Subconsciente: Capítulo 4 ``Años veinte III´´

Para mis amigos V_K y Netto10 ,q me han dicho que no lo suba XDXD.

Prefacio

Spoiler:

El tiempo pasaba. Oscuridad y oscuridad, y fragmentos de un millar de sueños que podían verse con claridad un instante antes de desvanecerse de nuevo. Era una niña que hacía trucos de magia con su abuelo. El olor y el sabor de las tartas de su madre estaba en el aire y en su boca. Era una joven inocente y torpe enamorada por primera vez. Una chica más mayor que vivía su primera experiencia sexual.

Más oscuro. El persistente y vivido recuerdo de aquel día horrendo. Una novata que ingresaba en la policía y que aprendía a utilizar sus habilidades para dar a personas la paz que ella no podía encontrar. Amantes a los que había traicionado, o que la habían traicionado. Sentimientos de soledad. Y desamparo.

Ahora luz. Un insufrible escritor. Más luz. Está muy cerca de conseguir la paz que tanto ansia.

De nuevo oscuridad.
La muerte de Royce. Descubrir la conspiración en el caso de su madre y la traición del capitán Montgomery. La muerte de este.

Se sintió medio despierta pero volvió a dormirse mientras los recuerdos más recientes tomaban control. Las víctimas de los casos, las personas a las que había intentado salvar. Todos ellos muertos. De nuevo la brutal muerte de Mongomery y su sacrificio.

Castle.

La mirada fría y vacía de Lockwood. El dolor de su pecho se estaba volviendo insoportable.

Y reinando por encima de todo aquello…oscuridad, como el ejemplo perfecto de la maldad, monstruosa, perfeccionada…``El dragón´´, su terrible aullido llamándola, sus terribles ojos rojos buscándola a dondequiera que fuese, hiciese lo que hiciese, sabía que no descansaría hasta matarla.

Sin embargo, lo que más la inquietaba era que algo le estaba ocurriendo. Era una sensación distante, porque le estaba pasando a su cuerpo y estaba muy dormida, pero no por ello era menos desagradable. Ya no podía casi respirar y las venas y arterias de su pecho estaban calentándose y ensanchándose, como si todas y cada una de sus células engordase y se llenase de especias extrañas, y se pegase a las de alrededor para hervir a fuego lento.
Como si todo su cuerpo fuese un envase y estuviese repleto de calor húmedo en movimiento.

Al final, un suave sonido de gotas de lluvia que caían en algún lugar repicó en el borde su conciencia y deseó verla, sentir su frescura sobre la piel, pero salir de aquella oscuridad era un esfuerzo largo y agotador. Su cuerpo no quería, y protestó cada vez con mayor fuerza a medida que ella se acercaba más y más a la superficie gris, a la zona de penumbra situada entre la lluvia y los sueños… Pero Kate estaba decidida, y logró salir.

Abrió los ojos, pero aquello no era la tierra, aunque tampoco parecía el cielo. Si estaba muerta, dónde estaba su madre , dónde estaban sus abuelos , dónde estaban las largas y bellas praderas . Estaba en un lugar totalmente blanco, no podía percibir otra cosa, sólo blanco.

-Dónde estoy – se preguntó a sí misma, pero se sobresaltó al ver a Royce aparecer delante de ella, estaba a escasos metros de distancia, vestido de uniforme y en su rostro se dibujaba una sonrisa brillante y perfecta.

-En tu subconsciente -le respondió y se empezó a acercar a ella.

-Estoy muerta - le preguntó mirando nerviosa e inquieta alrededor.

-Aún no.

La luz blanca lo envolvía todo y Beckett aprovechó para tomar una gran bocanada de aire pues el dolor en el pecho había desaparecido por completo.

-Voy a estarlo pronto .

-Eso depende de ti-respondió Royce serio, mientras se situaba a su lado y la miraba fijamente.-No te alegras de verme, chica -le preguntó con un pequeña sonrisa.

Beckett meditó unos instantes y lo observó con detenimiento, vestía el viejo uniforme de la policía de Nueva York y estaba más joven que la última vez en la que lo había visto con vida, luego instintivamente se miró a si misma y se percató de su vestimenta, ella también tenía el uniforme puesto.

-Así que como en los viejos tiempos, no , sólo tú le quitarías diez años a tu cadáver.

Royce soltó una sonora y alegre carcajada y le acarició una mejilla.

-Recuerda, eres tú quién ha elegido proyectarme así, no yo.

Royce seguía sonriendo pero Beckett se puso seria.

-Tú siempre descargas cualquier responsabilidad.-murmuró Beckett quitando bruscamente su mano de su mejilla.

Royce suspiró, ahora sus ojos reflejaban tristeza.

-Lo siento, te defraude y lo siento muchísimo, me podrás perdonar .

Beckett agachó la cabeza, pero después de unos segundos levantó la mirada y lo miró fijamente a los ojos.

-Ya lo he hecho-murmuró Beckett sonriendo un poco.

-Recuerda mis palabras, espero que te sirvieran de ayuda, ya sabes que a pesar de todo, los consejos, no se me daban mal.

-A qué te refieres -le preguntó confundida.

-Mi carta, tú y él.

-Quién es él .

Royce asintió.

-Él, sólo hay uno.

Royce iba a seguir hablando pero una fina y siniestra capa negra había empezado a envolver el espacio blanco en el que estaban.

Todo se volvió oscuro y cuando la penumbra se despejó Beckett comprobó que no se encontraban en el mismo sitio, ahora estaban en Nueva York, pero en una ciudad oscura y lúgubre que poco o nada se parecía a la ciudad que conocía.

Una estela de humo, procedente del tejado de uno de los edificios adyacentes, se dirigía hacia ellos, Royce la agarró del brazo y tiró de ella, casi levantándole los pies del suelo, cuando un ruido cada vez más agudo y penetrante sonó por encima de sus cabezas. Un helicóptero en llamas cayó hacia adelante justo en el momento en que se refugiaban detrás del coche patrulla y se estrellaba contra una de las torres de la catedral de San Patricio. Trozos de metal al rojo vivo, fragmentos de madera y pedazos de roca llovieron a su alrededor después de que el transporte atravesara el tejado. Unos instantes más tarde, como si fuera la voz de la destrucción final, Beckett pudo oír un grito espeluznante y triunfante que se alzaba por encima del estruendo general. La ciudad era un caos, pero Beckett sentía que sólo la estaban persiguiendo a ella.

Royce oyó el grito aullante del monstruo y comenzó a ponerse en pie sin soltar el brazo de Beckett. Tenían que marcharse de allí antes de que la viera.
Justo entonces, la parte frontal de la histórica catedral se partió hacia fuera como si estuviera hecha de cartón y nuevos restos del helicóptero salieron despedidos envueltos en una nube de llamas y humo. Un trozo de piedra ennegrecida y afilada , procedente de la pared exterior de la torre, se estrelló contra el costado izquierdo de Royce antes de que le diera tiempo a agacharse de nuevo. Oyó y sintió cómo se le clavaba antes de caer al suelo. El dolor fue instantáneo e intenso.

—¡Royce!-gritó Beckett exasperada, nunca había sentido tanto miedo, incluso sentía pánico. Se inclinó sobre él. Miró de forma inquieta hacia la parte de la torre que quedó oculta y luego miró otra vez hacia él. No había dejado de empuñar su pistola desde que habían aparecido allí. El monstro había dejado de aullar.

Las campanas de la vieja catedral empezaron a replicar con estruendo, quizás ofendidas ante la osadía de sus atacantes o quizás a modo de despedida. El cielo se había teñido de gris y gritos indescifrables y amargos resonaban por toda la Quinta Avenida.

-Buena chica-susurró mirando cómo empuñaba Beckett su pistola-estoy orgulloso de ti.

Royce tosió y salió al exterior una buena cantidad de sangre.

-Tranquilo-susurró Beckett, mientras taponaba la herida.

Royce agarró su fuertemente su mano entre las suyas y luchó por poder hablar.

-Ahora debes correr, ya viene-dijo alarmado cuando pudo distinguir algo que golpeaba de un modo rítmico y pesado el suelo, a lo que siguió el sonido crujiente de piedras al convertirse en gravilla con un ritmo lento y constante.

Crraac. Crraac.

—Corre —gritó.

-No te voy a dejar aquí-replicó Beckett.

-Pero debes hacerlo, lo has hecho antes.-le respondió Royce ahora perfectamente relajado y convencido.

Su mirada la atravesó, nunca la habían mirado así. Entonces lo comprendió, él era su compañero y por encima de todo era su superior, debía obedecerlo.

-Está bien, gracias…hasta siempre, compañero-dijo soltándolo y echando a correr lo más rápido que fue capaz, sin mirar atrás.

Royce vio que ella entendió la situación un segundo antes de marcharse a la carrera: no tenía elección.
Lo dejó a solas con toda la rapidez que pudo y oyó el sonido de las botas alejándose a toda velocidad sobre la gravilla. Giró la cabeza mientras se incorporaba a medias, esforzándose por no sentir dolor, y vio al monstruo. Se encontraba de pie en mitad de una pila de trozos de piedra rota y madera ardiendo, sin darse cuenta de que tenía una parte de su cuerpo en llamas. Su rostro aberrante se movía de un lado a otro en busca de Beckett . Royce se volvió a sentar y gritó:

-Crees que voy a dejar que la mates .

El mostro respondió con un desgarrador aullido y al mismo tiempo Royce se levantó, sonriendo y corriendo hacia él, con sus últimas fuerzas.

-Suerte ,chica-murmuró y todo se desvaneció.

Más oscuridad, el insoportable dolor de pecho había vuelto, creyó oír a Castle llamándola, suplicándole que volviera a su lado, sentía unas ganas enormes de responderle, se dejaría la voz si eso lograba que Castle la escuchara, no poder estar con él le producía más dolor que el propio dolor físico que sentía, pero no podía salir de la oscuridad.

Luz de nuevo. Años veinte. Volvió abrir sus ojos y estaba sentada en su silla, concretamente en la silla de su mesa. Suspiró y sacó del interior del bolsillo de su chaleco el viejo reloj que había heredado de su padre.

Eran casi las nueve de la noche y en todo el día no había tenido trabajo, por ello estaba de mal humor. Ella amaba su trabajo así que le gustaba tener actividad, poder realizarlo era el motor de una vida solitaria y ambigua.

La puerta del despacho del capitán se abrió de pronto y su superior, Mongomery apareció en el umbral, mirándola serio.

-Detective Beckett, tengo una misión para usted-dijo posicionándose delante de ella.

Beckett sintió un chaparrón de energía.

Continuará...

Muchas gracias por leer .

Patri

Wow que bonito capitulo, Gracias por la dedicatoria, continualo es fenomenal.

2 pulgares arriba más para ti

Que linda historia! espero que lo sigas pronto!!!!
Exitos!

PD: Netto, que es eso de incitar a la gente que no suban sus fics?!

PAaaaaaaaaaaaaaaaaAAAAAAATTTTrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiiii
me gusta mucho!!! me declaro tu fan nº #0 o protofán de tu fic sube el próximo pronto si no quieres a un clan de can cerberos persiguiéndote por la isla

Patri, como que no querian que lo subas, es maravilloso!!!!!!
felicitacionesssssssssssssssssssssssss

dios santo


me encanta


continua esta super bien

Ya os vale,como que no queriais????chicos malos

Me encanta,aunque no debería leerlo que ayer no quisistes soltar la burrada en el chat

Wow me encanta!! a mi me fascina ese mundo de no saber a donde vamos, en fin..............IMPRESIONANTE!!
Gracias por el fic, es GENIAL

Que es eso de que no querian que lo subieras,pero bueno Maria Teresa,sube mas por dios,ese mundo del subconsciente es impresionante e indescifrable.continua pronto

Que pasada de fic, Patri!!! De dónde te sacas tanta imaginación?? Es increíble... muy bueno FELICIDADES!!!!

mdm escribió:Me encanta,aunque no debería leerlo que ayer no quisistes soltar la burrada en el chat

Esa frase no dicha se quedará como uno de los misterios sin resolver del chat, bueno a lo mejor cuando sea el último capi de Castle lo suelto , pero sólo a los q estabais porque mi reputación va a quedar muy dañada XDXD , más de lo q está .


PDT: Gracias a todo/as , dentro de poco nuevo capi.

Felicidades patri
Escribes genial a si que por favor sigueeeeloooo

clpatri escribió:

mdm escribió:Me encanta,aunque no debería leerlo que ayer no quisistes soltar la burrada en el chat

Esa frase no dicha se quedará como uno de los misterios sin resolver del chat, bueno a lo mejor cuando sea el último capi de Castle lo suelto , pero sólo a los q estabais porque mi reputación va a quedar muy dañada XDXD , más de lo q está .


PDT: Gracias a todo/as , dentro de poco nuevo capi.

Tranquila que seguro que alguien suelta una burrada más gorda por encima y se quedara lo tuyo en simple comentario,conociéndonos ya a éstas alturas...Y seguro que por hablar yo la suelto primero

Esperando el nuevo capi

PD,prometo leer seguidos tú otro fic cuando acabe los exámenes

Gracias a todo/as .

Subconsciente: Capítulo 2

``Años veinte´´

Spoiler:

Luz de nuevo. Años veinte. Volvió abrir sus ojos y estaba sentada en su silla, concretamente en la silla de su mesa. Suspiró y sacó del interior del bolsillo de su chaleco el viejo reloj que había heredado de su padre.

Eran casi las nueve de la noche y en todo el día no había tenido trabajo, por ello estaba de mal humor. Ella amaba su trabajo así que le gustaba tener actividad, poder realizarlo era el motor de una vida solitaria y ambigua.

La puerta del despacho del capitán se abrió de pronto y su superior, Mongomery apareció en el umbral, mirándola serio.

-Detective Beckett, tengo una misión para usted-dijo posicionándose delante de ella.

Beckett sintió un chaparrón de energía.

-Misión , señor.

-Así es, quiero que vaya al e investigue en el Old Haunt, de todos es bien sabida la reputación de este local, el alcalde ha pensado que quizás usted pueda ganarse la confianza del dueño-dijo eso ultimo con algo de pudor-Richard Castle es famoso por sus escarceos amorosos, y es uno de los traficantes más importantes de la ciudad , que me dice , sería un golpe muy duro para esos sinvergüenzas.

Beckett meditó unos instantes, el capitán le estaba sugiriendo que se prostituyese , le parecía algo terrible, vivía en una sociedad machista y sexista, la policía era un trabajo cargado de testosterona pero Richard Castle como bien había apuntado Mongomery era un famoso contrabandista de alcohol y pillar su alijo era una propuesta demasiado tentadora, reafirmaría su estatus en el cuerpo y le daría más credibilidad aun a su persona.

-Acepto, señor- respondió firmemente.

-Pues vaya ahora mismo al local dicen que suele estar bebiendo allí los viernes, y por suerte para usted hoy es viernes.

Beckett se levantó de un salto, haciendo que sus zapatos de charol hicieran ruido al entrar en contacto con el suelo, se puso su gabardina marrón y luego cogió su sombrero negro del ropero.

El capitán se giró para irse, pero se volvió para mirarla de nuevo a los ojos.

-Beckett-murmuró.

-Lo sé, señor-le dijo Beckett, pues ya sabía lo que le iba a decir.


Ambos compartieron una última sonrisa cómplice y el capitán cerró su puerta, yéndose de su lado.


Beckett no se vistió de incognito, y se dirigió directamente y lo más rápido que pudo hacia el Old Haunt .

El bar estaba tranquilo, pero tenía la atmosfera de una cueva, tranquilo y siniestro a la vez. Una suave melodía de piano era un poco amortiguada por los murmullos de los parlanchines clientes.

La detective se acercó a la barra y un tipo latino se acercó a atenderla.

-Dónde está tú jefe - le preguntó y el barman señalo hacia el fondo.

No le costó mucho identificarlo, pues ya la estaba mirando fijamente . Sus ojos azules estaban concentrados en ella y su pícara sonrisa la dejó sin aliento.

Beckett se acercó hasta su mesa, poco a poco, con gesto serio pues ella era detective y él un delincuente.


-Está cometiendo un delito – le dijo, al ver como bebía un sorbo del vaso de ron que sostenía.

Él sonrió más aun y a Beckett se le aflojaron las rodillas.

-Guapa, eres un instrumento del sistema, un títere que se deja controlar con la mano de algún poderoso metida en el culo.

Beckett no se iba a achantar.

-Mi obligación es hacer cumplir la ley – le respondió mientras le arrebataba el vaso de ron y se lo bebía entero de un trago.

Castle la miró sorprendido y divertido a la vez, y con un gesto de la mano la invitó a sentarse en la silla de enfrente.

Beckett se sentó y se dio el lujo de mirarlo fijamente, no se parecía a ningún delincuente que hubiera conocido, a los asesinos los traicionaban los ojos, a los ladrones las palabras y a los violadores y demás escoria los hechos. El hombre con el que compartía mesa no parecía nada de eso.

-Sin duda pago mis impuestos para algo-murmuró Castle con una mirada algo lasciva y sorprendentemente a Beckett no le molestó.

-Los paga - le preguntó torpemente pues no sabía que decir.

Castle asintió.

-Soy como cualquier hijo de vecino.-Cuál es su nombre - le preguntó Castle con curiosidad.

-Para usted soy…simplemente detective.

Beckett lo miró otra vez y supo que no se rendiría.

-Detective qué –le preguntó con voz algo suplicante, pero Beckett siguió pareciendo inaccesible-vamos, hemos compartido una copa…ya somos algo más que simples desconocidos.

Sin duda Castle, era un hombre encantador, sabía como sonreír, sabía como hablarle a una mujer, sabía como conquistarla, Beckett tomó una rápida decisión, tenía que concentrarse y no dejarse deslumbrar por el espejismo cautivador que emanaba el hombre con el que compartía mesa.

-La verdad es que usted no es un desconocido en absoluto, es un personaje público, quizás demasiado.

Castle suspiró y se cruzó de brazos.

-Está bien, le pondré un nombre-dijo eludiendo el tema que quería sacar a florecer la detective.

Castle iba a seguir hablando, pero la detective lo hizo primero:

-Señor Castle, aunque no me disgusta su cuidada y manida palabrería…no he venido a su bar para mantener una larga y amena charla con usted, eso sería una pérdida de tiempo…para los dos.

Castle soltó una ligera risita y al oírlo Beckett se puso más seria.

-Detective, siento discrepar pero estar en compañía de usted no es una pérdida de tiempo, apuesto mi dignidad a que esto no le ha sonado manido…no se lo han dicho muchos hombres, verdad - le preguntó, con una estúpida sonrisa de sabelotodo en la cara.

Beckett sintió una especie de fuego en su interior y supo que era rabia, ver su sonrisa y oír el tono de prepotencia con el que se lo preguntó simplemente la enfureció, pero nuevamente para su sorpresa, la primera frase también se le había quedado grabada en un secreto y oscuro rincón de su mente.

-Cómo se atreve –exclamó indignada, sin preocuparse por las demás personas que llenaban de vida el bar, por suerte para ella estaban muy inversos en sus asuntos y ni siquiera le digirieron una fugaz mirada cuando gritó.

-Detective, me ha entendido mal, esos hombres son estúpidos, yo soy el único hombre …soy su único hombre, hay cosas predestinadas.

Castle seguía sonriendo, pero ahora tenía una sonrisa brillante y amable, Beckett no sabía que decir, ni que pensar, se sentía terriblemente atraída por aquel hombre, pero no podía corresponderle, no debía…y a pesar de todo su atracción era como algo mágico y la detective no comprendía por qué , ni cuándo, ni dónde, sólo sabía que estaba empezando a perder la cabeza por aquel ser que las voces de la ciudad decían que era despreciable.

-Cállese…-murmuró-he venido a desenmascararlo, sé que es un contrabandista y quiero que sepa que no descansaré hasta acabar con usted, vendré cada noche si hace falta, pero tarde o temprano caerá y no habrá una segunda oportunidad.

Castle volvió a reír y luego adoptó un semblante pensativo. Apoyó los codos en la mesa y se acercó a ella, ahora sus caras estaban a muy poca distancia, pero no se acercó para intentar sobrepasarse, ni para intimidarla, simplemente la miró a los ojos y se dejó envolver por el color verde de los mismos.

-A que hora vendrá - le preguntó entre susurros.

Beckett se quedó embobada unos instantes, observó con detenimiento el iris azul y se obligó a separarse cuándo él le habló.

-Por qué… lo pregunta…no es asunto suyo –dijo entre torpes murmullos, su anterior proximidad le había pasado factura, aún sentía el tacto invisible de su aliento en su rostro, el embriagador aroma del ron en su boca, a la casi escudriñadora mirada azul, mirándola.


-El tiempo es importante, los ritos son importantes…si va a venir muchas veces, procure hacerlo a la misma hora, si viene, por ejemplo, a las doce de la madrugada, a las once comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las doce, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad… Pero si viene en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón...

La detective se quedó estupefacta, nunca le habían dicho nada semejante y Castle parecía sincero, sus ojos no reflejaban ningún atisbo de duda o mentira.

Beckett no respondió y se levantó con decisión, pero cuándo iba a irse, Castle la agarró suavemente por el antebrazo.

-Cree en los flechazos, detective – le preguntó con voz tierna-yo he tenido uno.

Beckett no se intentó soltar ni tampoco moverse, sólo lo siguió mirando fijamente y se tomó su tiempo para contestar, esta pregunta se la sabía.

-Los flechazos forman parte del amor, pero no te enseñan a querer, es el tiempo quién lo logra.

Castle asintió quizás satisfecho al saber que la detective también le daba importancia al tiempo, aunque tenían un concepto muy distinto del amor y los instantes en los que dos personas dejaban de sentirse solas, Castle creía que el amor se podía manifestar ya con la primera mirada entre dos desconocidos y Beckett entendía el amor al revés.

-Lo que hoy siente su corazón, mañana lo entenderá su cabeza…buenas noches, detective…la estaré esperando desde que el primer rayo de sol salpique mi cama.-le dijo y la soltó.

Beckett no lo miró más y salió del bar con rapidez, inspiró profundamente el frescor de la noche y se acarició suavemente su antebrazo, sentía un hormigueo extraño en el estómago y su garganta tenía un nudo que parecía imposible de desatar.

Esa noche no durmió y deseó a cada minuto que fueran las doce de un nuevo día.

Continuará…

Gracias por leer .

wooooooooo Patri!! me debes un resumen de la première de Harry Potter porque he parado de verla para leer tu fic me gusta tu Castle, haz que Beckett le de un puñetazo de mi parte, por favor! quiero máaaaaaaas!!!

Wow!! simplemente maravilloso, increible, fantástico, genial!!
Me encanta este fic!! Escribes genial!!
Gracias por otro capítulo, esperaré el próximo impaciente

Este Castle que te has inventado no pierde sus costumbres,que hombre por dios.muy buen capitulo,sigue pronto

simplemente genial!!! quiero mas!!!

ohh excelente capitulo

Genial!!!! Me encantó =)

Raul escribió:Este Castle que te has inventado no pierde sus costumbres,que hombre por dios.

Yo no he sido...se lo ha inventado Beckett, esta mujer tiene mucha imaginación XDXDXD.