A Winter Wonderland

Capítulo 9

Horas más tarde, con ruido en el estómago, Kate y Rick bajan al piso de abajo.

"Tu enciendes el fuego, yo voy a hacer unos bocadillos." Kate dice, quitando los brazos de Rick de su cintura. Él hace un mohín, pero hace lo que le ha dicho. Enseguida están acurrucados juntos en el sofá, con una manta extendida sobre sus piernas. Rick mira al sándwich de Kate y levanta una ceja.

"Sabes, yo no voy a besarte hasta que te cepilles los dientes. Eso es repugnante."

Kate mira a su sándwich. Ok, tal vez la mezcla de miel y mantequilla de cacahuete no es el sándwich perfecto, pero es su favorito.

"Tal vez no me voy a lavar los dientes nunca más, gatito." Ella dice, sonriendo a la cara que pone.

"Muy bien, juguemos a tu juego detective. Hay otros lugares en tu cuerpo que puedo besar." Y con una mirada juguetona, le pasa la lengua por la clavícula, provocando un grito de ella. Ella se ríe y se aleja y continua comiendo su bocadillo, sintiendo que le mira todo el tiempo.

Rick realmente no puede dejar de mirarla y sonreír como un tonto. Está esperando a despertarse y encontrar que esto es un gran sueño, y están de regreso en la comisaría, siendo sólo amigos. Cada vez que piensa esto, tiene que tocarla, sólo para asegurarse de que está realmente aquí y que él no está soñando. Y para su sorpresa ( y placer ) ella no vacila s su flujo continuo de afecto, en todo caso, le da la bienvenida y le alienta.

Se quedan acurrucados en el sofá juntos la mayor parte del día, leyendo libros. La nieve sigue cayendo fuera y Rick decide que tienen que aventurarse por ahí en algún momento y hacer un muñeco de nieve... y tal vez hacer guerra de bolas de nieve.

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Es casi de noche, y después de una batalla campal de bolas de nieve, Kate y Rick están de vuelta en el sofá. Ella tiene los pies en su regazo y él está usando sus manos para hacerle el mejor masaje que ha tenido nunca. Ella cuelga su cabeza hacia un lado y cierra los ojos. Definitivamente puede acostumbrarse a esto!

Después de unos segundos de completo silencio, el tic-tac del reloj se puede escuchar y eso recuerda a Kate lo de los muebles de la cabaña de Castle.

"¿Hey Rick?"

Murmura un "sí", acariciando con los dedos a Kate desde el muslo hasta los pies.

"Me he dado cuenta de que no tienes ningún sistema de seguridad. Y la mayoría de tus muebles son de otro siglo. ¿No tienes miedo de que alguien te los robe cuando estás en Nueva York?"

Rick la mira, frunciendo las cejas con sorpresa y confusión.

"¿Qué quieres decir con que mis muebles son de otro siglo?"

Kate suspira, poniéndole el otro pie para que se lo toque.

"Quiero decir, casi todo son antigüedades. Ese reloj vale más que mi sueldo anual y el de Esposito, juntos."

Rick se queda en silencio durante unos minutos.

"Sabes, Kate, que una vez más me has sorprendido. Yo no sabía que estabas familiarizada con las antigüedades."

Al darse cuenta de que ella ha abierto si darse cuenta un tema de conversación que requiere la mención de su madre, Kate se levanta del sofá y pone su cuerpo de modo que su cabeza está apoyada en el pecho de Rick. Sorprendido por la decisión, pero no se queja, Rick enrosca sus dedos por el pelo, a la espera que esté lista para hablar.

"Mi mamá... su familia coleccionaba antigüedades. Cuando era pequeña, ella me llevaba a las subastas, y siempre volvíamos con alguna pieza y mi papá se enojaba. ‘Eso no es necesario para vivir’ él se burlaba. Cuando ella murió, mi padre vendió la casa... era demasiado grande para él solo y yo estaba en la universidad La mayoría de los muebles no se adaptaba a su nueva casa así que los vendió. Yo guarde unos pocos muebles en un almacén hasta que me mudé a mi propio apartamento. Pero entonces..." Ella se apaga, con una sensación de vacío en su pecho.

"Pero entonces, tu apartamento voló". Rick termina para ella. Ella asiente con la cabeza contra su pecho.

"He tratado de amueblar mi nueva casa, pero no me siento agusto... no me siento como en casa. Y nada puede reemplazar lo que perdí. Tal vez por eso me gusta estar aquí tanto... Me recuerda a mi casa." Susurra.

Decidiendo que ella se está yendo hacia un lugar oscuro, Rick imagina que es el momento de tirar de sus trenzas.

"Por qué, estoy herido. Pienso que es mi personalidad encantadora la que te mantiene aquí".

Ella se ríe de eso, agradecido por el cambio de estado de ánimo, y se sienta a mirarlo. Agarrándolo por el cuello de la camisa le da un tirón hacia ella y le da un largo y excitante beso. Sonriendo, ella se aparta y se dirige al cuarto de baño a darse una ducha ( una vez más sola ).

Todavía un poco aturdido, Rick tarda un momento en darse cuenta que su teléfono está vibrando. Sonriendo cuando ve el nombre de Lucy en la pantalla, él contesta.

"Hola, Lucy, ¿qué pasa?"

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Limpiando el vapor que hay en el pequeño espejo sobre el lavabo, Kate Beckett apenas se reconoce. En lugar de su habitual piel pastosa (que ha escondido con éxito con el maquillaje durante los últimos seis meses ) su cara está… ¿resplandeciente? Tiene las mejillas y los labios rojos y le brillan los ojos. Todo su cuerpo parece relajado, muy diferente al tenso con el que ha estado viviendo durante estos meses. Recoge su pelo en una coleta alta, y justo cuando está bajando los brazos se da cuenta de las marcas de color rosa brillante que luce con orgullo en su cuello. Ooh él va a tener problemas, piensa, usando su dedo para trazar el contorno de una de las marcas. Por supuesto que lo va a amenazar con daños corporales si estropea su piel, sino ella no sería Kate Beckett, si no lo hacía, pero ella se promete a sí misma que si alguien le permite poner ese tipo de marcas sobre ella, él será el único privilegiado para hacerlo. Si la Kate Beckett de 20 años se pudiera ver a si misma una docena de años más tarde, adornada con chupones de Richard Castle... es curioso cómo cambia la vida.

Escucha a Castle... espera... Rick está hablando por teléfono, Kate rápidamente coge sus pantalones, junto con una camiseta grande con Princeton escrito en la frente, cortesía de Alexis... Alexis! Kate siente una punzada cuando se da cuenta que ella no ha hablado con la pelirroja desde que se ha ido con su madre. La culpa la inunda mientras se da cuenta que ella y Rick han estado aislados sin dar mucha importancia al mundo exterior. Maldiciéndose a sí misma por ser egoísta, se promete que llamará a Alexis de inmediato.

"Hey, Lucy acaba de llamarme y…" Rick empieza, pero se detiene por la mirada furiosa en el rostro de Kate cuando ella sale del baño. Él traga saliva con fuerza mientras las manos de ella apuntan a su cuello y ella se acerca hacia él.

"¿Perdón?" Él dice humildemente, levantando las manos en defensa.

"No. No... No lo hagas otra vez. Nunca." Ella puntúa cada palabra con un golpe en su hombro. Él asiente con la cabeza rápidamente.

"Por supuesto. Absolutamente nunca nunca más. Promesa Pinky!" Levanta su dedo meñique de la mano derecha y ella le pone los ojos, pero une su dedo meñique al suyo. Rick, por supuesto, tiene una mano detrás de la espalda con los dedos cruzados. Incapaz de resistirse, Kate se pone de puntillas y le da un beso rápido, luego se aparta.

"Entonces, ¿qué decías?"

Sacudiéndose la cabeza para despejarla de todos los pensamientos relacionados con Kate y el beso, se acuerda de la conversación que acaba de tener con Lucy.

"Como iba diciendo, Lucy ha llamado, y Lilly le está atosigando para venir otra vez. Algunos de los amigos de Lucy se reúnen para jugar a las cartas y pregunta si nos gustaría hacer de canguro esta noche..." Él deja de hablar por el brillo emocionado que ve en los ojos de Kate.

Ella le replica en el acto.

"Cerrando la puerta! Como en una fiesta de pijamas"

Riendo, Rick asiente con la cabeza.

"Sí. ¿Y tal vez una sorpresa de que podemos llevarla a la ciudad mañana para ver a Santa?"

Dramáticamente lanzando sus brazos alrededor de Rick, Kate asiente con la cabeza.

"Suena muy bien! voy a tener que hacer unas galletas más... ¿o tal vez pan de jengibre? ¿o ambos? y vi una luz de noche en la habitación de Alexis. Tenemos que asegurarnos de que funciona, en caso de que se asusta con la oscuridad." Marchándose, Kate continua hablando, sobre todo a sí misma, mientras saca los ingredientes de los armarios y los extiende a lo largo del mostrador de la cocina pequeña. Rick se sienta en el sofá, con los pies cruzados sobre la mesa frente a él, y la observa todo el tiempo, el amor por su bella detective brota de cada poro de su cuerpo.

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"Hola Lucy. Gracias por permitir a Lilly quedarse con nosotros!" Kate dice, abriendo la puerta de la entrada a la anciana con su nieta pequeña acurrucada en sus brazos.

"No, gracias a vosotros por dejar que se quede. Ella no ha dejado de hablar de vosotros desde que nos fuimos la otra noche."

Rick se acerca y cierra la puerta detrás de ellos, teniendo la bolsa de Hannah Montana de Lucy y colocándola junto al sofá. Kate le tiende los brazos y Lilly salta de los brazos de su abuela a los de Kate.

"Hola Lilly. ¿Estás emocionado por dormir aquí esta noche?" Kate le pregunta, moviéndose para sentarse en la alfombra frente al calor del fuego. Lilly asiente feliz, aunque con cierta timidez. Lucy se queda junto a la puerta, tratando de no parecer ansiosa por salir.

"Vamos, Lucy. Lilly va a estar bien. Vamos a tenerla entretenida." Rick dice, entendiendo el deseo de la señora mayor de marcharse. Ama a su nieta, pero ella no ha tenido una noche de adultos sin la niña en años. Ella dice adiós a Lilly y a continuación se marcha.

Rick se acerca y se sienta frente a Lilly y Kate.

"Lilly, ¿qué quieres hacer?" Rick le pregunta. La niña se levanta del regazo de Kate, la energía brota de su pequeño cuerpo, y Rick sonríe con ironía a Kate, sabiendo que va a ser una larga noche.

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Dejando la puerta de la habitación de Alexis medio abierta, Kate y Rick tranquilamente se van a su dormitorio. Es casi medianoche, y la niña por fin se ha dormido después de que le han leído muchas historias antes de acostarse. Rick recuerda a Alexis haciendo exactamente lo mismo. La hora de dormir nunca ha sido una tarea fácil con un energético niño pequeño. Kate ha trasladado toda su ropa a la habitación de Rick, sorprendida al encontrar huecos en el armario, como si los espacios estaban esperando su ropa para llenarlos. Ahora, mientras permanece de pie junto a la cama, con el pijama en una mano, se siente incómoda ante la idea de cambiarse frente a Rick. Ella sabe que es ridículo, es una mujer adulta, y que va a verla desnuda pronto... ella simplemente no está listo en este momento. Hace seis meses, no habría tenido ningún problema. Ella tenía toda la confianza en su cuerpo... ahora... no tanto como para sentirse cómoda. Después de lo ocurrido, ahora luce un conjunto de cicatrices que le hacen recordar el dolor que ha sufrido, y no sólo el dolor físico, sino emocional. Las cicatrices no son atractivas y odia que le quiten su confianza. El único lado bueno a todo el calvario es que A) el hombre que le violo y que había asesinado a inocentes niñas había muerto y B) sólo le daban el alta si había alguien que se quedaba con ella, Kate había terminado en la habitación de invitados de Rick y realmente no había salido desde entonces, y su amistad había alcanzado una intensidad irrompible.

Suspirando, observa como Rick saca su propia ropa, haciéndole un guiño. Forzando una sonrisa en su rostro, se vuelve, coge el pijama y se dirige escaleras abajo al baño, a cambiarse en privado.

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Richard Castle conoce a Kate Beckett, probablemente mejor de lo que ella cree, así que puede decir que algo anda mal cuando ella llega al piso de arriba y se mete en la cama. Él la atrae contra su pecho, enrollando sus piernas entre las suyas.

"¿Quieres hablar de ello?" Le susurra. Ella niega con la cabeza.

"No. Quiero decir... no ahora. Tal vez más tarde."

Asiente con la cabeza, aliviado de que ella no se haya marchado, la mantiene tan apretada como le es posible, y el sueño no tarda en llegar a su cuerpo agotado.

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Rick no está seguro de qué hora es, pero él siente movimientos y pequeños ruidos, que lo sacan del caliente sueño que está teniendo sobre la detective. Rápidamente se da cuenta que Kate ya no está en sus brazos, pero puede decir que ella todavía está en la cama. Se da la vuelta, parpadeando sus ojos en la oscuridad, para ver a Kate junto a él, pero sus ojos ven un cuerpo mucho más pequeño que se encuentra entre ellos. Kate está susurrando adormilada, con su mano acariciando la cabeza del cuerpo más pequeño.

"Hola". Rick susurra, notando que la niña está dormida, pero por muy poco. Kate lo mira durante un segundo, y luego sus ojos vuelven a Lilly.

"La he oído llorar, estaba teniendo una pesadilla, así que la he traído aquí. ¿No te importa?"

Rick niega con la cabeza, y se acomoda de nuevo, viendo como Kate poco a poco se va quedando dormida, con la mano instalada en el estómago de Lilly. Cuando Rick se queda dormido de nuevo, no sueña con una sexy Kate Beckett vestida de cuero rojo y las manos esposadas a los postes de la cama, sino con una Kate Beckett con los tobillos hinchados y extraños antojos de medianoche.

Capítulo 10

"¡Despierta! ¡Despierta!"

Rick gruñe, rodando lejos de la pequeña persona que está dando saltos en la cama, y tira de la manta gruesa sobre su cabeza. Hacía muchos años desde que Alexis le había despertado de esa manera y si no estuviera tan cansado habría sentido nostalgia.

"Lilly! ¿Qué te he dicho acerca de despertar a Ricky?" Oye susurrar a Kate y luego siente como el pequeño bulto se levanta de la cama.

"Está bien, estoy despierto." Bosteza, tirando de la manta hacia su cintura. Kate y Lilly todavía están en pijama, pero parece que llevan levantadas horas.

"Katie dice que es una sopesa?" Lilly dice, retorciéndose en los brazos de Kate. Rick vuelve a bostezar y asiente con la cabeza, balanceando las piernas sobre un lado de la cama y poniéndose de pie.

"Katie está bien. Lo primero es lo primero, mi barriga está vacía... ¿Crees que las tortitas de cara sonriente nos van a llenar?"

Lilly asiente con entusiasmo y da unas palmadas, y el trío baja al piso de abajo.

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Una vez que se han sentado y han comido las tortitas de caras sonrientes de fresa, con un baño de Rick en almíbar y crema, Kate recuerda su promesa de llamar a Alexis.

"¿Rick? ¿Has hablado con Alexis desde que estamos aquí?" le pregunta, inclinándose para quitar un rastro de jarabe de la barbilla de Lilly. Acabando su comida ( porque sabe que va a ser regañado por hablar con la boca llena ), Rick niega con la cabeza.

"No... probablemente tengo que llamar a Madre también, para así, asegurarme de que no se ha caído por la borda. "

Martha ha ido pasar la Navidad con su último novio a un crucero por el Caribe. Rick saca su teléfono y marca el número de Alexis en primer lugar. Su hija le coge al primer tono.

"Hola cariño, ¿cómo estás?" Dice. Su sonrisa se convierte en ceño fruncido, inmediatamente afectado por la voz molesta de su hija.

"Cariño, ¿Algo va mal? ¿Por qué no llamaste antes?" Justo cuando está a punto de cambiar el teléfono a la otra oreja, se lo quitan de sus manos. Vuelve sus desconcertados ojos hacia Kate, con la boca abierta mientras le roba el teléfono y corre escaleras arriba.

"Bueno, Lilly, parece que estamos sólo tú y yo." Dice, aún con el ceño fruncido ligeramente. Lilly balancea la cabeza, sus rizos largos castaños caen sobre el plato y se pringa con el jarabe pegajoso. Eso trae una sonrisa a su rostro.

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Dirigiéndose a la habitación de Alexis, con el teléfono apoyado entre la oreja y el hombro, Kate no puede evitar la preocupación en su voz.

"Lex, cariño, ¿qué va mal?"

Oye el suspiro de Alexis.

"Es horrible estar aquí, Kate. Ya he tenido bastante."

Después de hacer cuidadosamente la cama donde Lilly ha dormido, Kate se sienta y coge uno de los osos que hay sobre la estantería, solo para acariciar su suave piel.

"Háblame, Lex".

Alexis se queda en silencio en el otro extremo por un momento, y Kate reza para que la niña no esté a punto de estallar en lágrimas. Tal vez tenía que haber dejado hablar a Rick con Alexis.

"¿Estáis pasándolo bien papa y tú?" Alexis le pregunta finalmente, cambiando de tema.

"Sí, cariño. Tu vecina, Lilly, se ha quedado la noche pasada, y tu papá quiere llevarla a ver a Santa hoy."

"Oh... bien. No he visto a Lilly desde que era un bebé. Debe estar preciosa."

"Ella es adorable. Ella ama tus muñecas Barbie."

Alexis se ríe, pero Kate sabe que ha sido forzada.

"Alexis, lo siento por no llamarte antes." La voz de Kate suena suave y llena de culpa.

"No, está bien. Os echo de menos chicos."

"Nosotros también te echamos de menos, Lex. Por lo tanto, esto es lo que vamos a hacer." Y con eso, Kate le presenta un plan en el que Alexis va a unirse a ellos dentro de las próximas 24 horas.

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"Oye, ¿está bien?" Rick le pregunta tan pronto como Kate baja. Ella lo besa en la mejilla y se mete el teléfono en el bolsillo antes de coger a Lilly y limpiarle la crema de la nariz de la niña.

"Sí, sólo necesitaba una conversación de chicas. Llamará mañana para hablar contigo."

Asiente con la cabeza, pero aún se siente inseguro, Rick limpia los platos mientras Kate se dirige al baño.

"¿Tiempo de baño, Lil? Luego podemos ir a tu sorpresa!" Kate dice, agarrando a Lilly que grita con alegría.

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Con más agua fuera de la bañera que dentro, Rick decide que la hora del baño se ha acabado. Coge a la niña resbaladiza y se la entrega a Kate, que lleva una gran toalla. Ella abriga a Lilly y la lleva de regreso al salón, poniéndola frente al calor del fuego. Rápida, eficaz, pero suavemente, seca a la niña, ambos se ríen cuando seca la masa de rizos castaños y estos salen disparados. Rick le entrega un pequeño par de jeans, un jersey rojo tejido a mano y una camiseta de Hannah Montana. Mientras Kate termina de vestirle, Rick se recuesta en el sofá.

"Eres muy buena con los niños." Él observa. Kate le lanza una sonrisa rápida.

"Un poco difícil de creer. Lilly, probablemente, el único niño a excepción de Alexis con el que he pasado un largo periodo de tiempo." Ella sonríe a Lilly, inclinándose para soplarle sobre su vientre pequeño. Lilly lanza un grito y tira del pelo de Kate en broma.

"Eso significa que es algo natural para ti." Rick comenta.

"Supongo".

Rick se ríe por el rubor que le sube por las mejillas y se traslada a sentarse a su lado, dándole unos cuantos besos rápidos en el cuello.

"Eso es un cumplido Kate. Serás una gran madre." No se ha dado cuenta que estas palabras han salido de su boca. Ella lo mira por un momento y contiene la respiración. En lugar de agarrar las llaves del coche e irse, ya que eso es lo que espera que haga, ella se ríe y se inclina más, dándole un fuerte beso en los labios, lo que causa las risa a Lilly.

"No empieces a elegir todavía el papel de la pared y los nombres, gatito."

Si tan solo supiera cuantas ganas tiene de hacerlo.

Capítulo 11

Rick, Kate y Lilly pasan el día explorando la tranquila pequeña ciudad y visitan a Santa. Lilly se comporta muy bien, caminando entre los dos adultos, sosteniendo sus manos, de vez en cuando tira, lo que indica que ella quiere levantarse y girar hacia delante, y ello lo hacen felizmente.

También entran en una floristería, Rick elige el ramo más ostentosamente grande para enviarlo a Jenny, Ryan y al bebé Emma. Kate siente el aleteo de su corazón cuando firma ‘Amor para siempre y para cada día, tía Kate, tío Richard y Alexis’. Todavía no se cree que Ryan ha tenido un bebe... y que ella es tía...

Kate también se muestra satisfecha de que nadie parece darse cuenta de Rick, o si lo hacen, ninguno viene corriendo, gritando y poniendo el boli en su cara, pidiéndole que firme algo. Aquí él es como cualquier persona normal. Y Kate se sorprende de lo mucho que ama este tiempo en silencio, lo diferente que es perseguir a los sospechosos en Nueva York. Jugando a la 'familia feliz' con Rick no es tan desalentador como se imagina que sería... lo que le preocupa más que un poco. Kate Beckett no es una de esas destinada a tener 2,5 niños y un perro... pero, con Rick tiene esa imagen... No parece en absoluto un sueño lejano que nunca se hará realidad.

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Rick, en sintonía con los cambios de humor de su musa, nota que Kate se queda en silencio y empieza a morderse el labio. Decide que es hora de empezar a regresar a casa, él pone a Lilly en sus caderas y utiliza la mano libre para agarrar la de Kate. Ella le mira a él, él le sonríe ampliamente y ve como sus hombros se relajan y deja de morderse el labio.

"Creo que es hora de que llevemos a casa a Lilly." Rick dice, acercándose suavemente a Kate. Ella asiente con la cabeza, dándose cuenta que los párpados de la niña empiezan a cerrarse. Ellos se dirigen al coche y Rick ata a Lilly en el asiento de bebé que Lucy les ha dejado.

Haciendo el camino de regreso hacia la cabaña de Lucy, su pensamiento cambia hacia su hija.

"¿Estás segura de que todo está bien con Alexis?" Rick le pregunta, dividiendo su atención entre la carretera y su musa.

"Ella está bien."

Consciente de que Kate no va a decirle nada más Rick se inclina y le coge de la mano.

"Espero que tu y mi hija no estéis tramando algún plan nefasto para matarme y gastar todo mi dinero, ¿verdad?" Bromea. Ella se echa a reír, entrelazando sus dedos con los de él.

"Soy policía, Rick. Es mi trabajo atrapar a los asesinos, no ser uno. Y además, matándote no tengo ningún beneficio monetario para mí... A pesar de que la vida en el trabajo sería mucho más tranquila." Él sabe que ella está bromeando sobre la última parte, una pequeña sonrisa aparece en su cara. Finge que le ha herido. Se burlan el uno al otro hasta que llegan a la pequeña cabaña de Lucy. Lilly por suerte está dormida, por lo que no hay rabietas y lloros mientras Kate la desabrocha y se la entrega a Lucy. La anciana esté radiante en cuanto abraza a su nieta.

"¿Supongo que pasaste una buena noche, Lucy? Rick le pregunta con una sonrisa en su boca. Ella asiente con la cabeza.

"Oh, sí. Hace tanto tiempo que no me sentaba y jugaba a las cartas con las chicas y hablaba. Muchas gracias por cuidar de Lilly." Lucy se inclina y besó a Rick y a una sorprendida Kate. Ellos se despiden y se dirigen de nuevo a la cabaña de Rick.

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"Detective, parece que por primera vez estamos sólo tú y yo para la cena." Rick agita las cejas sugestivamente mientras está junto a la puerta principal, guardando sus abrigos, bufandas y guantes. Kate le da una palmada en el brazo con uno de sus guantes de cuero, pero sonríe.

"¿Eso significa que me vas a cocinar algo maravilloso?" Le pregunta ella.

Asintiendo con la cabeza, le acerca a él presionándola firmemente a la puerta principal. Él pone sus manos contra la puerta justo por encima de los hombros e inclina la cabeza, dándole besitos a lo largo de su cuello. Sin sus taconazos, es un poco más baja que él, por lo que se tiene que agachar un poco. Mientras él le responde, ella levanta las manos para agarrarse a sus brazos.

"Eso depende, ¿vas a llevar algo sexy?" Él murmura, besándole el lóbulo de la oreja. Ella deja escapar un pequeño gemido antes de contestar.

"Yo... No he traído nada sexy". Se las arregla para decir mientras él le muerde suavemente en la parte superior de la oreja. Sopla contra su piel sensible y las rodillas casi se convierten en gelatina.

"Bueno... puedes no llevar nada... eso es ser sexy." Él está bromeando... un poco... pero nota que se tensa de inmediato, pasa sus manos alrededor de sus brazos y la acuna como protegiéndola. Se traga un suspiro y envuelve sus brazos alrededor de sus hombros, tirando de ella en un abrazo apretado.

"Sabes que pienso que eres hermosa... maravillosa... extraordinaria". Él le susurra.

"Lo siento". Eso no es algo que Rick puede recordar a Kate diciendo. Estos pequeños momentos de comportamiento de Kate le han dado problemas y decide que es necesario abordarlo más pronto que tarde.

"Yo no quiero que lo sientas, quiero que seas feliz." Él dice, alejándose. Ella se niega a hacer contacto visual, pero asiente con la cabeza. Esta vez él suspira en voz alta, pero la trae de vuelta a sus brazos con un profundo y lento beso. Alejándola de nuevo, le toca la barbilla, lo que hace que sonría un poco.

"Bueno, mi bella detective, vete a refrescarte mientras hago la cena." Con eso, él la empuja hacia el cuarto de baño con una palmadita pequeña en el culo, a continuación, se dirige a la cocina, buscando entre sus libros de cocina para hacer algo impresionante.

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Cuando Kate baja una media hora más tarde, el piso de abajo está a oscuras y Rick no está a la vista. Hay un suave resplandor rojo proveniente de la gran chimenea que se mezcla con el color de las luces de Navidad de la decoración del árbol y ventanas. A medida que se acerca a la pequeña mesa de comedor se da cuenta de que hay algunas velas encendidas, una botella de vino y vasos, y algo que huele delicioso. Parece algo sacado de una novela romántica cursi. Pero ella lo ama.

Unos segundos más tarde Rick viene de fuera, lleva un poco más de leña para el fuego. Cuando se da cuenta de ella, él sonríe, deja la madera junto al fuego y le da un profundo beso.

"La cena está lista, mi señora." Cediendo un poco, saca su silla y luego la empuja cuando ella está sentada cómodamente. Se dirige hacia el horno y saca un plato grande, sirviendo el contenido en dos platos. El aroma de carne marinada llena la cabaña y Kate siente que su estómago ruge. Rick es, sorprendentemente, un cocinero excepcional.

Pone el plato lleno frente a ella, sirve el vino en los dos vasos, coge su plato y se sienta frente a ella. Levanta su copa en un brindis.

"Para Kate Beckett, mi mejor amiga, mi inspiración y con suerte... mi novia."

Kate sonríe, levanta su copa y hacen chin-chin.

"Suena bastante bien para mí."

Capítulo 12

Como Kate es policía, duerme ligeramente, por lo que se despierta cuando la puerta de la entrada se sacude un poco, antes de cerrarse. No está preocupada por que el intruso que pueda ser, Kate sale de los brazos de Rick, coge una manta y baja las escaleras, saltando la segunda escalera, porque sabe que cruje con fuerza y ella no quiere despertar a Rick por el momento.

Dobla la esquina justo a tiempo para ver a Alexis dejando la maleta junto al sofá.

"Lex"

Alexis se da la vuelta, corre hacia Kate y la envuelve en un fuerte abrazo. Después de unos segundos Kate se aparta, manteniendo los brazos en los hombros de la chica, y la mira de arriba abajo.

"¿Estás bien? ¿Has tenido algún problema para llegar hasta aquí?"

"Estoy bien, feliz de estar aquí". Con eso, Alexis le da a Kate de nuevo otro abrazo antes de finalmente dejarla ir.

"Tu papá todavía está durmiendo, y tú debes estar agotada. Échate una siesta, y luego hacemos el desayuno y me cuentas todo sobre Los Ángeles, ok?"

Alexis asiente con la cabeza y deja que Kate le tire al sofá donde está sentada y le indica a Alexis que se acueste. Lo hace, poniendo su cabeza en el regazo de Kate, de forma rápida concilia el sueño con la sensación de las manos familiares de Kate acariciándole dulcemente por el pelo.

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Alexis duerme durante una hora, su estómago empieza a hacer ruido. Kate siente el ruido en la joven, así que ella le acaricia la cara suavemente.

"Lex, tu estómago suena como un tren de carga. ¿Qué tal si te hago el desayuno?"

Despertándose, Alexis se sienta y asiente con la cabeza.

"Sí, bien."

"¿Tortitas de chocolate?" Kate le pregunta, sabiendo que es el desayuno favorito de Alexis.

"¡Por supuesto!"

Kate se dirige a la cocina, mientras que Alexis se mete en el cuarto de baño para lavarse. Unos minutos más tarde está sentada en la mesa, mirando a Kate mezclar la masa de las tortitas. A veces todavía se sorprende ver a la ( denominada ) pura y dura detective siendo tan casera. Se pregunta ociosamente acerca de las marcas rojas en el cuello de Kate... sus mejillas se enrojecen cuando se da cuenta que son chupones. Tienen su papá y Kate...?

Decide no preguntar, y observar a la pareja cuando su papá se despierte, ella dice "¿Debo despertar a papá?" sabiendo que va a estar de mal humor durante todo el día si desayunan sin él.

"No, estoy segura que va a oler el chocolate muy pronto y va a bajar. De todos modos, háblame de Los Ángeles. ¿Cómo está tu mamá?"

Alexis suspira, jugueteando con sus manos el vaso de zumo.

"LA está bien. Mamá es... bueno... mamá. Ya sabes, ir de compras, ir a fiestas, más compras, ir al spa, más compras. Me sentía un poco rara que solo estuviésemos las dos."

Kate zumbaba en el reconocimiento, sin hacer nada tira unos cuantos trozos de chocolate extra en la mezcla.

"¿Ella está bien de que vengas aquí?"

Alexis se encoge de hombros y evita los ojos de Kate, que se pone en modo de detective Kate Beckett.

"Alexis, por favor, dime que le dijiste a tu mamá que ibas a venir aquí y no has salido corriendo en medio de la noche! ¿No te estará buscando?"

"No, yo le dije que iba a venir aquí con vosotros."

Kate asiente con la cabeza, todavía no muy segura de la actuación peculiar de Alexis. Se queda en silencio, vacía la mezcla en el molde, a sabiendas de que Alexis finalmente le va a decir lo que tiene en su mente. El silencio no dura ni un minuto antes de que Alexis golpee la mano en la mesa y resopla, sonando mucho más adolescente de lo que es.

"Quiero decir, ella está feliz de que venga aquí, hasta que le dije que tú estabas aquí, y luego se volvió loca! Y yo no sé por qué! No es que no me quieras aquí. Le he contado lo bien que nos llevamos, cómo me ayudas con mis tareas y me enseñas a conducir y muchas otras cosas."

Kate se encoge por dentro, pero no dice nada. Alexis es inteligente, sus palabras van a sonar en su mente unos pocos segundos y se dará cuenta de cuál es el problema.

"Ooooh".

Y allí está.

"¿Mamá está celosa?"

"No la puedes culpar Alexis. Ella es tu mamá. Y tú eres su única hija. Es natural que ella quiera ser la que te enseña todas las cosas."

"Pero yo no se lo reprocho! Ella es la que me dejó! Ella no tiene derecho a estar celosa." Alexis farfulla enojado. Se rasca el cuello, una indicación que Kate conocía que significaba que la pequeña Castle se está estresando.

"Lex" Kate empieza, tentativamente, a sabiendas de que se trata de un tema muy delicado para hablar con Alexis.

"No, Kate. Ella debe estar agradecida de que te tenga. Imagínate si papá me había enseñado a conducir! Habría empotrado el coche contra un árbol. O cuando me rompí el brazo el año pasado? La Abuela estaba en Europa y yo no iba a dejar que papá me ayudará ducha. ¿Qué habría hecho yo sin ti? ¿Y qué pasa con papá? Él se habría vuelto loco estando solo mientras yo he estado en la universidad, pero no lo hizo porque te tenía a ti. Sé que me quieres, y que no estás tratando de suplantar a mi mamá, pero tú eres lo más parecido que he tenido a una mamá. Y sé que has llegado a darte cuenta de que es así y que te aterra un poco. Eres parte de nuestra familia, Kate. Sin ti, estaríamos perdidos."

Durante su adulto discurso Alexis se ha acercado a Kate junto al horno. La única vez que Alexis ha visto a la detective llorar fue justo después del incidente con las niñas y cuando Kate estaba gravemente herida. Ella no recordaba haber visto nunca llorar a papá así, hasta esa misma noche. Pero los ojos de Kate están tan humedecidos ahora que Alexis tira de ella en un abrazo fuerte.

Desde que su mamá murió, Kate sentía como la parte de la "familia" de su vida se había desvanecido. Claro que tenía su papá, pero rara vez se veían, y su relación nunca había sido la mismo desde lo de su mamá. Pero oyendo a Alexis decir que ella es parte de una familia, su familia, ha tocado las fibras de su corazón y ella siente sus ojos llorosos. Ella no se da cuenta de lo mucho que había anhelado ser parte de una familia. Ella tose levemente para aclararse la garganta obstruida y se aleja de Alexis. La pequeña Castle sonríe ampliamente, así que
Kate se ríe suavemente y se acerca a la mesa.

"Tus tortitas están casi hechas".

Kate continúa cocinando y Alexis mira como cae la nieve afuera, feliz de estar finalmente con su familia.

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Cuando Rick se despierta unas horas después, rápidamente se da cuenta que está solo en la cama. Arrastrando los pies baja las escaleras, se dirige a la cocina, aún medio dormido. A través de los ojos turbios puede ver el esquema de Kate en la cocina, y él está seguro de que puede oler a tortitas con pedacitos de chocolate. Va por detrás de ella, envuelve sus brazos alrededor de su cintura y le besa la parte posterior de su cuello. Ella grita de sorpresa y se vuelve hacia él, levantando la espátula en la mano. Justo cuando está a punto de darle un buen beso de buenos días oye toser a alguien a propósito... y no es Kate. Él puede decir que su boca tiene forma de "o" cuando se vuelve lentamente para ver a una joven pelirroja sonriéndole desde la mesa del comedor.

"Alexis! Cariño!" Liberando a Kate, que se echa a reír y se vuelve hacia la cocina, salta los pocos pasos hasta su hija y tira de ella en un abrazo.

"Hola papá". Ella dice, sonando apagado contra su pecho.

"¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Cuándo y cómo?" Él dice incoherencias y Alexis se ríe, alejándose y dirigiéndose hacia Kate.

"Kate ha resuelto todo para mí, papá. Os echaba de menos, y mi mamá me estaba volviendo loco. Espero que no te importe"

Rick sacude la cabeza con furia.

"Calabaza, por supuesto que no! Estoy tan feliz de que estés aquí." Él se une a sus dos mujeres favoritas junto al horno, envolviendo un brazo alrededor de cada uno de ellas.

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Una vez que el desayuno favorito de Alexis está listo los tres se sientan alrededor de la pequeña mesa para comer. Alexis mira a su padre y Kate interactuar unos instantes antes de hablar.

"Sooo, ¿tenéis algo que queráis decirme?" ella pregunta, tratando de sonar seria. Kate y su padre, ambos tenían su cara de 'poker'.

"No sé de qué estás hablando, calabaza." Su papá responde, tratando de sonar frio. Alexis asiente y se recuesta en su silla, cruzando las manos en la cintura.

"Bien. ¿Entonces las pequeñas marcas rojas que Kate tiene en el cuello de qué son? ¿Abejas? Y en mi cama no se ha dormido porque... ¿Kate ha decidido que quería dormir en el sofá? Y la besaste esta mañana porque... ¿es así cómo das los buenos días a todos? Y vosotros dos…"

Riendo a carcajadas, Rick corta a su hija.

"Eres demasiado inteligente para nuestro bien, ¿lo sabes?" Bromea. Ella sonríe en respuesta.

"Hablando en serio. ¿Vosotros...?"

Manteniendo los dedos cruzados, Alexis espera que ellos le confirmen sus sospechas.

Cuando su papá y Kate se miran, sonríen, y luego miran de nuevo a Alexis y asienten con la cabeza, se pone tan contenta que la gente de Los Ángeles ha podido oír su grito alegre.

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Una vez que Alexis se ha calmado, el trío se pone al calor del fuego, acurrucados juntos en el sofá, con los pies extendidos, Kate y Alexis, por supuesto, llevando un calcetín de cada color.

"¿Vamos a volver a la ciudad mañana?" Alexis pregunta después de un momento de silencio. Está sentada entre los dos adultos, con la cabeza apoyada sobre el hombro de Kate y su brazo alrededor de su papá.

"Sí, cariño." Su papá responde, y Alexis siente que su corazón se encoge.

"¿Por qué no nos quedamos para Navidad?" Sabe que suena quejumbrosa, pero ella acaba de llegar, y quiere pasar la Navidad con Kate y su padre en la cabaña.

"Porque Kate puede tener planes" Su papá empieza a responder pero es interrumpido rápidamente por Kate.

"No, no tengo planes."

"¿Qué hay de tu padre? ¿No lo vas a celebrar con él?"

Kate niega con la cabeza, pero no da más detalles, y Alexis lo utiliza como su oportunidad para entrar en la conversación.

"Bueno, si Kate quiere, ¿podemos quedarnos? ¿Por favor?"

Riendo, su papá mira a Kate para la confirmación, y ella asiente con la cabeza, sonriendo.

"Por supuesto que nos quedamos".

Alexis sonríe.

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Como se quedan unos días más, Rick decide que tienen que volver a la ciudad para comprar algo más de comida, sobre todo si van a tener la cena de Nochebuena y la comida de Navidad. Y Alexis decide que quiere hacer algunas decoraciones nuevas para el árbol, por lo que necesita encontrar una tienda de artesanía.

Rick conduce a la ciudad, Kate decide unirse a Alexis en la parte de atrás, dejando a Rick solo delante. Él puede oírlas charlando y riéndose, y no presta mucha atención hasta que escucha el nombre de un chico en los labios de su hija. A partir de entonces las espía durante el resto del viaje.

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Encuentra un sitio, Rick aparca el coche y espera a que Alexis y Kate se unan a él en la acera. Una vez que lo hacen, él le entrega a Kate su tarjeta American Express.

"Tengo que conseguir un par de cosas, así que quiero que tu y Alexis compréis todo lo que creáis que necesitamos para el próximo par de días, y todo lo que queráis. Me encontraré de nuevo aquí contigo en... ¿digamos dos horas? Entonces podemos dar un paseo juntos, ¿vale?" No le da la oportunidad a Kate de que le devuelva su tarjeta American Express, se despide de las chicas y rápidamente se aleja.
Kate se vuelve a Alexis, con la tarjeta colgando de sus dedos.

"No te preocupes, sé la clave. Vamos, Kate, vamos!" Y con eso, Alexis arrastra a Kate a la tienda de artesanía.

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Tranquilamente Rick está esperando en el coche dos horas más tarde, cuando las niñas se acercan hacia él, con los brazos llenos de comida y otras bolsas. Rápidamente abre el maletero y mete las bolsas en él.

"Espero que no te hayas pasado el máximo de la tarjeta, cariño." Él le dice a Alexis.

"Difícilmente, papá. Además, Kate apenas me ha dejado utilizarla para pagar por cualquier cosa. Sabes que puede ser muy mandona, ¿no?" Alexis está bromeando, pero Rick le lanza una mirada de fastidio a Kate. Sabe que ella es terca y no le gusta gastar su dinero, pero él piensa que al estar oficialmente 'juntos' tiene derecho a disfrutar de él.

"Ahora, ¿qué tal algo de comer?"

La decisión de un cambio de tema es necesario, las niñas asienten con la cabeza, y el trío se dirige a un pequeño café.

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Después del almuerzo, Kate le dice a Alexis y Rick que tiene que hacer unas compras a solas. Ellos asienten con la cabeza, pero le echan una mirada sospechosa. Mirándoles mientras camina hacia una librería que también pone café, Kate cruza rápidamente la calle y se dirige a la farmacia. Sabe que no será capaz de resistir a Rick mucho más tiempo, independientemente de sus inseguridades, y a pesar de que su hija está con ellos en la cabaña, ella sabe que eso no les impide llevar su relación al siguiente nivel. Se siente como una adolescente a la espera de ser atrapada ( a pesar de que tiene 32 años y ha comprado antes ), Kate se dirige por el pasillo pequeño, toma la primera caja de preservativos que ve, empujándola a la cesta que tiene en la mano. No tiene ni idea si Rick tiene condones en la cabaña, ella no ha tomado la píldora durante meses, y no está dispuesta a correr ningún riesgo. Va rápidamente hacia la caja registradora, añade alguna crema hidratante, champú y acondicionador que sabe que son los favoritos de Alexis. Paga por los artículos, deja las cosas de Alexis en la bolsa de papel, pero oculta los condones en el fondo de su bolso. Rick probablemente piensa que su pequeña excursión de hoy en solitario no es nada sospechosa, pero Kate sabe exactamente lo que ha estado haciendo. Sabe que van a pasar la Navidad aquí y ha estado comprando regalos. Así, mientras que Rick y Alexis están ocupados poniéndose al día, Kate decide hacer unas compras.

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Alexis y Rick están sentados en el interior del pequeño café, con tazas de chocolate caliente en sus manos, unas canciones de Navidad suenan suavemente en el fondo y montones de libros que cubren cada espacio de la pared.

"Así que, ¿estás segura de que todo está bien, cariño? ¿Te divertiste en Los Ángeles?" Rick le pregunta a su hija.

"LA está bien, papá. Mamá me llevaba de compras en vez de pasar el tiempo realmente conmigo..." Ella se apaga, un rubor pequeño aparece en su rostro.

"¿Alexis?" Le pregunta, inclinándose y agarrándole la mano.

"Esto va a sonar infantil... pero, te quiero, y quiero a Kate. Y sé que a los 19 años la idea de pasar una semana de compras y de fiestas en LA debe ser impresionante... pero no para mí. Os echo de menos cuando estoy en la universidad y solo pienso cuando te voy a volver a ver. Me siento fatal de interrumpiros a ti y a Kate... sobre todo ahora que por fin estáis juntos... yo sólo..." Una vez más, Alexis se apaga, no está seguro de cómo hacer que su papá entienda lo que está sintiendo. Rick ha conocido a su hija durante 19 años y sabe exactamente lo que está tratando de decir.

"Alexis, calabaza, no te sientas culpable. Estoy muy feliz de que estés aquí, y sabes que a Kate le encanta también. Y a pesar de que he tenido a Kate haciéndome compañía el año pasado, todavía te extraño como un loco. "

Rick se inclina sobre la mesa y la besa en la frente y ella le devuelve una sonrisa.

"Me alegro de que Kate y tu estéis juntos, papá."

Rick toma un sorbo de su chocolate caliente.

"Yo también, princesa. Yo también."

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Una vez que el trío regresa a la cabaña, Alexis y Kate entran con todas las bolsas de la compra, mientras que Rick se queda fuera recogiendo más leña. Alexis sube sus compras y su maleta arriba, ella no ha sacado todavía nada, y entra en su dormitorio infantil. Ella sonríe con nostalgia como la habitación le ha dado una gran cantidad de recuerdos felices. Después de guardar la ropa rápidamente y ocultar los regalos que ha comprado, corre al piso de abajo, ansiosa por empezar a trabajar en las nuevas decoraciones de Navidad.

Kate sale del cuarto de baño mientras Alexis baja por las escaleras.

"Oye, Lex, tengo el champú, el acondicionador y la crema hidratante que te gusta." Kate dice, envolviendo un brazo sobre los hombros de la joven. Alexis siente que su corazón se acelera. Su mamá ni siquiera sabe su color favorito, y mucho menos el champú y, sin embargo, parece que Kate sabe incluso el más pequeño de los detalles insignificantes de ella. Sonriendo, ella envuelve su brazo con fuerza alrededor de la cintura de Kate.

"Gracias a Kate. Yo estoy pensando que tal vez tu y yo podemos cocinar la cena esta noche"

Kate sonríe a Alexis. "Me parece una gran idea. ¿Tienes algo en mente?"

Alexis asiente con la cabeza y le susurra su idea al oído de Kate. Kate se echa a reír, pero está de acuerdo.

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"No puedo creer que hayáis hecho esto para mí! Es impresionante!" Rick dice, llevándose el último trozo a la boca. Kate y Alexis se sonríen la una a la otra.

"Si, bien, no creas que va a ser así todos los días, Rick." Kate dice poniéndose de pie y amontonando los platos vacíos. Alexis se levanta y juntas rápidamente lavan los platos, mientras Rick va a preparar el fuego.

Unos minutos más tarde Alexis se toma una ducha rápida y Kate y Rick se sientan juntos en el suelo delante del fuego. Ella pone la cabeza en su regazo y él con las manos le acaricia su pelo suavemente.

"Gracias por ayudar a Alexis a llegar aquí." Él dice en voz baja. Kate se mueve para ponerse frente a él.

"Ella no era feliz. Además, la única razón por la que estoy contigo, Castle, es porque me encanta tu hija." Rick abre la boca y se toca la oreja.

"Estoy sorprendido, detective."

"¿Por qué?" Kate murmura, tratando de reprimir la risa.

"Bueno, en primer lugar, has vuelto a llamarme 'Castle', en segundo lugar, me estás usando para llegar a mi hija, porque por lo general es al revés, y en tercer lugar, admites que la quieres, pero no admites que me quieres a mí." Él está bromeando, pero la última parte la dice en un tono de voz diferente, y Kate reconoce que han llegado a otro punto en su relación. Tiene tres opciones. No hacer caso de lo que ha dicho, hacer una broma sobre eso, o ser honesta. Ella decide hacer la última. Se levanta, se coloca en su regazo, atrapando sus piernas entre las rodillas de él, y colocando sus manos en sus mejillas suavemente.

"Rick, no tienes motivos para estar celoso de Alexis. Te quiero, tanto como la quiero a ella."

Rick no escucho nada más, excepto el Te Quiero. Él envuelve sus brazos alrededor de su cintura y le da un beso profundo.

Cuando la necesidad de aire se hace demasiado intensa y se separan lentamente, le susurra de nuevo a ella.

"Te quiero también".

Capítulo 13

Cuando Kate se despierta la mañana siguiente está envuelta en los brazos de Rick, con sus labios dándole besos a lo largo de su cuello y la clavícula. Después de unos segundos para despejarse habla.

"¿Me veo como una aspirante a vampiro? ¿Qué te he dicho sobre dejarme marcas en el cuello?"

Asustado porque está despierta, Rick se paraliza. Él ha estado disfrutando verla dormir, admirando su belleza.

"Yo no lo siento." Susurra, dándole un pequeño mordisco justo detrás de la oreja después de habérselo chupado con la lengua. Ella jadea en voz baja antes de rodar hacia él. En lugar de darle tiempo para que ella le eche la bronca, él pone su propio cuerpo encima del de ella, presionándola con firmeza contra el colchón. Rápidamente le besa, gimiendo por la felicidad que sus labios le ha causado.

Después de besarla lenta y pausadamente, él tiene la necesidad urgente de estar tan cerca de ella como sea humanamente posible. Su respiración va emparejada a la de ella, sus manos ardientes hacen caminos calientes a través de su piel, sus bocas unidas.

La cabeza de Kate empieza a tener vértigo, ya que se siente ahogado por el tacto y la sensación de su cuerpo, ella siente que sus dedos se deslizan bajo la cintura, acariciando una de sus muchas cicatrices. Ella no tiene control sobre su cuerpo, ya que tensa, una reacción subconsciente, su mente regresa a la terrible noche cuando, con terrible lentitud, en asesino le toca su piel, con los ojos ardiendo de placer a su grito sordo.

Entra en pánico, y Kate empuja el hombro de Rick, tratando de hablar a pesar de la tensión de sus cuerdas vocales.

"Rick, para".

Debido a la locura en la que están, él no la oye a ella, sólo mueve la boca para besarla de nuevo. Su mano se mueve por encima de su pijama, agarrando la parte inferior de la camiseta y elevándola hacia arriba. Al darse cuenta de que Rick no ha oído su protesta reúne todas sus fuerzas y utilizar sus piernas para darse la vuelta, cogiendo sus manos y poniéndoselas en la cabeza.

Rick se asusta por el repentino cambio en las posiciones, y va a empezar a hacer una broma, antes de darse cuenta de que Kate definitivamente no puede hacerlo. Se queda inmóvil, mirándole sin habla como baja su cabeza, con el pelo tapándole la cara de su vista, y su pecho agitado de forma errática.

"Kate... Jesús."

Su control sobre sus manos se ha aflojado, por lo que tira suavemente de su abrazo y se sienta. Ella se desploma hacia delante, aterrizando su cabeza en su hombro.

"Kate, tienes que hablar conmigo sobre esto." Él le susurra al pelo, sus manos le acarician su espalda.

"Rick... Quiero hacerte el amor, realmente, honestamente... yo... cada vez que... mi mente se remonta a esa noche, y recuerdo el dolor. Y las cicatrices. Y a esas niñas pequeñas, inocentes. Y solo... siento como si me estuviera ahogando..." Se interrumpe. Trata de explicar cómo la angustia aún vive en su interior. Afortunadamente, tiene a Richard Castle como novio. Y él la entiende perfectamente.

"Katherine Beckett. Yo te amaba antes de eso, te quiero ahora, y te amaré en cincuenta años. A pesar de las cicatrices."

Ella se aparta de él, temblorosamente se quita el pelo de la cara, y él se siente aliviado al ver que ella no ha estado llorando.

"Sabe que no son sólo 'algunas cicatrices, Rick."

Él asiente con la cabeza, llevando sus manos a descansar en sus caderas, con sus pulgares acariciándole suavemente en círculos.

"Ya lo sé. Y sé también que no todos son físicos. Lo que quiero que sepas es que te quiero. No importa lo que pase."

Ella asiente con la cabeza cansada, empujando su cuerpo hasta que se acuesta de nuevo, nota que él la arropa, y apoya la cabeza entre el cuello y el hombro. Ella se queda dormida con la sensación calmante de sus manos acariciando su espalda.

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Kate se despierta unas horas más tarde, notando que las paredes de la cabaña se están moviendo. En lugar del terremoto que piensa que está ocurriendo, vuelve a tumbarse sobre las almohadas riéndose cuando se da cuenta que es Alexis, saltando sobre la cama.

"Lexi, nena, ¿qué estás haciendo?" Castle se queja, sentándose y frotándose los ojos.

Alexis se sienta en el borde de la cama, con las piernas cruzadas, completamente abrigada, y una mirada ansiosa en su cara joven.
"Es casi la hora del almuerzo. Y es la víspera del día Navidad. Y está nevando afuera. Levantaros, vestiros y vamos afuera para hacer muñecos de nieve!" Con eso y dando rápidamente un beso a cada adulto, sale fuera de la habitación hacia el piso de abajo.

Kate mira a Castle que está bostezando, con los ojos medio cerrados y el pelo revuelto. Su corazón le da un vuelco. Es el único para ella... y cuando sólo hace unos años ponía en duda que había hecho mal para merecérselo, ahora se pregunta que había hecho para tenerlo.

Capítulo 14

"Estoy bastante seguro de que el mío es mejor".

"No, el mío!"

"Nuh uh!"

"Sí, lo es!"

"No, no lo es!"

"Chicos... En serio, ¿qué sois?, ¿Cómo un niño de 5 años?"

Alexis se pone en medio de los dos adultos.

"Pues alguien tiene que ser el adulto aquí, así que voy a decidir quién es el mejor."

Con esto, camina lentamente entre las tres estatuas, tocando con el dedo su labio inferior. Después de unos momentos se vuelve hacia su padre y Kate.

"Bueno, he decidido. El mío es definitivamente el mejor."

"No puedes incluir el tuyo, eso no es justo en absoluto!" Su papá queda sin aliento, su voz es horrorosa. Kate se echa a reír alegremente.

"Creo que Alexis tiene razón. El suyo es definitivamente el mejor. El mío es el segundo. Y Rick... el tuyo absolutamente en último lugar."

Exponiendo su fracaso en los labios, se vuelve y mira a los tres muñecos de nieve muy diferentes. El hecho de que el suya no es tan... tradicional... como un muñeco de nieve debe ser, no quiere decir que no es impresionante!

"Sabes, me estoy empezando a dar cuenta que las niñas de mis amores me atacan en grupo." Él se queja. Ellas le sonríen y chocan sus manos.

"Lo hacemos, muy mucho, Ricky".

"Eso está bien, está bien." Él dice, dirigiéndose hacia ellas mientras ellas se alejan con cautela.

"Papá..." Alexis le advierte, observando el brillo de malicia en los ojos de su papá.

Él golpea las manos y se humedece los labios.

"Hmmm... ¿Qué bonita dama va primero?"

Sin darles oportunidad de responder él se lanza, con el objetivo de coger a su hija. Ella grita, y justo antes de que su cuerpo pueda colisionar con el de ella es bloqueado por Kate, que utiliza su propio cuerpo como escudo. Él le golpea, haciendo a los dos estrellarse contra el suelo cubierto de nieve.

Como policía, Kate está acostumbrada al aliento de sus pulmones después de un golpe, pero Rick no. Ella aprovecha la oportunidad para darle rápidamente un tirón, y arrodillarse sobre él. Alexis se pone encima de la cabeza de su papá, con sus manos enguantadas llenas de nieve.

"Alexis..." Rick advierte, a pesar de que sabe que es inútil. Mira a su novia, con sus ojos suplicando misericordia. Ella sonríe, tiene sus mejillas rojas por el frío, y asiente con la cabeza a Alexis. Abrir la boca para gritar "no" es un gran error. Alexis vacía sus manos y la nieve cae en toda su cara, en la boca y en la parte delantera de su chaqueta. Tose y escupe, no puede utilizar sus manos, ya que están atrapadas debajo de las rodillas de Kate. Después de unos momentos Kate lo deja en libertad y se levanta, poniendo el brazo sobre los hombros de Alexis.

"¿Tienes ganas de un poco de chocolate caliente y brownies?"

Alexis asiente con impaciencia. Se dan la media vuelta y regresan hacia la cabaña, dejando a Rick en la nieve.

"¡Hey! ¿Y yo qué?" Les llama, luchando por incorporarse.

Su hija se vuelve hacia él, tratando de no sonreír.

"El fuego necesita más madera".

Y con eso, la pareja sigue adelante, dirigiéndose hacia la cabaña caliente. Gimiendo, Rick se deja caer sobre su espalda. Definitivamente, va a ser la muerte de él.

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"Voy a llamar al mío... ¿Fred? ¿O tal vez Ginger?"

Kate asiente con la cabeza a Alexis antes de mirar hacia abajo.

"¿Cómo debo llamar a la mía?"

"Tal vez llamo a la mía Ginger y tu puedes ponerla Fred?"

"Claro, suena bien. ¿Qué piensas, Fred?"

Rick entra, obviamente, al final de la conversación, su frente está arrugada por la confusión. Alexis y Kate están sentadas en cada extremo del sofá, con las piernas encontrándose en el centro. Las dos encorvadas, con las manos descansando debajo de su estómago.

"Soooo, ¿qué está pasando?" Pregunta, sentándose en el borde junto a Kate.

"Estamos decidiendo qué nombres les ponemos a nuestros bebés. El mío es Ginger y el de Kate es Fred." Su hija contesta. Todavía un poco confundido, Castle le da un codazo a Kate.

"Ilumíname por qué mi hija me está haciendo abuelo".

Kate se echa a reír antes de tomar su mano y colocarla en su vientre.

"Nosotras cenamos demasiado. Ahora tenemos bebés de comida." Kate explica. Asintiendo con la cabeza, Rick se sienta sobre la alfombra, apoyado en el sofá. Kate aprovecha la oportunidad para pasar sus dedos por el pelo con ternura.

"Eso me recuerda." Rick dice después de unos pocos minutos y saca su teléfono del bolsillo. Anda con él un momento antes de entregar el teléfono a Kate.

"Ryan ha enviado esto hace un par de horas."

Hay una foto de Ryan acostado en una cama de hospital con Jenny, ambos radiantes, y una carita angelical y con mechón de pelo rubio, apenas visible por encima de una manta de color rosa. Adjunto a la imagen hay un mensaje. A Emma le gustaría dar las gracias a su tía Kate, tío Rick y Alexis por las hermosas flores. Con amor, la familia Ryan.

"Parece que Ryan es uno de los afortunados. Recuerdo cuando Alexis tenía pocos días de edad. Con el pelo rojo y la cara roja, gritando a todo pulmón. No era una nena hermosa." Rick dice, mostrando la fotografía a su hija. Ella lo mira y le golpea con fuerza.

"Si tu lo dices."

"Pero no está mal, cariño. Mírate ahora, sin embargo, eres la chica más guapa del mundo entero!" Dice efusivamente. Kate pone ojos.

"Creo que me llama la noche." Alexis dice, desenredando sus piernas de Kate y levantándose.

"¿Ya? ¿No quieres jugar a otro partida de Monopoly?" Rick exclama. Sacudiendo la cabeza, Alexis rápidamente le da un beso de buenas noches a cada adulto.

"No, haces demasiadas trampas." Y con eso, ella sube a su dormitorio, la puerta se cierra tras hacer clic en ella.

Suspirando, Kate se estira. Su camiseta se sube y los ojos de Rick se fijan en su piel desnuda. Cuando ella se da cuenta él le come con los ojos, ella baja los brazos y le da una patada en las costillas.

"Me voy a dar una ducha."

"¿Sola?"

Cuando ella asiente con la cabeza, Rick trata de no dejar que vea su decepción. Una vez que ella ha desaparecido en el cuarto de baño él se dirige al piso de arriba. Tiene que tener una seria conversación con su hija.

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Después de haber hablado con Alexis y darle las buenas noches, Rick baja las escaleras. Puede oír que Kate todavía está en la ducha. Tomando una respiración profunda, abre suavemente la puerta del baño y se mete adentro, volviendo a cerrar suavemente detrás de él. Se acerca a la bañera y se sienta en el borde, frente a la ducha. La cortina de color rojo oscuro no transparenta, por lo que no puede ver a Kate, sólo oye su zumbido suave por encima de los chorros de agua.

Sus manos tiemblan ligeramente, a sabiendas de que cuando ella lo vea, se pondrá furiosa, y tal vez le golpee, retrayéndose de nuevo a sí misma. Pero él no la va a dejar. Es el momento para que supere sus miedos, si le gusta o no. Y él sabe que suena horrible, pero su corazón no puede aguantar más a tocarla y que ella se estremezca. Él sabe que no es culpa de él, que todo es derivado de la situación ocurrida a principios de año.

Después de unos minutos el agua se detiene y unos segundos después se abre la cortina. Rick mantiene los ojos en la cara de Kate, negándose a dejar que sus ojos se vayan hasta que ella se sienta cómoda para él que lo haga. Ella levanta la vista y queda sin aliento cuando lo ve sentado allí.

"Rick! ¡Fuera!" Ella susurra, sin querer levantar la voz porque Alexis está justo encima de ellos. Da un paso atrás hacia la ducha y tira de la cortina para estar fuera de su vista.

"No, ven aquí. "Su voz suena fuerte, más fuerte de lo que nunca ella recuerda haberle oído.

Ella se queda en silencio durante unos segundos, y cuando habla lo hace tan suave que casi no se le oye.

"Rick, por favor."

Él casi sucumbe. Casi. Pero él sabe que necesita esto, así que él se mantiene firme.

"No, Kate, ven aquí."

"Por lo menos pásame una toalla."

"No"

"Hace frío, Castle!"

No, él no va a caer en eso.

"Entonces, cuanto más pronto vengas aquí más pronto vas a poder tener una toalla y estar caliente. No me hagas ir allí y traerte."

Siente como si las mariposas de su estómago están tratando de escapar. Está tan ansioso. Nunca ha sido tan duro con ella antes, y él lo odia. Odia que ella suene débil y no en absoluto como la intrépida detective que ha llegado a amar.

Kate respira hondo antes de dejar que el aire frio entre en sus pulmones. Sus manos tiemblan. Ella sabe que Rick va en serio. Ella sabe que él sólo está tratando de ayudar y ella lo ama aún más para forzarla a que se abra. Eso no quiere decir que está feliz por eso. Ella baja la mirada hacia su cuerpo, su estómago se revuelve por lo que ve... Ella tiene que confiar en que no le va a pasar nada... y si ella no puede confiar en él con esto, bueno... entonces realmente no tiene ninguna posibilidad. Tomando otra respiración profunda suelta sus dedos de alrededor de la cortina y se aleja lentamente, permitiendo que su cuerpo salga a la luz.

Rick mantiene los ojos en la cara de Kate mientras aparta la cortina. Estaba pálida, sus labios tiemblan. Dios, se siente tan culpable por hacerle esto. Tragando saliva, le hizo una seña que vaya hacia él. Ella hace lo que le dice. Ella se niega a mirarle a los ojos, mirando sobre su hombro a la pared. Él lo toma como su oportunidad para poner poco a poco sus ojos en su cuerpo. Su piel, su cuerpo, es perfecto, blanco marfil, brillante con gotas de agua. Pero sus ojos rápidamente encuentran la fuente de sus inseguridades. Puede ver dos lineas de color rosa pálido en el vientre tonificado y una curva debajo de su pecho izquierdo. Otro al menos de 10 cm de longitud que le corre por la cara interna del muslo derecho. Dos arcos más pequeños sobre su hueso de la cadera izquierda. Usando sus dedos, delicadamente traza cada cicatriz, y cuando siente que su cuerpo tenso se relaja un poco, él sigue con sus labios. Le da suaves besos entrecortados a cada marca como si con cada beso tratara de quitarle el dolor. Coloca las manos en las caderas dándole vuelta con cuidado. Al igual que sus piernas, su espalda es larga y delgada. Hay otras tres marcas, una mucho más larga y con más desagradable aspecto que las otras dos. Una vez más, la tranquiliza con sus labios. Se pone de pie lentamente para no asustarla, y lleva sus labios a la parte posterior de su cuello. Sorprendente, ella inclina la cabeza hacia un lado, lo que le permite rastrear su boca a través de su pulso acelerado. Casi deja de respirar cuando la oye dejar escapar un pequeño gemido. Ella se vuelve hacia él, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello y, finalmente, hace contacto visual.

"Gracias." Ella susurra, antes de llevar la boca a la suya. Se quedan allí, con los cuerpos apretados, besándose lenta y profundamente. No es hasta que Rick siente temblar a Kate y se acuerda de que está desnuda y lo más probable es que tenga frío. De mala gana, deja de besarla, antes de darle una sonrisa. Ella levanta una ceja como preguntándole. No le da la oportunidad de detenerlo, él la levanta en sus brazos, estilo nupcial. Ella ni siquiera se molesta en protestar, se limita a sacudir la cabeza, divertida de como él los lleva de vuelta a la sala principal y luego arriba a su habitación, pateando la puerta que se cierra detrás de él.

Él la coloca suavemente en la cama, pero ella rápidamente se pone de rodillas, intentando quitarle su camisa y los botones. Su aliento aumenta cundo le quite la camisa, finalmente cae al suelo y le lanza un guiño descarado, pasando las uñas por su pecho desnudo. Sus labios siguen a sus manos hasta que llegan a sus pantalones vaqueros. Rápidamente ella se deshace de la hebilla y cremallera, dejando sus pantalones alrededor de sus tobillos. Su erección se nota a través de los calzoncillos y casi explota cuando ella se lame los labios y se los humedece.

Ha pasado tanto tiempo, para ambos, que él sabe que será muy rápido. No deja a sus manos la oportunidad de explorar, utiliza su propio cuerpo para ponerla de espaldas, acercando su boca para encontrarse con ella. Sus lenguas se baten en duelo, la respiración cada vez es más urgente y desesperada. Uno de sus brazos se envuelve alrededor de su cuello, sus dedos enredados en su pelo, su otra mano se arrastra hacia el pecho, a veces se sumerge por debajo de sus calzoncillos, haciendo que su cerebro tenga un cortocircuito.

Decide que es hora de dejar de burlarse de él, Kate le quita los calzoncillos, sus dedos rápidamente se envuelven alrededor de su erección. Ella siente que su cuerpo se tensa y él deja escapar un gemido. Animada, ella le acaricia lentamente arriba y abajo, cada vez más rápido mientras que su aliento en su cuello se hace más abundante. Ella siente que su mano temblorosa se desliza por su cuerpo ligeramente. Ella está mojada y lista, y él utiliza dos dedos para penetrarla, se arquea de placer y un fuerte suspiro escapa de sus labios.

Salpicando de besos su cuello y la clavícula, Rick baja la cabeza, usando su lengua para trazar el contorno de su pezón antes de envolver el pecho para morderlo suavemente. Sus dedos se clavan en su espalda, casi dolorosamente, y el trabajo de manos de él se acelera. Él no va a durar mucho más tiempo, por lo que disminuye la velocidad en los dedos, sintiendo la contracción de su cuerpo mientras él los quita y se lleva la mano hasta su cara. Él la besa profundamente, y ella utiliza su mano para guiarlo a su interior. Ella es estrecha, tan estrecha que le lleva varios intentos antes de que su pelvis finalmente se encuentre con la suya. Separan sus bocas y sus ojos verdes se reúnen con su azules. Ella le sonríe, sus ojos deslumbran, con los brazos alrededor de su cuello y sus piernas alrededor de su cintura. Su último pensamiento antes de que él comience a moverse dentro de ella es que, sin duda, debe haber muerto e ido al cielo.

Capítulo 15

A Kate el cuerpo le duele, pero es un dolor placentero. Ella todavía tiene hormigueo, incluso después de haber estado acurrucada durante horas contra Rick. Están cubiertos de sudor, con los pelos pegados a la frente y al cuello. Cada vez que uno de ellos mueve su cuerpo hace un sonido chirriante y el otro se echa a reír.

"¿Por qué no hemos hecho esto antes?" Pregunta Rick, con su aliento haciéndole cosquillas al oído de Kate.

"Los amantes como un cazador... si el juego se gana con mucha facilidad entonces ya no importa la fuerza". Kate cita.

"¿Conoces a Mead?" Rick parece sorprendido, por lo que Kate sonríe.

"Es sólo otra capa de la cebolla Beckett, señor Castle."

Él se echa a reír, su pecho hace ruido, haciendo que la cara de ella se deslice sobre su piel sudorosa.

"Creo que tenemos que lavarnos un poco, Rick." Kate le susurra, pasándole las manos sobre el pecho sudoroso. Tiene los brazos cruzados sobre su cabeza, pero deja caer uno a su hombro, acariciándola.

"Supongo que tienes razón. Oye, ¿qué tal sexo en la ducha?" Él la anima a ella.

"Jesús, Rick. ¿Estás tomando las pequeñas píldoras azules o alguna otra cosa?" Ella se echa a reír, se sienta tranquilamente y se aleja de él. Él puede hacerlo una cuarta vez, pero ella no está segura de que sus piernas ni siquiera puedan sostener su cuerpo por no hablar de otra cosa.

"¡Mujer de poca fe, detective". Con esto, Rick se pone de pie y la levanta. Ella envuelve sus piernas alrededor de su cintura rápidamente, no segura de que no la va a soltar. Llevándola, comprueba que la puerta de Alexis está cerrado firmemente, antes de ir abajo al cuarto de baño. Él la pone de pie sólo el tiempo suficiente para cerrar la puerta del baño y dar al agua. Y antes de que pueda parpadear, está atrapada en torno a él, con la espalda contra la baldosa fría, y él está profundamente dentro de ella otra vez.

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Kate alza los brazos en el aire y Rick le pone una de sus camisas por la cabeza. Le da un beso en la boca antes de moverse para coger las mantas. Ella se tumba en el colchón, su cuerpo tiene un agradable entumecimiento. Él se pone a su lado, tirando de las mantas hasta los hombros y luego envuelve sus brazos alrededor de su cintura, acariciando su rostro en su cabello. La nieve cae constante fuera y Kate de repente recuerda qué día es.

"Feliz Navidad, Rick." Susurra, llevando una de sus manos a la boca y besa su mano.

"Feliz Navidad, Kate. Te quiero."

"Yo también te quiero."

Al de un momento, ambos están dormidos.

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Un suave golpe en la puerta del dormitorio despierta a Rick unas horas más tarde. Kate sigue dormida, aunque ya no en sus brazos.

"Ven cariño" Llama a Alexis. La puerta se abre y una masa de pelo rojo desordenado aparece a la vista.

"¿Papá?" Una voz dormida susurra.

"Está bien calabaza, puedes entrar"

Alexis entra de puntillas en la habitación, temblando ligeramente. El fuego se debe haber vuelto a apagar.

Como solía hacer cuando era pequeña, se arrastra hasta la cama, poniéndose entre él y Kate. Detectando un tercer cuerpo en la cama con ellos, Kate se da la vuelta, abriendo sus ojos soñolientos.

"Feliz Navidad, Lex". Susurra. Alexis se inclina y besa la mejilla de Kate.

"Feliz Navidad Kate. Feliz Navidad Papá." Ella le da también un beso en la mejilla y, antes de tumbarse contra él y quedarse dormida.

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Kate se despierta con la sensación de que unos labios familiares besan su cuello, un cuerpo cálido le presiona con fuerza contra el suyo, y Alexis no está a la vista.

"Rick..." Ella advierte. Él se aleja, haciendo pucheros ligeramente.

"No. Tu hija está despierta y puede oírnos." Ella le reprende, moviendo sus manos.

"Eres una matadora de alegría." Él se queja.

Ella se ríe y le da un beso rápido, antes de salir de la cama para ponerse la bata alrededor de su cuerpo.

"Tú me quieres. Estoy segura de que es café lo que huelo. Alexis probablemente quiere despertarnos para que pueda abrir sus regalos."

Dándose cuenta de que ella tiene razón, Rick espera unos minutos, calmándose a sí mismo, antes de bajar.

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"Wow, estoy sorprendida." Alexis dice, mirando a los dos adultos.

Kate toma un trago grande de café suspirando con felicidad.

"¿Por qué eso, cariño?" Rick le pregunta, poniendo cereales en su taza.

"Siempre he pensado que cuando finalmente los dos... que... que tendría que insonorizar mi habitación. Pero no he oído una cosa así."

No esperando ese tipo de comentario, Kate se atraganta con el café y su papá deja caer la cuchara.

"¿Perdón?" Su papá le pregunta, con los ojos muy abiertos. ¿Su hija le acaba de decir eso?

"Oh, por favor. Los dos tenéis el resplandor de después del sexo. Es tan obvio."

Kate resopla de nuevo, sus mejillas se enrojecen.

"Alexis, cariño, si te despertamos…" Empieza, tratando de disculparse. Alexis levanta la mano.

"No, eso es lo que estoy diciendo, yo no he escuchado nada... gracias a Dios. Por favor intentar hacerlo siempre así. Pero me alegro por ambos..."

Kate asiente con la cabeza, sus mejillas vuelven a su color habitual. Comen en silencio durante unos minutos antes de que Rick tira su taza, el café cae sobre la mesa, y se vuelve hacia a Alexis.

"¿Cómo sabes sobre el resplandor después del sexo?"

Capítulo 16

Kate y Alexis tardan media hora calmar a Rick. Está al borde de la hiperventilación, por lo que Alexis le da una palmada en la mejilla, diciéndole que le mire y que escuche lo que tiene que decir. Ella procede a decirle que ella sabe sobre el resplandor después del sexo, por libros, películas y programas de televisión, no por experiencia personal. Y, por mucho que quiera que sea todavía una niña pequeña, tiene casi 20 años y tiene una relación desde hace 3 meses... cuando sienta que está lista, va a dar el siguiente paso.

Por supuesto, esto sólo alimenta el fuego y Rick procede a decirle a su hija que tan pronto como estén de regreso a Nueva York, la va a encerrar en su habitación y no la va a dejar salir.

Decidiendo que la conversación se ha ido de las manos, Kate interrumpe, diciendo que están sin abrir la pila de regalos debajo del árbol de Navidad. Dándose una tregua ( por ahora ) Alexis y su padre abrazan, antes de que la pequeña Castle se dirija hacia el árbol.

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"No puedo decidir". Alexis se queja, andando desde el árbol hasta la chimenea. En varios momentos durante la noche los tres han logrado bajar al piso de abajo y colocar sus regalos ya sea bajo el árbol o en las medias colgando de la chimenea. Kate está sorprendida de encontrar una media, con su nombre tejido en terciopelo, situada justo al lado de la de Rick. Se pregunta distraídamente cuando ha tenido tiempo de hacerla. Alexis está indecisa por elegir un regalo que sea el primero. Finalmente elige su media, tirando de ella por el gancho y se sienta con las piernas cruzadas sobre la alfombra junto al fuego. Rick hace lo mismo, por lo que Kate les copia. Forman un pequeño círculo, cada uno sonriendo al resto.

"Listos". Rick dice en voz baja.

"Preparados". Alexis añade, asintiendo con la cabeza a Kate.

"Ya!" Kate dice.

Cada uno de ellos da la vuelta a su media y pequeños paquetes envueltos caen. Alexis rápidamente rasga los envoltorios, chillando cada vez que ve el regalo. Rick y Kate no son tan rápidos, pero con el tiempo los tres están rodeados de papel de regalo y montones de pequeños regalos. Haciendo una bola Rick lo tira al fuego antes de arrastrar los regalos del árbol hacia las chicas. Esconde los dos más grandes. Esos los van a abrir los últimos.

Una vez que todos los regalos se han abierto Rick saca las dos cajas grandes, poniendo el rojo en frente de Alexis y el verde frente a Kate. Le miran con curiosidad, pero él se queda en silencio y asiente con la cabeza, indicándoles que lo abran.

Es Kate quien se da cuenta primero qué es lo que ha hecho. Después de las primeras capas de papel sin fin se echa a reír. Parece que el regalo no es grande. Está envuelto en un millón de capas. Tan pronto como Alexis se da cuenta de esto, ambos trituran el papel hasta que cada una encuentra una pequeña caja en su regazo. Rick ha estado callado todo el tiempo, sentado frente a ellas. Ahora, ve como el rostro de Alexis se ilumina cuando ve lo que hay en su caja. Saca una llave, colgando de una cadena de plata, con un pequeño coche de plástico. Kate saca dos llaves de su caja; diferente aspecto de la de Alexis, pero con la misma cadena de plata, en una un castillo, en la otra una casa.

"¿Papá?" Alexis le pregunta.

"Te está esperando en Nueva York para ti." Él dice, sacando el folleto del pequeño, seguro y compacto coche que ha comprado para ella ( por no hablar de estilo, es Rick Castle después de todo ).

"Oh. Dios." Ella susurra, comiéndose con los ojos las imágenes. Su moto se hace vieja, y en lugar de coger el autobús entre Princeton y Nueva York, Rick sabe que ha llegado el momento que su hija tenga su primer coche. Dejándola absorta en el folleto, se vuelve hacia su novia. Tiene una pequeña mueca confusa arrugándole la frente.

"Kate?"

"Rick... ¿Qué es esto?"

Como está sentado a su lado, coge las dos llaves y le explica.

"Esto es un… ultimátum..."

Haciendo caso omiso de su mirada por sus palabras, él continúa.

"Esta llave es un nuevo apartamento, en un edificio cerca del mío. Es hermoso. Dos dormitorios, dos baños, muy amplio, excelentes vistas."

"No me puede comprar un apartamento, Rick!" Ella protesta, sorprendida.

"Puedo. Pero, ¿ves esta llave?" Levanta la otra llave. "Este es de mi casa."

"Tengo una llave de tu casa."

Rick sacude la cabeza. "Deja de interrumpirme. Ahora, sé que tienes una llave. Pero este de aquí... Quiero que sea la llave de tu casa. El sitio donde vivas. Conmigo".

"Rick..."

"Como he dicho, tienes que elegir uno. Cualquiera para salir de tu lugar de mierda y este nuevo, o vivir conmigo, para siempre."

Kate abre la boca. Todo va demasiado rápido y está teniendo problemas para mantenerse.

"¿Qué pasa con Alexis?" Finalmente logra preguntar, inclinando la cabeza a la joven que está tratando de no escuchar.

"Alexis y yo hablamos, y ella me dijo que si yo no te pido que te mudes, que ella lo haría." Rick responde, sonriendo a través de su hija.

Kate, todavía bastante desconcertada, toma las dos llaves de Rick. Se hacen pesadas en sus manos. Pero ella sabe cuál es su decisión. Tomando una respiración profunda, coloca la llave no deseada en la caja y la empuja a un lado. Ella agita la llave elegida, la llave de la casa de Rick y ella, durante unos segundos antes de metérsela en el bolsillo. Rick sonríe ampliamente.

"Excelente elección, detective". Él dice, inclinándose para besarla intensamente. Junto a ellos, Alexis deja escapar un suspiro de alivio.

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"Lilly, ¿te acuerdas de Alexis?"

Lilly niega con la cabeza, ocultando tímidamente su cara en el hombro de Rick.

"Alexis es mi niña. Jugaste en su habitación cuando dormiste aquí." Rick dice. Lilly asoma su rostro, sonriendo un poco a Alexis.

"Tienes un montón de juguetes". Ella dice a la niña mayor. Alexis se ríe.

"Si. ¿Te gustaría ir arriba y jugar con ellos un rato?"

Asintiendo con la cabeza que sí, Lilly extiende los brazos a Alexis, quien coge a la niña de Rick.

"Te llamamos cuando la cena esté lista, cariño." Rick le dice a su hija mientras sube al piso de arriba.

Va hacia la pequeña cocina donde Kate y Lucy están ocupadas dando el toque final a la cena de Navidad. El pavo se ha estado cocinando durante todo el día, y el delicioso olor impregna el aire, mezclado con el aroma delicioso de arándanos y masa para hornear. Añadido a la nieve que cae fuera, el crepitar de fuego y las luces parpadeantes y la suave reproducción de canciones de Navidad... Así, siente como si no hubiera mejor manera de pasar la Navidad.

"¿Necesitas que haga algo?" Le pregunta a Kate, besando su cuello. Ella le da un manotazo, su atención se centra en la comida delante de ella.

"Uh, pon la mesa. Estaremos listos para comer en pocos minutos." Ella responde distraídamente. Él hace lo que le pide, con un ojo mirándola todo el tiempo. Apenas puede creer que Kate Beckett está en su cabaña, cocinando la cena de Navidad. Cuando Rick se ha ofrecido a cocinar, ella le ha dicho que le gustaría hacerlo. Ella y su mamá hacían la cena de Navidad juntas, y ella no lo ha hecho desde que su mamá murió. Sin embargo, todavía puede recordar cómo se hace. Así que Kate y Alexis se han pasado la mayor parte del día en la cocina preparándolo todo y hablando en voz baja y Rick ha hecho lo que mejor sabe. Mirar.

Ahora Lucy ha ocupado el lugar de Alexis, y ya todo está casi listo por lo que Kate subir a la habitación a cambiarse. Asegurándose de que Lucy puede hacerse cargo de todo por un momento, Rick corre detrás de Kate. Antes de que pueda llegar su dormitorio Alexis le habla. Él asoma la cabeza en su habitación.

"¿Sí, calabaza?"

"¿Puedes vigilar a Lilly durante unos minutos mientras me cambio? He estado cocinando durante todo el día con esa ropa y necesito lavarme un poco".

"Claro".

Coge a Lilly y algunas de las muñecas con las que está jugando, y se la pone en su cadera.

"Ven conmigo durante unos minutos, Lil". Él dice, llevándosela a su habitación, sentándola en la cama. Lilly se mueve para jugar con sus muñecas. Kate está en el pequeño vestidor y él la llama, para que se sepan que él y Lilly están allí. Unos minutos más tarde sale, tratando de ponerse el zapato en un pie.

"Wow".

No hay palabras para formar en el cerebro de Rick. Ella se ve espectacular, adornada con un vestido sin tirantes de color rojo que apenas cae por encima de sus rodillas y con unas bailarinas en sus pies. Tiene el pelo rizado desordenadamente alrededor de sus hombros y su maquillaje es ligero, sólo un toque rojo visible en sus labios. Es simple, pero hermoso.

"¿Puedo decir que te gusta?" Ella le pregunta, poniéndose entre sus piernas. Él asiente con entusiasmo.

"Me gustaría quitártelo aún más." Dice con una mirada lasciva. Ella le da una palmada en el hombro y mueve la cabeza hacia Lilly.

"Cuida tu boca, señor Castle."

Tirando de la barbilla, él le da un largo beso, y ella rápidamente se apoya en él.

"Katieeeee".

Riéndose contra la boca de Rick, Kate se aparta y mira por encima del hombro a la niña.

"¿Sí, nena?"

"Tego hambre."

Dando a Rick un último ardiente beso, ella se aparta y coge a Lilly.

"Bueno, creo que la cena tiene que estar listo ahora. ¿Vamos a bajar y ver?"

Lilly asiente con entusiasmo mientras Kate baja con ella las escaleras, Rick las sigue.

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"Dios, ha sido fantástico." Rick dice, dejándose caer en el sofá, con los brazos extendidos. Alexis cabizbaja a su lado, se frota su vientre.

"Creo que Ginger está de vuelta." Ella murmura y Lucy le mira confusa. Decidiendo de dejar los platos para otro momento, Kate se dirige hacia el pequeño grupo, sentándose al otro lado de Rick. Lilly está tendido en el suelo, absorta en su dibujo, y Lucy está sentada en la gran silla de la abuela con una sonrisa cansada. Se sientan en silencio durante unos minutos, antes de que Rick se desenrede de los brazos de Kate y recupera el último regalo bajo el árbol. Se traslada a sentarse en el suelo junto a Lilly.

"Lilly, esto es para ti."

Iluminándose los ojos por el regalo, Lilly rápidamente lo coge de las manos y rompe en el papel. Segundos después, una caja de color rosa aparece, la imagen en la parte frontal muestra un coche de color rosa de Barbie. Sus ojos se abren como platos, Lilly corre hacia su abuela y le enseña la caja.

"¡Mira! ¡Mira!" Ella canta, tratando de rasgar el cartón.

Lucy toma la caja de Lilly, la abre y sacas el coche brillante. Un sonido, algo en la línea de "oooooh" se oye en Lilly mientras sostiene el coche en sus manos.

"Creo que le gusta." Alexis dice, sonriendo.

"Lilly, ¿das las gracias a Rick, Kate y Alexis?" Lucy dice suavemente a su nieta. Lilly niega con la cabeza, antes de arrojarse a los brazos de Rick.

"Gacias!" Ella grita, y luego hace lo mismo con Kate y Alexis.

Ella se deja caer sobre la alfombra, colocando una de las Barbies de Alexis en el coche, diciendo 'vrooming' mientras usa sus manos para mover el coche por el suelo.

Lucy suspira, inclinando la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos.

"¿Estás bien, Luce?" Rick le pregunta, preocupado.

"Estoy bien, Ricky. Ha sido un día maravilloso. Gracias."

Decidiendo no contestar, Rick asiente con la cabeza, antes de levantarse, moverse hasta donde suenan los villancicos de Navidad, y luego ofrecer una mano a Kate. Ella lo mira con curiosidad, pero entrelaza los dedos con los suyos. Él la atrae hacia una posición de pie, antes de envolver sus brazos alrededor de su cintura. Entendiendo, ella envuelve los suyos alrededor de su cuello, y juntos se balancean a un ritmo suave.

Alexis ve como su papá y Kate están influidos por la música, cada centímetro de su cuerpo en contacto, su papá susurrando algo al oído de Kate, lo que la hace reír en voz baja. Algo se agita dentro de Alexis... una necesidad... un deseo... que algún día tenga esa suerte. Tener la suerte de enamorarse de su mejor amigo.

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Inmersos en la felicidad después del sexo, Rick se sacude bruscamente un poco aturdido cuando Kate sale de sus brazos y se sienta, sosteniendo la manta contra su pecho desnudo. Ella tiene una mirada seria en su rostro, que de inmediato le desconcierta.

"¿Kate?"

En lugar de responder ella se inclina, abre el cajón de noche y busca un momento, antes de sacar algo. Ella sostiene la caja sin abrir de los preservativos para que la vea. Él traga saliva, dándose cuenta de una cuestión muy importante que no ha recordado, ni una sola vez.

"Ah..." es lo único que su cerebro puede decir.

"Compre esto hace unos días. Yo no estaba seguro si había... y no estoy tomando la píldora..."

Sacude la cabeza, decepcionado. Siempre ha sido tan cauteloso cuando se trata de algo tan importante como la protección.

"Kate... menos Madre y Alexis, tú eres la única mujer que he invitado a venir aquí. Por lo tanto, nunca he tenido ninguna razón para tener protección. Lo siento, no me he acordado." La culpa y el remordimiento afectan a su voz cuando coge la caja de ella, torciéndola nerviosamente en las manos.

"No es tu culpa. A los dos se nos olvidó. Pero a partir de ahora, hay que..." Ella señala la caja y él asiente, aliviado porque no está gritándole a él por ser descuidado.

"Sí, por supuesto. Pero Kate, ya sabes, si... yo cuidaría de ti, no importa qué... Te quiero."

Ella sonríe, cogiéndole la caja y abriéndola.

"Ya lo sé. Y algún día, puede que lo hablemos. Pero no por ahora…"

Ella arranca el envoltorio del condón con los dientes, dándole una sonrisa sexy.

"Te quiero todo para mí."