El frío acero vomitaba metal.
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El frío acero vomitaba metal.
Este es un fic que he hecho hoy, espero que os guste. Esta es solo la primera parte, depende de vuestros comentarios lo haré más largo o menos.
CAPITULO 1: Cuando oyes un ruido.
-Castle. Castle. ¡CASTLE!
Richard soltó el móvil de las manos, que fue a parar al suelo del coche. Nada más recogerlo miró a Beckett con una sonrisa.
-Castle, estate atento, deja el móvil. Coge tu chaleco, vamos a entrar ya.
-¿No esperamos a Ryan y Esposito?
-No, están haciendo una cosa, y si nos quedamos a esperarles este tío se nos escapará.
-Perfecto- Dijo Castle poniéndose su chaleco con la palabra “Writer” escrita en él.
Salieron del coche y se dirigieron a la puerta con el número 342. Antes de entrar, Beckett se volvió para advertir a Rick.
-Castle, este tío es muy peligroso, tiene unas armas muy...
Richard no le dejó terminar:
-De acuerdo, tendré mucho cuidado, tal tal tal, tal y cual.
-En serio, Castle.
Su mirada la tranquilizó un poco, pero sabía que no estaba seguro del todo en ese caso. Tenía razón.
La puerta estaba entornada, así que Beckett no tuvo que derivarla. Eso les venía bien, porque prefería pillar al asesino de sorpresa. Avanzaron por una pequeña sala de estar descuidada hasta llegar a un corto pasillo, que a su derecha estaba seguido por otro igual. Siguiendo ese orden, otro pasillo continuaba el camino hacia delante. Al llegar, el recorrido se dividía en un pasillo a la derecha y otro a la izquierda. Beckett, que iba la primera, decidió por su instinto que se adentraría en el pasillo de la derecha.
-¿Estas segura?
-Shhhh.
-Solo digo que a lo mejor..
-Castle, no hables.
El pasillo daba a una habitación, probablemente la más grande de la casa. Cuando Beckett verificó que estaba libre, bajó el arma y se adelantó unos pasos examinando la sala. Un ruido hizo que Castle y Beckett se dieran la vuelta, y que esta última levantara el arma otra vez. Salieron de la habitación encontrándose ora vez con el pasillo de la izquierda que habían ignorado unos minutos antes y el pasillo por el que habían pasado. Kate eligió el pasillo anteriormente ignorado. Castle la iba a seguir cuando volvió a oír el mismo ruido, pero proveniente del pasillo por el que habían pasado. Pensó que lo más correcto era llamar a Beckett, pero si lo hacía dejaría escapar al asesino que había arrevatado la vida a cinco personas. Sin pensarlo más, Castle escogió el pasillo contrario a la elección de Beckett.
Kate llegó a una sala idéntica a la sala de dónde acababa de salir. Se dio la vuelta para decirle a Castle que se diera prisa, que había que ir tras el asesino, pero no le vio allí. Sintió que un escalofrío le recorría todo el cuerpo. Echó a correr hacia la salida, pero, cuando estaba a mitad de la sala de estar, el sonido de una pistola la paralizó por completo. El primer pensamiento (en realidad el segundo, ya que el primero lo descartó rápidamente) fue que Castle podía haber disparado al asesino, pero recordó que Rick no llevaba pistola. Cuando recuperó el sentido, Beckett corrió hacia la puerta de salida, y se paró en el marco de esta. Miró hacia la derecha y al no ver nada, miró hacia la izquierda con miedo: un grupo de personas con la mano en la boca y con los móviles en las orejas rodeaban algo que Beckett no alcanzaba a ver. Pero había una cosa que sí veía con claridad: un charco de sangre en el suelo y el asesino corriendo hacia el parque.
Espero que os haya gustado, y comentar!
CAPITULO 1: Cuando oyes un ruido.
-Castle. Castle. ¡CASTLE!
Richard soltó el móvil de las manos, que fue a parar al suelo del coche. Nada más recogerlo miró a Beckett con una sonrisa.
-Castle, estate atento, deja el móvil. Coge tu chaleco, vamos a entrar ya.
-¿No esperamos a Ryan y Esposito?
-No, están haciendo una cosa, y si nos quedamos a esperarles este tío se nos escapará.
-Perfecto- Dijo Castle poniéndose su chaleco con la palabra “Writer” escrita en él.
Salieron del coche y se dirigieron a la puerta con el número 342. Antes de entrar, Beckett se volvió para advertir a Rick.
-Castle, este tío es muy peligroso, tiene unas armas muy...
Richard no le dejó terminar:
-De acuerdo, tendré mucho cuidado, tal tal tal, tal y cual.
-En serio, Castle.
Su mirada la tranquilizó un poco, pero sabía que no estaba seguro del todo en ese caso. Tenía razón.
La puerta estaba entornada, así que Beckett no tuvo que derivarla. Eso les venía bien, porque prefería pillar al asesino de sorpresa. Avanzaron por una pequeña sala de estar descuidada hasta llegar a un corto pasillo, que a su derecha estaba seguido por otro igual. Siguiendo ese orden, otro pasillo continuaba el camino hacia delante. Al llegar, el recorrido se dividía en un pasillo a la derecha y otro a la izquierda. Beckett, que iba la primera, decidió por su instinto que se adentraría en el pasillo de la derecha.
-¿Estas segura?
-Shhhh.
-Solo digo que a lo mejor..
-Castle, no hables.
El pasillo daba a una habitación, probablemente la más grande de la casa. Cuando Beckett verificó que estaba libre, bajó el arma y se adelantó unos pasos examinando la sala. Un ruido hizo que Castle y Beckett se dieran la vuelta, y que esta última levantara el arma otra vez. Salieron de la habitación encontrándose ora vez con el pasillo de la izquierda que habían ignorado unos minutos antes y el pasillo por el que habían pasado. Kate eligió el pasillo anteriormente ignorado. Castle la iba a seguir cuando volvió a oír el mismo ruido, pero proveniente del pasillo por el que habían pasado. Pensó que lo más correcto era llamar a Beckett, pero si lo hacía dejaría escapar al asesino que había arrevatado la vida a cinco personas. Sin pensarlo más, Castle escogió el pasillo contrario a la elección de Beckett.
Kate llegó a una sala idéntica a la sala de dónde acababa de salir. Se dio la vuelta para decirle a Castle que se diera prisa, que había que ir tras el asesino, pero no le vio allí. Sintió que un escalofrío le recorría todo el cuerpo. Echó a correr hacia la salida, pero, cuando estaba a mitad de la sala de estar, el sonido de una pistola la paralizó por completo. El primer pensamiento (en realidad el segundo, ya que el primero lo descartó rápidamente) fue que Castle podía haber disparado al asesino, pero recordó que Rick no llevaba pistola. Cuando recuperó el sentido, Beckett corrió hacia la puerta de salida, y se paró en el marco de esta. Miró hacia la derecha y al no ver nada, miró hacia la izquierda con miedo: un grupo de personas con la mano en la boca y con los móviles en las orejas rodeaban algo que Beckett no alcanzaba a ver. Pero había una cosa que sí veía con claridad: un charco de sangre en el suelo y el asesino corriendo hacia el parque.
Espero que os haya gustado, y comentar!
Última edición por Anitaa Rogers el Lun Nov 01, 2010 8:50 am, editado 2 veces
Anitaa Rodgers- Autor de best-seller
- Mensajes : 841
Fecha de inscripción : 05/10/2010
Edad : 26
Re: El frío acero vomitaba metal.
aaaaah pero no lo cortes aquiiiii!!! esta muy bien me ha encantado. continualo por faa!!
xonika- As del póker
- Mensajes : 474
Fecha de inscripción : 13/08/2010
Re: El frío acero vomitaba metal.
intrigada me quedo....
lucia- As del póker
- Mensajes : 338
Fecha de inscripción : 23/10/2010
Re: El frío acero vomitaba metal.
Noooo,lo cortaste en la mejor parte!!!,noooo!!!,siguelo porfavor,esta genial!!
Tienes muy buena mano para escribir!!,siguelo porfavor!!
cuidense
Tienes muy buena mano para escribir!!,siguelo porfavor!!
cuidense
Raquelita Beckett- Policia de homicidios
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 23/08/2010
Edad : 27
Localización : Tenerife Santa Cruz
Re: El frío acero vomitaba metal.
Pero, ¿cómo nos dejas así?... sigue porfa plis, que está muy bien esta historia.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: El frío acero vomitaba metal.
OH, MY GOD!!!!!! OH MY GOOOOOOOODDDD!!!!! como lo cortas ahi????
NECESITO MAAAAAAASSSSSSSS!!!!!!! :blowup:
(jeje )
me ha encantado. y creo que a mi perra tambien!!! (he leido el fic en voz alta mientras ella se comia mi peluche de Calamardo )
NECESITO MAAAAAAASSSSSSSS!!!!!!! :blowup:
(jeje )
me ha encantado. y creo que a mi perra tambien!!! (he leido el fic en voz alta mientras ella se comia mi peluche de Calamardo )
Re: El frío acero vomitaba metal.
Gracias a todas por los comentarios! Me encanta que os halla gustado. Aquí va el segundo capitulo. Lo siento por tardar tanto, pero estaba entretenida con otros pasatiempos. Este no es el último capítulo, ya que tengo una idea que creo que os va a gustar. Disfruté mucho escribiendo la parte del final. Bueno, espero que os guste:
CAPITULO 2: Gracias a la tecnología
Una lágrima resbaló por la mejilla de Kate Beckett, dando paso a muchas más.
-¡Policía de Nueva York! ¡Apártense!
La gente se apartó y las sospechas de Kate, lamentablemente, se confirmaron. Richard Castle yacía en el suelo con la mirada en el cielo, sin ese brillo que caracterizaba sus ojos celestes, y la camisa y la chaqueta teñida de un color rojo granate. El chaleco antibalas estaba abierto y no le había servido para nada. Kate se arrodilló junto a él y lo único que se le vino a la cabeza fue desabrochar la chaqueta de un tirón. Lo que más temía en ese momento era que la bala le hubiera atravesado, pero algo hizo que casi sonriera: el fantástico móvil de Castle había amortiguado la bala y disminuido el peligro. Aun así, Beckett tenía que hacer algo, o le perdería. Colocó sus manos temblorosas sobre la herida de bala y presionó varias veces seguidas, mientras sus lágrimas volvían a resbalarse por sus mejillas, vertiéndose sobre el cuerpo casi sin vida de Castle.
La puerta del director se abrió después de que unos nudillos la golpearan.
-Perdón, señor Simons, ¿me había llamado?
-Si, Alexis, tenemos...
El director del instituto quiso terminar la frase, pero antes de que pudiese, Alexis se dió cuenta de que había otra persona de pie en la sala.
-¿Esposito? ¿Qué haces tú aquí?
Esposito chocó contra la mirada ya vidriosa de Alexis, que creía derretirse por momentos.
-No...
Sus manos todavía temblaban, el café estaba frío y ella no quería estar allí. Quería estar con él. Si hubiera estado más atenta, si hubiera corrido más, si hubiera elegido la otra sala... Castle se lo había avisado, pero ella era una cabezota, y no le había escuchado. Si le hubiera dicho todo lo que sentía antes de que se fuera a los Hamptons... Todo habría sido distinto, Castle no estaría en un quirófano y ella no estaría en aquella sala del hospital a la espera de noticias.
-¿Señorita Beckett?
-Si, soy yo.
-Acabamos de terminar la operación. Richard Castle está fuera de peligro.
Beckett sintió que su cuerpo se llenaba de vida otra vez.
-Pero no todo son buenas noticias. El señor Castle ha entrado en coma.
UNA SEMANA DESPUÉS
La mesilla de la habitación estaba llena de flores de todo tipo y de todos los colores. Kate daba vueltas por la sala, y de vez en cuando miraba por la ventana: innumerables parejas pasaban por el parque, deprimiendo un poco más a Beckett. La puerta se abrió y Alexis apareció con expresión desesperada:
-Alexis, ¿qué pasa?
-Beckett, tengo que decirte una cosa urgentemente. Gina estaba en París cuando el accidente ocurrió y ella...
Una mujer rubia entró en la sala y se paró junto a Alexis, pero con la mirada fija en Castle.
-Oh Dios mio.
Se acercó un poco a la cama, pero se percató de que Beckett estaba ya de pie junto a él.
-Amm... Beckett, ¿no? Si, te recuerdo... Supongo que has estado con él todo el rato; gracias, pero ya he llegado yo. Ya... Ya te puedes ir.
Beckett sintió la rabia que había sentido el día en el que decidió mostrarle sus sentimientos a Castle, pero ese día no se iba a contener.
-No. No me pienso ir. Por mucho que estéis juntos, o todo lo demás yo me voy a quedar con él, como he hecho todos estos días y como tendrías que haber hecho tú. Pero él no te importa nada, solo estas con el porque... Mira, ¡no me importa! Lo único que sé es que yo soy su amiga, y no me he movido de aquí ni un solo día, ¿y tú?¡Tú estabas en París y has esperado una semana para venir! ¿Y ahora me estás diciendo que me vaya? Pues esta vez no te vas a salir con la tuya.
Gina estaba a punto de contestar cuando unos ruidos hicieron que las tres mujeres miraran la cama. Castle abrió de ojos lentamente y, pasados unos segundos pronunció una palabra que fue una sorpresa para todas,sobre todo para Kate. Simplemente dijo :
-Beckett...
No dijo nada más y Kate sonrió. Gina, indignada por lo que estaba pasando, se irguió, en un intento de preservar su orgullo, y salió de la sala rápidamente. Justo en ese momento Alexis se tiró a los brazos de su padre, quien la rodeó con los suyos, mientras Beckett sentía que unas lágrimas inundaban sus ojos. Pero en esa ocasión eran unas lágrimas distintas, eran lágrimas de alegría.
CAPITULO 2: Gracias a la tecnología
Una lágrima resbaló por la mejilla de Kate Beckett, dando paso a muchas más.
-¡Policía de Nueva York! ¡Apártense!
La gente se apartó y las sospechas de Kate, lamentablemente, se confirmaron. Richard Castle yacía en el suelo con la mirada en el cielo, sin ese brillo que caracterizaba sus ojos celestes, y la camisa y la chaqueta teñida de un color rojo granate. El chaleco antibalas estaba abierto y no le había servido para nada. Kate se arrodilló junto a él y lo único que se le vino a la cabeza fue desabrochar la chaqueta de un tirón. Lo que más temía en ese momento era que la bala le hubiera atravesado, pero algo hizo que casi sonriera: el fantástico móvil de Castle había amortiguado la bala y disminuido el peligro. Aun así, Beckett tenía que hacer algo, o le perdería. Colocó sus manos temblorosas sobre la herida de bala y presionó varias veces seguidas, mientras sus lágrimas volvían a resbalarse por sus mejillas, vertiéndose sobre el cuerpo casi sin vida de Castle.
La puerta del director se abrió después de que unos nudillos la golpearan.
-Perdón, señor Simons, ¿me había llamado?
-Si, Alexis, tenemos...
El director del instituto quiso terminar la frase, pero antes de que pudiese, Alexis se dió cuenta de que había otra persona de pie en la sala.
-¿Esposito? ¿Qué haces tú aquí?
Esposito chocó contra la mirada ya vidriosa de Alexis, que creía derretirse por momentos.
-No...
Sus manos todavía temblaban, el café estaba frío y ella no quería estar allí. Quería estar con él. Si hubiera estado más atenta, si hubiera corrido más, si hubiera elegido la otra sala... Castle se lo había avisado, pero ella era una cabezota, y no le había escuchado. Si le hubiera dicho todo lo que sentía antes de que se fuera a los Hamptons... Todo habría sido distinto, Castle no estaría en un quirófano y ella no estaría en aquella sala del hospital a la espera de noticias.
-¿Señorita Beckett?
-Si, soy yo.
-Acabamos de terminar la operación. Richard Castle está fuera de peligro.
Beckett sintió que su cuerpo se llenaba de vida otra vez.
-Pero no todo son buenas noticias. El señor Castle ha entrado en coma.
UNA SEMANA DESPUÉS
La mesilla de la habitación estaba llena de flores de todo tipo y de todos los colores. Kate daba vueltas por la sala, y de vez en cuando miraba por la ventana: innumerables parejas pasaban por el parque, deprimiendo un poco más a Beckett. La puerta se abrió y Alexis apareció con expresión desesperada:
-Alexis, ¿qué pasa?
-Beckett, tengo que decirte una cosa urgentemente. Gina estaba en París cuando el accidente ocurrió y ella...
Una mujer rubia entró en la sala y se paró junto a Alexis, pero con la mirada fija en Castle.
-Oh Dios mio.
Se acercó un poco a la cama, pero se percató de que Beckett estaba ya de pie junto a él.
-Amm... Beckett, ¿no? Si, te recuerdo... Supongo que has estado con él todo el rato; gracias, pero ya he llegado yo. Ya... Ya te puedes ir.
Beckett sintió la rabia que había sentido el día en el que decidió mostrarle sus sentimientos a Castle, pero ese día no se iba a contener.
-No. No me pienso ir. Por mucho que estéis juntos, o todo lo demás yo me voy a quedar con él, como he hecho todos estos días y como tendrías que haber hecho tú. Pero él no te importa nada, solo estas con el porque... Mira, ¡no me importa! Lo único que sé es que yo soy su amiga, y no me he movido de aquí ni un solo día, ¿y tú?¡Tú estabas en París y has esperado una semana para venir! ¿Y ahora me estás diciendo que me vaya? Pues esta vez no te vas a salir con la tuya.
Gina estaba a punto de contestar cuando unos ruidos hicieron que las tres mujeres miraran la cama. Castle abrió de ojos lentamente y, pasados unos segundos pronunció una palabra que fue una sorpresa para todas,sobre todo para Kate. Simplemente dijo :
-Beckett...
No dijo nada más y Kate sonrió. Gina, indignada por lo que estaba pasando, se irguió, en un intento de preservar su orgullo, y salió de la sala rápidamente. Justo en ese momento Alexis se tiró a los brazos de su padre, quien la rodeó con los suyos, mientras Beckett sentía que unas lágrimas inundaban sus ojos. Pero en esa ocasión eran unas lágrimas distintas, eran lágrimas de alegría.
Anitaa Rodgers- Autor de best-seller
- Mensajes : 841
Fecha de inscripción : 05/10/2010
Edad : 26
Re: El frío acero vomitaba metal.
AYY.... me encanta!!!!! oh, dios que fuerteeee!!!!!!
QUE JODA GINAAAAAAA!!!!!
porfavor, tienes que continuarlo!!!!! te esta quedando perfecto!!!
QUE JODA GINAAAAAAA!!!!!
porfavor, tienes que continuarlo!!!!! te esta quedando perfecto!!!
Re: El frío acero vomitaba metal.
muy bien hecho con gina!! me ha gustado mucho este capi, continualo prontooo!!!
xonika- As del póker
- Mensajes : 474
Fecha de inscripción : 13/08/2010
Re: El frío acero vomitaba metal.
anitaa (2 aes) no quiero presionarte ni nada... pero si no cuelgas el fic pronto me va a estallar la cabeza!!!!!!!
Re: El frío acero vomitaba metal.
Jjaajja, esque me tocan los examenes, pero lo colgaré antes del 15 de noviembre, lo juro!
Anitaa Rodgers- Autor de best-seller
- Mensajes : 841
Fecha de inscripción : 05/10/2010
Edad : 26
Re: El frío acero vomitaba metal.
Ola! Garcias otra vez por vuestros comentarios. Aquí va el tercer capitulo. Es un poco más largo que los demás, pero simplemente porque me parece que en el principio no sale nada que sea muy interesante. Que lo disfruteis!
PD: Este capitulo va dedicado a Kate
CAPITULO 3: Ups... Han echado el cerrojo
-¿Cómo te encuentras, papá? ¿Necesitas algo más? Un sandwich, un...
Castle estaba encantado por la forma de preocuparse de su hija, pero no quería ser una carga para ella. Ni siquiera le dejo terminar su frase.
-Tranquila, Alexis. Me puedo mover, estoy bien. Como si me hubieran pegado un tiro, o algo parecido.
A pesar de haber estado en coma y en el hospital varias semanas, el humor de Richard nunca desaparecería.
-Ya, papá, pero yo quiero ayudarte, y dijo el doctor que tenías que descansar.
Castle tomó el vaso de agua que le había llevado su hija, y bebió un trajo. Alexis se sentó a su lado.
En ese momento el timbre sonó, y Martha Rodgers bajó las escaleras con su diaria copa de vino en la mano.
-Madre, ¿que hombre desesperado y marchito has llamado hoy?
-Ja, ja. Esta vez te vas a llevar una sorpresa.
Castle y Alexis se miraron con una mirada que decía: “Esta semana nos toca aguantar a otro carcamal”, mientras Martha abría la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, de esas que solo ponía cuando estaba tramando algo. Kate Beckett se encontraba en la entrada del piso, con la misma ropa que solía llevar siempre pero un poco más maquillada. Castle se levantó para averiguar quién era el invitado de esa tarde y se llevó una sorpresa increíblemente satisfactoria.
-¡Beckett! ¿Que haces tú aquí?
-Bueno, tu madre me llamó y me pidió que viniese, pero si estas muy ocupado...
-¡Tonterías! - Martha cogió el brazo de su hijo y acercó a Alexis hacía ella – Estamos encantados de que estés aquí. ¡Venga, quitate el abrigo y ponte cómoda!
Guió a Kate hacia el sillón y le sirvió una copa de vino. Alexis le dijo a su padre (no sin una sonrisa en la cara) :
-Bueno, papá. Parece que la visita de hoy no va a ser tan desagradable, ¿no?
La mirada que Castle echó a su hija desvelaba muchas cosas, de las cuales la mayoría , Alexis ya las intuía.
La noche se pasó volando, los cuatro hablaban sin parar, con sus tres copas de vino y un montón de cosas que contar. Pero hubo un tema que ninguno quiso sacar: Gina. Ni Beckett ni Castle ni Alexis ni Martha hablaron de ella, porque ese tema estaba solucionado.
Cuando “la fiesta” hubo terminado, Martha y su nieta se ofrecieron a recoger todo, dejando solos a Beckett y Castle.
-Bueno, creo que ya debería irme.
Andó hacia la puerta con su abrigo y su bolso en la mano seguida por Castle. Ya fuera del apartamento se volvió para despedirse de él, algo nerviosa.
-Bueno... Gracias. Me... Me lo he pasado muy bien.
-Si, yo también.- Hizo una pausa en la que los dos miraron al suelo.- Nos vemos mañana.
-Si, buenas noches
Se despidió de él con la mano y se dirigió al ascensor, deseando extrañamente que al día siguiente apareciera un cadáver.
El teléfono sonó. No era muy tarde, pero Castle ya estaba levantado y vestido, esperando justo esa llamada.
-Castle. Genial, voy para allí.
Pero antes de que pudiera salir por la puerta una cabecita pelirroja apareció rápidamente y le cogió del brazo.
-¡Papá! ¿A dónde crees que vas? No puedes salir hoy.
-Alexis, un cadáver me está esperando en el parque, no voy a hacer nada y yo creo que estoy en
condiciones de salir. ¿No crees que me vendría bien tomar un poco el aire?
Alexis se relajó un poco y le soltó.
-Te noto un poco apresurado. ¿No será que quieres ver a la inspectora Beckett otra vez?
Castle no quería mentir a su hija, asi que la besó y salió corriendo de su piso.
-Buenos días. ¿Qué tal has dormido?
Castle y Beckett se acercaron al muerto hablando, pero desgraciadamente para ellos terminaron esa conversación delante de la espabilada forense.
-Bien, pero con todo el vino que bebimos ayer...
-¿Vino? ¿Ayer?- Lanie Parish se levantó con una sonrisa en la cara y se plantó delante de ellos dos.- Pero, a ver, ¿qué me he perdido?
-Lanie, no pasó nada. Simplemente la madre de Castle me invitó ayer por la noche a pasar un rato.
-Mmmm... Que considerada. Bueno, cambiando de tema, un disparo en el pecho. Una 38. Lleva así entre 2 y 3 días. Sin identificación, no cartera ni nada. No sabemos quien es.
-Bien. - En ese momento Espósito y Ryan se agacharon con ellos tres para hablar con Beckett.- Espósito, Ryan, ¿habéis encontrado su cartera?
-No, nada en el parque ni en los contenedores. Y lo sabemos porque habeis tardado un milenio en llegar.
Lanie no se pudo contener:
-Bueno, eso será porque anoche estuvieron tomando vino...
-¡No pasó nada! Estabamos con Martha y Alexis.
Espósito, Ryan y Lanie intercambiaron unas miradas acompañadas de algunas risas.
-Venga, vamos a la comisaría. Y vosotros, dejaos de hacer tonterias y trabajar.
Llegaron a la comisaría todos juntos. Cada uno se sentó en su silla, atento a sus cosas excepto Castle, que no tenía nada que hacer. Recordó que había quedado, y se levantó cogiendo su abrigo. Pero lo hizo tan rápido que no pudo reprimir un gemido de dolor. Beckett le miró preocupada.
-¿Estas bien?
-Emm... Si, solo ha sido por levantarme. No ha sido nada.
-Bueno, ¿y por qué te levantas, si se puede saber?
Kate estaba contenta ese día, pero por unos segundos la expresión que lo decía cambio.
-Es que me tengo que ir. Tengo una cita.
-Una ¿cita? - Las palabras le salían entrecortadas. - ¿Y con quién? ¿Gina? Supongo... Bueno, pues que te lo pases bien.
Esas últimas palabras representaban algo de rabia, ya que pensaba que Gina había desaparecido del plano. Castle rió por lo bajo.
-¿Qué? ¿Por qué te ries?
-Beckett. - Todavía el rastro de su rísa estaba en su cara.- Mi cita es con el doctor. Y luego me voy a comer con mi madre y con mi hija. Nada más.
Kate quería que la tierra se le tragase. Se había mostrado celosa ante... ¿Un médico? Se puso roja y sentía un calor impresionante.
-Bueno, entonces, nos vemos esta tarde, ¿no?
-Si, claro. Hasta luego, inspectora.
-Beckett. Han identificado al muerto. Adam Smith. 24 años. Vivía cerca del parque, solo. Ni familia ni novia ni nada. El típico solotario. Espósito, que era el que había informado a Kate, y Ryan le tendieron un expediente a Beckett.
-¿Y cómo le habeis identificado?
-Fácil. Por su trabajo. Han denunciado la desaparición este mediodía. Trabajaba en una editorial.
-¡Mira, a lo mejor conocía a Castle!
-Hablando de Castle, ¿dónde está tu sombra? Ya son más de las 8, y no hay nadie más en la comisaría que nosotros. Es su momento favorito del día.
-Se había ido a comer con su familia, supongo que se habrá quedado en casa un rato.
Las puertas del ascensor se abrieron, y Rick echó a correr hacia los detectives.
-¡Ya sé quién era! ¡Ya sé quién era! - Se paró respirando fatigosamente. - Se llamaba Adam Smith. Trabajaba en una editorial. Esta mañana su cara me sonaba un poco y entonces me he dado cuenta de quién era y ... ¿Qué?
-Nada, nada. -Beckett respondió divertida por esa escena.- Solo que ya lo sabíamos. Somos detectives, ¿recuerdas?.
-Oh, claro, por supuesto... ¿Quién quiere un café?
Hizo lo primero que se le vino a la cabeza para conseguir que los chicos no se burlaran de él. Pero la propuesta del café agradó a todos. Se levantaron hacia la salita del café. El último en entrar fue Ryan, que cerró la puerta. Se sirvieron el café y se sentaron en la mesa a hablar. Al poco tiempo el móvil de Beckett sonó, pero estaba con su bolso fuera de la salita.
-Ahora vengo.
Dejó la taza de café en la mesa y se levantó a abrir la puerta. Pero el picaporte no giraba. Lo intentó varias veces y nada. No se abría.
-Chicos, a ver si me podéis ayudar con esto.
Espósito y Ryan se acercaron a ayudarle, pero nada. No se abría. Unos ruidos se escucharon desde fuera, y los detectives pudieron diferenciar una risa entre ellos. Instantáneamente supieron lo que pasaba:
-Estamos encerrados.
PD: Este capitulo va dedicado a Kate
CAPITULO 3: Ups... Han echado el cerrojo
-¿Cómo te encuentras, papá? ¿Necesitas algo más? Un sandwich, un...
Castle estaba encantado por la forma de preocuparse de su hija, pero no quería ser una carga para ella. Ni siquiera le dejo terminar su frase.
-Tranquila, Alexis. Me puedo mover, estoy bien. Como si me hubieran pegado un tiro, o algo parecido.
A pesar de haber estado en coma y en el hospital varias semanas, el humor de Richard nunca desaparecería.
-Ya, papá, pero yo quiero ayudarte, y dijo el doctor que tenías que descansar.
Castle tomó el vaso de agua que le había llevado su hija, y bebió un trajo. Alexis se sentó a su lado.
En ese momento el timbre sonó, y Martha Rodgers bajó las escaleras con su diaria copa de vino en la mano.
-Madre, ¿que hombre desesperado y marchito has llamado hoy?
-Ja, ja. Esta vez te vas a llevar una sorpresa.
Castle y Alexis se miraron con una mirada que decía: “Esta semana nos toca aguantar a otro carcamal”, mientras Martha abría la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, de esas que solo ponía cuando estaba tramando algo. Kate Beckett se encontraba en la entrada del piso, con la misma ropa que solía llevar siempre pero un poco más maquillada. Castle se levantó para averiguar quién era el invitado de esa tarde y se llevó una sorpresa increíblemente satisfactoria.
-¡Beckett! ¿Que haces tú aquí?
-Bueno, tu madre me llamó y me pidió que viniese, pero si estas muy ocupado...
-¡Tonterías! - Martha cogió el brazo de su hijo y acercó a Alexis hacía ella – Estamos encantados de que estés aquí. ¡Venga, quitate el abrigo y ponte cómoda!
Guió a Kate hacia el sillón y le sirvió una copa de vino. Alexis le dijo a su padre (no sin una sonrisa en la cara) :
-Bueno, papá. Parece que la visita de hoy no va a ser tan desagradable, ¿no?
La mirada que Castle echó a su hija desvelaba muchas cosas, de las cuales la mayoría , Alexis ya las intuía.
La noche se pasó volando, los cuatro hablaban sin parar, con sus tres copas de vino y un montón de cosas que contar. Pero hubo un tema que ninguno quiso sacar: Gina. Ni Beckett ni Castle ni Alexis ni Martha hablaron de ella, porque ese tema estaba solucionado.
Cuando “la fiesta” hubo terminado, Martha y su nieta se ofrecieron a recoger todo, dejando solos a Beckett y Castle.
-Bueno, creo que ya debería irme.
Andó hacia la puerta con su abrigo y su bolso en la mano seguida por Castle. Ya fuera del apartamento se volvió para despedirse de él, algo nerviosa.
-Bueno... Gracias. Me... Me lo he pasado muy bien.
-Si, yo también.- Hizo una pausa en la que los dos miraron al suelo.- Nos vemos mañana.
-Si, buenas noches
Se despidió de él con la mano y se dirigió al ascensor, deseando extrañamente que al día siguiente apareciera un cadáver.
El teléfono sonó. No era muy tarde, pero Castle ya estaba levantado y vestido, esperando justo esa llamada.
-Castle. Genial, voy para allí.
Pero antes de que pudiera salir por la puerta una cabecita pelirroja apareció rápidamente y le cogió del brazo.
-¡Papá! ¿A dónde crees que vas? No puedes salir hoy.
-Alexis, un cadáver me está esperando en el parque, no voy a hacer nada y yo creo que estoy en
condiciones de salir. ¿No crees que me vendría bien tomar un poco el aire?
Alexis se relajó un poco y le soltó.
-Te noto un poco apresurado. ¿No será que quieres ver a la inspectora Beckett otra vez?
Castle no quería mentir a su hija, asi que la besó y salió corriendo de su piso.
-Buenos días. ¿Qué tal has dormido?
Castle y Beckett se acercaron al muerto hablando, pero desgraciadamente para ellos terminaron esa conversación delante de la espabilada forense.
-Bien, pero con todo el vino que bebimos ayer...
-¿Vino? ¿Ayer?- Lanie Parish se levantó con una sonrisa en la cara y se plantó delante de ellos dos.- Pero, a ver, ¿qué me he perdido?
-Lanie, no pasó nada. Simplemente la madre de Castle me invitó ayer por la noche a pasar un rato.
-Mmmm... Que considerada. Bueno, cambiando de tema, un disparo en el pecho. Una 38. Lleva así entre 2 y 3 días. Sin identificación, no cartera ni nada. No sabemos quien es.
-Bien. - En ese momento Espósito y Ryan se agacharon con ellos tres para hablar con Beckett.- Espósito, Ryan, ¿habéis encontrado su cartera?
-No, nada en el parque ni en los contenedores. Y lo sabemos porque habeis tardado un milenio en llegar.
Lanie no se pudo contener:
-Bueno, eso será porque anoche estuvieron tomando vino...
-¡No pasó nada! Estabamos con Martha y Alexis.
Espósito, Ryan y Lanie intercambiaron unas miradas acompañadas de algunas risas.
-Venga, vamos a la comisaría. Y vosotros, dejaos de hacer tonterias y trabajar.
Llegaron a la comisaría todos juntos. Cada uno se sentó en su silla, atento a sus cosas excepto Castle, que no tenía nada que hacer. Recordó que había quedado, y se levantó cogiendo su abrigo. Pero lo hizo tan rápido que no pudo reprimir un gemido de dolor. Beckett le miró preocupada.
-¿Estas bien?
-Emm... Si, solo ha sido por levantarme. No ha sido nada.
-Bueno, ¿y por qué te levantas, si se puede saber?
Kate estaba contenta ese día, pero por unos segundos la expresión que lo decía cambio.
-Es que me tengo que ir. Tengo una cita.
-Una ¿cita? - Las palabras le salían entrecortadas. - ¿Y con quién? ¿Gina? Supongo... Bueno, pues que te lo pases bien.
Esas últimas palabras representaban algo de rabia, ya que pensaba que Gina había desaparecido del plano. Castle rió por lo bajo.
-¿Qué? ¿Por qué te ries?
-Beckett. - Todavía el rastro de su rísa estaba en su cara.- Mi cita es con el doctor. Y luego me voy a comer con mi madre y con mi hija. Nada más.
Kate quería que la tierra se le tragase. Se había mostrado celosa ante... ¿Un médico? Se puso roja y sentía un calor impresionante.
-Bueno, entonces, nos vemos esta tarde, ¿no?
-Si, claro. Hasta luego, inspectora.
-Beckett. Han identificado al muerto. Adam Smith. 24 años. Vivía cerca del parque, solo. Ni familia ni novia ni nada. El típico solotario. Espósito, que era el que había informado a Kate, y Ryan le tendieron un expediente a Beckett.
-¿Y cómo le habeis identificado?
-Fácil. Por su trabajo. Han denunciado la desaparición este mediodía. Trabajaba en una editorial.
-¡Mira, a lo mejor conocía a Castle!
-Hablando de Castle, ¿dónde está tu sombra? Ya son más de las 8, y no hay nadie más en la comisaría que nosotros. Es su momento favorito del día.
-Se había ido a comer con su familia, supongo que se habrá quedado en casa un rato.
Las puertas del ascensor se abrieron, y Rick echó a correr hacia los detectives.
-¡Ya sé quién era! ¡Ya sé quién era! - Se paró respirando fatigosamente. - Se llamaba Adam Smith. Trabajaba en una editorial. Esta mañana su cara me sonaba un poco y entonces me he dado cuenta de quién era y ... ¿Qué?
-Nada, nada. -Beckett respondió divertida por esa escena.- Solo que ya lo sabíamos. Somos detectives, ¿recuerdas?.
-Oh, claro, por supuesto... ¿Quién quiere un café?
Hizo lo primero que se le vino a la cabeza para conseguir que los chicos no se burlaran de él. Pero la propuesta del café agradó a todos. Se levantaron hacia la salita del café. El último en entrar fue Ryan, que cerró la puerta. Se sirvieron el café y se sentaron en la mesa a hablar. Al poco tiempo el móvil de Beckett sonó, pero estaba con su bolso fuera de la salita.
-Ahora vengo.
Dejó la taza de café en la mesa y se levantó a abrir la puerta. Pero el picaporte no giraba. Lo intentó varias veces y nada. No se abría.
-Chicos, a ver si me podéis ayudar con esto.
Espósito y Ryan se acercaron a ayudarle, pero nada. No se abría. Unos ruidos se escucharon desde fuera, y los detectives pudieron diferenciar una risa entre ellos. Instantáneamente supieron lo que pasaba:
-Estamos encerrados.
Anitaa Rodgers- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 05/10/2010
Edad : 26
Re: El frío acero vomitaba metal.
¿quien los habrá encerado? ummm...
muy buenoooo, continualo prontoo
muy buenoooo, continualo prontoo
xonika- As del póker
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Fecha de inscripción : 13/08/2010
Re: El frío acero vomitaba metal.
Genial Historia.... Ahora ¿Quién los podrá liberar? Encerrados podrían pasar muchas cosas.... Síguela cuando puedas
Re: El frío acero vomitaba metal.
BUENISIMO!!!!! ALUCINANTE, FANTASTICO, MARAVILLOSO... no se que mas decir!!!!!!!
que haran ahi encerrados?????? jaja espero que tengas tiempo y continues el fic pronto!!!!!!
que haran ahi encerrados?????? jaja espero que tengas tiempo y continues el fic pronto!!!!!!
Re: El frío acero vomitaba metal.
Me encanta el fic
No lo habia leido hasta ahoraa y es fantasticoooooo!!!
Espero que cuelges la otra parte pronto
No lo habia leido hasta ahoraa y es fantasticoooooo!!!
Espero que cuelges la otra parte pronto
anita- Moderador
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Fecha de inscripción : 05/08/2010
Edad : 35
Localización : JereZ =D
Re: El frío acero vomitaba metal.
Bueno, primero empezar con una disculpa: lo siento por tardar tanto, pero es que tenía los exámenes encima, me había salido otro "proyecto" para mi cole y no tenía tiempo! Y bueno, lo de siempre, que os guste
PD: La frase en otro color la he escrito de manera que cada persona se imagine que la dice el personaje que quiera (Castle/Beckett)
CAPITULO 4: La salita del café: Hotel por una noche
-¿Qué? Tiene que ser una broma, ¿no?
Castle se levantó de su asiento, pero no dio un paso.
-Si, una broma donde nos quedamos toda la noche en un sala de la comisaría.
-Bueno, por lo menos tenemos café.
Ryan bromeó, y a Esposito se le escapó una risa.
-A ver, pensemos. Castle, es tarde, tendrías que estar en tu casa. Cuando tu madre y Alexis se den cuenta de que no estas, vendrán a buscarnos.
-Mmm... No lo creo. - Castle parecía preocupado, pero a la vez divertido con la idea de pasar una noche encerrado con tres detectives, especialmente si una era Beckett. - Les dije que seguramente llegaría tarde, vamos, que no me esperaran despiertas.
Beckett resopló, ya que a ella no le divertía tanto la idea. No es que no le gustase estar con Castle encerrados (y aún más conociendo como los otros dos detectives se quedaban dormidos en cualquier sitio), sino que no quería volver a caer en el pozo negro. Ya había sufrido bastante ese verano, y, aunque con lo del accidente parecía que Gina ya no existía, Josh seguía en su vida, y no podía hacerle a un ser querido lo que ya le habían hecho a ella. Romperle el corazón. Consideró su última esperanza:
-Bueno, Ryan, ¿y Jenny? Ella te estará esperando.
-No, Jenny se ha ido a un viaje a París. No vuelve hasta la semana que viene.
-¡¡Que nos vamos a tener que quedar aquí hasta la semana que viene!!
-Castle, no seas idiota. Mañana es día laborable, vendrán más polis, y saldremos de aquí. Y, por supuesto, pillaremos a los cabrones que han echado el pestillo. Pero hasta entonces... Este es nuestro hotel durante una noche.
Cuando terminó de hablar, Kate se sentó en su anterior sitio y bebió un sorbo de su café. Los tres hombres se quedaron mirándola durante unos segundos hasta que consiguieron asimilar la tranquilidad con la que la inspectora se tomaba todo ese asunto. Todos volvieron a su posición inicial, y no comentaron nada, excepto algunas ideas sobre el caso por parte de Ryan y Esposito.
ºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoº
El reloj de Castle marcaba ya la una y media de la madrugada. Dos de los detectives ya estaban dormidos: Ryan estaba tirado en una esquina usando su chaqueta a modo de almohada y Esposito estaba sentado con la cabeza entre sus manos. Mientras tanto, Beckett estaba apoyando la espalda en la pared y tenía sus rodillas rodeadas por sus brazos y Castle miraba por la ventana, como si estuviera haciendo guardia. Se acercó a ella y se sentó a su lado. Ella tenía la mirada perdida, que se humedeció rápidamente. Hunndió su cabeza entre sus rodillas, y comenzó a llorar. Castle se percató y dejó el café en el suelo.
-Beckett... Kate...
Hubo una pausa durante la cual Beckett elevó la cabeza, pero no se atrevió a mirar al escritor. Luego dijo:
-Lo siento, Castle. Lo siento muchísimo. Perdóname.
-¿Que “sientes”? ¿Por qué te tengo que perdonar? Kate, no has hecho nada, yo...
-¡Lo siento! - Cortó ella – Castle, siento como te he tratado, siento haberte dejado solo ante aquel asesino, siento que te disparasen por mi culpa.
-Beckett, no fue culpa tuya. Yo fui un idiota, no te hice caso, y yo estoy aquí para documentarme, no para hacer el tonto. Dios sabe cuantas veces me habrás dicho tú que tuviese cuidado y cuantas veces te he ignorado. No hay nada que perdonar. Tú me tendrías que perdonar a mi.
-Richad, – Kate tragó saliva, pero sus ojos todavía derramaban lágrimas – perdóname por lo que siento...
Y volvió a hundir la cabeza en las rodillas. Castle buscaba en su cabeza un doble sentido a lo que Beckett acababa de decir, pero simplemente encontraba uno, el que la frase tenía. Por un segundo se olvidó de todo, y decidió hacer feliz a la persona que amaba. Beckett levantó la cabeza, no mucho, pero lo suficiente como para que Castle pudiese tomar su barbilla, produciendo así un choque de miradas con un significado totalmente desconocido para ellos dos. Alargó su mano y le secó las lágrimas de la mejilla, que estaba colorada por el llanto. Sus cabezas se juntaron cada vez más, pero, cuando estaban a escasos centímetros, se pararon. Todavía tenían los ojos abiertos y se miraban uno al otro. Beckett esbozó una sonrisa, y Castle la recibió con otra.
-Te quiero.
Su bocas se juntaron suavemente, pero pronto ese beso se convirtió en un beso lleno de pasión. Las manos de Castle ya rodeaban la cintura de Kate, y las manos de esta acariciaban su cabeza cuando un ruido fuerte les hizo separarse de golpe y mirar hacia la puerta. Otro ruido despertó a los detectives que estaban durmiendo, que se miraron entre sí y de reojo a la pareja en la pared. Pero se quedaron tan sorprendidos con la escena que casi no vieron como la puerta se abría y entraba un hombre con la cara cubierta y apuntándoles con una pistola.
-Todo el mundo quieto. Ya sabéis como va esto.
Y hasta aquí este cap. Espero que os guste, comentar y prometo que el proximo cap. no tardare en subirlo!
PD: La frase en otro color la he escrito de manera que cada persona se imagine que la dice el personaje que quiera (Castle/Beckett)
CAPITULO 4: La salita del café: Hotel por una noche
-¿Qué? Tiene que ser una broma, ¿no?
Castle se levantó de su asiento, pero no dio un paso.
-Si, una broma donde nos quedamos toda la noche en un sala de la comisaría.
-Bueno, por lo menos tenemos café.
Ryan bromeó, y a Esposito se le escapó una risa.
-A ver, pensemos. Castle, es tarde, tendrías que estar en tu casa. Cuando tu madre y Alexis se den cuenta de que no estas, vendrán a buscarnos.
-Mmm... No lo creo. - Castle parecía preocupado, pero a la vez divertido con la idea de pasar una noche encerrado con tres detectives, especialmente si una era Beckett. - Les dije que seguramente llegaría tarde, vamos, que no me esperaran despiertas.
Beckett resopló, ya que a ella no le divertía tanto la idea. No es que no le gustase estar con Castle encerrados (y aún más conociendo como los otros dos detectives se quedaban dormidos en cualquier sitio), sino que no quería volver a caer en el pozo negro. Ya había sufrido bastante ese verano, y, aunque con lo del accidente parecía que Gina ya no existía, Josh seguía en su vida, y no podía hacerle a un ser querido lo que ya le habían hecho a ella. Romperle el corazón. Consideró su última esperanza:
-Bueno, Ryan, ¿y Jenny? Ella te estará esperando.
-No, Jenny se ha ido a un viaje a París. No vuelve hasta la semana que viene.
-¡¡Que nos vamos a tener que quedar aquí hasta la semana que viene!!
-Castle, no seas idiota. Mañana es día laborable, vendrán más polis, y saldremos de aquí. Y, por supuesto, pillaremos a los cabrones que han echado el pestillo. Pero hasta entonces... Este es nuestro hotel durante una noche.
Cuando terminó de hablar, Kate se sentó en su anterior sitio y bebió un sorbo de su café. Los tres hombres se quedaron mirándola durante unos segundos hasta que consiguieron asimilar la tranquilidad con la que la inspectora se tomaba todo ese asunto. Todos volvieron a su posición inicial, y no comentaron nada, excepto algunas ideas sobre el caso por parte de Ryan y Esposito.
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El reloj de Castle marcaba ya la una y media de la madrugada. Dos de los detectives ya estaban dormidos: Ryan estaba tirado en una esquina usando su chaqueta a modo de almohada y Esposito estaba sentado con la cabeza entre sus manos. Mientras tanto, Beckett estaba apoyando la espalda en la pared y tenía sus rodillas rodeadas por sus brazos y Castle miraba por la ventana, como si estuviera haciendo guardia. Se acercó a ella y se sentó a su lado. Ella tenía la mirada perdida, que se humedeció rápidamente. Hunndió su cabeza entre sus rodillas, y comenzó a llorar. Castle se percató y dejó el café en el suelo.
-Beckett... Kate...
Hubo una pausa durante la cual Beckett elevó la cabeza, pero no se atrevió a mirar al escritor. Luego dijo:
-Lo siento, Castle. Lo siento muchísimo. Perdóname.
-¿Que “sientes”? ¿Por qué te tengo que perdonar? Kate, no has hecho nada, yo...
-¡Lo siento! - Cortó ella – Castle, siento como te he tratado, siento haberte dejado solo ante aquel asesino, siento que te disparasen por mi culpa.
-Beckett, no fue culpa tuya. Yo fui un idiota, no te hice caso, y yo estoy aquí para documentarme, no para hacer el tonto. Dios sabe cuantas veces me habrás dicho tú que tuviese cuidado y cuantas veces te he ignorado. No hay nada que perdonar. Tú me tendrías que perdonar a mi.
-Richad, – Kate tragó saliva, pero sus ojos todavía derramaban lágrimas – perdóname por lo que siento...
Y volvió a hundir la cabeza en las rodillas. Castle buscaba en su cabeza un doble sentido a lo que Beckett acababa de decir, pero simplemente encontraba uno, el que la frase tenía. Por un segundo se olvidó de todo, y decidió hacer feliz a la persona que amaba. Beckett levantó la cabeza, no mucho, pero lo suficiente como para que Castle pudiese tomar su barbilla, produciendo así un choque de miradas con un significado totalmente desconocido para ellos dos. Alargó su mano y le secó las lágrimas de la mejilla, que estaba colorada por el llanto. Sus cabezas se juntaron cada vez más, pero, cuando estaban a escasos centímetros, se pararon. Todavía tenían los ojos abiertos y se miraban uno al otro. Beckett esbozó una sonrisa, y Castle la recibió con otra.
-Te quiero.
Su bocas se juntaron suavemente, pero pronto ese beso se convirtió en un beso lleno de pasión. Las manos de Castle ya rodeaban la cintura de Kate, y las manos de esta acariciaban su cabeza cuando un ruido fuerte les hizo separarse de golpe y mirar hacia la puerta. Otro ruido despertó a los detectives que estaban durmiendo, que se miraron entre sí y de reojo a la pareja en la pared. Pero se quedaron tan sorprendidos con la escena que casi no vieron como la puerta se abría y entraba un hombre con la cara cubierta y apuntándoles con una pistola.
-Todo el mundo quieto. Ya sabéis como va esto.
Y hasta aquí este cap. Espero que os guste, comentar y prometo que el proximo cap. no tardare en subirlo!
Última edición por Anitaa Rodgers el Miér Dic 01, 2010 2:35 am, editado 1 vez
Anitaa Rodgers- Autor de best-seller
- Mensajes : 841
Fecha de inscripción : 05/10/2010
Edad : 26
Re: El frío acero vomitaba metal.
pero QUEEEEE!! como van a entrar delincuentes a una comisaria a hacer dios sabe que a unos policías!!!? por favor anita continualo pronto que me dejas a la mitad
EDITO: que se me ha olvidado comentar el besooooo aiiiiiins precioso yo la frase la diga quien la diga me sigue quedando precioso
EDITO: que se me ha olvidado comentar el besooooo aiiiiiins precioso yo la frase la diga quien la diga me sigue quedando precioso
Última edición por xonika el Mar Nov 30, 2010 9:56 am, editado 1 vez
xonika- As del póker
- Mensajes : 474
Fecha de inscripción : 13/08/2010
Re: El frío acero vomitaba metal.
ANITAAA!!!!!! ESE BESO!!!!!! QUE BONITOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!
me da igual que hayan entrado unos tipos (bueno, no me da igual. que pasara despues!!!?????) pero es que el beso lo ha petado!!!!!!!! a mi me pones un beso entre ellos y encima tan bonito como lo has hecho tu y no me entero del resto!!!!
siguelo, porfavor!!!!! no hay problema por el tiempo, no te agobies. si hay que esperar dos semanas, pues se espera!!!
me da igual que hayan entrado unos tipos (bueno, no me da igual. que pasara despues!!!?????) pero es que el beso lo ha petado!!!!!!!! a mi me pones un beso entre ellos y encima tan bonito como lo has hecho tu y no me entero del resto!!!!
siguelo, porfavor!!!!! no hay problema por el tiempo, no te agobies. si hay que esperar dos semanas, pues se espera!!!
Re: El frío acero vomitaba metal.
Me encantaaaa, me encantaaaa, me encantaaaaa, me encantaaaaa, me encantaaaaa, me encantaaaaaa
anita- Moderador
- Mensajes : 1155
Fecha de inscripción : 05/08/2010
Edad : 35
Localización : JereZ =D
Re: El frío acero vomitaba metal.
¡¡¡¡¡CÓMO NOS DEJAS ASÍ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ESO NO SE VALEEEEEEEEEEEEEE
Quiero saber cómo sigue, pofavorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr súbela cuando puedas porfiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Quiero saber cómo sigue, pofavorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr súbela cuando puedas porfiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Re: El frío acero vomitaba metal.
Aiiiiiiiiiiiiiiiis, me ha encantado lo de Beckett pidiéndole perdón a Castle por haberle puesto en peligrooooo!!!! *__* Y el detalle del "Te quiero" sin decir quien lo dice... En mi cabeza lo han dicho los dos a la vez! =P
Espero el siguienteee! ^.^
Espero el siguienteee! ^.^
Re: El frío acero vomitaba metal.
enserio?¿?¿?¿? me dejas si¿?¿ con un beso y un asesino??¿?¿?¿?
ANita!! no me puedes hacer esto TT!!!
xd continua pronto porfa!!
PD:cuando e leido lo del disparo de castle y el charco de sangre a si do como una puñalada de dolor en mi corazon XDD
ANita!! no me puedes hacer esto TT!!!
xd continua pronto porfa!!
PD:cuando e leido lo del disparo de castle y el charco de sangre a si do como una puñalada de dolor en mi corazon XDD
casbeck2- Moderador
- Mensajes : 2724
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Edad : 29
Localización : Santa monica
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