancio y del paso que las lágrimas habían dejado. Kate tampoco había dormido nada. Tenía miedo a quedarse dormida y no poder volver a verlo, no por lo menos sin despedirse, de decirle todo aquello que nunca le había dicho. Unos metro más allá de donde se encontraba Kate, tanto Espo como Rayan, tan fieles como siempre, realizando llamadas sin pesar, presionando a todos los testigos, investigando rincón a rincón. Cada poco tiempo informaban a Kate de lo que le iban sacando en claro pero Kate estaba bloqueada. Tras un tiempo, Kate se despejó todo lo que pudo. Esto no podía quedar así, no lo podía permitir. Y se puso a repasar el caso paso por paso
Un día antes
Todas las pistas apuntaban, según el perfil, a un individuo varón de entre veinticinco y cuarenta años, con muchos problemas sociales, recientemente en paro posiblemente debido a los recortes de la crisis y con brotes psicóticos en su historial. Exactamente como Adam Scott su principal sospechoso. Adam era inteligente, muy inteligente de hecho. Había conseguido explosionar dos artefactos en menos de una semana en los principales puntos gubernamentales de Manhattan, matando a dos personas y dejando un rastro de veinte heridos. Los artefactos no eran de gran tamaño, ni siquiera tenían mucho alcance y estaban escondidas de manera que no causaran ningún daño. Cada bomba había ocasionado un muerto, aunque la última había sido la peor. Había destrozado completamente una columna derribando una pared de una de las salas principales, ocasionando múltiples heridos. Las muertes habían sido casualidades y ese era un hecho a tener en cuenta. Rayan había llegado aquella mañana a la mesa de Kate, y a su lado en “Su Silla” (así la había bautizado Castle, harto de que la señora de la limpieza se la llevara a su sitio correspondiente. Rick cansado de ir a por la silla todos los días le había dejado un cartelito que rezaba: No mueva la silla, gracias.) estaba Castle. Rayan había estado buscando la dirección de Adam, cosa que costó más de lo que pensaban, dado que su dirección era falsa. Castle y Kate salieron pitando hacia allí seguida por Esposito y Rayan. Kate llevaba ya tres años con Castle. Éste había ido introduciéndola en su familia, con Alexis y con Martha, mientras que ella había hecho lo mismo y él ya era una parte importante de la 12. Entre ellos había surgido algo, pero que ninguno de los dos estaba dispuesto a demostrar. Lo más cerca que estuvieron fue aquel día en el que una bala se incrustó en el pecho de Kate. Allí Castle le había dicho que la quería, que la amaba. Pero eso ya había pasado, por culpa de ella, se decía así misma y todo había vuelto a ser como era. Tras un rápido viaje se bajaron del coche y entraron en un viejo cobertizo que Adam tenía encontrado. Fueron registrando lentamente habitación por habitación. Adam estaba en el último piso y tenía una mágnum del 45 entre las manos:
- Suelta la pistola – dijo Kate entrando lentamente en la habitación
- No puedo – respondió la voz temblorosa de Adam – Yo no… yo no quería… yo no quería que hubiera muertos
- Lo sé pero ahora suelte la pistola – dijo ella intentando poner una voz dulce
- ¡He dicho que no! – gritó Adam - ¡Yo solo quería que se dieran cuenta de que no pueden ir por allí pavoneándose de lo ricos que son mientras dejan a familias enteras en la calle!
- Y lo entiendo. Son unos buitres y está mal, pero esta no es la solución
Adam sonrió por última vez antes de realizar un agujero de 45 milímetros sobre su sien derecha. Kate se lo esperaba, era una situación difícil, pero no por ello le afecto menos. Si algo había aprendido con los años, es que no era lo mismo verlo que vivirlo. Al menos todo había acabado, pensó. De vuelta a la 12 Rick paró un momento en el banco para hacer unas transacciones, aunque Kate estaba segura que era un pretexto para estar un rato a solas. Ahí empezó todo. En el banco al que Rick iba estalló una bomba, la tercera y de similares características, solo que mucho más fuerte. Rick resultó herido, al igual que otras cincuenta personas. Había otro muerto. Desde entonces ya habían pasado veinticuatro horas y Castle todavía no había despertado.
De vuelta…
Si el sujeto estaba muerto, ¿cómo podía haber accionado la bomba?. Kate se cansó de la espera de la autopsia de los cadáveres. Llevaban en la cola ya tres días así que utilizó su último recurso, aquel que solo utilizaba en casos extremos. Lanie. Unas horas más tarde estaba en la morgue
- Hola Kate – dijo en un tono formal Lanie, como siempre hacía en cuestiones de trabajo – Tengo un dato muy extraño. Creo que te va a sorprender
- Eso espero, no sé que hacer – confesó – pero esto no va a acabar así – Lanie dio un suspiro de asentimiento
- Bien, el caso es que no creo que fueran muertes involuntarias. Alguien más tenía que saber donde y cuando iban a colocar las bombas.
- ¿Cómo?
- Pues eso, que alguien debía de saber donde iban a colocar las bombas. Todas las víctimas tienen un pinchazo en la nuca, muy pequeño y muy bien hecho. Podría ser de alguien que haya estudiado medicina. Sabía exactamente donde pinchar. Una dosis suficiente de morfina como para dejarla KO. Los tres estaban muertos antes de que la bomba explotara. Nuestro asesino los debió dejar al lado de cada bomba
En otras ocasiones Lanie le habría pedido un gracias y Kate se lo habría exagerado, pero tal y como estaban las cosas no era una de esas ocasiones
- Kate – la llamó antes de que se fuera por la puerta - ¿Qué tal está?
Ella no respondió, aunque su cara de preocupación lo dijo todo.
- Ya veo
Dicho esto Kate se fue. ¿Qué relación podía tener todo? Algo se les había pasado por alto. Sacó el móvil del bolsillo y llamó a Esposito.
- Espo necesito que vuelvas a investigar a Adam pero esta vez a fondo comprueba desde que nació hasta que murió sin dejarte ni un maldito recreo – se alejó un momento del audífono para que no se notara su temblor en la voz.
- De hecho ya lo hemos hecho, te íbamos a llamar. Resulta que Adam fue adoptado cuando tenía once años en un orfanato del Bronx.
- De acuerdo, muy bien hecho - esa tenía que ser la relación - Pide las fichas de todos los niños adoptados e investiga quien tiene una carrera en medicina o algo por el estilo y quien podía estar relacionado con los tres fallecidos, resulta que no se tratan de muertes casuales.
- A la orden
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Kate estaba de camino al hospital cuando recibió la llamada de Esposito
- Le tenemos. Se trata de Stephan Roswell, licenciado en medicina nada más y nada menos que en Harvard. Hace tres años se metió en la política. Está acusado de fraude fiscal. Los tres muertos iban a declarar en su contra
- Bien traérmelo
- Ya está aquí, intentó atacar a otro de su lista. No contaba con el guardaespaldas
- Voy para allá
Unas pocas horas después ya estaban en la sala de interrogatorios
- Stephan Roswell, tiene un historial bastante grande de su adolescencia: Un atraco con arma blanca, cinco denuncias por vandalismo y posesión de droga. Parece que el reformatorio le vino bien ¿no? –preguntó Kate. Al ver que Stephan no contestaba le puso las fotos de las víctimas - ¿Sabe quienes son?
- No las había visto en mi vida
- ¿No? Que raro, porque iban a declarar en su contra. Yo creo que me está mintiendo. Es más le voy a decir lo que pasó. Usted sabía perfectamente lo que Adam iba a hacer. Sabía cuando y donde iba a colocar las bombas, es más tú mismo se lo sugeriste y le ayudaste a fabricar las bombas. Siendo un hermano tuyo durante los diez años que pasasteis en el Bronx, sabrías perfectamente los problemas mentales de Adam y los utilizaste. Mataste a estas tres personas y luego le colgaste el muerto a Adam. Lo que no esperabas era que se suicidara ¿verdad?
- No puede probar nada de eso
- De hecho si puedo- Stephan se puso tenso. Kate sonrió, por primera vez desde la explosión -Hay testigos que aseguran haberle visto en los tres establecimientos en los que explotaron las bombas. Además, registrando su casa, hemos encontrado restos de la fabricación de las bombas. Hay huellas de Adam por toda la casa ¿Tienes algo más que decir
- Sí – espero un momento intentando recuperar el habla – quiero un abogado
- Claro – dijo ella – púdrase en la cárcel.
Salió de la sala de interrogatorios buscando a Espo y a Rayan. Pero no estaban allí así que cogió todo y se fue directa al hospital.
Mientras iba en el coche recibió la llamada de Rayan
- Te hemos estado llamando todo el rato
- Estaba en la empapelando a un mamón
- Pues ven rápido, ha despertado
A Kate le dio un vuelco al corazón. Sin darse cuenta fue aumentando la velocidad. Todos sus miedos habían pasado ya. No pensaba esperar más. Tenía que decírselo, esto le había abierto los ojos. Si alguna vez quería estar con alguien era con él.
Por fin llegó al hospital. En la entrada se encontró con Espo y con Rayan
- Esta muy bien , está muy animado, le ha tocado una enfermera muy guapa, ya le conoces – dijo Espo sonriendo
Kate no se paró a hablar con él y a paso marcha hacia la habitación de Rick. Ahora estaba con Alexis y con Martha que no se había separado de él. Al verla Alexis y Martha sonrieron pero Castle no. Las palabras que salieron de sus labios hicieron que todos se quedaran mirándolo
- Cariño – dijo a Alexis - ¿quién es esta?
Última edición por Castle_Rick el Lun Abr 09, 2012 8:22 am, editado 2 veces
Re: Respawn Cap 1,2,3
OMG!!!
Eso fue shockeante Castle sin memoria y precisamente olvidarse de Beckett!!!!
No demores mucho en subir otro cap.
Eso fue shockeante Castle sin memoria y precisamente olvidarse de Beckett!!!!
No demores mucho en subir otro cap.
Re: Respawn Cap 1,2,3
nooooooooooooooooooooooo puede ser noo
continuaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor
muy interesante me ha gustado
continuaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor
muy interesante me ha gustado
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Respawn Cap 1,2,3
NOOOOOOOOOOOOO castle no la recuerda DDD: eso no puede ser
Me gusta continua pronto
Me gusta continua pronto
KBCAlways- As del póker
- Mensajes : 444
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Edad : 29
Localización : Granada
Re: Respawn Cap 1,2,3
O: oooh por dios!
Tienes que seguirlo me haz dejado con la intrigaa!
Me gusta
Tienes que seguirlo me haz dejado con la intrigaa!
Me gusta
DannyyFranco- Policia de homicidios
- Mensajes : 686
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Re: Respawn Cap 1,2,3
como???????? es coña no????
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Respawn Cap 1,2,3
CASTLE NO RECUERDA A KATE MADRE MIAAAAAAAAAAAA
Duende- Escritor - Policia
- Mensajes : 1212
Fecha de inscripción : 01/03/2011
Edad : 36
Localización : Galicia
Re: Respawn Cap 1,2,3
Me gusta muchoooooo
Siguelo
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silvanalino- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Respawn Cap 1,2,3
¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ???????????????!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
caskett mola- Autor de best-seller
- Mensajes : 874
Fecha de inscripción : 27/01/2011
Edad : 25
Localización : Castlelandia
Re: Respawn Cap 1,2,3
Segunda capítulo, un tanto diferente al primero, pero necesario para aclarar las cosas y volver a introducir los casos Espero que os guste
Capítulo 2: Flores amarillas
Kate no quería pensar en ello. Habían pasado ya tres días y Castle todavía no la recordaba. Por lo menos él se veía bien aunque todavía no le habían dado el alta, si bien estaba completamente fuera de peligro. Ayer mismo le habían trasladado de la UCI a la sala de observación, pero se esperaba que le dieran el alta en los próximos tres días. Hasta ahora no había vuelto a entrar en la habitación de Castle. No podía soportar la manera en cómo sus ojos la miraban. En ellos siempre encontraba dulzura, interés, pasión e incluso placer, pero ahora sus ojos estaban vacios, no mostraban nada. Ella se quedaba mirándolo desde lo lejos. A veces pensaba que, cuando sus miradas se cruzaban, éste le sonreía, pero era una vana ilusión. Kate tampoco podía soportar pensar en cómo se habría sentido Castle, cuando era ella la que le había estado ocultando, mintiéndole. Él se había lanzado al vacío, si bien lo había hecho en un momento un tanto circunstancial, había tenido el valor de decírselo, mientras que ella solo le había respondido con mentiras, fingiendo una amnesia por… Kate no sabía explicar por qué, dado que ella sentía lo mismo por él. Alexis y Martha le habían mostrado su apoyo moral e incluso le habían ofrecido hacer leer a Castle sus propios libros de Nikki Heat, pero ni aún así se acordaba de ella.
¡Esto es muchísimo mejor que Storm! Había dicho al terminar Ola de Calor
Kate le hecho un último vistazo por ese día y fue a la salida. En la puerta la estaba esperando Lanie. Se fueron juntas a la casa de Beckett. Durante estos tres días ella la había acompañado a casa y se había quedado con ella, aunque no se lo había pedido. Lanie la conocía lo suficiente como para saber que nunca pediría ayuda. Siempre era lo mismo, Kate entraba y se iba directa a su habitación mientras que Lanie se quedaba viendo la televisión o hablando con Esposito por teléfono. Pero esta vez fue diferente. Nada más entrar por la puerta fue Kate la que le dirigió la palabra:
- ¿Crees qué algún día lo recordará, o que se va a quedar así de por vida? – Lanie se dio cuenta de que era una pregunta tanto como amiga como por profesional
- Sinceramente, no lo sé. Es difícil saber cuando los pacientes de amnesia pueden o no puede recuperar la memoria. – Kate asintió
- Sí lo se, pero ¿por qué solo no se acuerda de mi? Se acuerda de Esposito, de Rayan, de sus ex-mujeres… ¡Hasta se acuerda de Gates!¿Tan poco le importó?
- No creo que sea por eso. Normalmente el cerebro intenta olvidar aquello que le produce dolor – Kate enarcó una ceja – me refiero que puede que tanto tiempo le hubiera hecho replantearse si merecía la pena, si todo esto llevaba hasta alguna parte
- Pero yo le quiero – era la primera vez que lo decía en alto, y ambas se quedaron un rato en silencio. Fue Lanie la que la interrumpió
- Todo el mundo lo sabe cariño. Todos menos vosotros dos. Entre los dos habéis construido un gran muro que os impide veros. Estáis lejos para estar tan cerca.
- Estoy tan cerca como mi mente me lo permite
- Pero en estos casos es el corazón el que debe hablar. No puedes escapar del dolor siempre Kate. Es algo que Castle en su día entendió, te abrió la puerta y tú se la cerraste.
- No quería hacerle daño – dijo Kate algo más cansada. Lanie tenía miedo de que dejara ahora la conversación – yo no estaba preparada
- ¿Y ahora lo estás?
- Ahora ya es demasiado tarde
- Nunca es demasiado tarde cuando se trata de amor.
- Lanie, no sabe ni quien soy
- Entonces solo hay una solución. Volver a los principios. Empieza por el los casos enséñale quien eres, poco a poco, hasta que se acuerde y sino, él se enamoró de ti, sé tu misma.
- Es fácil decirlo. No sabes lo que todo se vuelva del revés en tan poco tiempo.
- Claro que lo sé, al igual que Castle lo sabía y empezó desde el principio. ¿Acaso no recuerdas cuando te dispararon?¿Sabes como estaba Castle? Estaba quieto callado, asustado. Nunca le había visto igual. Estaba como tú ahora Kate, no comía, no hablaba se quedaba todo el rato mirándote. Pero cuando despertaste fue el primero en estar allí. Cuando saliste de peligro lo primero que hizo fue ir a una floristería y te trajo
- Flores amarillas – Contestó Kate, sonriendo en su interior - ¿Sabes?, creo que estoy muy cansada
- Esta bien, está bien, pero piensa en ello. Hasta mañana
- Adiós – respondió Kate
Una vez en su habitación Kate rompió a llorar en silencio. Estuvo pensando en como podía haber sido tan estúpida. Pensó en lo que le había dicho Lanie y en Castle. Si una vez Castle tuvo que aguantar una vez algo parecido, ella podía hacer lo mismo. Lentamente Kate se fue quedando dormida. Su ultimo pensamiento fue de unas flores amarillas y Castle.
Capítulo 2: Flores amarillas
Kate no quería pensar en ello. Habían pasado ya tres días y Castle todavía no la recordaba. Por lo menos él se veía bien aunque todavía no le habían dado el alta, si bien estaba completamente fuera de peligro. Ayer mismo le habían trasladado de la UCI a la sala de observación, pero se esperaba que le dieran el alta en los próximos tres días. Hasta ahora no había vuelto a entrar en la habitación de Castle. No podía soportar la manera en cómo sus ojos la miraban. En ellos siempre encontraba dulzura, interés, pasión e incluso placer, pero ahora sus ojos estaban vacios, no mostraban nada. Ella se quedaba mirándolo desde lo lejos. A veces pensaba que, cuando sus miradas se cruzaban, éste le sonreía, pero era una vana ilusión. Kate tampoco podía soportar pensar en cómo se habría sentido Castle, cuando era ella la que le había estado ocultando, mintiéndole. Él se había lanzado al vacío, si bien lo había hecho en un momento un tanto circunstancial, había tenido el valor de decírselo, mientras que ella solo le había respondido con mentiras, fingiendo una amnesia por… Kate no sabía explicar por qué, dado que ella sentía lo mismo por él. Alexis y Martha le habían mostrado su apoyo moral e incluso le habían ofrecido hacer leer a Castle sus propios libros de Nikki Heat, pero ni aún así se acordaba de ella.
¡Esto es muchísimo mejor que Storm! Había dicho al terminar Ola de Calor
Kate le hecho un último vistazo por ese día y fue a la salida. En la puerta la estaba esperando Lanie. Se fueron juntas a la casa de Beckett. Durante estos tres días ella la había acompañado a casa y se había quedado con ella, aunque no se lo había pedido. Lanie la conocía lo suficiente como para saber que nunca pediría ayuda. Siempre era lo mismo, Kate entraba y se iba directa a su habitación mientras que Lanie se quedaba viendo la televisión o hablando con Esposito por teléfono. Pero esta vez fue diferente. Nada más entrar por la puerta fue Kate la que le dirigió la palabra:
- ¿Crees qué algún día lo recordará, o que se va a quedar así de por vida? – Lanie se dio cuenta de que era una pregunta tanto como amiga como por profesional
- Sinceramente, no lo sé. Es difícil saber cuando los pacientes de amnesia pueden o no puede recuperar la memoria. – Kate asintió
- Sí lo se, pero ¿por qué solo no se acuerda de mi? Se acuerda de Esposito, de Rayan, de sus ex-mujeres… ¡Hasta se acuerda de Gates!¿Tan poco le importó?
- No creo que sea por eso. Normalmente el cerebro intenta olvidar aquello que le produce dolor – Kate enarcó una ceja – me refiero que puede que tanto tiempo le hubiera hecho replantearse si merecía la pena, si todo esto llevaba hasta alguna parte
- Pero yo le quiero – era la primera vez que lo decía en alto, y ambas se quedaron un rato en silencio. Fue Lanie la que la interrumpió
- Todo el mundo lo sabe cariño. Todos menos vosotros dos. Entre los dos habéis construido un gran muro que os impide veros. Estáis lejos para estar tan cerca.
- Estoy tan cerca como mi mente me lo permite
- Pero en estos casos es el corazón el que debe hablar. No puedes escapar del dolor siempre Kate. Es algo que Castle en su día entendió, te abrió la puerta y tú se la cerraste.
- No quería hacerle daño – dijo Kate algo más cansada. Lanie tenía miedo de que dejara ahora la conversación – yo no estaba preparada
- ¿Y ahora lo estás?
- Ahora ya es demasiado tarde
- Nunca es demasiado tarde cuando se trata de amor.
- Lanie, no sabe ni quien soy
- Entonces solo hay una solución. Volver a los principios. Empieza por el los casos enséñale quien eres, poco a poco, hasta que se acuerde y sino, él se enamoró de ti, sé tu misma.
- Es fácil decirlo. No sabes lo que todo se vuelva del revés en tan poco tiempo.
- Claro que lo sé, al igual que Castle lo sabía y empezó desde el principio. ¿Acaso no recuerdas cuando te dispararon?¿Sabes como estaba Castle? Estaba quieto callado, asustado. Nunca le había visto igual. Estaba como tú ahora Kate, no comía, no hablaba se quedaba todo el rato mirándote. Pero cuando despertaste fue el primero en estar allí. Cuando saliste de peligro lo primero que hizo fue ir a una floristería y te trajo
- Flores amarillas – Contestó Kate, sonriendo en su interior - ¿Sabes?, creo que estoy muy cansada
- Esta bien, está bien, pero piensa en ello. Hasta mañana
- Adiós – respondió Kate
Una vez en su habitación Kate rompió a llorar en silencio. Estuvo pensando en como podía haber sido tan estúpida. Pensó en lo que le había dicho Lanie y en Castle. Si una vez Castle tuvo que aguantar una vez algo parecido, ella podía hacer lo mismo. Lentamente Kate se fue quedando dormida. Su ultimo pensamiento fue de unas flores amarillas y Castle.
Re: Respawn Cap 1,2,3
Me gusta como vas desarrollando la historia. Está muy interesante.
Cata Castillo- Escritor - Policia
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Re: Respawn Cap 1,2,3
ohhhh que triste pero increíble continua cuando puedas
muchas gracias por subir
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CASKETT ALWAYS
Re: Respawn Cap 1,2,3
¡¡¡¡¡¡¡¡MÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁS!!!!!!!!!!!!!!!!!
caskett mola- Autor de best-seller
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Re: Respawn Cap 1,2,3
Quiero massssss porfiiiiii!!!
silvanalino- Escritor - Policia
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Re: Respawn Cap 1,2,3
sigueeee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Respawn Cap 1,2,3
Tiene una pinta fantástica! Me encantará leer como se desvive por él y como tratará por todos los medios de que la recuerde. . . . Flores amarillas . . . .Genial
fandecastle- Ayudante de policia
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Fecha de inscripción : 02/04/2012
Re: Respawn Cap 1,2,3
Bueno. antes que nada, gracias a todo por vuestro apoyo con vuestros comentarios, se valoran mucho
Siento la tardanza del capitulo pero bueno aqui está. Sinceramente no me acaba de gustar, sobre todo los diálogos, son bastante bastante pobre y un poco forzados, así que se admiten (y espero por favor) algún consejillo xD
Capítulo 3 – Con leche, dos terrones y vainilla
Kate estaba nerviosa. Este era el primer caso de su nueva etapa con Castle. Había salido como todo se esperaba: A Castle le dieron el alta a los tres días y nada más terminar se quiso unir otra vez a la comisaría, pero Gates le dijo que por lo menos hasta después de un mes no. Castle todavía no había llegado, pero Lanie sí, por lo que no pudo esperarle más. Tenía que realizar su trabajo, se lo debía a ellos.
- ¿Qué tenemos doctora Parish? – dijo con un tono autoritario, intentando disimular su nerviosismo
- Varón blanco de 1,78. Causa de la muerte aparente: Asfixia. Las marcas en los brazos parecen indicar que intento defenderse. Murió entre las cinco y las siete de la noche. De todas formas sabré más cuando me lo lleve. Se llama Blade– Lanie miró hacia los lados - ¿Y el mono escritor? – preguntó intentando hacer sonreír a Kate, y lo consiguió.
- Todavía no ha llegado, y la verdad es que no sé si estoy preparada – añadió
- Ya hablamos de eso, no te puedes echar atrás, literalmente, no puedes. Además cuanto.
Kate se puso a analizar la escena del crimen, más por intentar olvidarse del día que era que por ser su trabajo. Cosa muy impropia de ella. Era extraño, la victima había tratado de resistirse, pero la casa estaba completamente inmaculada, no había ninguna ralladura en el suelo ni había ninguna cosa aparentemente fuera de sitio.
- Espo – lo llamó – ¿han encontrado alguna huella que no sea la suya?
- Es extraño, pero no. Esta casa solo la ha pisado él al parecer
- Esta bien, ¿hay algo relevante?
- Todavía no lo hemos investigado, hemos llegado solo unos minutos antes que tú
- Pues poneros a ello. Dile a Rayan que se ponga a ver las cámaras de seguridad de las calles. Con un poco de suerte veremos salir a alguien entre las cinco y las siete.
- Hecho – dijo yéndose ya de espaldas – En cuanto tenga algo te aviso. Suerte
Kate estuvo esperando un rato más, hasta el punto de impacientarse. En sus tiempos Castle solo había llegado tarde una vez, en el caso de la boda de su amor perdido. Todavía se acordaba bien de ese caso. Era la primera vez que hablaba con alguien que conociera de verdad a Castle, y ella era diferente al resto de las mujeres que habían estado con Castle que ella conocía. Era autentica le había dicho una vez a Castle. Pero sin duda con lo que más se quedó de ella era con las dos frases que ella le había dicho “Solo le dedica sus libros a personas que le importan” y “Es todo tuyo”. Desde entonces había pasado mucho tiempo.
- Becket – la llamó uno de los policías que vigilaban el pasillo. Kate se acordó de él de algunos otros casos. Se llamaba Blade – Creo que éste es tuyo – dijo a la vez que señalaba a otra persona el camino
Era Castle. Llevaba unos pantalones negros y una gabardina. En sus manos llevaba dos cafés, exactamente como lo recordaba Kate.
- ¿Es aquí preguntó? – casi incrédulo – Llevo media hora buscando el sitio, alguien me lo dio mal. Al parecer los treses de mi madre parecen cincos – terminó de hablar y se fijo en Kate – Y usted debe ser la inspectora Beckett.
- Sí – dijo casi sin habla. No estaba tan preparada como ella se creía.
- Pues según Esposito esto – dijo tendiéndole el café – es para ti
- Muchas gracias. ¿Te has enterado ya del caso? – estaba ilusionada porque se había acordado del café. Con leche y con dos terrones y vainilla, como siempre.
- Entre Rayan y Esposito creo que sí. Varón que muere resistiéndose – resumió – pero la casa ¿no está muy limpia para que hayan forcejeado aquí?
- De hecho, eso mismo he pensado yo, pero no hay huellas. Solo las de él
- ¿No hay huellas de nadie más?
- No, pero nos vamos a la comisaría, haber si allí sacamos algo en claro
- Está bien, ahora voy, he aparcado lejos
- Te veo allí – respondió Kate cuando él ya se había marchado ilusionado por la puerta
Lanie que había estado mirando la conversación disimuladamente soltó un silencioso suspiro que Kate pudo oír claramente. La conversación había sido… torpe, muy torpe. La había pillado completamente de improvisto a pesar de que se llevaba preparando durante semanas para aquel instante. Pero si algo le había enseñado su profesión es que nunca se está suficientemente preparado para todo, siempre había algún hueco para la sorpresa. Era una de las cosas que más le gustaban de su trabajo, que nada era como lo anterior, aunque a la vez también era su pequeña maldición. Salió de la habitación echando la vista atrás para volver a ver los puntos clave que había establecido sobre el caso y fue directa hacia su nuevo coche, aunque muy parecido al otro que acabó en el fondo del rio Hudson.
En la 12 reinaba el mismo ambiente de trabajo que siempre, cuando llegó Beckett, pero más de una mirada iba a para a su mesa, a la silla de al lado, donde “el mono escritor” estaba sentado, como si nada hubiera pasado. Esposito la llamó antes de que a ella le diera tiempo de dirigirse hacia la mesa.
- Hemos estado investigando a Blade. Se apellida Harrison trabaja como programador para una empresa de seguridad llamada “Intersafe”. Trabajaba en casa y tiene un gran historial clínico. Tiene alergia a la mayoría de las cosas, hace ya cinco años que el médico le recomendó trabajar en casa y salir lo menos posible. Hace tres años empezó a ser tratado de paranoia por el psicólogo… - Esposito miró en una de sus hojas – Ronald Weisman
- Bueno eso explica porque solo están sus huellas en la casa. ¿Se sabe de alguien qué podría querer hacerle daño?
- Todavía no hemos hablado con la familia ni con el trabajo
- Pues poneros a ello. ¿Ha habido suerte con las cámaras?
- Hay una que podría enfocar el portal – dijo señalando a la sala de audiovisuales – Rayan está con ello
- Esta bien pues ayúdale, nosotros iremos a hablar con su jefe
- A la orden
- ¡Castle! – lo llamó Kate a medio gritar – Nos vamos
Castle se levantó con la cara de un niño al que le van a dar una piruleta, como siempre hacía. Cogió su gabardina y fue hacia el ascensor. Kate hizo lo mismo. Tras una bajada incómoda en el ascensor, en el que no había nadie más que ellos dos. Entraron en el coche y se dirigieron hacia la 13rd.
- ¿Todavía no te has terminado el café? – pregunto Castle señalando el vaso que tenía encima del salpicadero
- Sí – respondió Kate – Solo que se me ha olvidado tirarlo. Por cierto, gracias por traérmelo. Ha sido un detalle, no me lo esperaba
- Ni yo, la verdad. Simplemente iba a coger un café y sin querer puse dos. Supuse que era para Esposito o para Rayan, pero ellos me dijeron que era para ti. Sabes es extraño
- ¿El qué es extraño? – dijo Kate con cierta angustia
- Lo de no poder acordarme de ciertas cosas. De los libros, de los casos, de ti. Es como si se hubiera borrado una parte importante de mi vida
- Bueno, no es culpa tuya. Además la mayoría de los casos de amnesia son pasajeros.
- Ya lo sé, pero aún así no me siento muy cómodo. Esto es un asco – dijo enfurruñándose y poniendo morritos, como hacia siempre que se enfadaba
- Ya se te pasará – le intento animar Kate – Ya hemos llegado
Ambos se bajaron del coche y entraron en el vestíbulo. Era amplio, pero estaba lleno de mesas de oficina. El ambiente era ajetreado. Se dirigieron a la mesa principal. Kate sacó su placa y se la enseñó junto con una amplia sonrisa a la recepcionista.
- Kate Beckett, de la policía de Nueva York. ¿Podría pasarnos con el jefe de Blade Weisman?
- Espere un momento – la chica miró en la agenda y al ver que había un hueco llamó para avisarle de su llegada – Pueden pasar, segundo piso, la puerta al fondo del pasillo
- Gracias
Tras otro interminable e incómodo viaje de ascensor junto a Castle, y recorrer el pequeño pasillo, entraron en el despacho de Arnold Creig, el director de Intersafe. Ya les estaba esperando:
- Buenos días inspectora – dijo tendiéndole la mano, la cual estrechó – y usted es …
- Rick Castle – dijo tendiéndole la mano
- Castle – dijo sorprendido - ¿el escritor?
- Él mismo
- ¡Me encantan sus libros, sobre todo los últimos, los de Nikki Heat! El personaje es verdaderamente fantástico.
- Bueno, al parecer, eso se lo debo a ella – dijo señalando con la cabeza a Beckett, haciéndola sonrojarse
- Muy bien, muy bien. Bueno, y a que debo vuestra singular visita
- Se trata de Blade Weisman. Trabaja aquí ¿no? – era una afirmación más que una pregunta
- Sí, claro. Bueno más que trabajar aquí trabaja para mí. Tiene una gran lista de afecciones y alergias, así que el médico le dijo que trabajara en casa.
- Si lo sabemos
- Bueno, y que pasa con Blade
- Le hemos encontrado muerto en su casa – Arnold palideció, pero no dijo nada
- ¿Sabe usted de alguien que pudiera hacerle daño? – sugirió Castle
- No, no, no se me ocurre nadie que pudiera querer hacerle daño – dijo aún con la cara pálida tras recuperar el habla.
- Esta bien, pues entonces nos vamos – dijo Kate
- ¿Cómo ya?, yo tengo más preguntas – le susurró Castle. Kate le echo una de sus miradas de “Ahora no, Castle” y éste se calló y salió con ella de la habitación
Entraron en el ascensor y bajaron en silencio debido a que Kate le dijo que callara. Una vez en el coche empezaron a hablar:
- Estaba mintiendo – dijo Castle nada más doblar la esquina
- Lo sé, no había más que mirar su cara
- Parecía Casper – dijo sonriendo. Kate soltó una risita y se sonrojó un poco pero Castle no se dio cuenta – Además, trabajando en una empresa de seguridad seguro que tendrá algún enemigo
- ¿En qué te basas? – preguntó con curiosidad
- Desde mi punto de vista, podría estar trabajando en algo que le interesara a alguien. Es lógico pensar que ese alguien intentara conseguirlo y el trabajo de Blade le impedía hacerlo
- Es una teoría bastante interesante – reconoció Kate – Vas recobrando facultades
- Nunca las perdí – sonrió Castle
Kate sonrió, pensando que en realidad sí que había perdido facultades. No la reconocía a ella, ni sus casos, ni nada que tuviera que ver con ella. Al menos se acordaba del café
continuara
Siento la tardanza del capitulo pero bueno aqui está. Sinceramente no me acaba de gustar, sobre todo los diálogos, son bastante bastante pobre y un poco forzados, así que se admiten (y espero por favor) algún consejillo xD
Capítulo 3 – Con leche, dos terrones y vainilla
12:30 3º Avenue 12 3ºC
Kate estaba nerviosa. Este era el primer caso de su nueva etapa con Castle. Había salido como todo se esperaba: A Castle le dieron el alta a los tres días y nada más terminar se quiso unir otra vez a la comisaría, pero Gates le dijo que por lo menos hasta después de un mes no. Castle todavía no había llegado, pero Lanie sí, por lo que no pudo esperarle más. Tenía que realizar su trabajo, se lo debía a ellos.
- ¿Qué tenemos doctora Parish? – dijo con un tono autoritario, intentando disimular su nerviosismo
- Varón blanco de 1,78. Causa de la muerte aparente: Asfixia. Las marcas en los brazos parecen indicar que intento defenderse. Murió entre las cinco y las siete de la noche. De todas formas sabré más cuando me lo lleve. Se llama Blade– Lanie miró hacia los lados - ¿Y el mono escritor? – preguntó intentando hacer sonreír a Kate, y lo consiguió.
- Todavía no ha llegado, y la verdad es que no sé si estoy preparada – añadió
- Ya hablamos de eso, no te puedes echar atrás, literalmente, no puedes. Además cuanto.
Kate se puso a analizar la escena del crimen, más por intentar olvidarse del día que era que por ser su trabajo. Cosa muy impropia de ella. Era extraño, la victima había tratado de resistirse, pero la casa estaba completamente inmaculada, no había ninguna ralladura en el suelo ni había ninguna cosa aparentemente fuera de sitio.
- Espo – lo llamó – ¿han encontrado alguna huella que no sea la suya?
- Es extraño, pero no. Esta casa solo la ha pisado él al parecer
- Esta bien, ¿hay algo relevante?
- Todavía no lo hemos investigado, hemos llegado solo unos minutos antes que tú
- Pues poneros a ello. Dile a Rayan que se ponga a ver las cámaras de seguridad de las calles. Con un poco de suerte veremos salir a alguien entre las cinco y las siete.
- Hecho – dijo yéndose ya de espaldas – En cuanto tenga algo te aviso. Suerte
Kate estuvo esperando un rato más, hasta el punto de impacientarse. En sus tiempos Castle solo había llegado tarde una vez, en el caso de la boda de su amor perdido. Todavía se acordaba bien de ese caso. Era la primera vez que hablaba con alguien que conociera de verdad a Castle, y ella era diferente al resto de las mujeres que habían estado con Castle que ella conocía. Era autentica le había dicho una vez a Castle. Pero sin duda con lo que más se quedó de ella era con las dos frases que ella le había dicho “Solo le dedica sus libros a personas que le importan” y “Es todo tuyo”. Desde entonces había pasado mucho tiempo.
- Becket – la llamó uno de los policías que vigilaban el pasillo. Kate se acordó de él de algunos otros casos. Se llamaba Blade – Creo que éste es tuyo – dijo a la vez que señalaba a otra persona el camino
Era Castle. Llevaba unos pantalones negros y una gabardina. En sus manos llevaba dos cafés, exactamente como lo recordaba Kate.
- ¿Es aquí preguntó? – casi incrédulo – Llevo media hora buscando el sitio, alguien me lo dio mal. Al parecer los treses de mi madre parecen cincos – terminó de hablar y se fijo en Kate – Y usted debe ser la inspectora Beckett.
- Sí – dijo casi sin habla. No estaba tan preparada como ella se creía.
- Pues según Esposito esto – dijo tendiéndole el café – es para ti
- Muchas gracias. ¿Te has enterado ya del caso? – estaba ilusionada porque se había acordado del café. Con leche y con dos terrones y vainilla, como siempre.
- Entre Rayan y Esposito creo que sí. Varón que muere resistiéndose – resumió – pero la casa ¿no está muy limpia para que hayan forcejeado aquí?
- De hecho, eso mismo he pensado yo, pero no hay huellas. Solo las de él
- ¿No hay huellas de nadie más?
- No, pero nos vamos a la comisaría, haber si allí sacamos algo en claro
- Está bien, ahora voy, he aparcado lejos
- Te veo allí – respondió Kate cuando él ya se había marchado ilusionado por la puerta
Lanie que había estado mirando la conversación disimuladamente soltó un silencioso suspiro que Kate pudo oír claramente. La conversación había sido… torpe, muy torpe. La había pillado completamente de improvisto a pesar de que se llevaba preparando durante semanas para aquel instante. Pero si algo le había enseñado su profesión es que nunca se está suficientemente preparado para todo, siempre había algún hueco para la sorpresa. Era una de las cosas que más le gustaban de su trabajo, que nada era como lo anterior, aunque a la vez también era su pequeña maldición. Salió de la habitación echando la vista atrás para volver a ver los puntos clave que había establecido sobre el caso y fue directa hacia su nuevo coche, aunque muy parecido al otro que acabó en el fondo del rio Hudson.
En la 12 reinaba el mismo ambiente de trabajo que siempre, cuando llegó Beckett, pero más de una mirada iba a para a su mesa, a la silla de al lado, donde “el mono escritor” estaba sentado, como si nada hubiera pasado. Esposito la llamó antes de que a ella le diera tiempo de dirigirse hacia la mesa.
- Hemos estado investigando a Blade. Se apellida Harrison trabaja como programador para una empresa de seguridad llamada “Intersafe”. Trabajaba en casa y tiene un gran historial clínico. Tiene alergia a la mayoría de las cosas, hace ya cinco años que el médico le recomendó trabajar en casa y salir lo menos posible. Hace tres años empezó a ser tratado de paranoia por el psicólogo… - Esposito miró en una de sus hojas – Ronald Weisman
- Bueno eso explica porque solo están sus huellas en la casa. ¿Se sabe de alguien qué podría querer hacerle daño?
- Todavía no hemos hablado con la familia ni con el trabajo
- Pues poneros a ello. ¿Ha habido suerte con las cámaras?
- Hay una que podría enfocar el portal – dijo señalando a la sala de audiovisuales – Rayan está con ello
- Esta bien pues ayúdale, nosotros iremos a hablar con su jefe
- A la orden
- ¡Castle! – lo llamó Kate a medio gritar – Nos vamos
Castle se levantó con la cara de un niño al que le van a dar una piruleta, como siempre hacía. Cogió su gabardina y fue hacia el ascensor. Kate hizo lo mismo. Tras una bajada incómoda en el ascensor, en el que no había nadie más que ellos dos. Entraron en el coche y se dirigieron hacia la 13rd.
- ¿Todavía no te has terminado el café? – pregunto Castle señalando el vaso que tenía encima del salpicadero
- Sí – respondió Kate – Solo que se me ha olvidado tirarlo. Por cierto, gracias por traérmelo. Ha sido un detalle, no me lo esperaba
- Ni yo, la verdad. Simplemente iba a coger un café y sin querer puse dos. Supuse que era para Esposito o para Rayan, pero ellos me dijeron que era para ti. Sabes es extraño
- ¿El qué es extraño? – dijo Kate con cierta angustia
- Lo de no poder acordarme de ciertas cosas. De los libros, de los casos, de ti. Es como si se hubiera borrado una parte importante de mi vida
- Bueno, no es culpa tuya. Además la mayoría de los casos de amnesia son pasajeros.
- Ya lo sé, pero aún así no me siento muy cómodo. Esto es un asco – dijo enfurruñándose y poniendo morritos, como hacia siempre que se enfadaba
- Ya se te pasará – le intento animar Kate – Ya hemos llegado
Ambos se bajaron del coche y entraron en el vestíbulo. Era amplio, pero estaba lleno de mesas de oficina. El ambiente era ajetreado. Se dirigieron a la mesa principal. Kate sacó su placa y se la enseñó junto con una amplia sonrisa a la recepcionista.
- Kate Beckett, de la policía de Nueva York. ¿Podría pasarnos con el jefe de Blade Weisman?
- Espere un momento – la chica miró en la agenda y al ver que había un hueco llamó para avisarle de su llegada – Pueden pasar, segundo piso, la puerta al fondo del pasillo
- Gracias
Tras otro interminable e incómodo viaje de ascensor junto a Castle, y recorrer el pequeño pasillo, entraron en el despacho de Arnold Creig, el director de Intersafe. Ya les estaba esperando:
- Buenos días inspectora – dijo tendiéndole la mano, la cual estrechó – y usted es …
- Rick Castle – dijo tendiéndole la mano
- Castle – dijo sorprendido - ¿el escritor?
- Él mismo
- ¡Me encantan sus libros, sobre todo los últimos, los de Nikki Heat! El personaje es verdaderamente fantástico.
- Bueno, al parecer, eso se lo debo a ella – dijo señalando con la cabeza a Beckett, haciéndola sonrojarse
- Muy bien, muy bien. Bueno, y a que debo vuestra singular visita
- Se trata de Blade Weisman. Trabaja aquí ¿no? – era una afirmación más que una pregunta
- Sí, claro. Bueno más que trabajar aquí trabaja para mí. Tiene una gran lista de afecciones y alergias, así que el médico le dijo que trabajara en casa.
- Si lo sabemos
- Bueno, y que pasa con Blade
- Le hemos encontrado muerto en su casa – Arnold palideció, pero no dijo nada
- ¿Sabe usted de alguien que pudiera hacerle daño? – sugirió Castle
- No, no, no se me ocurre nadie que pudiera querer hacerle daño – dijo aún con la cara pálida tras recuperar el habla.
- Esta bien, pues entonces nos vamos – dijo Kate
- ¿Cómo ya?, yo tengo más preguntas – le susurró Castle. Kate le echo una de sus miradas de “Ahora no, Castle” y éste se calló y salió con ella de la habitación
Entraron en el ascensor y bajaron en silencio debido a que Kate le dijo que callara. Una vez en el coche empezaron a hablar:
- Estaba mintiendo – dijo Castle nada más doblar la esquina
- Lo sé, no había más que mirar su cara
- Parecía Casper – dijo sonriendo. Kate soltó una risita y se sonrojó un poco pero Castle no se dio cuenta – Además, trabajando en una empresa de seguridad seguro que tendrá algún enemigo
- ¿En qué te basas? – preguntó con curiosidad
- Desde mi punto de vista, podría estar trabajando en algo que le interesara a alguien. Es lógico pensar que ese alguien intentara conseguirlo y el trabajo de Blade le impedía hacerlo
- Es una teoría bastante interesante – reconoció Kate – Vas recobrando facultades
- Nunca las perdí – sonrió Castle
Kate sonrió, pensando que en realidad sí que había perdido facultades. No la reconocía a ella, ni sus casos, ni nada que tuviera que ver con ella. Al menos se acordaba del café
continuara
Re: Respawn Cap 1,2,3
por dios genial capitulo continua cuando puedas
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Respawn Cap 1,2,3
Teresita_yocastle$$NYPD escribió:por dios genial capitulo continua cuando puedas
muchas gracias,lo haré
Re: Respawn Cap 1,2,3
Massycb escribió:Awww pobre Beckett :-(
Sigue así vas muy bien!!! ;-)
Muuchas gracias, de verdad
Re: Respawn Cap 1,2,3
Muy bueno, a mi me gusto muchisimo pero quiero massss por favor.
PD: Con un beso de ella recupera su memoria
PD: Con un beso de ella recupera su memoria
silvanalino- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Respawn Cap 1,2,3
peeeeeeeeerfecto! he leido todos los caps,no me queda más remedio que felicitarte,y decirte que siiiiiigaaaaaaas!
beeeso
beeeso
Stana Beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 963
Fecha de inscripción : 04/01/2012
Edad : 27
Localización : Nueva York, trabajando con Richard Castle. Y pegando tiros con Kate. Ausente!
Re: Respawn Cap 1,2,3
silvanalino escribió:Muy bueno, a mi me gusto muchisimo pero quiero massss por favor.
PD: Con un beso de ella recupera su memoria
muchas gracias por verlo
PD:
- Spoiler:
- Fue mi primera opcion he de reconocerlo pero, ¿quien sabe?
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