¿Quién dijo que no sería divertido? [Terminado. PREGUNTA DEL AUTOR, pág. 13] Actualizado 29/6

me encantoooooo!! todo el capitulo estuvo genial pero en la ultima parte me mato de la risa!! sigue pronto!!!!

Jajaja yo al menos si me considero tu mayor fan! Jeje
Es que me encanta tu fic y la forma en la que escribes! (lo sé, suena a pelota pero es la verdad) y sabiendo que te animan tanto mis comentarios siempre tendrás uno jeje

Bueno que solo uno no te haya salido bien no está tan mal! Qué estás estudiando?

karlaguilarodgers escribió:me encantoooooo!! todo el capitulo estuvo genial pero en la ultima parte me mato de la risa!! sigue pronto!!!!

Me alegro que te lo pasarás bien Espero conseguirlo con el final (ya está en mi mente jijiji)

LeFleur89 escribió:Jajaja yo al menos si me considero tu mayor fan! Jeje
Es que me encanta tu fic y la forma en la que escribes! (lo sé, suena a pelota pero es la verdad) y sabiendo que te animan tanto mis comentarios siempre tendrás uno jeje

Bueno que solo uno no te haya salido bien no está tan mal! Qué estás estudiando?

Eres la mayor fan, entonces, wiiiiiiiiiiiiiiii. No, en serio, que me alegran un montón tus comentarios. Tengo que confersarte que siempre espero leer el tuyo

Pues estudio medicina, aunque por ahora he dado asignaturas muy comunes a otras carreras de ciencias (quitando 2 o 3) Eso sí, he visto cadáveres aunque en formol es bastante coñazo porque al minuto estás con los ojos llorosos. Puedo decir haber visto un hombre con dos puñaladas en un costado, directas al bazo... Ese momento fue muy friki, un amigo y yo intentando averiguar el tipo de arma blanca, causa de la muerte y demás jajaja. Aiss, es una carrera muuuy bonita, pero también bastante durilla de estudiar (sobre todo cuando llegan los finales jajaja). En fin, acabo con las anécdotas jajaja.
Tú estás estudiando o ya trabajando?

Oooh en serio??? Ains me has emocionado, de verdad!! Pues cuenta siempre con mis comentarios! Jeje

Ostras medicina!! A mi siempre me ha gustado mucho el tema forense y esas cosas! Jeje por eso me metí a enfermería pero la sangre y yo no éramos muy compatibles (y muertos yo también he visto, de hecho en las prácticas se me murió una señora en las manos, la pobre) jaja ósea que queríais ser como Lanie, no? Jeje

Yo ahora estoy estudiando un módulo de educación infantil aunque siempre me quedará la espinita de Criminología forense

La inspiración vino a mi, yuju! Ya va quedando menos para el desenlace, espero que os este gustando  Muchas gracias por leer otras vez

Capítulo 15

La espera era eterna. La agente Shaw se había ido hacía dos horas y no habían recibido ninguna noticia. Ni siquiera Espo, Ryan, Lanie o Gates podían ser contactados...

- Esto es horrible... Peor que esperar un nuevo capítulo de Juego de Tronos -Castle se apoyó de medio lado en el sofá y miro a Beckett.
- Podías intentar escribir algo -sugirió ella que no hacía más que mirar el reloj, con la cabeza apoyada en una mano y la misma posición que su compañero.
- Lo único que escribiría serían estupideces… No dejo de pensar en que todo esta situación es muy rara, ¿una madre y su hija haciendo esto? No es algo que se me ocurriría como escritor…
- Sabes perfectamente que tus teorías no siempre se cumplen. Las pruebas llevan a ellas.
- Ya, pero tanto tú como yo sabemos que esas pruebas se equivocan muchas veces.
- ¿Y qué es lo que tienes en mente?
- A ver… No parecen el tipo de personas que llegarían a matar a alguien por envidia. Es cierto que la hay, solo hay que vernos: guapos, exitosos…
- Castle –le interrumpió Beckett.- La teoría.
- Lo siento –cambió de posición, inclinándose hacia delante con las manos entrelazadas.- ¿Y si hubiera alguien más?
- ¿Alguien más? –estaba intrigada.
- Sí. Quiero decir que no creo que estén actuando solas. Quieren asesinarnos porque no pueden conseguir… -paró.
- ¿Conseguir…?
- Llama a Esposito o a Ryan, o a quien sea.
-Castle, tienen el móvil fuera de servicio.
- ¡Alexis! –gritó Castle, levantándose del sofá. Beckett le imitó pero no sabía a qué venía ese cambio.
- ¿Qué pasa? –Alexis bajó por las escaleras, quedándose a medio camino.
- ¿Dónde está el marido de Fiona?
- No lo sé, están divorciados –Beckett miró a Castle, creyendo entender lo que estaba pensando.
- ¿Piensas que es el exmarido?
- Tendría sentido –se dirigió a Beckett para exponer su teoría. Alexis seguía en medio de las escaleras, sin comprender nada.- A ver, el exmarido podría sentirse dolido aún y al enterarse que ellos nos admiran…
- Crees que si se deshace de nosotros, él podrá volver a tener atención.
- Exacto.
- Suena a telenovela, Castle.
- No, es un crimen pasional, ¿no lo entiendes? Son ellas las que están en peligro. Quiere volver a tener su atención, pero solo para demostrarles que al igual que su mundo se ha desmoronado por su culpa, él va a hacer lo mismo con ellas y a nosotros nos considera en parte culpables… y ¡están en peligro!
- Cálmate, ¿vale? –Beckett se acercó, poniendo ambas manos en sus brazos. El teléfono de Beckett sonó en ese momento. Era Shaw.- Beckett –respondió. Castle la miraba esperando una señal.- ¿Que no están?
- Las tiene él –levantó la mano, queriendo que se callara.
- Vale… de acuerdo –colgó.
- ¿Y ya está? ¿Por qué no les ha dicho nada del marido?
- El portero del edificio ha dicho que las vio salir acompañadas de un hombre hará tres horas. Han hecho un retrato robot y están haciendo que circule por todos lados. Nos van a mandar una foto por si conocemos al hombre.
- ¿De verdad que no son ellas? –Alexis estaba aún transtornada al creer que su amiga podría haber hecho una atrocidad así. Estaba al lado de ellos.
- Eso parece –Castle alargó el brazo y la atrajo a él para abrazarla.- Todo saldrá bien.
Beckett observó la escena entre padre e hija con una pequeña sonrisa, pero el momento se vio interrumpido por el sonido del fax desde el despacho de Castle. Kate se acercó a recoger el documento. Volvió un minuto más tarde, enseñándoselo.
- ¿Lo reconocéis? –Castle negó con la cabeza.
- ¿Alexis? –parecía sorprendida.
- Es Adam…
- ¿El hombre con el que estuvo ayer la abuela? –soltó Castle. Alexis asintió.
- Me enseñó una foto que hizo con el móvil… Es él.
Los tres se miraron, atónitos por la noticia.
- Y está con él.
- ¿Qué? ¿Martha está ahora con él?
- Sí, cuando se fue era porque había quedado con él en el club Yale –Alexis no sabía que pensar.- Tenía que haberle dicho que no fuera… -estaba al borde de las lágrimas por la situación.
- No, no, no, cariño, no pienses que esto es culpa tuya –cogió la cara entre sus manos- Vamos a ir a por la abuela y la vamos a traer, ¿de acuerdo?
- Alexis, cierra todo en cuanto nos vayamos….
- ¿Qué? ¿Estáis locos? El FBI está fuera…
- Pero yo tengo el Ferrari en el garaje, ni se darán cuenta –Beckett estaba con él.
No tardaron en coger la chaqueta y salir de allí a toda prisa. En cuanto subieron al Ferrari, Beckett contactó con Espo y Ryan.
- ¿Estáis solos? –fue lo primero que quiso saber en cuanto le cogieron el teléfono. Castle estaba al volante e hizo rugir el coche al ponerlo en marcha.- Ignorar eso. Quiero encontraros a los dos en 10 minutos…
- Serán 5 –corrigió Castle.
- … en el club Yale. No entréis, esperarnos en la puerta y… ni una sola palabra a Shaw.- colgó. Miró a Castle.
- Tu madre estará bien –puso su mano con la que él tenía en el volante. Sabía que por dentro estaba sufriendo, aunque antes hubiera querido mostrarse sereno para tranquilizar a Alexis.
- ¿Preparada? –fue lo único que dijo, forzando una pequeña sonrisa.
- Siempre.

P.D: Siento no haberme centrado en las descripciones, creo que me ha faltado hacer más incapié en cómo se sienten los personajes... Espero que por los diálogos os podáis hacer una idea

esta muy emocionante el capi!! espero que martha este bien!

continua pronto que esta historia esta genial!!

a mi me sirven los diálogoss! está muyyyy interesante!! pobre martha! espero que no le pase nada! sigue pronto que me tienes en ascuaass!

ME HA GUSTADO

Muy bueno, tu
Continua

Ay mi madre!!! Mi querida abuela está en peligro!!
Menos mal que Super Kate y Super Castle van a rescatarla! jejeje

No creo que haga falta a estas algunas que te diga lo mucho que me encanta el fic y que lo continúes, no? xD

me encanta, como siempre!!!! sigue!

Siguee

Sigue, me gustaaaa

te quedo super, los dialogos para mi también fueron suficientes

Continua pronto!

Hoy toca flash back y voy a correr el riesgo de que no os guste. No tiene nada ver con el hilo de la historia y es totalmente distinto a lo que he escrito hasta ahora, pero como el fic llega ya a su fin (el próximo capítulo será el final) pues he querido probar algo nuevo y dejar un pequeño detallito romántico en este fic. Es algo muy sencillo, no sé lucirme con estas cosas, peeeero, me apetecía escribirlo. Me lo he imaginado en blanco y negro, al estilo For Lovers Only. Es rápido y fácil de leer.

Capítulo 16

[En cualquier momento antes del hilo de la historia del fic pero después de la primera noche de Castle y Beckett juntos]


Ella quería que le leyera un poema. Pero no cualquier poema. Deseaba oír uno de esos tontos poemas románticos. Él al principio se sorprendió por su petición. Jamás imaginó que ella amaría las palabras con rima llenas de sentimientos amorosos. Pero así era y él, no iba a ser menos, leería un poema para ella.
Salió de la cama en busca de un libro en su biblioteca personal. Ella le siguió, enrollando la sabana antes de ir tras él. Se acercó despacio, calculando los pasos que separaban la cama de las estanterías de libros, para no perderse después. Lo encontró revolviendo libros, medio agachado. Ella le mordió el hombro suavemente. Él se volvió, irguiéndose con un libro ya en la mano y una sonrisa. Le robó un beso, como llevaba haciendo hacia semanas, y una risa autentica llena de felicidad. Cogió su mano y la guio hacia uno de los sillones.
Ella se sentó sobre sus piernas. Él con una mano la abrazo. Ella le robó el libro y buscó entre las páginas uno que le gustara. Los ojos de él brillaban al ver la emoción con la que aquella mujer que le hinchaba el corazón de amor, buscaba, mordiéndose el labio, su deseo. Y lo encontró, y se lo dio para que lo leyera.
Él comenzó a leer. Paró y vio que ella le miraba a él. ‘Sigue’, le susurró, mordiéndose ahora el dedo índice de aquella manera tan sensual. Él se aclaró la voz y continuó. De vez en cuando levantaba ligeramente la vista. Ella seguía mirándole. Él sonrió y cambió la voz a más grave. Ella soltó una carcajada, que sonó profunda, proveniente de su corazón.
El poema se acercaba a su final. Ella se acercó más a él, su cara a escasos milímetros de la de su amante. Él llegó al último verso del poema. Pero no lo leyó mirando el papel, sino a ella.

- Es por por lo que mi alma te grita... te quiero.

Y su deseo fue recompensado con un beso lleno del sentimiento que ella aún no estaba preparada para pronunciar. Aún.

¿Demasiado malo, arriesgado...? Ais, el próximo capítulo será como los he escrito siempre. No quiero perder a mis lectores habituales por este capítulo (sí, como podéis ver me ha costado el hecho de publicarlo jejeje)

P.D: Muchas gracias por los comentarios y por leer, por supuesto

dioooooss qué monos son!! me he puesto sensiblera!!
está genial, hazme caso! me encanta que antes de acabarlo hayamos podido disfrutar de una escena así! PRECIOSO!

super tierno!!!

Y por mi no te preocupes que te quedo muy lindo, me gustó bastante

Continua pronto!

hermoso ALWAYS

muy lindo

que hermosooooo! Inlove Inlove
por mi te puedes arriesgar asi cuando quieras, lo haces muy bien!!! Reverence Reverence

Como lo prometido es deuda, aquí traigo EL CAPÍTULO FINAL. Me da mucha pena que ya acabe, pero creo que era hora y alargarlo más me hubiera llevado al error seguramente. Ha sido el primer fan-fiction que hacía y creo que no hace falta que lo diga, pero me lo he pasado genial escribiéndolo y como habréis podido ver, me he animado a escribir uno totalmente distinto a este "DIRECTUM"

Por último, agradeceros a todos los que habéis comentado a lo largo del fic, a todos y cada uno, porque habéis hecho posible que la historia siguiera adelante y además, que tuviera un final. Simplemente, ¡¡GRACIAS!! ¡¡MUCHAS, MUCHAS GRACIAS!! Seguir así animando al resto y escribiendo porque enriqueceis la serie y mucho Sois unos lectores ejemplares

Espero que los disfrutéis.


Capítulo 17

Castle intentaba esquivar todos los coches que se encontraban a su paso como podía. Habían salido sin problemas, ya que el garaje daba a la otra calle que no estaba siendo vigilada por los del FBI. Llegaron a un atasco. Castle comenzó a tocar el claxon, impaciente. Beckett intentaba tranquilizarle.

- Vamos a llegar a tiempo, Rick.
- Saca mi móvil del bolsillo.

Beckett a duras penas, como pudo, lo sacó.

- Intenta llamar a mi madre.

Ella hizo lo que le pidió.

- No hay señal.
- Hijo de puta.

Beckett simplemente lo observó, sabía que en esos momentos era mejor no decir nada. Primero, porque sabría que no conseguiría tranquilizarle más y segundo, él era quien estaba al volante.

Cinco minutos más tarde, ya estaban frente al club Yale. Esposito y Ryan los esperaban en la puerta.

-¿Qué ocurre? –preguntaron al acercarse al coche.
- Vamos a entrar ahí dentro –respondió Beckett saliendo del coche junto con Castle. Algunos transeúntes los miraban curiosos, sobretodo por el Ferrari.
- ¿Por qué? –Ryan quería saber la razón.
- Ahí dentro está mi madre con el asesino –Ryan seguía sin entender.
- Ya lo has oído –Esposito le dio en la espalda.
- Castle, tú no vienes –Beckett se paró frente a él, poniendo la mano en su pecho.
- No puedes hablar en serio, ¿verdad?

Ella se acercó más a él. Miró al suelo, mordiéndose el labio para volver a mirarlo a los ojos que pedían una explicación.

- Sabes que no puedes entrar ahí.
- Kate…
- Rick, por favor, no lo hagas más difícil.
- Pero… -él sabía que no iba a conseguir nada. Conocía esa mirada.
- Cogeremos a ese cabrón y tu madre estará bien.

Se miraron por última vez y entró al local acompañada de los chicos. Castle esperó apoyado en el Ferrari. Fue entonces cuando oyó un grito de mujer, el sonido de dos puertas al cerrarse, el acelerón de un coche, los gritos de Ryan y a Esposito…

- Mierda –vió el coche y a los chicos corriendo. En menos de un segundo estaba sentado en el Ferrari dispuesto a seguir al Camaro negro.

***

Castle creía haber oído algo. Estaba en un viejo edificio situado a las afueras de la ciudad. Había llegado siguiendo al Camaro a lo lejos y al llegar, lo había visto aparcado en frente de unas de las puertas de emergencia del edificio. No tenía ningún arma, así que cogió un tubo de acero que se encontró antes de entrar y seguirle el rastro al asesino que tenía a su madre.
El edificio estaba oscuro. Las ventanas habían sido pintadas de negro por lo que poco ayudaba la luz de fuera. Otra vez volvió a oír algo, parecido a una voz… de hombre. Siguió andando, intentado hacer el menor ruido posible… Algunas cañerías deberían estar rotas, porque sus pasos se veían acompañados por el goteo del agua.

- Dentro de poco vuestros sueños morirán… Como vosotras…

La voz provenía de una de las puertas de aquel lúgubre pasillo del sexto piso. Se acercó un poco más al sonido de la voz y vio una luz bajo una de las puertas. Pero Castle no se dio cuenta de la pequeña piedra del suelo, a la que dio, y el sonido de esta contra el pavimento delató a su asesino de que afuera había alguien más.

- Parece que tenemos compañía.

Castle se pegó a la pared al lado de la puerta, esperando que aquel hijo de puta saliera en cualquier momento y así atinarle un golpe en la cabeza. Y así fue. La puerta se abrió lentamente y vio salir a un hombre de uno ochenta con una pistola en la mano. Castle supo que aquella era su oportunidad y con fuerza le dio en la cabeza, obligando al hombre a caer. Castle jadeó, pero se alegró de la facilidad con la que lo había derribado.
Entró en la habitación y vio a su madre, junto a Fiona y Wendy amordazadas.

- Ya está, ya está… -les quitó a cada una el esparadrapo de la boca. Wendy comenzó a llorar.
- Oh Richard, pensaba que este era mi último día.

Castle acabó de desatarlas y abrazó a su madre.

- Estoy aquí… estoy aquí.
- Oh, mi héroe –gimió su madre abrazándole fuerte.

Fiona y Wendy estaban de pie a su lado, abrazadas.

- Será mejor que nos vayamos de aquí.
- Sí, tengo que llamar a Kate… Vete con ellas, tengo el coche abajo.
- ¿Qué vas a hacer?
- Ya hablaremos después. Espera abajo, supongo que el FBI y el equipo no tardará en llegar. Pero llámalos.

Y se fueron, dejando a Castle solo en aquella habitación. Comenzó a andar despacio, con cuidado, observando todo lo que allí había: planos, fotos de las víctimas…

- Este era tu lugar de trabajo… -musitó para sí. No esperaba contestación.
- Así es –dijo una voz detrás de él.

Castle se dio la vuelta lo suficientemente rápido para no ser golpeado.

- ¿Qué demonios? –no esperaba que estuviera ya consciente.
- Placa de metal en el cráneo, ¿qué sorpresa, verdad?

Castle miró a ambos lados. No tenía nada con lo que defenderse. Nada. Adam sujetaba con una mano el tubo de metal que minutos antes había servido para derribarle y en la otra sostenía el arma.

- No tienes escapatoria –apuntó a Castle a la cabeza.- Arrodíllae, ¡qué te arrodilles joder! Muy bien, muy bien –se acercó más a él y le dio con el tubo en la cabeza.

De la boca de Castle salieron gotas de sangre. Adam utilizó el tubo para que levantara la cabeza y lo mirara.

- No sé qué ve en ti que en mi no sea suficiente, ¡me has destrozado la vida!
- Tú ya la… destrozaste –le costó pronunciar las palabras.- Yo no he hecho nada, las víctimas no hicieron nada…
- ¿Las víctimas? Debería haber matado a tu hija y a Kate.

Castle apretó la mandíbula. La mejilla comenzaba a inflarmarse. tenía un corte en la mejilla.

- Te hubiera matado después –murmuró.

Adam se le acercó rápidamente, arrodillándose a su lado y colocando el cañón de la pistola bajo la barbilla de Castle.

- ¿Qué has dicho?

Castle le escupió. Adam rió.

- Aún me pregunto cómo averiguaste que era yo –se alejó de él, limpiándose la sangre de la cara.- La idea era matar primero a tu madre. Quería que Wendy y Fiona sufrieran por haberme abandonado –volvió a reír falsamente.- Cuando descubrí que os admiraban… Aquella noche, en la fiesta que realizó tu madre… Fiona no podía apartar los ojos de ti, ni Wendy de esa detective. Y entonces os veo a los dos haciendo manitas. Esa felicidad… Era la que yo tenía cuando estaba con Fiona, ¿sabes? Pero entonces se cansó…
- Nos envidiabas –dijo Castle.
- Odiaba ver a Fiona y a Wendy babear por vosotros. Lo odiaba. A ellas no podía matarlas, pero a vosotros… Y todo sería por su culpa, las haría sufrir, haría que lo que admiraban muriera al igual que ellas me habían hecho morir a mi en vida.

Volvió a acercarse a él.

- La policía seguramente ya esté abajo, Adam. Aún puedes recuperar a tu familia…
- ¿Pretendes que recupere a mi familia en la cárcel? No, no –jugó con la pistola.- Te mataré a ti primero y luego pensaré qué será de mi.
Se paró frente a él. Castle le miraba fijamente a los ojos. Adam fue a apretar el gatillo pero se quedó a medio camino.
- Pero antes… ¿cómo lo averiguaste?
- Porque soy más listo que tú –Castle sonrió, mostrando los dientes ensangrentados.
- No por mucho.

Sonó un disparo y Adam cayó al suelo.

- Rick –Beckett corrió a su lado, arrodillándose frente a él.

Observó su cara. Sus ojos se volvieron acuosos. Soltó el arma. No sabía qué hacer con sus manos. Castle la miraba como si fuera un ángel. Había vuelto a sálvarle la vida. Sabía que lo haría. Llevó una mano a la mejilla de Beckett, queriendo tranquilizarla.

- Estoy bien –murmuró.

Beckett puso su mano sobre la de él.

- Pensé que te perdía –él secó una lagrima con su pulgar.- No vuelvas a hacerme esto –su voz sonó temblorosa.- No vuelvas a hacerme esto –volvió a suplicar –besó su mano, deteniéndose por respirar la piel de la palma, caliente, con vida.
- Hey, no llores, ¿vale? –esta vez cogió su cara entre sus manos.- No voy a irme a ningún lado.
- Te quiero, Rick –sollozó- y me arrepiento de no haberlo dicho antes.

Él se pasó la manga de su camisa por la boca, queriendo limpiar la sangre.

- Creo que no lo he oído –y allí estaba otra vez esa sonrisa juguetona, que no había perdido. Beckett sonrió a duras penas, aún con ganas de llorar.
- Te quiero, te quiero… -pronunció lentamente y sus labios se fundieron.

Beckett saboreó la sangre de Castle en su boca. Le daba igual, todo le daba igual. Sus lenguas se movían con frenesí. Se abrazaron, tenían la necesidad de sentir al otro, de demostrar que estaban ahí juntos y vivos.

- Lo siento, tu boca –Beckett se separó, mirando los labios de Castle.

Oyeron un carraspeó y miraron en su dirección.

- No queríamos interrumpir el momento, pero… -Ryan sonrió a modo de disculpa.
- Es hora de ir a casa –dijo Espósito con otra sonrisa llena de felicidad.

***

- Ay –se quejó Castle.
- Solo han sido dos puntos –Lanie bañó una gasa en betadine y volvió a untarlo en el corte de Castle de su mejilla.

Habían salido fuera. El edificio estaba rodeado por coches de policías, con las luces encendidas y parpadeando colores como solían hacer. Los coches del FBI eran menos, pero su presencia se hacía notar. Castle estaba en la parte de atrás de una de las ambulancias, sentado en una camilla y siendo curado por Lanie. Beckett estaba apoyada en la puerta trasera del vehículo, observando la escena.

- Intenta que no quede marca Lanie –pidió Beckett, intentando ocultar la sonrisa que le provocaba ver a Castle comportarse como un niño pequeño.
- Tranquila nena, la cara de tu chico estará perfecta. Si algo sé hacer es maravillas.
- Eso espero, quiero llevármelo a casa en perfectas condiciones –Beckett y Castle intercambiaron una mirada cómplice, llena de amor, deseo y promesas futuras. Sonrieron.
- Oye, que si queréis os dejo la ambulancia en cuanto me vaya…
- Me alegro de verle bien señor Castle –la agente Shaw se acercó a la ambulancia, acompañada de Gates.
- Es bueno también verla a usted.
- Menos mal que siempre lleva el móvil a mano –así habían logrado saber donde se encontraba.
- Y no piense que se han librado ustedes dos de una charla –añadió Gates con los brazos cruzados.
- Yo también me alegro de verla, señor.
- Esta vez, usted le salvó la vida –Shaw miró a Beckett.- Definitivamente hacen un buen equipo. Tiene mucha suerte, señor Castle. Espero que sepa valorarla.
- Sí, sí que la tengo –otra vez volvieron a mirarse.

Sus vidas volverían a estar tranquilas. O al menos era lo que esperaban.

EPÍLOGO

[Dos meses más tarde. Casa de Lanie]

- ¡Pero bueno! ¡Mirar quiénes han llegado! –gritó Lanie al abrir la puerta.
- ¡Felicidades Lanie! –Beckett abrazó a su amiga por su cumpleaños. Después hizo lo mismo Castle.
- Pensamos que no vendríais, ¿dónde demonios habéis estado estos dos meses? –Esposito y Ryan no habían tardado en llegar hacia la puerta. Abrazaron a sus amigos con entusiasmo.
- Veo que la cicatriz ni se nota.
- Eso es porque estuve en las mejores manos –Castle cogió la mano de Lanie y la besó.

Después de la terrible situación y la encerrona en casa que habían tenido que sufrir Castle y Beckett, habían decidido desaparecer esos dos meses, pero nadie sabía a dónde ni qué habían hecho.
Tal y como habían previsto hacía días, la fiesta de cumpleaños de Lanie había llegado. La habían sorprendido Ryan y Esposito y otros amigos del trabajo junto con otros amigos de toda la vida en su apartamento, cada uno de ellos con algo para montar una fiesta intima, privada y llena de diversión en aquel apartamento, justo como había deseado Lanie, ¡toda una sorpresa!
Comenzaron a hablar de todo lo que había hecho el equipo en ese tiempo y las cosas no habían ido nada mal. Parecía que los asesinos se habían tomado un pequeño descanso en ese lapso de tiempo. Todo eran risas y bromas. Castle estaba en su salsa.
En un momento de la fiesta, Lanie cogió a Beckett por banda en busca de una explicación. La llevó hasta la cocina.

- ¿Y bien? –se cruzó de brazos.
- No pienso contarte nada –Lanie se quejó con una niña pequeña con una rabieta encima.- No. Solo espera a abrir el regalo.
- Ya puede ser bueno –la amenazó y volvieron al salón donde estaban todos.

La música había parado y sólo había una luz que iluminaba la estancia.

- ¿Qué demonios?
- Ssssh –dijo la gente, haciendo que Lanie se sentara en un sillón situado en el medio.

Beckett llegó hasta donde estaba Castle sentado. Él le hizo un hueco, pero ella prefirió sentarse encima. Él la abrazó por la cintura y besó su hombro. Estaban atentos a lo que vendría a continuación.

- Damas y caballeros –anunció una voz grave. Un tronar de tambores comenzó a sonar.- Con todos ustedes… ¡Looooos policiiiiiiiiaaaaaaaaaaaaaas de Nueva Yooooooooooooork!

Esposito y Ryan, ataviados en un uniforme negro del cuerpo, salieron a escena, siendo iluminados por un foco improvisado en el último momento. Lanie pegó un grito de emoción.

- ¡No me lo creo!

Los policías comenzaron a moverse sensualmente, y sus movimientos fueron acompañados por sus voces, interpretando el famoso You can leave your hat on de Joe Cocker, con la melodía de fondo. Lanie no cabía en sí y comenzó a bailar emocionada en su silla. El resto comenzó a dar palmas, animando a los policías a seguir.

- Todos estos años esperando ver algo como esto –comentó Beckett entre palmas.
- Hey –Castle se sintió ofendido. Beckett se rió y movió el culo sobre el regazo de Castle. Le lanzó una sexy sonrisa.- No… hagas… eso –soltó en un jadeo.

Espósito y Ryan no tardaron en perder la camisa, llevándose varios silbidos y gritos por parte del público. A la camisa le acompañó el gorro de policía y finalmente los pantalones, con lo que consiguieron la mayoría de gritos de la noche: Ryan y Esposito vestían tan solo un tanga. Movieron los pantalones en el aire. Espo se los lanzó a Lanie, junto con un guiño. Ryan los lanzó al aire y cayeron en la cabeza de Castle.

- Creo que voy a empezar a pensar mal –murmuró quitándose aquello de encima.

Y la pareja de policías continuó moviéndose. Se acercaron a Lanie y ella no dudó en tocar sus cuerpos, aún más emocionada. Castle no había dejado de grabar todo con su iPhone.
La actuación llegó a su fin. Los aplausos se hicieron eco de aquello.

- ¡El mejor regalo! ¡El mejor! –Lanie se levantó de su asiento y los abrazó.

Cuando el ambiente se hubo calmado, Castle los interrumpió hablando por el micrófono. Un fuerte pitido resonó en el salón.

- Lo siento –tocó varias veces hasta que el sonido fue limpio.- Beckett y yo queríamos deciros algo.

Todos se volvieron para mirarles. Nadie parecía entender qué sería lo que tenían que contar aquellos dos. Lanie, Esposito y Ryan estaban en primera fila, dispuestos a oír sus palabras.

- Como ya sabéis. Kate y yo hemos estado desaparecidos dos meses. Espero que disculpéis nuestra ausencia sin motivo. Aunque creerme, tiene uno… o varios –Beckett le quitó el micrófono antes de que hablara más de la cuenta.
- Vamos a dejar el país un año.
- ¿Qué? ¿Por qué? –el grupo no entendía nada.
- Os lo diremos a la vuelta. Pero Castle y yo necesitamos tomarnos un hiatus –Castle cogió la mano de Beckett que sostenía el micro.
- Necesitamos un descanso –explicó con otras palabras. Beckett frunció el ceño, Castle siempre tenía que ser puntilloso con todo.
- Esperamos que nos lo perdonéis, de verdad… Intentaremos mantenernos en contacto.
- Y quiero una fiesta de bienvenida cuando volvamos –concluyó Castle.- Steven, te he oído –señaló al joven policía al fondo de la sala.
- ¿Por qué os vais? –volvió a preguntar Lanie cuando se acercaron a ellos.
- Ya sabes que estos años han sido bastante agotadores. Necesito un descanso. Todo está bien de verdad.
- ¿No os estarán molestando, verdad? Podemos solucionarlo –Ryan dio un paso adelante. Espósito le siguió.

Beckett y Castle los miraron de arriba abajo. Aún llevaban el tanga puesto. Prefirieron no decir nada.

- Tenemos que irnos.
- ¿Ya?
- Sí, nuestro avión sale dentro de tres horas. Y no, no hace falta que nos acompañéis –dijo Beckett antes de que dijeran nada.
- Ten –Castle le tendió a Lanie su regalo, una caja rectangular con un gran lazo.- No lo abras hasta que nos vayamos.

Y volvieron a despedirse, esta vez de una forma más intensa a como lo habían hecho hacía dos meses.

- No os metáis en problemas –Lanie estaba al borde de las lágrimas.
- Cuídala hermano –Espo abrazó a Castle.
- Echaré de menos tus teorías –era el turno de Ryan.
- Oye… lo de los pantalones…
- Nah… olvídalo.
- Sí, eso pensé yo –sonrieron y se abrazaron.

Una vez terminadas las despedidas con su equipo, y un adiós general al resto, dejaron el apartamento para poner rumbo a otro lugar que solo ellos conocían.

- Ábrelo, ¿no? –sugirió Espo a una Lanie aun secándose las lágrimas.
- Canalla, me ha regalado su último libro –dijo al ver la portada de la continuación de la saga de Nikki Heat.
- Anda, que seguro que te ha puesto una dedicatoria –Ryan lo cogió, cayendo una foto al suelo. Solo Espo se dio cuenta.
- No puede ser… -mumuró Lanie al leer la dedicatoria del libro escrita a imprenta y las palabras escritas por Castle con la firma de ambos.
- Creo que sí –dijo Espo enseñándoles la fotografía.

A mi extraordinaria mujer, KR,
por salvarme la vida y demostrarme su amor día a día.
Richard Castle

La foto los mostraba a ambos, sonrientes. Él vestido de Elvis y ella de Marilyn. Al puro estilo Las Vegas. Y las palabras de ambos, dedicadas no solo a Lanie, sino al resto, eran las siguientes:

Al igual que las historias de amor de los libros y las películas, la nuestra también tiene un final feliz y estaremos encantados de contaros todo a la vuelta. Pero no estaremos solos. Os queremos.

Richard Castle y Katherine Rodgers (Beckett)

FIN

HERMOSO FINAL!

Me he quedado completamente sin palabras O:
INCREIBLE!!

Que belloooooooooo!!
me encantoo esta historia, sobretodo el final tan lindo como terminaron casados y con un bebe caskett en camino segun entendi...

No tengo palabras, solo espero que sigas escribiendo de todo corazon!!

sigueloooo....haz otro CAPI ...O CONTINUA EL FIC PORFAAAA AVER KE PASAAA