Matar tan solo es un juego

Aquella mañana Rick Castle estaba feliz. El día le sonreía y nada parecía capaz de estropeárselo. Su madre se había ido un par de días con unas amigas a no sabía que convención de viejas glorias del teatro y su hija, era perfecta como siempre y ya se había marchado al instituto cuando él se había levantado.

Cogió el café que la adolescente había dejado preparado para él, pues ella no tomaba ningún tipo de sustancia estimulante. Rick sonrió, todavía se preguntaba como aquella niña pudiera haber salido así con los padres que tenía.

Miró su reloj, ya llevaba diez minutos tarde a su reunión con Beckett y ya se la estaba imaginado echándole la bronca por no ser puntual y no tener respeto por el trabajo que hacía ella. Pero ni siquiera eso conseguiría arruinarle el día.

Cogió la chaqueta y se dispuso a marcharse pero al abrir la puerta del piso se encontró con lo inesperado. "Llegas tarde, bueno ya me imaginaba que lo harías, así que he venido yo misma a buscarte."

Kate Beckett, sonriente al ver la expresión de sorpresa en el rostro de su forzoso compañero de investigaciones esperó un momento a que Rick se recompusiera y cambiara aquella estúpida expresión.

"Dios mío, yo pensaba que ni siquiera te habías molestado en saber donde vivía y ahora vienes de propio a buscarme. ¿Tengo que pensar en esto como en una cita o algún tipo de proposición? Al final vas a hacer que me ruborice agente Bekett."

"Vamos deja de fantasear y vámonos, que tenemos mucho trabajo y un fiambre que no está esperando."

"¿Tenemos mucho trabajo?, Vaya ya hablas de mi como parte de tu equipo, eso si que es todo un adelanto por tu parte." Kate suspiró, pero se contuvo y no dijo nada, con el tiempo había aprendido a no seguir las bromas de Castle.

Se separó de Rick y anduvo pasillo adelante hacia los ascensores, escuchando como el cerraba la puerta del piso a toda prisa y daba unas largas zancadas hacia donde ella estaba.

"¿Qué nos toca hoy compañera, crimen pasional, adolescente harto de la vida, abuelita que olvidó tomarse su medicación anoche?" Las puertas del ascensor cerraron frente a ellos.

"En realidad no lo se, para eso estás tu aquí ¿no? Para darnos las más estrambóticas teorías, que misteriosamente suelen ser ciertas casi siempre." Kate creyó que Castle se erguía orgulloso al escuchar aquello, aunque en realidad no lo había dicho como un cumplido. "Hablando en serio. Sólo tenemos un cuerpo, tres puñaladas y tan sólo la última mortal. Parece ser que se defendió, aunque no tuvo mucha suerte, pues apenas había restos epiteliales de otra persona bajo sus uñas. Nada más ni identificación, ni dinero, nada, como si de un don nadie se tratara."

"Suena interesante." Dijo Rick mientras sacaba un pequeño aparato del bolsillo.

"¿Se puede saber que es eso?" Kate se preguntaba si a veces Castle hacía las cosas para sacarle de quicio o si era así realmente. Entonces se dio cuenta, cada vez con mayor asiduidad, se pasaba el tiempo pensando en Rick Castle, en su forma de pensar y de actuar, en lo que diría en tal y cual momento. Conforme pasaba el tiempo, cada vez se daba menos cuenta que no hacía más que pensar en él.

"¿Me estás escuchando?" Dijo él al ver que ella no le estaba haciendo ningún caso. "He dicho que es una PDA, en la que voy a apuntando posibles temas para futuras novelas. No se donde nos llevan los casos, por eso necesito ir tomando apuntes."

"Sabes que estamos hablando de gente que muere y mata de verdad ¿no es así?"

"Claro, pero si no hubiera asesinatos, ¿de que vivirías tu o la gente que escribe novela negra? ¿Qué me dices del cine?" Definitivamente Rick Castle era totalmente incorregible, por lo que Kate no le dijo nada.

El trayecto hasta la escena del crimen lo pasaron hablando de cosas muy poco trascendentales. A ninguno de los dos les gustaba hablar de su vida. En realidad, Rick hablaba de todo y a veces su hija, su madre, sus ex aparecían por medio, pero en el caso de Bekett, su vida personal nunca aparecía en medio de una conversación, por lo que Castle apenas conocía nada de ella, por mucho que siempre la estaba psicoanalizando, ella nunca decía nada.

El lugar del crimen, un bloque de apartamentos en medio de New York, idéntico a los otros miles de apartamentos con los que contaba la cuidad, era un lugar corriente y el propio apartamento, era también, totalmente corriente. No era muy grande, por lo que Rick supuso que allí tan sólo vivía la víctima. Eso sumado a que no había fotos de nadie más que él con un par de amigos, le dio a entender que no tenía pareja, al menos estable, y mucho menos hijos.

Los forenses ya se habían llevado el cadáver, pero allí todavía quedaban las enormes manchas de sangre. "Definitivamente se desangró, aunque no creo que eso fuera la causa de la muerte. Ya lo estaba antes." Kate lo miró esperando a que continuara adelante con su teoría. "De lo contrario, la mancha de sangre no sería tan uniforme y habría algún tipo de reguero, que habría ido dejando al intentar pedir ayuda o simplemente al tratara de llegar al teléfono."

"Muy bueno, pero no hacía falta que dijeras tanto, con las pruebas preliminares ya sabíamos que la puñalada en el corazón lo había matado. Pero gracias de todas formas."

Rick continuó mirando por el apartamento, pero allí había como más que mereciera la pena. Por lo que había en el piso estaba claro, que el hombre no tenía una gran vida social, no tenía mucha ropa en el armario y desde luego nada que fuera realmente caro. En la cocina había comida para un par de días y no había nada preparado en la nevera.

"De aquí no vamos a sacar nada más. Esperemos que las pruebas de la autopsia nos revelen algo más." Dijo Kate dispuesta a marcharse ya del lugar. Sin embargo, al mirar a su alrededor, no encontró a Rick por ningún lado, por lo que supuso que no le habría siquiera escuchado. "Castle vamos, no quiero quedarme otra vez hasta las tantas investigando pruebas que no son en absoluto relevantes."

"Bekett, creo que he encontrado algo que si puede resultar relevante." Kate siguió la voz de Rick hasta el dormitorio de la víctima y se quedó sin palabras al verlo rebuscar entre su ropa interior.

"Vale, no voy a pensar que eres un pervertido que te gusta rebuscar entre la ropa de los muertos." Dijo Kate entre risas, aunque para entonces ya había visto lo que Castle llevaba en la mano.

"Muy graciosa, pero no, estos calzoncillos no son de mi gusto, prefiero los boxers, son mucho más cómodos y a la hora de…"

"Vale, creo que ya lo he pillado." Castle sonrió como siempre, le gustaba tanto meterse con Kate, tal vez fuera porque ella siempre caía en sus trampas o porque deseaba continuamente tener la atención de su compañera. Fuera como fuera, le entusiasmaba hacerle rabiar y ver ese asomo de rubor en sus mejillas, que ella siempre intentaba ocultar lo antes posible.

"¿Ves lo que tengo aquí?"

"Parece un preservativo."

"No lo parece, lo es y este tan sólo tiene el envoltorio, por lo que lo usó hace poco." Rick se detuvo, dejando un momento para que su compañera dijera algo y estar seguro que sabía a donde quería ir a parar con su explicación.

"Con lo que podemos estar hablando de un posible testigo o sospechoso."

"Sospechosa más bien."

"¿Cómo lo sabes, por el olor del condón? No sabía que fueras tan experto en esas cosas."

"No por el olor, pero si por sujetador olvidado que hay sobre la cama." Ahí estaba de nuevo el rubor que tanto le gustaba, incluso el brillo en los ojos de ella al iluminarse sus ojos. Podía hacer creer que tan sólo se trataba de un juego, que chincharle tan era pura diversión y que dejarla sin palabras era mala idea, pero la realidad por mucho que no quisiera reconocerlo, era bien distinta.

De repente un teléfono sonó en la habitación. Los dos miraron a su alrededor, no se veía el aparato por ningún lado, así que comenzaron a buscar. No dejó de sonar, cinco tonos, diez tonos, pero el teléfono no aparecía por ningún lado; quince tonos, veinte.

"¡Lo tengo!" Dijo levantando la mano triunfal con el aparato entre los dedos. Se levantó tras haberlo encontrado bajo la cama y miró el número "Como no, número privado. ¿Debería contestar?"

"No eres policía no puedes hacerlo." Pero tener ese aparato entre las manos y no hacer nada, estaba quemando a Castle, por lo que antes de que Bekett terminara de decirle que no lo hiciera, él ya había descolgado.

"¿Hola?" Durante un segundo no se escuchó nada, tan sólo el mayor de los silencios al otro lado. Rick pensó en colgar, pero algo le mantuvo ahí, con el oído pegado al aparato. No estaba seguro si se trataba de una respiración lejana o un sonido que no era capaz de diferenciar a simple vista. "¿Hola?"

"No me lo puedo creer. ¿Realmente estoy hablando con usted señor Castle? No sabes el tremendo honor que significa esto para mi." Rick miró a Kate, pensando que estaba hablando con algún tipo de pirado. "Espero que le haya gustado mi regalo." Pero entonces se dio cuenta que no era sí.

"Perdón, pero creo que no se de que me está hablando."

"¿Cómo que no? Está en el apartamento, con la agente Bekett, están investigando mi escena del crimen y han llegado al dormitorio ¿Han visto los condones? El muy cerdo se acostaba con dos mujeres al mismo tiempo y ninguna lo sabía. Pobrecillas. ¡Y ahora tiene el teléfono!"

"¿Tu has montado todo esto? ¿Realmente has matado a ese hombre? ¿Por qué?" Kate lo miraba sin comprender lo que estaba ocurriendo. Le hizo gestos a Castle para que le pasara el teléfono, pero él le hizo otros para decirle que esperara. Estaba claro que aquel perturbado tan sólo quería hablar con él.

"Todo lo he hecho por usted señor Castle. Le sigo desde el principio y desde que descubrí que estaba trabajando con la policía, decidí que era mi momento de hacerle saber quien soy. Así que aquí estoy."

"¿Qué es lo que quieres?" Aquello estaba dejando de tener gracia, ya no se trataba de un simple loco que quería su momento de gloria, ahora parecía ser que aquel tipo estaba obsesionado con él y eso no el gustaba después de todo lo que había visto trabajando con la policía.

"Reconocimiento por su parte. Digamos que esto es un juego, si usted me encuentra, gana el juego y nadie más muere. Pero contra más tarde en dar conmigo, en saber quien soy y donde me encuentro, el círculo se irá cerrando sobre su familia y usted."

"No metas a mi familia en esto." Definitivamente aquello ya no tenía ni la más mínima gracia. Si algo tenía muy claro Rick, era que su familia, su hija y su madre estaban completamente al margen de sus investigaciones con la policía y aquel tipo había cruzado el límite.

"Ya es tarde para eso, porque mañana habrá otra víctima, alguien más próxima a usted, pero igualmente conectada con este fiambre. Ya lo sabe señor Castle, tiene veinticuatro horas antes de que alguien más muera. Se que es el mejor, así que no dudo que llegará con vida la final del juego."

"¡No puede jugar con la vida de es forma!" Pero el otro hombre ya había colgado el teléfono. Rick había palidecido de repente y tenía la mirada perdida.

"¿Qué ocurre, que te ha dicho?"

"Soy parte del juego y cuando se canse de mi me matará, igual que a mi hija y mi madre." Rick miró a Kate y por primera vez desde que lo conocía, ella lo vio asustado, lo leyó en sus ojos, no quería decirlo pero no dejaba de pensar que su familia estaba en un serio peligro. Además, también por primera vez, Bekett escuchó dos palabras salir de los labios de Castle, que la dejó sin palabras. "Ayúdame por favor."

Me encantó (L)

guaayy estaaa bieeeenn!!uuufff y largooo......jejej lo continuaras verdad¿???¿?



PD:inicia sesion si no apareceras como invitado y no podras subir fotos videos etc...

que buenoooo!!! lo continuaras??

buaaaa!!! que bien!!! pobre castle, no me extraña que este asustado!!!!
espero que haya una continuacion!!!

Bueno, bueno...qué bien!!! ´Como el capítulo en dos partes,súper misterioso, me encanta y estoy deseando saber más. Veo que hay otro buen escritor unido al foro. Ánimo Winchester, que está genial. :cheers:

"Castle, cálmate."

"¿Cómo quieres que me calme? Ese tipo acaba de amenazarme con matar a mi familia y dice que se trata de un juego. ¿Cómo puede haber gente con tal poca estabilidad metal?" Beckett le cogió del brazo y le hizo detenerse antes de que saliera de la comisaría.

"Entiendo perfectamente como te sietes, es completamente normal, pero tienes que pensar con frialdad si quieres ayudarnos a dar con él." Rick la miró. Le cabía bien la detective Beckett, era sincera, no se andaba con rodeos y lo lanzaba balones fuera para no asustar a la gente.

"Lo siento." Rick suspiró sonoramente y se dejó caer en la silla de Beckett. Normalmente le hubiera dicho que se levantara, que ese era su sitio, pero también sabía que en ese momento no lo estaba haciendo para molestarla, sino que necesitaba un sitio en el que pensar con tranquilidad y quitarse de la cabeza por un momento la idea de que su familia pudiera sufrir algún daño. "Pero es la primera vez que soy el caso. Se me da mejor inventarlos y tratar con ellos cuando se trata de personajes inventados, no de vidas reales y mucho menos cuando son las de mi madre y mi hija."

"Lo comprendo, pero necesito que mantengas la mente clara un como más y me digas si conoces de algo a nuestra primera víctima." Rick se quedó pensativo. Por mucho que imaginación siempre estaba dispuesta para resolver los crímenes más complicados, en ese momento se sentía completamente bloqueado, no había nada, ni imágines, ni escenas de sus libros que le pudiera ayudar en algo. Ni la más remota idea apareció en su cabeza.

Aquel hombre no era nadie para él, ni un vecino, ni el chef de ninguno de los restaurantes a los que solía ir a comer, ni uno de los profesores del colegio de Alexis. No, aquel hombre, al que tan sólo había visto muerto no le decía nada, no comprendía porque alguien que quería hacerle daño, alguien que estuviera obsesionado con él, mataba a un tipo al que no había visto en su vida.

"Castle." Beckett se agachó delante de él para llamar su atención. Rick estaba mirando al suelo, como si aquella superficie se hubiera convertido en una enorme pantalla de ordenador, en el que datos y más datos iban pasando, pero ninguno le servía de nada.

De repente sus ojos se encontraron con los de Kate Beckett y por primera vez, estaba seguro que la veía como los familiares de todas las víctimas de homicidios a los que había ayudado a encontrar respuestas. Sus ojos eran dulces, nunca hubiera pensado que podría pensar así de ella.

Ahora no sentía ninguna atracción sexual por esa mujer, que pese a seguir siendo igual de atractiva; ahora parecía maternal, su hermana menor incluso, su mejor amiga, que estaba allí esperando para poder ayudarle cuando la necesitara.

"Siento tener que presionarte pero…"

"Lo siento, pero ese hombre no es nadie, por más que lo pienso su rostro no me dice nada, tal vez su nombre sea de mayor utilidad. ¡Dios! Me siento tan impotente. Nunca pensé que ser parte de una investigación porque debería saber algo sería tan frustrante. Creo que podré utilizarlo para mi próximo libro." Beckett sonrió ante el comentario.

Desde que conocía a Castle, había aprendido unas cuantas cosas sobre aquel hombre. Castle era prepotente, pero sólo porque estaba claro que podía. Castle era todo un sinvergüenza, pero capaz de enamorar a todo el que se propusiera y sobretodo Castle sabía ocultarse dentro de si mismo.

Tal vez le hubiera costado años, tal vez hubiera tenido buenos motivos para hacerlo, pero Rick Castle había puesto un enorme muro delante de su verdadero yo y el que veía todo el mundo. lo que habría de verdad en lo que ella veía habitualmente y lo que escondía, era algo que esperaba poder encontrar en el futuro, si él se lo permitía.

"Lo tenemos."

Esposito apareció junto a ellos con un manojo de folios en la mano que dejó delante de Beckett. "Dime que habéis pillado al tipo que me ha hecho la llamada." Castle no era de los que se mentían a si mismo con falsas esperanzas, pero en ciertos momentos, era mejor creer que la solución estaba cerca, antes de reconocer, que las cosas podían ponerse mucho peor.

"No lo siento Rick, pero al menos ya tenemos una identidad para nuestro muerto, tal vez eso te ayude a saber si lo conoces de algo." Rick contuvo la respiración durante un momento ¿Qué pasaba si realmente lo conocía y no se acordaba? Tal vez podía ser un antiguo compañero de colegio, tal vez lo había conocido con doce años y no se habían vuelto a ver nunca.

No estaba seguro si quería saber que una familia acababa de perder a un marido, un padre, un hermano, no sabía si deseaba conocer su identidad y ponerle un nombre a la víctima de un homicidio, que en parte era culpa suya, aunque fuera de forma involuntaria.

"Es Michael Parish, cuarenta años y divorciado, no tenía hijos." Aunque sabía que estaba mal, Castle se sintió ligeramente aliviado al escuchar eso. No había niños huérfanos, ya podía quitarse de la cabeza la idea de un policía diciéndole a Alexis que su padre no volvería a casa. "Era escritor, como tu, pero en su caso no se puede decir que tuviera un gran éxito. Su primera y por lo visto, última novela, "Calor en el cuerpo", no gustó mucho, imagino que la novela romántica es cosa de mujeres."

"¿Has dicho "Calor en el cuerpo"?" Esposito asintió. "No puede ser. Un momento, Michael Parish. Si ahora lo se, pero…"

"¿Qué?" Dijeron a un mismo tiempo Beckett y Esposito, al mismo tiempo que Ryan aparecía a su lado. "Vamos Castle, quieres que te ayudemos, así que necesitamos toda la información que nos puedas dar.

"Su nombre de escritor era Micke Parish, fue cosa de mi ex, ella siempre ha creído que tiene un don par sacar nuevos talentos, pero con él se equivocó, intentó venderlo como escritor romántico, cuando lo que realmente le gustaba él era el género negro, como a mi. Era bueno, tal vez no tanto como yo, pero prometía, leí alguno de sus relatos cortos y eran buenos. Mi ex lo hecho a perder."

"Muy bien así que ya tenemos relación entre él y tu y ya podemos decir que nuestro hombre juega duro, no nos lo va a poner fácil. Ahora tenemos que esperar a que de el siguiente paso, para acercarnos un poco más a él." Beckett cogió el informe de la primera víctima y le echó una mirada rápida. "Mientras tanto vamos a buscar todo lo que nos pueda ayudar a desenmascararle y la mejor pista que tenemos hasta ahora está en la mesa de autopsias."

"Jefa, tenemos algo nuevo, algo que creo que puede interesarte también a ti, bueno sobretodo a ti." Ryan le entregó a Castle la carpeta que llevaba en la mano. "No quiere decir nada, ¿Vale? Ese tío tan sólo está jugando contigo, te quiere llevar al extremo y eso es lo que debes permitir."

"¿Qué es?" Preguntó Beckett esperando a que Rick dijera algo, pero este no levantó la vista de la carpeta. Aquello era demencial, ¿Cómo podía estar tan loco su acosador? ¿Y desde cuando tenía acosadores?

Tenía admiradoras algo chifladas que le mandaban regalos ligeramente inapropiados, amas de casa que pensaban él como algo más que su escritor favorito, pero de ahí a alguien que lo metiera dentro de una trama que podía ser sacada de uno de sus libros estaba fuera de toda lógica.

Sin decir nada Castle le entregó la carpeta a Beckett y se encaminó hacia la salida de la comisaría. Ella lo vio alejarse, aquello si que no era normal, Castle no había dicho, ni una broma, ni un comentario, nada, simplemente había cogido su chaqueta y se había marchado.

La detective miró a carpeta y entonces lo comprendió. "Espero que Castle no haga ninguna locura." La carpeta tenía un sobre y encima las fotos que había en su interior. Había sido sacadas dos días antes, por la fecha del periódico que aparecía en la esquina y habían sido tomadas a la salida del colegio de Alexis.

Allí estaba ella, hablando con sus amigos, sonriente, sin darse cuenta que un psicópata se había fijado en ella. Había muchas, por lo que todos supusieron que el hombre se había pegado un buen rato tomándole fotos.

"Chicos, quiero que no le quitéis le ojo de encima a Castle, se que en hombre listo, pero cuando se trata de proteger a su familia, creo que sería capaz de cualquier cosa. En cuanto a Michael Paris, decidme que tenemos algo más, porque sinceramente ahora me encuentro en un callejón sin salida."

"No es mucho jefa." Comenzó a decir Ryan. "Pero en su oficina me han dicho que recibió llamadas que le perturbaban durante los últimos días. Dicen que no le gustaba hablar de ello, que no les dijo quien le había llamado, pero todos coinciden en que se ponía tenso cada vez que hablaba con quien fuera, se ponía de mal humor y solía tardar varias horas en volver a ser el mismo."

"Alguna pista sobre quien puede ser el que llamaba." Preguntó Beckett.

"De momento no, pero estamos buscando los número de teléfono de las últimas llamadas, tal vez con eso nos ayude."

"Eso espero, por el bien Castle." Beckett se levantó de su silla y se preparó para volver a salir, pero antes de que pudiera hacerlo, Castle volvió a entrar con el teléfono en la mano y el rostro pálido. "¿Otra llamada?"

"Si." Castle puso el manos libres y rebobinó la llamada que había dejado grabada en su teléfono, aquella vez no le iba a coger por sorpresa.

"Buenos días señor Castle."

"Déjate de tonterías y vamos al grano ¿Por qué Michael? Dijiste que sería gente que conocía y a Michael apenas lo he visto un par de veces en mi vida, tan sólo lo conocía de nombre."

"Tiene que prestar un poco más de atención a mis indicaciones señor Castle. Le dije que iría cerrando el círculo. Al fin y al cabo ¿Dónde estaría la diversión de este juego si la emoción no fuera in crecendo?"

"Eres un loco bastardo ¿lo sabes verdad? Y eso te gusta. Te crees que así vas a tener el control de todas las situaciones. Crees que jugando con los sentimientos de la gente puedes hacer con ellos lo que quieres. No está mal, de verdad, no está mal para un psicokiller de guión de cine, pero en la realidad cometerás algún fallo, puede que pasen días, pero lo harás, unas huellas, tal vez un rastro de tu zapato o el envoltorio de un caramelo. Algo, y entonces te encontraré."

El silencio se escuchó al otro lado, como si el otro hombre ya no estuviera allí, pero unos segundos más tarde comenzó a reír.

"Muy bueno, sinceramente, ha sido una interpretación formidable. Que pena que le haya temblado la voz más de la cuenta, de lo contrario hubiera sonado muy convincente y hasta me habría asustado. Ahora sin embargo, quiero saber hasta donde puede llegar ante la impotencia de no saber quien soy y de lo muy cerca que puedo llegar de su familia. Por cierto, Alexis es una chica preciosa."

"No te atrevas a volver a acercarte a ella."

"¿O si no que? Le recuerdo que ya le he sacado fotos y usted todavía no tiene ni la más remota idea de mi identidad. ¿Qué conseguirá averiguar antes de que le tome fotos durmiendo en la cama? Y por cierto, por si le interesa, esta noche habrá otro cadáver. Recuerda la habitación de hotel en la que su entonces mujer y usted concibieron a su hija. Creo que es un lugar precioso para dejar un nuevo cadáver. Esta vez de mujer por cierto, alguien a quien usted conoce desde niño."

"Eso es todo."

"¿Dónde está esa habitación?" Le preguntó Beckett. No estaba segura si iba a contestarle pues tenía la mirad a perdida, posiblemente en los recuerdos de aquella noche o en pensar quien podía ser la siguiente víctima.

"Vamos te llevaré."

"Pero puede ser una trampa."

"Esto es una trampa desde que empezó, ¿crees que no lo se? Pero no me importa, está demasiado cerca de Alexis, casi puedo olerle, no puedo quedarme sentado mientras hace su juego."

"Muy bien, pero dejarás que te proteja, sigo siendo la policía."

Muy bueno (LL) Me encanta

kieroooooo otroooo esta muy bienn

WAAAAAUUU!!!!!!!!!
Me parecen que sobran las palabras XDXDXD

QUÉ??? NO HAY CONTI???
Que mal   

Sigue este fic es muy bueno