GRANDES REMORDIMIENTOS
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GRANDES REMORDIMIENTOS
TITULO. GRANDES REMORDIMIENTOS
ESCRITO por: Marypaz
Sentir en el rostro como se deslizaban las frías gotas de lluvia, mezcladas con sus lágrimas no sabía si era bueno o malo, simplemente reconocía que era la única manera que tenía para reaccionar ante lo sucedido. Intentaba llorar pausadamente, no quería que nadie se diera cuenta, la lluvia le ayudaba a conseguirlo. Pero no por disimularlo, dejaba de estar allí presente todo el dolor. Y debía hacer que ese dolor, esa pena, salieran por algún sitio. Llorar dejando escapar el sufrimiento, era una de las maneras que el cuerpo humano tenía para aliviar un poco los contratiempos.
Mientras iba en su coche, por la radio se enteró del atentado con bomba a la joyería, la noticia fue escueta, en parte por la falta de datos concluyentes, y en parte porque se tenía que seguir con otras informaciones ya previstas de la cadena de radiofónica, no se habló más del asunto y el locutor continuó hablando de otras cosas. A Kate casi se le paraliza el corazón cuando oyó, que había heridos. En esa joyería deberían estar cumpliendo con su deber sus compañeros, y ella también si no se hubiera retrasado con Rick.
Sólo una palabra acudía a su cabeza, “remordimiento”, “remordimiento”, como si se tratara de un disco de los antiguos y estuviera rayado. Ella no estaba donde debía, y eso la salvó. Ella no estaba entre los probables heridos y debía estar. Surgió otra vez el “remordimiento” por no haber cumplido con su deber, por haberse quedado un poco más al lado de Rick. Había antepuesto su vida privada a la de su trabajo como policía.
Se sentía mal, necesitaba llegar cuanto antes al lugar del suceso y ver con sus propios ojos lo sucedido.
En pocos momentos la circulación se hizo intransitable, ya supuso que habría alguna calle cortada al tránsito por lo que dejó el coche aparcado encima de la acera, puesto que imaginó que llegaría antes al lugar, si lo hacía por su propio pie, además necesitaba caminar para aclararse un poco las ideas. Todo lo sucedido era tan fuerte que aún no se lo podía creer. Era como si tuviera que ordenar las ideas dentro de su cerebro, paso a paso para poder entrar en acción en cuanto llegara al lugar.
El ruido de las sirenas de los coches de bomberos, ululaban por las calles haciendo la competencia a las ambulancias.
Cuando llegó a la dirección de la joyería , el cordón policial, ya había precintado el lugar del suceso. La explosión había destruido el edificio de dos plantas Y la Inspectora Beckett, no pudo hacer nada para ayudar a sus compañeros.
Otra vez un enorme sentido de culpabilidad se apoderó de ella.
Su obligación era estar junto a su equipo, y en cambio todo había sucedido de una manera extraña.
Le vino a la memoria lo sucedido a primeras horas de la mañana, cuando sonó el despertador, al alargar el brazo para detenerlo, tropezó con el cuerpo adormilado de Castle. Se incorporó y apoyándose sobre su cuerpo llegó al impertinente reloj-despertador que con su música le anunciaba que había empezado un nuevo día. El murmullo de las voces de los locutores, invitándoles a dejar la comodidad de la cama, era una constante, y para ayudar a tal efecto, una música movida, con un ritmo que casi convidaba a bailar, en realidad querían despertar a los que aún dormían. Y lo estaban consiguiendo, abrió los ojos, mientras escuchaba la voz masculina anunciando que el día sería lluvioso.
Habían pasado la noche juntos, y Castle al sentir la piel de Kate en su pecho, se desperezó enseguida, pudo más el contacto directo de su piel, que el sonsonete musical. La abrazó, y la besó mientras le daba los buenos días.
Se recordaba a si misma diciendo
“.- No, ahora no, hemos de ir a la comisaría”
Pero no podía negar que su voz, no sonaba convincente, deseaba tanto como él, aquellos besos que empezaron de una manera suave, y que poco a poco fueron in crescendo como si se tratara de una orquesta dirigida por un director admirable.
“.- Kate…aunque te retrases un poco, seguro que ni lo van a notar.”- Recordaba estas palabras- como tampoco había olvidado su respuesta. –“Es cierto si hay algún caso, los chicos lo entretendrán hasta que llegue. Tú siempre te escapas de estas situaciones.”
Eso último recordaba haberlo dicho fingiendo un enfado.
Y durante unos largos minutos, dedicaron una especial atención a sus cuerpos. A sus necesidades. A demostrarse lo mucho que se importaban mutuamente. Su relación iba mucho más allá del mero contacto físico. Se entendían, estaban compenetrados en muchos aspectos. Y esto era algo que a los dos les pilló desprevenidos. Todo resultó ser mucho mejor de lo que habían imaginado en un principio. En aquellos momentos notar el calor de sus cuerpos, era para ambos como un regalo, como una recompensa.
El teléfono sonó, y no tuvo más remedio que levantarse a toda prisa mientras le decía a Rick, que se iba enseguida, en la comisaria se había recibido el aviso de un atraco en la joyería “El lingote de oro”. Ryan le dijo que era una de las empresas que tenían la alarma conectada con la policía, para un caso de emergencia. Igual podía ser un atraco, o que al dueño de la empresa le pareciera que su vida estaba en peligro, por alguna acción sospechosa de un posible cliente, y que su actuación le pareciera fuera de lo normal.
Escondido hábilmente se encontraba un pequeño botón que podía pulsar con el pie, sin que el sospechoso se diera cuenta de nada, y con aquella pequeña acción, la policía ya estaba al corriente, que algo inusual ocurría en su tienda.
Se apartó del cuerpo de Rick, ahora ya completamente despierta, al separarse, dejó que su brazo recorriera despacio la superficie del torso desnudo de Castle. Sabía que se estremecería y sintió un cosquilleo ella también. Respondió al móvil, intentando que su voz sonara completamente normal, cosa que le resultó difícil dadas las circunstancias.
“De acuerdo, id para allí, que yo me reúno con vosotros. Perdonad se me han pegado las sábanas” Dijo como disculpa. Le pareció que oía una risa burlona de Ryan cuando le contestó que no se apurara. Expósito y él, se adelantarían, y seguro que aún llegarían a tiempo de apresar al ladrón, suponiendo que fuera este el motivo por el que se puso en funcionamiento la alarma.
Mientras se vestía con rapidez aún tuvo tiempo de decirle a Castle “Los chicos sospechan alguna cosa”. Y suspiró, como si con esta acción pudiera reparar su tardanza.
Castle con los brazos detrás de su nuca, la miraba absorto sin decir nada.
Salió a toda prisa camino del lugar. El día era feo, uno de esos días en los que el sol se escondía tras negros nubarrones, y una fina lluvia empezó a caer mansamente. Farfulló una palabra con rabia, en aquellos momentos lo que menos necesitaba era el colapso monumental que se produciría con la lluvia, sucedía siempre, y tras escuchar un fuerte ruido, que atribuyó a un trueno supo que los semáforos podían dejar de funcionar. Esto empeoraría más la circulación.
No había transcurrido ni media hora desde que habló con Ryan, asegurándole que ya iba hacía allí. En cambio el tránsito denso estaba dificultando la llegada al lugar. La lluvia como ya se temía había entorpecido la circulación rodada.
Estaba muy cerca de la joyería, y escuchaba el ruido de las sirenas, mientras que se dirigían hacia el lugar.
Cuando llegó al lugar aún quedaba una nube de polvo flotando en el aire, y pudo ver un enorme boquete en lo que antes debió ser la joyería. Los policías, de turno trataban de alejar de allí a los curiosos. Enseñó su placa y se dirigió al jefe de bomberos.
.- Necesito entrar en el lugar, mis compañeros están ahí dentro – Intentó que su voz sonara sin vacilaciones de ningún tipo, sin el más remoto tono de culpa-
.- Con mis respetos señora, dentro de lo que fue la joyería no ha quedado nada, mis hombres han encontrado dos cadáveres, por lo visto uno era el dueño, y el otro el asaltante, creemos que este último llevaba una bomba adosada. Han quedado completamente carbonizados, costará su identificación.
.- ¿Sólo dos cadáveres? Es imposible, mi equipo estaba aquí, ya que recibieron una llamada de auxilio, de las que tienen una alarma conectada con la policía, para casos de emergencia.
.- Inspectora le puedo asegurar que dentro sólo había dos personas. Y que lo más difícil será reconstruir lo que sucedió exactamente, por la virulencia de la explosión, por este motivo los expertos casi pueden asegurar que el asaltante era un hombre bomba. – Como si pensara en voz alta, y rascándose la cabeza añadió - Quizás se dio cuenta, de que el propietario había pulsado la alarma. Un hombre cuando está desesperado de verdad es capaz de hacer las cosas más osadas.
Kate escuchaba al bombero, mientras miraba alrededor. Los escombros del edificio se hallaban esparcidos en un radio de unos metros. La calle había sido cerrada al tránsito.
.- Jefe necesito gente, para mover los cascotes, tenemos que encontrar a dos personas más. Empecemos en primer lugar por la búsqueda del coche en el que han llegado hasta aquí, seguro que no estarán demasiado lejos.
Oyó cómo el hombre llamaba a cuatro de su equipo, y se pusieron enseguida a mover los cascotes. Kate sintió que una nueva esperanza se abría ante ella. Si Ryan y Expósito, no estaban dentro de la joyería, tenían muchas posibilidades, de haber quedado sepultados bajo los escombros. Si era esta la situación, había alguna posibilidad, de encontrarlos con vida. Heridos, pero vivos. No lo pensó más, ella misma ayudó a quitar una a una los restos del edificio, que se habían esparcido por allí.
Estaba arrodillada completamente volcada en aquella tarea, si sus compañeros habían quedado sepultados, corría prisa sacarlos de aquel montón de escombros.
Su vida podía depender de la rapidez con la que actuaran. Si estaban mal heridos era urgente llevarlos al hospital. Deseó con toda su alma, que sólo fuera eso. Heridas de las que pudieran recuperarse con atención médica. Imploró mentalmente que aquellos cascotes del edificio no se hubieran convertido en su tumba.
Si alguna vez había llegado a pensar que olvidó por completo los rezos, ahora se daba cuenta, que sin saber cómo surgían de su yo más interior, todas aquellas plegarias olvidadas, se centraban en pedir encontrar a sus compañeros, magullados, heridos, pero con vida.
Era cuestión de ir lo más rápido posible a quitar aquel enorme montón de piedras. Febrilmente una por una las iba sacando, y poniéndolas más apartadas de ella, su idea era abrir una brecha en aquel montón de escombros.
Notó una mano en su hombro, se dio la vuelta esperando ver al jefe de los bomberos, confiando que le diera la buena noticia, que habían encontrado algún rastro o indicio. Su sorpresa fue enorme, Castle estaba a su lado.
.- Eyy, ¿Cómo estás? – dijo tratando que su voz no demostrara su estado de ánimos.
Y sin esperar respuesta, mientras decía esto se arrodilló a su lado ayudándola a quitar piedras.
.- ¿Cómo te has enterado? – Peguntó Beckett -
.- Lo han dado en las noticias de la tele. He venido enseguida. Acabo de hablar con el jefe de los bomberos… que por cierto no me dejaba pasar. Lo he tenido que sobornar, diciéndole que el próximo libro se lo dedicaré.
Castle le levantó el rostro, las lágrimas habían dejado unos surcos como ríos, a través del polvo y la suciedad acumulada. Repasó con cuidado sus mejillas mientras le decía
.- No está todo perdido. Seguro que en cuanto aparezca el coche en el que han venido, los encontraremos.
.- Gracias por intentar animarme. Sabes muy bien que lo necesito.
.- Lo sé. – Dijo escuetamente.
Y ambos siguieron con su búsqueda.
Uno de los hombres gritó que había encontrado un coche cubierto por completo por los escombros. Todos fueron hasta el lugar. Kate tenía la mirada fija en aquel montículo de escombros, y seguida por Castle ayudaron a desenterrar el automóvil. Un suspiro de alivio surgió de sus gargantas, al comprobar que aquel coche pertenecía a la policía. Esperaban que dentro estuvieran los compañeros, pero para su desencanto, el interior estaba vacío.
.- Seguid apartando los escombros – ordenó el jefe de los bomberos – Si el coche está aquí, podemos tener la esperanza que los agentes no estuvieran demasiado lejos.
Castle, tomó entre sus manos las de Kate. Las miró, estaban ensangrentadas.
.- Te costará sanar las heridas – dijo sabiendo cual sería la respuesta-
.- Las tuyas también.
.- Espera – Se sacó del bolsillo uno de sus pañuelos, primero con mucho cuidado trató de limpiar por encima los rasguños profundos, donde se mezclaban la sangre y el polvo allí acumulado. Después, con cuidado envolvió alrededor de la mano aquel pedazo de tela, que en aquellos momentos hacía las funciones de una venda.
“Los tenemos” gritó un bombero.
Al acudir al lugar exacto, Kate se arrodilló ante sus compañeros. Estaban vivos, aunque inconscientes, con algunas heridas en el rostro.
.- Necesitamos urgentemente una ambulancia, y médicos para una primera inspección.
Castle era testigo de la febril actuación de Kate, daba órdenes a los médicos, casi les exigía, un reconocimiento del estado en que se encontraban.
.- Kate, deja que ellos hagan su trabajo. – Dijo Castle – Estás tensa y muy cansada emocionalmente por lo sucedido. Tu ansiedad no les ayuda en nada.
.- Quizás si yo hubiera estado aquí, que era donde me correspondía estar, ahora no viviríamos esta situación tan crítica – dijo queriendo ocultar su complejo-
.- Míralo de otra manera.
.- ¿Tú crees que hay otro enfoque?
Castle, le pasó un brazo por encima de los hombros, en espera de saber cuál era el estado de Ryan y Expósito. Al llegar junto a ellos, se arrodillaron intentando averiguarlo con sus propios ojos.
Para Castle ver a Kate desencajada por la tensa espera, por el miedo que se reflejaba en cada uno de sus actos, le hacía tanto daño, como ver a los dos policías en el suelo, cubiertos de polvo, y con el rostro ensangrentado. Esperaba igual que Beckett, un rápido reconocimiento por parte del equipo médico.
Hizo más fuerte la presión de su brazo sobre los hombros de la Inspectora, intentaba darle ánimos, quería que supiera que no estaba sola en aquellos momentos críticos. Tenía que decirle algo que la hiciera pensar con claridad, alguna palabra que la tranquilizara.
.- Si hubieras estado a la hora que te correspondía, hubierais entrado juntos en la joyería, y no habríais sobrevivido ninguno. – La abrazó, mientras continuaba- Tengo muy claro que ellos te esperaban para entrar juntos, en realidad ha sido una suerte para todos tu retraso. Vamos a ver qué nos dicen los médicos.
Dentro de la ambulancia se hallaban tendidos en camillas los dos compañeros, y ambos tenían puesta una mascarilla de oxígeno, en sus rostros se podía ver lo desperfectos causados, por la explosión, diversos cortes ensangrentaban su semblante, que los paramédicos se afanaban en desinfectar.
Ryan dio señales de vida, moviendo una mano.
.- Jefa…¿Qué ha pasado exactamente?
Mientras con la mirada buscaba a Expósito. Castle se dio cuenta y se acercó a él.
.- Está todo bajo control. Ahora os llevarán al hospital para haceros radiografías, es necesario saber cuántos huesos tenéis rotos. – Castle procuró que su voz sonara como siempre.- Ha sido una suerte que esperarais a Beckett para entrar en la joyería. Esto no cabe duda que os ha salvado la vida. De la tienda no ha quedado absolutamente nada.
Los médicos se acercaron a Kate
.- ¿Quiere acompañarnos al hospital? –preguntó uno de ellos-
.- Si, iremos los dos – dijo mientras miraba a Castle en señal de aprobación –
.- No hay espacio para dos personas más, ya estoy haciendo una excepción al llevarla a usted. – dijo uno de los paramédicos, mirando a Kate-
Castle se dirigió a Kate, se sacó otro pañuelo, lo mojó con su saliva y con mucho cuidado, le fue limpiando el rostro.
.- No puedes ir con ese aspecto. Esto que estoy haciendo contigo no te puedes imaginar la de veces que lo he tenido que hacer con Alexis. Sólo que entonces era por cuestiones de un helado de chocolate. Ojalá que ahora también lo fuera. Ve con ellos, y que te curen las heridas de las manos. Yo os seguiré en mi coche. Ahora mismo preguntaré a qué Hospital os llevan.
Kate en aquellos momentos sintió que las piernas le flaqueaban. Había soportado todo el proceso, sin darse apenas cuenta de lo que estaba viviendo. Y de repente todo el miedo almacenado salió disparado como si se tratara de un volcán. Se sentó en el asiento alargado que había dentro de la ambulancia, mientras estaba pendiente de sus compañeros. Ambos ya habían dado señales de vida, pero no se podía descartar nada hasta que no les hubieran hecho un reconocimiento exhaustivo.
La sirena y las luces se pusieron en funcionamiento, mientras arrancaba el vehículo.
Buscó su móvil, para informar a su jefa de lo sucedido. Le dijo que cuando llegara a la Comisaría ya haría un informe completo por escrito del caso. Sabía que debería poner que ella llegó con retraso, y esta era la causa por la que sus heridas eran poco importantes, sólo sus manos, al intentar sacar los escombros.
Se acercó a sus compañeros, para infundirles ánimos.
.- En cuanto os hayan hecho el reconocimiento llamaremos a vuestras familias, si lo hacemos ahora se alarmarán más de lo conveniente.
La ambulancia se puso en macha, pidiendo paso con sus sirenas y sus luces intermitentes.
Kate desde su asiento lateral, los podía ver a los dos tumbados con los ojos cerrados. Probablemente aún no eran conscientes por completo de lo que había sucedido. Al recuperar todos los sentidos, vendrían las preguntas, las respuestas, y probablemente recuperarían esas oraciones que sólo salen, cuando se está en verdadero peligro, esas palabras que no están escritas en ningún lugar, pero que todos llevamos dentro, y aparecen en determinados momentos críticos de nuestras vidas.
Al entrar en el hospital, casi de inmediato llegó Castle.
.- Se los acaban de llevar para hacerles radiografías, y una exploración completa.
Kate le miró a los ojos
.- No sabes cuánto te agradezco que estés a mi lado. Aquí sola seguro que me habría vuelto loca de impaciencia esperando los resultados.
.- Ya lo imagino. Por eso he seguido a la ambulancia, me he pegado a ella, como una lapa, y así he podido seguir su mismo ritmo. He sacado mi último pañuelo blanco por la ventanilla, de esta manera he podido saltarme los semáforos, igual que lo hacía la ambulancia.
Kate le miró entre aturdida y extrañada por sus palabras.
.- ¿Cuántos pañuelos llevas encima, Rick?
.- Uno en cada bolsillo. Es una costumbre.
La miró sonriente, mientras la acariciaba
.- Se nota que no has criado a ningún bebé. Siempre se necesitan muchos más de los que te puedas figurar. Y nunca he podido acostumbrarme a los desechables. Esto se lo tengo que decir a Alexis en cuanto la vea. En muchas ocasiones me ha tomado el pelo, y me ha dicho que no he evolucionado. Le demostraré lo útiles que son en determinados momentos.
Bajó la vista y se encontró con las manos de Kate.
.- Deberías decirles, que te desinfectaran las heridas.
.- Se me olvidó por completo, pero tienes razón. No quisiera más complicaciones. De todos modos esperaré a que nos den un informe de Ryan y Expósito
Este caso será de esos que me perseguirán durante mis días bajos.
.- Entre los dos lo superaremos.- Dijo Castle mientras la mantenía abrazada, y la acariciaba -
Se sentaron en uno de los bancos adosados a la pared. Kate apoyó su cabeza en el hombro de Castle. Se sentía agotada, y sabía que sólo podría relajarse un poco, en cuanto supieran que sus compañeros estaban fuera de peligro. A simple vista no parecían tener nada grave, pero los dos sabían por experiencia que no podrían cantar victoria hasta que el equipo médico que les atendía, no les dijeran nada más concreto.
Luego ya vendrían todas las explicaciones detalladas a las familias, y el informe que Kate tendría que rellenar para dárselo a la jefa.
Dejó que Castle la mimara, sentir sus manos en su rostro, y en sus cabellos, le proporcionó una agradable paz. Cerró los ojos en espera a saber más noticias. Todo llegaría a su tiempo.
FIN
Abril 2013
ESCRITO por: Marypaz
Sentir en el rostro como se deslizaban las frías gotas de lluvia, mezcladas con sus lágrimas no sabía si era bueno o malo, simplemente reconocía que era la única manera que tenía para reaccionar ante lo sucedido. Intentaba llorar pausadamente, no quería que nadie se diera cuenta, la lluvia le ayudaba a conseguirlo. Pero no por disimularlo, dejaba de estar allí presente todo el dolor. Y debía hacer que ese dolor, esa pena, salieran por algún sitio. Llorar dejando escapar el sufrimiento, era una de las maneras que el cuerpo humano tenía para aliviar un poco los contratiempos.
Mientras iba en su coche, por la radio se enteró del atentado con bomba a la joyería, la noticia fue escueta, en parte por la falta de datos concluyentes, y en parte porque se tenía que seguir con otras informaciones ya previstas de la cadena de radiofónica, no se habló más del asunto y el locutor continuó hablando de otras cosas. A Kate casi se le paraliza el corazón cuando oyó, que había heridos. En esa joyería deberían estar cumpliendo con su deber sus compañeros, y ella también si no se hubiera retrasado con Rick.
Sólo una palabra acudía a su cabeza, “remordimiento”, “remordimiento”, como si se tratara de un disco de los antiguos y estuviera rayado. Ella no estaba donde debía, y eso la salvó. Ella no estaba entre los probables heridos y debía estar. Surgió otra vez el “remordimiento” por no haber cumplido con su deber, por haberse quedado un poco más al lado de Rick. Había antepuesto su vida privada a la de su trabajo como policía.
Se sentía mal, necesitaba llegar cuanto antes al lugar del suceso y ver con sus propios ojos lo sucedido.
En pocos momentos la circulación se hizo intransitable, ya supuso que habría alguna calle cortada al tránsito por lo que dejó el coche aparcado encima de la acera, puesto que imaginó que llegaría antes al lugar, si lo hacía por su propio pie, además necesitaba caminar para aclararse un poco las ideas. Todo lo sucedido era tan fuerte que aún no se lo podía creer. Era como si tuviera que ordenar las ideas dentro de su cerebro, paso a paso para poder entrar en acción en cuanto llegara al lugar.
El ruido de las sirenas de los coches de bomberos, ululaban por las calles haciendo la competencia a las ambulancias.
Cuando llegó a la dirección de la joyería , el cordón policial, ya había precintado el lugar del suceso. La explosión había destruido el edificio de dos plantas Y la Inspectora Beckett, no pudo hacer nada para ayudar a sus compañeros.
Otra vez un enorme sentido de culpabilidad se apoderó de ella.
Su obligación era estar junto a su equipo, y en cambio todo había sucedido de una manera extraña.
Le vino a la memoria lo sucedido a primeras horas de la mañana, cuando sonó el despertador, al alargar el brazo para detenerlo, tropezó con el cuerpo adormilado de Castle. Se incorporó y apoyándose sobre su cuerpo llegó al impertinente reloj-despertador que con su música le anunciaba que había empezado un nuevo día. El murmullo de las voces de los locutores, invitándoles a dejar la comodidad de la cama, era una constante, y para ayudar a tal efecto, una música movida, con un ritmo que casi convidaba a bailar, en realidad querían despertar a los que aún dormían. Y lo estaban consiguiendo, abrió los ojos, mientras escuchaba la voz masculina anunciando que el día sería lluvioso.
Habían pasado la noche juntos, y Castle al sentir la piel de Kate en su pecho, se desperezó enseguida, pudo más el contacto directo de su piel, que el sonsonete musical. La abrazó, y la besó mientras le daba los buenos días.
Se recordaba a si misma diciendo
“.- No, ahora no, hemos de ir a la comisaría”
Pero no podía negar que su voz, no sonaba convincente, deseaba tanto como él, aquellos besos que empezaron de una manera suave, y que poco a poco fueron in crescendo como si se tratara de una orquesta dirigida por un director admirable.
“.- Kate…aunque te retrases un poco, seguro que ni lo van a notar.”- Recordaba estas palabras- como tampoco había olvidado su respuesta. –“Es cierto si hay algún caso, los chicos lo entretendrán hasta que llegue. Tú siempre te escapas de estas situaciones.”
Eso último recordaba haberlo dicho fingiendo un enfado.
Y durante unos largos minutos, dedicaron una especial atención a sus cuerpos. A sus necesidades. A demostrarse lo mucho que se importaban mutuamente. Su relación iba mucho más allá del mero contacto físico. Se entendían, estaban compenetrados en muchos aspectos. Y esto era algo que a los dos les pilló desprevenidos. Todo resultó ser mucho mejor de lo que habían imaginado en un principio. En aquellos momentos notar el calor de sus cuerpos, era para ambos como un regalo, como una recompensa.
El teléfono sonó, y no tuvo más remedio que levantarse a toda prisa mientras le decía a Rick, que se iba enseguida, en la comisaria se había recibido el aviso de un atraco en la joyería “El lingote de oro”. Ryan le dijo que era una de las empresas que tenían la alarma conectada con la policía, para un caso de emergencia. Igual podía ser un atraco, o que al dueño de la empresa le pareciera que su vida estaba en peligro, por alguna acción sospechosa de un posible cliente, y que su actuación le pareciera fuera de lo normal.
Escondido hábilmente se encontraba un pequeño botón que podía pulsar con el pie, sin que el sospechoso se diera cuenta de nada, y con aquella pequeña acción, la policía ya estaba al corriente, que algo inusual ocurría en su tienda.
Se apartó del cuerpo de Rick, ahora ya completamente despierta, al separarse, dejó que su brazo recorriera despacio la superficie del torso desnudo de Castle. Sabía que se estremecería y sintió un cosquilleo ella también. Respondió al móvil, intentando que su voz sonara completamente normal, cosa que le resultó difícil dadas las circunstancias.
“De acuerdo, id para allí, que yo me reúno con vosotros. Perdonad se me han pegado las sábanas” Dijo como disculpa. Le pareció que oía una risa burlona de Ryan cuando le contestó que no se apurara. Expósito y él, se adelantarían, y seguro que aún llegarían a tiempo de apresar al ladrón, suponiendo que fuera este el motivo por el que se puso en funcionamiento la alarma.
Mientras se vestía con rapidez aún tuvo tiempo de decirle a Castle “Los chicos sospechan alguna cosa”. Y suspiró, como si con esta acción pudiera reparar su tardanza.
Castle con los brazos detrás de su nuca, la miraba absorto sin decir nada.
Salió a toda prisa camino del lugar. El día era feo, uno de esos días en los que el sol se escondía tras negros nubarrones, y una fina lluvia empezó a caer mansamente. Farfulló una palabra con rabia, en aquellos momentos lo que menos necesitaba era el colapso monumental que se produciría con la lluvia, sucedía siempre, y tras escuchar un fuerte ruido, que atribuyó a un trueno supo que los semáforos podían dejar de funcionar. Esto empeoraría más la circulación.
No había transcurrido ni media hora desde que habló con Ryan, asegurándole que ya iba hacía allí. En cambio el tránsito denso estaba dificultando la llegada al lugar. La lluvia como ya se temía había entorpecido la circulación rodada.
Estaba muy cerca de la joyería, y escuchaba el ruido de las sirenas, mientras que se dirigían hacia el lugar.
Cuando llegó al lugar aún quedaba una nube de polvo flotando en el aire, y pudo ver un enorme boquete en lo que antes debió ser la joyería. Los policías, de turno trataban de alejar de allí a los curiosos. Enseñó su placa y se dirigió al jefe de bomberos.
.- Necesito entrar en el lugar, mis compañeros están ahí dentro – Intentó que su voz sonara sin vacilaciones de ningún tipo, sin el más remoto tono de culpa-
.- Con mis respetos señora, dentro de lo que fue la joyería no ha quedado nada, mis hombres han encontrado dos cadáveres, por lo visto uno era el dueño, y el otro el asaltante, creemos que este último llevaba una bomba adosada. Han quedado completamente carbonizados, costará su identificación.
.- ¿Sólo dos cadáveres? Es imposible, mi equipo estaba aquí, ya que recibieron una llamada de auxilio, de las que tienen una alarma conectada con la policía, para casos de emergencia.
.- Inspectora le puedo asegurar que dentro sólo había dos personas. Y que lo más difícil será reconstruir lo que sucedió exactamente, por la virulencia de la explosión, por este motivo los expertos casi pueden asegurar que el asaltante era un hombre bomba. – Como si pensara en voz alta, y rascándose la cabeza añadió - Quizás se dio cuenta, de que el propietario había pulsado la alarma. Un hombre cuando está desesperado de verdad es capaz de hacer las cosas más osadas.
Kate escuchaba al bombero, mientras miraba alrededor. Los escombros del edificio se hallaban esparcidos en un radio de unos metros. La calle había sido cerrada al tránsito.
.- Jefe necesito gente, para mover los cascotes, tenemos que encontrar a dos personas más. Empecemos en primer lugar por la búsqueda del coche en el que han llegado hasta aquí, seguro que no estarán demasiado lejos.
Oyó cómo el hombre llamaba a cuatro de su equipo, y se pusieron enseguida a mover los cascotes. Kate sintió que una nueva esperanza se abría ante ella. Si Ryan y Expósito, no estaban dentro de la joyería, tenían muchas posibilidades, de haber quedado sepultados bajo los escombros. Si era esta la situación, había alguna posibilidad, de encontrarlos con vida. Heridos, pero vivos. No lo pensó más, ella misma ayudó a quitar una a una los restos del edificio, que se habían esparcido por allí.
Estaba arrodillada completamente volcada en aquella tarea, si sus compañeros habían quedado sepultados, corría prisa sacarlos de aquel montón de escombros.
Su vida podía depender de la rapidez con la que actuaran. Si estaban mal heridos era urgente llevarlos al hospital. Deseó con toda su alma, que sólo fuera eso. Heridas de las que pudieran recuperarse con atención médica. Imploró mentalmente que aquellos cascotes del edificio no se hubieran convertido en su tumba.
Si alguna vez había llegado a pensar que olvidó por completo los rezos, ahora se daba cuenta, que sin saber cómo surgían de su yo más interior, todas aquellas plegarias olvidadas, se centraban en pedir encontrar a sus compañeros, magullados, heridos, pero con vida.
Era cuestión de ir lo más rápido posible a quitar aquel enorme montón de piedras. Febrilmente una por una las iba sacando, y poniéndolas más apartadas de ella, su idea era abrir una brecha en aquel montón de escombros.
Notó una mano en su hombro, se dio la vuelta esperando ver al jefe de los bomberos, confiando que le diera la buena noticia, que habían encontrado algún rastro o indicio. Su sorpresa fue enorme, Castle estaba a su lado.
.- Eyy, ¿Cómo estás? – dijo tratando que su voz no demostrara su estado de ánimos.
Y sin esperar respuesta, mientras decía esto se arrodilló a su lado ayudándola a quitar piedras.
.- ¿Cómo te has enterado? – Peguntó Beckett -
.- Lo han dado en las noticias de la tele. He venido enseguida. Acabo de hablar con el jefe de los bomberos… que por cierto no me dejaba pasar. Lo he tenido que sobornar, diciéndole que el próximo libro se lo dedicaré.
Castle le levantó el rostro, las lágrimas habían dejado unos surcos como ríos, a través del polvo y la suciedad acumulada. Repasó con cuidado sus mejillas mientras le decía
.- No está todo perdido. Seguro que en cuanto aparezca el coche en el que han venido, los encontraremos.
.- Gracias por intentar animarme. Sabes muy bien que lo necesito.
.- Lo sé. – Dijo escuetamente.
Y ambos siguieron con su búsqueda.
Uno de los hombres gritó que había encontrado un coche cubierto por completo por los escombros. Todos fueron hasta el lugar. Kate tenía la mirada fija en aquel montículo de escombros, y seguida por Castle ayudaron a desenterrar el automóvil. Un suspiro de alivio surgió de sus gargantas, al comprobar que aquel coche pertenecía a la policía. Esperaban que dentro estuvieran los compañeros, pero para su desencanto, el interior estaba vacío.
.- Seguid apartando los escombros – ordenó el jefe de los bomberos – Si el coche está aquí, podemos tener la esperanza que los agentes no estuvieran demasiado lejos.
Castle, tomó entre sus manos las de Kate. Las miró, estaban ensangrentadas.
.- Te costará sanar las heridas – dijo sabiendo cual sería la respuesta-
.- Las tuyas también.
.- Espera – Se sacó del bolsillo uno de sus pañuelos, primero con mucho cuidado trató de limpiar por encima los rasguños profundos, donde se mezclaban la sangre y el polvo allí acumulado. Después, con cuidado envolvió alrededor de la mano aquel pedazo de tela, que en aquellos momentos hacía las funciones de una venda.
“Los tenemos” gritó un bombero.
Al acudir al lugar exacto, Kate se arrodilló ante sus compañeros. Estaban vivos, aunque inconscientes, con algunas heridas en el rostro.
.- Necesitamos urgentemente una ambulancia, y médicos para una primera inspección.
Castle era testigo de la febril actuación de Kate, daba órdenes a los médicos, casi les exigía, un reconocimiento del estado en que se encontraban.
.- Kate, deja que ellos hagan su trabajo. – Dijo Castle – Estás tensa y muy cansada emocionalmente por lo sucedido. Tu ansiedad no les ayuda en nada.
.- Quizás si yo hubiera estado aquí, que era donde me correspondía estar, ahora no viviríamos esta situación tan crítica – dijo queriendo ocultar su complejo-
.- Míralo de otra manera.
.- ¿Tú crees que hay otro enfoque?
Castle, le pasó un brazo por encima de los hombros, en espera de saber cuál era el estado de Ryan y Expósito. Al llegar junto a ellos, se arrodillaron intentando averiguarlo con sus propios ojos.
Para Castle ver a Kate desencajada por la tensa espera, por el miedo que se reflejaba en cada uno de sus actos, le hacía tanto daño, como ver a los dos policías en el suelo, cubiertos de polvo, y con el rostro ensangrentado. Esperaba igual que Beckett, un rápido reconocimiento por parte del equipo médico.
Hizo más fuerte la presión de su brazo sobre los hombros de la Inspectora, intentaba darle ánimos, quería que supiera que no estaba sola en aquellos momentos críticos. Tenía que decirle algo que la hiciera pensar con claridad, alguna palabra que la tranquilizara.
.- Si hubieras estado a la hora que te correspondía, hubierais entrado juntos en la joyería, y no habríais sobrevivido ninguno. – La abrazó, mientras continuaba- Tengo muy claro que ellos te esperaban para entrar juntos, en realidad ha sido una suerte para todos tu retraso. Vamos a ver qué nos dicen los médicos.
Dentro de la ambulancia se hallaban tendidos en camillas los dos compañeros, y ambos tenían puesta una mascarilla de oxígeno, en sus rostros se podía ver lo desperfectos causados, por la explosión, diversos cortes ensangrentaban su semblante, que los paramédicos se afanaban en desinfectar.
Ryan dio señales de vida, moviendo una mano.
.- Jefa…¿Qué ha pasado exactamente?
Mientras con la mirada buscaba a Expósito. Castle se dio cuenta y se acercó a él.
.- Está todo bajo control. Ahora os llevarán al hospital para haceros radiografías, es necesario saber cuántos huesos tenéis rotos. – Castle procuró que su voz sonara como siempre.- Ha sido una suerte que esperarais a Beckett para entrar en la joyería. Esto no cabe duda que os ha salvado la vida. De la tienda no ha quedado absolutamente nada.
Los médicos se acercaron a Kate
.- ¿Quiere acompañarnos al hospital? –preguntó uno de ellos-
.- Si, iremos los dos – dijo mientras miraba a Castle en señal de aprobación –
.- No hay espacio para dos personas más, ya estoy haciendo una excepción al llevarla a usted. – dijo uno de los paramédicos, mirando a Kate-
Castle se dirigió a Kate, se sacó otro pañuelo, lo mojó con su saliva y con mucho cuidado, le fue limpiando el rostro.
.- No puedes ir con ese aspecto. Esto que estoy haciendo contigo no te puedes imaginar la de veces que lo he tenido que hacer con Alexis. Sólo que entonces era por cuestiones de un helado de chocolate. Ojalá que ahora también lo fuera. Ve con ellos, y que te curen las heridas de las manos. Yo os seguiré en mi coche. Ahora mismo preguntaré a qué Hospital os llevan.
Kate en aquellos momentos sintió que las piernas le flaqueaban. Había soportado todo el proceso, sin darse apenas cuenta de lo que estaba viviendo. Y de repente todo el miedo almacenado salió disparado como si se tratara de un volcán. Se sentó en el asiento alargado que había dentro de la ambulancia, mientras estaba pendiente de sus compañeros. Ambos ya habían dado señales de vida, pero no se podía descartar nada hasta que no les hubieran hecho un reconocimiento exhaustivo.
La sirena y las luces se pusieron en funcionamiento, mientras arrancaba el vehículo.
Buscó su móvil, para informar a su jefa de lo sucedido. Le dijo que cuando llegara a la Comisaría ya haría un informe completo por escrito del caso. Sabía que debería poner que ella llegó con retraso, y esta era la causa por la que sus heridas eran poco importantes, sólo sus manos, al intentar sacar los escombros.
Se acercó a sus compañeros, para infundirles ánimos.
.- En cuanto os hayan hecho el reconocimiento llamaremos a vuestras familias, si lo hacemos ahora se alarmarán más de lo conveniente.
La ambulancia se puso en macha, pidiendo paso con sus sirenas y sus luces intermitentes.
Kate desde su asiento lateral, los podía ver a los dos tumbados con los ojos cerrados. Probablemente aún no eran conscientes por completo de lo que había sucedido. Al recuperar todos los sentidos, vendrían las preguntas, las respuestas, y probablemente recuperarían esas oraciones que sólo salen, cuando se está en verdadero peligro, esas palabras que no están escritas en ningún lugar, pero que todos llevamos dentro, y aparecen en determinados momentos críticos de nuestras vidas.
Al entrar en el hospital, casi de inmediato llegó Castle.
.- Se los acaban de llevar para hacerles radiografías, y una exploración completa.
Kate le miró a los ojos
.- No sabes cuánto te agradezco que estés a mi lado. Aquí sola seguro que me habría vuelto loca de impaciencia esperando los resultados.
.- Ya lo imagino. Por eso he seguido a la ambulancia, me he pegado a ella, como una lapa, y así he podido seguir su mismo ritmo. He sacado mi último pañuelo blanco por la ventanilla, de esta manera he podido saltarme los semáforos, igual que lo hacía la ambulancia.
Kate le miró entre aturdida y extrañada por sus palabras.
.- ¿Cuántos pañuelos llevas encima, Rick?
.- Uno en cada bolsillo. Es una costumbre.
La miró sonriente, mientras la acariciaba
.- Se nota que no has criado a ningún bebé. Siempre se necesitan muchos más de los que te puedas figurar. Y nunca he podido acostumbrarme a los desechables. Esto se lo tengo que decir a Alexis en cuanto la vea. En muchas ocasiones me ha tomado el pelo, y me ha dicho que no he evolucionado. Le demostraré lo útiles que son en determinados momentos.
Bajó la vista y se encontró con las manos de Kate.
.- Deberías decirles, que te desinfectaran las heridas.
.- Se me olvidó por completo, pero tienes razón. No quisiera más complicaciones. De todos modos esperaré a que nos den un informe de Ryan y Expósito
Este caso será de esos que me perseguirán durante mis días bajos.
.- Entre los dos lo superaremos.- Dijo Castle mientras la mantenía abrazada, y la acariciaba -
Se sentaron en uno de los bancos adosados a la pared. Kate apoyó su cabeza en el hombro de Castle. Se sentía agotada, y sabía que sólo podría relajarse un poco, en cuanto supieran que sus compañeros estaban fuera de peligro. A simple vista no parecían tener nada grave, pero los dos sabían por experiencia que no podrían cantar victoria hasta que el equipo médico que les atendía, no les dijeran nada más concreto.
Luego ya vendrían todas las explicaciones detalladas a las familias, y el informe que Kate tendría que rellenar para dárselo a la jefa.
Dejó que Castle la mimara, sentir sus manos en su rostro, y en sus cabellos, le proporcionó una agradable paz. Cerró los ojos en espera a saber más noticias. Todo llegaría a su tiempo.
FIN
Abril 2013
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Estupenda historia, no se si la seguirás o no, pero merecería que lo hicieras.
Muy bien la tensión hasta que los encuentran, mejor la intriga de si se salvaron por el retraso de ella o si les pasó, por la misma causa.
Lo dicho estupenda historia, siguela, aunque sean un par de capítulos más así no me quedaré, tan en suspenso, esos finales son angustiosos, jajajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Muy bien la tensión hasta que los encuentran, mejor la intriga de si se salvaron por el retraso de ella o si les pasó, por la misma causa.
Lo dicho estupenda historia, siguela, aunque sean un par de capítulos más así no me quedaré, tan en suspenso, esos finales son angustiosos, jajajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSS
agecastbet- Escritor - Policia
- Mensajes : 2971
Fecha de inscripción : 27/12/2012
Localización : En la colina del loco - Madrid
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
agecastbet escribió:Estupenda historia, no se si la seguirás o no, pero merecería que lo hicieras.
Muy bien la tensión hasta que los encuentran, mejor la intriga de si se salvaron por el retraso de ella o si les pasó, por la misma causa.
Lo dicho estupenda historia, siguela, aunque sean un par de capítulos más así no me quedaré, tan en suspenso, esos finales son angustiosos, jajajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Muchas gracias por dejar tu comentario.
Me alegra saber que te ha gustado, pero no es mi intención continuar el relato. Si has leido otras cosas mias ya sabrás que me gusta describir esta especie de "flash", donde afloran los sentimientos. Y de verdad que no los se hacer más largos. Incluso hay momentos que pienso que me repito en las escenas.
Prefiero buscar en otro momento, otra historia. Confio en no haberte decepcionado.
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Una gran historia, has mantenido suspense durante toda la lectura, casi sintiendo la angustia que sentía la pobre Kate al no encontrar a sus compañeros.
Me ha gustado mucho. Espero poder leer pronto otras de tus historias.
Me ha gustado mucho. Espero poder leer pronto otras de tus historias.
Yaye- Escritor - Policia
- Mensajes : 1751
Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
me a encantado
_Caskett_- Escritor - Policia
- Mensajes : 2936
Fecha de inscripción : 22/01/2013
Localización : en un mundo feliz
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Muy bueno!
Aunque como han dicho antes, mereceria la pena una continuacion, aunque entiendo que no la hagas...
Espero leer algo tuyo muy pronto!
Aunque como han dicho antes, mereceria la pena una continuacion, aunque entiendo que no la hagas...
Espero leer algo tuyo muy pronto!
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
- Mensajes : 966
Fecha de inscripción : 14/10/2012
Edad : 27
Localización : Málaga (Andalucia) España
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Muuy bueno me ha encantadooo!
L-beckett41319- As del póker
- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 23/02/2013
Edad : 28
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
escribes de maravilla, menudo lujo haber leido esta historia, parecia que iba a
ir de mal en peor y ha sido un final bonito, feliz, bien conseguido
ir de mal en peor y ha sido un final bonito, feliz, bien conseguido
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Buena historia,me ha gustado mucho
Lizzey Castle- Ayudante de policia
- Mensajes : 82
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 24
Localización : Villahermosa,Tabasco (México)
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
¡Me ha gustado mucho!
Me has tenido durante unos momentos super preocupada por como estaban Espo y Ryan, he llegado a pensar que te los habias cargado...
Y que bonito Castle apoyando a su chica y muy gracioso lo de Castle diciendo que le iba a restregar a Alexis que la final si que era útil llevar dos pañuelos de tela,
Muy chulo el fic, me gusta mucho como escribees!
Me has tenido durante unos momentos super preocupada por como estaban Espo y Ryan, he llegado a pensar que te los habias cargado...
Y que bonito Castle apoyando a su chica y muy gracioso lo de Castle diciendo que le iba a restregar a Alexis que la final si que era útil llevar dos pañuelos de tela,
Muy chulo el fic, me gusta mucho como escribees!
Aitana- As del póker
- Mensajes : 253
Fecha de inscripción : 25/11/2012
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Precioso, escribes genial. Espero poder leer pronto otra de tus historias.
Delta5- Escritor - Policia
- Mensajes : 10286
Fecha de inscripción : 30/07/2012
Localización : Ciudadano del Mundo
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Estoy encantada de que os gusten mis relatos, yo pongo todo mi empeño en hacerlos más o menos agradables.
Pero ya sabeis que me veo incapaz de escribir un fic, de muchos capítulos.
Muchas gracias de verdad a tod@s los que leeis y teneis un momento para dejar un comentario. Es la manera que tengo para saber si ha sido de vuestro agrado.
Saludos a tod@s.
Pero ya sabeis que me veo incapaz de escribir un fic, de muchos capítulos.
Muchas gracias de verdad a tod@s los que leeis y teneis un momento para dejar un comentario. Es la manera que tengo para saber si ha sido de vuestro agrado.
Saludos a tod@s.
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Preciosa historia marypaz y ya sabes lo que se dice, lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Cata Castillo escribió:Preciosa historia marypaz y ya sabes lo que se dice, lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Gracias por tus palabras Cata Castillo, es un alivio saber que las historias os gustan. Ya es mucho, pues el nivel de este foro es alto y hay much@s escritoras/es, que lo hacen de maravilla. Ya empezaré a pensar en otro fic.
Saludos cariñosos
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
A mi me a gustado mucho!
MDSea- Escritor - Policia
- Mensajes : 2045
Fecha de inscripción : 09/04/2012
Edad : 44
Localización : Granada
Re: GRANDES REMORDIMIENTOS
Muchas gracias, me encanta que te haya gustado, eso me anima a seguir posteando de vez en cuando....
Saludos
Saludos
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
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