How to love- oneshot

Cuando hace, más o menos, tres horas empecé a escribir esto ese no era el final que tenía planeado. Pero me salió así y me dio mucha pena borrarlo. Sé que esto sería imposible que pasase, pero no me importa.

Situado justamente al final del 4x05 "Eye of the beholder"

Y aprovecho, aunque es un poco tarde, para desearos FELIZ NAVIDAD :D

HOW TO LOVE

Aunque habían bromeado, hablado sobre tonterías e incluso sobre cosas que podrían considerarse serias, en toda la cena el ambiente estuvo cargado de tensión.

Tensión por las dos partes.

Beckett no dejaba de preguntarse por qué él no se había ido con Serena. Al final había resultado que estaba en el bando correcto y ella se sintió culpable por haberla juzgado mal, o tal vez la juzgó mal a propósito porque no podía con los celos. Serena era lista y guapísima, y una chica buena al fin y al cabo, ¿por qué Castle no se había decidido a salir con ella? Pasaban muchas cosas por su cabeza y una pequeña vocecilla, a la que no quería hacer caso pero no se negaba a escuchar, le gritaba que era porque él había decidido esperarla.

Pero la razón le decía que eso no podía ser, porque él le había dicho que quería salir con Serena. ¡Hasta prácticamente le había pedido permiso! Un permiso que a ella le pareció la manera menos dolorosa de decirle que la espera había terminado, que no estaba dispuesto a desperdiciar más su tiempo.
¿Y a quién se suponía que debía escuchar ahora? ¿A la vocecilla que le gritaba que él no había salido con Serena porque quería esperarla? ¿O a la razón que le decía que no había salido con Serena por no hacerle daño, pero que ya no estaba dispuesto a esperarla?

La pregunta de su psicólogo resonó de nuevo en su cabeza, como si no tuviera ya suficientes voces que le hablaran: “Kate, ¿de qué tienes miedo en realidad? ¿De que no te espere o de que sí lo haga?”

Lo que no le había dicho a su psicólogo es que ella llevaba toda la semana haciéndose la misma pregunta. Si él la estaba esperando ella tenía miedo de decepcionarle, ¿qué pasaría si al final cuando él la conociese ya no sintiese lo mismo por ella? ¿Si se daba cuenta de que ella no era lo que él pensaba? Y si él la había dejado de esperar… Bueno, si él la había dejado de esperar ya tendría un motivo más para encerrarse en casa, deprimirse y llorar.

-¿Estás bien?-le preguntó él mientras le abría la puerta para que ella saliese primero.
-Sí-contestó deteniéndose lo menos posible en sus ojos y saliendo hacia el fresco de la noche.
-Mira que si te duele perder siete míseros dólares gastados en mí, imagínate cómo me debo de sentir yo gastándome media fortuna en un montón de televisores inservibles que le sobraban a una chica.

Beckett sonrió dándole la espalda y dispuesta a caminar por la acera hasta el coche. Castle tuvo que dar una zancada para alcanzarla.

Caminaron hombro con hombro durante un rato, en silencio. Cuando Castle vio el coche a lo lejos supo que tenía que ser en ese momento o nunca.

Su madre llevaba un tiempo intentando convencerle de que debería salir con otras chicas. Y era cierto que se moría de ganas por estar con alguien, lo necesitaba. Pero había prometido esperarla, aunque ella no se lo hubiese pedido directamente, él se lo había prometido, a ella y a sí mismo. Se sentía atado a ella, incluso cuando miraba la parte trasera de Serena, por decirlo de alguna manera, no era lo mismo que mirar la de Beckett. No, ella era diferente. Diferente al resto del mundo. Y él no podía simplemente…dejarla ir por un tiempo, salir con otras mujeres y aparecer cuando ella estuviera lista. Y aunque no le parecía tan injusto, porque él había estado ahí cuando ella estaba con Josh, no podía hacerlo.

Pero después habían hablado y ella le dijo que todo estaría bien si era lo que él quería. Y él quería, un momento, ¿él quería? Todo cambió al ver su cara, la cara con que ella le miraba y creyó que tal vez, sólo tal vez, le estaba haciendo daño. Así que aquella escena del hotel, aunque a él le ponía Serena y todas esas cosas y aunque la había besado en el pasillo y le había gustado el beso, había sido sólo por Beckett.

Y era consciente de que eso sonaba mal: besar a otra mujer delante de la mujer que quieres y decir que lo haces por ella, y porque la quieres.

Pero lo había hecho porque siempre hacía cualquier cosa que Beckett le pidiese. Cualquier cosa.

Cuando les entregó el café a las dos, Beckett se marchó y Serena le dijo que le hubiese invitado al hotel, él pensó: “¿Y por qué no? Podría ir”, pero también pensó: “Me quedo esperando”. Pero daba igual lo que él pensase porque Serena ya había decidido, ella no robaba cosas que ya eran de otros.
¿A qué había venido eso?

Más o menos esa era la pregunta que rondó por su cabeza durante toda la cena, y después de intentar encontrarle una respuesta comprendió que si alguien podía tener una solución para aquella cuestión era Beckett.

-Kate- su nombre de pila, corto, claro, sencillo.

Él se detuvo y ella tuvo que hacer lo mismo sorprendida ante la seriedad que parecía que iba a tener la conversación que él iba a empezar.

-¿Mmm?-murmuró intentando mirarle a los ojos sin delatarse.
-¿Por qué Serena no salió conmigo?-intentó decirlo lo más despacio posible como si así pudiese hacer menos daño.
-¿Perdón?-aquello la había cogido totalmente por sorpresa.
-Serena...-iba a repetir la pregunta de otra manera cuando ella le interrumpió.
-Castle, no sé por qué no salió contigo, yo pensé que… saldríais. Tú dijiste que no quisiste…-se detuvo al darse cuenta de que no había sido él el que no había querido salir con Serena, sino que Serena no había querido salir con él-salir con ella-susurró.

La razón le ganó a la esperanzada voz, él ya había decidido. Había decidido dejar de esperar. Y ella tuvo que hacer un gran esfuerzo para seguir de pie plantada frente a él.

-Ella me dijo que no robaba cosas que ya les pertenecía a otros. ¿Sabes a qué se refería?-y fue como si el formular la pregunta en alto le hubiese dado la respuesta. Serena no había salido con él por Kate. Porque creyó que él ya le pertenecía a ella.

Él vio su cara intentando recomponerse y supo que ella estaba en su límite. Así que ya que habían llegado a ese punto, ¿por qué no empujarla un poco más?

-Lo siento, Castle-decidió contarle la verdad, porque él se lo merecía, se merecía algo mejor si ella no era todo lo necesario para que él fuese feliz- Tal vez yo… Me comporté un poco mal con ella y le dije que tú no la habías juzgado tan mal como yo, que tú…creíste en ella, incluso en el hotel.
-¿Le dijiste eso?-preguntó sorprendido.
Beckett tuvo que mirar durante unos instantes hacia otro lado para evitar ponerse a llorar allí mismo.
-Sí. Lo siento, te puse de mi parte sabiendo que estabas de su parte y no era justo que ella lo creyese. Además, creí que con eso sería más fácil que saliese contigo-se detuvo un instante-, de nuevo.
-Lo del hotel fue mentira, Kate.

Ella agitó la cabeza en señal de su poca credibilidad.

-En serio, lo hice porque tú me lo pediste.

Ella levantó las cejas.

-Vale,-habló más para él que para ella- no lo estoy arreglando. Mira, el beso no fue nada. Fue…sólo un beso.
-Un beso que negarás que te gustó.
-Un poco-intentó sonreír, pero nada pudo evitar la cara de funeral que Kate Beckett puso en ese momento.
-Ya-seguía sin creer que sólo le hubiese gustado un poco, por favor, ¡si se la estaba comiendo contra la pared!
-Pero te juro que todo el rato estuve pensando en ti- quiso arreglarlo, pero sólo pudo estropearlo más.
-Castle, y yo te juro que si fueras mi novio en este momento te habría pegado tal bofetón que no sentirías tu cara como la tuya propia en una semana.
-¿No lo he arreglado verdad?-puso mala cara intentando ser gracioso.
-No. Es lo más asqueroso que le puedes decir a una chica, aunque este no sea ese caso.
-No pretendía que sonase como lo hizo-intentó disculparse, ¿de verdad lo había dicho así y en alto?
-¿Sabes? No me importa. No me importa nada de lo que sentiste o lo que no. No sé por qué Serena te dijo eso y no quiero saberlo. Por mi parte eres libre, Castle. Puedes hacer lo que quieras, no me tienes que dar explicaciones…
-Beckett-intentó interrumpirla.
-Sólo quería decirte lo que pasó entre las dos y que lo siento si tal vez por mi culpa no haya salido contigo.

Ella se dio media vuelta. Quería irse ya. No podía seguir hablando con él ni un minuto más. Pero no fue lo suficientemente rápida porque él la sujetó por el brazo haciendo que le mirara a los ojos.

-Kate, el beso me gustó pero no significó nada. Fue un buen beso, nada más.
-¿Nada más? Dices que te gustó, pero no significo nada. Castle, te gustó, ¿qué más tendría que significar?
-Pues no sé, algo más pero…fue sólo eso, un beso no premeditado que me gustó.
-Sí, Castle, todos sabemos que esos besos son los que más te gustan.

Quiso irse de nuevo, o si no de su boca saldrían cosas que no quería que saliesen. Y cómo no, él la agarró de nuevo, esta vez con más fuerza.

-¿Te estás refiriendo al nuestro?
-No lo sé, ¿a cuántas más has besado sin ser premeditadamente? ¿Los besos pueden ser premeditados?
-Sí, pueden ser premeditados y no premeditados. Y también pueden ser tapaderas en raras ocasiones.-su cara transmitía el enfado que empezaba a sentir, ¿quién se creía ella que era él? ¿El de los besos por un dólar de la feria?
-Ah bueno, perdona- su voz se hizo más grave-,se me olvidaba que el nuestro fue una tapadera y el de ella uno no premeditado, que te gustó pero no significó nada y en el que pensaste todo el tiempo en mí. ¿Me equivoco?
-Mira, Beckett-nombró su apellido con énfasis, para que doliese- para que lo sepas el nuestro fue un beso premeditado.
-¿Ah sí? ¿Y cómo puede ser eso?
-Pues porque te dije que sólo teníamos que hacernos los borrachos, pero me callé que un beso sería lo mejor. Así que te besé cuando vi que lo que hacíamos no era suficiente, fue una tapadera, pero fue premeditado. Las dos cosas.

Ella intentó soltarse pero Castle le sujetó tan fuerte el antebrazo que estaba segura que dejaría marca. No tuvo más remedio que mirarle de nuevo a la cara y seguir con aquella conversación, aunque doliese, tal vez así podían dejarse ir mutuamente.

-¿Y te gustó? No, no, esa no es la pregunta-miró la cara sorprendida de él y también vio dolor-¿Significó algo?

Él no se creyó que ella le estuviese preguntando eso, y supo que aquello no debía ser una conversación seria, porque ella no estaba preparada. Aquello sólo salió de su boca pretendiendo hacer daño y él sabía que también podía hacérselo a ella si empezaba a reclamar sentimientos, pero no iba a empujarla a tanto.

La mirada de desafío que ella mantenía esperando una respuesta se vino abajo cuando él le contestó.

-Me gustó muchísimo, creo que ya lo sabes. Y creo que también sabes que significó muchas cosas, eras mi mejor amiga.
-¿Era?
-Lo eres.-ella volvió a sacudir su brazo, empezaba a dolerle y él por fin pareció darse cuenta cuando la soltó-Lo siento.
-Si fue premeditado entonces sabías que te iba a responder…-¿él dio por hecho que teniendo novio le correspondería a un beso? ¿Dio por hecho que ella le besaría? Eso le dolió, pensar que él sabía que la tenía ganada.
-No, Kate, yo…pensé que me darías un bofetón. Es más, siempre supe que para ti no significó nada, aunque mantengo la esperanza de que te gustase. ¿Entiendes ahora la diferencia? Un beso te puede gustar, pero no significar nada, tú estabas con Josh.-hizo una pausa al ver que el dolor que reflejaba la cara de ella se desvanecía poco a poco y se armó de valor- ¿Te gustó?

Ella cerró los ojos un instante y al abrirlos vio la inseguridad en los de él y comprendió que lo había juzgado mal, como parecía que hacía últimamente.

-Sí.

Él se sorprendió, mantener la esperanza no era lo mismo que estar seguro.

-¿En serio?

Ella se permitió sonreír.

-Sí, Castle. Y también significó muchas cosas. He besado a muchos amigos, pero reconozco que besarte fue… no sé, raro.
-¿Raro?
-Bueno, tú y yo siempre estamos bromeando, a veces con bromas de tipo sexual y… se me hizo raro que nos besáramos- él la miró un poco extrañado- Ya sabes, tener tu lengua en mi boca…Creo que yo también soy especialista en hacer que las cosas suenen mal-sonrió- .Lo siento.

Él la miró intensamente.

-¿Cuánto decías que te gustó mi lengua en tu boca?-sonrió.

Aunque su sonrisa no duró mucho porque un golpe en el pecho se la quitó.

-Eres idiota-volvió a cerrar los ojos y se permitió abrirlos y regalarle una sonrisa.
-Sigues sin contestarme.
-¿Qué quieres saber?
-Si lo hice bien con la lengua o no.
-¡Castle!
-¿Qué? Me gustaría saberlo.- ella se dispuso a darse la vuelta definitivamente pero nuevamente él la agarró, suavemente acarició su antebrazo y entrelazó sus dedos con los de ella- Personalmente, la tuya debería estar asegurada. Ya sabes, como las manos de un portero de fútbol, porque si algún día le pasase algo…
-Eres un cerdo-rió ella.
-Prométeme que no me matarás-casi susurró.
-¿Por qué iba a…

No terminó la pregunta porque él la empujó contra la sucia pared de piedra de un edificio, y cuando quiso darse cuenta de lo que estaba pasando sintió sus labios sobre los de ella.

Richard Castle estaba besando a Kate Beckett.

Al principio él sólo frotó sus labios contra los de ella, porque con lo que había conseguido cabrearla esa última semana no estaba seguro de si le correspondería o le daría la bofetada prometida. Pero entonces ella subió su mano libre por el pecho de él, llegó a su cuello, acarició su pelo y se aferró a su nuca tirando de él hacia ella.

Él se separó lo suficiente para mirarla a los ojos y preguntarle:

-Quieres mi lengua ya o…

Beckett le sonrió volviendo a tirar de él para poder juntar sus labios.

-Cállate.

Fue lo último que ella le dijo antes de que su propia lengua atacase la boca de él. El beso se intensificó y ella rompió el contacto de sus manos para que su otra mano reforzase el anclaje en su nuca. Y él aprovechó su mano libre, pues la otra se encontraba entre el pelo de ella, para sujetar su cadera y acercarla a él mientras que la apoyaba completamente en la pared y a él en ella.
Se separaron para respirar varias veces, pero lo justo porque en cada respiro que se daban sus labios seguían rozándose.

Y ocurrió otra vez, otra vez y otra vez.

Siguieron besándose, enseñándole al otro los trucos que sabían hacer con sus lenguas. De vez en cuando se reían porque tal vez les había gustado el truco o porque simplemente les hacía gracia lo que se estaban intentando demostrar: quién era mejor con la lengua, aunque sonase mal decirlo.
De repente Beckett dejó de luchar contra la lengua de él, convirtiendo aquel beso apasionado y rápido en uno dulce y lento. Tan lento que a ambos les dolió. Castle exhaló con dificultad, casi dejándole los dedos clavados en su cadera mientras se frotaba contra ella. Y Beckett no pudo reprimir un pequeño gemido.

Se separaron una última vez, para juntarse casi de inmediato. Esta vez ella le mordió sin mucha fuerza el labio inferior y él le devolvió el gesto, mordiendo el suyo.

Habían pasado de lenguas a mordiscos, y cada vez decirlo sonaba peor.

Cuando volvieron a separarse y él intentó besarla de nuevo ella le detuvo, mirándole a los ojos y apartándose lo mínimo. Ella desplazó una de sus manos hasta su hombro izquierdo. Con su mano derecha agarró su barbilla para atraerle hacia sus labios y darle un beso casto, rápido y corto. Él apoyó su frente en la de ella y la miró a los ojos, pero sin poder sostenerle la mirada tan cerca ella los cerró.

-Kate, sé a lo que se refería Serena.

Ella los abrió y la mano que acariciaba su hombro subió de nuevo hasta su cuello, enterrándose en el pelo corto de su nuca.

-¿A qué?
-Ella no me podía robar porque ya soy tuyo.

La miró a los ojos e intentó besarla de nuevo, pero cuando sus labios ya estaban tocándose y ella iba a corresponderle al beso, giró la cara. La seriedad del asunto la golpeó de pronto. Castle iba a esperar por ella, estaba esperando por ella, ¡le estaba diciendo que él era de ella! Y ella no estaba preparada, todavía no, era demasiado pronto…

Volvieron a mirarse a los ojos, los de él interrogando a los de ella. Y Castle volvió a intentar besarla.

Y falló de nuevo, ella se volvió a apartar.

-Castle,-susurró muy cerca de su boca- todavía no estoy prepara…

No pudo terminar porque él había logrado su objetivo. La estaba besando de nuevo. Lentamente, tal y como sabía que a ambos les gustaba. Cinco minutos después cuando necesitaban una buena bocanada de aire y no cogerlo cada treinta segundos, se separaron por completo.

Él la dejó respirar y ella se mantuvo con los ojos cerrados.

La besó, como ella había hecho antes, un beso rápido y corto. Otro. Y otro. Y otro más. Después la volvió a mirar, seguía con los ojos cerrados. Así que besó la comisura de sus labios, su mejilla y después acercó su boca hacia su oído, respiró en él y le susurró:

-Lo sé y quiero que sepas que esperaré lo que haga falta.

Ella abrió los ojos, lo miró intensamente y luego lo abrazó.

Quería saltar, bailar, cantar, correr, nadar, reír, llorar. ¡Castle iba a esperarla! Le abrazó con fuerza, tanto que entre sus cuerpos podría decirse que no pasaba el aire, aunque no tuvo que hacer mucho esfuerzo para ello, lo único que hizo fue rodear su cuello con las dos manos, la poca distancia ya venía de antes.

Se separaron tiempo después. Se sintieron un poco extraños, anduvieron los pocos metros que quedaban hasta el coche y cuando ella iba a abrir la puerta del conductor él la volvió a detener.

-Espera,-agarró su mano- en cuanto subamos al coche te prometo que no volveré a comentar lo que acaba de pasar hasta que tú quieras. Cuando estés lista sólo tienes que decírmelo- ella sonrió asintiendo-.No nos sentiremos extraños ni nada de eso en el trabajo ni en ninguna situación, seguiremos siendo como antes, ¿no? No me odiarás por haberte besado en medio de la calle o…
-Castle, está bien. Todo seguirá igual que siempre, te lo prometo. Nada cambiará entre nosotros.

Él la miró entrecerrando los ojos.

-¿Qué?-preguntó confundida.
-Espero que con el tiempo sí.

Ella volvió a sonreír abriendo la puerta del coche.

-¡Kate!-gritó alarmado pues había prometido que una vez en el coche todo se olvidaría y a él le quedaba una última cosa que decir.
-¿Y ahora qué?
-Eso fue un beso no premeditado, para que lo sepas.

Sonriendo se subieron al coche.

Veinte minutos después él estaba en el portal de su casa con una sonrisa de oreja a oreja. Saludó al portero efusivamente sin darse cuenta de que este le intentaba advertir de algo. Subió en el ascensor tatareando al lado de una vecina, que sin saber por qué no dejaba de mirarle, ¿tenía monos en la cara o es que la mujer tenía envidia de su felicidad? Se bajó en su piso, y cuando las puertas del ascensor se cerraron con la vecina dentro se sintió libre de murmurar un “envidiosa”. Abrió la puerta de su casa y para su sorpresa su madre se levantó del sofá para recibirle.

-¡Richard! Menos mal, tengo que pedirte un fa…-se detuvo al ver la cara de embobado de su hijo.
-¿Sí, madre? ¿Qué quieres? ¿Dinero? Te lo doy, aunque hoy por poco me quitan un riñón, pero me siento generoso y…- se detuvo al ver la cara victoriosa de su madre.
-Veo que has seguido mi consejo.
-¿A qué te refieres?
-¿Qué tal con Serena? Debe besar muy bien, porque te ha dejado bonito, y nunca mejor dicho.
-No sé de qué me hablas.
-Ay, hijo, pensé que tenías la suficiente experiencia en esas cosas como para saber que las mujeres nos pintamos los labios, y que al besar, la pintura se queda en la boca del otro… Y por lo que parece, a ti Serena te comió la boca pero bien, bien.

Ahora lo entendía todo, de ahí la mirada de la del ascensor. ¿Se podía saber por qué Kate no le había dicho nada?

Alexis apareció en escena detrás de su abuela.

-A no ser que Serena utilice el mismo color, ese pintalabios es de Kate.

Dicho esto, y con sonrisa triunfante, Alexis Castle se dirigió a las escaleras dejando a un Richard Castle y a una Marta Rodgers sin habla.

-¿Alexis tiene razón?-preguntó su madre por fin.

La cara de descomposición de su hijo se lo dijo todo.

-¡Oh Dios mío! ¡Richard!

***

Dos días después viendo como Espósito y Ryan hacían un interrogatorio, Richard Castle pidió explicaciones.

-No sé de qué me hablas, Castle. Deberías dejar de fantasear tanto conmigo, terminarás confundiendo la ficción con la realidad-intentó mantenerse lo más seria posible pero no lo consiguió.

Él entrecerró los ojos.

-Pero si en ese sueño tuyo, que no pasó de verdad,-aclaró- dices que al subir al coche prometimos hacer como si nada hubiese pasado, tal vez yo no pude decírtelo.
-Lo veo lógico, pero si tú hubieses roto esa norma durante un minuto y advertirme de que tenía media cara pintada nos ahorraríamos un par de problemas.

Ella soltó una carcajada.

-¿A qué te refieres?-intentó disimular su sonrisa tapándose la boca con la mano.
-Me refiero a que Alexis sabe perfectamente guardar un secreto, pero, ¿se lo explicas tú a mi madre?

Pues menos al que no lo borraste, porque te ha quedado genial!
Me encanta, de verdad!!

Genial!!!!! Podrían darnos algo así en la serie no? Digo, no tienen necesidad de juntarlos pero podrían ponerle un poco de acción...
Me encantó tu fic

ya sabes .... Me super encantaaaa

Genial!!! El final, muy bueno!!!

jajajaajajaja

me a encantadoooo

Bueniiiisimooo jajajaja me he reido un monton ajjaj lo continuaras? Es que ha quedado de maravilla xD

WOW es buenisimo
siguelo pliss

Qué chulo!! me encanta! enhorabuena.

Me encanta, deberías sequirlo, la historia promete mucho.

¡Genial, Dios me encanta cómo escribes!

Tus oneshot, tus fics... ¡son todos verdaderas maravillas!

¡Me encanta leerte, por favor no tardes mucho con el siguiente!

escribes ESTUPENDAMENTE!! que chulo, me a encantado!!

perfecto me gusta mucho

EXCELENTE, PERO ME GUSTARIA QUE LO CONTINUES SI ES POSIBLE.
gracias por compartirlo!!!

uy yo creo que deberias continuarlo....

Dios!!!
es buensimo!!
xDDD
me ha encantado lo de; Alexis sabe guardar un secreto, pero explicaselo tu a mi Madre xDDDDDDDDDDDD

simplemente me encanta
pero xfa continualo q me tienes asi [b]

Muchas gracias por todos vuestros comentarios

Espero que os haya gustado con mis fallos incluidos (que acabo de ver ahora, pero lo hecho está hecho).

Quería preguntaros si de verdad créeis que yo podría hacer una continuación de esto. Aunque ya sé la respuesta y es...no. Entre que no sé de dónde sacaría el tiempo, que tengo otra historia SIN terminar y que no sabría cómo continuarlo... De verdad, no tengo ni idea de cómo continuar, así que tendrá que quedarse en un oneshot.

Puede, y sólo es un "puede", que escriba cualquier otra historia un día de estos.

Y nada, os deseo un feliz 2012

Sofia escribió:Cuando hace, más o menos, tres horas empecé a escribir esto ese no era el final que tenía planeado. Pero me salió así y me dio una pena tremenda borrarlo. Sé que esto sería imposible que pasase, pero no me importa.

Alba, amore, por favor, dime QUÉ es lo que tenías pensado que podría ser mejor que este GRAN oneshot, porque cada día me acuesto pensando que es imposible que me sorprendas, que te superes, pero en cuanto leo algo nuevo tuyo se me rompen todos los esquemas. Y eso es genial.

En serio. La conversación en la calle, como siempre, espléndidamente clara. El final simplemente magnífico. Y el beso ya... No tengo adjetivos para describirlo.



Por cierto, ¡feliz Navidad para ti también! Aunque lo de Santa ya pilla un poquillo tarde. Jejeje.