Amar en silencio. Capítulo 10

CAPÍTULO 1


Son las seis de la mañana, empieza el día. Me levanto, me doy una ducha, desayuno y voy a mi lugar de trabajo, como todos los días.

Al llegar me encuentro con mis dos compañeros, los saludo y me siento con mi taza de café humeante en mi escritorio, hasta que nos informen de algún caso, el cual no se hace esperar, ya que mi jefa se acerca rápidamente y nos pide que nos reunamos en su despacho.

Entramos y cierra la puerta, como si se tratara de algo grave, ahí parados de pié se encuentran dos hombres, los que se hacen llamar agentes del FBI y comienzan a hablar.

-Buenos días detectives, nos presentamos, somos el agente George y este es mi compañero, el agente Blaine - saluda uno de ellos.

-Buenos días- contestamos los tres al unísono, mientras nos presentamos.

-Se preguntarán el por qué del citado.- todos permanecemos callados.- Bien, no me andaré con rodeos. La mujer del famoso escritor Richard Castle ha sido secuestrada- en ese momento me quedé sorprendida, Richard Castle, mi escritor favorito, al que yo admiro profundamente, envuelto en una situación así.- Su nombre es Elianne Hudson, lo único que sabemos es que puede tratarse de trata de blancas.

-Así es- continuó su compañero- hemos interrogado al señor Castle, y hecho algunas averiguaciones y está limpio, así que esto no se trata de él. Sospechamos que Elianne hacía negocios a espaldas de su marido.

-¿El señor Castle está enterado de sus sospechas?- pregunté intrigada.

-No, como ya dije son solo sospechas y no tenemos autorización para ello.

-Por eso necesitamos su ayuda, sabemos perfectamente que ustedes son de homicidios, pero necesitamos toda la ayuda necesaria, porque si estamos en lo cierto, puede que estemos ante una red muy grande del narcotráfico.

-Cuente con nuestra ayuda- dije, hablando también por mis compañeros.

Se despidieron de los agentes y salieron del despacho de la capitana Gates. Me dirigí a mi escritorio y noté como los chicos se acercaban.

-Bien, ¿por dónde empezamos?- preguntó Espósito.

-Esperar a que se comuniquen de alguna manera- Respondí insegura.

-Pero se comunicaran con el señor Castle.- dijo Ryan cuando en ese preciso momento Gates se acercó.

-Bien detectives, quiero que ustedes dos- dirigiéndose a Espósito y Ryan- busquen cualquier información, contactos y demás y que los interroguen personalmente.- ambos asintieron y se pusieron a ello.

-Y respecto a usted detective, quiero que sea la sombra del señor Castle.

-Pero señor, ya han dicho que el señor Castle está limpio…..-repliqué.

-Sí, pero eso no quiere decir que no intenten comunicarse con él, ya sea por vía telefónica o personalmente, puede que él se vuelva el objetivo.

-Está bien, ¿pero el señor Castle, está al tanto de mi misión?

-No, para eso está usted detective, cuénteselo, sea amable, gánese su confianza, y vuelvo a repetir, sea su sombra, ¿a quedado claro o tiene alguna otra objección?

-No, señor, ninguna, ya mismo me voy para su casa, ¿tiene usted la dirección?

-Sí, claro- dicho esto fue a su despacho, cogió un trozo de papel, del que supuse tenía ya escrita la dirección, y me la dio.- cualquier novedad, no dude en informarme.

-No, señor.

Media hora más tarde, después de dar alguna que otra vuelta por los nervios que me causaban llegar y poder conocerlo por fín, ahí estaba yo, frente a la puerta. Luego de un largo suspiro, me atreví a llamar al timbre.

No tardo ni cinco segundos en abrir. Era él Richard Castle, mi escritor de misterios favorito, y es tan guapo y tan atractivo, y me pregunto cómo voy a poder ayudar a resolver este caso, con esos ojos azules, penetrantes ,mirándome.

Su voz me sacó de mis pensamientos.

-¿Señorita?, ¿se encuentra bien?- me pregunta, con esa voz tan seductora.

-Sí, perdone, soy la detective Kate Beckett- le tiendo la mano y me la toma inmediatamente.

-Ya sabrá quien soy yo- me dedica una sonrisa- y usted está aquí por el secuestro de mi esposa me imagino- dedujo enseguida.- pero pase, no se quede ahí.

-Gracias- pasé y no pude más que sorprenderme, se trataba de un loft enorme, no podía dejar de mirar a todos lados impresionada, hasta que él volvió a hablar.

-Bueno, ¿y cuál es su misión exactamente?, porque como verá- me señaló el salón- hay varios agentes rastreando llamadas.

-Sí, mi misión exactamente es no separarme de usted, así que señor Castle, voy a ser su sombra hasta que este caso se resuelva- volví a mirarlo, pero esta vez seria, tenía que mostrarme profesional.

-Pues no puedo más que, (a pesar de todo lo que está pasando) alegrarme de que alguien me cubra las espaldas, y más una mujer tan hermosa como usted.- le tendió la mano esta vez él y ella tampoco dudó en tomársela durante segundos eternos.

No esta nada mal, continúa.

me.gusta.... sigue!!

un comienzo bastante interesanteeeee

sigueeee plisss que ya quiero saber que pasaaa

sigueeeeee

CAPÍTULO 2


Y bueno aquí estoy, en el loft de Richard Castle. Se puede decir que ya me encuentro más relajada, no podía con esa tensión que había surgido momentos antes. Menos mal que se encuentran más personas a nuestro alrededor. Aún así, cada vez que se acerca no puedo evitar sentir un escalofrío, lo que he sentido al verlo así de cerca, (aunque una vez fuera a alguna firma de sus libros) pero esa conexión, jamás la había sentido con nadie.

Aunque he tenido varios novios (no tantos, si lo pienso bien), he de confesar que ese hombre me atrae muchísimo. Pero está casado, tiene una hija, son una familia y mi trabajo es protegerlo. Así que tengo que refrenar mis deseos y mostrarme profesional.

Su voz me sacó de mis pensamientos inmediatamente.

-Que descortés de mi parte, ¿quiere algo de tomar?- preguntó.

-Sí, gracias, me apetecería un café, parece que la noche va a ser larga señor Castle.- le contesto con una sonrisa.

-Por favor, llámeme Richard o Rick , y nada de usted.

-Lo mismo le digo, puede llamarme Beckett.- asintió y se dirigió a la cocina, mientras yo seguía en el salón, aunque no me sientiera muy cómoda sin hacer nada.

No lo pensé dos veces y me dirigí a la cocina, donde se encontraba él, haciendo café. Se le veía muy desenvuelto en la cocina, y se le veía más atractivo aún.

-Castle- lo llamé, él alzó la ceja por cómo lo llamé- perdón, pero me siento más cómoda si lo llamo también por su apellido.

-Está bien, es más me gusta como suena- sonrió.

-Bien. ¿Cómo se encuentra?, digo......con todo lo que le está pasando, parece muy entero- le pregunté, mirándolo fijamente, como si de un interrogatorio se tratara.

Le voy a decir la verdad, Beckett, ya que usted me inspira confianza- asentí sonriente, agradecida por sus palabras- Elianne y yo estábamos separados desde hace ya un tiempo- me confesó- aunque estamos legalmente casados, físicamente estamos separados.

-¿Y tu hija?- me ví obligada a preguntarle.

-Mi hija es de mi anterior matrimonio. Y le confieso que a Alexis, Elianne no le cae muy bien, siempre me está diciendo que ella no es para mí, y aunque sea pequeña, tiene razón.

-¿Porqué se quería separar de su esposa?- pregunté intrigada por la historia.

Porque me engañó, desde hace tiempo que está con otro tipo, y creeme, no tengo pruebas pero dudo seriamente que haya sido secuestrada- al decir esto último abrí los ojos sorprendida.

-¿Y por qué no se lo ha dicho al FBI?

-No lo sé, quizás, porque tengo alguna esperanza que todo esto se arregle y que no me haya mentido también en esto.- contestó cabizbajo, mientras me servía el café.

-Gracias- le dije por el café- sabe que como detective, tengo la obligación, de informar los del FBI. Pero te voy a dar la oportunidad de que seas tú quien cuente esta historia y no es por perjudicarte a tí, ya han dicho que estás limpio, pero tarde o temprano lo van a averiguar, sino lo saben ya- le dije seriamente, pensando en que el FBI ya sospechaba algo de lo que le había contado Richard Castle.

En ese momento sonó el teléfono. A lo que salimos corriendo a la sala. Castle descolgó el teléfono, como le habían indicado.

-Richard Castle al habla- contestó, se le veía nervioso, y no era para menos.

-Richard, Richard!- se escuchó la voz de una mujer al otro lado.

-Elianne!, háblame, ¿dónde estás?

-No lo sé, me tienen atada, hay un señor a mi lado, tengo miedo Richard, ayúdame por favor.

En ese momento se escuchó la voz de un hombre- Señor Castle, la condición de que suelte a su mujer son 5 millones de dólares, le voy a dar tiempo para conseguirlo, recibirá mi llamada muy pronto.-colgaron.

-Mierda!- maldijo uno de los agentes- perdimos la señal!, tendremos que esperar a que llamen de nuevo.

-Voy a conseguir ese dinero, tengo que ir al banco- cogió su abrigo y dispuesto a marcharse lo detuve.

-Voy contigo, recuerde que tú también puedes estar en peligro, y vamos en mi coche.- dije seriamente.

-Está bien- dicho esto salimos.

Una vez montados en el coche, rompió el silencio que había surgido.

- Beckett, si antes sospechaba que no estaba secuestrada, ahora mucho menos.- dicho esto no pude hacer nada más que aparcar el coche en una calle cualquiera. Y más cuando yo también sospecho que no se trataba de un secuestro.

Me encanta, continúa.

Me gusta como va esta historia.

Continúa pronto

Me encanta, me ha dejado mucha intriga de momento, continua pronto que esta muy interesante.

intrigante,

wow !! me encanya este fic!!! Tiene mucho misterio uajajajajja sigue pronto !!

jojo esto se pone interesanteeeee si si al finel seguro que es un engaño de la tipa esa
sigueeeee plissssss

CAPÍTULO 3



-¿Pero qué haces?- preguntó sorprendido, mientras apagaba el motor de mi coche- ¿por qué te detienes?

Castle, esta acusación es muy grave, ¿en qué te basas exactamente?- me miró y luego agachó la mirada, como queriendo ocultar algo, pero no le sería tan fácil.

Beckett, no me hagas caso, ha sido solamente una suposición- dijo y me miró de nuevo, con esa mirada tan penetrante que me hacia perder la noción del tiempo.

Luego de unos segundos, me atreví a hablar de nuevo- Castle esto es muy grave, tienes que decirme lo que sepas, por favor- dije y tomé su mano inconscientemente.

-Verás.....- empezó a hablar, sin dejar de mirar nuestras manos reunidas, al darme cuenta la retiré inmediatamente y miré a otro lado dándome cuenta que estaba sonrojada.- Beckett- me llamó y le devolví la mirada- eso es muy difícil para mí, pero cuando me enteré del engaño de mi esposa, descolocado, despechado y herido, comencé a hacer averiguaciones sobre este tipo, utilicé contactos y demás, lo único que logré enterarme es que se trataba de un “camello”.

-Insisto, ¿por que no hablaste antes?

-Por orgullo, pero supongo que eso no sirve de nada al fin de al cabo, ya ves, preferí callarme al verme como un cornudo, que eso es lo que realmente soy- dijo y sonrió amargamente.

-Castle, lo siento pero tenemos que informar de esto al FBI, y no te preocupes por el dinero, ellos se encargarán y dirán que es lo que tienes que hacer.

Arranqué de nuevo el coche y nos dirigimos a la comisaría. Entramos en el despacho de Gates y le contamos todo lo sucedido a ella y a los agentes que vinieron luego de nuestra llamada.

Se pusieron manos a la obra, a averiguar los sitios a los que Elianne frecuentaba, sus nuevas amistades, etc.

Richard Castle recibió un sms del “secuestrador”, pero los de FBI, ordenaron que no cediera a su chantaje, no por ahora, que si querían el dinero que habían pedido, debía esperar, que esto no iba a ser como él quisiera. Les costó un poco, pero lograron llegar a un acuerdo, cedió, alegando que no había conseguido el dinero, que no le habían dejado sacar semejante cantidad (y por lo visto no era muy listo en ese sentido, así que se lo creyó) no le quedó de otra. No sin antes asegurarse de que a la "víctima" no le ocurriría nada. Eso les dio un margen de tiempo para seguir averiguando.

En cuanto a mí, y siendo la sombra de Castle, cada vez le tenía más afecto. Conocí a Alexis, una niña preciosa y encantadora y muy lista, me atrevería a decir que igual que su padre, aunque no conozco a su madre.

Pasadas dos semana sin saber absolutamente nada del secuestrado ni de Elianne, como cada mañana, me dirigí al loft de Castle, el cual me recibió con una sonrisa y un café, al que ya me había acostumbrado. Se lo agradecí como siempre, con una sonrisa.

Buenos días Beckett. ¿Alguna novedad por comisaría?, ayer te tuviste que ir enseguida y no quise llamarte luego, me pareció imprudente, era demasiado tarde.

En realidad, quería hablarte de eso. Han dado con el nombre del tipo. Se trata de Frank Burston. Y es conocido....- me detuve, no era plato de buen gusto tener que contárselo. Sentí como su mano, cálida se posó en la mía, y con la otra me acarició el rostro.

Ven, en el salón estaremos más cómodos.

Asentí, sintiendo como mis mejillas ardían por momentos, me gusta, me gusta demasiado, pero no puedo, no debo. Noté como su mano tiraba de mí hacia el salón, donde nos sentamos, muy pegados. Y me miró de nuevo a los ojos sin soltar mi mano- Castle, él es proxeneta.

-Y tu mujer, según las características que dieron, trabajaba con él y para él. De todos modos todavía tienen que averiguar y cerciorarse de ello.- Castle me soltó la mano de repente, se levantó como un resorte del sofá y empezó a dar vueltas, mientras se revolvía el cabello una y otra vez. Me levanté yo también, le agarré ambos brazos, logrando detenerlo y que me mirara- Esto no es seguro, te lo cuento para que estés preparado dado el caso.

-¿Mi mujer es una puta?, ¿eso es lo que me estás queriendo decir?.

-Papá- Alexis estaba parada en la escalera, con gesto de terror, no pude más que acercarme a ella, ya que Castle no podía moverse de donde estaba, los nervios no dejaban que actuase de la forma adecuada.

-Pequeña, ¿qué haces levantada?, todavía es temprano, puedes descansar un rato más- le dije, agachándome, hasta quedar a su misma altura.

-No tenía sueño, ¿qué pasa Beckett?- me preguntó, tenía ganas de llorar- ¿qué le pasa a mi papá?
Nada, calabaza, nada- dijo, acercándose y cogiéndola en brazos- solo que papá está muy cansado, eso es todo, me pasé toda la noche escribiendo. ¿Quieres desayunar o prefieres ir a la cama un rato más?- Viéndolo así, a pesar de la situación, es tan tierno, es todo un padrazo, no me importaría para nada que él fuera el padre de mis hijos.

-Richard!, he escuchado ruido y no he podido evitar levantarme a ver que ocurría-dijo la madre de Castle, bueno.....eso supuse, por lo poco que me había hablado Castle de ella.
Buenos días madre, lo siento, y tú que debes de estar cansada del viaje.- Se disculpó.

-Y usted.... debe de ser la detective que está ayudando a mi hijo a pasar este mal trago, ¿no es así?

-Beckett, llámeme Beckett o Kate, como guste y nada de usted, por favor.- me presenté.

-Yo soy Martha, la madre de Richard y por favor, llámame de tú también, que no soy tan vieja- ambas reímos ante el comentario.

-Madre, ¿puedes encargarte de Alexis hoy?, digo de llevarla y recogerla del colegio, yo me tengo que quedar aquí, ya sabes por si hay alguna novedad.

-Sí, por supuesto, no te preocupes.

-Gracias madre.

La mañana transcurrió tranquila. Por la tarde sin embargo, quería irme a mi casa, después de tanto tiempo en el loft, (que me encantaba estar allí), necesitaba un baño, pero no podía dejar a Castle sin nadie que lo cuidara, así que me tomé el atrevimiento de invitarlo a mi casa. Por lo menos allí podía estar más segura de que nada malo podía pasar. Él acepto enseguida, alegando que no le vendría nada mal cambiar de aire, ya que se pasaba los días encerrado en su loft o yendo nada más que a los lugares necesarios.

Llegamos y después de curiosear por mi departamento, le dije que se sentara y le ofrecí algo de tomar, prefirió una copa de vino. Mientras yo me relajaba un rato, dándome un delicioso y apetecible baño.

Luego de un rato, y ya vestida informal, me dirigí al salón, y ahí estaba él, la copa vacía encima de la mesa y acomodado en el sofá leyendo un libro. Es que es tan atractivo...... me gusta demasiado, pero no me gustaría pensar que me estoy enamorando, solo hacen más o menos dos semanas que lo conozco, y además cuando termine el caso me tendré que separar de él. Su voz me sacó de mis pensamientos.

-Beckett, no te he oído entrar, he pedido algo de comida china, tengo bastante apetito, espero que no te importe.

-No, para nada, es más yo también tengo hambre- dije y me acerqué hasta sentarme a su lado en el sofá. Él dejó a un lado el libro que estaba leyendo y me miró.

-¿Relajada?- me preguntó.

-Sí, demasiado- dije entrecerrando los ojos y acercándome aún más a él, que no apartaba su mirada de la mía.

-Me alegro- asentí, me acarició dulcemente el rostro con su cálida y suave mano provocando que mis ojos se cerraran y suspiré. Él acortó la distancia entre nuestros labios y me besó.

Me gusta, sigueee.

Cómo lo dejas en lo mejor???
Continúa pronto.

Y la besó...
¿Y QUE MAAAASSS?
Por que lo dejas así?

me encanta, continua pronto, que quiero saber que pasa a continuacion

Woooooowwwwww por fin la besóooooooo

y ya esta.... ¡PERO POR QUE LO DEJAS ASÍIIII! queremossss másssssss

jeje me gustó mucho el capi y sobretodo el final y sube la conti pronto que ya quiero saber que pasaaaaaaaaa plisssssss

Gracias tod@s los que leen y comenta y a los que no comentan pero leen también.

En ese capítulo me he centrado más en la pareja. Espero que os guste.


CAPÍTULO 3


Durante unos minutos que me parecieron segundos, nuestras lenguas danzaban, así besándonos, sintiendo como a mi corazón latiendo desesperado por sentirlo. Mis manos fueron directamente a los botones de su camisa, desabrochándolos con desesperación, sus manos dirigiéndose hacia mi espalda y levantándome la camiseta, quedándome en sujetador. Sus brazos me levantaron con mi ayuda, sentándome a horcajadas sobre él.

-Vamos a mi habitación.....- logré decir entre jadeos. Castle me obedeció, me levantó en sus brazos, rodeé mis piernas alrededor de su cintura y cuando llegamos, me tumbó sobre la cama, nos quitamos la poca ropa que nos quedaba puesta y pasó lo que tenía que pasar, nos amamos, como dos locos enamorados. Lo sentí parte mío y no pude nada que disfrutar sus caricias y sus besos toda la noche.

A la mañana siguiente, me desperté sobresaltada, pensé que todo había sido un sueño, pero cuando giré la cabeza hacia el otro lado de la cama, estaba ahí, no había sido ningún sueño, fue tan real como la vida misma. Seguía durmiendo plácidamente, boca arriba, con una mano sobre su abdomen y la otra sobre la almohada, se veía tan lindo, di un largo suspiro y sonreí. Luego con cuidado que no se despertara me levanté de la cama, para dirigirme a la cocina y así preparar el desayuno.

Mientras lo preparaba, pensé en la noche anterior, recuerdos inolvidables que tendría siempre conmigo. Richard Castle, me había enamorado de él, y sentía en lo más profundo que esto no podía ser, él está casado,aunque se iban a separar, aún lo está, pero lo mas complicado es que yo estoy con él por trabajo, tampoco sé lo que él siente por mí, ni él sabe lo que siento por él. ¿Y si para él esta fue una noche nada más?, una simple noche con una mujer y ya está. Sensaciones de inseguridades y angustia se apoderaron de mí.

Minutos más tarde y aún con esos pensamientos rondando mi cabeza sin parar. Lo ví ahí, mirándome, estaba sin camisa, irresistible con el cabello revuelto, barba de dos días. Me miraba sonriente mientras se dirigía hacia mí. Me dio un beso en los labios y se sentó en la silla de la cocina frente a mí.

-Buenos días hermosa- me dijo aún sonriente.

-Buenos días- respondí, intentando sonreir en vano.

-¿Te pasa algo?, ¿te arrepientes de....?- preguntó mientras nos señalaba a ambos y refiriéndose a la noche anterior.

-No es que me arrepienta, es que no sé como sigue esto, mira Richard, yo estoy contigo para cuidarte, me asignaron esa misión, ¿café?- Él asintió, se lo serví, para luego seguir hablando- No sé que fue anoche para tí- le dije sin rodeos- y me gustaría saberlo.

-Si te digo la verdad, hacía tiempo que no estaba con una mujer, como te conté con mi mujer, bueno más bien ex- mujer, por mucho que los papeles no digan lo mismo. Y tú llegaste, estabas ahí, sentí algo que jamás he sentido por nadie, y créeme, no quiero hacerte daño, ya sé que estás conmigo por un caso, del que tarde o temprano va a acabar, y yo me voy a divorciar legalmente. Hace un mes más o menos que nos conocemos, no te voy a pedir que iniciemos una relación, después de las que he tenido.....no tengo muy buenas experiencias, pero quiero algún día, llegar a tener algo más serio, contigo. Me gustas Kate Beckett, y mucho y me estoy enamorando de tí. Ahora te pregunto yo a tí. ¿qué significó anoche para tí?

-Me había quedado sorprendida sin habla con lo que me dijo, nadie me había hablado, ni se había sincerado tanto, y me alegra muchísimo que él esté sintiendo lo mismo que yo- Suspiré y hablé. Richard, me encantas, te lo demostré anoche, siento exactamente lo mismo que tú- una sonrisa se escapó de sus labios y me la contagió- pero si alguien se llega a enterar de lo que pasó anoche, me retiran de caso, ¿que quiero estar contigo?, por supuesto.....pero no quiero formalizar nada por ahora, esperemos a terminar el caso, a que te divorcies legalmente y luego ya veremos. Lo que sé es que no te voy a dejar escapar.

-Yo tampoco- En ese momento sonó mi móvil. Tan inoportuno como siempre pensé.- Beckett- contesté- vamos para allá.

-¿Dónde vamos?- preguntó intrigado.

-A la morgue, tienes que reconocer un cadáver.

wow, capitulo genial

me ha gustado muchoooo el capiii ademas que es muy bonitooo
sigueeeeeee plissss que quiero leer la contiiiii

Me gusta, sigueeeee.

preciosooo sigueee