Eternidad.
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Eternidad.
Suena el despertador, son las siete de la mañana. Creo que me va a explotar la cabeza con este ruido. ¡Maldito despertador!
-Castle, apaga el despertador.
-¿Eh?
-El despertador, que lo apagues.
-Lo tienes tú.
-Ah, es verdad.
-Tu mente no funciona a estas horas, eh Kate.
-Cierra la boca.
-Buenos días a ti también cariño.
-Te odio.
-¿Te enfadas?
Me levanto, odio que se comporte así. De repente, un mareo invade mi cuerpo. Me tiemblan las piernas y me caigo a la cama.
-¡Kate! ¿Estás bien? Contéstame, por favor.
-Si, es solo que...
No me da tiempo a terminar cuando un fuerte dolor recorre todo mi cuerpo.
-Kate, vamos al medico, ahora mismo.
-No, espera Rick, ya está, debe de ser el cansancio.
-No Kate, estás embarazada de 8 meses, tienes que pensar un poco en eso.
-Estoy bien Castle.
Me incorporo, desde que estoy embarazada me cuesta mucho trabajo levantarme, sobretodo ahora, con esta barriga.
-Voy a ducharme.
-¿Puedo acompañarte?
-Em...NO.
-Jooo.
No me puedo resistir a su mirada de cachorrito, es tan adorable.
-Venga Castle, te prometo que esta noche te recompensaré.
-¿De verdad?
-Claro cariño.
Me giro y deposito un suave beso en sus labios. Cojo las toallas y me meto a la ducha. Miro mi reflejo en el espejo, dios, estoy gordísima. Cuando nazca la pequeña Johanna, tendré que ponerme a dieta. Es increíble todo lo que he crecido... a lo ancho. Doy el agua caliente y me empiezo a enjabonar el cuerpo. Cuando llego a la barriga, siento unas pataditas. Inconscientemente, empiezo a sonreír. Cierro el grifo, salgo de la ducha y me seco el cuerpo. Entro en nuestro dormito y abro el cajón de la mesita de noche buscando el reloj de mi padre. Pero cuando por fin lo encuentro, veo la hora. ¡Mierda, llego tarde! Bajo las escaleras corriendo y le grito a Castle desde el salón:
-¡Castle, me voy a trabajar!
-¿Estas de coña Kate? ¡Estas de ocho meses, no debes realizar esfuerzos!
-Te prometo que me quedaré haciendo el papeleo, vale?
-Vale, pero hoy no.
-¿Por qué?
-Porque yo no puedo ir a la comisaría hoy, tengo que avanzar con el libro.
-¿Y...?
-No pienso dejar que vayas sola.
Me está sacando de quicio. Ahora si que me enfado.
-¡Castle, estoy embarazada, no enferma! Hay estudios científicos que demuestran que las mujeres desde siempre han trabajado aunque estén embarazadas.
-¿A ti que te pasa?
-¿Por qué estas enfadado?
-Por que a veces me gustaría poder decir algo y que me hagas caso, sin soltar nada científico. Debes quedarte en casa a descansar.
-Eso es imposible.
-Vale, no lo hagas por mí, ni por ti. Hazlo por Johanna. Joder Kate, ¡es tu hija! Al menos preocúpate por su salud.
-Estas diciendo que no soy una buena madre.
-Eh, eh, eh. Yo no he dicho eso. No has entendido nada.
-No Castle, lo has dejado todo muy claro. ¡Según tú, no soy una buena madre!
Kate huyó hacia la puerta y salió pegando un portazo que hizo que Alexis que estaba en la planta de arriba bajara corriendo.
-Papá, ¿ha pasado algo?
-Discutimos porque no quería que trabajara, no debe realizar esfuerzos.
-¿Y se ha ido?
-Sí
-Llama a Esposito y a Ryan y que cuiden bien de ella.
-Buena idea Alexis, lo haré ahora mismo.
Castle subió al dormitorio, cogió su iPhone y marcó el número de la comisaría.
-Espo, soy Castle, Beckett va de camino hacia la comisaría y yo no puedo ir hoy, cuidad de ella.
-¿Que Beckett viene aquí? ¿Pero si está...?
-Ya, ya lo se. Y mejor no le digáis nada, hemos discutido por eso. Evitad que haga esfuerzos, por favor.
-Claro Castle. No voy a dejar que haga nada, solo papeleo.
-Gracias, adiós.
-Adiós bro.
En ese momento las puertas del ascensor se abrieron, y apareció Beckett.
-Hey jefa, estás mas grande.
-Gorda Esposito, la palabra es gorda.
-Es normal, estás embarazada.
-Deberías haberte quedado en casa jefa-intervino Ryan.
Beckett le lanzó una de sus miradas fulminantes al oír su comentario. Esposito, le hizo gestos a Ryan para que se callara y no hablara del tema.
-Bueno chicos, ¿que tenemos hoy?
-Nosotros vamos al interrogatorio, tú puedes verlo desde la sala de observación.
-¿Que? No, el interrogatorio lo hago yo.
-Jefa, no puedes.
-Sí que puedo, si solo tengo que estar sentada y preguntar cosas chicos.
-Vale, pero no te alteres, no es bueno.
-De acuerdo chicos.
Me levanté de mi silla y me dirigí a la sala de interrogatorios. Este tío tiene un buen historial, seguramente sea el asesino. Bueno, eso lo averiguaré en unos minutos. Entro en la sala de interrogatorios y me siento.
-Buenas tardes señor Smith.
-Hola preciosa.
-Tiene usted un buen historial, cuatro robos, dos intentos de asesinato.
-Ya, bueno, cosas que pasan.
-¿Si? ¿Y el asesinato de Helen que llevó usted a cabo también le parece una de esas cosas que pasan?
-Eh, eh, eh, alto ahí guapa, yo no la he matado.
-¿Donde estuvo entre las once y las doce de la noche?
-No te importa.
-¿Perdón? Señor Smith usted no está en condiciones de decir eso.
-Cállate zorra de mierda.
Ya está, este tío ha cruzado la línea. Me levanto fuertemente de mi silla para gritarle, pero un dolor punzante me atraviesa y hace que me vuelva a sentar. Dirijo mi mirada hacia el espejo.
-¡DIOS! Chicos, por favor, ¿podéis venir?
-Beckett, ¿estás bien?
-¿Podéis llevarme al hospital y llamar a Castle?
-Claro, pero, ¿estas bien?
-No estoy segura de eso.
Gates, al ver el espectáculo, entró en la sala de interrogatorios.
-Beckett, ¿se encuentra bien?
-Señor, siento...
-¿Que siente, dolor?
-Me siento estupendamente.
En ese momento, Beckett perdió el conocimiento por el dolor.
Gates, se acercó más a ella.
-Ryan, Esposito, llevadla al hospital, yo avisaré al señor Castle.
-Capitán, ¿es grave?
-Mas de lo que creen. Ahora corran al hospital.
Ryan y Esposito, cogieron a Kate y la montaron en el coche.
Gates, se fue a su despacho y llamó corriendo a Castle.
-Señor Castle, soy Gates.
-¿Que pasa? ¿Es Kate? ¿Está bien? ¿Le han disparado? ¿Que pasa?
-No se preocupe, solo que Kate se empezó a encontrar mal y decidimos llevarla al hospital.
-¿En que hospital está?
-En el mismo de donde el disparo.
-Gracias.
-Manténgame informada, por favor.
-De acuerdo.
Cuando Ryan y Espo llegaron al hospital con Kate, no les dio tiempo a decir nada cuando ya tenían a todos los médicos encima.
-Al quirófano, ¡YA!
-¿Quirófano? ¿Que pasa?
Ninguno de los médicos contestó a su pregunta, así que se dirigieron a la sala de espera a esperar noticias.
De repente, empezaron a sentir las voces de Lanie.
-Chicos, ¿como está?
-No lo sabemos Lanie, se la han llevado a quirófano y no hemos sabido nada mas de ella.
-¿A quirófano? ¿Que ha pasado exactamente?
-Beckett empezó a sentir dolor y después dijo que se sentía estupendamente y perdió el conocimiento.
Los ojos de Lanie empezaron a humedecerse y poco después empezó a llorar. Esposito se levanto de su silla se acerco a Lanie.
-Lanie, ¿que pasa?
-Voy a entrar a quirófano.-dijo decidida secándose las lagrimas.
-No puedes.
-Si que puedo, soy medico.
Lanie se vistió y entró en quirófano. Cuando entró, no podía creer lo que estaba viendo, el corazón de su mejor amiga no latía, pero si que sentía el llanto del bebé. Y un flashback se apoderó de ella.
“-Lanie, si me pasara algo durante el parto, ¿le darías esta carta a Castle?
-¿De que hablas Kate?
-En el hipotético caso de que me muriera.
-Ay, ¡calla chica! ¡No te va a pasar nada!
-Pero si me pasara...
-¿Si lo hago serás feliz?
-¡Si!
-Venga, vale. Pero que sepas que no te va a pasar nada.
-Gracias Lanie, ¡te quiero!
-¡Yo a ti también te quiero futura mamá!”
Mientras tanto, en la sala de espera, Castle estaba discutiendo con las enfermeras porque no le querían decir nada sobre el estado de Kate.
-Joder, ¡es mi mujer! ¡Tengo derecho a saber como está!
En ese momento, un medico salió del quirófano, y Lanie, iba detrás de él, llorando desconsoladamente. Se acercó a los chicos y rebuscó en su bolso sin decir absolutamente nada. Al fin, encontró la carta y se la tendió a Castle.
-¿Que es esto Lanie?
Lanie, no contestó a esa pregunta, solo se sentó en el suelo delante de todos, delante de Alexis, Martha, Jim, Esposito, Ryan, Jenny y de Gates a llorar desconsoladamente y escondió su rostro entre sus rodillas.
Un medico se acercó a ellos.
-¿Familiares de Katherine Beckett?
Todos dejaron de mirar y de preguntar a Lanie y miraron interrogantes al medico.
-No presionen a Lanie, está en shock.
Castle se abalanzó sobre el medico.
-¿Kate está bien? ¿Y el bebé?
-Verá señor, la paciente no sobrevivió al parto. Tuvimos que elegir entre la vida del bebé o la vida de la paciente y ella hace tiempo que nos avisó de que prefería que salváramos la vida de la niña. Siento mucho su pérdida, señor Castle. Podrán ver a la niña cuando la instalen las enfermeras.
En ese momento todos estaban en shock. Castle, no dijo absolutamente nada. Solo hizo lo mismo que Lanie, sentarse en el suelo, esconder su rostro entre sus rodillas y llorar. Unos minutos después Martha se acercó a él con lágrimas en los ojos.
-Richard, hicieron lo que pudieron.
-Se ha ido, nos ha dejado. Ella sabia que no sobreviviría al parto y no me dijo nada.
-Quizá lo hizo por vuestro bien. La niña ya está lista, ¿Quieres verla? Es muy guapa, se parece mucho a Kate.
Castle levantó su rostro para ver el de su madre. Con una sonrisa tímida, asintió. Se levantó y buscó a Jim con la mirada. Cuando lo encontró, se acercó a él.
-Jim, ¿le apetece conocer a su nieta?
-Claro.
Al entrar a la habitación, Castle corrió a coger a su hija.
-Hola pequeña, eres muy guapa, como lo era tu mamá. ¿Quieres cogerla Jim?
-No quisiera interrumpir este momento entre padre e hija.
-Anda, ven aquí, tómala.
Al cogerla, a Jim se le escaparon las lágrimas.
-Tu padre tiene razón, eres muy guapa.
Unos días mas tarde, ya se llevaron a la niña del hospital. Era muy tranquila, apenas lloraba.
Castle y Johanna, estaban acostados en el salón. La pequeña estaba tranquilamente dormida, cuando Castle se acordó de la carta de Kate y se levantó a leerla.
Cuando la cogió, al principio, no se atrevió a leerla. Pero después, recordó todos los momentos que pasaron juntos y se armó de valor y la desdobló.
“Hola Castle, si estas leyendo esto, es porque ya no estoy ahí. No me hubiera gustado irme sin despedirme de vosotros, por eso os escribo esta carta.
Papá, siempre fuiste mi apoyo, cuando murió mamá, fuiste tu quien me apoyaste en todo. Gracias por todo, cuida de tu nieta, te quiero.
Martha, gracias por estar ahí cuando lo necesité. Fuiste como una madre para mi, cuida de tu nieta, te quiero.
Alexis, no tengas miedo de tomar las decisiones incorrectas, de los errores se aprende, y estas en edad de equivocarte, se feliz, disfruta de la vida, vive la vida. Te quiero muchísimo, y por favor, cuida de tu hermana Johanna.
Rick, eres el amor de mi vida, siempre lo fuiste, y ahora que no estoy, ahora que te he dejado solo, supongo que me odiarás, pero siempre tendrás una parte de mí contigo, siempre tendrás a Johanna contigo. Yo di mi vida por ella, ahora necesito que tu la cuides, y que estés a su lado siempre.
Te amo Rick, para siempre, para una eternidad”
-Castle, apaga el despertador.
-¿Eh?
-El despertador, que lo apagues.
-Lo tienes tú.
-Ah, es verdad.
-Tu mente no funciona a estas horas, eh Kate.
-Cierra la boca.
-Buenos días a ti también cariño.
-Te odio.
-¿Te enfadas?
Me levanto, odio que se comporte así. De repente, un mareo invade mi cuerpo. Me tiemblan las piernas y me caigo a la cama.
-¡Kate! ¿Estás bien? Contéstame, por favor.
-Si, es solo que...
No me da tiempo a terminar cuando un fuerte dolor recorre todo mi cuerpo.
-Kate, vamos al medico, ahora mismo.
-No, espera Rick, ya está, debe de ser el cansancio.
-No Kate, estás embarazada de 8 meses, tienes que pensar un poco en eso.
-Estoy bien Castle.
Me incorporo, desde que estoy embarazada me cuesta mucho trabajo levantarme, sobretodo ahora, con esta barriga.
-Voy a ducharme.
-¿Puedo acompañarte?
-Em...NO.
-Jooo.
No me puedo resistir a su mirada de cachorrito, es tan adorable.
-Venga Castle, te prometo que esta noche te recompensaré.
-¿De verdad?
-Claro cariño.
Me giro y deposito un suave beso en sus labios. Cojo las toallas y me meto a la ducha. Miro mi reflejo en el espejo, dios, estoy gordísima. Cuando nazca la pequeña Johanna, tendré que ponerme a dieta. Es increíble todo lo que he crecido... a lo ancho. Doy el agua caliente y me empiezo a enjabonar el cuerpo. Cuando llego a la barriga, siento unas pataditas. Inconscientemente, empiezo a sonreír. Cierro el grifo, salgo de la ducha y me seco el cuerpo. Entro en nuestro dormito y abro el cajón de la mesita de noche buscando el reloj de mi padre. Pero cuando por fin lo encuentro, veo la hora. ¡Mierda, llego tarde! Bajo las escaleras corriendo y le grito a Castle desde el salón:
-¡Castle, me voy a trabajar!
-¿Estas de coña Kate? ¡Estas de ocho meses, no debes realizar esfuerzos!
-Te prometo que me quedaré haciendo el papeleo, vale?
-Vale, pero hoy no.
-¿Por qué?
-Porque yo no puedo ir a la comisaría hoy, tengo que avanzar con el libro.
-¿Y...?
-No pienso dejar que vayas sola.
Me está sacando de quicio. Ahora si que me enfado.
-¡Castle, estoy embarazada, no enferma! Hay estudios científicos que demuestran que las mujeres desde siempre han trabajado aunque estén embarazadas.
-¿A ti que te pasa?
-¿Por qué estas enfadado?
-Por que a veces me gustaría poder decir algo y que me hagas caso, sin soltar nada científico. Debes quedarte en casa a descansar.
-Eso es imposible.
-Vale, no lo hagas por mí, ni por ti. Hazlo por Johanna. Joder Kate, ¡es tu hija! Al menos preocúpate por su salud.
-Estas diciendo que no soy una buena madre.
-Eh, eh, eh. Yo no he dicho eso. No has entendido nada.
-No Castle, lo has dejado todo muy claro. ¡Según tú, no soy una buena madre!
Kate huyó hacia la puerta y salió pegando un portazo que hizo que Alexis que estaba en la planta de arriba bajara corriendo.
-Papá, ¿ha pasado algo?
-Discutimos porque no quería que trabajara, no debe realizar esfuerzos.
-¿Y se ha ido?
-Sí
-Llama a Esposito y a Ryan y que cuiden bien de ella.
-Buena idea Alexis, lo haré ahora mismo.
Castle subió al dormitorio, cogió su iPhone y marcó el número de la comisaría.
-Espo, soy Castle, Beckett va de camino hacia la comisaría y yo no puedo ir hoy, cuidad de ella.
-¿Que Beckett viene aquí? ¿Pero si está...?
-Ya, ya lo se. Y mejor no le digáis nada, hemos discutido por eso. Evitad que haga esfuerzos, por favor.
-Claro Castle. No voy a dejar que haga nada, solo papeleo.
-Gracias, adiós.
-Adiós bro.
En ese momento las puertas del ascensor se abrieron, y apareció Beckett.
-Hey jefa, estás mas grande.
-Gorda Esposito, la palabra es gorda.
-Es normal, estás embarazada.
-Deberías haberte quedado en casa jefa-intervino Ryan.
Beckett le lanzó una de sus miradas fulminantes al oír su comentario. Esposito, le hizo gestos a Ryan para que se callara y no hablara del tema.
-Bueno chicos, ¿que tenemos hoy?
-Nosotros vamos al interrogatorio, tú puedes verlo desde la sala de observación.
-¿Que? No, el interrogatorio lo hago yo.
-Jefa, no puedes.
-Sí que puedo, si solo tengo que estar sentada y preguntar cosas chicos.
-Vale, pero no te alteres, no es bueno.
-De acuerdo chicos.
Me levanté de mi silla y me dirigí a la sala de interrogatorios. Este tío tiene un buen historial, seguramente sea el asesino. Bueno, eso lo averiguaré en unos minutos. Entro en la sala de interrogatorios y me siento.
-Buenas tardes señor Smith.
-Hola preciosa.
-Tiene usted un buen historial, cuatro robos, dos intentos de asesinato.
-Ya, bueno, cosas que pasan.
-¿Si? ¿Y el asesinato de Helen que llevó usted a cabo también le parece una de esas cosas que pasan?
-Eh, eh, eh, alto ahí guapa, yo no la he matado.
-¿Donde estuvo entre las once y las doce de la noche?
-No te importa.
-¿Perdón? Señor Smith usted no está en condiciones de decir eso.
-Cállate zorra de mierda.
Ya está, este tío ha cruzado la línea. Me levanto fuertemente de mi silla para gritarle, pero un dolor punzante me atraviesa y hace que me vuelva a sentar. Dirijo mi mirada hacia el espejo.
-¡DIOS! Chicos, por favor, ¿podéis venir?
-Beckett, ¿estás bien?
-¿Podéis llevarme al hospital y llamar a Castle?
-Claro, pero, ¿estas bien?
-No estoy segura de eso.
Gates, al ver el espectáculo, entró en la sala de interrogatorios.
-Beckett, ¿se encuentra bien?
-Señor, siento...
-¿Que siente, dolor?
-Me siento estupendamente.
En ese momento, Beckett perdió el conocimiento por el dolor.
Gates, se acercó más a ella.
-Ryan, Esposito, llevadla al hospital, yo avisaré al señor Castle.
-Capitán, ¿es grave?
-Mas de lo que creen. Ahora corran al hospital.
Ryan y Esposito, cogieron a Kate y la montaron en el coche.
Gates, se fue a su despacho y llamó corriendo a Castle.
-Señor Castle, soy Gates.
-¿Que pasa? ¿Es Kate? ¿Está bien? ¿Le han disparado? ¿Que pasa?
-No se preocupe, solo que Kate se empezó a encontrar mal y decidimos llevarla al hospital.
-¿En que hospital está?
-En el mismo de donde el disparo.
-Gracias.
-Manténgame informada, por favor.
-De acuerdo.
Cuando Ryan y Espo llegaron al hospital con Kate, no les dio tiempo a decir nada cuando ya tenían a todos los médicos encima.
-Al quirófano, ¡YA!
-¿Quirófano? ¿Que pasa?
Ninguno de los médicos contestó a su pregunta, así que se dirigieron a la sala de espera a esperar noticias.
De repente, empezaron a sentir las voces de Lanie.
-Chicos, ¿como está?
-No lo sabemos Lanie, se la han llevado a quirófano y no hemos sabido nada mas de ella.
-¿A quirófano? ¿Que ha pasado exactamente?
-Beckett empezó a sentir dolor y después dijo que se sentía estupendamente y perdió el conocimiento.
Los ojos de Lanie empezaron a humedecerse y poco después empezó a llorar. Esposito se levanto de su silla se acerco a Lanie.
-Lanie, ¿que pasa?
-Voy a entrar a quirófano.-dijo decidida secándose las lagrimas.
-No puedes.
-Si que puedo, soy medico.
Lanie se vistió y entró en quirófano. Cuando entró, no podía creer lo que estaba viendo, el corazón de su mejor amiga no latía, pero si que sentía el llanto del bebé. Y un flashback se apoderó de ella.
“-Lanie, si me pasara algo durante el parto, ¿le darías esta carta a Castle?
-¿De que hablas Kate?
-En el hipotético caso de que me muriera.
-Ay, ¡calla chica! ¡No te va a pasar nada!
-Pero si me pasara...
-¿Si lo hago serás feliz?
-¡Si!
-Venga, vale. Pero que sepas que no te va a pasar nada.
-Gracias Lanie, ¡te quiero!
-¡Yo a ti también te quiero futura mamá!”
Mientras tanto, en la sala de espera, Castle estaba discutiendo con las enfermeras porque no le querían decir nada sobre el estado de Kate.
-Joder, ¡es mi mujer! ¡Tengo derecho a saber como está!
En ese momento, un medico salió del quirófano, y Lanie, iba detrás de él, llorando desconsoladamente. Se acercó a los chicos y rebuscó en su bolso sin decir absolutamente nada. Al fin, encontró la carta y se la tendió a Castle.
-¿Que es esto Lanie?
Lanie, no contestó a esa pregunta, solo se sentó en el suelo delante de todos, delante de Alexis, Martha, Jim, Esposito, Ryan, Jenny y de Gates a llorar desconsoladamente y escondió su rostro entre sus rodillas.
Un medico se acercó a ellos.
-¿Familiares de Katherine Beckett?
Todos dejaron de mirar y de preguntar a Lanie y miraron interrogantes al medico.
-No presionen a Lanie, está en shock.
Castle se abalanzó sobre el medico.
-¿Kate está bien? ¿Y el bebé?
-Verá señor, la paciente no sobrevivió al parto. Tuvimos que elegir entre la vida del bebé o la vida de la paciente y ella hace tiempo que nos avisó de que prefería que salváramos la vida de la niña. Siento mucho su pérdida, señor Castle. Podrán ver a la niña cuando la instalen las enfermeras.
En ese momento todos estaban en shock. Castle, no dijo absolutamente nada. Solo hizo lo mismo que Lanie, sentarse en el suelo, esconder su rostro entre sus rodillas y llorar. Unos minutos después Martha se acercó a él con lágrimas en los ojos.
-Richard, hicieron lo que pudieron.
-Se ha ido, nos ha dejado. Ella sabia que no sobreviviría al parto y no me dijo nada.
-Quizá lo hizo por vuestro bien. La niña ya está lista, ¿Quieres verla? Es muy guapa, se parece mucho a Kate.
Castle levantó su rostro para ver el de su madre. Con una sonrisa tímida, asintió. Se levantó y buscó a Jim con la mirada. Cuando lo encontró, se acercó a él.
-Jim, ¿le apetece conocer a su nieta?
-Claro.
Al entrar a la habitación, Castle corrió a coger a su hija.
-Hola pequeña, eres muy guapa, como lo era tu mamá. ¿Quieres cogerla Jim?
-No quisiera interrumpir este momento entre padre e hija.
-Anda, ven aquí, tómala.
Al cogerla, a Jim se le escaparon las lágrimas.
-Tu padre tiene razón, eres muy guapa.
Unos días mas tarde, ya se llevaron a la niña del hospital. Era muy tranquila, apenas lloraba.
Castle y Johanna, estaban acostados en el salón. La pequeña estaba tranquilamente dormida, cuando Castle se acordó de la carta de Kate y se levantó a leerla.
Cuando la cogió, al principio, no se atrevió a leerla. Pero después, recordó todos los momentos que pasaron juntos y se armó de valor y la desdobló.
“Hola Castle, si estas leyendo esto, es porque ya no estoy ahí. No me hubiera gustado irme sin despedirme de vosotros, por eso os escribo esta carta.
Papá, siempre fuiste mi apoyo, cuando murió mamá, fuiste tu quien me apoyaste en todo. Gracias por todo, cuida de tu nieta, te quiero.
Martha, gracias por estar ahí cuando lo necesité. Fuiste como una madre para mi, cuida de tu nieta, te quiero.
Alexis, no tengas miedo de tomar las decisiones incorrectas, de los errores se aprende, y estas en edad de equivocarte, se feliz, disfruta de la vida, vive la vida. Te quiero muchísimo, y por favor, cuida de tu hermana Johanna.
Rick, eres el amor de mi vida, siempre lo fuiste, y ahora que no estoy, ahora que te he dejado solo, supongo que me odiarás, pero siempre tendrás una parte de mí contigo, siempre tendrás a Johanna contigo. Yo di mi vida por ella, ahora necesito que tu la cuides, y que estés a su lado siempre.
Te amo Rick, para siempre, para una eternidad”
EverKB- Ayudante de policia
- Mensajes : 143
Fecha de inscripción : 13/01/2013
Edad : 26
Localización : NYC
Re: Eternidad.
Ainss que bonito!
Estaba yo feliz y me digo ''voy a leer esta historia y me voy a dormir'' y ahora me voy con las lagrimas en los ojos, que pena doy
Pobre Kate, da su vida por su hija....
¿Tiene continuación? Si la tiene sigueee!
Estaba yo feliz y me digo ''voy a leer esta historia y me voy a dormir'' y ahora me voy con las lagrimas en los ojos, que pena doy
Pobre Kate, da su vida por su hija....
¿Tiene continuación? Si la tiene sigueee!
Aitana- As del póker
- Mensajes : 253
Fecha de inscripción : 25/11/2012
Re: Eternidad.
ke bonitoooo jo como he lloradooo!!!!
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Eternidad.
Dios como me hiciste llorar , estuvo excelente tu historia, escribes super bien
vas a seguir?
vas a seguir?
danivos- Escritor novato
- Mensajes : 27
Fecha de inscripción : 09/10/2012
Re: Eternidad.
¡NOOOOOOOOOOO POR QUE LA MATASTEEEEEEEE!
y por dios qie me da algo... pero en fin dio su vida por su hija ¡que bonitoooo! pero pobre castle por que le haces eso
jeje me ha gustado mucho
y por dios qie me da algo... pero en fin dio su vida por su hija ¡que bonitoooo! pero pobre castle por que le haces eso
jeje me ha gustado mucho
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