Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
+11
Zeny_Mackenzie
castleaddictedforlife
caskett mola
Inara
silvanalino
qwerty
castle&beckett..cris
Teresita_yocastle$$NYPD
Beckett_Castle_Alba
chelcas
marypaz
15 participantes
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 1 de 3.
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
Bueno después de haber leído unos cuantos fics, super cortos y super divertidos... muy buenos quizás este lo encontreis aburrido, por ser tan clásico. En contra de lo que es habitual en mí, me ha salido más largo de lo que esperaba.
Bien ya no digo nada más, espero vuestros comentarios.
TITULO: Castle en verdaderos apuros (1ª parte)
ESCRITO POR: marypaz
Richard Castle está ante el ordenador, intentando escribir sobre la nueva novela que ya tiene empezada. Ha puesto unos apartados para tener una plantilla y seguir la trama.
Pero su mente está dispersa en todo lo sucedido en la última semana. No puede quitar de su cabeza lo ocurrido la noche en que Kate llegó a su casa completamente mojada, en cuanto la vio en el dintel de la puerta supo que algo le ocurría.
Pudo ver en aquel rostro enmarcado por los cabellos chorreando agua, una súplica.
Un perdón.
Y cuando respondió a la pregunta “¿Beckett qué quieres?” La respuesta “A ti” Le dejó tan sorprendido y paralizado, que en un primer momento no supo como reaccionar, se sentía aturdido al verla allí enfrente con la mirada suplicante. Ella buscó sus labios, mientras le pedía perdón.
Aquel momento fue mágico. Y los dos fueron conscientes de ello.
Al recordarlo, sintió que todo su cuerpo se tensaba. Tenerla entre sus brazos, completamente abandonada a él, fue el mejor regalo de su vida.
Kate por fin se había rendido a la evidencia. Aceptaba lo que sentía por él.
Si por unos momentos tuvo la sensación de haber hecho el ridículo al decirle que la quería profundamente, que deseaba protegerla de todos los peligros que la rodeaban si seguía hurgando en su pasado, todas aquellas sensaciones desparecieron por completo al darse cuenta que Kate había ido en su busca. Fueron sus labios los que buscaron su boca, en una entrega apasionada y profunda.
Aquel cuerpo deseado desde tanto tiempo atrás, por fin lo tuvo volcando en él sus deseos.
Esa era la imagen que por más que quería borrarla, no le era posible, y se daba cuenta de la inmensa felicidad que le proporcionaba poderlo recordar todo sin excluir ningún detalle.
Lo que siguió a aquella apasionada caricia, fue lo que había soñado en aquellos cuatro largos años.
Se amaron de la única manera que pueden hacerlo dos personas completamente unidas no sólo por el deseo carnal, intervinieron aquellas palabras dichas en voz baja, notando en sus oídos el suave roce de su boca, que conseguían que a ambos se les erizara el vello, las caricias por todo el cuerpo fueron las que consiguieron que aquel encuentro fuera mucho más allá, de lo que podía ser un simple acto sexual. Expresaron casi sin palabras sus sentimientos, y salieron a la luz los deseos que estuvieron demasiado tiempo escondidos. Fue algo realmente increíble.
Castle desde aquella noche, no había dejado de pensar en lo sucedido. En la manera que llegaron a conocerse profundamente en todos los aspectos. No sólo, quedó patente la parte física, demostraron sin dejar dudas, que estaban dando y recibiendo amor, con el disfrute que ello representaba para una pareja de enamorados.
Cerró los ojos y suspiró al recordar la escena.
Cuando los volvió a abrir miró la pantalla del ordenador, no había avanzado nada en su novela, parecía como si la mente se hubiera cerrado a todo lo que no fuera aquel encuentro apasionado.
Apoyó los codos sobre la mesa, dejando la cabeza en sus manos, mientras perdía su mirada en el ordenador, que continuaba exactamente igual que cuando se sentó allí, mucho antes. Las musas no acudieron en su ayuda, ni una sola frase se reflejaba en el fondo blanco de la pantalla.
Kate y él tenían un dilema que resolver. Enfocar su vida bajo otras maneras diferentes a las que habían usado en los cuatro años que se conocían Destacaban sin duda los últimos meses llenos de altibajos entre ellos. Debían decidir si hacían pública su relación, o bien optaban por aparecer ante los demás, como lo habían hecho hasta ahora. El problema era sin duda, que durante aquel tiempo la Comisaría había sido su punto de reunión, y esto de momento no parecía posible, al haber renunciado ella a su placa y a su grado de inspectora y policía.
Todo estaba en el aire. La vida laboral, y la de ellos dos como pareja.
Fastidiado al ver que no podía concentrarse en la novela, cerró el portátil. La casa en aquellos momentos estaba vacía. Alexis ya estaba preparando su partida hacia la Universidad. Su madre, andaba metida de lleno en los ensayos de una nueva obra. Sólo él, parecía haber perdido el norte sin saber que dirección tomar.
Decidió que saldría a pasear un poco por la ciudad, para poner en orden sus ideas, y sobre todo ahondar en el nuevo personaje que tenía ya medio dibujado su carácter. Se levantó, y estiró los brazos como si hiciera una salutación al sol, movió la cintura, hizo unas genuflexiones para desanquilosar toda la musculatura, se sentía completamente agarrotado.
Había pasado la noche en casa de Kate. Unas horas apasionadas, los dos querían recuperar el tiempo perdido, aunque de momento seguían viviendo separados, hasta que no decidieran cómo enfocar la nueva situación.
Una llamada al móvil, le volvió a la realidad, sonrió al pensar que sería Beckett, ante su asombro, vio que la llamada provenía de la Comisaría. Contestó convencido que oiría la voz de Expósito o Ryan, pero se quedó pasmado cuando oyó la voz de Gates.
Al oírla hablar, tuvo la sensación que los pies se le habían quedado clavados en el suelo, y que la garganta se le secaba. Por fin reaccionó y pudo responder.
Gates se aseguró que estaba solo en casa antes de hablarle, aunque no quiso adelantarle nada del motivo de su llamada, después le hizo saber que era urgente que se personara en la Comisaría cuanto antes. Remarcando que la entrevista era personal y confidencial.
De mala gana, pero intrigado le respondió
-. De acuerdo Jefa, enseguida estaré en la comisaría.
Castle ya iba a cortar la comunicación, cuando Gates añadió
.- Cuando entre diga a sus amigos, que ha ido a recoger ciertos papeles, a nadie le extrañará que lo haga.
Extrañadísimo buscó su americana y salió hacia el lugar, con una mezcla de miedo y de curiosidad ante lo que pudiera suceder de ahora en adelante. Que Gates le hubiera llamado era algo inesperado, - y más cuando añadió que era un caso extremadamente personal y secreto - no podía asimilarlo, y se daba cuenta que ya estaba imaginando cosas del todo improcedentes. Él, no formaba parte de la plantilla, ellos dos no eran amigos precisamente, este detalle lo sabían los dos. Por lo tanto quedaba claro que sucedía algo fuera de lo normal, para que lo llamara y además con urgencias.
Dicen que la curiosidad mató al gato. Debería ser cierto porque se sentía de esa manera, mientras daba a la llave de contacto del coche.
= = = = = = = = = = = = = == = = = = = ==
Kate Beckett estaba en su casa, pensando que aquello que estaba viviendo era como un cuento de hadas del que pronto despertaría. Tanta felicidad era imposible que fuera real.
Aún no había conseguido erradicar por completo de su cuerpo el miedo que sintió mientras estuvo colgada de la cornisa del edificio. Entonces pensó que había llegado su último momento en esta vida, ver la calle tan lejos de sus pies, y notar que las manos no tenían la suficiente fuerza para sostenerla, le hizo comprender que sólo un milagro podía salvarla, - y ella no creía en los milagros - pedía ayuda y el único nombre que salió de sus labios fue el del escritor. Lo llamó con todas sus ansias, con todos sus miedos, y también con todo el corazón de una mujer enamorada. Se despidió de su mundo, comprendía que había llegado su última hora. Iría a reunirse con su madre, al fin y al cabo, aquel proceso venia enmarcado por la misma causa. La muerte de su madre.
Después recordaba como si estuviera viendo una película, a Ryan desencajado, y a Gates que con su aspecto duro y prepotente, le estaba recriminando su arriesgada actuación, al no pedir refuerzos
Todo se había convertido en una pesadilla, recordaba tirar enfadada la placa y el revólver, diciendo que dimitía. Supo que era puro orgullo. Necesitaba dejar claro ante Gates, que en aquel asunto no quería interferencias. Pensó en Ryan y en Expósito, los dos la habían ayudado. Los encontraría a faltar, de esto estaba muy segura.
En aquellos momentos el mundo era como una pesada losa de hormigón sobre sus hombros.
Al salir de la Comisaría caminó sin rumbo, por la ciudad.
Luego la lluvia cayendo sobre ella, y a pesar del mal tiempo sus pasos fueron directos hacia los columpios donde recordó las palabras del escritor. Le llamó al móvil pero las llamadas se quedaron perdidas en el espacio porque él, no atendía al teléfono. Y más tarde, completamente empapada, el placer inmenso de descubrir hasta qué punto le quería y le necesitaba. Ya no tuvo dudas, precisaba ir en su busca y explicarle cuales eran sus verdaderos sentimientos, que si no llega a estar en peligro de muerte, quizás nunca los habría admitido. Quien sabe si los hubiera seguido manteniendo ocultos, aun sabiendo que aquella actitud ficticia le dañaba.
Después, sentirse amada y protegida de aquella manera le devolvió todo el aplomo que había perdido. Richard Castle aquella noche fue para ella, ese bálsamo que todo lo cura. Sus besos, sus caricias, y finalmente la entrega total de ellos dos, fue algo que jamás podría olvidar.
Ahora que lo repasaba no paraba de preguntarse por qué no supo ver aquellos sentimientos que Castle nunca trató de esconder, pensaba cómo pudo estar tan ciega para no darse cuenta, del amor de aquel hombre, que la estuvo protegiendo durante todo un año, que soportó sus ironías, sus desplantes, y lo hizo siempre con una sonrisa en los labios. ¿Cómo pudo estar tan ofuscada?
Tenía una nueva vida por delante, alejada de la Comisaría, a cambio podría pasar más horas junto al hombre que amaba, de eso ya no le quedaba ninguna duda.
Para no centrarse demasiado en lo que le esperaba de ahora en adelante, se dijo a sí misma que aquella nueva faceta de su vida, podría tomársela como unas pequeñas vacaciones. Después pasado un tiempo, ya vería cómo solucionaban la vida conjuntamente. Este aspecto aun no lo habían decidido.
Actualmente se sentía feliz y relajada en todos los aspectos.
Decidió que saldría a pasear, era un día laborable y no tenía nada más que hacer, algo completamente nuevo para ella.
Castle la noche pasada no estuvo a su lado, le dijo que de momento y mientras no supieran cómo decidir su relación, vivirían como hasta entonces lo habían hecho, por lo que se fue a su casa, añadiendo que quería escribir.
Entró en el cuarto de baño para arreglarse, y luego se daría una vuelta por los grandes almacenes de la zona central. Todo a partir de ahora sería diferente.
Antes de salir de su casa, le llamó al móvil, y le salió el buzón de voz. Como no tenía nada importante que decirle, cortó la comunicación, y empezó a pasear por la Avenida, fijándose en el ambiente lo que la rodeaba. Le parecía que era nuevo, antes siempre lo que miraba, eran acciones en busca de indicios de alguna pista.
Pertenecía al pasado. Ya no era policía. Se detuvo ante un escaparate con una gran luna de cristal que le devolvía su imagen.
Comprobó que su figura destacaba, alta y esbelta, pero sobre todo le llamó la atención su gran sonrisa. Era la de una mujer feliz. Con este estado de ánimos entró en la tienda, necesitaba comprarse ropa distinta a la qua había llevado hasta ahora. Quería un vestido llamativo, sin ser de fiesta, pero lo suficientemente atrevido para que cuando la Castle la viera con él puesto, no tuviera otra opción que estrujarla entre sus brazos y la besara de esa manera tan particular que sólo él, sabía hacer. Luego ya vendrían otras caricias más íntimas. Se sonrojó al pensarlas, pero no por eso dejó de desearlas con todos sus sentidos.
Por su mente en unos instantes pasaron todas las parejas con las que había mantenido una relación más o menos duradera.
Aliviada supo que ninguna de ellas, había dejado huella en su corazón.
“El chico de la moto,” como Castle le llamaba podría ser el que más se acercara a una relación estable. Lo repasó a fondo. No tenía punto de comparación, con lo que sintió aquella primera noche con el escritor.
Descubrir que Josh no había dejado ninguna huella en su vida anterior, fue como si se quitara un gran peso de encima, era bueno saber que nada se interponía entre el escritor y ella, y por supuesto este detalle le daba ánimos. Podía empezar una relación estable nueva, sin complejos de ningún tipo.
Decididamente se sentía feliz.
Continua
Bien ya no digo nada más, espero vuestros comentarios.
TITULO: Castle en verdaderos apuros (1ª parte)
ESCRITO POR: marypaz
Richard Castle está ante el ordenador, intentando escribir sobre la nueva novela que ya tiene empezada. Ha puesto unos apartados para tener una plantilla y seguir la trama.
Pero su mente está dispersa en todo lo sucedido en la última semana. No puede quitar de su cabeza lo ocurrido la noche en que Kate llegó a su casa completamente mojada, en cuanto la vio en el dintel de la puerta supo que algo le ocurría.
Pudo ver en aquel rostro enmarcado por los cabellos chorreando agua, una súplica.
Un perdón.
Y cuando respondió a la pregunta “¿Beckett qué quieres?” La respuesta “A ti” Le dejó tan sorprendido y paralizado, que en un primer momento no supo como reaccionar, se sentía aturdido al verla allí enfrente con la mirada suplicante. Ella buscó sus labios, mientras le pedía perdón.
Aquel momento fue mágico. Y los dos fueron conscientes de ello.
Al recordarlo, sintió que todo su cuerpo se tensaba. Tenerla entre sus brazos, completamente abandonada a él, fue el mejor regalo de su vida.
Kate por fin se había rendido a la evidencia. Aceptaba lo que sentía por él.
Si por unos momentos tuvo la sensación de haber hecho el ridículo al decirle que la quería profundamente, que deseaba protegerla de todos los peligros que la rodeaban si seguía hurgando en su pasado, todas aquellas sensaciones desparecieron por completo al darse cuenta que Kate había ido en su busca. Fueron sus labios los que buscaron su boca, en una entrega apasionada y profunda.
Aquel cuerpo deseado desde tanto tiempo atrás, por fin lo tuvo volcando en él sus deseos.
Esa era la imagen que por más que quería borrarla, no le era posible, y se daba cuenta de la inmensa felicidad que le proporcionaba poderlo recordar todo sin excluir ningún detalle.
Lo que siguió a aquella apasionada caricia, fue lo que había soñado en aquellos cuatro largos años.
Se amaron de la única manera que pueden hacerlo dos personas completamente unidas no sólo por el deseo carnal, intervinieron aquellas palabras dichas en voz baja, notando en sus oídos el suave roce de su boca, que conseguían que a ambos se les erizara el vello, las caricias por todo el cuerpo fueron las que consiguieron que aquel encuentro fuera mucho más allá, de lo que podía ser un simple acto sexual. Expresaron casi sin palabras sus sentimientos, y salieron a la luz los deseos que estuvieron demasiado tiempo escondidos. Fue algo realmente increíble.
Castle desde aquella noche, no había dejado de pensar en lo sucedido. En la manera que llegaron a conocerse profundamente en todos los aspectos. No sólo, quedó patente la parte física, demostraron sin dejar dudas, que estaban dando y recibiendo amor, con el disfrute que ello representaba para una pareja de enamorados.
Cerró los ojos y suspiró al recordar la escena.
Cuando los volvió a abrir miró la pantalla del ordenador, no había avanzado nada en su novela, parecía como si la mente se hubiera cerrado a todo lo que no fuera aquel encuentro apasionado.
Apoyó los codos sobre la mesa, dejando la cabeza en sus manos, mientras perdía su mirada en el ordenador, que continuaba exactamente igual que cuando se sentó allí, mucho antes. Las musas no acudieron en su ayuda, ni una sola frase se reflejaba en el fondo blanco de la pantalla.
Kate y él tenían un dilema que resolver. Enfocar su vida bajo otras maneras diferentes a las que habían usado en los cuatro años que se conocían Destacaban sin duda los últimos meses llenos de altibajos entre ellos. Debían decidir si hacían pública su relación, o bien optaban por aparecer ante los demás, como lo habían hecho hasta ahora. El problema era sin duda, que durante aquel tiempo la Comisaría había sido su punto de reunión, y esto de momento no parecía posible, al haber renunciado ella a su placa y a su grado de inspectora y policía.
Todo estaba en el aire. La vida laboral, y la de ellos dos como pareja.
Fastidiado al ver que no podía concentrarse en la novela, cerró el portátil. La casa en aquellos momentos estaba vacía. Alexis ya estaba preparando su partida hacia la Universidad. Su madre, andaba metida de lleno en los ensayos de una nueva obra. Sólo él, parecía haber perdido el norte sin saber que dirección tomar.
Decidió que saldría a pasear un poco por la ciudad, para poner en orden sus ideas, y sobre todo ahondar en el nuevo personaje que tenía ya medio dibujado su carácter. Se levantó, y estiró los brazos como si hiciera una salutación al sol, movió la cintura, hizo unas genuflexiones para desanquilosar toda la musculatura, se sentía completamente agarrotado.
Había pasado la noche en casa de Kate. Unas horas apasionadas, los dos querían recuperar el tiempo perdido, aunque de momento seguían viviendo separados, hasta que no decidieran cómo enfocar la nueva situación.
Una llamada al móvil, le volvió a la realidad, sonrió al pensar que sería Beckett, ante su asombro, vio que la llamada provenía de la Comisaría. Contestó convencido que oiría la voz de Expósito o Ryan, pero se quedó pasmado cuando oyó la voz de Gates.
Al oírla hablar, tuvo la sensación que los pies se le habían quedado clavados en el suelo, y que la garganta se le secaba. Por fin reaccionó y pudo responder.
Gates se aseguró que estaba solo en casa antes de hablarle, aunque no quiso adelantarle nada del motivo de su llamada, después le hizo saber que era urgente que se personara en la Comisaría cuanto antes. Remarcando que la entrevista era personal y confidencial.
De mala gana, pero intrigado le respondió
-. De acuerdo Jefa, enseguida estaré en la comisaría.
Castle ya iba a cortar la comunicación, cuando Gates añadió
.- Cuando entre diga a sus amigos, que ha ido a recoger ciertos papeles, a nadie le extrañará que lo haga.
Extrañadísimo buscó su americana y salió hacia el lugar, con una mezcla de miedo y de curiosidad ante lo que pudiera suceder de ahora en adelante. Que Gates le hubiera llamado era algo inesperado, - y más cuando añadió que era un caso extremadamente personal y secreto - no podía asimilarlo, y se daba cuenta que ya estaba imaginando cosas del todo improcedentes. Él, no formaba parte de la plantilla, ellos dos no eran amigos precisamente, este detalle lo sabían los dos. Por lo tanto quedaba claro que sucedía algo fuera de lo normal, para que lo llamara y además con urgencias.
Dicen que la curiosidad mató al gato. Debería ser cierto porque se sentía de esa manera, mientras daba a la llave de contacto del coche.
= = = = = = = = = = = = = == = = = = = ==
Kate Beckett estaba en su casa, pensando que aquello que estaba viviendo era como un cuento de hadas del que pronto despertaría. Tanta felicidad era imposible que fuera real.
Aún no había conseguido erradicar por completo de su cuerpo el miedo que sintió mientras estuvo colgada de la cornisa del edificio. Entonces pensó que había llegado su último momento en esta vida, ver la calle tan lejos de sus pies, y notar que las manos no tenían la suficiente fuerza para sostenerla, le hizo comprender que sólo un milagro podía salvarla, - y ella no creía en los milagros - pedía ayuda y el único nombre que salió de sus labios fue el del escritor. Lo llamó con todas sus ansias, con todos sus miedos, y también con todo el corazón de una mujer enamorada. Se despidió de su mundo, comprendía que había llegado su última hora. Iría a reunirse con su madre, al fin y al cabo, aquel proceso venia enmarcado por la misma causa. La muerte de su madre.
Después recordaba como si estuviera viendo una película, a Ryan desencajado, y a Gates que con su aspecto duro y prepotente, le estaba recriminando su arriesgada actuación, al no pedir refuerzos
Todo se había convertido en una pesadilla, recordaba tirar enfadada la placa y el revólver, diciendo que dimitía. Supo que era puro orgullo. Necesitaba dejar claro ante Gates, que en aquel asunto no quería interferencias. Pensó en Ryan y en Expósito, los dos la habían ayudado. Los encontraría a faltar, de esto estaba muy segura.
En aquellos momentos el mundo era como una pesada losa de hormigón sobre sus hombros.
Al salir de la Comisaría caminó sin rumbo, por la ciudad.
Luego la lluvia cayendo sobre ella, y a pesar del mal tiempo sus pasos fueron directos hacia los columpios donde recordó las palabras del escritor. Le llamó al móvil pero las llamadas se quedaron perdidas en el espacio porque él, no atendía al teléfono. Y más tarde, completamente empapada, el placer inmenso de descubrir hasta qué punto le quería y le necesitaba. Ya no tuvo dudas, precisaba ir en su busca y explicarle cuales eran sus verdaderos sentimientos, que si no llega a estar en peligro de muerte, quizás nunca los habría admitido. Quien sabe si los hubiera seguido manteniendo ocultos, aun sabiendo que aquella actitud ficticia le dañaba.
Después, sentirse amada y protegida de aquella manera le devolvió todo el aplomo que había perdido. Richard Castle aquella noche fue para ella, ese bálsamo que todo lo cura. Sus besos, sus caricias, y finalmente la entrega total de ellos dos, fue algo que jamás podría olvidar.
Ahora que lo repasaba no paraba de preguntarse por qué no supo ver aquellos sentimientos que Castle nunca trató de esconder, pensaba cómo pudo estar tan ciega para no darse cuenta, del amor de aquel hombre, que la estuvo protegiendo durante todo un año, que soportó sus ironías, sus desplantes, y lo hizo siempre con una sonrisa en los labios. ¿Cómo pudo estar tan ofuscada?
Tenía una nueva vida por delante, alejada de la Comisaría, a cambio podría pasar más horas junto al hombre que amaba, de eso ya no le quedaba ninguna duda.
Para no centrarse demasiado en lo que le esperaba de ahora en adelante, se dijo a sí misma que aquella nueva faceta de su vida, podría tomársela como unas pequeñas vacaciones. Después pasado un tiempo, ya vería cómo solucionaban la vida conjuntamente. Este aspecto aun no lo habían decidido.
Actualmente se sentía feliz y relajada en todos los aspectos.
Decidió que saldría a pasear, era un día laborable y no tenía nada más que hacer, algo completamente nuevo para ella.
Castle la noche pasada no estuvo a su lado, le dijo que de momento y mientras no supieran cómo decidir su relación, vivirían como hasta entonces lo habían hecho, por lo que se fue a su casa, añadiendo que quería escribir.
Entró en el cuarto de baño para arreglarse, y luego se daría una vuelta por los grandes almacenes de la zona central. Todo a partir de ahora sería diferente.
Antes de salir de su casa, le llamó al móvil, y le salió el buzón de voz. Como no tenía nada importante que decirle, cortó la comunicación, y empezó a pasear por la Avenida, fijándose en el ambiente lo que la rodeaba. Le parecía que era nuevo, antes siempre lo que miraba, eran acciones en busca de indicios de alguna pista.
Pertenecía al pasado. Ya no era policía. Se detuvo ante un escaparate con una gran luna de cristal que le devolvía su imagen.
Comprobó que su figura destacaba, alta y esbelta, pero sobre todo le llamó la atención su gran sonrisa. Era la de una mujer feliz. Con este estado de ánimos entró en la tienda, necesitaba comprarse ropa distinta a la qua había llevado hasta ahora. Quería un vestido llamativo, sin ser de fiesta, pero lo suficientemente atrevido para que cuando la Castle la viera con él puesto, no tuviera otra opción que estrujarla entre sus brazos y la besara de esa manera tan particular que sólo él, sabía hacer. Luego ya vendrían otras caricias más íntimas. Se sonrojó al pensarlas, pero no por eso dejó de desearlas con todos sus sentidos.
Por su mente en unos instantes pasaron todas las parejas con las que había mantenido una relación más o menos duradera.
Aliviada supo que ninguna de ellas, había dejado huella en su corazón.
“El chico de la moto,” como Castle le llamaba podría ser el que más se acercara a una relación estable. Lo repasó a fondo. No tenía punto de comparación, con lo que sintió aquella primera noche con el escritor.
Descubrir que Josh no había dejado ninguna huella en su vida anterior, fue como si se quitara un gran peso de encima, era bueno saber que nada se interponía entre el escritor y ella, y por supuesto este detalle le daba ánimos. Podía empezar una relación estable nueva, sin complejos de ningún tipo.
Decididamente se sentía feliz.
Continua
Última edición por marypaz el Miér Jun 27, 2012 12:26 am, editado 3 veces
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
Continua muy bueno
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
Que bonito
Me encanta como narras y como escribes cada sentimiento de Castle y de Beckett. Me dejaste intrigada con Gates, no sé que querrá decirle con tanta urgencia a Castle.
Continualo pronto!
Me encanta como narras y como escribes cada sentimiento de Castle y de Beckett. Me dejaste intrigada con Gates, no sé que querrá decirle con tanta urgencia a Castle.
Continualo pronto!
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
marypaz escribió:Bueno después de haber leído unos cuantos fics, super cortos y super divertidos... muy buenos quizás este lo encontreis aburrido, por ser tan clásico. En contra de lo que es habitual en mí, me ha salido más largo de lo que esperaba.
Bien ya no digo nada más, espero vuestros comentarios.
¿Aburrido? ¡Para nada!
Siempre da gusto leerte por tu manera de describir acciones y sentimientos
Veamos lo que quiere Gates...
qwerty- Escritor - Policia
- Mensajes : 1631
Fecha de inscripción : 27/04/2011
Localización : En la luna de Valencia
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
chelcas escribió:Continua muy bueno
Me alegra que te guste, y sí por supuesto que continuo!! Gracias por comentar-
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
.Beckett_Castle_Alba escribió:Que bonito
Me encanta como narras y como escribes cada sentimiento de Castle y de Beckett. Me dejaste intrigada con Gates, no sé que querrá decirle con tanta urgencia a Castle.
Continualo pronto!
Gracias, la verdad es que cuando escribo estoy viendo la escena.... y procuro ser fiel a lo que estoy viendo.
Agradezco sinceramente los comentarios, considero que son el alimento perfecto para seguir escribiendo.
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
Teresita_yocastle$$NYPD escribió:fantástico fic
Estupendo si te ha gustado.....gracias por leer y comentar
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
castle&beckett..cris escribió:sigueee
Ja, ja, ya sigo......
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
qwerty escribió:marypaz escribió:Bueno después de haber leído unos cuantos fics, super cortos y super divertidos... muy buenos quizás este lo encontreis aburrido, por ser tan clásico. En contra de lo que es habitual en mí, me ha salido más largo de lo que esperaba.
Bien ya no digo nada más, espero vuestros comentarios.
¿Aburrido? ¡Para nada!
Siempre da gusto leerte por tu manera de describir acciones y sentimientos
Veamos lo que quiere Gates...
Me alegra que no te haya aburrido, después de leer los gags que habeis subido...
Mi manera de enfocar siempre es muy "tradicional" No me sale de otra manera.
Y si.... Gates ufff, pobre Castle!!!!
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
Volviste, que buenoooooo
Me gusta mucho (como siempre) pero la llamada de gates....
Quiero yaaaaaaaaaaa la segunda parte, y la tercera, y la cuarta, y etc jaaaaa
Sigue cuando puedas!!!
Un beso
Me gusta mucho (como siempre) pero la llamada de gates....
Quiero yaaaaaaaaaaa la segunda parte, y la tercera, y la cuarta, y etc jaaaaa
Sigue cuando puedas!!!
Un beso
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
A mi me encanta como escribes. No me pierdo un fic tuyo.
Sigue por favor
Sigue por favor
Inara- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 28/01/2012
Localización : Fillionland
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
Inara escribió:A mi me encanta como escribes. No me pierdo un fic tuyo.
Sigue por favor
Muchisimas gracias. Y que sepais que ya tengo escrito todo el fic entero, no os vais a quedar a medias, ni os haré esperar demasiado, sólo lo justo para dar tiempo a asimilar lo leido
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
silvanalino escribió:Volviste, que buenoooooo
Me gusta mucho (como siempre) pero la llamada de gates....
Quiero yaaaaaaaaaaa la segunda parte, y la tercera, y la cuarta, y etc jaaaaa
Sigue cuando puedas!!!
Un beso
Gracias, de verdad Muchas GRACIAS. Ya sabeis que los comentarios son los que nos dan ganas de seguir escribiendo, de lo contrario nos quedamos con la duda de si gusta o no.
besitos guapa y sigue leyendo.....
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
No es para nada aburrido. Es genial. Siempre me parece que escribes estupendamente y me encantaría que siguieras cuanto antes.
caskett mola- Autor de best-seller
- Mensajes : 874
Fecha de inscripción : 27/01/2011
Edad : 26
Localización : Castlelandia
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
caskett mola escribió: No es para nada aburrido. Es genial. Siempre me parece que escribes estupendamente y me encantaría que siguieras cuanto antes.
Fantastico si no os aburren los fic tradicionales...
Gracias por tus palabras, de verdad que los comentarios son de ayuda, para seguir o no escribiendo
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
TITULO: Castle en verdaderos apuros 2ª parte
ESCRTO POR: Marypaz.
A Castle se le hizo difícil entrar en la Comisaría, notó un nudo en la garganta cuando vio la mesa de Beckett desierta. La silla donde él se sentaba aún estaba en el mismo lugar de siempre, y le impresionó verlo vacante. Aquel detalle le hizo recordar todo lo sucedido el último día que estuvo allí. Parecía que había transcurrido un siglo y no unos pocos días.
Pudo ver la cara de extrañeza de Ryan y Expósito. Las persianas del despacho de Gates estaban cerradas, por lo que se acercó a ellos, juntando las manos, como lo habían hecho durante tanto tiempo. No pudo reprimir la pregunta
.- ¿Va todo bien por aquí? – En su voz había cierta inseguridad, quizás miedo a lo que le responderían-
.- Me imagino que algo pasa, las persianas bajadas indican claramente que no quiere intromisiones– Dijo Ryan, mientras levantaba el rostro y señalaba con su mentón el despacho de la Jefa - Después mirándole fijamente le preguntó preocupado - ¿Sabes algo de Beckett?
Castle, tenia que ser muy cauto en lo que respondiera, ya que todavía no habían planificado ni cómo ni cuándo lo harían saber a sus compañeros la situación actual, por lo que evasivamente respondió.
.- No os preocupéis. Se encuentra bien, supongo que asustada por lo ocurrido en la cornisa, y sobre todo defraudada por la manera que llegó a dimitir.
Los dos policías se miraron. No les hacía falta saber nada más. El aspecto relajado del escritor y su sonrisa evidenciaban mucho más que sus palabras, por lo que con una rápida mirada, estuvieron de acuerdo en no preguntar nada más. Ya imaginaron que la inspectora estaba en buenas manos.
Castle les preguntó si Gates estaba de buen humor, ya que tenía intención de saludarla después de recoger las cosas personales que aún estaban en la mesa de la inspectora, a lo que respondieron que no tenían ni idea porque desde que llegó dejó las persianas completamente bajadas, y cuando entró les saludó con un lacónico “Buenos días” –
El escritor sabía que debía actuar con discreción, puesto que de la llamada que le hiciera la Jefa nadie estaba al corriente.
Se dirigió hasta la mesa de Beckett, y rebuscó entre los cajones, algunos documentos, y los puso en una carpeta.
La puerta del despacho de Gates se abrió, su cara no revelaba nada excepcional, se limitó a decirle que antes de irse se pasara por su despacho. Ni un gesto amigable, a Castle le pareció más una orden que otra cosa.
Aquella acritud por su parte estaba dentro de lo normal. Seguía por el cauce de siempre.
Castle respiró tranquilo. Que ella le hiciera pasar al despacho le facilitaba mucho las cosas ya que no tenía ni idea de cómo actuar para que pareciera natural que la saludara antes de irse, cuando todos sabían que su presencia en la Comisaria había sido impuesta desde el primer día.
Iba ya a entrar en el despacho de Gates, se dio media vuelta y saludó con la mano en alto para despedirse de los amigos policías, con su sonrisa habitual.
Una vez dentro de la estancia, cerró la puerta tras de sí, los dos se miraron como si midieran sus fuerzas.
.- Siéntese – dijo Gates con su voz autoritaria, para seguir hablando – Los dos sabemos que no es precisamente santo de mi devoción. Por mi gusto hubiera sido a la última persona que hubiera llamado para pedirle un favor. En cambio el Alcalde opina que es el sujeto idóneo para el trabajo que se le quiere encomendar.
Castle, estaba perplejo ante aquel discurso. Entendió enseguida que aquella llamada provenía indirectamente del Alcalde. Esperó a que Gates continuara las explicaciones.
La vio como tamborileaba nerviosa los dedos sobre la mesa. Parecía estar incómoda por la situación, y malévolamente se dio cuenta que este detalle le divertía, no hizo nada para facilitarle la tarea, esperó a que ella continuara.
.- Usted es una persona famosa en su mundo. Ha sido invitado de honor en muchos eventos, dejando aparte las veces que ha tenido que intervenir en las presentaciones de sus libros. Sus relaciones forman un abanico muy grande de gente de diversas categorías, desde los editores, pasando por toda clase de admiradores, que siguen con devoción sus libros. ¿Está de acuerdo conmigo?
Quedaba claro que esperaba una respuesta.
.- Bueno, podría decir que es cierto, tengo bastantes amigos de toda índole, incluso entre los maleantes he procurado buscarme un lugar entre ellos para describir a mis personajes.
.- Pues esta vez no se trata de personas de bajo nivel, todo lo contrario, tendrá que codearse con la élite de Nueva York. Será el señuelo para poder coger in fraganti, al cabecilla de la banda de traficantes de joyas robadas, que se dará cita dentro de unos días en uno de los salones del Ayuntamiento, asistiendo muchos personajes importantes de la ciudad. A simple vista está enfocado como un acto benéfico.
. Afortunadamente, será una convención de tres días, por lo que le dará tiempo a hacer sus indagaciones de la manera más inteligente y por supuesto clandestina.
Castle se quedó sin habla. Gates le estaba pidiendo que acudiera durante unos días, para desenmascarar a una banda de traficantes. Arqueó la ceja, con la intención de hacer una pregunta básica. Gates se le adelantó.
.- El Alcalde está esperando su llamada. No se imagine que estoy inventándome nada. – Al ver que Castle no se decidía, se impacientó – Por favor, no me lo ponga más difícil, haga esa llamada, y luego le daré las instrucciones a seguir.
El escritor, ante el tono de voz siempre autoritario, no tuvo más remedio que llamar. Quedó claro que su amigo la esperaba. Corroboró todo lo dicho por Gates. Se tenía que infiltrar entre los invitados, para desenmascarar a los delincuentes. Salió a relucir solapadamente que estaba en deuda con él, en cosas ocurridas anteriormente. Una bonita manera de decirle, que no era una petición, era casi una orden. El Alcalde acabó diciendo, que recibiría en su casa la invitación personal e intransferible, para acudir a la fiesta, y que para lo demás se pusiera de acuerdo con Gates.
Si por unos momentos estuvo dudando de la veracidad de todo el asunto, ahora ya no las tenía, por lo que cortando la comunicación, se encaró a Gates.
.- Bien, ya veo que no tengo alternativa.
.- Me alegra que lo vea de esta manera. Sé que sabrá desenvolverse como pez en el agua entre esta gente, sé también que sabrá estudiar a fondo a las personas, y captará entre los asistentes a aquellos a quienes queremos atrapar. Tome nota de todo aquello que crea interesante. Tiene tres días para localizar a los individuos.
Son gente muy astuta, nunca los hemos podido capturar porque tienen muchas maneras de desaparecer del escenario. Y ya sabe, si no hay pruebas contundentes, no podemos hacer nada, aunque tengamos alguna pista.
Nadie se extrañará que esté interesado en adquirir alguna joya de este tipo. De todos es sabida su reputación entre las mujeres.
Castle no sabía si tomar aquellas palabras como una lisonja, o como una critica. Prefirió la primera opción.
-. Y no debe preocuparse por su integridad física, - siguió Gates- estará custodiado por personas especializadas en estos casos. Serán gente desconocida para usted, así no correrá el riesgo de cometer algún desliz, ni con actos ni con miradas delatoras -Era una manera de decirle que ni Ryan ni Expósito estarían presentes - . Sólo debe estar atento a las conversaciones, y desde luego en algún momento dejar claro que necesita comprar algo fuera de serie para regalar. Siendo Richard Castle el que lo pide, nadie sospechará nada fuera de lo normal.
Continuaban mirándose como dos felinos a punto a atacar.
-. Pues la verdad es que antes de empezar con la misión ya me siento como un cazador preso de su propia trampa. - Comentó como si hablara consigo mismo-
Gates le miró como si no hubiera escuchado las últimas palabras.
.- Señor Castle. Hay otra cosa de la que quiero hablarle. – Hizo una pausa, en busca de las palabras exactas que quería pronunciar – Sus amigos de aquí y por supuesto Kate Beckett, no deben saber ni una palabra de todo este asunto. Imagino que no podrá evitar que ella se entere que ha sido invitado a una fiesta muy particular, en la que deberá acudir sin compañía. Empiece a pensar qué excusa pondrá para no llevarla.
Castle estaba rabioso. Aquella mujer se estaba metiendo en su vida privada y eso no se lo iba a consentir. Por lo que con una voz inusualmente enojada le dijo.
.- ¿Qué le hace suponer, que estoy en contacto con la inspectora? – Preguntó de mal humor-
Pudo ver la sonrisa burlona de Gates.
.- Por una razón muy sencilla. Una mujer que creía que iba a morir en aquella cornisa, y que sus últimas palabras fueran un grito desesperado llamándole, no me queda ninguna duda, que tarde o temprano acabarían juntos. Y no se preocupe, su secreto está a salvo conmigo, de esto puede estar muy seguro. – Hubo un corto silencio - Por cierto, ¿cómo está ella ahora que ya ha pasado todo? Creo que se precipitó con ese arranque de rebeldía al dimitir Todos estábamos muy nerviosos en aquellos momentos Es una lástima, ya que era una de las mejores.
Gates le estaba tendiendo la mano. Quedaba muy claro que la entrevista había terminado. Iba a salir por donde había entrado, pero Gates, le hizo salir por la puerta de atrás, sin darle opción a ver de nuevo a Ryan y Expósito.
Le fastidió no poder despedirse de los dos policías, pero oportunamente creyó que era mucho mejor así. Imaginaba que lo acosarían a preguntas, y no sabría salir airoso sin delatarse.
Algo en su interior se removía. Una mezcla extraña que le agitaba la respiración. El trabajo solapado que debía hacer, podía ser arriesgado si llegaban a descubrirle. Entró en un restaurante que le pilló por el camino, allí nadie le conocía. Sacó su móvil y marcó un número.
Fue el mismo Alcalde quien respondió a su llamada. Eso no era lo habitual, siempre era su secretaria particular quien le atendía. Esta vez no fue así
.- Richard Castle, estaba esperando tu llamada. Acabo de hablar con Gates y me ha dicho que ya habías salido de la comisaría. Has tardado justo lo que yo había calculado demorarías en ponerte en contacto conmigo.
.- Oye… creo que te equivocas al elegirme a mi. Seguro que hay personas más cualificadas para hacer este trabajo.
.- Si Castle, no lo pongo en duda, pero entre ellas, nadie ha trabajado durante cuatro años rodeado de policías. En este tiempo seguro que has adquirido una experiencia que te servirá de mucho. Tú tienes el perfil exacto para lo que necesitamos para atrapar a esta banda. Eres un personaje conocido y adinerado. A nadie le extrañará que te interese ver una colección de joyas, antes de comprarlas. Tienes fama de ser un hombre espléndido con las mujeres.
Hubo un silencio, por lo que el Alcalde continuó
.- No temas nada, puesto que no correrás peligro, estarás en todo momento vigilado por agentes especiales. Y sólo serán como máximo tres noches. Eres un tipo listo que igual lo resuelves antes de lo previsto. Después te prometo que consideraré zanjada nuestra deuda. ¿De acuerdo?
.- Oye, ¿forzosamente he de asistir solo? –Preguntó mientras pensaba de qué manera le tendría que decir a Kate que iba a salir tres noches seguidas.
.- Si, por supuesto, allí encontrarás mucha compañía femenina, que estará encantada de ser tu pareja, y no debes rechazarlas, porque entre ellas hay más de una policía, que estará allí para protegerte.
Castle se vio como un ratón pillado en una ratonera. Y permaneció callado esperando que fuera el Alcalde quien dijera la última palabra. Por fin oyó su voz.
.- Nos vemos el día de la fiesta – Y diciendo esto se despidió de Castle –
El escritor se quedó mirando la bebida que estaba intacta.
Se preguntaba qué cosa podría explicarle a Kate, que quedara más o menos lógica, para ausentarse durante tres noches. Le daba la sensación que las noches les pertenecían a ellos dos.
No le apetecía nada el plan que le habían impuesto.
El gran enfado de Kate, había sido por mantenerla engañada durante un año. Le dijo cosas muy desagradables aquel día. Cosas que le salieron del corazón, y aunque su actuación siempre fue la de protegerla, entendía su reacción. Se había sentido engañada.
Y ahora él, ¿tenía que volver a esconderle sus actividades? Nunca se lo perdonaría, y de ninguna manera quería volver a pasar por el suplicio de mentirle como lo había hecho durante el año pasado.
Le había prometido que nunca volvería a suceder. Casi la pierde por completo, y no estaba dispuesto a que se volviera a repetir.
Apoyó la cabeza entre sus manos, tratando de encontrar una solución. Y sólo supo resoplar fastidiado.
Miró la hora. La llamó al móvil.
Kate todavía estaba en los grandes almacenes, se sentía contenta de la compra que había hecho, y estaba deseando ir a su casa y esperar a Castle con el nuevo conjunto. Casi le da un ataque de risa al comprobar que estaba actuando como una mujer normal y corriente, con ganas de lucirse ante el hombre que amaba. ¿Dónde había quedado la personalidad de la Inspectora Beckett? No lo sabía ni le importaba.
La distrajo el sonido del móvil. Sonrió al ver quien era
.- Hola, ¿has trabajado mucho?
.- Nada en absoluto, se me ha ido la inspiración por completo. ¿Estás en casa?
.- No, he salido de compras y ahora iba para allá. Si quieres nos encontramos dentro de 15 minutos. Espera mejor media hora, dame tiempo a preparar algo de comida.
.- Yo traeré algo, no te metas en la cocina.
Kate pensó que era estupendo, en cuanto llegara a su casa, se dedicaría a algo que no había hecho en mucho tiempo. Destinaria una especial atención en arreglarse. Se moría de ganas de estrenar el vestido. No importaba que no tuvieran nada que celebrar. Se fue a su casa llena de optimismo.
Oyó el ruido de las llaves en la puerta. Y sintió lo que seguramente Martha experimentaba al salir ante el público en le teatro. Esto era casi nuevo. Hacía mucho tiempo que había olvidado, como se sentía una mujer cuando estrenaba un nuevo conjunto esperando impaciente, la aprobación masculina.
Se fue hasta la puerta, contoneando el cuerpo, para lucir mejor su persona. Y sin darle tiempo a nada más, abrazó al escritor.
.- Te he echado de menos, ¿y tú? – No le dio tiempo a responder- ¿Te gusta? Lo he comprado pensando en ti.
Mientras preguntaba, fue dando vueltas despacio delante de él, para que pudiera verla desde todos los ángulos. Se sentía feliz, actuando como una colegiala.
.- El envoltorio es bonito, pero lo que de verdad me entusiasma es lo que lleva dentro.
La atrajo hasta él, mientras la besaba cálidamente, recorriendo con sus labios el rostro de Kate. Al mirarla comprendió que era una mujer feliz. Una mujer que por fin había dejado salir el amor que llevaba dentro, y ese detalle le daba a su mirada una calidez y un brillo fuera de lo normal.
.- Kate, eres la mujer de mi vida, creo que esto ya lo sabes. Sin ti me vería perdido.
.- Lo sé, entre nosotros nunca más se interpondrán la sombra de las dudas, ni tendremos secretos.
Y las caricias se hicieron más intensas. Sus besos fueron como un sendero que los llevaría al placer definitivo.
No obstante la mente de Castle estaba hurgando muy dentro de sí mismo la manera de enfocar aquellas tres noches, en las que tendría que asistir a la fiesta del Alcalde. Debería buscarse una excusa que fuera convincente. Y desde luego de momento no se le ocurría ninguna.
Sabía que aunque la estuviera besando y acariciando, podía más el asunto de cómo mantenerla alejada aquellos días de su lado.
.- ¿Rick, te ocurre algo? – preguntó Kate, al notarle alejado a pesar de la proximidad.
Castle se separó de ella, para sentarse y contemplarla cara a cara.
.- Quedamos que no habrían mentiras ni engaños entre tú y yo. En estos momentos, estoy entre la espada y la pared.
.- Por favor dime qué te preocupa, podría ser de ayuda. Si se trata de Alexis, ya sabes que puedes contarme lo que quieras, quizás pueda ser un refuerzo, ella puede explicarme a mí, algo que a un padre por muy unidos que estéis, le de cierto reparo.
Castle la miró preocupado. Tenía que tomar en aquellos momentos una decisión muy importante que podía repercutir en su relación.
Le martilleaba en la cabeza la frase “nada de mentiras entre nosotros”
Continúa
ESCRTO POR: Marypaz.
A Castle se le hizo difícil entrar en la Comisaría, notó un nudo en la garganta cuando vio la mesa de Beckett desierta. La silla donde él se sentaba aún estaba en el mismo lugar de siempre, y le impresionó verlo vacante. Aquel detalle le hizo recordar todo lo sucedido el último día que estuvo allí. Parecía que había transcurrido un siglo y no unos pocos días.
Pudo ver la cara de extrañeza de Ryan y Expósito. Las persianas del despacho de Gates estaban cerradas, por lo que se acercó a ellos, juntando las manos, como lo habían hecho durante tanto tiempo. No pudo reprimir la pregunta
.- ¿Va todo bien por aquí? – En su voz había cierta inseguridad, quizás miedo a lo que le responderían-
.- Me imagino que algo pasa, las persianas bajadas indican claramente que no quiere intromisiones– Dijo Ryan, mientras levantaba el rostro y señalaba con su mentón el despacho de la Jefa - Después mirándole fijamente le preguntó preocupado - ¿Sabes algo de Beckett?
Castle, tenia que ser muy cauto en lo que respondiera, ya que todavía no habían planificado ni cómo ni cuándo lo harían saber a sus compañeros la situación actual, por lo que evasivamente respondió.
.- No os preocupéis. Se encuentra bien, supongo que asustada por lo ocurrido en la cornisa, y sobre todo defraudada por la manera que llegó a dimitir.
Los dos policías se miraron. No les hacía falta saber nada más. El aspecto relajado del escritor y su sonrisa evidenciaban mucho más que sus palabras, por lo que con una rápida mirada, estuvieron de acuerdo en no preguntar nada más. Ya imaginaron que la inspectora estaba en buenas manos.
Castle les preguntó si Gates estaba de buen humor, ya que tenía intención de saludarla después de recoger las cosas personales que aún estaban en la mesa de la inspectora, a lo que respondieron que no tenían ni idea porque desde que llegó dejó las persianas completamente bajadas, y cuando entró les saludó con un lacónico “Buenos días” –
El escritor sabía que debía actuar con discreción, puesto que de la llamada que le hiciera la Jefa nadie estaba al corriente.
Se dirigió hasta la mesa de Beckett, y rebuscó entre los cajones, algunos documentos, y los puso en una carpeta.
La puerta del despacho de Gates se abrió, su cara no revelaba nada excepcional, se limitó a decirle que antes de irse se pasara por su despacho. Ni un gesto amigable, a Castle le pareció más una orden que otra cosa.
Aquella acritud por su parte estaba dentro de lo normal. Seguía por el cauce de siempre.
Castle respiró tranquilo. Que ella le hiciera pasar al despacho le facilitaba mucho las cosas ya que no tenía ni idea de cómo actuar para que pareciera natural que la saludara antes de irse, cuando todos sabían que su presencia en la Comisaria había sido impuesta desde el primer día.
Iba ya a entrar en el despacho de Gates, se dio media vuelta y saludó con la mano en alto para despedirse de los amigos policías, con su sonrisa habitual.
Una vez dentro de la estancia, cerró la puerta tras de sí, los dos se miraron como si midieran sus fuerzas.
.- Siéntese – dijo Gates con su voz autoritaria, para seguir hablando – Los dos sabemos que no es precisamente santo de mi devoción. Por mi gusto hubiera sido a la última persona que hubiera llamado para pedirle un favor. En cambio el Alcalde opina que es el sujeto idóneo para el trabajo que se le quiere encomendar.
Castle, estaba perplejo ante aquel discurso. Entendió enseguida que aquella llamada provenía indirectamente del Alcalde. Esperó a que Gates continuara las explicaciones.
La vio como tamborileaba nerviosa los dedos sobre la mesa. Parecía estar incómoda por la situación, y malévolamente se dio cuenta que este detalle le divertía, no hizo nada para facilitarle la tarea, esperó a que ella continuara.
.- Usted es una persona famosa en su mundo. Ha sido invitado de honor en muchos eventos, dejando aparte las veces que ha tenido que intervenir en las presentaciones de sus libros. Sus relaciones forman un abanico muy grande de gente de diversas categorías, desde los editores, pasando por toda clase de admiradores, que siguen con devoción sus libros. ¿Está de acuerdo conmigo?
Quedaba claro que esperaba una respuesta.
.- Bueno, podría decir que es cierto, tengo bastantes amigos de toda índole, incluso entre los maleantes he procurado buscarme un lugar entre ellos para describir a mis personajes.
.- Pues esta vez no se trata de personas de bajo nivel, todo lo contrario, tendrá que codearse con la élite de Nueva York. Será el señuelo para poder coger in fraganti, al cabecilla de la banda de traficantes de joyas robadas, que se dará cita dentro de unos días en uno de los salones del Ayuntamiento, asistiendo muchos personajes importantes de la ciudad. A simple vista está enfocado como un acto benéfico.
. Afortunadamente, será una convención de tres días, por lo que le dará tiempo a hacer sus indagaciones de la manera más inteligente y por supuesto clandestina.
Castle se quedó sin habla. Gates le estaba pidiendo que acudiera durante unos días, para desenmascarar a una banda de traficantes. Arqueó la ceja, con la intención de hacer una pregunta básica. Gates se le adelantó.
.- El Alcalde está esperando su llamada. No se imagine que estoy inventándome nada. – Al ver que Castle no se decidía, se impacientó – Por favor, no me lo ponga más difícil, haga esa llamada, y luego le daré las instrucciones a seguir.
El escritor, ante el tono de voz siempre autoritario, no tuvo más remedio que llamar. Quedó claro que su amigo la esperaba. Corroboró todo lo dicho por Gates. Se tenía que infiltrar entre los invitados, para desenmascarar a los delincuentes. Salió a relucir solapadamente que estaba en deuda con él, en cosas ocurridas anteriormente. Una bonita manera de decirle, que no era una petición, era casi una orden. El Alcalde acabó diciendo, que recibiría en su casa la invitación personal e intransferible, para acudir a la fiesta, y que para lo demás se pusiera de acuerdo con Gates.
Si por unos momentos estuvo dudando de la veracidad de todo el asunto, ahora ya no las tenía, por lo que cortando la comunicación, se encaró a Gates.
.- Bien, ya veo que no tengo alternativa.
.- Me alegra que lo vea de esta manera. Sé que sabrá desenvolverse como pez en el agua entre esta gente, sé también que sabrá estudiar a fondo a las personas, y captará entre los asistentes a aquellos a quienes queremos atrapar. Tome nota de todo aquello que crea interesante. Tiene tres días para localizar a los individuos.
Son gente muy astuta, nunca los hemos podido capturar porque tienen muchas maneras de desaparecer del escenario. Y ya sabe, si no hay pruebas contundentes, no podemos hacer nada, aunque tengamos alguna pista.
Nadie se extrañará que esté interesado en adquirir alguna joya de este tipo. De todos es sabida su reputación entre las mujeres.
Castle no sabía si tomar aquellas palabras como una lisonja, o como una critica. Prefirió la primera opción.
-. Y no debe preocuparse por su integridad física, - siguió Gates- estará custodiado por personas especializadas en estos casos. Serán gente desconocida para usted, así no correrá el riesgo de cometer algún desliz, ni con actos ni con miradas delatoras -Era una manera de decirle que ni Ryan ni Expósito estarían presentes - . Sólo debe estar atento a las conversaciones, y desde luego en algún momento dejar claro que necesita comprar algo fuera de serie para regalar. Siendo Richard Castle el que lo pide, nadie sospechará nada fuera de lo normal.
Continuaban mirándose como dos felinos a punto a atacar.
-. Pues la verdad es que antes de empezar con la misión ya me siento como un cazador preso de su propia trampa. - Comentó como si hablara consigo mismo-
Gates le miró como si no hubiera escuchado las últimas palabras.
.- Señor Castle. Hay otra cosa de la que quiero hablarle. – Hizo una pausa, en busca de las palabras exactas que quería pronunciar – Sus amigos de aquí y por supuesto Kate Beckett, no deben saber ni una palabra de todo este asunto. Imagino que no podrá evitar que ella se entere que ha sido invitado a una fiesta muy particular, en la que deberá acudir sin compañía. Empiece a pensar qué excusa pondrá para no llevarla.
Castle estaba rabioso. Aquella mujer se estaba metiendo en su vida privada y eso no se lo iba a consentir. Por lo que con una voz inusualmente enojada le dijo.
.- ¿Qué le hace suponer, que estoy en contacto con la inspectora? – Preguntó de mal humor-
Pudo ver la sonrisa burlona de Gates.
.- Por una razón muy sencilla. Una mujer que creía que iba a morir en aquella cornisa, y que sus últimas palabras fueran un grito desesperado llamándole, no me queda ninguna duda, que tarde o temprano acabarían juntos. Y no se preocupe, su secreto está a salvo conmigo, de esto puede estar muy seguro. – Hubo un corto silencio - Por cierto, ¿cómo está ella ahora que ya ha pasado todo? Creo que se precipitó con ese arranque de rebeldía al dimitir Todos estábamos muy nerviosos en aquellos momentos Es una lástima, ya que era una de las mejores.
Gates le estaba tendiendo la mano. Quedaba muy claro que la entrevista había terminado. Iba a salir por donde había entrado, pero Gates, le hizo salir por la puerta de atrás, sin darle opción a ver de nuevo a Ryan y Expósito.
Le fastidió no poder despedirse de los dos policías, pero oportunamente creyó que era mucho mejor así. Imaginaba que lo acosarían a preguntas, y no sabría salir airoso sin delatarse.
Algo en su interior se removía. Una mezcla extraña que le agitaba la respiración. El trabajo solapado que debía hacer, podía ser arriesgado si llegaban a descubrirle. Entró en un restaurante que le pilló por el camino, allí nadie le conocía. Sacó su móvil y marcó un número.
Fue el mismo Alcalde quien respondió a su llamada. Eso no era lo habitual, siempre era su secretaria particular quien le atendía. Esta vez no fue así
.- Richard Castle, estaba esperando tu llamada. Acabo de hablar con Gates y me ha dicho que ya habías salido de la comisaría. Has tardado justo lo que yo había calculado demorarías en ponerte en contacto conmigo.
.- Oye… creo que te equivocas al elegirme a mi. Seguro que hay personas más cualificadas para hacer este trabajo.
.- Si Castle, no lo pongo en duda, pero entre ellas, nadie ha trabajado durante cuatro años rodeado de policías. En este tiempo seguro que has adquirido una experiencia que te servirá de mucho. Tú tienes el perfil exacto para lo que necesitamos para atrapar a esta banda. Eres un personaje conocido y adinerado. A nadie le extrañará que te interese ver una colección de joyas, antes de comprarlas. Tienes fama de ser un hombre espléndido con las mujeres.
Hubo un silencio, por lo que el Alcalde continuó
.- No temas nada, puesto que no correrás peligro, estarás en todo momento vigilado por agentes especiales. Y sólo serán como máximo tres noches. Eres un tipo listo que igual lo resuelves antes de lo previsto. Después te prometo que consideraré zanjada nuestra deuda. ¿De acuerdo?
.- Oye, ¿forzosamente he de asistir solo? –Preguntó mientras pensaba de qué manera le tendría que decir a Kate que iba a salir tres noches seguidas.
.- Si, por supuesto, allí encontrarás mucha compañía femenina, que estará encantada de ser tu pareja, y no debes rechazarlas, porque entre ellas hay más de una policía, que estará allí para protegerte.
Castle se vio como un ratón pillado en una ratonera. Y permaneció callado esperando que fuera el Alcalde quien dijera la última palabra. Por fin oyó su voz.
.- Nos vemos el día de la fiesta – Y diciendo esto se despidió de Castle –
El escritor se quedó mirando la bebida que estaba intacta.
Se preguntaba qué cosa podría explicarle a Kate, que quedara más o menos lógica, para ausentarse durante tres noches. Le daba la sensación que las noches les pertenecían a ellos dos.
No le apetecía nada el plan que le habían impuesto.
El gran enfado de Kate, había sido por mantenerla engañada durante un año. Le dijo cosas muy desagradables aquel día. Cosas que le salieron del corazón, y aunque su actuación siempre fue la de protegerla, entendía su reacción. Se había sentido engañada.
Y ahora él, ¿tenía que volver a esconderle sus actividades? Nunca se lo perdonaría, y de ninguna manera quería volver a pasar por el suplicio de mentirle como lo había hecho durante el año pasado.
Le había prometido que nunca volvería a suceder. Casi la pierde por completo, y no estaba dispuesto a que se volviera a repetir.
Apoyó la cabeza entre sus manos, tratando de encontrar una solución. Y sólo supo resoplar fastidiado.
Miró la hora. La llamó al móvil.
Kate todavía estaba en los grandes almacenes, se sentía contenta de la compra que había hecho, y estaba deseando ir a su casa y esperar a Castle con el nuevo conjunto. Casi le da un ataque de risa al comprobar que estaba actuando como una mujer normal y corriente, con ganas de lucirse ante el hombre que amaba. ¿Dónde había quedado la personalidad de la Inspectora Beckett? No lo sabía ni le importaba.
La distrajo el sonido del móvil. Sonrió al ver quien era
.- Hola, ¿has trabajado mucho?
.- Nada en absoluto, se me ha ido la inspiración por completo. ¿Estás en casa?
.- No, he salido de compras y ahora iba para allá. Si quieres nos encontramos dentro de 15 minutos. Espera mejor media hora, dame tiempo a preparar algo de comida.
.- Yo traeré algo, no te metas en la cocina.
Kate pensó que era estupendo, en cuanto llegara a su casa, se dedicaría a algo que no había hecho en mucho tiempo. Destinaria una especial atención en arreglarse. Se moría de ganas de estrenar el vestido. No importaba que no tuvieran nada que celebrar. Se fue a su casa llena de optimismo.
Oyó el ruido de las llaves en la puerta. Y sintió lo que seguramente Martha experimentaba al salir ante el público en le teatro. Esto era casi nuevo. Hacía mucho tiempo que había olvidado, como se sentía una mujer cuando estrenaba un nuevo conjunto esperando impaciente, la aprobación masculina.
Se fue hasta la puerta, contoneando el cuerpo, para lucir mejor su persona. Y sin darle tiempo a nada más, abrazó al escritor.
.- Te he echado de menos, ¿y tú? – No le dio tiempo a responder- ¿Te gusta? Lo he comprado pensando en ti.
Mientras preguntaba, fue dando vueltas despacio delante de él, para que pudiera verla desde todos los ángulos. Se sentía feliz, actuando como una colegiala.
.- El envoltorio es bonito, pero lo que de verdad me entusiasma es lo que lleva dentro.
La atrajo hasta él, mientras la besaba cálidamente, recorriendo con sus labios el rostro de Kate. Al mirarla comprendió que era una mujer feliz. Una mujer que por fin había dejado salir el amor que llevaba dentro, y ese detalle le daba a su mirada una calidez y un brillo fuera de lo normal.
.- Kate, eres la mujer de mi vida, creo que esto ya lo sabes. Sin ti me vería perdido.
.- Lo sé, entre nosotros nunca más se interpondrán la sombra de las dudas, ni tendremos secretos.
Y las caricias se hicieron más intensas. Sus besos fueron como un sendero que los llevaría al placer definitivo.
No obstante la mente de Castle estaba hurgando muy dentro de sí mismo la manera de enfocar aquellas tres noches, en las que tendría que asistir a la fiesta del Alcalde. Debería buscarse una excusa que fuera convincente. Y desde luego de momento no se le ocurría ninguna.
Sabía que aunque la estuviera besando y acariciando, podía más el asunto de cómo mantenerla alejada aquellos días de su lado.
.- ¿Rick, te ocurre algo? – preguntó Kate, al notarle alejado a pesar de la proximidad.
Castle se separó de ella, para sentarse y contemplarla cara a cara.
.- Quedamos que no habrían mentiras ni engaños entre tú y yo. En estos momentos, estoy entre la espada y la pared.
.- Por favor dime qué te preocupa, podría ser de ayuda. Si se trata de Alexis, ya sabes que puedes contarme lo que quieras, quizás pueda ser un refuerzo, ella puede explicarme a mí, algo que a un padre por muy unidos que estéis, le de cierto reparo.
Castle la miró preocupado. Tenía que tomar en aquellos momentos una decisión muy importante que podía repercutir en su relación.
Le martilleaba en la cabeza la frase “nada de mentiras entre nosotros”
Continúa
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
sigueeee...maldita gates!!!!!!!!!!!!!!
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
acabo de empezar tu fic y ya me tienes intrigadísima!! pobre castle, no es justo que le hagan escoger... y me encanta la nueva faceta de beckett. nunca la habría imaginado actuando como una mujer normal y corriente sin esa parte de poli dura
muy buen capítulo! sigue pronto por favor que quiero saber cómo sigue!
muy buen capítulo! sigue pronto por favor que quiero saber cómo sigue!
castleaddictedforlife- Actor en Broadway
- Mensajes : 186
Fecha de inscripción : 01/04/2012
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
No sé que pretende Gates y el alcalde con todo esto de tener a Beckett al margen cuando podría resultar de ayuda y solo va a empeorar la situación entre ellos dos, tengo curiosidad por saber como se lo explicará Castle a Beckett.
Me gustó mucho el capítulo, espero que lo continues pronto
Me gustó mucho el capítulo, espero que lo continues pronto
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
que bueno se esta poniendo estooooooooooooooooooo
gates disfruta hacer esto...pero kate ira a la fiesta, estoy segura!!!!!
sigue cuando puedas por favor que ademas de ver que son varios capitulos y estoy contenta por eso, quiero ver que pasa!!!!!!
gates disfruta hacer esto...pero kate ira a la fiesta, estoy segura!!!!!
sigue cuando puedas por favor que ademas de ver que son varios capitulos y estoy contenta por eso, quiero ver que pasa!!!!!!
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
!Qué se lo digaa!! Me encanta el relato!
Zeny_Mackenzie- Moderador
- Mensajes : 1226
Fecha de inscripción : 07/06/2011
Edad : 41
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
castle&beckett..cris escribió:sigueeee...maldita gates!!!!!!!!!!!!!!
Sigo, sigo... no te preocupes....
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Castle en verdaderos apuros 1ª parte, 2ª parte 4 ª parte final
castleaddictedforlife escribió:acabo de empezar tu fic y ya me tienes intrigadísima!! pobre castle, no es justo que le hagan escoger... y me encanta la nueva faceta de beckett. nunca la habría imaginado actuando como una mujer normal y corriente sin esa parte de poli dura
muy buen capítulo! sigue pronto por favor que quiero saber cómo sigue!
Me encanta que estés intrigada porque así seguirás leyendo.....
Muchas gracias de verdad por las palabras de animo
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 1 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.