Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)

Leer un fic antes de que esté terminado va contra mis principios,... Pero ayer hablando por el chat y viendo que actualizas regularmente decidí hacer una excepción. ES GENIAL!!!
Me encanta, es muy distinto a lo habitual y espero que lo sigas pronto porque me muero por saber cómo continua.
Si te digo que lo leí anoche antes de acostarme y he soñado con esta historia... No lo recuerdo bien pero en mi sueño tenían 3 hijos

Raquel, creo que lo único que puedes hacer es "vigilar las respuestas a este tema"...

Muchísimas gracias a todos. Si os gusta el estilo de época tengo otro relato por ahí de este mismo estilo que podría adaptar si queréis. Raquel, puedes hacer lo que te han dicho de vigilar el tema o fijarte en el título me aconsejaron que pusiera cada vez la fecha de la actualización y eso hago desde entonces. Vamos a por otro trozo.

Richard cabalgó sin descanso durante toda la noche y gran parte del día para llegar a casa pronto. Se moría por volver a ver a Katherine, por besarla, y tenerla otra vez entre sus brazos. Esta separación había sido larga. Durante las noches el apuesto Capitán Castle no podía evitar pensar en su esposa. ¿Qué estaría haciendo? ¿Le echaría de menos tanto como él a ella? Hablaba con sus soldados durante horas. Todos se habían percatado del gran cambio que, el matrimonio con Lady Katherine había obrado en el arrogante y autoritario conde. Ahora se relacionaba con toda su tropa, les trataba de igual a igual y durante las noches compartía con ellos historias sobre sus batallas o les hablaba de lo hermosa y especial que era su mujer. La adoraba, y eso todos lo habían notado ya, todos lo sabían, menos ella.
Cuando por fin alcanzó sus dominios clavó la vista en el ventanal del cuarto de Katherine, parecía que ella no estaba allí, buscó con la mirada algún indicio de ella en el jardín, quizás estuviera cabalgando. Ante este pensamiento un sentimiento de miedo anegó su pecho. ¿Y si le había pasado algo?
Saltó del caballo y corrió hasta la puerta de la casa, dentro, un grupo de mujeres permanecían silenciosas, con la vista clavada en sus telas. Le bastó un instante para encontrarla. La miró en silencio unos instantes bebiendo de su imagen. A pesar de que notó algo diferente en su aspecto le pareció que era hermosa, y lo era aún más cuando la observaba sin que lo supiera.
A Rick le encantaba verla dormida, como un cachorrito indefenso acurrucado en sus brazos. Sonrió y carraspeó para hacerse notar.

R: Ejem, ¿así es cómo se recibe al hombre de la casa?- preguntó, conociendo a Katherine en menos de un minuto estaría entre sus brazos y con los labios de ella devorando los suyos son ansiedad, pero esto no pasó.
K: ¡RICK!- gritó incorporándose de un salto, pero una mirada de advertencia por parte de su suegra le recordó que debía ser una dama- Señor Conde- saludó con una reverencia- Que alegría volver a tenerle en casa.
R: ¿Qué demonios te pasa Beckett?- le preguntó desconcertado, ¿dónde estaba la joven espontánea y rebelde a la que dejó en casa hacía un mes?
M: A Katherine no le pasa nada Richard, simplemente ha aprendido mucho en este tiempo que has estado fuera.
R: ¿Aprendido qué? ¿A ser una señora de 50 años encerrada en un cuerpo de 23? – inquirió irónico.
M: Richard Castle no te eduqué para que me respondieras de esa forma, ¿dónde está tu buena educación? Saluda a nuestras invitadas.
R: Señoras- dijo con una inclinación de cabeza- Lamento mi comportamiento, y si no les importa, me retiro a mi dormitorio, estoy agotado, ha sido una dura batalla- Katherine le miró y sus ojos parecieron iluminarse.

Lo que más deseaba en estos momentos era irse con él a la habitación, dejar que le arrancara el vestido a tirones, la amara durante horas y después recostarse en su pecho a escuchar los detalles de su última contienda, pero su suegra le había dicho que eso no era correcto, ella debía quedarse allí hasta que acabase la reunión de costura, le había costado mucho que sus amigas aceptaran volver después de su insolencia del otro día.

R: ¡Katherine!, sube y prepárame un baño- le dijo con su mejor voz de mando, le urgía estar con ella a solas ¡ya!, necesitaba una explicación y sabía que su madre no la dejaría moverse de allí a no ser que él la necesitara.
K: Como usted mande- respondió, ¡gracias a Dios! Rick la conocía bien- Con vuestro permiso señoras, debo atender las necesidades de mi marido- informó sin poder evitar una sonrisa, deseando que Rick le reclamara algo más que un baño.

Subieron en silencio las escaleras hasta el dormitorio de Rick. Una vez allí él no pudo contenerse más e hizo lo que llevaba deseando hacer desde hacía tres meses. Se acercó a ella y agarrándola por la cintura la besó.

Katherine no tardó en responder a su beso con la misma pasión, después de tanto tiempo era como un sediento que, tras caminar por el desierto, llegar a un oasis de agua helada.

Se separaron por la pura necesidad de respirar. Rick apoyó su frente contra la de ella.

R: ¿Qué te ha pasado?
K: Nada…¿acaso no le ha gustado el beso?
H; No lo digo por el beso, lo digo por…tu aspecto, tu comportamiento…¿qué le ha pasado a tu pelo? – preguntó, Katherine llevaba el pelo mucho más largo y recogido en un tradicional moño.
K: Creció…
R: ¿Y este vestido? Parece de mi madre- no le gustaba nada verla vestida con esos trajes tan oscuros y señoriales, ella normalmente lucía bonitos trajes juveniles, con colores alegres.
K: Es más correcto que los que solía usar, Richard. Ya no soy una chiquilla, soy una mujer casada, condesa para más datos…no pensé que le disgustara tanto mi aspecto.
R: No es que me disguste es solo que….me sorprende- dijo sincero, no sabía qué había pasado, pero ésta, no era su Katherine.
K: Ahora soy una dama- sin más se alejó de él y fue a prepararle el baño.

Rick la siguió sin mediar palabra, cuando el agua estuvo lista se desnudó y se metió dentro de la bañera.

R: ¿A dónde crees que vas?- le preguntó en un tono que Katherine nunca le había oído usar con ella.
K: A continuar con mis labores de costura.
R: De eso nada, te quedarás aquí hasta que acabe de bañarme, es más, coge la esponja…- le ordenó, no le gustaba tratarla así pero quería picarla para sacar de ella a la rebelde que tanto amaba y sabía que estaba por ahí escondida.

Katherine obedeció y tomando la esponja con cuidado comenzó a pasarla por todo el cuerpo de su marido. Se estremeció al contacto con su piel. Había pasado tres meses deseando que él volviera, añorando sus encuentros amorosos y ahora, ¿debía rechazarlos solo por la idea de su suegra de lo que era o no correcto? No estaba dispuesta.

K: El doctor Turner me hizo una revisión- comenzó.
R: ¿Estuviste enferma?
K: No, por rutina, vuestra madre opinaba que era necesario y ¿sabe que dijo?- él negó con la cabeza demasiado extasiado en las caricias de su esposa, hacía un rato que Katherine se había desecho de la esponja y pasaba sus manos por todo el cuerpo de Richard- Que ya estoy lista para volver a quedarme embarazada…
R: Eso es una gran noticia Katherine- respondió espontáneo, la verdad es que deseaba con todas sus fuerzas tener un hijo con ella, y no se trataba de cuestiones de sucesión o herederos, ya no.
K: Lo sé, así que en cuanto acabemos con su baño podemos intentarlo, está familia necesita un heredero.
R: ¿Tú quieres un hijo?
K: Da igual lo que yo quiera señor conde, es lo que debo hacer.
R: ¡Katherine!- le advirtió saliendo de la bañera.

Ella caminó unos pasos hacia atrás y se dejó caer de espaldas en la cama.

K: Cuando quiera mi señor.
R: ¡NO!- le gritó- Así no…no, por esto sí que no paso, siempre nos hemos divertido mucho en la cama, los dos, no quiero simplemente acostarme contigo porque mi madre te haya llenado la cabeza con ridículas ideas sobre comportamientos correctos o no…, no quiero que te tires ahí y simplemente aguantes hasta que te deje embarazada, porque podría hacer que eso no pasara nunca.
K: Usted no puede hacer eso, es su obligación engendrar un heredero para la familia.
R:¡No quiero que me trates de usted!- le gritó, estaba empezando a perder los nervios- Me voy unos meses y cuando vuelvo mira lo que me encuentro, tú no eres la mujer con la que me casé…- dijo mientras se ponía una bata y caminaba hacia la puerta.
K: ¿A dónde vas? Yo soy tu esposa, vuelve aquí y haz lo que tienes que hacer, no me he pasado todo este tiempo aprendiendo a ser como tu madre para que ahora te vayas y me dejes aquí, no entiendo tu actitud, esto es lo que querías ¿no? Una perfecta dama a tu lado…
R: ¿Quién te dijo eso?
K: Tu madre…, ella me contó su conversación contigo.
R: ¿Qué conversación?- ella bajó la cabeza, sabía que había hablado demasiado- Katherine- advirtió sentándose a su lado y agarrando su mano.
K: La conversación en la que le dijiste que te avergonzabas de mí.
R:¡Yo jamás le he dicho eso! Ni a mi madre ni a nadie, porque no es cierto.
K: Entonces, ¿por qué has dejado de ir a fiestas y actos sociales?- preguntó.
R: Pensé que no te gustaban esas cosas, nunca creí que quisieras ir, nos lo pasamos bien juntos en casa, no necesitamos ir a todas esas fiestas.
K: Algún que otro día no estaría mal.... desde fuera da la impresión de que me escodes de la gente, es lo que se dice en los mentideros de sociedad, que el conde Castle está tan avergonzado de la mujer con la que le obligaron a casarse que nunca sale de casa con ella.
R:¡ Qué cantidad de tonterías!- exclamó levándose se golpe- ¿Quieres ir a fiestas? ¡Pues iremos! ¡Vístete! Esta misma noche el Rey da una en honor a las tropas, si lo que quieres es que te luzca como un trofeo, está bien, eso haré.- su enfado había ido en aumento y Katherine comenzaba a estar asustada.
K: Lo que quiero ahora es que vuelvas a la cama y me hagas tuya hasta desfallecer- le dijo con descaro, Rick sonrío y le hizo caso.

Durante unas horas los dos se olvidaron de todo.

R: ¿Quieres ir a esa fiesta?- preguntó mientras Katherine permanecía adormilada sobre su pecho.
K: Si…me apetece conocer a tus hombres, al fin y al cabo pasan contigo casi más tiempo que yo.
R: Está bien, iremos entonces, me gustará que conozcas a Francesca, ella no pudo venir a nuestra boda.
K: Me encantará conocerla…- murmuró sintiendo una punzada de celos.


:- Con ustedes, el conde Richard Castle y señora- la voz del alguacil de palacio les anunció dejando paso a una elegantísima pareja.

Katherine caminaba bien sujeta al brazo de su marido, con la cabeza alta y a su altura. Todo lo contrario de lo que le había dicho su suegra que debía hacer. “Camina un paso por detrás de él, Katherine, y con la cabeza gacha, no mires a nadie directamente a los ojos, no vayas a dejar a Richard en evidencia” y pensaba hacerlo, al menos hasta que el conde le susurro ante la majestuosa puerta del castillo del Rey “tan solo sé tú misma, no lo olvides Beckett, me encanta como eres”.

Se dirigieron ante el Rey Roy Montgomery en primer lugar.

Ro: Capitán Castle, por fin me confiere el honor de conocer a su esposa- dijo sonriéndole con amabilidad.
K: El honor es mío, majestad- respondió con una reverencia.
Ro: Bienvenida a mi casa condesa Castle, me sorprende, es usted más hermosa de lo que había oído.
K: Me halaga señor- dijo con una sonrisa.
R: ¿Dónde están Roy y Francesca?- preguntó buscado al príncipe y su hermana.
Ro: Por ahí con los invitados, no tardarán en venir cuando sepa que estás aquí- y no se equivocaba, al instante una estridente voz de mujer interrumpió su charla.
F: ¡¡RICK!!- gritó lanzándose a sus brazos, el aludido se apresuró a soltar a Katherine y abrazar con fuerza a su amiga.
K: ¿Rick?- musitó algo desconcertada, creía que solo ella y sus compañeros le llamaban así.
R: ¡Frankie! ¡¡Estás estupenda! ¡Me alegro de verte!
F: Y yo a ti, papá me contó lo que Lord Javier y tú hicieron por salvarme, nunca podré estaros lo suficientemente agradecida.
R: Es nuestro trabajo…y hablando de Lord Javier, ¿no viene?
Ro: No, parece que su esposa está ya en la recta final de su embarazo y no es conveniente, los Espósito pronto tendrán un heredero… ¿para cuándo un pequeño Castle?- preguntó mirando a Katherine haciendo que ella se sintiera visible por primera vez desde que Francesca entró en escena.
F: ¡oh! ¿Ésta es tu Katherine?¿Beckett era no? – interrumpió.
K: Su esposa, sí, soy yo, Lady Katherine Castle, condesa, Katherine Castle- respondió indignada.
F: Es bonita sí…Rick, vamos, quiero presentarte a unos amigos- Katherine soltó un suspiró de indignación.
Ro: ¿Baila Katherine? – invitó para calmar sus iras.
K: Un placer.
Ro: No creo que deba preocuparse.
K: ¿Perdón? Estaba distraída.
Ro: Mi hija y Rick son como hermanos y Francesca está perdidamente enamorada de su marido, y el conde de su mujer, si se me permite opinar.
K: ¿De mí?- preguntó, no la iba a engañar, ella sabía que la mayoría de los matrimonios de la época se llevaban a cabo por lo mismo que el suyo: intereses.
Ro: Usted es su esposa ¿no? Lady Katherine Castle…
K: Si…claro sí, pero no creo que Richard…
Ro: Nunca subestime la palabra de un rey, mi lady- ella le agradeció las palabras con una sonrisa y pasó el resto de la noche bailando con todo aquel que la invitaba, mientras Rick y Francesca no paraban de hablar de sus recuerdos de juventud.

Llegaron al castillo propiedad de los Castle pasada la media noche. Katherine no había hablado en todo el camino y cuando, una vez en su dormitorio, Rick intentó besarla estalló en cólera.

K: ¡No se te ocurra acercarte a mí!
R: ¿Qué te pasa? ¿Te sientes mal?
K: Será posible qué…¡¡eres un imbécil Richard!!
R: ¿Qué te he hecho?, pero ¿qué ha pasado?
K: Ha pasado…que me pasé toda la noche bailando con no sé cuántos duques, marqueses, y condes, con muchos, menos con el mío…ha pasado que me ignoraste, parece que se te olvidó que había ido contigo a la fiesta.
R: ¡Estás celosa!
K: ¡Y qué si lo estoy? ¡¡Tengo derecho!!
R: Mi fierecita- le dijo meloso tratando de acercarse a ella.
K: ¿Qué parte del “no te acerques a mí”, no entendiste? ¡Fuera! Esta noche me apetece dormir sola.
R: ¿Y si a mí me apetece otra cosa?
K: Tienes dos opciones o te vas y te das un baño de agua fría o me obligas, te conozco no vas a hacer lo segundo.
R: También puedo buscar a otra que me dé lo que tú no quieres…
K: ¡Haz lo que te dé la gana! A lo mejor si llegas al palacio Francesca te esté esperando…
R: No tengo que irme tan lejos- dejó caer mientras salía del dormitorio dando un portazo.

Katherine miró la puerta, ¿no sería capaz?

G: Mi Lord…¿puedo ayudarle en algo?- preguntó la ambiciosa sirvienta apareciendo convenientemente.
R: Si…ya lo creo que sí, traiga una botella de vino y dos copas al dormitorio.
G: ¿Al de la condesa?
R: Al mío, la espero, no tarde.

continuará

Me encantó que Rick hiciera que Katherine se comportara nuevamente como la mujer a la que él realmente conoce

Sin embargo, donde hagas que Castle se acueste con Gina

De una u otra forma debes IMPEDIRLO Pls

Excelente capítulo Continua PRONTO

a mi madre... aflora Rick el mujeriego

Guau Zeny, con cada capítulo te superas. Después de leer como va transcurriendo este relato, creo que cualquier historia que escriba, ser de época o no, quedará estupenda estando escrita por ti.
Me gusta como se va desarrollando la historia, como al volver Richard se encuentra con una Kate totalmente diferente a la que dejó, y como esta, al final, vuelve a ser la que era.
El final me ha dejado un poco desconcertada. ¿Será capaz Castle de acostarse con Gina por una pelea que ha tenido con su mujer? No lo creo, después de como se ha comportado con Kate desde que la conoció y lo enamorado que está de ella, no creo que lo haga, o al menos, eso espero...
Con ganas de leer el siguiente capítulo

a mi no me dejes con esta intriga , como se tire a la gina la hemos liao

Ay madre... Yo confío en Castle está enamorado y no la engañaría fuera la época que fuese y si lo hiciera me decepcionaría...
Y espero que Beckett vuelva a su ser.
Necesito continuación no aguantaré 2 días!! El enganche a este fic es el mal sólo quiero leer y leer.

Por dios q Rick no haga lo q creo q vaya a hacer!!!
Continua

Me ha encantado pero que no se acueste con Gina por dios...
Sigue muuuuuuuuuy pronto

No se acostará con ella, verdad? Haz que Beckett haga algo!

Me alegra que Castle haya conseguido que vuelva a ser ella tan rápido... Menuda come cocos la suegra...

Espero que no se acueste con ella
Siguee prontoo!!

AMO este fic! es
Me tienes en vilo, más vale que Castle no se acueste con Gina...no tendrá valor! Y si encima está enamorado... Y si lo hace, espero que Kate le corte sus partes

no me digas que se va a tirar a Gina.
Como lo haga se va a enterar de lo que es una guerra
no tardes porfi me gusta mucho

como se acueste con gina yo a ti! me a gustado el capi! continua pronto por favir-1 estoy adicta!

Continua por favor y no hagas que Rick se acueste con Gina que ya me entran ganas de matarlo y eso que no lo hizo aun xD

Me gusto el capitulo

Wow, me he puesto al día O.O que va a hacer Rick? continua pronto!

Mil gracias a todas. Me alegro que os guste. La verdad es que este trozo es más bien de transición y no sé que extraña musa sádica se apoderó de mi cuando lo escribí. Yo también odio el papel que le ha tocado a Martha en esta historia.

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Unas semanas después, Richard se había hecho perdonar y Katherine nunca preguntó dónde, ni mucho menos con quién, había pasado aquella noche. Simplemente dejaron que los días pasaron, y evitaron tocar el tema.

Katherine no había podido dejar de pensar en las palabras del Rey, ¿sería posible que se hubiera obrado el milagro y Rick la amara de verdad? Estaba distraída pensando en eso cuando la voz de su marido la trajo de vuelta a la realidad.

R: Mil monedas de oro por lo que estás pensando- dijo sentándose junto a ella en el jardín.
K: No creo que lo adivines, pero inténtalo- le respondió, tal vez esa sería la única manera de sacar el tema.
R: Estás buscando la forma de convencerme para que te deje montar mi nuevo y fabuloso caballo…¿a qué si?
K: ¿Cómo lo has sabido?- exclamó pensando que era tonta, Rick ni se imaginaba que era lo que pasaba por su cabeza.
R: Soy adivino supongo...¡vamos! ahí le tienes, todo tuyo.
K: ¿En serio?- inquirió algo más ilusionada.
R: Solo procura no caerte…
K: ¡Eres el mejor!- chilló antes de besarle fugazmente y correr hacia el animal al cual se subió casi de un solo salto.

Rick la miraba con la devoción y el amor patente en su mirada, ¿acaso ella no se daba cuenta? Tenía planeada una velada romántica, una escapada al castillo de veraneo para dejarle claro que la amaba, se había enamorado de ella con solo verla y ahora ese sentimiento había alcanzado niveles exageradamente altos.

M: No deberías dejarla montar así- la advertencia de su madre le trajo a la realidad.
R: Katherine es una excelente amazona mamá, no soporta montar de otra forma.
M: Si claro, y como te tiene dominado tú se lo conscientes todo…Richard esto no puede seguir así, este matrimonio es un fraude.
R: ¿Qué dice madre?
M: Sabes el motivo por el que te obligué a casarte con ella…
R: ¡Lo intentamos madre!- le espetó.
M: Algo debe estar mal en ella, no es normal…
R: No digas tonterías, Katherine está perfectamente sana, no le pasa nada, te recuerdo que estuvo embarazada una vez….
M: Nadie supo de eso, puedo hacer que invaliden esta unión.
R: ¡Ni se te ocurra tan si quiera pensarlo!- le ordenó al mismo tiempo que levantaba la cabeza para ver a su amazona.

Katherine había hecho correr al caballo, demasiado si preguntaban a Rick, el corcel era aún algo joven y a veces no atendía a razones. De repente un miedo enorme a que algo le pasara se adueñó de él y poniéndose en pie le gritó.

R: ¡Más despacio Beckett!
K: ¡No pasa nada! ¡Lo tengo controlado!
M: Dile que pare Richard, se va a matar…¡Dios es tan terca!
R: Es como Diane…- la imagen de su hermanita cayéndose del caballo volvió a su mente - ¡Dios mío no, como Diane no!- aún no había terminado la frase cuando pasó.

El caballo se desbocó y Katherine perdió el control de las riendas y cayó boca abajo en el suelo.

M: ¡Te lo advertí! – le gritó a su hijo mientras le veía correr hasta su esposa.
R: ¡Katherine!- chilló poniéndose de rodillas junto a ella y cogiendo su cabeza entre sus manos- ¡¡Llamen al médico está respirando!!- Martha entró en la casa para mandar a alguien a por el doctor Turner y Rick vio como Katherine abría los ojos con dificultad- Venga mi amor, no me dejes…
K: Rick…- musitó- lo siento.
R: Tranquila, no es tu culpa, nunca debí dejar que montaras mi caballo, si algo te pasa yo…
K: ¡ayy!- se quejó llevándose las manos al abdomen- Me duele mucho.
R: El doctor viene de camino…, no hables.
K: ¡No lo entiendes! Es como la otra vez, cuando nos dijeron que habías muerto, me duele de la misma forma… - sus ojos llenos de angustia se clavaron en los de Rick que parecía haber comprendido lo que ella trataba de decirle.
R: Seguro que no es nada malo- dijo, aunque sonaba poco convencido.

El doctor Turner examinó a Katherine y no tardó en dar a Rick un diagnóstico.

DT: La buena noticia es que Katherine está bien, al poco de traerla a la habitación tuvo una fuerte hemorragia pero pudimos controlarla, la mala es que estaba embarazada- Rick le miró sin saber que decirle, ¿otra vez?- No parece tener lesiones internas, no tiene fiebre y las contusiones desaparecerán en unas semanas.
R: ¿Cómo se lo ha tomado?
DT: Parece ausente, no ha hablado desde que le dimos la noticia, esta vez ni siquiera ella se había dado cuenta aún, no debía estar de mucho tiempo porque los síntomas no habían aparecido.
R: ¿Puedo verla?
DT: Claro, pasa.
R: Doctor, una cosa más…no quiero que nadie sepa lo que ha pasado.
DT: La condesa Martha…
R: Ella menos que nadie, dígale que mi esposas está bien y punto- ordenó antes de entrar a la habitación - Katherine… ¿estás despierta?- ella simplemente se incorporó en la cama y estiró los brazos hacia él que no tardó nada en abrazarla con fuerza- Todo está bien pequeña, ya pasó- pasaron un rato abrazados, sin hablar, el silencio tan solo interrumpidos por los sollozos que Katherine no podía reprimir.
K: ¿Por qué ha tenido que volver a pasarme esto a mí? – preguntó un poco más tranquila.
R: Fue un accidente, no debía dejarte montar mi caballo…
K: No es tu culpa, habría montado el mío de todas formas, soy una inconsciente.
R: No, tú no lo sabías.
K: ¿Cómo no pude darme cuenta de algo así? Tu madre tiene razón…no soy buena para ti.

R: No digas tonterías Katherine, no voy a permitir que ni tú, ni mi madre digan eso de la mujer que…
M: Katherine, querida- dijo interrumpiendo la conversación- Me alegra ver que estás bien.
R: Ha tenido suerte, solo ha sido un susto, las contusiones desaparecerán rápido.
K: Bueno pero he…
R: Aprendido una lección: nunca hagas correr tanto a un caballo que acabas de conocer- dijo y Katherine comprendió: no quería que su madre supiera lo sucedido.
M: Ahora debes descansar y recuperarte, he mandado a Gina a preparar vuestro equipaje, os voy a regalar ese viaje por Europa en barco que soñáis como luna de miel.
R: Pero madre y si…
M: He hablado con el Rey, puede prescindir de ti unas semanas.
K: Gracias- respondió, todo esto era muy raro.
M: ¡Por cierto, casi lo olvido! ¡Tengo buenas noticias para ambos! Tu amiga Lady Lannie ha tenido un niño, ella y Lord Javier estarán muy alagados si aceptáis apadrinarlo.
R: ¡Vaya! ¡Qué gran noticia! Iremos a conocerle antes de partir, y por supuesto que seremos sus padrinos, ¿cómo van a llamarle?
M: Roy, en honor a su majestad.
K: Lannie estará feliz- dijo sin poder ocultar un deje de tristeza.
M: Espero que me traigáis un heredero de este viaje…- dejó caer mientras se iba.
R: ¿Estás bien?
K: Claro, ¿por qué no iba a estarlo? Mi mejor amiga acaba de tener un hijo y quiere que yo sea su madrina, ¿qué más puedo pedir?
R: Pronto Katherine…
K: ¿Pronto qué?
R: Serás tú la que esté pidiendo a Lady Lannie Espósito que sea la madrina de tu pequeño Richard, estoy seguro, haremos las cosas bien está vez.
K: Prometo no volver a montar a caballo y tu júrame que no vas volver a “morirte”?
R: Te lo juro- dijo mientras la besaba.
K: ¿Y si tengo una niña? ¿Crees que tu madre nos obligará a abandonarla a las orillas del río?
R: No permitiremos algo así…si tienes una niña habrá que seguir practicando hasta que llegue Richard IV…
K: ¿Y tiene que llamarse Richard?
R: Es la tradición pero podemos cambiarla, ¿cómo te gustaría?
K: Matthew, me parece una bonita forma de agradecer a mi tío todo lo que ha hecho por mí, y si es niña…
R: Katherine…
K: No, ya puestos a saltarnos la tradición será Diane, como tu hermana.
R: Me gusta la idea, aunque…mamá nos odiará por ello- los dos se rieron al mismo tiempo que se besaban.

Una semana después partieron a su viaje sin saber que, no les aguardaban buenas noticias a su regreso.

PD: La escena de la caída del caballo es muy de "Lo que el viento se llevó"....me parece que había visto la película por esos días.

Otra vez... Kate perdio al bebé
Continua q con tus palabras finales me dejaste intrigadisima... No creo q Gina se haya embarazado!!! bueno no me paso mas rollos
Continua

Me gusto mucho *_* aunque pobre Kate otra vez el bebé

No se porque Martha me da miedo, y esta vez mucho mas y Gina ya ni te digo .-. .Espero el siguiente capitulo *_*

Pobre Kate, otra vez a perdido el bebé
Sigue pronto, me encanta esta historia

Eso de "Gracias a Todas" deberías matizarlo un poco no crees? que pasa? que a mi no me las das tambien? greeeeeee.

He leido la version original este fic cuchucientas veces y aunque se como acaba,no dejo de emocionarme cada vez que veo una actualizacion.

SOY TU FAN ZENY!!!

Otra vez y no les esperan buenas noticias

sigue pronto porfa

y yo me sigo preguntando que hizo Richard con la otra...paso algo o no...o solo tendremos que esperar...