Encerrados en la comisaria 12. Publicado y terminado el 3/07/13

Por fin soy libre y acabo de comenzar mis vacaciones. Esta idea me rondaba la cabeza hace ya tiempo y ahora con tiempo libre se me ha ocurrido escribirla. Es muy corta solo tiene dos parte. La segunda la subo en un ratito. Espero que os guste. Besos.



Encerrados en la 12.


Parte 1: La luz.

-¿Pero has visto la hora que es?-Preguntó indignado entrando en el despacho de la capitana de la comisaría 12. Kate, que apilaba los papeles, levantó la mirada al escuchar a su marido para mirarlo con el gesto torcido.-Salgo de la reunión y esperaba verte, como me habías prometido, tumbada en el sofá descansando y cuando llego mi madre me dice que no sabe nada de ti desde que salio esta mañana de casa. ¿Por cierto el móvil lo tienes apagado?-dijo sentándose enfrente de ella.-Sabes que me gusta que lo lleves encendido por si necesitas algo.-dijo preocupado.
Kate estaba en silencio, sabía que si se quedaba en la comisaría hasta tan tarde tendría regañina pero las hormonas la superaban y no quería dejar solos hasta tan tarde a sus compañeros Ryan y Esposito no le parecía justo.
-Richard Castle, estoy embarazada pero no inválida.-dijo elevando un poco el tono.
-Pero de casi ocho meses.-Puntualizó, frunciendo el ceño.-Deberías estar ya de baja pero no, la señorita se empeña en trabajar.-dijo molesto.
-Rick sabes que odio estarme quieta y desde que la capitana se fue, y pase a ocupar su puesto prácticamente hago solo el trabajo de oficina.
-Pero igualmente no estás cómoda.-dijo arrodillándose a su lado.-Mírate los tobillos.-dijo cogiendole uno y masajeándoselo.
Kate sabía que Rick no pararía hasta que se fueran a casa así que se puso de pie tambaleándose por el peso extra.
-Tú ganas, vámonos a casa.-Suspiró poniéndose de pie.-Pero déjame terminar de guardar esto.

-En menos de diez minutos salen del despacho.-Rió Esposito terminando de rellenar sus informes.
-Kate debería estar ya de baja. Jenny a partir del séptimo mes no se movía de casa.-Sonrió Ryan que hacia lo mismo que su compañero.-Estoy deseando terminar esto. Ojala pueda contarle yo a Sue esta noche su cuento para dormir.-Sonrió embobado, recordando a su preciosa hija de año y medio que lo tenía loco.
Al verle la cara Esposito negó con la cabeza, sonriendo.
-El noviazgo te atonto, el matrimonio te volvió a atontar y tu hija…
-¡Ey! sin faltar, que tú vas por el mismo camino.-Sonrió mirándolo fijamente. -¿Lo has comprado ya?-Preguntó Ryan desde su mesa, vuelto hacia su amigo.
Esposito se puso un dedo en los labios, miró a su alrededor, eran los últimos en salir y abrió el primer cajón de su escritorio, sacando de él una cajita y mostrándole el contenido a su amigo.
-Es precioso, a Lanie le va a encantar.-Afirmo.
-Eso espero porque la tengo más cabreada a la pobre con tanta llamadita a la joyería para el grabado. Lleva nuestra fecha grabada.-dijo mostrando la parte trasera del colgante.
-Pero en este día ya la conocías.-dijo leyendo la fecha.
-Es que es la fecha en que nosotros…
Ryan lo miró escandalizado.
-Es que justo antes es cuando le dije “te quiero” por primera vez.-Aclaró Esposito creyendo que era la primera vez en su vida que se ruborizaba.
Ryan sonrió, relajando el gesto.
-Es perfecto.
-¿Verdad? Lanie está todo el día con guante y no gustan mucho los anillos por eso creo que un colgante es ideal para ella en vez de un anillo de pedida.-Sonrió guardando la caja.-Tuve que pedir que me la trajeran aquí para que no la pudiera ver.
-Y más original, luego cuando os caséis llevareis anillos ¿Y cómo se lo vas a pedir?
-Ahora cuando salgamos iremos a nuestro apartamento a cambiarnos y nos iremos a ese restaurante francés que tanto le gusta.
Se callaron al escuchar el ascensor.

-¡Javier! Llevo veinte minutos esperando que bajes.-dijo Lanie que salía del ascensor como un basilisco. -¿Aún no has terminado?, si hace horas dijiste que ya habíais resuelto el caso. Tardas más en rellenar un par de papeles que en pillar a un asesino.-Gruñó acercándose a ellos.
Ryan se giró hacia su escritorio, dándoles la espalda con una sonrisa en los labios.
-Yo…bueno yo.-Tartamudeo mientras firmaba los últimos papeles con más prisa que en cualquier momento de esas casi dos horas que llevaba sentado.

-Y cuando lleguemos te vas a tumbar y no vas a moverte mientras te preparo la cena.-Le decía Rick a Kate saliendo ambos del despacho de ella.
-Hola Lanie.-Sonrió Kate al ver a su amiga e ignorando a su marido.
-Y tú que haces aún aquí, deberías estar descansado o de baja.-La regaño.
-Eso se lo digo yo todos los días pero es una cabezota.-Aseguró Castle dejando claro que no estaba deacuerdo con la actitud de su mujer.
-Y se supone que la que tiene las hormonas alteradas soy yo.-Bromeó Kate.
-¿No era Castle el de las hormonas alteradas?-Bromeó con una amplia sonrisa pero al ver la cara de Lanie y Rick se le borró y siguió con lo suyo.
-Lo siento, me ha pasado en el tono pero no es mi opinión.-Sonrió Lanie acercándose a su amiga.-Y este pequeñín como está.-dijo acariciándole el vientre.
-Últimamente no para ahí dentro.-Sonrió mirando con infinito amor a su vientre.-Chicos sino habéis terminado, mañana terminaremos a primera hora-Puntualizó al ver sus caras.
-Ellos, tú no.-dijeron Lanie y Rick a la vez.
Kate no contesto, para no tener que empezar a discutir con ambos. No quería dar pie para que Rick empezara la discusión que mantenían a menudo desde que tenía que haber cogido la baja y no lo había hecho. Kate no hacia más que repetirle que cuando terminara su séptimo mes cogería la baja pero Rick insistía que tenía que haberla cogido ya.
-Pasarlo bien chicos.-Se despidió de la pareja.-Ryan dale un beso a Sue y Jenny de mi parte.-Le sonrió.-Buenas noches.
-Buenas noches.-Les sonrió Rick. Y disimuladamente le guiñó un ojo a Esposito.
Kate se cogio del brazo de Rick y caminaron hacia el ascensor, estaban a un par de pasos de este cuando la luz se fue.
-Que nadie se mueva.-dijo Ryan encendiendo la pantalla de su móvil.-Creo que hay velas en alguna parte.-dijo moviéndose con dificultad por la sala.
El resto hizo lo mismo con sus móviles.
-Kate ¿estás bien?-Preguntó Rick al notar que Kate se agarraba a él, dejando caer su peso sobre él.
-Si, tranquilo.-Lo tranquilizo acariciándole el rostro y apoyándose en si misma.-Un poco cansada.
Esposito fue hasta las ventanas y miró hacia el exterior.  
-El corte de luz es general, no hay tampoco en la calle. Vamos a tener que esperar a que vuelva, aunque nos dejaran salir, no se puede circular así.-dijo alejándose de la ventana y acercándose al grupo.
-Genial, adiós a la reserva.-Se quejó Lanie.
-Ey, he encontrado esta.-dijo Ryan mostrando una vela.
-Genial ahora solo falta un encendedor.-Farfullo Esposito.
-Espera, Martínez es fumador y en su mesa siempre tiene un encendedor. Dice que le gusta tenerlo a la mano para utilizarlo en los descansos.-Explico Ryan mientras encendía la vela.
-Podemos bajar por las escaleras y ver si hay más gente, y si tienen más velas. A ver si alguien sabe algo del tema del apagón.-Propuso Esposito.
-Yo te acompaño.-dijo Ryan acercándose a su amigo.-Pero espera que llame primero a Jenny para que no se preocupe.-dijo alejándose con el móvil en el oído.
-Nosotros os esperamos en la sala de descanso.-dijo Lanie yendo con Kate y Rick a la sala.
-Yo también tenia muchísimas ganas de ir al restaurante pero en coche no se podrá circular y andar por la calle es muy peligroso.-dijo Espo cogiendole las manos a Lanie para tranquilizarla. La beso fugazmente y utilizando Ryan y él sus móviles como linternas empezaron a bajar las escaleras.

Entre Lanie y Rick acomodaron a Kate en el sofá.
-Os ofrecería un café pero al no ver luz…-Les sonrió Rick.-Voy a llamar a mi madre, para ver si a ella le ha afectado el apagón por esa zona.-Le beso dulcemente la frente a Kate y salio de la sala dejando a las mujeres solas.
Lanie se sentó al lado de Kate. Esta la había notado rara y desde hacia días.
-¿Qué te pasa Lanie?-Preguntó al ver a su amiga suspirar por segunda vez. -¿Espo y tú no estáis bien?
-¿Crees que Javi me engaña?-Preguntó con la voz quebrada.
-Claro que no.-Aseguro seria.
-Es que lo he pillado más de una vez al móvil y prácticamente ha colgado al verme mirarlo.-Suspiró.-La última vez lo vi escribir algo en un papel y hace poco encontré ese papel con la palabra “te quiero” escrito.
-Lanie…
-Además hace poco se dejo una carta del banco encima de la mesa y al mirarlo había un cargo a una joyería. Kate, me está poniendo lo cuernos. Lleva días, muy raro.-dijo intentando aguantar las lágrimas.
-Seguro que lo que haya comprado será para ti. No saques conclusiones antes de tiempo.-Sonrió dulcemente antes de abrazarla. -¡Ay!-Se quejó Kate soltándose del abrazo.
-No me digas que te…os he apretado mucho.-Rió Lanie mirándola pero su sonrisa se apago al ver el rostro de dolor de Kate y notar el sofá húmedo su sonrisa se esfumó.
-Lanie…-Sollozó.
-Kate creo que no es el mejor momento para esto.-dijo poniéndose de pie de golpe.
-He hablado con mi madre, parece que el apagón es solo por esta zona.-dijo Rick entrando en la sala mientras se guardaba el móvil en el bolsillo.
Al ver la cara de su mujer no necesito saber que le pasaba, corrió a arrodillarse a su lado. Lanie la estaba tumbando en el sofá.
-Voy a buscar a los chicos y a pedir una ambulancia por el móvil. Vengo enseguida.-dijo saliendo de la sala con su móvil iluminando el camino.
-Kate ¿Sabes que te quiero?-Susurró Rick pasando los labios por la frente de su mujer mientras le cogia las manos.-Todo saldrá bien. Pronto vendrá la ambulancia.
-Yo también te quiero.-Intentó sonreír.
Se besaron dulcemente en los labios.
-¡Ay!-Sollozó en sus labios.
-Tranquila.-Susurró acariciándole el vientre.
-Rick tengo miedo, todavía me falta más de un mes.
-Lo sé, pero muchos partos se adelantan, tranquila. No os va a pasar nada, no voy a dejar que os pase nada. Antes te llevo en brazos al hospital más próximo en brazos y a oscuras.-Aseguró.
-¡Estás loco!-Sonrió con el gesto torcido por el dolor.
-Por ti Kate haría cualquier locura al igual que por nuestro hijo.-Susurró mientras le acariciaba el vientre.
Kate, con dolor, le rodeo el cuello y lo beso dulcemente.
-Tenias razón sobre la baja, si hubiera estado de baja ahora estaríamos yendo al hospital.-Sollozó pensando en que si le pasaba algo a su hijo ella tendría la culpa.
-Cariño no pienses en algo que ya no va a pasar. Todo saldrá bien. Ahora vamos a hacer las respiraciones que nos enseñaron en preparación al parto.
Iban por la cuarta respiración cuando Lanie y los chicos llegaron.
-Capitana que inoportuna es.
Ryan y Esposito con una manta y un par de velas le sonrieron dulcemente pero preocupados.
-La ambulancia tardara en llegar por culpa del apagón, han cortado la zona.-dijo Lanie poniéndose de rodillas al lado de Rick y mirando al matrimonio.
-Pues llámala y dile que no esperen en la calle más cercana que no este cerrada.-dijo Rick poniéndose de pie dispuesto a cumplir lo que le había dicho a Kate.
-Castle no deberías hacer eso, es peligroso. No puedes llevarla en brazos varias manzanas, no llegareis al hospital.
-¿Y que hago Lanie? No puede quedarse aquí.-dijo Rick desesperado. Se pasó las manos por el pelo y empezó a pasearse por la sala, si se acercaba a Kate no se contendría y saldría de allí con ella en brazos.
-¡Castle relájate!-dijo Esposito molesto por el tono que había utilizado su amigo con su novia.
Rick iba a encarlo pero Ryan se puso por en medio.
-No es el momento chicos.
Rick se acercó a Kate para cogerle las manos e ignorando a Esposito y Ryan.
-Lanie te voy a necesitar.-dijo Kate a su amiga.-En estos momentos no sabes cuanto me alegra tener una amiga que es médico.- Sonrió como pudo por el dolor.
-Kate…
-Rick, tranquilo. Todo saldrá bien.
Rick la besó con desesperación. Lanie le colocó una manta sobre las piernas.
-Kate vamos a quitarte la ropa de cintura para abajo, para ver como estás de dilatada.
Los chicos carraspearon incómodos.
-Voy a llamar de nuevo a Jenny.
-Y yo voy a ver como va la solución al apagón y el tema de la ambulancia.-dijo Espo mirando a Rick,  disculpándose ambos con la mirada.
Los dos salieron de la sala cerrando la puerta.
-Castle acércame las velas que han traído, necesito luz.-Le pidió Lanie ayudando a Kate a quitarse la ropa.
Este obedeció de inmediato y poniendo su I-Phone en modo linterna también se lo dejo a Lanie.
-Esta aplicación me vendría bien en el laboratorio, esta luz es muy potente.-Sonrió mientras miraba bajo la manta.-Cielo aún te faltan un par de centímetros para empujar. Respira como te enseñaron.
Rick cada vez sentía menos su mano.
-Tranquila cariño, todo saldrá bien. Te quiero.-No dejaba de susurrar Rick.
-Están haciendo todo lo posible por arreglar el problema con la luz, los operarios ya están trabajando.-Aseguró Esposito entrando con su amigo en la sala.
Ambos hombres se quedaron en silencio al ver la escena.
-Como es posible que un bebe salga por ahí.-dijo Esposito mirando a sus amigos horrorizado.
-Si puede, Jenny pudo y Kate podrá.-Aseguró Ryan.
-Pero…
-¡Fuera! Me acabáis de llegar y ya me estáis poniendo de muy mala leche. Iros y mirar si llega la ambulancia.-Gritó Lanie desesperada.
-Pero si te acabo de decir que…
Ryan no dejo continuar a su amigo lo arrastró hasta fuera de la sala.
-Kate, cariño es hora de empujar. Respira y empuja.
Kate afirmó y empezó a hacer lo que le pedía.
-Ahora voy a necesitar a esos dos ¡Javi, Kevin!-Gritó Lanie por encima de los gritos de Kate.
Ambos hombres entraron de golpe en la sala.
-¿Qué ocurre?
-¿Ya ha nacido?
Preguntaron ambos a la vez.
-No pero ya falta menos.-Sonrió a los futuros papás.-Necesito que me busquéis otra manta para el bebé y un cuchillo para cortar el cordón.
Ambos hombres se pusieron a buscar por la sala lo que les había pedido.
-Vamos Katie un para de empujones más y tendrás a tu bebé contigo.-dijo nerviosa con una amplia sonrisa.-Javi, quema el cuchillo con la vela y déjalo enfriar.
-Cariño vamos, ya falta menos.-Seguía animándola Rick mientras le besaba la frente y respiraba con ella sin soltarle la mano. Los nudillos de Kate estaban blancos.
Y de repente dos cosas pasaron en la sala. Se oyó un llanto y la luz regreso.
-Ahora entiendo la expresión “dar luz”-Sonrió Esposito.
Todos sonrieron felices.
-Dar a luz.-Le corrigió Ryan mientras Lanie le ponía el bebé en la manta a Ryan y este envolviéndolo se lo entregaba a Rick.
-Kate…-Susurró Rick acercándose a su mujer con su hijo en brazos.-Es precioso, como tú.
Se dieron un profundo beso y le entrego al niño.
Esposito se abrazó a Lanie quien le dio un dulce beso.
-Voy a llamar a Jenny a contarle todo.-dijo con una lagrimilla y los ojos húmedos.-Estoy deseando ver a mis mujeres. Enhorabuena chicos.
-Os dejamos solos.-dijo Lanie tirando de Esposito fuera de la sala. Vamos a llamar a la ambulancia para que venga ahora que ha vuelto a la luz.-Beso a todos y salio con Esposito no sin antes el abrazarles y felicitarlos efusivamente.
-Kate gracias por este maravilloso regalo.-dijo acariciándole la cabecita a su hijo.-Te quiero.
-Gracias a ti. Yo también te quiero, pero ahora te va a tocar compartir mi amor con otro hombre.-Sonrió besando a su hijo en la cabeza.
-Creo que podré aguantarlo.-Rió besándola profundamente.
-Rick, quiero estar despierta pero mis ojos se niegan…-Bostezó.
-Es normal cariño, duérmete. Te prometo que cuando despierte estaremos aquí contigo.
-Os quiero.-Susurró cerrando los ojos y quedándose dormida.

-Es maravilloso ¿Verdad?-Sonrió Esposito.
La pareja miraba por la ventana la escena, abrazados.
Lanie ya no aguantaba las lágrimas.
-Javi si vas a dejarme dímelo ya, no quiero hacerme más ilusiones pensando en que tendremos algo así para que tú me rompas el corazón.-Sollozó Lanie soltándose del abrazo de su pareja.-No me engañes más.
-Pero Lanie si yo…
Se dieron la vuelta al escuchar el ascensor que volvía a funcionar.
-¿Quién ha pedido una ambulancia?-Preguntó un paramédico de los dos que llevaban la camilla.
-Aquí.-Señalo Lanie.
Iba a entrar en la sala pero Javier le cogio las manos.
-Lanie, no se que se te ha pasado por esa cabecita tuya pero estás completamente equivocada y ahora no es el momento pero dentro de un par de horas cuando estemos más tranquilos todos lo entenderás.-dijo y cogiendola de la nuca y la cintura la beso con pasión.
Los paramédicos se miraron entre ellos y con amplias sonrisas entraron en la sala.
-Que alegría de verles.-Les dijo Rick al ver a los médicos mientras se acercaba a ellos con su hijo en brazos.
-Tranquilo. Ahora cuéntenos todo mientras nos llevamos al pequeño y su madre al hospital.
-Por supuesto, yo soy el marido y padre.-Sonrió ampliamente.
-Pues felicidades.-Sonrió uno de los médicos mientras colocaban a Kate en la camilla.
-Rick.-Susurró Kate con los ojos cerrados.
-Tranquila cariño, la ambulancia ha llegado, nos vamos al hospital, sigue durmiendo.-Sonrió y le beso la frente.
Kate suspiró con una sonrisa y se quedó dormida.


Espero que os haya gustado, espero comentarios. Enseguida subiré la segunda parte. Besos.

Bueno aquí está el final.



Parte 2: Roy.

Escucho el ascensor indicando que había llegado a su planta. Se sentía desnuda, como si le faltara algo, se toco el plano vientre. Entró insegura en la planta de homicidios. Estaba desierta, con apenas luz, e notaba que la gente hacia horas que se había marchado. Camino sintiendo que algo le impulsaba a ir a su mesa.
Delante de esta paso la mano por encima y en ese momento escuchó unos pasos a su espalda. Se giró impresionándose con la visión.
Se vio a ella misma con unas increíbles ojeras y una taza de café en la mano. Por su aspecto físico, pelo corto oscuro, su vestuario, debía de ser ella antes de conocer a Rick, porque aunque no lo dijera desde que Castle había llegado a su vida había habido un antes y un después en su vida.
Su yo la ignoro y dejando la taza en su mesa se acerco a la pizarra para pararse delante de ella y mirarla fijamente.
-¿Aun está aquí?-Preguntó alguien acercándose.
Kate estaba tan impresionada que no había escuchado al ascensor y al girarse para mirar al hombre casi se cae de espaldas.
-Señor.-Saludo sin girarse para mirar a su capitán. -¿Y usted que hace aquí?
-Por unos papeles, Beckett es muy tarde, debería estar ya en casa descansando.-dijo Roy Montgomery acercándose a la Kate más joven.
En ese momento Kate se dio cuento que lo que estaba viendo era un recuerdo.
-Pero señor es que parecía que lo teníamos y ahora no tenemos nada.
-Es un caso difícil, y yo también empiezo a desesperarme pero en ese estado no va conseguir nada.
-Pero señor…-dijo mirándolo.
-No Beckett, lleva dos días sin dormir, váyase a su casa.-dijo serio Montgomery.
-Señor…
-Es una orden.-dijo elevando la voz.
Con el ceño fruncido Kate empezó a apilar los papeles del caso.
-Le he ordenado que vaya a descansar, no se le ocurra llevarse los papeles del caso.
Kate lo fulminó con la mirada y cogiendo su bolso se fue al ascensor.
-Es por su bien. Descanse.-dijo Roy con los brazos cruzados.
Kate le hizo un gesto con la mano a modo de despedida y entró en el ascensor.
Roy sonrió negando con la cabeza.
Kate juró que al girarse el capitán para ir a su despacho la había mirado fijamente sabiendo que ella estaba allí así que lo siguió hasta el que ahora era su despacho.
Entró y cerro la puerta, el despacho estaba igual a cuando Roy Montgomery ocupaba esa mesa como hacia en esos momentos. Kate no se cuestiono donde estaban sus cosas, no al escucharlo hablar, su mente se quedo en blanco.
-Sabia que llegarías muy lejos.-Le sonrió cariñosamente.-Estoy orgulloso de ti Katherine.
Por un momento Kate se quedo sin habla y sin pensárselo se arrodillo a su lado y lo abrazó.
-Kate estoy orgulloso de ti pero no puedes seguir así.-dijo apartándole el pelo del rostro.-Tienes que poner tu vida por encima de todo, llevas muchos años pensando en los demás, en los casos. Es el momento de ser egoísta, piensa en ti y en esa maravillosa familia que tienes.-Sonrió dulcemente.
-Tienes razón Roy, siempre la tuviste.-Sonrió con lágrimas en los ojos.
-No siempre.-Rió.-Y Kate no vuelvas a irte a casa tarde, disfruta de ese precioso niño que el tiempo pasa muy rápido y cuando te des cuenta han crecido y no te necesitan tanto.
Kate se dio cuenta que miraba la foto de sus hijos.
-Te lo prometo.
Y se abrazaron.
-Estoy orgulloso de ti. Me alegra ver que acabaste con Rick siempre pensé que era bueno para ti.


-Has hecho un gran trabajo.-dijo Javier orgulloso de su novia.-El parto no había sido lo mismo sin ti.
-Gracias.-Suspiró y bebió de su café.
Ambos estaba en la sala de espera al lado de la maquina expendedora, Ryan se había ido a casa y aseguró que volvería el día siguiente con sus mujeres para que conocieran al pequeño Castle. Y por la hora la cafetería estaba cerrada y la sala de espera donde estaban solos a excepción de otra pareja.
-Te veo muy seria y callada para acabar de convertirte en tía.-Le sonrió Javier cogiendole las manos.
-Estoy pensando en que en cierta forma me dan envidia.
-No tienes porque, tú también puedes tenerlo.-Sonrió poniéndose de rodillas delante de ella mientras se habría la chaqueta.
-Javi que…
-Doctora Parish, estar con usted es lo mejor que me ha pasado en la vida, soy feliz a tu lado y quiero que sigamos estándolo siempre, prometo intentarlo todos los días de mi vida e intentar hacerte feliz a ti y a los hijos que tengamos todos los días de nuestra vida.-dijo nervioso mostrándole el interior de la caja.-Cásate conmigo, por favor.-Suplico.
-Pues claro que si.-dijo abrazándolo mientras lo besaba profundamente.


-Kate.-Susurró Rick acariciándole el rostro para secarle el par de lágrimas que corrían por su rostro.
-Hola cariño.-Susurró despertándose y mirándolo a los ojos.-Te quiero.
Rick se inclinó y depositó un dulce beso en los labios de su mujer.
-He hablado con el médico y antes de que me preguntes te dire que ambos estais perfectos, Lanie y tu hicisteis un gran trabajo. Está un poco pequeño al ser prematuro pero nada que deba preocuparnos.
-Es igual de fuerte que su padre.-Susurró.
-Te equivocas, tú eres la fuerte de este matrimonio y esta noche lo has demostrado.-Sonrió acariciándole el rostro.
-¿Y donde está?-dijo si elevar la voz.
Rick miró hacia el otro lado y Kate imitándolo vio que había una cuna al otro lado de la cama.
-Esta durmiendo.-Susurró mientras lo cogia en brazos y se lo daba a Kate con extremo cuidado.-Es maravilloso, se parece a su madre, es muy bueno.
-Pues esta es tu nariz.-Sonrió acariciándosela.
-Solo he puesto el físico.-dijo poniendo cara divertida.
-Pues ojala que mi pequeño Alexander sea igual de divertido, gran amigo, leal, imaginativo y muchas cualidades más como su padre.-Aseguró besándole ahora la limpia cabecita.
-Kate todavía sigue queriendo llamarlo como yo.
-Si pero me gustaría que llevara otro. Rick he soñado con alguien especial.
-Acláramelo que me estoy poniendo muy celoso.-dijo poniendo morritos.
Kate rió.
-Bobo, soñé con el capitán.
Rick se puso serio.
-Rick ¿Te parecería bien si nuestro hijo llevara también el nombre del capitán?
-Claro que si, amor. Sin él no estaríamos hoy aquí. ¿Qué te parece Roy Alexander?
-Perfecto.-Sonrió antes de besarlo profundamente.
Solo se separaron al escuchar la puerta, y por ella entraron el futuro matrimonio Esposito, Martha y Jim que habían llegado tan pronto como se avían enterado a conocer a su nieto. Alexis llegaría al día siguiente de la universidad.
Todos estaban felices por el nacimiento del pequeño Roy Alexander Castle Beckett.



Espero que os haya gustado. Gracias por leer y comentar. Besos.

Me ha encantado.

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¿Entiendes lo qué quiero decir?

Me has matado. Me encantaaaaaa.

muy bonito me encnto

Muchas gracias por comentar, me alegra mucho que os haya gustado. Nos vemos en mis fic o en los vuestros  

Ooohhhhhh que bonito, me ha gustado mucho.

preciosoooooo

Muy lindo, me ha gustado mucho

Precioso , me encantó

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solo puedo decir: usghvriulrghvldhzjkasugfhdfgdfhjkhxjfgggdh, sin palabras