Álbum (Página 7)

Bonito página del albúm, esa escena me encanta, sin duda Castle no podría haber elegido mejor nombre para el alter ego de Kate, le viene perfecto
Preciosa forma de contarlo Sara, ha quedado una página que Castle seguro que no va a olvidar jamás

De la primera tempirada, este es uno de mis momentos favoritos. Ya te he dicho que me encantas, eres brillante. Sigue así! Te espero en lo próximo que escribas XD.

Por un momento me encuentro en la piel de Castle, así me has dejado con tu capítulo, como Beckett ha dejado al escritor, anonadada. Menudo capitulazo te has sacado de la manga, no es que sea largo, pero es más que intenso. MUY BIEN, pero ya se terminó y me he desatontado, quiero otro y lo antes posible. No dicen que la mejor defensa es un ataque, pues eso. BESOTESSSSSSSSSSSS

vaya menudo capitulooooo me gustó mucho
estaré esperando la conti asi que subelo pronto plisssssss

HOOOOOOOOOOOOOOOLIS! Traigo una nueva página! Está me ha gustado bastante escribirla, es uno de los momentos especiales mas sadfsdfsdfdasd entre ellos y... baaaah, que ya vereis de que va xdd. Solo espero que os guste! ^^ Y muchas gracias por todos los comentarios!

***

Página 4: Hasta mañana

-Por cierto, fue mi madre. No mi padre.

A Castle esa confesión le pilla por sorpresa y al principio no sabe a qué viene, ni con qué intención. Después y casi instantáneamente recuerda su pequeño arrebato de psicoanalista amateur a lo Freud haciéndose el chulo la primera vez que se conocieron y cómo supo dar, con dolorosa franqueza, en el clavo, y el mal sabor de boca que le dejó observar cómo Beckett intentaba hacerse la loca cuando en realidad se estaba derrumbando por dentro.

Ella. Que desde que la conoce parece de piedra, pero que en aquel momento dejó ver un pequeño atisbo de esa debilidad propia de los seres humanos casi sin resistirse, sufriendo por algo que se le queda demasiado grande. Tanto que el hecho de pensar que se le escapaba también hacía daño.

Castle se reincorpora sobre la silla y pone sus cinco sentidos sobre la persona de Kate Beckett, como si fuera lo único que importara en ese momento –y realmente lo es.

-Se suponía que íbamos a cenar juntos mi madre, mi padre y yo, y habíamos quedado con ella en el restaurante. Pero no apareció –toma una pequeña pausa y el escritor se sobrecoge ligeramente.

Katherine Beckett se está abriendo, cosa que es digna de mención en ella. Le está permitiendo el lujo de conocer eso por lo que se castiga cada día. Rick no sabe cómo sentirse, solo escucha con atención.

Beckett continúa-: Dos horas después llegamos a casa y había un detective esperándonos. El detective Raglan.

Kate vuelve a detenerse y toma un poco de aire. Castle comienza a sentir una desagradable sensación que se extiende a lo largo y ancho de su abdomen, torturándole lenta y, sobre todo, dolorosamente. Cuando ve a Beckett negar suavemente con la cabeza como si estuviera preparándose para soltar algo que no quiere volver a sacar a colación, un incipiente sentimiento de inevitable culpabilidad lo embriaga.

Lo que más le está quitando el sueño es dejar de percibir progresivamente ese brillo que hay en sus ojos, de apreciable escasez, pero que cuando te fijas, dejas que te alumbre y te traspase en medio de la comunicación visual.

El escritor es testigo de cómo, en su lugar, aparece una especie de vacío y se vuelven oscuros, y es como si nunca en su vida esa mujer se hubiera dado la oportunidad para tomarse un respiro y ser feliz, porque en cuanto lo hace busca cualquier salida que la permita auto flagelarse y la haga volver a ser ella. Con su alma de piedra y sus kilos y kilos de culpabilidad arrastrándose bajo sus pies como si fuera algún tipo de acto de penitencia.

Beckett abre la boca, va a decir algo y el nudo del suspense empieza a ahogar con más insistencia al escritor. Eso lo hace aún más desagradable.

-Encontraron su cuerpo. La habían apuñalado.

Y el nudo se deshace, el suspense se rompe. Castle respira profundamente.

De lo poco que llevan de esa funesta conversación, esto es lo que peor les ha sentado a los dos. A ella, a juzgar por la expresión, por esa manera de fruncir el ceño como si intentara reprimir sus impulsos por echarse a llorar por rememorar aquel desgradable recuerdo, absolutamente innecesario de sacar a relucir.

Y a él porque, por suerte o por desgracia, dios le ha dotado con el noble arte de la imaginación y fácilmente puede reconstruir los hechos de cualquier suceso en su cerebro, como si fuera una película. Se imagina a Kate Beckett, mirando al ensangrentado e inerte cuerpo de su madre. Se la imagina arrodillada sobre el suelo, llorando, intentando pensar en alguna solución viable, en hacer todo pero nada a la vez porque poco remedio tenía ya la situación.

Se imagina la transición de una sonrisa tan preciosa como la suya, llena de vitalidad degradándose poco a poco hasta convertirse en una fachada por aparentar el total control sobre sus emociones y todo lo que repercute sobre ellas. Y piensa en lo genial que habría sido conocer a la Beckett con la sonrisa permanente y los ojos llenos de esperanza.

A esa Beckett que no se resiste mucho y se da la libertad para ser algo salvaje. A esa Beckett feliz.

En cuestión de segundos la conexión empática se hace inconcebiblemente intensa y Castle casi puede percibir la impotencia de Beckett como si fuera la suya. A la mierda lo demás, ¿quién se merece eso?

En un impulso irracional decide esclarecer sus propias dudas porque no es capaz de imaginar un móvil lo suficientemente retorcido y trascendental como para que una madre de familia aparentemente normal pueda haber acabado así. Así que rompe el breve silencio con la pregunta más nimia que ha pasado por su cabeza-: ¿Un robo?
Castle se da cuenta de que Beckett lucha por no sostenerle la mirada porque está a punto de llorar- No.

Beckett le explica que no tuvo nada que ver con algo así porque encontraron su bolso con todo dentro. También le dice que descartaron un intento de agresión sexual porque no hubo indicios. Que lo atribuyeron a un tema de bandas con un tono muy poco convincente, que no pasa desapercibido para el escritor.

Él tampoco consigue tragárselo mucho. Altamente complicado para una cosa tan simple. La expresión corporal de Beckett reafirma su posición y es como si los dos supieran que se inventaron la primera excusa más o menos verídica para no seguir tirando de la manta. Pero la detective lo explica como si no quisiera cerciorarse y simplemente no le importase vivir cargando con esa mentira allá donde vaya. No demasiado.

-Así que, como en el caso de Melanie, no vieron más allá de la caja. Cerraron el expediente y al asesino nunca lo cogieron.

Y eso último acentúa aún más, si es posible, la compleja paradoja moral de la detective, porque lo dice entre dientes y con rencor, como si le pareciera estúpido y totalmente inescrutable. De policía a policía. Lo es hasta para Castle que poca idea tiene de ese mundillo.

Pero también lo dice con cansancio y Rick se encuentra cara a cara con el famoso quiero, pero no puedo. Y cuando puedo, no quiero hacerlo. Eso y que está seguro de que ella lo hace a propósito por alguna razón.

Decide cambiar un poco de tema porque sabe que está sufriendo y vuelve a centrarse en lo que dio pie a esa conversación. A su aguda y hasta asquerosamente envidiable perspicacia, así que decide preguntar, de nuevo, por el reloj:

-Mi padre lo pasó mal. Lleva sobrio cinco años –cuando termina la frase consigue sonreír, orgullosa, y a Castle le parece increíble como esos pequeños detalles iluminan un poco su rostro, y le encanta.

Sin darse mucha cuenta, él también sonríe. El casi insignificante brillo vuelve a reaparecer en su mirada, débilmente pero, de momento, es suficiente para él y es como si viera un charco en medio del desierto.

-Así que esto es por la vida que salvé –señala la esfera de su reloj, posteriormente sostiene su cadenita, pillando el anillo colgado de esta entre sus dedos, original, simple, pero elegante-, y esto es por la vida que perdí.

Castle recuerda que, desde que la conoce, practica esa especie de ritual. Cuando se inclina para coger cualquier cosa, deja ver la pequeña cadena plateada asomándose de forma tímida bajo los mechones de su cabello, deslizándose por su nuca. Y el reloj le ha llamado la atención desde la primera vez que la vio luciéndolo alrededor de su muñeca. De hombre, supuso que había una historia detrás.

Piensa que, por desgracia, no se equivocó.

Se pregunta cómo es capaz de vivir con eso. Cómo se levanta todas las mañanas, se mira al espejo y no se derrumba cuando aprecia el abismal contraste entre esos dos periodos, triste y fuertemente marcados por una línea temporal como esa. En cuestión de minutos, la vida de Kate Beckett dio un giro y todo se fue a la mierda.

No sabe en qué momento ha pasado, pero a Castle le está hirviendo la sangre.

-Bueno, supongo que tu Nikki Heat ahora ya tiene un pasado, Castle.

Su tono de voz es tan frágil y tembloroso que a Castle le da miedo que en cualquier momento pueda derrumbarse. Es como si cada palabra quebrase un poco más a la detective, así sucesivamente y, mentalmente, el escritor maldice su espíritu de superación.

Aún así, esta sonríe débilmente mientras sus ojos se cristalizan, como siempre suele hacer cuando quiere ratificar que todo está bien cuando, en realidad, su voluntad se está rompiendo poco a poco y Castle intenta reconfortarla de todas las maneras posibles.

-No sé yo –la refuta, poco convencido, apartando la vista con insuficiencia-, me gustaba eso de puta de día, poli de noche.

Castle tiene una concepción diferente del resto de la gente en cuanto a ánimos se refiere. Piensa que, si quieres levantarle la cabeza a una persona, lo mejor que puedes hacer es cambiar de tema fácilmente, con cualquier trivialidad. Algo que no tenga ninguna relevancia con eso que la castiga, pero que al mismo tiempo la ensalce. Y eso es lo hace.

Y parece que funciona porque Beckett ha soltado una pequeña carcajada.

-Pero supongo que un pasado muy emotivo también quedaría bien –termina, convencido. Pretende sonar lo más cálido y complacido posible, porque quiere que Beckett esté tan contenta viviendo con eso como él. Como si no fuera nada malo.

Quiere que lo piense y no vuelva a hundirse.

-Bueno, no escandalices a tus lectores con algo trascendente por mi culpa, Castle.

Ella parece relajada y eso hace que Castle se relaje también. El ambiente se alivia un poco más y no es, hasta ese momento en el que a pesar de haber rememorado algo tan violento se las apaña para sonreír, consciente de lo perfectamente que encaja Beckett en su idea a priori de inspiración.

Y sabe que ha elegido a la musa perfecta.

-Hasta mañana, inspectora –dice el escritor, sonriendo, levemente embelesado por su figura.
-¿Nunca dices buenas noches?
-Soy escritor, buenas noches es aburrido. Hasta mañana es más… esperanzador.
-Ya, pues… yo soy poli. Buenas noches.

Beckett se aleja, dirigiéndose hacia el ascensor y Castle contempla cómo se mueve. Progresivamente va sintiendo una especie de admiración platónica por ella, y nota una especie de transición en su punto de vista sobre ella. Supo que era especial cuando la conoció, y lo sigue corroborando. Sus acciones hablan por sí solas. Y esta pequeña charla ha sido todo un momento de lucidez por su parte y él lo agradece.

Le encanta ver la parte más humana de Beckett. Es un soplo de aire fresco.

-Buenas noches –susurra, sin apartar sus ojos de ella.

Tiene la sensación de que la detective siempre será una caja de sorpresas. No hay problema, puede vivir con eso. Le encantan las sorpresas. Él estará encantado de llevarse una diferente todos y cada uno de los días que se tire siguiéndola allá donde vaya en pos de documentarse. Porque ella merece la pena y, por ende, todo lo relacionado con su vida.

Así que, en un arrebato por hacerse el amo y señor de la justicia, sin pensar mucho en las posibles consecuencias, busca a Esposito con la mirada y suspira aliviado cuando le ve revoloteando alrededor de su escritorio, recogiendo las cosas y poniendo todo a punto para irse. Aprovecha antes de que decida abandonar y, con total seguridad y despreocupación, le pide, con esa cara de perro abandonado tan propia del escritor, que le diga dónde puede encontrar el expediente de la madre de Beckett.

Como era de esperar, Esposito se niega en rotundo. Pero Castle es un tío cabezota y duro de pelar, y a eso no le gana nadie.

Castle sigue insistiendo un par de veces más, poniendo su mejor voz de confidente y secretista, como si fuera su confesor personal, sin quitar esa cara de irremediable idiota. Tan idiota que hasta al detective le parece adorable. Acaba sucumbiendo a las tediosas peticiones del escritor. Después de todo, ¿quién puede resistirse a sus encantos?

En pocos minutos, tiene el expediente entre sus manos –no sin antes sufrir las violentas y abusivas amenazas de Esposito taladrando sus oídos- y aprovecha para ojearlo ligeramente, por encima recopilando los datos de mayor relevancia mientras intenta acordarse de dónde estaba la fotocopiadora. Johanna Beckett. Ese caso necesita que le arrojen algo de luz, así que haciendo uso de todos sus medios –da gracias más que nunca de ser un cotizado y endiosado escritor-, piensa proporcionársela. Johanna se lo merece. Y Kate, también.

Y así, hoja por hoja, se acuerda de que tiene su pequeño álbum a modo de recordatorio personal en su despacho y se memoriza que, cuando llegue a casa, va a escribir hasta mañana, en mayúsculas, en una nueva hoja. Como si fuera una especie de propósito. Una marca personal. Porque quiere enseñar a la detective a empezar a usar esa palabra hasta que la desgaste.

Porque quiere que vuelva a recordar el sabor de lo esperanzador y la reconfortante sensación de acostarse sabiendo que el día siguiente será una nueva aventura. Algo diferente, pero prometedor.

Ella se lo merece. Realmente todo el mundo se merece algo así, pero ella tiene un motivo de peso, algo mucho mayor. Después de tantos años ha llegado el momento de que Kate Beckett desee levantarse al día siguiente.

Y esa será su nueva promesa. A cualquier precio.

***

Espero que haya estado a la altura y no haya dejado por los suelos a ese precioso momentazo <3. Ale, gracias por leer y nos vemos en la siguiente! ^^

Delta5 escribió:Flojillo? si esta perfecto. Ójala todos fueran así de "flojillos",

Juuup, muchas gracias . No sé, es que quería daros algo más intenso, no se jaja. Pero bueno, espero que este este a la altura, es algo menos flojillo que el anterior, creo jajaja. Muchas gracias por comentar!

Beckett_Castle_Alba escribió:Bonito página del albúm, esa escena me encanta, sin duda Castle no podría haber elegido mejor nombre para el alter ego de Kate, le viene perfecto
Preciosa forma de contarlo Sara, ha quedado una página que Castle seguro que no va a olvidar jamás

Ayyy a mi tambien me encanta . Me mori muchisimas veces cuando vi ese momentazo jajajaja. Juuup, muchas gracias, Alba! <3 Y no, creo que no. Y a mi tampoco se me va a olvidar, menuda forma de personarse en una presentacion de libros. Si es que esta mujer es genialisima jajajaja. Jaaains, muchas gracias por comentar! <3

Maria román@caskett escribió:De la primera tempirada, este es uno de mis momentos favoritos. Ya te he dicho que me encantas, eres brillante. Sigue así! Te espero en lo próximo que escribas XD.

El mio tambieeeeen! Jajajaja. Es que es genial, pero geniaaaaaal <3. Jup, muchisimas gracias! En serio, estas cosas animan mucho . Entonces espero que la pagina 4 te guste! Y Muchas gracias por el comentario!

agecastbet escribió:Por un momento me encuentro en la piel de Castle, así me has dejado con tu capítulo, como Beckett ha dejado al escritor, anonadada. Menudo capitulazo te has sacado de la manga, no es que sea largo, pero es más que intenso. MUY BIEN, pero ya se terminó y me he desatontado, quiero otro y lo antes posible. No dicen que la mejor defensa es un ataque, pues eso. BESOTESSSSSSSSSSSS

Halaaaaa, jooo, muchisimas gracias! Bueno, mas que sacarmelo de la manga simplemente he plasmado uno de los mejores momentazos entre estos dos por escrito jajaja. Supongo que Castle se habrá llevado un bonito recuerdo jaja. Y ya, bueno, es que la escena dura poco. Pero lo que dices, es intensa . Bueno, pues no se si ha sido lo antes posible, pero aqui la tienes jajaja. Muchas gracias por el comentario!

KateC_17 escribió:vaya menudo capitulooooo me gustó mucho
estaré esperando la conti asi que subelo pronto plisssssss

Juuuuuup, muchas graciaaaaaas! <3 Pronto creo que no ha sido, pero bueno, la cosa es que ya lo he colgado jajaja. Muchas gracias por comentar y espero que te guste! ^^

IN - CRE - I - BLE no tengo otra palabra para describirlo. Lo has hecho a la perfeccion y me ha encantado que decidieses escribir sobre ese momento tan emotivo.... pues eso, un capi precioso y.... sigue pronto!!!

Para momentazo el que has escrito tu, no se puede decir que la serie no tenga buenos momentos, pero nos faltan datos, por lo menos a los que como yo somos más que curiosos, todo se nos vuelven preguntas, que vosotros nos resolveis. Muy bien, y ya sabes siguelo, iluminanos con más capítulos como estos. BESOTESSSSSSSSSSSSSS

Me ha encantado el final
Ahora a esperar la continuación de The dragon!

Ha estado mucho más que a la altura, Sara. Me gusta mucho como has escrito sobre esa escena, que por cierto es una de mis favoritas de la serie.
Me gusta mucho ese final y la nueva palabra que Castle apunta en su albúm, seguro que consigue que Beckett la empiece a usar.
¡Precioso Sara!

Veeeeengo a resucitar eso! :3 Jajaja. Tuve un dilema muy grande a la hora de continuar esto y... bueno . Siento la tardanza. Pero ya estoy aqui! ^^ Espero que la página de hoy os guste! :3 Y muchisimas gracias por seguir leyendo y comentando. Sois unos amores .

***

Página 5: Poker

Si Castle hiciera una lista de prioridades en su vida en orden descendente, el Póker estaría en cuarto o quinto lugar.

Desde que era joven sabía lo que era jugar al Póker y lo que suponía tirar tus fichas al centro de la mesa. No solo es una cuestión de jugar, apostar y ganar. El Póker es mucho más complejo que eso. Es una especie de arte. De intentar moldear el azar para hacer una obra maestra haciendo uso de tu labia y destreza psíquica.

Casi tienes que usar tus cinco sentidos si quieres ganar con tu mano.

Eso sin contar que saca, al mismo tiempo, lo mejor y lo peor de cada uno. En una partida de Póker ves la verdadera naturaleza del ser humano. Puede parecer un juego frívolo a simple vista, pero es muchísimo más que eso. Y él ya está acostumbrado.

Para él, jugar al Póker es apostar tu dinero y jugarte el orgullo. Si ganas no solo te haces un poco más rico, sino que te elevas a lo más alto, tu reputación se duplica, estimulas un poco más la poderosa inteligencia receptiva y quedas por encima del de al lado. Y eso es demasiado bueno. A Castle siempre le ha encantado eso. Es un tío algo narcisista, se muere por dejar a los demás con el culo al aire.

No es que le dé igual perder mil pavos en una noche –no le duele demasiado, total, es rico-. Él lo que quiere es ganar. Ser el rey de la mesa. Le infla considerablemente su ponderosa autoestima y cada vez que es testigo de cómo se lleva el gato al agua y su orgullo crece, siente un pequeño orgasmo emocional.

Básicamente, tiene la opinión de que en el Póker se luce el que tiene más recursos sentimentales, no el que goza de un mayor poder adquisitivo.

Por eso estaba deseando que Beckett dijera que sí. Que un día accediera a ir a su casa a demostrarle que ella también es dueña y señora de la baraja, porque desde que la conoce ha tenido esa inexplicable intuición de que sería la típica chica que dejase al resto de los jugadores con los pantalones bajados. Incluido él. A Castle le gusta poner a prueba su orgullo con rivales fuertes, porque la recompensa se acaba triplicando o cuadruplicando.

Y justo cuando lo tiene, cuando está a punto de elevar ese amor propio a la enésima potencia, algo dentro de él se resquebraja.

Beckett le observa jactanciosa, casi tentándole y se produce un duelo de miradas. Como si estuviera segura de que va a ganar y dejar el honor del escritor restregándose por el suelo.

-El resto –aclama Beckett con un tono que da miedo desplazando todas sus fichas hacia el centro de la mesa.

Cualquiera se intimidaría ante eso y tiraría la mano, perdiendo automáticamente contra ella. Pero Castle es demasiado bueno y está acostumbrado a interceptar todo tipo de signos que transmite la comunicación corporal. Beckett se está tirando un farol. Los demás no lo ven, pero él sí.

Observa el all-in de la detective mientras siente las miradas del resto de los jugadores centradas en él. Todos creyendo que va a perder. Ryan burlándose de él, Esposito casi riéndose, Montgomery dando por hecho que Beckett va a coronarse reina. La única excepción es Martha, que no dice nada porque sabe por dónde van los tiros.

Castle vuelve a mirar sus cartas. Es demasiado improbable que con esa expresión Beckett tenga algo mejor que él. Titubea levemente. Su mayor objetivo cuando la invitó a venir era ganarla. Lucirse delante de ella, impresionarla. Y dejar que su amor propio se hinche otro poco más.

Antes de que se dé cuenta, ya ha tirado su mano, deslizándola boca abajo hacia el centro mientras se esparce sobre su silla. Y los demás aclaman burlones que ha perdido contra ella.

-Alguien debería cambiar su segundo nombre por el de “perdedor” –Beckett arrastra el portentoso montón de fichas hacia ella y Castle la observa impasible, medio alegrándose.

Un Full. Un puñetero Full en mano, una jugada casi inigualable y la deja ganar. Así sin más. Y, efectivamente, su honor acaba por los suelos, sepultado bajo las pedanterías que salen por la boca de la detective.

No sabe muy bien en qué momento ha ocurrido, pero lo que no dice en voz alta es que sintió el irrefrenable impulso de poner a Beckett por encima de su orgullo.

Dios sabe por qué.

---

Vuelven a jugar por segunda vez porque Beckett ha reclamado su revancha. Quizá no sea tan hábil como él en el Poker –o simplemente ha tenido mala suerte-, pero eso no quita que derroche inteligencia por todos sus poros. Eso sumado a que su madre es una bocazas y no ha podido resistirse a decirle a Beckett que su hijo, en la más inocente y benévola compasión, la ha dejado ganar.

Como era de esperar, ella reaccionó violentamente porque tiene su orgullo. Tiene tanto orgullo como Castle, o más. Y, después de eso, a Castle le ha quedado claro que para Kate Beckett en el Poker también te juegas ese distintivo tan propio de los valientes y los egoístas.

Tras tener otro breve pero intenso duelo de miradas, Beckett dice-: Lo siento, chicos. Esta no es mi noche –tira el par de cartas sobre la mesa y Castle aplaude, victorioso.

Contra todo pronóstico –porque juraría que la cara de Beckett expresaba todo lo contrario hasta hace unos segundos-, Castle gana la partida y se lleva todas las fichas, haciendo honor a su reputación y desmesurado honor como jugador invicto.

---

Castle tampoco es que sea un tío escaso de luces y ese repentino cambio en la expresión hizo que se removiera un poco sobre la silla, inseguro. Por eso, no recogió la mesa y aprovechó cuando nadie miraba para ver la jugada de Beckett. Cuando lo hizo, soltó un sonido de desaprobación y su trabajada autoestima se retorció lenta y dolorosamente cuando observó el portentoso Full derrochado por no hacerle sentir demasiado mal.

Lógicamente, no iba a dejarse pisotear de esa manera. No quería ser una víctima más de la compasión de la detective. Puede que le haya enternecido levemente, y quizá en otro terreno hubiera mirado hacia otro lado, pero no en el Poker. No, hay demasiado en juego. Por eso, cuando se deshacen del caso –a modo de celebración y, de paso, para quitarle un poco de hierro al mal sabor de boca tras un final poco feliz- le tiende un fajo de billetes. Ella le mira, extrañada.

-Tus ganancias.
-¿Mis ganancias?
-No te hagas la tonta conmigo. Tiraste la mano.

Le refresca la memoria porque eso dolió. Con otra persona a Beckett le habría salido bien la jugada, pero Richard Castle es un hombre de honor.

-Solo intentaba ser cortés. No quería humillarte delante de tus amigos –se defiende ella con una sonrisa pícara.
Castle se muestra más o menos complacido- Ya estamos en paz –mete la mano en el bolsillo interior de su chaqueta, sacando una baraja-. ¿Qué me dices a un pequeño duelo? Cara a cara. Tú y yo. Sólo un ganador –la mira, tentativo mientras se incorpora acercándose a ella-. De hombre a mujer.
Beckett frunce el ceño- ¿De hombre a mujer?
-O al revés.

Entonces esa sonrisa tan típica de ella se dibuja en su cara. Su expresión se relaja, pero es desafiante y esa expresión de superioridad se va acentuando a medida que se inclina hacia el escritor, y casi se puede oler una especie de tensión en el aire. Rara, pero sugestiva. Y escritor y detective se van acercando como si un campo magnético incidiera sobre ellos.

-Te va a doler –advierte ella, fanfarroneando.
-No tendré piedad.
-Voy a hacer que llores.
-Tú sí que vas a llorar.
-¿Qué nos jugamos?
-El orgullo –la mira de arriba abajo, medio lascivo-, o la ropa.
-Creo que tengo una bolsa de gominolas.

Castle le cede la baraja, combativo. Antes de empezar aquel singular, pero fascinante reto, se repite dos o tres veces que tiene que apuntar la palabra Poker en su cuadernito. Porque se ha llevado demasiados recuerdos bonitos a lo largo de su vida dedicando esas largas noches a construirse la dignidad que tiene ahora.

Y por los que le quedan por rememorar cuando, después de un caso, Beckett saque su lado más competitivo y le apetezca bajarle los pantalones.

O él a ella.

***

Muchas gracias por leer! ^^ Nos vemos!

RcKb escribió:IN - CRE - I - BLE no tengo otra palabra para describirlo. Lo has hecho a la perfeccion y me ha encantado que decidieses escribir sobre ese momento tan emotivo.... pues eso, un capi precioso y.... sigue pronto!!!

JJJJJOP, MUCHAS GRACIAS! Tenia que rendirle un homenaje es que la primera vez que vi este momento me llego al corazon (y me sigue llegando), me parece tan... TAN... . Fue una de las razones por las que tarde poquisimo en engancharme a Castle :3. Muchas gracias otra vez , espero que el nuevo te guste! ^^

agecastbet escribió:Para momentazo el que has escrito tu, no se puede decir que la serie no tenga buenos momentos, pero nos faltan datos, por lo menos a los que como yo somos más que curiosos, todo se nos vuelven preguntas, que vosotros nos resolveis. Muy bien, y ya sabes siguelo, iluminanos con más capítulos como estos. BESOTESSSSSSSSSSSSSS

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Aaaaaaaaay, MUCHISIMAS GRACIAS . Nah, yo no resuelvo nada, solo plasmo cosas que me llegan . Necesitaba hacer un huequecito a este, me parece una escena super emotiva y super bonita, me hizo hasta llorar en su dia . Jo, pues me alegro mucho de no haberla mancillado mucho . Muchas gracias por el comentario y eso ^^ espero que el nuevo te guste!

xisaa escribió:Me ha encantado el final
Ahora a esperar la continuación de The dragon!

oooooh, MUCHAS GRACIAS . Lo que he dicho antes, esta escena se merece muchisimos premios. Y ellos tambien. La he visto un porron de veces y me sigue poniendo la carne de gallina . Yyyy con Dragon estoy teniendo unos cuantos dilemas, pero espero solucionarlos pronto . Muchas gracias por dejar un comentario y tal . Espero que la nueva pagina te guste! ^^

Beckett_Castle_Alba escribió:Ha estado mucho más que a la altura, Sara. Me gusta mucho como has escrito sobre esa escena, que por cierto es una de mis favoritas de la serie.
Me gusta mucho ese final y la nueva palabra que Castle apunta en su albúm, seguro que consigue que Beckett la empiece a usar.
¡Precioso Sara!

Albaaaaaa MUCHISIMAS GRACIAS! Tambien es una de las mias, es tan asdfsdfASDFASDGSFD. No se, es muy significante. Lo he dicho antes, despues de ver esta escena es casi imposible no enamorarse de la serie . Y al final acaba consiguiendo que Beckett la use (es lo que me mata de esta serie, cómo hay progresiones tan preciosas como esta <3). Muchas gracias por el comentario! Espero que la siguiente pagina te guste! :3

Jejeje muy buenoo!!
Me encanta como has decrito el Poker, que no es mas que un simple juego de cartas que lo dejas todo al azar...
CONTINUA ORNITORRINCO!!

Me gusta mucho esta página del álbum dedicada a una de las pasiones de Castle.
Me encanta como has descrito esa partida, esa escena me encantó en la serie.
Estas eligiendo escenas muy buenas de la pareja y las estás describiendo de maravilla.
Espero que lo sigas pronto Sara

Casi que prefiero leerte a ti que ver la serie, por que tu si que me pones los vellos de punta, en la serie casi me lo tomé más a broma, se estaban midiendo y ninguno da su brazo a torcer, pero cuando tú lo escribes te metes bajo la piel de los protagonistas y se siente de otra manera, ME ENCANTA COMO LO HACES, JAJAJAJAJAJAJAJAJA
Bueno ya sabes estoy a la espera, jajajajajaja

BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSS

AlwaysSerenity escribió:Jejeje muy buenoo!!
Me encanta como has decrito el Poker, que no es mas que un simple juego de cartas que lo dejas todo al azar...
CONTINUA ORNITORRINCO!!

AYYYYY MI CLAU! Muchas graciaaaaas! . Es que conociendo a Castle veo tomandose eso muy en serio (eso y que yo tambien me declaro fan del poker jajaja). Ahora subire una nueva pagina, espero que te gusteeeeee, loca!

Beckett_Castle_Alba escribió:Me gusta mucho esta página del álbum dedicada a una de las pasiones de Castle.
Me encanta como has descrito esa partida, esa escena me encantó en la serie.
Estas eligiendo escenas muy buenas de la pareja y las estás describiendo de maravilla.
Espero que lo sigas pronto Sara

ALBAAAAAAAA . Muchas graciaaaaaas! A mi tambien me encanto (otra de las multiples cosas que me enamoran de Castle jajaja), me parecio tan asdsdfas la rivalidad entre Castle y Beckett que tuve que plasmarlo . Jup, gracias, en serio . Al principio no sabia muy bien cuales elegir porque como es la primera y aun no estan muy metidos en eso... Me alegra saber que que os haya gustado ^^. En breves subire una nueva pagina, espero que te siga gustando!

KateC_17 escribió:dios que capituloooo me ha gustadooo muchissimmoooooo
me gusta como Rick es competitivo me rei mucho en las escenas de la serie jeje
en fin sigue porntooo plisss que estaré aaquí esperando la contiiii

OOOOOOOH, MUCHAS GRACIAS! A mi tambien me encanta ver a Castle sacando su vena ludopata, es genial! (y cuando Beckett se apunta al tinglado, aun mas *___*). Y si, es genial como se pican entre ellos con el Poker, es de mis momentos Caskett favoritos (por eso tenia que meterlo, se merece una mencion especial jaja). Pueees ahora voy a subir una pagina nueva, espero que te siga gustando! ^^

agecastbet escribió:Casi que prefiero leerte a ti que ver la serie, por que tu si que me pones los vellos de punta, en la serie casi me lo tomé más a broma, se estaban midiendo y ninguno da su brazo a torcer, pero cuando tú lo escribes te metes bajo la piel de los protagonistas y se siente de otra manera, ME ENCANTA COMO LO HACES, JAJAJAJAJAJAJAJAJA
Bueno ya sabes estoy a la espera, jajajajajaja

BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSS

Halaaaaa, jo. Me has emocionado con eso MUCHAS GRACIAAAAAAS! Pero yo solo intento escribirlo, creeme que Marlowe lo haria mucho mejor que yo si se pusiera a describirlo jajaja. Ay, me alegro mucho de haber conseguido transmitir eso ^^. No sabia muy bien si lo estaba haciendo bien o me estaba saliendo un poco del caracter de los personajes. Pues ahora mismito voy a colgar la siguiente pagina, espero que te guste!

Hoooola de nuevo! ^^ Mi musa esta majiiiisima ultimamente (y yo tengo demasiado tiempo libre) asi que ahi va otra pagina :3 (y al ritmo que voy puede que mañana tengais otra jajajaja). Decir que muchisimas gracias por seguir leyendo y comentando y que espero que este os guste! ^^

***

Página 6: Celos

Desde el primer momento que vio a Will Sorenson no le cayó bien.

No es solo por esa cara de perro de puso Beckett cuando se enteró de que iban a trabajar con él –bueno, a lo mejor tuvo algo que ver, pero casi nada-, es que además Sorenson es el típico tío chulo, prepotente, que pierde la fuerza por la boca y al que no le aguanta ni su madre. Y Castle es un hombre demasiado pulcro y refinado con esas cosas –también es un chulo, y a veces prepotente, muy prepotente, pero él dice que con elegancia-, es de los que piensan que es mejor callarse y parecer idiotas a abrir la boca y demostrar serlo. Es escritor, gajes del oficio.

No es que se deje llevar por la superficialidad, Castle nunca ha sido tan frívolo. Prefiere interiorizar más antes de sacar una conclusión demasiado precipitada y más si es en relación con juzgar a una persona. Pero es que Sorenson rezuma una especie de aura rebosante de negatividad que Castle intercepta al vuelo y le repele, como si llevase consigo un letrero de neón aclamando lo capullo y flojo de mollera que es.

Además, se está intentando llevar a Beckett a su terreno. Otra vez. En medio de la escena del crimen, delante de los familiares o en cualquier sitio poco adecuado para eso pierde todo escrúpulo y aprovecha la mínima para babosear un rato detrás de ella y dejar al escritor fuera de lugar, como si no pintase nada. Y Beckett se hace la loca encogiéndose de hombros, cosa que le enferma aún más porque todavía no sabe que le vio exactamente para empezar una relación.

Quizá la gota que colmó el vaso fue cuando Sorenson le dijo con ese recochineo que estaba celoso. Richard Castle. Celoso de él, por comerle la boca a Beckett gratuitamente en el momento menos apropiado, porque él la cazó en su día y porque lo más bonito que le ha dicho Beckett al escritor es que le va a partir las piernas.

Al principio se rió porque estaba en caliente, negándolo. No daba crédito a lo que oía y rehuyó un poco del tema refugiándose en que sí, la cazó pero luego no pudo retenerla. Y medio funcionó porque el federal sonrió amargamente para luego rebatírselo con un “eso habrá que verlo” que sonó a tener muy poco futuro.

Pero ahora, al final del día, cuando se encuentra un poco más relajado, desplomado sobre el sofá y con su pequeño cuaderno en mano, piensa con su fría inteligencia y le da rabia reconocerlo, pero acaba afirmando mentalmente que Sorenson, de un modo u otro, ha dado en el clavo.

Que si le ha dicho sutilmente a Beckett que lo suyo con él no va a ningún lado basándose en la curiosa metáfora taoísta no es porque le caiga tan gorda que le preocupa la integración física y moral de la detective como vuelva con el federal, sino porque una especie de rabia patológica rebulle en su interior de solo imaginarse el panorama a partir de ese momento. Beckett con el gilipollas de su ex novio, agarrados de la mano yendo de acá para allá y repitiendo la desagradable escena que tuvo que presenciar en la cocina incontables veces.

Se sobrecoge sobre el sillón de solo pensarlo y una leve sensación de angustia le recorre. Es un tema que ha preferido no tocar, ni siquiera replanteárselo. Siempre ha tenido la sensación de que Kate Beckett era una persona demasiado especial y lo sabe desde que la conoce, y día tras día lo ratifica. Pero nunca ha llegado hasta ese punto.

El punto de hablar con ella y saber que, en el fondo, se está pensando darle otra oportunidad al federal. Y a raíz de eso, automáticamente preguntarse “¿por qué?” con una acerba sonrisa.

¿Por qué él y no yo?

Así que decide apuntar como si le doliera en el alma la palabra Celos en su libreta. Porque puede parecer una tontería, Castle sabe que es una tontería. No está loco por ella y no cree que eso vaya a pasar próximamente, pero hay algo que le quita el sueño en todo eso y, por alguna razón, tiene la certeza de que en un futuro no demasiado lejano pasará las páginas hacia atrás y se acordará de este día mientras se graba a fuego las palabras de Sorenson. Por el motivo que sea. Bien para reírse o para echarse a llorar.

***

Sorenson es el unico de los ex de Beckett que me ha caigo gorda, casi tan gorda como a Castle. Se nota, a que si? Bueno, gracias por leer y nos vemos en la siguiente! ^^

Muy buena página del álbum Sara jaja
Reconozco que a mi Sorenson tampoco me ha caído muy bien nunca, no sé que tenía porque ni siquiera Josh me caía tan mal
Me gusta como describes los celos de Castle, era como escuchar una voz en off mientras veía las escenas de los dos en la serie.
Fantástico Sara, espero que tu musa siga así de maja mucho tiempo

jeje estoy contigo a mi tampoco me ha caido bien Sorenson. Bueno ni él ni Demming ni Josh
Desde el primer dia que vi la serie, siempre pensé que estos dos (osea Rick y Kate) tenian que acabar juntos pero siempre había alguien de por medio separandolos
en fin me ha gustado mucho el capi viendo a un Rick celoso jeje
bueno sigueeeeeee plissssss que quiero leer la contiiii

Bueno, te comento este capi y el anterior porque acabo de leer los dos. Sobre el primero, decirte que me ha encantado que escribieras sobre una de las mayores aficiones de Castle. A mi personalmente me gusta mucho el poker y siempre que puedo hecho una partidilla con cualquiera. Tambien me emocione cuando vi que metias los dialogos de la serie y sobre como se ssintio cada uno al saber que el otro perdio a posta su mano para no dejarle por los suelos delante de sus amigos. Una parte encantadora. Pre ioso capitulo. Sobre el segundo, siendo sincera a mi tampoc me gusto Sorenson. Creo que e unico ex de Kate que me "cae" bien es Demming. Era el mas guapillo y majo pero Will desde la primera vez que le vi ma cayo mas que mal. Lo veia como un chulo que presume de lo que tiene para hacer senrir peor a los demas. Lo has plasmado de una forma unica. Genial. Solo una observacion: si hubieras metido la frase epica " El ying ying es... un.nombre de panda" lo.hubieras bordado. Aun.asi, te a quedado precioso y no tengo ninguna pega que ponerte. Sigue pronto y... muchisimas gracias por subir el capi ( o al menos por haberlo leido yo) el.dia de mi.cumple jejje Un.beso.y muchas gracias por escribir estan alucinantes.historias.

Holaholahola! Curioseand por mi ordenador me acorde de que tambien estaba escribiendo esto. Luego me senti super mal (pero que mierda de escritora soy xddd). Y bueno, dije... VOY A ESCRIBIR UN RATO! Y ha salido esto. Este momento os sonara (personalmente es uno de mis favoritos de la serie, es tan... ). Así que... bueno, solo decir que muchas gracias por seguir leyendo, que perdon por el retraso y que espero que os gusteee! ^^

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Página 7: Extraordinaria

—La mayoría cuando chocan contra un muro abandonan. Tú, no. Tú no cedes. Tú nunca te rindes. Y eso te hace extraordinaria.

Castle aborrece a Sorenson. Le cae mal. Le parece el típico chulito capullo que se da aires de grandeza y luego no le llega ni a la suela de los zapatos. Ese fantasma que cree aspirar a más de lo que pueden cubrir todas sus posibilidades y se jacta libremente de ello, como si tuviera algo de lo que sentirse orgulloso. Sí, es federal y cobra una millonada, pero sigue siendo un imbécil.

No le aguanta. Castle aborrece casi de manera patológica a Sorenson y lo aborrece lo suficiente como para desear que algún tipo de epifanía se lo llevara de algún modo y dejase de hacer que al escritor le doliese el estómago cada vez que lo viera.

Pero no deseaba que le pegasen un tiro. Castle a veces es un tanto retorcido, pero está lejos de ser tan mezquino. No llega a ese nivel. Quizá por su camuflado sentido de la empatía, o porque en el fondo es como un justiciero enmascarado tras un libro. No lo sabe.

Pero en cualquier caso, cualquier duda sobre por qué es un ser tan misericordioso con alguien que le produce tanta repulsión se desvanece cuando ve a Beckett rebajándose a la basura más despreciable habida y por haber en el mundo. Como si fuera un ser inútil. Ahí está, encogida sobre la incómoda y fría silla de la sala de espera, con la mirada perdida y vacía y cargando con el peso de la culpabilidad.

No habla demasiado, pero Castle apuesta que está pensando en el desastre de poli que es. Apuesta a que está pensando que cualquier premisa que llevase a Sorenson a ser disparado emana de ella. Que todas y cada una de las probabilidades de que saliera afectado por esto se han hecho realidad porque la detective estuvo ahí para terminar de formalizarlas. No fue a propósito. Ella no sabía nada.

Y aún así Castle está seguro de que Beckett se está realizando una auto crucifixión mental.

Por eso se sienta a su lado y le recuerda lo maravillosa que es. Le recuerda esa imprudente persistencia que le ha hecho ser alguien grande. Que la ha convertido en la mejor detective de su ámbito. A Castle le encanta picarla y poner a prueba la paciencia que se ha forjado con el paso de los años. Pero también le encanta ensalzarla y decírselo a la cara porque quiere que lo oiga y lo tenga por sabido.

Quiere que se lo crea porque lo es. Porque no quiere que en su cabeza se siembre esa duda razonable y se venga abajo, no después de todo lo que ha tenido que pasar. De momento es la máxima prioridad del escritor antes de recordarle que todavía tienen un caso que resolver y no es momento de venirse abajo.

Y cuando se lo dice, Beckett deja de tener la mirada perdida. Deja de tener esa expresión vacía, o menos vacía que antes. Se reincorpora ligeramente, mueve su cabeza y mira a Castle. Lo mira fijamente, sin gesticular, pero eso a Castle le congela por dentro y por fuera porque ve a través de sus ojos.

No le contesta y tampoco le hace falta. Se quedan en silencio, observándose y se recrea una especie de aura extrasensorial que se cierne sobre ellos. En medio del extraño para confortable milagro observa cómo Beckett deja de vacilar. Cómo disminuye esa tensión y empieza a crearse un sentimiento de seguridad, relajándose. Y el escritor también se relaja.

Siente que, por primera vez, son ellos mismos.

Por eso, en cuanto vienen Ryan y Esposito a romper su inesperada conexión emocional, recupera un poco el sentido de la orientación y piensa en lo que ha pasado. Piensa en por qué empezó todo esto y que debe apuntarlo en su pequeño cuaderno.

Debe apuntar la palabra extraordinaria por si alguna vez Beckett vuelve a flaquear. Porque esa vez, Castle volverá a ir a por ella y le recordará sutilmente que solo apunta en su álbum personal ese tipo de cosas que hacen que le parezca que la vida sea un lugar más interesante. Más soportable.

Más habitable.

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Nos vemos en la proxima paginaaaa!

Beckett_Castle_Alba escribió:Muy buena página del álbum Sara jaja
Reconozco que a mi Sorenson tampoco me ha caído muy bien nunca, no sé que tenía porque ni siquiera Josh me caía tan mal
Me gusta como describes los celos de Castle, era como escuchar una voz en off mientras veía las escenas de los dos en la serie.
Fantástico Sara, espero que tu musa siga así de maja mucho tiempo

MUCHAS GACIAS ALBAAAA! A mi es el unico de sus ex que me cae mal. Lo veo tan... arrrg no se. El gusto de Beckett no era muy catolico antes de conocer a Castle xdd. Y esta pagina me daba un poco de cosa porque no sabia si a estas alturas le gustaba Beckett anto como para tener celos. Pero bueno, supongo que que le cayese mal el tio este tuvo algo que ver tambien con eso jajaja. Y la musa ya no esta maja, pero bueno . Muchas gracias otra vez, Alba! <33 Espero que la nueva pagina que te guste! ^^

KateC_17 escribió:jeje estoy contigo a mi tampoco me ha caido bien Sorenson. Bueno ni él ni Demming ni Josh
Desde el primer dia que vi la serie, siempre pensé que estos dos (osea Rick y Kate) tenian que acabar juntos pero siempre había alguien de por medio separandolos
en fin me ha gustado mucho el capi viendo a un Rick celoso jeje
bueno sigueeeeeee plissssss que quiero leer la contiiii

Jajajaja parece que a nadie le caia bien Sorenson xddd. Jo, a mi Demming y Josh si, me parecian unos amores y me dieron pena cuando Beckett corto con ellos (ademas, coooomo estaban, mare meua ). Yaaa, yo tambien lo pense cuando la vi por primera vez. Fue como... VENGA, CASAOS YA, LO ESTAIS DESEANDO! jajaja Joooo, MUCHAS GRACIAS! El Castle celoso es genial, me encanta cuando saca esa faceta a relucir en la serie jajaja. Yyyy ya he subido la conti! Espero que te gusteeee! <3

RcKb escribió:Bueno, te comento este capi y el anterior porque acabo de leer los dos. Sobre el primero, decirte que me ha encantado que escribieras sobre una de las mayores aficiones de Castle. A mi personalmente me gusta mucho el poker y siempre que puedo hecho una partidilla con cualquiera. Tambien me emocione cuando vi que metias los dialogos de la serie y sobre como se ssintio cada uno al saber que el otro perdio a posta su mano para no dejarle por los suelos delante de sus amigos. Una parte encantadora. Pre ioso capitulo. Sobre el segundo, siendo sincera a mi tampoc me gusto Sorenson. Creo que e unico ex de Kate que me "cae" bien es Demming. Era el mas guapillo y majo pero Will desde la primera vez que le vi ma cayo mas que mal. Lo veia como un chulo que presume de lo que tiene para hacer senrir peor a los demas. Lo has plasmado de una forma unica. Genial. Solo una observacion: si hubieras metido la frase epica " El ying ying es... un.nombre de panda" lo.hubieras bordado. Aun.asi, te a quedado precioso y no tengo ninguna pega que ponerte. Sigue pronto y... muchisimas gracias por subir el capi ( o al menos por haberlo leido yo) el.dia de mi.cumple jejje Un.beso.y muchas gracias por escribir estan alucinantes.historias.

Ayyyy, MUCHAS GRACIAS! A mi tambien me encanta el poker es genial, y yo tambien aprovecho para echar una partida con quien sea jajaja. Y es que esa escena me encantoooo <33. Fue una de las razones por las que Castle mpezo a gustarme tanto, que no todo fueran casos, asesinatos y esas cosas, sino tambien cosas cotidianas como una partida de poker, con tanta rivalidad y eso . Tenia que meter aqui eso. Y tambien me enamoro que se dejaran ganar, fue como ASDFSDFSFD PERO SI OS QUEREIS Y LO SABEIS, DEJAD DE MAREAROS TANTO.

Y creo que todo odiamos a Sorenson jajajaja. Y Demming, OOOOH me encanta ese nene. Y Josh tambien, ya digo que el unico de los ex al que no aguanto es a Sorenson, me parece tan estupido xdd.Y bueno, la he metido indirectamente con lo de la metafora taoista . Y muchas gracias otra vez, jooo . Y nada, muchas gracias a vosotros por leerlo . Mis historias no tendrian sentido si vosotros no estuvieras ahi para leerlas . Y ya he subido la pagina 7, espero que te gusteee! <3

Me gusta, continua pronto