Quédate en mis brazos

Capitulo IV




PADRES E HIJOS



-Tu madre era una loca de su trabajo, igual que tú, pero su pasión era su pequeña Katy.
- Lo sé papá- respondió Kate Beckett con la sonrisa más triste del mundo dibujada en su rostro.
- Bueno, es que nunca te he contado su desesperación por tenerte. Ella sufrió un aborto antes de que tú nacieras, y se culpaba todos los días. Tenía dificultades para quedarse embarazada, pero no desistía.
- ¡! Pero ella te tenía a ti!!! –casi chilló a su padre- y además, todo su mundo era su trabajo.
- No Katy, todo su mundo eras tú. Incluso pensamos en la posibilidad de una adopción si no lograba quedar embarazada durante aquel año.
- Pero, ¿un bebé?? , ella tenía todo su tiempo ocupado, no tenía horario en su trabajo.
-Quizá pasase mucho tiempo en su trabajo, sí , pero tenía puesto todo su corazón en ser madre. Aunque ya veo que tú no has heredado ese sentimiento de ella.
-Ohh papá, ¡!!No seas gruñón!!! Mi vida es como es, y lo sabes!!!

Mientras su padre terminaba de recoger los platos, Kate se quedó pensativa.

La verdad es que nunca había compartido con nadie ese sentimiento maternal. Antes de conocer a Richard Castle, nunca había pensado en la posibilidad de taer niños al mundo. No con su trabajo. No con su vida. Pero llegó Rick y lo cambió todo, incluso su deseo de tener un bebé suyo. Verlo con Alexis, sentir ese lazo que había entre ellos, y que ella no tenía, la hizo replantearse muchas cosas.
Hoy había ido a ver a su padre. Se sentía extraña. Como vacía.

Hacía dos semanas que había ocurrido lo de Richard y ayer le había venido la regla. No es que ella pensase que podía estar embarazada, ni mucho menos, pero en el fondo de su corazón acariciaba en secreto esa posibilidad.
Después de la comida, se despidió de su padre y volvió al bullpen.

La comisaría estaba solitaria. Parecía que hasta los asesinos se habían tomado un respiro para disfrutar de una siesta en la Gran Manzana.
Beckett dejó los papeles.
Necesitaba beber agua o iba a deshidratarse del sudor. Llevaba una blusa blanca de algodón sin mangas y unos pantalones de lino azul. Barajó varias posibilidades. Podía largarse a darse un baño en la piscina, pero a aquella hora estaría atestada. También podía tomarse un descanso y dormir una pequeña siesta. El viaje en coche de ida y vuelta hasta su casa la desalentó.

Echó un vistazo alrededor, allí no había nadie.

Solo la tele, alertando a los asados habitantes de NY que no saliesen de sus cómodos apartamentos con aire acondicionado hasta 8 de la tarde.
Bajó al sótano con las esperanza de disfrutar un poco del aire mas frío de la morgue. Lanie ya no estaba. Seguramente ella y Esposito estarían disfrutando por anticipado del fin de semana. Cogió una botella de agua, y disfrutó de la sensación del líquido frío bajando por su garganta.
Al final decidió dar por terminada su jornada y volver a su casa.
Suspiró mientras recogía sus cosas. Se tomaría una ducha de agua fresquita y luego se pondría con el caso de su madre.
En cuanto llegó, se desnudó y se puso una camiseta rosa de algodón. Se tendió en la cama con los papeles que le había dado Montgomery. Ahora estaba más decidida que nunca a actuar. No tenía miedo, no tenía porqué ni por quien sentirlo. Seguro que si la mataban, Castle se enteraría una semana después de su entierro. Debía seguir muy ocupado con su chica porque hacía más de un mes que no lo había visto ni tenía noticias de él.
Suspiró de pura desesperación.

Rick nunca la había querido, había sido una estúpida al pensar seriamente en esa posibilidad. Volvió a llorar por su ausencia.
Sentía tanto su falta. En todo, en cada cosa.
Y lo que era peor. Le deseaba. Su cuerpo reclamaba a gritos su presencia a su lado.
Decidió serenarse y volver a los papeles hasta que se adormeció por el calor y las lágrimas.






……………………………………………………………………………………..








Castle no recordaba haberse sentido tan mal en toda su vida.
Cada vez que recordaba las palabras que le había dicho a Beckett, se le rompía el alma de la pena.
Había sido mezquino con ella.
Estaba tan avergonzado consigo mismo que no sabía que hacer, que decir, ni adonde ir. Se moriría de vergüenza si la volvía a ver, y se moriría de la pena si no la veía más.
Ya era pleno verano. Todos estaban de vacaciones.
Excepto él, que se había quedado encerrado en su loft, con sus libros, a modo de purgatorio y rumiaba su pensa y su culpabilidad entre remordimientos y soledad. Ni siquiera se atrevía a llamar a Ryan o Esposito. Le matarían, seguro, y se lo merecía.
Igual hasta era mejor que morirse allí solo de asco, sin saber nada de Beckett. Necesitaba pedirle perdón , pero¿¿¿ con que cara se iba a presentar delante de ella después de lo que había pasado entre los dos?

Estaba perdido, atrapado en la angustia de no tenerla y desearla a cada minuto.

- Kate…. susurró. Se tapó la cara con las manos y dejó que su desesperación estallase en llanto.

Pero Rick no estaba solo.

Alexis le observaba desde lo alto de las escaleras. Se sentía la única culpable de lo que pasaba entre su padre y Kate. Ella le había dicho a la detective que su padre tenía una nueva novia.
Tenía que llamar a Kate, tenía que pedirles perdón a los dos. La niña no sabía nada de la discusión de su padre y Kate en el apartamento de esta, y suponía que la única culpable de la situación, era ella.
Cuando iba a volver a su dormitorio para que su corazón no se rompiera con los sollozos de su padre, el teléfono sonó en alguna parte del sofá de su salón.

-Señor Buenos Días- se las arregló Rick, para saludar al Alcalde.
- Verás Rick, necesito un favor, en realidad es para alguien que tú conoces, y es algo urgente. Ya he dado mi palabra y no me puedes fallar.

-Dígame Señor- dijo, intentando concentrarse en la conversación, -Será un honor para mí ofrecerle mi ayuda. ¿ De qué se trata?
-Richard, no preguntes, dentro de media hora te quiero en la 12 para un caso urgente. Si no vas inmediatamente , cuenta con que mandaré a la policía a por tí.

-Pero no puedo ir ahora mismo a la comisaría. Señor, señor…. Oiga ¿?? Está ustede ahí ¿??
Rick se quedó con los ojos alucinados mirando el teléfono.
A Alexis le entró dolor de barriga de puro terror.
Su padre iba a la comisaría. Si veía a Kate y ella le echaba en cara que tenía una novia, y que ella había sido la culpable del engaño, moriría de la vergüenza delante de su padre.
Tenía que hablar con Kate, tenía que verla antes que él, y para eso, tenía que volar hasta allí!!!! A cualquier precio! Fuera como fuera, tenía que conseguirlo!!!




………………………………………………….






Esa semana, Kate apenas tuvo tiempo de pensar en Rick. Los acontecimientos con Lockwood se precipitaron.
El capitán Montgomery la citó en un lugar secreto. Lockwood le había amenazado con matar a su familia sino entregaba a Kate, Y este no tuvo más remedio que explicarle los porqués. Jamás iba a permitir que se pusieran en peligro vidas inocentes. En un principio, Montgomery quería entregarse. Kate comprendió la postura de su capitán, y aunque le dolió todo lo que le había ocultado, le perdonó. No soportaba la idea de perderle y mucho menos por algo tan injusto.
Después de mucho suplicar, Kate consiguió que ambos ideasen un plan. Solo ellos dos, nadie debía saber nada. Absolutamente nadie. Absolutamente nada.
Montgomery poseía unos papeles que incriminaban directamente a los culpables por la muerte de Johanna Beckett. Los usaría como seguro de vida para ambos. Y sabía perfectamente quien iba a ser “la depositaria” de dichos papeles.
Esa noche, Kate estaba un poco más relajada. Estaba tumbada boca arriba en su cama. Pensando. En Castle, como siempre. Él se adueñaba de sus pensamientos sin esfuerzo alguno . No había tenido ni una noticia de él, ni una llamada, ni siquiera un mensaje de disculpa.
Aunque claro, después de su desprecio, no quedaba ya nada por decir entre los dos.
Ella no era lo bastante buena para Castle. En el fondo siempre lo había sabido. ¿Quién era ella? Una insignificante detective a sueldo de la policía de NY. Sin trajes de noche. Sin glamour. Sin coquetería.
¿Cuánto tiempo necesitaba él para olvidar a una chica así ?
Kate estaba segura que con una semana ya habría tenido suficiente.
Se despertó varias horas más tarde, cuando aún no había amanecido. Aun así decidió irse a la comisaría. Tenía la piel color plomizo y unos oscuros cercos alrededor de los ojos.
Buscaba un nombre en los malditos papeles de Loowodd.
La jaqueca comenza a molestarla. Pensó que quizá un bollo y un café la ayudarían. Tomó su bolso, y salió a la carrera en busca de su desayuno.




…………………………………………………………………………….






Jordan Shawn Agente del FBI , con los papeles que había recibido del Capitan Montgomery bajo el brazo, esperaba a Richard Castle bajo un paraguas azul a la puerta de la comisaría 12 . Lloviznaba. La mañana parecía triste y oscura.. Y necesitaba a Castle, sin un aliado como él, andaría perdida en ese terreno. El caso era complicado. Ni más ni menos que Lockwood y Johanna Beckett. Había sido el propio Capitán quien había pedido ayuda al FBI. El capitán pronto se dio cuenta que aquel caso les sobrepasaba. Y no quería arriesgar la vida de Kate. Y la suya tampoco. Amaba a su familia, y deseaba retirarse y mantener a sus chicos sanos y salvos trabajando para la ciudad de NY. Sobre todo al Beckett, que siempre había sido su ojito derecho.

Beckett vio a Castle nada más cruzar el umbral de la salida a la calle. Se paralizó de la sorpresa y se agarró a las jambas de la puerta como si la vida le fuera en ello, mientras notaba como sus piernas se volvían de plastilina.
Llovía.
Vio que Rick corría hacia una mujer oculta por un paraguas azul. Ambos se saludaron con un afectuoso abrazo.
Kate abrió la boca para tomar aire en una respiración imposible pero en ese momento, el chirrido de frenos y ruedas , en medio de un estruendo de hierros retorcidos, sobre el asfalto, hizo que su mirada se desviase de la pareja, mirando al centro de la avenida.
Cuando fue capaz de enfocar sus ojos, vio algo que la dejó paralizada del terror.
Alexis Castle aparecía tendida entre dos coches, con toda su cara ensangrentada, inmóvil sobre el asfalto mojado, entre los gritos de los transeúntes, los claxon de los coches y las voces asustadas de los dos conductores implicados en el atropello.

(Continuará )

Este fic cada dia me gusta más, cada vez se pone más interesante, no he despegado la vista ni un solo momento, muy interesante con la nueva aparición de la agente del FBI y sobretodo con el giro que puede dar la historia según lo que le pase a Alexis, sigue que me tienes en ascuas

me as matado a alexis!!!!!...espero ke no sea kate la culpable!!!!





siguelooo

Seguilo pronto que esta muy buena la historia!!!!

no me la mates por amor de Dios!!!!!!!
Genial capitulo cada dia te superas mas!!!!!!

Menudo capitulo,cada vez te superas mas,eso si no me digas que te has cargado a Alexis .siguelo por dios

dios mio nOOOOO ALEXIS NOOOO que no muera por dios beckett no la atropellado noooo


que fuerte

que interesante



capitulo increíble



gracias por el capi

Gracias a vosotras, chicas, por leer y dejar el comentario. Un gusto escribir para vosotras. GRACIAS

Me gustaaaaaa. Tienes que intentar seguirlo pronto ;D

O por Dios no me puedes dejar asi con tu historia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Tu fics me tiene atrapada!!!!!!!!!!
Por favor, continualo pronto porque no creo resistir!!!!!!!!!
FELICITACIONES

ALEXIS!!!!!!!! POBRE!!!!!!!!!! PERO COMO NOS HACES SUFRIR EHH??
VAS A SER DE NUESTRA DIVISIÓN, LA DE ÁNGELES DEL INFIERNO
GRACIAS POR OTRO CAPÍTULO!!

rakel escribió:ALEXIS!!!!!!!! POBRE!!!!!!!!!! PERO COMO NOS HACES SUFRIR EHH??
VAS A SER DE NUESTRA DIVISIÓN, LA DE ÁNGELES DEL INFIERNO
GRACIAS POR OTRO CAPÍTULO!!

Rakel estoy de acuerdo contigo, es de nuestra division.

Ross gracias por los fic, sabes que me encata como escribes, continualo pronto, que me tiens aqui mordiendome los dedos, es que ya no tengo unñas

Gracias chicas, estoy terminando ya el siguiente capi. Lo corrijo y lo subo. Gracias por leer.

Te está quedando bien.

Continúalo.
Y lo de la regla.... Conozco a más de una que creía que tenía la regla y era una primera falta...

¿He dicho que lo continúes?, GRACIAS

Capitulo V

Contigo


La puerta de la comisaría se convirtió de pronto en un maremagnun de gritos, carreras, sirenas de ambulancia, prisas, y nervios.

La detective Beckett, debido a sus instintos y preparación, corrió hacia el medio de la calle donde Alexis estaba tendida, casi oculta bajo las ruedas de un Toyota Pryus verde.
Mientras corría hacia la niña, iba gritando que alguien llamase a una ambulancia.
La agente Shaw vio que Beckett se hacía cargo de la situación, así que ella optó por lo más difícil: alejar a Castle de allí.

Necesitó la ayuda de tres policías para lograrlo. Castle había enloquecido cuando se dio cuenta de lo que había sucedido allí delante y solo quería estar con su hija, pero en aquella situación, no era lo más indicado.

Sus gritos se escuchaban en toda la calle.

Beckett sacó su placa y mandó alejarse a los implicados en el atropello y a otros curiosos, pero estos no entraron en razón hasta que Esposito y Ryan llegaron y tomaron la situación en su mano.
Beckett temblaba perceptiblemente cuando se agachó y le tomó el pulso a Alexis. Había pulso, pero también había mucha sangre.
Sabía que no debía moverla, pero su cara aparecía severamente lastimada y su pelo se mezclaba con el agua y la sangre en el asfalto.

Estaba inconsciente.

Beckett estaba tan asustada que no sabía que hacer. Por un momento pudo escuchar los gritos salvajes de Castle, y dio gracias al cielo al ver como las ambulancias estaban ya doblando la esquina y se acercaban a toda prisa.

La sangre no dejaba de correr por el rostro de Alexis. Kate se quitó su chaqueta e intentó limpiar su boca y su nariz para que pudiese respirar mejor. Sus dientes estaban rojos de la sangre y la detective se fijó en ese momento en que el hombro izquierdo de Lex aparecía en una postura extraña dentro de su abrigo. Tenía rota la clavícula.
En medio segundo, los paramédicos la alejaron y se hicieron cargo de la situación.
Se puso de pié y echó una mirada alrededor. Ryan y Esposito seguían ocupándose de los atestados del accidente y de alejar a los curiosos.

Dos policías arrastraban a Richard Castle dentro de un coche.

La agente Shaw le tocó el brazo.

- Muchas gracias detective, ha sido una suerte que haya estado usted tan cerca. He ordenado a los agentes que lleven a Castle al hospital. Va a necesitar tranquilizantes. Yo iré en la ambulancia con la niña, no se preocupe.

Kate no se movía ni reaccionaba.

Solo se dejó arrastrar cuando la mano de Lanie la agarró del brazo y le susurró palabras tranquilizadoras mientras intentaba que volviese a entrar en comisaría.

Media hora después, Beckett estaba sentada delante de su escritorio intentando tomarse un café. Preveía que aquel, sería un día muy largo.

Ryan, Esposito y Lanie habían salido como tiros hacia el hospital, justo detrás de la ambulancia.

Les hizo prometer 20 veces que en cuanto supiesen alguna cosa, cualquier cosa de Alexis, que se pusiesen inmediatamente en contacto con ella.
Durante la próxima media hora, la detective seguía debatiéndose en un mar de dudas. Estaba segura que no era la persona a la que Castle querría encontrarse en una situación así. Llevaban más de un mes sin hablarse. Y ella no era nadie en su vida.

Beckett se levantó y se puso a dar vueltas por el bullpen. Olió la sangre de Alexis en su ropa. Suspiró nerviosa. Se imaginó la angustia que Castle estaría soportando.
Agarró una camisa limpia de su armario en los lavabos, se cambió y salió a la calle en busca de un taxi.




……………………………………………………………………………….





Los efectos de los tranquilizantes parecían comenzar a hacer efecto en Castle, aunque la doctora Parish creía más bien que su estado de aparente tranquilidad se debía al shock más que al cóctel de calmantes que le habían obligado a ingerir.

Estaba en la sala de espera, sin abrir la boca. Sin moverse. Con la mirada ausente.

Los médicos no les habían dicho nada todavía. Richard no había querido avisar a su madre, no hasta no saber algo concreto.

No le salían ni las oraciones. Su mente se negaba a pensar.

Esposito y Ryan le flanqueaban uno a cada lado como dos guardaespaldas, y en un momento dado él se lo agradeció con una media sonrisa.

Lanie intentaba averiguar alguna cosa sobre el estado de Alexis.
Su tía Carol llegó en un visible estado de conmoción y aunque Richard intentó enviarla a casa, la chica no quiso ni hablar de ello. Alexis y ella eran como hermanas.
Al poco tiempo Carol ya no pudo con la tensión y salió afuera a dar paseos por la entrada de emergencias mientras se mordía las uñas.

Después de otra media hora, por fin apareció Lanie con otros dos doctores. Castle saltó de la silla como si tuviera un resorte y corrió hacia ellos.

- Por favor, -les rogó- necesito saber algo… lo que sea….

- Tranquilo Castle- le dijo Lanie- parece que los doctores te traen buenas noticias.

El les miró con cara suplicante.

- Bien, su vida no corre peligro- dijo el doctor más joven, tendiendo la mano a Rick.

El suspiro de alivio de todos en la sala fue perfectamente audible.

La sonrisa de Rick salió del centro de su corazón.

- Verá, señor Castle, su hija tiene múltiples hematomas en la cara, y en el lado izquierdo de su cuerpo. Creímos que presentaba fractura de clavícula, pero pudimos colocar el brazo dislocado en su lugar sin mayores problemas. Tiene puntos de sutura en su ceja izquierda, en el pómulo y en el labio. De ahí la abundante sangre.

- ¿Me la puedo llevar a casa?

- Tómelo con calma. Necesitamos varias pruebas más y los resultados del TAC para saber si hay algún golpe interno en su cabeza. Necesita sedación suave. Y en los próximos días, tendrá muchas dificultades para hablar o comer debido a los puntos en el labio. Necesitará hielo. De momento, se queda con nosotros.

- ¿Puedo verla?

- Pronto, de momento están terminando de atenderla y realizarle pruebas. En cuando la trasladen a su habitación, le avisaremos. Pero recuerden todos, necesita tranquilidad y descanso.





………………………………………………………………………………………..







La detective Beckett no se sintió capaz de conducir su coche hasta el hospital así que se decidió por pedir un taxi. Tenía mucho miedo. No sabía que haría si a Alexis le ocurría algo malo y sobre todo, temía el encuentro con Castle.

Seguramente ni siquiera repararía en ella, pero, se sentía en deuda con él. Simplemente no podía dejarlo pasar por un trance así sin hacerle llegar su apoyo. Él le había salvado la vida, habían vivido momentos horribles juntos. Se lo debía.
Pero no quería engañarse, necesitaba verlo, quería calmarlo y quería cuidarlo y pasar por este duro trago a su lado. Ella lo amaba, mucho, y no quería ni podía engañarse más.

Bajó del taxi y buscó la entrada de emergencias del hospital.

Que fuera lo que Dios quisiera. Si él no quería verla, se iría, pero Castle tenía que saber que ella estaba con él, que sentía su dolor y su miedo. Tragó saliva. ¿Qué debería decirle cuando le viera? ¿Qué palabras eran las correctas?

Sintió sus manos heladas por los nervios a pesar de que hacía calor.

Bueno, -pensó-, es mi compañero, es mi amigo, es quien mejor me conoce, algo tendré que decirle…..además, Lanie, Espósito y Ryan están ahí con él, ellos me ayudarán…..

Las puertas de emergencia del hospital eran de cristal, y se abrían automáticamente al aproximarse. Beckett miró hacia adentro cuando enfiló hacia ellas.

Tras los grandes cristales de la entrada, vio a Richard Castle levantando en volandas a su “novia”, entre abrazos, risas y chillidos de felicidad absoluta.





………………………………………………….






Rick acariciaba amorosamente la frente de su hija. Aún estaba medio adormilada, y muy magullada. Los puntos en el interior de su labio hacían que apareciese con la boca hinchada y por el momento no podía hablar ni comer, solo de vez en cuando, líquidos por una pajita.
- Calabaza, no te preocupes por nada, tú solo descansa ¿quieres? El mejor padre del mundo, que soy yo- puntualizó divertido- no se separará de ti ni un momento.

Alexis puso los ojos, divertida, como lo hacía la detective Beckett.
Para Rick aquel gesto no pasó inadvertido.

Kate.

Su Kate.

Durante todo el día Rick había recibido muestras de cariño de todos sus amigos, familia, compañeros, prensa, etc.
Durante las primeras horas no lo había notado , por la tensión acumulada y el miedo de perder a su hija. Pero según las cosas se fueron calmando y todo quedó en un susto, Rick comenzó a sentir la falta de Beckett.

Debía guardarle mucho rencor para no acercarse a preguntar por Alexis.
Eso tenía que terminar, tenía que hacer algo sobre eso.
Si Kate no quería hablarle, estaba en su derecho. Pero no quería que le odiase, necesitaba su perdón.

En ese momento Alexis le tocó la mano, sacándolo de sus pensamientos.
-Dime, hija.
Con gestos , le pidió un papel para escribir. No podía hablar. El labio estaba muy hinchado y le dolía mucho cada vez que intentaba moverlo.

“Papá, quiero hablar con la detective Beckett, URGENTE”- escribió Alexis.

Vaya,- pensó Rick-, esta hija mía me lee la mente.

-Está bien Alexis, se lo diré, pero no esta noche, OK? Es tarde, y tienes que descansar.
Entre mudas protestas gestuales, Rick bajó la cama de Alexis, la acomodó para dormir, y apagó las luces, dejando solo una pequeña a su lado, para poder leer.

Rick suspiró y se relajó en el sofá. Necesitaba a Kate. Había sido un día infernal. Necesitaba hablar con ella.

Pensó en llamar a Lanie y pedirle que hablase con ella.
Desechó la idea.
Miró su reloj. Ya pasaban de las 10 de la noche. Quizá estaba en casa con Josh y solo iba a molestar.

Comprobó que Alexis dormía y salió de la habitación. Con las manos en los bolsillos, caminaba por el largo pasillo iluminado por la luz del neón.

Hoy casi había perdido a su hija.

Y Kate estaba todos los días en un peligro constante.

Si le ocurría algo, no podría soportar que se fuese sin saber que él la amaba. Que la adoraba.

Agarró su teléfono y entró en la pequeña sala de descanso al final del pasillo dispuesto a llamarla. Todas las luces estaban apagadas y la sala aparecía a oscuras después de la claridad del neón del pasillo. Marcó a Kate con la luz de su móvil.

Si ella no le respondía, lo entendería.
Pero necesitaba hacer esa llamada.
Eso descargaría un poco su culpabilidad y aunque Beckett no quisiera responderle, al menos sabría que él la había llamado.

Dio a la tecla de marcar.

Sintió como los latidos de su corazón se desbocaban.

De pronto un sonido llamó la atención.

Kate Beckett estaba de pié frente a él, en la penumbra, con su teléfono sonando en la mano.

Ambos se quedaron quietos, mirándose, intentando comprender.

El teléfono de Kate seguía sonando, dos, tres, cuatro veces.

Ninguno sabía que hacer ni que decir.

Hablar parecía algo imposible en ese momento.

De repente, Kate se echó a los brazos de Rick en un impulso ciego y sin pensar en las consecuencias.
Él la acomodó en sus brazos y en ese momento, se rompió.

Toda la tensión del día, el miedo y la angustia hicieron que al fin, las lágrimas que no habían aparecido durante las horas anteriores, se presentaran todas juntas, desbordando su alma.
Kate no necesitó más que ver la reacción de él, para saber que la necesitaba. Levantó la cara hacia su cuello para consolarle con besos, mientras poco a poco, intentaba calmarlo con susurros y caricias.

-Kate,… yo…, te necesitaba aquí ….., conmigo.

- Shhh, cálmate, ya estaba aquí, contigo. Llevo horas aquí, preocupada y asustada.

- Pero porqué no…

-No me atrevía a hablarte, no sabía si tú querrías verme y en un momento así, pensé que…… sobraba..
-¡¡¡¡¡¡¡Kate por amor de Dios, no digas esas cosas!!!!!!. Me has hecho falta todo este tiempo, cada minuto, todos los días. Pero hoy, hoy me sentía … superado…. Te necesitaba cerca.

- Estaba aquí, Rick.

El bajó la cabeza y acarició dulcemente la boca de Kate con sus labios. Ella estrechó el abrazo y buscó más besos. Todo el amor y la ternura se hizo presente en sus caricias. Rick buscó el cuello de ella y siguió acariciandola dulcemente.

- Necesitaba respirarte, Kate.
Kate suspiró y supo que estaba rendida. Este hombre podía con su voluntad. Solo Rick Castle podía decirle esas cosas.
De pronto ambos saltaron del susto. El móvil de Castle sonó estrepitosamente en el silencio de la sala.

- Alexis…

- Oh, Dios, Rick, lo siento, te he …

- Ven conmigo Kate.-le dijo, poniendo un beso en la orilla de su boca
.
La agarró de la mano, entrelazó sus dedos con los de ella y gustosa, se dejó hacer.

Alexis abrió mucho los ojos cuando los dos entraron de esa guisa en la habitación.

- Cariño,¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Quieres agua?

Alexis sonrió y se puso a escribir.

- “Papá, gracias por traer a la detective Beckett”

Rick le mostró el escrito a Kate.

Kate se agacho, y acaricio la frente de la niña.

- Cariño. He estado aquí casi todo el día. Estaba muy preocupada por ti.

Alexis la miró y escribió.

- “Kate, soy una idiota. Te mentí. Mi papá no tiene novia”
-¿Novia? Alexis, ¿de que hablas?- dijo Rick, sin quitar la vista de las palabras que su hija acababa de escribir.
La detective Beckett se volvió a él con los ojos abiertos como platos.
- Rick, ¿no tienes novia? ¿Entonces….quien … es…. quiero decir…. te vi…abajo..
-¿QUÉ?- Rick miraba a las dos chicas sin entender nada.
- “Era tía Carol , lo siento mucho, Kate, perdóname por favor”-logró escribir Alexis, ahora con lágrimas en los ojos.

La enfermera de la noche entró en la habitación.

- Alexis necesita descansar, es muy tarde, déjenla dormir, ¿si?
Cuando Lex cerró los ojos dócilmente, Rick y Kate salieron de la habitación.

- Kate- dijo Rick, volviéndose hacia ella y acariciándole la cara- ¿Cuánto hace que no has comido?
- Desde esta mañana, Rick, por favor, quiero estar contigo, vamos a la sala, necesito … quiero que me abraces, y nada más.
- Mmm, eso suena muy bien- sonrió Castle- pero, no quiero que te desmayes de hambre. Ya he tenido un susto esta mañana y te prometo que no sé si mi corazón podrá soportar otro más.
Kate asintió de mala gana. Había estado toda la tarde sentada sola en la sala de espera y ni siquiera se había acordado de comer o beber alguna cosa. Supuso que Rick, tampoco.
Una vez que repusieron fuerzas, echaron un vistazo a Alexis. Rick pasó por el control de enfermería.
- Por favor, ¿a que hora le toca la medicación a mi hija?
- Dentro de una hora, Sr. Castle.
- ¿Podrían avisarme para dársela yo mismo? Gracias, estaremos en la salita de descanso.
Ya en la sala, Rick se acomodó en el sofá más grande para poder traer a Beckett sobre él y abrazarla.
En la penumbra, Kate suspiró.
- Ehh detective, ¿Qué te pasa? Deberías irte a casa, Alexis está bien, y tú estás muy cansada.
- Ni bajo tortura. Yo me quedo aquí , contigo.

Rick la estrechó mas entre sus brazos y la besó en la frente.

- Kate, quiero que sepas que, bueno, yo no me atrevía a pedirte perdón por lo que pasó en tu casa la última vez que nos vimos… yo, me siento tan avergonzado que…

- No pasó nada que yo no quisiera que pasase.

- Pero es que, estuve prepotente y estaba furioso contigo y fui demasiado bruto.
- Rick, soy policía, hubiera podido dejarte K.O. en 3 segundos…
-Lo sé, pero igual estuve rudo, y no quiero que creas que soy así. Aquello no fue solo sexo Kate, contigo nunca podrá ser solo sexo. Porque te amo. Y solo puedo hacerte el amor.
- Rick, lo sé. Ya lo sé mi amor. Sé que hicimos el amor. No podía ser de otra manera.
Kate buscó casi a ciegas la boca de él, para confirmarle las palabras que acababa de pronunciar.
Ahora que se habían vuelto a probar , separarse les parecía imposible.
Entre besos murmuraban palabras dulces y quejidos suaves.
- Rick, quiero hacer el amor contigo.
A él casi le entra un ataque de risa.
- ¿Aquí? -respondió fingiendo escandalizarse, lo que le valió un mordisco de Kate.
Ambos siguieron bromeando y besándose, deseándose, hasta que de pronto las luces del saloncito se iluminaron y entro la enfermera con la medicación de Alexis en la mano.

- Señor Castillo, la medicación de su hija.

(Continuará)

menos mal que lex esta bien
que monos los dos!!!! me encantan!!!!
genial el capiii!!!!
siguelo pronto porfa!!!

Que alegria que Alexis este bien,despues de todo lo que ha pasado,todos llorando,gritando bajo la lluvia y al fin esta bien.Y la parejita vuelven a estar juntos,alexis ha dicho lo que tenia que decir y todos contentos,pero es que no se pueden contener,que les van a pillar jaja.
Rossetta ya se te echaba de menos,muy buen capitulo,regresa pronto con la continuacion jejej

Y pense que se nos iba Alexis jajaja
Muy buen capítulo, por lo menos los tortolitos hablaron y ahora mejoraron las cosas... A ver como sigue

me encanta el capitulo


alexis esta bien



gracias por el capi

COMO ME GUSTO ESTE CAPITULOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
MENOS MAL QUE TODO SE SOLUCIONO
TE DIJE QUE ME ENCANTA TU FIC, TE LO REPITO, ME ENCANTAAAAAAAA
GRACIASSSSSSSSSS

Menos mal que Alexis está bien! vaya susto! Y ellos juntos son lo más, menos mal que Kate se plantó en el hospital! y al final pillados!! jaja Sigue pronto!

POR FIN JUNTOS!!!!!

Que bien!! Ya están juntos!!
Menos mal que Alexis está bien
Gracias por otro capítulo!!