Verdades y mentiras (Epílogo) 04/11 COMPLETO

que nervios!!! sigue pronto

No se que hacer, si pedir que se arregle la cosa, o que se alargue un poco más; si se arregla lo mismo se termina y si se alarga la que va a sufrir más soy yo, está difícil, aunque después de los disgustos que me estoy llevando últimamente no se si pedir que la historia se remate pronto, como por ejemplo que se queden todos en Irlanda.
Ahora que caigo, como es que se ha ido tan lejos para trabajar en lo mismo, según tengo entendido para trabajar de policía tienes que ser natural del pais, o es que Kate es irlandesa y no nos habíamos enterado?????
Bueno tu sigue pronto y quizás pueda aclararme yo, jajajajajajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSS

Estoy super enganchada a este fic!Estoy deseando leer como continuaa!
Sigue prontitoo!

agecastbet escribió:No se que hacer, si pedir que se arregle la cosa, o que se alargue un poco más; si se arregla lo mismo se termina y si se alarga la que va a sufrir más soy yo, está difícil, aunque después de los disgustos que me estoy llevando últimamente no se si pedir que la historia se remate pronto, como por ejemplo que se queden todos en Irlanda.
Ahora que caigo, como es que se ha ido tan lejos para trabajar en lo mismo, según tengo entendido para trabajar de policía tienes que ser natural del pais, o es que Kate es irlandesa y no nos habíamos enterado?????
Bueno tu sigue pronto y quizás pueda aclararme yo, jajajajajajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSS

jaja no sé, pero creo que va a durar un poco más.
No, no es irlandesa. Fallo mío, no conocía ese dato xD Ese lugar lo elegí proq me gusta y ya que se va de NY pues.. xD

Caskett23 escribió:

agecastbet escribió:No se que hacer, si pedir que se arregle la cosa, o que se alargue un poco más; si se arregla lo mismo se termina y si se alarga la que va a sufrir más soy yo, está difícil, aunque después de los disgustos que me estoy llevando últimamente no se si pedir que la historia se remate pronto, como por ejemplo que se queden todos en Irlanda.
Ahora que caigo, como es que se ha ido tan lejos para trabajar en lo mismo, según tengo entendido para trabajar de policía tienes que ser natural del pais, o es que Kate es irlandesa y no nos habíamos enterado?????
Bueno tu sigue pronto y quizás pueda aclararme yo, jajajajajajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSS

jaja no sé, pero creo que va a durar un poco más.
No, no es irlandesa. Fallo mío, no conocía ese dato xD Ese lugar lo elegí proq me gusta y ya que se va de NY pues.. xD

P´os me parece muy bien, como esto es fic-ción, puedes enviarla donde te plazca, jajajajaja
Eso de que va a durar un poco más como que no me hace mucha gracia, pero eres la autora/escritora, por lo que en éste foro se te conceden todo tipo de licencias narrativas, lo malo es que mi curiosidad no es tan permisiva, jajajajajajaja
Como siempre a tu disposición, esperaré, !! qué remedio ¡¡, a la fuerza ahorcan, en fin que seguiré comiéndome las uñas.
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Capítulo 3

-Beckett –contestó rápidamente su móvil.

-Hey, Beckett ¿Qué tal están mis sobrinos?

-Hola, Ryan. Pues tus sobrinos están bien, dormidos. ¿Y qué tal por allí? ¿Todo bien?

-Sí, por aquí todo bien. Contentos, preparando el segundo cumpleaños de Brian.

-Me alegro de que todo esté bien. No sabes cuánto me gustaría ir pero ya sabes que es mejor que no. Pronto os veré a todos y no me separaré de mi ahijado.

-Lo entiendo, al menos has accedido a que vayamos al bautizo de tus gemelos. Algo es algo. Ya tenemos ganas de verlos en persona y no en fotos como hasta ahora. Oye, Beckett, hablando del bautizo, Jenny está impaciente por saber dónde es, quiero comprar los billetes ya. No se fía que se acaben.

-Dile a Jenny, que no se preocupe que en un par de días os lo diré, habrá seguro.

Los amigos y excompañeros de trabajo siguieron hablando. La detective le contó lo que le había contado anteriormente la forense. Le pidió que no le diese su nuevo número de móvil a nadie. Mucho menos a alguien que estuviese cerca de Castle. Y menos que contase algo referente al bautizo.


-Me salta directamente al buzón de voz –dijo el escritor entre sollozos.

-Puede que lo tenga apagado. Estará sin batería o sin cobertura. Vuelve a intentarlo más veces, con un poco de suerte puedes hablar con ella.

-O a lo mejor se ha comprado otro móvil y este lo mantiene apagado.

-No lo sé, Rick, pero por intentarlo no pierdes nada.

Rick volvió a desbloquear su móvil. Entró en Twitter y sin mirar las novedades comenzó a escribir.

“Sé que todos estáis esperando que ponga un Tweet referente al nacimiento de Rick pero no va a ser así”

“Me alegra mucho de que haya nacido sano y siempre voy a estar cerca de él pero han pasado demasiadas cosas”

“Hoy quiero hablarles de la injustica que cometí. He perdido a la mujer de mi vida y me refiero a @KateBT y no a Gina como muchos pensáis”

“He sido un completo estúpido al no creer en ella. Al no haber creído en sus palabras. No existe perdón para mí”

“Aún no sé cómo pude llegar a desconfiar de ella. De ella que siempre estuvo ahí. De la persona con la que he vivido los mejores momentos de mi vida”

“Con esto no quiero conseguir su perdón, no me lo merezco. Tan sólo quiero limpiar su nombre”

“En los últimos días me he dado cuenta de muchas cosas. He descubiertos secretos”

“Hemos puesto a @KateBT como a la mala del cuento cuando ella era la víctima. Nos han engañado y nos hemos dejado engañar”
“Ahora sé que confié en el enemigo y traté injustamente a @KateBT”

“Con esto no me quiero defender, no puedo defenderme de algo que soy culpable. Quiero pedirle perdón públicamente y quiero que vosotros también sepáis la verdad”

“Y la verdad es que @KateBT siempre fue sincera. Ahora sé que esos hijos son míos y que me quería a mí y no a mi dinero”

“Como también sé que me merezco todo su desprecio y el de esos niños a los que yo rechacé”

“No puedo pedirles nada pero SIEMPRE estaré aquí para lo que puedan necesitar”

Rick sabía perfectamente que con eso no iba a conseguir nada pero sentía que debía de hacerlo. No faltaría mucho para que la prensa se enterase de que él no era el verdadero padre del pequeño Rick. Él no diría nada respecto a eso, no porque no tuviese ganas sino porque a pesar de todo era un caballero. Esperaría al que llegase el momento.

Ahora que sabía la verdad sobre Kate no podía callársela. Tenía que decirlo y así limpiar un poco su nombre y que dejaran de despotricar sobre ellas en todos esos programas.

Beckett se despertó con el llanto de Maddie, sin duda la bebé era mucho más comilona que su hermano y lloraba reclamando su biberón. La detective la cogió en brazos y fue a preparárselo. Antes de que la pequeña Maddie terminase de beberse toda su leche, Alex comenzó a llorar pidiéndolo también. En esos momentos echaba en falta a alguien que la ayudara. Le metió el chupete para calmarlo mientras terminaba con su hermana. Por suerte el pequeño se calló y siguió durmiendo un poco más, lo suficiente como para que Kate terminase con Maddie y preparase otro biberón. Los niños se volvieron a dormir nada más comer.

La detective se volvió a acostar. Miró la hora en su móvil el cual tenía en su mesita de noche y vio que tenía un mensaje de Lanie en el WhatsApp.

“Tienes que leer los últimos Tweets del escritor”

“Ok” respondió Kate. Lanie estaría despierta. Diferencia horaria.

Entró a su cuenta de Twitter y buscó el Twitter de Richard. No lo seguía pero se sabía de memoria su Username. Cuando leyó los Tweets no supo qué hacer. Sintió miedo. Ahora Castle sabía la verdad, sabía la verdad sobre sus hijos y no quería que intentase recuperarlos. Sabía que no podía. Antes de que ella se marcharse de New York. Rick y ella quedaron con un notario para firmar un documento donde el escritor se desprendía de cualquier tipo de responsabilidad que pudiese tener con el bebé, o en este caso los bebés, que ella estaba esperando. Ese documento le daba la custodia absoluta a ella. También denegaba cualquier intento de acercamiento que el escritor quisiese hacer en un futuro. Respiró aliviada al recordar el resto de las cláusulas. Pero Rick tenía muchos contactos. Volvió a respirar profundo. Contra la ley no se puede ir, ¿no? Rick no podría hacer nada, ni sus contactos tampoco. Ahora más que nunca debía seguir alejada de New York. Sabía que aunque Castle no había puesto nada en Twitter iba a intentar buscarla.

“¿Lo has leído ya?” –respondió la médica

“Sí”

“¿Le vas a responder?”

“No”

“Bien, y si le respondes ya sabes, nada de dejarse ablandar. Él te perdió por estúpido a ti y a los niños”

“Lo sé. Lanie, por favor, cuida de que no se entere de nada de donde estoy ni de mi nuevo número”

“No te preocupes, no se enterará de nada. Y ahora vete a dormir aunque mañana sea sábado tiene que ser cansado cuidar de dos bebés y allí es muy tarde. DUERME y no pienses”

“Gracias. Lo intentaré”

Y lo intentó pero no pudo hacerlo. Al día siguiente aprovechando que era sábado y que al estar lloviendo no podía salir con los mellizos, los cuales estaban dormidos en ese momento, a dar un paseo, cogió su ordenador y empezó a leer noticias y ver programas donde hablaban de los Tweets de Richard Castle. Necesitaba saber si había algo más. A pesar de las palabras de Rick algunos “periodistas” seguían arremetiendo contra ella. Pero qué podía esperar de personas que se ganaban la vida destruyendo la de los demás.

También tenía curiosidad por saber por qué Castle después de meses había cambiado de opinión. Qué habría pasado. Después de casi hora y media apagó el ordenador. Aprovecharía el día haciendo cosas más importantes. La enfermera que tenía contratada estaría al llegar. Los fines de semanas siempre iba a ayudarla a bañar a los bebés. Le daba miedo hacerlo sola. Eran demasiado pequeños. Ella los bañaba pero se sentía más segura con la enfermera al lado vigilando por si algo pasaba. Adoraba hacerlo. A Maddie y a Alex les encantaba bañarse y se reían mucho durante el baño. A Kate se le caía la baba. Luego ella misma los vestía y les daba el biberón. Primero a uno y luego al otro. Si los dos empezaban a llorar a la vez por el biberón tenía a la enfermera para ayudarla.


Lanie se abalanzó contra Kate nada más verla esperándolos en el Aeropuerto.

-No sabes cuántas ganas tenía de abrazarte, pero qué guapa estás. Chica, pareces que no has sido madre. Tienes el mismo cuerpazo que siempre.

-Gracias Lanie –sonrió tímidamente. Kate no llevaba bien los halagos - Tú tampoco has cambiado mucho pero te veo un brillo en los ojos… -la detective miró a Espo y este sonrió confirmando. - ¡Qué callado te lo tenías! ¡Habéis vuelto y ninguno me habéis dicho nada!

-Queríamos darte la noticia en persona –vaciló la médico guiñándole un ojo.

Kate saludó a los demás. Cuando llegó a Ryan le quitó a Brian de los brazos y le dio todos los besos y los abrazos que no había podido darle en todo el tiempo que llevaban separados. Ese niño era su debilidad, era como su sobrino. Lo había extrañado mucho.
Espo, Ryan, Jenny y Lanie se pasaban de unos a otros los gemelos.

-Por fin los conocemos. Qué grandes y qué gorditos están. Son más guapos que en las fotos que nos has mandado, Kate. -Dijo Lanie con Alex en los brazos.

-Es verdad, Kate, tienes unos hijos preciosos –apuntó una sonriente Jenny.

-Gracias, chicos, pero yo qué puedo decir, soy su madre. Para mí son los niños más bonitos del mundo junto a Brian –dijo mientras le hacía cosquillas al pequeño que aún lo mantenía cogido en brazos. El niño no pudo evitar reírse- Brian se parecía mucho a su mamá, era rubia como ésta pero tenía los ojos de Kevin.

Los chicos que habían llegado un día antes del bautizo de los hijos de Beckett se irían ese mismo fin de semana. Habían llegado el viernes por la mañana y se marcharían el domingo por la tarde. Ellos hubiesen preferido quedarse más tiempo pero tenían que volver al trabajo.

Aprovecharían ese fin de semana al máximo con Beckett y sus hijos.

Por decisión de Kate todos se quedarían en su nueva casa. La detective vivía en una antigua casa irlandesa que habían restaurado poco antes de ella mudarse allí. Encima le había salido gratis. No tenía que pagar nada. Regalo de su nuevo jefe. Éste era padre de familia, tenía tres hijos ahora ya mayores, su mujer murió y él tuvo que criarlos solo. Al saber que Kate estaba embarazada y que sería madre soltera le ofrecía esa casa para que ella y sus hijos pudiesen vivir hasta que la detective lo dispusiera. Así podría ahorrar más dinero para los bebés. Y esa casa llevaba años cerrada sin servir. La recibió por herencia. Kate se opuso pero Ray, su jefe, la hizo entrar en razón. Para qué quería una casa cerrada y deshabitada. El sueldo de policía no era demasiado alto. Beckett y Ray se habían hecho muy buenos amigos, o más que eso. En esos meses que llevaba viviendo en Irlanda, Ray para ella era como su padre. Y por supuesto estaba invitado al bautizo.

La casa era bastante grande. Costaba de 4 habitaciones, tres baños, una gran cocina y un gran salón. Tenía jardín delante y un pequeño patio detrás y un vestíbulo. Con su sueldo Kate nunca podría haber conseguido una casa así. Aunque el acuerdo había sido que ella viviría allí sólo hasta que encontrase un lugar donde vivir. Lo que más le gustaba de esa casa era el jardín y su habitación, la cual tenía baño propio y un balcón con unas vistas increíble al estar la casa situada en las afueras de la ciudad.

Durante el día del viernes Kate hizo de guía turística para sus amigos, la verdad, es que ella no conocía muchos lugares. Pero se había informado para la visita de sus amigos. La zona en la que Beckett vivía era bastante bonita.

Kate vivía en el Condado de Londonderry (o Condado de Derry), situado al noreste del país. Londonderry es conocido por su tranquilidad, paisajes de gran belleza y sus maravillosas playas. En este condado puedes visitar ríos, lagos, parques naturales y las preciosas Montañas Sperrin. La familia, porque finalmente eran eso una familia, estuvo visitando muchos de estos lugares dejando la capital del estado con el mismo nombre que el condado para el domingo, así ya allí directamente cogerían el avión de vuelta a New York. Derry, es uno de los destinos más excitantes para los viajeros al ser una ciudad muy antigua y estar amurallada.

Entre ríos, lagos y montañas llegaron a la casa de Kate muy cansados. Habían cenado fuera. Jenny y Kate con la ayuda de Lanie acostaron a los niños. Luego, los mayores tomaron una copa de vino para brindar por los viejos tiempos. Después de eso se fueron a dormir. Tocaba madrugar para prepararse ya que la ceremonia del bautizo sería a las 12 de la tarde.

A las 11 de la mañana estaban todos listos. Querían llegar media hora antes a la Iglesia y para eso tendrían que salir a las 11.10 de la casa de Kate. 20 minutos después estaban todos en la puerta de la Iglesia. Mientras Lanie y Esposito cuidaban de sus bebés, Beckett fue a hablar con el Padre que celebraría la ceremonia. Al pasar por la pila bautismal no pudo evitar echar una foto. Cuando se volvió a reunir con sus amigos vio que algunos invitados ya habían llegado.

Kate aprovechó un momento en el que se quedó sola para tuitear.

“23 de Octubre, un día para celebrar a mis bebés”




Desde aquella última vez en la que público una fotos de sus hijos no escribía nada aunque sí leía todo lo que el escritor publicaba.

La ceremonia fue bien. Los mellizos no lloraron, sólo Alex cuando el cura le mojó la cabeza con el agua bendecida pero se calmó enseguida. Y Brian aunque al principio de la misa había estado algo inquieto se comportó sentado en el regazo de su padre.

Después de la ceremonia se dirigieron a un bonito restaurante con un gran jardín donde comieron. A pesar de ser octubre hizo buen tiempo, el sol estaba afuera. Fue una “fiesta” tranquila pero que todo el mundo disfrutó.

A las 7 de la tarde ya habían llegado a la casa de Kate y mientras que la anfitriona preparaba la cena, a pesar de que algunos de sus amigos se ofreció para ayudarla, Kate, quiso hacerla sola. Los demás se ducharon. Lanie y Jenny quisieron bañar a sus hijos, les hacía ilusión y Beckett no se opuso. Jenny, que ya tenía experiencia los bañaría y Lanie los vestiría.

Durante la cena estuvieron recordando viejas anécdotas. Todos intentaban omitir a Castle de ellas. Sabía que Kate lo había pasado muy mal y aunque ahora dijese que estaba bien, sus amigos sabían que todavía le dolía toda aquella situación.

Jenny se tuvo que acostar con Brian, el niño ya se había dormido pero se despertó y no quería volver hacerlo sin su madre. Y Jenny no tuvo más remedio que hacerlo. Ryan pronto se excusó para ir a dormir, Brian también era su hijo. Y Espo finalmente se fue a dormir para dejar a las dos chicas hablando. Esa noche Lanie se acostaría con Kate para así poder hablar más. Y aunque Maddie y Alex ya no se despertaban a media noche para comer, la ayudaría si necesitaba algo. Las dos amigas hablaban alegremente acostadas en la cama de la detective.
-Oye, Kate, yo sé que no quieres hablar de esto pero ¿qué vas a hacer con el escritor? Él ya sabe la verdad y os está buscando. A Javi hasta le ofreció el Ferrari pero lo rechazó.

-Eso le tuvo que doler mucho a Espo, ¡El Ferrari! -bromeó

-Ya te digo que le dolió. El pobre estuvo el resto del día repitiéndoselo. Pero contesta, no evadas mi pregunta. ¿Qué piensas hacer?

-Nada, no pienso hacer nada. Seguiré como hasta ahora. Dudo que pueda encontrarme, para eso uno de vosotros tendría que abrir la boca y sé que no lo haréis. Aunque Castle vaya regalando Ferraris.

-¿No le vas a contestar a ninguno de sus Tweets? Eso sí, si lo haces sé dura. Ya sabes lo que pienso sobre este tema. Rick pudo ser muy bueno contigo pero la llegada de Gina a vuestras vidas lo arruinó todo y no pudo ser más mezquino. No se merece nada por tu parte. Si le contestas que sea para plantarle cara y no dejarte conmover por ninguno de sus mensajes. Porque cómo lo hagas ya sabes que tengo mucho objetos punzantes en mi poder…

-No te preocupes, Lanie, no lo he olvidado. Por ahora no voy a contestar y créeme que no me voy a ablandar. Él nos rechazó y ya está. En el momento que firmó ese papel todo se perdió.

-Eso espero. ¿Y qué te vas a quedar a vivir aquí para siempre? Es un bonito lugar pero yo te echo de menos. Sí hablamos casi todos los días por teléfono pero no es lo mismo. Yo quiero que vuelvas.

-La verdad, es que no lo sé. A mí me gustaría volver, yo también os echo de menos pero no creo que ahora sea el momento con Castle buscándonos. Tal vez con el tiempo, cuando todo se calme.

-Ya ahora entiendo que no quieras volver pero espero que dentro de un tiempo vuelvas. Nueva York necesita a su mejor detective –dijo cambiando el tono a la última frase. Kate no pudo evitar reír al oírla.

-Ay, Lanie


Rick que no se separaba ni un momento de su móvil. Cada dos minutos miraba si Kate había tuiteado algo pero siempre la respuesta era negativa, hasta esa misma mañana. Cuando se levantó entró a Twitter y vio la foto. Hoy se bautizaba sus hijos, bueno el Tweet había sido publicado varias horas antes, así que ya deberían estar bautizados y él no había asistido. Las lágrimas se apoderaron de su rostro como venían haciendo en los últimos días.

La verdad es que poco quedaba en él de ese egocéntrico y gracioso escritor. Las tres últimas semanas, desde que se enteró de la verdad, apenas había salido de su loft. Sólo lo había hecho para intentar de descubrir algún detalle sobre el paradero de Beckett e ir a visitar a los chicos para intentar sonsacarle información sin éxito. Tampoco había escrito nada. El libro que estaba en escribiendo seguía exactamente igual. Había descuidado su aspecto. No se afeitaba en días.

Gina había ido a verlo pero sólo logró que después de pelear con ella el escritor la echase de su casa. Los medios sospechaban de la ruptura de Gina y Castle. Sólo faltaba su confirmación. Del pequeño Rick todavía no se sabía nada.

Richard se pasaba el día mirando fotos de él y Kate recordando momentos felices a su lado, cosa que hacía que terminase llorando como un niño pequeño. Martha iba a visitarlo todos los días pero no conseguía nada. El escritor había perdido peso, apenas comía. La actriz estaba muy preocupada por su hijo. Nunca lo había visto así antes. Lo entendía pero no podía dejarlo sin más.

Después de llorar durante horas. Rick se fue a la ducha tenía que hacer algo. Poco después salió de su loft. Fue a buscar a Lanie pero no la encontró al igual que tampoco pudo encontrar a los demás. Una vecina de Kevin y su familia le dijo que habían salido de viaje pero que volverían el domingo por la noche.

Rick supuso que habían ido al bautizo de sus hijos. El lunes iría a buscar a Lanie a la Morgue aunque sabía que eso era peligroso. Allí la forense tenía el bisturí al alcance de su mano.

Castle llamó antes de entrar y al oír un “pase” por parte de la médico entró.

Lanie se sorprendió de verlo allí pero no más de lo que se sorprendió al ver el estado del escritor. Tenía mal aspecto. Iba bien vestido, como siempre, pero se le notaba el peso que había perdido. Tenía ojeras y la cara pálida. Y llevaba bastante tiempo sin afeitar.

-¿Qué haces aquí, Castle? –Espetó Lanie después de reaccionar- Si vienes a intentar sonsacarme algo te puedes largar por dónde has venido. No puedo decirte nada ni de Kate ni de SUS hijos –indicó con enfado

Antes de que Lanie dijese nada más, Castle comenzó a llorar dejándose caer al suelo de rodillas. La médico que no se esperaba esa reacción por parte del chico escritor. Se quedó muda.

-Si piensas que me vas a conmover estás equivocado –Rick parecía que no la había escuchado, siguió igual.

Cuando pudo calmarse un poco se levantó –Lanie, por favor, yo sé que me he portado mal, muy mal con Kate pero necesito hablar con ella. Sólo hablar –la forense negaba con la cabeza. Lanie por favor escúchame.

-No quiero. Tú no escuchaste a Kate. Y yo ahora no quiero escucharte a ti. Vete.

En ese momento el teléfono de la médico sonó.

-Lanie, sí, ahora mismo te lo miro. Te llamo en un momento –Colgó dejando el móvil a la vista del escritor y fue a una habitación contigua.
Rick vio en la pantalla iluminada el fondo de su móvil. Era una foto con Kate y sus hijos y no pudo evitar coger el móvil y salir lo más rápido posible de allí. Cuando Lanie volvió no encontró a Richard y se acordó que había dejado su móvil al alcance del escritor, “Mierda, mierda” se repetía. Salió a buscarlo hasta la calle pero ya había desaparecido.

Éste que había salido corriendo de allí iba conduciendo su coche hacia algún lugar tranquilo y solitario. No quería ir a su loft por si Lanie iba a buscarlo. Cuando llegó a un buen lugar aparcó su coche y sin salir de él empezó a revisar el móvil que había “robado”.

Lo primero que hizo fue mirar las fotos. Kate seguía igual de guapa. Al ver por primera vez la carita de sus hijos no pudo evitar llorar de nuevo. Encima los había “conocido” a través de una foto. Por fin les había puesto cara. Llevaba tres semanas imaginándoselas. Ahora ya sabía cómo eran de verdad. Era papá de un niño y una niña. En una de las fotos los bebés iban vestido de azul y rosa. Y Kate, su Kate, estaba radiante. Le había sentado muy bien la maternidad. Después de verla se pasó todas las fotos a su móvil. Poniendo una foto en la que sus hijos salían con su madre de fondo de pantalla.

Después, miró en la lista de contacto. Lanie tendría que tener el número de Kate y así era. Llamó con el móvil de ésta. Así se aseguraría de que se lo cogiese. Por fin había conseguido algo.


Gracias por comentar

waaaaoooo sigueloooo

OMG, siguelo pls!!

Esto se pone cada vez mas interesante. Continúa pronto.

Esto es demasiado¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ahora ladrón, jajajajaja
No es que no se merezca el castigo, incluso más, pero no creo que puedan conseguir ninguno de sus ex compañeros que él convenza a Kate, claro que primero va a tener que oír de todo menos que le llamen bonito,.......... atún puede pero bonito seguro que no, jajajajajajajaja
Estamos en el buen camino, ya lo veo venir ............ ella se hará la dura pero en cuanto le ponga carita de cordero degollado, ya no tendrá fuerzas para negarle ver por lo menos a los bebés, jajajajajaja
Sigue pronto que no quiero perderme ni un minuto, la reconciliación está cada vez más cerca, ............. lo presiento.
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Que nerviioos y que intrigaaa!! Jaja haber q pasa.....
Me encanta continua pronto esta genial!

He descubierto hoy tu historia y me leido lo que llevas publicado con muchisimo interes, está muy bien pero que muy bien.
Me da pena Castle pero bueno que sufra ahora por idiota !!como ha podido dejarse envaucar por Gina!!.

me encnta, continua pronto

Capítulo 4

-Hola, Lanie –saludó contenta la detective -¿Lanie? –llamó a su amiga cuando vio que no contestaba.- ¿Hola?

Castle no podía contener el llanto. Después de tanto tiempo volvía a escuchar su voz. Desde aquella vez que quedaron para firmar el documento, otro error más por su parte, no la había vuelto a ver ni mantenido ningún tipo de contacto. Ese mismo día por la tarde, Kate salió del país rumbo a Irlanda.- Hola, Kate –dijo con un hilo de voz.

Beckett reconoció esa voz al instante al mismo tiempo que su cuerpo empezó a temblar. -¿Qué quieres, Castle? ¿Qué haces con el móvil de Lanie? –preguntó endureciendo el tono.

-Se lo he quitado cuando fui a verla para preguntarle por ti- musitó

La detective se había dado cuenta de que el escritor estaba llorando pero no se iba a conmover, ella había llorado mucho por su culpa. Y si lo hacía, no iba a dejarlo notar. -¿Sabes que te va a matar cuando te encuentre, no?

-Sí, pero no me importa. Yo ya estoy muerto, Kate. No puedo vivir sin ti y los niños. Siento no haberme dado cuenta de la verdad antes. Lo siento, Kate, siento no haber creído en ti y haber confiado en Gina. Sé que no tengo perdón pero necesitaba pedírtelo.

Antes de que pudiese seguir Beckett lo interrumpió. -¿Qué lo sientes, Castle? –dijo elevando la voz.- Me trataste como una puta y una estafadora. Después de todo estos años yo pensaba que me conocías, que confiabas en mí y a la primera de cambio te crees lo que te diga una recién llegada. Me dejaste tirada. ¿Qué lo sientes? Con eso no basta, Castle.

Se hizo un silencio. Durante unos minutos, o segundos demasiado largos, ninguno de los dos dijo nada. Sólo se escucha el llanto de Castle.

-Kate, yo…- suspiró- yo sé que no basta y sé que no hay nada que pueda hacer para reparar todo lo que he hecho pero…
-Pero nada, Castle – intervino

Castle tomó aire. Kate tenía todo su derecho a estar así. Por lo menos no le había colgado nada más oír su voz. -Sé que no tengo ningún derecho sobre nuestros hijos.

-MIS hijos, Castle, MIS hijos.- corrigió interrumpiéndolo.

Suspiró. Muy a su pesar Beckett tenía razón, desde que firmó aquel documento dejó de ser su padre legalmente.-Sé que no tengo ningún tipo derecho pero me gustaría saber sus nombres, al menos. Lo único que sé, por las fotos de Lanie, es que son niño y niña. Y aunque me gustaría, desearía tener una relación con ellos sé que no puedo.
-Castle…


-Sólo sus nombres, por favor.

-Maddie y Alexander.

-Muchas gracias, Kate –¡Alexander!, su hijo se llama Alexander como él. No pudo evitar sonreír.

-¿Por qué cambiaste de opinión? –espetó curiosa.

-Descubrí el engaño de Gina. Ahora sé que ella nos separó y todo lo que me hizo creer sobre ti era lo que ella estaba haciendo. De verdad, Kate no sabes cuánto me arrepiento de todo. No me perdono haberme dejado engañar por Gina y haber desconfiado de ti, haber desconfiado de mi único amor, el amor de mi vida.

-No me vas a conmover con tus palabras. Ahora soy yo la que no se fía de ti. No me puedo confiar en tus palabras cuando tus actos me han demostrado todo lo contrario. Hasta hace nada se te veía muy feliz con Gina esperando la llegada de vuestro hijo que ya nació, ¿no?

-Sí, ya nació pero Rick no es mi verdadero hijo. Gina estuvo manteniendo relaciones con un ex para que la dejase embarazada y así decir que yo soy el padre y poder estar conmigo. Su verdadero padre apareció el mismo día de su nacimiento -resumió.

-Lo siento, Castle. Debe de ser duro estar esperando la llegada de un hijo que luego resulta que no es –dijo totalmente sincera.

-Mucho. Y más enterarme la verdad, esa verdad que siempre tuve delante de mí y que no quise ver y que ahora hace que yo esté separado de mis verdaderos hijos y de… y de ti. Yo sé que es por mi culpa, que yo mismo os rechacé pero...

-Castle…

-Lo entiendo.

Uno de los bebés comenzó a llorar. Era la hora de la toma del biberón y lo reclamaba. Castle lo escuchó a través del teléfono.

-¿Qué le pasa, Kate? ¿Quién llora?

-Maddi. Quiere comer. Tengo que colgar. Adiós. –antes de que le diese tiempo a contestar Beckett había colgado. La detective agradeció que su hija comenzase a llorar, así había tenido la excusa para poder colgarle. Beckett cogió a Maddie y se dirigió con ella en brazos a la cocina para preparar la leche. Después volvió a la habitación donde permanecía aún dormido Alex. Mientras alimentaba a la bebé, Kate repasaba la conversación mantenida con Castle unos minutos antes. Sabía que tenía que ser dura con él, que no tenía que echarse atrás. Se lo merecía. No podía negar que escuchar llorar a Castle mientras hablaban la había conmovido pero él no se merece nada por parte de ella.

Rick, volvió a la morgue. Prefirió no entrar. Si quería permanecer vivo no debía hacerlo. Le dejó al chico de la entrada, que ya lo conocía de cuando trabajaba en la comisaria, el móvil de Lanie con algo de dinero y un papel. Sabía que era de fiar y que todo le llegaría a su destinataria. Y así fue.

-Doctora Parish acaba de pedirme el señor Castle que le entregue esto –el muchacho tendió la mano con la todo.

-Lanie, mejor.- cogió lo que le entregaba. El chico después de dárselo se fue.- ¿Dinero?- Abrió el papel.

“Siento haberte cogido “prestado” el móvil pero era la única manera de saber algo. Si no te lo doy personalmente es porque temo por mi vida, ya sabes. El dinero es por la llamada que realicé. Gracias”

-Claro que tu vida corre peligro chico escritor, eso dalo por hecho.

Castle llegó a su loft. Por primera vez sabía algo y había podido hablar con Kate. Su hijo se llamaba como él, Beckett había elegido ese nombre a pesar de todo.A lo mejor no estaba todo perdido.

Los días fueron pasando, y aunque Castle había guardado el número de la madre de sus hijos no quería llamar, no quería ser pesado, eso podía empeorar las cosas. Aunque se moría de ganas por volver hacerlo.

La noticia de que el pequeño Rick no era su hijo se hizo pública haciéndose eco toda la prensa. Por lo visto alguien cercano a Gina la había traicionado por dinero. Se lo merecía. La gran mayoría de los periodistas de la ciudad iban detrás de él querían una exclusiva y él se las iba a dar pero no como ellos pensaban. Castle estaba contento por fin las cosas estaban volviendo a su lugar, aunque a él le faltaba lo más importante: poder tener cerca a sus hijos y a Kate.
El escritor no iba a vender su exclusiva a ningún programa ni cobrar por su declaración. Aprovecharía Twitter.

“Mañana 11 de noviembre haré TwitCam para aclarar lo que está pasando. No para contestar preguntas”
“Hora de la TC 4pm”

Dicho y hecho. Rick Castle a las 4 pm del día establecido estaba delante de su ordenador.

“Buenas tardes, en primer lugar he recibido varios Tweets preguntándome el por qué no iba a contestar preguntas, respondiendo a eso, decir que esta TwitCam no es para promocionar nada. Es algo totalmente diferente. Es algo que debo hacer por los últimos acontecimientos ocurridos en mi vida. Pronto haré otra donde podréis preguntarme todo lo que queráis y yo os responderé gustoso.

Empiezo entonces con los motivos de esta TwitCam sin rodeos y sin rellenos.

Todo sabéis ya que Rick no es mi verdadero hijo. De esto sólo puedo deciros lo que ya sabéis. Gina tuvo relaciones con otro hombre para quedarse embarazada y utilizar al bebé para atraparme. ¿Cómo me sentí yo? Imaginaos estar casi nueve meses esperando a que nazca un bebé que crees tu hijo y que al poco tiempo de nacer, ese mismo día, te enteres de lo contrario. Sin duda ese día y el día que me lo confirmaron fueron de los peores días de mi vida. Sinceramente estaba destrozado.

También decir que yo no me voy a olvidar de Rick, no seré su verdadero padre pero yo a ese bebé lo quiero como si fuese mío y seguiré manteniendo contacto con él mientras me dejen. No seré el papá pero seré el “tito Rick”- el escritor forzó una sonrisa-. Por lo pronto el verdadero padre me deja ir a visitarlo y así lo haré. Visitaré a Rick cada vez que pueda y se encuentre con él.

Respecto al engaño de Gina aún no sé cómo me pude dejar engañar de esa manera. En principio había pensado mantenerme al margen de todo esto y no comentar nada sobre ella pero teniendo en cuenta todo lo que estoy sufriendo por su culpa y lo más importante todo el daño que le ha causado a Kate no puedo hacerlo. Ella no tuvo piedad con ella en su día. Publicó por todos lados y arremetió contra ella con todo lo que pudo. Lo peor de todo esto es que Kate era inocente. Todo lo que se habló de ella y todo lo que Gina sacó fueron mentiras para separarme de ella y entrar en mi vida. Y yo fui un estúpido al confiar en ella y no en Kate.

Todo lo que Gina decía de Kate, que buscaba mi dinero, que su embarazo era mentira, que era de otro hombre cuando ésta lo confirmó, etcétera. TODO es lo que ha hecho ella. Ella era la que buscaba mi dinero, la que se embarazó de otro tipo y la que se metió en mi vida a pesar de todo y de todos. Incluso destruyendo la vida de otra persona, destruyéndole la vida a Kate Beckett.

Muchos de vosotros pensabais que Gina era el amor de mi vida y tal. Y eso no es así Gina nunca ha sido el amor de mi vida. Y aunque sea de muy poco hombre decirlo yo siempre he amado a Kate hasta cuando me dejé engatusar de esa manera. Para mí sólo ha existido ella. No voy a negar que haya querido a Gina pero nunca ha llegado a ser amor y ahora no siento absolutamente nada por ella. Bueno, sí. Desprecio.

Tampoco voy a negar que intenté olvidar a Kate y enamorarme de Gina pero fue un intento fallido. Kate es inolvidable. Es la mujer más inteligente, más generosa, más maravillosa que pueda haber este mundo. Y la he perdido por confiar en quién no debía.

Los hijos de Kate SÍ son verdaderamente mis hijos pero también los he perdido. Yo mismo lo rechacé. Ahora no puedo hacer nada más que pedirles perdón a los tres. Y confiar en que algún día esto se arregle un poco y pueda disfrutar de mis hijos de vez en cuando. Sé que más de eso no voy a poder a llegar a tener –en la cara del escritor podía verse reflejada la tristeza que estaba sintiendo-. También tengo que confesar que si por mí fuese pasaría el resto de mi vida con ellos como una familia. Pero sé que no me lo merezco y no puedo pedirlo.

Quiero volver a pedirles perdón otra vez. Y también quiero pedirles a aquellas personas que siguen arremetiendo contra Kate que lo dejen estar ya, que si aquí hay una víctima es ella. Ella siempre dijo la verdad. Es inocente de todo y no se merece escuchar todo lo que decís/inventáis de ella. Dejadla vivir en paz.

Muchísimas gracias a todos lo que me habéis visto. Pronto haré esa otra TwitCam. Saludos. –Volvió a fingir otra sonrisa y apagó la cam.”

Después de la TC el escritor se dirigió a su cocina necesitaba beber algo de alcohol. Era algo que tenía que hacer, lo sabía. Como también sabía que no servía para acercase a Kate.

La detective había seguido la TwitCam desde su casa. Lo vio afectado. Triste y como le había dicho Lanie cuando la llamó para disculpase con ella por lo ocurrido con su móvil, Había perdido bastante peso. Se veía desmejorado. Kate no pudo evitar sentir pena. Él se lo había buscado pero ella era la causa de tanto sufrimiento. Tal vez debería volver a pensar y cambiar algunas decisiones. Sus hijos también necesitaban un padre.

Gina que también había seguido la TwitCam sentía que iba a explotar de rabia. Richard Castle la había dejado retratada públicamente. Ahora sí que había perdido todas las oportunidades con él, o quizás no. A lo mejor le quedaba algo para mantenerlo a su lado. Todo el mundo conocía a la verdadera Gina, había pasado de ser la buena protagonista de la historia a ser la mala, malísima. Y eso no le gustaba NADA. El pequeño Rick ya no le servía de nada. Ella sólo quería ese niño para atrapar al escritor. Su plan había fallado. Ya estaba cansada de tantos llantos y de estar pagando a una niñera. Ella no tenía paciencia con el bebé. Así que le ordenó a ésta que prepara todas las cosas del niño. Todo lo necesario. Cuando lo tuvo todo listo le dio la dirección de Daren y le dijo que se lo entregase. Ya no lo quería y sin pestañear vio cómo su propio hijo recién nacido salía de su casa para nunca más volver. Por fin volvía la tranquilidad a ese departamento.

Rick estaba sentado en uno de los bancos del Central Park. Justo en frente de él unos niños juegan en un parque. El escritor no paraba de mirarlos jugar hasta que siente que alguien se acerca a él. Alza la vista y la ve. No se lo podía creer. A pocos metros de él esta Kate caminando con sus hijos, la cual está tan distraída hablando con ellos y riéndose de algo que los pequeños le están contando que no se ha percatado de que él está allí.

Castle había esperado tanto ese momento que ahora no sabe qué hacer. Sus ojos comienzan a volverse cristalinos y varias lágrimas comienzan a recorrer su rostro.

No se podía creer que a pocos metros de él estaban las personas que más quería del mundo. Al ser verano la pequeña Maddie llevaba un vestido azul claro y blanco que resaltaban sus grandes ojos azules. Los mellizos tenían sus mismos ojos y sus mismo color de pelo. Mientras que la nariz y la boca eran igual que la de su madre. Alex llevaba una camisa del mismo azul que el vestido de su hermana y blanca y unos pantalones cortos del mismo tono azul. Sin duda eran los niños más bonitos que había visto.

-Mami, ¿por qué llora ese señor? – le preguntó la pequeña Maddie.

Kate miró hacia el lugar que le señalaba su hija y lo vio. Se quedó paralizada. Había vuelto tres meses antes y justo en ese momento que no se lo esperaba se lo encuentra.

-Mami- repitió la niña para llamar la atención de su madre.

Kate se agachó para estar a la altura de sus hijos y después habló –¿Por qué no se lo preguntas? – Kate entrelazó la manita de sus hijos, estos ahora tenían tres añitos, y le hizo un gesto para que se acercasen al señor que lloraba.

Richard al ver como sus hijos se acercaban a él hizo igual que Kate y se arrodilló. La niña acompañada de su hermano cuando llegó hasta él volvió la cabeza hacia su madre para pedir su consentimiento. Kate asintió.

-¿Por qué llora? ¿Se ha perdido? Una vez Alex se perdió en el parque y se puso a llorar –Alex asintió -menos mal que mi mami y yo lo encontramos rápido.

-Pase mucho miedo porque no encontraba a mi mami –dijo el pequeño.

Rick, no pudo evitar sonreír. ¡Bendita inocencia!

-No me he perdido –sonrió- lloro porque me ha pasado algo muy bueno. No lloro porque estoy triste sino porque estoy feliz.

Los niños se miraron extrañados. No sabían ellos que se podía llorar por estar feliz.

La niña puso ambas manos en la cara de Castle –No llore, señor.
-Mi mami me dice cuando lloro que no llore porque estoy más feo. Dice que sin llorar soy mucho más guapo, el niño más guapo que ha visto –Los dos adultos no pudieron evitar reír al escuchar la frase del pequeño.

-Vale, entonces le haré caso a tu mami y no lloraré.

Los dos pequeños se miraron y sonrieron.

-Yo me llamo Alex y ella Maddie, ¿y tú?

-Yo me llamo Rick –el pequeño le tendió la mano. Castle no pudo volver a sonreír y le tendió su mano. La niña en cambio le dio un beso en la mejilla. Y el escritor pensó que moriría allí mismo. Su hija le había dado un beso por primera vez.

Castle miró a Kate y ésta asintió. Rick se acercó a su hija y le devolvió el beso.

-¿Puedo pediros algo? –preguntó el escritor.

-Los niños se miraron.

-¿Os puedo abrazar? –los pequeños después de mirar a su madre hicieron un gesto de aprobación y Castle los abrazó sin apretarlos demasiado. Las lágrimas volvieron a aparecer en el rostro del escritor. Antes de separarse le dio un beso a cada uno.

La pequeña al ver que Rick volvía a llorar, frunció el ceño, hizo el mismo gesto que Kate, y le limpió las lágrimas – No llores, señor Rick.-El escritor dejó que su hija le limpiase las lágrimas y sonrió.

-Prometo no llorar más –Los niños le devolvieron la sonrisa.

Richard no podía dejar de mirar a sus hijos. Estuvo hablando un poco más con ellos. Los niños le contaron que después del verano empezarían el colegio y que tenían muchas ganas. Poco después los peques se fueron a jugar al parque. Al fin de cuentas a eso habían ido. Kate se quedó sola con Richard.

-Gracias –dijo el escritor.

Kate le respondió con una leve sonrisa y se sentaron en el banco donde antes había estado solo el escritor.

-¿Qué haces aquí? –preguntó extrañada Kate.

-Todas las tardes vengo a este parque o a otro y me siento en un banco mientras miro como juegan los niños. Me imagino que alguno de ellos son Maddie y Alex. A veces juego con ellos con el permiso de sus padres.

Kate no se esperaba para nada esa confesión. Richard llevaba la separación con sus hijos peor de lo que pensaba. –Lo siento –atinó a decir Beckett, el escritor la miró extrañado.- siento haberte mantenido separado durante tanto tiempo de ellos.

Kate –la interrumpió- no digas que lo siente si aquí hay algún culpable soy yo. Tú no tienes la culpa de nada. Es más quiero agradecerte que hayas permitido el acercamiento de hace un momento. Gracias de verdad, no sabes todo lo que ha significado para mí y lo feliz que soy en estos momentos.

La detective sonrió. –No me las des Castle, ellos también son tus hijos y te necesitan.

-¿Me estás diciendo que voy a poder estar con ellos? –preguntó sorprendido pero muy feliz

-Sí –Sonrió

-Gracias, gracias Kate –Castle sin darse cuenta le había cogido la mano.

Alex acompañado de su hermana llegaron al banco corriendo.

-Mami, ¿juegas con nosotros? Maddie y yo queremos jugar contigo al pilla-pilla. –Alex puso la típica cara Castle cuando quieren conseguir algo. Rick sonrió al ver ese gesto tan suyo en su hijo.

Kate miró a sus hijos, ella siempre jugaba un rato con ellos y con los niños que se les unía. Con esa cara que le había puesto no se podía negar –Está bien, vamos. ¿Juegas Castle? ¿o ya has madurado?

-¿Madurar yo? Soy Richard Castle.

-Richard, Richard despierta te quedaste dormido en el sillón.

Rick abrió los ojos -¿Era sólo un sueño? –Preguntó decepcionado.- Demasiado bonito para ser verdad pensó.

Martha lo miró extrañada. –Otra vez te quedaste dormido bebiendo. Richard, tienes que dejar deber desde que te enteraste de la verdad…

-Madre, déjalo. Voy a ducharme. Necesito refrescarme –Rick se levantó y si dirigió a la ducha.

Martha se quedó recogiendo los vasos y las botellas de alcohol.

El escritor salió del baño con muchas ganas de volver a llamar a Kate. Después de ese sueño los echaba más de menos si es que ya los podía echar más de menos.

Cogió su Iphone y marcó.


Gracias por leer y comentar

CONTINUALO PRONTOO!

es muy bueno sigue que me he enganchado

que buena es tu historia, y como me hubiera gustado que no cortaras,

Pienso que Castle fue un gili y se merece lo que le está pasando, pero me esta dando mucha pena también.

ohh tu historia es genial me encanta!!!

ke penitaaaaaa...crei ke era reaaal!!!!!...sigueloooo

Dios, por un momento pensaba queen vez de un sueño, era de verdad. ¡Eres mala persona! Jajajaja que va. Me encanta como escribes, y espero y deseo que continues muuy pronto!

me encanta, continua pronto

Oooohhhhh, por un momento me pensaba que el sueño era real. Me ha gustado mucho el capítulo.

Espero que puedas continuar pronto.

Aaaaaggggghhhhh!! Por qué no sigues? No puedo esperar más...

eli1213 escribió:Aaaaaggggghhhhh!! Por qué no sigues? No puedo esperar más...

Siento la tardanza pero he tenido exámenes esta semana y no lo he podido escribir. Ya casi lo he acabado, así que mañana sin falta lo subo =)

No pasa nada, tranquila, es que me encanta y necesito leer más!!