Verdades y mentiras (Epílogo) 04/11 COMPLETO

El siguiente ya, por favor.... 

Eso eso , sube ya el capii pliiisss:dreaming:

-Ya estamos aquí, querida –avisó Martha mientras ayudaba a su hijo entrar.
 
Kate estaba ordenando todo lo que había utilizado anteriormente para hacer los biberones a sus hijos. Al verlos entrar fue a ayudar a la actriz con la pequeña maleta que cargaba.
 
-¡No me puedo creer que por fin los vaya a ver! –exclamó el escritor.
 
-Ven, siéntate en el sofá. Ahí estarás más cómodo.
 
 
Castle estaba muy emocionado. Después de tanto tiempo de espera y de tantos contratiempos por fin había llegado el momento. Tenía a sus hijos delante. En los ojos del escritor se podía ver reflejada dicha emoción.
 
-¿A quién quieres tener en tus brazos primero?
 
-Me da igual, quiero tener a los dos. –Dijo el escritor ansioso por tener a sus hijos en sus brazos.
 
Kate cogió a la pequeña Maddie y se la pasó al escritor con cuidado, ya que éste solo podía sujetarla con un brazo.
En el momento en el que Rick tuvo a su niña en sus brazos, las lágrimas comenzaron a rodar por su rostro. 
-Ya estás con papá, princesa. Ya estás con papá –decía un muy emocionado Rick. –Papi te quiere mucho –el escritor le dio varios besos en la frente a su hija. –A partir de ahora va a estar siempre contigo. Ya nunca más va a dejarte solita, ni a ti ni a tu hermano. ¿Verdad que perdonas a papi por haberse portado tan mal? ¿Verdad? No sabes cuánto me arrepiento de todo. –Volvió a besar a su hija. La niña rio con las palabras de su padre e hizo que éste también sonriera.
 
Mientras Martha lloraba, por fin su hijo había logrado eso que tanto ansiaba, tener a sus hijos en sus brazos. Kate tomó a Alex en sus brazos y se sentó junto a Richard. Éste aprovechó tenerlo cerca para darle un beso a su hijo.
 
-¿Quieres cogerlo ahora a él? –le preguntó Kate.
 
Castle asintió.
 
Martha los ayudó a cambiarse los bebés. La actriz miraba la escena. Rick y Kate con sus hijos en brazos sonriéndose. Parecían una verdadera familia.
 
-Aprovecho que ya estás en casa y que no estás solo para salir. -Le dijo a su hijo. –Necesito ir a algún lugar que no sea el hospital. Querida, espero que no te importe que me vaya.
 
A Kate no le terminaba de gustar la idea de tener que quedarse asolas con Castle pero sabía que Martha necesita tener tiempo para ella después de todos los días que había pasado en el hospital. –Claro que no. –contestó.
 
-Gracias – la actriz se acercó al sofá donde estaban todos y se despidió. –No me esperéis llegaré tarde. ¡Pórtate bien, Richard! -gritó desde la puerta.

---

 
La mañana fue pasando. Rick no se despega de sus hijos mientras la detective lo ayudaba con ellos.
 
Mientras que el escritor jugaba con sus hijos, Beckett preparaba la papilla para los pequeños. Cuando terminó, se dirigió donde estaban Castle con los bebés.
 
-Ya está la comida para Alex y Maddie. –puso los pequeños cuencos en la mesa.  Después tomó en sus brazos a Alex para darle de comer. 
 
Castle la miraba no sabía si preguntarle o no pero al final se decidió. -¿Puedo hacerlo yo?
 
Kate asintió. Acercó los cuencos a Castle y con un poco de esfuerzo cogió a la pequeña Maddie también en brazos y se sentó al lado del escritor.
 
Castle con algo de dificultad, introdujo una de las cucharitas en uno de los cuencos. Se puso éste en su regazo para estar más cómodo y se dispuso a darle la primera cucharada a Alex.  La bebé lloriqueó, ella también tenía hambre.
 
El escritor sonrió al ver la reacción de su pequeña. –Ya voy princesa, ahora te toca a ti.
 
La detective también había sonreído ante ese gesto. –Maddie siempre ha sido la más glotona.
 
-Me estoy dando cuenta. –Le sonrió.- Además, de que nuestra princesita tiene su carácter.
 
La conversación se vio interrumpida por una nueva protesta de la niña. Los dos adultos rieron. Castle se apresuró para cumplir el deseo de su hija.

---

 
 
La noche llegó dando fin a un día cargados de emociones. El escritor seguía sentado en el sillón.
 
-Como tú no puedes tomar vino, ten –la detective le tendió una copa de zumo mientras se sentaba- ya sé que no es lo mismo pero…
 
-Gracias, no importa. –la interrumpió.
 
Kate levantó su copa de vino para hacer un brindis. –Por tu recuperación.
 
El escritor chocó su copa con la de ella. –Ahora quiero hacer yo otro. –Levantó de nuevo su copa – Por ti. Gracias por haber hecho posible el día más feliz de mi vida.

---

 
-Creo que se nos ha hecho demasiado tarde. –Kate y Rick había estado hablando de sus hijos. Kate le contaba algunas de sus anécdotas. –Será mejor que vayamos a dormir o mañana no nos podremos levantar. –Kate se levantó y llevó los vasos a la cocina. Al volver vio como Rick intentaba levantarse. -¿Te ayudo? –la detective caminó deprisa y se colocó a su lado. Le tendió su mano para que se apoyase y, así, le fuese más fácil levantarse.
 
-Gracias –agradeció el escritor nada más estar en pie.
 
-De nada. Te ayudo a ir a tu habitación. –Beckett tomó la mano izquierda de Castle con delicadeza y se la pasó rodeando su cuello. Al hacerlo, ella sintió las yemas de los dedos del escritor rozando suavemente su nuca y se le erizó el vello de la espalda. Seguidamente agarró a Rick por la cintura de una manera firme pero tierna para ayudarle a caminar. De lo cerca que se encontraban era capaz de percibir su aroma y su perfume fundiéndose ambos en una fragancia que le resultaba exquisita. –Vamos.
 
Cuando llegaron, Kate lo dejó sentado en su cama. -¿Necesitas algo más?
 
-¿Me puedes traer el bolso que traje del hospital?
 
-Sí, claro –Kate fue a buscarlo –Ten, aquí está.
 
-Gracias.
 
La detective se quedó observándolo. -¿Qué haces? –le preguntó ella al ver que se estaba quitando el cabestrillo.
 
-Tengo que quitarme esto para poder quitarme la camisa y, así, poder curarme. Se me olvidó hacerlo.
 
-Será mejor que te ayude. No creo que puedas curarte tú solo. –Kate se acercó y se lo quitó. Hizo lo mismo con la camisa.
 
-El botiquín está en el baño.
 
Cuando Beckett volvió del baño con el botiquín vio como el escritor intentaba quitarse el cinturón sin éxito.  Se acercó hasta él y dejó lo que traía sobre la cama.
 
-Déjame a mí. –Castle se quedó mirándola mientras Kate se deshacía del cinturón. –Ya está. Si te pones de pie, te ayudo a quitarte el pantalón y ponerte el del pijama. –Kate se percató de la mirada de Castle. –Oh, vamos Castle. No será la primera vez. –Kate se ruborizó ante su propio comentario.
 
-Lo sé, pero es... es diferente. Antes éramos pareja.
 
-Castle – lo interrumpió. – solo te estoy ayudando.
 
El escritor asintió.
 
Después de ayudarlo a ponerse el pantalón de pijama. El escritor se recostó en la cama para que Kate pudiese curarlo.
 
Durante el proceso sus miradas se cruzaron cuando Kate acarició el abdomen del escritor, todavía se le notaba los moretones causados por las fuertes palizas.
 
-Lo siento, no quería… pero al verlos… Debió ser muy duro.
 
-Sí que lo fue, pero mejor no hablemos de eso.
 
-Está bien. –Kate siguió curándolo. –Esto ya está. ¿Quieres que te ayude a ponerte la blusa del pijama y el cabestrillo?
 
-No, no hace falta, dormiré así.
 
-Como quieras.  –Beckett se levantó de la cama para irse a su habitación.
 
-Kate –la llamó el escritor. Ésta se volvió. –Gracias por ayudarme. Gracias por portarte tan bien conmigo aunque no me lo merezca.
 
Beckett asintió antes de salir de aquella habitación.
 
 
A la mañana siguiente Kate se levantó temprano, quería tener el desayuno para los bebés listo antes de que éstos se despertasen. Cuando bajó se encontró a Castle sentado con Martha. Ésta acaba de llegar y escuchaba a su hijo. Richard le contaba todo lo que había hecho el día anterior desde que ella se fue.
 
-Buenos días –saludó Kate
 
-Buenos días –dijeron los dos al unísono.
 
-Querida, siéntate y tómate un café con nosotros.
 
Kate le hizo caso y se sentó al lado de Martha.
 
Unos minutos después escucharon el llanto de los bebés.
 
-Subiré a darles su desayuno. –Dijo mientras se dirigía a las escaleras.
 
-Iré a ayudarte –se ofreció Martha.
 
-¡Yo también quiero! –exclamó el escritor.
 
-Tú mejor quédate y tómate las medicinas que te di antes. Ya sabes lo que te dijo el doctor. –le ordenó su madre antes de subir las escaleras.
 

---

-Gracias, Kate -
 
Ésta miró con extrañeza a la abuela de sus hijos. –Gracias ¿por qué, Martha?
 
-Por devolverle la felicidad a mi hijo. Por dejar que esté con Maddie y Alex. Tú mejor que nadie sabes que no tienes porqué estar aquí. Tampoco tienes porqué haber venido ni dejarle ver a los niños y, sin embargo, estás aquí y le permites estar cerca de ellos…
 
-Martha –la cortó- Castle es su padre y no quiero que mis hijos crezcan sin él. Lo hago por ellos.
 
-Oh, vamos, querida. ¿Estás segura que solo lo haces por ellos? Kate has vuelto desde Dios sabe dónde cuando mi hijo casi muere.
 
-Sí, estoy segura.
 
-Bueno, si tú lo dices. No te voy a insistir. Solo te repito que gracias, cualquier mujer no lo hubiese hecho, y lo sabes.
 
Kate bajó la mirada y siguió dándole el biberón a su niño mientras que Martha hacía lo mismo con Maddie.
 
Después de terminar de darles la leche a los pequeños, Martha fue a recostarse un rato. Aunque había dormido en casa de una amiga, la actriz, estaba muy cansada.
 
Rick y Kate que jugaban con sus hijos no se dieron cuenta de que Martha bajaba por las escaleras. Ésta se unió a ellos.
 
 
-¿Te pasa algo, Richard? – le preguntó su madre al ver que su hijo no paraba de rascarse.
 
-Creo que necesito una ducha. Me pica todo el cuerpo. –El escritor que se encontraba mucho mejor que el día anterior, consiguió ponerse de pie sin ayuda aunque sí con algo de dificultad. –Será mejor que vaya a hacerlo.
 
-No creo que seas conveniente que te duches tú solo. Todavía no te puedes mover bien, ni si quieras puede agacharte ni mover tu brazo derecho.
 
-No vas a ayudarme a ducharme, madre. No podría soportarlo. Sabes que ni de niño te dejaba hacerlo.
 
-¿Entonces?
 
-Lo haré yo solo. Me costará pero será mucho mejor eso a que tú me ayudes.
 
-Te puedes resbalar.
 
-No pasará nada, madre. –El escritor entró en su habitación dando por terminada la conversación.
 
-Kate, sé que no debería pedirte esto pero ¿puedes ayudarle? Mi hijo es un cabezota y si me ve entrar me echará.
 
-Martha... no sé si es buena idea. Además, no creo que él quiera que yo lo ayude.
 
-Inténtalo, por favor. Hasta hoy no ha logrado ponerse de pie solo… Yo cuidaré a estas dos hermosuras mientras.
 
La detective suspiró. Realmente no pensaba que fuese buena idea. Ni por parte del escritor ni, mucho menos, por parte de ella. Aún, así, se levantó del sillón y se dirigió a la habitación de Rick.
 
-Castle – lo llamó antes de entrar.
 
-Pasa, estoy cogiendo la ropa.
 
-Castle… -volvió a suspirar. –Verás -dijo dubitativa –tu madre me ha pedido que te ayude.
 
-No, Kate. No creo que se buena idea. Tú y yo ya no somos parejas. No creo que sea conveniente.
 
-Lo sé, pero Martha tiene razón, aún no estás bien.
 
-Puedo arreglármelas solo. No necesito que hagas esto.
 
-Castle…
 
-No Kate, esto sería demasiado humillante.
 
-¿Crees que para mí no lo sería? Y todavía así estoy dispuesta a ayudarte.
 
-Pues no lo hagas –contestó levantando la voz.
 
-Bien, no lo haré. –antes de salir de la habitación se giró. –Solo una cosa más, yo me he tragado mi orgullo muchas veces por ti pero ya veo que tú no puedes hacerlo ni tratándose de ti. –Kate salió pensando en lo blanda que había sido con él desde que había regresado del hospital. Había dejado todo lo que había pasado de lado. Él acababa de salir del hospital y estaba convaleciente. Había dejado de lado su orgullo. Y ahora él se lo pagara de ese modo. Tal vez ella debía endurecer su comportamiento hacia el escritor.
 
Antes de que el escritor pudiese contestarle Beckett ya había salido de la habitación.  Cogió algo de ropa cualquiera y se metió en el baño.
 
Martha vio regresar a la detective que no había conseguido ayudar a su hijo. Kate se volvió a sentar en su sitio y comenzó a jugar con los pequeños. Su cara mostraba que no estaba pensando en lo que hacía, sino que su mente estaba muy lejos del salón, y quizás también mostraba ¿enfado?
 
-¿No te ha dejado que lo ayudes? – preguntó la actriz mirándola preocupada.
 
-No. Su orgullo va por delante de su salud –dijo lo último en un murmuro pero lo bastante fuerte para que Martha lo escuchara.
 
-¿Todo bien, querida?
 
-Em… oh sí Martha, no es nada – forzó una leve sonrisa.
 
Ducharse sin ayuda le estaba costando más de lo que se imagina, sobre todo, quitarse la ropa y vestirse. También se curó como pudo añorando la delicadeza con la que la noche anterior lo había hecho Beckett.
 
Pasaron más de cuarenta y cinco minutos para que el escritor volviese al salón duchado. Kate que lo había visto salir de la habitación siguió leyendo o más bien ojeando el libro que había elegido de una de las estanterías del despacho del escritor cuando sus hijos se habían quedado dormidos.
 
Castle se acercó a Kate para disculparse pero el teléfono de la detective comenzó a sonar.
 
-Tengo que contestar, es del trabajo.
 
-Beckett –contestó, levantándose y alejándose un poco de Rick y Martha que compartieron una mirada.
 
-Seguro que tiene que volver… -dijo el escritor dejándose caer en el sillón.
 
-No te precipites, Richard. A lo mejor solo es una simple llamada -intentó calmar a su hijo.
 
-Ella me dijo que cuando la llamasen tendría que volver y ¡la acaban de llamar!
 
 
-Sí, señor, así lo haré. Y gracias por todo. –Se despidió Beckett de su jefe.
 

-¿Te vas? –preguntó Rick con voz triste. Al ver acercarse a la detective a donde estaban ellos de nuevo.

Tb te lo digo en este foro....... nos dejas asi, con esta intriga ya te vale.... continua pronto resta  muy interesante

Ya tenia ganas de capitulo nuevoo!! Jejee graciaaas:)

Ohhh, gracias!! La espera valió la pena (aunq un poco corto, o eso me pareció a mi).
Y aún a riesgo de parecer una pesada (lo siento).... Continúa pronto, please...

Me a encantado que hayas subido un capi nuevo , teniia muchas ganas de leer este fic ,  perooooo..........No lo dejes asiiiiii.......

Tengo ganasss de leer más .....
Siempre lo cortas en el mejor momento.... jajaja
Espero con ansias el próximo
BESOS

Jo, que poco dura lo bueno. Espero que no tenga que irse pronto y que Castle pueda disfrutar mas tiempo de los pequeños.

Que? no me hagas esto plis no lo dejes así.  jajaja, me ha gustado mucho  continua.


BESOOSSS 

cual es el afan de dejar con incertidumbre? por dios me lo dejas en lo mejor!!!
increible capi castle tan terco como siempre y kate que de paciencia tiene muy poco! continua pronto porfis y haber si la gran martha nos ayuda a estos dos a entrar un poco en razon!

Me encanta, ahora a ver como sigue. Un saludo!

Se Va????
No Se Va?????
Ahhhh, que incertidumbre!!!!!!!!!!!!!
Continuale....gracias!!!!!!

Ya puedes continuar. Como puedes dejarnos asi.
Continuaaaaaaaa yaaaaaaaaaaaaaa que quiero saber que mas pasa y espero que publiques el siguiente pronto.

¿No se si recuerdas que te dije que no sabía si adorarte o odiarte? Creo que voy a adorarte, porque a pesar de que has vuelto a cortar el capítulo en el mejor momento... ¡me ha encantado!
Que bonito Richard hablándole a Maddie y llorando. 
También me ha gustado que Kate fuera un poco dura. Está siendo demasiado buena con él, cuando no se lo merece por lo que hizo.

¡Sigue pronto, porfi!

Joo pobre Richard.. podemos equivocar.
SIGUE PROOONTOO:roll:
PD: y arreglaloo también. 
Besoooos

Caskett_Dever escribió:Joo pobre Richard.. podemos equivocar.
SIGUE PROOONTOO:roll:
PD: y arreglaloo también. 
Besoooos

Sí todos nos podemos equivocar pero cada uno elige si perdonar o no  (Aunque sí, él lo está pasando mal pero tampoco se puede quejar   

PD: Se hará lo que se pueda  
Besos. 

Aitana escribió:¿No se si recuerdas que te dije que no sabía si adorarte o odiarte? Creo que voy a adorarte, porque a pesar de que has vuelto a cortar el capítulo en el mejor momento... ¡me ha encantado!
Que bonito Richard hablándole a Maddie y llorando. 
También me ha gustado que Kate fuera un poco dura. Está siendo demasiado buena con él, cuando no se lo merece por lo que hizo.

¡Sigue pronto, porfi!

Jajaja sí me acuerdo. Bien, me gusta esa elección  Jaja sí, sorry por cortarlo ahí. Me alegro que te haya gustado
 

angela_kate.b escribió:Ayyy por fin la continuacion pero ¿por que lo dejas asi? que va a pasar, yo no quiero que se vuelva a ir aunque siempre podria volver mas tarde.
Continualo pronto que quiero saber por que es la llamada


BESOSS 

Sí, por fin. He tardado demasiado... Según, creo (y espero que sea así) no creo que tarde mucho en subir el siguiente capítulo. Gracias por comentar  

_Caskett_ escribió:Ya puedes continuar. Como puedes dejarnos asi.
Continuaaaaaaaa yaaaaaaaaaaaaaa que quiero saber que mas pasa y espero que publiques el siguiente pronto.

Lo siento... sí, yo también espero que sea pronto

colombianita escribió:Se Va????
No Se Va?????
Ahhhh, que incertidumbre!!!!!!!!!!!!!
Continuale....gracias!!!!!!

Mmmm... no sé xD  
Gracias a ti por comentar

okusak escribió:Me encanta, ahora a ver como sigue. Un saludo!

Gracias por comentar  Me alegro que te guste. Saludos 

cururi escribió:cual es el afan de dejar con incertidumbre? por dios me lo dejas en lo mejor!!!
increible capi castle tan terco como siempre y kate que de paciencia tiene muy poco! continua pronto porfis y haber si la gran martha nos ayuda a estos dos a entrar un poco en razon!

Que así sigues leyendo para quitarte la duda... 
A ver, porque una ayudita sí que necesitan! 

caren16 escribió:Que? no me hagas esto plis no lo dejes así.  jajaja, me ha gustado mucho  continua.


BESOOSSS 

Jajaja lo siento... Me alegro que te haga gustado 

Yaye escribió:Jo, que poco dura lo bueno. Espero que no tenga que irse pronto y que Castle pueda disfrutar mas tiempo de los pequeños.

Eso dicen, que lo bueno dura poco.... A ver qué pasa, jeje gracias por comentar

stanathan_caskett escribió:Me a encantado que hayas subido un capi nuevo , teniia muchas ganas de leer este fic ,  perooooo..........No lo dejes asiiiiii.......

Tengo ganasss de leer más ..... 
Siempre lo cortas en el mejor momento.... jajaja
Espero con ansias el próximo
BESOS 

Jajaja sí, es verdad siempre hago lo mismo...  Gracias por comentar 

anfrig escribió:Ohhh, gracias!! La espera valió la pena (aunq un poco corto, o eso me pareció a mi).
Y aún a riesgo de parecer una pesada (lo siento).... Continúa pronto, please...

Me alegro de que haya merecido la pena  Bueno tenía más de 2000 palabras, eh? Intentaré que el próximo tenga ¿3000?
No, no eres pesada, al revés eso quiere decir que te gusta y eso me gusta a mí   Intentaré hacerlo tb 

alcalde100 escribió:Ya tenia ganas de capitulo nuevoo!! Jejee graciaaas:)

Gracias a ti por comentar 

agecastbet escribió:Qué gusto volver a leer tu fic, como siempre muy interesante, pero se me termina enseguida y además siempre cortas en lo mejor, jajajajaja
En fin ya sabemos que no se puede contar todo de una vez, pero alargar los capítulos un poquito más no mata a nadie y los lectores nos quedamos un poco más contentos, jajajajajaja
Bueno me ha encantado, y espero que el siguiente no nos dejes en la duda de si se va o se queda mucho tiempo, jajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Como he dicho antes voy a intentar escribir casi 1000 palabras más. haré lo que pueda. 
No, en el siguiente ya se sabe la respuesta  
Gracias por comentar 

trinity640 escribió:Tb te lo digo en este foro....... nos dejas asi, con esta intriga ya te vale.... continua pronto resta  muy interesante

jajaja, sorry  Intentaré seguirlo pronto

diosss ¿se va? ¡por que lo dejass asi!!! lo has dejado en la parte mas interesante... eso no se hace...

mm... lo dos son muy cabezotas... creo... Kate tiene que no ser tan dura con él... (es que me da penita ) y Rick... pues que se deje ayudar... a ver como iras las cosas

me ha gustado muchísimo el capi asi que sigueee prontoo pliss que ya quiero saber que pasara... ¡nos vemos!!
besotessss

uyy estoy re ansiosa me encanto este fics continua por favorrrrrrrr

Oh Diosssss llevo mucho tiempo sin pasarme y me he leído todos los capítulos que me había perdido del tirón.... sigue pronto porfa espero ese "primer" beso!

NataliaBello21 escribió:Diiiooos, adoro este fic, te doy las gracias por traernos estos capítulos y por escribir tan bienn, eres la mejoor te lo aseguroo.
Por favor continua tan pronto como puedaaas que ya me he leido el fic entero como 5 vecess.
Eres buenisiima 

oh gracias

eli1213 escribió: Oh Diosssss llevo mucho tiempo sin pasarme y me he leído todos los capítulos que me había perdido del tirón.... sigue pronto porfa espero ese "primer" beso!

Espero que te haya gustado

serugiran escribió: uyy estoy re ansiosa me encanto este fics continua por favorrrrrrrr

Pues ahora, dentro de un ratito

KateC_17 escribió: diosss ¿se va? ¡por que lo dejass asi!!! lo has dejado en la parte mas interesante... eso no se hace...

mm... lo dos son muy cabezotas... creo... Kate tiene que no ser tan dura con él... (es que me da penita ) y Rick... pues que se deje ayudar... a ver como iras las cosas

me ha gustado muchísimo el capi asi que sigueee prontoo pliss que ya quiero saber que pasara... ¡nos vemos!!
besotessss

Yo pensaba que Kate estaba siendo demasiado blanda... xD


Gracias por comentar

Hey! Siento haber tardado tanto, OTRA VEZ, pero esta vez sí que tengo excusas. Casi no tengo tiempo para escribir entre una cosa y otra...

Este capítulo es más largo, como ya había dicho que sería. Espero que os guste

---

Capítulo 14

-¿Te vas? –preguntó Rick con voz triste. Al ver acercarse a la detective a donde estaban ellos de nuevo.


Kate miró a Rick y luego a Martha antes de contestar.  –No, bueno, no si yo no quiero.  

-¿Y quieres? –inquirió.  

-Será mejor que os deje solos. Subiré a mi habitación. Avisadme si necesitáis algo. –Poco después Martha había desaparecido escaleras arriba.

-Castle, ya hemos hablado de esto. Sabes que en algún momento tendré que volver a mi vida. Más tarde o más temprano, me iré.  

-Ya lo sé –reconoció con pesar. –Solo que yo esperaba poder estar más tiempo con mis hijos.  

-Lo siento, pero las cosas están así.  

-¿Eso es un sí? Te vas… -los ojos del escritor estaban llenos de lágrimas y aunque estaba haciendo un gran esfuerzo por no llorar sabía que no lo iba a poder conseguir y las lágrimas comenzarían a salir de un momento a otro.

-Castle, no, no me voy, al menos no por ahora.

-Pero tú me dijiste que cuando te llamasen te tendrías que ir y… y te han llamado, ¿no? Además,… –Preguntó un poco sorprendido.

-Sí –lo interrumpió- pero no era para avisarme de que tenía que volver. Mi jefe es amigo mío y me ha dado vacaciones hasta después de Navidad. El 3 de enero tengo que estar de vuelta.  

-Entonces, ¿no te vas? – volvió a preguntar, pero ahora más contento.  

-No, ya te he dicho que no.  

En ese momento se escuchó el llanto de uno de los bebés que se acababa de despertar. Rápidamente Beckett fue a cogerlo.  

Ya con el pequeño Alex en brazos, Beckett se sentó al lado de escritor. El niño que había dejado de llorar nada más su madre lo había cogido, le echó los brazos a su padre.  

-¿Quieres irte con papá? –le preguntó Kate a su hijo mientras le daba un beso y se lo pasaba a Rick.  

-Ven con papi –dijo mientras tomaba a su hijo. -¿Sabes? ¡Vamos a pasar la Navidad juntos! –exclamó el escritor, el niño rio. -¿No es genial? –Rick le dio un beso a su hijo. –Gracias por querer quedarte –agradeció a Kate.

-De nada. Pero no sé hasta cuándo me quedaré. Tal vez regresé unos días antes para tener todo listo cuando tenga que regresar al trabajo.  

-Lo entiendo. –El escritor no dijo nada más. No quería pensar en ese momento. Por ahora disfrutaría de sus hijos y tampoco le podía pedir más.

El pequeño comenzó a mover su bracitos y a balbucear para volver a llamar la atención de sus padres.

-¿Qué te pasa amor? ¿Qué no te hacemos caso? –le decía cariñosamente Kate a su hijo de casi 5 meses mientras le hacía cosquillas, a lo que el pequeño reía.

-No te muevas tanto que te vas a caer. –Rick agarró más fuerte a Alex.  

Maddie comenzó a llorar  

-Parece que Maddie también quiere jugar con papá y mamá –dijo el escritor mientras Kate cogía a su hija y se sentaba con ellos.

A lo largo del día Rick le pidió al conserje que le trajese del trastero las cajas donde guardaba todos los adornos de Navidad, quería decorar la casa para la ocasión. Estaba feliz. Con ayuda de Martha y Kate la casa estuvo lista varias horas después. Todo había quedado increíble, como siempre. A Rick le encantaba la Navidad, era su época favorita del año. Y ésta tenía a dos pequeños para disfrutarla más aún.

Esa noche Kate se acostó nada más cenar y dormir a sus hijos, estaba cansada. Además, ver la casa adornada así, le había traído muchos recuerdos, como la última Navidad que pasó con su madre, su última Navidad con su familia, y en todo lo que ocurrió después de aquella. Aún con el paso de los años le dolía pensar en ello. Echaba mucho de menos a su madre. Aunque cada vez la recordaba con más cariño y menos dolor.  

Martha y Castle seguían despiertos. Estaban en la sala. La actriz bebía una gran copa de vino mientras el escritor bebía un refresco.

-¿Qué va a pasar entre tú y Kate? –le preguntó cambiando el tema del que le estaba hablando su hijo.  

-No lo sé, madre.  

-¿Qué va a pasar cuando se vaya? –prosiguió.

-Tampoco lo sé y no quiero pensar en eso.  

-Por más que no quieras pensar en eso tarde o temprano ese momento llegará. ¿Qué día es hoy? ¿19 de diciembre? Hay días por delante hasta que tenga que volver, sí, pero pasarán y será mejor que lo sepas para cuando ese momento llegue.  

-Lo sé –dijo con pesar -pero ahora quiero disfrutar de la Navidad con mis hijos. Disfrutar todo lo que pueda con ellos.  

-¿Y con Kate? ¿No piensas luchar por ella? ¿Dejarás que vuelva a irse sin intentar arreglar nada? Tú no la has olvidado…

-No sé si debo luchar por ella. –La interrumpió.- Ni siquiera sé qué ha sido de su vida durante este tiempo, no sé si ha rehecho su vida y ahora tiene pareja. No sé nada.  

-¿Y por qué no le preguntas?  

-Porque no sé si sería justo. Yo le hice mucho daño, no puedo intentar volver a su vida como si nada.  

-Como si nada no. Demuéstrale que la quieres. Esfuérzate. Vuélvela a enamorar si hace falta. Pero no te quedes quieto. La perderás y cuando te quieras dar cuenta ya sí que será demasiado tarde.  

-Pero no sé si tengo derecho hacerlo…

-Richard, hijo, -Martha apoyó una mano en el hombro de su hijo- te portaste muy mal con Kate pero si ni tú mismo empiezas por dejar el pasado atrás, ella tampoco lo hará. No puedes hacer nada por arreglar el pasado pero puedes hacer algo para compensarlo. Está en tu mano. Puedes intentar no perderla, tienes la Navidad para hacerlo antes de que se vaya, o puedes darlo todo por perdido sin ni siquiera empezar. Tú decides, pero procura tomar la decisión aceptada para que, en un futuro, no te arrepientas. Tú mejor que nadie sabes que Kate es más que la madre de tus hijos, es el amor de tu vida. Piénsalo. –Después de decirle eso, la actriz, se levantó del sofá y le dio un beso a su hijo antes de dirigirse a su habitación.  

A la mañana siguiente el escritor fue el primero en despertarse. No había logrado dormir mucho pensando en lo que le había dicho su madre. Puede que tuviese razón. Tras dar varias vueltas en la cama, decidió levantarse. Le esperaba un largo día. A las 11 recibiría la visita de la psicóloga Julia Wilson y por la tarde tenía que ir al hospital para que el doctor Robsten le revisase las heridas.  


Se dirigió a la cocina para desayunar pero al darse cuenta de que no podía hacer mucho con un solo brazo, comenzó a mirar por los armarios para ver qué encontraba.  Escuchó unos pasos y al girarse se encontró a Martha bajando las escaleras.  

-Buenos días, madre. ¿Tú despiertas a estas horas? Qué raro.  

-Buenos días a ti también, Richard. He quedado con una amiga para ir de compras.  ¿Y tú?  

-Dentro de unas horas vendrá la psicóloga.  

-Ah, y ¿cómo es que vendrá ella? Yo pensaba que tendrías que ir al hospital.  

-Lo hace como favor. Para que no tenga que ir dos veces en el mismo día al hospital. Además, dice que le viene bien, que así sale un poco de allí. –Antes de que su madre le pudiese contestar siguió hablando él. - ¿A qué hora has quedado? ¿Tienes tiempo para ayudarme con algo?  

-He quedado dentro de, a ver –la actriz miró el reloj – he quedado dentro de una hora y cuarto.  

-Bien, entonces puedes ayudarme –dijo contento el escritor.  

-Pues cuéntame a ver qué es eso con lo que te tengo que ayudar.  

-Quiero que me ayudes a prepararle el desayuno a Kate y mis hijos.  

25 minutos después el desayuno estaba listo. Mientras Rick escribía algo en un papel para ponérselo en la bandeja a Kate, su madre le tendió una rosa roja.  

-Pónsela también.  

-Madre, no sé si… Yo le he preparado el desayuno para agradecerle que se haya quedado y para pedirle perdón por mi comportamiento de ayer cuando me quiso ayudar. No sé si es conveniente.  

-Richard, hijo, ¿recuerdas nuestra charla de ayer? No seas más idiota y empieza ya a demostrarle que la quieres, empieza ya a luchar por ella. Así que –Martha puso la rosa en la bandeja justo encima de la nota. Le dio un beso a su hijo y se dirigió a la puerta. – ¡El tiempo es oro! –exclamó volviendo por el camino.  

-Gracias, madre. Y gracias por ayudarme. Por cierto ¿de dónde has sacado la rosa?  

Martha le guiñó un ojo y cerró la puerta como contestación.  

El escritor quitó la nota que le había escrito anteriormente para sustituirla por otra. Ésta  venía más al caso. Con cuidado de no derramar nada cogió la bandeja y se dispuso a subir a la habitación de Kate.  

Cuando llegó, dejó la bandeja en el mueble que estaba cerca de la puerta de la habitación de Beckett, tocó la puerta varias veces antes de entrar con el desayuno. Cuando lo hizo vio que Beckett aún seguía dormida así que volvió a dejar lo que traía en algún mueble y se agachó al lado de donde dormía la detective.  

Por un momento sopesó la idea de despertarla a besos como tantas veces había hecho cuando estaban justos pero ahora era muy diferente así que desechó la idea. Sonrió al verla dormida. Recordó lo mucho que le gustaba despertarse junto a ella cada mañana y que ella fuese lo primero que viera nada más abrir los ojos. Después de acariciarle el rostro con cuidado decidió que la despertaría tocándole suavemente el brazo.  

-Kate –decía mientras le acariciaba el brazo. –Kate.  

-Castle –musitó mientras abría los ojos e inconscientemente sonrió.  

Rick sonrió también. –Buenos días, te he traído el desayuno –dijo levantándose y yendo a por él a donde lo había dejado.  

Kate frunció el ceño sorprendida. –Buenos días. -Castle al verla empezó a explicarle:  

-Es para agradecerte que hayas decidido quedarte y, también, aunque te merezcas mucho más que un simple desayuno en la cama, para agradecerte todo lo que has estado haciendo por mí todo estos días. Ten –el escritor le tendió la bandeja acomodándolo en su regazo. Y se sentó en el borde de la cama.

Kate rápidamente se fijó en la rosa y en la nota que había justo al lado del plato que contenía las tostadas.  Y miró a Rick, éste simplemente le sonrió. –Puedes leerla después si lo prefieres. – Kate asintió y comenzó a comer mientras Rick la observaba.  

-¿Tú no desayunas? –le preguntó. -¿O ya has desayunado?

-No, no he desayunado pero éste –dijo señalando la bandeja- es tu desayuno –Rick remarcó el “tu”. –Yo lo hice para ti. Bueno, en realidad fue mi madre, yo aún no puedo hacer mucho con este brazo –el escritor levantó un poco su brazo derecho. –así que le tuve que pedir que me ayudase.  

Kate le sonrió. –No importa, la intención es la que cuenta. Y come, aquí hay comida para dos fácilmente. No podría comerme todo esto ni aunque quisiera.  

Rick rio. –Entonces te ayudaré – y cogió una de las tostadas.  

Beckett cogió la nota y la rosa roja y la puso encima de la mesita de noche. –Para mí el café y para ti el zumo.  

-Hecho –dijo bebiendo un poco de éste.  

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-Estaba muy bueno –dijo Kate mientras le daba el último sorbo a su taza de café.  

-Gracias, se lo diré a mi madre –ambos rieron.  

La detective fue a levantarse al escuchar como sus hijos lloraban pero fue parada por Rick. -No te preocupes yo los traigo. También les hemos preparado su desayuno, solo hay que calentarlos. Pero primero los traeré.  

Pocos minutos después Rick volvía a parecer en la habitación de la madre de sus hijos con ambos niños en brazos.  

-Rick, no deberías haber cogido a Maddie con el brazo derecho, ya sabes que no debes hacer esfuerzos. –Kate se levantó y fue a ayudar al escritor cogiendo ella a uno de sus hijos.

-Pero esto no es esfuerzo –dijo alzando un poco a su hija y dándole besos en el moflete. La niña reía y Rick no podía evitar sonreír. Kate también esbozó una pequeña sonrisa.  

La detective se sentó en la cama y Castle le pasó a su hija para bajar a la cocina por el desayuno de los bebés. –Ahora vuelvo –se despidió antes de salir.  

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-Aquí está el desayuno de los niños más bonitos del mundo –decía Rick mientras entraba por la puerta. –Los bebés comenzaron a balbucear al escuchar las palabras de su padre. Castle se volvió a sentar en la cama y cogió a uno de sus hijos para darle él la leche.  

Cuando los bebés estuvieron listos y cambiados de pañal Rick los llevó al salón para darle tiempo a Kate para ducharse y vestirse. Cuando ya estaba completamente arreglada vio la nota y la rosa en la mesita de noche y se acordó de que todavía no había leído lo que ponía, así que la cogió y se sentó en la cama para leerla:





Después de leerla, Kate, la guardó en uno de los cajones de la mesita de noche y puso rumbo al piso de abajo. Cuando llegó vio a Castle vuelto de espaldas jugando con Maddie y Alex y por un segundo decidió dejarse llevar por un impulso y abrazarlo. Pero solo fue por ese pequeño instante, así que al final, para cuando llegó donde ellos se encontraban, simplemente, se unió al juego.  

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-Esta tarde tengo que ir a ver al doctor, espero que me quiten ya esto –dijo señalando el cabestrillo -y pueda mover el brazo.  

-Si te lo quitan, lo podrás mover pero no creo que puedas forzarlo mucho. ¿A qué hora tienes que ir al hospital?  


-A las 4 y media.  


-Si quieres puedo acompañarte -se ofreció.  


-¿Quieres? –dijo sorprendido.


-Claro, ¿por qué no? –sonrió.  


-Pues si tú quieres, yo quiero –esbozó una sonrisa. –Iré a prepararme, dentro de poco llegará la psicóloga y no quiero que me encuentre en pijama. Ah, y gracias por acompañarme.  


-De nada.  –Kate se quedó jugando con sus hijos mientras el escritor desaparecía por la puerta de su habitación.


Desde la ducha Castle escuchó el timbre de la puerta y supuso que era Julia, así que decidió darse un poco más deprisa.  


Kate fue a abrir la puerta con uno de sus hijos en brazos.  


-Buenas tardes, soy Julia Wilson, la psicóloga –se presentó ofreciéndole la mano.  


-Kate, Kate Beckett –dijo estrechándole la mano un poco sorprendida. Ella se esperaba a una psicóloga más mayor, una mujer superando los 50 años de edad y no a aquella joven mujer que estaba ante ella con más o menos su misma edad. La verdad es que la muchacha que tenía delante era muy guapa. Julia vestía una blusa color azul eléctrico, una de las mangas caía sobre su hombro derecho, junto a unos pitillos negros y unos zapatos de tacón bastante altos. Su pelo caía en su lado izquierdo recogido en una trenza de espiga. Llevaba también unas gafas negras Vintage, que dejaba ver su característico lunar sobre su ceja izquierda. –Uy, perdón, pase –dijo Beckett haciéndose a un lado para que la psicóloga pudiese entrar.  


Julia miraba de un lado a otro contemplado el moderno loft. Kate cerró la puerta y se acercó a la psicóloga.


-¿Quiere algo de beber? Castle debe estar terminando de arreglase. Siéntese.  


-Gracias. Agua, agua está bien. –le dijo con una leve sonrisa.  


-Como quiera. –Cuando la detective regresó vio como la psicóloga Wilson le hablaba cariñosamente a Maddie, la niña estaba sentada en su sillita. –Aquí está el agua –Beckett le tendió el vaso.  

-Gracias –Julia bebió un poco antes de hablar- Tiene unos hijos preciosos. Se parecen mucho a su padre.  


-Gracias, yo qué puedo decir soy su madre. –las dos mujeres sonrieron.  



-Ya estoy aquí –dijo Castle apareciendo por detrás de Kate.  El escritor le tendió su mano a Julia para saludarla y ésta la estrechó. -¿Empezamos?  


-¿Aquí? –preguntó.


-Bueno, yo pensé que podíamos hacerlo mejor en mi despacho.  


-Sí, a mí me da igual. Pero allí tendremos más privacidad si quieres.  


-Sí, vamos entonces. –Julia siguió a Rick hasta su despacho cerrando la puerta después de entrar ambos.  

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-¿Qué tal estos días desde que has salido del hospital?-preguntó Julia sacando una pequeña libreta de su bolso.

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A pesar de que las sesiones eran de una hora, Rick y Julia tardaron 1 hora y media en salir del despacho.  


Kate, aprovechando que los niños estaban dormidos, estaba en la cocina haciendo el almuerzo cuando los vio salir.  


Rick acompañó a la psicóloga hasta la puerta.  


-¡Se me olvida! –exclamó Julia dándose la vuelta para quedar cara a cara con el escritor. –Ten –cogió su mano izquierda con suavidad y le puso la pulsera que poco antes ella se había quitado. –Ya sabes para que te acuerdes de lo que hemos hablado. Cuando sientas que no puedes, mírala para que recuerdes que tienes que luchar –le dijo con una sonrisa.  

El escritor también le sonreía. La detective que no llegaba a escuchar del todo bien lo que estaban diciendo se puso celosa al ver aquella escena.


-Muchas gracias, Julia.  


-De nada, ya sabes que es mi trabajo. –le dijo, aún sonriendo.  


-Bueno, esto especialmente, creo que no es su trabajo – rio. -Recuerda que has quedado el domingo conmigo para cenar. No hagas planes.  


-Cómo olvidarlo, Rick. Pasaré por ti a las 8.  


-Te estaré esperando.  


-Bueno, ya sí me tengo que ir. Hasta el domingo entonces. Adiós –se despidió levantando la voz para que Kate la oyera.  

-Adiós –contestaron los dos al unísono antes de que Castle cerrase la puerta.

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Gracias por leer  

Me ha gustado mucho (aunque has tardado un poco)
Me algro mucho de que Kate no se vaya, a ver si Rick aprovecha ahora bien el tiempo y no fastidia nada.

Espero que el proximo capi no tarde tanto

BESOSS