¿Suerte o Destino? (Capítulo 10 - 10/11)

Hola a todos. Éste es mi primer fic. Estoy escribiéndolo asique iré subiendo capítulos poco a poco, de momento cada semana tendréis uno.

Antes de nada dar las gracias por animarme a escribir a mis chicas del AT Gabby, Maite y Gema (sin su idea no habría sido posible).

Y gracias a Ruth, porque sabes que sin ti nada sería lo mismo.

El fic comienza en el capítulo de Always, cuando Beckett está colgando de la azotea. Espero que os guste y las criticas serán muy bien recibidas.


Capítulo 1:


Se encontraba colgando de una mano y pensando en todo lo que habría podido hacer y no se había atrevido por no dejar atrás el pasado, por no vivir el presente y por no pensar en su futuro.
 
Tras la pelea con Maddox, Kate había resbalado y ahora dependía de la suerte para que pudiera alzarse y sobrevivir o caer.
 
Suerte - pensaba-, suerte era haber conocido y compartido cuatro años de su vida con Richard Castle. Gracias a sus libros había sobrellevado de mejor forma la muerte de su madre y gracias a él había descubierto que la vida podía seguir valiendo la pena y ser divertida sin dejar de lado el propósito que la había movido hasta ese momento: hacer justicia. Descubrir quién mandó matar a su madre y por qué.
 
Castle había estado cuatro años a su lado en los buenos y en los malos momentos. Ahora recordaba la discusión que habían tenido en su apartamento unas horas antes y lamentaba no haber podido hablarlo y solucionarlo. Como siempre, su pasado la había hecho reaccionar de una manera que no le gustaba y su orgullo no la había dejado ir a aclarar lo sucedido. Ahora lo único que deseaba era poder ver a Castle, pensaba en él más aún que en su propia supervivencia, pues se había dado cuenta que no valía la pena desaprovechar su vida por un hecho pasado y que podría resolverse con paciencia, pieza a pieza.

En ese momento resbaló un poco más y todos los buenos momentos vividos con él atravesaron su mente como flashes de una película: la fiesta en la cual lo conoció y el primer interrogatorio

-¡¡Castle!! -gritaba al vacío -,

cuando le contó el caso de su madre y el día que él le propuso investigarlo de nuevo
 
-¡¡Castle!!  -volvía a gritar -,

las discusiones y también las sonrisas cómplices, las visitas a su casa
 
-No así no… -Decía en voz baja para ella misma, negándose a terminar de esa forma -,

el día en que él se fue a los Hamptons, la alegría de ella alsaber que había vuelto, las situaciones que casi habían acabado con sus vidas pero siempre estando juntos

-Por favor, no… - Pedía a quien fuera que la estuviera escuchando-,

siempre a su lado, siempre leal…y en el funeral de Montgomery, esas palabras que cambiaron su vida y que hacía unas horas había vuelto a repetirle “Te quiero Kate”… 

-Castle…, 

intentaba gritar ya casi sin fuerzas, no pudiendo evitar que sus dedos resbalaran completamente del borde cuando justo en ese momento la agarró una mano fuerte, grande. Ella se aferró con toda la energía que le quedaba y su salvador consiguió subirla de nuevo a la azotea.

Sin ni siquiera mirar quien se hallaba delante de ella, volvió a repetir, como un mantra, el nombre que no había podido dejar de pronunciar en esos pocos pero intensos minutos anteriores:

-Castle…

Levantó la vista y se encontró con dos ojos azul intenso que la miraban con una mezcla de pánico y emoción. Ella apenas podía contener las lágrimas y sonriendo se acercó lentamente a él y lo abrazó. Por su parte, Castle en esos momentos no recordaba la discusión que habían tenido en el apartamento de ella y no le importaba nada más que haber llegado en ese preciso instante para poder coger su mano y evitar que terminara así. La abrazó fuerte luchando contra las lágrimas que peleaban por salir. Ella soltó un leve gemido, pues tenía el cuerpo magullado por los golpes que había recibido de Maddox, y él la dejó rápidamente, no quería ni pensar en hacerle daño.
 
Cuando se separaron completamente, Kate miró hacia atrás y vio a Esposito y Ryan.

- ¿Cómo…?  - preguntó ella recuperando la voz que había perdido.
- Estaba preparándome para ir a la graduación de Alexis cuando me llamó Ryan desde la 12th, presentí que podía ser algo importante si me llamabais desde allí.- contestó él.
- Lo siento Beckett, pero no podía dejar que vinierais solos sabiendo lo peligroso que era Maddox y no quería avisar a Gates sino era necesario. - intervino Ryan y ella asintió sonriendo débilmente, una forma de dar las gracias que en ese momento no podía pronunciar.

Decidieron irse de allí lo antes posible y quedaron en verse al día siguiente para contar lo ocurrido. Ryan y Esposito se fueron en el coche de Ryan, que los había traído a Castle y a él. Kate y Castle por su parte se dirigían al de ella, en silencio, hasta que sacó las llaves del bolsillo dispuesta a abrir el coche:

- Ah no Kate, lo siento. - Dijo Castle negando con la cabeza.
- ¿No qué, Castle? - Preguntó ella frunciendo el ceño, un poco confundida.
- Hoy no vas a conducir tú, por una vez es mi turno, lo siento. - contestó él haciendo un gesto con la mano para pedirle las llaves mientras miraba hacia otro lado.
- Pero…- Comenzó a protestar ella, pero él la cortó.
- Nada de peros.- En un rápido movimiento le quitó las llaves, le abrió la puerta del copiloto y él se dirigió al asiento del conductor.
Ella no podía evitar sonreír, pese a todo lo sucedido, Castle seguía siendo Castle: preocupándose por ella, haciéndole la contra, siendo cortés… y todo eso envuelto siempre en un ambiente cálido, con la intención de quitar la tensión al momento y con el propósito de conseguir una sonrisa de ella en cualquier situación. “Sólo por ver una sonrisa en tu cara…” las palabras que le había dicho en su apartamento no dejaban de repetirse en su mente. Sabía que en ese instante las cosas parecían estar normales entre ellos, pero también sabía que sólo era por la situación vivida minutos antes en esa azotea. Suponía que él seguiría enfadado o molesto, sabía que aunque él ahora pareciera sereno, cuando pasara todo y estuvieran más relajados, querría hablarlo con ella y le pediría una explicación de lo ocurrido.
 
La diferencia con la Kate Beckett de hacia unas horas, es que esta nueva Kate no tenía miedo de nada ni de nadie. Tenía muy claro lo que quería y esperaría el momento adecuado para explicárselo todo a él. Había decidido no perder ni un minuto más pensando en las consecuencias, de ahí en adelante se dedicaría a aprovechar y vivir su vida como quisiera sin calcular los riesgos, y una persona aparecía en todos los momentos de esos nuevos planes: él, Richard Castle.

Ha empezado muy bien y me ha gustado ese cambio en el capi...
CONTINUA PRONTO

Pinta muy bien, se me ha echo cortito pero muy bien escrito y haciendome recordar por completo en aquel mometo "always", además siempre fue un punto de vista que tuve de qué hubiera pasado si hubiera cogido aquella llamada, asi que me apetece muchisimo leer el siguiente capi.

un beso

Habéis probado a darle al nombre de beckett del ultimo parrafo (sin estar logeado)???? lo digo porque sale en ebay el vestido que lleva la inspectora en el 2x05...

Mmm... Buen comienzo ! Espero con ansias el siguiente

Parace interesante. Continua que estoy deseando saber que mas pasa.

Me a gustado mucho, sigue pronto plisss

Me gusta mucho, continualo pronto.
BESOOOSS 

Me gusta mucho como empieza, es otro punto de vista de ese gran capitulo, a ver como sigue todo a partir de aquí, como dice Kynu, es una forma de imaginarse que hubiera pasado si Castle llega a contestar a aquella llamada...

¡Hasta el siguiente capi! 

Muchas gracias por vuestros comentarios!!  y me alegra que os haya gustado el punto de vista diferente!! me animáis a seguir publicando y escribiendo!!

Pinta buena la historia, esperando el siguiente!!!!

Capitulo 2:

Durante el trayecto en coche los dos iban callados, no era un silencio incómodo puesto que estaban acostumbrados a acompañarse solamente, pero dadas las circunstancias Castle creyó que lo más oportuno sería mantener una conversación para que Kate no pensara demasiado en lo ocurrido.

- ¿Te duele mucho? – le preguntó señalando el golpe que se podía adivinar en sus costillas por el constante masaje que ella misma se daba.
- ¿Esto? No demasiado, él se llevó uno peor. –Sonrió mirándolo, intentando quitarle importancia, aunque el dolor era muy intenso.
Él sonrió mientras no apartaba la vista de la carretera.
- Bueno, a él seguro que no se lo voy a preguntar, ya veremos ahora en tu apartamento cómo tienes el golpe. – Contestó Castle.
- ¿En mi apartamento? Pensaba que te quedarías en el tuyo. Yo puedo volver en el coche después, no hay problema. – Afirmó, intentando parecer segura, aunque la realidad era que en ese momento necesitaba estar acompañada y le apetecía que fuera él su compañía.
- Lo que he dicho de “hoy no conduces tú”, abarca todo el día de hoy, y aún no son las 12 me parece a mí.–Contestó con una pequeña sonrisa en los labios, por una vez él conseguiría que ella cediese.
- Pero Castle tienes que volver a tu casa, de verdad no hace falta. –insistió ella.
- Volveré a mi casa cuando me asegure de que estás bien y lista para descansar, luego puedo coger un taxi.
- No Castle en serio te lo…
- Lo siento detective Beckett. -Dijo Castle parando el coche-. Ya hemos llegado. –Sonrió, triunfal.

Sin que Kate se diera cuenta, Castle había estado conduciendo en dirección a su apartamento y ella ni se había percatado. -“Sabía que tenía que entretenerme para que no estuviera quejándome todo el camino”-Pensó negando con la cabeza mientras sonreía.

Castle aparcó justo en frente de la entrada al edificio, le abrió la puerta del coche y le tendió la mano. Ella salió, no sin esfuerzo por el dolor que intentó esconder, y él le puso su chaqueta por encima, eran pocos metros hasta el edificio pero estaba empezando a llover y el aire se tornaba frío.
Ella se sintió protegida, no eran los brazos de él pero desprendía un calor muy cómodo y reconfortante.

Llegaron a su apartamento en silencio, entraron y ella cerró con llave, no lo habían hablado pero ambos pensaban lo mismo: Maddox era capaz de cualquier cosa.

- Siéntate donde quieras, voy a cambiarme. – Le dijo Kate señalando la estancia.
- Cámbiate si quieres pero dime donde tienes el botiquín, vamos a ver como tienes las heridas.- Dijo él, paseando la vista por todo el salón como buscándolo con la mirada.
- Castle de verdad, no es necesario, me puedo curar yo sola –Respondió ella ante su insistencia.
- Por favor Kate, no vamos a discutir por esto. –Le dijo él en tono serio y cansado.
Ella estaba confusa por su cambio de actitud, pero en entonces comprendió  lo que pasaba: se encontraban en medio del salón, el uno frente al otro, en la misma posición que habían estado horas antes al tener la discusión, con el cuadro de Alex Gross detrás de ella.

Su gesto también se volvió serio, pero no por estar molesta, sino por el miedo a que Castle decidiera irse al recordar ese momento.
- Sí, tienes razón… el botiquín está en el armario del aseo, voy a cambiarme y enseguida vuelvo. -Contestó mirándolo aun tensa.
Él asintió y cuando iba a girarse, ella añadió:
- Siento haberte rebatido esto, ya sabes que a veces me cuesta un poco dejar que se preocupen por mí.-Contestó con una leve sonrisa buscando la mirada de él e intentando suavizar el momento.
Él la miró y también sonrió mientras pensaba –“si sólo fuera a veces…”

Diez minutos después apareció Kate con un pantalón de pijama grande y una sudadera, él estaba sentado en el sofá sacando vendas por si hacía falta y todo lo necesario para curarla. Ella se paró un momento, apoyada en la pared observándolo sin que él notara su presencia, y volvió a pasar por su mente la palabra “suerte”. De pronto él desenrolló sin querer una venda y se agachó gritando en voz baja:
-¡No, no, no, vuelve aquí!

Ella no pudo evitar sonreír y acercándose le dijo:
- ¿Te ayudo en la búsqueda? -Él se volvió, sorprendido, no se había dado cuenta de que ella estaba allí.
- No, no hace falta…hay de sobra, ésa era la rebelde, pero está todo controlado. –Sonrió levantándose de nuevo, un poco apurado por el pequeño desastre que había formado-. Ven, siéntate y veamos como tienes esos golpes.

Ella se levantó un poco la sudadera, lo justo para mostrar parte de una marca que se extendía del abdomen a todo el lateral de su cintura, y que tenía un color rojizo que amenazaba con volverse morado.

- Dios Kate… ¿y esto no te dolía, no? –Comentó, preocupado mientras miraba la contusión negando con la cabeza.
- Bueno, quizá sí es un poco molesto…-Contestó ella sonriendo. Sabía que no era el momento de bromear pero todo entre ellos había sido siempre así, encontrándole el toque de humor a las situaciones difíciles y no estaba dispuesta a que eso cambiara.

Él aplicó lenta y suavemente una pomada por toda la zona con cara seria por la concentración. Ella, mientras, se sujetaba la sudadera y observaba cómo él se esforzaba por no hacerle daño, llevando mucho cuidado con ese pequeño masaje.

Pensó que definitivamente era increíble tenerlo tan cerca, no por las reacciones que le provocaba físicamente, sino por la sensación de comodidad que le aportaba.
Cuando terminó de absorberse la pomada, él siguió acariciando la zona durante unos segundos. No pensaba en otra cosa más que en dar las gracias al Universo porque las casualidades existieran y la hubiera conocido a ella, y al mismo tiempo por haber llegado en ese preciso instante para poder sujetarla.

En ese momento levantó la vista y se encontró con la de ella, mirándolo seria. No sabría decir qué estaba pensando, y de momento no sabía si quería saberlo.
Se quedaron mirándose unos segundos, perdiéndose cada uno en los ojos del otro, hasta que Castle pensó de repente que aún no habían aclarado lo ocurrido y apartó la mirada rápidamente.Se dispuso a recogerlo todo. Kate, desconcertada por su reacción, comentó:
- No es necesario que lo recojas, puedo hacerlo yo después.
- Sí, sí, lo guardo todo y me voy. Ya es tarde y no sé a qué hora llegará Alexis. –Contestó, un poco nervioso mientras ponía todo en su sitio para llevárselo al aseo.
-Por favor, quédate un rato más, creo que hay algunas cosas que deberíamos hablar. – Le dijo poniendo una mano en la pierna de él, queriendo impedir que se levantara.
- Tienes razón Kate, pero creo que no es el mejor momento para tener esta conversación, han pasado muchas cosas en poco tiempo y es mejor que nos tranquilicemos antes de aclarar nada. – Respondió cogiendo la mano de ella y dejándola en el sofá. En realidad lo que más deseaba en ese momento era hablar con ella y saber si se solucionaría todo o cada uno seguiría caminos diferentes, pero sabía también que ella necesitaba sus tiempos y no quería presionarla.

Se levantó y esta vez Kate le cogió la mano con fuerza, para que no pudiera moverse. “No dejaré que esto quede así Richard Castle, por una vez estoy dispuesta a hablar”-Pensó. Él la miró sorprendido por su gesto.
- Por favor Rick…- Le pidió sin soltarle la mano, mirándolo desde abajo con esos ojos mezcla de verde y avellana que le decían todo y a los que nunca había podido negar nada.

No supo si fue por esa mirada o por el hecho de que le hubiera llamado “Rick”, pero decidió sentarse de nuevo para escuchar lo que ella quisiera  decirle y para poder preguntar él todas las dudas que se agolpaban en su mente y necesitaban ser respondidas. Por una vez, los dos estaban de acuerdo en hablar sobre la situación, y eso era un gran paso después de esos cuatro años.

Mientras, en la ciudad estaba lloviendo muy fuerte, se avecinaba tormenta, y ninguno de los dos tenía claro si eso sólo ocurriría fuera o quizá en ese apartamento la tormenta sería aun mayor.

Hello!!!! Como me gustan los finales alternativos!!! Kate saliendo de la coraza y Castle tan protector y cuidadoso con ella! me gusta, ME GUSSSSTA!!!
Gracias por escribir!!! Besis!!!

Mmmmm se aproxima una conversacion muy buena xD
CONTINUA PRONTO

Me gusta, continuaaaaa que quiero saber que mas pasa.

Esto cada vez tiene mejor pinta, ¡y se avecina una conversación interesante! 

Como me encanta que ella confíe y se deje cuidar por él, y el que lo haga siempre con tanto cuidado y cariño, son tan    

Esperemos que se sinceren el uno con el otro y aclaren todo, estoy deseando leer esa conversación, de verdad de la buena.

Hasta el próximo! 

Siguelooo prontoo me ha encantadooo!

Enhorabuena, un gran APLAUSO por un FANTÁSTICO capítulo.

¡Sí, Señor! De verdad, me quito el sombrero.

Sigue pronto por favor! Me encantaaa

Ambos se merecen una conversación y aclarar la situación.

Espero que puedas continuar pronto.

SIGUEEE

Muchas gracias de nuevo!!! a todos los que comentais y a los que lo visitais!!! de verdad que me animais a seguir!!

y gracias Kynu por el ultimo coment...gracias

Capítulo 3:

El salón estaba iluminado por la luz de dos pequeñas lámparas y por los destellos de los relámpagos.

Ellos seguían sentados, en silencio, uno frente a otro. Castle la miraba y esperaba pacientemente que ella decidiera hablar, sabía que tendría que ordenar todas sus ideas primero.

Ella por su parte estaba eligiendo las palabras que pretendía decir pero no sabía ni por dónde empezar. Pasados unos instantes decidió que lo mejor sería comenzar a hablar, que fuera espontáneo y así diría lo que de verdad sentía:

- Castle yo…- suspiró un momento, como cogiendo valor para continuar -.Tú sabes cómo soy respecto del caso de mi madre, ya te dije una vez que si volvía a investigarlo no podría parar, y además de eso he sido muy impulsiva todos estos años cuando se trataba de nuevas pruebas o pistas a seguir que pudieran llevar al fin del caso.
-Te conozco y sé cómo eres – él decidió intervenir-. Pero tienes que entender que yo solo intentaba protegerte Kate, no quería que fueran a por ti… no quería perderte otra vez. – terminó susurrando como diciéndolo para él mismo.
- Lo entiendo…pero en ese momento no podía pensar con claridad, sólo pasaba por mi mente que me habías traicionado…
- Yo nunca haría eso y lo sabes muy bien. – la interrumpió. Su tono de voz se volvió más serio - Además las cosas empezaban a ir bien, te lo habría contado en cuanto hubiera visto que estabas preparada para afrontarlo.
- Lo sé Castle…y lo siento -Levantó la vista con los ojos brillantes, él se destensó al verla así -. Lo siento mucho, lo siento mucho. – murmuraba mientras levantaba la mano y acariciaba la cara de él, con cuidado-. Me di cuenta del error que había cometido mientras estaba colgando de la azotea.

Él cogió su mano suavemente y la apartó, sabía que si la dejaba seguir, esa conversación terminaría ahí y él quería saber más.

- ¿Qué pasó? – Preguntó él, en voz baja también.
- Él escapó, y no me importó; casi muero y todo en lo que podía pensar era en ti…sólo te quiero a ti… - Dijo y se soltó de la mano de Castle para volver a acariciarle la cara.
Él se acercó lentamente, dispuesto a cerrar la distancia que los separaba, eran unos centímetros que les había costado acortar cuatro largos años. Eran nervios, emoción, admiración, necesidad y ahora estaba decidido a sellar ese tiempo pasado. Ella cerró los ojos anticipándose al momento…

- ¡Katie! -Se oyó un portazo- ¡Katie! ¿Estás aquí?- Jim entró casi corriendo hasta donde ellos se encontraban, lo que provocó que se separaran rápidamente, sonrojados por la situación, “menos mal que no hay mucha luz” -Pensaron los dos a la vez.
Jim se paró delante de ellos, primero miró a Kate, después a Castle y por último al botiquín encima de la mesita. Volvió a mirar a Kate y de un paso se acercó al tiempo que ella se levantaba.

- Katie, cariño, ¿qué ha pasado?
- Papá…- Empezó ella, pero no pudo seguir porque él la abrazó fuerte.
- Me dejé olvidado el móvil en casa y vi tus llamadas perdidas cuando volví hace un rato -explicó, liberándola del abrazo-, te llamé a ti y no contestabas ,  probé con Richard y tampoco… se me ocurrió venir aquí primero porque pensé que había pasado algo…y ya veo que no me equivocaba. – suspiró, mirando la mesita.
- Tranquilo papá, te lo explicaré todo. –dijo cogiendo sus brazos y apretando levemente para relajarlo -. Gracias a Castle todo ha salido bien.

En ese momento Castle se levantó y Jim lo miró:
- Gracias Richard, de nuevo, por cuidar de mi pequeña-. Dijo Jim serio y un poco emocionado.
- No me lo agradezca señor Beckett, nos ayudamos el uno al otro, siempre. – Miró a Kate y ella sonrió, ruborizada.
- Lo primero llámame Jim por favor, y lo segundo…no sé lo que ha pasado, pero intuyo que esta vez ha sido muy importante tu ayuda, por eso gracias.
Castle asintió, sonriendo.
- Seguir a su hija, aunque a veces sea un poco molesto para ella, tiene su recompensa.

Los tres sonrieron y Kate lo miró con emoción.
- Bueno, creo que os dejaré solos para que podáis hablar de todo esto. – dijo Castle yendo a coger su chaqueta.
- ¿Cómo vas a irte? – le preguntó Kate.
- Cogeré un taxi. – Respondió Castle poniéndose la chaqueta.
- Toma las llaves de mi coche. –Contestó ella cogiéndolas de la mesa-. Con lo que está lloviendo será casi imposible encontrar un taxi libre.
- Pero tú te quedarías sin coche, ¿mañana como irías a trabajar? – dijo él, negándose a cogerlas.
- Bueno, iré a primera hora a tu casa y de allí vamos a la comisaria, me vendrá bien andar un poco antes de volver. – Explicó ella esperando que él comprendiese.
- Pero…- Castle iba a protestar cuando se dio cuenta de lo que ella estaba diciéndole entre líneas-. ¡Claro! Sí tienes razón, podemos hacer eso. – cogió las llaves sonriendo un poco apurado.

Jim, mientras tanto, observaba la escena con una sonrisa, tenía ya experiencia y aunque ellos no lo supieran, se daba cuenta de todo. Su hija era diferente desde que había conocido a Richard y le estaba agradecido por haberle devuelto esa alegría y vitalidad que había tenido años atrás.

- Jim, siempre un gusto verte. – Dijo dándole la mano.
- Lo mismo digo Richard, espero que nos veamos pronto. –sonrió.

Kate acompañó a Castle hasta la puerta.
-Entonces… ¿mañana te espero temprano en casa, no? – dijo él, bajando un poco el tono de voz por si Jim escuchaba.
- Sí, estaré a primera hora, espero que no estés durmiendo cuando llegue…-dijo ella, sonriendo.
- Tranquila, creo que esta noche será larga…- Contestó el suspirando.
Ella sonrió y le dio un beso en la mejilla.
- Duerme Castle, hasta mañana.
- Hasta mañana…-dijo él mientras ella cerraba la puerta, un poco impresionado aún por su cercanía. Segundos después se encaminó escaleras abajo para volver a su casa.


Entró en el loft con mucho cuidado por si Alexis había vuelto y estaba durmiendo. Se dirigía a su habitación de puntillas cuando escuchó una voz:
- ¡Ey! ¡Chico!
- ¡Madre por favor! Que susto me has dado. –Dijo llevándose una mano al pecho-. ¿Qué haces aquí? ¿No te ibas a los Hamptons?
- Sí, pero Alexis me llamó. Tú no le cogías el móvil y necesitaba volver a casa.- Dijo moviendo el margarita que tenía en la mano-. Por cierto, creo que deberás de darle una excusa más que convincente para que se le pase el enfado, te has perdido su graduación Richard, ¿qué ha pasado? – dijo Martha, seria.
-Algo que te contaré mañana…
-Ah no, ha tenido que ser muy importante para que no fueras a verla. Ten, te he hecho otro para ti. – Le tendió una copa.
- No te creas que es por esto por lo que me quedo. – dijo cogiendo la bebida y señalándola -. Es porque sé que te debo una explicación, pero no intentes comprarme con un cocktail marca de la casa.
-Oh Richard, que poca confianza tienes en tu madre. – dijo mirando hacia otro lado y moviendo la mano teatralmente.
- En mi madre sí, en sus dotes culinarias ya es otra cosa.- Aclaró él mientras dejaba la copa en la mesita-. Bueno, lo que ha ocurrido hoy ha sido muy importante, sino no me habría perdido la graduación ya lo sabes, pero en este caso los chicos me necesitaban…y no sabes cuánto.

Castle le contó toda la historia, desde la discusión que había tenido con Kate, omitiendo algunos detalles, hasta el momento de la azotea. Martha escuchó atentamente con los ojos muy abiertos y en el momento en el que él describió como la cogió para subirla de nuevo, se llevó una mano a la boca, sobresaltándose.

Cuando terminó de explicárselo todo, Martha suspiró:
- Ay Richard, Richard. – Dijo negando con la cabeza-. Te dije que no podrías cambiar su forma de ser, y ya ves que tenía razón - le cogió la mano-. Menos mal que fuiste en su busca, hiciste muy bien.
- Gracias madre - suspiró aliviado de haber podido contárselo a alguien-. Esperemos que Alexis también lo entienda así…
- Vamos Richard, sabes que tu hija es tanto o casi más madura que tú a veces. Ahora está enfadada porque no sabe nada de esto pero al contárselo cambiará de opinión.- Le apretó la mano-. No estabas jugando a ser policía, estabas salvando la vida de Beckett.

Él se quedó mirándola pensativo unos segundos:
- Tienes razón, mañana se lo explicaré todo.
- Claro que sí, no te preocupes por eso…-calló, dudando antes de continuar-. Pero te recomiendo esperar a que ella se despierte sola, parece que nuestra pequeña hoy ha bebido algo más que agua.
- ¿Ha llegado borracha? – Exclamó abriendo mucho los ojos-. Oh Dios, espero que ningún chico se haya atrevido a hacerle algo.- Dijo, empezando a enfadarse por su imaginación, como siempre.
- Richard, ella sabe cuidarse sola, además ¿tengo que recordarte lo que tú hacías a su edad? – Preguntó Martha, señalándolo con el dedo.
- Madre, mi situación era diferente… ¡además es mi niña! – Dijo, como remarcando lo evidente.
- Tu niña que ya ha crecido, por si no te habías dado cuenta. – Contestó ella dándole un trago al margarita.
- Sí pero….- Intentó él.
- Querido, es muy tarde para empezar a discutir sobre tus miedos con Alexis. Estas conversaciones necesitan horas y a mi está empezando a hacerme efecto la bebida.- Se llevó la mano a la frente, gesticulando exageradamente.
- A veces me pregunto si en algún momento dejas de actuar.- Dijo él levantándose y dándole un beso en la mejilla.
- Es inevitable, lo llevo en la sangre.- Contestó, devolviéndole el beso-. Hasta mañana hijo.- Se terminó el margarita y también se levantó para irse.
- Hasta mañana madre.- Iba dirección a su habitación cuando se volvió-. Ah por cierto, mañana Kate vendrá temprano a recoger su coche para ir a trabajar. – Dijo un poco nervioso.
- Perfecto cariño no hay problema, intentaré no salir de la habitación para dejaros solos.- Dijo como si fuera algo normal.
- Madre no empieces, solo viene a recoger el coche.- Contestó el algo incómodo por la insinuación de ella.
- Para dejaros hablar tranquilos, me refería a eso.- Dio media vuelta sonriendo dirección a las escaleras. Quizá su hijo pensaba que no se daba cuenta de las cosas, pero ella había vivido mucho y lo conocía muy bien como para saber lo que pasaba.

Castle por su parte fue a su habitación y se quitó la ropa para ponerse el pijama. No se había fijado hasta ese momento en lo cansado que estaba, habían ocurrido demasiadas cosas en poco tiempo y aunque no tenía sueño, intentaría dormir para estar recuperado al día siguiente. Todavía faltaban unas horas para que Kate llegara y podía descansar. No sabía muy bien que ocurriría al día siguiente pero parecía que todo estaba bien entre ellos, solo faltaba que no hubiera más interrupciones…esto fue lo último que pensó, el sueño le venció y pudo dormir tranquilo por una vez en varios días.