Shoot Again

¡BUENAS! EN MI ÚTLIMO FIC COMENTE QUE PUBLICARÍA CADA MES, PERO ME QUEDE SIN INSPIRACIÓN, POR LO QUE NO PUDE PUBLICAR EN DICIEMBRE. Y LUEGO TAMBIÉN ESTÁN LOS EXÁMENES, Y ENTRE UNAS COSAS Y OTRAS... POCO TIEMPO TUVE PARA ESCRIBIR. ESTE FIC EN PRINCIPIO IBA A SER UN ONE-SHORT, PERO SE HIZO MUUUCHO MÁS EXTENSO. POR LO TANTO SE DIVIDIRÁ ENTRE 2 O 3 CAPÍTULOS (DEPENDE). INTENTARÉ ACTUALIZAR LO MÁS RÁPIDO POSIBLE. MUCHAS GRACIAS A LAS VICIOSILLAS POR DARME SU OPINIÓN ANTES DE SUBIRLO AQUÍ. ¡ESPERO QUE OS GUSTE!








Gritos. Angustia. Sangre. El olor de la carne desgarrada. El sol poniéndose al fondo del camposanto. Un ataúd cubierto con una bandera de trece franjas horizontales alternadas rojas y blancas y 50 estrellas blancas sobre un fondo azul. Sillas vacías. Gente tirada en el suelo. Un atril vacío. Una gorra con numero de placa de policía...

Abro los ojos y puedo ver el anaranjado cielo sobre mi. El sonido del disparo aún rasga la calma en la que se vivía mientras pronunciaba mi discurso. Y de un momento a otro, Castle se tiró sobre mi. Oigo su descontrolada respiración. Levanto la cabeza preocupada, ya que hasta este momento había vivido en la más pura ignorancia. Un charco de sangre aparece en mi camisa y, como acto reflejo, tiro a Castle a mi lado rápidamente. Se puede distinguir una gran mancha de sangre húmeda sobre la tela negra de su camisa.

-Rick - grito desesperada y apoyo mi cabeza sobre su pecho, intentando sacar fuerzas, pero las lágrimas ya fluyen sin control.

-Tranquila - levanto la cabeza y veo su mirada menos azul de lo normal. Ha perdido brillo.

Me incorporo para poder mirarlo directamente a los ojos sin molestas posturas de por medio.

-No me puedes dejar, no ahora - abro su camisa en busca del agujero que ha dejado la bala. De pleno en el esternón. Rasgo una manga de mi chaqueta y tapono la herida, con la esperanza de que sirva de algo.

-Kate...

-Castle - le corto - no te vas a morir. No puedes. Piensa en Martha, en Alexis, en... en mi - el me mira confundido.

¿Como me repercutiría su muerte?, no podría seguir adelante. Se ha convertido en alguien indispensable en mi vida.

-Kate... - su voz suena cada vez más lejana.

-No. No quiero que me digas que te vas a morir. No lo pienso permitir.

-Kate. - me coge la cabeza entre sus manos y me pone a su altura - Quiero que sepas que estos tres años junto a ti han sido increíbles. Fuiste mi salvavidas en momentos de debilidad. Y quiero que sepas que... - cuadra su cara en una mueca de dolor. Respira agitadamente. Relaja sus facciones y me mira directamente a los ojos - Te quiero.

Yo me quedo sin habla. Quiero repetir lo que el ha dicho, pero no puedo. Solo puedo concentrarme en que sus ojos se están cerrando y está perdiendo color, a parte de sangre. Y yo no dejo de llorar. Es como si tuviera un grifo en los ojos. Las lagrimas no me permiten ver con completa nitidez. Su pulso es cada vez más débil.

Espósito me arrastra de encima de Castle para que los paramédicos puedan levantarlo en una camilla y llevárselo en la ambulancia que hay en la pueda del cementerio. Veo a lo lejos a Alexis y Martha subiéndose en el vehículo, llorando, para luego desaparecer.

Me abrazo fuertemente a mi compañero, y le pido que me lleve al hospital al que llevan a Castle.

Corro por los pasillos en busca de su habitación. Espósito me dejó en la entrada del hospital para poder esperar a Ryan mientras hablaba por teléfono.

Me paro en cuanto veo dos melenas pelirrojas sentadas en sendas sillas, consolándose. Corro hacia ellas, y cuando me doy cuenta, Alexis me ha empujado contra la pared, gritándome todo tipo de insultos. Martha agarra a la chica por los brazos e intenta calmarla. Me echo a llorar y voy bajando lentamente con la espalda pegada a la pared, hasta quedarme sentada en el suelo, con la cabeza apoyada sobre las palmas de mis manos.

Oigo la voz de Lanie gritando mi nombre. Se agacha a mi lado y me levanta la cara para luego quitarme las lágrimas con sus dedos. Me recuerda una y otra vez que la culpa de que Castle este ahora mismo debatiéndose entre la vida y la muerte no es mía.

Me levanto decidida y echo a correr hacia la entrada del recinto, dejando a Lanie atónita. Alcanzo un taxi en la entrada y le doy la dirección de la comisaría.

Si Castle muere...Katie, quitate eso de la cabeza.Mi conciencia se parece a Lanie. Pero yo sigo pensando que es culpa mía, y como tal, voy a atrapar al hijo de puta que le ha echo esto a Rick, a mi Rick.

Al llegar a la que ha sido mi segunda casa durante años, me mareo. Hay gente corriendo por todas partes, y yo no se donde situarme. Mi mesa es el único lugar en el que puedo refugiarme. Es el único sitio en el que puedo notar la presencia de Rick. Es donde está su silla, su lugar en esta comisaría. A mi me parece que guarda su esencia, que alguna vez llego a ser parte de su persona. Es donde, a veces, se crea poco a poco nuestro espacio libre de otras personas, donde nos miramos fijamente y sin ningún escrúpulo.

Veo a Ryan, en su mesa. Sentado en su silla. Con la cara entre las manos, los codos sobre las rodillas y la espalda agachada. Con claros signos de estar llorando. No eres la única Katie, ellos también han perdido a un gran amigo. Ellos también han perdido a su escritor.

Sin importarme lo que piensen los agentes que merodean la comisaría, o cualquier otra persona, me levanto de mi silla y me dirijo a la mesa de mi compañero. Cuando estoy a su altura, me agacho delante de sus piernas y hago que levante la cabeza de sus manos. Nos abrazamos y lloramos como los pequeños que nos sentimos ahora mismo. Es como mi hermano, tengo confianza suficiente con él como para llorar junto a él en este tipo de situaciones. El me comprende. Castle es importante para todos nosotros. Ninguno de nosotros ha quedado ileso con los últimos acontecimientos. Una pequeña parte de mi estará dañada para siempre, por la simple razón de que no pude impedir que Castle se me tirara encima. Pero todos ellos se quedaran con la idea de que han estado a punto de perder a dos de personas que consideran amigos, hermanos,...

Después de este momento de debilidad controlado, comenzamos a investigar. Otros policías se unen a nosotros en la búsqueda del francotirador del cementerio. Ya llegada la noche, no hemos encontrado absolutamente nada. El tirador parece un fantasma, no ha dejado ni rastro de su identidad. Lo único que hemos conseguido en estas estresantes horas ha sido identificar el rifle que utilizó, pero no nos sirve de mucho.

-Beckett - oigo que dicen a mi espalda -, deberías ir a descansar.

- ¿Y vosotros que? Lleváis tanto o más tiempo que yo aquí y tan poco habéis descansado ni un momento. También deberíais descansar.

- Nosotros no vamos al hospital, a ver si hay noticias del estado de Castle. ¿Te vienes?

-Por supuesto.

Esta muy bien!! Ojalá lo sigas pronto, a ver como continua!!

Genial! Continua!!! Me encanta:)

CANDELAAA!!
Lo primero gracias por dedicarnoslo a nosotras.
Lo segundo yo o lei antes pero me gusta todas las veces que lo haga!
Siguele pronto que es que me tienes super enganchada y no te olvides de pasarme una prome eh?

BESOOOOSS

sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee YA!

impresionante fic

Continua Candela jajjaja

Sigue prontooooo   

Sigueee

Por diooosss

sigue! sigue! me encanta la historia

Sigueeeee

CANDELA SIGUE POR DIOS y por fin me lo e leido eeee esto tiene merito y todo (se me olvido que subiste y como no me avisaste pues ea)

Hey! Después de estar incomunicada del mundo durante dos (espantosos) días... Subo capítulo! Lo que sería una historia de 3 capítulos como máximo, se ha convertido en una historia interminable. Y voy a seguir el consejo de covadonganathan y no voy a matar a mucha gente. ESPERO QUE OS GUSTE!





Puede que no se salve. Lo tenemos en observación bajo coma inducido. Aunque... Podría despertarse en cualquier momento.

Con aquellas palabras me asestaron un gran golpe. Mis piernas tiemblan, prácticamente no me puedo sostener de pie. En mi mente se repetían una y otra vez las palabras que el médico soló a bocajarro en cuanto salió por la puerta de la sala de operaciones. Las lágrimas corren libremente por mis mejillas. No consigo controlar mi respiración, que cada vez es más agitada. A mi lado, Alexis se ha sentado en el suelo, con la espalda apoyada contra la pared. Martha se ha quedado muda, sentada en una silla y con la mirada perdida en quien sabe donde. Espósito tiene la cabeza reclinada contra la pared y su espalda tiembla con sus sollozos. Ryan, al lado de su compañero, se muerde el puño fuertemente intentando ahogar las lágrimas.

No puedo más. Mis ojos se cierran lentamente, y lo último que veo es a Ryan corriendo haca mi y gritando mi nombre antes de perder a estabilidad y el conocimiento.

Me despierto una hora después tumbada en un sofá. Levanto un poco la cabeza pero noto un gran pinchazo en la nuca que me hace retroceder y volver a tumbarme completamente. Huele mucho a desinfectante, y hay un molesto zumbido, como de máquinas, a mi alrededor. No recuerdo mucho, solo las palabras del médico, que parecen puñales clavándose en mi pecho.

Poco a poco, consigo levantarme, hasta quedarme sentada. Relajo los músculos de mi espalda, tengo los hombros bastante cargados. Vuelvo la cabeza hacia la derecha y me percato de que no estoy sola en la habitación. Me incorporo rápidamente y avanzo hacia a cama.

Me quedo pasmada, observándolo atentamente. Tiene unas ojeras muy marcadas, grises. Ha perdido el color por completo, está muy pálido. Acerco mi mano a su mejilla. Se que no me va a sentir, pero por tocarle no creo que pierda nada. Verlo entre tantas máquinas, enganchadas a su cuerpo... Se me forma un nudo en la garganta de solo verlo. Recuerdo las palabras de mi madre cuando era pequeña: Llora Katie, llora. Llorar te limpia los ojos y el alma.

Paso mi dedo por su mandíbula, dibujando el contorno de su rostro, acariciándolo. Coloco la palma de mi mano abierta sobre su mejilla, pero la aparto rápidamente. Su cara está helada. Vuelvo a intentarlo, y mi otra mano busca a tientas sus dedos por encima de las sábanas, mientras mis ojos se quedan anclados a la dolorosa expresión de su cara. Parece haber envejecido varios años de golpe.

Me encantaría volver a verle sonreír, adoro su sonrisa. Adoro sus ojos. Le adoro a él. Cuando sonríe se le marcan unas pequeñas arrugas en los papados que le hacen más adorable si cabe.

Si algún día acabásemos juntos... Querría que nuestros hijos tuvieran sus ojos. Aquellos que me enamoraron desde el primer momento. Dios mío... ¡Me estoy imaginando como sería nuestros hijos!

Primero tendría que despertar.

Por favor Castle, despierta.

Lágrimas silenciosas caen de mis ojos y se estampan en la unión de nuestras manos. No pienso soltarlo. Solo pensar en separarme de él hace que me den escalofríos y aumenten mis lágrimas.

Miro sus labios y recuerdo nuestro primer beso, aquel con el que me izo suspirar, aquel con el que había soñado muchas noches.

¿Que pasaría si...?

Me acerco lentamente hasta chocar nuestras narices y fijo la vista de nuevo en sus labios. Y sin poder resistirme más... Junto nuestras labios en un tímido beso. Hasta sus labios están fríos.

Este beso no tiene comparación con el primero en muchos aspectos y por diversas razones. El primero fue desesperado. Este es casto. El primero fue muy pasional y nos dejamos llevar por la situación. Este está cargado de la más absoluta ternura y cariño.

Me separo de sus labios y abro los ojos. Parece haber recuperado algo de color al haberle tocado. Como si hubiese entrado en calor.

Y entonces sucede lo inesperado...

Siento un fuerte apretón en mi vuelvo la vista hacia la unión de mi mano con la de Castle. Él me ha apretado la mano...

-Kate. - oigo que pronuncian mi nombre en un susurro. Miro hacia arriba, a su cara. Ha abierto los ojos.

-¡Castle! - grito y me lanzo a abrazarle. Hace una mueca de dolor pero pronto intenta mover los brazos, que son un peso muerto, para devolverme el abrazo. Me aparto de el rápidamente para sonreírle y secarme las lágrimas. - ¿Te encuentras bien? - pregunto nerviosa.

-Me duele el pecho... - dice y se queda pensativo.

-¿Que pasa?

-Nada, solo que... ¿Que ha pasado? - ahí casi me da un infarto. ¿No se acordaba?

-¿Te refieres a porqué estás aquí?

-Es que... Solo recuerdo estar escuchando tu discurso, y después... Todo se vuelve negro... - no vacila ni un instante al decírmelo. Un pedacito de mi se ha roto, porque no se acuerda de la hermosa declaración que me izo en el último momento.

-Castle. - las lágrimas se vuelven a agrupar en mis ojos, y se derraman lentamente. Me las seco y me vuelvo de nuevo hacia él, que está anonadado por mi reacción a sus palabras- ¡Me dijiste que me querías!

Me encanta, tienes una seguidora más

Continua prontooo porfavoooorr . Esta súper biennnnn

Sigueee

PERO SIGUE! Como no sigas pronto te disparo!!!

hooooo que bonito

Candela se que esto no lo vas a leer hasta despues de el curso pero bueno solo puedo decir un par de cosas la primera POR UNA VEZ ME HACES CASO y la segunda MAGNIFICO COMO SIEMPRE soy muy fan de tus fics no se si se nota xD

Oh dios mio! Menos mal que te metieron en el grupo de whatsapp que sino me hubiera perdido esta alucinante historia! 
Pff esta geniaal. Cuando leí que Castle recibiía el disparo lloré como una magdalena       
Y cuando despierta pero Castle no se acuerda? Ai dios casi me matas ahí. 
Y al final cuando Kate le dice ¡Me dijiste que me querías! Ala venga, suéltaselo de sopetón hija. Acaba de despertarse de un coma inducido y tu vas y le dices eso... si esque.. jajaja
Espero que puedas seguir prooonto que me muero de ganas del siguiente. Un beso enorme 

Lo siento mucho, voy a tardar un tiempo en actualizar. Razón: a papi y a mami les gusta castigarme sin portátil y sin móvil. Como os puedo estar mandando este mensaje? Me he escaqueado a coger el portátil muy disimuladamente.

Lo siento!

Es una pena! Bueno, te esperamos:)