Algo pasa en Las Vegas

Ja ja que bueno!! Vamos a ver que tal les va en esta convivencia!!

Jajajaja sigueee

jajajaja se pondra divertido verlos!

jajajjajaja increible lo ame

jajajajajajaja que buenoooooooooooo

me encanto

Ruth Maria escribió:Ja ja que bueno!! Vamos a ver que tal les va en esta convivencia!!

castle&beckett..cris escribió:Jajajaja sigueee

moxaCaSkett(sariita) escribió:jajajaja se pondra divertido verlos!

Caskett1123 escribió:jajajjajaja increible lo ame

Teresita_yocastle$$NYPD escribió:jajajajajajaja que buenoooooooooooo

me encanto

GRacias por leer y dejarme una review!!!      

Me alegro que os guste y os divirtáis con este fic!   

Tardaré un poco a actualizar porque estoy en exámenes, pero se hará lo que se pueda
Bessossss   

ZOMAtitos&Oreos escribió:Neuss me ha gustadoo muchoo :inlove:al parecer mi mensaje telepatico de que les dejaras casados ha funcionado jajajjaa
*ojos* cojo toooodo tu permisso para odiar a Alexis :DSIempre tiene que estar interrumpiendo -_- juuummm incordiadora nivel→odiame...bueno sigo..eemm esto...awww van a vivir juntos, pero les acompaña la incordiadora y HA LLAMADO A KATE ZORAAAA YO LA MAATOOOOOO     me das tu permiso para matarla?     porfiis   
Bueno...emm esto sigue cuando puedas pero que sea prontitoooo, si no...puedes pasarme algo (hay que intentarlo xD)
BEESOSSSS

jajajaja Los mensajes telepáticos SIEMPRE funcionan    

Tampoco hace falta que mates a Alexis, a no ser que lo que en realidad quieres es que Beckett te espose   

Tecnicamente no podré continuar la historia pronto, y eso significa que ni abriré el Word, pero se hará lo que se pueda.... dentro de una semanaaa... o mas....   

GRACIAS A TODOS POR LEER 

wuajajaja muy buenoo, eso si, ODIOOOO y recalco "ODIOOOO" el caracter de esa putilla preadolescente llamada Alexis, porque con mi Kate no se mete ni diooss. Si yo fuera Castle, le habria metido dos hostias bien metidas por hablarle asi a Kate y encima por contestarme, se iba a enterar esa zorrita

No tengo perdón... Me olvidé de subir los dos ultimos capitulos aquí jajaja
Ahora los subo Espero que os gusten!!
Gracias por leer!!

Capítulo 6

- Alexis ¿ya has cogido todas tus cosas? – preguntó Castle cuando Alexis cuando por fin bajaron todas sus maletas y cajas de casa de Esposito con el ascensor para ponerlas en la furgoneta que habían alquilado para hacer la mudanza.
- Sí papá, ya tengo todas mis cosas para ir a vivir en casa de mi nueva mamá – sonrió con sarcasmo la pelirroja- incluyendo un mal humor que da lujo y tooonas de paciencia y deseos de que pasen seis meses YA.
- Alexis, cielo, Kate es buena persona, seguro que pasarán rápido estos meses. Y luego ya habrá terminado.
- Sip. Hasta que vuelvas a casarte con otra. – Contestó y se giró cogiendo una de las maletas y empezando a salir del edificio, pero Castle la atura.
- Lo siento calabaza, la culpa es mía. – dijo apenado por ver a su hija de ese modo - Debí pensar en las consecuencias, pero te prometo que no va a volver a pasar. Y que, aunque vivamos en casa de Kate, lo más importante para mí sigues siendo tú, y te prometo que voy a ser otra vez el mejor padre del mundo y demostrar que aún tengo el título de RHD que me diste cuando eras asiiii – hizo una seña con los dedos - de pequeñaja.
Alexis no pudo evitar sonreír.
- De acuerdo papá, pero igualmente va a ser complicado convivir seis meses con esa mujer, y… aún no te he perdonado –lo señaló con el dedo índice.
- ¡Venga ya! ¡Lo estoy intentando, cielo!
- Tienes que esforzarte muuucho más… - contestó medio sonriendo por las caras de su padre y salió del edificio.
Castle hizo un gruñido, pero se vio interrumpido por Esposito, que le puso una mano en el hombro.
- Tranquilo tío, tu puedes con eso. Quieres muchísimo a tu hija, y seis meses no son nada, colega!! – levantó la mano hacia Castle para que la chocase y él le correspondió al saludo.
- Gracias por todo tío –contestó aún con las manos unidas en alto.
- De nada, y ya sabes… si te cansas de estar rodeado de mujeres puedes venir aquí a tomarte una cerveza cuando quieras.
- Créeme que lo haré Sito – se rieron los dos con fuertes carcajadas. Luego de subir todas sus pertinencias en la furgoneta se despidieron.

--

Kate no podía dejar de dar vueltas por su apartamento. Había vaciado la habitación de invitados y unos cuantos estantes del salón y el baño para dejar lugar a los dos nuevos habitantes de la casa. Castle la había llamado avisando que en pocos minutos llegarían a su piso, y ella cada vez se sentía más nerviosa.
Hacía muchísimo tiempo que no vivía con nadie. Ni siquiera con sus antiguos novios había querido ir a vivir juntos, porque para ella nunca habían sido relaciones serias, simplemente eran entretenimientos para no sentirse sola. Desde que murió su madre había decidido no abrir su corazón a nadie para no volver a sufrir, y había construido un muro en su interior. Y ahora tenía que vivir con su ‘marido’, un escritor famoso, y su hija, una adolecente que la odiaba.
¿Espera un momento? - Pensó Kate - ¡¡Los libros de Castle siguen en mi librería!! ¡Castle no puede verlos! Pensaría que solo soy una loca fan suya que se ha casado con él porque era su ídolo… Mierda… Tengo que esconder toda mi colección antes de que llegue y la vea. – siguió pensando mientras cogía una caja de cartón vacía y empezaba a quitarlos de la librería. – Jodeerrr…. No caben todos… ¡Porque tenía que tener toda la colección! – Cerró la primera caja y fue a buscar otra en la cocina, cuando de repente se escuchó el timbre. Ella se quedó helada.
Volvió a la salita y cogió la caja llena y los seis libros que quedaban sueltos, y haciendo malabarismos llegó a su habitación y tiró todo lo que llevaba bajo su cama. El timbre volvió a sonar insistente y Beckett gritó “YA VOOOY”.
Corrió por su casa hasta llegar a la puerta y la abrió de golpe intentando sonreír hacia los recién llegados, pero lo primero que vio fue un ramo enorme de flores rojas y naranjas.
- Hola Kate, ya hemos llegado –dijo la voz de Castle desde detrás del ramo.
- Hey Castle… - dijo Kate aún sorprendida por el detalle de las flores. Cogió el ramo y se apartó para que pudieran pasar el escritor y Alexis.
- ¿Estás bien? Hemos oído ruidos extraños y como tardabas a abrir la puerta, pensé que te habías hecho daño…
- Ah… No pasa nada… estoy bien… solo… estaba terminando de dejaros sitio en mi apartamento y se me han caído un par de cosas – sonrió forzadamente – Gracias por las flores, Rick, no hacía falta que…
- De eso nada – la interrumpió él - ahora tenemos que convivir juntos, mejor empezar con buen pie –se sonrieron, y Kate fue a dejar el ramo en un jarrón.
Castle aprovechó para observar el apartamento de la detective. Estaba muy bien decorado, aunque era muy pequeño en comparación con su antiguo loft. Mientras, Alexis, continuaba escuchando música de su IPod, y miraba disimuladamente con mala cara el piso donde tendrían que vivir ahora. Kate volvió y les fue a enseñar el resto de la casa.
- Aquí está el baño… solo hay uno en la casa, y tendremos que compartirlo, pero supongo que ya nos turnaremos… y eso… -dijo un poco incómoda. Luego pasaron a la habitación de invitados – Aquí he pensado que podría dormir Alexis, ya que eres una adolecente y necesitas tu espacio… -miró hacia la pelirroja que asintió aún mosqueada por tener que vivir allí, pero que interiormente agradeció tener una habitación para ella sola - La he vaciado toda para que dejáis todas vuestras cosas, ropa… Y tú Castle he pensado que podrías dormir en el sofá cama de la salita, porque no hay más habitaciones, espero que no te importe… es bastante cómodo, la verdad.
- No pasa nada, tranquila –dijo él – Ya estoy acostumbrado porque mi ex mujer también me hacía dormir en el sofá –rió con ironía, y Alexis puso los ojos en blanco.
- Continuemos, en esa puerta de allí hay mi habitación –dijo señalándola, pero sin abrirla.
- No nos la vas a enseñar, detective? – preguntó Castle y Kate se sonrojó pensando en los libros que había esparcidos por el suelo, y negó con la cabeza.
- No creo que sea necesario, vosotros no tenéis que hacer nada allí dentro. –contestó.
- Bueno… ¿y no podría dormir contigo en lugar de en el sofá? Al fin y al cabo estamos casados…
Alexis bufó empreñada.
- Señor Castle, quiero que le quede muy claro que aunque legalmente estemos casados, usted y yo no somos pareja. Así que no pienso dormir contigo.
- Vamos Kate… Me llevaré bien... mis intenciones son puras, solo dormir. –dijo poniendo ojitos de niño que no ha roto nunca un plato.
- He dicho que no. No me fio de tus intenciones. – siguió la detective.
- ¡Anda ya! ¡Ni que fuera la primera vez que dormimos juntos!
- ¡PAPÁ! Ya es suficiente, ¿no crees? – gritó Alexis – Que yo también estoy aquí…
- De acueeeerdooo – se resignó Richard, y Kate intentó aguantarse la risa apretando los labios.
- Vale, -dijo Kate continuando con el tour por su piso - Allí esta mi despacho, pero lo podéis utilizar siempre que queráis para escribir o hacer los deberes… Luego os doy la contraseña del Wi-Fi, y lo único que os pediría es que no tocarais las cosas de este armario –señaló un pequeño armario que iba con llave en una esquina de la estancia – hay archivos policiales que no podéis leer.
La verdad es que Kate guardaba allí todos los documentos y pistas relacionados con el caso de su madre. En las puertas del armario había pegado todo lo que antes tenía en la ventana de ese mismo despacho y que hacía servir como una pizarra. Aunque lo hubiera guardado todo bajo llave, tenía miedo de que alguno lo abriera y cotilleara en su vida. Eso no podía permitirlo. Kate se tensó y Castle enseguida se dio cuenta. Sabía que la detective guardaba algún secreto, y quería saber que ocultaba dentro de ese armario.
- Y pues lo que queda por ver de casa es el pequeño comedor, que ya habéis visto, y la cocina-salón que también habéis visto - dijo – Luego estas escaleras de aquí van a parar en una pequeña terraza en el ático del edificio. Las llaves siempre las guardo debajo de este libro de aquí – alzó un libro de poesía que había en uno de los escalones – por si queréis ir a tomar el aire.
- Ok, gracias Kate.
- ¿Queréis algo de beber o comer? – preguntó, y ellos asintieron.
Después de beber un vaso de zumo y merendar un par de galletas, fueron a buscar las cajas con sus pertinencias que aún estaban en la furgoneta aparcada delante del edificio. Entre todos las subieron y empezaron a desempaquetar y a instalarse. Se les hizo de noche y pidieron comida a domicilio. Los tres cenaron sushi en el sofá viendo la tele, intentando que no se les hiciera tan incomodo estar compartiendo piso. Kate y Rick de vez en cuando hablaban, pero Alexis seguía aislada en su mundo.
Luego, la Pelirroja se fue a su nueva habitación, y Kate ayudó a preparar el sofá-cama a Rick.
- Esto ya está… Si tienes frío avisa y te doy una manta más –dijo Kate.
- ¿Y porque no puedo irme a dormir contigo? – volvió a preguntar Castle. –Estoy convencido que abrazado a ti no tendré nada frio.
- Castle… no hagas esto más difícil de lo que es. Si lo que quieres es no dormir en el sofá, nos lo turnamos. Una semana tú una semana yo, pero es mejor que no durmamos juntos.
- De acuerdo no pasa nada, ya dormiré yo en el sofá. –suspiró - Tienes razón, nosotros no somos pareja, no tenemos porqué dormir juntos. Eso es lo mejor.
Kate vio la mirada triste de Rick y le dieron ganas de darle un abrazo y decirle que durmiera con ella, pero se contuvo. No podía permitir abrir el corazón a nadie. Ni siquiera al atractivo escritor con el que se había casado y que ahora vivía en su apartamento.
- Buenas noches Castle – dijo finalmente.
- Buenas noches Kate – contestó. Se sonrieron y ella se fue a su habitación.
Vio como un par de libros sobresalían de debajo de la cama, y se podía ver el nombre de ‘Richard Castle’. No pudo evitar sonreír melancólicamente en ver la ironía de la situación. Recogió los libros bien y los guardó en el fondo de su armario. Él nunca podía llegar a saber que ella gracias a sus libros pudo salir adelante después del asesinato de su madre, y como los llegaba a adorar.

-- continuará--

Capítulo 7

*viiip viiiip*
El teléfono de la detective vibraba desesperado haciendo ruido por toda la habitación. Con los ojos aun cerrados estiro la mano hasta coger su IPhone de la mesilla y descolgó en ver que se trataba de la comisaria.
-Beckett – contestó medio dormida.
- Hola Beckett, perdón por llamarte a estas horas, pero ha habido un asesinato - contestó Ryan también con voz adormilada. - Ahora te envío la dirección.
-No me jodas, quería disfrutar de mi último día de vacaciones - contesto ella mosqueada- ahora voy para allá. Nos vemos en media hora.
Colgó el móvil y se sentó en la cama. Apenas había dormido pensando en todos los cambios en su vida del día anterior. Se levantó y fue hacia su armario para coger algo para cambiarse. Solo llevaba unas bragas y una camiseta ancha para dormir. Suspiró con frustración y empezó a vestirse. Una vez arreglada cogió su móvil, su arma, su placa, el anillo de su madre y el reloj de su padre que marcaba las 4am.
Salió de su habitación y se dirigió a la sala de estar.

--

Castle que estaba medio despierto, no por el hecho que durmiera en el sofá (porque la verdad es que había comprobado que, tal como le había dicho Beckett, el sofá-cama era bastante cómodo) sino porque no podía dejar de pensar en que ahora vivía con ella. Esa mujer con la que había pasado una gran noche en Las Vegas, y con la que tenía que permanecer casado 6 meses. La verdad es que en el fondo la idea le gustaba, y fantaseaba en volverse a meter en la cama con ella. Además, que el sofá, el cojín y las mantas con las que se cubría olieran a ella no ayudaba. Pero Kate se mantenía firme respecto a divorciarse, además de que también estaba su hija. Debía pensar más en ella. Intentar hacer las cosas bien a partir de entonces y volverse a ganar su confianza.
Oyó la puerta de la detective abrirse y la vio salir de puntillas con los tacones y la chaqueta en la mano. Ella no lo vio, y cuando se dirigió a la cocina a coger algo de fruta para desayunar se asusto en oír la voz de Castle:
-Buenos días Kate, ¿no es un poco pronto para levantarse?
- ¡Dios! ¡Que susto Rick! -se puso la mano en el corazón intentando calmar sus pulsaciones - ¿Tu no deberías estar durmiendo?
- Y tu también. - respondió - ¡Son las 4am! ¿Dónde vas a estas horas?
- Ha habido un asesinato y me han llamado - explicó dando una mordida a una manzana que acababa de coger de una cesta de fruta - Los malos nunca descansan... –se encogió de hombros- Gajes del oficio...
- ¿Y no puedes ir por la mañana?
-No, porque con el paso de las horas las pistas desaparecen. Es mejor ir al momento. Y ya llego tarde. -se puso los tacones que había dejado en el suelo y luego la chaqueta mientras sostenía con la boca la fruta roja. Castle la observaba fascinado de pie al lado del sofá. A él no le gustaba levantarse temprano, así que no sería capaz de hacer el sacrificio de ir a trabajar a las tantas de la madrugada. Pero Kate parecía acostumbrada a esos horarios. Cogió las llaves y se volvió a dirigir a Castle
- No sé cuando volveré pero probablemente hasta la tarde-noche no me podré pasar por aquí. Espero que os podáis espabilar solos. Mas o menos sabéis donde esta todo y no tendréis problemas. –Castle asintió.
- De acuerdo cariño, hasta la noche – dijo él - Intentaremos no destrozarte el apartamento.
-No me llames cariño –achicó los ojos- Que sepas que voy armada - dijo mientras se levantaba un poco el jersey para mostrar su arma.
- Estamos casados Kate, esto es lo que hacen las parejas – se defendió, pero ella seguía mirándole – Pero puedes volver a hacer esto de mostrar tu arma levantándote el jersey cuando quieras. Me pone. – Kate puso los ojos en blanco y abrió la puerta.
- Anda ya Castle... Adiós.
- ¡¡Que pilléis pronto al malo!!
Kate salió del apartamento intentando ocultar una sonrisa. En el fondo cuando Rick le había llamado ‘cariño’ con tanta naturalidad, como si realmente fueran un matrimonio, había sentido un hormigueo en el abdomen que hacía muchísimo que no sentía. Quizá estar casada con él no era tan mala idea... Sacudió la cabeza para quitarse estos pensamientos de la cabeza y entro al ascensor.
Castle se quedó solo otra vez. Se sentía extraño ahora que Kate no estaba, y además sentía curiosidad por saber más de su trabajo. Él la ha conocido como a una chica joven que se marcha a Las Vegas de vacaciones, y aunque tuviera un carácter fuerte y dirigente y estuviera muy en forma, le costaba visualizarla como poli. Se quedo pensando otra vez, hasta que finalmente se durmió por unas horas.

--

Alexis tampoco había dormido mucho. La pelirroja se había quedado observando las cuatro paredes de su nueva habitación hasta las tantas, sintiendo que esa no era su casa. Aunque el día anterior hubiese conocido mejor a Kate, para ella seguía siendo una extraña. Si que es verdad que se había dado cuenta de que la chica no era una rubia sin cerebro, como las que normalmente se ligaba su padre, y parecía buena persona, pero seguía sin fiarse de ella. Al fin y al cabo era la nueva mujer de su padre y ni siquiera se querían! Solo se liaron en Las Vegas. No era nada serio como para decidir casarse. No podía llegar a entender por qué su padre lo había hecho, y sospechaba que ni él lo sabía.
Miró su móvil. Eran casi las 7am. Tenía whatsapps de sus amigos, algunos snapchats, notificaciones de twitter, instagram y facebook, y además 2 nuevos correos. Decidió pasar de ellos y levantarse para ir a desayunar algo.
No le apetecía mucho volver a comer los tres juntos como en la cena y tener una situación incomoda, pero le rugían las tripas. Salió de la habitación y encontró a su padre delante de los fogones haciendo pancakes. Él enseguida le sonrió deseándole buenos días.
-Buenos días calabaza, espero que tengas hambre porque he hecho tus pancakes favoritos - dijo abocando el último en un plato - Ven aquí a darme un abrazo. -Abrió los brazos esperando su abrazo.
-Papa ya no soy una niña pequeña... –contestó acercándose a él con una media sonrisa.
- Pero yo sí, y necesito mi abrazo de buenos días y un besito en la mejilla - puso mirada de cachorrito abandonado.
- De acueerdoo - sonrió Alexis, y se acercó a darle un tierno abrazo padre-hija. - ¿Y Kate? –preguntó en separarse.
- Se fue a trabajar hace horas... -contesto con una mueca - hubo un asesinato y la necesitaban… nos ha dejado solos en casa tooodo el día.
- Pues si que trabaja... –dijo frunciendo el ceño- Bueno, así no nos molestamos mutuamente.
Empezaron a desayunar los dos en el comedor de la detective.
- Y… ¿Qué te parece ahora que la has conocido? ¿Sigues odiándola tanto?- tentó Castle.
- Bueno… Se ve buena persona, pero sigo pensando que los dos habéis cometido un error y esto no está nada bien.
- Ya… - suspiró su padre - ¿Y el apartamento que te parece?
- Me gustaba más el nuestro. –contestó cortante.
- Bueno, sí que era más grande y espacioso, pero es acogedor, no crees? – dijo – Además tu continuas teniendo habitación propia. Soy yo el que duermo en el sofá.
- Lo de la habitación fue un bonito detalle, aunque hasta que no la haya decorado a mí gusto no me sentiré como en casa. – Ella ya pensaba en poner todas las paredes con pósters de su cantante favorita y de series de televisión que adoraba. Miró a su padre – A ti lo que te molesta no es tener que dormir en el sofá, lo que te molesta es que la chica no quiere dormir contigo, no?
- Podría ser… Pero no me mires así! – se sentía incomodo con la mirada de odio de su hija.
- Me voy a cambiar y a coger las cosas para el instituto –dijo levantándose de la mesa y dirigiéndose a su habitación.

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Kate se encontraba en la comisaria intentando hacer cuadrar la línea temporal del crimen y encontrar al asesino. No había parado desde que Ryan la había llamado horas antes, y solo se aguantaba despierta gracias a que ya iba por el tercer café.
Casi no había podido hablar con su amiga forense. Solo de temas profesionales relativos a como murió la víctima. Y ella en esos momentos lo que quería era poder hablar de su vida y del primer día de convivencia con el escritor y su hija. Con quien si había hablado esa mañana había sido con el capitán Montgomery dándole la bienvenida después de sus dos semanas de vacaciones, y preguntándole si la información que había recibido días atrás sobre que ella se había casado eran ciertos. Tras contarle por encima su situación y pedirle que en el trabajo pudiera seguir usando su apellido (Beckett) en lugar de Castle que era su apellido de casada, Montgomery le dio el visto bueno intentando no involucrarse demasiado en su vida personal. A él también le parecía increíble que una persona seria y responsable como la detective Beckett se hubiera casado con un desconocido, pero en su interior estaba convencido de que ella sabría cómo solucionar la situación.
Kate suspiró y posó la mirada en las puertas del ascensor como se abrían dejando paso a un hombre que enseguida reconoció. Entró en el despacho del capitán y allí estuvieron hablando durante un buen rato. Ella no podía dejar de preguntarse qué hacía él allí.
- Ryan y Beckett a mi despacho – ordenó Montgomery desde su puerta.
Los dos dejaron lo que estaban haciendo y enseguida se dirigieron allí.
- Detectives os quiero presentar a vuestro nuevo compañero Javier Esposito – les presentó – A partir de ahora trabajaréis los tres en equipo. ¿Alguna pregunta?
- No señor – contestaron los dos.
- Muy bien, pues tendréis que enseñarle como funciona todo al Detective Esposito y continuar trabajando en el caso.
Kevin y Kate salieron de su despacho seguidos por el moreno y se dirigieron hacia su área de trabajo.
- Encantado de conocerte, yo soy Ryan –le tendió la mano el irlandés.
- Igualmente, yo soy Espo – correspondió al saludo y luego miró a Kate - ¿Así que tu eres detective de homicidios en la doce? – sonrió.
- Pues sí, y se ve que tú ahora también.
- ¿Os conocíais? – preguntó sorprendido Kevin.
- Larga historia, pero básicamente es que me intentó estrangular en Las Vegas. – quiso simplificar el novato.
- ¿¡Le intentaste estrangular!? –gritó Ryan.
- Como ha dicho él es una larga historia, pero sí – les giñó el ojo divertida.
- Pues qué manera más bonita de conocerse… A mí me tendréis que contar muchas cosas.
- Por supuesto Kev, pero ahora tenemos que trabajar y terminar con este caso lo más pronto posible.
- De acuerdo jefa –contestó, y los dos le empezaron a explicar cómo funcionaba la comisaria al hispano e intentar resolver el caso.

--

Castle volvió a llegar al apartamento después de dejar a su hija en el colegio. Suspiró mirando a su alrededor y fue a buscar su portátil para ponerse a escribir. Abrió el Word y se sentó en el sofá del salón. Tenía que pensar en un argumento para su nuevo libro desde hacía semanas, y la editorial le estaba presionando.
Pasó media hora y aún seguía sin haber escrito ni una línea. Se levantó y fue a buscar algo para beber en la nevera. Cogió una cerveza y le dio un buen trago directamente desde fría botella. Suspiró y miró a las escaleras que tenía al lado integradas en el espacio como si fuera una pared de la cocina más, y que también servían de librería para la detective. Definitivamente quien hubiese diseñado el interior del apartamento había sabido congeniar muy bien los espacios de la vivienda para hacerla más práctica y funcional. Además de los ‘toques Beckett’ que había en toda la decoración que le encantaban. Era muy suya y reflejaban a la perfección su personalidad. La tonalidad predominante era el gris claro que daba un aspecto de seriedad roto por pinceladlas de colores vivos y cálidos en los objetos decorativos. Y se notaba que a ella le gustaba la lectura porqué tenía libros por todos lados. Se preguntó si también tenía alguno suyo, pero no Rick no supo encontrar ninguno por ninguna parte.
Cogió la llave de donde le había indicado y subió las escaleras hasta la pequeña terraza. Desde el ático podía ver las calles y las casas de las manzanas de alrededor, y oír el bullicio del tráfico de la ciudad de Nueva York. Realmente le encantaba su ciudad. Quince minutos más tarde, después de terminarse la cerveza, volvió a entrar. Una idea le rondaba por la cabeza pero aún no sabía muy bien cómo plasmarla en un libro. Cogió el portátil otra vez y empezó a escribir.


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Espero que os haya gustado esta introducción a su nueva rutina de convivencia. Intentaré continuar pronto ¡Review!

sigue pronto esto promete mucho

muy bueno continua pronto! y esperemos k a alexis se vaya pasando el enojo con kate!

Continuuuua!!

Sigueee

Siento tardar a actualizar... :S Como siempre: MUCHAS GRACIAS POR LAS REVIEWS

Capítulo 8

Las horas le pasaron volando. Ya eran las seis de la tarde. Se había pasado todo el día inmerso escribiendo. Prácticamente solo paró un momento cuando fue a abrir al repartidor de comida tailandesa que había pedido para almorzar.
Guardó el documento y miró su IPhone. No se había dado cuenta de que tenía whatsapps de su mejor amigo y de su hija diciéndole que se iba quedar con unas amigas y que volvería tarde.

Suspiró y se puso a leer los mensajes de Espo:
" Colega! sabias q ahora trabajo cn tu mujercita?? "
" no para d dar ordenes a todo el mundo.. Yo creo q le vendria bn un poco d serso.. *caraviciosilla* le mejoraria el caracter *caraviciosilla* “
“ Ya sabes q hacer *caraparejabesandose* “

Castle sonrió mientras respondía:
" te intimida una chica Javi ? "
" como buen marido me apunto tu recomendación con mucho gusto *caraviciosilla* "
Él enseguida respondió:
" ja ja ja *cara desprecio ¬¬* “
" oye! mi primer caso lo hemps terminado pronto *bailadora flamenco* quieres venir a tomar unas cervezas y le das una sorpresa a tu esposa? “

Castle: “ ya habeis resuelto el caso? Q rápido… “

Espo: “ ya ves.. Beckett entro en la sala de interrogatorios y en dos minutos el tio sospechoso confesó haber matao su suegra “
“ a ti tmbien te da tnta caña? xD “

Castle: “de momento vamos ‘conviviendo’… solo ha pasado un dia “

Espo: “ pero te apuntas a las birras o no? “

Castle: “ lo dudabas? *iconocervezas* “

Espo: “ ok! Jajajajaa Te paso la dirección “

Le envió la dirección y se fue directo hacia aquel bar.

--

- Lanie… es que no lo entiendo… Solo hace un día que vivimos juntos y para él es lo más normal del mundo… ¡Me ha llamado ‘cariño’ esta mañana! ¡Como si realmente fuera su mujer! – gritó Kate exasperada en el bar donde los polis iban en terminar la jornada.
- Chica… ERES su mujer – contestó.
- Legalmente, pero eso no significa que nos tengamos que comportar como un matrimonio de verdad. – dijo Kate - ¿Sabías que está intentando convencerme para que durmamos juntos?
- Es un hombre… tu una mujer… estáis casados… – Kate le lanzó una mirada asesina – No hace falta que me mires así, es la verdad. Aunque sea temporal podéis aprovechar para..
- NO. –la cortó Beckett – No pienso volver a acostarme con él. Eso complicaría las cosas.
- O las haría más soportables – alzó las cejas su amiga. Kate dio un trago a su cerveza.
- Además en casa también está su hija. Ya tengo suficientes problemas con ella, que encima dormir con su padre.
- La podéis enviar a casa de una amiga suya…
- ¡Lanie! ¡He dicho que no! – negó ella y decidió cambiar de tema – Hablemos de ti… Javi trabaja con nosotros ahora… ningún comentario al respecto? –dijo incomodando a su amiga
- Lo mío con Javi solo fue sexo. No como vosotros que os casasteis –se excusó.
- Y las frases “ohh Javier te quiero ohh que abdominales tienes eres mi diooosss “ no te suenan de nada? – dijo poniendo entonación dramática
- No sé de qué me estás hablando… – contestó Lanie intentando disimular y fue a beber su cerveza mientras Kate se reía.

En ese momento entraron al bar Rick y Espo. Las chicas no se dieron cuenta hasta que se sentaron a su lado.
- Hola cariño ¿qué tal tu día de trabajo? ¿Me has echado de menos? – preguntó Castle con su sonrisa que hace que se derrita cualquier mujer.
- Muy bien cariño –contestó con sarcasmo – Espero que no te hayas aburrido mucho solito en casa... ¿Y dónde está Alexis?
- He estado escribiendo todo el día. Me sentía inspirado. –explicó – Y Alexis está con unas amigas, ya volverá más tarde.
- Ajá…
- ¿Que tal Lanie? – preguntó Javier.
- Bien, tomando una cerveza con una amiga. ¿Y tu? ¿Qué tal tu primer día?
- Genial, hemos encontrado el asesino.
- Perdona, pero casi todo lo hemos hecho yo y Kevin – dijo Kate – Tu solo has mirado.
- ¡Creía que éramos un equipo! –Respondió - ¿Y dónde está Kev?
- Se ha ido temprano, me dijo que tenía ganas de pasar tiempo con su mujer – contestó Kate.
- Yo también tengo ganas de pasar tiempo con mi mujer – dijo Castle sugerente, y Kate lo miró con los ojos y la boca muy abiertos a punto para replicar pero no supo que decir.
- Eso, que se demuestre que sois un matrimonio feliz – añadió Lanie haciendo cabrear más a Kate.
- No hace ni puta gracia. Castle y yo estamos casados pero no estamos casados, ok? – exclamó amanazante – ¡Y tú! – dio un golpe al pecho de Castle - Como vuelvas a llamarme cariño o a hacerme indirectas de las tuyas, te parto las dos piernas. ¿¡De acuerdo!?
Castle se quedó sin habla por las palabras de Kate y por el hecho de que mientras hablaba se iba acercando a su cara, haciendo que sus rostros quedaran a pocos centímetros.
- De acuerdo… - dijo por lo bajo – Mejor voy a pedir unas cervezas yo también.

Estuvieron más de una hora en aquel bar hablando los cuatro, y finalmente decidieron volver a casa. Kate y Castle se fueron con su coche oficial.
- ¿Dónde están las luces? –preguntó Castle curioso.
- ¿Las de policía? – dijo ella mientras frenaba en un semáforo, y él asintió - ¿Para qué quieres saber dónde están?
- Simple curiosidad –respondió – Es que es lo que más mola de un coche patrulla. – explicó – Eso y la radio. Ya te imagino contestando en tono sexy “Aquí detective Beckett, he esposado al sospechoso” –dijo imitando el gesto de hablar por la radio con una mano y poniendo énfasis en la palabra ‘esposado’ - ¿Lo puedes hacer? ¡Porfaa!
- ¡Noo! – Contestó ella con una mueca, y volvió a arrancar el vehículo cuando la luz se puso en verde – Yo no hablo así por la radio.
- Vale… ¿Pero podemos encender las luces de poli? –suplicó poniendo morritos.
- Tampoco. Las luces solo son para las emergencias.
- ¿Es este botón de aquí? – dijo Castle pulsándolo, y las luces y la sirena empezaron a sonar. Él rió divertido hasta que se cruzó con la mirada asesina de Kate que enseguida quitó las luces.
- ¿¡¡Estás loco!!? ¿Es que no escuchas cuando te hablan? – se desesperó Kate, y miró al frente a un par de manzanas de su apartamento.
- Perdón…

Finalmente llegaron a su casa y subieron pensando en pedir algo para cenar. Pero en entrar vieron que Alexis aún no había vuelto. Decidieron esperar. Al fin y al cabo eran las nueve de la noche… pero pasó una hora y aún no había vuelto.
Kate estaba en su despacho ordenando algunos papeles mientras Castle nervioso miraba la tv en el salón. Le impacientaba que su hija aún no volviese. Decidió llamarla, pero no contestaba. Quería pensar en positivo, pero no podía. Se levantó y se acercó al despacho de Beckett.
- ¿Alexis aún no ha llegado? – preguntó Kate alzando la vista de unos papeles.
- No, y la verdad es que estoy muy preocupado. ¿Y si le ha pasado algo? Solo tiene 12 años…
- Seguro que está bien… Intenta volver a llamarla.
- Allá voy – cogió el móvil y la llamó esta vez sí que contestó.
- ¡Papá! ¿Qué te pasa? – dijo con una voz rara y con bastante ruido de fondo.
- ¿Alexis? ¿Dónde estas?
- Con unas amigas, ya te lo dije – de fondo se oyó el ruido de una botella de vidrio romperse.
- ¿Qué ha sido eso? – preguntó Castle alarmado, y oyó como su hija tapaba el auricular y le decía a alguien “joder! No hagáis ruido que estoy hablando con mi padre y se enterará” - ¿Enterarme de qué? ¿Alexis dónde estás? Vuelve ahora mismo.
- ¿No puedo volver más tarde? – contestó la chica.
- Te voy a ir a buscar donde sea que estés. Y ya te puedes preparar. – la amenazó – Contesta: ¿Dónde estás?
- ¡No papá! ¡No vengas! – dijo rápidamente -En media hora estoy en casa de la mujer esa, te lo prometo.
- Es tarde Lexi, dime donde estas. AHORA.
- Ven a buscarme a delante de donde vive Maggie, me queda cerca.
- En cinco minutos estoy ahí, y necesito una explicación.
Cortaron la comunicación y Richard salió corriendo hacia la puerta.
- Espera Rick que te acompaño – dijo ella levantándose.

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Tan deprisa como pudieron y haciendo abuso de autoridad en un atasco, llegaron al lugar acordado. Alexis y un par de amigas se esperaban allí y la pelirroja se despidió de ellas entrando rápido en la parte trasera del coche.
- Hola papá –dijo ignorando a Kate.
- ¿Alexis donde has estado? – Girándose desde el asiento de copiloto, mientras Kate arrancaba otra vez el vehículo.
- Por ahí con Maggie y Olive ¿no me crees?
- ¿Y qué se supone que estabais haciendo tan tarde?
- Solo nos divertíamos… -contestó.
Castle se puso a olfatear desde dónde estaba.
- ¿¡Has bebido alcohol Alexis!? – gritó Richard, haciendo que hasta Kate se sobresaltase, y Alexis le apartara la mirada – Hija, estás castigada sin salir hasta fin de curso. ¡Te das cuenta de que tienes solo doce años! ¡Por Dios! ¡Eres una niña! ¡No puedes tomar alcohol!
- Puedo hacer lo que me dé la gana con mi vida. ¡Es mía! Tú no tienes derecho a decidir.
- Oh chica, si lo tengo. ¡Soy tu padre!
- No pienso quedarme en casa castigada, porqué ese no es MI casa. ¡Es la de tu mujer! Que si no recuerdo mal estabais borrachos cuando os casasteis, así que tú no eres el mejor ejemplo de persona a seguir.
- Esto no viene al caso Lexie. No te vas a mover de casa durante un buen tiempo.

alexis,bebiendo con 12 años,que mal eso

sigue pronto

Siguelo lo estas haciendo de maravilla!! Espero y no se ponga Alexis tan dificil.. saludo:) PD: sigueee

Siguelo escribes muy bien!!!!!

Sigueee

Porfavor sigueloooo!!!!!

Anda sigue extraño esta historia!

Pk Alexis es tan agresiva???