Catarsis [14/14]

Luara escribió:Que sepas que ya me he leído el libro y me ha dejado muy buen sabor de boca aunque te agradezco los cambios puesto que algunas cosas encajan en la historia del libro pero no en lo que conocemos de los personajes de Castle por muy AU que la historia sea.
Si algo me gusta de la adaptación y el libro es la tensión sexual que se percibe siempre entre los protagonistas   .

Me alegro que te lo hayas leido y te haya gustado, igual que el fic, de todas formas, a mi hay cosas del libro que no me gustaron xDDD

Sarux escribió:

Luara escribió:Que sepas que ya me he leído el libro y me ha dejado muy buen sabor de boca aunque te agradezco los cambios puesto que algunas cosas encajan en la historia del libro pero no en lo que conocemos de los personajes de Castle por muy AU que la historia sea.
Si algo me gusta de la adaptación y el libro es la tensión sexual que se percibe siempre entre los protagonistas   .

Me alegro que te lo hayas leido y te haya gustado, igual que el fic, de todas formas, a mi hay cosas del libro que no me gustaron xDDD

Hay cosas que a mi me sorprendieron no esperaba yo que pasaran pero es un libro que sólo con el inicio ya sabes que tienes que ir con la mente abierta  

Vaaaale perfecto cono siempre, porcierto, como se llama el libro? ME LE QUIERO LEER

Apasonante     

Espero que os guste el nuevo capitulo. Sigo diciendo...el libro es pecados de la carne, hasta ahora era bastante fiel, apartir de ahora....cambiará bastante pues el final lo pienso hacer completamente distinto
Gracias por leerme.








Una vuelta, otra, y otra más. Se regodeaba en su cama mientras la luz de un nuevo día se filtraba por las rendijas que dejaban las persianas medio bajadas. La noche anterior… o más bien en la madrugada, cuando había llegado a su casa, se había olvidado de bajar todas las persianas y así poder abstraerse del mundo real en cuanto se hiciera de día.

Quería descansar, olvidarse de todo.

Nada más llegar se había sentado en la cama mientras las lágrimas resbalaban por su mejilla sin poder evitarlo.

No se entendía ni a ella misma.

Rechazando a Rick Castle cuando en realidad lo que más quería era tirarse en sus brazos y no soltarlo nunca.

Tras un par de llantos agónicos como si estuviera viendo una película de amor, utilizando papel de desechar para sonarse la nariz, se dio una ducha rápida y se metió en la  cama cayendo completamente dormida hasta ese momento en que la luz le molestaba en la cara y el dichoso timbre no dejaba de sonar.

¡El timbre!

¿Quién demonios podía ser? Nadie iba a visitarla.

El chico del periódico… Alguna organización sin animo de lucro… ¿Los testigos de Jehová?
Decidió ignorarlo. No necesitaba ninguna salvación. No quería lidiar con nadie y mucho menos con unos freakys como esos repartiendo panfletos a diestro y siniestro.


Se desperezó y arrastró sus pies por su casa hasta la puerta. Iba con un short y una camiseta anchísima. Descalza y despeinada.

Abrió la puerta enérgicamente con claras intenciones de mandar al carajo a los adoradores de Jesús que estuvieran tras ella.

Cuando vio quien era la persona que estaba ante ella, su furia desapareció. Las palabras que le iba a gritar a los repartidores de panfletos se quedaron olvidadas en su mente.

Estaba paralizada mirando fijamente al hombre que esperaba fuera.

-¿Qué… haces aquí?-tartamudeó fracasando estrepitosamente al intentar mantener la compostura.

De repente, se dio cuenta de que su aspecto debía dar pena o miedo. Los ojos rojos de haber llorado, su cara hinchada de  dormir y las zapatillas viejas.

En ese momento se alejaba del tipo de belleza sexy que atraían a Castle.

-Espero que no te importe que este aquí sin avisar-hizo una pausa-pero… no contestabas-alzó el móvil.

-No es un buen momento.

Él la miró de pies a cabeza.

Sin esperar invitación cruzó el umbral y entró en el salón como si hubiese estado allí cientos de veces.

Se quedó mirando todo con curiosidad.

-Un apartamento muy bonito, Kate. Muy de tu estilo.

Pasándose la mano por el pelo despeinado, se encogió de hombros.

-¿Algo de beber?

-¿Café?

Kate asintió. Le dejó solo, sentándose en el sofá y se perdió por la cocina. Se lavó la cara con agua fría y después de secarse con un trapo, preparó el café.

No era el mejor del mundo y probablemente estaba muy alejado del café que debía desayunar cada mañana Castle.

-Has estado llorando.-dijo afirmando, y no preguntando.-¿Alguien te ha disgustado?

-No es nada.

Castle notó que ella no tenía ningunas ganas de hablar del tema y decidió obviarlo. Bebieron en silencio.

-¿Es por tu trabajo? ¿Echas de menos ser poli?

-Aun queda un par de meses para que pueda hacer el examen de nuevo…

Ella notó que Rick la miraba, la estudiaba. Él se acercó a ella muy despacio, como un depredador merodeando alrededor de su presa.

Kate se tensó.

-¿A que has venido?

-¿Qué te parecería que nos vieramos después del trabajo?

A boca jarro. Fue directo. Sincero. Expectante.
Kate, desconcertada, luchó contra si misma para guardar lo que pensaba de su proposición. Seguramente estaba intentando pillarla en ese momento de debilidad para seducirla. Evidentemente había elegido un momento perfecto. Se sentía vulnerable y… prácticamente deseaba que la engañasen con el fin de sentirse un poco amada.

-Ya te dije que yo no….

La mirada azul de su jefe seguía clavada en sus ojos.

-¿Mezclas el trabajo con el placer?-Él sonrió ligeramente- Si, ya lo sé. Quiero que sepas que yo tampoco me acuesto con mis empleadas. Una norma que me impuse.

Ella tragó saliva forzosamente tratando de deshacer el nudo de su garganta.

-¿Entonces…por qué estas aquí?

Castle sonrió.

-Para hacerte cambiar de opinión.

-¿Cómo pretendes hacerlo?

Rick entornó los ojos. Ella percibió que estaba apunto de hacer algo.

-Así.

Se inclinó hacia delante y la besó recreándose en sus labios. Acarició su cuerpo con sus manos. Le acarició los pechos lentamente mientras un placentero escalofrío trepó por la espalda de Kate.

Con la respiración entrecortada, ella se separó.

-Esto está mal-Sus labios decían que no, pero su cuerpo se había doblegado a la búsqueda del placer en cuestión de segundos.

La sangre corría por sus venas a toda velocidad.

Castle estiró el brazo para acariciar su rostro.

-No estoy de acuerdo contigo. Desde que te vi he tenido ganas de hacer esto… estaba desesperado… yo… sólo quiero complacerte, Kate.-Una pequeña y sexy sonrisa curvó sus labios.

Castle se humedeció los labios.

-Deseo acariciarte, poner mis manos en tus caderas, trepar por tu cuerpo muy lentamente apenas un cosquilleo en tu cintura con las yemas de mis dedos-sin dejar de hablar la miraba a los ojos, haciéndole el amor allí mismo con la mirada-Y descender…hasta paliar el hormigueo entre tus piernas que te atormenta…

A Kate se le secó la boca. Castle sabía seducirla con sus palabras. La excitaba muchísimo.
Sintió su entre pierna humedecida a causa de la labia de su jefe.

La expresión en sus ojos era imposible de resistir.

-Yo también te deseo.

Castle volvió a inclinarse hacia ella. Beckett aceptó la presión de su boca contra la suya, suave, tal como esperaba que fuese.

El beso se hizo más profundo y la lengua de Rick rompió la barrera de sus labios, explorando su boca. Era un maestro. El mejor beso que le habían dado jamás.


Castle la empujó y consiguió recostarse sobre los cojines del sofá. Metió una mano por debajo de la ancha camiseta para acariciar su pecho. Siguió avanzando ante las inexistentes protestas de ella y le frotó el pezón. Kate se arqueó contra el duro pecho de Castle, disfrutando de la sensación de tener aquel cuerpo pegado al suyo.

La mano de Rick abandonó sus pechos y descendió por su plano vientre. Se internó en sus pantalones para encontrar lo que llevaba tiempo ansiando. Le acarició el sexo con el dedo corazón.

Ella no pudo reprimir un gemido.

-Dime…que quieres que te haga-susurró en su oído. Su voz tan seductora.

Castle deslizó sus labios por el cuello de Beckett. Sus tetas, duras, firmes, erectas chocaron contra el pecho de él. No se había molestado en ponerse sujetador para abrir la puerta. Sus pezones estaban durísimos y anhelaban con ser mordisqueados.

Ella cogió su mano y la guió a su pecho.

-Apriétame los pezones con fuerza.-suspiró.-No hay nada que me gusta más que una erección entre mis piernas, rozando mi sexo y una boca caliente chupándome los pezones.

Castle sonrió. Le resultaba desconcertante que Kate… le hubiese explicado cómo volverla loca de placer. Ésta, definitivamente no era la Kate timida que él conocía.

Ella era toda una fiera y él la estaba liberando.

-Lo tendré en cuenta-dijo mientras seguía acariciándolos. Se detuvo y le quitó la camiseta.

Kate gimió ronco cuando él hundió su boca en sus pechos y se metió el pezón izquierdo entre sus labios; jugueteó con él utilizando los dientes y la lengua.

El latido de su corazón martilleaba sus oídos y sus propios gemidos avivaban el fuego que él despertaba entre sus muslos.

La erección de Castle presionó contra su sexo. La volvió loca. Estaba durísima. Las expertas manos de su jefe apretaron su culo y la atrajeron más contra él, haciendo fricción mientras sus labios serpenteaban de un pecho a otro dibujando círculos con su húmeda lengua.

Kate le agarró del cabello.

-A la mierda con eso de no mezclar el trabajo con el placer-susurró ella- Vamos a la cama.

-Estaba deseando que lo dijeras.

Continuará….

MADRE MIAAAAAA! OMG!!!!!! Pero chicaaaa pretendes matarnos!? Virgen de la teta al hombro!!! Ay oma! Buufffff
No se puede resistir a esas sensaciones, y quien podria!? Joder!
Puuuuees es que nose que más decir jajajajajaja, me gusta tambien porque Kate no saca el tema de que sea vampiro! No es precisamente su mayor preocupación jajajaja... Tiene algo más importante que atender... (guiño guiño)
Gracias por escribir, zorris! Jajaja rawwwwr!!! Muass

SanySmile escribió:MADRE MIAAAAAA! OMG!!!!!! Pero chicaaaa pretendes matarnos!? Virgen de la teta al hombro!!! Ay oma! Buufffff
No se puede resistir a esas sensaciones, y quien podria!? Joder!
Puuuuees es que nose que más decir jajajajajaja, me gusta tambien porque Kate no saca el tema de que sea vampiro! No es precisamente su mayor preocupación jajajaja... Tiene algo más importante que atender... (guiño guiño)
Gracias por escribir, zorris! Jajaja rawwwwr!!! Muass

Hombre por que creyó que era broma lo de ser vampiro...veremos a ver... jejeje

El ventilador no da mas de si.
Nunca he rogado por estos motivos, se merece una excepcion, por favor vamos a la cama ya

Muy bueno!! exitante!! te quedas en lo mejor, no hay quien se le resista a castle, buenisismo tu fic, sigue pronto !!

Hey!
Aqui estoy con un nuevo capítulo de esta historia. Gracias por leerme ;-). Gracias por todos los comentarios. Espero que os guste ;-)

Subidito de tono... FINALLY!!!!






Entre besos y caricias se adentraron en el pasillo. Al llegar al final del pasillo, con su propio pie, abrió la puerta del dormitorio.

Con cuidado, la recostó en la cama y se recostó a su lado, acariciándola con cariño. Beckett se inclinó levemente sobre su codo y le miró confusa.

-Quiero mimarte.

-¿Mimarme?

Ella creía… estaba segura… estaba necesitada de todo lo que él podía ofrecerle, pero lo último que pensaba recibir en ese momento eran mimos.

-Si. Sé que tengo una buena reputación…que has oído que me…follo a muchas. Puras relaciones sexuales…

-¿Y yo? ¿También seré una única relación sexual?

-Tú eres algo más, te lo estoy intentando demostrar…-dijo Castle tensamente-. Sólo…dame una oportunidad… para demostrártelo.

-¿Por qué yo?

-¿Por qué no?- Castle sonrió mientras le contestaba. Su sonrisa era una mezcla entre cariño, amor, deseo, travesura, su sonrisa la desestabilizaba.

Kate negó con la cabeza despacio.

-No quiero ser otro polvo fácil.

-No lo serás.

-Convénceme.

-¿Así?-Castle se inclinó sobre ella, lentamente se deshizo de su ropa apartando sus brazos cruzados con delicadeza. Deslizó un dedo sobre su pecho izquierdo y luego le pellizcó el erecto pezón.

La respiración de Kate se aceleró.

-Si…eso…es…muy convincente.

Castle deslizó sus manos hasta su culo y la atrajo hacia él, pegándose a su polla erecta, mientras Kate posaba su pierna sobre la cadera de él, ambos de lado, incrementando el contacto.

Se perdieron en los brazos del otro, quitándose la ropa hasta quedar completamente desnudos.

-Eres preciosa.

Ella lo miró con incredulidad. Él no hacía más que acariciarla con ternura, mirándola, contemplándola, casi sin atreverse a más.

-Por que no me hablas de ti…

-Todas las sensaciones eróticas desaparecieron. Era realmente difícil pensar en ella, en su vida mientras ambos estaban desnudos en la cama.

-Ya lo hice… Lo odio.

Beckett frunció el ceño y acarició con sus dedos la mandíbula de Castle.

-Tenemos que ir conociéndonos-intentó otra técnica, lleno de paciencia, mientras se miraban a los ojos.

-No hay nada que saber.

Él hundió su rostro en el cuello de ella, mordiéndola.

-Hagamos un trato… por Cada cosa que me expliques, yo te cuento algo mío.

Él se separó mirándola a los ojos. A pesar de toda la excitación que tenían encima, supuso que tomándose las cosas con calmas la convencería de que ella era más importante para él que cualquier momento de placer, que un simple polvo.

Kate suspiró y asintió. Castle jugueteó con sus dedos.

-¿Dónde te criaste?

-En Manhattan. ¿Tú?

Castle rodó sus ojos.

-Ok, aquí en Manhattan junto con mis padres…

Castle apartó el cabello de su rostro con cariño.

-En una mansión a las afueras.

-¿De verdad?-Kate intentó aguantarse la risa, él se movió y ella quedó boca abajo. Sentado a su lado empezó a masajear su espalda

-¿Cuándo es tu cumpleaños?

-El 17 de Noviembre. ¿El tuyo?

Sus manos se dirigieron hacía el sur, y contuvo la tentación pasando de largo de su trasero y centrándose en sus piernas. Ella en esa posición, agradable y con un masaje placentero se había relajado por completo.


-El 1 de Abril.

Kate estaba hipnotizada por los dedos de él. Con firmeza masajeaba todo su cuerpo. Seguía excitada pero aquello era diferente. Su cuerpo respondía ante sus caricias inocentes, sobretodo las que ahora él le proporcionaba de forma suave en su baja espalda.

-¿Cuántos años tienes?

Castle le pellizcó el trasero y luego movió sus dedos formando círculos.

-Podría decir que tengo dos edades… según mi edad humana… aún tendría treinta y ocho años. Si contamos cuando volvía a renacer… unos 117 aproximadamente.


Kate no le creyó ni por un segundo, pero le gustaba el modo en el que él mantenía la fantasía. Demostraba tener sentido del humor y gusto por lo extravagante. También imaginación. Esperaba que fuese creativo entre las sabanas.

No pudo resistirse a bromear.

-Entonces eres un viejo para mí.

Él arqueó la ceja.

-Cuanto más viejo es el violín… mejor suena-movió las cejas mirándola, cuando ella apenas había torcido su cuello para buscar su mirada.

Ella deseaba escuchar ese violín, esa melodía que podía sonar en su cuerpo. Se giró de nuevo quedando desnuda ante él, boca arriba mientras él le contaba su historia, mientras acariciaba su vientre. Desde luego imaginación no le faltaba.

-Algún día me tendrás que enseñar tu mundo.

-Eso pretendo, Kate.

Se volvió a acostar en la cama y recorrió todo su cuerpo con una mirada descarada, recreándose en sus pechos y luego en su sexo. Una sonrisa curvó sus labios y se fijo en cuan sonrojada estaba ella.

-Eres preciosa.

Ella estiró los brazos y lo cogió por la nuca. Percibió el espléndido aroma de su loción cuando él se inclinó hacia ella buscando sus labios con parsimonia, provocándola, jugando con ella.

Guió sus labios con los suyos, su lengua invadió su boca y ella se separó tras la mordaz intromisión. Sonrió.

Castle rompió el beso y se deslizó hacia abajo para meterse uno de los pezones en la boca y succionarlo perezosamente. Kate gritó y arqueó su espalda para sentirlo más cerca. Estaba loca de ganas de sentirlo dentro de ella; anhelaba fundirse en su cuerpo y alcanzar el éxtasis.

Mientras movía la lengua sobre el sensible pezón, Rick utilizó la mano que tenía libre para conseguir, sin decir nada, que Kate abriese las piernas para él.

Hundió su rostro entre el valle de sus senos. Se tensó. Intentó contenerse. Sintió un intenso dolor en sus colmillos afilados. Solía pasarse cuando deseaba hincarlos en la tersa piel de alguna de sus conquistas. Kate lo notó. Notó su cuerpo contracturado sobre ella, tenso, inquieto en una ardua batalla en su interior.

-¿Qué…? ¿Rick?-acarició su pelo, y volvió a caer sobre el colchón cuando deslizó los dedos sobre los hinchados labios que rodeaban su clítoris.-mmmm

Castle mantuvo la mente ocupada en dirigir sus dedos y olvidar por un momento la sangre caliente que fluía por el cuerpo de Beckett. El instinto animal le estaba instigando a que rasgara su piel. Sondeó sus afilados colmillos con su propia lengua, apenas rozó con ellos la piel y en el ultimo minuto pudo lograr detenerse y no hacerla suya, hacerla eterna.

Un primitivo gemido escapó de los labios de Kate mientras merodeaba en las puertas del clímax, tratando de no saltar al vacío sola.

-Por favor…-levantó las caderas.

-Relájate- le avisó él-tenemos toda la noche- dijo, y aumentó el ritmo de su caricia, penetrando su sexo mientras le chupaba el pezón, calmando su sed.

Kate sollozó su nombre cuando contrajo sus pies, apoyándolos en el colchón, elevando levemente su cuerpo. Castle la provocaba con un dedo, pero enseguida introdujo otro, mientras lo hacía, acariciaba el clítoris con el pulgar.

Beckett sintió una violenta sacudida cuando el orgasmo explotó en su interior. Cuando acabó, se desplomó sobre la cama, jadeando, intentó controlar el hormigueo que recorría su cuerpo por las réplicas del orgasmo pero no era suficiente, le necesitaba.

Castle se levantó de la cama dejando un vacío. Se cambió de sitio situándose en las rodillas de ella y recorrió su desnudez con la mirada.

-Te quiero dentro de mi-fue directa, no quería esperar más.

-Intento complacerte todo lo que puedo-Deslizó sus dedos por su cuerpo y trazó un ardiente camino, pasando su lengua varias veces por su palpitante deseo.

Un desesperado gemido precedió al grito que soltó la ex detective demandante por más, pidiendo que no se detuviera.

Él tenía el control total, y no daba señal alguna de querer renunciar a él. Le separaba los muslos con las manos para hacerla más vulnerable a sus lametazos y tener libertad para chupar y mordisquear el palpitante clítoris.

A medida que aumentaba la fricción la respuesta de Kate era más acalorada. Se retorcía bajo sus manos, agarraba con fuerza el edredón y su cabeza se movía presa del éxtasis.

Su cadera seguía el ritmo que el marcaba con los dedos, con la lengua, aceptando cada embestida.

Y fue ahí cuando no pudo contenerse más, cuando en un rápido movimiento deslizó su miembro erecto en su interior y la penetró con todas sus fuerzas. Se mantuvo quieto un instante disfrutando del placer de estar en esa postura, sintiéndola arquearse, impacientarse por más, sintiendo como se contraía a su alrededor.

Y poco a poco comenzó a moverse, cada vez más violentamente, precipitados por una abrasadora ansia por el clímax, por sentir ese maravilloso instante que precede al orgasmo, en el que ambos se quedaron sin aire, mirándose y deseando.

Sus sentidos explotaron en una armonía de espectaculares y cegadores colores, sonidos, olores, en un estallido de éxtasis sin fin.

Kate, sin fuerzas, se dejó llevar por las corrientes del placer, un placer perfecto. Se olvidó del tiempo, y de todo a su alrededor, centrándose en ella, en él, en ese cuerpo desnudo que aun la penetraba cada vez más lento tras llenarla de su caliente esencia,  hasta quedar rendido sobre ella, mientras ambos jadeaban entrecortadamente.

Estremecidos por cada uno de los sentimientos que habían compartido en ese momento,  desconectaron piel con piel, quedando sudorosos en el lecho, yendo de la mano hacia el placentero descanso que les proporcionaría el inminente sueño.




Continuará....

Sin palabras, genial...me ha encantado y bueno, mejor me voy a dar una ducha fría porque uf, estoy acalorada...

Repito me ha encantado...

QUE BONITOOOOOOO!!!! Me encanta esa forma de conocerse más! Aaaaaaayy que pipiolos!!! Como me gusta el fic por dios!!
Y ese masaje!!! *-* aaaaawwww
Gracias por escribir cocodrilo!!! Muaaaas!!!

QUE BONITOOOOOOO!!!! Me encanta esa forma de conocerse más! Aaaaaaayy que pipiolos!!! Como me gusta el fic por dios!!
Y ese masaje!!! *-* aaaaawwww
Gracias por escribir cocodrilo!!! Muaaaas!!!

I-M-P-R-E-S-O-N-A-N-T-E

Perfecto, me intriga la relación que van a tener.

Maravillosoooo sigueeeee

Me encaaanta continua prontito:)

Muy bueno, continua pronto.

Me gusta mucho este Fic.
Continúa pronto.
Gracias.

XDDDDDD
Me encanta este fic!!! Me PONE MUCHO!! Me pone contenta cuando subes nuevo capi, me pone triste cuando tardas en actualizar y ME PONE DE PONERME Y MUCHO ver a Rick en éste nuevo Rol de vampiro misterioso y sexy, el jueguecito jefe empleada (NO AL ACOSO LABORAL) ese tira y afloja que tanto me gustaba en Castle y que ahora por desgracia solo encontramos en vuestras historias!!
Como petición personal quiero que Rick le muerda el cuello (o lo que sea) a Kate xD
Gracias por tus historias Writer. I'm a fan.

MADREMIADELAMORHERMOSO!!!!! 

Me lo leí del tirón y casi me quedo sin aliento y en el sitio... ufff.... no tengo palabras, enserio... IM-PRE-SIO-NANTE        

Quiero otro capi!!!

Super agradecida por todos los comentarios!!! Gracias por leerme. Aqui teneis un nuevo capítulo.

Paz, amor y tortilla de patata para todos En especial para esa persona que me lee siempre, aguantando mi pesadilla de "Lee" "comentame" "que opinas?" jajajajaja Gracias tortillica!!






Richard estaba apoyado en el marco de la puerta de su despacho. Normalmente se iba inmediatamente después de que el club cerrase las puertas; prefería que sus encargados se ocupasen de las tareas de cierre. Esa noche se estaba recreando.

Estaba mirando a Kate.

Se había pasado toda la noche deambulando por el local. De la Barra, a la sala, a los pasillos del baño, a la cristalera de su despacho para observarla. Estaba disfrutando. Se recreaba en ella, y se moría de celos cada vez que un cliente le daba propinas y se la comía con los ojos.

Ella era suya.

Ella siempre sería suya.

Tragó saliva. Cuando miraba a Kate se encendían mil fuegos en su interior.

Por suerte, pronto llegaría el momento en que pudiera poseerla con su alma.

Suspiró y sintió una presencia a su espalda. Ruby una de sus empleadas de confianza le estaba observando.

-¿Qué ocurre?

-Nada. Estas raro. ¿Es por Kate?

Castle sonrió. Sus colmillos afilados sobresalían sobre el resto. Lo mismo pasaba con Ruby. Ella era quien mejor la entendía. Ella que jamás había sido suya.

-Rick… Ten cuidado. Es peligroso lo que estás sintiendo. Lo sabes.

La mirada de Castle se oscureció. Asintió con una mezcla de odio, tristeza, resentimiento por recordarle eso en ese momento.

-Tranquila. Lo controlo.

-Muy bien….-la chica se dio la vuelta- de todas formas sabes que esto no va a acabar bien.

Richard Suspiró.


Castle bajó las escaleras, delante suyo iba Kate. Ésta sonreía.

-Ya eres un poquito más rico-comentó-y deja de acosarme. Te he sentido toda la noche…en mi espalda.

Richard sonrió.

-¿Acosada?

-Como cuando alguien quiere hacerte el amor desesperadamente.

-Así estoy yo-Castle se acercó a ella, pasó sus dedos por el suave cuello de ella, Sintió el suave pulso de la sangre en sus venas.

Kate casi hipnotizada por la carga sexual que ambos desprendían, acarició sus dedos sobre su piel y se giró, cerró los ojos y se recostó sobre la pared del pasillo.

-Pues no tendrías que haber parado ninguna vez en la que hemos chocado…no pares ahora…

-La otra noche…. –empezó a decir él.

Un suave escalofrío recorrió el cuerpo de Beckett.

-Lo sé-murmuró- Lo tomamos con calma.

-¿No quieres?

Kate suspiró y se le hizo un nudo en la garganta. Él deseaba ferozmente poder presionar sus labios sobre su cuello, probarla.

-Quiero más-admitió ella despacio-pero no quiero que me dejes tirada cuando acabes de follarme.

-¿Crees que yo haría eso? ¿Qué te han dicho?

Kate bajó la mirada.

-¿Ruby?

Kate asintió.

-Me lo dejó muy claro. “Se follaría a una serpiente si alguien le sujetase la cabeza”.

Castle no pudo evitar sonreir y su rostro cambió.

-Ruby es así… Es así… pero contigo, es diferente. Te deseo como no he deseado a nadie jamás, a ninguna otra mujer.

-Los hombres dicen cualquier cosa para meterse debajo de las bragas de una mujer Rick. Tu ya lo has conseguido…

Castle se rió.

-Y quiero repetir.

-Te deseo, Richard… pero no quiero que duela cuando te vayas.
Él la cogió por la barbilla y deslizó el pulgar por su labio inferior; era cálido y suave…. Tocarla era como completar la mitad de su alma.

-¿Quién dice que me voy a ir?-Antes de que Kate pudiese contestar, la besó con fuerza. Su sabor inundó su conciencia mientras metió la lengua entre aquellos suaves labios.

Kate gimió. Sintió su espalda chocando contra la fría pared y le mordisqueó el labio inferior a Castle. Rick metió la mano por entre sus muslos. Kate lo empujó.

-¿Aquí, en un pasillo como adolescentes?

Castle rió y tiró de su mano para salir del club. Se subieron al coche de él. –Vamonos a cualquier parte que quieras- Ella le dio libre albedrío. Ella subió su mano peligrosamente por su muslo hasta rozar peligrosamente su miembro. Él estuvo apunto de perder el control y chocar contra un poste de hormigón mientras salía del parking.

-Ten cuidado-dijo ella sonriendo-estropearas la pintura del Ferrari.

Castle la miró tratándole de transmitir lo bien poco que le importaba en ese momento la pintura del coche.



Deslizó la mano por encima de sus caderas y le dio un suave beso en el vientre. Quería chupar, lamer y probar cada centímetro de su piel mientras ella planeaba en un estado de excitación sexual absoluta.


Llevaban un buen rato allí, en la azotea de la casa de él. Desnudos. Mirándose. Acariciándose. Arropados por el manto de estrellas apenas visible por las luces de la ciudad que centellaban bajo ellos.

Se Besaban. Se tocaban. Se morían el uno por el otro.

Castle sonrió, rozando sus dientes sobre la piel caliente, casi ardiendo de ella. Se entretuvo en su ombligo. Jugueteó con él. Besó y lamió alrededor de él. Las suaves yemas de sus dedos se movían juguetonas por la piel tersa de su vientre, de sus pechos, hasta pellizcar sus senos.

Deslizó las manos por la cara interior de sus muslos hasta llegar al clítoris para acariciarlo.

Movió entonces su dedo índice por encima de él iniciando un placentero temblor en el centro de su deseo.

Kate echó la cabeza hacia atrás y gimió bien alto.

-Estoy entrando-Castle no dejaba de besar su cuerpo, sobretodo su vientre, mientras introducía un dedo dentro. Los músculos vaginales lo absorbieron y se contrajeron. Estaban lubricados, calientes y preparados…

Su salvaje necesidad era patente. Su clítoris palpitaba contra la piel de Rick y sus jugos humedecían su mano.

Kate se arqueó cuando le recorrió el primero orgasmo; sus pechos subían y bajaban al jadear.

Araño la espalda de Castle y notó por un momento el frío del suelo de la azotea.

-Te odio por haber conseguido que me corra primero.

Él se río entre dientes.

Sin esperar más, ni tampoco pudiendo contenerse se acercó a ella, y la besó. La besó debajo de su oreja, la hizo temblar. Acarició su cuello apartando su cabello, la miró a los ojos. Su excitación amenazaba con estallar como un volcán escupiendo lava.

Tenía que poseerla. Probarla. Lo necesitaba dolorosamente.

Rozó con su nariz en su mandíbula, moviéndola suavemente, acariciándola, haciendo cosquillas, mientras se preparaba.
Castle sentía como su sangre palpitaba por debajo de su piel, como su cuello se tensó al sentir la presión de sus dientes, finísimos como agujas casi clavarse en ella. Sintió pánico.

Él se percató como el salvaje latir de su corazón conducía su miedo y como se le aceleraba la respiración, como buscaba en sus ojos la comprensión.

-No te resistas…-murmuró, intentando tranquilizarla.

-No me hagas daño…

No comprendía nada, pero su cuerpo pedía más, pedía de sus besos, pedía por sus dientes, pedía su piel ardiente contra la de ella, sus suaves dedos acariciando, su aterciopelada erección clavándose en su vientre, pedía, necesitaba, quería todo eso y más.


-No lo haré-Él aflojó la mano de su cuello-Confía en mi.

Ella asintió despacio, con los ojos muy abiertos y los labios separados.

El peligro la excitaba. Y él, se dio cuenta. Sonrió.

-Necesito beber de ti, ser…tuyo.

Castle se inclinó despacio, de nuevo al punto donde previamente había depositado cientos de besos y había rasgado la piel con suavidad. Hincó los dientes con algo más de presión, rápido, preciso y pequeño, apenas una mordida y un líquido carmesí brotó de la herida, resbalando por su pálida piel.

Un quejido escapó de los labios de Kate, pero no puso resistencia alguna cuando recorrió su piel con la lengua y chupó su sangre. Presionó los labios y bebió de ella. Apenas succionó. Era dulce. Era cálido. Se sentía más vivo que nunca.

Los minutos pasaban, y sólo el sonido de la ciudad rompía el suave susurrar del viento a esa altura. El silencio de la noche mientras los acunaba en lo más alto de ese edificio era interrumpido por un pequeño gemido por parte de ella y la fuerte respiración de él.

Castle, reacio, se retiró. Debía tener cuidado de no excederse.

La miró a la cara asombrado por su belleza. Entre las sombras, pues allí apenas había luz, pudo ver el rubor de sus pómulos. Y su boca. Sus labios hinchados. Rojizos. Cada vez que la miraba sentía la necesidad de besarla una y otra vez, sin parar.

Se imaginó esos labios bebiendo de él, robándole la eternidad…

Sabía que si eso llegaba a suceder… él…simplemente desaparecería… Dejaría de existir en el momento que él no se controlara…en el momento que el deseo, que el amor que sentía por ella fuera más incontrolable de lo que empezaba a ser. Sus días estaban contados si no quería dañarla. Si no quería hacerla sufrir. Si no quería convertirla.

Y fue ahí cuando se percató de sus ojos húmedos. Ella, sonrió, anonadada por lo que acababa de ocurrir y acarició con su pulgar su mejilla, secando una lágrima solitaria.

Inspiró profundamente. Todo había sido demasiado intenso. Él recostado de lado la miró mientras la tomaba de las caderas, penetrándola de una única sacudida.

Sacó ligeramente la verga de su cuerpo hasta ver asomar ligeramente la punta y volvió a embestir con fuerza, haciendo que ambos jadearan roncos.

Castle adoptó un ritmo medio y empujaba su cadera contra la de ella, con deliberada lentitud. Kate dejó caer la cabeza hacia atrás mientras un nuevo orgasmo se empezaba a extender por su cuerpo.

-No puedo aguantar mucho más-susurró él, ronco entre jadeos.

-Ni yo…

-No lo hagas-contestó él, e inclinó la cabeza para lamerle.

La reacción fue casi instantánea. El gemido de placer de Kate alimentó su propio deseo hasta el punto que no hubiese sido capaz de decir dónde acababa un cuerpo y empezaba el otro. Era incapaz de respirar, de pensar, sólo podía sentir las centelleantes contracciones del sexo de ella que se movía maravillosamente alrededor de su polla.

Una ultima embestida mientras notaba como se contraía por completo y sintió como explotaba con salvaje furia envuelto en un violento remolino de placer, inundando con su cálido semen el cuerpo de ella.

Se quedaron con los cuerpos pegados por la cadera y ninguno de los dos se movía, parecía como si alguno lo hacía se rompería el hechizo mágico de aquella experiencia.

Finalmente, y aunque le dolió, Castle se retiró y acarició los hombros de ella con ternura. La noche era silenciosa y tranquila.

-¿Kate?

Ella se estiró y le miró, se acurrucó contra su pecho, apoyando la cabeza en su hombro.

-¿Estas despierta? Deberíamos bajar… abajo tengo una cama…

-Shhh….No-bostezó soñolienta. No quería pensar ni siquiera en cómo él la había mordido con tanto cuidado, amor, ternura y a la vez sensualidad. –Quiero quedarme para siempre entre tus brazos.

Se hizo un nudo en la garganta de Castle. Estaba aterrado. Él también quería. Para siempre.


Continuará….