I'm your Captain / Closer to Home

Los primeros rayos de luz se colaron por las cortinas de mi cuarto estaba renuente a levantarme quería disfrutar de un poco más del olor de mis sabanas, un día antes había cambiado el juego de mi cama y era una delicia estar acostado ahí, me tape lo más que pude y cerraba mis ojos con mucha fuerza; Estaba ya entrando en un sueño profundo cuando el maldito sonido del celular me despertó, lo tome con mi mano queriéndolo azotar en una de las paredes de mi habitación cuando la imagen que mostraba el teléfono me hizo ponerme nervioso y conteste con mi voz clásica, al escuchar su voz al otro lado de la línea me levante como si un resorte de la cama me hubiese aventado. Como pude salí volando de mi casa después de 30 minutos en los cuales me bañe, me vestí, me puse loción, saque la libreta de contactos que podíamos utilizar para la mudanza y salí con dirección a su hogar.

Su padre me abrió la puerta al verlo nos saludamos como buenos amigos, el sabía una verdad que yo ignoraba en ese momento pero con el paso de los días descubriría. Jim me recriminaba el porqué dejaba a su hija se fuese a Boston, por un momento negué que yo tuviese algo que ver en su decisión, pero le hice ver que era una excelente oportunidad para su hija y que estaría alejada de los problemas, ella estaría detrás de un escritorio coordinando una comisaría y no persiguiendo a los malos, Jim empezó a reír al principio pensé que estaba loco cuando me palmeo en la espalda y me dijo que estaba jugando hizo que me relajará más, pero en el fondo estaba nervioso de todo lo que sucedía.

Kate estaba tan radiante como todos los días, al verme se acerco a mi y me abrazo, fue tan fuerte el abrazo que mis huesos crujieron al sentirlo, reíamos como niños me dijo al oído, “Cada vez estamos más viejos verdad Castle”, el color rojo salio por mis mejillas ella tenia verdad ya no era un jovenzuelo pero tampoco era un anciano decrepito o si, me extendió un taza de café recién hecho por ella, tome mi teléfono al igual que ella, mientras yo hablaba con mis contactos y mudanzas, ella hacia cambios en su correspondencia, después de casi 1 hora que estábamos al teléfono, Jim estaba vaciando el contenido del refrigerador, por la cara que tenia su hija era criadora de hongos en las comidas, por cada recipiente que abría hacía gestos de querer vomitar o los aventaba al instante a la basura, me reía por lo bajo de ver su cara pero de vez en cuando me acercaba los restos que comida y yo pega chicos brincos de ver los hongos y el olor que emanaba, Kate nos miraba como a unos chiquillos pero de vez en cuando se ponía roja, estábamos indagando en su intimidad, cuando el refrigerador que limpio de cualquier entrepaño los tres nos reunimos junto a la puerta y lo desconectamos, era un sentimiento de desolación que se sentía en el ambiente.

Un amigo que era dueño de una mudanza estaba libre en la semana y nos podría ayudar con las cosas, el paquete que le contrate era uno de los más completos, cada mueble y cualquier cosa que se fuese a transportar lo haría forrado de plástico esto garantizaba que seria con los mejores cuidados, cuando le dije esto a Kate y Jim pensaron que el costo sería extremadamente elevado y que no lo podrían pagar, negué que fuese un cobro excesivo ninguno tendría que desembolsar nada, había intercambiado una copia de mi libro autografiado y una foto de mi amigo con Kate como Nikki Heat, al terminar mi dialogo Kate se paro cerca de mi queriéndome golpear, corrí tratándome de esconder de sus manos, pero me gritaba que cancelara el trato, que mejor ella contraria otro servicio, Jim ayudo a calmarla sabia que el trato era bueno, “Katie anda Castle esta ayudando, su amigo vendrá por todo y lo llevara a Boston, cuando llegues allá todo estará acomodado no tendrás que preocuparte por unos días de lo más pesado”, esto la tranquilizo pero con paso decido puso su dedo cerca de mi nariz pensé que me la apretaría como su deporte favorito pero solo sentí la punta de su uña. “Quiero que te quede claro Castle solo me tomaré una foto con el y le firmare tu libro, pero nada más”.

Empezamos por la cocina, lo que no era alimento perecedero iba directamente a un contenedor que daríamos a una institución de beneficencia, lo demás lo acomodamos en cajas con la leyenda de alimentos, pero por la cara de Kate todo lo entregaríamos.
- Soy capaz de que acumulo nuevamente un sin fin de hongos en la comida, mejor entregamos todo, pero que comeremos al rato… teníamos 3 cajas con alimentos en los pies, aun faltaba acomodar media cocina.
- Katie no te preocupes en lo que ustedes dos arreglan la cocina yo voy por algo de comer, porque a esta hora ya hace hambre y necesitamos algo de beber por que no hay nada en esta casa… volteamos a ver y efectivamente no había nada en el refrigerador o en la alacena, me pareció buena idea así podría platicar con Kate. Su papá le cerro el ojo y a mi me hizo la señal de que se la cuidara mucho.

Me acerque hacia ella se veía tan desconsolada, le pregunte si estaba todo bien al principio me evitaba la respuesta pero como no me moví de mi lugar unas muecas de tristeza emanaban de su rostro, “Porqué eres tan bueno conmigo, cómo es que no sientes tristeza de mi partida, cómo logras hacerte el fuerte ante la adversidad”, esas preguntas me las hizo como si de mi dependiese el hecho de que no se fuese. Lo único que pude decirle que me diera una semana donde cambiaria la perspectiva que tenia de todo lo nuestro, al principio no entendía a que me refería pero se lo explique como salio de mi corazón.
“ Dame la oportunidad de hacerte cambiar de opinión con respecto a tu partida, yo se que allá te ofrecen un excelente trabajo y todo lo demás, pero aquí tienes todo amigos, familia, trabajo y a mí, que desde que te conocí algo sentí una fuerte conexión que hasta ahora supe a que se debía, si te vas perderé a mi mejor amiga y a la mujer de la que estoy enamorado, si estos últimos días tu no sientes lo mismo por mi o por la ciudad donde creciste y tus amigos, yo mismo hago el viaje a Boston y te ayudo a instalar ”, mis palabras la tomaron por asalto no imaginaba que lo que le proponía, ni las múltiples alternativas que había del plan, se alejo de mi y con sus ojos vidriosos de las lagrimas que querían escapar negó con todas sus fuerzas, “Porqué hasta ahora Richard”, solo atine a decir “Porque te amo” pensé que nos uniríamos en un beso sin precedentes, sin embargo el plan era la mejor opción.

Terminamos de desconectar todo los aparatos electrodomésticos de la cocina, aun no pronunciábamos palabra alguna, hasta que uno de los aparatos hizo que ambos quedáramos palmo a palmo fue cuando sus palabras llenaron ese vació que se había formado con su silencio, “Esta bien Richard acepto el reto, si de aquí al día que salga el avión he cambiado mi decisión de irme, me quedaré gustosa de ser una más en tu lista de conquistas, pero si no logras tu cometido, iras conmigo a Boston y me ayudaras a instalarme como lo prometiste aceptas” le estire mi mano en señal de cerrar el pacto, ella hizo lo mismo y nuestras manos cerraron el trato.

Jim no tardo mucho cuando llego estábamos de lo más relajado lo que empezó como un Triste Lunes, ahora se había convertido en un Lunes de Locos, su papá llego con pollos a la leña con unas ensaladas y dos paquetes de cerveza, comimos una de las comidas más memorables platicamos de todo un poco, pasamos por viejos casos, amores perdidos, inspiración de libros, firmas de libros, conforme avanzo la tarde noche las cervezas hacían efecto en nosotros, Jim se sentó en uno de los sillones mientras nosotros quitamos todos los libros que estaban en los estantes, por primera vez vi una colección de mis libros en un estante que no pertenecía a una librería o a mi colección personal, tome uno al azar y al abrirlo vi estampada mi firma y una dedicatoria un tanto fria, cuando me vio que lo hojeaba me lo quito rápidamente de las manos alegando que estábamos ahí para acomodar no para leer, uno por uno los fui poniendo en una caja, pero lo que ella no sabia es que en la segunda hoja plasmaba una vez más mi firma y le dedicaba una pequeñas palabras de aliento además de declararme como su Fan.

Una vez que terminamos de acomodar todo en cajas, estábamos exhaustos del trabajo del día, Jim estaba totalmente dormido en el sofá, pero la cocina y la sala ahora era un mundo de cajas con todo dentro, abrimos las dos ultimas cervezas y nos sentamos en el piso como si fuésemos unos jóvenes en casa de los padres, sin hacer ruido y en voz baja me pregunto como lograría hacerla cambiar de opinión, “Para mi aun es difícil decir lo que siento, mi corazón ha sido un lugar frío pero desde que tu estas en él todo cambio, ahora que te vi partir sentí como se despedazaba a lo mejor es la rutina de vernos todos los días”, cuando dije esto ultimo abrió lo ojos de par en par, “ te dije que me dijeras como harías para que yo cambiase de idea, no que me dieras armas para irme, en serio RUTINA, entonces eso de que estas enamorado de mi fue una estúpida línea que se te ocurrió en el momento”.

Di un trago rápido a mi cerveza y me puse enfrente de ella en cuclillas, lo nuestro no es Rutina eso lo remarque muy bien “Me siento como un enamorado cuando estoy frente a ti, trato de buscar cualquier pretexto para que me notes pero siento que a veces no soy lo suficientemente bueno para ti, he sacrificado mi vida por tu bienestar en un sin fin de locuras, esto no es un reproche ni es el caso pero he estado a tu lado en los momentos más fuertes de tu vida, y si eso es rutina, entonces el amor que siento por ti es parte de mi rutina de querer tener un lugar en ese corazón tuyo”. No creo que la haya convencido al 100% porque se levanto, me dio una palmada en la espalda, un beso en la mejilla, la velada había llegado a su fin su linda cara presagiaba el hecho de que debía irme de ahí, tome mi chaqueta que reposaba en el sillón, me despedí dándole un beso en la mejilla y salí por la puerta, camine unos pasos y me detuve en la pared, todo había ido perfecto y ahora estaba yo con dejo de desesperanza muy grande en mi corazón.