CASTLE Y BECKETT... A CARGO DE UN BEBÉ [one shot]

Creo que será entrañable ver la faceta más maternal y tierna de Beckett. Espero que en un futuro (en la 7º u 8º temporada), tengamos Caskett babies


Bueno, en primer lugar creo que debería presentaros a Sophie Stewart, un bebé de 13 meses que acaba de quedarse huérfana. Sus padres murieron a manos de un peligroso traficante perteneciente a la Mafia rusa. Se podría decir entonces que el matrimonio siempre estaba metiéndose en líos y hasta hace poco incluso llegaron a consumir excesivamente todo tipo de drogas que el jefe de la banda les importaba directamente desde su sede en China Town.
El problema llegó cuando la mujer se quedó embarazada y tuvieron que hacer lo posible por no quedarse arruinados. Ni siquiera tenían Seguridad Social.
Empezaron a retrasarse en los pagos de las importaciones y los encargos que les hacía el grupo mafioso eran cada vez más polémicos.
Tan apurados se vieron que decidieron entregarse al FBI, y dada su situación, y su extremo arrepentimiento, los agentes le concedieron la libertad a cambio de información respecto a los Westies. El matrimonio aceptó sin pensárselo dos veces y pusieron en marcha su plan. Sin embargo, fue la falta de experiencia con la Mafia lo que les llevó a la tumba, y el propio jefe de los Westies se encargó personalmente de cortar aquella conexión con el FBI que tarde o temprano acabaría descubriéndolos. Era una familia fantasma y ni siquiera habían inscrito a la niña en el Registro Civil. Vivían con identidades falsas en la periferia de la frontera de Brooklyn con Bronx. Por ello mismo, la resolución del caso se resistía con frecuencia, aunque Castle estaba disfrutando de lo lindo.

Están en comisaría. Gates esconde su alegría y las felicitaciones a los cuatro por haber encontrado a la hija de los Stewart sana y salva.
Beckett está hablando con ella de pie en mitad del pasillo, y Castle está sentado en su silla habitual, con Sophie sentada en su regazo mientras éste le hace carantoñas y todo tipo de cosas que se le pueda decir a un bebé. La pequeña se ríe.
--- Esto no es una guardería, así que ya podéis estar avisando a los servicios sociales para que se hagan cargo de ella ---anuncia Gates.
--- Pero señor, los Westies la están buscando. Creo que un orfanato no sería un lugar seguro. Y creo que usted comparte mi opinión, ¿no es así?
Gates fulmina a la inspectora con la mirada y Beckett agacha un poco la cabeza por su descaro.
--- Está bien. Deberá estar protegida hasta que se resuelva el caso ---Ryan y Esposito también se mantienen cerca, escuchándolo todo---. El problema es... ¿quién se va a quedar con ella hasta entonces?
En ese momento Esposito saca su móvil fingiendo una llamada.
--- Sí, enseguida estoy allí ---cuelga---. Disculpadme ---se va hacia el ascensor.
Miran a Ryan, que está totalmente desprevenido.
--- Esto... tengo que... redactar unos informes ---se escaquea acudiendo rápidamente a su mesa de trabajo.
Beckett no sabe dónde meterse. Justo cuando va a abrir la boca Castle intercede por ella, hablando desde la silla.
--- Sophie puede quedarse en mi casa. Además, ya nos hemos hecho amigos.
--- Usted es un civil, Castle ---dice Gates---. Ni siquiera sabe usar un arma.
--- ¡Claro que sé! Pregúntele a Beckett ---Gates se queda mirando a Castle con los brazos puestos en jarras. Él mira a Beckett y ésta le hace un gracioso gesto de “cállate, no sigas”.
--- Me da igual, señor Castle. No puede custodiarla alguien que no sea policía. No insista ---se vuelve hacia Beckett--- Inspectora, le asignaré a usted la misión. Nadie puede encontrar el paradero de esta niña ¿entendido? Y no se preocupe por el caso. Tengo a más agentes trabajando en él.
Beckett asiente con la cabeza.
--- Sí, señor.
--- No hay más que hablar ---y se esfuma la Dama de Hierro caminando hacia su despacho con porte triunfal.

Ya no queda prácticamente nadie en comisaría. Beckett está en su mesa de trabajo con un buen tinglado de papeleo y Castle intenta calmar la rabieta que acaba de coger Sophie.
--- Vamos, Sophie, no llores más, vas a despertar a todo el condado ---pero la niña aumenta la fuerza de su llanto.
--- ¿Le has mirado el pañal? ---pregunta Beckett sin dejar de mirar el informe que está redactando.
--- Sí, no tiene nada. Eh, Sophie, ya sé que te habría gustado más venirte conmigo, pero aún no conoces bien a la Dama de Hierro... ¿Te puedes creer que dice que no sé ni coger un arma? ---dice mientras intenta mecerla y le da palmaditas en la espalda.
--- Castle, no aburras a la niña con tus tonterías.
--- Pero sabes que yo tenía razón.
--- Me puedo meter en un buen lío si se entera de que te he dado varias veces una pistola sin licencia.
--- Eran situaciones límite, Beckett. Además, gracias a eso tú estás aquí. ¿Verdad, Sophie? ---dice mientras insiste en calmar el llanto de la pequeña. Beckett ha esbozado una pequeña sonrisa--- Oye, creo que tiene hambre. ¿Por qué no le das el pecho?
El apaciguamiento y la tranquilidad de Beckett se esfuman de repente y se ladea bruscamente para encararse con él.
--- Perdona, ¡¿Qué has dicho?!
--- No, solo digo que podría funcionar. De los chupetes tampoco sale nada y se calman. ---capta la mirada asesina de Beckett, capaz de quemar un campo de trigo con los ojos---. Vale, vale, era broma... Quizá tenga sueño. Por cierto, tú no tienes ninguna cuna para ella... ¿dónde va a dormir?
--- No lo sé, Castle, ya pensaré en ello.
Sophie sigue berreando.
--- Descansa un poco, ¿no? ---le dice Castle--- Se te van a secar los ojos.
Beckett suelta el bolígrafo de repente y se cubre la cara con las manos.
--- Por favor, encuentra la forma de hacerla callar. No puedo concentrarme.
--- Eso intento, no es tan fácil, ¿vale?
--- Tú eres padre. Se supone que deberías saber cómo va esto ---dice alzando cada vez más la voz.
--- No es lo mismo, ¡hace casi 18 años que pasó aquella época!
--- Oh, sí, me hubiera gustado verte. Seguro que eras más infantil que Alexis.
--- ¿Infantil, yo?
Ryan los observa desde la break room. Se acerca Esposito y se pone a su lado.
--- ¿Qué pasa?
--- Papá y mamá se pelean ---contesta Ryan.
Están tan ensimismados en la discusión, que ni siquiera se dan cuenta de que Sophie ha parado de llorar y se divierte mirándolos.
--- ... ¿Tengo que empezar a enumerar las cosas infantiles que hac ---Castle la corta.
--- ¡Mira!
--- ¿Qué? ---inquiere Beckett en tono cortante.
--- ¡Se ha callado!
--- ¡Sí! ---dice alegrada.

Ya en casa el apartamento de Beckett.
Sophie está cabreada. Beckett llega a la conclusión de que la pobre está muerta de hambre y decide hacer uso de la batidora para prepararle un delicioso puré de frutas. Se sienta en el sofá con el plato en las manos y llena la cuchara.
--- Vamos, ven ---dice en tono alegre. Sophie está de pie en el centro del salón, mirándola---. Mira qué rico.
Finalmente, la niña camina torpemente hacia ella y se apoya en sus rodillas, esperando la cucharada.
Beckett esboza una amplia sonrisa cuando ve que a Sophie le gusta su puré.

No llega ni a la sexta cucharada cuando Sophie empieza a cansarse del puré.
--- Venga, Sophie, una más...
Pero tuvo que esquivar rápidamente el brazo de la niña que pretendía tirar toda la comida al suelo. Beckett termina rindiéndose y se lleva el plato a la cocina.
Después la pequeña vuelve a coger una de sus portentosas rabietas.
--- ¿Y ahora qué te pasa?
Advierte por alguna razón que la niña tiene sueño, y decide “construir” una especie de nido con sábanas y almohadas en un rincón de su propia cama. Pero Sophie no permanece allí acostada ni medio segundo. Enseguida se levanta de nuevo llorando.
Pasa casi más de media hora y Beckett aún está intentando dormirla. Incluso prueba a cantarle una improvisada nana, pero no funciona. Al cabo de un rato empieza a aflojar el llanto, mientras Beckett sigue meciéndola y acunándola. Pero entonces suena estrepitosamente el timbre y Sophie comienza de nuevo su rabieta.
--- Mierda ---maldice Beckett. Toma toda precaución, advertida de que gente muy peligrosa buscaba a la niña. Se apresura a ir a su habitación para coger el arma, cogiendo a Sophie en el otro brazo. La pequeña aumenta la fuerza de su llanto.
Va abriendo la puerta despacio, hasta que finalmente la abre del todo y apunta al recién llegado con la pistola. Castle ahoga un grito y levanta las manos.
Beckett guarda el arma con desgana mientras pone los ojos en blanco.
--- Ya se estaba durmiendo ---le espetó--- ¿Qué haces aquí?
--- He pensado que necesitarías algo de mi experiencia.
--- ¿Experiencia? ---inquirió levantando las cejas divertidamente.
Y Castle dio un pequeño paso hacia delante para colocarle a la niña un chupete en la boca. Dejó inmediatamente de llorar.
--- Sí.
--- Puedo apañármelas yo sola.
--- Vale ---se da la vuelta inocentemente. Justo en ese momento, Sophia suelta el chupete y vuelve a llorar.
--- Entra ---ataja Beckett.
Y con las mismas Castle se gira, como ya se estuviera esperando la petición.

El método del chupete ya no vuelve a funcionar.
--- Lo encontré por mi casa ---explica Castle---. Aunque Alexis nunca llegó a usarlo mucho. Vamos, cógelo ---Sophie lo lanza a la otra punta del sofá--- ¿Le has dado de cenar?
--- Sí.
--- Espera...
--- ¿Qué?
--- ¿No crees que huele un poco mal...?
Silencio de dos segundos.
--- ¡Oh, Dios! ---suelta Beckett.
--- Hay que cambiarle el pañal ---dice Castle cogiendo en brazos a la niña, tomando la iniciativa.
--- Claro, Castle, y evidentemente tengo pañales de repuesto en mi casa, ¿verdad?
--- Yo he traído ---dijo abriendo un pequeña bandolera---. Los compré por el camino.

Beckett coloca una de sus toallas sobre el sofá y Castle acuesta a la niña encima.
--- Muy bien, Sophie, ahora vamos a cambiarte el pañal ---dice en tono divertido. Comienza a quitarle el pantaloncito y le levanta las piernas para deshacerse del pañal manchado. ---ambos hacen a la vez una mueca de asco---. Dame un pañal nuevo y los polvos de talco ---Beckett lo saca todo el neceser de Castle--- Ah, y un par de toallitas húmedas.
Se podría catalogar a esto como “estampa bonita”. Ambos inclinados sobre la niña mientras Castle termina la faena. Ella los mira risueña.
-- Se te da bien ---dice Beckett mirando a Castle sonriente. Y metámonos en la mente de la inspectora, pues en ese momento se le pasa por la cabeza la imagen de ellos dos con su propio... El pensamiento termina por asustarla y lo hace desaparecer repentinamente.
--- Ya está ---dice triunfante---. Como nueva.
Beckett le vuelve a poner el pantaloncito y la levanta cuando termina.
--- En cuanto se duerma te largas ---le advierte a Castle.
--- Vaaale.

--- ¿Has probado a cantarle una nana?
--- ¡No pienso cantar! ---se queja ella.
--- Podría cantarle yo.
--- Se trata de hacer que se duerma, Castle.
--- ¡Ah! ¡Muy graciosa!
Beckett se ríe.
Sophie se apoya en el hombro de la inspectora, y ellos discuten sobre cómo podrían conseguir dormirla, sin darse cuenta de que prácticamente se le están cerrando los ojos a la niña.

--- Castle... creo que se ha dormido ---anuncia Beckett. Ella no puede verle la cara porque la tiene de espaldas.
--- Sí. Bueno, me iré ya entonces.
--- No, quédate en el sofá, por si se despierta ---dice Beckett ante la cara de sorpresa de Castle---. Ah, y si veo que el pomo de la puerta de mi habitación se mueve te haré una de mis llaves, ¿entendido?
--- Descuida.

Al despertarse Beckett a la mañana siguiente se encuentra a Sophie durmiendo angelicalmente abrazada a su costado. Aquello le provoca ternura y trata de hacer movimientos lentos y suaves para no despertarla.
En el salón, Castle duerme completamente espatarragado en el sofá con la boca entreabierta. Beckett se queda mirándole antes de dirigirse a la cocina, pero en ese momento suena un claxon de fuera y Castle se remueve. Beckett se apresura a entrar en la cocina.

Sophie ya se ha despertado. Beckett intenta que la niña se coma la primera cucharada de yogur blanco, pero se resiste.
--- ¿Funcionará lo del avión? ---sugirió Castle.
--- Eso es una absoluta estupidez.
Castle, por su parte, se echa puñados enteros de cereales a la boca.
--- Mmm. Están buenos. ¿Dónde los compras?
--- Lo cogí de la despensa de la comisaría.
--- ¿En serio? ---inquirió Castle con voz divertida. Sophie se fija en Castle y estira el bracito hacia él, emitiendo pequeños balbuceos---. ¡Ah! ¿Quieres de esto?
Le tiende un trozo de cereal. La niña lo coge sonriente y se lo come. Es entonces cuando Beckett aprovecha su distracción para meterle la cuchara en la boca. La niña apenas se da cuenta de que se está comiendo el yogur.

Alguien llama al timbre. Ambos se sobresaltan.
--- Castle, coge a Sophie.
Beckett se siente segura llevando el arma escondida en el cinturón. Al abrir la puerta se queda de piedra al contemplar a Lanie al otro lado del umbral.
Enseguida aparece Castle con la niña en brazos.
--- ¿Quién es?
Esta vez es Lanie la que se queda de piedra.
--- ¡Kate! ¿Cuánto hace que no nos vemos?
--- Oh, no... es la hija de los Stewart ---aclara Beckett. Después termina de explicárselo todo.

Me lo esperaba romantico, pero está bien

me gusta mucho quiero mas xDDDDDDDDDD

Realmente me encanta!! Siguelo, es genial

preciosoooo

Se me ha olvidado comentar en este maravilloso FIC.

Me encanta de verdad, sigueloo

Está muy bien y además es original, cosa que también se agradece.

Felicidades por la historia.
Creo que deberias seguir, divertida y original.

Síguela por favor
Es muy buena

No tardes mucho en el siguiente porque la verdad, es que espero que pase algo un poco rmantico que sino la historia no hay manera de cogerle el hilo :$

Preciosa historia, muy tierna y la niña muy graciosa, me gustó mucho, espero que la continues, la faceta de padre de Castle me encanta y verlo cuidando un bebé con Beckett me gusta aun más

Que bueno! Gran fic, lo que me ha podido reir

jo jo jo esto va a ser mejor que cduando estuvieron a cargo de Royal. voy pillando sitio par ala siguiente entrega ^^

Me gustaría una continuación. Esto no puede ser un OneShot.

¿Ya esta? ¿y que pasa con el bebe? ¿que pasa con ellos? No puedes dejarnos asi te lo pido de rodillas continua que esta genial

JOOOOO!!!!!

Continúalo!! por fa!!!

Me ha encantado.

Muy bueno, continúa.

Aiins continua pronto!! solo de imaginarmeles cuidandi de un.bebe.... Que tierno!!! PD: la escena de lanie ha estado genial xD