SPM !qué mal lo pasamos! by Zeny

Hola! Mirad quién ha vuelto a dejarse caer por aquí con una nueva historia, nuevecita recién salida de mi cabeza, es decir, que no es adaptación!! 100% Castle esta vez, espero que os guste!! y como siempre digo: no he leído todo lo que hay por ahí publicado, así que cualquier parecido con otras cosas será porque las grandes mentes castlenianas piensan igual. Voy a intentar un relato con toque más cómico que los anteriores, aunque la comedia no es lo mío, a ver qué tal sale. Se aceptan todo tipo de comentarios y/o sugrencias.

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Capítulo 1: Furia incontenida
Amanecía un nuevo día en la ciudad de Nueva York. El sol brillaba en el cielo desde muy temprano como presagio de que sería un gran día…o tal vez no. Quizás solo fuera la calma que precede a la tempestad…esto era algo que el bueno de Richard Castle, no tardaría en descubrir.
Llegó a la comisaría pasadas las diez de la mañana, como siempre que no tenían ningún caso, con un vaso del Java Loft en cada mano, como cada día, su café y el de Beckett, hasta ahí, todo normal.
Divisó a su compañera favorita (ciertamente la única que tenía y que había tenido en toda su vida), musa y gran amor (aunque esto fuera aún un secreto) sentada en su silla, con la vista puesta en la pantalla del ordenador, el ceño fruncido y una extraña expresión adornando su preciosa cara.
C: Buenos días inspectora- saludó como siempre en un tono jovial.
B: ¡Hasta que por fin te dignas a llegar!- le gritó echándole una mirada que daba miedo.
C: Es…es mi hora de siempre- trató de explicar titubeante.
B: ¡Si claro! Cuando hay un crimen eres el primero en llegar, para hacerme perder el tiempo con tus teorías ridículas eres el primero en aparecer, pero cuando se trata de papeleos, informes y demás tu hora de llegada son las diez de la mañana….
C: ¿Nos hemos levantado quisquillosos hoy Beckett? –atacó
B: ¿Para qué has venido? Si no hay muertos, ni espías, ni extraterrestres ni nada de lo que te gusta, ¿para chincharme?
C: Te he traído el café- le dijo intentando firmar la paz.
B: ¿Café? ¿Sabes cuántos me he tomado ya? – él negó con la cabeza temeroso- Pues ninguno porque hoy no me apetece pero teniendo en cuenta la hora en un día normal podría ir por le quinto…¡¡porqué cuando vienes tan tarde no puedes traerme otra cosa? Chocolate por ejemplo, estaría bien que tomaras la iniciativa de cambiar de vez en cuando, no sé ¿cuánto es la diferencia entre un café y un chocolate? ¿céntimos? No creo que te vayas a arruinar…- le soltó toda esa arenga sin que Castle pudiera decir ni una palabra y al acabar, se llevó el vaso a los labios- ¡! Está frío! – le gritó levantándose de la silla y marchándose.
Castle miró a todas partes en busca de alguien que le diera una explicación, y probó su propio café para comprobar que la temperatura era la de siempre, y lo era. Ryan levantó la cabeza de los papeles que estaba mirando y le murmuró un: “a mi no me preguntes no tengo ni idea” muy bajito.
Expósito apareció con cara de circunstancia y se encogió de hombros en señal de que él tampoco sabía qué le pasaba a Kate.
E: ¿Puedo quedarme su café?
B: Aléjate de mi café Expósito – le gritó apareciendo de la nada- Vamos Castle, deja de mirarme como un pasmarote y levántate, tenemos un caso.
C: ¿Qué tipo de caso?- preguntó siguiéndola.
B: ¡Un asesinato! A eso nos dedicamos, bueno a eso me dedico yo…tu labor es molestarme- le dijo- ¡¡Date prisa! ¡DIOS!- gritó aclamando al cielo- ¿Porqué en el reparto de compañeros tuviste que dejarme a mí el más lento!?
C: Ey ey ey, ya vale Kate- le respondió por fin, no sabía que le sucedía pero no pensaba dejar que siguiera hablándole así- No sé qué será lo que te pasa, pero sea lo que sea estoy seguro que no es culpa mía- dijo, aunque no estaba del todo seguro- Si no quieres que te acompañe hoy, solo dímelo y me marcho a mi casa…
B: Lo siento- musitó mientras se acercaba al coche- ¿Quieres conducir tú? estoy un poco mareada.
C: ¿Te sientes mal?- le preguntó olvidando su enfado-Estás pálida.
B: Será una bajada de tensión, el calor y la falta de cafeína- hizo el gesto para llevarse a la boca el vaso con el café que él le había traído antes.
C: Ahora sí que estará frío- comentó antes de que se lo bebiera, ella no pudo evitar sonreírle, era tan mono y ella se había portado como un ogro con él.
B: Siento haberte gritado, tienes razón, no es tu culpa lo que me pasa pero...no lo entenderías aunque te lo explicara.
Hay estaba la frase mágica, la clave que le dio a Castle la respuesta sobre el extraño comportamiento de su compañera. Había vivido con las suficientes mujeres a lo largo de su vida como para entenderlo todo con esa sola frase.
Le dedicó una sonrisa mientras se abrochaba el cinturón de seguridad del lado del chófer.
C: Te compraré un chocolate de camino a la escena del crimen- comentó guiñándole el ojo.


continuará...si os gusta la idea!!

me gusta tu historia continua por favor


gracias por subir

sigueeeee

lo que daria yo ver una Beckett así de hormonal descontrolada en la serie!!

Me gusta la idea y lo que nos mostraste hasta ahora de la historia!!
Parece que nos divertiremos...

Gracias a todas!!

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Capítulo 2: ¡Cómo duele!
Llegaron a un descampado donde ya Lanie y los técnicos hacían su trabajo.
B: Buenos días doctora Parish qué tenemos
L: Un hombre blanco de…!cielo santo nena qué te pasa?
B: Un mal día…ya sabes- dijo y su amiga la entendió a la perfección.
L: Está bien, seré breve- Lanie le dio todos los datos que a priori tenía sobre el crimen y mientras hablaba vio como su amiga se doblaba por la mitad y su cara se descomponía de dolor- ¡Kate!- gritó y oyó gritar a Castle al mismo tiempo que la agarraba.
C: ¿Estás bien?
B: Sí…solo ha sido un pinchazo ya pasó- trató de quitarle hierro al asunto pero su cara tardó unos minutos en recuperar la normalidad y mientras lo hizo pensó en lo bien que le venía el calor de las manos de Castle sobre sus riñones, también doloridos.
C: ¿Un pinchazo? Creo que ha sido peor que eso, has estado a punto de desmayarte Kate, quizás deberías dejar este caso en manos de los chicos e irte a casa a descansar, o al hospital a que te den algo…
K: ¡Ya vale Castle! No hagas una tragedia de esto…solo ha sido un pinchazo, no les des más vueltas- le gritó y Lanie los miró a los dos asombrada.
C: Hoy debe ser el día mundial de “gritemos a Castle”- ironizó, no quería hacerlo, quería ser comprensivo pero Kate se lo estaba poniendo muy difícil.
K: ¡Tú no lo entiendes!- le encaró otra vez.
C: Tampoco es que te hayas molestado en explicármelo, lo único que haces es gritarme.
L: Ey, ya vale, cada uno a su rincón se acabó el asalto- medió intentando poner paz- Kate ven- dijo llevándose a su amiga un poco apartada- No seas dura con él, claro que no lo entiende, ellos no lo entienden, pero cuando pases la fase agresiva…quizás te vendrá bien tenerlo cerca para darte algo de mimos…¿sabías que el sexo ayuda a mejorar los cólicos?- le dijo con picardía.
K: ¡para pensar en eso estoy yo ahora!, pero tienes razón, sé que él no tiene la culpa y todo eso pero es verlo y…!solo tengo ganas de gritarle! A él y a todos los de su género…¿porqué tuvo que tocarnos a nosotras y no a ellos!? ¡MACHISTA!- gritó mirando al cielo.
L: ¿Bromeas? El escritor guaperas quiere llevarte al hospital por un simple dolor de ovarios chica, si tuvieran que pasarlo ellos ¡se extinguiría la especie!
K: Eso es cierto, son unos blandos- sonrió al fin a su amiga.
L: Tengo en el bolso unas pastillas que vienen muy bien para los dolores, ahora te dejo una tableta pero, hazme caso, el sexo es mejor remedio.
K: Olvídalo Lanie, no voy a pedirle a Castle que se acueste conmigo solo para calmarme el dolor…
L: Pues pídeselo por que te gusta y quieres tirártelo.
C: ¿Quién quiere tirarse a quién?- preguntó llegando a su altura.
K: ¿Qué haces? Esto es una conversación privada.
C: Lo siento, pero los del anatómico han llegado y quieren que pregunte a su jefa si ya pueden llevar a la víctima al laboratorio.
L: Tenle paciencia, solo serán unos días- le susurró la forense al pasar a su lado y él le sonrío amablemente.
K: Sigamos con lo nuestro, tenemos que pillar a un asesino…- sin esperar que él le respondiera se echó a andar- ¿Vienes o qué?
C: Encima que no ha parado de gritarme, me voy a quedar sin saber quién quiere tirarse a quién, soy el último mono de este equipo- dijo a…nadie hasta que oyó a Kate gritar de nuevo su nombre en la lejanía- ¡Ya voy!
Pasaron el resto del día igual, Kate gritaba por todo a todos los hombres, aunque empezaba a dolerle la garganta, no había mal que por bien no veniera y consiguió hacer confesar al asesino durante el primer interrogatorio.
Esto era algo que no sucedía nunca, pero dio gracias a Dios,(aunque seguía pensando que era un machista) porque podría irse pronto a casa y meterse en la cama a llorar, que era lo que le apetecía ahora mismo, señal de que se acercaba la segunda fase de su SPM.
Castle, sin duda el que más gritos había recibido, por todo, por el café frío, por el chocolate demasiado caliente, por lento, por tonto, por demasiado listo…en fin. Richard no soportaba verla así, las muecas de dolor en su rostro a cada poco tiempo eran lo peor, estaba acostumbrado a lidiar con su carácter, pero no le gustaba verla sufrir.
C: Beckett, ¿estás bien? – le preguntó cuando se subieron al ascensor- Podemos ir a tomar algo, comer una pizza- propuso, a riesgo de llevarse un grito, porque recordó que cuando Alexis se ponía “hormonal” le daba muchísima hambre.
B: No gracias, no me apetece, tengo náuseas, me tomaré una infusión y me meteré en la cama y…- no pudo acabar la frase ni contener el ataque de llanto que le sobrevino- Perdona…será mejor que me vaya a casa, adiós Castle.
C: ¿Quieres que te acompañe? No pareces estar bien.
B: No, tranquilo…ve a tu casa y descansa ha sido un mal día para todos- y sin más se metió en su coche y se fue.
Castle sacó el móvil y llamó a la única mujer a la que entendía y que podía ayudarle.
A: ¿Sucede algo papá?- la voz de Alexis sonaba preocupada al otro lado.
C: No cielo, solo quería que me aconsejaras sobre una cosa…- dijo algo tímido.
A: ¿Mujeres? Papá, no me parece muy acertado…
C: Sea lo que sea lo que está pasando por tu mente, no se trata de eso, es Kate- durante unos minutos le contó todo lo sucedido y Alexis le dio algunos trucos generales que a ella le funcionaban pero le recordó que cada persona es un mundo.
Se fue a casa, se dio una ducha y se sentó a ver la televisión un rato. Alexis y Martha se habían ido a ver universidades este fin de semana y estaba solo.
Cuando el timbre sonó y abrió la puerta lo menos que esperaba encontrar era a una Kate desecha en lágrimas, nunca imaginó que pondría tan pronto en práctica los consejos de su hija.


continuará

OOHH! me encanta, muy original! Siguelo cuando puedas es fantastico!

A ver si Kate pone en practica lo que le dijo Lanie

GENIAL Y GENIAL

massss continuaaaa

Avisa Zeny. ..y mucho más cuando tenemos a un Kate gritona.... y ahora llorona y lo más importante Rick..para consolarla ...deseando más mucho mas

Sigue pronto! Me gusta!

mas mas capis

MUY BUENOS LOS DOS, CONTINUALO PRONTO

Esta genial para cuando el siguiente capi

¡¡¡¡MÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁS!!!!!!!

otro, otro, plis

La historia esta buena, espero la continuación

Porfa siguelo

Sí! Siguelo:D

Jajiajiaj madre mia Kate como se pone con la revolucion hormonal jajaja

Hoy debe ser el día mundial de “gritemos a Castle” , genial esos toques.

[b]Disculpad el restraso en actualizar, se me escaparon las musas

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Capítulo 3: ¡Qué desgraciada soy!
Nada más ver la puerta abierta Kate se tiró, literalmente a los brazos de Castle, llorando desconsolada.
C: Ey Kate, tranquila, ya está- le decía mientras acariciaba su pelo y su espalda.
K: Soy…soy muy desgraciada Rick- decía entre sollozos- Me duele muchísimo y no puedo parar de llorar, siento molestarte en tu casa a estas horas sobre todo después de cómo te he tratado hoy.
C: No me molestas, tu no me molestas…- el abrazo le estaba matando, tenerla tan cerca lo estaba poniendo nervioso, pero ella lo necesitaba, y tenía que estar ahí, ella era lo más importante ahora- No debería dolerte tanto, a lo mejor tendrías que ir a urgencias.
K: Lanie me ha dado unas pastillas pero no me han hecho nada y me parece exagerado ir a urgencias, ¿te importa si me quedo aquí un rato? Solo hasta que se me pase, estoy un poco mareada, no quiero estar sola.
C: Sin problemas, siéntate- le dijo acompañándola hasta el sofá- Voy a hacerte una infusión de unas hierbas que Alexis usa y le vienen muy bien para el dolor.
Kate se acurrucó como un cachorrito a un lado del sofá y se tapó con la misma manta con la que él estaba tapado un rato antes. Cogió aire aspirando su aroma en aquel trozo de suave tela. Cerró los ojos y casi pudo sentir el calor de los fuertes brazos de Richard abrazándola por la cintura, sus manos descansando sobre su bajo vientre, justo donde le dolía.
La voz de él detrás del sofá la hizo abrir los ojos y volver a la tierra…recordando cuál era la siguiente fase supo que en unas horas tendría que huir.
C: Creo que tengo todo lo que necesitas: aquí tienes la infusión, tengo helado de chocolate, galletas de chocolate, tabletas de chocolate y he hecho chocolate para beber, también tengo una almohadilla eléctrica el calor te calmará los cólicos, y podemos ver Pretty Woman, la tiene mi madre en dvd.
K: ¡Vaya Castle! Cómo sabes que…
C: Hijo de madre soltera, dos esposas, una hija adolescente…¿te dice algo eso?
K: Eres maravilloso – le dijo mirándole intensamente.
C: Veamos la peli.
Cuando aún Julia Roberts no había besado en los labios a Richard Gere, Kate ya estaba dormida, con la cabeza apoyada sobre las rodillas de Castle mientras él le acariciaba el pelo. Se despertó con un nuevo pinchazo de dolor.
K: ¿Qué hora es?- preguntó algo desorientada.
C: Aún es temprano, ni siquiera ha terminado la película.
K: Tengo que irme a casa…
C: De eso nada, esta noche te quedas.
K: No me parece que eso sea buena idea Castle.
C: ¿Porqué no? Somos amigos, lo estás pasando mal y si yo puedo ayudarte a estar mejor, ¿Por qué no hacerlo?
K: ¿Hacer el qué?- preguntó algo alucinada.
C: Que te quedes aquí y ayudarte a pasar mejor estos días malos…
K: Oh Rick…te lo agradezco muchísimo pero…
C: Confía en mí…seré bueno- le dijo poniendo su mejor cara de santo- Mi madre y Alexis no están, hay habitaciones de sobra.
K: Está bien…auch- se quejó de nuevo- ¿Puedes darme otra vez una infusión de esas hierbas mágicas de Alexis?
C: Claro…ahora vuelvo.
Cuando Castle volvió al salón Kate estaba encogida sobre su vientre y muy pálida.
C: Ey, ¿te duele mucho?- preguntó pasándole el vaso con la infusión y sentándose a su lado.
K: Muchísimo…
C: ¿No quieres ir al hospital? – ella solo le sonrío con dulzura, él pensó que esta mañana por esa misma pregunta le habría roto la nariz- No puede ser normal que duela tanto Kate, además hace cuatro años que te conozco y nunca te había visto así.
K: No es nada…en serio, todo está bien, tuve mi…revisión anual hace poco, será que estoy más cansada y más débil de lo normal, tal vez por la gripe que tuve la semana pasada, pero no te preocupes, todavía no he conocido a ninguna mujer que haya muerto por el síndrome.
C: ¿Solo es el síndrome?- ella asintió- ¿Y ya lo estás pasando así de mal?
K: Castle yo…
C: Lo sé, lo sé Kate me estoy metiendo en terreno demasiado íntimo, discúlpame pero es que no soporto verte sufrir.
K: No se trata de eso…¿podrías…
C: ¿Qué?
K: Es una locura y si te niegas, lo entenderé.
C: No me negaré, dime, lo que sea.
K: Mis manos están heladas, debo de tener la tensión algo baja y …el calor me calma los cólicos…
C: ¿Quieres que vuelva a enchufarte la almohadilla?
K: No- dijo mirándole tan intensamente que Castle creyó que se volvería loco- Tu manos están calientes…¿podrías…ponerlas justo aquí?- preguntó indicando justo en su bajo vientre.
Castle no pudo creer que ella le estuviera pidiendo algo así, ¿de verdad quería que la tocara ahí? Debía estar realmente desesperada. Suspiró un par de minutos para poder controlar a sus propias hormonas y colocó las manos justo donde su amiga le había indicado. Sin querer comenzó a darle un pequeño, el roce de sus pieles hacían que el calor de sus manos (y de sus cuerpos) aumentara.
K: Gracias…-dijo en un susurro, la tensión baja estaba haciendo de las suyas y comenzaba a sentirse adormilada.
C: Siempre mi amor- dijo tan bajo que ella no le escuchó.

continuará

aaaaa! increible! sigue!

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