Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
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Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Mmmm, espero que Gina no esté embarazada... Por favor!
Pobre Kate, dicen que a la tercera va la vencida, espero que sea verdad. De todas formas, me das miedo!
Pobre Kate, dicen que a la tercera va la vencida, espero que sea verdad. De todas formas, me das miedo!
girl_4_charmed- Actor en Broadway
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Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Como Gina esté embazada... me da algo xD.
Cada vez me gusta menos Martha, y creo que a Gina la odiaré dentro de poco. Espero que sigas pronto. Un saludo!
Cada vez me gusta menos Martha, y creo que a Gina la odiaré dentro de poco. Espero que sigas pronto. Un saludo!
okusak- Policia de homicidios
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Edad : 34
Localización : Entre la nebulosa Nervitana y el país de nunca jamás.
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
¿Pierde al bebé por segunda vez? Se ve que cuando escribiste la historia original no querías que la protagonista se quedara embarazada muy pronto jajaja
La última frase me ha dejado intrigada... Seguro que Martha está detrás de lo que pasa a la vuelta del viaje de la pareja.
Continualo pronto Zeny!
La última frase me ha dejado intrigada... Seguro que Martha está detrás de lo que pasa a la vuelta del viaje de la pareja.
Continualo pronto Zeny!
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Pobre Katherine no es justo que por segunda vez perdiera su hijo
Oye Zeni... ojalá esa noticia no sea precisamente que Gina está embarazada porque eso si que sería
algo IMPERDONABLE
Sigue Pronto
Oye Zeni... ojalá esa noticia no sea precisamente que Gina está embarazada porque eso si que sería
algo IMPERDONABLE
Sigue Pronto
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Tu relato me esta resultando de lo más interesante.
Pero no le das tregua a la pobre!! a ver si para la siguiente ocasión tiene trillizos y compensa las pérdidas porque... ufs... jeje
Estas convirtiendo a Martha en una madrastrona y resulta gracioso ese personaje, la suegra insoportable.
A la espera del siguiente, no tardes.
Pero no le das tregua a la pobre!! a ver si para la siguiente ocasión tiene trillizos y compensa las pérdidas porque... ufs... jeje
Estas convirtiendo a Martha en una madrastrona y resulta gracioso ese personaje, la suegra insoportable.
A la espera del siguiente, no tardes.
Anver- Policia de homicidios
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Localización : Madrid
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Está genial esta historia. Espero que Kate vuelva superembarazada de su viaje y que las malas noticias, solo sean unas goteras en el castillo. Sigue pronto.
Cata Castillo- Escritor - Policia
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Localización : Al sur del sur
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Gracias, gracias, gracias. Aquí os dejo el final. El penúltimo trozo era muy pequeño así que decidí poner juntos los dos que quedaban y ahora creo que ha quedado muy largo, espero que no se aburran leyendo y que no defraude el final. Es un placer publicar relatos aquí.
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El viaje transcurrió tal y como habían soñado miles de veces. Cenas románticas, paseos por la cubierta del barco, bailes, y muchas horas de pasión entre las sábanas de seda de su lujoso camarote. Cuando volvieron a casa ambos estaban totalmente relajados y más enamorados que nunca aunque este era un detalle que ninguno compartía con el otro, al menos de momento.
Nada más cruzar el umbral de la puerta del castillo Katherine notó una extraña sensación, como si algo malo fuera a suceder, y no se equivocaba.
K: ¡RICHARD!- gritó desde lo alto de la escalera- ¡Por fin estás en casa!
R: Vaya madre, nunca pensé que me echarías de menos- dijo con una sonrisa que desapareció cuando su madre estampó en su mejilla una sonora bofetada- ¿Qué demonios hace madre?
K: ¡No me hables en ese tono Richard Castle!! ¡¡Qué has hecho? ¡Nunca podría haber imaginado algo así de ti!! ¡Te eduqué para que fueras un buen hombre!!
K: Señora…¿se puede saber qué es lo que ha hecho?- cuestionó.
K: ¡Oh Katherine! Tú también tienes parte de culpa en esto- la encaró- Deberías ser tú la que le dé un heredero…
R: ¡Madre!! ¿Quieres explicarnos qué pasa?
K: Pasa que eres un maldito infiel y mujeriego como tú lo fue tu padre y ahora debemos cargar otra vez, con la deshonra de un bastardo Castle- Katherine lo comprendió todo y miró a su marido con los ojos llenos de furia.
K: ¿Cuándo pasó? ¿Quién es ella? ¿Por qué Rick? Pensé que eras feliz, que yo te daba todo lo que necesitabas…
R: ¡Katherine! No…no, puede ser, tiene que ser un error, jamás te he engañado, te lo prometo.
K: No hagas promesas que no puedas cumplir Richard- le dijo- ¡Gina!- gritó llamando a su empleada.
G: Señora.
K: Cuéntale a mi hijo lo que me contaste a mí hace dos días.
G: Estoy embarazada señor Conde, y usted es el padre- confesó sin que le temblara la voz.
R: Eso no es posible, yo no…yo nunca…- sus palabras se vieron cortadas ante un recuerdo…el día de la fiesta del Rey, cuando Katherine se enfadó y le echó de su cuarto…recordaba haberle pedido a Gina una botella de vino y dos copas y después…
K: ¡No me lo puedo creer!, ¡¡Te odio Richard Castle!!- le gritó y salió corriendo hacia su cuarto.
R: ¡Katherine escucha! ¡Déjame darte una explicación!- gritaba golpeando con furia la puerta de madera del cuarto de su esposa sin conseguir que ella abriera.
G: Señor- le llamó- Imagino que usted…
R: Me haré cargo del niño si eso es lo que te preocupa, pero no voy a anular mi matrimonio con Katherine ni mucho menos casarme contigo, la quiero, ¿lo entiendes?- la joven empleada asintió, sabía que la condesa nunca le perdonaría y que su madre le obligaría a casarse con ella.
El ruido de alguien dando golpes a la puerta de la entrada llamó la atención de Rick, la puerta abrirse y la voz, algo quebrada, del mensajero real le dieron una pista de lo que pasaría a continuación.
Ry: ¿El Conde Castle ha vuelto?
R: Si Ryan estoy aquí.
Ry: Señor…le necesitamos, ha sido horrible, nuestras tropas han sufrido una emboscada, Lord Javier está gravemente herido y muchos otros están muertos.
R: ¿Javier?- preguntó preocupado- ¡Vamos no hay tiempo que perder! ¡Gina! – gritó- Traiga mis uniformes mientras me despido de Katherine.
G: Pero señor yo…
R: Tú sigues siendo la sirvienta de esta casa ¿no? Pues haz tu trabajo, quiero mis uniformes aquí en cinco minutos- ordenó mientras volvía a subir las escaleras- Katherine, tienes que dejarme pasar, acaba de venir Ryan a buscarme, tengo que unirme a las tropas, Lord Javier está herido…- nada, no importaba lo que dijera, desde dentro no recibía respuesta- Ahora debo irme, pero cuando vuelva aclararemos todo esto, te prometo que no quise engañarte, Katherine…debes saber que yo…
Ry: ¡Capitán! – escuchó desde abajo, ¿es qué nunca iba a poder decirle a su esposa que la amaba?
R: Ya voy- sin más se marchó.
Dentro de la habitación la estampa era desoladora, Katherine lloraba tumbada en su cama, por todo, por el engaño, porque sabía que la condesa Martha tenía razón, ella no había sido capaz de darle un hijo a Rick, todo esto era en parte culpa suya, y ahora…el marido de su mejor amiga estaba herido, y el suyo debía unirse a las tropas en busca de una muerte casi segura.
Con súbita decisión se levantó de la cama tras horas de permanecer llorando. Estaba cansada de vivir así, de esa casa, de su suegra…tan solo Rick era lo que le mantenía bien allí y ahora él no estaba, y además le había engañado. Cuando las primeras luces del alba comenzaron a despuntar ordenó al cochero que cargara sus cosas en el carruaje, volvía a casa de su tío de donde nunca debió haber salido.
Le daba igual si eso significaba devolver al clan Beckett a las profundidades de la deshonra social. Si sus primas querían seguir acudiendo a las fiestas de alto standing que fueran ellas las que se casarán con algún conde infiel.
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Richard Castle III volvió a su casa como un héroe después de la batalla más dura de su carrera. Había perdido muchos soldados, amigos, compañeros, pero por fin todo había acabado.
En todos esos meses solo una idea permanecía en la mente del capitán, algo que le ayudaba a mantenerse cuerdo ante tanta tragedia: Katherine…su dulce y hermosa Katherine. Tenía que conseguir que le perdonara, la necesitaba.
A su llegada tan solo encontró a su madre esperándole, días antes el mensajero Real había ido al castillo a avisar que el conde volvía pronto.
M: ¡Richard hijo mío!- exclamó abrazándole como nunca antes había hecho.
R: Madre- respondió sin mucho entusiasmo- ¿Dónde está Katherine?- preguntó sin rodeos.
M: Ella ya no vive aquí, volvió con su tío…¡no sabes lo que he tenido que he tenido que soportar Richard!
R: Ni me interesa, voy a buscarla…
M: Ni si quiera preguntas por tu hijo…
R: ¿Ya nació?- realmente se había olvidado.
M: Ha pasado algo que deberías saber…- durante un rato le contó lo sucedido aunque, él no se mostraba demasiado interesado, en cuanto su madre acabó tomó su caballo y partió en busca de Katherine, ahora más que nunca, tenía que conseguir que le perdonara.
Llegó a los dominios del coronel O’hara cuando casi amanecía y la imagen que le recibió le asustó. Las puertas permanecían abiertas, en la entrada principal un carruaje que se parecía al del doctor Turner y se oían gritos provenientes de la planta alta. No tardó nada en reconocer la voz de su esposa y subió las escaleras de dos en dos.
Cuando llegó a la habitación de Katherine nadie se percató de su presencia, demasiado absortos en mirar a la personita que el médico sostenía en sus brazos y que lloraba a pleno pulmón.
DT: ¡Es una niña!- informó a Alexis y su madre que rápidamente se apresuró a coger al bebé y envolverlo en una manta- ¡Vamos Katherine, no te desmayes ahora!- dijo- Aún queda uno.
K: No puedo…- la voz agotada y casi apagada de Katherine pareció sacar a Rick del trance en el que estaba sumido.
Alexis levantó la vista y le vio, parado en la puerta del dormitorio, pálido y con el rostro desencajado.
A: ¡Señor conde!, ¿qué hace usted aquí?- preguntó.
R: Vine a buscar a Katherine y…
K: Rick- la voz de su esposa susurrando su nombre hizo terminar de reaccionar.
R: Katherine, cariño- le dijo dulcemente colocándose a su lado en la cama- Estoy aquí mi amor.
K: No…puedo más…
DT: ¡Dígale algo! ¡No puede desmayarse!- Rick obedeció al doctor y se acercó a susurrarle algo al oído, algo que nadie supo que era pero que pareció dar a Katherine las fuerzas que le faltaban, un par de gritos y empujones más y el segundo bebé estaba en el mundo- ¡Es un niño!.
R: Muy bien cielo, lo has hecho bien…- ella le sonrió momentos antes de perder el conocimiento- ¡¡Katherine!- gritó presa del pánico- ¡Haga algo Turner!!- ordenó.
DT: Era inevitable, han sido 48 horas de contracciones y casi cinco de parto, ha perdido mucha sangre, va a necesitar una transfusión, pero no es aconsejable moverla y no puedo traer la sangre desde el hospital…
A: ¿Está queriendo decir que va a morirse?- preguntó asustada mientras trataba de calmar al niño que lloraba en sus brazos.
R: ¡No!...¿Qué necesita?
Madeleine: Creo que debemos esperar a que el coronel esté de vuelta…a él le compete tomar las decisiones sobre la niña Katherine.
DT: No tenemos tanto tiempo.
R: Y yo estoy aquí, soy su marido.
Mad: Pero…
R: Sin peros, ¿qué necesita?
DT: Sangre…
R: Bien, coja la mía, toda la que necesiten- dijo extendiendo su brazo hacia el médico.
El doctor Turner pinchó a Katherine y después a Rick, uniéndoles por una especie de manguera fina de un brazo a otro y la sangre empezó a fluir, unas horas después Katherine había recuperado el color y aunque, permanecía inconsciente el peligro parecía haber pasado.
DT: Permanezca tumbado un rato- informó una vez acabada la transfusión.
R: ¿Se pondrá bien?
DT: Yo creo que sí, aunque con los partos nunca se sabe, hay que esperar unos días, si no aparece fiebre es porque no hay infecciones, y si no hay hemorragia es porque no tiene ningún desgarro interior, ha sido difícil, han sido dos niños, y bastante grandes.
R: ¿Lo había hecho antes?- preguntó- Me refiero a partos dobles.
DT: He de reconocer que no, en la universidad nos hablaron de ellos pero nunca había asistido ninguno, la condesa Castle es una mujer muy valiente. Me llamaron casi un mes después de su marcha, informándome de que estaba en casa de su tío y se encontraba enferma, vine a verla y el diagnóstico fue claro, estaba embarazada- informó con una sonrisa, el encantaban este tipo de noticias- le pregunté si pensaba volver junto a su suegra y me dijo rotundamente que no, que no pensaba moverse de aquí, que esta vez conseguiría llegar la final del embarazo aunque tuviera que quedarse nueve meses tumbada en cama y así lo hizo.
R: Es tan cabezota…cuando se propone algo lo consigue siempre- repuso mirándola con adoración mientras acariciaba su pelo- Alexis, quiero que preparen a los bebés, voy a llevárselos a mi madre hasta que Katherine se recupere.
A: ¿A su madre? Nosotras podemos cuidarles.
R: Vosotras tenéis que estar con ella.
A: Pero señor conde…
R: ¡No me repliques!- ordenó.
A: Está bien- contra su voluntad y la de su madre la joven preparó a los pequeños y pasada la media tarde Rick se los llevó.
R: Alexis, tú y alguna de las criadas vendréis conmigo, y usted señora Coates, cuide de mi esposa hasta que vuelva.
Mad: No he hecho otra cosa desde que volvió con nosotros después de que usted le engañara- reprochó, ella más que nadie había visto llorar a Katherine por su culpa.
Rick prefirió no responder y se marchó con Alexis y los mellizos.
M: ¡Richard!,¿dónde has estado!? ¿Y estos bebés?
R: Estos bebés madre, son los herederos que tanto deseabas, mis hijos legítimos nacidos de mi matrimonio concertado con Lady Katherine Beckett, aquí les tienes- en su voz quedaba patente un tono de voz que no parecía de un padre orgulloso, ni feliz- Ya puedes estar contenta.
M: ¿Ella te ha dicho eso?- inquirió
R: Ella no me ha dicho nada madre, está aún inconsciente tras un parto horrible que casi la mata, cuidarás de los niños hasta que Katherine esté repuesta.
M: ¡Tú no me das órdenes Richard!, no me creo que sean tus hijos, ¿cuánto tiempo hace que no ves a esa muchacha?
R: Ocho meses y medio…se ve que dejé los deberes hechos antes de marcharme…, son míos, de verdad lo son, Katherine no me engañaría…
A: Con todo el respeto- interrumpió temiendo por su integridad física- Tan solo tiene que mirarles.
Rick apenas había visto a los niños y las palabras de Alexis le hicieron fijarse en ellos, despiertos en sus cunitas de mimbre, llamaban la atención los enormes y expresivos ojos azules que resaltaban en ambas caritas.
R: Volveremos a por ellos cuando su madre esté bien- dijo sin más, tratando de reprimir la emoción se marchó de vuelta junto a Katherine.
Mad: ¡Está despierta!- gritó Madeleine desde la ventana del cuarto de Katherine, se bajó corriendo del carruaje y corrió hasta allí.
R: Katherine, me alegra verte despierta.
K: Rick- exclamó, parecía no recordar muy bien qué había pasado- ¿Dónde está mi hijo?- definitivamente no se acordaba.
R: ¿Cómo qué tu hijo?
K: Nuestro hijo, quiero decir, porque…es tuyo Rick, te lo prometo.
R: Lo sé mi vida, ellos son mis hijos, los dos.
K: ¿Dos?
R: ¿No te acuerdas?
K: Vagamente…yo estaba muy cansada, tú llegaste y me dijiste al oído…- una enorme sonrisa adornó su cansado rostro al recordar sus palabras- ¿De verdad me amas?- preguntó con timidez.
R: Con todo mi corazón Katherine, desde que te conocí, seguro que no estaba previsto que me enamorase de la esposa que mi difunto padre había elegido para mí cuando yo apenas tenía cinco años- dijo tomando las manos de ella entre las suyas.
K: Pero…me engañaste- no pudo evitar que el reproche saliera de sus labios- Te acostaste con esa mujer y ella tuvo un hijo tuyo, tu heredero…
R: Mis herederos son Matthew y Diane- respondió recordando su conversación meses antes- Ese niño no es mi hijo Beckett- le explicó usando su apelativo- Al parecer Gina había tenido un escarceo con uno de los mozos de las caballerizas y su hijo es…bueno, demasiado moreno para ser mío- dijo con una gran sonrisa.
K: Eso no quita lo que pasó entre vosotros…
R: Lo siento muchísimo, yo…no recuerdo nada de esa noche, pero te prometo que la buscaré y le haré que me explique qué pasó realmente.
K: ¿De verdad he tenido dos bebés?- preguntó olvidando el tema, ya le daba igual lo que pasó, ¡Rick la amaba! ¿qué importaba lo demás?
R: Niño y niña…creo que el doctor dijo que se les llama mellizos, son preciosos- dijo mostrándose por primera vez ilusionado con sus hijos, ahora que Katherine estaba recuperada todo iría bien para los cuatro.
K: ¡Quiero verles!
R: Les llevé con mi madre…yo…estaba enfadado con ella, estuviste tan mal, creí que te perdía y si eso pasaba todo sería por su culpa, por su obsesión por tener un heredero, creo que en cierto modo también estaba enfadado con ellos.
K: Rick..., te juro que he sido la mujer más feliz del mundo desde que supe que llevaba un hijo tuyo en mi interior, he pasado tanto tiempo en esta cama…imaginando como sería…¡por favor ve a buscarles!- él se levantó de la cama dispuesto a cumplir su deseo y caminó hasta la puerta- ¡Rick!- le llamó y cuando se giró a mirarla ella le sorprendió con una declaración- Yo también me enamoré del hombre que mi tío eligió para ser mi marido- dijo- Te amo- con una gran sonrisa el conde se acercó a ella y la besó prolongadamente.
R: Voy a por nuestros hijos.
De camino a casa de su madre, Rick se encontró con Gina, su ex empleada, sin dudarlo un momento paró el carruaje y bajó a hablar con ella.
R: Necesito que me digas la verdad…
G: Señor Conde…aunque no me crea yo no quise hacerlo, me enteré que había vuelto, iba a casa de Lady Katherine a contarle la verdad…
R: ¡Habla!- le insistió.
G: No pasó nada entre nosotros- Rick no pudo evitar suspirar aliviado- Usted había discutido con la condesa y me buscó, pienso que quería solo darle celos, comenzó a beber vino, una copa tras otro y, aunque lo intenté, no pasó nada aquella noche, de su boca no dejaba de salir lo mucho que amaba a su esposa, lo hermosa que era, y lo afortunado que se sentía de tenerla a su lado hasta que se durmió.
R: ¿Por qué inventaste todo eso? Eras la persona de confianza de…¿mi madre?- de repente una idea nada agradable penetró en su mente.
G: Unos meses antes ella me dijo que quería deshacerse de Lady Katherine, que no era buena para usted y que obligarle a casarse con ella fue un error, me prometió que si le daba un hijo se casaría conmigo…, lo siento tanto…me cegó la ambición, le prometo que he cambiado, la maternidad supongo…no sé cómo la señora Martha puede querer separarlo de la mujer que ama.
R: Yo tampoco Gina, le agradezco su sinceridad y espero que le vaya bien en la vida- tras despedirse de ella prosiguió su camino- ¡MADRE!- gritó hecho una furia- ¿Dónde están mis hijos?
M: Duermen…
R: Me los llevo junto a su madre, ¿has disfrutado de ellos?, espero que sí porque no volverás a verles.
M: ¿Qué estás diciendo? Vamos a criarles aquí.
R: No madre, Katherine y yo les criaremos, no sé dónde, pero no será aquí, ni a tu lado…Gina me ha contado lo que hiciste, no puedo entender qué te llevó a actuar así pero, tampoco quiero saberlo.
M: Pero Richard y Katherine son los herederos, no puedes criarlos fuera de la casa familiar- protestó veía que iba a perder a su hijo y no podía hacer nada por evitarlo.
R: Se llaman Matthew y Diane, y se criarán donde su madre y yo queramos, tu sabías que yo la amaba, te lo dije muchas veces.
M: Pensé que era un capricho, Katherine es hermosa pero no es la mujer que te conviene, pensé que te acabarías dando cuenta…
R: Ya no quiero seguir escuchándote…adiós madre- sin mirar atrás, e ignorando los gritos y lloros de su madre se marchó con llevándose a los niños con él- Mamá nos espera- les dijo besando la frente de cada uno.
K: ¡oh Dios mío!- exclamó al ver a las dos personitas que Rick acababa de depositar cariñosamente en sus brazos- ¡No puedo creerlo!, ¡son preciosos!
R: Sí mucho- respondió bebiendo de la imagen de su mujer y sus hijos- Todo el mundo dice que se parecen mucho a mí, pero yo creo que solo es el color de los ojos.
K: La pequeña se parece a tu hermana…la recuerdo del cuadro de tu despacho- su comentario pareció entristecer a Rick- no dejaremos que nada malo les pase cariño, seremos buenos padres para ellos.
R: Estoy seguro.
K: Les dejaremos libertad para elegir como quieren que sea su vida…
R: ¿Nada de matrimonios concertados?- bromeó cogiendo a la niña y viendo a Katherine negar con la cabeza.
K: Ni de pertenecer al ejército real por tradición familiar, quiero que Matthew elija su profesión no que se la impongan, para imposiciones ya tiene el título, es el cuarto conde Castle…
R: De hecho no…Diane nació primero, ella heredará el título- ambos sonrieron, de sobra sabían que Martha pondría el grito en el cielo pero, no les importaba.
Nada les importaba ya más que la felicidad de sus hijos y la suya propia. Richard anunció que iba a dejar el ejército, se dedicaría a los negocios familiares y viviría el resto de su vida junto a Katherine y sus hijos.
Katherine contó a su marido que Gina la había visitado y le había contado lo qué sucedió aquella noche y Richard.
K: De todas formas…había decidido olvidarlo, te amo y eso es más fuerte que el rencor- dijo y Rick la besó mientras sus dos pequeños dormían en sus brazos.
Decidieron que empezarían una nueva vida lejos de todo aquello, durante un tiempo vivieron en la casa de verano de la familia hasta que compraron un precioso castillo en las afueras, donde, los niños crecieron felices, aprendieron a montar a caballo y ellos se amaron hasta el final de sus días.
Su matrimonio había dejado de ser de conveniencia prácticamente desde el primer momento en que se vieron y ahora, años después, nadie que les veía juntos podía cuestionar que, los Condes Castle, se amaban tanto como el primer día.
************** ¿FIN?
PD: Al adaptarlo he recordado que !!tiene un epílogo!! !Qué cabeza la mía!!
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El viaje transcurrió tal y como habían soñado miles de veces. Cenas románticas, paseos por la cubierta del barco, bailes, y muchas horas de pasión entre las sábanas de seda de su lujoso camarote. Cuando volvieron a casa ambos estaban totalmente relajados y más enamorados que nunca aunque este era un detalle que ninguno compartía con el otro, al menos de momento.
Nada más cruzar el umbral de la puerta del castillo Katherine notó una extraña sensación, como si algo malo fuera a suceder, y no se equivocaba.
K: ¡RICHARD!- gritó desde lo alto de la escalera- ¡Por fin estás en casa!
R: Vaya madre, nunca pensé que me echarías de menos- dijo con una sonrisa que desapareció cuando su madre estampó en su mejilla una sonora bofetada- ¿Qué demonios hace madre?
K: ¡No me hables en ese tono Richard Castle!! ¡¡Qué has hecho? ¡Nunca podría haber imaginado algo así de ti!! ¡Te eduqué para que fueras un buen hombre!!
K: Señora…¿se puede saber qué es lo que ha hecho?- cuestionó.
K: ¡Oh Katherine! Tú también tienes parte de culpa en esto- la encaró- Deberías ser tú la que le dé un heredero…
R: ¡Madre!! ¿Quieres explicarnos qué pasa?
K: Pasa que eres un maldito infiel y mujeriego como tú lo fue tu padre y ahora debemos cargar otra vez, con la deshonra de un bastardo Castle- Katherine lo comprendió todo y miró a su marido con los ojos llenos de furia.
K: ¿Cuándo pasó? ¿Quién es ella? ¿Por qué Rick? Pensé que eras feliz, que yo te daba todo lo que necesitabas…
R: ¡Katherine! No…no, puede ser, tiene que ser un error, jamás te he engañado, te lo prometo.
K: No hagas promesas que no puedas cumplir Richard- le dijo- ¡Gina!- gritó llamando a su empleada.
G: Señora.
K: Cuéntale a mi hijo lo que me contaste a mí hace dos días.
G: Estoy embarazada señor Conde, y usted es el padre- confesó sin que le temblara la voz.
R: Eso no es posible, yo no…yo nunca…- sus palabras se vieron cortadas ante un recuerdo…el día de la fiesta del Rey, cuando Katherine se enfadó y le echó de su cuarto…recordaba haberle pedido a Gina una botella de vino y dos copas y después…
K: ¡No me lo puedo creer!, ¡¡Te odio Richard Castle!!- le gritó y salió corriendo hacia su cuarto.
R: ¡Katherine escucha! ¡Déjame darte una explicación!- gritaba golpeando con furia la puerta de madera del cuarto de su esposa sin conseguir que ella abriera.
G: Señor- le llamó- Imagino que usted…
R: Me haré cargo del niño si eso es lo que te preocupa, pero no voy a anular mi matrimonio con Katherine ni mucho menos casarme contigo, la quiero, ¿lo entiendes?- la joven empleada asintió, sabía que la condesa nunca le perdonaría y que su madre le obligaría a casarse con ella.
El ruido de alguien dando golpes a la puerta de la entrada llamó la atención de Rick, la puerta abrirse y la voz, algo quebrada, del mensajero real le dieron una pista de lo que pasaría a continuación.
Ry: ¿El Conde Castle ha vuelto?
R: Si Ryan estoy aquí.
Ry: Señor…le necesitamos, ha sido horrible, nuestras tropas han sufrido una emboscada, Lord Javier está gravemente herido y muchos otros están muertos.
R: ¿Javier?- preguntó preocupado- ¡Vamos no hay tiempo que perder! ¡Gina! – gritó- Traiga mis uniformes mientras me despido de Katherine.
G: Pero señor yo…
R: Tú sigues siendo la sirvienta de esta casa ¿no? Pues haz tu trabajo, quiero mis uniformes aquí en cinco minutos- ordenó mientras volvía a subir las escaleras- Katherine, tienes que dejarme pasar, acaba de venir Ryan a buscarme, tengo que unirme a las tropas, Lord Javier está herido…- nada, no importaba lo que dijera, desde dentro no recibía respuesta- Ahora debo irme, pero cuando vuelva aclararemos todo esto, te prometo que no quise engañarte, Katherine…debes saber que yo…
Ry: ¡Capitán! – escuchó desde abajo, ¿es qué nunca iba a poder decirle a su esposa que la amaba?
R: Ya voy- sin más se marchó.
Dentro de la habitación la estampa era desoladora, Katherine lloraba tumbada en su cama, por todo, por el engaño, porque sabía que la condesa Martha tenía razón, ella no había sido capaz de darle un hijo a Rick, todo esto era en parte culpa suya, y ahora…el marido de su mejor amiga estaba herido, y el suyo debía unirse a las tropas en busca de una muerte casi segura.
Con súbita decisión se levantó de la cama tras horas de permanecer llorando. Estaba cansada de vivir así, de esa casa, de su suegra…tan solo Rick era lo que le mantenía bien allí y ahora él no estaba, y además le había engañado. Cuando las primeras luces del alba comenzaron a despuntar ordenó al cochero que cargara sus cosas en el carruaje, volvía a casa de su tío de donde nunca debió haber salido.
Le daba igual si eso significaba devolver al clan Beckett a las profundidades de la deshonra social. Si sus primas querían seguir acudiendo a las fiestas de alto standing que fueran ellas las que se casarán con algún conde infiel.
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Richard Castle III volvió a su casa como un héroe después de la batalla más dura de su carrera. Había perdido muchos soldados, amigos, compañeros, pero por fin todo había acabado.
En todos esos meses solo una idea permanecía en la mente del capitán, algo que le ayudaba a mantenerse cuerdo ante tanta tragedia: Katherine…su dulce y hermosa Katherine. Tenía que conseguir que le perdonara, la necesitaba.
A su llegada tan solo encontró a su madre esperándole, días antes el mensajero Real había ido al castillo a avisar que el conde volvía pronto.
M: ¡Richard hijo mío!- exclamó abrazándole como nunca antes había hecho.
R: Madre- respondió sin mucho entusiasmo- ¿Dónde está Katherine?- preguntó sin rodeos.
M: Ella ya no vive aquí, volvió con su tío…¡no sabes lo que he tenido que he tenido que soportar Richard!
R: Ni me interesa, voy a buscarla…
M: Ni si quiera preguntas por tu hijo…
R: ¿Ya nació?- realmente se había olvidado.
M: Ha pasado algo que deberías saber…- durante un rato le contó lo sucedido aunque, él no se mostraba demasiado interesado, en cuanto su madre acabó tomó su caballo y partió en busca de Katherine, ahora más que nunca, tenía que conseguir que le perdonara.
Llegó a los dominios del coronel O’hara cuando casi amanecía y la imagen que le recibió le asustó. Las puertas permanecían abiertas, en la entrada principal un carruaje que se parecía al del doctor Turner y se oían gritos provenientes de la planta alta. No tardó nada en reconocer la voz de su esposa y subió las escaleras de dos en dos.
Cuando llegó a la habitación de Katherine nadie se percató de su presencia, demasiado absortos en mirar a la personita que el médico sostenía en sus brazos y que lloraba a pleno pulmón.
DT: ¡Es una niña!- informó a Alexis y su madre que rápidamente se apresuró a coger al bebé y envolverlo en una manta- ¡Vamos Katherine, no te desmayes ahora!- dijo- Aún queda uno.
K: No puedo…- la voz agotada y casi apagada de Katherine pareció sacar a Rick del trance en el que estaba sumido.
Alexis levantó la vista y le vio, parado en la puerta del dormitorio, pálido y con el rostro desencajado.
A: ¡Señor conde!, ¿qué hace usted aquí?- preguntó.
R: Vine a buscar a Katherine y…
K: Rick- la voz de su esposa susurrando su nombre hizo terminar de reaccionar.
R: Katherine, cariño- le dijo dulcemente colocándose a su lado en la cama- Estoy aquí mi amor.
K: No…puedo más…
DT: ¡Dígale algo! ¡No puede desmayarse!- Rick obedeció al doctor y se acercó a susurrarle algo al oído, algo que nadie supo que era pero que pareció dar a Katherine las fuerzas que le faltaban, un par de gritos y empujones más y el segundo bebé estaba en el mundo- ¡Es un niño!.
R: Muy bien cielo, lo has hecho bien…- ella le sonrió momentos antes de perder el conocimiento- ¡¡Katherine!- gritó presa del pánico- ¡Haga algo Turner!!- ordenó.
DT: Era inevitable, han sido 48 horas de contracciones y casi cinco de parto, ha perdido mucha sangre, va a necesitar una transfusión, pero no es aconsejable moverla y no puedo traer la sangre desde el hospital…
A: ¿Está queriendo decir que va a morirse?- preguntó asustada mientras trataba de calmar al niño que lloraba en sus brazos.
R: ¡No!...¿Qué necesita?
Madeleine: Creo que debemos esperar a que el coronel esté de vuelta…a él le compete tomar las decisiones sobre la niña Katherine.
DT: No tenemos tanto tiempo.
R: Y yo estoy aquí, soy su marido.
Mad: Pero…
R: Sin peros, ¿qué necesita?
DT: Sangre…
R: Bien, coja la mía, toda la que necesiten- dijo extendiendo su brazo hacia el médico.
El doctor Turner pinchó a Katherine y después a Rick, uniéndoles por una especie de manguera fina de un brazo a otro y la sangre empezó a fluir, unas horas después Katherine había recuperado el color y aunque, permanecía inconsciente el peligro parecía haber pasado.
DT: Permanezca tumbado un rato- informó una vez acabada la transfusión.
R: ¿Se pondrá bien?
DT: Yo creo que sí, aunque con los partos nunca se sabe, hay que esperar unos días, si no aparece fiebre es porque no hay infecciones, y si no hay hemorragia es porque no tiene ningún desgarro interior, ha sido difícil, han sido dos niños, y bastante grandes.
R: ¿Lo había hecho antes?- preguntó- Me refiero a partos dobles.
DT: He de reconocer que no, en la universidad nos hablaron de ellos pero nunca había asistido ninguno, la condesa Castle es una mujer muy valiente. Me llamaron casi un mes después de su marcha, informándome de que estaba en casa de su tío y se encontraba enferma, vine a verla y el diagnóstico fue claro, estaba embarazada- informó con una sonrisa, el encantaban este tipo de noticias- le pregunté si pensaba volver junto a su suegra y me dijo rotundamente que no, que no pensaba moverse de aquí, que esta vez conseguiría llegar la final del embarazo aunque tuviera que quedarse nueve meses tumbada en cama y así lo hizo.
R: Es tan cabezota…cuando se propone algo lo consigue siempre- repuso mirándola con adoración mientras acariciaba su pelo- Alexis, quiero que preparen a los bebés, voy a llevárselos a mi madre hasta que Katherine se recupere.
A: ¿A su madre? Nosotras podemos cuidarles.
R: Vosotras tenéis que estar con ella.
A: Pero señor conde…
R: ¡No me repliques!- ordenó.
A: Está bien- contra su voluntad y la de su madre la joven preparó a los pequeños y pasada la media tarde Rick se los llevó.
R: Alexis, tú y alguna de las criadas vendréis conmigo, y usted señora Coates, cuide de mi esposa hasta que vuelva.
Mad: No he hecho otra cosa desde que volvió con nosotros después de que usted le engañara- reprochó, ella más que nadie había visto llorar a Katherine por su culpa.
Rick prefirió no responder y se marchó con Alexis y los mellizos.
M: ¡Richard!,¿dónde has estado!? ¿Y estos bebés?
R: Estos bebés madre, son los herederos que tanto deseabas, mis hijos legítimos nacidos de mi matrimonio concertado con Lady Katherine Beckett, aquí les tienes- en su voz quedaba patente un tono de voz que no parecía de un padre orgulloso, ni feliz- Ya puedes estar contenta.
M: ¿Ella te ha dicho eso?- inquirió
R: Ella no me ha dicho nada madre, está aún inconsciente tras un parto horrible que casi la mata, cuidarás de los niños hasta que Katherine esté repuesta.
M: ¡Tú no me das órdenes Richard!, no me creo que sean tus hijos, ¿cuánto tiempo hace que no ves a esa muchacha?
R: Ocho meses y medio…se ve que dejé los deberes hechos antes de marcharme…, son míos, de verdad lo son, Katherine no me engañaría…
A: Con todo el respeto- interrumpió temiendo por su integridad física- Tan solo tiene que mirarles.
Rick apenas había visto a los niños y las palabras de Alexis le hicieron fijarse en ellos, despiertos en sus cunitas de mimbre, llamaban la atención los enormes y expresivos ojos azules que resaltaban en ambas caritas.
R: Volveremos a por ellos cuando su madre esté bien- dijo sin más, tratando de reprimir la emoción se marchó de vuelta junto a Katherine.
Mad: ¡Está despierta!- gritó Madeleine desde la ventana del cuarto de Katherine, se bajó corriendo del carruaje y corrió hasta allí.
R: Katherine, me alegra verte despierta.
K: Rick- exclamó, parecía no recordar muy bien qué había pasado- ¿Dónde está mi hijo?- definitivamente no se acordaba.
R: ¿Cómo qué tu hijo?
K: Nuestro hijo, quiero decir, porque…es tuyo Rick, te lo prometo.
R: Lo sé mi vida, ellos son mis hijos, los dos.
K: ¿Dos?
R: ¿No te acuerdas?
K: Vagamente…yo estaba muy cansada, tú llegaste y me dijiste al oído…- una enorme sonrisa adornó su cansado rostro al recordar sus palabras- ¿De verdad me amas?- preguntó con timidez.
R: Con todo mi corazón Katherine, desde que te conocí, seguro que no estaba previsto que me enamorase de la esposa que mi difunto padre había elegido para mí cuando yo apenas tenía cinco años- dijo tomando las manos de ella entre las suyas.
K: Pero…me engañaste- no pudo evitar que el reproche saliera de sus labios- Te acostaste con esa mujer y ella tuvo un hijo tuyo, tu heredero…
R: Mis herederos son Matthew y Diane- respondió recordando su conversación meses antes- Ese niño no es mi hijo Beckett- le explicó usando su apelativo- Al parecer Gina había tenido un escarceo con uno de los mozos de las caballerizas y su hijo es…bueno, demasiado moreno para ser mío- dijo con una gran sonrisa.
K: Eso no quita lo que pasó entre vosotros…
R: Lo siento muchísimo, yo…no recuerdo nada de esa noche, pero te prometo que la buscaré y le haré que me explique qué pasó realmente.
K: ¿De verdad he tenido dos bebés?- preguntó olvidando el tema, ya le daba igual lo que pasó, ¡Rick la amaba! ¿qué importaba lo demás?
R: Niño y niña…creo que el doctor dijo que se les llama mellizos, son preciosos- dijo mostrándose por primera vez ilusionado con sus hijos, ahora que Katherine estaba recuperada todo iría bien para los cuatro.
K: ¡Quiero verles!
R: Les llevé con mi madre…yo…estaba enfadado con ella, estuviste tan mal, creí que te perdía y si eso pasaba todo sería por su culpa, por su obsesión por tener un heredero, creo que en cierto modo también estaba enfadado con ellos.
K: Rick..., te juro que he sido la mujer más feliz del mundo desde que supe que llevaba un hijo tuyo en mi interior, he pasado tanto tiempo en esta cama…imaginando como sería…¡por favor ve a buscarles!- él se levantó de la cama dispuesto a cumplir su deseo y caminó hasta la puerta- ¡Rick!- le llamó y cuando se giró a mirarla ella le sorprendió con una declaración- Yo también me enamoré del hombre que mi tío eligió para ser mi marido- dijo- Te amo- con una gran sonrisa el conde se acercó a ella y la besó prolongadamente.
R: Voy a por nuestros hijos.
De camino a casa de su madre, Rick se encontró con Gina, su ex empleada, sin dudarlo un momento paró el carruaje y bajó a hablar con ella.
R: Necesito que me digas la verdad…
G: Señor Conde…aunque no me crea yo no quise hacerlo, me enteré que había vuelto, iba a casa de Lady Katherine a contarle la verdad…
R: ¡Habla!- le insistió.
G: No pasó nada entre nosotros- Rick no pudo evitar suspirar aliviado- Usted había discutido con la condesa y me buscó, pienso que quería solo darle celos, comenzó a beber vino, una copa tras otro y, aunque lo intenté, no pasó nada aquella noche, de su boca no dejaba de salir lo mucho que amaba a su esposa, lo hermosa que era, y lo afortunado que se sentía de tenerla a su lado hasta que se durmió.
R: ¿Por qué inventaste todo eso? Eras la persona de confianza de…¿mi madre?- de repente una idea nada agradable penetró en su mente.
G: Unos meses antes ella me dijo que quería deshacerse de Lady Katherine, que no era buena para usted y que obligarle a casarse con ella fue un error, me prometió que si le daba un hijo se casaría conmigo…, lo siento tanto…me cegó la ambición, le prometo que he cambiado, la maternidad supongo…no sé cómo la señora Martha puede querer separarlo de la mujer que ama.
R: Yo tampoco Gina, le agradezco su sinceridad y espero que le vaya bien en la vida- tras despedirse de ella prosiguió su camino- ¡MADRE!- gritó hecho una furia- ¿Dónde están mis hijos?
M: Duermen…
R: Me los llevo junto a su madre, ¿has disfrutado de ellos?, espero que sí porque no volverás a verles.
M: ¿Qué estás diciendo? Vamos a criarles aquí.
R: No madre, Katherine y yo les criaremos, no sé dónde, pero no será aquí, ni a tu lado…Gina me ha contado lo que hiciste, no puedo entender qué te llevó a actuar así pero, tampoco quiero saberlo.
M: Pero Richard y Katherine son los herederos, no puedes criarlos fuera de la casa familiar- protestó veía que iba a perder a su hijo y no podía hacer nada por evitarlo.
R: Se llaman Matthew y Diane, y se criarán donde su madre y yo queramos, tu sabías que yo la amaba, te lo dije muchas veces.
M: Pensé que era un capricho, Katherine es hermosa pero no es la mujer que te conviene, pensé que te acabarías dando cuenta…
R: Ya no quiero seguir escuchándote…adiós madre- sin mirar atrás, e ignorando los gritos y lloros de su madre se marchó con llevándose a los niños con él- Mamá nos espera- les dijo besando la frente de cada uno.
K: ¡oh Dios mío!- exclamó al ver a las dos personitas que Rick acababa de depositar cariñosamente en sus brazos- ¡No puedo creerlo!, ¡son preciosos!
R: Sí mucho- respondió bebiendo de la imagen de su mujer y sus hijos- Todo el mundo dice que se parecen mucho a mí, pero yo creo que solo es el color de los ojos.
K: La pequeña se parece a tu hermana…la recuerdo del cuadro de tu despacho- su comentario pareció entristecer a Rick- no dejaremos que nada malo les pase cariño, seremos buenos padres para ellos.
R: Estoy seguro.
K: Les dejaremos libertad para elegir como quieren que sea su vida…
R: ¿Nada de matrimonios concertados?- bromeó cogiendo a la niña y viendo a Katherine negar con la cabeza.
K: Ni de pertenecer al ejército real por tradición familiar, quiero que Matthew elija su profesión no que se la impongan, para imposiciones ya tiene el título, es el cuarto conde Castle…
R: De hecho no…Diane nació primero, ella heredará el título- ambos sonrieron, de sobra sabían que Martha pondría el grito en el cielo pero, no les importaba.
Nada les importaba ya más que la felicidad de sus hijos y la suya propia. Richard anunció que iba a dejar el ejército, se dedicaría a los negocios familiares y viviría el resto de su vida junto a Katherine y sus hijos.
Katherine contó a su marido que Gina la había visitado y le había contado lo qué sucedió aquella noche y Richard.
K: De todas formas…había decidido olvidarlo, te amo y eso es más fuerte que el rencor- dijo y Rick la besó mientras sus dos pequeños dormían en sus brazos.
Decidieron que empezarían una nueva vida lejos de todo aquello, durante un tiempo vivieron en la casa de verano de la familia hasta que compraron un precioso castillo en las afueras, donde, los niños crecieron felices, aprendieron a montar a caballo y ellos se amaron hasta el final de sus días.
Su matrimonio había dejado de ser de conveniencia prácticamente desde el primer momento en que se vieron y ahora, años después, nadie que les veía juntos podía cuestionar que, los Condes Castle, se amaban tanto como el primer día.
************** ¿FIN?
PD: Al adaptarlo he recordado que !!tiene un epílogo!! !Qué cabeza la mía!!
Zeny_Mackenzie- Moderador
- Mensajes : 1226
Fecha de inscripción : 07/06/2011
Edad : 41
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Pues te ha quedado un final precioso. Me ha encantado.
Delta5- Escritor - Policia
- Mensajes : 10286
Fecha de inscripción : 30/07/2012
Localización : Ciudadano del Mundo
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
ya se ha acabado?¿ con lo que me gustaba mi este fic , lo echare de menos
trinity640- Actor en Broadway
- Mensajes : 204
Fecha de inscripción : 01/07/2012
Edad : 47
Localización : Andalucia
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
aver ese epilogooooo me a encantadoooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 32
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
¡Me ha gustado mucho! ¡Sobre todo el final!
Gracias por escribirlo, ¿qué será lo siguiente?
PD: ¿Adaptarlo? ¿De dónde?
Gracias por escribirlo, ¿qué será lo siguiente?
PD: ¿Adaptarlo? ¿De dónde?
girl_4_charmed- Actor en Broadway
- Mensajes : 236
Fecha de inscripción : 24/09/2011
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Ufff, por poco creía que perdíamos a Kate, pero no...y ¡Dos bebés!, depués que no se queje que le haya dado herederos tarde, jejejeje.
¿Pondrás el epílogo?, porque me encantaría leerlo.
Me ha encanado tu historia y eso que no soy muy aficionada a los ambientes antiguos.
FELICIDADES. Sigue así.
¿Pondrás el epílogo?, porque me encantaría leerlo.
Me ha encanado tu historia y eso que no soy muy aficionada a los ambientes antiguos.
FELICIDADES. Sigue así.
MariaRomn@caskett- Policia de homicidios
- Mensajes : 502
Fecha de inscripción : 08/10/2012
Edad : 26
Localización : Ceuta (España)
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
girl_4_charmed escribió:¡Me ha gustado mucho! ¡Sobre todo el final!
Gracias por escribirlo, ¿qué será lo siguiente?
PD: ¿Adaptarlo? ¿De dónde?
De una historia que escribí hace años en el foro de JAG donde escribía, donde están mis "mejores éxitos literarios" jajaja. Es una adaptación de una historia original mía. Tengo muchas y ya he puesto alguna adaptada a Castle.
Me alegro de que os haya gustado.
Zeny_Mackenzie- Moderador
- Mensajes : 1226
Fecha de inscripción : 07/06/2011
Edad : 41
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Capítulo final?? Nooo
Te ha quedado PRECIOSO!! PRECIOSO todo el fic!!
Quiero ese epílogo!!!!!!!!
Te ha quedado PRECIOSO!! PRECIOSO todo el fic!!
Quiero ese epílogo!!!!!!!!
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
ha sido una maravilla
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Me encanto tu historia ... aún no creo q se haya acabado
Pero como dicen haz un epílogo!!!
Pero como dicen haz un epílogo!!!
Fanny_123- Autor de best-seller
- Mensajes : 831
Fecha de inscripción : 15/09/2012
Edad : 23
Localización : Chile!!! c:
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Que bonito! Me ha gustado mucho la historia. Espero que sigas escribiendo y, si quieres hacer un epílogo, bienvenido sea.
Un saludo!
Un saludo!
okusak- Policia de homicidios
- Mensajes : 749
Fecha de inscripción : 03/05/2012
Edad : 34
Localización : Entre la nebulosa Nervitana y el país de nunca jamás.
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Que bonito el final, me ha encantado, aunque no me esperaba que fuese tan pronto.
Gracias por compartir esta historia con tod@s nosotr@s.
Gracias por compartir esta historia con tod@s nosotr@s.
Yaye- Escritor - Policia
- Mensajes : 1751
Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
que bonito final, si traes el epilogo bienvenido sea *_*
CaskettGirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 146
Fecha de inscripción : 13/12/2012
Edad : 34
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
¡BRAVO! y deseando leer el epílogo. Una historia fantastica, tanto relatada coo descrita, ha sido una maravilla el poder leerte. Me ha encantado ese final super positivo, dando a entender que los niños harian lo que desearan ser, excluyendo el derecho masculino al trono, dando el privilegio a que pueda haber una reina.Muchisimas gracias, escribes de maravilla.
Invitado- Invitado
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Esta historia pasó de gustarme a encantarme. Creo que por lo original que es me llamó mucho la atención cuando empecé a leerla.
Me gusta el final, me recuerda un poco al final de Embrujadas, un final cerrado donde se "ve" a la familia con el paso del tiempo.
Me ha gustado muchísimo tu historia, ahora me tendrás enganchada a la nueva que estás escribiendo
Gracias por adaptar tus historias Zeny!
Me gusta el final, me recuerda un poco al final de Embrujadas, un final cerrado donde se "ve" a la familia con el paso del tiempo.
Me ha gustado muchísimo tu historia, ahora me tendrás enganchada a la nueva que estás escribiendo
Gracias por adaptar tus historias Zeny!
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
¡ohhhh! me la lei de golpe ayer y desde el principio me enganché
hay.... me encantó mucho como la escribiste el fic!!! jeje
hay.... me encantó mucho como la escribiste el fic!!! jeje
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Me ha encantado esta historia, diferente a las demás
Espero que sigas escribiendo pronto!
Espero que sigas escribiendo pronto!
forever23- As del póker
- Mensajes : 382
Fecha de inscripción : 09/09/2012
Edad : 32
Localización : Bilbao
Re: Matrimonio de conveniencia Epílogo (23 de enero)
Zeny
Excelente capítulo
Estoy ansiosa por leer el epílogo y ver de qué forma terminas una historia tan maravillosa
Súbelo pronto
Excelente capítulo
Estoy ansiosa por leer el epílogo y ver de qué forma terminas una historia tan maravillosa
Súbelo pronto
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