Apuesta (para Skyscraper)
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Kate&Rick
Emily Claire
Kynu
maria_cs
8 participantes
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Apuesta (para Skyscraper)
Después de dos escenas de sexo telefonico para Amo del universo bastante más serias he querido darle un enfoque nuevo. Espero que te guste Sky, después de tanta espera, si no es así, dimelo y te escribo otro XD.
Espero que lo disfruteis.
-Beckett.
-¿Qué llevas puesto?
He de decir que casi se me cayó el teléfono cuando Castle me saludó con esa pregunta tan sutil. También debo reconocer que estaba tan caliente que empecé a mojarme en cuestión de segundos. Aun así, decidí jugar con él un poquito.
-¿El pequeñín está aburrido, Ricky? –le pregunté burlona, teniendo un gruñido muy masculino por respuesta. Castle no estaba para juegos y no le culpaba. Tres meses sin sexo, sin buen sexo, pasan factura a cualquiera.
-Kate, no te burles de mí, no puedo más –se quejó, la necesidad evidente en su tono de voz. Suspiré.
-Yo tampoco –reconocí -. Pero dentro de dos semanas estaré allí y…
-¡No puedo esperar dos semanas! ¡Lo necesito ahora, Kate!
-Castle…
-Dios, ayer me puse a mirarle el culo a Gates ¡A Gates, Kate! ¿Te das cuenta del problema?
-Necesitas sexo, yo también, pero no podemos hacer na…
-Kate, no te he preguntado qué llevas puesto porque me guste tu ropa –me cortó.
-Oye, ya te lo dije el otro día, no quiero tener sexo por teléfono. Lo quiero de verdad, contigo, tocándote. –Lo reconozco, mi cuerpo me llevaba la contraria, pero a pesar de mi innegable experiencia y mis locuras de chica sexy, nunca había practicado sexo telefónico. Además, notar a Castle tan desesperado tenía su gracia.
-Kate, yo quiero tocarte y tú quieres tocarme, pero tú estás allí y yo estoy aquí, así que por qué no te tocas a ti misma pensado que soy yo y yo me toco a mí mismo pensado que eres tú.
-Te lo tenías estudiado ¿eh?
-Cariño, te lo ruego, voy a estallar como un crío de quince años, necesito esto.
-Dios, Castle…
-¿Eso es que sí? –Ahí estaba mi entusiasta niño pequeño.
-Eso es un si le cuentas algo de esto a alguien te juro que te mato.
-Lo capto. Ahora… ¿lista para empezar?
-Supongo que sí –murmuré.
-Genial. Entonces… ¿qué llevas puesto? –preguntó con voz ronca. Me encanta lo rápido que Castle pasa de ser un niño pequeño a un tío sexy. Me mordí el labio mientras jugaba con un mechón de mi cabello.
-Oh, nada especial… ese camisón que me regalaste antes de irme…
-¿El celeste de seda con encaje?
-Sí ¿Y sabes qué? No llevo sujetador.
-Entonces se te marcarán todos los…
-¿Los pezones? Oh sí, y llevan bastante tiempo duros. Muy duros –enfaticé, sonriendo con satisfacción cuando soltó todo el aire de golpe.
-Kate… -gimió.
-¿Te estás tocando, Ricky?
-No, pero estoy deseando hacerlo.
-Oh… ¿y por qué no te tumbas en nuestra cama y lo haces? Yo creo que voy a quitarme este camisón, empieza a hacer mucho calor…
Castle gruñó y oí el sonido de una cremallera bajando. Me tumbé en mi cama, muerta de deseo al imaginármelo. Estaría tan duro, pensando en mí. Maldije mentalmente la distancia. Lo necesitaba.
-¿Kate?
-Ummm…
-Quítate las bragas –me ordenó.
-¿No vas un poco rápido, cariño?
-¿Después de tres meses sin sexo? ¡NO! Las bragas fuera, ¡ya!
-¿Y si te dijera que tampoco llevo? -lo provoqué. Castle tomó aire lentamente y lo soltó poco a poco. Pobre, como le costaba controlarse.
-¿Dónde estás?
-Tumbada, desnuda, en la cama.
-Llévate los dedos a la boca.
-Tengo otra parte donde mojarlos -respondí. Tragó saliva y su respiración empezó a acelerarse.
-Joder -jadeó. Mis pezones se endurecieron aún más al saber lo que estaba haciendo. Los pellizqué, gemí.
-Castle... esto es tan...
-¿Qué estás haciendo? ¡Cuéntame todo! Y no te dejes ningún detalle.
-Me estoy pellizcando los pezones, están tan sensibles... ¿te acuerdas de lo sensibles que son, Ricky?
-Sí... claro que lo recuerdo -gimió -y saben tan bien... quiero tenerlos en mi boca.
-Y yo quiero que los tengas -suspiré, sin dejar de acariciarme.
-Imagina que soy yo, tengo mi boca en un pezón y el otro está entre mis dedos, me encanta rozarlos suavemente, volverte loca poco a poco...
-Sí... me estás tocando tú y eso me encanta -dije en un jadeo, mientras que empezaba a bajar más al sur -. Y ahora vas más abajo, porque sabes que no puedo más y que necesito que me toques ahí.
-Créeme cariño, si estuviera contigo no te tocaría con mis dedos. -Sentí un tirón en el clítoris insoportable. Echaba tanto de menos su lengua, su mágica lengua en él... -Tú también lo estás pensando ¿verdad? No sabes cuanto lo echo de menos, poder lamer ese clítoris una y otra vez, lentamente, notar como se hincha cada vez más...
-Oh, joder... -hacía círculos con dos dedos alrededor del clítoris, dándole pequeños golpecitos, notándolo caliente y húmedo, tanto como cuando Castle me hacía el amor. Él siguió hablando.
-Como me gustaría oír ese gemido que sueltas cuando meto dos dedos muy profundamente dentro de ti, sin dejar de lamerlo todo... déjame oírlo cariño -dijo. Introduje un dedo dentro de mi vagina y gemí tal como él recordaba, sintiendo como mis paredes lo atrapaban. Pero necesitaba más, no era suficiente.
-Dime... -jadee, intentando hablar, sofocada -¿Qué estás haciendo tú?
-¿No te lo imaginas? -Se burló, su voz seductora.
-Quiero oírlo -exigí, sin dejar de acariciarme.
-Ahora mismo siento que voy a estallar, pequeña -susurró -. Si estuviera contigo...
-¿Qué me harías?
-¿Qué te harías? -repitió -. Primero me aseguraría de tenerte completamente empapada, lista para mí, pero creo que ya lo estás, ¿me equivoco, cariño?
-No... -gemí -. Estoy muy mojada, te necesito dentro...
-Todavía no, mi amor -respondió -. Antes...
-¡No, maldita sea, lo necesito ya! -grité, frustrada, ahora tenía dos dedos dentro, mientras que otro acariciaba mi clítoris con movimientos rápidos desesperados. Pero no bastaba, necesitaba que siguiera hablando.
-Oh no, Kate, ni hablar -dijo cruelmente -. Yo te he dado todas mis atenciones... es justo que me devuelvas un poco...
Mascullé un cabrón por lo bajo, aunque debió oírme porque se echó a reír.
-¿Quien está ahora desesperada?
-Richard Alexander Rogers te juro que te voy a matar cuando vuelva a Nueva York.
-Al único lugar al que vas a volar es al cielo mientras gritas mi nombre -sonrió.
-¡Pues llévame ahí de una maldita vez!
-Todavía no -replicó, tajante -. Esto ha sido idea mía, tengo derecho a tener mi diversión.
-¿Sabes? ¡Esto no es lo que yo imaginaba cuando hablaste de sexo telefónico!
-Lo sé. Pero también echo de menos discutir contigo... así matamos dos pájaros de un tiro...
-Está bien... ¿quieres divertirte, cariño?
-Sabes que sí.
-Bien, entonces túmbate y disfruta.
-Estoy ansioso. -Sonreí, iba a llevarle al borde, Castle tenía razón, habíamos pasado mucho tiempo sin picarnos el uno al otro.
-Cierra los ojos -ordené.
-¿Por qué quieres que...
-Porque estoy ahora mismo en esa habitación, de rodillas a tu lado y quiero disfrutar de ti... yo también echo de menos saborearte.
-Joder...
-Oh, sí cariño, tú también lo echas de menos, ¿no? Sé que te encanta que lo haga y a mí me excita tanto...
-Kate no juegues...
-Sólo estoy empezando -respondí -. Calentando, cariño, las cosas buenas se hacen esperar, y yo quiero que sean muy buenas -le oía respirar mientras se masturbaba, empecé a acariciarme de nuevo, al compás, gimiendo, sin dejar de hablarle. -Te la estoy recorriendo lentamente con la lengua, de arriba abajo y mientras me estoy tocando, porque no aguanto más...
-Yo tampoco -jadeó.
-Aún no he acabado, Ricky. Ahora acabo de envolverte con mi boca, tengo la punta entre mis labios, esos que tanto te gustan besar... están hinchados por tus besos... y los cierro a tu alrededor, ¿lo sientes?
-Sí... sí... sigue...
-Pero eso no es suficiente, no para ti y sé lo que quieres... y tomo más, hasta el fondo, porque nunca tengo suficiente de ti... estás tan duro, cariño... me mojo aún más sólo de pensarlo...
-Kate...
-Te necesito dentro cariño, por favor -supliqué.
-Yo tampoco aguanto más... acabo de pararte porque no quiero acabar en tu boca, tengo otro lugar mejor que investigar...
-Ve allí, rápido -lo animé.
-Estoy ahí amor, acabo de separar tus piernas, me encanta lo caliente y mojada que estás...
-Es por ti, Rick, siempre es por ti-jadeé.
-Quiero entrar despacio, Kate... ha pasado tanto tiempo que quiero disfrutar cada delicioso centímetro de tu cuerpo. ¿Lo notas?
-Oh sí... -Sus palabras eran llamas de fuego que iban directamente a mi clítoris, mi vagina se cerraba en torno a mis tres dedos, lo deseaba, tanto como nunca lo había deseado.
-Joder... esto es una tortura, pequeña, no puedo esperar, tengo que moverme.
-Hazlo... estoy lista -gemí.
-Voy a empezar lento, porque quiero volverte loca, quiero disfrutar de ti todo lo que pueda -susurró, obligándome a disminuir la velocidad. Suspiré, deslizando los dedos dentro de mí muy despacio, recordando lo que sentía cada vez que lo notaba a él.-Me vuelves loco con esos gemidos... pero sé que quieres más... necesitas más -afirmó.
-Sí, por favor...
-Te daré todo lo que quieras... -aseguró, su voz ronca -. Me muevo más rápido, para ti, para los dos y tú envuelves tus piernas en mi cintura, tu cuerpo se arquea ante cada empuje, somos muy buenos en esto.
-Los mejores... -aseguré.
-Joder, noto tus manos en mi espalda y yo necesito las mías en tu culo, amor, tú lo sabes...
-Y cambiamos -añadí, mi voz afectada por el placer -. Ahora estoy a horcajadas sobre ti y empiezo a moverme muy deprisa, tal como a ti te gusta... y tú me ayudas con tus manos en mi culo... se sienten tan bien ahí... -suspiré, cerrando los ojos, notando como todo el calor empezaba a concentrarse, mi orgasmo acercándose cada vez más.
-Y estamos a punto cariño, te noto muy cerca y sé que cuando llegues me llevarás conmigo, sólo dime que más necesitas -me animó.
-Tócame, por favor -supliqué, sólo un poco más...
-Ya lo hago, Kate, rápido, dios, estás tan apretada, tan mojada... y tu clítoris nunca había estado tan duro, tan sensible para mí, sólo un roce más y...
-¡RICK! -Grité, mis ojos cerrados, olas de caliente placer golpeándome una y otra vez. De repente la distancia había dejado de existir y estábamos juntos, yo sobre él, nuestros cuerpos empapados, disfrutando del placer del otro, enredados. Oí como gritaba mi nombre en medio de su éxtasis y seguí acariciándome, sin querer que aquello acabara, sintiéndome unida a él como no lo había estado desde que me trasladé a D.C. Poco a poco la oleada fue remitiendo, persistiendo pequeños temblores que me dejaban débil, agotada. Normalmente después de hacer el amor tan apasionadamente él me abrazaría y yo apoyaría la cabeza en su pecho, aspirando el aroma a su colonia y a sexo, sintiéndome tranquila, en paz. Pero en mi nuevo hogar nada olía a él. No pude evitar echarme a llorar.
-¿Kate? -me llamó asustado -. ¿Qué te pasa, cielo?
-Necesito que me abraces -sollocé, sintiéndome estúpida.
-¿Y qué crees que estoy haciendo? -respondió él, cariñosamente. Sí, tengo el mejor novio del mundo.
PD: no aguanto más. Vuelvo a casa.
-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
-¡Qué! ¡Dios qué diablos te pasa!
-¡Beckett vuelve! -grité como una loca.
-¿Qué? -Javi me miró, extrañado.
-Me lo cuenta aquí, por e-mail.
-¿Tantas palabras para decirte que vuelve? -me preguntó. Sonreí haciéndome la desentendida.
-Bueno... ya la conoces, le gusta dar rodeos. ¿Qué te parece si tú y yo lo celebramos? -pregunté rodeándole el cuello con los brazos.
-Lanie... ¿qué bicho te ha picado?
-Oh... nada...
No iba a decirle que le había ganado una apuesta a mi amiga. ¿El premio? Una aventura sexual con detalles. Me encantan las apuestas.
Espero que lo disfruteis.
Apuesta (idea de Skyscraper)
-Beckett.
-¿Qué llevas puesto?
He de decir que casi se me cayó el teléfono cuando Castle me saludó con esa pregunta tan sutil. También debo reconocer que estaba tan caliente que empecé a mojarme en cuestión de segundos. Aun así, decidí jugar con él un poquito.
-¿El pequeñín está aburrido, Ricky? –le pregunté burlona, teniendo un gruñido muy masculino por respuesta. Castle no estaba para juegos y no le culpaba. Tres meses sin sexo, sin buen sexo, pasan factura a cualquiera.
-Kate, no te burles de mí, no puedo más –se quejó, la necesidad evidente en su tono de voz. Suspiré.
-Yo tampoco –reconocí -. Pero dentro de dos semanas estaré allí y…
-¡No puedo esperar dos semanas! ¡Lo necesito ahora, Kate!
-Castle…
-Dios, ayer me puse a mirarle el culo a Gates ¡A Gates, Kate! ¿Te das cuenta del problema?
-Necesitas sexo, yo también, pero no podemos hacer na…
-Kate, no te he preguntado qué llevas puesto porque me guste tu ropa –me cortó.
-Oye, ya te lo dije el otro día, no quiero tener sexo por teléfono. Lo quiero de verdad, contigo, tocándote. –Lo reconozco, mi cuerpo me llevaba la contraria, pero a pesar de mi innegable experiencia y mis locuras de chica sexy, nunca había practicado sexo telefónico. Además, notar a Castle tan desesperado tenía su gracia.
-Kate, yo quiero tocarte y tú quieres tocarme, pero tú estás allí y yo estoy aquí, así que por qué no te tocas a ti misma pensado que soy yo y yo me toco a mí mismo pensado que eres tú.
-Te lo tenías estudiado ¿eh?
-Cariño, te lo ruego, voy a estallar como un crío de quince años, necesito esto.
-Dios, Castle…
-¿Eso es que sí? –Ahí estaba mi entusiasta niño pequeño.
-Eso es un si le cuentas algo de esto a alguien te juro que te mato.
-Lo capto. Ahora… ¿lista para empezar?
-Supongo que sí –murmuré.
-Genial. Entonces… ¿qué llevas puesto? –preguntó con voz ronca. Me encanta lo rápido que Castle pasa de ser un niño pequeño a un tío sexy. Me mordí el labio mientras jugaba con un mechón de mi cabello.
-Oh, nada especial… ese camisón que me regalaste antes de irme…
-¿El celeste de seda con encaje?
-Sí ¿Y sabes qué? No llevo sujetador.
-Entonces se te marcarán todos los…
-¿Los pezones? Oh sí, y llevan bastante tiempo duros. Muy duros –enfaticé, sonriendo con satisfacción cuando soltó todo el aire de golpe.
-Kate… -gimió.
-¿Te estás tocando, Ricky?
-No, pero estoy deseando hacerlo.
-Oh… ¿y por qué no te tumbas en nuestra cama y lo haces? Yo creo que voy a quitarme este camisón, empieza a hacer mucho calor…
Castle gruñó y oí el sonido de una cremallera bajando. Me tumbé en mi cama, muerta de deseo al imaginármelo. Estaría tan duro, pensando en mí. Maldije mentalmente la distancia. Lo necesitaba.
-¿Kate?
-Ummm…
-Quítate las bragas –me ordenó.
-¿No vas un poco rápido, cariño?
-¿Después de tres meses sin sexo? ¡NO! Las bragas fuera, ¡ya!
-¿Y si te dijera que tampoco llevo? -lo provoqué. Castle tomó aire lentamente y lo soltó poco a poco. Pobre, como le costaba controlarse.
-¿Dónde estás?
-Tumbada, desnuda, en la cama.
-Llévate los dedos a la boca.
-Tengo otra parte donde mojarlos -respondí. Tragó saliva y su respiración empezó a acelerarse.
-Joder -jadeó. Mis pezones se endurecieron aún más al saber lo que estaba haciendo. Los pellizqué, gemí.
-Castle... esto es tan...
-¿Qué estás haciendo? ¡Cuéntame todo! Y no te dejes ningún detalle.
-Me estoy pellizcando los pezones, están tan sensibles... ¿te acuerdas de lo sensibles que son, Ricky?
-Sí... claro que lo recuerdo -gimió -y saben tan bien... quiero tenerlos en mi boca.
-Y yo quiero que los tengas -suspiré, sin dejar de acariciarme.
-Imagina que soy yo, tengo mi boca en un pezón y el otro está entre mis dedos, me encanta rozarlos suavemente, volverte loca poco a poco...
-Sí... me estás tocando tú y eso me encanta -dije en un jadeo, mientras que empezaba a bajar más al sur -. Y ahora vas más abajo, porque sabes que no puedo más y que necesito que me toques ahí.
-Créeme cariño, si estuviera contigo no te tocaría con mis dedos. -Sentí un tirón en el clítoris insoportable. Echaba tanto de menos su lengua, su mágica lengua en él... -Tú también lo estás pensando ¿verdad? No sabes cuanto lo echo de menos, poder lamer ese clítoris una y otra vez, lentamente, notar como se hincha cada vez más...
-Oh, joder... -hacía círculos con dos dedos alrededor del clítoris, dándole pequeños golpecitos, notándolo caliente y húmedo, tanto como cuando Castle me hacía el amor. Él siguió hablando.
-Como me gustaría oír ese gemido que sueltas cuando meto dos dedos muy profundamente dentro de ti, sin dejar de lamerlo todo... déjame oírlo cariño -dijo. Introduje un dedo dentro de mi vagina y gemí tal como él recordaba, sintiendo como mis paredes lo atrapaban. Pero necesitaba más, no era suficiente.
-Dime... -jadee, intentando hablar, sofocada -¿Qué estás haciendo tú?
-¿No te lo imaginas? -Se burló, su voz seductora.
-Quiero oírlo -exigí, sin dejar de acariciarme.
-Ahora mismo siento que voy a estallar, pequeña -susurró -. Si estuviera contigo...
-¿Qué me harías?
-¿Qué te harías? -repitió -. Primero me aseguraría de tenerte completamente empapada, lista para mí, pero creo que ya lo estás, ¿me equivoco, cariño?
-No... -gemí -. Estoy muy mojada, te necesito dentro...
-Todavía no, mi amor -respondió -. Antes...
-¡No, maldita sea, lo necesito ya! -grité, frustrada, ahora tenía dos dedos dentro, mientras que otro acariciaba mi clítoris con movimientos rápidos desesperados. Pero no bastaba, necesitaba que siguiera hablando.
-Oh no, Kate, ni hablar -dijo cruelmente -. Yo te he dado todas mis atenciones... es justo que me devuelvas un poco...
Mascullé un cabrón por lo bajo, aunque debió oírme porque se echó a reír.
-¿Quien está ahora desesperada?
-Richard Alexander Rogers te juro que te voy a matar cuando vuelva a Nueva York.
-Al único lugar al que vas a volar es al cielo mientras gritas mi nombre -sonrió.
-¡Pues llévame ahí de una maldita vez!
-Todavía no -replicó, tajante -. Esto ha sido idea mía, tengo derecho a tener mi diversión.
-¿Sabes? ¡Esto no es lo que yo imaginaba cuando hablaste de sexo telefónico!
-Lo sé. Pero también echo de menos discutir contigo... así matamos dos pájaros de un tiro...
-Está bien... ¿quieres divertirte, cariño?
-Sabes que sí.
-Bien, entonces túmbate y disfruta.
-Estoy ansioso. -Sonreí, iba a llevarle al borde, Castle tenía razón, habíamos pasado mucho tiempo sin picarnos el uno al otro.
-Cierra los ojos -ordené.
-¿Por qué quieres que...
-Porque estoy ahora mismo en esa habitación, de rodillas a tu lado y quiero disfrutar de ti... yo también echo de menos saborearte.
-Joder...
-Oh, sí cariño, tú también lo echas de menos, ¿no? Sé que te encanta que lo haga y a mí me excita tanto...
-Kate no juegues...
-Sólo estoy empezando -respondí -. Calentando, cariño, las cosas buenas se hacen esperar, y yo quiero que sean muy buenas -le oía respirar mientras se masturbaba, empecé a acariciarme de nuevo, al compás, gimiendo, sin dejar de hablarle. -Te la estoy recorriendo lentamente con la lengua, de arriba abajo y mientras me estoy tocando, porque no aguanto más...
-Yo tampoco -jadeó.
-Aún no he acabado, Ricky. Ahora acabo de envolverte con mi boca, tengo la punta entre mis labios, esos que tanto te gustan besar... están hinchados por tus besos... y los cierro a tu alrededor, ¿lo sientes?
-Sí... sí... sigue...
-Pero eso no es suficiente, no para ti y sé lo que quieres... y tomo más, hasta el fondo, porque nunca tengo suficiente de ti... estás tan duro, cariño... me mojo aún más sólo de pensarlo...
-Kate...
-Te necesito dentro cariño, por favor -supliqué.
-Yo tampoco aguanto más... acabo de pararte porque no quiero acabar en tu boca, tengo otro lugar mejor que investigar...
-Ve allí, rápido -lo animé.
-Estoy ahí amor, acabo de separar tus piernas, me encanta lo caliente y mojada que estás...
-Es por ti, Rick, siempre es por ti-jadeé.
-Quiero entrar despacio, Kate... ha pasado tanto tiempo que quiero disfrutar cada delicioso centímetro de tu cuerpo. ¿Lo notas?
-Oh sí... -Sus palabras eran llamas de fuego que iban directamente a mi clítoris, mi vagina se cerraba en torno a mis tres dedos, lo deseaba, tanto como nunca lo había deseado.
-Joder... esto es una tortura, pequeña, no puedo esperar, tengo que moverme.
-Hazlo... estoy lista -gemí.
-Voy a empezar lento, porque quiero volverte loca, quiero disfrutar de ti todo lo que pueda -susurró, obligándome a disminuir la velocidad. Suspiré, deslizando los dedos dentro de mí muy despacio, recordando lo que sentía cada vez que lo notaba a él.-Me vuelves loco con esos gemidos... pero sé que quieres más... necesitas más -afirmó.
-Sí, por favor...
-Te daré todo lo que quieras... -aseguró, su voz ronca -. Me muevo más rápido, para ti, para los dos y tú envuelves tus piernas en mi cintura, tu cuerpo se arquea ante cada empuje, somos muy buenos en esto.
-Los mejores... -aseguré.
-Joder, noto tus manos en mi espalda y yo necesito las mías en tu culo, amor, tú lo sabes...
-Y cambiamos -añadí, mi voz afectada por el placer -. Ahora estoy a horcajadas sobre ti y empiezo a moverme muy deprisa, tal como a ti te gusta... y tú me ayudas con tus manos en mi culo... se sienten tan bien ahí... -suspiré, cerrando los ojos, notando como todo el calor empezaba a concentrarse, mi orgasmo acercándose cada vez más.
-Y estamos a punto cariño, te noto muy cerca y sé que cuando llegues me llevarás conmigo, sólo dime que más necesitas -me animó.
-Tócame, por favor -supliqué, sólo un poco más...
-Ya lo hago, Kate, rápido, dios, estás tan apretada, tan mojada... y tu clítoris nunca había estado tan duro, tan sensible para mí, sólo un roce más y...
-¡RICK! -Grité, mis ojos cerrados, olas de caliente placer golpeándome una y otra vez. De repente la distancia había dejado de existir y estábamos juntos, yo sobre él, nuestros cuerpos empapados, disfrutando del placer del otro, enredados. Oí como gritaba mi nombre en medio de su éxtasis y seguí acariciándome, sin querer que aquello acabara, sintiéndome unida a él como no lo había estado desde que me trasladé a D.C. Poco a poco la oleada fue remitiendo, persistiendo pequeños temblores que me dejaban débil, agotada. Normalmente después de hacer el amor tan apasionadamente él me abrazaría y yo apoyaría la cabeza en su pecho, aspirando el aroma a su colonia y a sexo, sintiéndome tranquila, en paz. Pero en mi nuevo hogar nada olía a él. No pude evitar echarme a llorar.
-¿Kate? -me llamó asustado -. ¿Qué te pasa, cielo?
-Necesito que me abraces -sollocé, sintiéndome estúpida.
-¿Y qué crees que estoy haciendo? -respondió él, cariñosamente. Sí, tengo el mejor novio del mundo.
PD: no aguanto más. Vuelvo a casa.
-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
-¡Qué! ¡Dios qué diablos te pasa!
-¡Beckett vuelve! -grité como una loca.
-¿Qué? -Javi me miró, extrañado.
-Me lo cuenta aquí, por e-mail.
-¿Tantas palabras para decirte que vuelve? -me preguntó. Sonreí haciéndome la desentendida.
-Bueno... ya la conoces, le gusta dar rodeos. ¿Qué te parece si tú y yo lo celebramos? -pregunté rodeándole el cuello con los brazos.
-Lanie... ¿qué bicho te ha picado?
-Oh... nada...
No iba a decirle que le había ganado una apuesta a mi amiga. ¿El premio? Una aventura sexual con detalles. Me encantan las apuestas.
Última edición por maria_cs el Lun Jul 08, 2013 6:23 am, editado 1 vez
Re: Apuesta (para Skyscraper)
A la mierda todo!!! Te comento desde el móvil aunque tarde un siglo!!! Jajajajaja las fans es lo que hacemos no???
Pues nada María, lo primero BIENVENIDAAAAAA Jajajaja te echaba de menos y lo sabes
Me ha encantao, que risas con la desesperación de Rick al comienzo... Jajajajaja de verdad qe risas!!!
El sexo telefónico un pco mal haberlo leído ahora porque bastante calor hace y no me ha ayudo, así que creo que no hace falta que te diga más jijii
Y la apuesta y esa Lanie CALENTORRA es lo más! Jajaja
Me ha encantado
Pues nada María, lo primero BIENVENIDAAAAAA Jajajaja te echaba de menos y lo sabes
Me ha encantao, que risas con la desesperación de Rick al comienzo... Jajajajaja de verdad qe risas!!!
El sexo telefónico un pco mal haberlo leído ahora porque bastante calor hace y no me ha ayudo, así que creo que no hace falta que te diga más jijii
Y la apuesta y esa Lanie CALENTORRA es lo más! Jajaja
Me ha encantado
Re: Apuesta (para Skyscraper)
Escribes taaaan genial, eres mi escritora favorita.... me encanto tu fic, muy hot, kate de no querer nada de sexo telefónico fue la que mas disfruto... aunque ya hayas escrito escenas de este estilo, nunca aburren... ya echaba de menos tus fics, ojala ahora tengas mas tiempo para seguir con los otros...
Emily Claire- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 16/10/2012
Edad : 31
Localización : Chile, Viña del Mar
Re: Apuesta (para Skyscraper)
Como siempre con lo que escribes, muy bueno. El punto del final mostrando todo como un e-mail a Lanie ha sido .
Solo una cosa, ya se de donde viene la ola de calor que ha entrado en España, ha sido tu que has vuelto a escribir.
Solo una cosa, ya se de donde viene la ola de calor que ha entrado en España, ha sido tu que has vuelto a escribir.
Re: Apuesta (para Skyscraper)
Fantastico, la ola de calor ya tiene sentido para mi.
No soy creyente pero me confieso devota de esta Lanie
No soy creyente pero me confieso devota de esta Lanie
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Apuesta (para Skyscraper)
¡GRACIAS!
Pues para ser un enfoque nuevo te ha quedada ESPLENDIDO. Maria es que contigo no hay forma de quejarse. Me ha encantado, ese comienzo tan divertido y como Rick pese a ser un niño se vuelve un hombre en segundos. Ha estado muy hot, creo que con el calor que hace te has pasado un poco. Justamente lo que quería, muchas gracias.
Invitado- Invitado
Re: Apuesta (para Skyscraper)
Madre mía Maria!! Que calor hacer,no? jajaj
Todo lo que escribes me encanta
Espero que ahora que tienes tiempo sigas escribiendo
Todo lo que escribes me encanta
Espero que ahora que tienes tiempo sigas escribiendo
forever23- As del póker
- Mensajes : 382
Fecha de inscripción : 09/09/2012
Edad : 32
Localización : Bilbao
Re: Apuesta (para Skyscraper)
Que alegría verte de nuevo por aquí y con un nuevo fic. Me alegra que Sky te pidiera este fic, te has convertido en la reina del foro de este tipo de fic de sexo
Te ha quedado de maravilla María, me encanta como describes la necesidad que tienen el uno del otro, y el final ha sido estupendo, lo que me he reído imaginándome la cara de desconcierto de Espo ante la fogosa Lanie jajaja Y esa apuesta, muy al estilo Lanie.
Fantástico María.
Te ha quedado de maravilla María, me encanta como describes la necesidad que tienen el uno del otro, y el final ha sido estupendo, lo que me he reído imaginándome la cara de desconcierto de Espo ante la fogosa Lanie jajaja Y esa apuesta, muy al estilo Lanie.
Fantástico María.
______________________
Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: Apuesta (para Skyscraper)
Jajajajajaja. Vaya apuestas que hacen estas dos. Muy bueno.
Yaye- Escritor - Policia
- Mensajes : 1751
Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
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