* Our Son *

Our Son

Él ve cómo ella levanta cuidadosamente al niño dormido de dos años del asiento trasero del taxi. El pelo castaño del niño pequeño se mueve por la brisa leve y él se estremece ligeramente por la frialdad repentina pero no se despierta. Él sólo se aferra a su madre, con las pequeñas manos entrelazadas con fuerza alrededor de su cuello y su rostro acariciando su pelo. Él paga al conductor mientras ella espera en la acera, el frío viento de febrero hace que sus mejillas se pongan de color de rosa. Una vez que el taxi se marcha, él se acerca a su lado, poniendo la mano en la parte baja de la espalda para guiarla hasta el portal. Ella abraza al niño contra su pecho mientras la familia espera el ascensor, meciéndolo suavemente para mantenerlo dormido.

Una vez que atraviesan la puerta principal, ella se quita con facilidad los zapatos y sube por las escaleras. Entra en la habitación a oscuras y se mueve a gusto, sabiendo donde está cada cosa. Ella lo deja a él en el sofá de su habitación, asegurándose de que está todavía dormido y bien antes de cruzar la habitación hacia el armario. Coge el pijama de los coches, sabiendo que es su favorito. Ella se ríe en silencio para sí misma cuando le oye roncar suavemente. Definitivamente es hijo de sus padres.

De alguna manera logra rápidamente desvestir al niño. Cómo se las ha arreglado para hacerlo, no lo sabe realmente. Él está vestido en cuestión de minutos. Ella lo coge de nuevo, dándose cuenta de lo grande que se está haciendo. Dejándolo en la cama con cuidado y asegurándose de que él tiene su gato de peluche favorito, se detiene a mirarlo. Sus hermosos ojos azules están cubiertos por sus párpados cerrados que terminan con pestañas largas. Su pulgar se ha convertido en una prolongación de la boca, un mal hábito que ella está tratando de quitarle. Tiene el pelo castaño y corto alborotado por el viento y ella se acerca para aplanarlo contra su cabeza. Él se mueve en sueños, con la cabeza en la almohada y las piernas metidas acurrucadas contra su cuerpo.

"Oh, cariño, te estás haciendo tan grande." Ella susurra, a su mente vienen de nuevo los primeros días cuando era un recién nacido, un bebé pequeño que dependía de ella. Ahora él tiene dos años y ella realmente no sabe dónde se han quedado esos dos años. Ella se inclina y le da un besito en la frente, respirando su olor.

"Antes de que nacieras, tu padre quería una niña." Ella comienza, a pesar de que él no puede oírla. "Dijo que quería una niña de ojos verdes y pelo largo para poder jugar a princesas con ella. Yo quería un niño. Un niño que pudiera llevar al parque y que no tendría miedo a caerse al suelo. Nunca estamos de acuerdo en nada, ¿verdad?"

"Y entonces llegaste. Y mamá y papá realmente te adoraron." Ella le pasa la mano por el brazo, antes de terminar. "Te quiero mi niño pequeño."

Con un último beso a su cabeza, se levanta y se dirige a la puerta. Se detiene cuando ve a su marido, recostado contra el marco de la puerta, su cuerpo recortado por la suave luz del pasillo. Él le sonríe dulcemente y se acerca a abrazarla con fuerza. Le besa en la cabeza y le susurra en voz baja.

"Me alegra de no conseguir lo que quería ese momento." Ella inclina la cabeza para mirarlo, sus labios rozan la parte inferior de la mandíbula.

"¿Por qué dices eso?"

"Porque esta vez tengo algo mejor. Nuestro niño pequeño."

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

"¡Mami!"

Ella se despierta por la llamada proveniente de las escaleras. Se levanta de la cama, se envuelve con la bata de su marido y camina a través del estudio, la sala de estar, y luego a la parte inferior de la escalera. Mirando hacia arriba ve a su hijo, con el pelo pegado a la cara, con las lágrimas corriendo por su rostro y el pulgar en la boca mientras torpemente agarra su gato de peluche. De inmediato se acerca a él, cogiéndolo en sus brazos y abrazándolo. Él se acurruca en el hueco de su cuello, frotándose la oreja del gato de peluche contra su nariz, algo que ella hace cuando él está asustado o cansado. Se le rompe el corazón un poco cuando él está en este estado.

"¿Qué ha pasado?" Ella pregunta, avanzando hacia la cocina. La luz está encendida por lo que se apoya contra la encimera y le mueve la cabeza para tratar de obtener una mejor visión de él.

"Pesadilla" él murmura.

"¿Sobre qué?"

"Monstruos" dice, levantando la cabeza para mirar a su madre a los ojos.

"¿Podría un vaso de leche caliente hacerte sentir mejor?" Él asiente con la cabeza y vuelve la cabeza para descansar donde estaba antes de levantarla. Una vez tomada la leche y tener tres intentos fallidos para que vuelva a su propia cama, madre e hijo vuelven a la habitación principal. Su marido está sentado en la cama y le da una sonrisa cuando ella entra. Ella le entrega el niño a él y vuelve a la cama. El niño se acurruca entre sus padres, su cuerpo se enfrenta a su padre mientras su espalda se instala en el vientre de su madre.

"¿Qué pasa?" él pregunta, señalando al casi dormido niño.

"Pesadilla" responde ella, apoyándose en un codo mientras que su marido hace lo mismo.

"¿Sobre qué?" pregunta, mirando a su hijo.

"Monstruos."

"Oh."

"No creo que debas dejarle ver más películas de ciencia ficción, Rick." dice después de una pausa, encontrándose con los ojos de su marido.

"Creo que es una buena idea. Al menos, no hasta que sea un poco más mayor." Dice, estando por una vez de acuerdo. Se quedan así un rato, simplemente mirando a su hijo que está entre ellos. Están seguros de que él está durmiendo cuando escuchan una pequeña voz.

"¿Mamá?"

"¿Sí, Sam? ella responde mientras su hijo le mira con ojos cansados.

"Te quiero."

"Yo también te quiero cariño." Ella responde, besándole la mejilla.

"¿Y papá?" le pregunta, dirigiéndose a su padre.

"¿Sí, Sam?"

"Te quiero también." dice, con la voz soñolienta.

"Te quiero demasiado chico." responde, besándole su otra mejilla. Sam se da la vuelta una vez más, acurrucándose contra su madre antes de que su respiración finalmente se iguale y ellos están bastante seguros de que está dormido. Ambos se tumban, mirándose el uno al otro mientras el pecho de su hijo sube y baja.

Sus ojos están cerrados y él está bastante seguro de que ella se ha dormido cuando él se inclina para besar sus labios suavemente. Se da una grata sorpresa cuando ella le devuelve el beso poco a poco, antes de romperlo y abrir los ojos.

"Te quiero." Ella dice cansada. Él le acaricia la mejilla y la besa en la frente.

"Y yo te quiero." Él cae de nuevo sobre su almohada, sus ojos aún en su mujer.

"Buenas noches Rick". Ella dice con un bostezo, con los ojos cerrados.

"Hasta mañana, Kate." Él dice antes de dormirse.