A Winter Wonderland

Capítulo 17

Rick se despierta justo cuando el sol empieza a salir, tiene sensación de frío ya que no hay un cuerpo caliente contra el suyo. Echa un vistazo por la sala oscura, ve la silueta de Kate, acurrucada contra el ventanal. Hace sólo una semana estaba en ese mismo lugar, la detective Kate Beckett. Ahora, ella está allí de nuevo, pero esta vez es la detective Kate Beckett, su novia. Su pecho se hincha al darse cuenta de lo afortunado que es.

"Hola." Él susurra. Sorprendida al oír que está despierto, Kate lentamente vuelve a la cama, se acurruca su lado bajo las sábanas.

"Sabes, cuando volvamos a Nueva York... no va a ser lo mismo". Ella dice, y él siente como cambia su cara.

"¿Qué quieres decir?"

"Cuando estemos en la comisaria, no podemos ser Kate y Rick. Soy la detective Beckett y tu Richard Castle, mi dolor en mi culo. Todavía tienes que seguir mis órdenes, independientemente de que no quieras y no puedes perder los estribos si alguien hace un movimiento contra mí. ¿Ok? "

En lugar de responder de inmediato, le da un beso profundo.

"Pero al final del día, te vienes a casa conmigo, ¿verdad?" pregunta finalmente.

"Claro..."

"Entonces eso es lo único que importa."

Sonriendo, Kate besa su boca, luego su pecho, luego se abre paso hacia su entrepierna, y él, finalmente, tiene que usar una almohada para ahogar sus gemidos.

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"Lexi, despierta."

Kate toca la mejilla de la pequeña Castle con cuidado, tratando de despertarla. Después de unos segundos los ojos de Alexis se abren soñolientos y bosteza.

"¿Qué hora es?"

"Justo las 7. Tu papá está preparando el desayuno, luego llevamos las maletas al coche y decimos adiós a Lilly y Lucy. Tenemos que estar en la carretera a las 10."

Moviéndose hacia a la ventana, Kate abre las cortinas, dejando que el sol entre. Alexis se queja, ligeramente molesta por ser molestado tan temprano.

"Vamos, Lex. Si no estás abajo, en diez minutos voy a enviar a tu padre para arriba... y las dos sabemos que no será tan agradable como yo." Kate advierte. Alexis se levanta disparada, mirando a Kate.

"Eso es lo que necesitaba." Ella bosteza. Kate sonríe y encoge sus hombros, dando a la niña un beso rápido en la cabeza, antes de salir para que se prepare.

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Viendo como la cabaña desaparece de su vista, Kate tiene ganas de llorar. Como ha cambiado todo una semana. Kate odia a pensar qué habría ocurrido si le hubiera dicho que no a Rick..

Detectando su mirada, Rick se acerca y le coge la mano, sosteniéndola firmemente. Ella le da una sonrisa, antes de descansar la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos hasta que llegan a la casa de Lucy.

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"Vamos a venir a verte pronto, Lilly." Kate susurra a la niña en sus brazos que está berreando a moco tendido.

"Y tal vez tu y la abuela podéis venir a visitarnos a Nueva York?" Rick agrega, palmeándole la espalda suavemente.

Ella niega con la cabeza, gritando "no" una y otra vez. Finalmente Lucy coge a la niña de nuevo en sus propios brazos, sintiendo que está a punto de ponerse peor.

"Mejor nos vamos, Luce". Rick dice, dando a Lucy y Lilly un beso en la mejilla. Como los ojos llorosos como su nieta, Lucy asiente con la cabeza. Alexis les da a las dos un beso y, a continuación, Kate. Sentados en el coche, el trío oye llorar a Lilly mientras Lucy la lleva de vuelta a su casa.

"Pobre." Alexis murmura desde atrás, sentándose en el asiento.

Kate asiente de acuerdo, y esta vez es ella la que alarga la mano y entrelaza los dedos con los de Rick mientras se alejan.

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Kate se despierta con el sonido de Alexis regañando a su padre.

"¿Qué está pasando?" Ella pregunta, sentándose erguida en el asiento delantero y estirando las piernas.

"Papá está jugando con el indicador de combustible, eso es lo que pasa." Alexis se queja en la parte posterior.

"¿Jugar a qué?" Kate pregunta, confundida, mirando a su novio ( y Dios, pero esa palabra le da hormigueo ), que sonríe con picardía.

Metiendo la cabeza en la parte frontal entre los dos asientos, Alexis habla con Kate.

"Le gusta ver hasta dónde puede llegar sin llenar el depósito. Es como un crio. Su mente infantil cree que el coche no va a dejar de andar."

"Calabaza, todo está en tu cabeza. Soy un hombre, creo que sé cuando el coche está sin gasolina." Rick se defiende.

Inclinada sobre su cuerpo Kate mira la señal luminosa intermitente de combustible vacío, mira por la ventana las nubes oscuras y centímetros de nieve en el suelo.

"Richard Castle, vas a llenar este coche en la parada siguiente. No voy a pasar la noche atrapada en medio de la nada y congelándome."
Ella dice con severidad. Al darse cuenta de que esto no es discutible, Rick asiente.

"Bieeeeen. ¿Podemos comprar gominolas de ositos?" él pregunta con petulancia. Sabiendo que si ella le dice que no, estaría todo el rato diciendo "pero Kaaaaaaaate, ¿porrrrrrrrrrrrrque?" Ella asiente con la cabeza.

"A veces me pregunto cómo sobrevivís los dos cuando estoy en la universidad." Alexis resopla, dejándose caer hacia atrás contra el asiento de atrás y poniéndose sus auriculares del iPod en sus oídos.

Rick sonríe a Kate, una vez más, tomándole la mano. Ella le devuelve la sonrisa, con una sensación de vértigo ante la perspectiva de que estarán en Nueva York pronto, y entonces ella estará viviendo con Rick. Siente como si su vida está a punto de comenzar.

Capítulo 18

Hey chica, cuando vuelvas de tu retiro de amor con el chico escritor hazme una llamada. La pandilla tiene que ponerse al día. Lanie.

Kate lee el mensaje de texto, pone ojos. Se sienta en la cama... la cama de Rick y ella, y su dormitorio en el apartamento. Su ropa ha sido movida desde el dormitorio de invitados a la habitación de Rick, y unas cosas desordenadas sobre la cómoda y las mesitas de noche, hace que parezca su habitación. Todavía está un poco aturdida por el cariz de los acontecimientos. Aturdida, pero deliciosamente feliz. Llevan en Nueva York durante días y su antiguo apartamento ha sido completamente vaciado. Ella ahora oficialmente vive con la familia Castle.

Rick sale desde el cuarto de baño contiguo, secándose el pelo con una toalla, interrumpiendo sus pensamientos.

"¿Por qué estás sonriendo?" le pregunta él, arrojándole la toalla a ella.

"Lanie nos quiere para ponerse al día."

Sentándose a su lado, lee el mensaje, sonriendo.

"Lanie se va a morir cuando se entere de que has sucumbido a mis encantos." Él dice, ganándose una mirada y una bofetada a los bíceps.

Dándole la espalda a él, rápidamente envía una respuesta.

Lanie, estás delirando. Organiza algo con los chicos para comer. Rick y yo estaremos allí. Beckett.

Colocando el teléfono en la mesilla de noche, Kate arrastra a Rick, le desliza la toalla de alrededor de su cintura y se sienta en su regazo desnudo. Él tararea con emoción, dándole besos húmedos contra su cuello. Ella está demasiado absorta en su novio para ver la respuesta de Lanie.

¿RICK?

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"Bueno, señoras, ¿Os divertisteis?" Rick les pregunta, desde su estudio mientras Alexis y Kate entran en el apartamento. Alexis está sonriendo, con las mejillas de color rojo brillante de la emoción. En lugar de andar los pocos metros al supermercado, Alexis ha insistido en llevar su nuevo coche brillante ( por enésima vez ).

"Mi coche es tan, tan, tan bueno papá. Yo lo quiero mucho." Ella se arroja en sus brazos, lo abraza con fuerza. Rápidamente se aleja y sube corriendo escaleras arriba, murmurando algo de llamar a Paige. Rick vuelve su atención a Kate, que está apoyado en la encimera de la cocina, al lado de las bolsas de la comida, bebiendo su café.

"¿He elegido bien o qué?" le pregunta él, poniéndose delante de ella, con las manos rodeando sus caderas.

"Por mucho que odio inflar tu ego ya colosal, sí, has elegido bien. A ella le encanta, y es un buen coche primero para ella." Kate murmura, dejando la taza, y luego inclinándose para darle un pellizco en la mandíbula.

"Quizás, como te lo has tomado tan bien, me dejas comprarte un coche nuevo para ti, ya que el tuyo está a punto de morir." Él sabe que esto es territorio peligroso, Kate Beckett puede ser su novia y pueden estar viviendo juntos, pero sigue siendo ferozmente independiente.
Su boca deja su incursión contra su cuello y se echa hacia atrás, poniéndose de puntillas para estar a su altura.

"Rick...". Ella empieza, y él sabe que está a punto de darle una lista de excusas débiles, pero ya tiene una respuesta a todos ellas.

"Sí, lo sé, no te gusta la idea de que te compra cosas. Pero adivina qué, ¿Kate? Estamos en una relación, lo que significa que te puedo comprar lo que quiera. Me conoces, y sabes que no te estoy comprando cosas simplemente porque puedo, sino porque te quiero y lo quiero."

Él respira hondo, feliz porque no le ha interrumpido, y continúa.

"Así que, ¿en lugar de comprar un coche para ti, compro uno para nosotros. Un coche que podamos compartir... como un pez, un perro o algo así?"

"No sé Rick... ya tienes la SUV..."

Inclinando la cabeza hacia el techo, gime.

"Eres demasiado terca, ¿sabes qué? El SUV es mi coche. No se te permite conducirlo. Por lo tanto, necesitamos un coche que ambos podemos compartir. En realidad, ni siquiera voy a darte el placer de decir no. Vamos a tener un coche, y eso es todo. Fin de la discusión. Ja." Y con un gesto decisivo, le quita su café y se dirige hacia su estudio. Él ha estado descuidando Nikki las últimas semanas y tiene que escribir un poco.

"Además, vamos a casarnos muy pronto, detective, y cuando eso suceda lo que es mío será tuyo y no podrás rechazarlo". Mirando por encima del hombro, feliz por haber tenido la última palabra, está satisfecho de oír su grito de asombro sorprendido poco antes de cerrar la puerta de su estudio.

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Todavía un poco aturdida por las últimas palabras de Rick, Kate sube hasta su cuarto, tirándose en la cama. Coge su teléfono móvil, busca un número antes de pulsar llamada. Ha pospuesto esta llamada el tiempo suficiente. Suena un par de veces antes de que una familiar, voz de hombre responda.

"¿Katie?"

"Hola papá". Kate responde, rodando sobre su espalda.

"Katie, estoy tan contenta de que hayas llamado. ¿Has tenido una buena navidad con Castle y su familia?"

"Sí, la tuve. ¿Y tú? ¿Cómo está la tía Carol? "

Desde que su mamá había muerto, su padre pasa la mayor parte vacaciones con su hermana mayor en Virginia, y Kate las pasa sola o de trabajo. Hasta ahora.

"Tía Carol está bien, Katie. Hizo el pastel de calabaza más grande este año".

Kate se echa a reír suavemente en el teléfono, con el estómago en un nudo cuando las siguientes palabras salen de su boca.

"Papá... Cas... o sea, Rick y yo... nos gustaría comer contigo cuando vuelvas."

Se hace un silencio en el otro extremo durante unos segundos. Kate se muerde el labio inferior, un poco preocupada. Ella y su padre tuvieron una pelea bastante grande después de su incidente el año pasado, y vivir con Rick en ese momento no había ayudado a la situación. Ella había roto la falta de comunicación y lo llamó justo antes de Navidad, haciéndole saber sus planes para pasar una semana con la familia Castle, y él parecía realmente feliz por ella. Su silencio, ha revuelto su estómago nervioso.

"¿Rick?"

"Sí, papá. Él y yo... Estamos… juntos ahora."

Hay otro silencio, hasta que Kate oye a su papá soltar una carcajada.

"Bueno, ya era hora, Katie. Ya era hora".

Kate exhala un suspiro de alivio y se echa a reír con su papá, sonrojándose ligeramente.

"Está bien, cariño. Cuando esté de vuelta te voy a llamar y ya concretamos."

"Suena bien. Ah, y ¿papá?"

"¿Sí, Katie?"

"Feliz Navidad... Lo siento por no llamarte."

"No lo sientas, cariño. Feliz Navidad a ti también. Sé que tu madre estará feliz por ti y Rick. Te amo."

"Te amo, papá."

Las lágrimas borran su visión, desconecta la llamada, y hunde la cara en la almohada. En tiempos como estos realmente extraña a su mamá.

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"No puedo deciros cuánto me alegro de que ambos hayáis hecho caso a vuestros sentidos." Martha Rodgers dice, manteniendo a Kate en un fuerte abrazo. Su hijo sonríe adorablemente, pero ella nunca lo ha visto tan feliz. La joven detective se ruboriza, causando que Martha se ría de nuevo.

"Cariño, abre un poco de vino, hay que celebrar!" Ella decide, alejándose de Kate, acariciando su mejilla con cariño.

"Ahh, Madre... en realidad vamos a salir. Pero si no estás ocupada más tarde, todos podemos salir a cenar." Su hijo dice, cogiendo su abrigo y el de Kate. Marta ha entrado en el desván, recién llegada de su viaje al Caribe, justo cuando estaban a punto de salir. Rápidamente se había dado cuenta del nuevo 'status quo' entre Kate y él, Marta había dejado caer la maleta y la bolsa y tirado de Kate en un abrazo.

"Eso está bien, está bien. ¿Dónde está Alexis? Tengo unos regalos para ella." Siempre en movimiento, Martha sube las escaleras, dejando a Kate y Rick de pie y sin habla.

"Oook. Bueno, esa es Madre. Vamos, detective, tenemos una cita para comer." Ayudándola con su abrigo, se dirigen rápidamente a la calle, hacia el apartamento de Ryan.

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Ryan abre la puerta, anunciando a Beckett y Castle en su casa. Les coge sus abrigos y los guantes y los pone en el armario del pasillo. Lanie y Esposito ya están allí, y el oyen la conmoción de la sala principal para darles la bienvenida. Lanie da a Beckett un abrazo mientras que Esposito estrecha la mano de Castle. Jenny está al lado, acunando a Emma en sus brazos.

"Me alegro de verte, Castle". Esposito dice mientras que Lanie se aparta de Beckett y mira los ojos de su amiga.

"He ganado". Dice con el tiempo, volviéndose a Esposito y Ryan, extendiendo su mano y una sonrisa satisfecha en su rostro.

Los dos chicos la miran, luego a Beckett y Castle, a continuación, vuelven a Lanie.

"Maldita sea". Esposito dice en primer lugar, a regañadientes busca en su bolsillo trasero y saca su cartera. Ryan hace lo mismo, y le entregan el dinero rápidamente.

"Uh... ¿chicos?" Beckett dice, un poco irritada.

Los chicos ponen a Lanie delante de ellos, sabiendo que van a ser atacados cuando Beckett se entere de su apuesta.

"Cariño, no te sorprendas. Sabe que los chicos apuestan a cualquier cosa. Son solo perdedores, eso es todo." Lanie dice suavemente, tratando de no sonreír.

Beckett no se sorprende, realmente, sabe que había sido una apuesta sobre cuando ella y Castle se iban a juntar... pero eso fue hace tres años. Saber que había durado tanto tiempo es la sorpresa.

"Sí, bueno, chicos de ahora en adelante, no hagáis más. A menos que yo esté incluida." Con eso, sorprende a sus dos detectives que tiran de ella en un abrazo.

Riéndose de sus sorprendidas expresiones, sigue a Lanie y Jenny a la cocina, dejando a los niños a su pequeño hombre para ponerse al día.

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"Es como jugar a la patata caliente... sólo que con un bebé." Ryan dice, viendo como su hija es acunada, y entonces se pasa a otra persona, vuelven a acunarla, entonces se pasa a otra persona. Una y otra vez. Los hombres, Ryan, Castle y Esposito están frente a la TV de plasma, con cervezas en la mano. Las mujeres, Becket, Lanie y Jenny, están de pie alrededor de la mesa de la cocina circular, Emma ahora está firmemente en los brazos de Beckett, y no la suelta.

"¿Por lo tanto, supongo que no hace falta que te mate, Castle?" Esposito pregunta, empujando a Castle.

"Uh, no." Castle responde, recordando la conversación que había tenido con Beckett en la cabaña.

"En realidad, tienes que estar en alerta, Castle. Hazle daño, y vas a tener un funeral muy lento." Ryan dice, y Castle está un poco sorprendido por la ferocidad inusual de su tono. Parece que papá Ryan es aún más protector que el antiguo Ryan.

"Lo habéis dicho en voz alta y clara Confiar en mí. Yo nunca intencionalmente voy a hacerle daño." Dice después de unos segundos, torciendo su cerveza entre los dedos. Echa un vistazo al lugar donde su novia está de pie, charlando con sus amigos, mirándola como si no habría nadie más en el mundo. Él sonríe, sabiendo que es en parte responsable de ello.

Oyendo la sinceridad de su voz, Ryan y Esposito asienten con la cabeza el uno al otro, antes de brindar con sus cervezas, Ryan aleatoriamente saca el tema de cómo los pañales del bebé son repugnantes.

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"Por lo tanto, niña. ¿Tú y el chico escritor?"

Una profesional con el bisturí, Lanie ha sido nombrada chef, y utiliza el cuchillo afilado para cortar los tomates mientras Jenny lava la lechuga para los sándwiches. Beckett está apoyado contra el mostrador, Emma ahora está en sus brazos después de tener una breve pelea con Lanie sobre quién la cogería.

"¿Qué hay sobre ello?" Pregunta ella, jugando tímida. Ella sabe que Lanie ha tenido fe en el equipo Caskett desde el primer día, así que es divertido bromear con ella un poco más.

"Cariño, no me hagas pegarte."

Riendo, Beckett acuna a Emma en sus brazos antes de responder.

"Ok, ok. Castle y yo estamos juntos. ¿Feliz?"

Lanie suelta el cuchillo y dramáticamente inclina la cabeza hacia el cielo.

"Oh, gracias Señor. Ya era hora".

Jenny, que ha estado callada la mayor parte del tiempo, sonríe suavemente a Beckett.

"Felicidades, Kate."

Beckett le devuelve la sonrisa a Jenny, mientras que intenta que Emma se duerma en sus brazos.

"Basta de hablar de Castle y yo. Quiero escuchar todos los detalles sobre Emma".

Llevando la lechuga a Lanie, Jenny feliz charla acerca de larga espera de la llegada de Emma.

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"Kaaaaaaate".

Cuando ella no responde, Rick la toca suavemente en las costillas.

"Kaaaaaate. Despierta".

Dejando escapar un resoplido de fastidio, Kate abre los ojos, dando la vuelta en los brazos de Rick para mirarle a él.

"Yo estaba casi dormida. ¿Qué?"

"Bueno, Dios, si vas a estar de mal humor, no importa." Se deja caer, de espaldas a ella. Kate ni siquiera tiene que ver su cara para saber que está haciendo pucheros como un niño de 5 años que no se le permite el helado antes de la cena. Ella también sabe que si no le hace caso va a despertarla de nuevo en media hora. Suspirando, mueve el hombro hasta que se acuesta sobre su espalda. Ella se incorpora sobre un codo y no dice nada. Finalmente él abre un ojo y luego el otro, y pronto la está mirando como un cachorro herido.

"¿Vas a ser buena ahora?" Le pregunta con elegancia. Pone toda su fuerza de voluntad para no ponerle ojos.

"Sí, Rick. Lo siento por el mordisco."

Su voz suena con sarcasmo, y ella sabe que él le ha oído, pero él decide fingir. Él usa ambas manos para acercar su rostro, antes de presionar su boca a la suya, besándola profundamente. Finalmente se aparta, su nariz tocando la suya.

"Sólo quería decir Te Quiero. Y estoy tan feliz de que estés aquí conmigo."

Ella casi derretida, con el corazón saltando en su garganta, con escalofríos a través de su piel. Ella aplasta sus labios contra los suyos, haciéndole rodar encima de ella, envolviendo sus brazos con fuerza alrededor de su cuello. Dios, se pregunta cómo ha llegado a tener esta maldita suerte.

Epílogo

Richard Castle mira desde el balcón de su casa de la playa de los Hamptons como sus amigos descansan abajo, con las toallas sobre la arena blanca y una sombrilla roja para que les de sombra. Es el fin de semana de Cuatro de Julio, y con mucha planificación, Rick tiene la suerte de tener a sus más cercanos amigos pasando el fin de semana con él, Kate y Alexis.

Puede ver a Esposito en la barbacoa, Lanie regañándole por quemar las hamburguesas, con su gran anillo de compromiso expuesto al sol. Ryan y Jennifer acurrucados bajo la sombrilla, ninguno de los dos interesados en que el sol queme su piel blanca. Alexis está sentada justo en el borde del agua, con la pequeña Emma abrazada con fuerza en sus brazos, el bebé da grititos de alegría cuando las olas rebotan en sus pies regordetes. Jim Beckett y Madre parecen estar envueltos en una profunda conversación, debatiendo si la cerveza o el vino es mejor... Conociendo a su madre, ella va a ganar.

No puede ver a Kate en ningún sitio, pero segundos después siente que alguien envuelve sus brazos alrededor de su cintura, besando el centro de la espalda.

"Hola".

Se da la vuelta, tirando de ella en un beso profundo.

"Hola a ti también. ¿Por qué te estás escondiendo aquí?" Le pregunta, dándole una sonrisa.

Se encoge de hombros, dándose así cuenta que está apoyada en el balcón, frente a él. Con una mano sostiene la suya, su otra mano está en el bolsillo del pantalón, sus dedos tocan la caja azul que ha estado escondiendo durante semanas. No ha encontrado el momento o lugar, hasta ahora.

Ella lo mira con curiosidad, su nuez vibra con nerviosismo. Tomando una respiración profunda, saca la caja pequeña, los ojos de Kate inmediatamente se sienten atraídos por ella, un pequeño sonido escapa de su garganta cuando se da cuenta exactamente de qué se trata.

"Cierra la puerta principal."

Él se ríe suavemente, con cuidado va poniendo una rodilla en el suelo. Antes de que tenga la oportunidad de pedírselo, la puerta del patio se abre, y asustado, se pone de pie, girando la cara hacia el intruso, su mano sostiene la caja escondida detrás de la espalda. Es su madre, sus ojos están brillantes por las lágrimas derramadas, llevando su teléfono móvil en una mano.

"¡Madre!"

Todas las veces que tiene para interrumpir, y ¿ella elige esta?

"Richard, querido, necesitas coger esta llamada."

Kate, siente la urgencia en la voz de Marta, cierra su mano alrededor de la de Rick, empujando suavemente su mano en el bolsillo, dejando caer la caja dentro. Uniendo sus manos, ella entrelaza sus dedos con él, tira de él hacia Marta. Usando su mano libre, Rick coge el teléfono.

"Rick Castle al habla." No le importa sonar enfadado, quien está al otro lado ha interrumpido la proposición!

"Hola Sr. Castle, soy Deborah MacKinnon de Servicios de Protección Infantil. Tenemos una niña con el nombre de Lilly Liascos actualmente a nuestro cuidado..."

Sintiendo que su cuerpo se tensa, Kate ve como una gran variedad de expresiones cruzan su rostro, antes de asentarse en una. Devastado.

"¿Qué pasa, Rick?"

Vuelve los ojos atónitos su casi-prometida, el llanto nublar su visión, sin saber siquiera por dónde empezar...