LLEVAME CONTIGO
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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LLEVAME CONTIGO
LLÉVAME CONTIGO
Responsable: Rossetta
Este fic es la adaptación libre de uno titulado “La noche más oscura”, cuyo autor es Elizagoth. Me encantó cuando lo leí del inglés y se me apeteció escribirlo a mi manera. Es para Duskya y para Angie, para que vengan al foro conmigo porque las extraño mucho. Tiene algo de sexo, o sea, las muy jóvenes que no lo lean, por si se asustan, y las muy viejas, que no lo lean tampoco, no sea que les de un “esparrabús”
Capitulo 1: Una llave en el alma
La habitación no era negra. Era de un gris oscuro aterrador.
Las paredes eran muros que se cerraban sobre mí, y me aplastaban. Yo quería salir, pero en el mundo gris y claustrofóbico de aquel cuarto, no existían las puertas, ni las ventanas, ni siquiera el aire. Necesitaba respirar. La angustia se apoderaba de mí como dos manos que apretasen en mi cuello. Grité en la oscuridad llamándole. Manoteaba sin parar el espacio oscuro que tenía ante mí, buscando la salida, desesperada. Mi corazón seguía su frenética carrera golpeteando en mi pecho hacia la nada. Entonces, a lo lejos, escuche mi nombre. Mi desesperación no tenía límites y mis pulmones buscaban el aire en un vano intento por respirar….
Me desperté llena de ansiedad. Lo único que seguía igual que en el sueño era mi corazón brincando sin descanso, descontrolado, buscando el modo de salírseme del pecho. Quise sentarme en la cama, pero no pude. Miré a la mesita. El reloj marcaba las cuatro. Sabía que después de la pesadilla ya no podría volver a dormir. Nueva York todavía no se había despertado tras las cortinas de mi viejo apartamento. Arrastras, conseguí ir y volver del cuarto de baño. Agarré la botella que se había quedado tumbada en la alfombra y bebí unos tragos. Ya no me quemaban. Necesitaba sentir el adormecimiento del alcohol en mi cuerpo y el sopor en mi mente para conseguir resistir hasta que llegara la mañana. Sequé las lágrimas de mis ojos. Lo último que recuerdo antes de someterme a la anestesia etílica, fue el llanto de un bebé en algún piso por debajo del mío y después todo se me hizo irreal, liberador, neblinoso y vacío. Como yo quería.
Cuando me desperté de nuevo, aun era temprano. Me dolía la cabeza. Volví a coger la botella pero para mi desgracia, estaba vacía. Mis amigos se habían brindado a ayudarme económicamente, porque ya había cumplido un año sin trabajar. Yo no había vivido nunca en la opulencia, así que era capaz de sobrevivir con muy poco, y aun tenía buena parte ahorrada de la herencia de mis padres, de modo que no necesitaba dinero. Nunca se me había pasado por la imaginación aceptarlo de ninguno de ellos. Montgomery estaba muy triste el día que decidí dejar el trabajo en la 12ª, pero sabía que era lo mejor para mí en ese momento. Intenté tranquilizarlos diciéndoles que me buscaría un empleo, algo ligero, que me sirviera de distracción, pero yo sabía que no era verdad.
La segunda semana después “de aquello” intenté volver al trabajo, pero todos me miraban como si yo fuera una figura de porcelana de Dresde. No quería ser un mono de feria, ni un bicho raro, ni un ejemplo a seguir, ni una autómata perdida en las grietas del dolor.
Un ruido de cristales en mi cocina me sacó de mis eternas cavilaciones. Intenté levantarme de la cama. Ponerme de pié no era tarea fácil. Mis temblorosas piernas intentaban llevarme en un recorrido errático y torcido, hasta la cocina, pero solo consiguieron llegar al sofá.
Lanie, al escucharme, se asomó por la puerta, con un gesto de desaprobación en su cara. Estaba haciendo un poco de limpieza y quitando las botellas que cada vez se apilaban en la basura en mayor cantidad. Lanie suspiró y dio un par de pasos hacia mí, pero no se atrevió a acercarse demasiado.
- Kate, ¿quieres comer algo?
Se me revolvió el estómago solo de pensar en la comida.
-Café.
-Chicos, ¿podéis ir a Starbucks a por un café?? .
Ryan y Espósito asintieron silenciosos. No los había visto antes, pero sabía que andaban cerca. Era la misma visita de todos los sábados. Intentaban rellenar de comida la nevera, tirar la que se había perdido de la semana anterior, y adecentar un poco el apartamento.
Volví a sentir las náuseas.
Intenté arrastrarme hasta el baño, pero las piernas seguían sin responderme. Busqué en el espejo lo que había quedado de Kate Beckett tras un año en el infierno, un año en el que prácticamente no había salido del apartamento más que para lo indispensable. Me miré, pensativa. El pelo había crecido algo desde el día que me lo corté yo misma en un ataque de desesperación, aunque seguía llevándolo corto. Era más cómodo y reflejaba a la perfección mi estado de ánimo. Mi pelo estaba macilento, dañado, muerto. La piel de mi cara no iba por mucho mejor camino. Amarilleaba y se hundía profundamente sobre los pómulos, intentando rellenar sin éxito los huecos perdidos. Mis ojos estaban surcados por ojeras moradas, casi negras. Detrás de mí, en el espejo, vi la figura grande de Castle. No me avergonzó que me viera así, y le reté con la mirada.
-¿No crees que deberías intentar comer algo?-me dijo- No te ves bien, Kate.
Obvio que no me veía bien, no recordaba la última vez que había dormido una noche entera sin alcohol o pastillas.
-Déjame en paz Rick-le dije- mirándolo en el espejo. Él se encogió de hombros, resignado, y comencé a lavarme los dientes. Le cerré la puerta del baño delante de su petulante sonrisa y me duché. Cuando terminé, Lanie había acabado con mi habitación.
Ryan y Espósito llegaron con el café, y recelosos, se lo dieron a Lanie, quien me lo ofreció. Me tomé unos cuantos sorbos a la vez que la resaca se iba difuminando, dejando solo el peso del dolor.
-Mañana es el estreno de la nueva obra de Martha,-le espetó su amiga de pronto.- Recuérdalo. Ha dejado las entradas para ti. Y sabes que tienes que ir.
-¿Mañana? Yo creía que era la próxima semana!!! ¡!!Dios, Alexis!!! Yo tenía que recoger a Alexis…
-No te preocupes Beckett-, dijo Ryan-, nosotros la recogimos esta mañana temprano y ya está en casa.
Me dio pena de mi misma. Alexis era la única persona en el mundo a la que me importaba decepcionar. Generalmente pasaba el tiempo en la Universidad de Georgetown, en la facultad de Derecho, pero el tiempo que pasaba en casa, intentaba ser fuerte para ella. Lo único que necesitaba la pequeña Castle era preocuparse por mí en medio de su segundo año de estudios. Sabía lo que le había costado llegar ahí. Sabía su esfuerzo diario. Y su lucha.
-Vendrá a verte después de comer-la advirtió Lanie- así que ya puedes mantenerte sobria…
Kate gruñó, todavía enfadada consigo misma, y se tomó lo que le quedaba del café.
A las tres Espósito trajo a Alexis. Era obvio que nadie se fiaba que yo pudiera estar a solas con ella sin asustarla o herirla. Temían mis arrebatos de borracha enloquecida.
No pude dejar de fijarme en la cara alarmada que puso Lex cuando miró hacia mis esqueléticos brazos. Nos sentamos en el sofá abrazadas, mientras Espósito se perdía por la cocina.
-¿Como te van las clases?- Le dije, dándole una sonrisa.
-Bien, he aprobado todo el trimestre, aunque me lleva demasiado tiempo. Quisiera estar mas contigo. Te extraño- dijo- apretándome la mano.
¡Esta era mi niña!
- ¿Y como sigue Martha?
-Bueno, nerviosa, ya sabes que el estreno es mañana por la noche, y que ella espera que vengas. Quiere que la familia al completo estemos allí.
Yo bajé la mirada, no podía prometérselo y tampoco quería disgustarla.
-¡!!OH Kate, dime que vas a venir, por favor!!
-Bueno, lo intentaré,- le respondí-, poniendo en mi cara la sonrisa que solo guardaba para cuando ella venía a verme.
-Quiero que vengas de compras conmigo, y que luego me ayudes a vestirme y maquillarme, como hacíamos siempre. Y yo te ayudaré a ti, ¿Qué te parece?
Asentí en silencio con la cabeza. No había vuelto al loft desde que pasó aquello, y desde luego, no tenía la mínima intención de volver. Levanté los ojos y vi a Esposito mirar el reloj.
-Vamos Lex, -le dije-parece que es hora de irse, te acompaño hasta la puerta.
Me abracé a la niña. Había crecido mucho, y estaba muy guapa. Pronto sería una licenciada en Derecho. Me sentía orgullosa, y si yo me sentía así, no digamos su padre.
-Nadie te echa la culpa por lo sucedido- seguimos abrazadas- Nadie tuvo la culpa, las cosas ocurren. Por favor, ven mañana, Kate. Además quiero que conozcas a mi amigo Jack, por favor, por favor…..es un encanto!!
Le di un beso en la mejilla. ¡!!Quería tanto a Alexis!! Imaginar cualquier forma de herirla me hacía estremecer.
Me quedó sola esa tarde. Ya anochecía cuando alguien llamó a la puerta. Castle estaba cómicamente recostado en el quicio.
-¡!!Vaya, estamos sobrios! -exclamó-¡!que sorpresa!!!. ¿Ha tenido algo que ver la visita de Alexis?
Entonces le puse los ojos en blanco y el sonrió. Al poco estábamos cómodamente recostados en el sofá. Solo nos iluminaba la luz de una vela sobre el marco de la cristalera.
-Lex tiene razón, ¿sabes?-dijo levantando una ceja- No me gusta verte así.
Resoplé mirándole a la cara.
-Déjame en paz Castle, ¿es que no tienes a alguien a quien perseguir que no sea yo?
-"No podemos hacer esto, Scout",- respondió, aun sentado en el sofá.- "Tú eres la que no me va a dejar ir y lo sabes. Así que hasta entonces, estás atrapada entre mi encanto personal y mi irresistible mirada."
-"¡Qué alegría"-, le dije irónicamente, intentando refugiarme de sus palabras en la cocina. Durante el maravilloso año que vivimos juntos, tenía la costumbre de llamarme Scout, aunque solo lo hacía cuando estábamos solos. Un día le pregunté que porqué me llamaba así. Y me dijo que siempre le había recordado a una niña guiando al mundo por un bosque olvidado, como una pequeña exploradora.
Al rato volví al salón. Castle estaba tumbado en el sofá viendo la tele.
-¡Déjame sitio Rick ¡¡- le ordené.
Con grandes aspavientos, quejas y un show de suspiros, se movió un poquito y me dejó sitio. Puso los pies sobre la mesa y tiró de mí hasta quedar abrazados en el sofá, en una postura que ya nos sabíamos de memoria, pero que no queríamos cambiar. Pasó un brazo sobre mi hombro y yo me recosté sobre su pecho. Estiró el otro brazo con el mando a distancia en la mano y se puso a cambiar canales.
- ¿Me lees un trozo de “Calor envenenado”?- le susurré
-Está bien, detective, si eso es lo que quieres…
Castle iba leyendo en voz alta mientras me acariciaba. Me sentía en el cielo, tan segura, tan feliz… que me di el pequeño lujo de dormirme encima de su pecho.
- Ehhh! vamos, levanta holgazana, nos vamos a la cama!-Me dijo al rato un sonriente Rick- ¡! No aprecias mis esfuerzos de lectura interpretativa!!!
Castle se levantó del sofá. Se le veía más alto y más grande en aquel pequeño apartamento mío.
Gruñí de frustración y me hice la remolona, pero no me dio resultado. Sentí las manos de él abrazándome desde detrás del sofá. Eché la cabeza hacia atrás para mirarle y él me llenó de besos por el cuello. Sus caricias me distrajeron y de pronto mi humilde sofá de lona se cambió por uno mucho más elegante, de cuero, y mi apartamento fue tomando las formas de su lujoso loft. Volví a aquellos meses felices en los que compartí su casa y su vida, en los que comprendí que éramos inseparables e indivisibles, como los átomos. O eso pensaba yo entonces:
"""El fuego crepitaba en la gran chimenea del loft. El día había sido de los duros, y Rick y yo disfrutábamos de un tiempo en calma, juntos. Sus manos se habían metido dentro de mi jersey verde mientras me besaba. Me acariciaba la espalda, y la boca. Yo llevaba tres meses junto a él y había perdido mis antiguos recelos y temores. Él era cariñoso y me amaba, y me lo demostraba todos los días, en cada ocasión que estábamos juntos... Me cambié de postura sin dejar su boca, y me senté sobre él en el sofá, con una de mis piernas a cada lado de su cuerpo. Le sentí sonreír mientras dejaba mi boca y seguía por mi cuello. Me apreté contra él. No era una provocación, solo era que me gustaba y me sentía burbujeante y con ganas de ser revoltosa y de jugar. Sentí sus manos moverse rápidamente, mientras me empujaba suavemente para tener acceso a mi pecho. Me miró y me sonrió, y no pude más que rendirme a sus caricias. Mientras, sus manos se posaban en mi sujetado, por debajo del jersey... Teníamos los ojos prendidos. Aún no entendía si él realmente era muy bueno en lo del sexo, o es que solo me lo parecía a mí. El caso es que me derretía y el lo sabía.
El uno en el otro. Solo deseaba que la intimidad fuera total. Me desconocía a mí misma desde que habíamos empezado a salir juntos. Las manos de Rick acariciaban mis pechos hasta liberarlos del sujetador negro. No podía no gritar. Escondí la cara en su cuello, porque todavía a veces me ponía colorada en sus brazos. Volví a sentir mi voz chocar contra su piel cuando acarició las puntas erguidas con sus pulgares. La mayoría de las veces que hacíamos el amor, creía que algo iba a explotar en mi cerebro. Sentí como involuntariamente tensaba mi cuerpo. Mis muslos apretaron contra su erección. Intenté contenerme. Si me dejaba llevar por mis impulsos, me correría en medio segundo. Y quería esperar. Moría porque el metiera la mano en mi humedad y sus dedos se volvieran puro placer resbaladizo. Intenté pensar en otra cosa. En ese momento sentí como levantaba su cadera contra mí, mientras su boca lamía la dureza de mi pezón erecto. Volví a chillar. Pero él no se detenía. Me retorcí contra él en un puro movimiento de placer. Empecé a jadear. Miré como su boca chupaba mi pecho. Sus ojos, cerrados, sus lengua apenas rozándome ahora. Tuve que bajar mi boca y exigirle un beso. El puso su mano en el pecho que acababa de abandonar y siguió con aquella condena de placer. Gemí en su boca y él en la mía mientras nos quitábamos la ropa. Siempre queríamos disfrutar al máximo y parecía que todo nos sabía a poco. Rick notó mi urgencia y sin pensarlo puso su mano derecha sobre mis bragas negras. Acarició suavemente por encima de la tela hasta que le dije que no había tiempo. Logró desnudarme mientras escuchaba sus gemidos roncos. Cuando sus dedos comenzaron a resbalar casi dentro de mí, mis caderas comenzaron a seguir su propio ritmo, sin que yo tuviera que intervenir para nada, y mi garganta gemía su nombre mientras sentía como me volvía loca de puro placer. Seguí repitiendo su nombre en un frenesí descontrolado, mientras él me provocaba el orgasmo con sus dedos resbaladizos en el centro de mi alma. Pensé que aun eran sus dedos cuando me penetró por fin. Sabía como le gustaba aquello. Me agarró las nalgas y las apretó contra él, hasta que le sentí firme y muy duro en el fondo de mí. “Kate”, susurró con los ojos cerrados y voz ronca. Yo le abracé mientras le sentía hundirse en mí de una forma imposible. Le apreté en mi interior y él me dio un gruñido de aceptación. Sus movimientos se hicieron más fuertes y rápidos. No había nada en el universo más que él y yo. Sentí su fuerza al vaciarse en mí. El placer era infinito. Jadeábamos los dos. El volvió a buscar mi boca y me apretó contra su pecho, acariciándome la espalda. “No te muevas”, dijo, agarrando la manta del sofá, que había terminado en el suelo. Y yo, gustosamente, me quedé relajada sobre él, sintiendo sus besos sobre mi cabeza y sus caricias suaves, igual de suaves que las palabras que susurraba cariñoso en mi oído"""".
(Continuará)
Responsable: Rossetta
Este fic es la adaptación libre de uno titulado “La noche más oscura”, cuyo autor es Elizagoth. Me encantó cuando lo leí del inglés y se me apeteció escribirlo a mi manera. Es para Duskya y para Angie, para que vengan al foro conmigo porque las extraño mucho. Tiene algo de sexo, o sea, las muy jóvenes que no lo lean, por si se asustan, y las muy viejas, que no lo lean tampoco, no sea que les de un “esparrabús”
Capitulo 1: Una llave en el alma
La habitación no era negra. Era de un gris oscuro aterrador.
Las paredes eran muros que se cerraban sobre mí, y me aplastaban. Yo quería salir, pero en el mundo gris y claustrofóbico de aquel cuarto, no existían las puertas, ni las ventanas, ni siquiera el aire. Necesitaba respirar. La angustia se apoderaba de mí como dos manos que apretasen en mi cuello. Grité en la oscuridad llamándole. Manoteaba sin parar el espacio oscuro que tenía ante mí, buscando la salida, desesperada. Mi corazón seguía su frenética carrera golpeteando en mi pecho hacia la nada. Entonces, a lo lejos, escuche mi nombre. Mi desesperación no tenía límites y mis pulmones buscaban el aire en un vano intento por respirar….
Me desperté llena de ansiedad. Lo único que seguía igual que en el sueño era mi corazón brincando sin descanso, descontrolado, buscando el modo de salírseme del pecho. Quise sentarme en la cama, pero no pude. Miré a la mesita. El reloj marcaba las cuatro. Sabía que después de la pesadilla ya no podría volver a dormir. Nueva York todavía no se había despertado tras las cortinas de mi viejo apartamento. Arrastras, conseguí ir y volver del cuarto de baño. Agarré la botella que se había quedado tumbada en la alfombra y bebí unos tragos. Ya no me quemaban. Necesitaba sentir el adormecimiento del alcohol en mi cuerpo y el sopor en mi mente para conseguir resistir hasta que llegara la mañana. Sequé las lágrimas de mis ojos. Lo último que recuerdo antes de someterme a la anestesia etílica, fue el llanto de un bebé en algún piso por debajo del mío y después todo se me hizo irreal, liberador, neblinoso y vacío. Como yo quería.
Cuando me desperté de nuevo, aun era temprano. Me dolía la cabeza. Volví a coger la botella pero para mi desgracia, estaba vacía. Mis amigos se habían brindado a ayudarme económicamente, porque ya había cumplido un año sin trabajar. Yo no había vivido nunca en la opulencia, así que era capaz de sobrevivir con muy poco, y aun tenía buena parte ahorrada de la herencia de mis padres, de modo que no necesitaba dinero. Nunca se me había pasado por la imaginación aceptarlo de ninguno de ellos. Montgomery estaba muy triste el día que decidí dejar el trabajo en la 12ª, pero sabía que era lo mejor para mí en ese momento. Intenté tranquilizarlos diciéndoles que me buscaría un empleo, algo ligero, que me sirviera de distracción, pero yo sabía que no era verdad.
La segunda semana después “de aquello” intenté volver al trabajo, pero todos me miraban como si yo fuera una figura de porcelana de Dresde. No quería ser un mono de feria, ni un bicho raro, ni un ejemplo a seguir, ni una autómata perdida en las grietas del dolor.
Un ruido de cristales en mi cocina me sacó de mis eternas cavilaciones. Intenté levantarme de la cama. Ponerme de pié no era tarea fácil. Mis temblorosas piernas intentaban llevarme en un recorrido errático y torcido, hasta la cocina, pero solo consiguieron llegar al sofá.
Lanie, al escucharme, se asomó por la puerta, con un gesto de desaprobación en su cara. Estaba haciendo un poco de limpieza y quitando las botellas que cada vez se apilaban en la basura en mayor cantidad. Lanie suspiró y dio un par de pasos hacia mí, pero no se atrevió a acercarse demasiado.
- Kate, ¿quieres comer algo?
Se me revolvió el estómago solo de pensar en la comida.
-Café.
-Chicos, ¿podéis ir a Starbucks a por un café?? .
Ryan y Espósito asintieron silenciosos. No los había visto antes, pero sabía que andaban cerca. Era la misma visita de todos los sábados. Intentaban rellenar de comida la nevera, tirar la que se había perdido de la semana anterior, y adecentar un poco el apartamento.
Volví a sentir las náuseas.
Intenté arrastrarme hasta el baño, pero las piernas seguían sin responderme. Busqué en el espejo lo que había quedado de Kate Beckett tras un año en el infierno, un año en el que prácticamente no había salido del apartamento más que para lo indispensable. Me miré, pensativa. El pelo había crecido algo desde el día que me lo corté yo misma en un ataque de desesperación, aunque seguía llevándolo corto. Era más cómodo y reflejaba a la perfección mi estado de ánimo. Mi pelo estaba macilento, dañado, muerto. La piel de mi cara no iba por mucho mejor camino. Amarilleaba y se hundía profundamente sobre los pómulos, intentando rellenar sin éxito los huecos perdidos. Mis ojos estaban surcados por ojeras moradas, casi negras. Detrás de mí, en el espejo, vi la figura grande de Castle. No me avergonzó que me viera así, y le reté con la mirada.
-¿No crees que deberías intentar comer algo?-me dijo- No te ves bien, Kate.
Obvio que no me veía bien, no recordaba la última vez que había dormido una noche entera sin alcohol o pastillas.
-Déjame en paz Rick-le dije- mirándolo en el espejo. Él se encogió de hombros, resignado, y comencé a lavarme los dientes. Le cerré la puerta del baño delante de su petulante sonrisa y me duché. Cuando terminé, Lanie había acabado con mi habitación.
Ryan y Espósito llegaron con el café, y recelosos, se lo dieron a Lanie, quien me lo ofreció. Me tomé unos cuantos sorbos a la vez que la resaca se iba difuminando, dejando solo el peso del dolor.
-Mañana es el estreno de la nueva obra de Martha,-le espetó su amiga de pronto.- Recuérdalo. Ha dejado las entradas para ti. Y sabes que tienes que ir.
-¿Mañana? Yo creía que era la próxima semana!!! ¡!!Dios, Alexis!!! Yo tenía que recoger a Alexis…
-No te preocupes Beckett-, dijo Ryan-, nosotros la recogimos esta mañana temprano y ya está en casa.
Me dio pena de mi misma. Alexis era la única persona en el mundo a la que me importaba decepcionar. Generalmente pasaba el tiempo en la Universidad de Georgetown, en la facultad de Derecho, pero el tiempo que pasaba en casa, intentaba ser fuerte para ella. Lo único que necesitaba la pequeña Castle era preocuparse por mí en medio de su segundo año de estudios. Sabía lo que le había costado llegar ahí. Sabía su esfuerzo diario. Y su lucha.
-Vendrá a verte después de comer-la advirtió Lanie- así que ya puedes mantenerte sobria…
Kate gruñó, todavía enfadada consigo misma, y se tomó lo que le quedaba del café.
A las tres Espósito trajo a Alexis. Era obvio que nadie se fiaba que yo pudiera estar a solas con ella sin asustarla o herirla. Temían mis arrebatos de borracha enloquecida.
No pude dejar de fijarme en la cara alarmada que puso Lex cuando miró hacia mis esqueléticos brazos. Nos sentamos en el sofá abrazadas, mientras Espósito se perdía por la cocina.
-¿Como te van las clases?- Le dije, dándole una sonrisa.
-Bien, he aprobado todo el trimestre, aunque me lleva demasiado tiempo. Quisiera estar mas contigo. Te extraño- dijo- apretándome la mano.
¡Esta era mi niña!
- ¿Y como sigue Martha?
-Bueno, nerviosa, ya sabes que el estreno es mañana por la noche, y que ella espera que vengas. Quiere que la familia al completo estemos allí.
Yo bajé la mirada, no podía prometérselo y tampoco quería disgustarla.
-¡!!OH Kate, dime que vas a venir, por favor!!
-Bueno, lo intentaré,- le respondí-, poniendo en mi cara la sonrisa que solo guardaba para cuando ella venía a verme.
-Quiero que vengas de compras conmigo, y que luego me ayudes a vestirme y maquillarme, como hacíamos siempre. Y yo te ayudaré a ti, ¿Qué te parece?
Asentí en silencio con la cabeza. No había vuelto al loft desde que pasó aquello, y desde luego, no tenía la mínima intención de volver. Levanté los ojos y vi a Esposito mirar el reloj.
-Vamos Lex, -le dije-parece que es hora de irse, te acompaño hasta la puerta.
Me abracé a la niña. Había crecido mucho, y estaba muy guapa. Pronto sería una licenciada en Derecho. Me sentía orgullosa, y si yo me sentía así, no digamos su padre.
-Nadie te echa la culpa por lo sucedido- seguimos abrazadas- Nadie tuvo la culpa, las cosas ocurren. Por favor, ven mañana, Kate. Además quiero que conozcas a mi amigo Jack, por favor, por favor…..es un encanto!!
Le di un beso en la mejilla. ¡!!Quería tanto a Alexis!! Imaginar cualquier forma de herirla me hacía estremecer.
Me quedó sola esa tarde. Ya anochecía cuando alguien llamó a la puerta. Castle estaba cómicamente recostado en el quicio.
-¡!!Vaya, estamos sobrios! -exclamó-¡!que sorpresa!!!. ¿Ha tenido algo que ver la visita de Alexis?
Entonces le puse los ojos en blanco y el sonrió. Al poco estábamos cómodamente recostados en el sofá. Solo nos iluminaba la luz de una vela sobre el marco de la cristalera.
-Lex tiene razón, ¿sabes?-dijo levantando una ceja- No me gusta verte así.
Resoplé mirándole a la cara.
-Déjame en paz Castle, ¿es que no tienes a alguien a quien perseguir que no sea yo?
-"No podemos hacer esto, Scout",- respondió, aun sentado en el sofá.- "Tú eres la que no me va a dejar ir y lo sabes. Así que hasta entonces, estás atrapada entre mi encanto personal y mi irresistible mirada."
-"¡Qué alegría"-, le dije irónicamente, intentando refugiarme de sus palabras en la cocina. Durante el maravilloso año que vivimos juntos, tenía la costumbre de llamarme Scout, aunque solo lo hacía cuando estábamos solos. Un día le pregunté que porqué me llamaba así. Y me dijo que siempre le había recordado a una niña guiando al mundo por un bosque olvidado, como una pequeña exploradora.
Al rato volví al salón. Castle estaba tumbado en el sofá viendo la tele.
-¡Déjame sitio Rick ¡¡- le ordené.
Con grandes aspavientos, quejas y un show de suspiros, se movió un poquito y me dejó sitio. Puso los pies sobre la mesa y tiró de mí hasta quedar abrazados en el sofá, en una postura que ya nos sabíamos de memoria, pero que no queríamos cambiar. Pasó un brazo sobre mi hombro y yo me recosté sobre su pecho. Estiró el otro brazo con el mando a distancia en la mano y se puso a cambiar canales.
- ¿Me lees un trozo de “Calor envenenado”?- le susurré
-Está bien, detective, si eso es lo que quieres…
Castle iba leyendo en voz alta mientras me acariciaba. Me sentía en el cielo, tan segura, tan feliz… que me di el pequeño lujo de dormirme encima de su pecho.
- Ehhh! vamos, levanta holgazana, nos vamos a la cama!-Me dijo al rato un sonriente Rick- ¡! No aprecias mis esfuerzos de lectura interpretativa!!!
Castle se levantó del sofá. Se le veía más alto y más grande en aquel pequeño apartamento mío.
Gruñí de frustración y me hice la remolona, pero no me dio resultado. Sentí las manos de él abrazándome desde detrás del sofá. Eché la cabeza hacia atrás para mirarle y él me llenó de besos por el cuello. Sus caricias me distrajeron y de pronto mi humilde sofá de lona se cambió por uno mucho más elegante, de cuero, y mi apartamento fue tomando las formas de su lujoso loft. Volví a aquellos meses felices en los que compartí su casa y su vida, en los que comprendí que éramos inseparables e indivisibles, como los átomos. O eso pensaba yo entonces:
"""El fuego crepitaba en la gran chimenea del loft. El día había sido de los duros, y Rick y yo disfrutábamos de un tiempo en calma, juntos. Sus manos se habían metido dentro de mi jersey verde mientras me besaba. Me acariciaba la espalda, y la boca. Yo llevaba tres meses junto a él y había perdido mis antiguos recelos y temores. Él era cariñoso y me amaba, y me lo demostraba todos los días, en cada ocasión que estábamos juntos... Me cambié de postura sin dejar su boca, y me senté sobre él en el sofá, con una de mis piernas a cada lado de su cuerpo. Le sentí sonreír mientras dejaba mi boca y seguía por mi cuello. Me apreté contra él. No era una provocación, solo era que me gustaba y me sentía burbujeante y con ganas de ser revoltosa y de jugar. Sentí sus manos moverse rápidamente, mientras me empujaba suavemente para tener acceso a mi pecho. Me miró y me sonrió, y no pude más que rendirme a sus caricias. Mientras, sus manos se posaban en mi sujetado, por debajo del jersey... Teníamos los ojos prendidos. Aún no entendía si él realmente era muy bueno en lo del sexo, o es que solo me lo parecía a mí. El caso es que me derretía y el lo sabía.
El uno en el otro. Solo deseaba que la intimidad fuera total. Me desconocía a mí misma desde que habíamos empezado a salir juntos. Las manos de Rick acariciaban mis pechos hasta liberarlos del sujetador negro. No podía no gritar. Escondí la cara en su cuello, porque todavía a veces me ponía colorada en sus brazos. Volví a sentir mi voz chocar contra su piel cuando acarició las puntas erguidas con sus pulgares. La mayoría de las veces que hacíamos el amor, creía que algo iba a explotar en mi cerebro. Sentí como involuntariamente tensaba mi cuerpo. Mis muslos apretaron contra su erección. Intenté contenerme. Si me dejaba llevar por mis impulsos, me correría en medio segundo. Y quería esperar. Moría porque el metiera la mano en mi humedad y sus dedos se volvieran puro placer resbaladizo. Intenté pensar en otra cosa. En ese momento sentí como levantaba su cadera contra mí, mientras su boca lamía la dureza de mi pezón erecto. Volví a chillar. Pero él no se detenía. Me retorcí contra él en un puro movimiento de placer. Empecé a jadear. Miré como su boca chupaba mi pecho. Sus ojos, cerrados, sus lengua apenas rozándome ahora. Tuve que bajar mi boca y exigirle un beso. El puso su mano en el pecho que acababa de abandonar y siguió con aquella condena de placer. Gemí en su boca y él en la mía mientras nos quitábamos la ropa. Siempre queríamos disfrutar al máximo y parecía que todo nos sabía a poco. Rick notó mi urgencia y sin pensarlo puso su mano derecha sobre mis bragas negras. Acarició suavemente por encima de la tela hasta que le dije que no había tiempo. Logró desnudarme mientras escuchaba sus gemidos roncos. Cuando sus dedos comenzaron a resbalar casi dentro de mí, mis caderas comenzaron a seguir su propio ritmo, sin que yo tuviera que intervenir para nada, y mi garganta gemía su nombre mientras sentía como me volvía loca de puro placer. Seguí repitiendo su nombre en un frenesí descontrolado, mientras él me provocaba el orgasmo con sus dedos resbaladizos en el centro de mi alma. Pensé que aun eran sus dedos cuando me penetró por fin. Sabía como le gustaba aquello. Me agarró las nalgas y las apretó contra él, hasta que le sentí firme y muy duro en el fondo de mí. “Kate”, susurró con los ojos cerrados y voz ronca. Yo le abracé mientras le sentía hundirse en mí de una forma imposible. Le apreté en mi interior y él me dio un gruñido de aceptación. Sus movimientos se hicieron más fuertes y rápidos. No había nada en el universo más que él y yo. Sentí su fuerza al vaciarse en mí. El placer era infinito. Jadeábamos los dos. El volvió a buscar mi boca y me apretó contra su pecho, acariciándome la espalda. “No te muevas”, dijo, agarrando la manta del sofá, que había terminado en el suelo. Y yo, gustosamente, me quedé relajada sobre él, sintiendo sus besos sobre mi cabeza y sus caricias suaves, igual de suaves que las palabras que susurraba cariñoso en mi oído"""".
(Continuará)
Rosse- Invitado
Re: LLEVAME CONTIGO
OHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
CONTINUAA EHHHHHH
ESTA GENIAL
GRACIAS POR DARNOS FIC
KIEROOOOO MASSSSSSSSSSSSSSSSSSS
CONTINUAA EHHHHHH
ESTA GENIAL
GRACIAS POR DARNOS FIC
KIEROOOOO MASSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Re: LLEVAME CONTIGO
[b] Yo te dejaré mi opinión al final...
Muy bien escrito y redactado como todo lo que escribes. Y por supuesto gracias por la dedicatoria- (D)
Muy bien escrito y redactado como todo lo que escribes. Y por supuesto gracias por la dedicatoria- (D)
anonimo.- Invitado
Re: LLEVAME CONTIGO
K bonitoooooo!!!!!!!!
Gracias x este fic tan genial
Gracias x este fic tan genial
rakel- Escritor - Policia
- Mensajes : 1218
Fecha de inscripción : 08/01/2011
Edad : 32
Re: LLEVAME CONTIGO
Fenomenal, Estupendo...
Continualo es de mi top 10 de fics.
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Netto10- As del póker
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Edad : 44
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Re: LLEVAME CONTIGO
ESTOY CONFUNDIDA, DIME PORQUE MAS NADIE HABLA CON RICK..??
PORQUE RYAN FUE A BUSCAR ALEXIS Y NO LA FUE A BUSCAR SU PAPA (OSEA RICK)... QUE FUE LO QUE LE PASO A KATE PARA QUE NO TRABAJE MAS EN LA COMISARIA....
ESTA MUERTO.. VERDAD Y ELLA SOLO ES LA QUE LO VE.... CIERTO....
SIGUELO PRONTO TENGO UN NUDO EN EL ESTOMAGO Y GANAS DE GRITAR
PORQUE RYAN FUE A BUSCAR ALEXIS Y NO LA FUE A BUSCAR SU PAPA (OSEA RICK)... QUE FUE LO QUE LE PASO A KATE PARA QUE NO TRABAJE MAS EN LA COMISARIA....
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stana_alexis- Actor en Broadway
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Re: LLEVAME CONTIGO
oooooooo que bonitoo!! me gustaa mucho, tiene algo especial...! gracias, cuando puedas continualo!
Re: LLEVAME CONTIGO
stana_alexis escribió: ESTOY CONFUNDIDA, DIME PORQUE MAS NADIE HABLA CON RICK..??
PORQUE RYAN FUE A BUSCAR ALEXIS Y NO LA FUE A BUSCAR SU PAPA (OSEA RICK)... QUE FUE LO QUE LE PASO A KATE PARA QUE NO TRABAJE MAS EN LA COMISARIA....
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ains... yo pienso lo mismo... ains que mal.... que bien esta pero que triste...
pero quiero que continues please, continua, es necesario para nuestra salud,....
IsaVera- Autor de best-seller
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Re: LLEVAME CONTIGO
Como sea verdad te vas a enterar. Aún así está muy, pero que muy bien.IsaVera escribió:stana_alexis escribió: ESTOY CONFUNDIDA, DIME PORQUE MAS NADIE HABLA CON RICK..??
PORQUE RYAN FUE A BUSCAR ALEXIS Y NO LA FUE A BUSCAR SU PAPA (OSEA RICK)... QUE FUE LO QUE LE PASO A KATE PARA QUE NO TRABAJE MAS EN LA COMISARIA....
ESTA MUERTO.. VERDAD Y ELLA SOLO ES LA QUE LO VE.... CIERTO....
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ains... yo pienso lo mismo... ains que mal.... que bien esta pero que triste...
pero quiero que continues please, continua, es necesario para nuestra salud,....
caskett mola- Autor de best-seller
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Edad : 25
Localización : Castlelandia
Re: LLEVAME CONTIGO
Muchísimas gracias a vosotras por leerlo.
Solo queda otro capítulo. Graciasssssssssssssssssssssssssssssssss
Solo queda otro capítulo. Graciasssssssssssssssssssssssssssssssss
Rosse- Invitado
Re: LLEVAME CONTIGO
Simplemente WOWWWWWWWWWWWWWWWWW!!! q buena manera de escribir!!!
Por favor decime que no está muerto! Aunque parece mas que si que que no =(
Por favor decime que no está muerto! Aunque parece mas que si que que no =(
Re: LLEVAME CONTIGO
hay dios mio acabo de flipar jajajjajajaja
Carla_Bk- Policia de homicidios
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Edad : 26
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CAPITULO II
[u]Capítulo II
La muerte no es el final
Sentía pánico total a la hora de meterme en la cama.
Antes fuí a la cocina y agarré una botella de ginebra entera. Castle me miró con desaprobación cuando me vió, pero yo tenía demasiado miedo. Puse la botella en el suelo, al lado de la cama y ambos nos acostamos.
Rick puso la tele bajito.
" ¿Qué estamos viendo?", murmuré ,con voz relajada por el sueño.
" Matar a un ruiseñor ", dijo Castle en un tono igualmente silencioso.
" Esa es buena. " Susurré
Sentí su movimiento de risa suave debajo de mí.
" Vas a ser capaz de verla despierta? "
" Quizá, "le dije, mientras sentía como mis ojos se cerraban.
Sus Latidos dieron un vuelco violento en mi oído. Dejé que me colocara más abajo contra su costado, arrullada por el ritmo constante de su corazón...
Unas horas después me desperté desesperada. Sentía mi alma aterrorizada otra vez.
-"Rick”- Llamé en la oscuridad.
-"Estoy aquí, amor."
Estaba a los pies mi cama, y yo podía ver su silueta mientras se movía hacia el lado opuesto, viniendo hacia mí.
-"Tengo miedo",- dije en voz baja, apenas capaz de expresar el pensamiento. -" Sé lo que voy a ver cuando cierre los ojos."
Castillo se metió de nuevo en la cama conmigo. Sentí su mano en mi mejilla y volví la cara hacía su calidez.
"No puedo entrar a tus pesadillas”-murmuró-, bajando el brazo para tomar mi mano en la suya. "Pero voy a estar aquí cuando te despiertes."
"Prometelo" –le pedí, dejando que la oscuridad escondiera mi vulnerabilidad.
-"Me quedaré contigo durante el tiempo que me necesites, Scout."
Sentí la presion dulce de sus labios en mi frente y dejé que mis ojos se cerrasen de nuevo, Entrelacé mis dedos en los suyos y los recuerdos volvieron a mí. La visión era tan real y tan cruel, que luché contra ellos, pero aun así, volví al horror por unos momentos:
“Caminé por la calle arrastrada por el mar de gente.
Toda la ciudad había sido pintada de negro por el dolor.
La policía de Nueva York desfilaban con sus uniformes de luto, todos con una banda de negra sobre el hombro. Era tradición para rendir honores a un compañero caído y él había sido siempre uno de nosotros.
Miré a mi lado y ví a Montgomery y al alcalde caminando justo detrás del féretro. Después de haber estado en el hospital 48 horas sin comer ni dormir, sabía que la mayoría de la gente pensaba que no debería de haber asistido al funeral. Fue muy duro y mi cuerpo maltratado protestó con cada paso.
Sin embargo, fue mucho menos doloroso que estar sentada en el coche con Martha y Alexis.
Hasta ahora me las había arreglado para evitarlas, y no las había visto desde su llegada al hospital, cuando yo estaba demasiado ida por el efecto de los tranquilizantes.
Al pasar, cientos de guantes blancos fueron elevados al cielo al mismo tiempo, en un marcial saludo. Probablemente, esa sería la primera y última vez que se saludaba así a un civil. El motivo fue que el alcalde tenía planes para hacer de él un miembro honorario de policía de Nueva York después de su muerte.
Las luces y el rugido de las motos se detuvo frente a la catedral de St Patrick.
Cuando los tambores dejaron de redoblar, la comitiva se detuvo. Los portadores del féretro se trasladaron a la parte posterior del coche fúnebre, mientras que Lanie y yo nos paramos y esperamos que el resto de la familia bajase del coche. En un movimiento sorprendente, Alexis tomó mi mano y caminamos juntas detrás del ataúd.
El silencio de la catedral, repleta de gente, me pareció el grito más desgarrador y horrible que hubiera escuchado en toda mi vida. .
Martha se unió a nosotras dos mientras nos sentamos en el primer banco, cuando el ataúd fue colocado en el altar .
Lo demás no lo recuerdo, estaba allí, pero mi mente se empeñaba en ahorrarme algo de dolor y era como si todo aquello se desarrollase a miles de kilómetros de mí.
¿Quieres decirle adiós?- Marta me preguntó, mientras me tomaba por el codo.
Sin querer ofender o causar una escena delante de todo el mundo, me puse en pie y dí un paso tentativo hacia el altar. Ya no sabía si gritar o llorar o vomitar. Quería hacer las tres cosas a la vez mientras los ojos de todos me miraban caminar los pocos pasos que me separaban del ataúd.
Con una mano temblorosa toqué la tela verde y blanca de la bandera. Mis dedos se curvaron en un puño sobre la tela. La poca cordura y respeto de sí mismo que me quedaban, se me escaparon. Yo podía sentir que todos me miraban y me quería dar la vuelta y pregunta qué diablos estaban todos mirando.
Luego, tan pronto como llegaron los sentimientos, que habían desaparecido, reemplazado por la tristeza, sentí calma y una mano cálida en la parte baja de la espalda. Sólo había una persona que me ha tocado allí.
" Marta me devolvió al banco y la celebración prosiguió.
“No llores, Scout, esto es solo transitorio",- murmuró en mi oído,- . Yo volví la cabeza hacia un lado.
-" Llévame contigo ",-le dije en voz baja, apenas lo suficientemente fuerte para escucharme a mi misma...
Las lágrimas comenzaron a caer y era inútil tratar de secarlas. Sacudí la cabeza y volví mi mirada de nuevo a la urna.
-“Quiero decirte lo que no dije cuando estabamos juntos”- apretó los dedos de mi mano en la suya- Te amo. Con toda mi alma. Y necesito ver que sigues adelante, cariño.
-" No puedo hacer esto sin ti. Siento que no puedo respirar ", le dije ,disfrazando mis palabras en un sollozo.
" Entonces me quedaré contigo por un tiempo ",- susurró.- "Sera igual que uno de nuestros casos. Vamos a empezar con un fin y encontrar un principio."
Todo el mundo sabía que Rick y yo estábamos juntos y que nos amábamos. Incluso Meredith y Gina se habían sentado en el segundo banco, y habían respetado en todo mi dolor.
No era justo que por fin, después de muchos miedos superados, encuentres al hombre al que amas, el que lo es todo para ti,, para que de pronto te lo arrebaten.
A decir verdad yo sabía incluso que toda la vida no habría sido suficiente junto a Richard Castle.
-"¿ Es curioso no? Realmente nunca fuí religioso ", reflexionó, mirando el sacerdote. "Madre ha organizado este “evento”, . Siempre tuvo un gusto por lo dramático".
Bajé la vista hacia él con una ceja levantada.
Después de haber pasado solo una semana desde el incidente, me parecía bastante macabro decir eso. Yo no había hablado con nadie sobre lo que había sucedido allí. En realidad, no había hablado con nadie. Punto.
El sacerdote pidió un minuto de silencio para reflexionar y orar. En ese momento sentí que la ciudad entera contenía el aliento.
Dentro de la iglesia, ni siquiera se podía escuchar una tos o un bebé que llora. Castillo tomó mi mano mientras yo temblaba en silencio. Cuando el momento hubo pasado, los dos agachamos la cabeza mientras el sacerdote decía una oración. Un amén rotundo resonó en las altas bovedas de St. Patrick.
" Ahora, la hija de Richard Castle va a decir unas pocas palabras ", dijo el sacerdote, mientras Alexis se acercaba al púlpito.No fue hasta que ví el vestido negro de Lex, que me dí cuenta de que también mi ropa era del mismo color.
Lex tocó brevemente el ataúd, sacando fuerzas, entonces me miró y luego se volvió hacia la multitud:
-" ¿Cómo puedo describir a mi padre en una pocas palabras? !El significaba tanto para todos nosotros¡. Siento que debo empezar diciendo que él no nos querría haciendo duelo por él o que viviesemos en el dolor. Él estaba demasiado lleno de vida para evocar la tristeza como lo estamos haciendo. Mi padre era un fanático de recurrir a otros más sabios que nosotros mismos cuando nuestros propios palabras nos fallan y creo que este poema resume lo que él querría que dijera:
"Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a mostrarles el camino mejor de todos. Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que bronce que resuena o platillos que aturden. Aunque tuviera el don de la profecía, penetrara todos los misterios, poseyera toda la ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es comprensivo, el amor e servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es mal educado ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, soporta sin límites. El amor no pasará jamás.
(Continuará)
Rosse- Invitado
Re: LLEVAME CONTIGO
muy emotivo!!!!!!!, pero xk?? Castle nooooo!!!!!!!
rakel- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 08/01/2011
Edad : 32
Re: LLEVAME CONTIGO
dios mio eso no es una pesadilla eso es un pesadillón si yo soñase con eso me despertaria asustadisima dios pobre kate.
pd: como mola el capi.
pd: como mola el capi.
Carla_Bk- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 14/04/2011
Edad : 26
Localización : L.A.
Re: LLEVAME CONTIGO
NOOOOOO CASTLE
ME HAS ECHO LLORAR
ME HAS ECHO LLORAR
Duende- Escritor - Policia
- Mensajes : 1212
Fecha de inscripción : 01/03/2011
Edad : 36
Localización : Galicia
Re: LLEVAME CONTIGO
Dios,he leido los dos capitulos seguidos y me encanta,es muy triste,pero me encanta
Escribes realmente genial^^
Escribes realmente genial^^
andrea3msc- Autor de best-seller
- Mensajes : 933
Fecha de inscripción : 15/01/2011
Edad : 28
Re: LLEVAME CONTIGO
Llorando toy
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: LLEVAME CONTIGO
Bufff.... Qué intenso!! Es casi imposible leerlo sin deshacerse en lágrimas!! No quiero ni imaginarme que esto pase NUNCAA!!!
Rizoss- Autor de best-seller
- Mensajes : 828
Fecha de inscripción : 23/02/2011
Edad : 33
Localización : Vigo
Re: LLEVAME CONTIGO
porfavor que triste que triste, pero me gusta mucho tu fic. Espero la continuacion con muchas ganas....
IsaVera- Autor de best-seller
- Mensajes : 762
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: LLEVAME CONTIGO
beckett esta ablando con castle pero en fantasmaa ?¿ jouuu esto asi no noooo kiero que resuciteeeeeeeeeeeeeeee plisssssssssssssssssssss
esta genial capiiiiiiiiiii
continuaaa
gracias por darnos otrooooo
esta genial capiiiiiiiiiii
continuaaa
gracias por darnos otrooooo
Re: LLEVAME CONTIGO
Estoy llorando!!
Está genial, pero es tan triste!! Cuando puedas sube otro plis!!
Está genial, pero es tan triste!! Cuando puedas sube otro plis!!
picara93- Ayudante de policia
- Mensajes : 70
Fecha de inscripción : 22/03/2011
Edad : 31
Localización : Málaga
Re: LLEVAME CONTIGO
MUY EMOTIVO, DE VERDAD, ESTOY LLORANDO DESDE EL PRIMER CAPITULO, ESTA GENIAL ROSSETA DE VERDAD Y TE DIGO QUE ME DISCULPES SI EL OTRO COMENTARIO ESTABA MAL PERO... YO PASE POR UNA SITUACION SIMILAR Y EN CIERTO MODO ME AFECTO MUCHO... PERO GRACIAS POR ESCRIBIR DE ESTA MANERA LO HACES GENIAL
CONTINUALO PRONTO PLEASE..
CONTINUALO PRONTO PLEASE..
stana_alexis- Actor en Broadway
- Mensajes : 176
Fecha de inscripción : 05/04/2011
Edad : 47
Localización : Venezuela
felicitaciones
[/b] Quiero felicitar cordialmente (supongo que a Cata Castillo), que se ha tomado la molestia de explicar gráficamente la diferencia que existe entre el verbo "Haber", y las otras palabras mencionadas. Gracias espero que de ahora en adelante no leamos más despropósitos. Ya que es una pena, muchas veces el argumento del fic es muy bueno, pero estos fallos...dañan la vista.
anonimo- Invitado
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