La pitonisa
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EPILOGO PITONISA
bueno chicas, no se que ha pasado, pero ha salido muy raro.....ya os decía yo que las prisas no son buenas. Me refiero que el relato no ha salido donde debiera....pero vale ya teneis el EPILOGO
OS LO VUELVO A SUBIR A VER SI SE PUEDE LEER MEJOR
TITULO: LA PITONISA (EPILOGO)
ESCRITO (bajo presión) POR: marypaz
COMENTARIO, me he dejado convencer, pero…seguro que no va aquedar bien, ya conocéis el dicho, nunca segundas partes fueron buenas, estáis avisadas, porque además lo hago bajo presión y eso no es bueno. Veremos qué tontería me sale
Castle vio cómo Laine desaparecía tras la cortina, y fue entonces cuando centró su mirada en Beckett. Aún dormía, no sabía si era porque realmente estaba descansando o era por los calmantes que le habían suministrado. Se volvió a sentar en la silla que Laine había abandonado. Pensó cómicamente, que aquel artefacto metálico, y él, eran viejos amigos, allí habían transcurrido unas horas juntos como lo estaban ahora, sintiendo en sus posaderas la frialdad del metal.
Se estaba durmiendo, ya eran muchas horas sin descansar, acercó sin hacer ruido la silla, para poder apoyar la cabeza, sobre la cama, justo al lado del brazo de Beckett, la posición aunque incómoda no fue obstáculo para que no tardara en dormirse, sintió que le invadía un sopor profundo, quería mantener los ojos abiertos pero le fue imposible. Le venció el cansancio, y soñó que ellos dos estaban en la cabaña. Incluso le pareció que notaba en su cuerpo las caricias, era un sueño tan real, que hasta podía jurar que en su cabeza las manos de la inspectora jugaban con sus cabellos, notaba como los enroscaba y desenroscaba de su dedo.
-.Castle…me parece que estoy peor de lo que pensaba, mi cabeza ya no distingue lo real, de lo ficticio.- dijo Beckett asustada-
Castle levantó los ojos y se encontró con la mirada ofuscada y vidriosa de Kate. Se impresionó al comprobar que en su efímero sueño, las caricias eran verdaderas, y notó que su estómago de retorcía. De miedo. De angustia. Y bueno, porque no admitirlo, de placer, ella le había estado acariciando el cabello, y el muy estúpido dormía como un lirón mientras esto sucedía.
Se quedó callado sin saber qué decirle exactamente
B.- Esperaba que Laine aún estuviera aquí cuando despertara, y me encuentro con la sorpresa de verte de nuevo, Creo recordar que te ibas a tu casa, esto es lo último que recuerdo antes de dormirme.
C-. Tranquila, estás bien, y no tienes problemas de ningún tipo, a no ser la mala visión. Es cierto que me fui, pero he vuelto dejando que Laine volviera a su casa. En cuanto pase el médico de guardia, espero que no ponga objeciones a que salgas de aquí.
B.- ¿Has hablado con tu familia…? igual les soy un estorbo, me doy cuenta que mi visión es pésima, aún .lo veo todo borroso, y desde luego mi cabeza parece un tambor con redobles incluidos.
C-, No te preocupes está todo solucionado.
Interrumpió la charla el doctor que con la gráfica en su mano, se dirigía a ellos dos
-. Bueno, esto va según lo previsto. Puede marchase en cuanto quiera, siempre y cuando tenga alguien que la cuide. Necesitará aún por unas horas, que alguien la guie, en las cosas más absurdas. ¿De acuerdo? Incluso soy de la opinión, para no forzar los ojos, que de momento lleve una venda, esto le ahorrará muchas molestias. No es necesario que la lleve durante todas las horas del día, es simple precaución, para evitarle el dolor que le provocará la luz diurna.
Los dos asistieron con la cabeza.
Y mientras lo decía, le ponía sobre los párpados unas gasas, y una pequeña venda dando la vuelta a su cabeza para sujetarlas.
-. Cualquier imprevisto, un dolor fuerte, que ni mucho menos tiene que suceder, pero por si acaso ocurriera no duden el venir enseguida al hospital – dijo mientras alargaba la mano a Castle –
El ruido de la cortina al moverse le hizo saber a Kate que el doctor ya se había ido.
B.- Castle, sal un momento para que pueda vestirme, si me dejas toda mi ropa encima de la cama, para eso no necesito ayuda. Ah, y desde luego antes de ir a tu casa, deberíamos pasar por la mía para recoger algo de ropa, la necesitaré aunque sólo sean dos días.
C.- Claro –
Ni por un momento se le ocurrió pensar en ese detalle.
Reconoció que en este aspecto para llamarlo de una manera suave, era un cabroncete. En todo momento se la estuvo imaginando entre sus brazos, pero sin ropa.
Si Kate pudiera leerle el pensamiento, desde luego que la bofetada que le daría, sonaría a través de los mares por todo el mundo. Puso la mejor cara, para un caso así. O sea, una mirada risueña, una dulce sonrisa, mientras le hablaba. . Era igual que ella no pudiera verla, seguro que lo transmitiría su voz
C.- Cuando quieras y estés preparada nos vamos.
El trayecto hasta el parquin, lo hicieron a paso lento e inseguro, Kate se puso las gafas de sol, y se dejó guiar por él.
Al llegar a su apartamento le dio las llaves a Castle para que fuera él, quien abriera la puerta. Aún estaba todo en completo desorden, tal como lo dejara el ladrón. Pensó que era una suerte que no lo pudiera ver
C.- Sé buena chica y siéntate aquí, no te muevas mientras yo busco en tu dormitorio. Dime lo que necesitas
Kate se aclaró a voz. Le resultaba bastante molesto, por lo que guardó silencio durante un rato
C.- Vamos inspectora, piensa que he criado a una niña. Vas a necesitar, ropa interior, o sea braguitas, sujetador – aquí pensó no sin malicia las veces que con una mano, haba desabrochado más de uno, y no precisamente de su hija – un pijama, unas zapatillas y una bata confortable. ¿Me he dejado alguna cosa importante?
Kate Beckett se rio.
B-. En el baño hay un neceser con los útiles de aseo.
C.- Es cierto…ya veo que estoy perdiendo facultades. Pero te aseguro que es debido a que Alexis, ya hace mucho tiempo que no me necesita para estos menesteres.
Castle entró en el dormitorio, se le encogió el corazón, cuando vio toda la ropa de los cajones por el suelo. Era mucho mejor que ella no lo viera, se deprimiría demasiado, además de volver a revivir todo lo ocurrido horas antes. Tendría que llamar a su madre y a Alexis, para que vinieran a ponerlo en orden. Pero ya habría tiempo para eso.
Se dedicó a buscar por el suelo, todo lo que creyó sería necesario, y lo puso dentro de una pequeña bolsa. Después en el baño hizo lo mismo.
Antes de salir recogió la ropa del suelo y le depositó encima de la cama. Kate no se había movido de donde la dejara sentada. La peor parte de la incursión, se la había llevado el dormitorio. Allí el ladrón se cebó. Seguro que buscaba joyas.
C.- Cuando quieras nos vamos – dijo poniendo su mano encima del hombro para que supiera que estaba a su lado -
Durante el trayecto Castle, no dejaba de pensar en cómo le iba a decir que no la llevaba junto a su madre y a su hija. La miró apartando un poco la mirada de la carretera, tenía la cabeza reposando en el asiento, y las manos encima de las rodillas.
B.- ¿Castle, a dónde nos dirigimos? Según mis cálculos, ya deberíamos estar en tu casa, y el ruido de la circulación no es el de una ciudad como Nueva York.
C-. Me has pillado inspectora. Has adivinado que no vamos con mi familia. Deja que me ponga en el arcén y te lo cuento.
B.- ¿Ocurre algo que yo no sepa? ¿Algo relacionado con el asalto a mi casa?
C.- No, te aseguro que no es nada de eso. Simplemente que he sentido la necesidad de ser yo, quien te cuide. –Al ver que ella iba a decir algo, le cogió las manos mientras continuaba – Ya hace mucho tiempo que necesitaba esta charla contigo, y dadas las circunstancias tan fuera de lo normal, he creído que no podía esperar más. Nos dirigimos a un lugar confortable, donde estaremos tú y yo solos. Ni mi madre ni Alexis, sabe en que existe. Es un bungalow en una urbanización, queda escondido entre un bosquecillo. Está cerca de la ciudad, lo suficiente, por si fuera necesario ir de urgencias al hospital. Por este motivo no quiero que sufras.
Hubo un silencio
C.- Por favor, ríñeme, dime que soy un mal nacido…. Pero no te quedes quieta y muda como una estatua. Te doy permiso para darme una bofetada, si crees que me la merezco.
Y dicho esto, tomó una mano entre las suyas, y la depositó sobre su mejilla-
C.- Anda pégame. – casi le suplicó –
Beckett tardó un poco en responder, probablemente pensaba y escogía las palabras más duras para hacerle saber su enfado, pensó Castle
Y ante su asombro, la voz de Kate sonó dolida, pero no enfadada.
B.- No puedo pegarte. Aunque te lo merezcas por engañarme como lo acabas de hacer –de no ser por ti, a saber lo que me habría podido ocurrir. En el fondo aún debo darte las gracias.-
C.- No, Kate, no quiero que me des las gracias, por el simple hecho de estar allí en el momento preciso. Esto fue una casualidad, de esas que se dan pocas veces en la vida. Necesito que me digas, que te apetece estar a mi lado. Tú y yo solos. Imagínatelo por unos momentos. Tú has sido mi musa y quiero ser tu paladín, tu caballero andante dispuesto a dar la vida si es necesario Sólo quiero eso.
Castle esperaba ansiosamente su respuesta. Según lo que ella le dijera, no le quedaría más remedio que dar la vuelta, y llevarla con su madre y con Alexis, tal como lo habían programado.
B.- Caballero andante, paladín….esto no es una novela medieval. Estamos en el siglo XXI. Eso no existe.
C.- Pero el enamoramiento sigue estando a la orden del día. No lo olvides. Ten presente que no quiero forzar tu decisión, que si aceptas entrar en la cabaña, será para disfrutar de nuestra compañía. ¿Quieres estar a mi lado? ¿Dejarás que te demuestre hasta qué punto estoy loco por ti? Si me dejas, te aseguro que no te arrepentirás, si aún quedan rescoldos de algún amor de antes, yo sabré borrarlo para siempre de tu cabeza.
Kate no pudo evitar reírse. Aunque se sentía halagada, aquella manera de expresarse, como si estuviera describiendo una escena de sus novelas la causó, una sensación especial, entrañable.
El silencio dentro del coche, se llegó a hacer incómodo.
C.- ¿Tanto tienes que pensar, para decidirte? Me das miedo Kate Beckett. Ahora me estás recordando demasiado a la inspectora de Policía. Esa mujer que domina a la perfección todas las situaciones.
B.- No Castle. En estos momentos ten por seguro que soy solamente una mujer asustada. Que tiene que confiar plenamente en ti. Esto es lo que más me asusta. Demasiadas mujeres han dejado huella en tu vida, y yo no quiero ser una más. Eso debes comprenderlo. En estos momentos ya ves que estoy en inferioridad de condiciones. Estoy por completo en tus manos.
Y tras un silencio que a Castle se le hizo larguísimo dijo por fin.
B.- Me arriesgo a ir a la cabaña. Pero…por favor no me defraudes, no rompas la buena imagen que pueda tener de ti, te conozco como escritor, como ayudante en casos difíciles, pero eres un desconocido en la cuestión íntima. Vayamos a ese lugar, donde según tú el amor puede transformarlo todo.
Castle volvió a circular por la carretera mientras pensaba que las horas que estaban por llegar podían ser un manantial de nuevas sensaciones.
El recorrido que faltaba lo hicieron en completo silencio.
Nada más entrar en la cabaña, Castle la condujo hasta el sofá.
C.- Voy a encender la chimenea, la casa se nota húmeda al estar tanto tiempo deshabitada. Confío que en los armarios de la cocina, aún queden conservas. De no ser así, tendré que ir en busca de alguna cosa para comer.
Kate, le oía abrir y cerrar armarios, después supo que se acercaba, porque los pasos de él, estaban muy cerca.
B.- Oye, se me hace raro estar en un lugar desconocido y a ciegas. No te separes de mi lado. Esta oscuridad me da un poco de aprensión.
Castle, se acercó a ella, y la obligó a ponerse en pie, después poniéndole las manos sobre sus hombros, la obligó a sentarse en el suelo, delante del fuego, mientras él, hacía lo mismo. Se puso detrás de ella, mientras le pasaba las manos por la cintura. Notó enseguida que Kate puso las suyas buscando el contacto.
Castle la miraba con el mismo ardor que despedían las llamas. Se inclinó sobre ella, mientras le apartaba los cabellos de la nuca. Le besó suavemente, mientras que sus manos circulaban por el cuerpo que no se resistía a sus caricias.
Kate se dio la vuelta, quería estar frente él, y recorrió su cabeza, bajando los dedos hasta llegar a sus labios. Allí se detuvo, y los resiguió como si los quisiera dibujar. Tan sólo quería asegurarse que estaba en el lugar correcto, se acercó hasta aprisionar con su boca aquellos labios que no podía ver, pero que los sentía vivos y ardientes dentro de los suyos.
Luego bajó las manos para empezar a desabrocharle la camisa. Y siguió besándole el torso, despacio, como si quisiera torturarle. Oírle gemir de placer, desató su instinto posesivo. Le obligó a tumbarse sobre la mullida alfombra, colocándose encima, sintiendo contra su cuerpo, el deseo fuerte y potente de Castle, y siempre en las más absoluta tiniebla, fue recorriendo su cuerpo.
Kate en su absoluta oscuridad, sólo podía guiarse por el tacto, y le produjo un placer inigualable.
Supo que Castle le había quitado la camiseta porque notó las manos acariciando la espalda.
Castle en cambio podía admirarla, descubrió que no era la inspectora que cuando tenía un arma en las manos podía ser un verdadero peligro para sus adversarios, ahora simplemente era una mujer ansiosa por dar y recibir caricias, besos.
La abrazó con fuerza mientras le musitaba cerca del oído
C.- Dime que no te arrepientes de haber venido.
No obtuvo respuesta.
Pero sintió cómo se acomodaba de manera que sus cuerpos desnudos estaban en completo contacto. Ni un solo centímetro de su piel, quedaba al margen del placer.
OS LO VUELVO A SUBIR A VER SI SE PUEDE LEER MEJOR
TITULO: LA PITONISA (EPILOGO)
ESCRITO (bajo presión) POR: marypaz
COMENTARIO, me he dejado convencer, pero…seguro que no va aquedar bien, ya conocéis el dicho, nunca segundas partes fueron buenas, estáis avisadas, porque además lo hago bajo presión y eso no es bueno. Veremos qué tontería me sale
Castle vio cómo Laine desaparecía tras la cortina, y fue entonces cuando centró su mirada en Beckett. Aún dormía, no sabía si era porque realmente estaba descansando o era por los calmantes que le habían suministrado. Se volvió a sentar en la silla que Laine había abandonado. Pensó cómicamente, que aquel artefacto metálico, y él, eran viejos amigos, allí habían transcurrido unas horas juntos como lo estaban ahora, sintiendo en sus posaderas la frialdad del metal.
Se estaba durmiendo, ya eran muchas horas sin descansar, acercó sin hacer ruido la silla, para poder apoyar la cabeza, sobre la cama, justo al lado del brazo de Beckett, la posición aunque incómoda no fue obstáculo para que no tardara en dormirse, sintió que le invadía un sopor profundo, quería mantener los ojos abiertos pero le fue imposible. Le venció el cansancio, y soñó que ellos dos estaban en la cabaña. Incluso le pareció que notaba en su cuerpo las caricias, era un sueño tan real, que hasta podía jurar que en su cabeza las manos de la inspectora jugaban con sus cabellos, notaba como los enroscaba y desenroscaba de su dedo.
-.Castle…me parece que estoy peor de lo que pensaba, mi cabeza ya no distingue lo real, de lo ficticio.- dijo Beckett asustada-
Castle levantó los ojos y se encontró con la mirada ofuscada y vidriosa de Kate. Se impresionó al comprobar que en su efímero sueño, las caricias eran verdaderas, y notó que su estómago de retorcía. De miedo. De angustia. Y bueno, porque no admitirlo, de placer, ella le había estado acariciando el cabello, y el muy estúpido dormía como un lirón mientras esto sucedía.
Se quedó callado sin saber qué decirle exactamente
B.- Esperaba que Laine aún estuviera aquí cuando despertara, y me encuentro con la sorpresa de verte de nuevo, Creo recordar que te ibas a tu casa, esto es lo último que recuerdo antes de dormirme.
C-. Tranquila, estás bien, y no tienes problemas de ningún tipo, a no ser la mala visión. Es cierto que me fui, pero he vuelto dejando que Laine volviera a su casa. En cuanto pase el médico de guardia, espero que no ponga objeciones a que salgas de aquí.
B.- ¿Has hablado con tu familia…? igual les soy un estorbo, me doy cuenta que mi visión es pésima, aún .lo veo todo borroso, y desde luego mi cabeza parece un tambor con redobles incluidos.
C-, No te preocupes está todo solucionado.
Interrumpió la charla el doctor que con la gráfica en su mano, se dirigía a ellos dos
-. Bueno, esto va según lo previsto. Puede marchase en cuanto quiera, siempre y cuando tenga alguien que la cuide. Necesitará aún por unas horas, que alguien la guie, en las cosas más absurdas. ¿De acuerdo? Incluso soy de la opinión, para no forzar los ojos, que de momento lleve una venda, esto le ahorrará muchas molestias. No es necesario que la lleve durante todas las horas del día, es simple precaución, para evitarle el dolor que le provocará la luz diurna.
Los dos asistieron con la cabeza.
Y mientras lo decía, le ponía sobre los párpados unas gasas, y una pequeña venda dando la vuelta a su cabeza para sujetarlas.
-. Cualquier imprevisto, un dolor fuerte, que ni mucho menos tiene que suceder, pero por si acaso ocurriera no duden el venir enseguida al hospital – dijo mientras alargaba la mano a Castle –
El ruido de la cortina al moverse le hizo saber a Kate que el doctor ya se había ido.
B.- Castle, sal un momento para que pueda vestirme, si me dejas toda mi ropa encima de la cama, para eso no necesito ayuda. Ah, y desde luego antes de ir a tu casa, deberíamos pasar por la mía para recoger algo de ropa, la necesitaré aunque sólo sean dos días.
C.- Claro –
Ni por un momento se le ocurrió pensar en ese detalle.
Reconoció que en este aspecto para llamarlo de una manera suave, era un cabroncete. En todo momento se la estuvo imaginando entre sus brazos, pero sin ropa.
Si Kate pudiera leerle el pensamiento, desde luego que la bofetada que le daría, sonaría a través de los mares por todo el mundo. Puso la mejor cara, para un caso así. O sea, una mirada risueña, una dulce sonrisa, mientras le hablaba. . Era igual que ella no pudiera verla, seguro que lo transmitiría su voz
C.- Cuando quieras y estés preparada nos vamos.
El trayecto hasta el parquin, lo hicieron a paso lento e inseguro, Kate se puso las gafas de sol, y se dejó guiar por él.
Al llegar a su apartamento le dio las llaves a Castle para que fuera él, quien abriera la puerta. Aún estaba todo en completo desorden, tal como lo dejara el ladrón. Pensó que era una suerte que no lo pudiera ver
C.- Sé buena chica y siéntate aquí, no te muevas mientras yo busco en tu dormitorio. Dime lo que necesitas
Kate se aclaró a voz. Le resultaba bastante molesto, por lo que guardó silencio durante un rato
C.- Vamos inspectora, piensa que he criado a una niña. Vas a necesitar, ropa interior, o sea braguitas, sujetador – aquí pensó no sin malicia las veces que con una mano, haba desabrochado más de uno, y no precisamente de su hija – un pijama, unas zapatillas y una bata confortable. ¿Me he dejado alguna cosa importante?
Kate Beckett se rio.
B-. En el baño hay un neceser con los útiles de aseo.
C.- Es cierto…ya veo que estoy perdiendo facultades. Pero te aseguro que es debido a que Alexis, ya hace mucho tiempo que no me necesita para estos menesteres.
Castle entró en el dormitorio, se le encogió el corazón, cuando vio toda la ropa de los cajones por el suelo. Era mucho mejor que ella no lo viera, se deprimiría demasiado, además de volver a revivir todo lo ocurrido horas antes. Tendría que llamar a su madre y a Alexis, para que vinieran a ponerlo en orden. Pero ya habría tiempo para eso.
Se dedicó a buscar por el suelo, todo lo que creyó sería necesario, y lo puso dentro de una pequeña bolsa. Después en el baño hizo lo mismo.
Antes de salir recogió la ropa del suelo y le depositó encima de la cama. Kate no se había movido de donde la dejara sentada. La peor parte de la incursión, se la había llevado el dormitorio. Allí el ladrón se cebó. Seguro que buscaba joyas.
C.- Cuando quieras nos vamos – dijo poniendo su mano encima del hombro para que supiera que estaba a su lado -
Durante el trayecto Castle, no dejaba de pensar en cómo le iba a decir que no la llevaba junto a su madre y a su hija. La miró apartando un poco la mirada de la carretera, tenía la cabeza reposando en el asiento, y las manos encima de las rodillas.
B.- ¿Castle, a dónde nos dirigimos? Según mis cálculos, ya deberíamos estar en tu casa, y el ruido de la circulación no es el de una ciudad como Nueva York.
C-. Me has pillado inspectora. Has adivinado que no vamos con mi familia. Deja que me ponga en el arcén y te lo cuento.
B.- ¿Ocurre algo que yo no sepa? ¿Algo relacionado con el asalto a mi casa?
C.- No, te aseguro que no es nada de eso. Simplemente que he sentido la necesidad de ser yo, quien te cuide. –Al ver que ella iba a decir algo, le cogió las manos mientras continuaba – Ya hace mucho tiempo que necesitaba esta charla contigo, y dadas las circunstancias tan fuera de lo normal, he creído que no podía esperar más. Nos dirigimos a un lugar confortable, donde estaremos tú y yo solos. Ni mi madre ni Alexis, sabe en que existe. Es un bungalow en una urbanización, queda escondido entre un bosquecillo. Está cerca de la ciudad, lo suficiente, por si fuera necesario ir de urgencias al hospital. Por este motivo no quiero que sufras.
Hubo un silencio
C.- Por favor, ríñeme, dime que soy un mal nacido…. Pero no te quedes quieta y muda como una estatua. Te doy permiso para darme una bofetada, si crees que me la merezco.
Y dicho esto, tomó una mano entre las suyas, y la depositó sobre su mejilla-
C.- Anda pégame. – casi le suplicó –
Beckett tardó un poco en responder, probablemente pensaba y escogía las palabras más duras para hacerle saber su enfado, pensó Castle
Y ante su asombro, la voz de Kate sonó dolida, pero no enfadada.
B.- No puedo pegarte. Aunque te lo merezcas por engañarme como lo acabas de hacer –de no ser por ti, a saber lo que me habría podido ocurrir. En el fondo aún debo darte las gracias.-
C.- No, Kate, no quiero que me des las gracias, por el simple hecho de estar allí en el momento preciso. Esto fue una casualidad, de esas que se dan pocas veces en la vida. Necesito que me digas, que te apetece estar a mi lado. Tú y yo solos. Imagínatelo por unos momentos. Tú has sido mi musa y quiero ser tu paladín, tu caballero andante dispuesto a dar la vida si es necesario Sólo quiero eso.
Castle esperaba ansiosamente su respuesta. Según lo que ella le dijera, no le quedaría más remedio que dar la vuelta, y llevarla con su madre y con Alexis, tal como lo habían programado.
B.- Caballero andante, paladín….esto no es una novela medieval. Estamos en el siglo XXI. Eso no existe.
C.- Pero el enamoramiento sigue estando a la orden del día. No lo olvides. Ten presente que no quiero forzar tu decisión, que si aceptas entrar en la cabaña, será para disfrutar de nuestra compañía. ¿Quieres estar a mi lado? ¿Dejarás que te demuestre hasta qué punto estoy loco por ti? Si me dejas, te aseguro que no te arrepentirás, si aún quedan rescoldos de algún amor de antes, yo sabré borrarlo para siempre de tu cabeza.
Kate no pudo evitar reírse. Aunque se sentía halagada, aquella manera de expresarse, como si estuviera describiendo una escena de sus novelas la causó, una sensación especial, entrañable.
El silencio dentro del coche, se llegó a hacer incómodo.
C.- ¿Tanto tienes que pensar, para decidirte? Me das miedo Kate Beckett. Ahora me estás recordando demasiado a la inspectora de Policía. Esa mujer que domina a la perfección todas las situaciones.
B.- No Castle. En estos momentos ten por seguro que soy solamente una mujer asustada. Que tiene que confiar plenamente en ti. Esto es lo que más me asusta. Demasiadas mujeres han dejado huella en tu vida, y yo no quiero ser una más. Eso debes comprenderlo. En estos momentos ya ves que estoy en inferioridad de condiciones. Estoy por completo en tus manos.
Y tras un silencio que a Castle se le hizo larguísimo dijo por fin.
B.- Me arriesgo a ir a la cabaña. Pero…por favor no me defraudes, no rompas la buena imagen que pueda tener de ti, te conozco como escritor, como ayudante en casos difíciles, pero eres un desconocido en la cuestión íntima. Vayamos a ese lugar, donde según tú el amor puede transformarlo todo.
Castle volvió a circular por la carretera mientras pensaba que las horas que estaban por llegar podían ser un manantial de nuevas sensaciones.
El recorrido que faltaba lo hicieron en completo silencio.
Nada más entrar en la cabaña, Castle la condujo hasta el sofá.
C.- Voy a encender la chimenea, la casa se nota húmeda al estar tanto tiempo deshabitada. Confío que en los armarios de la cocina, aún queden conservas. De no ser así, tendré que ir en busca de alguna cosa para comer.
Kate, le oía abrir y cerrar armarios, después supo que se acercaba, porque los pasos de él, estaban muy cerca.
B.- Oye, se me hace raro estar en un lugar desconocido y a ciegas. No te separes de mi lado. Esta oscuridad me da un poco de aprensión.
Castle, se acercó a ella, y la obligó a ponerse en pie, después poniéndole las manos sobre sus hombros, la obligó a sentarse en el suelo, delante del fuego, mientras él, hacía lo mismo. Se puso detrás de ella, mientras le pasaba las manos por la cintura. Notó enseguida que Kate puso las suyas buscando el contacto.
Castle la miraba con el mismo ardor que despedían las llamas. Se inclinó sobre ella, mientras le apartaba los cabellos de la nuca. Le besó suavemente, mientras que sus manos circulaban por el cuerpo que no se resistía a sus caricias.
Kate se dio la vuelta, quería estar frente él, y recorrió su cabeza, bajando los dedos hasta llegar a sus labios. Allí se detuvo, y los resiguió como si los quisiera dibujar. Tan sólo quería asegurarse que estaba en el lugar correcto, se acercó hasta aprisionar con su boca aquellos labios que no podía ver, pero que los sentía vivos y ardientes dentro de los suyos.
Luego bajó las manos para empezar a desabrocharle la camisa. Y siguió besándole el torso, despacio, como si quisiera torturarle. Oírle gemir de placer, desató su instinto posesivo. Le obligó a tumbarse sobre la mullida alfombra, colocándose encima, sintiendo contra su cuerpo, el deseo fuerte y potente de Castle, y siempre en las más absoluta tiniebla, fue recorriendo su cuerpo.
Kate en su absoluta oscuridad, sólo podía guiarse por el tacto, y le produjo un placer inigualable.
Supo que Castle le había quitado la camiseta porque notó las manos acariciando la espalda.
Castle en cambio podía admirarla, descubrió que no era la inspectora que cuando tenía un arma en las manos podía ser un verdadero peligro para sus adversarios, ahora simplemente era una mujer ansiosa por dar y recibir caricias, besos.
La abrazó con fuerza mientras le musitaba cerca del oído
C.- Dime que no te arrepientes de haber venido.
No obtuvo respuesta.
Pero sintió cómo se acomodaba de manera que sus cuerpos desnudos estaban en completo contacto. Ni un solo centímetro de su piel, quedaba al margen del placer.
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: La pitonisa
PERO NO TENGO PALABRAS DE AGRADECIMIENTO POR HABER ESCRITO ESTE CAPITULO
ES DIVINOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSS
ES DIVINOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSS
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: La pitonisa
Bueno Maripaz,no te ha quedado mal,ha sido un lindo y sencillo capitulo,hacerlo sin ver seguro que lo esta disfrutando mucho.Gracias por atreverte a escribirlo
Raúl- Moderador
- Mensajes : 1189
Fecha de inscripción : 18/05/2011
Edad : 32
Localización : Parla City
Re: La pitonisa
que pasada!!!!!!..me encantaaaaa
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: La pitonisa
las segundas partes a veces SI son buenas, aquí esta la prueba
me ha encantado, ha estado genial!!!!!!!
gracias por haber hecho el epilogooooo!!!!!!! aunque fuera bajo presion
espero leer otro fic tuyo
un beso
me ha encantado, ha estado genial!!!!!!!
gracias por haber hecho el epilogooooo!!!!!!! aunque fuera bajo presion
espero leer otro fic tuyo
un beso
kate_beckett- As del póker
- Mensajes : 430
Fecha de inscripción : 07/07/2011
Edad : 30
Localización : Huelva, Andalucia / NYK (L)
Re: La pitonisa
me encanta me encanta ole y oleeeeeeeeeee es una maravilla leer tu historias
que feliz estoy meeeeeeeeeeee gustaaaaaaaaaaaaaaaaaa muchoooooooooo muchoooooo
que feliz estoy meeeeeeeeeeee gustaaaaaaaaaaaaaaaaaa muchoooooooooo muchoooooo
Re: La pitonisa
Qué bien que lo escribiste! me encanta, enhorabuena!
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: La pitonisa
Muchas gracias por vuestros comentarios. Me parece que es el relato que he tardado menos en escribirlo, porque fue debatir si os hacía caso, o me dejaba guiar por mis deseos, de dejarlo tal como estaba. Fueron cuatro horas de pensar, de escribir, de repasar y finalmente decidirme a mandarlo. Casi sin repasarlo.
Veo que dentro de todo ha tenido buena aceptación y esto es lo que cuenta. Pero sigo pensando que sin el epílogo no quedaba mal del todo.
Aunque es verdad que con gente como vosotras/os es un placer inventar relatos.
Veo que dentro de todo ha tenido buena aceptación y esto es lo que cuenta. Pero sigo pensando que sin el epílogo no quedaba mal del todo.
Aunque es verdad que con gente como vosotras/os es un placer inventar relatos.
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: La pitonisa
Y yo que pensaba que iban a hablar pero no importa que no hayan hablado, no han perdido el tiempo en nimiedades.
Y a pesar de no haberlo planeado, te ha quedado muy bien.
Y a pesar de no haberlo planeado, te ha quedado muy bien.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: La pitonisa
Cata Castillo escribió:Y yo que pensaba que iban a hablar pero no importa que no hayan hablado, no han perdido el tiempo en nimiedades.
Y a pesar de no haberlo planeado, te ha quedado muy bien.
No, no hablaron fueron directos...pensé que era lo que la mayoría de lectoras deseaba
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: La pitonisa
Me encantaa! Es muy romantico y tierno, que bien que cuida castle de kate....! ayyyyyyyyy......
Re: La pitonisa
Ains...que boniiitooo! !!!!
Y esta muy bien! me encanta!!
Y esta muy bien! me encanta!!
Raquelita Beckett- Policia de homicidios
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 23/08/2010
Edad : 27
Localización : Tenerife Santa Cruz
Re: La pitonisa
Muchas gracias a las dos por vuestro comentario, veo que también os ha gustado, yo pensaba que al ser unna cosa casi impuesta iba a quedar un desastre, me alegro que no haya sido así. Besos
marypaz- Policia de homicidios
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Re: La pitonisa
Otras segundas partes no serán buenas, pero esta... ¡¡¡es genial!!!
caskett mola- Autor de best-seller
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Re: La pitonisa
caskett mola escribió:Otras segundas partes no serán buenas, pero esta... ¡¡¡es genial!!!
Gracias de verdad que me alegra mucho que haya gustado, eso me anima a seguir escribiendo otros fics
marypaz- Policia de homicidios
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Re: La pitonisa
_En vista de la buena acogida por vuestra parte, estoy trabajando en un nuevo fic, intentaré terminarlo antes que empiece la 4ª temporada, ya que imagino después de esto, todo tomará un rumbo diferente, mientras que ahora, se pueden hacer todo tipo de especulaciones. Y en eso estoy. Seguiré invocando a las musas....
marypaz- Policia de homicidios
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