noche fatal (one--short)

aviso
este one-short no es mio me gusto bastante aunque es un poco tetrico y decidi subirlo otra vez un besoo
Entró sigilosamente en el cuarto donde sabía que ambos dormían plácidamente. Aquella zorra había invadido su casa como si se tratase de una plaga. No permitiría que se adueñase de todo. Era posible que hubiese perdido a su padre para siempre; el escritor no había podido oponer resistencia puesto que había quedado maravillado desde el primerísimo día en que la conoció. Ya desde entonces, la gran belleza de ella había infectado el cerebro del hombre, incapacitándole para escapar. Él había caído en sus redes y no se podía hacer nada. Pero eso no significaba que ella debiese hacer lo mismo. Se defendería, lucharía...

Con este pensamiento rondándole por la cabeza, había bajado las escaleras en dirección a la cocina, y tras haber tomado el cuchillo con el que los días de Acción de Gracias su padre trinchaba el pavo, había vuelto a subir al piso de arriba, sigilosamente. Sabía que la detective sufría pesadillas frecuentemente. No era inusual que se despertase en medio de la noche en medio de un mar de gritos horrorizados. Solía excusarse alegando que se debía a las secuelas psicológicas que le había dejado el disparo, pero ella sabía que en realidad se trataba de que estaba endemoniada. Y no podía permitir que el demonio se hiciese con sus vidas...

La joven se acercó más y más a la cama, donde la pareja descansaba. Dirigió una fugaz mirada a su padre, que dormía con la serenidad plasmada en su semblante. Creía vivir feliz, pero ella le mostraría que, en realidad, había sido todo un engaño, un hechizo. Le demostraría que la bruja tan solo quería hacerles daño, a todos ellos. Salvaría a su familia, era su deber. Sonrió para sí misma durante un instante, mientras acercaba la mano que blandía el cuchillo peligrosamente al cuello palpitante de la pérfida bruja. Un segundo después, esta revivió de su sueño, incapaz de respirar. Notaba cómo la sangre empapaba las sábanas de satén, cómo iba perdiendo la vida. Iba perdiendo la vida, incapaz de emitir sonido alguno, Alexis se había asegurado de ello, rebanándole el gaznate.

La joven tomó de la mano a Kate, quien se desangraba a cada segundo que pasaba, y acercó su boca al oído de la degollada.

-Es mejor así, Kate. Confía en mí...