Sacrificios que hacemos por amor (cap 4 14 de febrero)

Muy interesante, continua.

me has dejado gratamente sorprendida...espero impaciente el nuevo capitulo

Parece que Castle sacara su vena detectivesca y tendrá que averiguar que ha pasado.

Deseando leerte.

Sigue... me dejaste intrigadísima por dios q le habrá pasado a Kate?
Continua

sigueee!!!!! Nos dejas con la intriga que le pasara a kate??

Me encanta. Por favor, continúa lo más prono posible. Está estupendo.

genial el relato esta muy intrigante sigue pronto con algun trozo mas

Mil gracias a todos, me alegro que os guste la idea. Aquí os dejo otro trozo.

Capítulo 3
Kate se removió inquieta, en aquel mugre colchón, por enésima vez aquella noche. No sabía qué demonios pasaba pero se encontraba inquieta. Quizás ellos habían decidido volver a golpearla después de algún tiempo de paz.
No era capaz de determinar cuánto llevaba allí encerrada. Pero creía que habían pasado algunos años ya. Su hija estaría preciosa, la añoraba, los escasos días que había podido tenerla junto a ella le habían dado la fuerza necesaria para aguantar un poco más.
Estaba segura de que sus captores tarde o temprano cometerían un error y ella podría escaparse.

Dio un par de vueltas más y volvió a recordarlo todo.

Cuando abrí los ojos la cabeza me estallaba. Lo último que recordaba era estar saliendo del loft de Castle para ir a la comisaría. Habíamos pasado una noche de San Valentín inolvidable, él tenía reuniones con su editorial y nos había costado un mundo separarnos aquella mañana. Mi vida era total y completamente idílica junto a aquel hombre.
Y después todo lo demás era como una nube. Conocía la sensación, no era la primera vez que le pasaba, la había drogado.
: Por fin despiertas- las voz de un hombre me hizo sobresaltar.
K: ¿Quién es usted? ¿Qué quiere de mí? Soy detective de la policía de Nueva York, esto que está haciendo es ilegal.
: ¡Cómo si me importara!, no vas a salir de aquí.
K: ¡¿Qué me ha hecho? ¿Qué quiere de mí?
: Richard Castle.
K: ¿Qué pasa con él? ¿Dónde está? ¿Qué le ha hecho? Como le haya puesto una sola mano encima le mataré.
: ¿Qué le he hecho yo? ¡No!, di mejor ¿qué vas a hacerle tú Kate? Vas a abandonarle para siempre.
K: ¡NO!- de mi garganta no podía salir ningún otro sonido, yo no abandonaría a Castle, jamás lo haría.
: Escúchame bien porque solo te lo diré una vez: quiero que sufra, quiero que llore, porque matarle simplemente no es divertido, quiero que lamente cada día el estar vivo y tú me ayudarás porque, ¿sabes qué pasará si no lo haces Kate?
K: No puedes obligarme a hacer nada que no quiera, ¡NADA! Castle se dará cuenta de que he desaparecido y él y nuestros compañeros me encontrarán…
: Ellos no te encontrarán nunca..
K: Pues me escaparé.
: Escúchame Kate, deja de hacerte la valiente, ¿sabes qué pasará si te escapas y llegas hasta Castle?
K: Qué juntos acabaremos contigo.
: No, más bien que secuestraré a su preciosa hija, la violaré y después la mataré y le haré saber que estuvo en tu mano salvarla y no quisiste hacerlo, ¿crees que eres más importante para Castle que su hijita? ¿o qué su madre? Porque a ella también puedo hacerle daño y decirle que ha perdido a su familia por tu culpa, él se volverá loco, te matará o se suicidará o vivirá atormentado el resto de su miserable vida. ¿Lo captas?
K: No puedes hacerles daño, ellas no tienes nada que ver con esto.
: Solo tú puedes salvarlas Kate…te quedas aquí tranquilita y no me das problemas, y las otras mujeres de Castle estarán a salvo- veo como se acerca hasta un monitos de televisión y lo enciende sin que pueda verle la cara por la oscuridad del sitio- Ves- me dijo señalando al monitor donde se veía a Martha y Alexis saliendo de una tienda- Las tengo vigiladas, haces algo que no me convenga y ellas morirán.
K: Está bien…- respondí algo se removió en mi interior yo no era de las que se rendían. Pero Alexis y Martha eran lo más importante en la vida del hombre al que amo.
En ese momento había entendido cuando mi padre decía que habría dado su vida por la de mi madre, nunca pensé que pudiera sentir ese amor tan desinteresado, tan intenso como para dar tu vida por la de la otra persona. Pero por Castle lo sentía, haría lo que fuera posible por él, por eso decidí aceptar ese cruel trato. Él se superaría que yo le abandonara, pero nunca perder a su hija por mi culpa.
Unas horas más tarde apareció una mujer, su voz me resultaba familiar pero aquel hombre me había vuelto a pinchar algo y estaba otra vez aturdida.
Pronto empecé a sentirme mal. Tenía náuseas y la escasa comida que me dejaban esos dos me sentaba fatal y terminaba vomitando. Les escuché hablar algo de un médico, pero el hombre se negó. Me sentía extraña. Algo no estaba bien en mi cuerpo. Súbitamente recordé algo. Unas semanas atrás, Castle y yo en su casa después de un caso horrible que nos había tenido peleados durante días. Rick salió antes que yo de la comisaría y me esperó con una cena de reconciliación, que no nos comimos, y un regalo que no abrí porque nos vimos arrastrados por una ola de pasión abrumadora, no llegamos ni a su habitación y no habíamos usado ningún tipo de protección…todas las piezas encajaron de golpe.
No pude controlar los sollozos que salieron de mi garganta, no podía ser. Yo había dejado de tomar anticonceptivos unos días antes porque había pensado proponerle a Castle que tuviéramos un hijo, nunca llegué a hacerlo pero, había pasado.
Cuando mis captores llegaron a darme mi dosis diaria de tranquilizantes, les encaré, les dije mis sospechas sobre lo que pasaba con mi salud. A ella le horrorizó la idea, pero a él le pareció que con eso tendrían un arma más para tenerme manipulada.
: Y piensa el daño que le haría a Castle…
: Está bien.
Desde ese momento dejaron de darme palizas y de administrarme drogas. Mi mente se volvió clara otra vez, e intenté pensar un plan para poder hacer algo. En mi naturaleza no estaba rendirme.
Pero entonces pensaba en Castle abatido por la muerte de su hija y eso me frenaba, al mismo tiempo pensaba en mi propio hijo, también suyo, no podía arriesgarme a que le pasara algo.
Los meses transcurrieron lentamente para mí, hasta que llegó el día del nacimiento. Sentí un dolor horrible que atravesó mi cuerpo en dos. Sufrí, muchísimo, fue un parto largo y doloroso y con la ayuda de una comadrona que ellos me habían llevado.
Pensé que tal vez me llevarían a un hospital y allí podrían ayudarme a escapar pero no fueron tan bondadosos.
Cuando aquella mujer puso a mi hija sobre mi pecho y ella abrió unos grandes ojos azules mirándome tuve la sensación de volver a estar frente a frente al hombre que amaba. La niña era preciosa, grande, de ojos azules y pelo castaño, la mirada y la sonrisa idénticas a las de su papá.
K: Hola pequeña, eres tan hermosa, te parece a él, ojalá que seas como tu padre en todo, porque es un hombre maravilloso, me gustaría tanto que pudieras conocerle, te llamaré Alexandra, sé que le gustaría.
: ¡Kate, Kate! Así que por fin has tenido a la pequeña Castle…!vaya! sí que se parece a Richard, le encantaría …pero no va a conocerla jamás, y ella a él tampoco, tendrá que conformarse con esto- y sin más me dejó sobre la mesilla un libro, pero no uno cualquiera, el último libro de Nikki Heat- Dicen que no escribirá más, que está hundido y le ha costado muchísimo acabar este, el final es tan feliz y que da asco, a sus seguidores no les gustará- aquella mujer desapareció de nuevo.
Tomé el libro entre mis manos con devoción, ningún libro escrito por Castle sería malo, eso jamás. Abrí la primera página y leí una dedicatoria que me paró el corazón: “A mi musa, la mujer que amo, estés donde estés, te amaré, SIEMPRE”.
Las lágrimas salían de mis ojos sin que pudiera, ni quisiera pararlas, al pesar de todo, de que él creía que le había abandonado, me seguía queriendo, y lo haría siempre.
Ignoré el resto del libro y me fui directamente hasta el final. Era sin duda precioso. Con Alexandra recostada sobre mi pecho leía una y otra vez la el último párrafo:
Nikki caminó hasta el altar donde Rook la esperaba, dirigió una mirada hacia Margaret, o más bien hacia la pequeña personita que la miraba desde los brazos de su abuela, su pequeña Alexandra, presenciaba atenta la boda de sus padres. Todo pasó muy rápido, y cuando el cura dijo: os declaro marido y mujer, y ellos se besaron, el resto del mundo desapareció.
R: Te quiero Nikki, SIEMPRE
N: Yo también te quiero Jameson, para siempre.
La aguerrida inspectora Nikki Heat había conseguido el amor de mano de aquel periodista que decidió un día perseguirla para escribir un artículo, ¿quién lo iba a decir cuando todo empezó?
K: ¡Oh Alex! ¿lo has oído? Él te quería, aún sin saber que existías, él escribió el final de nuestros personajes pero es un sueño, un deseo de lo que él quería: a nosotros juntos y una hija de ambos.
Cada día leía para mi pequeña el final de la historia de Nikki Heat, eso me hacía sentir más cerca de Castle. Le echaba tanto de menos.
La niña me aportaba algo de felicidad, algo de tranquilidad, pero pronto decidieron que un bebé suponía muchos gastos y que tenerme tan despierta no era buena idea.
Me obligaron a abandonar a mi hija, un día, después de más de un año de reclusión, me llevaron en una furgoneta con cristales tintados y un pañuelo en los ojos hasta la casa de mi padre y dejé a mi pequeña Castle abandonada, como antes había hecho con su padre. Por amor, por salvarla.

Kate no sabía decir cuánto tiempo había pasado desde aquello, un años, dos, tres, cuatro…Aquella mujer había vuelto a llevarle un libro de Castle, y le había dicho que le había costado mucho tiempo volver a escribir, y que se notaba que estaba deprimidísimo, que solo escribía porque necesitaba el dinero para mantener su nivel de vida, y que aquella era su novela más oscura y sangrienta.

De la misma forma que había hecho la vez anterior leyó directamente la dedicatoria: “A mi hija y mi madre, las mujeres de mi vida que me han sacado de la oscuridad y como siempre… A mi musa, la mujer que amo, estés donde estés, te amaré, SIEMPRE”.
Castle no la odiaba, después de tanto tiempo él aún la quería. Aquellos días sentía que algo había cambiado, era como un presentimiento.

Sigueeeeeeeee, ¿quién es ahora esa mujer que también la tiene secuestrada?

Por favor que den pronto con ella o que consiga escapar.

Continúa pronto.

Ainss esta historia me tiene muy enganchada, espero que puedas continuar pronto, y por favor que Kate no sufra más, continúa.

Esta perfecto, me gusta, sigue.

Te lo digo la historia me necanta

Me encanta Zeny!!! Espero que continúes muy pronto a ver qué pasa con Kate!!

cada vez mas interesante a ver como sigue espero la continuacion

¡ooohh por dios no hagas sufrir a Katee!
me ha gustado este capitulos y hasta se me han escapado unas lagrimas
esto cada vez se esta poniendo interesante así que estaré esperando la conti

Esta historia cada vez es mejor Zeny, me gusta mucho.
Me da mucha pena de Kate, ver lo que ha tenido que sufrir porque no le hicieran daño a Castle y a su hija.
A ver como sigue la historia. Espero que lo puedas continuar pronto

Genial Zeny

Intriga asegurada contigo... que enganche... espero que puedas sacarnos de dudas cuanto antes.

Me huele a 3ax, y alguna ex, él por el odio a Castle y ella por envidia a Kate, pero aunque no sea así, me da igual................... sigue pronto y vamos a ver dónde nos lleva este hilo, pues me imagino que el ovillo tienen que ser de lo más enrevesado..........pero que sea enrevesado, no tiene por que ser sinónimo de extenso, VERDAD, porque si esto se alarga, creo que no lo voy a poder soportar. Muy bueno y estupendo comienzo, pero sigue pronto........

WOW me dejaste intrigadisima con este ultimo capi
quien sera la persona q tiene secuestrada a Kate
Continua Zeny!!!

Por favor sigue pronto

continua pronto pobre Kate es un fic encantador

Continuaaaaa.

Muchísimas gracias y siento muchísimo el retraso. Causas externas a mi voluntad. Espero que os guste, la verdad es que me he metido en este lío del que ahora no tengo muy claro cómo salir.

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Capítulo 4
Castle caminaba de un lado a otro del loft como un león enjaulado, desde el sofá Martha y Alexis se miraban preocupadas. Les había costado mucho tiempo sacarlo de la depresión por el abandono de Kate y temían que el encuentro con Jim y esa idea de que la niña que había visto era su hija volvieran a desestabilizarlo.
M: Richard, cielo, no tienes pruebas, no puedes demostrar nada y si Jim Beckett te dijo que es la nieta de su esposa, lo es, siempre fue un hombre muy íntegro.
C: ¡Pero es que no me escuchas madre! ¡Esa niña es igual a mí de pequeño!
M: ¿Por qué tiene el pelo castaño y los ojos azules? ¡Cuántas niñas no habrá por ahí con esos rasgos y no creo que sean todas hijas tuyas!
A: La abuela tiene razón papá, si esa niña no hubiera ido con el señor Beckett no habríamos reparado en ella, todo tiene que ser casualidad.
C: Vosotras no lo entendéis...yo soy padre ¿vale? Sé lo que se siente por un hijo, y sé lo que sentí con esa niña.
M: Lo que habrás querido sentir
C: ¡NO! – gritó- Me estáis sacando de mis casillas las dos.
A: Papá, tranquilo, a decir verdad yo también sentí algo muy bonito cuando estuve con ella…quizás tenga razón abuela.
M: Alexis no alimentes su fantasía.
C: ¡No es una fantasía! ¿Por qué no quieres creerme?
M: Acabas de decir que sabes lo que siente un padre porque lo eres, pues yo sé lo que se siente al ser madre y ver a tu hijo destrozarse la vida por una persona que se largó sin pensar en las consecuencias, simplemente no quiero volver a verte sufrir Richard.
C: Siempre he pensado que Kate se marchó por algo, la obligaron o se asustó porque nuestra relación iba demasiado en serio, quizás descubrió el maldito anillo de compromiso que le compré y eso la trastornó porque aún era pronto, o a lo mejor fue el embarazo lo que la asustó, o le pasó algo horrible, mamá, tengo que buscarla.
M: ¡Lo hiciste! La buscaste durante más de un año, invertiste mucho tiempo, dinero y la poca cordura que te dejó su marcha y no la encontraste cielo- Martha le abrazó intentando calmarle un poco, como cuando era un niño y tenía una rabieta por algo- Ella no se fue porque la asustaras, ni porque estuviera embarazada y no supiera afrontarlo, sé fue y ya está, nunca sabremos sus motivos, olvídate de Jim Beckett y de esa niña y sigue con tu vida.
A: Nosotras estamos aquí para ti papá, siempre lo estaremos.
C: No lo entendéis, no conocéis a Kate como yo…-respondiendo abrazándose más fuerte a su madre, y las dos recordaron que esa discusión la habían tenido mucho tiempo atrás, esa fue la frase preferida de Castle durante mucho tiempo.
El sonido del teléfono les sobresaltó a todos. Castle abrió el mensaje y Martha y Alexis notaron enseguida la creciente ansiedad en su cuerpo.
A: ¿Quién es papá? ¿Algo va mal?
M: Richard querido…
C: Es Jim Beckett- dijo mostrando el mensaje: Castle soy Jim, tengo que verte, pero por favor que sea de una forma discreta, hay mucho en juego. Me pasaré por el centro comercial en tu próxima firma de libros, haremos como que nos encontramos por casualidad. No intentes escribirme, ni llamarme, voy a deshacerme de este móvil en cuanto envíe el mensaje.- ¿Veis? Algo raro pasa aquí y tiene que estar relacionado con Kate y esa niña.
M: Está bien, Richard, ve a ver para qué te quiere ese hombre, si estás empeñado en algo es mejor estar de tu parte que en tu contra.
A: Mañana saldremos de dudas.

Kate se sentía nerviosa, no sabía muy bien porqué pero algo no estaba bien. Quizás le habían dado menos drogas de las habituales, quizás más. Su captor apareció por la puerta sonriéndole con superioridad. Aún recordaba el día que había descubierto quiénes la tenían retenida. De ella podía entender que lo hubiera hecho movida por los celos, o por alguna extraña y retorcida idea de que Kate le hubiera robado a su hombre, pero ¿de él? Jamás se lo hubiera imaginado. ¿Por qué quería hacerle daño a Castle de esa manera tan ruin?
: ¿Sabes qué ha hecho tu padre? ¡Se ha puesto en contacto con Castle!
K: No, eso no puede haber pasado.
: Pues lo ha hecho…¿sabes lo que supone eso? Te lo advertimos Kate…
K: Seguro que es por otra cosa, él no va a contarle la verdad sobre nuestra hija, estoy segura de que no…habrán coincidido por casualidad.
: ¡NO CREO EN LA CASUALIDAD!- le gritó y le dio un puñetazo que la dejó aturdida por momentos- ¿A quién quieres que mate primero? ¿Alexis? ¿Martha? ¿O tu pequeña mocosa? Justo después de que Castle sepa que es suya también claro sino no tendría gracia…
K: Por favor no, no…
: Elige Kate…
K: ¿Por qué no a mí? Total, ya me tienes aquí y mi muerte también haría mucho daño a Castle, piénsalo…no me ha buscado, le matará el remordimiento.
: Tu eres la última en mi lista de posibles muertas…primero tiene que saber que por tu culpa ha perdido todo lo que quiere…después te mataré a ti, así que no desesperes tu turno también llegará.
K: ¡Escúchame bien escoria! NO VAS A HACER DAÑO A NADIE, NO VAS A ACERCARTE A NINGUNA DE ELLAS ¿ME ENTIENDES?- le encaró, sintiéndose fuerte- Porque si lo haces te juro que no sé cómo lo haré pero te arrancaré el corazón y las entrañas.
: ¡Oh! Santa Kate…eres increíble…mantendré vigilado a tu padre muy de cerca y como se vaya de la lengua con Castle… ¿sabes qué haré? Traeré a la pelirroja aquí, sí, seguro que su hija Alexis le dolerá más, al fin y al cabo, los seres humanos estamos preparados para sobrevivir a nuestros padres, pero no a nuestros hijos, o eso dicen, y a la mocosa…tampoco creo que le tenga tanto cariño cuando acabe de conocerla ¿no crees?.
Kate pensó que aquel mal nacido no conocía lo más mínimo a Castle, ella estaba segura que amaría con fuerza a su pequeña desde que supiera que era su hija, de los dos.

En el centro comercial era la primera vez en toda su carrera como escritor que Castle firmaba ejemplares sin ni siquiera pararse a pensar qué ponía en las dedicatorias. Normalmente sonría a sus fans e intentaba encontrar alguna frase original y les agradecía que estuvieran allí por él, algunos repetían incluso. Pero no hoy, tenía la cabeza en otra parte y se limitaba a un: “Con cariño, Rick”.
Jim Beckett dio un par de vueltas al stand donde Castle firmaba los libros para que él le viera y supiera que estaba allí. Richard le hizo un guiño de ojos y al acabar se reunieron en la cafetería.

C: ¿Y bien?
J: Richard necesito que estés muy tranquilo, y me escuches, por favor.
C: Adelante.
J: Antes que nada que sepas que es cierto que no sé dónde está Kate, pero sí que te mentí con respecto a Alexandra…lee esto por favor- le tendió la carta que años atrás había encontrado en el capazo donde su nieta dormía.
C: ¡Sabía que algo había tenido que pasarle!.
J: Encontré a la niña en mi puerta cuando tenía tres meses, en principio pensé que la habían abandonado allí al azar, tal vez unos padres adolescentes, o una prostituta o…no sé, cualquiera cosa menos la posibilidad de que fuera hija de Katie, cuando leí la carta se me partió el corazón.
C: Tengo que encontrar a Kate…pero no sé por dónde empezar, pagué cientos de detectives privados cuando desapareció y no encontraron nada Jim, te juro que la he buscado con todas mis fuerzas.
J: Lo sé y te lo agradezco...a juzgar por esa carta creo que debes empezar a pensar en tus enemigos…sea quien sea tiene que ver contigo, o puede que con ambos, metisteis a muchos en la cárcel juntos.
C: Sí, hablaré con los chicos en la comisaría para que me ayuden, elaboraré una lista, la encontraré aunque me cueste la vida.
J: Temo que sepan que hemos hablado, tengo miedo por Alexandra.
C: Os sacaré de aquí, tranquilo, os mandaré lejos, a todos, a ella, a ti, a tu esposa, a Alexis y a mi madre, nadie os hará nada malo te lo prometo y te prometo también que traeré a Kate de vuelta a nuestro lado.
J: Gracias.
C: Cuéntame algo de mi pequeña…por lo que pude ver el otro día es muy espabilada.
J: Y lista, me recuerda mucho a Kate de niña, tenaz, valiente y cabezota, pero ella siempre fue una niña seria y Alex es todo simpatía y gracia, eso debe haberlo heredado de ti, además de que físicamente se te parece mucho, y tiene mucha imaginación.
C: Sí mucho…!Dios! no sabes cuánto desee pedirle a Kate que tuviéramos un hijo cuando estábamos juntos…
J: Tu deseo se concedió.
C: Pero no en la forma en la que quería…pero todo eso da igual ya, ahora lo importante es poneros a salvo, encontrar a Kate y que recuperemos nuestra vida, ¿qué sabe Alex de nosotros?
J: Nada, la versión oficial es que sus padres murieron en accidente de tráfico al poco tiempo de ella nacer, eso es lo que le hemos dicho, que sus papás están en el cielo y que ella es la niña más afortunada del mundo porque ellos porque son ángeles.
C: Es…triste- sin más se despidieron, Castle le dijo a Jim que le mandaría una dirección con un mensajero para que fuera con su esposa y la niña y Jim le dijo a él que no se fiara de nadie, absolutamente de nadie, cualquiera podría estar detrás de todo esto.

Pues cumpliendo hasta el final como está mandado. No nos iras a dejar a la mitad verdad? Pero si, reconozco que subir un fic, cuesta mucho tiempo que hay que quitarselo a otras cosas y a veces no se puede.

El capítulo te ha quedado muy bien, continúalo si puedes, y si no, pues no pasa nada.