Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
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Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Como muchas de vosotr@s me habéis pedido y que en el fondo, yo también, aquí traigo lo que sería la continuación de ¿Quién dijo que no sería divertido?.
Antes de que lo leáis, voy a aclarar algunas cosas del prólogo y de los siguientes capítulos que publique:
* Modificado: por ahora será presente-presente... O como se me ocurra, así no os hago esperar tanto entre capítulo y capítulo.
Y como siempre, espero que os guste y que os entretengáis leyéndolo. Ahora mismo no me da tiempo a poner el nombre de todos aquellos que sois fieles leyéndome y comentándome, pero GRACIAS POR TODO Este fic va por vosotr@s, y gracias especiales a mi queridisima editora, Gema, que como siempre sus sugerencias son GENIALES!
Resumen Castle y Beckett se han cansado y esperan su primer hijo. ¿Cómo afrontarán su nueva vida juntos? ¿Tendrán los típicos problemas de un matrimonio? ¿Podrán compaginar ser padres con lo que hasta ahora había sido su vida? Esto y mucho, mucho más. (Lo cual intentaré contar al estilo de la serie).
Personajes Kate Beckett, Richard Castle, Javier Espisosito, Kevin Ryan, Lanie Parish, Victoria Gates, Jenny Ryan, Alexis Rodgers, Martha Rodgers, y otros muchos más.
Cartel
Prólogo
- Castle, ¿a dónde me llevas?
Kate iba de la mano de Castle. Llevaba una sonrisa en el rostro, curiosa por saber a dónde la guiaba. Hacía casi dos meses desde que resolvieron el caso que los había mantenido encerrados en casa. Dada la situación, Gates había permitido que se tomaran un tiempo antes de volver a la 12th. Alexis, por su cuenta, había vuelto a la universidad. Martha había ido a los Hamptons con unas amigas. Necesitaba alejarse de la ciudad después de que su último ligue hubiera querido asesinarla. Ellos, Castle y Beckett, habían tomado la decisión de salir de la ciudad también, y del país.
¿A dónde habían ido entonces? A Canadá. Castle la había sorprendido alquilando una pequeña casa en las montañas. Pasaban los días como si se tratara de una luna de miel. Alejados de la civilización, con provisiones suficientes para sobrevivir sin problemas… Todo era comodidad. Cuando Beckett había descubierto lo que le costaba aquello a Castle, tuvieron una pequeña discusión. Ella no quería sentirse la novia de un tipo rico. Quería aportar algo de sus ahorros pero él se lo impidió. A regañadientes ella había aceptado.
Ahora caminaban por un pequeño camino que iba a uno de los bosques que rodeaban la cabaña. El paisaje era blanco y verde. La oscuridad comenzaba a sustituir a la luz del Sol, que ya desaparecía por el horizonte.
- Cuidado con la rama –Castle la apartó mientras seguían caminando.
- Estás empezando a asustarme.
- Jamás pensé que oiría esas palabras de ti, detective –Beckett le dio en el brazo.
Pararon en un claro del bosque.
- Ya hemos llegado –susurró Castle colocándose detrás de ella y poniendo sus manos en sus hombros.
- No veo nada –Kate miraba a todos lados.
- Espera, impaciente.
Pasaron cinco minutos y pequeños puntos luminosos comenzaron a rodearles. Moviéndose en todas direcciones, cada vez iban siendo más numerosos.
- ¿Qué…? –la pregunta se ahogó en su boca, abierta por la maravillosa vista.
- Hadas.
Beckett giró la cabeza a un lado para mirarle. Él aún seguía detrás de ella. Sus ojos bajaron a los suyos.
- ¿Hadas? –Kate sonreía pero no entendía qué era lo que quería decirle con aquello.
- Una vez te dije que si no creías en la magia, no te podría suceder nada mágico.
- Lo recuerdo –ambos no se habían dado cuenta que habían bajado la voz y hablaban susurrando.
El momento no podía ser más íntimo. Ambos en el bosque, rodeados de luciérnagas que danzaban su luz en la oscuridad.
- Y tú me dijiste que todos necesitamos creer en las hadas. Así que –acercó su boca a su oreja- imagina que son hadas que vienen a traerte un mensaje.
Beckett lo miró interrogante. ¿A qué venía todo eso? Hadas, mensaje… Volvió la vista al frente y juntó sus manos.
- ¿Y tengo que esperar a que suceda algo mágico?
- ¿Te gustaría?
- Sí, Castle, me gustaría. Además, estoy empezando a tener frío –rio. Él siempre conseguía la manera de sorprenderla.
- Ayer pacté algo con ellas –se separó y se colocó en frente suya.- Y estuvieron de acuerdo –ella fue a abrir la boca.- No, no hables. Solo escúchame.
Lo que no esperaba Beckett era que tras esas palabras, un círculo de luces en el suelo los rodeara. De acuerdo, aquello era demasiado. Castle estaba delante de ella, mirándola con una sonrisa de medio lado y a la vez notó en él cierto nerviosismo. No pudo evitar sentir mariposas en su estómago. Las había sentido antes, sí, pero ¿ahora? Y comenzaba a ponerse nerviosa también. Todo era muy romántico…
- Se me hace imposible explicar con palabras lo que siento por ti. Mi madre me dijo que para ser escritor, no sabía cómo poner en palabras mis sentimientos. Y es verdad –soltó un suspiro, intentando liberar la tensión.- He estado contigo más de cuatro años. Me maravillé al conocerte, pero más maravilloso fue enamorarme de ti. Fue algo mágico –eso sacó una sonrisa de Kate.- A tu lado he vivido de todo, incluso te he tenido en mis brazos creyendo que te perdía para siempre… -a Castle le costó pronunciar esas palabras. Beckett se llevó la mano al pecho, donde la habían disparado.- En ese momento me di cuenta que había esperado demasiado para decir que te amaba. Tú eres… -soltó una risa nerviosa.- eres… una de las dos mujeres más importantes de mi vida. Sin ti una parte de mi estaría muerta. Vaya a donde vaya, todos los caminos me conducen a ti y ya no me imagino una vida que no sea a a tu lado. Quiero seguir volviéndote loca -Kate sonrió tontamente. Él se puso serio.- Siempre he hecho lo correcto pero esta vez voy a hacer lo que deseo –se acercó más a ella.- Kate… Te quiero y no quiero perder el tiempo para decirte esto…
Castle puso una rodilla en el suelo. Beckett se llevó una mano a la boca. Los ojos de ambos estaban iluminados, acuosos y emocionados.
- Katherine Beckett… -Rick, en ese momento, hizo que cogía una de las luciérnagas y en un rápido gesto le mostró una cajita negra con una pequeña luz en la tapa. La abrió, revelando en su interior un fino anillo de oro blanco con un pequeño diamante- ¿quieres casarte conmigo?
Beckett se mordió los labios. Iba a llorar. Se arrodilló a su lado.
- Sí –cogió su cara entre sus manos y acercó sus labios a los suyos. Castle la envolvió en sus brazos.
Se besaron lentamente. Cuando el beso acabó, apoyaron sus frentes. Ambos tenían una gran sonrisa en su rostro.
- Te quiero –Rick llevó una mano a su mejilla, quitándole una lágrima de felicidad.
- Es precioso, Rick… -él le puso el anillo en el dedo.- Perfecto –lo miró a los ojos. Siempre había sido tímida con sus sentimientos.- Te quiero.
Se volvieron a besar. Suspiraron de felicidad.
- Yo también tengo algo que decirte… -murmuró ella más tarde sobre sus labios.
Le tendió la mano para que se levantara. Una vez de pie, Kate volvió a mirar el anillo. No había esperado para nada aquello. Aún no se lo creía. Su corazón latía fuertemente, gritando de felicidad. Castle le puso un dedo bajo la barbilla paro que lo mirara. Entrecerró los ojos, ¿qué querría decirle?
- Aún estoy temblando –sonrió para tranquilizarle y cogió sus manos entre las suyas.- Yo sí que no soy buena con las palabras…
- Kate, me estás preocupando… Acabamos de comprometernos, aún no me creo que me hayas dicho que sí…
- No quería decírtelo hasta que volviéramos a Nueva York –Castle se puso serio.
- ¿Decirme… el qué?
- Creo que nosotros también hemos hecho algo mágico –esperaba que entendiera lo que quería decirle.
Castle abrió los ojos como platos. ¿Quería decir lo que quería decir?
- Kate… esto es algo…
- Muy serio, lo sé. Dios, no quería asustarte.
- ¿Qué? ¡No!
Se quedaron mirándose hasta que no pudieron evitar sonreír como dos tontos.
- ¡Vamos a ser padres! –dijeron a la vez. Rieron.
Castle la cogió en brazos, alzándola en el aire y dando un giro de felicidad.
- Rick, me estás mareando.
- Lo siento, lo siento.
La dejó en el suelo y fue directo a sus labios.
- Creo que no puedo ser más feliz, ¿tú también estás feliz, verdad? ¿verdad?
- Sí –rio.- Pero aún no me he hecho la prueba.
- Iré ahora mismo a la farmacia.
- ¿Estás loco? Es de noche, podemos esperar hasta mañana…
- ¿Desde cuándo?
- Dos semanas… -se mordió el labio.- Creo que ocurrió aquel día…
- Mmmm, ya… -se miraron avergonzados.
Uno de los días que llevaban allí, Kate había olvidado tomarse la píldora. Se lo había dicho a Rick, que tendrían que utilizar el preservativo. Pero no habían podido aguantar y antes de que se dieran cuenta habían hecho el amor en la ducha, sin protección.
Volvieron a casa de la mano. Iban a casarse e iban a tener un hijo. Ninguno de los dos se esperaba que acabarían así. Pero así es la vida y da muchas vueltas.
Ya en la cabaña, apenas intercambiaron palabras pero sí miradas, besos y caricias. Cenaron algo ligero. Ella sentada sobre su regazo en la silla. Se dieron de comer. Incluso Castle bromeó, llevando un trozo de comida al aún vientre plano de Beckett. Luego hicieron el amor, pero no podían dormirse. Tumbados se miraban el uno al otro. Beckett jugaba con el pelo de Rick y el acariciaba su cuerpo, trazando líneas imaginarias.
- ¿Qué piensas? –preguntó Castle a Beckett.
- ¿De verdad te merezco? Has hecho tanto por mí… -suspiró. Jugó con el anillo de su dedo- Tengo miedo de no ser la mujer que te mereces, ni la madre…
- Shhh –puso un dedo a sus labios.- Para ser una mujer inteligente, estás diciendo tonterías…
- Sabes lo que quiero decir… -bajó la mirada.
- Kate, mírame –ella obedeció.- ¿Me quieres?
- Sí…
- Yo también, y confío en ti –se colocó sobre ella, apoyando su peso en sus brazos. Bajó la cabeza y acarició su nariz con la suya.- Sé que cuando amas algo haces lo posible por que salga bien. No digo que todo vaya a ser perfecto, que no discutiremos nunca, que no tendremos nuestras diferencias… Hemos estado cuatro años yendo y viniendo, ¿por qué iba a salir algo mal ahora? Seré un crio con una bolsa de golosinas en la mano… pero si de algo estoy seguro es que te amo. Quiero que seas la mujer definitiva y la madre de mis hijos.
Beckett acarició su pecho.
- Soy feliz.
- Eso es lo que quería oír –la robó un beso.
- Y te quiero.
- Eso también es bueno saberlo –se sonrieron y volvieron a besarse.
- Aún no me creo nada de lo que está pasando.
- En eso puedo ayudarte, detective…
Castle llevó sus labios a su cuello, volviéndola loca como siempre hacía. Habían puesto comienzo a un nuevo capítulo en sus vidas.
A la mañana siguiente se confirmaba la noticia: iban a ser padres. Beckett estaba embarazada de casi tres semanas. O al menos eso indicaba la prueba.
A partir de ese momento todo pasó muy deprisa. Beckett tenía que tranquilizar continuamente a Castle porque estaba como loco. Y una de sus locuras era que se casaran en Las Vegas. La idea era casarse antes de que se notara su embarazo. Él no podía esperar más, y ambos sabían que una vez que su hijo naciera celebrarían una boda íntima con su familia y amigos.
Así lo hicieron. A los dos días viajaron en un avión privado a Las Vegas y se convirtieron en marido y mujer. Beckett nunca imaginó que se divertiría tanto con aquello. Por una vez en su vida, había hecho algo que no estaba controlado ni planeado por ella. El día de su boda se convirtió en uno de los más felices de su vida.
Tampoco se les olvidó ir al hospital. Castle insistió en llevarla al mejor especialista del país, que por suerte estaba en Nueva York.
- Doctora Katic, le presento a mi mujer, Kate.
Que Castle la presentara de aquella forma le sonaba raro, todavía. Era la esposa de Richard Castle, el famoso escritor, el playboy… Como Castle era su pseudónimo, ella llevaba su verdadero apellido: Rodgers, aunque prefería que la siguieran llamando Beckett. Con una sonrisa saludó a la joven doctora.
- Es un placer y un honor que hayan depositado la confianza en mí.
- Eres la mejor –apuntó Castle.
- Vamos a ver a ese pequeñín.
Entraron en la pequeña sala. Beckett se acomodó en la camilla y Castle se puso a su lado de pie. Una vez preparado lo necesario, la doctora comenzó la ecografía.
- Aquí lo tienen… -giró la pantalla para que lo vieran.
Beckett no dijo nada. Apretó la mano de Castle y él se la llevó a sus labios.
- Nuestro pequeñín o pequeñita –Beckett lo miró y no pudo evitar sonreír más al ver como a él se le caía la baba.
- Estás de tres semanas, sí. Se puede distinguir perfectamente la cabeza –señaló con el dedo la pantalla.- Y el cuerpo…
- ¿Está todo bien, no? –a Beckett solo le preocupaba que su hijo estuviera sano.
- Está muy bien, señora Rodgers. No tiene de qué preocuparse…
- Ya verás, seguro que sabe hablar y andar –Castle seguía absorto mirando la pantalla.
- Claro Rick, y también nacerá con barba.
- Y con superpoderes. Una vez leí que un niño… -Beckett y la doctora lo miraron.- De acuerdo, ya me callo…
- Saldrá de cuentas a finales de septiembre del año que viene.
- Si todo va bien.
- Todo va a ir bien –dijo Castle. No le gustaba nada la inseguridad de Beckett.
- Vengan, les contaré más sobre el embarazo.
Después de contarles todo lo que tenían que saber, aconsejarles libros y sugerirles que acudieran a clases de preparto, salieron del hospital camino del apartamento de Castle donde habían quedado verse con Alexis, Martha y Jim, el padre de Beckett.
Castle seguía eufórico. Beckett también lo estaba pero no podía dejar de preocuparse en si sería capaz de llevarlo todo bien, si surgiría algún problema…
- De acuerdo, voy a decirlo. Tengo un presentimiento. No pasa a menudo, pero sí que lo estoy sintiendo. Con Alexis me equivoqué pero… –parecía entusiasmado.- Va a ser un niño.
En el apartamento de Castle la noticia fue recibida con gran alegría. Alexis estaba entusiasmada con la idea de tener un hermanito o hermanita, Martha con volver a ser abuela y Jim de ser abuelo por primera vez.
- Tu madre estaría muy orgullosa, Bex.
- Estoy feliz pero a la vez asustada.
Padre e hija estaban solos en el dormitorio.
- No olvides lo que tu madre solía decir: todo lo que nos pasa en esta vida es porque somos capaces de soportarlo. Lo vas a hacer muy bien, confía en ti.
- Voy a cuidar muy bien de su hija, señor Beckett –Castle apareció por la puerta.
- Lo sé –sonrió a la pareja.
Cuando el matrimonio se quedó solo, acordaron que no se quedarían en Nueva York. Castle no quería que trabajara estando embarazada. Ella sabía el riesgo que corría si lo hacía. Al día siguiente, concertaron una cita con Gates.
- ¿Qué van a ser qué?
- Padres.
- Lo he oído perfectamente, señor Castle –le lanzó una fría mirada. Él tragó saliva.
Estaban sentados frente al escritorio de la capitana. Ryan y Espósito no estaban en la oficina, lo cual fue un gran alivio. Eso no significaba que no fueran a verse. Aquella noche sería el tan planeado cumpleaños de Lanie y no iban a faltar a la cita. También sería su despedida.
- Beckett –Gates paró- ¿o debería llamarla Castle?
- Beckett está bien, señor.
- Está bien –estaba muy seria.- Sabe que si se va un año, luego tendrá que volver a hacer una pruebas para volver a conseguir su licencia y arma, ¿verdad?
- Sí.
Los miró detenidamente a ambos.
- Desde el primer día que los vi juntos, sabía que había algo raro en ustedes. Pero de eso a imaginar que se casarían y serían padres…
- ¿Bonita historia, no? –Gates prefirió ignorar el comentario de Castle.
- Vamos a echarla en falta.
- Yo también echaré de menos al equipo.
- Y yo… por si sirve de algo –murmuró Castle.
- Felicidades otra vez, detective –les tendió la mano- Castle…
- Que todo vaya bien por aquí.
Se despidieron y salieron del despacho. De camino al ascensor, Beckett se paró al lado de su escritorio y acarició la vieja madera.
- Voy a echarlo de menos… -susurró. Esa había sido su vida durante mucho tiempo. Luego miró la pizarra blanca.
Castle la siguió. Ambos pararon en frente de ella. ¿Cuántas horas habían pasado juntos delante de una?
- No parece muy interesante el caso de Ryan y Esposito.
- ¿Qué haces?
- Dejándoles un mensaje –Castle comenzó a escribir algo al lado de una de las fotos de los sospechosos.
- ¿100 pavos a que es este tío? –Beckett enarcó una ceja.
- Solo sé que dentro de un año, seré 100 pavos más rico.
- Voy a echarlos de menos –sonrió con tristeza.
- Y yo…
Beckett dio un último vistazo a la comisaria y se dirigieron al ascensor.
- Todo saldrá bien.
- Siempre he querido hacer algo…
- ¿Mmmm?
Castle la miró. No se esperaba que ella enredara sus brazos al cuello y lo besara. Castle pensó que aquello había sido la mejor forma de despedirse de la comisaría por un año.
¿Continuará?
P.D: Siento haber ido bastante rápido con algunas escenas, pero no quería enrollarme demasiado. Os pido que seáis pacientes, que lo bueno solo acaba de comenzar Mil gracias por leer!
Antes de que lo leáis, voy a aclarar algunas cosas del prólogo y de los siguientes capítulos que publique:
- Primero, el tiempo en el que se sitúa el prólogo es en esos dos meses que transcurren desde que acaban el caso hasta que van al cumpleaños de Lanie. En ese cumpleaños ya sabéis que se despiden porque se van a ir un año y allí descubre el equipo que se han casado.
- Segundo, el resto de capítulos constará de un estructura que será de la siguiente manera: presente-pasado-presente-pasado... En el pasado es donde narraré qué hacen en ese año (un flashback) y en el presente, la vida que llevan "ahora", el verdadero hilo de la historia, vaya. Esto no quita que en algún momento no haga un salto en el tiempo, porque sino creo que me tiraría toda la vida escribiendo el fic y no contaría lo que me interesa
* Modificado: por ahora será presente-presente... O como se me ocurra, así no os hago esperar tanto entre capítulo y capítulo.
- Tercero, cualquier duda sobre algo que no se entienda, preguntar, avisarme... Seguramente me haya saltado algo o no lo haya explicado (Ser buenas, que llevo dos fics a la vez )
Y como siempre, espero que os guste y que os entretengáis leyéndolo. Ahora mismo no me da tiempo a poner el nombre de todos aquellos que sois fieles leyéndome y comentándome, pero GRACIAS POR TODO Este fic va por vosotr@s, y gracias especiales a mi queridisima editora, Gema, que como siempre sus sugerencias son GENIALES!
Información general
Título Una nueva esperanzaResumen Castle y Beckett se han cansado y esperan su primer hijo. ¿Cómo afrontarán su nueva vida juntos? ¿Tendrán los típicos problemas de un matrimonio? ¿Podrán compaginar ser padres con lo que hasta ahora había sido su vida? Esto y mucho, mucho más. (Lo cual intentaré contar al estilo de la serie).
Personajes Kate Beckett, Richard Castle, Javier Espisosito, Kevin Ryan, Lanie Parish, Victoria Gates, Jenny Ryan, Alexis Rodgers, Martha Rodgers, y otros muchos más.
Cartel
Prólogo
- Castle, ¿a dónde me llevas?
Kate iba de la mano de Castle. Llevaba una sonrisa en el rostro, curiosa por saber a dónde la guiaba. Hacía casi dos meses desde que resolvieron el caso que los había mantenido encerrados en casa. Dada la situación, Gates había permitido que se tomaran un tiempo antes de volver a la 12th. Alexis, por su cuenta, había vuelto a la universidad. Martha había ido a los Hamptons con unas amigas. Necesitaba alejarse de la ciudad después de que su último ligue hubiera querido asesinarla. Ellos, Castle y Beckett, habían tomado la decisión de salir de la ciudad también, y del país.
¿A dónde habían ido entonces? A Canadá. Castle la había sorprendido alquilando una pequeña casa en las montañas. Pasaban los días como si se tratara de una luna de miel. Alejados de la civilización, con provisiones suficientes para sobrevivir sin problemas… Todo era comodidad. Cuando Beckett había descubierto lo que le costaba aquello a Castle, tuvieron una pequeña discusión. Ella no quería sentirse la novia de un tipo rico. Quería aportar algo de sus ahorros pero él se lo impidió. A regañadientes ella había aceptado.
Ahora caminaban por un pequeño camino que iba a uno de los bosques que rodeaban la cabaña. El paisaje era blanco y verde. La oscuridad comenzaba a sustituir a la luz del Sol, que ya desaparecía por el horizonte.
- Cuidado con la rama –Castle la apartó mientras seguían caminando.
- Estás empezando a asustarme.
- Jamás pensé que oiría esas palabras de ti, detective –Beckett le dio en el brazo.
Pararon en un claro del bosque.
- Ya hemos llegado –susurró Castle colocándose detrás de ella y poniendo sus manos en sus hombros.
- No veo nada –Kate miraba a todos lados.
- Espera, impaciente.
Pasaron cinco minutos y pequeños puntos luminosos comenzaron a rodearles. Moviéndose en todas direcciones, cada vez iban siendo más numerosos.
- ¿Qué…? –la pregunta se ahogó en su boca, abierta por la maravillosa vista.
- Hadas.
Beckett giró la cabeza a un lado para mirarle. Él aún seguía detrás de ella. Sus ojos bajaron a los suyos.
- ¿Hadas? –Kate sonreía pero no entendía qué era lo que quería decirle con aquello.
- Una vez te dije que si no creías en la magia, no te podría suceder nada mágico.
- Lo recuerdo –ambos no se habían dado cuenta que habían bajado la voz y hablaban susurrando.
El momento no podía ser más íntimo. Ambos en el bosque, rodeados de luciérnagas que danzaban su luz en la oscuridad.
- Y tú me dijiste que todos necesitamos creer en las hadas. Así que –acercó su boca a su oreja- imagina que son hadas que vienen a traerte un mensaje.
Beckett lo miró interrogante. ¿A qué venía todo eso? Hadas, mensaje… Volvió la vista al frente y juntó sus manos.
- ¿Y tengo que esperar a que suceda algo mágico?
- ¿Te gustaría?
- Sí, Castle, me gustaría. Además, estoy empezando a tener frío –rio. Él siempre conseguía la manera de sorprenderla.
- Ayer pacté algo con ellas –se separó y se colocó en frente suya.- Y estuvieron de acuerdo –ella fue a abrir la boca.- No, no hables. Solo escúchame.
Lo que no esperaba Beckett era que tras esas palabras, un círculo de luces en el suelo los rodeara. De acuerdo, aquello era demasiado. Castle estaba delante de ella, mirándola con una sonrisa de medio lado y a la vez notó en él cierto nerviosismo. No pudo evitar sentir mariposas en su estómago. Las había sentido antes, sí, pero ¿ahora? Y comenzaba a ponerse nerviosa también. Todo era muy romántico…
- Se me hace imposible explicar con palabras lo que siento por ti. Mi madre me dijo que para ser escritor, no sabía cómo poner en palabras mis sentimientos. Y es verdad –soltó un suspiro, intentando liberar la tensión.- He estado contigo más de cuatro años. Me maravillé al conocerte, pero más maravilloso fue enamorarme de ti. Fue algo mágico –eso sacó una sonrisa de Kate.- A tu lado he vivido de todo, incluso te he tenido en mis brazos creyendo que te perdía para siempre… -a Castle le costó pronunciar esas palabras. Beckett se llevó la mano al pecho, donde la habían disparado.- En ese momento me di cuenta que había esperado demasiado para decir que te amaba. Tú eres… -soltó una risa nerviosa.- eres… una de las dos mujeres más importantes de mi vida. Sin ti una parte de mi estaría muerta. Vaya a donde vaya, todos los caminos me conducen a ti y ya no me imagino una vida que no sea a a tu lado. Quiero seguir volviéndote loca -Kate sonrió tontamente. Él se puso serio.- Siempre he hecho lo correcto pero esta vez voy a hacer lo que deseo –se acercó más a ella.- Kate… Te quiero y no quiero perder el tiempo para decirte esto…
Castle puso una rodilla en el suelo. Beckett se llevó una mano a la boca. Los ojos de ambos estaban iluminados, acuosos y emocionados.
- Katherine Beckett… -Rick, en ese momento, hizo que cogía una de las luciérnagas y en un rápido gesto le mostró una cajita negra con una pequeña luz en la tapa. La abrió, revelando en su interior un fino anillo de oro blanco con un pequeño diamante- ¿quieres casarte conmigo?
Beckett se mordió los labios. Iba a llorar. Se arrodilló a su lado.
- Sí –cogió su cara entre sus manos y acercó sus labios a los suyos. Castle la envolvió en sus brazos.
Se besaron lentamente. Cuando el beso acabó, apoyaron sus frentes. Ambos tenían una gran sonrisa en su rostro.
- Te quiero –Rick llevó una mano a su mejilla, quitándole una lágrima de felicidad.
- Es precioso, Rick… -él le puso el anillo en el dedo.- Perfecto –lo miró a los ojos. Siempre había sido tímida con sus sentimientos.- Te quiero.
Se volvieron a besar. Suspiraron de felicidad.
- Yo también tengo algo que decirte… -murmuró ella más tarde sobre sus labios.
Le tendió la mano para que se levantara. Una vez de pie, Kate volvió a mirar el anillo. No había esperado para nada aquello. Aún no se lo creía. Su corazón latía fuertemente, gritando de felicidad. Castle le puso un dedo bajo la barbilla paro que lo mirara. Entrecerró los ojos, ¿qué querría decirle?
- Aún estoy temblando –sonrió para tranquilizarle y cogió sus manos entre las suyas.- Yo sí que no soy buena con las palabras…
- Kate, me estás preocupando… Acabamos de comprometernos, aún no me creo que me hayas dicho que sí…
- No quería decírtelo hasta que volviéramos a Nueva York –Castle se puso serio.
- ¿Decirme… el qué?
- Creo que nosotros también hemos hecho algo mágico –esperaba que entendiera lo que quería decirle.
Castle abrió los ojos como platos. ¿Quería decir lo que quería decir?
- Kate… esto es algo…
- Muy serio, lo sé. Dios, no quería asustarte.
- ¿Qué? ¡No!
Se quedaron mirándose hasta que no pudieron evitar sonreír como dos tontos.
- ¡Vamos a ser padres! –dijeron a la vez. Rieron.
Castle la cogió en brazos, alzándola en el aire y dando un giro de felicidad.
- Rick, me estás mareando.
- Lo siento, lo siento.
La dejó en el suelo y fue directo a sus labios.
- Creo que no puedo ser más feliz, ¿tú también estás feliz, verdad? ¿verdad?
- Sí –rio.- Pero aún no me he hecho la prueba.
- Iré ahora mismo a la farmacia.
- ¿Estás loco? Es de noche, podemos esperar hasta mañana…
- ¿Desde cuándo?
- Dos semanas… -se mordió el labio.- Creo que ocurrió aquel día…
- Mmmm, ya… -se miraron avergonzados.
Uno de los días que llevaban allí, Kate había olvidado tomarse la píldora. Se lo había dicho a Rick, que tendrían que utilizar el preservativo. Pero no habían podido aguantar y antes de que se dieran cuenta habían hecho el amor en la ducha, sin protección.
Volvieron a casa de la mano. Iban a casarse e iban a tener un hijo. Ninguno de los dos se esperaba que acabarían así. Pero así es la vida y da muchas vueltas.
Ya en la cabaña, apenas intercambiaron palabras pero sí miradas, besos y caricias. Cenaron algo ligero. Ella sentada sobre su regazo en la silla. Se dieron de comer. Incluso Castle bromeó, llevando un trozo de comida al aún vientre plano de Beckett. Luego hicieron el amor, pero no podían dormirse. Tumbados se miraban el uno al otro. Beckett jugaba con el pelo de Rick y el acariciaba su cuerpo, trazando líneas imaginarias.
- ¿Qué piensas? –preguntó Castle a Beckett.
- ¿De verdad te merezco? Has hecho tanto por mí… -suspiró. Jugó con el anillo de su dedo- Tengo miedo de no ser la mujer que te mereces, ni la madre…
- Shhh –puso un dedo a sus labios.- Para ser una mujer inteligente, estás diciendo tonterías…
- Sabes lo que quiero decir… -bajó la mirada.
- Kate, mírame –ella obedeció.- ¿Me quieres?
- Sí…
- Yo también, y confío en ti –se colocó sobre ella, apoyando su peso en sus brazos. Bajó la cabeza y acarició su nariz con la suya.- Sé que cuando amas algo haces lo posible por que salga bien. No digo que todo vaya a ser perfecto, que no discutiremos nunca, que no tendremos nuestras diferencias… Hemos estado cuatro años yendo y viniendo, ¿por qué iba a salir algo mal ahora? Seré un crio con una bolsa de golosinas en la mano… pero si de algo estoy seguro es que te amo. Quiero que seas la mujer definitiva y la madre de mis hijos.
Beckett acarició su pecho.
- Soy feliz.
- Eso es lo que quería oír –la robó un beso.
- Y te quiero.
- Eso también es bueno saberlo –se sonrieron y volvieron a besarse.
- Aún no me creo nada de lo que está pasando.
- En eso puedo ayudarte, detective…
Castle llevó sus labios a su cuello, volviéndola loca como siempre hacía. Habían puesto comienzo a un nuevo capítulo en sus vidas.
***
A la mañana siguiente se confirmaba la noticia: iban a ser padres. Beckett estaba embarazada de casi tres semanas. O al menos eso indicaba la prueba.
A partir de ese momento todo pasó muy deprisa. Beckett tenía que tranquilizar continuamente a Castle porque estaba como loco. Y una de sus locuras era que se casaran en Las Vegas. La idea era casarse antes de que se notara su embarazo. Él no podía esperar más, y ambos sabían que una vez que su hijo naciera celebrarían una boda íntima con su familia y amigos.
Así lo hicieron. A los dos días viajaron en un avión privado a Las Vegas y se convirtieron en marido y mujer. Beckett nunca imaginó que se divertiría tanto con aquello. Por una vez en su vida, había hecho algo que no estaba controlado ni planeado por ella. El día de su boda se convirtió en uno de los más felices de su vida.
Tampoco se les olvidó ir al hospital. Castle insistió en llevarla al mejor especialista del país, que por suerte estaba en Nueva York.
***
- Doctora Katic, le presento a mi mujer, Kate.
Que Castle la presentara de aquella forma le sonaba raro, todavía. Era la esposa de Richard Castle, el famoso escritor, el playboy… Como Castle era su pseudónimo, ella llevaba su verdadero apellido: Rodgers, aunque prefería que la siguieran llamando Beckett. Con una sonrisa saludó a la joven doctora.
- Es un placer y un honor que hayan depositado la confianza en mí.
- Eres la mejor –apuntó Castle.
- Vamos a ver a ese pequeñín.
Entraron en la pequeña sala. Beckett se acomodó en la camilla y Castle se puso a su lado de pie. Una vez preparado lo necesario, la doctora comenzó la ecografía.
- Aquí lo tienen… -giró la pantalla para que lo vieran.
Beckett no dijo nada. Apretó la mano de Castle y él se la llevó a sus labios.
- Nuestro pequeñín o pequeñita –Beckett lo miró y no pudo evitar sonreír más al ver como a él se le caía la baba.
- Estás de tres semanas, sí. Se puede distinguir perfectamente la cabeza –señaló con el dedo la pantalla.- Y el cuerpo…
- ¿Está todo bien, no? –a Beckett solo le preocupaba que su hijo estuviera sano.
- Está muy bien, señora Rodgers. No tiene de qué preocuparse…
- Ya verás, seguro que sabe hablar y andar –Castle seguía absorto mirando la pantalla.
- Claro Rick, y también nacerá con barba.
- Y con superpoderes. Una vez leí que un niño… -Beckett y la doctora lo miraron.- De acuerdo, ya me callo…
- Saldrá de cuentas a finales de septiembre del año que viene.
- Si todo va bien.
- Todo va a ir bien –dijo Castle. No le gustaba nada la inseguridad de Beckett.
- Vengan, les contaré más sobre el embarazo.
Después de contarles todo lo que tenían que saber, aconsejarles libros y sugerirles que acudieran a clases de preparto, salieron del hospital camino del apartamento de Castle donde habían quedado verse con Alexis, Martha y Jim, el padre de Beckett.
Castle seguía eufórico. Beckett también lo estaba pero no podía dejar de preocuparse en si sería capaz de llevarlo todo bien, si surgiría algún problema…
- De acuerdo, voy a decirlo. Tengo un presentimiento. No pasa a menudo, pero sí que lo estoy sintiendo. Con Alexis me equivoqué pero… –parecía entusiasmado.- Va a ser un niño.
***
En el apartamento de Castle la noticia fue recibida con gran alegría. Alexis estaba entusiasmada con la idea de tener un hermanito o hermanita, Martha con volver a ser abuela y Jim de ser abuelo por primera vez.
- Tu madre estaría muy orgullosa, Bex.
- Estoy feliz pero a la vez asustada.
Padre e hija estaban solos en el dormitorio.
- No olvides lo que tu madre solía decir: todo lo que nos pasa en esta vida es porque somos capaces de soportarlo. Lo vas a hacer muy bien, confía en ti.
- Voy a cuidar muy bien de su hija, señor Beckett –Castle apareció por la puerta.
- Lo sé –sonrió a la pareja.
Cuando el matrimonio se quedó solo, acordaron que no se quedarían en Nueva York. Castle no quería que trabajara estando embarazada. Ella sabía el riesgo que corría si lo hacía. Al día siguiente, concertaron una cita con Gates.
***
- ¿Qué van a ser qué?
- Padres.
- Lo he oído perfectamente, señor Castle –le lanzó una fría mirada. Él tragó saliva.
Estaban sentados frente al escritorio de la capitana. Ryan y Espósito no estaban en la oficina, lo cual fue un gran alivio. Eso no significaba que no fueran a verse. Aquella noche sería el tan planeado cumpleaños de Lanie y no iban a faltar a la cita. También sería su despedida.
- Beckett –Gates paró- ¿o debería llamarla Castle?
- Beckett está bien, señor.
- Está bien –estaba muy seria.- Sabe que si se va un año, luego tendrá que volver a hacer una pruebas para volver a conseguir su licencia y arma, ¿verdad?
- Sí.
Los miró detenidamente a ambos.
- Desde el primer día que los vi juntos, sabía que había algo raro en ustedes. Pero de eso a imaginar que se casarían y serían padres…
- ¿Bonita historia, no? –Gates prefirió ignorar el comentario de Castle.
- Vamos a echarla en falta.
- Yo también echaré de menos al equipo.
- Y yo… por si sirve de algo –murmuró Castle.
- Felicidades otra vez, detective –les tendió la mano- Castle…
- Que todo vaya bien por aquí.
Se despidieron y salieron del despacho. De camino al ascensor, Beckett se paró al lado de su escritorio y acarició la vieja madera.
- Voy a echarlo de menos… -susurró. Esa había sido su vida durante mucho tiempo. Luego miró la pizarra blanca.
Castle la siguió. Ambos pararon en frente de ella. ¿Cuántas horas habían pasado juntos delante de una?
- No parece muy interesante el caso de Ryan y Esposito.
- ¿Qué haces?
- Dejándoles un mensaje –Castle comenzó a escribir algo al lado de una de las fotos de los sospechosos.
- ¿100 pavos a que es este tío? –Beckett enarcó una ceja.
- Solo sé que dentro de un año, seré 100 pavos más rico.
- Voy a echarlos de menos –sonrió con tristeza.
- Y yo…
Beckett dio un último vistazo a la comisaria y se dirigieron al ascensor.
- Todo saldrá bien.
- Siempre he querido hacer algo…
- ¿Mmmm?
Castle la miró. No se esperaba que ella enredara sus brazos al cuello y lo besara. Castle pensó que aquello había sido la mejor forma de despedirse de la comisaría por un año.
¿Continuará?
P.D: Siento haber ido bastante rápido con algunas escenas, pero no quería enrollarme demasiado. Os pido que seáis pacientes, que lo bueno solo acaba de comenzar Mil gracias por leer!
Última edición por Dra. Beckett el Sáb Ago 11, 2012 12:32 am, editado 6 veces
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Yujuuuuuuu!! Al final hay continuación!! Te a qedado preciosoooooooooo! Sigue pronto
LEILAKB- Actor en Broadway
- Mensajes : 202
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 34
Localización : madrid
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
me ha gustado muchooooooooooooooooooooooooooo
continuaaaaaaaaaaa prontooooooooooooooooooo
continuaaaaaaaaaaa prontooooooooooooooooooo
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Hermosooooo
me encanto la propuesta de castle fue tan emocionante!!
me alegra mucho que decidieras continuar a historia!!
me encanto la propuesta de castle fue tan emocionante!!
me alegra mucho que decidieras continuar a historia!!
karlaguilarodgers- As del póker
- Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 01/01/2012
Edad : 31
Localización : venezuela
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
massssssssssssssssssssssssssssssss esta segunda parte pinta muyyyyyyy buenop
moni valdes- As del póker
- Mensajes : 298
Fecha de inscripción : 04/01/2012
Edad : 34
Localización : colombia
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
K&R_S&N- Ayudante de policia
- Mensajes : 76
Fecha de inscripción : 12/05/2012
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
preciosa continuacion de una historia increible. siguela en cuanto puedas, y por favor que en uno de los año flashback recuerden la boda! sigue guapaaaa
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Diooooooss! Te odioooooo!! Tan solo con los primeros párrafos ya me has hecho gritar y llorar como una niña pequeña!!!!! me tenías de puntillas sobre la silla mientras rick se declaraaabaaa!!!
Jajajaja también me ha encantado esta parte: "
- ¿Qué van a ser qué?
- Padres.
- Lo he oído perfectamente, señor Castle –le lanzó una fría mirada. Él tragó saliva."
estoy segura de que pasaría algo así si esto llega a ocurrir en la serie!! xD
Y tb lo de... "siempre he querido hacer algo... -mmmmm?"
Fiuuuuuu ya te estoy dando la brasa, pero es que me encanta!!!! Así que sigue prontoooooo por favorrrrrrr!!! ADORO TUS FICS
Jajajaja también me ha encantado esta parte: "
- ¿Qué van a ser qué?
- Padres.
- Lo he oído perfectamente, señor Castle –le lanzó una fría mirada. Él tragó saliva."
estoy segura de que pasaría algo así si esto llega a ocurrir en la serie!! xD
Y tb lo de... "siempre he querido hacer algo... -mmmmm?"
Fiuuuuuu ya te estoy dando la brasa, pero es que me encanta!!!! Así que sigue prontoooooo por favorrrrrrr!!! ADORO TUS FICS
castleaddictedforlife- Actor en Broadway
- Mensajes : 186
Fecha de inscripción : 01/04/2012
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Muy buen inicio de la segunda parte
Si viene lo mejor, lo quiero leer pronto
sigueeee
Si viene lo mejor, lo quiero leer pronto
sigueeee
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Creo que hay personas que tienen un don para escribir y tu sin lugar a dudas lo tienes!
Que gran historia me ha encantado, sin lugar a dudas la seguiras y yo esperare ansiosa leerla dia a dia, ESPECTACULAR!
Que gran historia me ha encantado, sin lugar a dudas la seguiras y yo esperare ansiosa leerla dia a dia, ESPECTACULAR!
Invitado- Invitado
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Creo que no había llorado tanto en una proposicion como lo he hecho ahora
Muy bonito, precioso, y la verdad es que escribes genial, me haces meterme en la historia muy rápido y me cuesta no pensar que podrá pasar
Continualo cuando puedas y que sepas que soy tu fan
Muy bonito, precioso, y la verdad es que escribes genial, me haces meterme en la historia muy rápido y me cuesta no pensar que podrá pasar
Continualo cuando puedas y que sepas que soy tu fan
Raquelita Beckett- Policia de homicidios
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 23/08/2010
Edad : 27
Localización : Tenerife Santa Cruz
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Muy bueno, gracias por la
Continuación, muy lindo
El capítulo, continua
Pronto
Continuación, muy lindo
El capítulo, continua
Pronto
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Eyy, aquí tienes una nueva fan
Llevo toda la tarde leyendo tu fic y me encanta!!
Llevo toda la tarde leyendo tu fic y me encanta!!
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Qué ganas tengo de leer la continuación!!
No voy a repetirte lo que dije por privado sobre el fic, sólo haré un resumen.. MARAVILLOSO! FANTÁSTICO!
No voy a repetirte lo que dije por privado sobre el fic, sólo haré un resumen.. MARAVILLOSO! FANTÁSTICO!
LeFleur89- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 22/04/2012
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
mas quiero mas me encanto la primera parte y me sigue encantando ahora...
sigue
sigue
anaforo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1090
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 31
Localización : Murcia. Y en una de las 20 manzanas que hay entre la casa Rick y la de Kate :)
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Genial la continuacion. Promete, promete
lastral- Policia de homicidios
- Mensajes : 747
Fecha de inscripción : 10/04/2011
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
No me da tiempo a agradecer uno por uno los comentarios, pero ¡GRACIAS! Entre hoy y mañana intentaré subir la continuación.
Por cierto, el hijo va a ser una auténtica monada...
Por cierto, el hijo va a ser una auténtica monada...
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
Que lo disfrutéis, lo dejo acompañado del cartel del fic
Capítulo 1
Sábado. Finales de Julio
¿Nunca habéis experimentado esos nervios de volver a rencontraros con vuestro pasado? Con todo lo que has dejado atrás, con tu familia, con tus amigos… Ese momento de decir adiós al mundo que habías creado, para volver al mundo que te pertenece.
Parados frente a las puertas de salida del aeropuerto, Castle y Beckett eran conscientes poco a poco que acababan de llegar a Nueva York. Dejaban atrás un viaje increíble. La melancolía era la protagonista en ese momento de despedida interior.
Castle apretó la mano que agarraba de su esposa. La miró a través de los cristales oscuros de sus gafas de sol. Ella lo imitó, al igual que una sonrisa se contagió en sus rostros.
- ¿Lista?
Beckett se llevó la mano a su vientre de siete meses.
- Creo que estamos listos.
Y anduvieron directos. Castle tiraba con su mano libre del carrito donde llevaban todas las maletas. Las puertas ya estaban abiertas. No eran los únicos que llegaban a la ciudad. Una veintena de personas hacían piña para ver llegar a sus seres queridos. Caras sonrientes, miradas llenas de felicidad, gritos llenos de emoción… Castle echó un vistazo a Kate, un paso por detrás a pesar de ir unidos de la mano.
Al cruzar las puertas, la escena se asemejaba a la llegada de una pareja de famosos, siendo recibidos por la multitud. Era fácil de imaginar: los dos eran guapos, atractivos, fuertes… Intentando pasar desapercibidos en una gafas de sol y un atuendo casual. Ella llevaba un vestido azul largo de verano y unas sandalias bajas. Él, por su parte, una camiseta negra de cuello de pico y unos vaqueros.
- ¡Papá!
- Alexis… -susurró.
Castle y Beckett habían pasado de la gente, cuando una joven pelirroja corrió hacía ellos. No sabía cuanto tiempo estuvieron abrazados, pero Castle parecía aferrarse a ella queriendo recuperar su falta todo este tiempo.
- Estás preciosa, ¡cuánto has crecido!
- Papá, dejé de crecer hace un año –se miraban felices de volver a verse.
- No has perdido tu ingenio.
- Lo que tu padre quiere decir es que eres una mujer hermosa.
- Espero que a ti sepa decírtelo –Castle puso una cara larga por el comentario de su hija.
Kate y Alexis se fundieron en otro gran abrazo.
- ¿Mi hermanito? –puso la mano en el vientre de Beckett, emocionada.
- Sí, tengo que enseñarte las últimas ecografías.
- ¡Sí! Qué ilusión, voy a dejar de ser hija única –dio varias palmadas. Castle las sonreía.
- ¿Has venido sola?
- No, ahora vienen el resto. Estaban aparcando.
- ¿El resto? –Castle y Beckett se miraron.
- Claro, ¿qué esperabais, que llegaríais y volveríais a esconderos? Cuando se lo dijiste a la abuela, no tardó en llamarlos –miró a lo lejos.- Ahí vienen.
Como si de una película se tratase, las caras sonrientes de Esposito, Ryan, Lanie y el padre de Beckett aparecieron en escena. En unos minutos, los abrazos se multiplicaron junto con frases llenas de alegría por volver a verlos de nuevo, felicitaciones por su paternidad, preguntas sobre el vuelo.... El abrazo entre Beckett y su padre estuvo lleno de sentimiento: su pequeña había vuelto a casa e iba a ser madre.
- Tío, estáis muy morenos –Esposito los miraba de arriba abajo.
- Y la mamá está preciosa.
- Gracias Kevin.
- Os hemos echado de menos –esa vez intervino Lanie.
- Nosotros también.
- ¿Dónde habéis estado?
Beckett iba de la mano de su padre mientras andaban hacia el parking. Alexis se había abrazado a su padre. Esposito tiraba del carrito de las maletas. Y todos eran conscientes que Castle y Beckett ahora se miraban con ojos de enamorados.
- En un sitio que se vive de maravilla, se come muy bien, la gente es encantadora… -Castle parecía abstraído mientras hablaba.
- No empieces con tus adivinanzas –Espósito negaba con la cabeza.- Venís de Múnich, pero sabemos que allí habéis hecho escala…
- ¿Italia?
- ¿Francia?
- Típico –Castle paró de repente.- ¿Dónde está mi madre?
Fue decirlo y una acalorada Martha movía los brazos a lo lejos mientras se acercaba a ellos con paso acelerado.
- ¡Richard! ¡Kate! Madre mía, cielo, ¡estás preciosa! ¡Qué magnífica! –los abrazó a ambos. Los demás los observaban con una pequeña sonrisa en el rostro.
- Yo también me alegro de verte, Martha –le encantaba la espontaneidad de aquella mujer
- Madre, ¿dónde estabas?
- Eso ahora da igual. Kate, cariño, ¿cansada ya del embarazo?
- Bueno… -no dejó que hablara.
- Richard me dio mucha guerra ahí dentro –Beckett miró con una sonrisa divertida a su marido.
- Yo también me alegro de verte, madre.
Entre las risas de todos, siguieron su camino.
- Tu madre estaría orgullosa, Katie.
- Es lo único que me falta… -su voz reflejaba tristeza.
Ajenos a la conversación de los demás, padre e hija hablaban.
- Bex, te has casado con el hombre que amas y vas a tener un hijo. Tu madre, donde quiera que esté, lo sabe y tú sabes perfectamente lo que ella querría en este momento: que seas feliz.
- Lo soy –dijo unos segundos después de un breve silencio, mirando a los ojos a su padre.
- Entonces no te falta nada.
Beckett lo besó en la mejilla. Castle vio el gesto por el rabillo del ojo y sonrió. El aire de Nueva York los saludó minutos más tarde. La noche comenzaba a cernirse sobre la ciudad.
Ya de camino al loft de Castle, Beckett sintió un ligero golpe en su vientre…
- Sabe que estamos en casa… -murmuró en el oído de Castle.
¿Continuará?
Ahora tengo que dar una mala noticia para los que me leéis. El miércoles me voy dos semanas de vacaciones, de viaje por algunas ciudades de Europa a hacer el Interrail (viajar en tren), así que voy a estar perdida por el mundo, lejos de esto… Y dado que estos días tengo muchos planes pendientes, además de ultimar los preparativos del viaje, no voy a escribir más de esta historia hasta que vuelva. No me odiéis mucho, prometo traer alguna foto bonita y la mente despejada para seguir escribiendo. MUCHAS GRACIAS, pasar unos días estupendos. Nos leemos a la vuelta
P.D: He sido buena y no he dejado la historia en un punto crítico
Capítulo 1
Sábado. Finales de Julio
¿Nunca habéis experimentado esos nervios de volver a rencontraros con vuestro pasado? Con todo lo que has dejado atrás, con tu familia, con tus amigos… Ese momento de decir adiós al mundo que habías creado, para volver al mundo que te pertenece.
Parados frente a las puertas de salida del aeropuerto, Castle y Beckett eran conscientes poco a poco que acababan de llegar a Nueva York. Dejaban atrás un viaje increíble. La melancolía era la protagonista en ese momento de despedida interior.
Castle apretó la mano que agarraba de su esposa. La miró a través de los cristales oscuros de sus gafas de sol. Ella lo imitó, al igual que una sonrisa se contagió en sus rostros.
- ¿Lista?
Beckett se llevó la mano a su vientre de siete meses.
- Creo que estamos listos.
Y anduvieron directos. Castle tiraba con su mano libre del carrito donde llevaban todas las maletas. Las puertas ya estaban abiertas. No eran los únicos que llegaban a la ciudad. Una veintena de personas hacían piña para ver llegar a sus seres queridos. Caras sonrientes, miradas llenas de felicidad, gritos llenos de emoción… Castle echó un vistazo a Kate, un paso por detrás a pesar de ir unidos de la mano.
Al cruzar las puertas, la escena se asemejaba a la llegada de una pareja de famosos, siendo recibidos por la multitud. Era fácil de imaginar: los dos eran guapos, atractivos, fuertes… Intentando pasar desapercibidos en una gafas de sol y un atuendo casual. Ella llevaba un vestido azul largo de verano y unas sandalias bajas. Él, por su parte, una camiseta negra de cuello de pico y unos vaqueros.
- ¡Papá!
- Alexis… -susurró.
Castle y Beckett habían pasado de la gente, cuando una joven pelirroja corrió hacía ellos. No sabía cuanto tiempo estuvieron abrazados, pero Castle parecía aferrarse a ella queriendo recuperar su falta todo este tiempo.
- Estás preciosa, ¡cuánto has crecido!
- Papá, dejé de crecer hace un año –se miraban felices de volver a verse.
- No has perdido tu ingenio.
- Lo que tu padre quiere decir es que eres una mujer hermosa.
- Espero que a ti sepa decírtelo –Castle puso una cara larga por el comentario de su hija.
Kate y Alexis se fundieron en otro gran abrazo.
- ¿Mi hermanito? –puso la mano en el vientre de Beckett, emocionada.
- Sí, tengo que enseñarte las últimas ecografías.
- ¡Sí! Qué ilusión, voy a dejar de ser hija única –dio varias palmadas. Castle las sonreía.
- ¿Has venido sola?
- No, ahora vienen el resto. Estaban aparcando.
- ¿El resto? –Castle y Beckett se miraron.
- Claro, ¿qué esperabais, que llegaríais y volveríais a esconderos? Cuando se lo dijiste a la abuela, no tardó en llamarlos –miró a lo lejos.- Ahí vienen.
Como si de una película se tratase, las caras sonrientes de Esposito, Ryan, Lanie y el padre de Beckett aparecieron en escena. En unos minutos, los abrazos se multiplicaron junto con frases llenas de alegría por volver a verlos de nuevo, felicitaciones por su paternidad, preguntas sobre el vuelo.... El abrazo entre Beckett y su padre estuvo lleno de sentimiento: su pequeña había vuelto a casa e iba a ser madre.
- Tío, estáis muy morenos –Esposito los miraba de arriba abajo.
- Y la mamá está preciosa.
- Gracias Kevin.
- Os hemos echado de menos –esa vez intervino Lanie.
- Nosotros también.
- ¿Dónde habéis estado?
Beckett iba de la mano de su padre mientras andaban hacia el parking. Alexis se había abrazado a su padre. Esposito tiraba del carrito de las maletas. Y todos eran conscientes que Castle y Beckett ahora se miraban con ojos de enamorados.
- En un sitio que se vive de maravilla, se come muy bien, la gente es encantadora… -Castle parecía abstraído mientras hablaba.
- No empieces con tus adivinanzas –Espósito negaba con la cabeza.- Venís de Múnich, pero sabemos que allí habéis hecho escala…
- ¿Italia?
- ¿Francia?
- Típico –Castle paró de repente.- ¿Dónde está mi madre?
Fue decirlo y una acalorada Martha movía los brazos a lo lejos mientras se acercaba a ellos con paso acelerado.
- ¡Richard! ¡Kate! Madre mía, cielo, ¡estás preciosa! ¡Qué magnífica! –los abrazó a ambos. Los demás los observaban con una pequeña sonrisa en el rostro.
- Yo también me alegro de verte, Martha –le encantaba la espontaneidad de aquella mujer
- Madre, ¿dónde estabas?
- Eso ahora da igual. Kate, cariño, ¿cansada ya del embarazo?
- Bueno… -no dejó que hablara.
- Richard me dio mucha guerra ahí dentro –Beckett miró con una sonrisa divertida a su marido.
- Yo también me alegro de verte, madre.
Entre las risas de todos, siguieron su camino.
- Tu madre estaría orgullosa, Katie.
- Es lo único que me falta… -su voz reflejaba tristeza.
Ajenos a la conversación de los demás, padre e hija hablaban.
- Bex, te has casado con el hombre que amas y vas a tener un hijo. Tu madre, donde quiera que esté, lo sabe y tú sabes perfectamente lo que ella querría en este momento: que seas feliz.
- Lo soy –dijo unos segundos después de un breve silencio, mirando a los ojos a su padre.
- Entonces no te falta nada.
Beckett lo besó en la mejilla. Castle vio el gesto por el rabillo del ojo y sonrió. El aire de Nueva York los saludó minutos más tarde. La noche comenzaba a cernirse sobre la ciudad.
Ya de camino al loft de Castle, Beckett sintió un ligero golpe en su vientre…
- Sabe que estamos en casa… -murmuró en el oído de Castle.
¿Continuará?
Ahora tengo que dar una mala noticia para los que me leéis. El miércoles me voy dos semanas de vacaciones, de viaje por algunas ciudades de Europa a hacer el Interrail (viajar en tren), así que voy a estar perdida por el mundo, lejos de esto… Y dado que estos días tengo muchos planes pendientes, además de ultimar los preparativos del viaje, no voy a escribir más de esta historia hasta que vuelva. No me odiéis mucho, prometo traer alguna foto bonita y la mente despejada para seguir escribiendo. MUCHAS GRACIAS, pasar unos días estupendos. Nos leemos a la vuelta
P.D: He sido buena y no he dejado la historia en un punto crítico
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
una preciosa historiaaaaaa
De interrail es fantastico yo fui y es una experiencia inolvidable, que ganas de volver hacerlo.
Disfruta muchooooooooooooo, ya nos contaras que tal la experiencia.
De interrail es fantastico yo fui y es una experiencia inolvidable, que ganas de volver hacerlo.
Disfruta muchooooooooooooo, ya nos contaras que tal la experiencia.
Duende- Escritor - Policia
- Mensajes : 1212
Fecha de inscripción : 01/03/2011
Edad : 36
Localización : Galicia
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Una nueva esperanza [Capítulo 3 pág. 4] AVISO
precioso capitulo!!!!! espero que te diviertas mucho en tu viaje!!!! =)
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