~Recuerdos Envenenados~ - Capitulo 2

Prólogo.

Richard miraba entristecido la foto otra vez, Kate subida a caballito en la espalda del escritor elevaba el puño triunfal mientras él intentaba tirarla al suelo, la voces de aquel día le resonaban en la cabeza en un eco sin fin atormentándole  como los fantasmas de las navidades pasadas. Se dejó caer en la silla de su despacho... ¿por qué tuvo que irse?, ¿porque desapareció así si mas, sin dejar una nota, sin llamar, sin dar explicaciones, sin llevarse nada? Era  como si la tierra la hubiese tragado.

Sonrió al recordar todo lo vivido con ella y una lágrima rebelde se escapo de su ojo, se la secó con el dedo  indice y aspiró fuerte por la nariz retrayendo las ganas de llorar de nuevo.

Miró la pantalla de su ordenador portátil y comenzó a escribir, necesitaba darle un final digno a Nikki Heat. Ya no merecía la pena seguir con aquella saga cuando su musa se había ido. Cuando su prometida se había esfumado.

Alguien llamó a la puerta, Castle paró de escribir, cerró el portátil e intentó poner su mejor sonrisa.

- Adelante. - Gritó el escritor
- Papa...- Una Alexis preocupada entró en el despacho y avanzó hasta ponerse frente a su padre.
- Hola calabaza ¿Que haces aquí? ¿ No deberías estar con Pi ?- Intentó parecer feliz aunque no podía
- La abuela me ha dicho que no estas bien, que te tiras todo el día aquí encerrado.- Alexis puso los brazos en jarra.
- Por muy bocazas que sea tu abuela esta vez no lleva la razón, ¡estoy bien! - Estiro los brazos a ambos lados del cuerpo y giró en su silla.

Alexis le fulminó con la mirada.

- Papa te hizo daño, ya va siendo hora de que pases pagina y afrontes que se marcho para siempre.
- ¡No se ha ido para siempre! - Su voz se elevó considerablemente.
- Papa mirare, estas afectado, muy afectado, he llamado a un psicologo parra que lo superes.
- No... necesito ningún loquero, esto bien. - Apretó los dietes para evitar gritar de nuevo.
- Allá tu...

Alexis salió y dio un portazo enfadada, ya no podía hacer nada más por él...

Mientras tanto en el JFK  una mujer de treinta y pico años y de pelo castaño llamaba a un taxi en la puerta de la terminal.

- ¡Hey! Yo te conozco – Exclamó el taxista mirando por el espejo retrovisor a su cliente. – Usted inspiró a Nikki Heat.

Su clienta que miraba por la ventanilla asintió sin despegar la mirada del cristal.

- Usted se llamaba...- Intentó hacer memoria sin éxito alguno.
- Kate – Le recordó la mujer – Me llamo Kate Beckett

Siguele! Siguele!

SIGUE YAAAAAAAAAAA OMGGGG

OMG ya puedes continuaaaaar por que si no a mi me da algo

CONTINUA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! porque lo ha dejado!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

sigueeeee

    continua pronto esta muy bien

Me gustaaaa,   
Que es lo que habra pasado?
Siguee lo prontitooo que quieroo leer maaasss
BESOSS

CONTINUAAAAAAAAA!

Muy bien, sigue.

Capitulo 1

El taxi dejó a Kate cerca de su antiguo apartamento, al bajarse, lo primero que contempló de la ciudad fue su cielo que se había tornado a plomizo en las ultimas horas...Kate aprendió a observar la belleza del cielo gris antes de la tormenta que por cierto estaría al caer así que aligeró el paso hasta la puerta de su antiguo hogar.

Todo estaba tal y como lo dejo a excepción de que todo estaba cubierto de polvo, tendría que ponerse manos a la obra...
Barrió, quitó el polvo, fregó, lavó las fundas del sofá, sillones, y de la cama.Cuando estaba retirando esta ultima pudo oler de nuevo la fragancia de Castle, la que tanto añoraba. Se quedó así unos minutos, oliendo las sabanas hasta que finalmente decidió lavarlas.

Cuando terminó la limpieza general la casa se veía mas decente, aunque Kate estaba destrozada, se daría una ducha y se iría a dormir, mañana iba a ser un día duro.

Lo preparó todo para darse una ducha, entró en el cuarto de baño y se introdució en la ducha, soltó un gritó de sorpresa cuando un chorro de agua helada tocó su piel. “ Mierda” pensó mientras se colocaba un albornoz e iba a buscar al de mantenimiento.

                                                                ***
La tormenta le pilló por sorpresa de vuelta a casa, quería pedirle perdón a Alexis por lo borde que había estado con ella esa misma mañana así que le había comprado unos dulces y se los iba a llevar cuando terminase la firma.

Cuando llegó al edificio donde vivía su hija junto a Pi ya estaba totalmente empapado. Llamó a la puerta y al o obtener respuesta rebuscó en su gabardina las llaves que le había dejado por si había una emergencia.

Cerró la puerta tras de si y dejó la bolsa con los dulces en la mesa del comedor.

- ¿Alexis?

No obtuvo respuesta, sin embargo escuchaba un ruido lejano, intrigado Castle se adentró  en el pasillo, poco a poco pudo distinguir que aquel ruido eran gemidos continuos que salían de la habitación de Alexis.  Posó la mano en el pomo y e un ágil movimiento abrió la puerta.


Alexis se encontraba a horcajadas sobre Pi quien le sujetaba el trasero, ambos desnudos. Los ojos de Castle se abrieron como platos

- ¡Alexis! - Castle no salía de su impresión

Ambos giraron su cabeza a la puerta y se horrorizaron. Castle cerró la puerta rápidamente y se fue al salón.
A los pocos minutos Alexis se encontró con su padre.

- ¿Que quieres papa? - Preguntó cruzándose de brazos.
- Yo... quería pedirte perdón por lo de esta mañana pero veo que he venido en mal momento, así que me voy, ah por cierto tienes... tenéis dulces en la mesa. - Dijo antes de salir por la puerta, ahora la lluvia no le parecía tan mala...

A la mañana siguiente Castle se despertó con unas enormes ojeras, no había dormido en toda lo noche pensando e lo ocurrido el día anterior. Se puso su bata y salió del dormitorio.

Una alegre Martha tomaba un café recién echo e la isla de la cocina mientras leía una revista de moda.

- Buenos días, querido – Saludó la actriz felizmente
- Buenos días, madre – Contestó con tono apagado.
- Veo que no te has levantado con buen pie – Dedujo al observar a su hijo decaído
- Ponme un café, por favor – Pidió el escritor mientras tomaba asiento cerca de su madre.

Esta preparó un café con leche sin azúcar, lo dejó delante de su hijo se cruzó de brazos esperando a que contase lo ocurrido

-¿ Y bien? ¿ Que te atormenta? - Quiso saber la mujer.
-Vi a Alexis... - Le dió un trago largó al café y miró a su madre antes de continuar - … -desnuda....con Pi...en la cama, haciendo eso...

Martha soltó un suspiro de alivio, Castle la miró extrañada.

-¿De que te alegras? - Preguntó
- ¡Pues que creía que era algo peor!
- ¿¡Puede haber algo peor que pillar a tu hija...- Castle izo unos gestos con las manos – Ya sabes eso...
- No ha echo nada que tu no hallas echo, ¿ O es que no te acuerdas de cuando...?
Vale, ¡Lalalalalala! - Canturreó con los odios tapados como un niño pequeño horrorizado.

El timbre sonó y Castle abrió la puerta, sin figurarse a quien se iba a encontrar

- Hola, Richard
- ¿Kate?

sigue!

Sigueee

wow porq nos dejas de ese modo

Sigueeeeee

Wow. Vaya reaparición!! Ahora a ver como explica su desaparición.
Continúa pronto.

Capitulo 2.
Castle se podría haber esperado cualquier cosa aquel día, más cuando esa misma tarde había tenido una "sorprendente" visita a casa de su primogénita. Asustado había vuelto al loft y al día siguiente ocurrió lo imposible para él, casi como un juego desagradable del destino, Kate había regresado, después de un año sin saber absolutamente nada de ella había aparecido de nuevo, y lo peor era lo que ella te

Entonces toda la ira que se había acumulado durante aquellos meses actuaron como una bomba y actuando contra la misma persona que había sido el detonador.

-¿Que coño haces aquí? - Dijo, sin gritar pero con un tono elevado.
-Richard, se que estas enfadado pero...

Entonces Castle le interrumpió.

-¿Que si estoy enfadado? - rió irónico – Un año, Kate. Sin saber nada, si estabas bien o mal. Te fuiste y durante doce meses no he contactado contigo. Joder, ni siquiera una nota ¿Qué te costaba? Ni siquiera sabía a donde podías haber ido. - La nostalgia lo invadió, quería llorar pero retuvo las lágrimas en su sitio, no quería mostrarse débil.
-Tuve que irme, lejos, nadie podía saber donde estaba. Tenía que desaparecer durante un tiempo.
-¿Por qué?
-Es complicado.
-Complicado es lo que he pasado yo, Katherine, complicado es que en la víspera de tu boda te dejen tirado, como a un perro callejero al que nadie quiere, como el traje roto y viejo que nadie usa. Complicado, tu no sabes el significado de esa palabra y no tienes derecho a usarla así.

Kate estaba dolida, todo lo que estaba diciendo era verdad y no podía poner excusas. Ella quería contarle la verdad, lo que todo este tiempo había pasado, por qué se fue. Pero el se había cerrado en banda y lo conocía demasiado bien como para saber que no iba a ceder, al menos durante un tiempo.

-Cuando estés dispuesto a hablar, llámame. - Fue lo único que dijo antes de irse.
-Puedes esperar sentada, por qué no quiero saber nada más de ti. - Gritó cuando Beckett ya estaba a escasos centímetros de la puerta. Ella tiró con rabia de el picaporte y cerró dando un portazo que resonó en todo el loft.

Ahora ella también estaba enfadada, pero con sigo misma.

                                                                     ***

A los pocos segundos una chica morena de pelo oscuro abrió la puerta, en cuanto la vio allí gritó con tanta fuerza que el perro de su vecina comenzó a ladrar y la abrazó ta fuerte que la dejó sin respiración durante unos segundos.

-Vale, vale yo también me alegro de verte Lanie – Dijo en cuanto la forense la soltó.
-¿Cuando has vuelto? - Preguntó ansiosa.
-Ayer por la noche, venía tan cansada del viaje que llegué a mi apartamento y me fui a dormir espero que no te importe que no haya venido antes.
-¡Que vá! Vamos entra cuentame.

Ambas chicas se fueron al salón, allí se sentaron y Beckett le contó todo lo ocurrido y el motivo por el que tuvo que marcharse, luego le contó lo ocurrido con Castle.

-Lo veo complicado, chica. - Le comentó
-Ya lo sé – Kate agachó la cabeza y en un impulso comenzó a llorar desconsoladamente.
-Eí vamos, seguro que lo arreglareis y todo volverá a ser normal – Intentó consolarle
Beckett tomó un pañuelo y se secó las lágrimas. - No es por eso Lanie, - Susurró – Mañana tengo que ir a recogerla a casa de mi padre.
-¿A quien?
Lanie,- Las lágrimas volvieron asomar en el rostro de la detective, alzó la vista, su rostro abatido y rojo contrastaba con sus ojos - ¿Como demonios voy a contarle a Richard que tiene una hija?

Sigueee

AAAAAAHHHHH!!!! Continua por dios!!!!!!!!!

me encanta!! Sigueeeeeeee

Sigueeeeeee. Cuáles serían los motivos par Desaparecer??? Cómo ha sido capaz de ocultarle que ha tenido una hija??? Va a estar muy difícil que la perdone por ahora.
Continúa pronto

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Sigueeeeee no lo dejes ahiiii

UNA HIJA!!!!! como?????? bueno si se como,mas bien cuando??????????