Burn (Para SanySmile)
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Burn (Para SanySmile)
Bueno puntos a tener en cuenta: Espero que os guste... espero no ofender a nadie con ninguna parte.... por que tal vez se puede mal interpretar o no.... no sé... Y nada, cualquier fallo tengo como excusa que lo he escrito rapidito y colgado enseguida para que SanySmile ( y todas) lo disfute
Gracias por leer!
No sabía que era más sofocante: Las altas temperaturas que azotaban esos días de verano la ciudad de Nueva York o el jadeo constante de Castle sobre su nuca.
A todas horas, ahí estaba él detrás, pegado a ella, de un lado a otro. No le daba tregua.
Desde hacía días estaba más cansino que de costumbre y a ella le costaba cada vez más contenerse.
Entró en el loft de él abriendo la puerta con energía mientras dejaba sus cosas sobre el taburete de la cocina. Rick iba detrás de ella como siempre. Cerró la puerta mientras la seguía por su casa.
-Vamos, Katie… Kate…- Castle torció el cuello al ver como ella medio inclinada hacia delante le ofrecía una vista de su culo espectacular. Ella tan sólo se estaba deshaciendo de sus botas- Becks…
-No, Castle.
De espaldas a él seguía su camino hacia la habitación para posteriormente prepararse un baño refrescante. Estaba acalorada. Llevaba todo el día de un lado a otro, sin parar, sufriendo el calor y las largas verborreas del escritor.
Necesitaba un descanso.
-Vamos.-Castle se agachó cuando casi le golpea al lanzarle una de las botas que se había quitado y llevaba en la mano-Ey…casi me das.
-Esa era mi intención. A ver si así te callas.
-¿No me lo vas a decir?
-Es privado.
-Venga ya… llevamos saliendo un año… mis secretos, tus secretos.- Castle se acercó por detrás y la abrazó.
Beckett se recostó sobre el pecho del escritor acariciando sus manos sobre su cintura.
Suspiró.
Se giró y le dio un beso.
-Déjame ducharme
-¿Juntos?
Kate hizo una mueca.
-Ok, voy a preparar algo de cenar… -Castle le dio un ultimo beso y se separó-pero no sepas que me olvido….-Castle salió de la habitación y siguió hablando-si no, deberías haber guardado tu vibrador mejor.
Kate abrió la boca con intenciones de contestarle pero ninguna palabra coherente salió. Volvió a cerrarla mientras pestañeó varias veces y se encerró en el baño.
Empezó a prepararse el baño mientras su mente divagó recordando el motivo por el cual Castle estaba tan cansino los últimos días.
-Vamos a llegar tarde…-Beckett estaba terminando de maquillarse en el baño mientras Castle aun andaba por la habitación vistiéndose.
Habían quedado para celebrar varias cosas, entre ellas la mudanza de ella, el buen año universitario de Alexis y el cumpleaños de Martha, en un restaurante del centro y si seguían a ese ritmo llegarían tarde.
-Me faltan los gemelos.
Beckett sonrió mientras se miraba al espejo. Castle, siempre tan presumido.
-Kate…
Se retocó el maquillaje mientras escuchaba como la llamaba.
-Kate…
-Voy.
Castle estaba de pie al lado de la cómoda, con cara de susto y un pequeño dildo de color plata que vibraba sin cesar.
-Esto…
-¡RICK!-Beckett se acercó a él, quitándoselo de la mano, avergonzada.
-Estaba en el cajón.
-¡Ese es mi cajón de la ropa interior, el tuyo es el de abajo! ¡Lo sabes!
-¡No, no lo sé! ¡Desde que te has mudado has cambiado mis cosas…! ¡Vamos a necesitar una habitación entera para tus abrigos, chaquetas, chupas de cuero, zapatos, botas, deportivas…!
Beckett se mordió el labio.
-¡Y para tus cosillas de… sexo!
Beckett le golpeó en le hombro con lo primero que encontró en su mano: El vibrador.
Castle se quejó entre risas.
-Vámonos… o tendrás que decirle a tu madre el motivo de por que llegamos tarde…a ver que te inventas.
-Soy escritor, invento cosas cada día, de eso se trata-sonrió encontrando finalmente los gemelos y poniéndoselos- No diré la verdad si aceptas explicarme cosas de esta etapa tuya… ya sabes… traviesa.
Beckett no pudo evitar reír y le pellizcó el trasero mientras salían de la habitación.
-Ni en tus mejores sueños, mi amor.
No obstante, de esa situación habían pasado días y a él todavía no se le iba de la cabeza. La había atormentado con preguntas de todo tipo y había revisado la habitación con intenciones de encontrar otros artefactos, por suerte sin ningún resultado positivo para él.
Ella se había encargado de guardar ese pequeño vibrador en la caja de sus juguetes junto con las esposas que ellos dos ya habían usado. Aún no recordaba como el dildo había llegado al cajón y ahora se encontraba en esa tesitura si aceptar tener una charla con él sabiendo que todo podía ser usado en su contra o negarse rotundamente.
Durante la cena Rick no volvió a sacar el tema, se mantuvo correctamente hablando cosas del trabajo o alguna trivialidad. Tras cenar tranquilamente, él se encargó de recoger la mesa y ella de recoger un poco la cocina y tras ello, se dirigieron a la habitación.
-¡Que calor!
-Ni que lo digas…
-¿Has llamado al técnico?
-Si, mañana lo arreglan.
Beckett asintió. Sin aire acondicionado lo único que le quedaba era abrir un poco las ventanas de toda la casa.
Tras hacerlo, se recostó en la cama que ahora compartía con el escritor. Su cama: sabanas negras de algodón, frías y suaves. Rodeada de cojines se acomodó para leer un rato, ataviada tan sólo con una camiseta de tirantes y un short.
Castle se sentó en el borde de la cama, a sus pies, y se recostó boca arriba. Apenas giró la cara y acarició su pierna con la nariz.
Tras un buen rato en silencio. Beckett alzó la vista. Derrotada dejó caer sus hombros.
-¿Qué quieres saber?
-¿Te tocas?
-¿Qué?-Beckett se sentó mejor flexionando las piernas, sorprendida por la pregunta directa, que además de eso era ilógica, y dejó el libro en la mesita-¿Qué quieres decir?
-Ósea…-Castle con una sonrisa traviesa se sentó frente a ella- Quiero decir… ¿Alguna vez te has tocado pensando en mi?
Kate alzó una ceja.
-Antes de estar juntos… ya sabes… fantaseando… cuando ya nos conocíamos pero tu aun....
La detective alzó su mano para detenerlo.
-¿Esa es tu mejor pregunta?
Castle hizo una mueca.
-Tú sabes que yo si, te lo confesé… lo hice…lo hacía…lo he hecho esta mañana en la ducha.
-¡RICK!
Richard soltó una carcajada y luego la miró intensamente. Kate tomó aire y se mordió el labio juguetonamente y negó.
-¿Me estas mintiendo, detective Beckett?
Ella se encogió de hombros.
-Si, si lo haces.
Ella repitió el gesto. Castle frunció el ceño y sus labios. Odiaba que ella hiciera eso.
-Estas jugando conmigo. Odio que lo hagas-Castle le tiró un cojín a la cara mientras Beckett se reía-No puedo decodificar tu mirada… te odio.
Beckett se arrodilló y tomó su rostro entre sus manos y lo acercó a ella para darle un beso.
-Es parte de mi entrenamiento como detective-acarició su nariz con la suya propia-nunca sabrás si lo hago… o lo hago pensando en ti-mientras hablaba ella había bajado su mano por el pecho de él y acariciado su abdomen, excitándolo levemente.
Castle, enfadado como un niño con una rabieta, se separó.
-Voy a escribir un rato.
-Como quieras-Kate se volvió a recostar-pero… ¿Sabes qué?
Castle se giró cuando había llegado a la puerta.
-Si me hubieras preguntado si alguna vez he fantaseado con una mujer…-Beckett dejó el final de la frase en el aire mientras escuchaba como Castle se sentaba en la silla de su despacho despotricando.
Beckett soltó una risotada y siguió con su lectura. Durante un buen rato el silencio era tan sólo interrumpido por el teclear de Castle. Él estaba completamente concentrado en la pantalla de su portátil, en su historia, dejando a un lado la suya propia con Kate.
Suspiró y relajó sus manos sobre el teclado. Mirando a la nada pudo escuchar el constante ritmo de la respiración de su musa. Se había quedado dormida. Sonrió. Lo volvía loco. De todas las maneras. Suspiró y siguió escribiendo hasta que un leve sonido, casi como un murmullo le hizo detenerse.
Nada. Silencio de nuevo. Miró hacía atrás. La puerta que conectaba con su habitación abierta. Volvió a aporrear con rapidez las teclas perdido en la historia cuando el sonido, ésta vez fue más claro. Un leve jadeo escapando de la garganta de Kate.
Alzó las cejas y sonrió. Muchas veces, cuando ella estaba agotada respiraba más fuerte por la nariz y hacía un ruido, algo molesto pero que para él era el sonido más gracioso que había escuchado jamás.
Beckett siempre se quejaba: de niña le habían operado la nariz tras una caída para respirar mejor y no había servido nada. Si estaba agotada acababa haciendo una leve sinfonía de ronquidos al más estilo de Peppa Pig.
Pero no, en ese instante aquello no era un ronquido. Castle reparó de nuevo. Y ahí estaba otra vez, algo más alto: un gemido gutural.
Debatiéndose en si ir a comprobarlo o no, volvió a escuchar otro gemido. Se lo imaginó, escapando de los labios de Kate tal como lo hacía cuando estaba por llegar al clímax.
Se humedeció los labios e intentó concentrarse en su tarea de escribir, de avanzar su nueva novela, pero era imposible, los gemidos de Beckett ahora eran más intensos. Y entonces lo escuchó claro:
-mmm Richard.
El escritor tragó saliva al escuchar su nombre. Su nombre a través de los labios de su musa. Su nombre dicho, o más bien susurrado como lo hacía cuando hacían el amor. Aun recordaba la primera vez que ella lo expresó tan claro, era su tercer round, estaban en la ducha, se aferraba a su cuello y arqueó su espalda, tiró su cabeza hacia atrás mientras el la agarraba mejor de su trasero y embestía más fuerte y lo soltó como una bomba, revolucionándolo todo. Siseó su nombre con una voz tan sensual que estuvo apunto de venirse en ese instante.
Por suerte para él, hacía rato que estaba sin camiseta, y con tan sólo el pantalón fino del pijama, así no sentía como si la tela de la ropa fuera una segunda piel que se ceñía a su cuerpo caliente. Por suerte para él, Beckett se había callado.
Cerró los ojos y tragó saliva. Si, había parado pero era incapaz de concentrarse recordando que segundos atrás, Katherine Beckett había gemido su nombre, mientras dormía.
Y entonces lo recordó. Kate habla en sueños. Eso era una ventaja. Y entonces de nuevo, la estancia se lleno de pequeños gemidos, intercalados por unas cuantas palabras ininteligibles. Fue suficiente. No lo soportaba más. Ni él, ni la incipiente erección que se erguía bajo sus pantalones.
Caminó hasta su habitación y la imagen que le recibió terminó por despertar su erecto miembro.
Kate dormía boca arriba. El cabello se esparcía en su almohada como una cascada de caramelo. Sus facciones estaban relajadas y su boca entreabierta.
Respiró profundo para contenerse y siguió observándola. El tirante de su camiseta caía sobre su hombro y la tela se ceñía sobre su torso. Sus firmes, redondos y perfectos pechos se alzaban impetuosos con sus pezones súper erectos.
Castle jadeó y miró hacia abajo: Su entrepierna estaba pegada a su pantalón. Tenía un bulto enorme. Ella era capaz de conseguir esa reacción en su cuerpo. Estaba caliente. Sudando. Taquicardico.
Se llevó las manos a su pelo y se lo echó hacia atrás. Su flequillo se pegaba a su frente. Podía sentir como su sangre fluía por sus venas y su corazón iba más rápido. Concentró su mirada, más oscura, sobre el cuerpo de ella; casi como un depredador.
Sigiloso se acercó a la cama y sonrió ante la escena. Beckett tenía su propia mano sobre su sexo. Por fuera del short se estaba acariciando muy lento mientras repetía su nombre como un mantra.
Castle, sentado en el borde de la cama, acarició sus piernas con mucha suavidad, disfrutando del tacto de su piel. Ardía. Quemaba ante sus yemas tanto como la suya propia. Sonrió. Adoraba sus piernas. Sus manos subieron hasta sus muslos provocando una reacción en ella: abrió más sus piernas mientras seguía tocándose y arqueó su espalda mientras soltaba el aire que contenía sus pulmones.
Con su mano libre, Rick, apenas podía detener en su autosatisfacción, acariciando su miembro, sintiéndolo vibrar. No pudo evitarlo. Sabía que era jugar sucio pero no podía frenarse.
-Kate-habló bajito.
-mmm
-Estas dormida…
-mmmm, Rick…más…
-¿Te estoy…tocando? ¿Te tocas tú…?
-Yo…mmm si…son mis manos pero…tú…eres…quien me provoca Rick…-Beckett introdujo su mano en su pantalón y gimió más fuerte-.
-¿Fantaseabas conmigo, Kate?
-Si-dijo en un gemido-si lo hacía…no podía tenerte….y alguna vez…lo hacía…te…imaginaba…
Castle jadeó sintiendo toda la presión en su pene.
-¿Qué imaginabas?
-Que… venías…a mi casa… cuando estabas con Gina, rompías con ella…me empotrabas contra la pared…y me lo hacías…o en el coche…en mi coche.
Castle se mordió el labio para contenerse.
-¿Y con otras mujeres?
-Ammm aha…-Beckett asintió mientras jadeaba y respiraba más rápido.
Castle abrió los ojos como platos y no pudo evitarlo más. Se quitó el pantalón y se recostó a su lado.
-¿Quieres que te toque…Kate?
.-Por favor…
Castle se inclinó y empezó a besar su cuello tratando de que despertara mientras su mano se dirigió a la de ella y la posó sobre la suya guiando sus caricias tocándose ella misma.
-Más Rick…Más…mmmm
Castle estaba hecho un lío. No sabía si seguir.
-¿Dónde están tus juguetitos?
-En el cajón de mi mesita…
Castle se inclinó por encima de ella, pegándose a su sexo, y abrió el cajón sacando el dildo.
La miró y activó el botón de vibrar. Castle se deshizo de su ropa, dejándola desnuda. Acercó el vibrador a su sexo y posó la punta sobre su clítoris. Beckett se revolvió y abrió los ojos. Estaba excitada. Había soñado con él… y ahí lo tenía, mirándola desesperado como si ella fuera su presa. Follandosela con la mirada.
-Jugando sucio, señor Castle.
-Tendrá que detenerme, detective.-pero tras decir eso, activó el botón de más velocidad, y Beckett gritó arqueándose. Se retorció ante las vibraciones en su clítoris y sintiendo como él se separaba de ella, hasta introducir su boca entre sus muslos.
-No pares, Rick, por favor…
Kate sintió como estaba apunto de venirse. Agarró la mano de él deteniendo los movimientos del vibrador y lo lanzó lejos en la cama.
Tiró de su cabello y por el camino él se dedico a besar sus pechos y morderlos hasta llegar a la misma altura.
-Follame… ahora…házmelo ya.- Los ojos de Beckett estaban dilatados por el placer. Su cara estaba enrojecida. Sus labios hinchados y entre abiertos. Respiraba agitada.
Castle no pudo más que rendirse ante la determinación de ella. Abrió sus piernas algo brusco y sin esperar se deslizó con fuerza en su interior. Hasta lo más hondo.
Se amoldó a su cuerpo, se aferró a sus bíceps y entrelazó sus piernas a su cintura clavando sus talones en su trasero; pidiendo por más. Castle embestía con fuerza. El cabecero chocaba sin piedad contra la pared mientras los ajetreados muelles del colchón se esforzaban por resistir mientras sonaba un chiriante sonido acompañando a los gemidos y gritos de placer que ambos soltaban sin vergüenza.
-Dios, Kate…..me vuelves loco….-el ritmo frenético de Castle la estaba desestabilizando por momentos. No le importaba si la había descubierto fantaseando en sueños, tocándose, gimiendo su nombre, no le importaba si la había despertado entre caricias para hacerlo salvajemente, lo único que Kate Beckett tenía en mente en ese momento era llegar a la cúspide del placer entre sus brazos y retorcerse junto a él mientras se quedaba sin aire en sus pulmones, mientras su cabeza daba vueltas sin saber ya si era real o seguía soñando, mientras su vista se nublaba y veía su reflejo en los ojos azul intenso de él.
Sin dejar de mirarse se besaron entre gemidos sintiendo como sus cuerpos colapsaban, como su pelvis se pegaba más a la suya, sintiendo su erección vibrar en su interior, aferrandose a ella, guiándole al más puro y primitivo orgasmo, llenándola de vida, corriéndose en su interior, sintiendo su semen caliente acelerando su segundo orgasmo a la velocidad de la luz, clavando sus uñas en sus brazos mientras se desplomaban en el colchón, jadeando, tratando de normalizar su respiración, tratando que sus corazones no salieran desbocados de sus pechos y latieran a un ritmo normal, intentando comprender cada uno de los sentimientos que había atravesado su ser a la par que se convertían en uno solo.
Minutos después, sintiendo el ambiente aun ardiendo, se separaron quedando ambos tendidos entre sabanas revueltas mirando el techo.
Aun les costaba respirar.
-Tendré que interrogarte más…
-Has jugado sucio-Beckett le golpeó sin fuerza-te mereces un castigo.
Castle sonrió y se giró para mirarla.
-Estas preciosa.
-Cállate. Recuerda que tú también hablas en sueños.
Castle acarició el rostro de ella con su pulgar y se acercó para besarla. Ambos sonrieron.
-Cuando quieras te cuento mis sueños…Pero antes-siguió acariciándola, a una distancia prudente si no querían quedarse pegados por el calor-¿me cuentas tu sueño?
Kate rodó los ojos.
-¿Con que mujer fantaseabas, Kate? ¿Natalie Rodes haciendo de Nikki Heat? Eso sería demasiado ególatra…
-Eres imposible-Kate le golpeó con un cojín y se levantó desnuda, caminando hacia el baño-¿Vienes? Te lo cuento en la ducha.
Castle se levantó a toda velocidad y la siguió, perdiéndose uno en los brazos del otro y cerrando la puerta con el pie.
Gracias por leer!
BURN
No sabía que era más sofocante: Las altas temperaturas que azotaban esos días de verano la ciudad de Nueva York o el jadeo constante de Castle sobre su nuca.
A todas horas, ahí estaba él detrás, pegado a ella, de un lado a otro. No le daba tregua.
Desde hacía días estaba más cansino que de costumbre y a ella le costaba cada vez más contenerse.
Entró en el loft de él abriendo la puerta con energía mientras dejaba sus cosas sobre el taburete de la cocina. Rick iba detrás de ella como siempre. Cerró la puerta mientras la seguía por su casa.
-Vamos, Katie… Kate…- Castle torció el cuello al ver como ella medio inclinada hacia delante le ofrecía una vista de su culo espectacular. Ella tan sólo se estaba deshaciendo de sus botas- Becks…
-No, Castle.
De espaldas a él seguía su camino hacia la habitación para posteriormente prepararse un baño refrescante. Estaba acalorada. Llevaba todo el día de un lado a otro, sin parar, sufriendo el calor y las largas verborreas del escritor.
Necesitaba un descanso.
-Vamos.-Castle se agachó cuando casi le golpea al lanzarle una de las botas que se había quitado y llevaba en la mano-Ey…casi me das.
-Esa era mi intención. A ver si así te callas.
-¿No me lo vas a decir?
-Es privado.
-Venga ya… llevamos saliendo un año… mis secretos, tus secretos.- Castle se acercó por detrás y la abrazó.
Beckett se recostó sobre el pecho del escritor acariciando sus manos sobre su cintura.
Suspiró.
Se giró y le dio un beso.
-Déjame ducharme
-¿Juntos?
Kate hizo una mueca.
-Ok, voy a preparar algo de cenar… -Castle le dio un ultimo beso y se separó-pero no sepas que me olvido….-Castle salió de la habitación y siguió hablando-si no, deberías haber guardado tu vibrador mejor.
Kate abrió la boca con intenciones de contestarle pero ninguna palabra coherente salió. Volvió a cerrarla mientras pestañeó varias veces y se encerró en el baño.
Empezó a prepararse el baño mientras su mente divagó recordando el motivo por el cual Castle estaba tan cansino los últimos días.
-Vamos a llegar tarde…-Beckett estaba terminando de maquillarse en el baño mientras Castle aun andaba por la habitación vistiéndose.
Habían quedado para celebrar varias cosas, entre ellas la mudanza de ella, el buen año universitario de Alexis y el cumpleaños de Martha, en un restaurante del centro y si seguían a ese ritmo llegarían tarde.
-Me faltan los gemelos.
Beckett sonrió mientras se miraba al espejo. Castle, siempre tan presumido.
-Kate…
Se retocó el maquillaje mientras escuchaba como la llamaba.
-Kate…
-Voy.
Castle estaba de pie al lado de la cómoda, con cara de susto y un pequeño dildo de color plata que vibraba sin cesar.
-Esto…
-¡RICK!-Beckett se acercó a él, quitándoselo de la mano, avergonzada.
-Estaba en el cajón.
-¡Ese es mi cajón de la ropa interior, el tuyo es el de abajo! ¡Lo sabes!
-¡No, no lo sé! ¡Desde que te has mudado has cambiado mis cosas…! ¡Vamos a necesitar una habitación entera para tus abrigos, chaquetas, chupas de cuero, zapatos, botas, deportivas…!
Beckett se mordió el labio.
-¡Y para tus cosillas de… sexo!
Beckett le golpeó en le hombro con lo primero que encontró en su mano: El vibrador.
Castle se quejó entre risas.
-Vámonos… o tendrás que decirle a tu madre el motivo de por que llegamos tarde…a ver que te inventas.
-Soy escritor, invento cosas cada día, de eso se trata-sonrió encontrando finalmente los gemelos y poniéndoselos- No diré la verdad si aceptas explicarme cosas de esta etapa tuya… ya sabes… traviesa.
Beckett no pudo evitar reír y le pellizcó el trasero mientras salían de la habitación.
-Ni en tus mejores sueños, mi amor.
No obstante, de esa situación habían pasado días y a él todavía no se le iba de la cabeza. La había atormentado con preguntas de todo tipo y había revisado la habitación con intenciones de encontrar otros artefactos, por suerte sin ningún resultado positivo para él.
Ella se había encargado de guardar ese pequeño vibrador en la caja de sus juguetes junto con las esposas que ellos dos ya habían usado. Aún no recordaba como el dildo había llegado al cajón y ahora se encontraba en esa tesitura si aceptar tener una charla con él sabiendo que todo podía ser usado en su contra o negarse rotundamente.
Durante la cena Rick no volvió a sacar el tema, se mantuvo correctamente hablando cosas del trabajo o alguna trivialidad. Tras cenar tranquilamente, él se encargó de recoger la mesa y ella de recoger un poco la cocina y tras ello, se dirigieron a la habitación.
-¡Que calor!
-Ni que lo digas…
-¿Has llamado al técnico?
-Si, mañana lo arreglan.
Beckett asintió. Sin aire acondicionado lo único que le quedaba era abrir un poco las ventanas de toda la casa.
Tras hacerlo, se recostó en la cama que ahora compartía con el escritor. Su cama: sabanas negras de algodón, frías y suaves. Rodeada de cojines se acomodó para leer un rato, ataviada tan sólo con una camiseta de tirantes y un short.
Castle se sentó en el borde de la cama, a sus pies, y se recostó boca arriba. Apenas giró la cara y acarició su pierna con la nariz.
Tras un buen rato en silencio. Beckett alzó la vista. Derrotada dejó caer sus hombros.
-¿Qué quieres saber?
-¿Te tocas?
-¿Qué?-Beckett se sentó mejor flexionando las piernas, sorprendida por la pregunta directa, que además de eso era ilógica, y dejó el libro en la mesita-¿Qué quieres decir?
-Ósea…-Castle con una sonrisa traviesa se sentó frente a ella- Quiero decir… ¿Alguna vez te has tocado pensando en mi?
Kate alzó una ceja.
-Antes de estar juntos… ya sabes… fantaseando… cuando ya nos conocíamos pero tu aun....
La detective alzó su mano para detenerlo.
-¿Esa es tu mejor pregunta?
Castle hizo una mueca.
-Tú sabes que yo si, te lo confesé… lo hice…lo hacía…lo he hecho esta mañana en la ducha.
-¡RICK!
Richard soltó una carcajada y luego la miró intensamente. Kate tomó aire y se mordió el labio juguetonamente y negó.
-¿Me estas mintiendo, detective Beckett?
Ella se encogió de hombros.
-Si, si lo haces.
Ella repitió el gesto. Castle frunció el ceño y sus labios. Odiaba que ella hiciera eso.
-Estas jugando conmigo. Odio que lo hagas-Castle le tiró un cojín a la cara mientras Beckett se reía-No puedo decodificar tu mirada… te odio.
Beckett se arrodilló y tomó su rostro entre sus manos y lo acercó a ella para darle un beso.
-Es parte de mi entrenamiento como detective-acarició su nariz con la suya propia-nunca sabrás si lo hago… o lo hago pensando en ti-mientras hablaba ella había bajado su mano por el pecho de él y acariciado su abdomen, excitándolo levemente.
Castle, enfadado como un niño con una rabieta, se separó.
-Voy a escribir un rato.
-Como quieras-Kate se volvió a recostar-pero… ¿Sabes qué?
Castle se giró cuando había llegado a la puerta.
-Si me hubieras preguntado si alguna vez he fantaseado con una mujer…-Beckett dejó el final de la frase en el aire mientras escuchaba como Castle se sentaba en la silla de su despacho despotricando.
Beckett soltó una risotada y siguió con su lectura. Durante un buen rato el silencio era tan sólo interrumpido por el teclear de Castle. Él estaba completamente concentrado en la pantalla de su portátil, en su historia, dejando a un lado la suya propia con Kate.
Suspiró y relajó sus manos sobre el teclado. Mirando a la nada pudo escuchar el constante ritmo de la respiración de su musa. Se había quedado dormida. Sonrió. Lo volvía loco. De todas las maneras. Suspiró y siguió escribiendo hasta que un leve sonido, casi como un murmullo le hizo detenerse.
Nada. Silencio de nuevo. Miró hacía atrás. La puerta que conectaba con su habitación abierta. Volvió a aporrear con rapidez las teclas perdido en la historia cuando el sonido, ésta vez fue más claro. Un leve jadeo escapando de la garganta de Kate.
Alzó las cejas y sonrió. Muchas veces, cuando ella estaba agotada respiraba más fuerte por la nariz y hacía un ruido, algo molesto pero que para él era el sonido más gracioso que había escuchado jamás.
Beckett siempre se quejaba: de niña le habían operado la nariz tras una caída para respirar mejor y no había servido nada. Si estaba agotada acababa haciendo una leve sinfonía de ronquidos al más estilo de Peppa Pig.
Pero no, en ese instante aquello no era un ronquido. Castle reparó de nuevo. Y ahí estaba otra vez, algo más alto: un gemido gutural.
Debatiéndose en si ir a comprobarlo o no, volvió a escuchar otro gemido. Se lo imaginó, escapando de los labios de Kate tal como lo hacía cuando estaba por llegar al clímax.
Se humedeció los labios e intentó concentrarse en su tarea de escribir, de avanzar su nueva novela, pero era imposible, los gemidos de Beckett ahora eran más intensos. Y entonces lo escuchó claro:
-mmm Richard.
El escritor tragó saliva al escuchar su nombre. Su nombre a través de los labios de su musa. Su nombre dicho, o más bien susurrado como lo hacía cuando hacían el amor. Aun recordaba la primera vez que ella lo expresó tan claro, era su tercer round, estaban en la ducha, se aferraba a su cuello y arqueó su espalda, tiró su cabeza hacia atrás mientras el la agarraba mejor de su trasero y embestía más fuerte y lo soltó como una bomba, revolucionándolo todo. Siseó su nombre con una voz tan sensual que estuvo apunto de venirse en ese instante.
Por suerte para él, hacía rato que estaba sin camiseta, y con tan sólo el pantalón fino del pijama, así no sentía como si la tela de la ropa fuera una segunda piel que se ceñía a su cuerpo caliente. Por suerte para él, Beckett se había callado.
Cerró los ojos y tragó saliva. Si, había parado pero era incapaz de concentrarse recordando que segundos atrás, Katherine Beckett había gemido su nombre, mientras dormía.
Y entonces lo recordó. Kate habla en sueños. Eso era una ventaja. Y entonces de nuevo, la estancia se lleno de pequeños gemidos, intercalados por unas cuantas palabras ininteligibles. Fue suficiente. No lo soportaba más. Ni él, ni la incipiente erección que se erguía bajo sus pantalones.
Caminó hasta su habitación y la imagen que le recibió terminó por despertar su erecto miembro.
Kate dormía boca arriba. El cabello se esparcía en su almohada como una cascada de caramelo. Sus facciones estaban relajadas y su boca entreabierta.
Respiró profundo para contenerse y siguió observándola. El tirante de su camiseta caía sobre su hombro y la tela se ceñía sobre su torso. Sus firmes, redondos y perfectos pechos se alzaban impetuosos con sus pezones súper erectos.
Castle jadeó y miró hacia abajo: Su entrepierna estaba pegada a su pantalón. Tenía un bulto enorme. Ella era capaz de conseguir esa reacción en su cuerpo. Estaba caliente. Sudando. Taquicardico.
Se llevó las manos a su pelo y se lo echó hacia atrás. Su flequillo se pegaba a su frente. Podía sentir como su sangre fluía por sus venas y su corazón iba más rápido. Concentró su mirada, más oscura, sobre el cuerpo de ella; casi como un depredador.
Sigiloso se acercó a la cama y sonrió ante la escena. Beckett tenía su propia mano sobre su sexo. Por fuera del short se estaba acariciando muy lento mientras repetía su nombre como un mantra.
Castle, sentado en el borde de la cama, acarició sus piernas con mucha suavidad, disfrutando del tacto de su piel. Ardía. Quemaba ante sus yemas tanto como la suya propia. Sonrió. Adoraba sus piernas. Sus manos subieron hasta sus muslos provocando una reacción en ella: abrió más sus piernas mientras seguía tocándose y arqueó su espalda mientras soltaba el aire que contenía sus pulmones.
Con su mano libre, Rick, apenas podía detener en su autosatisfacción, acariciando su miembro, sintiéndolo vibrar. No pudo evitarlo. Sabía que era jugar sucio pero no podía frenarse.
-Kate-habló bajito.
-mmm
-Estas dormida…
-mmmm, Rick…más…
-¿Te estoy…tocando? ¿Te tocas tú…?
-Yo…mmm si…son mis manos pero…tú…eres…quien me provoca Rick…-Beckett introdujo su mano en su pantalón y gimió más fuerte-.
-¿Fantaseabas conmigo, Kate?
-Si-dijo en un gemido-si lo hacía…no podía tenerte….y alguna vez…lo hacía…te…imaginaba…
Castle jadeó sintiendo toda la presión en su pene.
-¿Qué imaginabas?
-Que… venías…a mi casa… cuando estabas con Gina, rompías con ella…me empotrabas contra la pared…y me lo hacías…o en el coche…en mi coche.
Castle se mordió el labio para contenerse.
-¿Y con otras mujeres?
-Ammm aha…-Beckett asintió mientras jadeaba y respiraba más rápido.
Castle abrió los ojos como platos y no pudo evitarlo más. Se quitó el pantalón y se recostó a su lado.
-¿Quieres que te toque…Kate?
.-Por favor…
Castle se inclinó y empezó a besar su cuello tratando de que despertara mientras su mano se dirigió a la de ella y la posó sobre la suya guiando sus caricias tocándose ella misma.
-Más Rick…Más…mmmm
Castle estaba hecho un lío. No sabía si seguir.
-¿Dónde están tus juguetitos?
-En el cajón de mi mesita…
Castle se inclinó por encima de ella, pegándose a su sexo, y abrió el cajón sacando el dildo.
La miró y activó el botón de vibrar. Castle se deshizo de su ropa, dejándola desnuda. Acercó el vibrador a su sexo y posó la punta sobre su clítoris. Beckett se revolvió y abrió los ojos. Estaba excitada. Había soñado con él… y ahí lo tenía, mirándola desesperado como si ella fuera su presa. Follandosela con la mirada.
-Jugando sucio, señor Castle.
-Tendrá que detenerme, detective.-pero tras decir eso, activó el botón de más velocidad, y Beckett gritó arqueándose. Se retorció ante las vibraciones en su clítoris y sintiendo como él se separaba de ella, hasta introducir su boca entre sus muslos.
-No pares, Rick, por favor…
Kate sintió como estaba apunto de venirse. Agarró la mano de él deteniendo los movimientos del vibrador y lo lanzó lejos en la cama.
Tiró de su cabello y por el camino él se dedico a besar sus pechos y morderlos hasta llegar a la misma altura.
-Follame… ahora…házmelo ya.- Los ojos de Beckett estaban dilatados por el placer. Su cara estaba enrojecida. Sus labios hinchados y entre abiertos. Respiraba agitada.
Castle no pudo más que rendirse ante la determinación de ella. Abrió sus piernas algo brusco y sin esperar se deslizó con fuerza en su interior. Hasta lo más hondo.
Se amoldó a su cuerpo, se aferró a sus bíceps y entrelazó sus piernas a su cintura clavando sus talones en su trasero; pidiendo por más. Castle embestía con fuerza. El cabecero chocaba sin piedad contra la pared mientras los ajetreados muelles del colchón se esforzaban por resistir mientras sonaba un chiriante sonido acompañando a los gemidos y gritos de placer que ambos soltaban sin vergüenza.
-Dios, Kate…..me vuelves loco….-el ritmo frenético de Castle la estaba desestabilizando por momentos. No le importaba si la había descubierto fantaseando en sueños, tocándose, gimiendo su nombre, no le importaba si la había despertado entre caricias para hacerlo salvajemente, lo único que Kate Beckett tenía en mente en ese momento era llegar a la cúspide del placer entre sus brazos y retorcerse junto a él mientras se quedaba sin aire en sus pulmones, mientras su cabeza daba vueltas sin saber ya si era real o seguía soñando, mientras su vista se nublaba y veía su reflejo en los ojos azul intenso de él.
Sin dejar de mirarse se besaron entre gemidos sintiendo como sus cuerpos colapsaban, como su pelvis se pegaba más a la suya, sintiendo su erección vibrar en su interior, aferrandose a ella, guiándole al más puro y primitivo orgasmo, llenándola de vida, corriéndose en su interior, sintiendo su semen caliente acelerando su segundo orgasmo a la velocidad de la luz, clavando sus uñas en sus brazos mientras se desplomaban en el colchón, jadeando, tratando de normalizar su respiración, tratando que sus corazones no salieran desbocados de sus pechos y latieran a un ritmo normal, intentando comprender cada uno de los sentimientos que había atravesado su ser a la par que se convertían en uno solo.
Minutos después, sintiendo el ambiente aun ardiendo, se separaron quedando ambos tendidos entre sabanas revueltas mirando el techo.
Aun les costaba respirar.
-Tendré que interrogarte más…
-Has jugado sucio-Beckett le golpeó sin fuerza-te mereces un castigo.
Castle sonrió y se giró para mirarla.
-Estas preciosa.
-Cállate. Recuerda que tú también hablas en sueños.
Castle acarició el rostro de ella con su pulgar y se acercó para besarla. Ambos sonrieron.
-Cuando quieras te cuento mis sueños…Pero antes-siguió acariciándola, a una distancia prudente si no querían quedarse pegados por el calor-¿me cuentas tu sueño?
Kate rodó los ojos.
-¿Con que mujer fantaseabas, Kate? ¿Natalie Rodes haciendo de Nikki Heat? Eso sería demasiado ególatra…
-Eres imposible-Kate le golpeó con un cojín y se levantó desnuda, caminando hacia el baño-¿Vienes? Te lo cuento en la ducha.
Castle se levantó a toda velocidad y la siguió, perdiéndose uno en los brazos del otro y cerrando la puerta con el pie.
FIN
Invitado- Invitado
Re: Burn (Para SanySmile)
Lalalalalalalalala..... Tiriririritititriririrtititi necesito una ducha con cubitos.... MADREEEEEE QUE CALOOOOORRRRR!!!!! Jajajajaja vibrador, peppa pig, Natalie, caricias, gemidos... Tienda de campaña... Mejor paro!
MAQUINAAAA! Lo has clavado jajajajaja sabes calentar al personal (monito tapándose la boca con las manos)
Gracias! Mil gracias! Voy al agua! XD
Pd: tened cuidado donde guardais los juguetitos... Y si hablais en sueños más!
Muas cocodrilo!!
MAQUINAAAA! Lo has clavado jajajajaja sabes calentar al personal (monito tapándose la boca con las manos)
Gracias! Mil gracias! Voy al agua! XD
Pd: tened cuidado donde guardais los juguetitos... Y si hablais en sueños más!
Muas cocodrilo!!
SanySmile- Ayudante de policia
- Mensajes : 75
Fecha de inscripción : 12/10/2012
Edad : 35
Localización : Albacete
Re: Burn (Para SanySmile)
Estupendo, lo que me he reido al saber que Castle estaba pesao por ver el vibrador. Y calentito como a mi me gusta.
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Burn (Para SanySmile)
Mother of god, me ha encantado. Que pasada y que calor, menos mal que por estas sonas hace más frío.
De verdad Sarux, lo tuyo son los FICs hot, creo que para Andrew Marlowe serías una buena compañía y que cambiaríamos de canal a la HBO jajajaja
Pues eso...BRAVO.
De verdad Sarux, lo tuyo son los FICs hot, creo que para Andrew Marlowe serías una buena compañía y que cambiaríamos de canal a la HBO jajajaja
Pues eso...BRAVO.
Invitado- Invitado
Re: Burn (Para SanySmile)
Uff, que calor. Menudo jueguecito se traen estos dos. Un fin muy hot hot, jejeje.
Yaye- Escritor - Policia
- Mensajes : 1751
Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
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