Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
+6
Delta5
castle&beckett..cris
28Caskett
Lucia CasKett
Holly082
castle_always_annarodgers
10 participantes
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 1 de 1.
Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
Bueno he pensado en subir un fic ya que me aburro mucho y que mejor que escribir sobre tus personajes favoritos ...
Espero que os guste y si no pues es solo decirlo y pensaré algo mejor.
Pd: Si quereis que continue actualizare los Lunes y Viernes.
Gracias.
CAPITULO 1
Estoy en el aeropuerto con mi padre ya que nos vamos a Nueva York. Es hora de dejar atrás lo ocurrido. Pasar página y seguir adelante. Mi madre lo habría querido así. Quiero pensar que esta bien, en un lugar mejor, orgullosa de mi. De un momento a otro veo como mi cara se llena de lágrimas. El doctor Bruke me ha ayudado a superar el dolor y ser más fuerte, más luchadora pero eso solo duró unas semanas.
Perdida en mis pensamientos me encuentro ya dentro del avión despegando hacia una nueva vida. Pero sin ella.
-Katie, quiero que sepas que siento mucho este cambio - le miré. Podía ver en sus ojos mucha tristeza. Me sentía mal por aquello, no podía permitir que huyera de todo , pero este cambio lo necesitaba. Ambos los necesitamos. - no quiero que sufras por mi culpa, quiero estar bien contigo, que empezemos de nuevo.
Veía como se le humedecían los ojos. No era su culpa. La vida es así. Traté de abrazarle y acerle sentir que yo estaba allí sin preámbulo alguno.
-Papá, miráme. -Y así lo hizo. -No te culpes por dejar todo atrás, es más, creo que nos viene bien hacer un cambio y empezar de nuevo. Quiero que sepas que no tengo fuerzas para rendirme. Siempre estaré aqui, contigo , en lo bueno y en lo malo. Apoyandote en todo. Y se que no va a ser fácil pero como decía mamá " Lo bueno nunca es fácil. Lo fácil nunca es bueno" . Asique estate tranquilo porque estaremos mejor.
Se quedó mirandome y al final habló -Si te escuchara Johanna estaría tan orgullosa de ti. Esa facilidad que tienes para enamorar. Espero que no lo hagas con los chicos. -sonreí. -Katie, te quiero.- le di un beso y poco a poco nos fuimos quedando dormidos.
La azafata nos despertó para desayunar. La verdad no tenía mucha hambre pero hize un esfuerzo. Miré por la ventana mientra me tomaba un zumo de naranja y unas galletas. Veía como aterrizába el avión y tuve un escalofrío en el cuerpo. No era miedo, si no preocupación. No sabía lo que me esperaba.
En un abrir y cerrar de ojos ya estabamos en el taxi directos al centro de Tribeca. Allí nos esperaba nuestra casa.
Cuando llegamos no teníamos ganas de ordenar las cosas asique nos dimos una buena ducha y nos quedamos dormidos al instante. Había sido un largo viaje.
Eran las 11:30 cuando me desperté con olor a café y a tostadas. Me levanté y me fuí al baño con la ropa preparada para conocer Nueva York. Cuando terminé me acerqué a mi padre y le dí un abrazo.
-¿Estas preparada? Vamos a conocer tu nuevo instituto. -le miré. Oh no, no estaba mintiendo.
No quería seguir hasta que no le deis el visto bueno y poder continuar. Empezaré a actualizar cuando vea una cantidad de comentarios positivos y ese día será el Lunes como pone arriba. Un beso. Gracias por leer.
Espero que os guste y si no pues es solo decirlo y pensaré algo mejor.
Pd: Si quereis que continue actualizare los Lunes y Viernes.
Gracias.
CAPITULO 1
Estoy en el aeropuerto con mi padre ya que nos vamos a Nueva York. Es hora de dejar atrás lo ocurrido. Pasar página y seguir adelante. Mi madre lo habría querido así. Quiero pensar que esta bien, en un lugar mejor, orgullosa de mi. De un momento a otro veo como mi cara se llena de lágrimas. El doctor Bruke me ha ayudado a superar el dolor y ser más fuerte, más luchadora pero eso solo duró unas semanas.
Perdida en mis pensamientos me encuentro ya dentro del avión despegando hacia una nueva vida. Pero sin ella.
-Katie, quiero que sepas que siento mucho este cambio - le miré. Podía ver en sus ojos mucha tristeza. Me sentía mal por aquello, no podía permitir que huyera de todo , pero este cambio lo necesitaba. Ambos los necesitamos. - no quiero que sufras por mi culpa, quiero estar bien contigo, que empezemos de nuevo.
Veía como se le humedecían los ojos. No era su culpa. La vida es así. Traté de abrazarle y acerle sentir que yo estaba allí sin preámbulo alguno.
-Papá, miráme. -Y así lo hizo. -No te culpes por dejar todo atrás, es más, creo que nos viene bien hacer un cambio y empezar de nuevo. Quiero que sepas que no tengo fuerzas para rendirme. Siempre estaré aqui, contigo , en lo bueno y en lo malo. Apoyandote en todo. Y se que no va a ser fácil pero como decía mamá " Lo bueno nunca es fácil. Lo fácil nunca es bueno" . Asique estate tranquilo porque estaremos mejor.
Se quedó mirandome y al final habló -Si te escuchara Johanna estaría tan orgullosa de ti. Esa facilidad que tienes para enamorar. Espero que no lo hagas con los chicos. -sonreí. -Katie, te quiero.- le di un beso y poco a poco nos fuimos quedando dormidos.
La azafata nos despertó para desayunar. La verdad no tenía mucha hambre pero hize un esfuerzo. Miré por la ventana mientra me tomaba un zumo de naranja y unas galletas. Veía como aterrizába el avión y tuve un escalofrío en el cuerpo. No era miedo, si no preocupación. No sabía lo que me esperaba.
En un abrir y cerrar de ojos ya estabamos en el taxi directos al centro de Tribeca. Allí nos esperaba nuestra casa.
Cuando llegamos no teníamos ganas de ordenar las cosas asique nos dimos una buena ducha y nos quedamos dormidos al instante. Había sido un largo viaje.
Eran las 11:30 cuando me desperté con olor a café y a tostadas. Me levanté y me fuí al baño con la ropa preparada para conocer Nueva York. Cuando terminé me acerqué a mi padre y le dí un abrazo.
-¿Estas preparada? Vamos a conocer tu nuevo instituto. -le miré. Oh no, no estaba mintiendo.
No quería seguir hasta que no le deis el visto bueno y poder continuar. Empezaré a actualizar cuando vea una cantidad de comentarios positivos y ese día será el Lunes como pone arriba. Un beso. Gracias por leer.
Última edición por caskett_forever26 el Dom Jul 27, 2014 12:03 pm, editado 2 veces
Aylin_NYPD- Actor en Broadway
- Mensajes : 187
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Localización : madrid
Re: Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
Sigue que es precioso
y si puedes hacer que kate conozca rick rapido mejor ahh y espero que la historia acabe bien osea final feliz
y si puedes hacer que kate conozca rick rapido mejor ahh y espero que la historia acabe bien osea final feliz
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 27/06/2014
Edad : 28
Localización : barcelona
Holly082- Actor en Broadway
- Mensajes : 207
Fecha de inscripción : 18/05/2014
Edad : 23
Re: Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
me gusta, continua pronto.
Lucia CasKett- Actor en Broadway
- Mensajes : 165
Fecha de inscripción : 11/05/2013
Edad : 25
Localización : Madrid
Re: Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
Me gusta !! Tiene buena pinta!! Sigue
28Caskett- As del póker
- Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 02/05/2013
Edad : 25
Localización : Cd. Juárez
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
Bueno, creo que voy a continuar la historia. Gracias por los comentarios, cualquier critica es bienvenida. Si quieren que pase algo en concreto es solo comentarlo y yo lo convierto en realidad . Gracias por leer.
Capitulo 2
Miré el taxi amarillo que me había dejado delante de mi colegio. El taxi se arrancó y se incorporó al tráfico que había hoy día en Nueva York, dejandome allí en la acera, con mi mochila y mi uniforme nuevo. No estaba acostumbrada a usar este tipo de ropa. Entré y caminé hasta encontrar a mucha gente caminando de un lado a otro. Lo que tenía delante de mí, no era exactamente acogedor.
Incliné la cabeza para mirar la cantidad de diplomas y trofeos que tenían. Se notaba que era un instituto muy bien galardonado. Me mordí el labio y examiné con determinación cada parte que había. Este no era el tipo de sitio que me gustaba. Estaba lejos de mi escuela y de mi barrio, lejos de mi tienda de ropa de segunda mano y de mi cafetería favorita. Peor aún, después de ver el ambiente, supuse que este no era el tipo de gente del que yo me rodeaba. Bueno, del que me solía rodear.
-Esto es una mierda- murmuré, justo cuando se abrió la puerta de la directora. Apareció por el pasillo una mujer alta , delgada, morena, vestida con un traje serio y unos tacónes cómodos y prácticos.
Nos miramos. Entonces se echo a un lado y sujetó con la mano la puerta. Esa era la señal. Me acomodé mi falda y entré a su despacho.
-¿Katherine Beckett? -preguntó ella , arqueando una ceja de forma inquisitiva.
Asentí.
No me recibió ni con un《Hola》ni mucho menos con un caluroso《Bienvenida a Stuyvesant》. El despacho estaba algo oscuro pero lo suficiente como para que no molestara el sol.
- Soy Victoria Gates, pero me gustaría que me llamara señor. -comenzó-. Su padre la ha inscrito en este instituto para que se convierta en una señorita. Será una chica brillante. Como estudiante de cuarto año , pasará aqui dos años más. Espero que emplee bien ese tiempo: para estudiar, apreder, hacer contactos y prepararse en una respetada universidad. -finalizó dandome el horario de estudio.- ¿Alguna pregunta?
Dije que no con la cabeza. Era mentira. En realidad, quería hacerle montones de preguntas pero su pregunta sonó a 《Ahora mismo no tengo tiempo para tonterías》.
-Bien. -abrió un diminuto cajón que había al lado izquierdo del escritorio, del que sacó una llave dorada que corgaba con una cinta azul.
-La llave de su habitación -dijo ella, y extendió la mano. Me quedé elada. Mi padre no me había dicho nada de dormir aqui. Me debía muchas explicaciones. Cogí la cinta.
-La mostraré donde se hospeda -se levantó se la silla y fué directa hacia la puerta
Me volví a acomodar de nuevo la falda y la seguí.
Entrámos a una sala. Supuse que era mi clase. Había muchas filas y filas de mesas. En ellas se sentaban adolescentes. Muchos, muchos adolescentes, todos con el uniforme de Stuyvesant: falda de cuadros escocés rojo y la parte de arriba una camisa blanca con corbata roja; un jersey; y para los hombres un pantalon gris; camisa blanca y corbata roja; y el mismo jersey rojo con la insignia del instituto. Parecían un ejercito.
- Aqui se encuentran sus compañeros de clase. - Vi como una rubia se reía con sus amigas. No entendía el porque , pero no me importaba. Cruzé miradas con dos de ellas.
La primera era la rubia de pelo ondulado y corto. Me observó con una mirada fulminante y con mucha atención, y otras dos, una pelirroja y otra rubia, se inclinaron hacia ella para susurrarle al oído. Rápidamente me di cuenta de que ella era la líder del grupo.
La segunda, que estaba junto a otras tres alumnas unas mesas más allá, definitivamente no formaba parte del grupo de la rubia. Tenía el pelo negro y una piel morena muy bonita. Me sonrió y yo hize lo mismo.
Me acerqué a mi asiento. Levantó la cabeza cuando pasé por su lado, y unas largas pestañas que cubrían esos incleíbles ojos de un color azul intenso se posaron en mis ojos verde avellana.
Sonrió. Yo le devolví la sonrisa.
-¿Vamos señorita Beckett? -me preguntó Victoria, perdón la señor. Sonaba extraño. Cuando deje mis libros posados en la mesa, me dirigí hacía la puerta. Y salí de ese mundo de miradas.
Recorrimos un pasillo donde se encontraba la cocina y el comedor. Unos giros más y en un estrecho tramo de escaleras, Victoria se detuvo. Señaló la llave que tenía en la mano y se la dí.
-Esta es la habitación. Aquí duermen cuatro chicas más. Cada una tiene su propio armario; su mesa de estudio con su ordenador; y la propia ducha. - por lo visto terminó sus instrucciones y me echó una mirada de arriba a abajo- ¿Alguna pregunta?
- No, ninguna. - la contesté mirado a la habitación.
-Se me olvidaba, mañana empiezas a ir a clase. Que tengas una buen día. Adiós. -y de lo dicho paso al hecho.
Me di la vuelta y sus pasos resonaban en el pasillo.
Esperé a que no sonara nada y cogí mi telefono. Marqué y empezo a sonar.
-Hola Katie, ¿cómo te fué? - parecía ocupado entonces fuí al grano.
-¿Porque no me dijiste que me tenía que quedar aquí a vivir? - no se oía nada, entonces proseguí. - Lo siento papá, pero tenías que habermelo informado antes. Pero bueno, ya no hay vuelta atrás. Gracias por todo papá. Una cosa más, ¿podrías traerme la maleta porfavor?Te quiero. -colgué. No estaba en condiciones de discutir y menos con él.
Hize otra llamada, con destino a California. 1 tono, 2 tonos, 3 tonos...
-¿Hola?
-Madison, por fin te escucho. Necesito contarte muchas cosas. -empezé a contarle todo lo sucedido. Parecía muy fácil irse de allí, pero los pensamientos volvían a mi cabeza.
Cuando dejé el teléfono, me lo quedé mirándo un momento, y sentí que las lágrimas me escocían los ojos. Traté de evitar derramarlas, de evitar llorar la primera hora en Stuyvesant.
Alguien llamó a la puerta y la abrió. Levanté la vista.
-¿Estas bien? -preguntó la chica de piel morena.
-Si.. si , perdona. Soy Kate. -intenté disimular mi tristeza pero no resulto mucho.
-Yo Lanie -me dió dos besos y continuó - En serio, pareces echa polvo.
Me quedé callada. No sabía que decir. Hubo unos segundos de silencio hasta que llegaron las chicas que faltaban.
Las saludé y nos presentamos todas, parecían simpáticas, pero no tenía esa confianza para hablar de mi. Me dí una ducha y me puse el pijama ya que no queria cenar. Mi padre vino unas cuantas horas antes y me dio todo lo que tenía en casa.
Me desperté. Eran las 7:30 de la mañana cuando el despertador sonó. Todavía no estaba lo suficiente despierta para levantarme, asi que cogí el teléfono y apreté el botón que apagaba la alarma y me obligué a abrir los ojos. Después, aparté la colcha y ordené a mis pies a bajar al suelo. Fuí hasta el armario y saqué mi albornoz, después mis articulos de aseo y una toalla. Ya estaba preparada para mi segunda ducha.
Abrí la puerta de mi habitacion y estaban mis cuatro compañeras vestidas ya con su uniforme, me sonrieron desde sus respectivas camas.
-Para tu información -me dijo Lanie -,si no te das prisa, solo nos quedará bazofia para desayunar. Y creeme cuando te digo que no la querrás probar.
Estaba bastante segura de que me decía la verdad. Me vestí lo mas rápido posible, haciendome una coleta de caballo que me caía sobre mi hombro derecho. Me pinté solo el deliniador negro por encima de las pestañas. Ya estaba lista.
Bajamos e hicimos el mismo recorrido que cuando me lo enseñó Victoria. No estaba tan lejos de nuestra habitación, asi que no tardamos ni un minuto en llegar.
- Bienvenida a la jungla -me susurro Lanie, y me llevó a la zona del bufé.
Hombres y mujeres sonrientes vestidos con uniforme de chef nos servían huevo, beicon, fruta y tostadas. Mi estómago se retorcía de los nervios, no tenía muchas ganas de tomar un desayuno completo. Cuando cogí mi comida seguí a las chicas a un extremo del comedor. Lo malo que había aquí es que el grupito de la rubia se sentaban en otra mesa cerca de nosotros.
- ¿Y cómo está la chica nueva esta mañana?
Dirigimos nuestras miradas hacia el otro lado de la mesa. Allí estaba ella. Con esa mirada de asco como el primer día que la ví.
- Bien, gracias. -no dije nada más, con eso bastaba.
- Hummm...- contestó, luego miró a su grupito. -Quería invitarte a mi fiesta esta noche. Tu amiguitas tambien pueden venir, ellas sabrán donde vivo. Mi novio tiene las invitaciones. ¿Richard?. -se dió la vuelta. No podía creer que fuera él. Me observó con interés.
-Soy Castle, Richard Castle. -dijo con una sonrisa deslumbrante. Mi corazón latió un poco más rápido; esos ojos eran matadores -. Encatado de conocerte, Kate.
- Lo mismo digo -contesté, y también sonreí. Pero no demasiado. No quería que se me notara el interés hacia él. Tenía que ser más dificil, no como paso en California con Tom.
Eso fue lo último que nos dijimos mientras nos daba las tarjetitas de color rosa y regresaba con su grupito. Ví como la besaba. Como la tocaba el culo mientras me miraba de reojo. Me pareció un completo imbécil. Un irresistible imbécil.
Era la hora de ir a clase. Entramos al aula. Solo había un par de chicas sentadas cuando entramos, pero en cuanto nos sentamos -Lanie en el pupitre justo al lado mio -el aula comenzó a llenarse de estudiantes, incluida, por desgracia, la pandilla de las pijas. Gina, Meredith, y Jacinta tomaron asiento en la fila a mi izquierda: Jacinta delante, Gina en el medio y Meredith detrás de ellas. Ese orden puso a Gina al lado mio. Qué suerte. Por otro lado , los chicos se sentaron detrás de nosotras: Javier detrás de Lanie, Richard detrás de Meredith, y Josh , que no estaba nada mal, detrás de mi.
El hombre que nos había recibido, que supuse que sería el señor Hollis, ya que su nombre estaba escrito en cursiva con letras verdes en la pizarra, cerró la puerta y caminó hacia el frente del aula. Era exactamente como esperaba que sea un profesor de escuela privada: calvo, con pantalones de pana, camisa de vestir y una americana con parches de cuero en los codos.
Hollis miró hacia el estrado, después examinó el aula.
-¿Qué es el arte sino un molde para capturar durante un momento el elemento fugaz y brillante que es la vida misma?
Se giró y destapó un rotulador con el que escribió 《WILLA CATHER》. Nos miró de nuevo, mientras tapaba y destapaba el rotulador que tenía con un rítmico clic.
-¿Qué creen que quiso decir la señorita Cather? ¿Alguien?
-Ahora es cuando Gina se luce delante de la clase -susurró una voz al lado de mí, mientras Gina levantaba la mano.
Cuando Hollis miró a los otros compañeros antes de decir su nombre, como si tratara de darles una oportunidad a los demás, supuse que la rubia respondía a muchas preguntas.
-Señorita Cowell -dijo.
-Habla de cómo una obra de arte captura un momento.
La expresión de Hollis se suavizó.
-Bien dicho, señorita Cowell. ¿Alguien más? - Recorrió el aula con la mirada -. ¿Señorita Beckett?
Sentí un nudo en mi estómago y me ponía colorada al ver que todos los ojos se posaban en mi. Gina alzó una ceja mirando como si supiera que ella era la única que tenía buenos conocimientos sobre el arte. No era así.
-Hummm, los momentos cambian y pasan, supongo, y nos olvidamos de ellos...de los detalles, de cómo nos sentimos en ese momento. Todavía te queda un recuerdo de lo que sucedió, pero los recuerdos no son precisos. Pero una pintura o un poema ... esos pueden salvar la esencia del momento. Capturarlo, como dijo Gina. Los detalles. Los sentimientos.
Me sentí aliviada después del discurso. A mi madre le encantaba el arte y escucharla hablar de ello sirvió de algo.
El aula quedó en silencio mientras Hollis analizaba mi respuesta.
-También bien dicho, señorita Beckett - dijo finalmente.
A Gina le molestó mi respuesta. No porque contestara, si no porque sabía que mi respuesta era mucho mejor que la suya.
Despues de dos hora más de clase porfin fuí libre. Preferí no comer e irme sola a un jardín donde se podía ver el paisaje de Nueva York. Estaba rígida, con los ojos muy abiertos y los labios separados mirando fijamente el sol y los colores que tenía el cielo. Hasta que alguien se acercó a mi. No me hizo falta para saber quien era.
Me observó con interés, como si no le resultara complicado hacerlo. A mí, sin embargo, me resultó un poco más difícil, y tuve que apartar a regañadientes la mirada de algo que me producía recuerdos.
-¿Qué haces aquí? -le pregunté.
Se encogió de hombros inocentemente.
-Visitando mi lugar favorito para descansar del ambiente colegial -me miró sonriente. Era tan guapo, tan dulce. Lo malo es que tenía novia. Y lo peor aún es que fuera Gina Cowell.
No contesté asique prosiguió hablando.
-¿Supongo que eres la nueva chica superdotada de clase? Soy Richard Castle. -volví a mirarle. Tenía otra vez esa sonrisa donde se le formó un pequeño hoyuelo en el lado izquiero de su moflete. Mi corazón empezó a latir más rápido; ese hoyuelo era matador. Y más si estaba en su cara. -Encantado de conocerte, Kate. Otra vez.
-No soy superdotada, solo estoy bien informada sobre la historia del arte...y de todas las asignaturas. Y lo mismo digo, encantada. -Nos miramos un buen rato perdidos en los ojos de cada uno. Si las miradas matasen , ya estaríamos muertos. Me mordí el labio pensando en que decir , pero el se adelantó.
-¿Damos un paseo hasta mi habitación? -fruncí el ceño.
-¿Sabes? Por un momento pensé que no eras de ese tipo de hombre, pero veo que me he equivocado. No soy de acortarme con el primer imbécil que conozco.
-No era para eso. -sonrió pícaramente. -Solo quería que conocieras a los demás chicos con los que me junto.
-Creo que de momento no. -sabía sus intenciones y preferí negarme a lo que el quería.
-Eso es porque eres demasiado desconfiada.
Resoplé.
-Tengo una buena razón para serlo, Castle.
Su mirada azul se intensificó dirigida hacia mis ojos. Se iba acercando poco a poco, note su aliento fresco olor a menta cerca de mi cara. Entoces reaccioné y me eché hacia atrás.
-No entiendo qué haces discutiendo conmigo. Y no te acerques mucho, sabes que no tienes ninguna posibilidad.
Ví como Castle se apretaba el pecho dramáticamente.
-Me matas, Beckett. De verdad. Siento un dolor en el pecho...una opresión.
Simuló un gemido. Yo puse los ojos en blanco, pero me estaba reprimiendo la risa. Era un malísimo actor.
-Llama a un médico.
-Vamos Kate. ¿No puede un chico simplemente invitar a una chica a su habitación a presentarle a sus amigos? Creo que no hay nada malo en eso.
-Otra vez, tengo serias dudas, Castle, de que estés tan interesado en presentarme a tus amigos.
-De acuerdo -dijo poniendose de pie y levantando las manos -. Pensemos por un momento que tienes razón. Digamos, hipotéticamente, que quiero acostarme contigo. Tampodo sería tan malo. -dijo señalandose asi mismo.
Puse de nuevo los ojos en blanco y levanté un dedo para que no siguiera hablando.
-Anda, ahórratelo. No tengo tiempo para esto.
-Deberías...
-Tengo mejores cosas que hacer. -me fuí acercando a su oído -. Como por ejemplo darme una buena ducha caliente. -sentí como tragó la saliva con fuerzas.
-Por cierto -me miró. -Deberías preocuparte de tu novia Gina, seguro que ella está dispuesta a conocer a tus amigos. -me mordi el labio y me fuí de allí.
-¿Quieres jugar? Pues juguemos Castle. -fué lo último que dije. Sabía perfectamente como hacerle sufrir, solo esperaría hasta mañana y empezaría el juego de verdad.
Capitulo 2
Miré el taxi amarillo que me había dejado delante de mi colegio. El taxi se arrancó y se incorporó al tráfico que había hoy día en Nueva York, dejandome allí en la acera, con mi mochila y mi uniforme nuevo. No estaba acostumbrada a usar este tipo de ropa. Entré y caminé hasta encontrar a mucha gente caminando de un lado a otro. Lo que tenía delante de mí, no era exactamente acogedor.
Incliné la cabeza para mirar la cantidad de diplomas y trofeos que tenían. Se notaba que era un instituto muy bien galardonado. Me mordí el labio y examiné con determinación cada parte que había. Este no era el tipo de sitio que me gustaba. Estaba lejos de mi escuela y de mi barrio, lejos de mi tienda de ropa de segunda mano y de mi cafetería favorita. Peor aún, después de ver el ambiente, supuse que este no era el tipo de gente del que yo me rodeaba. Bueno, del que me solía rodear.
-Esto es una mierda- murmuré, justo cuando se abrió la puerta de la directora. Apareció por el pasillo una mujer alta , delgada, morena, vestida con un traje serio y unos tacónes cómodos y prácticos.
Nos miramos. Entonces se echo a un lado y sujetó con la mano la puerta. Esa era la señal. Me acomodé mi falda y entré a su despacho.
-¿Katherine Beckett? -preguntó ella , arqueando una ceja de forma inquisitiva.
Asentí.
No me recibió ni con un《Hola》ni mucho menos con un caluroso《Bienvenida a Stuyvesant》. El despacho estaba algo oscuro pero lo suficiente como para que no molestara el sol.
- Soy Victoria Gates, pero me gustaría que me llamara señor. -comenzó-. Su padre la ha inscrito en este instituto para que se convierta en una señorita. Será una chica brillante. Como estudiante de cuarto año , pasará aqui dos años más. Espero que emplee bien ese tiempo: para estudiar, apreder, hacer contactos y prepararse en una respetada universidad. -finalizó dandome el horario de estudio.- ¿Alguna pregunta?
Dije que no con la cabeza. Era mentira. En realidad, quería hacerle montones de preguntas pero su pregunta sonó a 《Ahora mismo no tengo tiempo para tonterías》.
-Bien. -abrió un diminuto cajón que había al lado izquierdo del escritorio, del que sacó una llave dorada que corgaba con una cinta azul.
-La llave de su habitación -dijo ella, y extendió la mano. Me quedé elada. Mi padre no me había dicho nada de dormir aqui. Me debía muchas explicaciones. Cogí la cinta.
-La mostraré donde se hospeda -se levantó se la silla y fué directa hacia la puerta
Me volví a acomodar de nuevo la falda y la seguí.
Entrámos a una sala. Supuse que era mi clase. Había muchas filas y filas de mesas. En ellas se sentaban adolescentes. Muchos, muchos adolescentes, todos con el uniforme de Stuyvesant: falda de cuadros escocés rojo y la parte de arriba una camisa blanca con corbata roja; un jersey; y para los hombres un pantalon gris; camisa blanca y corbata roja; y el mismo jersey rojo con la insignia del instituto. Parecían un ejercito.
- Aqui se encuentran sus compañeros de clase. - Vi como una rubia se reía con sus amigas. No entendía el porque , pero no me importaba. Cruzé miradas con dos de ellas.
La primera era la rubia de pelo ondulado y corto. Me observó con una mirada fulminante y con mucha atención, y otras dos, una pelirroja y otra rubia, se inclinaron hacia ella para susurrarle al oído. Rápidamente me di cuenta de que ella era la líder del grupo.
La segunda, que estaba junto a otras tres alumnas unas mesas más allá, definitivamente no formaba parte del grupo de la rubia. Tenía el pelo negro y una piel morena muy bonita. Me sonrió y yo hize lo mismo.
Me acerqué a mi asiento. Levantó la cabeza cuando pasé por su lado, y unas largas pestañas que cubrían esos incleíbles ojos de un color azul intenso se posaron en mis ojos verde avellana.
Sonrió. Yo le devolví la sonrisa.
-¿Vamos señorita Beckett? -me preguntó Victoria, perdón la señor. Sonaba extraño. Cuando deje mis libros posados en la mesa, me dirigí hacía la puerta. Y salí de ese mundo de miradas.
Recorrimos un pasillo donde se encontraba la cocina y el comedor. Unos giros más y en un estrecho tramo de escaleras, Victoria se detuvo. Señaló la llave que tenía en la mano y se la dí.
-Esta es la habitación. Aquí duermen cuatro chicas más. Cada una tiene su propio armario; su mesa de estudio con su ordenador; y la propia ducha. - por lo visto terminó sus instrucciones y me echó una mirada de arriba a abajo- ¿Alguna pregunta?
- No, ninguna. - la contesté mirado a la habitación.
-Se me olvidaba, mañana empiezas a ir a clase. Que tengas una buen día. Adiós. -y de lo dicho paso al hecho.
Me di la vuelta y sus pasos resonaban en el pasillo.
Esperé a que no sonara nada y cogí mi telefono. Marqué y empezo a sonar.
-Hola Katie, ¿cómo te fué? - parecía ocupado entonces fuí al grano.
-¿Porque no me dijiste que me tenía que quedar aquí a vivir? - no se oía nada, entonces proseguí. - Lo siento papá, pero tenías que habermelo informado antes. Pero bueno, ya no hay vuelta atrás. Gracias por todo papá. Una cosa más, ¿podrías traerme la maleta porfavor?Te quiero. -colgué. No estaba en condiciones de discutir y menos con él.
Hize otra llamada, con destino a California. 1 tono, 2 tonos, 3 tonos...
-¿Hola?
-Madison, por fin te escucho. Necesito contarte muchas cosas. -empezé a contarle todo lo sucedido. Parecía muy fácil irse de allí, pero los pensamientos volvían a mi cabeza.
Cuando dejé el teléfono, me lo quedé mirándo un momento, y sentí que las lágrimas me escocían los ojos. Traté de evitar derramarlas, de evitar llorar la primera hora en Stuyvesant.
Alguien llamó a la puerta y la abrió. Levanté la vista.
-¿Estas bien? -preguntó la chica de piel morena.
-Si.. si , perdona. Soy Kate. -intenté disimular mi tristeza pero no resulto mucho.
-Yo Lanie -me dió dos besos y continuó - En serio, pareces echa polvo.
Me quedé callada. No sabía que decir. Hubo unos segundos de silencio hasta que llegaron las chicas que faltaban.
Las saludé y nos presentamos todas, parecían simpáticas, pero no tenía esa confianza para hablar de mi. Me dí una ducha y me puse el pijama ya que no queria cenar. Mi padre vino unas cuantas horas antes y me dio todo lo que tenía en casa.
Me desperté. Eran las 7:30 de la mañana cuando el despertador sonó. Todavía no estaba lo suficiente despierta para levantarme, asi que cogí el teléfono y apreté el botón que apagaba la alarma y me obligué a abrir los ojos. Después, aparté la colcha y ordené a mis pies a bajar al suelo. Fuí hasta el armario y saqué mi albornoz, después mis articulos de aseo y una toalla. Ya estaba preparada para mi segunda ducha.
Abrí la puerta de mi habitacion y estaban mis cuatro compañeras vestidas ya con su uniforme, me sonrieron desde sus respectivas camas.
-Para tu información -me dijo Lanie -,si no te das prisa, solo nos quedará bazofia para desayunar. Y creeme cuando te digo que no la querrás probar.
Estaba bastante segura de que me decía la verdad. Me vestí lo mas rápido posible, haciendome una coleta de caballo que me caía sobre mi hombro derecho. Me pinté solo el deliniador negro por encima de las pestañas. Ya estaba lista.
Bajamos e hicimos el mismo recorrido que cuando me lo enseñó Victoria. No estaba tan lejos de nuestra habitación, asi que no tardamos ni un minuto en llegar.
- Bienvenida a la jungla -me susurro Lanie, y me llevó a la zona del bufé.
Hombres y mujeres sonrientes vestidos con uniforme de chef nos servían huevo, beicon, fruta y tostadas. Mi estómago se retorcía de los nervios, no tenía muchas ganas de tomar un desayuno completo. Cuando cogí mi comida seguí a las chicas a un extremo del comedor. Lo malo que había aquí es que el grupito de la rubia se sentaban en otra mesa cerca de nosotros.
- ¿Y cómo está la chica nueva esta mañana?
Dirigimos nuestras miradas hacia el otro lado de la mesa. Allí estaba ella. Con esa mirada de asco como el primer día que la ví.
- Bien, gracias. -no dije nada más, con eso bastaba.
- Hummm...- contestó, luego miró a su grupito. -Quería invitarte a mi fiesta esta noche. Tu amiguitas tambien pueden venir, ellas sabrán donde vivo. Mi novio tiene las invitaciones. ¿Richard?. -se dió la vuelta. No podía creer que fuera él. Me observó con interés.
-Soy Castle, Richard Castle. -dijo con una sonrisa deslumbrante. Mi corazón latió un poco más rápido; esos ojos eran matadores -. Encatado de conocerte, Kate.
- Lo mismo digo -contesté, y también sonreí. Pero no demasiado. No quería que se me notara el interés hacia él. Tenía que ser más dificil, no como paso en California con Tom.
Eso fue lo último que nos dijimos mientras nos daba las tarjetitas de color rosa y regresaba con su grupito. Ví como la besaba. Como la tocaba el culo mientras me miraba de reojo. Me pareció un completo imbécil. Un irresistible imbécil.
Era la hora de ir a clase. Entramos al aula. Solo había un par de chicas sentadas cuando entramos, pero en cuanto nos sentamos -Lanie en el pupitre justo al lado mio -el aula comenzó a llenarse de estudiantes, incluida, por desgracia, la pandilla de las pijas. Gina, Meredith, y Jacinta tomaron asiento en la fila a mi izquierda: Jacinta delante, Gina en el medio y Meredith detrás de ellas. Ese orden puso a Gina al lado mio. Qué suerte. Por otro lado , los chicos se sentaron detrás de nosotras: Javier detrás de Lanie, Richard detrás de Meredith, y Josh , que no estaba nada mal, detrás de mi.
El hombre que nos había recibido, que supuse que sería el señor Hollis, ya que su nombre estaba escrito en cursiva con letras verdes en la pizarra, cerró la puerta y caminó hacia el frente del aula. Era exactamente como esperaba que sea un profesor de escuela privada: calvo, con pantalones de pana, camisa de vestir y una americana con parches de cuero en los codos.
Hollis miró hacia el estrado, después examinó el aula.
-¿Qué es el arte sino un molde para capturar durante un momento el elemento fugaz y brillante que es la vida misma?
Se giró y destapó un rotulador con el que escribió 《WILLA CATHER》. Nos miró de nuevo, mientras tapaba y destapaba el rotulador que tenía con un rítmico clic.
-¿Qué creen que quiso decir la señorita Cather? ¿Alguien?
-Ahora es cuando Gina se luce delante de la clase -susurró una voz al lado de mí, mientras Gina levantaba la mano.
Cuando Hollis miró a los otros compañeros antes de decir su nombre, como si tratara de darles una oportunidad a los demás, supuse que la rubia respondía a muchas preguntas.
-Señorita Cowell -dijo.
-Habla de cómo una obra de arte captura un momento.
La expresión de Hollis se suavizó.
-Bien dicho, señorita Cowell. ¿Alguien más? - Recorrió el aula con la mirada -. ¿Señorita Beckett?
Sentí un nudo en mi estómago y me ponía colorada al ver que todos los ojos se posaban en mi. Gina alzó una ceja mirando como si supiera que ella era la única que tenía buenos conocimientos sobre el arte. No era así.
-Hummm, los momentos cambian y pasan, supongo, y nos olvidamos de ellos...de los detalles, de cómo nos sentimos en ese momento. Todavía te queda un recuerdo de lo que sucedió, pero los recuerdos no son precisos. Pero una pintura o un poema ... esos pueden salvar la esencia del momento. Capturarlo, como dijo Gina. Los detalles. Los sentimientos.
Me sentí aliviada después del discurso. A mi madre le encantaba el arte y escucharla hablar de ello sirvió de algo.
El aula quedó en silencio mientras Hollis analizaba mi respuesta.
-También bien dicho, señorita Beckett - dijo finalmente.
A Gina le molestó mi respuesta. No porque contestara, si no porque sabía que mi respuesta era mucho mejor que la suya.
Despues de dos hora más de clase porfin fuí libre. Preferí no comer e irme sola a un jardín donde se podía ver el paisaje de Nueva York. Estaba rígida, con los ojos muy abiertos y los labios separados mirando fijamente el sol y los colores que tenía el cielo. Hasta que alguien se acercó a mi. No me hizo falta para saber quien era.
Me observó con interés, como si no le resultara complicado hacerlo. A mí, sin embargo, me resultó un poco más difícil, y tuve que apartar a regañadientes la mirada de algo que me producía recuerdos.
-¿Qué haces aquí? -le pregunté.
Se encogió de hombros inocentemente.
-Visitando mi lugar favorito para descansar del ambiente colegial -me miró sonriente. Era tan guapo, tan dulce. Lo malo es que tenía novia. Y lo peor aún es que fuera Gina Cowell.
No contesté asique prosiguió hablando.
-¿Supongo que eres la nueva chica superdotada de clase? Soy Richard Castle. -volví a mirarle. Tenía otra vez esa sonrisa donde se le formó un pequeño hoyuelo en el lado izquiero de su moflete. Mi corazón empezó a latir más rápido; ese hoyuelo era matador. Y más si estaba en su cara. -Encantado de conocerte, Kate. Otra vez.
-No soy superdotada, solo estoy bien informada sobre la historia del arte...y de todas las asignaturas. Y lo mismo digo, encantada. -Nos miramos un buen rato perdidos en los ojos de cada uno. Si las miradas matasen , ya estaríamos muertos. Me mordí el labio pensando en que decir , pero el se adelantó.
-¿Damos un paseo hasta mi habitación? -fruncí el ceño.
-¿Sabes? Por un momento pensé que no eras de ese tipo de hombre, pero veo que me he equivocado. No soy de acortarme con el primer imbécil que conozco.
-No era para eso. -sonrió pícaramente. -Solo quería que conocieras a los demás chicos con los que me junto.
-Creo que de momento no. -sabía sus intenciones y preferí negarme a lo que el quería.
-Eso es porque eres demasiado desconfiada.
Resoplé.
-Tengo una buena razón para serlo, Castle.
Su mirada azul se intensificó dirigida hacia mis ojos. Se iba acercando poco a poco, note su aliento fresco olor a menta cerca de mi cara. Entoces reaccioné y me eché hacia atrás.
-No entiendo qué haces discutiendo conmigo. Y no te acerques mucho, sabes que no tienes ninguna posibilidad.
Ví como Castle se apretaba el pecho dramáticamente.
-Me matas, Beckett. De verdad. Siento un dolor en el pecho...una opresión.
Simuló un gemido. Yo puse los ojos en blanco, pero me estaba reprimiendo la risa. Era un malísimo actor.
-Llama a un médico.
-Vamos Kate. ¿No puede un chico simplemente invitar a una chica a su habitación a presentarle a sus amigos? Creo que no hay nada malo en eso.
-Otra vez, tengo serias dudas, Castle, de que estés tan interesado en presentarme a tus amigos.
-De acuerdo -dijo poniendose de pie y levantando las manos -. Pensemos por un momento que tienes razón. Digamos, hipotéticamente, que quiero acostarme contigo. Tampodo sería tan malo. -dijo señalandose asi mismo.
Puse de nuevo los ojos en blanco y levanté un dedo para que no siguiera hablando.
-Anda, ahórratelo. No tengo tiempo para esto.
-Deberías...
-Tengo mejores cosas que hacer. -me fuí acercando a su oído -. Como por ejemplo darme una buena ducha caliente. -sentí como tragó la saliva con fuerzas.
-Por cierto -me miró. -Deberías preocuparte de tu novia Gina, seguro que ella está dispuesta a conocer a tus amigos. -me mordi el labio y me fuí de allí.
-¿Quieres jugar? Pues juguemos Castle. -fué lo último que dije. Sabía perfectamente como hacerle sufrir, solo esperaría hasta mañana y empezaría el juego de verdad.
Aylin_NYPD- Actor en Broadway
- Mensajes : 187
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Localización : madrid
Re: Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
Sigue me gusta!!
28Caskett- As del póker
- Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 02/05/2013
Edad : 25
Localización : Cd. Juárez
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Delta5- Escritor - Policia
- Mensajes : 10286
Fecha de inscripción : 30/07/2012
Localización : Ciudadano del Mundo
Caskett1123- As del póker
- Mensajes : 398
Fecha de inscripción : 12/11/2013
Re: Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
Iiiinnnnccccrrreeeíiiibbbbbllllleeeee
kateAlexis.B.Castle- Ayudante de policia
- Mensajes : 102
Fecha de inscripción : 13/08/2014
Edad : 33
Localización : Ciudad Merliot
Re: Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
Uuuufff , lo siento por no continuar pero la inspiración me pasó factura. He estado mirando el ordenador varios minutos y nada. Mi cabeza solo piensa en dormir y comer. Del sofá a la cama y de la cama al sofá .... Ahora no se como continuar...
Asi que he pensado pediros que me dierais alguna idea para el fic. Me gusta saber que os gustaría que pasara. Cualquier cosa, por muy simple que sea la aceptaré. Gracias de nuevo por leer.
Pd: Se me olvidó decir que es mi primer fic y que si no lo hago bien es solo decirmelo e intentaré corregirlo y mejorar. Un beso.
Asi que he pensado pediros que me dierais alguna idea para el fic. Me gusta saber que os gustaría que pasara. Cualquier cosa, por muy simple que sea la aceptaré. Gracias de nuevo por leer.
Pd: Se me olvidó decir que es mi primer fic y que si no lo hago bien es solo decirmelo e intentaré corregirlo y mejorar. Un beso.
Aylin_NYPD- Actor en Broadway
- Mensajes : 187
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Localización : madrid
Re: Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
Esta muy bueno sigue asi me dejaste picada
johanabeckett- Ayudante de policia
- Mensajes : 104
Fecha de inscripción : 05/06/2014
Re: Desde que te conocí... CAPITULO 2 (28/07/14)
Si eso! Sigue que lo haces de maravilla, y la inspiracion ya te llegara
kateAlexis.B.Castle- Ayudante de policia
- Mensajes : 102
Fecha de inscripción : 13/08/2014
Edad : 33
Localización : Ciudad Merliot
Temas similares
» El Amor desde las trincheras: Capítulo 5.
» (+18) Desde el umbral- CAPITULO XXIII (ATENCIÓN!! ACTUALIZADO 22/08/17)
» Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
» ¿Porque no la conocí antes? (Castle y beckett)
» Desde la aparición de Meredith Cap. 2
» (+18) Desde el umbral- CAPITULO XXIII (ATENCIÓN!! ACTUALIZADO 22/08/17)
» Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
» ¿Porque no la conocí antes? (Castle y beckett)
» Desde la aparición de Meredith Cap. 2
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.