Vacaciones en Roma-Tamyalways-Final subido
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Vacaciones en Roma-Tamyalways-Final subido
Buenos días, tras dejar atrás una historia más aquí estamos empezando otra. Otra historia de amor de la que espero que disfrutéis. Gracias por seguir ahí y como siempre os pido darle una oportunidad.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 1
POV RICK
He firmado mi primer contrato para publicar mi primer libro. Estoy ilusionado y cagado a partes iguales. Por eso, he decidido tomarme unos días antes de que todo empiece, no quiero volverme loco con todo lo que puede venirme, aunque claro eso solo será si mi libro al final tiene éxito o no. Eso también me tiene nervioso, esta puede ser además de la primera oportunidad la ultima, si la cago si esto no va bien quizás tenga que ir olvidándome de seguir escribiendo.
Ayer llegue a Italia, más concretamente a Roma. Quería pasarme un par de semanas aquí, visitar la ciudad, conocer mundo y por supuesto quitarme ese peso de encima, quería disfrutar todo lo que pudiera hasta que llegara el día de la presentación, quería relajarme.
Voy con mi mapa y mi cámara de fotos recorriendo cada parte de la ciudad. El primer día he aprovechado para visitar el Vaticano. Es espectacular, creo que de lo más bonito que he visto en mi vida. Nunca he sido de los que he valorado mucho el arte, pero ver tantas obras juntas ha sido increíble.
Ahora vuelvo al hotel ya cansado de tanto andar. Me di una buena ducha y decidí salir a cenar fuera del hotel. Quizás disfrutar un poco de la ciudad de noche.
Miro a mí alrededor y todo es muy distinto a Nueva York, pero me gusta la gente de aquí. Siempre sonriendo con mucho gusto vistiendo y también la forma de ser es distinta, son más abiertos.
Me siento en una mesa pequeña pegada a la ventana y desde allí veo a la gente pasar. La gente habla a mí alrededor y no entiendo nada de nada. Me gusta eso, me siento bien con esa soledad quizás es lo que necesitaba. Pero también sé que es porque llevo solo un día aquí, seguramente cuando lleve dos semanas aquí sin hablar con nadie me habré vuelto completamente loco.
Ceno tranquilamente, la mejor pizza de mi vida, sin duda otra cosa de la que voy a disfrutar mucho, la buena comida italiana. Cuando acabo paseo por la zona aun con gente por las calles aunque en esta ciudad se madruga bastante.
Decido acabar el día por hoy. Mañana quería disfrutar de la ciudad desde bien temprano, disfrutar de sus plazas, de sus palacios, de cada pequeño rincón que puede darme esta ciudad.
Me levanto con el primer rayo de sol. Cuando consigo levantarme miro mi teléfono y veo que tengo un mensaje de mi editora.
Llámame cuando veas esto. Da igual la hora que sea, apenas tengo horas de sueño.
Tienen que ser la una de la madrugada o así en Nueva York, dudo mucho en decidirme, pero al final acabo llamándola, necesito saber si algo va mal.
-¿Si?-escucho una voz soñolienta al otro lado, y casi me arrepiento de haber llamado.
-Soy Rick.
-Oh, mi chico de oro-dice y sé que está sonriendo, eso tiene que ser bueno ¿no?
-¿Va todo bien por allí?
-Sí, mucho trabajo, preparando todo para la presentación. Quería avisarte de que tengo algunas entrevistas ya programadas para después y si todo sale bien vamos a cerrar una gira por algunas ciudades.
-Eso es genial ¿no?
-¿Estas de coña? Eso es fabuloso. Estoy segura de que esto va a funcionar. Te llamaba porque te he mandado unos papeles para que me los firmes. Tendrás que ir a un bufete de unos amigos. Ellos recibirán los papeles y me los mandaran de nuevo. ¿Ok?
-Claro. ¿Para que es?
-Para poder empezar con la distribución. Ojala no hubieras decidido hacer ahora ese viaje.
-Tú me lo aconsejaste.
-Si es verdad, ya sabes porque. Creo que vas a conseguir vender bastante y tendrás que trabajar mucho. Tu vida cambiara.
-Espero que para bien.
-Eso no lo dudes. Disfruta de tu viaje, cuando estén los papeles listo te llamo.
-Ok.
-Disfruta.
-Gracias-digo antes de colgar.
Después de la llamada rara de esta mañana decido salir temprano, descubrir la ciudad con mi mapa en la mano como un turista más. Pero olvidándome de que nunca me he llevado muy bien con los mapas.
Casi me encuentro las cosas por casualidad, más que porque las estuviera buscando así como así. Pero llevo ya más de tres cuartos de horas buscando La Fontana di Trevi y no consigo encontrarla. Estoy ya desesperado. Me habían dicho que era complicada de encontrar pero esto ya es demasiado.
Había preguntado ya a un par de personas pero no entendían mi idioma y yo menos aun el suyo. Lo que significa que sigo completamente perdido y frustrado. Decido preguntar una vez más y ya está si tengo suerte perfecto, sino mañana será otro día.
Decido que voy a girarme y a la primera persona con la que me encuentre le preguntaré. Tomo aire me giro y me encuentro a un hombre más italiano de lo que yo era americano. Frustrado me doy la vuelta para irme con la mala suerte de chocarme contra alguien.
-Mi scusi-digo disculpándome mientras ayudo a la chica a recoger los papeles que llevaba encima y también recojo el maldito mapa.
-Dei turista
-Mi scusi-repito de nuevo sin entender y entonces señala mi mapa-Se…aiturmi…io…joder esto es una mierda-digo maldiciendo y la veo sonreír.
-¿Qué necesitas?
-Yo…-entonces me doy cuenta de que habla mi idioma y me siento como un idiota.- ¿Sabes mi idioma?-digo sorprendido.
-Soy neoyorkina.
-Oh dios mío-digo riéndome-menos mal, creía que iba a volverme loco.
-¿Qué necesitas?
-Llevo no se ya he perdido la cuenta del tiempo que llevo dando vueltas buscando la Fontana di Trevi. Dicen que es espectacular y eso espero porque…estoy a punto de volverme loco-digo efusivo y la veo sonreír. Tiene una sonrisa preciosa.
-Si quieres puedo indicarte. La verdad es que es un poco complicado de llegar.
-Eso no hace que me sienta mejor. Soy un patoso para orientarme.
-Vale, déjame ver-dice quitándome el mapa y colocándose más cerca mientras me explica cómo llegar, pero estoy perdido en su olor y joder en lo guapa que es-¿Te has enterado?-dice preguntándome mientras me mira.
-La verdad es que no, ya te he dicho que no soy muy bueno con la orientación.
-Pero si estas a un par de giros de aquí.
-Ya pero…-digo encogiéndome de hombros-podías acompañarme ¿no?-digo con una sonrisa.
-Tengo que irme lo siento.
-¿Trabajo?
-Algo así.
-¿Nada que no pueda esperar un poquito?-digo poniéndole morritos como un crio-voy a estar un par de semanas en la ciudad y estoy seguro de que me tirare dos semanas buscándola y no la encontraré. Por favor-digo casi suplicando.
-Eres un poco exagerado ¿no?
-¿Yo?-digo de forma exagerada haciéndonos reír a los dos-venga, ¿no te gustaría hablar un rato tu idioma? Conmigo puedes hacerlo.
-Mi piace l'italiano-dice con una sonrisa y no sé lo que ha dicho pero me da igual porque está de nuevo sonriendo.
-¿Entonces no vas a ayudar a este pobre neoyorkino?-digo haciéndole reír.
-Vale te llevo y me voy. De verdad tengo que irme.
-Bien-digo quizás más alegre de lo que debería pero me da igual cuando la veo andar hacia delante y yo la sigo a su lado.
Camino a su lado sin poder dejar de mirarla de reojo, es preciosa y toda una suerte poder encontrarme con ella, y más de la forma en la que ha sido. Apenas me doy cuenta de que estoy andando hasta que escucho el sonido del agua y el murmullo de un montón de gente.
-¿Preparado? En cuanto giremos esa esquina vas a ver algo fantástico-dice con una sonrisa.
-Ya lo estoy viendo-digo mirándola y espero que se sonroje pero no lo hace simplemente empieza a reírse.
-En eso pareces italiano, aunque lo creas no eres muy buen conquistador-dice con una sonrisa caminando hacia delante y tengo que correr para poder ponerme a su lado.
-Soy muy bueno conquistando, solo dame un poco de tiempo y…-pero entonces giramos la esquina y es mucho más impresionante de lo que pueden llegar a explicar cualquiera con palabras.-Es…increíble-digo con la boca abierta y la veo sonreír a mi lado.
-Esa es la expresión que puse la primera vez que la vi.
-No pensé que pudiera quedarme así de flipado. La verdad es que nunca he apreciado este tipo de cosas.
-Pues parece que ahora si la valoraras-dice con una sonrisa-ya he cumplido, tengo que rime.
-¿En serio? No puedes quedarte un ratito. Tengo que cumplir con la tradición y puedes ayudarme y grabarme ¿no?-digo poniendo morritos.
-¿Te funciona con alguien?
-Bueno la estadística depende mucho de tu respuesta-digo con una sonrisa y la veo mirar el reloj un par de veces y entonces sin decir nada camina hacia la fuente y yo le sigo con una sonrisa, sin duda mi día ha empezado a ir mejor, mucho mejor.
CONTINUARÁ…
Bueno pues espero que os haya gustado el primer capítulo, en principio parece que esta historia será más amena, más como un amor juvenil aunque no sean unos niños. Pero ya sabéis que mis historias son un poco montaña rusa. Espero que os haya gustado y queráis seguir leyéndola.
Gracias por estar ahí siempre.
XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 1
POV RICK
He firmado mi primer contrato para publicar mi primer libro. Estoy ilusionado y cagado a partes iguales. Por eso, he decidido tomarme unos días antes de que todo empiece, no quiero volverme loco con todo lo que puede venirme, aunque claro eso solo será si mi libro al final tiene éxito o no. Eso también me tiene nervioso, esta puede ser además de la primera oportunidad la ultima, si la cago si esto no va bien quizás tenga que ir olvidándome de seguir escribiendo.
Ayer llegue a Italia, más concretamente a Roma. Quería pasarme un par de semanas aquí, visitar la ciudad, conocer mundo y por supuesto quitarme ese peso de encima, quería disfrutar todo lo que pudiera hasta que llegara el día de la presentación, quería relajarme.
Voy con mi mapa y mi cámara de fotos recorriendo cada parte de la ciudad. El primer día he aprovechado para visitar el Vaticano. Es espectacular, creo que de lo más bonito que he visto en mi vida. Nunca he sido de los que he valorado mucho el arte, pero ver tantas obras juntas ha sido increíble.
Ahora vuelvo al hotel ya cansado de tanto andar. Me di una buena ducha y decidí salir a cenar fuera del hotel. Quizás disfrutar un poco de la ciudad de noche.
Miro a mí alrededor y todo es muy distinto a Nueva York, pero me gusta la gente de aquí. Siempre sonriendo con mucho gusto vistiendo y también la forma de ser es distinta, son más abiertos.
Me siento en una mesa pequeña pegada a la ventana y desde allí veo a la gente pasar. La gente habla a mí alrededor y no entiendo nada de nada. Me gusta eso, me siento bien con esa soledad quizás es lo que necesitaba. Pero también sé que es porque llevo solo un día aquí, seguramente cuando lleve dos semanas aquí sin hablar con nadie me habré vuelto completamente loco.
Ceno tranquilamente, la mejor pizza de mi vida, sin duda otra cosa de la que voy a disfrutar mucho, la buena comida italiana. Cuando acabo paseo por la zona aun con gente por las calles aunque en esta ciudad se madruga bastante.
Decido acabar el día por hoy. Mañana quería disfrutar de la ciudad desde bien temprano, disfrutar de sus plazas, de sus palacios, de cada pequeño rincón que puede darme esta ciudad.
Me levanto con el primer rayo de sol. Cuando consigo levantarme miro mi teléfono y veo que tengo un mensaje de mi editora.
Llámame cuando veas esto. Da igual la hora que sea, apenas tengo horas de sueño.
Tienen que ser la una de la madrugada o así en Nueva York, dudo mucho en decidirme, pero al final acabo llamándola, necesito saber si algo va mal.
-¿Si?-escucho una voz soñolienta al otro lado, y casi me arrepiento de haber llamado.
-Soy Rick.
-Oh, mi chico de oro-dice y sé que está sonriendo, eso tiene que ser bueno ¿no?
-¿Va todo bien por allí?
-Sí, mucho trabajo, preparando todo para la presentación. Quería avisarte de que tengo algunas entrevistas ya programadas para después y si todo sale bien vamos a cerrar una gira por algunas ciudades.
-Eso es genial ¿no?
-¿Estas de coña? Eso es fabuloso. Estoy segura de que esto va a funcionar. Te llamaba porque te he mandado unos papeles para que me los firmes. Tendrás que ir a un bufete de unos amigos. Ellos recibirán los papeles y me los mandaran de nuevo. ¿Ok?
-Claro. ¿Para que es?
-Para poder empezar con la distribución. Ojala no hubieras decidido hacer ahora ese viaje.
-Tú me lo aconsejaste.
-Si es verdad, ya sabes porque. Creo que vas a conseguir vender bastante y tendrás que trabajar mucho. Tu vida cambiara.
-Espero que para bien.
-Eso no lo dudes. Disfruta de tu viaje, cuando estén los papeles listo te llamo.
-Ok.
-Disfruta.
-Gracias-digo antes de colgar.
Después de la llamada rara de esta mañana decido salir temprano, descubrir la ciudad con mi mapa en la mano como un turista más. Pero olvidándome de que nunca me he llevado muy bien con los mapas.
Casi me encuentro las cosas por casualidad, más que porque las estuviera buscando así como así. Pero llevo ya más de tres cuartos de horas buscando La Fontana di Trevi y no consigo encontrarla. Estoy ya desesperado. Me habían dicho que era complicada de encontrar pero esto ya es demasiado.
Había preguntado ya a un par de personas pero no entendían mi idioma y yo menos aun el suyo. Lo que significa que sigo completamente perdido y frustrado. Decido preguntar una vez más y ya está si tengo suerte perfecto, sino mañana será otro día.
Decido que voy a girarme y a la primera persona con la que me encuentre le preguntaré. Tomo aire me giro y me encuentro a un hombre más italiano de lo que yo era americano. Frustrado me doy la vuelta para irme con la mala suerte de chocarme contra alguien.
-Mi scusi-digo disculpándome mientras ayudo a la chica a recoger los papeles que llevaba encima y también recojo el maldito mapa.
-Dei turista
-Mi scusi-repito de nuevo sin entender y entonces señala mi mapa-Se…aiturmi…io…joder esto es una mierda-digo maldiciendo y la veo sonreír.
-¿Qué necesitas?
-Yo…-entonces me doy cuenta de que habla mi idioma y me siento como un idiota.- ¿Sabes mi idioma?-digo sorprendido.
-Soy neoyorkina.
-Oh dios mío-digo riéndome-menos mal, creía que iba a volverme loco.
-¿Qué necesitas?
-Llevo no se ya he perdido la cuenta del tiempo que llevo dando vueltas buscando la Fontana di Trevi. Dicen que es espectacular y eso espero porque…estoy a punto de volverme loco-digo efusivo y la veo sonreír. Tiene una sonrisa preciosa.
-Si quieres puedo indicarte. La verdad es que es un poco complicado de llegar.
-Eso no hace que me sienta mejor. Soy un patoso para orientarme.
-Vale, déjame ver-dice quitándome el mapa y colocándose más cerca mientras me explica cómo llegar, pero estoy perdido en su olor y joder en lo guapa que es-¿Te has enterado?-dice preguntándome mientras me mira.
-La verdad es que no, ya te he dicho que no soy muy bueno con la orientación.
-Pero si estas a un par de giros de aquí.
-Ya pero…-digo encogiéndome de hombros-podías acompañarme ¿no?-digo con una sonrisa.
-Tengo que irme lo siento.
-¿Trabajo?
-Algo así.
-¿Nada que no pueda esperar un poquito?-digo poniéndole morritos como un crio-voy a estar un par de semanas en la ciudad y estoy seguro de que me tirare dos semanas buscándola y no la encontraré. Por favor-digo casi suplicando.
-Eres un poco exagerado ¿no?
-¿Yo?-digo de forma exagerada haciéndonos reír a los dos-venga, ¿no te gustaría hablar un rato tu idioma? Conmigo puedes hacerlo.
-Mi piace l'italiano-dice con una sonrisa y no sé lo que ha dicho pero me da igual porque está de nuevo sonriendo.
-¿Entonces no vas a ayudar a este pobre neoyorkino?-digo haciéndole reír.
-Vale te llevo y me voy. De verdad tengo que irme.
-Bien-digo quizás más alegre de lo que debería pero me da igual cuando la veo andar hacia delante y yo la sigo a su lado.
Camino a su lado sin poder dejar de mirarla de reojo, es preciosa y toda una suerte poder encontrarme con ella, y más de la forma en la que ha sido. Apenas me doy cuenta de que estoy andando hasta que escucho el sonido del agua y el murmullo de un montón de gente.
-¿Preparado? En cuanto giremos esa esquina vas a ver algo fantástico-dice con una sonrisa.
-Ya lo estoy viendo-digo mirándola y espero que se sonroje pero no lo hace simplemente empieza a reírse.
-En eso pareces italiano, aunque lo creas no eres muy buen conquistador-dice con una sonrisa caminando hacia delante y tengo que correr para poder ponerme a su lado.
-Soy muy bueno conquistando, solo dame un poco de tiempo y…-pero entonces giramos la esquina y es mucho más impresionante de lo que pueden llegar a explicar cualquiera con palabras.-Es…increíble-digo con la boca abierta y la veo sonreír a mi lado.
-Esa es la expresión que puse la primera vez que la vi.
-No pensé que pudiera quedarme así de flipado. La verdad es que nunca he apreciado este tipo de cosas.
-Pues parece que ahora si la valoraras-dice con una sonrisa-ya he cumplido, tengo que rime.
-¿En serio? No puedes quedarte un ratito. Tengo que cumplir con la tradición y puedes ayudarme y grabarme ¿no?-digo poniendo morritos.
-¿Te funciona con alguien?
-Bueno la estadística depende mucho de tu respuesta-digo con una sonrisa y la veo mirar el reloj un par de veces y entonces sin decir nada camina hacia la fuente y yo le sigo con una sonrisa, sin duda mi día ha empezado a ir mejor, mucho mejor.
CONTINUARÁ…
Bueno pues espero que os haya gustado el primer capítulo, en principio parece que esta historia será más amena, más como un amor juvenil aunque no sean unos niños. Pero ya sabéis que mis historias son un poco montaña rusa. Espero que os haya gustado y queráis seguir leyéndola.
Gracias por estar ahí siempre.
XXOO
Twitter: tamyalways
Última edición por tamyalways el Mar Oct 24, 2017 10:21 pm, editado 1 vez
tamyalways- Autor de best-seller
- Mensajes : 780
Fecha de inscripción : 04/09/2015
Re: Vacaciones en Roma-Tamyalways-Final subido
Encantador inicio de historia..fascinante que él lugar sea roma, bona notte. Piccola. Espere con ansias él próximo.
BRIGITTEALWAYSBELIEVE- As del póker
- Mensajes : 420
Fecha de inscripción : 15/06/2015
Localización : BOGOTA
Capítulo 2
Buenos días y como siempre mil gracias por estar ahí. Feliz de que os haya gustado el primer capítulo, pero esto sigue y ya os aviso que es la historia más larga que he escrito. Así que, queda mucha historia por delante, la verdad es que cuando empecé a escribirla no pensé que me daría para tanto pero a veces las historias te sorprenden y lo que empieza siendo algo pequeño se convierte en algo muy duradero. Espero que esta historia continúe gustando capítulo tras capítulo, es un gran reto como cada historia que escribo.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 2
POV RICK
Poso para la foto con una sonrisa y haciendo el tonto, provocando una sonrisa en su cara. Era demasiado guapa como para no fijarse en ella, hacía competencia a la preciosidad que tenía justo en mi espalda. Además era lista y divertida, eso también me gustaba y quizás también me sentía muy solo así que no quería dejarla escapar.
La fuente está repleta de gente haciéndose la típica foto de la moneda. Cuando la consigo me acerco casi chocando con el resto hasta llegar a ella que me devuelve el móvil haciendo que nuestras manos se tocasen haciendo que me dé calambre y casi acaba el móvil en el suelo. La veo sonreír y sé que ella también lo ha sentido.
-Ya si tengo que irme-dice casi sin mirarme.
-No puedo dejarte ir-digo de repente y la veo mirarme sorprendida-quiero decir sin agradecerte. Déjame invitarte a comer-digo con una pequeña sonrisa para que viera seguridad en mis palabras aunque en realidad tenía miedo.
-Yo…
-Venga sin ti estaría perdido. Creo que me tiraría las dos semanas buscándola y no la hubiera encontrado. Así que como dice mi madre es de bien nacido ser agradecido-digo con una sonrisa ya más segura y la veo cabecear pero termina apareciendo una sonrisa en su cara.
-¿Sabes lo que decía mi madre siempre?
-¿Qué?
-Que no hable con desconocidos.
-Pues esa promesa ya la has roto así que-digo haciéndola reír-Me llamo Rick-digo extendiendo mi mano hacia ella y la veo ocultar una sonrisa antes de entrelazar nuestras manos.
-Kate, me llamo Kate-dice con una sonrisa e incluso el nombre lo tiene bonito.
-Pregunta lo que quieras y yo te contestaré, así me conocerás. Aunque sería mejor tener esta charla comiendo. Me muero de hambre-digo acercándome a su oído como si fuera un secreto.
La veo dudar en la respuesta pero finalmente la veo asentir con una sonrisa y camino a su lado para poder entrar en el primer restaurante que vimos.
Pedimos de comer y nos sentamos uno enfrente del otro esperando a la comida sin apenas decir nada. Cuando llega la comida es el momento en el que decidimos empezar la charla, no quería perder mucho tiempo para poder conocerla.
-Entonces Kate, ¿Qué haces tan lejos de tu casa?
-¿No era yo quien iba a preguntar?
-Bueno esto tiene que ser cosa de dos ¿no?-digo con una sonrisa.
-Está bien, pero empiezo yo-dice sonriendo-¿Qué haces aquí? ¿Vacaciones?
-Algo así, más bien huyendo. Bueno huyendo no-digo sin ser capaz de explicarme-dentro de un par de semanas o así mi vida puede que cambie-digo con una sonrisa y me mira sin saber que decir-para bien, o eso creo-digo con una sonrisa y la veo sonreír- quería hacer un buen viaje antes de que mi vida diera ese vuelco.
-Yo llevo aquí casi tres años. Vine para estudiar y ahora estoy de becaria en el Museo del Vaticano.
-¿En serio?
-Si.
-Ya decía yo que eras la mejor guía que podía haber encontrado-digo haciéndola reír.
-Dices que no se te dan bien los mapas, ¿Qué se te da bien?
-Las mujeres-digo haciéndola reír y riéndome yo también.-Soy más de letras, me gustan las palabras. ¿Fue difícil dejarlo todo? ¿Fue difícil venir a un país lejano al tuyo?
-Por momentos es complicado, pero estoy haciendo lo que quiero, lo que siempre he querido hacer. Estoy cumpliendo mis sueños.
-No sé si sería capaz de dejar mi casa, mi país, mi familia.
-Quizás sea porque nunca he tenido ese apego por mi familia y mi casa-dice de repente poniéndose seria y no quería que lo hiciera.
-Yo es que soy un niño de mama-digo sacándole de nuevo una sonrisa-soy hijo único y mi madre…me sacó adelante ella sola, creo que eso si me hace ser un niño de mama.
-Tienes que estar orgulloso de ella.
-Lo estoy, trabajo mucho para que yo pueda estar en el momento en el que estoy.
-Mis padres…también trabajaron mucho para que yo pueda estar aquí, pero quizás a veces es mejor ser simplemente padres.
-Entiendo, te hubiera gustado estar más con ello.
-Sí, aunque me hubiera costado más llegar a donde estoy-dice sin duda emocionada.
-Bueno dejemos esos temas. ¿Tienes novio?-digo haciéndole reír de nuevo.
-Mejor no contesto.
-Bueno acepto. Pero me toca hacer otra pregunta.
-No, has perdido tu oportunidad-dice con una sonrisa-¿Comida favorita?
-Oh…no lo sé, me encanta la comida-digo con una sonrisa-las cheeseburguer.
-¿En serio? Pensé que serías más exquisito.
-¿Yo? ¿Por qué?
-No te ofendas pero…parece un poco.
-Un poco que.
-No, no quiero ofenderte.
-No me ofendes, de verdad-digo haciendo gesto con la mano sin duda algo enojado de que pudiera pensar algo de mi sin conocerme.
-Da igual. Tengo que irme.
-No espera, lo siento-digo levantándome y colocando mi mano sobre su brazo para impedir que se vaya.
-En serio, tengo que irme. Me lo he pasado muy bien, pero ya debería irme.
-Está bien-digo con una sonrisa-me alegro de haber podido hablar contigo. De verdad, creo que iba a volverme loco. ¿No te ha gustado hablar con un neoyorkino?-digo con una sonrisa.
-La verdad…es que mi compañera de piso lo es-dice haciéndome sentir algo mal-pero me alegra haber hablado contigo-dice con una sonrisa levantándose y no puedo dejarla ir.
-Espera, ¿Puedes darme tu numero? Es por si me pierdo otra vez o algo…no sé…
-Está bien. Pero no te pases. Algunos no estamos de vacaciones-dice sacando un boli y me lo apunta rápidamente en la palma de la mano.
-Te llamaré-digo con una sonrisa y ella me mira con cara de aviso-está bien, intentaré no ser pesado ¿sí? Solo si necesito algo-digo con mi mejor cara de bueno, aunque no pensaba cumplir esa promesa, encontraría cualquier excusa para poder llamarla y volver a verla.
-Está bien. No te pierdas.
-Lo intentaré-digo con una sonrisa viéndola salir y suspiro, me gusta, me gusta esta chica y quiero conocerla más, aunque sea unos días, quiero conocerla.
POV KATE
Salgo del restaurante con una sonrisa, si lo cuento no se lo creen. Es increíble lo que me ha pasado. Nunca me hubiera abierto con alguien que apenas conozco, es más me cuesta hasta con la gente que conozco. No sé qué tiene pero me hace sentirme en confianza, y le he dado mi número, si el correcto, creo que me estoy volviendo loca.
Empieza a hacerse de noche y acelero el paso de camino a casa. Mañana sería un día largo porque necesitaré recuperar algunas horas, pero creo que ha merecido la pena, sin duda así lo creo.
Llego al piso y nada más entrar escucho la voz de Lanie, mi compañera de piso, desde la cocina. Entro dentro dejo mis papeles encima de mi escritorio y me acerco a la cocina.
-¿Dónde has estado?
-¿Han preguntado por mí?
-Bueno no había mucho movimiento así que no se han dado cuenta.
-Menos mal, te debo una.
-Vale me la quiero cobrar. ¿Dónde has estado?
-He…he conocido a alguien.
-¿Un chico?-dice intentando bromear pero sin esperar mi respuesta.
-Si.
-¿En serio?-dice girándose, parecía sorprendida, que digo, lo estaba.
-Bueno solo le ayude a encontrar la Fontana.
-Que romántico. Dime que os besasteis mucho-dice con una sonrisa haciéndome reír.
-No digas tonterías. Solo me invito a comer para agradecérmelo.
-Oh, ¿Es guapo?
-Lanie…
-¿Qué? Eso es importante.
-Estaba desesperado porque nadie conocía su idioma.
-¿Qué idioma?
-Es neoyorkino.
-¿Pero a quien preguntaba? Aquí casi todo el mundo sabe inglés. Yo creo que fue una manera de entrarte, creo que solo quería ligar contigo.
-No digas tonterías-digo sin dejar de pensar en ello. Pero quería pensar que fue todo fortuito. Si él lo hubiera provocado…ya no me parecería tan normal, no creo que me gustara tanto.
-¿Qué? Sería normal que si alguien te viera por la calle intentara ligar contigo. Pero tu historia es más romántica, sería un guion perfecto para una película-dice haciéndome pensar-Kate estoy bromeando. Me alegro mucho por ti.
-¿Alegrarte? No ha pasado nada. Seguramente no lo vuelva a ver más así que…
-¿No le has pedido el numero?
-No, le he dado el mío.
-Joder esa es mi amiga. No puedo creérmelo-dice gritando mientras sonríe.
-Lanie no empieces. No pasa nada. Solo es por si necesitaba algo.
-Claro que necesitara algo-dice guiñándome el ojo.
-Anda vamos a dejarlo. ¿No tienes nada que hacer?-digo con una sonrisa y ambos acabamos tumbadas en el sofá como siempre hablando de todo y de nada. Sin duda Rick tenía razón, era importante tener a alguien que te entienda, alguien que sea importante porque si no me volvería loca, ella es la que me mantiene cuerda, es la que en los momentos malos sabe sacarme una sonrisa, sin duda sin ella no sería lo mismo.
CONTINUARÁ…
Bueno pues se han conocido un poco más y hemos podido conocer un poco a Kate. ¿Tanto le ha sorprendido a Lanie que le diera su número? ¿Por qué lo ha hecho Kate si no suele hacerlo? Veremos si se vuelven a ver o no y en qué condiciones.
Gracias de nuevo por darle una oportunidad y seguimos con los cuatro capítulos semanales para no perder el ritmo.
XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 2
POV RICK
Poso para la foto con una sonrisa y haciendo el tonto, provocando una sonrisa en su cara. Era demasiado guapa como para no fijarse en ella, hacía competencia a la preciosidad que tenía justo en mi espalda. Además era lista y divertida, eso también me gustaba y quizás también me sentía muy solo así que no quería dejarla escapar.
La fuente está repleta de gente haciéndose la típica foto de la moneda. Cuando la consigo me acerco casi chocando con el resto hasta llegar a ella que me devuelve el móvil haciendo que nuestras manos se tocasen haciendo que me dé calambre y casi acaba el móvil en el suelo. La veo sonreír y sé que ella también lo ha sentido.
-Ya si tengo que irme-dice casi sin mirarme.
-No puedo dejarte ir-digo de repente y la veo mirarme sorprendida-quiero decir sin agradecerte. Déjame invitarte a comer-digo con una pequeña sonrisa para que viera seguridad en mis palabras aunque en realidad tenía miedo.
-Yo…
-Venga sin ti estaría perdido. Creo que me tiraría las dos semanas buscándola y no la hubiera encontrado. Así que como dice mi madre es de bien nacido ser agradecido-digo con una sonrisa ya más segura y la veo cabecear pero termina apareciendo una sonrisa en su cara.
-¿Sabes lo que decía mi madre siempre?
-¿Qué?
-Que no hable con desconocidos.
-Pues esa promesa ya la has roto así que-digo haciéndola reír-Me llamo Rick-digo extendiendo mi mano hacia ella y la veo ocultar una sonrisa antes de entrelazar nuestras manos.
-Kate, me llamo Kate-dice con una sonrisa e incluso el nombre lo tiene bonito.
-Pregunta lo que quieras y yo te contestaré, así me conocerás. Aunque sería mejor tener esta charla comiendo. Me muero de hambre-digo acercándome a su oído como si fuera un secreto.
La veo dudar en la respuesta pero finalmente la veo asentir con una sonrisa y camino a su lado para poder entrar en el primer restaurante que vimos.
Pedimos de comer y nos sentamos uno enfrente del otro esperando a la comida sin apenas decir nada. Cuando llega la comida es el momento en el que decidimos empezar la charla, no quería perder mucho tiempo para poder conocerla.
-Entonces Kate, ¿Qué haces tan lejos de tu casa?
-¿No era yo quien iba a preguntar?
-Bueno esto tiene que ser cosa de dos ¿no?-digo con una sonrisa.
-Está bien, pero empiezo yo-dice sonriendo-¿Qué haces aquí? ¿Vacaciones?
-Algo así, más bien huyendo. Bueno huyendo no-digo sin ser capaz de explicarme-dentro de un par de semanas o así mi vida puede que cambie-digo con una sonrisa y me mira sin saber que decir-para bien, o eso creo-digo con una sonrisa y la veo sonreír- quería hacer un buen viaje antes de que mi vida diera ese vuelco.
-Yo llevo aquí casi tres años. Vine para estudiar y ahora estoy de becaria en el Museo del Vaticano.
-¿En serio?
-Si.
-Ya decía yo que eras la mejor guía que podía haber encontrado-digo haciéndola reír.
-Dices que no se te dan bien los mapas, ¿Qué se te da bien?
-Las mujeres-digo haciéndola reír y riéndome yo también.-Soy más de letras, me gustan las palabras. ¿Fue difícil dejarlo todo? ¿Fue difícil venir a un país lejano al tuyo?
-Por momentos es complicado, pero estoy haciendo lo que quiero, lo que siempre he querido hacer. Estoy cumpliendo mis sueños.
-No sé si sería capaz de dejar mi casa, mi país, mi familia.
-Quizás sea porque nunca he tenido ese apego por mi familia y mi casa-dice de repente poniéndose seria y no quería que lo hiciera.
-Yo es que soy un niño de mama-digo sacándole de nuevo una sonrisa-soy hijo único y mi madre…me sacó adelante ella sola, creo que eso si me hace ser un niño de mama.
-Tienes que estar orgulloso de ella.
-Lo estoy, trabajo mucho para que yo pueda estar en el momento en el que estoy.
-Mis padres…también trabajaron mucho para que yo pueda estar aquí, pero quizás a veces es mejor ser simplemente padres.
-Entiendo, te hubiera gustado estar más con ello.
-Sí, aunque me hubiera costado más llegar a donde estoy-dice sin duda emocionada.
-Bueno dejemos esos temas. ¿Tienes novio?-digo haciéndole reír de nuevo.
-Mejor no contesto.
-Bueno acepto. Pero me toca hacer otra pregunta.
-No, has perdido tu oportunidad-dice con una sonrisa-¿Comida favorita?
-Oh…no lo sé, me encanta la comida-digo con una sonrisa-las cheeseburguer.
-¿En serio? Pensé que serías más exquisito.
-¿Yo? ¿Por qué?
-No te ofendas pero…parece un poco.
-Un poco que.
-No, no quiero ofenderte.
-No me ofendes, de verdad-digo haciendo gesto con la mano sin duda algo enojado de que pudiera pensar algo de mi sin conocerme.
-Da igual. Tengo que irme.
-No espera, lo siento-digo levantándome y colocando mi mano sobre su brazo para impedir que se vaya.
-En serio, tengo que irme. Me lo he pasado muy bien, pero ya debería irme.
-Está bien-digo con una sonrisa-me alegro de haber podido hablar contigo. De verdad, creo que iba a volverme loco. ¿No te ha gustado hablar con un neoyorkino?-digo con una sonrisa.
-La verdad…es que mi compañera de piso lo es-dice haciéndome sentir algo mal-pero me alegra haber hablado contigo-dice con una sonrisa levantándose y no puedo dejarla ir.
-Espera, ¿Puedes darme tu numero? Es por si me pierdo otra vez o algo…no sé…
-Está bien. Pero no te pases. Algunos no estamos de vacaciones-dice sacando un boli y me lo apunta rápidamente en la palma de la mano.
-Te llamaré-digo con una sonrisa y ella me mira con cara de aviso-está bien, intentaré no ser pesado ¿sí? Solo si necesito algo-digo con mi mejor cara de bueno, aunque no pensaba cumplir esa promesa, encontraría cualquier excusa para poder llamarla y volver a verla.
-Está bien. No te pierdas.
-Lo intentaré-digo con una sonrisa viéndola salir y suspiro, me gusta, me gusta esta chica y quiero conocerla más, aunque sea unos días, quiero conocerla.
POV KATE
Salgo del restaurante con una sonrisa, si lo cuento no se lo creen. Es increíble lo que me ha pasado. Nunca me hubiera abierto con alguien que apenas conozco, es más me cuesta hasta con la gente que conozco. No sé qué tiene pero me hace sentirme en confianza, y le he dado mi número, si el correcto, creo que me estoy volviendo loca.
Empieza a hacerse de noche y acelero el paso de camino a casa. Mañana sería un día largo porque necesitaré recuperar algunas horas, pero creo que ha merecido la pena, sin duda así lo creo.
Llego al piso y nada más entrar escucho la voz de Lanie, mi compañera de piso, desde la cocina. Entro dentro dejo mis papeles encima de mi escritorio y me acerco a la cocina.
-¿Dónde has estado?
-¿Han preguntado por mí?
-Bueno no había mucho movimiento así que no se han dado cuenta.
-Menos mal, te debo una.
-Vale me la quiero cobrar. ¿Dónde has estado?
-He…he conocido a alguien.
-¿Un chico?-dice intentando bromear pero sin esperar mi respuesta.
-Si.
-¿En serio?-dice girándose, parecía sorprendida, que digo, lo estaba.
-Bueno solo le ayude a encontrar la Fontana.
-Que romántico. Dime que os besasteis mucho-dice con una sonrisa haciéndome reír.
-No digas tonterías. Solo me invito a comer para agradecérmelo.
-Oh, ¿Es guapo?
-Lanie…
-¿Qué? Eso es importante.
-Estaba desesperado porque nadie conocía su idioma.
-¿Qué idioma?
-Es neoyorkino.
-¿Pero a quien preguntaba? Aquí casi todo el mundo sabe inglés. Yo creo que fue una manera de entrarte, creo que solo quería ligar contigo.
-No digas tonterías-digo sin dejar de pensar en ello. Pero quería pensar que fue todo fortuito. Si él lo hubiera provocado…ya no me parecería tan normal, no creo que me gustara tanto.
-¿Qué? Sería normal que si alguien te viera por la calle intentara ligar contigo. Pero tu historia es más romántica, sería un guion perfecto para una película-dice haciéndome pensar-Kate estoy bromeando. Me alegro mucho por ti.
-¿Alegrarte? No ha pasado nada. Seguramente no lo vuelva a ver más así que…
-¿No le has pedido el numero?
-No, le he dado el mío.
-Joder esa es mi amiga. No puedo creérmelo-dice gritando mientras sonríe.
-Lanie no empieces. No pasa nada. Solo es por si necesitaba algo.
-Claro que necesitara algo-dice guiñándome el ojo.
-Anda vamos a dejarlo. ¿No tienes nada que hacer?-digo con una sonrisa y ambos acabamos tumbadas en el sofá como siempre hablando de todo y de nada. Sin duda Rick tenía razón, era importante tener a alguien que te entienda, alguien que sea importante porque si no me volvería loca, ella es la que me mantiene cuerda, es la que en los momentos malos sabe sacarme una sonrisa, sin duda sin ella no sería lo mismo.
CONTINUARÁ…
Bueno pues se han conocido un poco más y hemos podido conocer un poco a Kate. ¿Tanto le ha sorprendido a Lanie que le diera su número? ¿Por qué lo ha hecho Kate si no suele hacerlo? Veremos si se vuelven a ver o no y en qué condiciones.
Gracias de nuevo por darle una oportunidad y seguimos con los cuatro capítulos semanales para no perder el ritmo.
XXOO
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 3
Buenos días, veo que de momento os interesa y os sigue gustando. Me gusta que hagáis preguntas como sabéis algunas podré responderlas y otras no jaja. Bueno pues la edad de ambos estará sobre los 25 años no son unos niños pero están en una época en la que pueden vivir un amor casi de juventud jaja. Bueno gracias a todos por darle esta oportunidad a la historia y en definitiva a mí. Vamos a por otro capítulo.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 3
POV KATE
Me levanto por la mañana con otra visión de la que había pasado ayer después de la conversación con Lanie anoche, sé que estaba bromeando pero me hizo pensar, y en definitiva era un desconocido y no podía abrirme así con alguien a quien no conocía.
Me levanto rápidamente hacia mi primer café de por la mañana porque ya siento un dolor fuerte de cabeza y no entiendo porque ni de donde viene. Solo tengo que centrarme en el trabajo, en no llegar tarde.
-Buenos días.
-Buenos días-digo entregándole una taza de café a ella también.
-¿Has dormido bien? No tienes buena cara.
-Tengo un poco de dolor de cabeza, ya se me pasara.
En ese instante empieza a sonar mi teléfono de forma insistente, cuando veo la pantalla veo la entrada de una llamada de un número desconocido y no se porque siento que es él y lo pongo en silencio para que al menos ese ruido no se me clavara en la cabeza.
-¿Quién es?
-No lo sé, da igual. Voy a vestirme ahora nos vemos-digo casi saliendo corriendo.
Me doy una ducha rápida y me arreglo antes de recoger todas las cosas. Cuando miro mi móvil tengo tres llamadas perdidas y finalmente un mensaje. Tomo aire antes de abrirlo y cuando lo hago supe que no me equivocaba.
Kate, soy Rick. Yo solo…quería saber si querías charlar un rato. Espero que estés bien.
Me siento mal al leer el mensaje, pero no podía verlo, no debía ¿no? me estaba volviendo loca, no lo conocía de nada y ya me estaba volviendo loca sería mejor alejarlo. Escribo rápidamente una respuesta y me lo meto en el bolso para poder salir corriendo.
Lo siento, tengo mucho trabajo.
Salgo corriendo y me encuentro con Lanie en la puerta para poder salir corriendo al trabajo. Hoy se esperaba un día algo más tranquilo, aunque siempre que se esperaba terminaba siendo una tortura.
Hoy sin duda no iba a ser un día de tortura, aquí estaba con apenas la mitad de visitantes de un día. Eran muchos pero para lo que normalmente era la verdad es que era un día tranquilo. Hoy solo tenía programada un par de visitas guiadas y el resto de tiempo lo pasaría dentro catalogando y archivándolo todo.
Estoy tomándome mi segundo café del día para poder meterme ya dentro a catalogar después de mis dos grupos del día cuando veo a alguien acercarse a mí. Pongo mi mejor sonrisa profesional para ayudar a los visitantes, pero cuando enfoco bien la mirada y lo veo a él acercándose con una sonrisa, la mía se borra de golpe.
-¿Qué haces aquí?
-Me gustó tanto que he querido volver-dice con una sonrisa.
-¿Eres un acosador o algo?-digo medio en broma medio en serio.
-Algo así-dice sonriendo-solo quería verte. ¿Es malo?
-No lo sé, te dije que tenía mucho trabajo.
-Por eso he venido yo. Pero tendrás que salir a cenar ¿no?
-Rick…
-Solo quiero invitarte a cenar. Tú conoces mejor la ciudad puedes llevarme al mejor sitio ¿no?
-Puedo darte un par de nombres si quieres pero…
-¿Ha pasado algo?
-¿Qué?
-Ayer estábamos bien, pensé que nos habíamos caído bien y ahora…
-Es que he quedado, por eso no puedo quedar contigo-digo seria y veo como la sonrisa se borra de su cara.
-Oh…está bien, no pasa nada. Tienes mi numero si algún día quieres quedar solo tienes que llamar, ya no te interrumpo más-dice con una sonrisa falsa dándose la vuelta para irse y me duele verlo así, no puedo ver a nadie mal pero tenía que alejarlo ¿no? Tiro la mitad del café a la basura y vuelvo a mi trabajo antes de volverme loca.
Acabo de cerrar mi sesión y cojo mi abrigo para irme cuando entra Lanie con una sonrisa. Parece que ella no ha tenido un mal día y me alegro por ella.
-¿Lista para ir a cenar?
-A casa ¿no?
-Que dices, está la noche increíble así que vamos-dice sacándome de allí a rastras.
Vamos a mi restaurante favorito aquí en Roma, sé que lo ha hecho para convencerme de salir, pero me da igual, quiero comerme los mejores Spaghetti allá Carbonara que he probado en mi vida.
-Verás como no te arrepientes de venir-dice mientras entramos por la puerta y entonces me quedo paralizada.
-Ya me estoy arrepintiendo-digo tragando saliva cuando veo a Rick comiendo solo en una pequeña mesa junto a la ventana, no tenía cara de felicidad precisamente y eso me hace sentir mal.
-¿Qué pasa?
-Es él-digo apartando mi mirada de donde estaba.
-¿El chico? Dios, sí que esta bueno.
-Lanie-digo bajito regañándole.
-Qué suerte ¿no? deberías ir a hablar con él.
-No creo que quiera hablar conmigo.
-¿Por qué?
-Ha venido al museo.
-¿Al museo?
-Si a buscarme, quería quedar y le he dicho que no podía, que tenía planes.
-Kate…
-¿Qué? Ayer tenías razón no lo conozco.
-Pero eso tiene arreglo. ¿El pobre no te da pena verlo allí solo? Anda ves a hablar con él mientras yo pido para comer y beber. Ahora nos vemos, ¡Vamos!-dice empujándome hacia él y tomando todo el aire que puedo me acerco despacio.
-Hola-digo cuando me encuentro a su lado y levanta enseguida la cabeza y me mira sorprendido.
-Hola-dice levantándose haciéndome sentir tan pequeña.
-Yo…te he visto y quería saludarte.
-Oh, está bien. ¿Has venido sola? Si quieres puedes sentarte.
-No he venido sola-digo y veo como de nuevo su boca se curva hacia abajo-he venido con mi compañera de piso-digo porque me siento en la necesidad de dejárselo claro y lo veo asentir con una pequeña sonrisa.
-La neoyorkina.
-Si. Ha ido a pedir la comida. ¿Quieres sentarte con nosotros?-me atrevo a preguntarle porque quizás así pueda conocerlo mejor y además esta Lanie para evitar cualquier idiotez.
-Claro-dice mirando a su mesa donde está su plato aun con comida.
-Quieres…
-No déjalo, ya he acabado. Pago esto y me siento con vosotras.
-Ok-digo con una sonrisa acompañándolo a la barra y tras pedir una copa me sigue hacia donde Lanie ya está sentada. Cuando nos ve acercarnos nos sonríe y sé que está disfrutando con la victoria.
-¿No nos vas a presentar?-dice con esa sonrisa.
-No me has dejado-digo dejándole claro con la mirada que pensaba matarla.
-Soy Rick-dice él con una sonrisa extendiendo su mano pero Lanie se adelanta y le da un par de besos.
-Aquí se hace así-dice con una sonrisa-yo soy Lanie. Siéntate-dice ofreciéndole la silla que tiene a su lado y yo me siento al lado de Rick, quedando él entre las dos.-Ya me ha hablado un poco Kate de ti, pero me gustaría que me hablarás tú un poquito de ti.
-Claro-dice nervioso pero con una sonrisa-soy neoyorkino como vosotras. Estoy aquí de vacaciones. No sé qué contarte más.
-¿Tienes novia?-dice Lanie como si nada y la miro fijamente para que sepa que ahora mismo quiero matarla.
-Bueno, no.
-No ha sonado muy convincente.
-Creo que nunca he tenido una relación a la que pueda llamar seria.
-Uy, eso me suena a que eres un ligón, ¿solo quieres buen sexo y ya está?-pregunta avergonzándome pero parece que a él le hace gracia.
-Bueno…no puedo quejarme en cuanto a eso-dice sonriendo-pero nunca me he cerrado a tener una relación seria, supongo que nunca ha llegado la persona indicada-dice mirándome con una sonrisa consiguiendo que me sonrojara.
-Me gusta-dice Lanie sonriendo y nos ponemos las dos a comer mientras Rick nos acompaña, dejando pasar un poco el interrogatorio algo que me tranquilizaba.
Cuando acabamos de comer acabamos en la zona del bar tomando una copa. La verdad es que Rick ha conseguido relajarse a pesar de que Lanie no deja de mandar indirectas a pesar de que sabe que cuando llegue a casa la mataré.
-Bueno chicos, sintiéndolo mucho voy a tener que dejaros. Algunos mañana trabajamos.
-¿Tu no trabajas?-dice Rick mirándome y yo niego con la cabeza.-Si quieres podemos ir a tomar otro copa o a dar un vuelta.
-Le gustan los gelato. Si le invitas a uno no podrá decirte que no-dice Lanie.
-Entonces…puedo invitarte a un helado.
-Gelato suena mejor-digo con una sonrisa y lo veo asentir mientras sonríe.
-Bueno, ahora sí que me voy. Pasadlo bien chicos.
-¿Quieres que te llevemos?
-No, me las arreglaré yo sola-dice dándole un beso y luego otro a mi antes de susurrarme al oído-no te portes bien, ya me entiendes.-dice con una sonrisa haciendo que no pueda evitar una sonrisa yo también.
-¿Nos vamos?-dice Rick y yo asiento mientras caminamos ambos hacia la salida del bar, me gustaba, me sentía bien y pensaba disfrutar de su compañía, eso no significaba que tuviera que pasar nada ¿no?
CONTINUARÁ…
Bueno pues parece que a pesar de que Kate ha querido alejarlo hay algo que les atrae a estar juntos ¿el destino? ¿Lanie? Jaja. Bueno gracias a todos por leer y espero que os siga gustando queda mucha historia y como siempre mucho que disfrutar y sufrir con estos personajes que tanto amamos.
Hasta el viernes
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 3
POV KATE
Me levanto por la mañana con otra visión de la que había pasado ayer después de la conversación con Lanie anoche, sé que estaba bromeando pero me hizo pensar, y en definitiva era un desconocido y no podía abrirme así con alguien a quien no conocía.
Me levanto rápidamente hacia mi primer café de por la mañana porque ya siento un dolor fuerte de cabeza y no entiendo porque ni de donde viene. Solo tengo que centrarme en el trabajo, en no llegar tarde.
-Buenos días.
-Buenos días-digo entregándole una taza de café a ella también.
-¿Has dormido bien? No tienes buena cara.
-Tengo un poco de dolor de cabeza, ya se me pasara.
En ese instante empieza a sonar mi teléfono de forma insistente, cuando veo la pantalla veo la entrada de una llamada de un número desconocido y no se porque siento que es él y lo pongo en silencio para que al menos ese ruido no se me clavara en la cabeza.
-¿Quién es?
-No lo sé, da igual. Voy a vestirme ahora nos vemos-digo casi saliendo corriendo.
Me doy una ducha rápida y me arreglo antes de recoger todas las cosas. Cuando miro mi móvil tengo tres llamadas perdidas y finalmente un mensaje. Tomo aire antes de abrirlo y cuando lo hago supe que no me equivocaba.
Kate, soy Rick. Yo solo…quería saber si querías charlar un rato. Espero que estés bien.
Me siento mal al leer el mensaje, pero no podía verlo, no debía ¿no? me estaba volviendo loca, no lo conocía de nada y ya me estaba volviendo loca sería mejor alejarlo. Escribo rápidamente una respuesta y me lo meto en el bolso para poder salir corriendo.
Lo siento, tengo mucho trabajo.
Salgo corriendo y me encuentro con Lanie en la puerta para poder salir corriendo al trabajo. Hoy se esperaba un día algo más tranquilo, aunque siempre que se esperaba terminaba siendo una tortura.
Hoy sin duda no iba a ser un día de tortura, aquí estaba con apenas la mitad de visitantes de un día. Eran muchos pero para lo que normalmente era la verdad es que era un día tranquilo. Hoy solo tenía programada un par de visitas guiadas y el resto de tiempo lo pasaría dentro catalogando y archivándolo todo.
Estoy tomándome mi segundo café del día para poder meterme ya dentro a catalogar después de mis dos grupos del día cuando veo a alguien acercarse a mí. Pongo mi mejor sonrisa profesional para ayudar a los visitantes, pero cuando enfoco bien la mirada y lo veo a él acercándose con una sonrisa, la mía se borra de golpe.
-¿Qué haces aquí?
-Me gustó tanto que he querido volver-dice con una sonrisa.
-¿Eres un acosador o algo?-digo medio en broma medio en serio.
-Algo así-dice sonriendo-solo quería verte. ¿Es malo?
-No lo sé, te dije que tenía mucho trabajo.
-Por eso he venido yo. Pero tendrás que salir a cenar ¿no?
-Rick…
-Solo quiero invitarte a cenar. Tú conoces mejor la ciudad puedes llevarme al mejor sitio ¿no?
-Puedo darte un par de nombres si quieres pero…
-¿Ha pasado algo?
-¿Qué?
-Ayer estábamos bien, pensé que nos habíamos caído bien y ahora…
-Es que he quedado, por eso no puedo quedar contigo-digo seria y veo como la sonrisa se borra de su cara.
-Oh…está bien, no pasa nada. Tienes mi numero si algún día quieres quedar solo tienes que llamar, ya no te interrumpo más-dice con una sonrisa falsa dándose la vuelta para irse y me duele verlo así, no puedo ver a nadie mal pero tenía que alejarlo ¿no? Tiro la mitad del café a la basura y vuelvo a mi trabajo antes de volverme loca.
Acabo de cerrar mi sesión y cojo mi abrigo para irme cuando entra Lanie con una sonrisa. Parece que ella no ha tenido un mal día y me alegro por ella.
-¿Lista para ir a cenar?
-A casa ¿no?
-Que dices, está la noche increíble así que vamos-dice sacándome de allí a rastras.
Vamos a mi restaurante favorito aquí en Roma, sé que lo ha hecho para convencerme de salir, pero me da igual, quiero comerme los mejores Spaghetti allá Carbonara que he probado en mi vida.
-Verás como no te arrepientes de venir-dice mientras entramos por la puerta y entonces me quedo paralizada.
-Ya me estoy arrepintiendo-digo tragando saliva cuando veo a Rick comiendo solo en una pequeña mesa junto a la ventana, no tenía cara de felicidad precisamente y eso me hace sentir mal.
-¿Qué pasa?
-Es él-digo apartando mi mirada de donde estaba.
-¿El chico? Dios, sí que esta bueno.
-Lanie-digo bajito regañándole.
-Qué suerte ¿no? deberías ir a hablar con él.
-No creo que quiera hablar conmigo.
-¿Por qué?
-Ha venido al museo.
-¿Al museo?
-Si a buscarme, quería quedar y le he dicho que no podía, que tenía planes.
-Kate…
-¿Qué? Ayer tenías razón no lo conozco.
-Pero eso tiene arreglo. ¿El pobre no te da pena verlo allí solo? Anda ves a hablar con él mientras yo pido para comer y beber. Ahora nos vemos, ¡Vamos!-dice empujándome hacia él y tomando todo el aire que puedo me acerco despacio.
-Hola-digo cuando me encuentro a su lado y levanta enseguida la cabeza y me mira sorprendido.
-Hola-dice levantándose haciéndome sentir tan pequeña.
-Yo…te he visto y quería saludarte.
-Oh, está bien. ¿Has venido sola? Si quieres puedes sentarte.
-No he venido sola-digo y veo como de nuevo su boca se curva hacia abajo-he venido con mi compañera de piso-digo porque me siento en la necesidad de dejárselo claro y lo veo asentir con una pequeña sonrisa.
-La neoyorkina.
-Si. Ha ido a pedir la comida. ¿Quieres sentarte con nosotros?-me atrevo a preguntarle porque quizás así pueda conocerlo mejor y además esta Lanie para evitar cualquier idiotez.
-Claro-dice mirando a su mesa donde está su plato aun con comida.
-Quieres…
-No déjalo, ya he acabado. Pago esto y me siento con vosotras.
-Ok-digo con una sonrisa acompañándolo a la barra y tras pedir una copa me sigue hacia donde Lanie ya está sentada. Cuando nos ve acercarnos nos sonríe y sé que está disfrutando con la victoria.
-¿No nos vas a presentar?-dice con esa sonrisa.
-No me has dejado-digo dejándole claro con la mirada que pensaba matarla.
-Soy Rick-dice él con una sonrisa extendiendo su mano pero Lanie se adelanta y le da un par de besos.
-Aquí se hace así-dice con una sonrisa-yo soy Lanie. Siéntate-dice ofreciéndole la silla que tiene a su lado y yo me siento al lado de Rick, quedando él entre las dos.-Ya me ha hablado un poco Kate de ti, pero me gustaría que me hablarás tú un poquito de ti.
-Claro-dice nervioso pero con una sonrisa-soy neoyorkino como vosotras. Estoy aquí de vacaciones. No sé qué contarte más.
-¿Tienes novia?-dice Lanie como si nada y la miro fijamente para que sepa que ahora mismo quiero matarla.
-Bueno, no.
-No ha sonado muy convincente.
-Creo que nunca he tenido una relación a la que pueda llamar seria.
-Uy, eso me suena a que eres un ligón, ¿solo quieres buen sexo y ya está?-pregunta avergonzándome pero parece que a él le hace gracia.
-Bueno…no puedo quejarme en cuanto a eso-dice sonriendo-pero nunca me he cerrado a tener una relación seria, supongo que nunca ha llegado la persona indicada-dice mirándome con una sonrisa consiguiendo que me sonrojara.
-Me gusta-dice Lanie sonriendo y nos ponemos las dos a comer mientras Rick nos acompaña, dejando pasar un poco el interrogatorio algo que me tranquilizaba.
Cuando acabamos de comer acabamos en la zona del bar tomando una copa. La verdad es que Rick ha conseguido relajarse a pesar de que Lanie no deja de mandar indirectas a pesar de que sabe que cuando llegue a casa la mataré.
-Bueno chicos, sintiéndolo mucho voy a tener que dejaros. Algunos mañana trabajamos.
-¿Tu no trabajas?-dice Rick mirándome y yo niego con la cabeza.-Si quieres podemos ir a tomar otro copa o a dar un vuelta.
-Le gustan los gelato. Si le invitas a uno no podrá decirte que no-dice Lanie.
-Entonces…puedo invitarte a un helado.
-Gelato suena mejor-digo con una sonrisa y lo veo asentir mientras sonríe.
-Bueno, ahora sí que me voy. Pasadlo bien chicos.
-¿Quieres que te llevemos?
-No, me las arreglaré yo sola-dice dándole un beso y luego otro a mi antes de susurrarme al oído-no te portes bien, ya me entiendes.-dice con una sonrisa haciendo que no pueda evitar una sonrisa yo también.
-¿Nos vamos?-dice Rick y yo asiento mientras caminamos ambos hacia la salida del bar, me gustaba, me sentía bien y pensaba disfrutar de su compañía, eso no significaba que tuviera que pasar nada ¿no?
CONTINUARÁ…
Bueno pues parece que a pesar de que Kate ha querido alejarlo hay algo que les atrae a estar juntos ¿el destino? ¿Lanie? Jaja. Bueno gracias a todos por leer y espero que os siga gustando queda mucha historia y como siempre mucho que disfrutar y sufrir con estos personajes que tanto amamos.
Hasta el viernes
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Capítulo 4
Buenos días, aquí estamos un día mas y como veis volvemos a cambiar el horario jaja pero bueno el caso es cumplir con mi promesa, aquí tenéis capítulo nuevo, y creo que os va a gustar, espero que me lo hagáis saber, ya sabéis comentariosssss.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 4
POV RICK
Caminamos cada uno con nuestro helado en la mano y no puedo dejar de mirarla. Hace un rato pensaba que no volvería a verla y ahora estamos solo los dos caminando por la noche por la ciudad y me siento bien, que digo, me siento genial.
-Esta bueno el helado este.
-¿Bueno? Es el mejor del mundo-dice relamiéndose y me entran unas ganas locas de lamer sus labios. Dios contrólate un poco Rick.
-Tu amiga…me ha caído bien.
-¿Si? Porque a mi creo que me cae peor-dice haciéndome reír.
-Es un poco…no encuentro la palabra para definirla.
-Tranquilo, yo la conozco desde que ambas íbamos a la guardería y aun no he sido capaz de encontrar esa palabra que la defina-dice sonriendo.
-Teníais que ser muy monas por aquella época-digo provocándola.
-Puf…que dices-dice cabeceando.
-Bueno yo como comprenderás, para esa época ya era el guapo de la clase-digo haciéndola reír.
-¿De verdad eres malo para guiarte?
-Si ¿por qué?-pregunto sin entender.
-Pues que a veces se encuentran las cosas sin buscarlas-dice señalando hacia delante y cuando miro hacia allí veo la Fontana allí delante de nosotros.
-Eso sí que es casualidad-digo con la boca abierta.
-Vas a poder disfrutarla de noche. Es mucho más bonita y no hay tanta gente. Corre ven-dice tirando el papel manchado del helado en una papelera y sale corriendo hacia la fuente. Yo hago lo mismo y salgo corriendo detrás de ella. La verdad es que era mucho más bonita de noche, pero apenas podía fijarme en ello cuando la tenia a ella delante con esa sonrisa que iluminaba todo a su alrededor.
-Sí, es preciosa-digo detrás de ella más mirándola a ella pero gracias a dios estaba de espaldas a mí y no se había dado cuenta, no quería cagarla.
-Es mágica, es increíble-dice emocionada mirándola y yo sonrió a su lado.
-¿Qué hacen con el dinero después?-digo de repente y recibo una mirada de pocos amigos de su parte.- ¿Qué?
-¿Eso es lo que te importa?
-Bueno en una etapa de crisis como en la que estamos me sorprende que la gente tire el dinero por superstición.
-La gente cree en la magia, es bueno creer en algo que nos mantenga en pie. Si no tuvieras ilusiones en la vida, para que vivir-dice seria mirándome y me llegan sus palabras.
-Tienes razón-digo con una sonrisa-tienes un poco de helado en…-pero no acabo, me acerco para quitárselo despacio con mis dedos y entonces siento que estamos muy cerca, quizás demasiado y de nuevo tengo que frenarme para no acercar mi boca a la suya y limpiarle el rastro de helado con ella.
-Gracias-dice apartando la mirada de mí.
-Bueno…pues…-pero no sé qué decir así que me callo. Y entonces me acuerdo de las palabras que acaba de decir, sin ilusiones no se puede vivir, y mi ilusión ahora es disfrutar de estos días sin pensar en más allá-Ven-digo haciendo un gesto para que se acerque.
-¿Qué…?
-Quiero que nos hagamos una foto-digo sacando mi móvil y se coloca a mi lado con una sonrisa haciendo que sonría yo también. Estiro el brazo y saco una foto de ambos con la fontana gusto detrás.
-Déjame verla-dice quitándome el móvil y la veo sonreír mientras la mira y me doy cuenta de que no quiero frenarme más, de que quiero besarla porque ahora mismo es en lo único que puedo pensar, y no quiero retenerme más.
-Kate…
-¿Si?-dice levantando la mirada del móvil. Y entonces tragando saliva me acerco un poco más a ella dejándole claro mis intenciones, pero por si no las tenía clara decido decirlas de viva voz por si quiere ponerle ella un freno, porque yo no pensaba ponerlo.
-Voy a dejar de frenarme-digo mirándola mientras me acerco más-voy a besarte-digo con mis labios casi pegados a los suyos y entonces espero un par de segundos, o quizás fueron menos, pero no quería que pensara en ello, no quería que se apartara y lo hago, sello mis labios con los suyos en una pequeña caricia que me recorre todo el cuerpo.
Solo es un pequeño roce, un roce que hace que todo mi cuerpo tiemble por culpa de un simple contacto. Me separo despacio aun con los ojos cerrados y aun puedo sentir su aliento luchando por el aire que ambos compartimos.
Cuando abro los ojos despacio me encuentro con su mirada, esos ojos indescifrables tan brillantes que hacía competencia a cualquiera estrella del firmamento. Y entonces creo que se va a arrepentir que me va a dejar allí tirado, pero para sorpresa mía hace todo lo contrario y se acerca para volver a besarnos haciendo que ya pierda todo el miedo y la agarro con fuerza por la cintura para acercarla más a mí, para sentirla con todo mi cuerpo.
Nos separamos ambos con la respiración alterada pero sin separarnos mucho, mis manos siguen en todo momento en su cintura mientras las suyas jugaban con mi pelo justo en mi cuello creando un cosquilleo por todo mi cuerpo.
-Me alegro de no haberme frenado más-digo sonriéndole y ella me sonríe mientras oculta su mirada sin duda sonrojada-Hey, todo bien ¿no?-digo levantándole la cara para poder mirarla y ella asiente con una sonrisa.
-Es tarde-dice con una sonrisa y a pesar de la sonrisa creo que algo va mal, y ella se da cuenta porque enseguida me da otro corto beso en los labios para tranquilizarme-solo es tarde-dice con una sonrisa y yo le sonrió mientras asiento. Me agarra de la mano y decido acompañarla hasta su casa, quería permanecer el mayor tiempo posible con ella.
Vamos todo el camino agarrados de la mano, y se me hace demasiado corto el viaje, cuando Kate se frena y me dice que hemos llegado no puedo evitar poner mi peor cara, no quería que se acabara la noche, no quería que esto se le olvidara o se arrepintiera.
-Pensé que vivías más lejos-digo poniendo morritos y ella me sonríe mientras se muerde el labio sin ser consciente de lo que ese simple gesto me provoca.
-Es tarde pero eso no significa que no podamos vernos mañana-dice con una sonrisa sacándome a mi otra. Le agarro suavemente de la mano casi con miedo de despedirme, pero sabiendo que tenía que hacerlo.
-Nos vemos mañana.
-Nos vemos mañana.
-¿Te llamo?
-Tengo que hacer algunas cosas-dice y siento que me está dando largas, pero se da cuenta de cómo me siento porque enseguida sigue hablando con una sonrisa-pero no voy a tardar mucho. ¿Quedamos para la hora de comer?
-Está bien-digo con una sonrisa.
-¿Sabes llegar a algún sitio?
-Bueno…me mandas un mensaje con la dirección y seguro que el taxista sabe traerme-digo con una sonrisa.
-Hablando de eso, ¿Cómo vas a volver?
-Pediré un taxi no te preocupes. Hasta mañana-digo acercándome a ella para poder besarle suavemente en los labios antes de darme la vuelta para irme, pero no lo hago hasta que me aseguro que está dentro y a salvo.
Cojo un taxi y vuelvo al hotel con una sonrisa, esto era algo que no esperaba, pero sin duda estaba feliz de haberla encontrado, feliz de haber dado el paso.
Cuando llego al hotel siento como mi móvil suena insistentemente en mi bolsillo. Lo saco rápidamente pensando que puede ser ella pero cuando lo saco veo la foto de la gran Martha Rodgers en la pantalla.
-Hola madre.
-Hola hijo ¿Estabas dormido?
-No, pero ¿No tienes otra hora de llamar?
-Siempre quiero llamar y no sé qué hora será allí y termino no haciéndolo. Así que ahora que ya había marcado no había marcha atrás.
-Está bien mama. ¿Está todo bien por ahí?
-Sí, esto es una locura. He estado en tu editorial, ya sabes que tengo que cuidar tus intereses. Sería bueno que volviera cuanto antes.
-¿Por qué`?
-Se está hablando mucho de tu libro por aquí y aun no se ha publicado. Tienes que estar aquí antes de que la editorial se aproveche de eso.
-Mama…confió en ellos.
-Yo no. En cuento vean que puedes triunfar ganaran todo el dinero que puedan a tu costa.
-Mama les debo mucho, yo solo con que vaya todo bien me da igual. Pero además ya estas tu ahí para cuidar mis intereses ¿no?
-Eso tenlo por seguro.
-Entonces deja que me quede. Ya me lo dijiste que mi vida puede cambiar si todo va bien y según me cuentas va bastante bien. Quiero vivir estos días con toda la normalidad posible.
-Tienes razón hijo. Disfruta de estos días, haz todo lo que puedas porque si la gente ve tu talento tu vida puede que no vuelva a ser la misma de antes. Tu tranquilo yo cuido de tus intereses-sé que está sonriendo y eso me hace sonreír. Mi madre consigo preocuparme para luego poder siempre tranquilizarme. Pero ahora mismo me da igual lo que pase en Nueva York, estaba disfrutando de estos días y nada ni nadie iba a impedir que al menos estos días los disfrutara a tope.
-Gracias madre. Te llamo mañana ¿sí?
-Está bien. ¿Todo ok por allí?
-Todo ok-digo con una sonrisa antes de colgar y aunque sé que me va a costar dormir tras esta noche, tenía que descansar, mañana sería un día largo y espero que fuera mucho mejor que hoy, aunque iba a ser complicado de superar.
CONTINUARÁ…
Bueno bueno, ¿Qué decís? ¿Os gusta? ¿Demasiado pronto? Bueno pues sea como sea ya ha pasado, ya se han dado el primer beso, parece que Rick lo tiene claro y piensa disfrutar de estos días como si fueran los últimos, ¿Y Kate? ¿Le entrara el miedo? ¿Decidirá disfrutar también de estos días? Para saberlo habrá que esperar un poco, pero no mucho, mañana nuevo capítulo.
XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 4
POV RICK
Caminamos cada uno con nuestro helado en la mano y no puedo dejar de mirarla. Hace un rato pensaba que no volvería a verla y ahora estamos solo los dos caminando por la noche por la ciudad y me siento bien, que digo, me siento genial.
-Esta bueno el helado este.
-¿Bueno? Es el mejor del mundo-dice relamiéndose y me entran unas ganas locas de lamer sus labios. Dios contrólate un poco Rick.
-Tu amiga…me ha caído bien.
-¿Si? Porque a mi creo que me cae peor-dice haciéndome reír.
-Es un poco…no encuentro la palabra para definirla.
-Tranquilo, yo la conozco desde que ambas íbamos a la guardería y aun no he sido capaz de encontrar esa palabra que la defina-dice sonriendo.
-Teníais que ser muy monas por aquella época-digo provocándola.
-Puf…que dices-dice cabeceando.
-Bueno yo como comprenderás, para esa época ya era el guapo de la clase-digo haciéndola reír.
-¿De verdad eres malo para guiarte?
-Si ¿por qué?-pregunto sin entender.
-Pues que a veces se encuentran las cosas sin buscarlas-dice señalando hacia delante y cuando miro hacia allí veo la Fontana allí delante de nosotros.
-Eso sí que es casualidad-digo con la boca abierta.
-Vas a poder disfrutarla de noche. Es mucho más bonita y no hay tanta gente. Corre ven-dice tirando el papel manchado del helado en una papelera y sale corriendo hacia la fuente. Yo hago lo mismo y salgo corriendo detrás de ella. La verdad es que era mucho más bonita de noche, pero apenas podía fijarme en ello cuando la tenia a ella delante con esa sonrisa que iluminaba todo a su alrededor.
-Sí, es preciosa-digo detrás de ella más mirándola a ella pero gracias a dios estaba de espaldas a mí y no se había dado cuenta, no quería cagarla.
-Es mágica, es increíble-dice emocionada mirándola y yo sonrió a su lado.
-¿Qué hacen con el dinero después?-digo de repente y recibo una mirada de pocos amigos de su parte.- ¿Qué?
-¿Eso es lo que te importa?
-Bueno en una etapa de crisis como en la que estamos me sorprende que la gente tire el dinero por superstición.
-La gente cree en la magia, es bueno creer en algo que nos mantenga en pie. Si no tuvieras ilusiones en la vida, para que vivir-dice seria mirándome y me llegan sus palabras.
-Tienes razón-digo con una sonrisa-tienes un poco de helado en…-pero no acabo, me acerco para quitárselo despacio con mis dedos y entonces siento que estamos muy cerca, quizás demasiado y de nuevo tengo que frenarme para no acercar mi boca a la suya y limpiarle el rastro de helado con ella.
-Gracias-dice apartando la mirada de mí.
-Bueno…pues…-pero no sé qué decir así que me callo. Y entonces me acuerdo de las palabras que acaba de decir, sin ilusiones no se puede vivir, y mi ilusión ahora es disfrutar de estos días sin pensar en más allá-Ven-digo haciendo un gesto para que se acerque.
-¿Qué…?
-Quiero que nos hagamos una foto-digo sacando mi móvil y se coloca a mi lado con una sonrisa haciendo que sonría yo también. Estiro el brazo y saco una foto de ambos con la fontana gusto detrás.
-Déjame verla-dice quitándome el móvil y la veo sonreír mientras la mira y me doy cuenta de que no quiero frenarme más, de que quiero besarla porque ahora mismo es en lo único que puedo pensar, y no quiero retenerme más.
-Kate…
-¿Si?-dice levantando la mirada del móvil. Y entonces tragando saliva me acerco un poco más a ella dejándole claro mis intenciones, pero por si no las tenía clara decido decirlas de viva voz por si quiere ponerle ella un freno, porque yo no pensaba ponerlo.
-Voy a dejar de frenarme-digo mirándola mientras me acerco más-voy a besarte-digo con mis labios casi pegados a los suyos y entonces espero un par de segundos, o quizás fueron menos, pero no quería que pensara en ello, no quería que se apartara y lo hago, sello mis labios con los suyos en una pequeña caricia que me recorre todo el cuerpo.
Solo es un pequeño roce, un roce que hace que todo mi cuerpo tiemble por culpa de un simple contacto. Me separo despacio aun con los ojos cerrados y aun puedo sentir su aliento luchando por el aire que ambos compartimos.
Cuando abro los ojos despacio me encuentro con su mirada, esos ojos indescifrables tan brillantes que hacía competencia a cualquiera estrella del firmamento. Y entonces creo que se va a arrepentir que me va a dejar allí tirado, pero para sorpresa mía hace todo lo contrario y se acerca para volver a besarnos haciendo que ya pierda todo el miedo y la agarro con fuerza por la cintura para acercarla más a mí, para sentirla con todo mi cuerpo.
Nos separamos ambos con la respiración alterada pero sin separarnos mucho, mis manos siguen en todo momento en su cintura mientras las suyas jugaban con mi pelo justo en mi cuello creando un cosquilleo por todo mi cuerpo.
-Me alegro de no haberme frenado más-digo sonriéndole y ella me sonríe mientras oculta su mirada sin duda sonrojada-Hey, todo bien ¿no?-digo levantándole la cara para poder mirarla y ella asiente con una sonrisa.
-Es tarde-dice con una sonrisa y a pesar de la sonrisa creo que algo va mal, y ella se da cuenta porque enseguida me da otro corto beso en los labios para tranquilizarme-solo es tarde-dice con una sonrisa y yo le sonrió mientras asiento. Me agarra de la mano y decido acompañarla hasta su casa, quería permanecer el mayor tiempo posible con ella.
Vamos todo el camino agarrados de la mano, y se me hace demasiado corto el viaje, cuando Kate se frena y me dice que hemos llegado no puedo evitar poner mi peor cara, no quería que se acabara la noche, no quería que esto se le olvidara o se arrepintiera.
-Pensé que vivías más lejos-digo poniendo morritos y ella me sonríe mientras se muerde el labio sin ser consciente de lo que ese simple gesto me provoca.
-Es tarde pero eso no significa que no podamos vernos mañana-dice con una sonrisa sacándome a mi otra. Le agarro suavemente de la mano casi con miedo de despedirme, pero sabiendo que tenía que hacerlo.
-Nos vemos mañana.
-Nos vemos mañana.
-¿Te llamo?
-Tengo que hacer algunas cosas-dice y siento que me está dando largas, pero se da cuenta de cómo me siento porque enseguida sigue hablando con una sonrisa-pero no voy a tardar mucho. ¿Quedamos para la hora de comer?
-Está bien-digo con una sonrisa.
-¿Sabes llegar a algún sitio?
-Bueno…me mandas un mensaje con la dirección y seguro que el taxista sabe traerme-digo con una sonrisa.
-Hablando de eso, ¿Cómo vas a volver?
-Pediré un taxi no te preocupes. Hasta mañana-digo acercándome a ella para poder besarle suavemente en los labios antes de darme la vuelta para irme, pero no lo hago hasta que me aseguro que está dentro y a salvo.
Cojo un taxi y vuelvo al hotel con una sonrisa, esto era algo que no esperaba, pero sin duda estaba feliz de haberla encontrado, feliz de haber dado el paso.
Cuando llego al hotel siento como mi móvil suena insistentemente en mi bolsillo. Lo saco rápidamente pensando que puede ser ella pero cuando lo saco veo la foto de la gran Martha Rodgers en la pantalla.
-Hola madre.
-Hola hijo ¿Estabas dormido?
-No, pero ¿No tienes otra hora de llamar?
-Siempre quiero llamar y no sé qué hora será allí y termino no haciéndolo. Así que ahora que ya había marcado no había marcha atrás.
-Está bien mama. ¿Está todo bien por ahí?
-Sí, esto es una locura. He estado en tu editorial, ya sabes que tengo que cuidar tus intereses. Sería bueno que volviera cuanto antes.
-¿Por qué`?
-Se está hablando mucho de tu libro por aquí y aun no se ha publicado. Tienes que estar aquí antes de que la editorial se aproveche de eso.
-Mama…confió en ellos.
-Yo no. En cuento vean que puedes triunfar ganaran todo el dinero que puedan a tu costa.
-Mama les debo mucho, yo solo con que vaya todo bien me da igual. Pero además ya estas tu ahí para cuidar mis intereses ¿no?
-Eso tenlo por seguro.
-Entonces deja que me quede. Ya me lo dijiste que mi vida puede cambiar si todo va bien y según me cuentas va bastante bien. Quiero vivir estos días con toda la normalidad posible.
-Tienes razón hijo. Disfruta de estos días, haz todo lo que puedas porque si la gente ve tu talento tu vida puede que no vuelva a ser la misma de antes. Tu tranquilo yo cuido de tus intereses-sé que está sonriendo y eso me hace sonreír. Mi madre consigo preocuparme para luego poder siempre tranquilizarme. Pero ahora mismo me da igual lo que pase en Nueva York, estaba disfrutando de estos días y nada ni nadie iba a impedir que al menos estos días los disfrutara a tope.
-Gracias madre. Te llamo mañana ¿sí?
-Está bien. ¿Todo ok por allí?
-Todo ok-digo con una sonrisa antes de colgar y aunque sé que me va a costar dormir tras esta noche, tenía que descansar, mañana sería un día largo y espero que fuera mucho mejor que hoy, aunque iba a ser complicado de superar.
CONTINUARÁ…
Bueno bueno, ¿Qué decís? ¿Os gusta? ¿Demasiado pronto? Bueno pues sea como sea ya ha pasado, ya se han dado el primer beso, parece que Rick lo tiene claro y piensa disfrutar de estos días como si fueran los últimos, ¿Y Kate? ¿Le entrara el miedo? ¿Decidirá disfrutar también de estos días? Para saberlo habrá que esperar un poco, pero no mucho, mañana nuevo capítulo.
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 5
Buenos días, aquí estamos un día más y feliz de ver que continuáis ahí los de siempre, que vuelven lectores que estabais ahí desde siempre y espero que sigan apareciendo nuevos lectores que les llame la historia y estos personajes que nos tienen enamorados. Gracias a todos los que os molestáis en comentar, hoy en especial este capítulo va dedicado a vosotros por estar siempre ahí sacándome una sonrisa y dándome la fuerza para seguir.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 5
POV KATE
Me levanto temprano a pesar de que ayer llegamos tarde y de que no tengo que madrugar. Pero no puedo evitarlo, llevo demasiado tiempo dando vueltas en la cama después de lo que paso anoche, y decido ponerme en marcha para acabar cuanto antes y también para no volverme loco.
Me encuentro como siempre con Lanie en la cocina, por una vez es ella la que me pasa la taza de café que la tomo sin rechistar.
-¿Qué tal la noche?
-Bien.
-¿Bien? ¿Es lo único que vas a decir?-dice levantando la voz muy emocionada por el tema.
-Sí, es lo único que voy a decir.
-Eso es porque no hay nada que contar-dice mirándome de soslayo, sé que quiere picarme y decido devolverle la jugada.
-No creo que quieres saber lo bien que besa-digo como si nada y veo cómo va corriendo hacia el fregadero para escupir el café.
-¿Qué?-dice dándose rápidamente la vuelta mientras se limpia los restos de café.
-Nada-digo girándome pero antes de poder darme la vuelta por completo la escucho rechistar.
-Quieta ahí, no tan rápido. No tienes escapatoria. ¿Qué eso de que lo has besado?
-Sí que pasa-digo tapándome la boca con la taza para que no viera mi sonrisa.
-Dios mío, Katherine Beckett…
-Está bien esta bien-digo como si me costara un suplicio contárselo, aunque en realidad necesitaba contárselo-nos besamos. Bueno me beso él primero.
-¿Y?-dice insistiendo.
-Pues le devolví el beso-digo con una sonrisa-estábamos en la Fontana y allí…me beso, fue…fue increíble, fue mágico.
-Oh dios mío que bonito-dice corriendo hacia mi abrazándome haciendo que casi caiga la taza.
-Lanie tampoco es para tanto.
-¿Qué no? es precioso.
-Sí, pero solo durara unos días-digo por fin soltando mi miedo.
-Kate…-dice haciendo que me siente y ella se sienta a mi lado-sé en lo que estás pensando, pero tú siempre has dicho que te gusta la magia, eres una romántica y lo sabes.
-Por eso me da miedo. Y si me ilusiono y luego…dentro de dos semanas se irá.
-Pero lo habrás vivido. ¿No te arrepentirás más de no haberlo vivido?-dice mirándome fijamente y sé que tiene razón, siempre he soñado con tener un amor como este, quizás más un sueño que creía imposible, pero si quería vivir, enamorarme, disfrutar de lo que me gusta y de la gente que quiero, Lanie tiene razón no me perdonaría no intentarlo, no disfrutarlo mientras dure. Quizás solo quede en eso, en un amor de juventud, en un amor de verano. Pero será algo que recuerde durante el resto de mi vida, algo que sé que voy a disfrutar y sentir y con eso me quedo.
-¿Qué haría yo sin ti?
-Eso digo yo-dice con una sonrisa abrazándome y sonrió mientras la aprieto contra mi cuerpo.
-Gracias.
-Siempre-dice con una sonrisa-ahora tengo que irme a trabajar, algunos tenemos que ir a trabajar-dice con una sonrisa-tu disfruta de tu día-dice dejándome sola y no puedo dejar de sonreír al ‘pensar en él.
Sé que tengo que levantarme para poder hacer todas las cosas que suelo hacer en mi día libre, poner la lavadora, limpiar la casa, hacer la compra etc. Pero ahora mismo solo pienso en verlo, en llamarlo y quedar con él. Saco mi móvil y busco su nombre en la lista de contacto. Le mando mi dirección y termino escribiéndole un corto mensaje.
Buenos días, al final puede que pueda quedar un poco antes. Te parece bien sobre las 12?
Le doy a enviar y cuando voy a guardarme el móvil en el bolsillo lo siento vibrar con su respuesta, solo pensar en lo poco que ha tardado en contestar me hace sonreír.
Por mí como si quieres que vaya ahora. ¿Necesitas ayuda?
No puedo evitar sonreír cuando lo leo y tras dudar mucho si decirle que necesito su ayuda o no, decido contestarle.
Mejor vente a las 12, puedo ocuparme yo sola de lo demás. Piensa un lugar para ir.
Tú eres la guía, así que tú tienes la última palabra. Nos vemos a las 12.
Sonrió como una tonta cuando leo su respuesta y suspiro como una adolescente. Me cuesta un mundo levantarme y cierro los ojos recordando el beso que compartimos ayer, ¿Volverá a pasar hoy? espero que si.
-Madre mía, te tiene loquita ese neoyorkino-dice Lanie haciéndome abrir los ojos.
-Tú cállate-digo con una sonrisa levantándome para poder arreglar las cosas y estar lista cuando él venga.
-Pásatelo bien.
-Igualmente-digo riéndome mientras corro para hacerlo todo cuanto antes.
POV RICK
Estoy más relajado ahora que he recibido su mensaje. Tenía mis dudas de que hubiera cambiado de opinión tras consultarlo con la almohada, pero me alegraba de que quisiera seguir viéndonos, que digo alegrarme, estaba literalmente dando saltos de alegría.
Decido tomarme una buena ducha y ponerme guapo, quería estar lo más guapo posible para ella. Quería llevarla a comer, a visitar la ciudad, a disfrutar de la buena compañía.
Cuando estoy arreglado miro el reloj y queda media hora para la cita. Calculando lo que tarde ayer en llegar desde su casa me sobraran veinte minutos, pero no puedo aguantar más en casa. Salgo fuera y paro un taxi. Tras dar su dirección me siento relajado en el taxi, sin saber muy bien cómo reaccionar cuando nos encontremos.
Voy todo el camino pensando en cómo saludarla, en si besarla, en si abrazarla, en si quedarme como un idiota allí esperando a ver qué hace ella. Estaba nervioso, yo, nervioso por una chica, era algo inaudito pero cierto.
Cuando llego me bajo del taxi y tras pagar me pongo como un tonto a dar vueltas de un lado a otro. No sabía si llamar ya o esperar los veinte minutos que faltan para las doce. Pero no quiero esperar, no creo que pueda esperar. Me acerco hasta la puerta y tras mucho dudar termino tocando el timbre.
Espero impaciente a que se abra la puerta y cuando estoy pensando que he cometido un error por venir antes, se abre la puerta y sale ella con un pantalón vaquero y una camiseta blanca. Tiene un moño hecho lo que hace que su cara quede más libre, lo que la hace aún más hermosa. Mira el reloj sorprendida y luego vuelve a mirarme.
-Es temprano.
-Lo sé.
-Pasa, me queda cinco minutos-dice con una sonrisa y entro dentro mientras ella sale corriendo pasando por una puerta que imagino que será la de su habitación. Al final no ha habido beso ni abrazo pero por ahora no me importa, vamos a pasar todo el día, juntos y ya llegara o al menos eso espero.
Doy vueltas por la pequeña casa pero antes de que pueda ver demasiado la veo salir con un bolso y una chaqueta preciosa como siempre.
-Estás muy guapa-digo como un tonto y la veo sonreír.
-Anda vamos antes de que cambie de opinión-dice con una sonrisa y salgo casi corriendo seguido por su risa.
-¿A dónde vamos?
-¿Qué te queda por ver?
-Bueno supongo que muchas cosas, pero entre las más destacadas el Coliseo.
-¿No lo has visto?
-No.
-Pues vamos a arreglar eso-dice tirando de mi mano y con una sonrisa la sigo allí donde ella vaya.
Caminamos de la mano por la ciudad y no puedo dejar de sonreír. Llegamos al Coliseo y Kate consigue que entremos sin hacer cola, era un chollo tenerla a mi lado.
-¿Puedes conseguirme pasar sin colas a todos los sitios?
-Cállate-dice con una sonrisa mientras disfrutamos de las vistas, y de la espectacularidad del monumento.
-Esto es increíble.
-Sí, no me canso de venir a disfrutarlo-dice sin duda disfrutando-¿Te imaginas como seria esto hace siglos? Tenía que ser increíble, esto repleto de gente todo el mundo gritando.
-Y la gente muriendo allí abajo-digo cortándole el rollo y me echa esa mirada-lo siento, era mucho más bonito como tú lo contabas.
-Muy gracioso-dice haciéndose la enfadada.
-Ven, quiero otro selfie juntos-digo tirando de ella para que se colocara a mi lado. Estiro el brazo para poder sacar la foto y entonces siento como me da en el hombro. Cuando giro la cara para mirarla junta sus labios a los míos sorprendiéndome tanto que el móvil acaba en el suelo, pero me da igual, completamente igual.
-Dios Rick, tu móvil-dice preocupada haciendo un gesto para recogerlo pero yo se lo impido tirando de nuevo de ella para poder besarla de nuevo sintiendo su sonrisa en mi boca haciéndome sonreír a mí también-tu móvil-dice cuando nos separamos.
-Puedo comprar otro-digo con una sonrisa sacando una de su cara.
Me agacho recogiendo el móvil y está completamente rota la pantalla y era imposible encenderlo, solo me alegraba de no perder nada gracias a que todo se subía a la nube directamente. La miro y la veo preocupada por el móvil pero no quiero que lo este.
-Anda vamos, es hora de comer-digo con una sonrisa tirando de ella y la veo sonreír y eso es lo único que de verdad me importa en este momento y si, de que el beso, ha vuelto a llegar.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por leer, el lunes más y mejor jaja. Espero como siempre que os haya gustado y que me lo hagáis saber.
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 5
POV KATE
Me levanto temprano a pesar de que ayer llegamos tarde y de que no tengo que madrugar. Pero no puedo evitarlo, llevo demasiado tiempo dando vueltas en la cama después de lo que paso anoche, y decido ponerme en marcha para acabar cuanto antes y también para no volverme loco.
Me encuentro como siempre con Lanie en la cocina, por una vez es ella la que me pasa la taza de café que la tomo sin rechistar.
-¿Qué tal la noche?
-Bien.
-¿Bien? ¿Es lo único que vas a decir?-dice levantando la voz muy emocionada por el tema.
-Sí, es lo único que voy a decir.
-Eso es porque no hay nada que contar-dice mirándome de soslayo, sé que quiere picarme y decido devolverle la jugada.
-No creo que quieres saber lo bien que besa-digo como si nada y veo cómo va corriendo hacia el fregadero para escupir el café.
-¿Qué?-dice dándose rápidamente la vuelta mientras se limpia los restos de café.
-Nada-digo girándome pero antes de poder darme la vuelta por completo la escucho rechistar.
-Quieta ahí, no tan rápido. No tienes escapatoria. ¿Qué eso de que lo has besado?
-Sí que pasa-digo tapándome la boca con la taza para que no viera mi sonrisa.
-Dios mío, Katherine Beckett…
-Está bien esta bien-digo como si me costara un suplicio contárselo, aunque en realidad necesitaba contárselo-nos besamos. Bueno me beso él primero.
-¿Y?-dice insistiendo.
-Pues le devolví el beso-digo con una sonrisa-estábamos en la Fontana y allí…me beso, fue…fue increíble, fue mágico.
-Oh dios mío que bonito-dice corriendo hacia mi abrazándome haciendo que casi caiga la taza.
-Lanie tampoco es para tanto.
-¿Qué no? es precioso.
-Sí, pero solo durara unos días-digo por fin soltando mi miedo.
-Kate…-dice haciendo que me siente y ella se sienta a mi lado-sé en lo que estás pensando, pero tú siempre has dicho que te gusta la magia, eres una romántica y lo sabes.
-Por eso me da miedo. Y si me ilusiono y luego…dentro de dos semanas se irá.
-Pero lo habrás vivido. ¿No te arrepentirás más de no haberlo vivido?-dice mirándome fijamente y sé que tiene razón, siempre he soñado con tener un amor como este, quizás más un sueño que creía imposible, pero si quería vivir, enamorarme, disfrutar de lo que me gusta y de la gente que quiero, Lanie tiene razón no me perdonaría no intentarlo, no disfrutarlo mientras dure. Quizás solo quede en eso, en un amor de juventud, en un amor de verano. Pero será algo que recuerde durante el resto de mi vida, algo que sé que voy a disfrutar y sentir y con eso me quedo.
-¿Qué haría yo sin ti?
-Eso digo yo-dice con una sonrisa abrazándome y sonrió mientras la aprieto contra mi cuerpo.
-Gracias.
-Siempre-dice con una sonrisa-ahora tengo que irme a trabajar, algunos tenemos que ir a trabajar-dice con una sonrisa-tu disfruta de tu día-dice dejándome sola y no puedo dejar de sonreír al ‘pensar en él.
Sé que tengo que levantarme para poder hacer todas las cosas que suelo hacer en mi día libre, poner la lavadora, limpiar la casa, hacer la compra etc. Pero ahora mismo solo pienso en verlo, en llamarlo y quedar con él. Saco mi móvil y busco su nombre en la lista de contacto. Le mando mi dirección y termino escribiéndole un corto mensaje.
Buenos días, al final puede que pueda quedar un poco antes. Te parece bien sobre las 12?
Le doy a enviar y cuando voy a guardarme el móvil en el bolsillo lo siento vibrar con su respuesta, solo pensar en lo poco que ha tardado en contestar me hace sonreír.
Por mí como si quieres que vaya ahora. ¿Necesitas ayuda?
No puedo evitar sonreír cuando lo leo y tras dudar mucho si decirle que necesito su ayuda o no, decido contestarle.
Mejor vente a las 12, puedo ocuparme yo sola de lo demás. Piensa un lugar para ir.
Tú eres la guía, así que tú tienes la última palabra. Nos vemos a las 12.
Sonrió como una tonta cuando leo su respuesta y suspiro como una adolescente. Me cuesta un mundo levantarme y cierro los ojos recordando el beso que compartimos ayer, ¿Volverá a pasar hoy? espero que si.
-Madre mía, te tiene loquita ese neoyorkino-dice Lanie haciéndome abrir los ojos.
-Tú cállate-digo con una sonrisa levantándome para poder arreglar las cosas y estar lista cuando él venga.
-Pásatelo bien.
-Igualmente-digo riéndome mientras corro para hacerlo todo cuanto antes.
POV RICK
Estoy más relajado ahora que he recibido su mensaje. Tenía mis dudas de que hubiera cambiado de opinión tras consultarlo con la almohada, pero me alegraba de que quisiera seguir viéndonos, que digo alegrarme, estaba literalmente dando saltos de alegría.
Decido tomarme una buena ducha y ponerme guapo, quería estar lo más guapo posible para ella. Quería llevarla a comer, a visitar la ciudad, a disfrutar de la buena compañía.
Cuando estoy arreglado miro el reloj y queda media hora para la cita. Calculando lo que tarde ayer en llegar desde su casa me sobraran veinte minutos, pero no puedo aguantar más en casa. Salgo fuera y paro un taxi. Tras dar su dirección me siento relajado en el taxi, sin saber muy bien cómo reaccionar cuando nos encontremos.
Voy todo el camino pensando en cómo saludarla, en si besarla, en si abrazarla, en si quedarme como un idiota allí esperando a ver qué hace ella. Estaba nervioso, yo, nervioso por una chica, era algo inaudito pero cierto.
Cuando llego me bajo del taxi y tras pagar me pongo como un tonto a dar vueltas de un lado a otro. No sabía si llamar ya o esperar los veinte minutos que faltan para las doce. Pero no quiero esperar, no creo que pueda esperar. Me acerco hasta la puerta y tras mucho dudar termino tocando el timbre.
Espero impaciente a que se abra la puerta y cuando estoy pensando que he cometido un error por venir antes, se abre la puerta y sale ella con un pantalón vaquero y una camiseta blanca. Tiene un moño hecho lo que hace que su cara quede más libre, lo que la hace aún más hermosa. Mira el reloj sorprendida y luego vuelve a mirarme.
-Es temprano.
-Lo sé.
-Pasa, me queda cinco minutos-dice con una sonrisa y entro dentro mientras ella sale corriendo pasando por una puerta que imagino que será la de su habitación. Al final no ha habido beso ni abrazo pero por ahora no me importa, vamos a pasar todo el día, juntos y ya llegara o al menos eso espero.
Doy vueltas por la pequeña casa pero antes de que pueda ver demasiado la veo salir con un bolso y una chaqueta preciosa como siempre.
-Estás muy guapa-digo como un tonto y la veo sonreír.
-Anda vamos antes de que cambie de opinión-dice con una sonrisa y salgo casi corriendo seguido por su risa.
-¿A dónde vamos?
-¿Qué te queda por ver?
-Bueno supongo que muchas cosas, pero entre las más destacadas el Coliseo.
-¿No lo has visto?
-No.
-Pues vamos a arreglar eso-dice tirando de mi mano y con una sonrisa la sigo allí donde ella vaya.
Caminamos de la mano por la ciudad y no puedo dejar de sonreír. Llegamos al Coliseo y Kate consigue que entremos sin hacer cola, era un chollo tenerla a mi lado.
-¿Puedes conseguirme pasar sin colas a todos los sitios?
-Cállate-dice con una sonrisa mientras disfrutamos de las vistas, y de la espectacularidad del monumento.
-Esto es increíble.
-Sí, no me canso de venir a disfrutarlo-dice sin duda disfrutando-¿Te imaginas como seria esto hace siglos? Tenía que ser increíble, esto repleto de gente todo el mundo gritando.
-Y la gente muriendo allí abajo-digo cortándole el rollo y me echa esa mirada-lo siento, era mucho más bonito como tú lo contabas.
-Muy gracioso-dice haciéndose la enfadada.
-Ven, quiero otro selfie juntos-digo tirando de ella para que se colocara a mi lado. Estiro el brazo para poder sacar la foto y entonces siento como me da en el hombro. Cuando giro la cara para mirarla junta sus labios a los míos sorprendiéndome tanto que el móvil acaba en el suelo, pero me da igual, completamente igual.
-Dios Rick, tu móvil-dice preocupada haciendo un gesto para recogerlo pero yo se lo impido tirando de nuevo de ella para poder besarla de nuevo sintiendo su sonrisa en mi boca haciéndome sonreír a mí también-tu móvil-dice cuando nos separamos.
-Puedo comprar otro-digo con una sonrisa sacando una de su cara.
Me agacho recogiendo el móvil y está completamente rota la pantalla y era imposible encenderlo, solo me alegraba de no perder nada gracias a que todo se subía a la nube directamente. La miro y la veo preocupada por el móvil pero no quiero que lo este.
-Anda vamos, es hora de comer-digo con una sonrisa tirando de ella y la veo sonreír y eso es lo único que de verdad me importa en este momento y si, de que el beso, ha vuelto a llegar.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por leer, el lunes más y mejor jaja. Espero como siempre que os haya gustado y que me lo hagáis saber.
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 6
Buenas tardes, ya estamos aquí otra vez, y tenemos capítulo nuevo, ya me diréis si es mejor que el del sábado o no jaja. Gracias de verdad por seguir ahí.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 6
POV RICK
Acabamos de comer y nos sentamos en un pequeño banco cerca del coliseo. La miro y se que le sigue dando vueltas a lo del móvil y no lo entiendo, no ha sido su culpa y para mi no es ningún problema.
-Kate.
-¿Si?-dice volviendo a la realidad.
-¿En que piensas?
-En que…en que estas lejos de casa y es la única forma de comunicarte y…
-Bueno siempre puedes dejarme tu móvil.
-Claro-dice sacándolo rápidamente haciéndome reír.
-Es broma Kate. Mira es la mejor manera para cambiar de móvil, además así no estarán todo el rato llamándome. Yo no veo ninguna queja en lo que ha pasado. Además lo tenía yo en mis manos así que la culpa es mía ¿no?
-Pero yo te bese y…
-Puedes repetirlo todas las veces que quieras, no tengo ninguna queja al respecto-digo sacándole una sonrisa.
-Lo siento soy una idiota, solo que no quería que nada estropeara este día y…
-Nada lo ha estropeado ni lo va a estropear-digo colocando mi mano en su cara para poder acercarla y volver a besarla como dios manda.
La oigo suspirar en el beso y eso me hace sonreír mientras vuelvo a besarla otra vez más, porque eso es lo que quiero hacer por el resto del día, besarla una y otra vez más,
-Hace un poco de fresco-dice colocándose la chaqueta aunque la verdad es que no sentía que hiciera mucho frio-podríamos ir a tu hotel o…-dice casi sin mirarme y eso saca una sonrisa de mi cara.
-Si, hace mucho frio. En mi hotel tenemos calefacción vamos-digo tirando de ella sacándole una sonrisa y caminamos juntos de nuevo por el mismo camino de hace una rato, ambos sin soltarnos la mano y con una sonrisa imposible de borrar.
Llegamos al hotel y la dejo pasar por delante de mí. La veo mirar a su alrededor cada rincón de la habitación como si fuera otro monumento u obra de arte que mereciera la pena mirar una y otra vez.
-¿Te gusta algo que ves?
-No, ¿Han pasado a limpiar? No creo que seas tan arreglado.
-¿Cómo que no? Tengo todo siempre colocado. Pero por si acaso no mires dentro del armario-digo con una sonrisa sacando otra de su cara-¿Quieres una copa?
-Está bien-dice sonriendo y la dejo allí mirando a su alrededor mientras voy al mini bar para preparar una par de copas.
Nos sentamos ambos en el pequeño sofá con nuestras copas en la mano pero enseguida se la quito y cojo la mía para dejarlas sobre la mesa que tenemos delante. Me coloco de lado para poder mirarla bien y paso mis manos por su pelo mientras me acerco a ella para poder volver a besarla.
Abro mi boca deseosa de dejarle paso a su lengua y de poder abrirme paso yo en su boca. Paso mi lengua por sus labios pidiéndole paso y enseguida nuestras lenguas se juntan disfrutando el uno del otro, suspirando y gimiendo sin poder parar, creo que iba a volverme completamente loco y solo había sido un beso.
-¿Quieres algo? Cualquier cosa solo tienes que pedírmelo.
-Ven-dice mordiéndose el labio y tira de mí para volver a besarme y dios esto es increíble, me encanta, me encanta todo lo que hace y como lo hace, creo que me voy a volver loco.
Acabo casi tumbado sobre ella dejándome llevar por el beso. Cuando nos separamos nos mantenemos aun unidos y ambos con una sonrisa en la cara. Acaricio con cuidado su cara despacio, mientras la miro a los ojos sin dejar de sonreír como un loco. Me acerco de nuevo a besarla ya más seguro de que ella es lo que quiere y entonces suena un móvil y frustrado suspiro levantándome un poco para que ella pueda sacar el móvil de su bolso.
-Lo siento-dice sacándolo.
-Al menos el mío no puede sonar-digo sacándole una sonrisa-ahora vuelvo contesta tranquila-digo levantándome y dejándole algo de privacidad para recibir su llamada, pensando que esto podía haber acabado pero me daba igual mientras se quedara aún más a mi lado.
Vuelvo tras pasar por el baño y ya ha acabado la llamada. Me acerco a ella y me siento a su lado está un poco ausente. Espero paciente a su lado hasta que ella nota mi presencia y me mira con una sonrisa. Tiro de ella para abrazarla y cierro los ojos mientras la siento contra mi costado.
-Era mi madre.
-¿Si? ¿Todo bien?
-Sí, está feliz con su trabajo. Pero mi padre dice que van a venir pronto a verme. En unos meses mi madre se jubila y entonces pasara un poco de tiempo aquí conmigo.
-Eso es bueno ¿no?
-No lo sé. No he tenido tanta relación con ellos. Quiero creer que si ahora tienen tiempo y quieren verme tiene que ser algo bueno, pero es raro.
-Lo entiendo. Yo soy un niño de mama y he estado solo con ella. Pero mi madre trabajaba también mucho para sacarme adelante y pasaba mucho tiempo con ella en su trabajo. Siempre pensé que era lo que no quería, quería jugar con otros niños, hacer cosas de niños. Pero ahora, me alegro de haber pasado todo el tiempo posible con mi madre, me he dado cuenta de que eso nunca es malo-digo sacándole un sonrisa-aunque eso sí, a veces no me importa que se vaya y me deje unos días solo-digo haciéndola reír.
-Las relaciones de padres e hijos no siempre son fáciles.
-Ninguna relación es fácil-digo mirándola y la veo apoyarse en mi cuerpo para besarme y yo me dejo llevar por ella, por su tacto, por su boca haciendo maravillas a la mía.
-Llévame a la cama Rick-dice de repente mirándome a los ojos y trago saliva mientras me levanto rápidamente para cogerla en brazos y llevarla a la cama con su risa como banda sonora.
Nos desnudamos el uno al otro sin dejar de besarnos, sin dejar de acariciarnos. Quiero conocer cada milímetro de su piel y me pongo a ello, besando, observando, tocando. Quería que disfrutara como nunca, pero sobre todo quería que se sintiera especial, porque para mí lo era, era especial.
La tumbo con cuidado en la cama y me tumbo sobre ella. Me mira con una sonrisa pícara que enseguida me encargo de besar hasta que consigo hacerla suspirar.
-¿Estas segura…?-pregunto para asegurarme, no quiero que luego se arrepienta, no quiero que se arrepienta de nada de lo que pase entre los dos.
-Estoy muy segura-dice mordiéndose el labio mientras juega con mi pelo haciéndome cosquillas y entonces tira de mi cabeza hacia abajo para poder volver a besarnos y entonces ya sé que nada ni nadie va a impedir que pase, ya solo queda dejarme llevar, dejarnos llevar y disfrutar, que ambos disfrutemos de esto.
Me levanto lo justo para poder sacar un condón de la mesita de noche y me lo coloco rápidamente mientras ella sonríe. Me coloco de nuevo sobre ella y con la ayuda de su mano, la penetro despacio, llenándola por completo y haciendo que clave sus uñas con fuerza en mi espalda volviéndome loco.
Me muevo despacio sin dejar de mirarla, sin dejar de besarla mientras ambos nos damos placer mutuo. No dejamos de movernos, no dejamos de sentirnos, no dejamos de darnos ese placer puro que está llevándonos al clímax total.
Siento como clava sus uñas en mi espalda y como muerde suavemente mi hombro mientras yo no dejo de moverme intentando darle lo que necesita e intentando llegar yo mismo al clímax. Siento que está cerca y yo también lo estoy por eso acelero el paso mientas introduzco mi mano entre los dos cuerpos y presiono su clítoris, una, dos y tres veces hasta que siento como llega a su orgasmo gritando mi nombre, pero eso no me frena, sigo moviéndome mientras muerdo su cuello y siento como aprieta sus brazos en mi cuello para tirar más de mi hasta que llego yo mismo al orgasmo gritando su nombre una y otra vez.
Me dejo caer a su lado en la cama mientras ambos intentamos recuperar el aliento. La oigo reírse y la miro sin entender. Pero entonces se levanta un poco y se tapa con las sabanas tapándome a mí también.
-¿Qué?
-De repente me ha dado vergüenza que me vieras desnuda yo…da igual-dice sonriendo.
-No tiene que darte vergüenza, para nada-digo destapándola un poco mientras paso mi mano por su cuerpo desnudo con una sonrisa.
-Rick…-dice quejándose con una sonrisa.
-Es verdad, eres increíble Kate-digo sonriendo mientras la beso suavemente en los labios.-Ahora es cuando tú dices que soy increíblemente guapo-digo haciéndole reír.
-Bueno…no estas mal-dice con una sonrisa.
-Oye-digo quejándome haciéndome el ofendido pero sin poder evitar una sonrisa-¿Y ahora?-digo mirándola con miedo de que este fuera el final.
-Ahora…ahora tengo hambre-dice sonriéndome y yo le sonrió porque sé que hay más detrás de esa frase, no se iba, se quedaba y eso significaba que aún no había llegado la hora de que esto se acabara.
CONTINUARÁ...
Bueno entonces era mejor que el del sábado o no jaja. Bueno como siempre espero que os haya gustado y dejéis un pequeño comentario que me de fuerzas para que el del miércoles sea aún mejor jaja.
XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 6
POV RICK
Acabamos de comer y nos sentamos en un pequeño banco cerca del coliseo. La miro y se que le sigue dando vueltas a lo del móvil y no lo entiendo, no ha sido su culpa y para mi no es ningún problema.
-Kate.
-¿Si?-dice volviendo a la realidad.
-¿En que piensas?
-En que…en que estas lejos de casa y es la única forma de comunicarte y…
-Bueno siempre puedes dejarme tu móvil.
-Claro-dice sacándolo rápidamente haciéndome reír.
-Es broma Kate. Mira es la mejor manera para cambiar de móvil, además así no estarán todo el rato llamándome. Yo no veo ninguna queja en lo que ha pasado. Además lo tenía yo en mis manos así que la culpa es mía ¿no?
-Pero yo te bese y…
-Puedes repetirlo todas las veces que quieras, no tengo ninguna queja al respecto-digo sacándole una sonrisa.
-Lo siento soy una idiota, solo que no quería que nada estropeara este día y…
-Nada lo ha estropeado ni lo va a estropear-digo colocando mi mano en su cara para poder acercarla y volver a besarla como dios manda.
La oigo suspirar en el beso y eso me hace sonreír mientras vuelvo a besarla otra vez más, porque eso es lo que quiero hacer por el resto del día, besarla una y otra vez más,
-Hace un poco de fresco-dice colocándose la chaqueta aunque la verdad es que no sentía que hiciera mucho frio-podríamos ir a tu hotel o…-dice casi sin mirarme y eso saca una sonrisa de mi cara.
-Si, hace mucho frio. En mi hotel tenemos calefacción vamos-digo tirando de ella sacándole una sonrisa y caminamos juntos de nuevo por el mismo camino de hace una rato, ambos sin soltarnos la mano y con una sonrisa imposible de borrar.
Llegamos al hotel y la dejo pasar por delante de mí. La veo mirar a su alrededor cada rincón de la habitación como si fuera otro monumento u obra de arte que mereciera la pena mirar una y otra vez.
-¿Te gusta algo que ves?
-No, ¿Han pasado a limpiar? No creo que seas tan arreglado.
-¿Cómo que no? Tengo todo siempre colocado. Pero por si acaso no mires dentro del armario-digo con una sonrisa sacando otra de su cara-¿Quieres una copa?
-Está bien-dice sonriendo y la dejo allí mirando a su alrededor mientras voy al mini bar para preparar una par de copas.
Nos sentamos ambos en el pequeño sofá con nuestras copas en la mano pero enseguida se la quito y cojo la mía para dejarlas sobre la mesa que tenemos delante. Me coloco de lado para poder mirarla bien y paso mis manos por su pelo mientras me acerco a ella para poder volver a besarla.
Abro mi boca deseosa de dejarle paso a su lengua y de poder abrirme paso yo en su boca. Paso mi lengua por sus labios pidiéndole paso y enseguida nuestras lenguas se juntan disfrutando el uno del otro, suspirando y gimiendo sin poder parar, creo que iba a volverme completamente loco y solo había sido un beso.
-¿Quieres algo? Cualquier cosa solo tienes que pedírmelo.
-Ven-dice mordiéndose el labio y tira de mí para volver a besarme y dios esto es increíble, me encanta, me encanta todo lo que hace y como lo hace, creo que me voy a volver loco.
Acabo casi tumbado sobre ella dejándome llevar por el beso. Cuando nos separamos nos mantenemos aun unidos y ambos con una sonrisa en la cara. Acaricio con cuidado su cara despacio, mientras la miro a los ojos sin dejar de sonreír como un loco. Me acerco de nuevo a besarla ya más seguro de que ella es lo que quiere y entonces suena un móvil y frustrado suspiro levantándome un poco para que ella pueda sacar el móvil de su bolso.
-Lo siento-dice sacándolo.
-Al menos el mío no puede sonar-digo sacándole una sonrisa-ahora vuelvo contesta tranquila-digo levantándome y dejándole algo de privacidad para recibir su llamada, pensando que esto podía haber acabado pero me daba igual mientras se quedara aún más a mi lado.
Vuelvo tras pasar por el baño y ya ha acabado la llamada. Me acerco a ella y me siento a su lado está un poco ausente. Espero paciente a su lado hasta que ella nota mi presencia y me mira con una sonrisa. Tiro de ella para abrazarla y cierro los ojos mientras la siento contra mi costado.
-Era mi madre.
-¿Si? ¿Todo bien?
-Sí, está feliz con su trabajo. Pero mi padre dice que van a venir pronto a verme. En unos meses mi madre se jubila y entonces pasara un poco de tiempo aquí conmigo.
-Eso es bueno ¿no?
-No lo sé. No he tenido tanta relación con ellos. Quiero creer que si ahora tienen tiempo y quieren verme tiene que ser algo bueno, pero es raro.
-Lo entiendo. Yo soy un niño de mama y he estado solo con ella. Pero mi madre trabajaba también mucho para sacarme adelante y pasaba mucho tiempo con ella en su trabajo. Siempre pensé que era lo que no quería, quería jugar con otros niños, hacer cosas de niños. Pero ahora, me alegro de haber pasado todo el tiempo posible con mi madre, me he dado cuenta de que eso nunca es malo-digo sacándole un sonrisa-aunque eso sí, a veces no me importa que se vaya y me deje unos días solo-digo haciéndola reír.
-Las relaciones de padres e hijos no siempre son fáciles.
-Ninguna relación es fácil-digo mirándola y la veo apoyarse en mi cuerpo para besarme y yo me dejo llevar por ella, por su tacto, por su boca haciendo maravillas a la mía.
-Llévame a la cama Rick-dice de repente mirándome a los ojos y trago saliva mientras me levanto rápidamente para cogerla en brazos y llevarla a la cama con su risa como banda sonora.
Nos desnudamos el uno al otro sin dejar de besarnos, sin dejar de acariciarnos. Quiero conocer cada milímetro de su piel y me pongo a ello, besando, observando, tocando. Quería que disfrutara como nunca, pero sobre todo quería que se sintiera especial, porque para mí lo era, era especial.
La tumbo con cuidado en la cama y me tumbo sobre ella. Me mira con una sonrisa pícara que enseguida me encargo de besar hasta que consigo hacerla suspirar.
-¿Estas segura…?-pregunto para asegurarme, no quiero que luego se arrepienta, no quiero que se arrepienta de nada de lo que pase entre los dos.
-Estoy muy segura-dice mordiéndose el labio mientras juega con mi pelo haciéndome cosquillas y entonces tira de mi cabeza hacia abajo para poder volver a besarnos y entonces ya sé que nada ni nadie va a impedir que pase, ya solo queda dejarme llevar, dejarnos llevar y disfrutar, que ambos disfrutemos de esto.
Me levanto lo justo para poder sacar un condón de la mesita de noche y me lo coloco rápidamente mientras ella sonríe. Me coloco de nuevo sobre ella y con la ayuda de su mano, la penetro despacio, llenándola por completo y haciendo que clave sus uñas con fuerza en mi espalda volviéndome loco.
Me muevo despacio sin dejar de mirarla, sin dejar de besarla mientras ambos nos damos placer mutuo. No dejamos de movernos, no dejamos de sentirnos, no dejamos de darnos ese placer puro que está llevándonos al clímax total.
Siento como clava sus uñas en mi espalda y como muerde suavemente mi hombro mientras yo no dejo de moverme intentando darle lo que necesita e intentando llegar yo mismo al clímax. Siento que está cerca y yo también lo estoy por eso acelero el paso mientas introduzco mi mano entre los dos cuerpos y presiono su clítoris, una, dos y tres veces hasta que siento como llega a su orgasmo gritando mi nombre, pero eso no me frena, sigo moviéndome mientras muerdo su cuello y siento como aprieta sus brazos en mi cuello para tirar más de mi hasta que llego yo mismo al orgasmo gritando su nombre una y otra vez.
Me dejo caer a su lado en la cama mientras ambos intentamos recuperar el aliento. La oigo reírse y la miro sin entender. Pero entonces se levanta un poco y se tapa con las sabanas tapándome a mí también.
-¿Qué?
-De repente me ha dado vergüenza que me vieras desnuda yo…da igual-dice sonriendo.
-No tiene que darte vergüenza, para nada-digo destapándola un poco mientras paso mi mano por su cuerpo desnudo con una sonrisa.
-Rick…-dice quejándose con una sonrisa.
-Es verdad, eres increíble Kate-digo sonriendo mientras la beso suavemente en los labios.-Ahora es cuando tú dices que soy increíblemente guapo-digo haciéndole reír.
-Bueno…no estas mal-dice con una sonrisa.
-Oye-digo quejándome haciéndome el ofendido pero sin poder evitar una sonrisa-¿Y ahora?-digo mirándola con miedo de que este fuera el final.
-Ahora…ahora tengo hambre-dice sonriéndome y yo le sonrió porque sé que hay más detrás de esa frase, no se iba, se quedaba y eso significaba que aún no había llegado la hora de que esto se acabara.
CONTINUARÁ...
Bueno entonces era mejor que el del sábado o no jaja. Bueno como siempre espero que os haya gustado y dejéis un pequeño comentario que me de fuerzas para que el del miércoles sea aún mejor jaja.
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 7
Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo, feliz de que os esté gustando a pesar de que todo va mucho más rápido de lo que normalmente van mis historias. Gracias por seguir ahí.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 7
POV RICK
Despierto y la veo a mi lado, es tan hermosa. No puedo dejar de mirarla. Levanto mi mano despacio y la toco con delicadeza su cara sin despertarla. Me coloco de lado para poder mirarla mejor y le toco despacio su cintura y no puedo esperar más y me acerco para besar sus labios y entonces la siento removerse y suspirar en mis labios.
Sonrió y me alejo un poco para poder mirarla, de nuevo con miedo a que se arrepienta, no entiendo que me esta pasando.
-Buenos días-digo mirándola a ver si puedo averiguar que puede estar pasando por esa cabecita suya, pero no tengo que mirar mucho porque simplemente me mira con una sonrisa y luego cierra los ojos aun sonriendo.
-Demasiada claridad.
-Eso puedo solucionarlo-digo levantándome rápidamente para cerrar las cortinas dejando la habitación en penumbra. Miro hacia la cama y tiene aun los ojos medios cerrados.
-Rick…-dice tapándose la cara.
-¿Qué?
-Tapate-dice asomándose un poquito. Me coloco el bóxer que esta tirado en el suelo y vuelvo a la cama tumbándome a su lado mientras me acerco a ella.
-¿Ahora te va a dar vergüenza?
-Si.
-¿En serio? ¿Después de lo de anoche? Anoche no tenías vergüenza.
-Es distinto-dice tapándose y me coloco sobre ella haciéndola reír.
-No sientas vergüenza, porque no tienes porque sentirla. Eres increíble.
-Rick…-dice sonrojada y me quito de encima pero al menos ahora no tira tanto de la manta hacia arriba y puedo ver algo de su hombro desnudo.
-¿Qué quieres hacer hoy?
-Pues querer da igual, tengo que ir a trabajar.
-¿En serio?
-Si tengo turno de tarde. ¿Cuántos días libres crees que tengo?-dice haciéndome sonreír.
-Pero aun tenemos unas horas ¿no?
-Sí, tengo hambre.
-¿Otra vez?
-Hey-dice enojada dándome un golpe juguetón.
-Voy a pedir que no lo suban, no quiero salir de aquí-digo besándole suavemente los labios.
-Bien.
-Tú ves vistiéndote, si quieres-digo mirándola haciendo que sonría mientras se sonroja.
Me levanto cojo el teléfono y me meto en el baño más para darle esa intimidad que necesita ella que por querer separarme de ella. Llamo rápidamente para que nos suban el desayuno. Cojo un alborno para taparme y me mojo un poco la cabeza para poder despertarme mejor. Cuando salgo hacia la habitación Kate ya está vestida y sentada en la cama. Cuando me oye abrir la puerta me mira con una sonrisa y cuando me ve empieza a reírse.
-¿Qué?
-Nada…lo siento…-dice sin parar de reír.
Me miro y veo como el alborno lo tengo arrugado sobre la parte del bóxer marcando aún más mis partes en vez de taparlas.
-Muy graciosa-digo colocándome bien mientras sonrió. En ese momento dan en la puerta-ahí está nuestro desayuno-digo sonriendo mientras me acerco para abrir la puerta.
Desayunamos los dos juntos sin dejar de sonreír, no puedo dejar de pensar que esto es una locura, pero una locura que me hace sentir bien. Se levanta para ir al baño y yo me encargo de recoger un poco todo y para vestirme rápidamente para cuando salga.
Cuando sale del baño ya está algo más arreglada y no significa que más guapa, porque ella sería guapa hasta con una bolsa puesta. Me acerco a ella y la veo sonreír. La agarro de la cintura para tirar de ella hacia mí y la beso suavemente en los labios.
-Tengo que irme.
-¿Cuándo vamos a poder volver a vernos?
-Todavía no me he ido y ya estas queriendo quedar otra vez.
-Sí, y cuando vuelvas a irte volveré a preguntar cuando volveremos a vernos-digo con una sonrisa.
-Tengo que trabajar.
-Y luego tendrás que cenar. Puedo recogerte.
-¿Sabes llegar?
-Me estoy haciendo un experto en esta ciudad, ya llego a los sitios hasta sin querer así que queriendo-digo con una sonrisa-si hace falta empezaré ahora a buscar el Vaticano así podré llegar para la hora que salgas-digo haciéndola reír.
-Te diré que metro coger para que llegues.
-Gracias-digo con una sonrisa-¿Eso significa que vamos a quedar?
-Sí, pero solo una cena.
-¿Eso es que no te ha gustado lo que ha pasado?-digo despacio intentando elegir bien las palabras.
-No he dicho eso. Pero mañana tengo turno de mañana y tengo que descansar. Si me quedo…no descansaré.
-Puedo portarme bien-digo poniendo morritos mientras la agarro por la cintura y ella coloca sus manos sobre mi cuello.
-No estoy segura de que quiera que te portes bien así que…
-Oh, eres muy mala Kate-digo sonriendo haciéndola reír.
-Tengo que irme. Nos vemos luego.
-¿A qué hora sales?
-8 y media.
-Pues estaré esperándote.
-Bien.
-Piensa un buen lugar para comer ¿Si?
-Lo pensaré-dice besándome antes de coger su bolso para poder salir por la puerta. Antes de hacerlo vuelve a mirarme con una sonrisa y la veo salir pensando en que en unas horas podré volver a verla.
POV KATE
Llego al trabajo con una sonrisa en la cara, una sonrisa que no he podido quitarme desde esta mañana. Tengo ganas de verlo y aunque sé que esto no va a durar, que es algo efímero, pienso disfrutarlo mientras dure.
Saco el móvil para ver si tengo algo de él, pero no hay nada de nada, pienso que me estoy volviendo loca, solo han pasado unos minutos desde que nos hemos visto y ya lo echo de menos. Sé que tengo que ponerme un freno, no puedo enamorarme, ¿Qué digo de enamorarme? Estoy loca, no puedo pensar ni en ello, esto es efímero, esto tiene fecha de caducidad, menos de dos semanas y sí, aunque quiero disfrutar, aunque me da igual que esto se vaya a acabar, tengo que poner el freno, no puedo acelerarme porque si ya estoy empezando a echarlo de menos ¿Cómo será cuando se vaya de verdad? No, no quiero sufrir, eso lo tengo claro.
-Hola chica. ¿Qué tal tu noche?-dice Lanie apareciendo.
-¿Qué haces aquí?
-Dando horas extras.
-¿En serio?
-Sí, doble turno-dice con una sonrisa-pero no me has respondido. ¿Qué tal tu noche?
-Bien, sin quejas-digo con una sonrisa.
-Madre mía te has acostado con él-dice levantando la voz.
-Lanie, no quiero que todo el mundo lo sepa ¿vale?
-Lo siento, lo siento. Es que…quiero saberlo todo-dice bajando la voz.
-Pues te vas a quedar con las ganas-digo yo también bajito sin poder evitar una sonrisa al ver su cara de fastidio.
-Eres muy mala Kate.
-Si lo soy, y esta chica mala tiene que ponerse a trabajar así que te dejo.
-Espera. ¿Nos vemos luego para cenar y hablamos?
-He quedado-digo con una sonrisa.
-¿En serio?-dice con una sonrisa.
-Una amiga me digo que viviera el momento y lo estoy haciendo. Esta noche nos vemos.
-¿Esta noche no me abandonas?
-No, mañana tengo turno de mañana. Así que luego nos vemos.
-Está bien, disfruta de la cena y aunque sea rápido no dejes el postre-dice con una sonrisa y la dejo allí mientras me voy cabeceando por las cosas que dice mi amiga.
Hoy es un día duro de trabajo, grupo tras grupo voy guiándolos por el gran museo, el museo de todos los museos. Sin duda, creo que es el primer día que el trabajo se me hace largo, y sé que la culpa la tiene él, que lo echo de menos y necesito verlo. Por mucho, que no quiera pensar en ello no puedo evitarlo.
Acabo cansada y me encuentro en las taquillas con Lanie, sin duda tiene que estar aún más cansada que yo después del doble turno.
-¿Te vas a casa?
-Si estoy muy cansada.
-Si quieres puedes venirte a cenar con nosotros.
-No quiero ir a cenar con una parejita-dice con una sonrisa.
-En serio puedes venir.
-Y en serio estoy cansada. Además tienes que disfrutar del tiempo que tengáis-dice con una sonrisa y yo asiento mientas recojo mis cosas para poder salir en busca de Rick.
Cuando salgo lo busco con la mirada pero no logro encontrarlo. No sé si tengo más miedo de que se haya perdido o de que solo haya buscado sexo conmigo. ¿Puede que sea eso? ¿Me ha engañado? Pero entonces siento como mi móvil vibra en mi bolsillo y cuando lo saco todas las dudas se van de golpe y una sonrisa ilumina mi cara.
Estás muy guapa. ¿Estás buscándome? Solo tienes que mirar a tu espalda.
Me giro mientras lo busco con la mirada, lo encuentro apoyado sobre la pared de la entrada con el móvil en la mano y una sonrisa en la cara. Y otra vez, estoy sonriendo como una tonta, pero no puedo evitarlo, me hace sentir bien, me hace sentir feliz, y es algo que mientras pueda pienso disfrutarlo.
CONTINUARÁ…
Bueno pues hasta aquí llega este capítulo, espero que os haya gustado. ¿Creéis que Kate tiene las cosas claras y no irá a más la relación? ¿Terminarán sufriendo? ¿Acabara antes casi de empezar? bueno para averiguarlo solo tenéis que esperar un poco y seguir leyendo.
Hasta el viernes XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 7
POV RICK
Despierto y la veo a mi lado, es tan hermosa. No puedo dejar de mirarla. Levanto mi mano despacio y la toco con delicadeza su cara sin despertarla. Me coloco de lado para poder mirarla mejor y le toco despacio su cintura y no puedo esperar más y me acerco para besar sus labios y entonces la siento removerse y suspirar en mis labios.
Sonrió y me alejo un poco para poder mirarla, de nuevo con miedo a que se arrepienta, no entiendo que me esta pasando.
-Buenos días-digo mirándola a ver si puedo averiguar que puede estar pasando por esa cabecita suya, pero no tengo que mirar mucho porque simplemente me mira con una sonrisa y luego cierra los ojos aun sonriendo.
-Demasiada claridad.
-Eso puedo solucionarlo-digo levantándome rápidamente para cerrar las cortinas dejando la habitación en penumbra. Miro hacia la cama y tiene aun los ojos medios cerrados.
-Rick…-dice tapándose la cara.
-¿Qué?
-Tapate-dice asomándose un poquito. Me coloco el bóxer que esta tirado en el suelo y vuelvo a la cama tumbándome a su lado mientras me acerco a ella.
-¿Ahora te va a dar vergüenza?
-Si.
-¿En serio? ¿Después de lo de anoche? Anoche no tenías vergüenza.
-Es distinto-dice tapándose y me coloco sobre ella haciéndola reír.
-No sientas vergüenza, porque no tienes porque sentirla. Eres increíble.
-Rick…-dice sonrojada y me quito de encima pero al menos ahora no tira tanto de la manta hacia arriba y puedo ver algo de su hombro desnudo.
-¿Qué quieres hacer hoy?
-Pues querer da igual, tengo que ir a trabajar.
-¿En serio?
-Si tengo turno de tarde. ¿Cuántos días libres crees que tengo?-dice haciéndome sonreír.
-Pero aun tenemos unas horas ¿no?
-Sí, tengo hambre.
-¿Otra vez?
-Hey-dice enojada dándome un golpe juguetón.
-Voy a pedir que no lo suban, no quiero salir de aquí-digo besándole suavemente los labios.
-Bien.
-Tú ves vistiéndote, si quieres-digo mirándola haciendo que sonría mientras se sonroja.
Me levanto cojo el teléfono y me meto en el baño más para darle esa intimidad que necesita ella que por querer separarme de ella. Llamo rápidamente para que nos suban el desayuno. Cojo un alborno para taparme y me mojo un poco la cabeza para poder despertarme mejor. Cuando salgo hacia la habitación Kate ya está vestida y sentada en la cama. Cuando me oye abrir la puerta me mira con una sonrisa y cuando me ve empieza a reírse.
-¿Qué?
-Nada…lo siento…-dice sin parar de reír.
Me miro y veo como el alborno lo tengo arrugado sobre la parte del bóxer marcando aún más mis partes en vez de taparlas.
-Muy graciosa-digo colocándome bien mientras sonrió. En ese momento dan en la puerta-ahí está nuestro desayuno-digo sonriendo mientras me acerco para abrir la puerta.
Desayunamos los dos juntos sin dejar de sonreír, no puedo dejar de pensar que esto es una locura, pero una locura que me hace sentir bien. Se levanta para ir al baño y yo me encargo de recoger un poco todo y para vestirme rápidamente para cuando salga.
Cuando sale del baño ya está algo más arreglada y no significa que más guapa, porque ella sería guapa hasta con una bolsa puesta. Me acerco a ella y la veo sonreír. La agarro de la cintura para tirar de ella hacia mí y la beso suavemente en los labios.
-Tengo que irme.
-¿Cuándo vamos a poder volver a vernos?
-Todavía no me he ido y ya estas queriendo quedar otra vez.
-Sí, y cuando vuelvas a irte volveré a preguntar cuando volveremos a vernos-digo con una sonrisa.
-Tengo que trabajar.
-Y luego tendrás que cenar. Puedo recogerte.
-¿Sabes llegar?
-Me estoy haciendo un experto en esta ciudad, ya llego a los sitios hasta sin querer así que queriendo-digo con una sonrisa-si hace falta empezaré ahora a buscar el Vaticano así podré llegar para la hora que salgas-digo haciéndola reír.
-Te diré que metro coger para que llegues.
-Gracias-digo con una sonrisa-¿Eso significa que vamos a quedar?
-Sí, pero solo una cena.
-¿Eso es que no te ha gustado lo que ha pasado?-digo despacio intentando elegir bien las palabras.
-No he dicho eso. Pero mañana tengo turno de mañana y tengo que descansar. Si me quedo…no descansaré.
-Puedo portarme bien-digo poniendo morritos mientras la agarro por la cintura y ella coloca sus manos sobre mi cuello.
-No estoy segura de que quiera que te portes bien así que…
-Oh, eres muy mala Kate-digo sonriendo haciéndola reír.
-Tengo que irme. Nos vemos luego.
-¿A qué hora sales?
-8 y media.
-Pues estaré esperándote.
-Bien.
-Piensa un buen lugar para comer ¿Si?
-Lo pensaré-dice besándome antes de coger su bolso para poder salir por la puerta. Antes de hacerlo vuelve a mirarme con una sonrisa y la veo salir pensando en que en unas horas podré volver a verla.
POV KATE
Llego al trabajo con una sonrisa en la cara, una sonrisa que no he podido quitarme desde esta mañana. Tengo ganas de verlo y aunque sé que esto no va a durar, que es algo efímero, pienso disfrutarlo mientras dure.
Saco el móvil para ver si tengo algo de él, pero no hay nada de nada, pienso que me estoy volviendo loca, solo han pasado unos minutos desde que nos hemos visto y ya lo echo de menos. Sé que tengo que ponerme un freno, no puedo enamorarme, ¿Qué digo de enamorarme? Estoy loca, no puedo pensar ni en ello, esto es efímero, esto tiene fecha de caducidad, menos de dos semanas y sí, aunque quiero disfrutar, aunque me da igual que esto se vaya a acabar, tengo que poner el freno, no puedo acelerarme porque si ya estoy empezando a echarlo de menos ¿Cómo será cuando se vaya de verdad? No, no quiero sufrir, eso lo tengo claro.
-Hola chica. ¿Qué tal tu noche?-dice Lanie apareciendo.
-¿Qué haces aquí?
-Dando horas extras.
-¿En serio?
-Sí, doble turno-dice con una sonrisa-pero no me has respondido. ¿Qué tal tu noche?
-Bien, sin quejas-digo con una sonrisa.
-Madre mía te has acostado con él-dice levantando la voz.
-Lanie, no quiero que todo el mundo lo sepa ¿vale?
-Lo siento, lo siento. Es que…quiero saberlo todo-dice bajando la voz.
-Pues te vas a quedar con las ganas-digo yo también bajito sin poder evitar una sonrisa al ver su cara de fastidio.
-Eres muy mala Kate.
-Si lo soy, y esta chica mala tiene que ponerse a trabajar así que te dejo.
-Espera. ¿Nos vemos luego para cenar y hablamos?
-He quedado-digo con una sonrisa.
-¿En serio?-dice con una sonrisa.
-Una amiga me digo que viviera el momento y lo estoy haciendo. Esta noche nos vemos.
-¿Esta noche no me abandonas?
-No, mañana tengo turno de mañana. Así que luego nos vemos.
-Está bien, disfruta de la cena y aunque sea rápido no dejes el postre-dice con una sonrisa y la dejo allí mientras me voy cabeceando por las cosas que dice mi amiga.
Hoy es un día duro de trabajo, grupo tras grupo voy guiándolos por el gran museo, el museo de todos los museos. Sin duda, creo que es el primer día que el trabajo se me hace largo, y sé que la culpa la tiene él, que lo echo de menos y necesito verlo. Por mucho, que no quiera pensar en ello no puedo evitarlo.
Acabo cansada y me encuentro en las taquillas con Lanie, sin duda tiene que estar aún más cansada que yo después del doble turno.
-¿Te vas a casa?
-Si estoy muy cansada.
-Si quieres puedes venirte a cenar con nosotros.
-No quiero ir a cenar con una parejita-dice con una sonrisa.
-En serio puedes venir.
-Y en serio estoy cansada. Además tienes que disfrutar del tiempo que tengáis-dice con una sonrisa y yo asiento mientas recojo mis cosas para poder salir en busca de Rick.
Cuando salgo lo busco con la mirada pero no logro encontrarlo. No sé si tengo más miedo de que se haya perdido o de que solo haya buscado sexo conmigo. ¿Puede que sea eso? ¿Me ha engañado? Pero entonces siento como mi móvil vibra en mi bolsillo y cuando lo saco todas las dudas se van de golpe y una sonrisa ilumina mi cara.
Estás muy guapa. ¿Estás buscándome? Solo tienes que mirar a tu espalda.
Me giro mientras lo busco con la mirada, lo encuentro apoyado sobre la pared de la entrada con el móvil en la mano y una sonrisa en la cara. Y otra vez, estoy sonriendo como una tonta, pero no puedo evitarlo, me hace sentir bien, me hace sentir feliz, y es algo que mientras pueda pienso disfrutarlo.
CONTINUARÁ…
Bueno pues hasta aquí llega este capítulo, espero que os haya gustado. ¿Creéis que Kate tiene las cosas claras y no irá a más la relación? ¿Terminarán sufriendo? ¿Acabara antes casi de empezar? bueno para averiguarlo solo tenéis que esperar un poco y seguir leyendo.
Hasta el viernes XXOO
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 8
Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo, gracias por estar ahí y espero que os guste la historia. ¿Problemas? Bueno si no la vida sería muy aburrida ¿no? jaja
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 8
POV KATE
Lo veo acercarse y no puedo evitar sonreír como una loca. Cuando llega a mi lado me agarra por la cintura acercándome a él, pero no me besa y yo lo estoy deseando así que soy yo quien da el último paso y lo beso despacio, saboreando primeros sus labios y después su lengua hasta que siento que los pulmones me queman.
-Hola a ti también-dice con una sonrisa dándome un beso rápido en los labios.
-¿A dónde vamos?-le pregunto mordiéndome el labio para evitar una sonrisa tonta.
-¿Eso no lo decidías tú? Porque por mí me da igual en el primer lugar abierto que encontremos me meto-dice con una sonrisa.
-Había pensado…-pero entonces me suena el móvil con la entrada de un mensaje y le hago un gesto para que me dé un minuto. Cuando abro el móvil es un mensaje de Lanie.
Me he quedado en casa de Gio, tienes la casa libre por si quieres aprovechar mejor la noche
Sonrió al imaginarme su cara mientras escribía el mensaje. Me imagino que ella también va a pasar una buena noche. Miro hacia el cielo donde hay un montón de nubes bastante oscuras, sin duda va a llover y prefiero estar en casa que por la ciudad donde podamos acabar mojados. Y si, también porque Lanie tiene razón así podremos aprovechar mejor la noche.
-¿Te apetece cena en casa? Podemos pedir algo el día no está muy agorero.
-Por mi perfecto-dice con una sonrisita que me hace sonreír.
Nos montamos en el metro que a estas horas está a tope de gente y entre ellas muchos compañeros míos. Intento pasar un poco desapercibida y pasar de todo el mundo, pero me siento observada y eso hace que me sienta un poco alejada de Rick.
-¿Estas bien?-me pregunta de repente colocando su mano en mi cara con una sonrisa y no puedo evitar sonreírle, pero entonces mi cara cambia cuando veo a mi jefe acercándose y él debe notarlo porque se separa y se gira.
-Francesco-digo intentando sonreír aunque me sale una especie de mueca.
-Hola Kate. ¿Ya hemos acabado por hoy?
-Eso parece-digo con una sonrisa.
-Mañana esperamos a mucha gente.
-Lo sé-digo algo incomoda.
-No sé si te habrán llamado los de administración, pero esta semana vamos a dar todos, horas extras.
-No me han dicho nada-digo sorprendida.
-Pues sí, así que mañana pásate por administración para preguntar. Luego te pasas por mi despacho.
-¿Pasa algo?-pregunto preocupada.
-No, al menos no nada malo-dice guiñándome el ojo con una sonrisa-nos vemos mañana, descansa-dice bajándose en su parada y me quedo sorprendida por lo que acaba de pasar. Cuando miro a Rick está riéndose.
-¿Qué? ¿De qué te ríes?
-Lo tienes loquito. Si quieres ascender lo tendrás fácil-dice riéndose y me siento enojada de repente.
-No necesito liarme con nadie para ascender.
-Lo siento-dice de repente serio-solo era un broma. Kate sé que eres muy buena, no he necesitado mucho tiempo para verlo. Lo siento de verdad-dice bajando la cabeza y no quiero que se sienta mal.
-No lo siento, en cuanto al trabajo soy un poco demasiado profesional.
-Eso no es malo-dice con una sonrisa y me doy cuenta que me da igual quien me vea, quiero besarlo así que me acerco y lo hago-eso me gusta más-dice con una sonrisa y me dejo caer sobre su costado mientras él me aprieta fuerza contra su cuerpo.
Cuando salimos del metro ha empezado a llover y no poco. Mi casa está a unos trecientos metros de la parada del metro, no es mucho pero sé que vamos a llegar mojados de arriba abajo.
-¿Lista?-dice Rick con una sonrisa a mi lado dispuesto a salir corriendo, estaba disfrutando del agua como un niño.
-Ya-digo saliendo a correr y lo oigo relatar mientras sale rápidamente detrás de mí.
Las frías gotas de agua caen sobre mi cuerpo empezando a calarme de arriba abajo cuando cruzo la esquina. Apenas cien metros para llegar a casa y siento como tengo agua hasta dentro de las zapatillas, donde mis pies van chapoteando. Rick me sigue de cerca gritando mientras se ríe como un niño.
Llego al portal donde me resguardo y espero varios segundos a que Rick aparezca pero no lo hace. Cuando me asomo lo veo tirado en el suelo sin parar de reír, parece que se ha caído. Salgo corriendo a ayudarlo a levantarse y entramos los dos dentro mojados de arriba abajo pero sin poder dejar de reír como si fuéramos dos niños.
Nos montamos en el ascensor cada uno en una punta sin dejar de reír. Hasta que los dos paramos y nos miramos con una sonrisa. Lo siguiente que siento es como se acerca a pasos rápidos y me aprisiona contra la pared del ascensor besándome con ganas. Cuando puedo ser consciente de lo que pasa lo aprieto contra mi cuerpo, y el frio de la ropa mojada más el calor que mi cuerpo está sintiendo en este momento por sus besos, hacen que mi cuerpo sienta escalofríos que se concentran en el mismo sitio. Lo necesito y lo necesito ya.
Entramo a trompicones en mi casa quitándonos rápidamente la ropa mojada el uno al otro, sin dejar de besarnos, sin dejar de tocarnos. Y lo necesito, lo necesito ya, no puedo ni quiero esperar más.
-Rick te necesito-termino suplicándole.
Me levanta por las piernas arrinconándome contra la pared haciéndome suspirar. Nos miramos ambos con la respiración acelerada y entonces siento como me penetra rápidamente haciéndome gritar mientras me agarro con fuerza a su espalda y nos movemos al unísono dejándonos llevar por la pasión, por el deseo que nos estaba corriendo por nuestros cuerpos.
Siento como mi cuerpo empieza a darse por vencido, siento como las piernas me flaquean, mi cuerpo arde y termino gritando su nombre con todas mis fuerzas mientras él se mueve aun dentro de mí. Me abrazo con fuerza a su cuello mientras muerdo su cuello y siento como se pone tenso. Se sale de dentro de mí pero sin soltarme, y se corre fuera. Entonces me doy cuenta de que no hemos usado protección y me alegro de que él se haya dado cuenta.
Nos mantenemos así juntos recuperando el aliento mientras suavemente nos acariciamos, casi sin darnos ni cuenta.
-¿Estas bien?-pregunta mientras me agarra mejor para que no me caiga. Le sonrió mientras me acerco para besarlo como modo de respuesta-Tengo que ir a lavarme.
-Yo también-digo acariciándole suavemente el cuello.
-Me pido primero-dice con una sonrisa-¿Puedes mantenerte de pie?
-Creo que si-digo mientras poco a poco me va dejando en el suelo pero sin soltarme por si aún no consigo que mis piernas responden.
Me deja un beso suave en los labios antes de salir corriendo al baño. Aunque cuando se da cuenta no sabe dónde está.
-A la izquierda, la segunda-digo con una sonrisa y lo veo salir corriendo desnudo y no puedo evitar mirar su perfecto trasero.
Recojo mi ropa y siento aun vergüenza de que me mire desnuda, nunca me he sentido cohibida por estar desnuda, pero con él es distinto no sé porque. Cuando ya he recogido todo cojo una camiseta larga de las que uso para dormir y me la pongo. No tengo nada para él y esta mojado. Rebusco y al final cojo otra de mis camisetas para dormir y unos bóxer que también uso para hacer ejercicio y se los saco para que pueda estar más cómodo y también para que no tenga que ponerse la ropa húmeda.
Cuando tengo toda la ropa sacada él sale del baño todavía desnudo y no puedo evitar mirarlo sin duda nerviosa y con vergüenza por verlo así.
-He sacado algo de ropa que puedes usar-digo entregándosela.
-Gracias, aunque no me importa estar así, claro si tú te quitas la camiseta esa-dice agarrándome por la cintura mientras se acerca para besarme y no puedo evitar sonreír.
-Creo que estoy mejor así-digo separándolo-y tu deberías vestirte-digo tirándole la ropa y lo oigo suspirar.
-Vas a volverme loco-dice haciéndome reír.
-Voy al baño mientras te vistes. Si quieres puedes ir pidiendo la comida. Junto al teléfono hay muchos números de restaurantes.
-Creo que te esperaré, si no puede que comamos rata o algo así-dice haciéndome reír.
-Si mejor déjalo-digo dándole un beso rápido en los labios sorprendiéndolo y me meto dentro del baño con una sonrisa en la cara. Me encontraba a gusto, me sentía liberada cuando estaba a su lado y eso es algo que me gusta, es un lado que no suelo ver de mí. Espero sentirme así por mucho más tiempo, al menos durante el tiempo que pase junto a él.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por estar ahí, como siempre espero que os haya gustado y que me lo hagáis saber. Mañana más, con ganas de que sigáis leyendo.
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 8
POV KATE
Lo veo acercarse y no puedo evitar sonreír como una loca. Cuando llega a mi lado me agarra por la cintura acercándome a él, pero no me besa y yo lo estoy deseando así que soy yo quien da el último paso y lo beso despacio, saboreando primeros sus labios y después su lengua hasta que siento que los pulmones me queman.
-Hola a ti también-dice con una sonrisa dándome un beso rápido en los labios.
-¿A dónde vamos?-le pregunto mordiéndome el labio para evitar una sonrisa tonta.
-¿Eso no lo decidías tú? Porque por mí me da igual en el primer lugar abierto que encontremos me meto-dice con una sonrisa.
-Había pensado…-pero entonces me suena el móvil con la entrada de un mensaje y le hago un gesto para que me dé un minuto. Cuando abro el móvil es un mensaje de Lanie.
Me he quedado en casa de Gio, tienes la casa libre por si quieres aprovechar mejor la noche
Sonrió al imaginarme su cara mientras escribía el mensaje. Me imagino que ella también va a pasar una buena noche. Miro hacia el cielo donde hay un montón de nubes bastante oscuras, sin duda va a llover y prefiero estar en casa que por la ciudad donde podamos acabar mojados. Y si, también porque Lanie tiene razón así podremos aprovechar mejor la noche.
-¿Te apetece cena en casa? Podemos pedir algo el día no está muy agorero.
-Por mi perfecto-dice con una sonrisita que me hace sonreír.
Nos montamos en el metro que a estas horas está a tope de gente y entre ellas muchos compañeros míos. Intento pasar un poco desapercibida y pasar de todo el mundo, pero me siento observada y eso hace que me sienta un poco alejada de Rick.
-¿Estas bien?-me pregunta de repente colocando su mano en mi cara con una sonrisa y no puedo evitar sonreírle, pero entonces mi cara cambia cuando veo a mi jefe acercándose y él debe notarlo porque se separa y se gira.
-Francesco-digo intentando sonreír aunque me sale una especie de mueca.
-Hola Kate. ¿Ya hemos acabado por hoy?
-Eso parece-digo con una sonrisa.
-Mañana esperamos a mucha gente.
-Lo sé-digo algo incomoda.
-No sé si te habrán llamado los de administración, pero esta semana vamos a dar todos, horas extras.
-No me han dicho nada-digo sorprendida.
-Pues sí, así que mañana pásate por administración para preguntar. Luego te pasas por mi despacho.
-¿Pasa algo?-pregunto preocupada.
-No, al menos no nada malo-dice guiñándome el ojo con una sonrisa-nos vemos mañana, descansa-dice bajándose en su parada y me quedo sorprendida por lo que acaba de pasar. Cuando miro a Rick está riéndose.
-¿Qué? ¿De qué te ríes?
-Lo tienes loquito. Si quieres ascender lo tendrás fácil-dice riéndose y me siento enojada de repente.
-No necesito liarme con nadie para ascender.
-Lo siento-dice de repente serio-solo era un broma. Kate sé que eres muy buena, no he necesitado mucho tiempo para verlo. Lo siento de verdad-dice bajando la cabeza y no quiero que se sienta mal.
-No lo siento, en cuanto al trabajo soy un poco demasiado profesional.
-Eso no es malo-dice con una sonrisa y me doy cuenta que me da igual quien me vea, quiero besarlo así que me acerco y lo hago-eso me gusta más-dice con una sonrisa y me dejo caer sobre su costado mientras él me aprieta fuerza contra su cuerpo.
Cuando salimos del metro ha empezado a llover y no poco. Mi casa está a unos trecientos metros de la parada del metro, no es mucho pero sé que vamos a llegar mojados de arriba abajo.
-¿Lista?-dice Rick con una sonrisa a mi lado dispuesto a salir corriendo, estaba disfrutando del agua como un niño.
-Ya-digo saliendo a correr y lo oigo relatar mientras sale rápidamente detrás de mí.
Las frías gotas de agua caen sobre mi cuerpo empezando a calarme de arriba abajo cuando cruzo la esquina. Apenas cien metros para llegar a casa y siento como tengo agua hasta dentro de las zapatillas, donde mis pies van chapoteando. Rick me sigue de cerca gritando mientras se ríe como un niño.
Llego al portal donde me resguardo y espero varios segundos a que Rick aparezca pero no lo hace. Cuando me asomo lo veo tirado en el suelo sin parar de reír, parece que se ha caído. Salgo corriendo a ayudarlo a levantarse y entramos los dos dentro mojados de arriba abajo pero sin poder dejar de reír como si fuéramos dos niños.
Nos montamos en el ascensor cada uno en una punta sin dejar de reír. Hasta que los dos paramos y nos miramos con una sonrisa. Lo siguiente que siento es como se acerca a pasos rápidos y me aprisiona contra la pared del ascensor besándome con ganas. Cuando puedo ser consciente de lo que pasa lo aprieto contra mi cuerpo, y el frio de la ropa mojada más el calor que mi cuerpo está sintiendo en este momento por sus besos, hacen que mi cuerpo sienta escalofríos que se concentran en el mismo sitio. Lo necesito y lo necesito ya.
Entramo a trompicones en mi casa quitándonos rápidamente la ropa mojada el uno al otro, sin dejar de besarnos, sin dejar de tocarnos. Y lo necesito, lo necesito ya, no puedo ni quiero esperar más.
-Rick te necesito-termino suplicándole.
Me levanta por las piernas arrinconándome contra la pared haciéndome suspirar. Nos miramos ambos con la respiración acelerada y entonces siento como me penetra rápidamente haciéndome gritar mientras me agarro con fuerza a su espalda y nos movemos al unísono dejándonos llevar por la pasión, por el deseo que nos estaba corriendo por nuestros cuerpos.
Siento como mi cuerpo empieza a darse por vencido, siento como las piernas me flaquean, mi cuerpo arde y termino gritando su nombre con todas mis fuerzas mientras él se mueve aun dentro de mí. Me abrazo con fuerza a su cuello mientras muerdo su cuello y siento como se pone tenso. Se sale de dentro de mí pero sin soltarme, y se corre fuera. Entonces me doy cuenta de que no hemos usado protección y me alegro de que él se haya dado cuenta.
Nos mantenemos así juntos recuperando el aliento mientras suavemente nos acariciamos, casi sin darnos ni cuenta.
-¿Estas bien?-pregunta mientras me agarra mejor para que no me caiga. Le sonrió mientras me acerco para besarlo como modo de respuesta-Tengo que ir a lavarme.
-Yo también-digo acariciándole suavemente el cuello.
-Me pido primero-dice con una sonrisa-¿Puedes mantenerte de pie?
-Creo que si-digo mientras poco a poco me va dejando en el suelo pero sin soltarme por si aún no consigo que mis piernas responden.
Me deja un beso suave en los labios antes de salir corriendo al baño. Aunque cuando se da cuenta no sabe dónde está.
-A la izquierda, la segunda-digo con una sonrisa y lo veo salir corriendo desnudo y no puedo evitar mirar su perfecto trasero.
Recojo mi ropa y siento aun vergüenza de que me mire desnuda, nunca me he sentido cohibida por estar desnuda, pero con él es distinto no sé porque. Cuando ya he recogido todo cojo una camiseta larga de las que uso para dormir y me la pongo. No tengo nada para él y esta mojado. Rebusco y al final cojo otra de mis camisetas para dormir y unos bóxer que también uso para hacer ejercicio y se los saco para que pueda estar más cómodo y también para que no tenga que ponerse la ropa húmeda.
Cuando tengo toda la ropa sacada él sale del baño todavía desnudo y no puedo evitar mirarlo sin duda nerviosa y con vergüenza por verlo así.
-He sacado algo de ropa que puedes usar-digo entregándosela.
-Gracias, aunque no me importa estar así, claro si tú te quitas la camiseta esa-dice agarrándome por la cintura mientras se acerca para besarme y no puedo evitar sonreír.
-Creo que estoy mejor así-digo separándolo-y tu deberías vestirte-digo tirándole la ropa y lo oigo suspirar.
-Vas a volverme loco-dice haciéndome reír.
-Voy al baño mientras te vistes. Si quieres puedes ir pidiendo la comida. Junto al teléfono hay muchos números de restaurantes.
-Creo que te esperaré, si no puede que comamos rata o algo así-dice haciéndome reír.
-Si mejor déjalo-digo dándole un beso rápido en los labios sorprendiéndolo y me meto dentro del baño con una sonrisa en la cara. Me encontraba a gusto, me sentía liberada cuando estaba a su lado y eso es algo que me gusta, es un lado que no suelo ver de mí. Espero sentirme así por mucho más tiempo, al menos durante el tiempo que pase junto a él.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por estar ahí, como siempre espero que os haya gustado y que me lo hagáis saber. Mañana más, con ganas de que sigáis leyendo.
XXOO
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 9
Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo. Gracias por seguir ahí y lo de los problemas no lo decía porque fuera a pasar de forma inmediata, antes dejaré que os relajéis y entonces…jaja.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 9
POV KATE
Me despierto al primer tono del despertador. Cuando abro los ojos allí esta él dormido como un tronco pero con una sonrisa en la cara, esa que no quitaba ni dormido. Me tumbo de lado y paso mi mano por su pelo totalmente despeinado. Sé que tengo que despertarlo para poder irme, pero no puedo alejarme de él. Le beso suavemente en la mejilla y me levanto para prepararme, cuando ya tenga todo listo lo despertaré, se ve demasiado adorable como para despertarlo.
Me doy una ducha y me pongo la ropa para ir a trabajar. Cuando salgo del baño él sigue dormido en la misma posición sacándome una sonrisa. Lo dejo aun allí y voy a la cocina a hacer el desayuno para ambos. Quería empezar con buen pie.
Cuando acabo de hacer el café y unas tostadas, me acerco de nuevo hacia la cama para poder despertarlo. Me quedo allí de pie en la puerta como una pasmada mirándole con una sonrisa.
-¿Eres una acosadora o algo?-dice aun con los ojos cerrados y con una sonrisa, no puedo evitar reírme.
-Solo quería asegurarme de que estas vivo-digo acercándome con una sonrisa-ahora que estoy segura, debes levantarte-digo cogiendo la almohada y tirándosela a la cabeza.
-Ven aquí.
-No, tengo que irme y tú también así que levántate-digo dándome la vuelta pero entonces siento un tirón y cuando me quiero dar cuenta estoy tirada en la cama a su lado.
-Un beso de buenos días al menos ¿no?-dice poniendo morritos y no puedo evitar sonreír mientras cabeceo pero entonces siento su mano en mi cuello y en mi cara y me mira muy serio mientras se acerca para juntar nuestros labios y me olvido de todo, me olvido hasta de respirar.
Sonrió como una tonta mientras lo miro ahí como si nada tumbado, tan guapo que me parecía un espejismo. Cojo el cojín de nuevo y se lo tiro de nuevo en la cara para evitar mirarlo porque sé que si sigue mirándome no habrá medio de salir de la cama.
-Ahora levántate-digo mordiéndome el labio para ocultar una sonrisa y me levanto antes de que pueda atraparme.
Me voy a la cocina y coloco un plato y una taza de café para cada uno. Miro el reloj y voy bien de tiempo pero sé que hoy voy a tardar más de lo normal en desayunar y no puedo permitirme llegar tarde. Cuando ya iba a ir de nuevo a buscarlo, lo veo acercarse ya vestido con la ropa del día anterior, bastante arrugada después de la lluvia.
-Buenos días-dice acercándose y sorprendiéndome al darme un beso pequeño, un simple pico y me doy cuenta de que parecemos una pareja normal, levantándonos juntos, desayunando juntos, ese beso de buenos días…tengo que dejar de pensar en eso-¿Todo esto es para mí?-dice con una sonrisa.
-Para los dos, glotón-digo quitándole una tostada de la mano.
-La próxima vez haré yo el desayuno, lo vas a flipar.
-¿La próxima vez?
-Claro, la próxima vez-dice sonriéndome.
-¿Cómo estas tan seguro de que habrá próxima vez?
-Porque no sabe lo pesado que puedo llegar a ser-dice quitándome una tostada de mi plato.
-¿Qué me harías en ese supuesto desayuno?
-Tendré que hacerlo para que lo sepas, lo siento, si quieres saberlo ya sabes…-dice sacándome una sonrisa.
-¿Has dormido bien?
-Como un lirón. Tienes una cama muy cómoda y he estado muy calentito-dice mirándome con una sonrisa.
-Hoy tengo doble turno, estoy segura así que…
-Puedo irte a recoger e invitarte a cenar.
-Estaré muy cansada. No seré buena compañía.
-Para mí siempre eres buena compañía.
-No tendré ganas de salir.
-Pues pedimos para cenar aquí.
-Lanie estará en casa.
-Bueno pues cenamos los tres-dice sacándome una sonrisa.
-Está bien-acabo aceptando.
-Bien, tengo que hacer una llamada.
-Está bien necesitas…es verdad, ¿De donde has sacado un móvil nuevo? Ni si quiera lo había pensado anoche cuando me mandaste el mensaje.
-Tuve que comprarme uno. Mi madre iba a matarme si no lo hacía-dice haciéndome reír.
-Está bien. Te dejo con tu llamada. Voy a terminar de prepararme.
-Para mí estas perfecta.
-Tu qué quieres conquistarme-digo con una sonrisa dejando un beso en su mejilla antes de dejarlo solo.
POV RICK
Saco mi móvil para llamar a mi editora, quiero saber si todo está bien por allí. Estoy esperando que me diga que tiene todo controlado para poder quedarme un poco más, cada día que pasa más me cuesta alejarme de aquí, por Kate, por el miedo a lo desconocido, por miedo al triunfo.
-¿Si?
-Soy yo.
-Iba a llamarte ahora.
-Pues ya no hace falta. ¿Ha pasado algo?
-Ya te he mandado esos documentos que te dije. Tienes que ir a firmarlos cuanto antes.
-Bueno, mándame luego la dirección e intentaré no perderme.
-Más te vale.
-¿Cómo va todo?
-Muy bien, estoy ocupándome de todo pero necesito que hagas un par de entrevistas. Me gustaría que estuvieras aquí para hacerla, pero puedo aceptar que las hagas por teléfono o por videoconferencia. Pero tienes que hacerlas. Necesitan verte a ti.
-Está bien, intentaré sacar algo de tiempo.
-Más te vale sacarlo. Estas de vacaciones cualquiera diría que estas hasta arriba de trabajo.
-No quiero perder ni un minuto de mis vacaciones. Y hablando de eso, me gustaría saber si puedo tomarme unos días más.
-¿Qué dices? No me gusto que te fueras a tres semanas de la presentación, no puedes venir un par de días antes de la presentación, te necesito aquí antes.
-Está bien, solo era una pregunta-digo enfadado, porque no quería irme, no quería que se acabaran estos días.
-Pues ya tienes la respuesta. Una semana Rick, ni un día más.
-Está bien. Prométeme que esto va a salir bien.
-Vas a vivir de algo que te gusta. Eso es bueno ¿no?
-Si tienes razón, lo siento, soy un idiota.
-No pienses en nada Rick. Disfruta de estos días, cuando vuelvas tu mundo cambiará, pero para bien, cumplirás tu sueño.
-Mi sueño…si mi sueño-digo ausente-nos vemos en una semana.
-Bien, no se te olviden los papeles.
-Esta tarde me encargaré de ello.
-Gracias. En cuanto a las entrevistas, te llamaré.
-Está bien.
-Hasta pronto Rick.
-Hasta pronto-digo colgando el teléfono mientras suspiraba. Estaba tan cagado y nervioso que no iba a poder disfrutar de eso que la gente llama cumplir mi sueño.
No puedo dejar de darle vueltas a todo, solo el haber estado estos días con Kate había conseguido que me olvidara de todo. Pero cuando todo se me venía encima, me daba miedo, mucho miedo. No estaba preparado para todo lo que siempre había soñado, para todo lo que ahora sí, iba a venírseme encima.
-Rick, ¿Has acabado?-la escucho hablar a mi espalda he intento quitarme eso de la cabeza al menos el ratito que me quede con ella.
-Sí, ya estoy listo-digo recogiendo los platos y metiéndolos en el lavavajillas.
-Tengo que irme ya así que…
-¿Puedo acompañarte?
-Está bien-dice con una sonrisa y salgo a su lado antes de que se arrepienta.
Vamos juntos en el metro sentados en silencio, pero un silencio tranquilo y placentero. No puedo dejar de mirarla, lo hermosa que es, lo bien que me siento con ella, como consigue que me olvide de todo lo demás.
Estamos llegando a nuestra parada y sé que tendré que despedirme de ella y volver a coger el metro de vuelta a la ciudad.
-Entonces... ¿Nos vemos luego?
-Si quieres claro-dice con esa sonrisa suya.
-Tengo que hacer unas cosas, pero tengo todo el día para hacerlo. A la hora de la salida estaré aquí, como un reloj-digo sonriendo a la vez que veo como el tren se para y nos bajamos los dos.
-Vamos tienes que coger el siguiente.
-Puedo coger el de después-digo con una sonrisa agarrando su mano y la acompaño hacia fuera.
-Has dicho que tienes que hacer cosas. ¿Sabes llegar? Puedo ayudarte.
-Aún no tengo la dirección, pero cogeré un taxi no te preocupes.
-Está bien. Pero si necesitas mi ayuda solo tienes que avisarme ¿sí?
-Lo haré. No te olvides que estaré esperándote.
-No me olvido-dice besándome rápidamente en los labios y la veo partir con una sonrisa en la cara, solo pensando en que serán unas horas largas, más largas de las que me gustaría. Pero tenía que hacerme a la idea de que esto no iba a ser nada para lo que será cuando me vaya. La voy a extrañar demasiado, ojala fuera distinto, pero no puedo hacer nada para evitarlo, además esto…esto no es nada serio o al menos eso creía y eso esperaba, pero el mundo a veces te da sorpresas y está sin duda es una gran sorpresa.
CONTINUARÁ…
Gracias por estar aquí, espero como siempre vuestros comentarios para poder seguir con todas las fuerzas.
Buen fin de semana a todos y nos vemos el lunes con un nuevo capítulo, hasta entonces disfrutad de la vida.
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 9
POV KATE
Me despierto al primer tono del despertador. Cuando abro los ojos allí esta él dormido como un tronco pero con una sonrisa en la cara, esa que no quitaba ni dormido. Me tumbo de lado y paso mi mano por su pelo totalmente despeinado. Sé que tengo que despertarlo para poder irme, pero no puedo alejarme de él. Le beso suavemente en la mejilla y me levanto para prepararme, cuando ya tenga todo listo lo despertaré, se ve demasiado adorable como para despertarlo.
Me doy una ducha y me pongo la ropa para ir a trabajar. Cuando salgo del baño él sigue dormido en la misma posición sacándome una sonrisa. Lo dejo aun allí y voy a la cocina a hacer el desayuno para ambos. Quería empezar con buen pie.
Cuando acabo de hacer el café y unas tostadas, me acerco de nuevo hacia la cama para poder despertarlo. Me quedo allí de pie en la puerta como una pasmada mirándole con una sonrisa.
-¿Eres una acosadora o algo?-dice aun con los ojos cerrados y con una sonrisa, no puedo evitar reírme.
-Solo quería asegurarme de que estas vivo-digo acercándome con una sonrisa-ahora que estoy segura, debes levantarte-digo cogiendo la almohada y tirándosela a la cabeza.
-Ven aquí.
-No, tengo que irme y tú también así que levántate-digo dándome la vuelta pero entonces siento un tirón y cuando me quiero dar cuenta estoy tirada en la cama a su lado.
-Un beso de buenos días al menos ¿no?-dice poniendo morritos y no puedo evitar sonreír mientras cabeceo pero entonces siento su mano en mi cuello y en mi cara y me mira muy serio mientras se acerca para juntar nuestros labios y me olvido de todo, me olvido hasta de respirar.
Sonrió como una tonta mientras lo miro ahí como si nada tumbado, tan guapo que me parecía un espejismo. Cojo el cojín de nuevo y se lo tiro de nuevo en la cara para evitar mirarlo porque sé que si sigue mirándome no habrá medio de salir de la cama.
-Ahora levántate-digo mordiéndome el labio para ocultar una sonrisa y me levanto antes de que pueda atraparme.
Me voy a la cocina y coloco un plato y una taza de café para cada uno. Miro el reloj y voy bien de tiempo pero sé que hoy voy a tardar más de lo normal en desayunar y no puedo permitirme llegar tarde. Cuando ya iba a ir de nuevo a buscarlo, lo veo acercarse ya vestido con la ropa del día anterior, bastante arrugada después de la lluvia.
-Buenos días-dice acercándose y sorprendiéndome al darme un beso pequeño, un simple pico y me doy cuenta de que parecemos una pareja normal, levantándonos juntos, desayunando juntos, ese beso de buenos días…tengo que dejar de pensar en eso-¿Todo esto es para mí?-dice con una sonrisa.
-Para los dos, glotón-digo quitándole una tostada de la mano.
-La próxima vez haré yo el desayuno, lo vas a flipar.
-¿La próxima vez?
-Claro, la próxima vez-dice sonriéndome.
-¿Cómo estas tan seguro de que habrá próxima vez?
-Porque no sabe lo pesado que puedo llegar a ser-dice quitándome una tostada de mi plato.
-¿Qué me harías en ese supuesto desayuno?
-Tendré que hacerlo para que lo sepas, lo siento, si quieres saberlo ya sabes…-dice sacándome una sonrisa.
-¿Has dormido bien?
-Como un lirón. Tienes una cama muy cómoda y he estado muy calentito-dice mirándome con una sonrisa.
-Hoy tengo doble turno, estoy segura así que…
-Puedo irte a recoger e invitarte a cenar.
-Estaré muy cansada. No seré buena compañía.
-Para mí siempre eres buena compañía.
-No tendré ganas de salir.
-Pues pedimos para cenar aquí.
-Lanie estará en casa.
-Bueno pues cenamos los tres-dice sacándome una sonrisa.
-Está bien-acabo aceptando.
-Bien, tengo que hacer una llamada.
-Está bien necesitas…es verdad, ¿De donde has sacado un móvil nuevo? Ni si quiera lo había pensado anoche cuando me mandaste el mensaje.
-Tuve que comprarme uno. Mi madre iba a matarme si no lo hacía-dice haciéndome reír.
-Está bien. Te dejo con tu llamada. Voy a terminar de prepararme.
-Para mí estas perfecta.
-Tu qué quieres conquistarme-digo con una sonrisa dejando un beso en su mejilla antes de dejarlo solo.
POV RICK
Saco mi móvil para llamar a mi editora, quiero saber si todo está bien por allí. Estoy esperando que me diga que tiene todo controlado para poder quedarme un poco más, cada día que pasa más me cuesta alejarme de aquí, por Kate, por el miedo a lo desconocido, por miedo al triunfo.
-¿Si?
-Soy yo.
-Iba a llamarte ahora.
-Pues ya no hace falta. ¿Ha pasado algo?
-Ya te he mandado esos documentos que te dije. Tienes que ir a firmarlos cuanto antes.
-Bueno, mándame luego la dirección e intentaré no perderme.
-Más te vale.
-¿Cómo va todo?
-Muy bien, estoy ocupándome de todo pero necesito que hagas un par de entrevistas. Me gustaría que estuvieras aquí para hacerla, pero puedo aceptar que las hagas por teléfono o por videoconferencia. Pero tienes que hacerlas. Necesitan verte a ti.
-Está bien, intentaré sacar algo de tiempo.
-Más te vale sacarlo. Estas de vacaciones cualquiera diría que estas hasta arriba de trabajo.
-No quiero perder ni un minuto de mis vacaciones. Y hablando de eso, me gustaría saber si puedo tomarme unos días más.
-¿Qué dices? No me gusto que te fueras a tres semanas de la presentación, no puedes venir un par de días antes de la presentación, te necesito aquí antes.
-Está bien, solo era una pregunta-digo enfadado, porque no quería irme, no quería que se acabaran estos días.
-Pues ya tienes la respuesta. Una semana Rick, ni un día más.
-Está bien. Prométeme que esto va a salir bien.
-Vas a vivir de algo que te gusta. Eso es bueno ¿no?
-Si tienes razón, lo siento, soy un idiota.
-No pienses en nada Rick. Disfruta de estos días, cuando vuelvas tu mundo cambiará, pero para bien, cumplirás tu sueño.
-Mi sueño…si mi sueño-digo ausente-nos vemos en una semana.
-Bien, no se te olviden los papeles.
-Esta tarde me encargaré de ello.
-Gracias. En cuanto a las entrevistas, te llamaré.
-Está bien.
-Hasta pronto Rick.
-Hasta pronto-digo colgando el teléfono mientras suspiraba. Estaba tan cagado y nervioso que no iba a poder disfrutar de eso que la gente llama cumplir mi sueño.
No puedo dejar de darle vueltas a todo, solo el haber estado estos días con Kate había conseguido que me olvidara de todo. Pero cuando todo se me venía encima, me daba miedo, mucho miedo. No estaba preparado para todo lo que siempre había soñado, para todo lo que ahora sí, iba a venírseme encima.
-Rick, ¿Has acabado?-la escucho hablar a mi espalda he intento quitarme eso de la cabeza al menos el ratito que me quede con ella.
-Sí, ya estoy listo-digo recogiendo los platos y metiéndolos en el lavavajillas.
-Tengo que irme ya así que…
-¿Puedo acompañarte?
-Está bien-dice con una sonrisa y salgo a su lado antes de que se arrepienta.
Vamos juntos en el metro sentados en silencio, pero un silencio tranquilo y placentero. No puedo dejar de mirarla, lo hermosa que es, lo bien que me siento con ella, como consigue que me olvide de todo lo demás.
Estamos llegando a nuestra parada y sé que tendré que despedirme de ella y volver a coger el metro de vuelta a la ciudad.
-Entonces... ¿Nos vemos luego?
-Si quieres claro-dice con esa sonrisa suya.
-Tengo que hacer unas cosas, pero tengo todo el día para hacerlo. A la hora de la salida estaré aquí, como un reloj-digo sonriendo a la vez que veo como el tren se para y nos bajamos los dos.
-Vamos tienes que coger el siguiente.
-Puedo coger el de después-digo con una sonrisa agarrando su mano y la acompaño hacia fuera.
-Has dicho que tienes que hacer cosas. ¿Sabes llegar? Puedo ayudarte.
-Aún no tengo la dirección, pero cogeré un taxi no te preocupes.
-Está bien. Pero si necesitas mi ayuda solo tienes que avisarme ¿sí?
-Lo haré. No te olvides que estaré esperándote.
-No me olvido-dice besándome rápidamente en los labios y la veo partir con una sonrisa en la cara, solo pensando en que serán unas horas largas, más largas de las que me gustaría. Pero tenía que hacerme a la idea de que esto no iba a ser nada para lo que será cuando me vaya. La voy a extrañar demasiado, ojala fuera distinto, pero no puedo hacer nada para evitarlo, además esto…esto no es nada serio o al menos eso creía y eso esperaba, pero el mundo a veces te da sorpresas y está sin duda es una gran sorpresa.
CONTINUARÁ…
Gracias por estar aquí, espero como siempre vuestros comentarios para poder seguir con todas las fuerzas.
Buen fin de semana a todos y nos vemos el lunes con un nuevo capítulo, hasta entonces disfrutad de la vida.
XXOO
Twitter: tamyalways
tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 10
Buenas tardes, aquí estamos un día más. Como siempre deseando leer vuestros comentarios para ver cómo va la cosa jaja, yo mientras tanto sigo subiendo e intento escribir aunque el calor no ayuda.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 10
POV RICK
Me dirijo hacia el despacho de abogados donde me ha mandado Gina. Me ha costado un buen dinero el llegar aquí, lo justo para no perderme. Solo lo que quiero es que pase el tiempo para poder volver a verla, creo que me estoy volviendo completamente loco.
Cuando llego al despacho entro dentro y ya me imagino conversación de tontos sin entender nada de lo que me digan, pero no quiero perder mucho tiempo solo quiero firmar he irme corriendo.
-Buongiorno-digo a una chica que esta sentada en la entrada, sin duda la secretaria.
-Buongiorno-dice con una sonrisa-Quello che mi può aiutare?
-Yo…Richard Rodgers-digo mi nombre en modo de respuesta porque no se ni que me ha preguntado, estoy nervioso y quizás hubiera sido mejor que Kate me hubiera acompañado.
-Nortemamericano.
-Si…se-digo con una sonrisa.
-Venire-dice levantándose y yo voy detrás de ella casi corriendo y avergonzado por no haber podido aprender ni un par de palabras en estos días.
Me quedo esperando en la puerta para que me anuncie y cuando sale me hace un gesto para que pase. Cuando lo hago me encuentro a una mujer levantada esperándome.
-Buongiorno-digo estrechándole su mano.
-Buenos días-dice hablando perfectamente mi idioma y suspiro aliviado-podemos hablar perfectamente en tu idioma.
-Gracias, creo que voy a volverme loco. Creo que los idiomas no son lo mío.
-Tengo por aquí los papeles. Solo tienes que fírmalos. Pero si quieres puedo dejarte unos minutos a solas para que puedas leerlos.
-Está bien, pero no hace falta que salga.
-Bien-dice entregándome los papeles y sentándose al otro lado de la mesa.
Me siento y me pongo a leer los papeles. Son cosas sobre la editorial, venta y distribución del libro. Pero el último apartado me queda un poco sorprendido.
-¿Qué significa esto?-digo pasándole el papel.
-Parece que tu nombre no es muy pegadizo. Tienes que ponerte un nombre artístico, ¿artístico se dice?
-Si-digo tragando saliva-tengo que pensar así como si nada un nombre.
-Si. Eso parece-dice con una sonrisa.
Me pongo en la búsqueda de un nombre pero no se me puede ocurrir nada, no sé ni si quiera en que puedo pensar para ponérmelo. Dudo en llamar a mi madre, en Gina, en Kate, pero sé que esto es algo que tengo que decidir yo, y puede que sea algo que marque mi carrera, al menos un nombre que me perseguirá toda mi carrera, si termina habiendo una.
Miro a mi alrededor en busca de inspiración, me centro en un mapa enorme de Roma, un mapa que nunca sabré usar, y mi mente se va en buscar el Vaticano, allí donde ahora mismo tiene que estar Kate. Pero ni si quiera logro encontrarlo en el mapa.
-¿No está el Vaticano en el mapa?
-Oh no. Es solo de la ciudad de Roma-dice con una sonrisa-lo último es el Castello di San Angelo-dice con una sonrisa y sin darse cuenta acaba de darme una idea. Richard Castello, no, no suena muy bien, pero Richard Castle, Richard Castle, me lo repito y una y otra vez, hasta que empieza sonarme bien.
Cojo rápidamente el bolígrafo y antes de que me arrepienta escribo mi nuevo nombre artístico. Firmo cada hoja antes de poder entregárselos.
-Richard Castle, me gusta. Espero escucharlo mucho-dice con una sonrisa y yo me levanto dándole de nuevo la mano.
Salgo de allí nervioso pero con una sonrisa. Aún quedaban varias horas para poder ir a por Kate. Pero decido que no puedo estar más por aquí como un tonto dando vueltas. Saco mi móvil y busco un mapa de Roma. Quiero llegar al Castello di San Angelo. Quiero pasar allí un rato y cuando llegue el momento, estaré cerca de Kate. Sonrió y camino rápidamente empezando una nueva aventura, quizás me pierda pero seguramente podré vivir una nueva aventura.
Me he pasado todo el día paseando, disfrutando como la gente va de un lado para otro con una sonrisa y con su cámara de fotos siempre dispuesta para inmortalizar un momento, un recuerdo único.
Ya va siendo hora de volver a por Kate y a pesar de que estoy cerca del Museo doy más vueltas de las que tenía que dar para llegar. Cuando lo hago veo como Kate sale la última cansada hablando con varios compañeros. Me quedo allí mirándola desde lejos esperando a que acabara.
Cuando acaba de hablar me busca con la mirada. Cuando mira hacia mi dirección levanto la mirada y no puedo evitar sonreír cuando la veo acercarse con paso lento sin duda por el cansancio pero con una sonrisa.
-Hola.
-Hola-dice y quiero besarle pero no lo hago porque no sé si quiere que lo haga, pero es ella la que me sorprende dándome un beso rápido en los labios y agarrándome de la mano, y así caminamos hacia el metro.
-¿Y Lanie?
-En casa esperándonos, hoy hace ella la cena-dice con una sonrisa.
-Que bien-digo con una sonrisa.
-Yo no saltaría tanto de alegría. Espero que no tengas mucha hambre-dice riéndose al ver mi cara de pánico.
-Hoy que tengo hambre, ¿podemos parar para comer algo antes?
-Anda vamos-dice con una sonrisa tirando de mi hacia el metro-¿Qué tal el día?
-Me he perdido un poco pero al final he llegado.
-¿Perdido?
-He estado en el Castello di San Angelo.
-¿No sabías llegar?
-Me ha costado un poco pero he llegado. Luego hasta el museo también he tardado un poco.
-¿Pero qué dices? Si casi es línea recta, no hay pérdida.
-¿Cómo que casi línea recta? Yo he andado bastante.
-Madre mía-dice riéndose y yo mientras ella se ría me da igual haber dado vueltas como un tonto hasta llegar hacia ella.
Llegamos a casa de Kate y tras un rato de risa con Lanie comemos los tres juntos. No puedo evitar mirar a Kate de vez en cuando y la veo cansada, y algo ausente. No sé qué es lo que le pasa.
-Bueno chicos, yo me voy que mañana tengo que ir temprano a trabajar.
-Yo tengo horario de tarde menos mal, porque no creo que aguantara otro día más como el de hoy.
-Pues ya te digo que va a ver más días como el de hoy. Aprovecha para descansar. Os dejo-dice Lanie con una sonrisa dejándonos solos.
-¿Estas bien?
-Si solo cansada.
-Pues entonces vamos-digo tirando de ella para llevarla a la cama.
Se queda parada en la puerta y se gira encarándome, no sé qué veo en su cara, pero siento que algo va mal. ¿No quiere que me quede?
-Yo… ¿Quieres que me vaya?
-Yo…no…si…no lo sé.
-Kate ¿Pasa algo?
-No es por ti, bueno quizás sí pero…
-Kate ven-digo tirando de ella para que se siente en la cama y me siento a su lado-¿Qué pasa?
-Yo no suelo ser así.
-¿Así como?
-No sé, esto que tenemos…ni si quiera te conozco-dice bajando la voz.
-Kate…yo…sé que esto puede ser raro, diferente. Quizás tengamos que vivir esto rápido por el poco tiempo que tenemos. Para mí no es problema, quiero decir, no es fácil saber que esto bueno se acabara pero…disfruto de esto todo lo que puedo, es lo único que puedo hacer.
-Ese no es el problema. Yo sé que era esto cuando te conocía, solo nunca he tenido relaciones con alguien del que al menos conocía algo más que su nombre.
-Eso es fácil. Pregunta lo que quieras-digo mirándole con una sonrisa.-Vamos-digo animándola y parece que está pensando en que preguntar.
-¿A qué te dedicas? Nunca me lo has dicho-dice mirándome y me doy cuenta de que si respondo a esa pregunta será la primera persona que lo sepa que no sea de la editorial o mi madre. Ni si quiera mis amigos saben que el último año me lo he pasado escribiendo, y menos saben que por fin voy a cumplir mi sueño. Tengo miedo a que no salga bien y defraudarlos, o sentirme mal al ver sus caras. Pero no sé qué me pasa, que con ella me es fácil soltarlo.
-Soy escritor-digo sorprendiéndola por su cara.
-¿Algo que conozca?
-En realidad aun no tengo nada publicado.
-¿Eso es lo que dijiste que iba a cambiarte la vida? ¿Van a publicarte?
-Si, en un par de semanas-digo sonriendo nervioso.
-Felicidades.
-Gracias. Sigue-digo mirándola porque sé que necesita preguntar más.
-¿Apellido?
-Rodgers. Richard Rodgers.
-¿No tienes segundo nombre?
-Sí, Alexander. Richard Alexander Rodgers.
-Me gusta, pega más aquí. A partir de ahora voy a llamarte Alex-dice con una sonrisa.
-No, me gusta Rick, me gusta cómo suena mi nombre de tu boca.
-¿Cómo? ¿Así? Rick…-dice poniendo voz sexy.
-Vas a volverme loco-digo dejándome caer sobre la cama haciéndole reír-¿Algo más?-digo colocándome a su lado de nuevo.
-No lo sé-dice sonriendo.
-Bueno poco a poco. ¿Sabes? A veces no hace falta preguntar para conocer a alguien.
-¿A si? ¿Me conoces?
-Claro que te conozco.
-Dime cinco cosas de mí-dice ocultando una sonrisa.
-Te llamas Kate.
-Esa no vale.
-Está bien. Trabajas en el museo del Vaticano-digo con una sonrisa y no la dejo que se queje-te encanta el arte, que digo te fascina puedo verlo cuando lo miras con ese brillo en la mirada. Una. Eres neoyorkina, pero te consideras casi ya más romana que neoyorkina. Dos. Tienes una relación con tus padres algo complicada-digo serio-Tres. Cuando estas nerviosas te muerdes el labio inferior, como estás haciendo ahora-digo con una sonrisa-Cuatro. Tienes un tatuaje muy sexy justo aquí-digo colocando mi mano sobre el hueso de su cadera derecha-Cinco. Y me queda otro porque soy así de chulo-digo sonriéndole-eres adicta al café-digo haciéndola reír-¿He aprobado?-digo con una sonrisa y como respuesta recibo un beso de su parte que me hace sonreír.
-Tienes la mala suerte de que estoy muy cansada-dice casi con los ojos cerrados.
-¿Sino? ¿Qué me harías?
-Vas a tener que esperar para saberlo-dice con una sonrisa y me tumbo en la cama y ella se tumba a mi lado abrazándose a mi cuerpo y ya solo con eso estoy feliz.
-Buenas noches.
-Buenas noches-dice cerrando los ojo y la aprieto un poco más contra mi cuerpo, sin duda la separación va a ser mucho más difícil de lo que en un principio pensé que sería.
CONTINUARÁ…
Gracias por seguir, por animarme y darme fuerzas para continuar con algo que me gusta y que quizás si no fuera porque estáis ahí para leerlo quizás lo hubiera dejado. Así que pues seguimos.
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 10
POV RICK
Me dirijo hacia el despacho de abogados donde me ha mandado Gina. Me ha costado un buen dinero el llegar aquí, lo justo para no perderme. Solo lo que quiero es que pase el tiempo para poder volver a verla, creo que me estoy volviendo completamente loco.
Cuando llego al despacho entro dentro y ya me imagino conversación de tontos sin entender nada de lo que me digan, pero no quiero perder mucho tiempo solo quiero firmar he irme corriendo.
-Buongiorno-digo a una chica que esta sentada en la entrada, sin duda la secretaria.
-Buongiorno-dice con una sonrisa-Quello che mi può aiutare?
-Yo…Richard Rodgers-digo mi nombre en modo de respuesta porque no se ni que me ha preguntado, estoy nervioso y quizás hubiera sido mejor que Kate me hubiera acompañado.
-Nortemamericano.
-Si…se-digo con una sonrisa.
-Venire-dice levantándose y yo voy detrás de ella casi corriendo y avergonzado por no haber podido aprender ni un par de palabras en estos días.
Me quedo esperando en la puerta para que me anuncie y cuando sale me hace un gesto para que pase. Cuando lo hago me encuentro a una mujer levantada esperándome.
-Buongiorno-digo estrechándole su mano.
-Buenos días-dice hablando perfectamente mi idioma y suspiro aliviado-podemos hablar perfectamente en tu idioma.
-Gracias, creo que voy a volverme loco. Creo que los idiomas no son lo mío.
-Tengo por aquí los papeles. Solo tienes que fírmalos. Pero si quieres puedo dejarte unos minutos a solas para que puedas leerlos.
-Está bien, pero no hace falta que salga.
-Bien-dice entregándome los papeles y sentándose al otro lado de la mesa.
Me siento y me pongo a leer los papeles. Son cosas sobre la editorial, venta y distribución del libro. Pero el último apartado me queda un poco sorprendido.
-¿Qué significa esto?-digo pasándole el papel.
-Parece que tu nombre no es muy pegadizo. Tienes que ponerte un nombre artístico, ¿artístico se dice?
-Si-digo tragando saliva-tengo que pensar así como si nada un nombre.
-Si. Eso parece-dice con una sonrisa.
Me pongo en la búsqueda de un nombre pero no se me puede ocurrir nada, no sé ni si quiera en que puedo pensar para ponérmelo. Dudo en llamar a mi madre, en Gina, en Kate, pero sé que esto es algo que tengo que decidir yo, y puede que sea algo que marque mi carrera, al menos un nombre que me perseguirá toda mi carrera, si termina habiendo una.
Miro a mi alrededor en busca de inspiración, me centro en un mapa enorme de Roma, un mapa que nunca sabré usar, y mi mente se va en buscar el Vaticano, allí donde ahora mismo tiene que estar Kate. Pero ni si quiera logro encontrarlo en el mapa.
-¿No está el Vaticano en el mapa?
-Oh no. Es solo de la ciudad de Roma-dice con una sonrisa-lo último es el Castello di San Angelo-dice con una sonrisa y sin darse cuenta acaba de darme una idea. Richard Castello, no, no suena muy bien, pero Richard Castle, Richard Castle, me lo repito y una y otra vez, hasta que empieza sonarme bien.
Cojo rápidamente el bolígrafo y antes de que me arrepienta escribo mi nuevo nombre artístico. Firmo cada hoja antes de poder entregárselos.
-Richard Castle, me gusta. Espero escucharlo mucho-dice con una sonrisa y yo me levanto dándole de nuevo la mano.
Salgo de allí nervioso pero con una sonrisa. Aún quedaban varias horas para poder ir a por Kate. Pero decido que no puedo estar más por aquí como un tonto dando vueltas. Saco mi móvil y busco un mapa de Roma. Quiero llegar al Castello di San Angelo. Quiero pasar allí un rato y cuando llegue el momento, estaré cerca de Kate. Sonrió y camino rápidamente empezando una nueva aventura, quizás me pierda pero seguramente podré vivir una nueva aventura.
Me he pasado todo el día paseando, disfrutando como la gente va de un lado para otro con una sonrisa y con su cámara de fotos siempre dispuesta para inmortalizar un momento, un recuerdo único.
Ya va siendo hora de volver a por Kate y a pesar de que estoy cerca del Museo doy más vueltas de las que tenía que dar para llegar. Cuando lo hago veo como Kate sale la última cansada hablando con varios compañeros. Me quedo allí mirándola desde lejos esperando a que acabara.
Cuando acaba de hablar me busca con la mirada. Cuando mira hacia mi dirección levanto la mirada y no puedo evitar sonreír cuando la veo acercarse con paso lento sin duda por el cansancio pero con una sonrisa.
-Hola.
-Hola-dice y quiero besarle pero no lo hago porque no sé si quiere que lo haga, pero es ella la que me sorprende dándome un beso rápido en los labios y agarrándome de la mano, y así caminamos hacia el metro.
-¿Y Lanie?
-En casa esperándonos, hoy hace ella la cena-dice con una sonrisa.
-Que bien-digo con una sonrisa.
-Yo no saltaría tanto de alegría. Espero que no tengas mucha hambre-dice riéndose al ver mi cara de pánico.
-Hoy que tengo hambre, ¿podemos parar para comer algo antes?
-Anda vamos-dice con una sonrisa tirando de mi hacia el metro-¿Qué tal el día?
-Me he perdido un poco pero al final he llegado.
-¿Perdido?
-He estado en el Castello di San Angelo.
-¿No sabías llegar?
-Me ha costado un poco pero he llegado. Luego hasta el museo también he tardado un poco.
-¿Pero qué dices? Si casi es línea recta, no hay pérdida.
-¿Cómo que casi línea recta? Yo he andado bastante.
-Madre mía-dice riéndose y yo mientras ella se ría me da igual haber dado vueltas como un tonto hasta llegar hacia ella.
Llegamos a casa de Kate y tras un rato de risa con Lanie comemos los tres juntos. No puedo evitar mirar a Kate de vez en cuando y la veo cansada, y algo ausente. No sé qué es lo que le pasa.
-Bueno chicos, yo me voy que mañana tengo que ir temprano a trabajar.
-Yo tengo horario de tarde menos mal, porque no creo que aguantara otro día más como el de hoy.
-Pues ya te digo que va a ver más días como el de hoy. Aprovecha para descansar. Os dejo-dice Lanie con una sonrisa dejándonos solos.
-¿Estas bien?
-Si solo cansada.
-Pues entonces vamos-digo tirando de ella para llevarla a la cama.
Se queda parada en la puerta y se gira encarándome, no sé qué veo en su cara, pero siento que algo va mal. ¿No quiere que me quede?
-Yo… ¿Quieres que me vaya?
-Yo…no…si…no lo sé.
-Kate ¿Pasa algo?
-No es por ti, bueno quizás sí pero…
-Kate ven-digo tirando de ella para que se siente en la cama y me siento a su lado-¿Qué pasa?
-Yo no suelo ser así.
-¿Así como?
-No sé, esto que tenemos…ni si quiera te conozco-dice bajando la voz.
-Kate…yo…sé que esto puede ser raro, diferente. Quizás tengamos que vivir esto rápido por el poco tiempo que tenemos. Para mí no es problema, quiero decir, no es fácil saber que esto bueno se acabara pero…disfruto de esto todo lo que puedo, es lo único que puedo hacer.
-Ese no es el problema. Yo sé que era esto cuando te conocía, solo nunca he tenido relaciones con alguien del que al menos conocía algo más que su nombre.
-Eso es fácil. Pregunta lo que quieras-digo mirándole con una sonrisa.-Vamos-digo animándola y parece que está pensando en que preguntar.
-¿A qué te dedicas? Nunca me lo has dicho-dice mirándome y me doy cuenta de que si respondo a esa pregunta será la primera persona que lo sepa que no sea de la editorial o mi madre. Ni si quiera mis amigos saben que el último año me lo he pasado escribiendo, y menos saben que por fin voy a cumplir mi sueño. Tengo miedo a que no salga bien y defraudarlos, o sentirme mal al ver sus caras. Pero no sé qué me pasa, que con ella me es fácil soltarlo.
-Soy escritor-digo sorprendiéndola por su cara.
-¿Algo que conozca?
-En realidad aun no tengo nada publicado.
-¿Eso es lo que dijiste que iba a cambiarte la vida? ¿Van a publicarte?
-Si, en un par de semanas-digo sonriendo nervioso.
-Felicidades.
-Gracias. Sigue-digo mirándola porque sé que necesita preguntar más.
-¿Apellido?
-Rodgers. Richard Rodgers.
-¿No tienes segundo nombre?
-Sí, Alexander. Richard Alexander Rodgers.
-Me gusta, pega más aquí. A partir de ahora voy a llamarte Alex-dice con una sonrisa.
-No, me gusta Rick, me gusta cómo suena mi nombre de tu boca.
-¿Cómo? ¿Así? Rick…-dice poniendo voz sexy.
-Vas a volverme loco-digo dejándome caer sobre la cama haciéndole reír-¿Algo más?-digo colocándome a su lado de nuevo.
-No lo sé-dice sonriendo.
-Bueno poco a poco. ¿Sabes? A veces no hace falta preguntar para conocer a alguien.
-¿A si? ¿Me conoces?
-Claro que te conozco.
-Dime cinco cosas de mí-dice ocultando una sonrisa.
-Te llamas Kate.
-Esa no vale.
-Está bien. Trabajas en el museo del Vaticano-digo con una sonrisa y no la dejo que se queje-te encanta el arte, que digo te fascina puedo verlo cuando lo miras con ese brillo en la mirada. Una. Eres neoyorkina, pero te consideras casi ya más romana que neoyorkina. Dos. Tienes una relación con tus padres algo complicada-digo serio-Tres. Cuando estas nerviosas te muerdes el labio inferior, como estás haciendo ahora-digo con una sonrisa-Cuatro. Tienes un tatuaje muy sexy justo aquí-digo colocando mi mano sobre el hueso de su cadera derecha-Cinco. Y me queda otro porque soy así de chulo-digo sonriéndole-eres adicta al café-digo haciéndola reír-¿He aprobado?-digo con una sonrisa y como respuesta recibo un beso de su parte que me hace sonreír.
-Tienes la mala suerte de que estoy muy cansada-dice casi con los ojos cerrados.
-¿Sino? ¿Qué me harías?
-Vas a tener que esperar para saberlo-dice con una sonrisa y me tumbo en la cama y ella se tumba a mi lado abrazándose a mi cuerpo y ya solo con eso estoy feliz.
-Buenas noches.
-Buenas noches-dice cerrando los ojo y la aprieto un poco más contra mi cuerpo, sin duda la separación va a ser mucho más difícil de lo que en un principio pensé que sería.
CONTINUARÁ…
Gracias por seguir, por animarme y darme fuerzas para continuar con algo que me gusta y que quizás si no fuera porque estáis ahí para leerlo quizás lo hubiera dejado. Así que pues seguimos.
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Capítulo 11
Buenas tardes, nos vamos con otro capítulo. Estad atentos durante la semana, porque quizás haya alguna sorpresa, tengo ganas de celebrar mi cumpleaños que es esta semana, con vosotros, y la mejor manera de hacerlo es regalándoos un capítulo extra. No sé si lo haré el jueves o el domingo. Vosotros decidís.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 11
POV KATE
Me despierto y cuando lo hago lo veo allí despierto mirándome con una sonrisa. Cuando me ve abrir un poco los ojos se acerca un poco colocando su mano sobre mi cintura moviéndola en pequeños círculos.
-¿Qué haces despierto?
-No podía dormir.
-¿Por?
-Porque sabes mi segundo nombre y yo no.
-¿Y eso te tiene sin dormir Alex?-digo sonriendo mientras me muerdo el labio sin poder evitarlo.
-No me llames Alex-dice haciéndome cosquillas, haciendo que me retuerza sin poder evitarlo.
-Para, para-digo casi sin aliento.
-Pues no vuelvas a llamarme así.
-¿Así como? ¿Al…?-pero me cayo cuando lo veo dispuesto a atacarme de nuevo.
-No juegues con fuego-dice colocándose sobre mi bloqueándome con su cuerpo.
-Buenos días-digo mirándole sacándole una sonrisa.
-Buenos días. ¿Qué quieres hacer hoy?
-No lo sé.
-Podemos quedarnos toda la mañana en la cama-dice besándome el cuello sacándome una sonrisa.
-Lo siento pero no. tengo que ir por la tarde a trabajar y no quiero estar todo el día en casa.
-Está bien-dice desesperado-¿A dónde vamos?
-No sé demos una vuelta. Pero antes creo que me debes un desayuno.
-Vale. Pero tienes que quedarte en la cama. Hoy toca desayuno en la cama. Estamos solos ¿no?
-Si Lanie no se ha quedado dormida-digo con una sonrisa.
-Entonces espérame. No te muevas-dice señalándome mientras va hacia la cocina.
Me estiro en la cama, me encanta las camas grandes por eso, pero ahora que llevo unos días durmiendo con Rick, sé que va a ser muy complicado volver a la normalidad, no puedo negar que a pesar de que me gusta estirarme en la cama, tampoco me he quejo el poder dormir abrazada a él toda la noche, he dormido como un lirón estos días.
No sé cuanto tiempo llevo sola en la cama pensando en lo que me espera cuando se vaya, cuando aparece con el mandil de Lanie, cuando lo veo con él no puedo evitar reírme.
-No te rías-dice colocando con cuidado la bandeja sobre mis piernas.
Ha preparado huevos revueltos, beicon, tostadas, tortitas y café, sin duda un desayuno contundente, no falta nada.
-¿Cuánto llevas en la cocina?
-Lo suficiente para hacerte el mejor desayuno-dice sentándose a mi lado quitándome un cacho de beicon.
-Esto me recuerda a Nueva York.
-¿No lo echas de menos?
-A veces-digo mirándole-pero he descubierto que esta es mi casa, es lo que siempre he querido-digo mirándole y lo veo asentir con la mirada baja.- ¿Y tu?
-Solo llevo una semana. Y a veces echo de menos hasta su olor. Creo que no podría vivir lejos de mi casa durante mucho tiempo. No podría hacerlo-dice y yo asiento pero con un nudo en el estomago, ambos queríamos cosas distintas, ciudades, países distintos y lejos, muy lejos el uno del otro. Ahora si quedan las cosas claras, estos no va a llegar a nada, a nada más allá de la semana que queda, bueno seis días, seis días completo que quería aprovechar al máximo, pero a veces, no podía dejar de pensar que esto se iba a acabar.
Salimos a dar un paseo, la mañana parece que acompaña por el sol que está allí en todo lo alto, aunque de vez en cuando viene un aire frio que me queda helada, parece que él se da cuenta porque enseguida se quita la chaqueta y me la pone sobre mis brazos.
-Gracias.
-Tienes frio y tenias que comerte un helado.
-Me apetecía, y lo necesitaba.
-Sabes que ahora no vas a comer nada.
-Me da igual mientras tenga mi chocolate.
-Otra cosa que sé de ti. Eres adicta al helado de chocolate-dice sacándome una sonrisa.
-¿Quieres un poco?-digo ofreciéndole y cuando se acerca para que le dé un poco, muevo ligeramente la chuchara manchándole la cara.
-Serás-dice haciéndose el enojado y no puedo dejar de reír.
-Estas muy mono-digo sin parar de reír.
-Ayúdame a limpiarme. Parezco un idiota-dice entregándome una servilleta. Tiro el resto del helado y le limpio con cuidado su mejilla sin dejar de mirarle a los ojos. Entonces, se acerca y me besa suavemente en los labios-chocolate-dice al separarse con una sonrisa.
Me muerdo el labio nerviosa, como el mismo dijo que siempre hacia, y como no iba a hacerlo si él me ponía tan nerviosa. Sujeto su cuello con mis manos y vuelvo a besarlo sintiendo su lengua sobre mis labios pidiendo permiso. Abro mi boca dejándoles entrar y disfruto de un beso suyo, un beso único, como cualquiera de los besos que habíamos compartido.
-Amore-escucho que grita alguien en algún lugar. Cuando nos separamos veo a una mujer mayor mirándonos con una sonrisa y ambos sonreímos avergonzados.
-Salgamos de aquí-digo tirando de él hacia un lugar más tranquilo.
Nos sentamos en un banco el uno pegado al otro, con nuestras manos unidas y con una sonrisa. Levanto la mirada y lo miro y la verdad es que tiene un atractivo natural.
-Tienes el pelo ya largo ¿no?
-Según mi editora me hace sexy e irresistible. Si me lo toco creo que me matara-dice con una sonrisa-quiere que me presente con mi flequillo perfectamente desordenado y una barba de tres días, el chico malo-dice con una sonrisa sarcástica.
-¿No te gustan que te vean así?
-No es eso. Tengo miedo de que la gente compre mi libro por una imagen.
-Te lo tienes muy creído ¿no?-digo con una sonrisa sacándole una pequeña sonrisa, pero sé que es serio, que de verdad tiene ese miedo-puede que haya gente que lo compre por tu atractivo sin igual-digo con una sonrisa-pero si al final tu libro triunfa será por las críticas que hagan sobre él, por el boca a boca. Si les gusta se lo dirán a más gente y se venderá. No vas a vender libros solo por tu imagen.
-Bueno si soy malo solo quedara en eso.
-No creo que lo seas-digo acariciando su mano.
-Eso no lo sabes.
-Bueno mándame tu libro y te daré mi crítica.
-Pero no eres objetiva.
-¿Qué dices? A mi tu atractivo ya no me afecta-digo sacándole una sonrisa.
-Te lo mandaré. Para mí sería importante tu crítica.
-Pues la tendrás-digo sonriéndole-ahora, tenemos que volver a casa. Pedimos pizza, comemos y luego tengo que irme. Mañana tengo día libre y podremos aprovecharlo mejor.
-Bien, me paso a por ti esta noche.
-Claro-digo sonriéndole.
-Esta noche podemos ir a mi hotel, para poder estar solos, ya que mañana tienes el día libre.
-Vale. Está bien-acepto con una sonrisa y lo veo levantarse rápidamente haciéndome reír.
Cuando acabamos de comer y llegamos a mi lugar de trabajo, aún quedaban veinte minutos para entrar, y después del palizón de ayer no pensaba regalarles ni un solo minuto más.
-Ven sentémonos aquí-digo tirando de él y nos sentamos en un banco cercano.
-¿Es temprano?
-Si.
-No puedo dejar de pensar en que mañana no tendré que ver esta fachada, creo que me estoy cansando de verla.
-Pues si quieres no vengas esta noche-digo intentando ocultar una sonrisa.
-No, está bien-dice rápidamente haciéndome reír-no juegues conmigo Kate.
-Eres tu quien lo has dicho.
-Ya, te lo he puesto a huevo, solo digo que estoy feliz de poder pasar mañana el día juntos entero.
-Yo también.
-Ojala pudieras pedirte unas vacaciones, quedan seis días solo y…tener que estar separados no mola.
-Lo sé. Sabiendo que esto va a durar seis días lo suyo sería poder pasar más tiempo junto. Pero no puedo.
-Lo sé-dice abrazándome-por cierto, aun no sé cuál es tu segundo nombre-dice sacándome una sonrisa.
-Ni lo vas a saber.
-No es justo.
-Puedo decirte una letra cada día que estés.
-Me gusta-dice ilusionado de poder jugar-Sin trampas.
-No, una letra por día que te quedes aquí-digo mirándole pensando en que solo estará aquí seis días por ocho letras que tiene mi segundo nombre, ojala le guste tanto este juego que no pueda irse sin el desenlace, aunque eso solo me diera dos días más.
-Bueno suelta. Quiero mi primera letra.
-H-digo mirándole y lo veo pensativo ya pensando en diversos nombres que pudieran empezar por la H.
-Ya podía haber empezado por otra letra-dice aun pensando-Hayley, Hilary, Harper, Heather, Holly…no sé muchos más. ¿He acertado en alguno?
-Lo siento pero no.
-¿Alguna pista?
-No lo averiguarás, tendrás que esperar letra a letra.
-Está bien, me gusta jugar pero ya te aviso que soy muy impaciente, quizás demasiado.
-Bueno ya veremos si puedes aguantar-digo con una sonrisa-tengo que irme. ¿Nos vemos luego?
-Ya sabes que si-dice acercándome colocando sus manos en mi cadera y tirando de mi hacia él para poder besarme suavemente.
-Hasta luego-digo de nuevo mordiéndome el labio de lo nerviosa que me ponía y me maldigo por hacerlo, no quiero ser tan frágil con él, pero no puedo evitarlo.
-Hasta luego-dice con una sonrisa que me tiene loquita y me doy la vuelta rápidamente para que no vea mi sonrisa de tonta mientras corro para empezar mi jornada de trabajo, deseando ya acabarla.
CONTINUARÁ…
Bueno ¿Qué os ha parecido? Cada vez con más miedo de separarse pero siendo más consciente también de que ese día va a llegar. ¿Hará algo Kate para poder estar más tiempo juntos?
Voy a hacer una encuesta en twitter para saber qué día queréis el capítulo. Podéis también pedirlo por comentario. Tenéis 24 horas para ello, después no cuentan los votos.
XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 11
POV KATE
Me despierto y cuando lo hago lo veo allí despierto mirándome con una sonrisa. Cuando me ve abrir un poco los ojos se acerca un poco colocando su mano sobre mi cintura moviéndola en pequeños círculos.
-¿Qué haces despierto?
-No podía dormir.
-¿Por?
-Porque sabes mi segundo nombre y yo no.
-¿Y eso te tiene sin dormir Alex?-digo sonriendo mientras me muerdo el labio sin poder evitarlo.
-No me llames Alex-dice haciéndome cosquillas, haciendo que me retuerza sin poder evitarlo.
-Para, para-digo casi sin aliento.
-Pues no vuelvas a llamarme así.
-¿Así como? ¿Al…?-pero me cayo cuando lo veo dispuesto a atacarme de nuevo.
-No juegues con fuego-dice colocándose sobre mi bloqueándome con su cuerpo.
-Buenos días-digo mirándole sacándole una sonrisa.
-Buenos días. ¿Qué quieres hacer hoy?
-No lo sé.
-Podemos quedarnos toda la mañana en la cama-dice besándome el cuello sacándome una sonrisa.
-Lo siento pero no. tengo que ir por la tarde a trabajar y no quiero estar todo el día en casa.
-Está bien-dice desesperado-¿A dónde vamos?
-No sé demos una vuelta. Pero antes creo que me debes un desayuno.
-Vale. Pero tienes que quedarte en la cama. Hoy toca desayuno en la cama. Estamos solos ¿no?
-Si Lanie no se ha quedado dormida-digo con una sonrisa.
-Entonces espérame. No te muevas-dice señalándome mientras va hacia la cocina.
Me estiro en la cama, me encanta las camas grandes por eso, pero ahora que llevo unos días durmiendo con Rick, sé que va a ser muy complicado volver a la normalidad, no puedo negar que a pesar de que me gusta estirarme en la cama, tampoco me he quejo el poder dormir abrazada a él toda la noche, he dormido como un lirón estos días.
No sé cuanto tiempo llevo sola en la cama pensando en lo que me espera cuando se vaya, cuando aparece con el mandil de Lanie, cuando lo veo con él no puedo evitar reírme.
-No te rías-dice colocando con cuidado la bandeja sobre mis piernas.
Ha preparado huevos revueltos, beicon, tostadas, tortitas y café, sin duda un desayuno contundente, no falta nada.
-¿Cuánto llevas en la cocina?
-Lo suficiente para hacerte el mejor desayuno-dice sentándose a mi lado quitándome un cacho de beicon.
-Esto me recuerda a Nueva York.
-¿No lo echas de menos?
-A veces-digo mirándole-pero he descubierto que esta es mi casa, es lo que siempre he querido-digo mirándole y lo veo asentir con la mirada baja.- ¿Y tu?
-Solo llevo una semana. Y a veces echo de menos hasta su olor. Creo que no podría vivir lejos de mi casa durante mucho tiempo. No podría hacerlo-dice y yo asiento pero con un nudo en el estomago, ambos queríamos cosas distintas, ciudades, países distintos y lejos, muy lejos el uno del otro. Ahora si quedan las cosas claras, estos no va a llegar a nada, a nada más allá de la semana que queda, bueno seis días, seis días completo que quería aprovechar al máximo, pero a veces, no podía dejar de pensar que esto se iba a acabar.
Salimos a dar un paseo, la mañana parece que acompaña por el sol que está allí en todo lo alto, aunque de vez en cuando viene un aire frio que me queda helada, parece que él se da cuenta porque enseguida se quita la chaqueta y me la pone sobre mis brazos.
-Gracias.
-Tienes frio y tenias que comerte un helado.
-Me apetecía, y lo necesitaba.
-Sabes que ahora no vas a comer nada.
-Me da igual mientras tenga mi chocolate.
-Otra cosa que sé de ti. Eres adicta al helado de chocolate-dice sacándome una sonrisa.
-¿Quieres un poco?-digo ofreciéndole y cuando se acerca para que le dé un poco, muevo ligeramente la chuchara manchándole la cara.
-Serás-dice haciéndose el enojado y no puedo dejar de reír.
-Estas muy mono-digo sin parar de reír.
-Ayúdame a limpiarme. Parezco un idiota-dice entregándome una servilleta. Tiro el resto del helado y le limpio con cuidado su mejilla sin dejar de mirarle a los ojos. Entonces, se acerca y me besa suavemente en los labios-chocolate-dice al separarse con una sonrisa.
Me muerdo el labio nerviosa, como el mismo dijo que siempre hacia, y como no iba a hacerlo si él me ponía tan nerviosa. Sujeto su cuello con mis manos y vuelvo a besarlo sintiendo su lengua sobre mis labios pidiendo permiso. Abro mi boca dejándoles entrar y disfruto de un beso suyo, un beso único, como cualquiera de los besos que habíamos compartido.
-Amore-escucho que grita alguien en algún lugar. Cuando nos separamos veo a una mujer mayor mirándonos con una sonrisa y ambos sonreímos avergonzados.
-Salgamos de aquí-digo tirando de él hacia un lugar más tranquilo.
Nos sentamos en un banco el uno pegado al otro, con nuestras manos unidas y con una sonrisa. Levanto la mirada y lo miro y la verdad es que tiene un atractivo natural.
-Tienes el pelo ya largo ¿no?
-Según mi editora me hace sexy e irresistible. Si me lo toco creo que me matara-dice con una sonrisa-quiere que me presente con mi flequillo perfectamente desordenado y una barba de tres días, el chico malo-dice con una sonrisa sarcástica.
-¿No te gustan que te vean así?
-No es eso. Tengo miedo de que la gente compre mi libro por una imagen.
-Te lo tienes muy creído ¿no?-digo con una sonrisa sacándole una pequeña sonrisa, pero sé que es serio, que de verdad tiene ese miedo-puede que haya gente que lo compre por tu atractivo sin igual-digo con una sonrisa-pero si al final tu libro triunfa será por las críticas que hagan sobre él, por el boca a boca. Si les gusta se lo dirán a más gente y se venderá. No vas a vender libros solo por tu imagen.
-Bueno si soy malo solo quedara en eso.
-No creo que lo seas-digo acariciando su mano.
-Eso no lo sabes.
-Bueno mándame tu libro y te daré mi crítica.
-Pero no eres objetiva.
-¿Qué dices? A mi tu atractivo ya no me afecta-digo sacándole una sonrisa.
-Te lo mandaré. Para mí sería importante tu crítica.
-Pues la tendrás-digo sonriéndole-ahora, tenemos que volver a casa. Pedimos pizza, comemos y luego tengo que irme. Mañana tengo día libre y podremos aprovecharlo mejor.
-Bien, me paso a por ti esta noche.
-Claro-digo sonriéndole.
-Esta noche podemos ir a mi hotel, para poder estar solos, ya que mañana tienes el día libre.
-Vale. Está bien-acepto con una sonrisa y lo veo levantarse rápidamente haciéndome reír.
Cuando acabamos de comer y llegamos a mi lugar de trabajo, aún quedaban veinte minutos para entrar, y después del palizón de ayer no pensaba regalarles ni un solo minuto más.
-Ven sentémonos aquí-digo tirando de él y nos sentamos en un banco cercano.
-¿Es temprano?
-Si.
-No puedo dejar de pensar en que mañana no tendré que ver esta fachada, creo que me estoy cansando de verla.
-Pues si quieres no vengas esta noche-digo intentando ocultar una sonrisa.
-No, está bien-dice rápidamente haciéndome reír-no juegues conmigo Kate.
-Eres tu quien lo has dicho.
-Ya, te lo he puesto a huevo, solo digo que estoy feliz de poder pasar mañana el día juntos entero.
-Yo también.
-Ojala pudieras pedirte unas vacaciones, quedan seis días solo y…tener que estar separados no mola.
-Lo sé. Sabiendo que esto va a durar seis días lo suyo sería poder pasar más tiempo junto. Pero no puedo.
-Lo sé-dice abrazándome-por cierto, aun no sé cuál es tu segundo nombre-dice sacándome una sonrisa.
-Ni lo vas a saber.
-No es justo.
-Puedo decirte una letra cada día que estés.
-Me gusta-dice ilusionado de poder jugar-Sin trampas.
-No, una letra por día que te quedes aquí-digo mirándole pensando en que solo estará aquí seis días por ocho letras que tiene mi segundo nombre, ojala le guste tanto este juego que no pueda irse sin el desenlace, aunque eso solo me diera dos días más.
-Bueno suelta. Quiero mi primera letra.
-H-digo mirándole y lo veo pensativo ya pensando en diversos nombres que pudieran empezar por la H.
-Ya podía haber empezado por otra letra-dice aun pensando-Hayley, Hilary, Harper, Heather, Holly…no sé muchos más. ¿He acertado en alguno?
-Lo siento pero no.
-¿Alguna pista?
-No lo averiguarás, tendrás que esperar letra a letra.
-Está bien, me gusta jugar pero ya te aviso que soy muy impaciente, quizás demasiado.
-Bueno ya veremos si puedes aguantar-digo con una sonrisa-tengo que irme. ¿Nos vemos luego?
-Ya sabes que si-dice acercándome colocando sus manos en mi cadera y tirando de mi hacia él para poder besarme suavemente.
-Hasta luego-digo de nuevo mordiéndome el labio de lo nerviosa que me ponía y me maldigo por hacerlo, no quiero ser tan frágil con él, pero no puedo evitarlo.
-Hasta luego-dice con una sonrisa que me tiene loquita y me doy la vuelta rápidamente para que no vea mi sonrisa de tonta mientras corro para empezar mi jornada de trabajo, deseando ya acabarla.
CONTINUARÁ…
Bueno ¿Qué os ha parecido? Cada vez con más miedo de separarse pero siendo más consciente también de que ese día va a llegar. ¿Hará algo Kate para poder estar más tiempo juntos?
Voy a hacer una encuesta en twitter para saber qué día queréis el capítulo. Podéis también pedirlo por comentario. Tenéis 24 horas para ello, después no cuentan los votos.
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 12
Bueno, por decisión de la mayoría, aquí tenéis el capítulo extra. Como siempre espero que lo disfrutéis y me lo hagáis saber. Seguimos con fuerza.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 12
POV KATE
No puedo dejar de pensar en todo el tiempo que estoy trabajando en eso que ha dicho Rick, quedan seis días y lo increíble e idóneo sería poder pasar más tiempo juntos, poder disfrutar de cada minuto de esto que sabemos que tiene un fin, justamente nos quedan seis días, y eso no puedo quitármelo de la cabeza.
Cuando acabo mi jornada decido ir a hablar con Francesco, tengo que hacer algo respecto al tiempo que necesito y quiero pasar con Rick, y he decidido ponerle un remedio.
-Hola Katherine-dice con una sonrisa como siempre.
-Hola Francesco, estaba buscándote.
-Bien, genial, pasa.
-No quiero robarte mucho tiempo.
-Tengo todo el tiempo del mundo-dice sentándose en su despacho y yo me siento enfrente tomando aire decidida a lo que iba a hacer.
Salgo del trabajo soltando todo el aire, había tomado una decisión importante, una decisión que podía hacerme disfrutar de esto que tengo con Rick, es lo que realmente quería, pero también puede hacer que todo se vaya a la mierda, ¿Y si llego a sentir demasiado? Tengo ese miedo, ese miedo de que se vaya y me deje echa una mierda. Pero tengo seis días para darme cuenta de ello, quizás, esto que acabo de hacer me haga darme cuenta de que tengo que huir antes de que acaben esos seis días.
Cuando salgo lo encuentro allí sentado en el banco donde antes estábamos ambos. Lo veo mirando su móvil pero como si notara mi presencia levanta la cabeza y cuando me ve enseguida se levanta y camina hacia donde me encuentro.
-Pensé que te me habías escapado-dice agarrándome por la cintura y yo sonrió al verlo, olvidándome de todo el miedo que me causaba el empezar a sentir algo más sobre él.
-Tenía que arreglar algunas cosas. Pero vamos, tengo ganas de comer y tomar algo.
-Ok. ¿Dónde quiere ir?
-Algún sitio cercano a tu hotel-digo con una sonrisita.
-Por mi podemos ir allí directamente-dice tirando de mi hacia él sacándome una sonrisa.
-Todo a su debido tiempo-digo separándome de él mientras muerdo mi labio otra vez de forma inconsciente y tiro de su mano para que podamos ponernos en marcha.
Estamos comiendo tranquilos como una pareja normal y no puedo evitar pensar que quizás él es lo que siempre he buscado, pero luego pienso que esto durara seis días y siento como todo se viene abajo.
-¿Estas bien?-dice mirándome como si pudiera leer mis pensamientos.
-Sí, solo algo cansada.
-Podemos irnos si quieres-dice mirándome mientras me acaricia la mano.
-No está bien. Voy a tener tiempo de sobra para descansar.
-Es verdad, mañana tienes día libre-dice con una sonrisa.
-Y pasado y al otro.
-¿Cómo?
-He pedido dos días por asunto propio.
-¿En serio?
-Sí, nunca los pido y los termino perdiendo. Creo que es un buen momento para hacerlo.
-Dios que bien-dice levantándose lo justo para darme un beso, se le veía de verdad feliz.- ¿Qué vamos a hacer?
-Había pensado que podíamos hacer una pequeña escapada. Así podrías descubrir algo más de Italia.
-Bien pensando. Podemos elegir ahora un lugar para poder irnos mañana y…o espera.
-¿Qué?
-Mañana no puedo. Tengo que hacer unas malditas entrevistas.
-Bueno, podemos irnos por la tarde. O pasado mañana. Pasamos una noche y volvemos al día siguiente.
-Está bien, me gusta. ¿Dónde podemos ir?
-Un lugar cercano, no quiero pasar mucho tiempo en el camino.
-Estoy de acuerdo-dice con una sonrisa y lo veo sacar su móvil sin duda para buscar algún buen lugar.-Podíamos ir a Verona sería tan romántico. Soy un apasionado de Romeo y Julieta.
-Demasiado lejos para ir en coche o en tren.
-Podemos ir en avión, solo una hora.
-No sé…
-Venga, una hora solo y sería increíble-dice mirándome con esa cara de emoción que no puedo decirle que no.
-Está bien.
-Perfecto-dice emocionado-voy a coger ahora mismos los vuelos y en hotel.
-Déjalo para cuando lleguemos al hotel. Vamos-digo levantándome y él paga rápidamente poniéndose de pie para que podamos ir hacia su hotel.
Nos hemos duchado juntos, tras una buena sesión de sexo, sin duda el mejor sexo de mi vida, y no es por él o por mí, es por como encajamos juntos hasta en ese aspecto. Pero no es en lo único.
Me encantaba verlo así ilusionado mientras reservábamos los billetes para mañana por la noche. Dos noches en la ciudad de los enamorados, un amor maldito, quizás parecido al nuestro, algo corto pero intenso, destinado a morir casi antes de empezar.
-A las nueve sale nuestro vuelo.
-Es algo tarde ¿no?
-¿Qué dices? Llegamos a las 10, para las 11 como muy tardes podemos estar retozando en la cama del hotel-dice sacándome una sonrisa.
-Está bien-termino aceptando.
-No, si te estaba informando, ya los había comprado-dice poniendo esa sonrisita suya.
-Bien, ya está hecho.
-Ahora tenemos que buscar un buen hotel.
-No te pases.
-¿Por qué? Estoy de vacaciones y no pienso escatimar en gastos. Yo invito.
-No, pagamos a medias.
-Tu, me pagas de otra manera ya sabes.
-Vamos que soy tu puta-digo intentando ocultar una sonrisa.
-Yo…no claro que no…-dice preocupado levantándose para colocarse a mi lado pero entonces no puedo evitar más esa risa que hace que casi me ahogue-está bien, muy graciosa, más bien creo que soy yo tu puto-dice haciéndose el ofendido y no puedo evitar reírme aún más.
-Bueno vamos a elegir el hotel ¿no?-digo intentando no reírme más.
-Si antes de que te eche de mi habitación-dice haciéndose el enfadado pero dándome un beso antes de volver de nuevo a la búsqueda de un buen hotel.
-Me gusta ese-digo cuando miramos un hotel normalito no muy caro y más o menos cerca del centro.
-A mí no, me gusta este-dice señalando uno de los más caros de la lista.
-No, me gusta.
-¿Qué no te gusta? Es chulísimo.
-No vamos a estar mucho en el hotel.
-¿Por qué? Yo quiero pasar mucho tiempo en el hotel-dice con un movimientos de cejas que quiere que sea sexy pero termina haciéndome reír.
-Está bien, elige el que quieras.
-Pues este, tiene jacuzzi y todo en la habitación. Este hotel…me equivoque al elegirlo. Aunque no pensé en que podría darle un buen uso-dice saltando sobre el sofá cayendo justo a mi lado.
-No vamos a hacerlo en el jacuzzi.
-No seas aguafiestas-dice poniendo morritos.
-Bueno, veremos a ver cómo te portas.
-Me voy a portar muy bien-dice poniendo carita de bueno.
-Cuéntame eso de que mañana tienes que hacer unas entrevistas.
-No hablemos de eso-dice poniendo mala cara.
-¿Por qué?
-Porque estoy cagado.
-¿Cagado? ¿Por qué?
-Nunca me he enfrentado a eso. Mi editora dice que lo haré bien, que tengo un encanto natural para ello, pero…yo no lo veo. Quiere que sea gracioso, que los conquiste pero…no creo que pueda lograrlo. Creo que voy a cagarlo más que ayudar.
-Pues yo confió en ti-digo con seguridad y lo veo mirándome sin duda sorprendido-sin duda tu editora tiene razón, tienes un encanto natural para conquistar-digo con una sonrisa-cuando no sepas que decir solo tienes que mirar a la cámara con una sonrisa. Tus ojos y tu sonrisa darán la mejor respuesta.
-¿Estarás ahí conmigo?-dice mirándome con suplica en la mirada.
-Si es lo que quieres.
-Creo que te necesito-dice mirándome con esa sonrisa y esa mirada con la que conquistara el mundo.
-Estaré.
-Gracias-dice besándome suavemente en los labios.
-Ahora tenemos que descansar. Estoy cansada y estos días quiero aprovecharlos a tope y si estoy cansada…
-A descansar, a descansar-dice sorprendiéndome agarrándome por la cintura y colocándome sobre su hombro llevándome hacia la cama. No puedo dejar de reír.
Me deposita con suavidad sobre la cama. Se tumba al otro lado y nos arropa a los dos. Apaga la luz de la lámpara y se queda mirándome fijamente, a pesar de la oscuridad, ese brillo en la mirada se veía perfectamente.
-Me siento tan bien Kate-dice acariciándome suavemente la mejilla haciéndome cerrar los ojos para poder dejarme llevar por su tacto, por su voz-creo que nunca voy a poder olvidarme de este viaje-dice sonriendo y abro los ojos para poder mirarle.
-Yo tampoco voy a olvidarlo-digo seria tragando saliva, dándome cuenta de lo serio en lo que se estaba convirtiendo esto y en el dolor que vendrá después. Pero tenía una cosa clara, cada vez más y más clara. Cada minuto que pueda pasar con él voy a vivirlo al límite, voy a disfrutar porque quizás no haya un mañana después de ese instante. Pero voy a vivirlo, porque prefiero vivir que no hacerlo y luego arrepentirme de no haberlo hecho, prefiero soñar y recordar lo que he vivido que soñar con lo que podía haber pasado.
CONTINUARÁ…
Bueno pues Rick tiene trabajo que hacer y Kate estará ahí para tranquilizarlo, para ayudarlo a superar sus miedos, y se van de vacaciones juntos, dos noches para ellos solos, dos noches en la ciudad de los enamorados, veremos si los une más o los separa para siempre.
Gracias por seguir y mañana más, os recuerdo que esta semana solo descansamos el domingo.
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 12
POV KATE
No puedo dejar de pensar en todo el tiempo que estoy trabajando en eso que ha dicho Rick, quedan seis días y lo increíble e idóneo sería poder pasar más tiempo juntos, poder disfrutar de cada minuto de esto que sabemos que tiene un fin, justamente nos quedan seis días, y eso no puedo quitármelo de la cabeza.
Cuando acabo mi jornada decido ir a hablar con Francesco, tengo que hacer algo respecto al tiempo que necesito y quiero pasar con Rick, y he decidido ponerle un remedio.
-Hola Katherine-dice con una sonrisa como siempre.
-Hola Francesco, estaba buscándote.
-Bien, genial, pasa.
-No quiero robarte mucho tiempo.
-Tengo todo el tiempo del mundo-dice sentándose en su despacho y yo me siento enfrente tomando aire decidida a lo que iba a hacer.
Salgo del trabajo soltando todo el aire, había tomado una decisión importante, una decisión que podía hacerme disfrutar de esto que tengo con Rick, es lo que realmente quería, pero también puede hacer que todo se vaya a la mierda, ¿Y si llego a sentir demasiado? Tengo ese miedo, ese miedo de que se vaya y me deje echa una mierda. Pero tengo seis días para darme cuenta de ello, quizás, esto que acabo de hacer me haga darme cuenta de que tengo que huir antes de que acaben esos seis días.
Cuando salgo lo encuentro allí sentado en el banco donde antes estábamos ambos. Lo veo mirando su móvil pero como si notara mi presencia levanta la cabeza y cuando me ve enseguida se levanta y camina hacia donde me encuentro.
-Pensé que te me habías escapado-dice agarrándome por la cintura y yo sonrió al verlo, olvidándome de todo el miedo que me causaba el empezar a sentir algo más sobre él.
-Tenía que arreglar algunas cosas. Pero vamos, tengo ganas de comer y tomar algo.
-Ok. ¿Dónde quiere ir?
-Algún sitio cercano a tu hotel-digo con una sonrisita.
-Por mi podemos ir allí directamente-dice tirando de mi hacia él sacándome una sonrisa.
-Todo a su debido tiempo-digo separándome de él mientras muerdo mi labio otra vez de forma inconsciente y tiro de su mano para que podamos ponernos en marcha.
Estamos comiendo tranquilos como una pareja normal y no puedo evitar pensar que quizás él es lo que siempre he buscado, pero luego pienso que esto durara seis días y siento como todo se viene abajo.
-¿Estas bien?-dice mirándome como si pudiera leer mis pensamientos.
-Sí, solo algo cansada.
-Podemos irnos si quieres-dice mirándome mientras me acaricia la mano.
-No está bien. Voy a tener tiempo de sobra para descansar.
-Es verdad, mañana tienes día libre-dice con una sonrisa.
-Y pasado y al otro.
-¿Cómo?
-He pedido dos días por asunto propio.
-¿En serio?
-Sí, nunca los pido y los termino perdiendo. Creo que es un buen momento para hacerlo.
-Dios que bien-dice levantándose lo justo para darme un beso, se le veía de verdad feliz.- ¿Qué vamos a hacer?
-Había pensado que podíamos hacer una pequeña escapada. Así podrías descubrir algo más de Italia.
-Bien pensando. Podemos elegir ahora un lugar para poder irnos mañana y…o espera.
-¿Qué?
-Mañana no puedo. Tengo que hacer unas malditas entrevistas.
-Bueno, podemos irnos por la tarde. O pasado mañana. Pasamos una noche y volvemos al día siguiente.
-Está bien, me gusta. ¿Dónde podemos ir?
-Un lugar cercano, no quiero pasar mucho tiempo en el camino.
-Estoy de acuerdo-dice con una sonrisa y lo veo sacar su móvil sin duda para buscar algún buen lugar.-Podíamos ir a Verona sería tan romántico. Soy un apasionado de Romeo y Julieta.
-Demasiado lejos para ir en coche o en tren.
-Podemos ir en avión, solo una hora.
-No sé…
-Venga, una hora solo y sería increíble-dice mirándome con esa cara de emoción que no puedo decirle que no.
-Está bien.
-Perfecto-dice emocionado-voy a coger ahora mismos los vuelos y en hotel.
-Déjalo para cuando lleguemos al hotel. Vamos-digo levantándome y él paga rápidamente poniéndose de pie para que podamos ir hacia su hotel.
Nos hemos duchado juntos, tras una buena sesión de sexo, sin duda el mejor sexo de mi vida, y no es por él o por mí, es por como encajamos juntos hasta en ese aspecto. Pero no es en lo único.
Me encantaba verlo así ilusionado mientras reservábamos los billetes para mañana por la noche. Dos noches en la ciudad de los enamorados, un amor maldito, quizás parecido al nuestro, algo corto pero intenso, destinado a morir casi antes de empezar.
-A las nueve sale nuestro vuelo.
-Es algo tarde ¿no?
-¿Qué dices? Llegamos a las 10, para las 11 como muy tardes podemos estar retozando en la cama del hotel-dice sacándome una sonrisa.
-Está bien-termino aceptando.
-No, si te estaba informando, ya los había comprado-dice poniendo esa sonrisita suya.
-Bien, ya está hecho.
-Ahora tenemos que buscar un buen hotel.
-No te pases.
-¿Por qué? Estoy de vacaciones y no pienso escatimar en gastos. Yo invito.
-No, pagamos a medias.
-Tu, me pagas de otra manera ya sabes.
-Vamos que soy tu puta-digo intentando ocultar una sonrisa.
-Yo…no claro que no…-dice preocupado levantándose para colocarse a mi lado pero entonces no puedo evitar más esa risa que hace que casi me ahogue-está bien, muy graciosa, más bien creo que soy yo tu puto-dice haciéndose el ofendido y no puedo evitar reírme aún más.
-Bueno vamos a elegir el hotel ¿no?-digo intentando no reírme más.
-Si antes de que te eche de mi habitación-dice haciéndose el enfadado pero dándome un beso antes de volver de nuevo a la búsqueda de un buen hotel.
-Me gusta ese-digo cuando miramos un hotel normalito no muy caro y más o menos cerca del centro.
-A mí no, me gusta este-dice señalando uno de los más caros de la lista.
-No, me gusta.
-¿Qué no te gusta? Es chulísimo.
-No vamos a estar mucho en el hotel.
-¿Por qué? Yo quiero pasar mucho tiempo en el hotel-dice con un movimientos de cejas que quiere que sea sexy pero termina haciéndome reír.
-Está bien, elige el que quieras.
-Pues este, tiene jacuzzi y todo en la habitación. Este hotel…me equivoque al elegirlo. Aunque no pensé en que podría darle un buen uso-dice saltando sobre el sofá cayendo justo a mi lado.
-No vamos a hacerlo en el jacuzzi.
-No seas aguafiestas-dice poniendo morritos.
-Bueno, veremos a ver cómo te portas.
-Me voy a portar muy bien-dice poniendo carita de bueno.
-Cuéntame eso de que mañana tienes que hacer unas entrevistas.
-No hablemos de eso-dice poniendo mala cara.
-¿Por qué?
-Porque estoy cagado.
-¿Cagado? ¿Por qué?
-Nunca me he enfrentado a eso. Mi editora dice que lo haré bien, que tengo un encanto natural para ello, pero…yo no lo veo. Quiere que sea gracioso, que los conquiste pero…no creo que pueda lograrlo. Creo que voy a cagarlo más que ayudar.
-Pues yo confió en ti-digo con seguridad y lo veo mirándome sin duda sorprendido-sin duda tu editora tiene razón, tienes un encanto natural para conquistar-digo con una sonrisa-cuando no sepas que decir solo tienes que mirar a la cámara con una sonrisa. Tus ojos y tu sonrisa darán la mejor respuesta.
-¿Estarás ahí conmigo?-dice mirándome con suplica en la mirada.
-Si es lo que quieres.
-Creo que te necesito-dice mirándome con esa sonrisa y esa mirada con la que conquistara el mundo.
-Estaré.
-Gracias-dice besándome suavemente en los labios.
-Ahora tenemos que descansar. Estoy cansada y estos días quiero aprovecharlos a tope y si estoy cansada…
-A descansar, a descansar-dice sorprendiéndome agarrándome por la cintura y colocándome sobre su hombro llevándome hacia la cama. No puedo dejar de reír.
Me deposita con suavidad sobre la cama. Se tumba al otro lado y nos arropa a los dos. Apaga la luz de la lámpara y se queda mirándome fijamente, a pesar de la oscuridad, ese brillo en la mirada se veía perfectamente.
-Me siento tan bien Kate-dice acariciándome suavemente la mejilla haciéndome cerrar los ojos para poder dejarme llevar por su tacto, por su voz-creo que nunca voy a poder olvidarme de este viaje-dice sonriendo y abro los ojos para poder mirarle.
-Yo tampoco voy a olvidarlo-digo seria tragando saliva, dándome cuenta de lo serio en lo que se estaba convirtiendo esto y en el dolor que vendrá después. Pero tenía una cosa clara, cada vez más y más clara. Cada minuto que pueda pasar con él voy a vivirlo al límite, voy a disfrutar porque quizás no haya un mañana después de ese instante. Pero voy a vivirlo, porque prefiero vivir que no hacerlo y luego arrepentirme de no haberlo hecho, prefiero soñar y recordar lo que he vivido que soñar con lo que podía haber pasado.
CONTINUARÁ…
Bueno pues Rick tiene trabajo que hacer y Kate estará ahí para tranquilizarlo, para ayudarlo a superar sus miedos, y se van de vacaciones juntos, dos noches para ellos solos, dos noches en la ciudad de los enamorados, veremos si los une más o los separa para siempre.
Gracias por seguir y mañana más, os recuerdo que esta semana solo descansamos el domingo.
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Capítulo 13
Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo, espero que os siga gustando. Para los que queréis saberlo mi cumple es mañana sábado, podéis ir diciéndome los vuestros y os podré dedicar algún capítulo jaja. Gracias por seguir.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 13
POV KATE
Lo veo nervioso sin poder parar. No puedo imaginármelo así hasta que llegue el momento de las entrevistas. Creo que me voy a volver loca solo de verlo así.
-Rick para.
-Y si me preguntan sobre algo personal o algo que me molesta como actuó como…
-Para me vas a volver loca. Vamos a salir a dar una vuelta.
-No, tengo que seguir preparando la entrevista.
-No, se acabo-digo levantándome y casi sacándole a rastras del hotel.
Caminamos por la ciudad y caminamos tanto y tanto que acabamos en la Villa Borguese. Lo veo aun ausente y quiero que se relaje y que se olvide de la entrevista por un rato. Lo agarro de la mano haciendo que me mire.
-Una sonrisa-digo sonriendo y le saco una sonrisa.-Solo olvídate un rato ¿sí?
-Está bien, solo si nos montamos ahí.
-¿Ahí?-digo mirando hacia la dirección que está indicando-¿En las barcas?
-Si, por casualidad un día terminé aquí y me quede con las ganas. Ahora quiero montarme.
-Está bien, yo te hago la foto desde aquí.
-No, nos montamos los dos.
-Venga ya…
-¿Qué? Es romántico-dice con esa sonrisa a la que no le puedo negar nada.
-Vale, pero nada de hacer el tonto, nada de moverse, nada de gritar ni nada de eso.
-¿Yo? Yo eso nunca lo haría-dice con esa sonrisa que me hace sonreír-Vamos-dice animado tirando de mi hacia las barcas.
Nos metemos dentro de las barcas, uno enfrente del otro y lo veo con una sonrisa pícara que me da mucho miedo. Coge los remos y se pone a remar despacio llevándonos hacia el centro de la fuente. Hay un par de barcas más, el tiempo atrae a la gente al parque pero aún es temprano.
-No me digas que esto no es romántico.
-Muchísimo-digo riéndome.
-Vamos, esto te lo hago en serio y caes rendida. El problema que ya has caído rendida-dice haciéndome reír. Para de remar y se acerca un poco al otro lado para sentarse a mi lado haciendo que la barca casi vuelque.
-Rick…-digo quejándome.
-Lo siento-dice con una sonrisa moviéndose un poco más para que la barca vuelva a moverse.
-Rick…-digo golpeándole suavemente en el hombro sacándole una sonrisa.
Se sienta a mi lado y tira de mi hacia su cuerpo abrazándome y cierro los ojos, porque se siente súper bien estando entre sus brazos.
-¿Tienes frio?
-No, estoy bien-digo moviéndome despacio para poder dejarme caer sobre su pecho.
Me abraza por la espalda dejando un suave beso en la cabeza. Juego con los dedos de su mano y aunque me daba vergüenza montarme en la barca porque todo el mundo nos mirara, ahora me daba igual, es como si solo estuviéramos los dos solos.
-Ya nos queda poco tiempo-digo aun con los ojos cerrados.
-Podemos renovar por otro rato más-dice en mi oído haciendo que mi cuerpo tiemble, pero no solo me refería a la barca, me refería a pasar el tiempo juntos, al tiempo que se nos va acabando y no puedo dejar de pensar en ello a pesar de que no quiero. ¿Cómo puede llegar a gustarme alguien tanto en tan poco tiempo? ¿Cómo puedo sentirme tan bien con él? Siempre soñé tener esto con alguien, y ahora lo tengo, el problema es que va a ser durante demasiado poco tiempo.
-Tenemos que irnos. No quieres llegar tarde a la entrevista.
-Quizás sea mejor que no la haga, podemos quedarnos un rato más.
-Nada de huir.
-Fuiste tú la que me sacaste del hotel.
-Y ahora soy la que te llevo de vuelta-digo cogiendo los remos y pasándoselos. Resignado se pone a remar hacia la orilla.
Llegamos al hotel y Rick se va a vestirse, lo miro nervioso mientras se coloca la chaqueta. Apenas consigue abrocharse los botones de la camisa y me levanto para ayudarle.
-Así mejor.
-No voy a conseguirlo.
-Si vas a conseguirlo. Estoy aquí contigo ¿recuerdas?
-Está bien-dice girándose para coger algo de su bolso. Cuando se gira está tragándose una pastillas-¿Qué?-dice al ver que lo estoy mirando casi con miedo-no son drogas-dice sacando el bote y entregándomelo-tengo receta. Cuando me pongo nervioso, cuando tengo mucha presión me entra una fuerte jaqueca. Esto ayuda un poco.
-No tenías que contármelo.
-Pero quería-dice con una sonrisa y asiento más tranquila.
-Bien, creo que ha llegado el momento-digo señalando la video llamada que está entrando ahora mismo en su ordenador-tranquilo ¿sí?-digo asintiendo y él me mira y traga saliva nervioso pero asiente mientras se sienta delante del ordenador. Me alejo un poco colocándome a su vista pero sin que se me pudiera ver la otra persona.
-Hola.
-Hola.
-Me llamo Christina Coterra, voy a ser tu entrevistadora. ¿Estás preparado?
-Si-dice bajito y tragando saliva sin duda nervioso. Entonces levanta la mirada encontrándose con la mía e intento transmitirle todo mi apoyo.
-Empecemos. La entradilla la haré luego. Ahora solo nos encargaremos de hacerte las preguntas y tú de responderlas. Allá vamos. ¿Eres neoyorkino?
-Si. Nacido en Nueva York y criado la mayor parte del tiempo allí.
-Eres hijo de una famosa actriz, ¿Cómo has llevado eso?-lo miro porque sin duda eso era algo que no conocía de él. Me mira un segundo antes de contestar.
-Para mí, mi madre siempre ha sido la persona más importante de mi vida, aún lo es. Le estoy muy agradecido por haberme sacado adelante, por darme la vida que tengo ahora.
-Pero supongo que tu vida no fue fácil viajando mucho por el trabajo de tu madre, ¿o te quedabas en casa?
-Normalmente, cada vez que me era posible iba con ella. Ella fue la que me cuido durante toda mi infancia, gracias a ella soy quien soy.
-¿Era complicado ser hijo de alguien famoso?
-Eso no me afecto.
-¿Y ahora? ¿Crees que eso te ayudará en tu carrera?-pregunta la periodista sin duda tirando a dar y Rick me mira nervioso. De nuevo intento insuflarle valor.
-No sé si eso me ayudará o no, lo que tengo claro es que quiero que la gente lea mi libro, que le den una oportunidad, y si vuelvo a sacar un libro que lo lean por lo que han leído en el anterior. Quiero que la gente que lo lea lo recomiende a sus amigos y familiares porque les guste. Quiero que mi libro hable por sí solo, eso es lo que quiero-dice serio mirando fijamente a cámara y me hace sentir muy orgullosa en este momento.
-¿Qué harías porque tu libro triunfara?
-Es mi sueño, pero si tiene que pasar pasara. Confió en mí mismo, en mi trabajo y sé que la gente sabrá verlo-dice con una sonrisa más para mí que para la periodista y eso hace que de nuevo me llene de orgullo.
-¿Cómo te definirías?
-Bueno es complicado definirse a uno mismo-dice ya más tranquilo, más suelto y eso me tranquiliza-me considero inteligente, cabezón según mi madre-dice con una sonrisa conquistadora-me considero fuerte y valiente, y no porque no tenga miedo, porque lo tengo, pero sé enfrentarme a ellos.
-¿Eres muy ligón?
-Bueno no tengo problemas con las mujeres si es lo que preguntas-dice sonriéndome de nuevo.
-¿Tienes novia?-escucha la pregunta y me mira durante unos segundos, me quedo expectante a su respuesta y sin duda él se lo está pensando demasiado.
-No-dice de nuevo nervioso y sé que es lo que tenía que decir, y sé que en realidad es la verdad, pero no puedo evitar sentirme mal.
-Entonces puedes llegar a convertirte en el soltero de oro. ¿Tienes miedo a sentirte rodeado de chicas?
-Miedo, no tengo miedo.
-¿Qué buscas en una chica?
-Que sea inteligente, fuerte, que tenga la sonrisa más bonita del mundo, que luche por sus sueños, que me haga reír, que me haga soñar-dice mirándome fijamente y siento como mi corazón late con fuerza.
-Bien, una última pregunta para poder acabar. ¿Cómo definirías a tu libro? Una sola palabra.
-Intrigante. Es la intriga por excelencia.
-Bueno muchas gracias, espero que te vaya bien. Y espero que esta sea la primera entrevista de muchas, y espero que la próxima sea cara a cara-dice con un tono de querer ligar con él y me siento celosa por la sonrisa que Rick le dedica antes de acabar la llamada.
Ahora mismo tenía el corazón dividido, entendía muchas respuestas de su entrevista, pero luego parecía que se contradecía con sus miradas. Supongo que le pasa como a mí. Sé lo que quiero, pero también se lo que no quiero. Y ahora mismo, esas dos cosas estas chocando, lo quiero a él, pero también estoy segura de lo que no quiero, sufrir, y ahora mismo sé que ambas cosas chocaran en menos de seis días.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por seguir ahí como siempre dándome las fuerzas y las ganas para seguir. Seguimos con ganas y por cierto, no recuerdo si os dije el número de capítulos pero para el que lo quiera saber llegaremos a los 67 capítulos, record jaja.
XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 13
POV KATE
Lo veo nervioso sin poder parar. No puedo imaginármelo así hasta que llegue el momento de las entrevistas. Creo que me voy a volver loca solo de verlo así.
-Rick para.
-Y si me preguntan sobre algo personal o algo que me molesta como actuó como…
-Para me vas a volver loca. Vamos a salir a dar una vuelta.
-No, tengo que seguir preparando la entrevista.
-No, se acabo-digo levantándome y casi sacándole a rastras del hotel.
Caminamos por la ciudad y caminamos tanto y tanto que acabamos en la Villa Borguese. Lo veo aun ausente y quiero que se relaje y que se olvide de la entrevista por un rato. Lo agarro de la mano haciendo que me mire.
-Una sonrisa-digo sonriendo y le saco una sonrisa.-Solo olvídate un rato ¿sí?
-Está bien, solo si nos montamos ahí.
-¿Ahí?-digo mirando hacia la dirección que está indicando-¿En las barcas?
-Si, por casualidad un día terminé aquí y me quede con las ganas. Ahora quiero montarme.
-Está bien, yo te hago la foto desde aquí.
-No, nos montamos los dos.
-Venga ya…
-¿Qué? Es romántico-dice con esa sonrisa a la que no le puedo negar nada.
-Vale, pero nada de hacer el tonto, nada de moverse, nada de gritar ni nada de eso.
-¿Yo? Yo eso nunca lo haría-dice con esa sonrisa que me hace sonreír-Vamos-dice animado tirando de mi hacia las barcas.
Nos metemos dentro de las barcas, uno enfrente del otro y lo veo con una sonrisa pícara que me da mucho miedo. Coge los remos y se pone a remar despacio llevándonos hacia el centro de la fuente. Hay un par de barcas más, el tiempo atrae a la gente al parque pero aún es temprano.
-No me digas que esto no es romántico.
-Muchísimo-digo riéndome.
-Vamos, esto te lo hago en serio y caes rendida. El problema que ya has caído rendida-dice haciéndome reír. Para de remar y se acerca un poco al otro lado para sentarse a mi lado haciendo que la barca casi vuelque.
-Rick…-digo quejándome.
-Lo siento-dice con una sonrisa moviéndose un poco más para que la barca vuelva a moverse.
-Rick…-digo golpeándole suavemente en el hombro sacándole una sonrisa.
Se sienta a mi lado y tira de mi hacia su cuerpo abrazándome y cierro los ojos, porque se siente súper bien estando entre sus brazos.
-¿Tienes frio?
-No, estoy bien-digo moviéndome despacio para poder dejarme caer sobre su pecho.
Me abraza por la espalda dejando un suave beso en la cabeza. Juego con los dedos de su mano y aunque me daba vergüenza montarme en la barca porque todo el mundo nos mirara, ahora me daba igual, es como si solo estuviéramos los dos solos.
-Ya nos queda poco tiempo-digo aun con los ojos cerrados.
-Podemos renovar por otro rato más-dice en mi oído haciendo que mi cuerpo tiemble, pero no solo me refería a la barca, me refería a pasar el tiempo juntos, al tiempo que se nos va acabando y no puedo dejar de pensar en ello a pesar de que no quiero. ¿Cómo puede llegar a gustarme alguien tanto en tan poco tiempo? ¿Cómo puedo sentirme tan bien con él? Siempre soñé tener esto con alguien, y ahora lo tengo, el problema es que va a ser durante demasiado poco tiempo.
-Tenemos que irnos. No quieres llegar tarde a la entrevista.
-Quizás sea mejor que no la haga, podemos quedarnos un rato más.
-Nada de huir.
-Fuiste tú la que me sacaste del hotel.
-Y ahora soy la que te llevo de vuelta-digo cogiendo los remos y pasándoselos. Resignado se pone a remar hacia la orilla.
Llegamos al hotel y Rick se va a vestirse, lo miro nervioso mientras se coloca la chaqueta. Apenas consigue abrocharse los botones de la camisa y me levanto para ayudarle.
-Así mejor.
-No voy a conseguirlo.
-Si vas a conseguirlo. Estoy aquí contigo ¿recuerdas?
-Está bien-dice girándose para coger algo de su bolso. Cuando se gira está tragándose una pastillas-¿Qué?-dice al ver que lo estoy mirando casi con miedo-no son drogas-dice sacando el bote y entregándomelo-tengo receta. Cuando me pongo nervioso, cuando tengo mucha presión me entra una fuerte jaqueca. Esto ayuda un poco.
-No tenías que contármelo.
-Pero quería-dice con una sonrisa y asiento más tranquila.
-Bien, creo que ha llegado el momento-digo señalando la video llamada que está entrando ahora mismo en su ordenador-tranquilo ¿sí?-digo asintiendo y él me mira y traga saliva nervioso pero asiente mientras se sienta delante del ordenador. Me alejo un poco colocándome a su vista pero sin que se me pudiera ver la otra persona.
-Hola.
-Hola.
-Me llamo Christina Coterra, voy a ser tu entrevistadora. ¿Estás preparado?
-Si-dice bajito y tragando saliva sin duda nervioso. Entonces levanta la mirada encontrándose con la mía e intento transmitirle todo mi apoyo.
-Empecemos. La entradilla la haré luego. Ahora solo nos encargaremos de hacerte las preguntas y tú de responderlas. Allá vamos. ¿Eres neoyorkino?
-Si. Nacido en Nueva York y criado la mayor parte del tiempo allí.
-Eres hijo de una famosa actriz, ¿Cómo has llevado eso?-lo miro porque sin duda eso era algo que no conocía de él. Me mira un segundo antes de contestar.
-Para mí, mi madre siempre ha sido la persona más importante de mi vida, aún lo es. Le estoy muy agradecido por haberme sacado adelante, por darme la vida que tengo ahora.
-Pero supongo que tu vida no fue fácil viajando mucho por el trabajo de tu madre, ¿o te quedabas en casa?
-Normalmente, cada vez que me era posible iba con ella. Ella fue la que me cuido durante toda mi infancia, gracias a ella soy quien soy.
-¿Era complicado ser hijo de alguien famoso?
-Eso no me afecto.
-¿Y ahora? ¿Crees que eso te ayudará en tu carrera?-pregunta la periodista sin duda tirando a dar y Rick me mira nervioso. De nuevo intento insuflarle valor.
-No sé si eso me ayudará o no, lo que tengo claro es que quiero que la gente lea mi libro, que le den una oportunidad, y si vuelvo a sacar un libro que lo lean por lo que han leído en el anterior. Quiero que la gente que lo lea lo recomiende a sus amigos y familiares porque les guste. Quiero que mi libro hable por sí solo, eso es lo que quiero-dice serio mirando fijamente a cámara y me hace sentir muy orgullosa en este momento.
-¿Qué harías porque tu libro triunfara?
-Es mi sueño, pero si tiene que pasar pasara. Confió en mí mismo, en mi trabajo y sé que la gente sabrá verlo-dice con una sonrisa más para mí que para la periodista y eso hace que de nuevo me llene de orgullo.
-¿Cómo te definirías?
-Bueno es complicado definirse a uno mismo-dice ya más tranquilo, más suelto y eso me tranquiliza-me considero inteligente, cabezón según mi madre-dice con una sonrisa conquistadora-me considero fuerte y valiente, y no porque no tenga miedo, porque lo tengo, pero sé enfrentarme a ellos.
-¿Eres muy ligón?
-Bueno no tengo problemas con las mujeres si es lo que preguntas-dice sonriéndome de nuevo.
-¿Tienes novia?-escucha la pregunta y me mira durante unos segundos, me quedo expectante a su respuesta y sin duda él se lo está pensando demasiado.
-No-dice de nuevo nervioso y sé que es lo que tenía que decir, y sé que en realidad es la verdad, pero no puedo evitar sentirme mal.
-Entonces puedes llegar a convertirte en el soltero de oro. ¿Tienes miedo a sentirte rodeado de chicas?
-Miedo, no tengo miedo.
-¿Qué buscas en una chica?
-Que sea inteligente, fuerte, que tenga la sonrisa más bonita del mundo, que luche por sus sueños, que me haga reír, que me haga soñar-dice mirándome fijamente y siento como mi corazón late con fuerza.
-Bien, una última pregunta para poder acabar. ¿Cómo definirías a tu libro? Una sola palabra.
-Intrigante. Es la intriga por excelencia.
-Bueno muchas gracias, espero que te vaya bien. Y espero que esta sea la primera entrevista de muchas, y espero que la próxima sea cara a cara-dice con un tono de querer ligar con él y me siento celosa por la sonrisa que Rick le dedica antes de acabar la llamada.
Ahora mismo tenía el corazón dividido, entendía muchas respuestas de su entrevista, pero luego parecía que se contradecía con sus miradas. Supongo que le pasa como a mí. Sé lo que quiero, pero también se lo que no quiero. Y ahora mismo, esas dos cosas estas chocando, lo quiero a él, pero también estoy segura de lo que no quiero, sufrir, y ahora mismo sé que ambas cosas chocaran en menos de seis días.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por seguir ahí como siempre dándome las fuerzas y las ganas para seguir. Seguimos con ganas y por cierto, no recuerdo si os dije el número de capítulos pero para el que lo quiera saber llegaremos a los 67 capítulos, record jaja.
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 14
Buenos días, y gracias por seguir ahí. Este no es un regalo para vosotros por mi cumpleaños, es para mí, para mí es un regalo ver como algo que disfruto haciendo como un hobby, llega a gustaros, llega tan lejos, casi a la otra parte del mundo. Gracias de verdad a todos y como siempre seguimos con todas las ganas.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 14
POV RICK
Estoy feliz, la entrevista ha ido bastante bien y todo se lo debo a Kate. Y eso es lo más importante para que este así de feliz. Estoy montado en el avión con ella a la ciudad de los enamorados, ¿cómo no voy a estar feliz?
La veo pensativa desde que salimos, en realidad desde antes, quizás después de la entrevista. Ella dice que está bien y no quiero pensar en que no porque eso hará que la felicidad que ahora tengo se apague, pero la verdad es que la veo pensativa y eso me da miedo.
Coloco mi mano sobre su pierna y la veo girarse para mirarme. Me dedica una sonrisa y coloca su mano sobre la mía haciendo que ese simple gesto me llene por completo. Aprieto su mano y la acerco a mi boca para dejar un suave beso en ella.
-¿Éstas bien?
-Sí, solo algo cansada-dice con una sonrisa cansada, y espero que sea eso lo que le pasa.
-En cuanto lleguemos podrás descansar, ya queda poco.
-No, estaré bien. Quiero aprovechar el tiempo.
-Por mi está bien-digo con una sonrisa y la veo bajar la mirada sin duda volviendo a pensar en algo que le está molestando y entonces, me sorprende con una pregunta.
-¿Quién es tu madre? La periodista dijo que era muy famosa.
-Bueno, tampoco tanto-digo con una sonrisa.-Mi madre es una actriz de teatro. Poco conocida por ese motivo, o al menos no tanto como la periodista ha dicho, pero si reconocida en el mundo teatral y respetada.
-¿Te pasaste tu infancia entre telones?-dice con una sonrisa.
-La mayor parte. Prefería estar con ella que en casa con una niñera. Creo que de ella he sacado mi lado más artístico.
-Si bueno eso que aún no me lo has mostrado-dice con una sonrisa y me alegro de que lo haya soltado y este más tranquila y sonriente.
-Puedo dejarte ver algo.
-¿En serio?
-Si tengo algunos relatos cortos en mi Tablet, el libro no me lo dejan llevar encima por si me roban, no al menos hasta que se publique-digo sacándole una sonrisa.
-Vamos sácalo.
-Queda poco para llegar será mejor dejarlo para luego.
-Sácalo-dice con esa mirada seria y aunque tengo miedo de que lea algo mío, lo saco y se lo doy. Creo que nunca antes me había importado la opinión de alguien tanto como lo que me importa la suya. Necesito que le gusta, que le guste de verdad.
Paso el rato en silencio mirándola por el rabillo del ojo mientras ella lee. Siento como la boca la tengo seca y me está sudando todo el cuerpo. Con un gesto le hago entender que voy a levantarme. Ella asiente pero enseguida vuelve a centrarse en la Tablet.
Voy al baño me echo agua en la cabeza cuando siento como dan en la puerta. Cuando salgo allí esta una azafata mirándome.
-Tiene que sentarse, estamos llegando.
-Gracias-digo con una sonrisa volviendo a mi asiento. Ella sigue leyendo y ni si quiera me doy cuenta de que si se ha dado cuenta de que he vuelvo, hasta que siento su mano tocando mi pelo con cuidado.
-Lo tienes mojado.
-Tenía calor-digo tragando saliva cuando veo que ya ha acabado de leer.
-Ok-dice como si nada dejándolo pasar y mirando hacia la ventanilla.
-¿Y?-pregunto ya sin poder aguantarme más.
-¿Y qué?-pregunta con una sonrisa.
-¿Qué te ha parecido?
-¿De verdad quieres saberlo?-dice seria mirándome y me doy cuenta de que a lo mejor no quiero saberlo.
-No, no quiero saberlo-digo serio apartando la mirada pero no puedo con la intriga-sí, sí quiero-digo mirándola-mira mejor no-digo de nuevo sin poder parar y entonces la veo reírse.
-Son increíbles-dice de repente pero yo sigo dándole vueltas si es mejor saberlo o no-Rick, ¿me has oído?
-¿Qué?
-Que son increíbles Rick, sin duda tienes talento.
-¿Lo dices en serio?
-¿Lo preguntas en serio? Tienes mucho talento, de verdad Rick. Sin duda, tienes un don para escribir.
-Es muy importante esto para mí…que venga de ti digo-trago saliva nervioso y la veo sonreír mientras me agarra de la mano.
-Todo va a salir bien, no necesitas nada para triunfar, nada más que tu libro.
-Gracias.
-¿Listo para llegar?
-Si-digo con una sonrisa y nos agarramos de la mano mientras nos sonreímos sin parar.
Llegamos al hotel un poco más tarde. Es ya muy tarde y sé que Kate esta algo cansada. Al final la convenzo para quedarnos en el hotel y cenar en la habitación. Nos sentamos juntos cenando tranquilamente y la veo mejor, más feliz de cuando empezamos el viaje, y eso para mí es lo más importante.
-Esto está muy bueno.
-La verdad es que si, ¿A que no te arrepientes de haberte quedado en el hotel?
-No-dice con una sonrisa.
-Y menos te vas a arrepentir dentro de un rato.
-¿Am si? ¿Y eso?-dice mirándome con una sonrisa.
-Porque pienso hacerte el amor hasta el amanecer.
-¿Y entonces cuando descanso?
-Ya habrá tiempo para eso-digo besando su cuello.
-De momento, voy a tomar una larga ducha. La ducha es grande, puede que podamos compartirla-dice mordiéndose el labio provocando que mi sangre se caliente-¿Vienes?-dice levantándose con una sonrisa y salgo corriendo detrás de ella como si no hubiera un mañana.
Nos metemos juntos en la ducha sin dejar de sonreír sin dejar de tocarnos y besarnos una y otra vez sin parar. No podía creer esto que sentía, esto que me hacía sentir tan lleno de vida. Si solo pudiera alargar este momento por siempre, lo haría.
-Eres tan sexy cuando haces eso-digo pasando mi mano por su labio mordido por sus dientes. La miro mientras ella me mira y tiene una mirada que no he conseguido descifrar aun, y creo que podría pasarme toda la vida sin conseguirlo, pero no me importaría pasarla intentándolo sin reparo.
Nos miramos el uno al otro con una sonrisa y siento sus manos en mi cuello jugueteando con mi pelo haciéndome sentir de una forma que nunca antes me había sentido, eso sin duda iba más allá de tener sexo o una atracción especial. Me gustaba, me gustaba todo de ella, hasta lo que ella piensa que tiene de malo me gusta. Es increíble pero cierto, sería sin duda la mujer con la que me gustaría pasar el resto de mi vida, es tan diferente a lo que he tenido normalmente, y ahora sé porque fue mal, porque ninguna se parecía ni un poco a ella, es especial, es única.
La arrincono con cuidado contra la pared de la ducha y sin dejar de mirarla la penetro despacio haciéndonos suspirar a ambos. Y así corriendo el agua por nuestros cuerpos unidos y sin dejar de mirarnos en todo momento, haciéndonos llegar hasta el mismo cielo.
Nos quedamos ambos tumbados en la cama sin dejar de hablar de nada y de todo a la vez. Estamos muy tranquilos y puede que cansados, pero nos sentimos bien conociéndonos.
-¿De verdad?
-Si-dice riéndose-solo tenía cuatro años cuando me escape y me fui al museo sola.
-¿Y te dejaron pasar?
-¿Qué si me dejaron pasar? La verdad es que ni me vieron pasar, entre sin pagar ni nada-dice haciéndonos a los dos reír.- ¿Cuál fue tu mayor trastada?
-Bueno…no fui muy trasto de pequeño.
-Venga ya, no me lo creo-dice tirándome el cojín a la cara.
-Está bien, recuerdo un día que era súper importante para mi madre. Presentaba una de sus obras, llevaba meses preparándola-digo sonriendo solo de recordarlo-cuando llegó el estreno, yo estaba allí entre bambalinas como siempre. Bueno pues, cuando el telón se abrió y todo el mundo esperaba ver a la gran Martha Rodgers, en realidad lo que se encontró a un niño pequeño casi desnudo corriendo de un lado para el otro del escenario.
-¿Lo dices en serio?-dice sin parar de reír.
-Salió en todos los periódicos. Cuando mi madre está enfadada me lo recuerda aun solo para avergonzarme.
-¿En serio?
-Hay una foto y todo.
-Quiero verla-dice cogiendo el teléfono para buscarla.
-No-digo quitándoselo haciéndola reír.-Ya me has visto desnudo y te aseguro que ahora estoy mucho mejor.
-Serías un niño monísimo de pequeño-dice sonriéndome.
-Quizás era más bien un flacucho hijo de mama. Apenas tenía amigos porque siempre estaba con mi madre en los ensayos. Así que…
-Seguro que aun así me parecías súper mono-dice mirándome con una sonrisa y se acerca para dejarme un beso suave en los labios-hora de dormir o mañana no seremos capaz ni de dar un paso.
-Está bien-digo tumbándome y tirando de ella para que se colocara pegada a mí-Espera-digo de repente recordando algo.
-¿Qué?
-Me debes una letra-digo mirándola y la veo sonreír.
-La O-responde recostándose aún más sobre mí.
-La O-digo más pensando en mí que para ella, intentando pensar en un nombre que pudiera continuar Ho…
-Buenas noches-dice besando suavemente mi pecho desnudo haciendo que deje de pensar en ello.
-Buenas noches-contesto susurrando a la vez que cierro los ojos y con una sonrisa intento dormirme.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por seguir, que paséis un buen fin de semana y volvemos la semana que viene con más fuerza aun y con capítulos, muy Caskett.
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 14
POV RICK
Estoy feliz, la entrevista ha ido bastante bien y todo se lo debo a Kate. Y eso es lo más importante para que este así de feliz. Estoy montado en el avión con ella a la ciudad de los enamorados, ¿cómo no voy a estar feliz?
La veo pensativa desde que salimos, en realidad desde antes, quizás después de la entrevista. Ella dice que está bien y no quiero pensar en que no porque eso hará que la felicidad que ahora tengo se apague, pero la verdad es que la veo pensativa y eso me da miedo.
Coloco mi mano sobre su pierna y la veo girarse para mirarme. Me dedica una sonrisa y coloca su mano sobre la mía haciendo que ese simple gesto me llene por completo. Aprieto su mano y la acerco a mi boca para dejar un suave beso en ella.
-¿Éstas bien?
-Sí, solo algo cansada-dice con una sonrisa cansada, y espero que sea eso lo que le pasa.
-En cuanto lleguemos podrás descansar, ya queda poco.
-No, estaré bien. Quiero aprovechar el tiempo.
-Por mi está bien-digo con una sonrisa y la veo bajar la mirada sin duda volviendo a pensar en algo que le está molestando y entonces, me sorprende con una pregunta.
-¿Quién es tu madre? La periodista dijo que era muy famosa.
-Bueno, tampoco tanto-digo con una sonrisa.-Mi madre es una actriz de teatro. Poco conocida por ese motivo, o al menos no tanto como la periodista ha dicho, pero si reconocida en el mundo teatral y respetada.
-¿Te pasaste tu infancia entre telones?-dice con una sonrisa.
-La mayor parte. Prefería estar con ella que en casa con una niñera. Creo que de ella he sacado mi lado más artístico.
-Si bueno eso que aún no me lo has mostrado-dice con una sonrisa y me alegro de que lo haya soltado y este más tranquila y sonriente.
-Puedo dejarte ver algo.
-¿En serio?
-Si tengo algunos relatos cortos en mi Tablet, el libro no me lo dejan llevar encima por si me roban, no al menos hasta que se publique-digo sacándole una sonrisa.
-Vamos sácalo.
-Queda poco para llegar será mejor dejarlo para luego.
-Sácalo-dice con esa mirada seria y aunque tengo miedo de que lea algo mío, lo saco y se lo doy. Creo que nunca antes me había importado la opinión de alguien tanto como lo que me importa la suya. Necesito que le gusta, que le guste de verdad.
Paso el rato en silencio mirándola por el rabillo del ojo mientras ella lee. Siento como la boca la tengo seca y me está sudando todo el cuerpo. Con un gesto le hago entender que voy a levantarme. Ella asiente pero enseguida vuelve a centrarse en la Tablet.
Voy al baño me echo agua en la cabeza cuando siento como dan en la puerta. Cuando salgo allí esta una azafata mirándome.
-Tiene que sentarse, estamos llegando.
-Gracias-digo con una sonrisa volviendo a mi asiento. Ella sigue leyendo y ni si quiera me doy cuenta de que si se ha dado cuenta de que he vuelvo, hasta que siento su mano tocando mi pelo con cuidado.
-Lo tienes mojado.
-Tenía calor-digo tragando saliva cuando veo que ya ha acabado de leer.
-Ok-dice como si nada dejándolo pasar y mirando hacia la ventanilla.
-¿Y?-pregunto ya sin poder aguantarme más.
-¿Y qué?-pregunta con una sonrisa.
-¿Qué te ha parecido?
-¿De verdad quieres saberlo?-dice seria mirándome y me doy cuenta de que a lo mejor no quiero saberlo.
-No, no quiero saberlo-digo serio apartando la mirada pero no puedo con la intriga-sí, sí quiero-digo mirándola-mira mejor no-digo de nuevo sin poder parar y entonces la veo reírse.
-Son increíbles-dice de repente pero yo sigo dándole vueltas si es mejor saberlo o no-Rick, ¿me has oído?
-¿Qué?
-Que son increíbles Rick, sin duda tienes talento.
-¿Lo dices en serio?
-¿Lo preguntas en serio? Tienes mucho talento, de verdad Rick. Sin duda, tienes un don para escribir.
-Es muy importante esto para mí…que venga de ti digo-trago saliva nervioso y la veo sonreír mientras me agarra de la mano.
-Todo va a salir bien, no necesitas nada para triunfar, nada más que tu libro.
-Gracias.
-¿Listo para llegar?
-Si-digo con una sonrisa y nos agarramos de la mano mientras nos sonreímos sin parar.
Llegamos al hotel un poco más tarde. Es ya muy tarde y sé que Kate esta algo cansada. Al final la convenzo para quedarnos en el hotel y cenar en la habitación. Nos sentamos juntos cenando tranquilamente y la veo mejor, más feliz de cuando empezamos el viaje, y eso para mí es lo más importante.
-Esto está muy bueno.
-La verdad es que si, ¿A que no te arrepientes de haberte quedado en el hotel?
-No-dice con una sonrisa.
-Y menos te vas a arrepentir dentro de un rato.
-¿Am si? ¿Y eso?-dice mirándome con una sonrisa.
-Porque pienso hacerte el amor hasta el amanecer.
-¿Y entonces cuando descanso?
-Ya habrá tiempo para eso-digo besando su cuello.
-De momento, voy a tomar una larga ducha. La ducha es grande, puede que podamos compartirla-dice mordiéndose el labio provocando que mi sangre se caliente-¿Vienes?-dice levantándose con una sonrisa y salgo corriendo detrás de ella como si no hubiera un mañana.
Nos metemos juntos en la ducha sin dejar de sonreír sin dejar de tocarnos y besarnos una y otra vez sin parar. No podía creer esto que sentía, esto que me hacía sentir tan lleno de vida. Si solo pudiera alargar este momento por siempre, lo haría.
-Eres tan sexy cuando haces eso-digo pasando mi mano por su labio mordido por sus dientes. La miro mientras ella me mira y tiene una mirada que no he conseguido descifrar aun, y creo que podría pasarme toda la vida sin conseguirlo, pero no me importaría pasarla intentándolo sin reparo.
Nos miramos el uno al otro con una sonrisa y siento sus manos en mi cuello jugueteando con mi pelo haciéndome sentir de una forma que nunca antes me había sentido, eso sin duda iba más allá de tener sexo o una atracción especial. Me gustaba, me gustaba todo de ella, hasta lo que ella piensa que tiene de malo me gusta. Es increíble pero cierto, sería sin duda la mujer con la que me gustaría pasar el resto de mi vida, es tan diferente a lo que he tenido normalmente, y ahora sé porque fue mal, porque ninguna se parecía ni un poco a ella, es especial, es única.
La arrincono con cuidado contra la pared de la ducha y sin dejar de mirarla la penetro despacio haciéndonos suspirar a ambos. Y así corriendo el agua por nuestros cuerpos unidos y sin dejar de mirarnos en todo momento, haciéndonos llegar hasta el mismo cielo.
Nos quedamos ambos tumbados en la cama sin dejar de hablar de nada y de todo a la vez. Estamos muy tranquilos y puede que cansados, pero nos sentimos bien conociéndonos.
-¿De verdad?
-Si-dice riéndose-solo tenía cuatro años cuando me escape y me fui al museo sola.
-¿Y te dejaron pasar?
-¿Qué si me dejaron pasar? La verdad es que ni me vieron pasar, entre sin pagar ni nada-dice haciéndonos a los dos reír.- ¿Cuál fue tu mayor trastada?
-Bueno…no fui muy trasto de pequeño.
-Venga ya, no me lo creo-dice tirándome el cojín a la cara.
-Está bien, recuerdo un día que era súper importante para mi madre. Presentaba una de sus obras, llevaba meses preparándola-digo sonriendo solo de recordarlo-cuando llegó el estreno, yo estaba allí entre bambalinas como siempre. Bueno pues, cuando el telón se abrió y todo el mundo esperaba ver a la gran Martha Rodgers, en realidad lo que se encontró a un niño pequeño casi desnudo corriendo de un lado para el otro del escenario.
-¿Lo dices en serio?-dice sin parar de reír.
-Salió en todos los periódicos. Cuando mi madre está enfadada me lo recuerda aun solo para avergonzarme.
-¿En serio?
-Hay una foto y todo.
-Quiero verla-dice cogiendo el teléfono para buscarla.
-No-digo quitándoselo haciéndola reír.-Ya me has visto desnudo y te aseguro que ahora estoy mucho mejor.
-Serías un niño monísimo de pequeño-dice sonriéndome.
-Quizás era más bien un flacucho hijo de mama. Apenas tenía amigos porque siempre estaba con mi madre en los ensayos. Así que…
-Seguro que aun así me parecías súper mono-dice mirándome con una sonrisa y se acerca para dejarme un beso suave en los labios-hora de dormir o mañana no seremos capaz ni de dar un paso.
-Está bien-digo tumbándome y tirando de ella para que se colocara pegada a mí-Espera-digo de repente recordando algo.
-¿Qué?
-Me debes una letra-digo mirándola y la veo sonreír.
-La O-responde recostándose aún más sobre mí.
-La O-digo más pensando en mí que para ella, intentando pensar en un nombre que pudiera continuar Ho…
-Buenas noches-dice besando suavemente mi pecho desnudo haciendo que deje de pensar en ello.
-Buenas noches-contesto susurrando a la vez que cierro los ojos y con una sonrisa intento dormirme.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por seguir, que paséis un buen fin de semana y volvemos la semana que viene con más fuerza aun y con capítulos, muy Caskett.
XXOO
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Re: Vacaciones en Roma-Tamyalways-Final subido
Bueno como no estaba en fanfiction te comento hoy por aquí... gran capi Kate ya le dio su opinión sobre los escritos... y otra letra de su apellido... ME encanta
alba_caskett- Actor en Broadway
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Capítulo 15
Buenos días, empezamos la semana con fuerza. El último capítulo se retrasó por problemas de la página, por mucho que lo intente no lo conseguí, pero al final subí el capítulo aunque fuera con un capítulo de retraso. Gracias a todos los que me habéis felicitado y a los que seguís ahí cada día.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 15
POV KATE
Estamos listo para salir, o al menos yo lo estoy pero él sigue dando vueltas para tener ese pelo suyo perfecto. Cuando lo consigue sale del baño y se coloca sus gafas de sol.
-¿Lista?-dice con una sonrisa.
-¿Ya? ¿En serio?-digo intentando ocultar una sonrisa.
-No seas exagerada tampoco he tardado tanto-dice acercándose mientras pasa sus brazos por mi cintura.
-Anda vámonos ya-digo pasando mis manos por su pelo despeinándolo antes de salir por la puerta. Sé que ahora mismo está maldiciéndose y eso me hace sonreír. Pero no he llegado al ascensor cuando lo siento ya a mi lado.
-Eso ha sido juego sucio-dice en mi espalda y no puedo evitar reírme.
Caminamos por la ciudad agarrados de la mano como una pareja, y era lo que éramos ¿no? después de todo éramos una pareja ¿no? rara pero pareja al fin y al cabo.
-Te voy a llevar a la casa de Julieta, mi Julieta-dice con una sonrisa y no puedo evitar sonreír como una idiota.
Llegamos a la que fue la casa de Julieta y entramos como otros turistas. Como siempre soy capaz de volver hacia atrás a la época donde Julieta vivió, se enamoró y paso los últimos días de su vida hasta que ese amor se volvió en una maldición, solo espero que esto nuestro no acabe igual.
-Kate-llama mi atención, porque yo estoy perdida mirando todo.
-¿Qué?
-Voy a salir un momento, ahora vengo.
-Nos toca ya-digo señalando como apenas quedan dos personas por pasar al famoso balcón.
-Tengo que salir. Pasa tu ¿sí?-dice apurado y yo asiento resignada porque era algo que me hubiera gustado ver con él.
Espero paciente en la cola a que la gente pase para hacerse la foto de rigor, yo solo lo hago porque quiero saber que sintió Julieta, que era lo que veía, lo que pensaba cuando estaba ahí apostada sobre el balcón, me gustaba meterme en la piel de los personajes.
-Passare-me dicen y miro por última vez a ver si Rick llega pero no lo hace. Asiento con una sonrisa y paso hacia el balcón, más pequeño de lo que imaginaba, pero puedo llegar a sentir a esa mujer encerrada sin poder ver al amor de su vida, luchando, aferrándose a ese amor hasta dar la vida por él. Y entonces oigo su voz.
-¡Ángel de amores que en medio de la noche te me apareces, cual nuncio de los cielos a la atónita vista de los mortales, que deslumbrados le miran traspasar con vuelo rapidísimo las esferas, y mecerse en las alas de las nubes!-dice recitando a Shakespeare. Y no puedo evitar seguirle.
-¡Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? ¿Por qué no reniegas del nombre de tu padre y de tu madre? Y si no tienes valor para tanto, ámame, y no me tendré por Capuleto-digo mirándole con una sonrisa desde arriba y él continúa.
-Si de tu palabra me apodero, llámame tu amante, y creeré que me he bautizado de nuevo, y que he perdido el nombre de Romeo-dice con una sonrisa y nos miramos con una sonrisa. Entonces, escucho como todo el mundo se pone a aplaudir y siento como me sonrojo y me muero de vergüenza cuando empiezo a salir y todos me miran y aplauden a mi paso.
Cuando llego abajo sin acabar de hacer la visita allí esta él con una sonrisa, y quiero matarlo por hacerme pasar esta vergüenza, pero también quiero morirme de amor porque sin duda nadie había hecho algo así para mí, y que le gustara algo tanto como a mí, ver que sin duda es un artista de la palabra hace que me sienta emocionada.
-¿Te ha gustado?-dice con una sonrisa y como no sé qué responderle, hago lo mejor que puedo hacer que es ir darle un beso con ganas sin soltarlo casi dejándolo sin respiración-creo que si te ha gustado. Hubiera estado mucho mejor si me hubieran dejado trepar por el balcón ¿a qué si?-dice haciéndome reír.
-Estás loco.
-Si no estuviera esos armarios mirándome, lo hubiera intentado.
-Hubieras acabado en el suelo antes de poder llegar a tocar la fachada-digo riéndome.
-¿De verdad crees que no puedo hacerlo?
-Rick…
-¿Qué no? si quieres ahora mismo…-dice haciendo el amago de subir y veo como los guardias nos miran con caras de pocos amigos y tiro de él sin parar de reír para alejarnos de aquí antes de que acabemos en el calabozo.
Comemos por la ciudad, caminamos, charlamos, reímos, nos besamos. Sin duda un día que no voy a querer olvidar nunca, aunque terminará pareciendo un sueño en mis recuerdos.
Nos vamos al hotel tras cenar una comida fabulosa y de bebernos casi una botella de buen vino entre los dos. Cuando entramos por la puerta del hotel no podemos parar de reír, no sé si porque estamos un poco achispados, o simplemente es de lo felices que estamos.
-Tengo que salir un momento. No voy a tardar.
-Pero a donde…-no acabo cuando ya ha salido de nuevo por la puerta.
Me quedo con una sonrisa en la cara sin poder evitar recordar cada momento vivido en el día de hoy, que digo en estos días, sin duda Rick ha sido un chute de vida y energía. Sé que esto va a acabar pero pienso quedarme con todo lo bueno que me está pasando, que es mucho sin dudarlo.
Estoy en mi mundo cuando siento un golpe en la ventana, creo que me lo he soñado cuando de repente siento como vuelve a sonar un golpecito. Camino hacia el pequeño balcón de la habitación y cuando abro la puerta no puedo creerme lo que estoy viendo. Allí está de nuevo Rick, pero esta vez colgado de la barandilla del balcón con una sonrisa en la cara.
- Con ligeras alas de amor franquee estos muros, pues no hay cerca de piedra capaz de atajar el amor; y lo que el amor puede hacer, aquello el amor se atreve a intentar-dice con una sonrisa y quiero matarlo pero a la vez quiero besarlo y no saltarlo nunca.
-Rick puedes matarte-digo acercándome para poder ayudarle a subir.
-No te cargues la magia. Solo es un primero-dice pasando al otro lado de la barandilla-te dije que podía subir-dice con una sonrisa y no puedo evitar una amplia en mi cara.
-Estás loco.
-Me tienes loco-dice besándome mientras caminamos sin parar hacia el interior dejándonos llevar por las ganas que teníamos de estar el uno del otro.-Cama-dice entre besos, pero entonces se me pasa algo por la cabeza.
-Jacuzzi-digo con una sonrisa y lo veo sonreír mientras me coge rápidamente en sus brazos y me lleva hacia el baño.
Le da al grifo para que vaya llenándose. Lo veo correr de nuevo hacia la habitación mientras yo me quedo en el baño quitándome la ropa rápidamente. Cuando el jacuzzi está lleno lo apago y me meto dentro donde las burbujas hace que mi cuerpo reaccione aún mucho más.
-¿Dónde te habías metido?-digo al verlo entrar por la puerta mientras me mira con los ojos abiertos como platos.
-Necesitaba esto-dice sacando un preservativo del bolsillo.
-Date prisa-digo mirándole mientras me coloco de rodillas lo justo para que pueda ver mis pechos desnudos y en menos de un minuto estaba ya desnudo y con el preservativo puesto. Sale corriendo y se mete deprisa dentro del agua y enseguida le empujo para que siente y me siento sobre él.
-Esto va a ser una locura-dice mirándome y le callo con un beso, porque ahora solo quiero sentirlo, no necesito hablar, no quiero hablar.
Lo beso con ganas derritiéndome en sus labios, en su lengua entrelazándose con la mía, en sus manos apretadas en mi cintura atrayéndome a él. No puedo ni quiero esperar más. Me levanto lo justo y con un poco de ayuda de mi mano, hago que me penetre despacio, bajando sobre su erección haciéndonos suspirar a ambos.
Nos miramos ambos con una sonrisa y empiezo a moverme despacio primero, provocándole, sintiendo como los músculos de su estómago se contraen y luchan por aguantar la tortura. Beso suavemente su cuello mientras clavo mis uñas en su espalda y entonces siento como se mueve como puede para poder aumentar el ritmo, y no le hago esperar. Me muevo rápidamente sobre el mientras nos besamos, mientras luchamos por conseguir respirar.
Siento como nuestros cuerpos están cada vez más desesperados por conseguir llegar al clímax, por llegar a ver el cielo en los brazos del otro. Siento como su cuerpo se tensa, como empieza a no poder aguantar más y siento como mi cuerpo sucumbe a su tacto, a sentirlo dentro de mí, y acabamos juntos, llegando al orgasmo, gritando el nombre del otro.
Acabamos ambos agotados, aun podía sentirlo dentro de mí. Siento su respiración alterada en mi oído recuperando el aliento y dejo suaves besos en su cuello y su mejilla.
-U-digo susurrando en su oído.
-¿U?
-Tercera letra-digo con una sonrisa y nos besamos despacio deleitándonos el uno en el otro sin dejar de acariciarnos despacio.
-¿Vamos a la cama?-pregunta sin dejar de acariciarme tan despacio que siento como mi piel se pone de gallinas.
-Espera, solo un poquito más-digo abrazándome a su cuello y me relajo tumbada sobre su cuerpo.
CONTINUARÁ…
Espero que os haya gustado el capítulo, mucho Caskett, mucho amor, mucha pasión. ¿Qué más se puede pedir? Por pedir que no quede ¿no? jaja.
Hasta el miércoles XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 15
POV KATE
Estamos listo para salir, o al menos yo lo estoy pero él sigue dando vueltas para tener ese pelo suyo perfecto. Cuando lo consigue sale del baño y se coloca sus gafas de sol.
-¿Lista?-dice con una sonrisa.
-¿Ya? ¿En serio?-digo intentando ocultar una sonrisa.
-No seas exagerada tampoco he tardado tanto-dice acercándose mientras pasa sus brazos por mi cintura.
-Anda vámonos ya-digo pasando mis manos por su pelo despeinándolo antes de salir por la puerta. Sé que ahora mismo está maldiciéndose y eso me hace sonreír. Pero no he llegado al ascensor cuando lo siento ya a mi lado.
-Eso ha sido juego sucio-dice en mi espalda y no puedo evitar reírme.
Caminamos por la ciudad agarrados de la mano como una pareja, y era lo que éramos ¿no? después de todo éramos una pareja ¿no? rara pero pareja al fin y al cabo.
-Te voy a llevar a la casa de Julieta, mi Julieta-dice con una sonrisa y no puedo evitar sonreír como una idiota.
Llegamos a la que fue la casa de Julieta y entramos como otros turistas. Como siempre soy capaz de volver hacia atrás a la época donde Julieta vivió, se enamoró y paso los últimos días de su vida hasta que ese amor se volvió en una maldición, solo espero que esto nuestro no acabe igual.
-Kate-llama mi atención, porque yo estoy perdida mirando todo.
-¿Qué?
-Voy a salir un momento, ahora vengo.
-Nos toca ya-digo señalando como apenas quedan dos personas por pasar al famoso balcón.
-Tengo que salir. Pasa tu ¿sí?-dice apurado y yo asiento resignada porque era algo que me hubiera gustado ver con él.
Espero paciente en la cola a que la gente pase para hacerse la foto de rigor, yo solo lo hago porque quiero saber que sintió Julieta, que era lo que veía, lo que pensaba cuando estaba ahí apostada sobre el balcón, me gustaba meterme en la piel de los personajes.
-Passare-me dicen y miro por última vez a ver si Rick llega pero no lo hace. Asiento con una sonrisa y paso hacia el balcón, más pequeño de lo que imaginaba, pero puedo llegar a sentir a esa mujer encerrada sin poder ver al amor de su vida, luchando, aferrándose a ese amor hasta dar la vida por él. Y entonces oigo su voz.
-¡Ángel de amores que en medio de la noche te me apareces, cual nuncio de los cielos a la atónita vista de los mortales, que deslumbrados le miran traspasar con vuelo rapidísimo las esferas, y mecerse en las alas de las nubes!-dice recitando a Shakespeare. Y no puedo evitar seguirle.
-¡Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? ¿Por qué no reniegas del nombre de tu padre y de tu madre? Y si no tienes valor para tanto, ámame, y no me tendré por Capuleto-digo mirándole con una sonrisa desde arriba y él continúa.
-Si de tu palabra me apodero, llámame tu amante, y creeré que me he bautizado de nuevo, y que he perdido el nombre de Romeo-dice con una sonrisa y nos miramos con una sonrisa. Entonces, escucho como todo el mundo se pone a aplaudir y siento como me sonrojo y me muero de vergüenza cuando empiezo a salir y todos me miran y aplauden a mi paso.
Cuando llego abajo sin acabar de hacer la visita allí esta él con una sonrisa, y quiero matarlo por hacerme pasar esta vergüenza, pero también quiero morirme de amor porque sin duda nadie había hecho algo así para mí, y que le gustara algo tanto como a mí, ver que sin duda es un artista de la palabra hace que me sienta emocionada.
-¿Te ha gustado?-dice con una sonrisa y como no sé qué responderle, hago lo mejor que puedo hacer que es ir darle un beso con ganas sin soltarlo casi dejándolo sin respiración-creo que si te ha gustado. Hubiera estado mucho mejor si me hubieran dejado trepar por el balcón ¿a qué si?-dice haciéndome reír.
-Estás loco.
-Si no estuviera esos armarios mirándome, lo hubiera intentado.
-Hubieras acabado en el suelo antes de poder llegar a tocar la fachada-digo riéndome.
-¿De verdad crees que no puedo hacerlo?
-Rick…
-¿Qué no? si quieres ahora mismo…-dice haciendo el amago de subir y veo como los guardias nos miran con caras de pocos amigos y tiro de él sin parar de reír para alejarnos de aquí antes de que acabemos en el calabozo.
Comemos por la ciudad, caminamos, charlamos, reímos, nos besamos. Sin duda un día que no voy a querer olvidar nunca, aunque terminará pareciendo un sueño en mis recuerdos.
Nos vamos al hotel tras cenar una comida fabulosa y de bebernos casi una botella de buen vino entre los dos. Cuando entramos por la puerta del hotel no podemos parar de reír, no sé si porque estamos un poco achispados, o simplemente es de lo felices que estamos.
-Tengo que salir un momento. No voy a tardar.
-Pero a donde…-no acabo cuando ya ha salido de nuevo por la puerta.
Me quedo con una sonrisa en la cara sin poder evitar recordar cada momento vivido en el día de hoy, que digo en estos días, sin duda Rick ha sido un chute de vida y energía. Sé que esto va a acabar pero pienso quedarme con todo lo bueno que me está pasando, que es mucho sin dudarlo.
Estoy en mi mundo cuando siento un golpe en la ventana, creo que me lo he soñado cuando de repente siento como vuelve a sonar un golpecito. Camino hacia el pequeño balcón de la habitación y cuando abro la puerta no puedo creerme lo que estoy viendo. Allí está de nuevo Rick, pero esta vez colgado de la barandilla del balcón con una sonrisa en la cara.
- Con ligeras alas de amor franquee estos muros, pues no hay cerca de piedra capaz de atajar el amor; y lo que el amor puede hacer, aquello el amor se atreve a intentar-dice con una sonrisa y quiero matarlo pero a la vez quiero besarlo y no saltarlo nunca.
-Rick puedes matarte-digo acercándome para poder ayudarle a subir.
-No te cargues la magia. Solo es un primero-dice pasando al otro lado de la barandilla-te dije que podía subir-dice con una sonrisa y no puedo evitar una amplia en mi cara.
-Estás loco.
-Me tienes loco-dice besándome mientras caminamos sin parar hacia el interior dejándonos llevar por las ganas que teníamos de estar el uno del otro.-Cama-dice entre besos, pero entonces se me pasa algo por la cabeza.
-Jacuzzi-digo con una sonrisa y lo veo sonreír mientras me coge rápidamente en sus brazos y me lleva hacia el baño.
Le da al grifo para que vaya llenándose. Lo veo correr de nuevo hacia la habitación mientras yo me quedo en el baño quitándome la ropa rápidamente. Cuando el jacuzzi está lleno lo apago y me meto dentro donde las burbujas hace que mi cuerpo reaccione aún mucho más.
-¿Dónde te habías metido?-digo al verlo entrar por la puerta mientras me mira con los ojos abiertos como platos.
-Necesitaba esto-dice sacando un preservativo del bolsillo.
-Date prisa-digo mirándole mientras me coloco de rodillas lo justo para que pueda ver mis pechos desnudos y en menos de un minuto estaba ya desnudo y con el preservativo puesto. Sale corriendo y se mete deprisa dentro del agua y enseguida le empujo para que siente y me siento sobre él.
-Esto va a ser una locura-dice mirándome y le callo con un beso, porque ahora solo quiero sentirlo, no necesito hablar, no quiero hablar.
Lo beso con ganas derritiéndome en sus labios, en su lengua entrelazándose con la mía, en sus manos apretadas en mi cintura atrayéndome a él. No puedo ni quiero esperar más. Me levanto lo justo y con un poco de ayuda de mi mano, hago que me penetre despacio, bajando sobre su erección haciéndonos suspirar a ambos.
Nos miramos ambos con una sonrisa y empiezo a moverme despacio primero, provocándole, sintiendo como los músculos de su estómago se contraen y luchan por aguantar la tortura. Beso suavemente su cuello mientras clavo mis uñas en su espalda y entonces siento como se mueve como puede para poder aumentar el ritmo, y no le hago esperar. Me muevo rápidamente sobre el mientras nos besamos, mientras luchamos por conseguir respirar.
Siento como nuestros cuerpos están cada vez más desesperados por conseguir llegar al clímax, por llegar a ver el cielo en los brazos del otro. Siento como su cuerpo se tensa, como empieza a no poder aguantar más y siento como mi cuerpo sucumbe a su tacto, a sentirlo dentro de mí, y acabamos juntos, llegando al orgasmo, gritando el nombre del otro.
Acabamos ambos agotados, aun podía sentirlo dentro de mí. Siento su respiración alterada en mi oído recuperando el aliento y dejo suaves besos en su cuello y su mejilla.
-U-digo susurrando en su oído.
-¿U?
-Tercera letra-digo con una sonrisa y nos besamos despacio deleitándonos el uno en el otro sin dejar de acariciarnos despacio.
-¿Vamos a la cama?-pregunta sin dejar de acariciarme tan despacio que siento como mi piel se pone de gallinas.
-Espera, solo un poquito más-digo abrazándome a su cuello y me relajo tumbada sobre su cuerpo.
CONTINUARÁ…
Espero que os haya gustado el capítulo, mucho Caskett, mucho amor, mucha pasión. ¿Qué más se puede pedir? Por pedir que no quede ¿no? jaja.
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Capítulo 16
Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo. Seguimos con fuerza, más lento de lo normal en cuanto a escribir, pero no paro, sigo con ganas y mientras siga así ya sacaré tiempo de donde sea (pero por si acaso que se vaya este maldito calor que no me deja ni acercarme al ordenador)
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 16
POV KATE
Despierto de nuevo a su lado con una sonrisa tonta en la cara. Lo miro intentando memorizar cada milésima parte de su cara, no quiero olvidarme de él, aunque sé que va a doler, pero no quiero olvidarlo, no quiero olvidar nada de estos días, no quiero olvidar que he sido feliz y que a partir de ahora es lo que voy a querer siempre, solo espero poder volver a encontrar algo así de nuevo, al menos una vez más.
-¿No era espeluznante mirar a alguien dormir?-dice de repente asustándome y no puedo evitar sonreír.
-No te estaba mirando.
-No sabes mentir-dice levantándose lo justo para besarme haciéndome suspirar en el beso.
-Es ya de día.
-Me da igual, estamos de vacaciones-dice refunfuñando-¿En que estabas pensando?
-En…-pienso en mentirle porque no quiero perder el tiempo en pensar en un futuro cuando solo quiero vivir el presente, pero acabo diciéndole la verdad-solo pensaba que…ojala no olvide nunca esto-digo mientras trago nerviosa al ver su mirada fija en mí.
-Yo tampoco quiero olvidarme-dice mientras me acaricia suavemente apartando mi pelo de la cara.
-Quizás sea lo mejor, olvidar-digo mirándole y le veo negar.
-No, eso no es lo mejor, no quiero olvidarte, y no creo que olvidarte lo haga más fácil, o puede que sí, pero no me gusta la vida fácil-dice sonriendo-no quiero olvidarme de los mejores momentos de mi vida-dice serio y no quiero creerlo, pero me mira fijamente y veo sinceridad en su mirada, y no puedo negar que quizás, que seguramente, también sean los mejores momentos de mi vida.
-Para mí también han sido importantes-digo bajando la mirada.
-Entonces no queramos olvidar algo así ¿sí? Y disfrutemos de esto, lo que dure.
-Cuatro días más contando con esto.
-Por eso no tenemos que perder ni un solo segundo-dice levantándose completamente desnudo y no puedo dejar de mirarlo en todo su esplendor-¿Te gusta lo que ves?-dice girándose y guiñándome un ojo.
-No está nada mal-digo mordiéndome el labio mientras lo miro de arriba abajo.
-Vale, será mejor que me vaya antes de que no deje salir de la cama en todo el día-dice caminando hacia el baño haciéndome reír.
Me levanto con una sonrisa y con dolor en todo mi cuerpo después de la noche de ayer, pero me daba igual, es más iba a aprovechar como Rick había dicho hasta el último momento, y por supuesto el sexo lo incluye.
Decidimos salir a desayunar fuera para poder aprovechar lo poco que nos quedaba del viaje. Teníamos el vuelo para después de la comida, no quería llegar muy tarde porque desgraciadamente mañana ya me tocaba volver a trabajar, y aunque me costaba un mundo tener que dejarlo por unas horas, tenía que hacerlo, cuando él se fuera tendría que volver a mi vida normal, y mi trabajo lo era, y era algo que no me podía permitir perder, porque es mi sueño, es por lo que tanto he luchado y aunque nos vayamos a ver menos, sé que vamos a aprovechar cada minuto que estemos juntos y eso me alivia, pero sé que en cuanto pasen los días y las horas esto será un completo infierno.
Acabamos de desayunar y decidimos ir a pasear, con toda la naturalidad del mundo, como si nuestras manos se buscaran, acabamos paseando agarrados de la mano y sin a apenas decir nada, no lo necesitábamos.
Nos sentamos en un banco donde el sol nos da calentándonos, porque aunque no hace mucho frio, el sol sin duda no venía para nada mal.
-Esto se acaba-digo poniéndome enfurruñada.
-Bueno podemos anular el billete y se acabó-dice con una sonrisa.
-Tengo que trabajar.
-Ya lo sé-dice dándome un beso en la mejilla y me abrazo a su cuerpo con fuerza como si fuera mi salvavidas, y quizás sin darnos cuenta lo había sido.
-Sé que hemos dicho que no vamos a hablar del futuro, de lo que pasara luego, pero no puedo dejar de darle vueltas.
-¿Qué te preocupa?-pregunta mirándome.
-Perder el contacto.
-Por eso, no tienes que preocuparte. Está claro que no vamos a poder tener una relación…ya sabes…normal. Es mucha distancia y quizás no podemos vernos mucho. Pero no quiero perder el contacto contigo Kate.
-¿Volveremos a vernos?
-Eso tenlo claro. Puedo venir de vacaciones o ir tu ¿no?-pregunta mirándome y yo asiento pero aun sé que eso no va a ser suficiente para mí, al menos en un principio.
-Vamos a dejarlo ¿Si?-digo con una sonrisa aunque en realidad sentía unas ganas de llorar increíbles.
-No, quiero que te quede claro Kate, que esto es importante para mí, tú lo eres. Sabíamos cuando empezamos que esto no iba a llegar a nada más que esos 15 días. Lo sabíamos sin ni si quiera hablarlo. Pero lo que no sabía, era que ibas a ser tan especial, que ibas a ser tan importante para mi estos días, Kate. Pero de verdad, no quiero perderte Kate. Puede que nunca nos volvamos a vernos, puede pasar aunque no me gustaría. Pero sé que estos días y a ti, nunca voy a olvidarte aunque pasen treinta años-dice con una sonrisa y siento como mi pecho martillea con fuerza.
-Yo tampoco voy a hacerlo-digo sonriéndole.
-Te prometo que terminaras cansándote de mí. No voy a dejar de llamarte, de escribirte de lo que haga falta para que no te olvides de mí-dice sacándome una sonrisa.
-Entonces….no sé si prefiero que no lo hagas-digo riéndome mientras él se hace el ofendido.
-Eres muy mala-dice agarrándose el pecho.
-Pues voy a ser mucho más mala. Tenemos que irnos.
-Sí, sin duda lo estas siendo-dice poniendo morritos. Me levanto agarro su mano y así más tranquilos y seguros de lo que pasaría cuando esto acabara, volvemos de nuevo a mi casa, donde todo empezó.
Llegamos a Roma cuando aún es de día. Apenas son las cinco de la tarde y decidimos llevar primero las cosas de Rick a su hotel. Cuando acabamos llevamos las cosas a mi casa y cuando entramos llamo a Lanie para saber si estamos solos.
-Lanie…Lanie…-no recibo ninguna respuesta por lo que doy por sentado de que estamos solos.
-¿Te ayudo con esto?
-No, déjalo. Ya tendré tiempo para arreglarlo. Mejor ¿Por qué no salimos? Podemos cenar fuera, dar un paseo-digo sin casi poder mirarle, porque lo que quiero es que no se vaya, que no acabe el día.
-Por mi está bien, yo siempre estoy dispuesto para una buena cena-dice con una sonrisa sin duda relajándome de nuevo. Él era el único que podía ponerme nerviosa y al instante conseguir sentirme segura y relajada. Por eso, es especial.
Paseamos por las cercanías de nuestro pequeño piso hasta que llega la hora de cenar y entramos en un pequeño restaurante en la misma calle que el piso. Era uno de mis lugares favoritos de Roma.
-Esto está muy bueno-dice comiendo con ganas.
-Yo no te llevo a malos lugares-digo con una sonrisa.
-Nunca me has hablado de ti en Nueva York. ¿Qué lugares te gustan? O ¿gustaban?
-Aún me gustan. Aunque quizás no sea el lugar que elegiría para vivir, eso no significa que no me guste nada. Me gusta la mezcla de culturas, me gusta viajar en el metro, me encanta Central Park, quizás sea mi lugar favorito para correr. Pero allí no tengo lo que tengo aquí, mi sueño. Me encanta esta ciudad porque es historia viva, ¿lo entiendes?
-Claro que lo entiendo.
-Pero es mi hogar, nunca voy a renegar de él.
-Nunca se debe renegar del lugar que vienes. Esto la verdad es que no esta tan mal. A pesar del turismo es más tranquilo, hay más sol-dice con una sonrisa-hay una chica increíble-dice agarrándome de la mano-no está mal, pero este no es mi hogar.
-¿Qué te gusta tanto de Nueva York?
-Quizás es más fácil que me preguntes que no me gusta-dice con una sonrisa hablando de verdad con emoción-me gusta su gente, tú hablas de que aquí ves arte por donde pasas, yo veo allí arte. Mire por donde mire encuentro esa inspiración que necesito. Me gusta su olor, me gusta todo su ruido, me gusta todo. Si tengo que ponerle algún pero es que tú no estés allí-dice con una sonrisa sacándome a mi otra.
-Hablas con pasión.
-Es mi pasión-dice sonriendo-creo que deberíamos irnos a casa, es tarde y no quiero que mañana te quedes dormida mientras tienes a unos turistas locos por hacer miles de fotos-dice haciéndome reír.
Volvemos hasta mi piso y cuando llega a la puerta se queda allí parado mirándome con una sonrisa.
-Buenas noches.
-¿Te vas?
-¿No quieres descansar?
-Sí, pero no me importa que me acompañes, eres una buena almohada ¿no lo sabias?
-Sí, me lo dicen mucho-dice pasando conmigo.
Estamos los dos tumbados en la cama abrazados casi sin dejar ni un solo atisbo de espacio entre los dos. Era verdad, era la mejor almohada del mundo, pero no tenía sueño, sabia que me iba a costar dormirme y eso mañana iba a ser todo un problema.
-Me debes otra letra más-dice con una sonrisa.
-G-respondo con una sonrisa sobre su pecho.
-Bien…-dice apenas sin poder mantener los ojos abierto.
-Duérmete.
-Tú también, buenas noches Kate.
-Buenas noches.
CONTINUARÁ…
Bueno pues hasta aquí hemos llegado por hoy, el viernes más. Ya queda muy poco tiempo, ahora sí que van a contar hasta los minutos que les queda para estar juntos.
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 16
POV KATE
Despierto de nuevo a su lado con una sonrisa tonta en la cara. Lo miro intentando memorizar cada milésima parte de su cara, no quiero olvidarme de él, aunque sé que va a doler, pero no quiero olvidarlo, no quiero olvidar nada de estos días, no quiero olvidar que he sido feliz y que a partir de ahora es lo que voy a querer siempre, solo espero poder volver a encontrar algo así de nuevo, al menos una vez más.
-¿No era espeluznante mirar a alguien dormir?-dice de repente asustándome y no puedo evitar sonreír.
-No te estaba mirando.
-No sabes mentir-dice levantándose lo justo para besarme haciéndome suspirar en el beso.
-Es ya de día.
-Me da igual, estamos de vacaciones-dice refunfuñando-¿En que estabas pensando?
-En…-pienso en mentirle porque no quiero perder el tiempo en pensar en un futuro cuando solo quiero vivir el presente, pero acabo diciéndole la verdad-solo pensaba que…ojala no olvide nunca esto-digo mientras trago nerviosa al ver su mirada fija en mí.
-Yo tampoco quiero olvidarme-dice mientras me acaricia suavemente apartando mi pelo de la cara.
-Quizás sea lo mejor, olvidar-digo mirándole y le veo negar.
-No, eso no es lo mejor, no quiero olvidarte, y no creo que olvidarte lo haga más fácil, o puede que sí, pero no me gusta la vida fácil-dice sonriendo-no quiero olvidarme de los mejores momentos de mi vida-dice serio y no quiero creerlo, pero me mira fijamente y veo sinceridad en su mirada, y no puedo negar que quizás, que seguramente, también sean los mejores momentos de mi vida.
-Para mí también han sido importantes-digo bajando la mirada.
-Entonces no queramos olvidar algo así ¿sí? Y disfrutemos de esto, lo que dure.
-Cuatro días más contando con esto.
-Por eso no tenemos que perder ni un solo segundo-dice levantándose completamente desnudo y no puedo dejar de mirarlo en todo su esplendor-¿Te gusta lo que ves?-dice girándose y guiñándome un ojo.
-No está nada mal-digo mordiéndome el labio mientras lo miro de arriba abajo.
-Vale, será mejor que me vaya antes de que no deje salir de la cama en todo el día-dice caminando hacia el baño haciéndome reír.
Me levanto con una sonrisa y con dolor en todo mi cuerpo después de la noche de ayer, pero me daba igual, es más iba a aprovechar como Rick había dicho hasta el último momento, y por supuesto el sexo lo incluye.
Decidimos salir a desayunar fuera para poder aprovechar lo poco que nos quedaba del viaje. Teníamos el vuelo para después de la comida, no quería llegar muy tarde porque desgraciadamente mañana ya me tocaba volver a trabajar, y aunque me costaba un mundo tener que dejarlo por unas horas, tenía que hacerlo, cuando él se fuera tendría que volver a mi vida normal, y mi trabajo lo era, y era algo que no me podía permitir perder, porque es mi sueño, es por lo que tanto he luchado y aunque nos vayamos a ver menos, sé que vamos a aprovechar cada minuto que estemos juntos y eso me alivia, pero sé que en cuanto pasen los días y las horas esto será un completo infierno.
Acabamos de desayunar y decidimos ir a pasear, con toda la naturalidad del mundo, como si nuestras manos se buscaran, acabamos paseando agarrados de la mano y sin a apenas decir nada, no lo necesitábamos.
Nos sentamos en un banco donde el sol nos da calentándonos, porque aunque no hace mucho frio, el sol sin duda no venía para nada mal.
-Esto se acaba-digo poniéndome enfurruñada.
-Bueno podemos anular el billete y se acabó-dice con una sonrisa.
-Tengo que trabajar.
-Ya lo sé-dice dándome un beso en la mejilla y me abrazo a su cuerpo con fuerza como si fuera mi salvavidas, y quizás sin darnos cuenta lo había sido.
-Sé que hemos dicho que no vamos a hablar del futuro, de lo que pasara luego, pero no puedo dejar de darle vueltas.
-¿Qué te preocupa?-pregunta mirándome.
-Perder el contacto.
-Por eso, no tienes que preocuparte. Está claro que no vamos a poder tener una relación…ya sabes…normal. Es mucha distancia y quizás no podemos vernos mucho. Pero no quiero perder el contacto contigo Kate.
-¿Volveremos a vernos?
-Eso tenlo claro. Puedo venir de vacaciones o ir tu ¿no?-pregunta mirándome y yo asiento pero aun sé que eso no va a ser suficiente para mí, al menos en un principio.
-Vamos a dejarlo ¿Si?-digo con una sonrisa aunque en realidad sentía unas ganas de llorar increíbles.
-No, quiero que te quede claro Kate, que esto es importante para mí, tú lo eres. Sabíamos cuando empezamos que esto no iba a llegar a nada más que esos 15 días. Lo sabíamos sin ni si quiera hablarlo. Pero lo que no sabía, era que ibas a ser tan especial, que ibas a ser tan importante para mi estos días, Kate. Pero de verdad, no quiero perderte Kate. Puede que nunca nos volvamos a vernos, puede pasar aunque no me gustaría. Pero sé que estos días y a ti, nunca voy a olvidarte aunque pasen treinta años-dice con una sonrisa y siento como mi pecho martillea con fuerza.
-Yo tampoco voy a hacerlo-digo sonriéndole.
-Te prometo que terminaras cansándote de mí. No voy a dejar de llamarte, de escribirte de lo que haga falta para que no te olvides de mí-dice sacándome una sonrisa.
-Entonces….no sé si prefiero que no lo hagas-digo riéndome mientras él se hace el ofendido.
-Eres muy mala-dice agarrándose el pecho.
-Pues voy a ser mucho más mala. Tenemos que irnos.
-Sí, sin duda lo estas siendo-dice poniendo morritos. Me levanto agarro su mano y así más tranquilos y seguros de lo que pasaría cuando esto acabara, volvemos de nuevo a mi casa, donde todo empezó.
Llegamos a Roma cuando aún es de día. Apenas son las cinco de la tarde y decidimos llevar primero las cosas de Rick a su hotel. Cuando acabamos llevamos las cosas a mi casa y cuando entramos llamo a Lanie para saber si estamos solos.
-Lanie…Lanie…-no recibo ninguna respuesta por lo que doy por sentado de que estamos solos.
-¿Te ayudo con esto?
-No, déjalo. Ya tendré tiempo para arreglarlo. Mejor ¿Por qué no salimos? Podemos cenar fuera, dar un paseo-digo sin casi poder mirarle, porque lo que quiero es que no se vaya, que no acabe el día.
-Por mi está bien, yo siempre estoy dispuesto para una buena cena-dice con una sonrisa sin duda relajándome de nuevo. Él era el único que podía ponerme nerviosa y al instante conseguir sentirme segura y relajada. Por eso, es especial.
Paseamos por las cercanías de nuestro pequeño piso hasta que llega la hora de cenar y entramos en un pequeño restaurante en la misma calle que el piso. Era uno de mis lugares favoritos de Roma.
-Esto está muy bueno-dice comiendo con ganas.
-Yo no te llevo a malos lugares-digo con una sonrisa.
-Nunca me has hablado de ti en Nueva York. ¿Qué lugares te gustan? O ¿gustaban?
-Aún me gustan. Aunque quizás no sea el lugar que elegiría para vivir, eso no significa que no me guste nada. Me gusta la mezcla de culturas, me gusta viajar en el metro, me encanta Central Park, quizás sea mi lugar favorito para correr. Pero allí no tengo lo que tengo aquí, mi sueño. Me encanta esta ciudad porque es historia viva, ¿lo entiendes?
-Claro que lo entiendo.
-Pero es mi hogar, nunca voy a renegar de él.
-Nunca se debe renegar del lugar que vienes. Esto la verdad es que no esta tan mal. A pesar del turismo es más tranquilo, hay más sol-dice con una sonrisa-hay una chica increíble-dice agarrándome de la mano-no está mal, pero este no es mi hogar.
-¿Qué te gusta tanto de Nueva York?
-Quizás es más fácil que me preguntes que no me gusta-dice con una sonrisa hablando de verdad con emoción-me gusta su gente, tú hablas de que aquí ves arte por donde pasas, yo veo allí arte. Mire por donde mire encuentro esa inspiración que necesito. Me gusta su olor, me gusta todo su ruido, me gusta todo. Si tengo que ponerle algún pero es que tú no estés allí-dice con una sonrisa sacándome a mi otra.
-Hablas con pasión.
-Es mi pasión-dice sonriendo-creo que deberíamos irnos a casa, es tarde y no quiero que mañana te quedes dormida mientras tienes a unos turistas locos por hacer miles de fotos-dice haciéndome reír.
Volvemos hasta mi piso y cuando llega a la puerta se queda allí parado mirándome con una sonrisa.
-Buenas noches.
-¿Te vas?
-¿No quieres descansar?
-Sí, pero no me importa que me acompañes, eres una buena almohada ¿no lo sabias?
-Sí, me lo dicen mucho-dice pasando conmigo.
Estamos los dos tumbados en la cama abrazados casi sin dejar ni un solo atisbo de espacio entre los dos. Era verdad, era la mejor almohada del mundo, pero no tenía sueño, sabia que me iba a costar dormirme y eso mañana iba a ser todo un problema.
-Me debes otra letra más-dice con una sonrisa.
-G-respondo con una sonrisa sobre su pecho.
-Bien…-dice apenas sin poder mantener los ojos abierto.
-Duérmete.
-Tú también, buenas noches Kate.
-Buenas noches.
CONTINUARÁ…
Bueno pues hasta aquí hemos llegado por hoy, el viernes más. Ya queda muy poco tiempo, ahora sí que van a contar hasta los minutos que les queda para estar juntos.
XXOO
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 17
Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo, gracias a todos por seguir, seguimos con fuerza.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 17
POV KATE
Tras despertarnos y desayunar juntos, Rick me ha llevado al trabajo. Dijo que volvería al hotel a por unas cosas y que intentaría entretenerse mientras estaba trabajando. Hoy parece un día tranquilo, solo he tenido al principio de la mañana un par de grupos y ahora estoy ayudando a Lanie a catalogar algunas de las obras que van a ser restauradas en los próximos días.
-¿Qué tal el viaje?
-Muy bien.
-¿Muy bien? Eso no es una respuesta, quiero detalles-dice remarcando cada letra.
-No sé, ¿Qué quieres que te diga? Fue divertido y romántico.
-¿Romántico? Eso es lo que quiero que me cuentes-dice parando de hacer lo que estaba haciendo.
-Ayúdame a llevar esta caja a su sitio y me lo pienso.
-Y te lo piensas no, me lo cuentas-dice seria y no puedo evitar sonreír al verla tan emocionada.
-Chicas-escuchamos de repente tras dejar la caja en su sitio-es hora de vuestro pequeño descanso, luego Francesco quiere hablar contigo Kate.
-¿Conmigo?-pregunto sorprendida y el solo asiente.
Nos sentamos fuera en un banco con un café en las manos. No puedo dejar de pensar en lo que puede querer Francesco de mi, solo espero que no sea nada malo.
-Deja de darle vuelta a eso, Francesco no te va a echar. Eres su favorita ya lo sabes-dice con una sonrisa pero no consigue relajarme-deja de pensar en eso y cuéntame esas cosas románticas que hizo tu chico ¿si? ¿Por qué no te pensarías que se me iba a olvidar?
-Pues la verdad es que si-digo con una sonrisa intentándola picar-estuvimos en la casa de Julieta.
-¿En serio?
-Y me recito parte de la escena del balcón desde abajo mientras yo estaba en el balcón.
-¿En serio? Es un cursi-dice sacándome una sonrisa.
-Pues eso no es nada. Cuando volvimos al hotel trepo por la pared para subir por el balcón.
-Está loco.
-Bueno, solo era un primero.
-Madre mía, ese chico está loco por ti Kate.
-Bueno…-digo poniéndome pensativa-también hablamos sobre el no futuro juntos-digo mirándole.
-Sabías que esto iba a tener su final.
-Lo sabía y lo sé. Pero no pensé que llegara a gustarme tanto, no pensé que esto fuera a ser tan difícil.
-¿Para ambos?
-Si para ambos. No quiere que perdamos el contacto. Pero sé que al final la distancia y nuestros trabajos harán el resto.
-Puede ser, pero al menos lo habréis vivido.
-Si, eso es lo que hace que quiera seguir y aprovechar cada minuto. Por eso me pedí esos días, pero ahora solo quedan tres días más y no podemos aprovecharlos del todo.
-Da gracias por cada minuto que puedas aprovechar.
-Tienes razón.
-Además, que se vaya no significa que no vaya a volver.
-No lo creo, Nueva York es su ciudad.
-Y la tuya.
-La mía ya no lo es.
-¿Por qué?
-Porque esta es mi ciudad-digo mirándola seria.
-Tu sabes que no. que si esto era tu sueño, pero también sabes que amabas tu ciudad. No solo viniste aquí por tu sueño Kate, lo hiciste porque no podías soportar esa relación que tenías con tus padres, necesitabas huir y tú lo sabes.
-Da igual, no quiero volver, no pienso en eso.
-¿Ni por amor?
-Lanie te estas pasando.
-¿De verdad me dices que no sientes algo más que atracción por ese chico?
-Sí, me gusta, me atrae, me cae bien, pero de ahí a sentir amor es pasarse-digo levantándome-tengo que ir a ver a Francesco-digo saliendo de allí, huyendo sin duda de la conversación y en lo que ello pueda derivar.
Me dirijo hacia el despacho de Francesco con el corazón en un puño. No quiero que esto se acabe. Quizás Lanie tenga algo de razón y mi sueño siempre fue también volver a casa y vivir, experimentar con un pasado nuestro, pero creo que aún no estoy preparada para ello. Quiero quedarme, quiero conseguir antes ser mejor para poder darlo todo cuando vuelva, y quizás porque tengo miedo a volver a mi casa, al que dicen que es mi hogar, pero él que nunca sentí como uno.
Doy en la puerta del despacho y enseguida Francesco me hace pasar y me ofrece un asiento enfrente del suyo.
-¿Café?
-No, ya he tomado por hoy bastante-digo con una sonrisa y vuelve a sentarse en su sitio.
-Te he llamado para informarte de que hay un puesto libre como restaurador. Creo que puedes hacerlo muy bien, sé que es lo que viniste buscando. No puedo dártelo. Tienes que ganártelo con otros aspirantes. Pero quería que lo supieras antes que nadie.
-Gracias-digo emocionada.
-La plaza será oficial la semana que viene, tienes una semana antes para prepararte. Las pruebas para decantarse por algún candidato serán al final de mes. Solo tendréis como mucho tres semanas para prepararse. Tú tendrás un mes. Espero que lo aproveches porque quiero que la ganes. Será un placer trabajar más mano a mano contigo Kate.
-Para mí sería un honor. Espero no decepcionarle.
-No lo harás, lo sé.
-Muchas gracias-digo con una sonrisa y lo veo asentir.
-Ahora vuelve a tu trabajo. Tenemos que tener todo catalogado para final de mes. Quizás seas tu misma quien acabe restaurándolos.
-Gracias, eso espero-digo levantándome y con una sonrisa salgo del despacho para volver al trabajo, ahora había encontrado algo más para quedarme. Ahora si iba a conseguir aquello por lo que tanto había luchado. Voy a ser restauradora, y cuando sea la mejor restauradora posible, volveré a casa, y entonces podré hacer todo lo que siempre quise cuando era una niña y me colaba a escondidas en el Museo Americano de Historia Natural o en el Museo Metropolitano de Arte. Mi sueño está más cerca, ahora lo puedo ver. Pero para ello aun me queda mucho que trabajar, mucho y voy a darlo todo para conseguirlo.
-¿Qué tal?-dice Lanie en cuanto me vio entrar.
-Va a salir un puesto para restauradora. Quería avisarme.
-¿Has visto cómo eres su favorita?-dice Lanie y le pongo cara de que se callara-Lo vas a conseguir Kate.
-No lo sé, habrá muchos candidatos.
-Ninguno como tu Kate-dice con una sonrisa-anda vamos a acabar con esto que tenemos que celebrarlo. Hoy salimos a celebrarlo.
-He quedado con Rick.
-Bueno, pues que se venga.
-No tenemos nada para celebrar aun.
-Bueno pues celebremos que hemos vivido un día más. Me da igual. Vamos a celebrar-dice con esa seguridad de la que no te podías negar.
Salimos ambas riéndonos, porque es imposible no reírse ante las ideas de Lanie. Ya empieza a oscurecer pero allí esta él más que visible ante toda la gente que pasaba a su alrededor. Cuando ve que le he visto hace un gesto con la mano y tiro de Lanie para que sepa que voy hacia él mientras ella se queda con otros compañeros hablando, lo justo para darnos unos minutos a solas.
-Hola-dice con una sonrisa y con una sonrisa acabo con la distancia que queda entre los dos y lo beso, porque es lo que he deseado hacer en todo el día desde que nos separamos.
-Hola-digo sacándole una sonrisa.
-¿Nos vamos?
-Bueno…Lanie me ha convencido, hoy salimos.
-¿Salimos? ¿De fiesta?
-Si…bueno si quieres…si no…
-Estás hablando con el rey de la fiesta-dice sacándome con una sonrisa.
-Está bien, eso tendrás que demostrarlo.
-Ya lo verás-dice abrazándome por la cintura y soltándome justo cuando vemos como Lanie se acerca.
-¿Listos?
-Más que listos-dice Rick mirándome con una sonrisa y los tres caminamos hacia fuera, rumbo a la mejor discoteca de la ciudad.
Cuando llegamos enseguida Lanie se encarga de las copas mientras Rick no se separa de mí con una sonrisa. Pensé que tendría algo pensado para esta noche y que le molestaría salir, pero se le veía bien.
-Tomad-dice Lanie entregándonos la copas-es hora de ir a bailar-dice dando vueltas sobre sí misma.
-Es hora de que me enseñes eso de que eres el rey de la pista-digo con una sonrisa.
-Vamos-dice quitándome la copa y colocándola sobre la mesa mientras tira de mí hacia la pista de baile.
Bailamos sin parar durante un buen rato. Sin duda es muy buen bailarín. Siento sus manos por todo mi cuerpo mientras bailamos pegados y siento como mi cuerpo está caliente ante su tacto. Necesito sentarme un poco porque voy a desmayarme si seguimos así. Busco a Lanie con la mirada y la encuentro bailando con un chico, está muy animada y no creo que note nuestra ausencia. Paro, lo miro y tiro de él hacia fuera.
CONTINUARÁ…
Tendréis que esperar para saber cómo sigue jaja, pero no mucho, 24 horas y tendréis un nuevo capítulo. Gracias a todos.
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 17
POV KATE
Tras despertarnos y desayunar juntos, Rick me ha llevado al trabajo. Dijo que volvería al hotel a por unas cosas y que intentaría entretenerse mientras estaba trabajando. Hoy parece un día tranquilo, solo he tenido al principio de la mañana un par de grupos y ahora estoy ayudando a Lanie a catalogar algunas de las obras que van a ser restauradas en los próximos días.
-¿Qué tal el viaje?
-Muy bien.
-¿Muy bien? Eso no es una respuesta, quiero detalles-dice remarcando cada letra.
-No sé, ¿Qué quieres que te diga? Fue divertido y romántico.
-¿Romántico? Eso es lo que quiero que me cuentes-dice parando de hacer lo que estaba haciendo.
-Ayúdame a llevar esta caja a su sitio y me lo pienso.
-Y te lo piensas no, me lo cuentas-dice seria y no puedo evitar sonreír al verla tan emocionada.
-Chicas-escuchamos de repente tras dejar la caja en su sitio-es hora de vuestro pequeño descanso, luego Francesco quiere hablar contigo Kate.
-¿Conmigo?-pregunto sorprendida y el solo asiente.
Nos sentamos fuera en un banco con un café en las manos. No puedo dejar de pensar en lo que puede querer Francesco de mi, solo espero que no sea nada malo.
-Deja de darle vuelta a eso, Francesco no te va a echar. Eres su favorita ya lo sabes-dice con una sonrisa pero no consigue relajarme-deja de pensar en eso y cuéntame esas cosas románticas que hizo tu chico ¿si? ¿Por qué no te pensarías que se me iba a olvidar?
-Pues la verdad es que si-digo con una sonrisa intentándola picar-estuvimos en la casa de Julieta.
-¿En serio?
-Y me recito parte de la escena del balcón desde abajo mientras yo estaba en el balcón.
-¿En serio? Es un cursi-dice sacándome una sonrisa.
-Pues eso no es nada. Cuando volvimos al hotel trepo por la pared para subir por el balcón.
-Está loco.
-Bueno, solo era un primero.
-Madre mía, ese chico está loco por ti Kate.
-Bueno…-digo poniéndome pensativa-también hablamos sobre el no futuro juntos-digo mirándole.
-Sabías que esto iba a tener su final.
-Lo sabía y lo sé. Pero no pensé que llegara a gustarme tanto, no pensé que esto fuera a ser tan difícil.
-¿Para ambos?
-Si para ambos. No quiere que perdamos el contacto. Pero sé que al final la distancia y nuestros trabajos harán el resto.
-Puede ser, pero al menos lo habréis vivido.
-Si, eso es lo que hace que quiera seguir y aprovechar cada minuto. Por eso me pedí esos días, pero ahora solo quedan tres días más y no podemos aprovecharlos del todo.
-Da gracias por cada minuto que puedas aprovechar.
-Tienes razón.
-Además, que se vaya no significa que no vaya a volver.
-No lo creo, Nueva York es su ciudad.
-Y la tuya.
-La mía ya no lo es.
-¿Por qué?
-Porque esta es mi ciudad-digo mirándola seria.
-Tu sabes que no. que si esto era tu sueño, pero también sabes que amabas tu ciudad. No solo viniste aquí por tu sueño Kate, lo hiciste porque no podías soportar esa relación que tenías con tus padres, necesitabas huir y tú lo sabes.
-Da igual, no quiero volver, no pienso en eso.
-¿Ni por amor?
-Lanie te estas pasando.
-¿De verdad me dices que no sientes algo más que atracción por ese chico?
-Sí, me gusta, me atrae, me cae bien, pero de ahí a sentir amor es pasarse-digo levantándome-tengo que ir a ver a Francesco-digo saliendo de allí, huyendo sin duda de la conversación y en lo que ello pueda derivar.
Me dirijo hacia el despacho de Francesco con el corazón en un puño. No quiero que esto se acabe. Quizás Lanie tenga algo de razón y mi sueño siempre fue también volver a casa y vivir, experimentar con un pasado nuestro, pero creo que aún no estoy preparada para ello. Quiero quedarme, quiero conseguir antes ser mejor para poder darlo todo cuando vuelva, y quizás porque tengo miedo a volver a mi casa, al que dicen que es mi hogar, pero él que nunca sentí como uno.
Doy en la puerta del despacho y enseguida Francesco me hace pasar y me ofrece un asiento enfrente del suyo.
-¿Café?
-No, ya he tomado por hoy bastante-digo con una sonrisa y vuelve a sentarse en su sitio.
-Te he llamado para informarte de que hay un puesto libre como restaurador. Creo que puedes hacerlo muy bien, sé que es lo que viniste buscando. No puedo dártelo. Tienes que ganártelo con otros aspirantes. Pero quería que lo supieras antes que nadie.
-Gracias-digo emocionada.
-La plaza será oficial la semana que viene, tienes una semana antes para prepararte. Las pruebas para decantarse por algún candidato serán al final de mes. Solo tendréis como mucho tres semanas para prepararse. Tú tendrás un mes. Espero que lo aproveches porque quiero que la ganes. Será un placer trabajar más mano a mano contigo Kate.
-Para mí sería un honor. Espero no decepcionarle.
-No lo harás, lo sé.
-Muchas gracias-digo con una sonrisa y lo veo asentir.
-Ahora vuelve a tu trabajo. Tenemos que tener todo catalogado para final de mes. Quizás seas tu misma quien acabe restaurándolos.
-Gracias, eso espero-digo levantándome y con una sonrisa salgo del despacho para volver al trabajo, ahora había encontrado algo más para quedarme. Ahora si iba a conseguir aquello por lo que tanto había luchado. Voy a ser restauradora, y cuando sea la mejor restauradora posible, volveré a casa, y entonces podré hacer todo lo que siempre quise cuando era una niña y me colaba a escondidas en el Museo Americano de Historia Natural o en el Museo Metropolitano de Arte. Mi sueño está más cerca, ahora lo puedo ver. Pero para ello aun me queda mucho que trabajar, mucho y voy a darlo todo para conseguirlo.
-¿Qué tal?-dice Lanie en cuanto me vio entrar.
-Va a salir un puesto para restauradora. Quería avisarme.
-¿Has visto cómo eres su favorita?-dice Lanie y le pongo cara de que se callara-Lo vas a conseguir Kate.
-No lo sé, habrá muchos candidatos.
-Ninguno como tu Kate-dice con una sonrisa-anda vamos a acabar con esto que tenemos que celebrarlo. Hoy salimos a celebrarlo.
-He quedado con Rick.
-Bueno, pues que se venga.
-No tenemos nada para celebrar aun.
-Bueno pues celebremos que hemos vivido un día más. Me da igual. Vamos a celebrar-dice con esa seguridad de la que no te podías negar.
Salimos ambas riéndonos, porque es imposible no reírse ante las ideas de Lanie. Ya empieza a oscurecer pero allí esta él más que visible ante toda la gente que pasaba a su alrededor. Cuando ve que le he visto hace un gesto con la mano y tiro de Lanie para que sepa que voy hacia él mientras ella se queda con otros compañeros hablando, lo justo para darnos unos minutos a solas.
-Hola-dice con una sonrisa y con una sonrisa acabo con la distancia que queda entre los dos y lo beso, porque es lo que he deseado hacer en todo el día desde que nos separamos.
-Hola-digo sacándole una sonrisa.
-¿Nos vamos?
-Bueno…Lanie me ha convencido, hoy salimos.
-¿Salimos? ¿De fiesta?
-Si…bueno si quieres…si no…
-Estás hablando con el rey de la fiesta-dice sacándome con una sonrisa.
-Está bien, eso tendrás que demostrarlo.
-Ya lo verás-dice abrazándome por la cintura y soltándome justo cuando vemos como Lanie se acerca.
-¿Listos?
-Más que listos-dice Rick mirándome con una sonrisa y los tres caminamos hacia fuera, rumbo a la mejor discoteca de la ciudad.
Cuando llegamos enseguida Lanie se encarga de las copas mientras Rick no se separa de mí con una sonrisa. Pensé que tendría algo pensado para esta noche y que le molestaría salir, pero se le veía bien.
-Tomad-dice Lanie entregándonos la copas-es hora de ir a bailar-dice dando vueltas sobre sí misma.
-Es hora de que me enseñes eso de que eres el rey de la pista-digo con una sonrisa.
-Vamos-dice quitándome la copa y colocándola sobre la mesa mientras tira de mí hacia la pista de baile.
Bailamos sin parar durante un buen rato. Sin duda es muy buen bailarín. Siento sus manos por todo mi cuerpo mientras bailamos pegados y siento como mi cuerpo está caliente ante su tacto. Necesito sentarme un poco porque voy a desmayarme si seguimos así. Busco a Lanie con la mirada y la encuentro bailando con un chico, está muy animada y no creo que note nuestra ausencia. Paro, lo miro y tiro de él hacia fuera.
CONTINUARÁ…
Tendréis que esperar para saber cómo sigue jaja, pero no mucho, 24 horas y tendréis un nuevo capítulo. Gracias a todos.
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tamyalways- Autor de best-seller
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Capítulo 18
Buenos días, aquí estamos un día más y para acabar la semana, como siempre y aunque parezca muy repetitiva, gracias por estar ahí.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 18
POV KATE
Tiro de él para poder estar más tranquilos. Se un lugar perfecto para ello. Salimos por una puerta miro a Gianni uno de los camareros del lugar con el que tenia amistad y con una sonrisa me da permiso para entrar.
-¿A dónde vamos?
-A un lugar tranquilo-digo abriendo la puerta que da a la sala vip de la discoteca, que en este momento estaba vacía.
-¿Una sala vip?
-Para gente vip-digo sonriendo mientras lo tiro en el sofá y me siento sobre él, colocando mi cara sobre su pecho.
-¿Estas cansada?-dice masajeando mi pelo.
-Un poco, pero solo quería estar en un lugar tranquilo-digo mirándole.
-Sabes nunca había pensado hacerlo en lugar así.
-Oye-digo golpeándole suavemente en el pecho haciéndole reír.
-He dicho que nunca lo había pensado, pensé que tu si-dice siguiendo con la broma.
-Solo quiero que nos conozcamos más.
-¿Si? ¿Cómo?-dice mirándome.
-Yo pregunto y tú respondes rápido.
-Está bien, pero si lo hacemos los dos. Una pregunta cada uno y ambos respondemos.
-Bien, pero no vale pensar. Lo primero que se nos pase por la cabeza. Empiezo-pregunto mirándole-Playa o montaña.
-Ciudad.
-Montaña. Eso no vale no es una opción.
-Dijiste que contestara rápido. Es la verdad, prefiero ciudad a estar en la playa o en la montaña.
-Está bien.
-Me toca. ¿Perro o gato?
-Gato.
-Perro.
-Vamos muy bien-digo riéndome.
-Aún no hemos acabado. Además en realidad no me importa tendría las dos cosas. Me gustan los animales.
-En eso estamos de acuerdo-digo con una sonrisa-me toca. ¿Chocolate o vainilla?
-Vainilla.
-Chocolate-respondo volviendo a darme cuenta de que es otra cosa en la que no coincidimos.
-Bueno, podemos hacer un buena mezcla de las dos cosas, me gusta todo lo dulce-dice dándome un beso-¿Hamburguesa o pizza?
-Pizza.
-Hamburguesa-dice sonriendo.
-Vale creo que deberíamos dejarlo antes de que sigamos dándonos cuenta de que no tenemos nada en común-digo sonriendo.
-¿No sabes que los polos opuestos se atraen? Pues esos somos nosotros-dice abrazándome por la cintura sacándome una sonrisa.- ¿Sabes? Ahora que sé que te pone hacerlo en una discoteca, yo puedo decirte que me gustaría hacer-dice haciéndome reír.
-Para ¿si? Yo no quería hacerlo aquí.
-Venga ya. No tienes que ocultármelo-dice haciéndome reír de nuevo.
-Será mejor que nos vayamos antes de que piensen que de verdad estamos haciendo algo.
-¿No quieres saber lo que me gustaría hacer?
-Ahora no-digo levantándome y tirando de él hacia fuera, de nuevo al ruido de la gente, de nuevo al bullicio para alejarme un poco de él y de aquel lugar antes de que hiciéramos una locura.
Me lleva de nuevo hacia la pista de baile donde me agarra por la cintura y se contonea al ritmo de la música mientras me mira con una sonrisa. Nunca he sido una chica que le guste bailar, pero creo que si sigo bailando así de bien acompañada, va a empezar a gustarme.
Me suelta de la cintura y me agarra de la mano mientras me da varias vueltas haciéndome reír sin parar. Me lo estaba pasando muy bien, apenas podía sentir mi cansancio.
-Chicos, tortolitos-dice Lanie apareciendo de la nada.
-Hola.
-¿Dónde estabais?
-Tomando el aire-digo mirando a Rick con una sonrisa.
-Mira creo que prefiero no saberlo. Solo quería avisaros que me voy con mi nuevo amigo-dice señalando a un chico moreno que nos mira desde la distancia con una sonrisa-Nos vemos mañana, disfrutad de la noche, yo pienso hacerlo-dice con una sonrisa saliendo casi corriendo detrás del chico.
-¿Y ahora?-dice Rick en mi oído cuando Lanie desaparece consiguiendo que mi cuerpo tiemble.
-Será mejor que nos vayamos a casa-digo agarrándole de la mano y sacándolo de allí sin parar de reír.
-¿A dónde vamos?
-A mi casa-digo caminando a su lado.
Ya era bastante de noche, la noche se había echado encima y empezaban a bajar las temperaturas. Hacía bastante frio. Enseguida y sin decirle nada Rick se quitó la chaqueta y la coloca sobre mis hombros. Le sonrió y caminamos juntos agarrados de la mano el resto del camino.
Llegamos a casa, lo dejo en el sofá sentado y me dirijo al baño. Me quito la ropa y me coloco ropa más cómoda para estar en casa. Estaba cansada y debería irme a la cama, pero quería pasar un rato más con él después de que el día de hoy hubiera sido demasiado corto para estar juntos.
Salgo fuera del baño y él sigue allí sentado con el móvil en la mano. Cuando me acerco suelta el móvil sobre la mesa y me espera con una sonrisa. Me acerco y decido sentarme sobre el acariciando su pelo mientras le miro con una sonrisa.
-Estás cansada-dice mirándome fijamente.
-Un poquito.
-Podemos ir a descansar si quieres.
-No solo quiero estar un poco más así-digo besándole suavemente.
-Yo estaría así toda la noche y más si tuvieras menos ropa-dice besando mi cuello con una sonrisa.
-¿Me vas a contar cual era tu fantasía sexual?
-¿Ahora si quieres saberla?
-Puede-digo sonriéndole.
-Tengo muchas…pero una de ellas es hacerlo en la cocina-dice con un movimiento de cejas.
-¿Eso es porque es el único lugar de la casa donde no lo hemos hecho?-digo sonriéndole.
-Puede ser.
-Pues…quizás si me haces mañana la mejor cena del mundo puede que te de un buena recompensa.
-¿En serio? ¿Y Lanie?
-Yo me ocupo de ella.
-Entonces te haré la mejor cena del mundo-dice muy serio y seguro sacándome una sonrisa-¿Y tú fantasía?-dice con una sonrisa pícara.
-Esa la dejaremos para otra ocasión.
-Pero era la del club o mejor hacerlo en un baño público, no en un avión o…
-Déjalo ya ¿sí? Es hora de ir a dormir-digo levantándome.
-Voy al baño. Espérame en la cama.
-Está bien-digo dándole un beso antes de dejarlo ir.
Me tumbo en la cama y aunque tengo un sueño increíble, aguanto despierta hasta que lo veo acercarse solo con su bóxer puesto. Lo veo acercarse con una sonrisa y siento que me derrito por dentro. Se acerca y se sienta en la cama antes de meterse dentro y arroparnos a los dos.
-Vas a tener que pensar en traerte un pijama-digo sacándole una sonrisa.
-Este es mi pijama-dice tirando de mí hacia él, pero no tiene que tirar mucho, yo me voy encantada.
Me recuesto sobre él pegando mi cuerpo todo lo que puedo a su costado y su estómago como si fuera un koala agarrado a una rama de árbol. Beso suavemente su pecho desnudo y siento como el besa mi cabeza haciéndome cerrar los ojos.
-¿Has tenido alguna pareja seria?-pregunto de repente y lo veo removerse ¿incomodo?
-Solo una. Estuvimos un año juntos. Éramos demasiado jóvenes.
-¿Tenías tan pocas cosas en común con ella como nosotros?-digo con una sonrisa al ver que ya está más relajado.
-Pues la verdad es que si, ya te digo que me atraen las opuestas a mí-dice riéndose haciendo que su pecho se mueva y yo con él-¿Y tú?
-Solo una relación seria, estuvimos tres años juntos.
-¿Por qué se acabó?
-Porque me vine aquí. Aunque no creo que hubiera durado mucho más, la verdad-digo mirándole.
-¿Tenías cosas en común con él?
-Demasiadas, éramos muy iguales.
-Por eso no funciono-dice seguro haciéndome reír.
-¿Y a ti?
-Lo mío fue porque era un niño, lo de que éramos distintos no tuvo nada que ver-dice con una sonrisa sacándome a mi otra.
-Pero es que no tenemos nada en común, es raro-digo mirándole y lo veo ponerse serio.
-Yo sí creo que tenemos mucho en común, ambos luchamos por nuestros sueños, ambos venimos del mismo, lugar, la misma lengua-dice con una sonrisa sin duda recordando porque nos conocimos-ambos tenemos claro lo que queremos y no, ambos hemos tenido una infancia algo distinta al resto. Creo que tenemos muchas cosas en común, las más importantes, ¿Qué más da si prefiero vainilla, ciudad o perro? Eso es lo de menos.
-Tienes razón-digo abrazándole y pensando sobre todo en que eso da igual porque lo importante y lo que nos separa es eso que él dice que tenemos en común, nuestra lucha por cumplir nuestros sueños, esos sueños son los que acabaran por separarnos y no todo lo que no tenemos en común.
-Tienes que descansar.
-Si-digo abrazándome aún más a él-mañana creo que no voy a poder con el cuerpo.
-Pues descansa que mañana me toca hacer la cena a mí-dice sacándome una sonrisa.
-H-susurro sobre su pecho, dándole la siguiente letra y no sé si ha llegado a oírla cuando siento como los ojos se me cierran dejando todo negro a su paso.
CONTINUARÁ…
Bueno pues siguen conociéndose poco a poco, y eso hace que cada vez se gusten más, que cada vez quieran pasar más tiempo el uno con el otro, pero eso también puede tener una dura consecuencia, dolor, mucho dolor cuando la separación llegue.
Buen fin de semana XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 18
POV KATE
Tiro de él para poder estar más tranquilos. Se un lugar perfecto para ello. Salimos por una puerta miro a Gianni uno de los camareros del lugar con el que tenia amistad y con una sonrisa me da permiso para entrar.
-¿A dónde vamos?
-A un lugar tranquilo-digo abriendo la puerta que da a la sala vip de la discoteca, que en este momento estaba vacía.
-¿Una sala vip?
-Para gente vip-digo sonriendo mientras lo tiro en el sofá y me siento sobre él, colocando mi cara sobre su pecho.
-¿Estas cansada?-dice masajeando mi pelo.
-Un poco, pero solo quería estar en un lugar tranquilo-digo mirándole.
-Sabes nunca había pensado hacerlo en lugar así.
-Oye-digo golpeándole suavemente en el pecho haciéndole reír.
-He dicho que nunca lo había pensado, pensé que tu si-dice siguiendo con la broma.
-Solo quiero que nos conozcamos más.
-¿Si? ¿Cómo?-dice mirándome.
-Yo pregunto y tú respondes rápido.
-Está bien, pero si lo hacemos los dos. Una pregunta cada uno y ambos respondemos.
-Bien, pero no vale pensar. Lo primero que se nos pase por la cabeza. Empiezo-pregunto mirándole-Playa o montaña.
-Ciudad.
-Montaña. Eso no vale no es una opción.
-Dijiste que contestara rápido. Es la verdad, prefiero ciudad a estar en la playa o en la montaña.
-Está bien.
-Me toca. ¿Perro o gato?
-Gato.
-Perro.
-Vamos muy bien-digo riéndome.
-Aún no hemos acabado. Además en realidad no me importa tendría las dos cosas. Me gustan los animales.
-En eso estamos de acuerdo-digo con una sonrisa-me toca. ¿Chocolate o vainilla?
-Vainilla.
-Chocolate-respondo volviendo a darme cuenta de que es otra cosa en la que no coincidimos.
-Bueno, podemos hacer un buena mezcla de las dos cosas, me gusta todo lo dulce-dice dándome un beso-¿Hamburguesa o pizza?
-Pizza.
-Hamburguesa-dice sonriendo.
-Vale creo que deberíamos dejarlo antes de que sigamos dándonos cuenta de que no tenemos nada en común-digo sonriendo.
-¿No sabes que los polos opuestos se atraen? Pues esos somos nosotros-dice abrazándome por la cintura sacándome una sonrisa.- ¿Sabes? Ahora que sé que te pone hacerlo en una discoteca, yo puedo decirte que me gustaría hacer-dice haciéndome reír.
-Para ¿si? Yo no quería hacerlo aquí.
-Venga ya. No tienes que ocultármelo-dice haciéndome reír de nuevo.
-Será mejor que nos vayamos antes de que piensen que de verdad estamos haciendo algo.
-¿No quieres saber lo que me gustaría hacer?
-Ahora no-digo levantándome y tirando de él hacia fuera, de nuevo al ruido de la gente, de nuevo al bullicio para alejarme un poco de él y de aquel lugar antes de que hiciéramos una locura.
Me lleva de nuevo hacia la pista de baile donde me agarra por la cintura y se contonea al ritmo de la música mientras me mira con una sonrisa. Nunca he sido una chica que le guste bailar, pero creo que si sigo bailando así de bien acompañada, va a empezar a gustarme.
Me suelta de la cintura y me agarra de la mano mientras me da varias vueltas haciéndome reír sin parar. Me lo estaba pasando muy bien, apenas podía sentir mi cansancio.
-Chicos, tortolitos-dice Lanie apareciendo de la nada.
-Hola.
-¿Dónde estabais?
-Tomando el aire-digo mirando a Rick con una sonrisa.
-Mira creo que prefiero no saberlo. Solo quería avisaros que me voy con mi nuevo amigo-dice señalando a un chico moreno que nos mira desde la distancia con una sonrisa-Nos vemos mañana, disfrutad de la noche, yo pienso hacerlo-dice con una sonrisa saliendo casi corriendo detrás del chico.
-¿Y ahora?-dice Rick en mi oído cuando Lanie desaparece consiguiendo que mi cuerpo tiemble.
-Será mejor que nos vayamos a casa-digo agarrándole de la mano y sacándolo de allí sin parar de reír.
-¿A dónde vamos?
-A mi casa-digo caminando a su lado.
Ya era bastante de noche, la noche se había echado encima y empezaban a bajar las temperaturas. Hacía bastante frio. Enseguida y sin decirle nada Rick se quitó la chaqueta y la coloca sobre mis hombros. Le sonrió y caminamos juntos agarrados de la mano el resto del camino.
Llegamos a casa, lo dejo en el sofá sentado y me dirijo al baño. Me quito la ropa y me coloco ropa más cómoda para estar en casa. Estaba cansada y debería irme a la cama, pero quería pasar un rato más con él después de que el día de hoy hubiera sido demasiado corto para estar juntos.
Salgo fuera del baño y él sigue allí sentado con el móvil en la mano. Cuando me acerco suelta el móvil sobre la mesa y me espera con una sonrisa. Me acerco y decido sentarme sobre el acariciando su pelo mientras le miro con una sonrisa.
-Estás cansada-dice mirándome fijamente.
-Un poquito.
-Podemos ir a descansar si quieres.
-No solo quiero estar un poco más así-digo besándole suavemente.
-Yo estaría así toda la noche y más si tuvieras menos ropa-dice besando mi cuello con una sonrisa.
-¿Me vas a contar cual era tu fantasía sexual?
-¿Ahora si quieres saberla?
-Puede-digo sonriéndole.
-Tengo muchas…pero una de ellas es hacerlo en la cocina-dice con un movimiento de cejas.
-¿Eso es porque es el único lugar de la casa donde no lo hemos hecho?-digo sonriéndole.
-Puede ser.
-Pues…quizás si me haces mañana la mejor cena del mundo puede que te de un buena recompensa.
-¿En serio? ¿Y Lanie?
-Yo me ocupo de ella.
-Entonces te haré la mejor cena del mundo-dice muy serio y seguro sacándome una sonrisa-¿Y tú fantasía?-dice con una sonrisa pícara.
-Esa la dejaremos para otra ocasión.
-Pero era la del club o mejor hacerlo en un baño público, no en un avión o…
-Déjalo ya ¿sí? Es hora de ir a dormir-digo levantándome.
-Voy al baño. Espérame en la cama.
-Está bien-digo dándole un beso antes de dejarlo ir.
Me tumbo en la cama y aunque tengo un sueño increíble, aguanto despierta hasta que lo veo acercarse solo con su bóxer puesto. Lo veo acercarse con una sonrisa y siento que me derrito por dentro. Se acerca y se sienta en la cama antes de meterse dentro y arroparnos a los dos.
-Vas a tener que pensar en traerte un pijama-digo sacándole una sonrisa.
-Este es mi pijama-dice tirando de mí hacia él, pero no tiene que tirar mucho, yo me voy encantada.
Me recuesto sobre él pegando mi cuerpo todo lo que puedo a su costado y su estómago como si fuera un koala agarrado a una rama de árbol. Beso suavemente su pecho desnudo y siento como el besa mi cabeza haciéndome cerrar los ojos.
-¿Has tenido alguna pareja seria?-pregunto de repente y lo veo removerse ¿incomodo?
-Solo una. Estuvimos un año juntos. Éramos demasiado jóvenes.
-¿Tenías tan pocas cosas en común con ella como nosotros?-digo con una sonrisa al ver que ya está más relajado.
-Pues la verdad es que si, ya te digo que me atraen las opuestas a mí-dice riéndose haciendo que su pecho se mueva y yo con él-¿Y tú?
-Solo una relación seria, estuvimos tres años juntos.
-¿Por qué se acabó?
-Porque me vine aquí. Aunque no creo que hubiera durado mucho más, la verdad-digo mirándole.
-¿Tenías cosas en común con él?
-Demasiadas, éramos muy iguales.
-Por eso no funciono-dice seguro haciéndome reír.
-¿Y a ti?
-Lo mío fue porque era un niño, lo de que éramos distintos no tuvo nada que ver-dice con una sonrisa sacándome a mi otra.
-Pero es que no tenemos nada en común, es raro-digo mirándole y lo veo ponerse serio.
-Yo sí creo que tenemos mucho en común, ambos luchamos por nuestros sueños, ambos venimos del mismo, lugar, la misma lengua-dice con una sonrisa sin duda recordando porque nos conocimos-ambos tenemos claro lo que queremos y no, ambos hemos tenido una infancia algo distinta al resto. Creo que tenemos muchas cosas en común, las más importantes, ¿Qué más da si prefiero vainilla, ciudad o perro? Eso es lo de menos.
-Tienes razón-digo abrazándole y pensando sobre todo en que eso da igual porque lo importante y lo que nos separa es eso que él dice que tenemos en común, nuestra lucha por cumplir nuestros sueños, esos sueños son los que acabaran por separarnos y no todo lo que no tenemos en común.
-Tienes que descansar.
-Si-digo abrazándome aún más a él-mañana creo que no voy a poder con el cuerpo.
-Pues descansa que mañana me toca hacer la cena a mí-dice sacándome una sonrisa.
-H-susurro sobre su pecho, dándole la siguiente letra y no sé si ha llegado a oírla cuando siento como los ojos se me cierran dejando todo negro a su paso.
CONTINUARÁ…
Bueno pues siguen conociéndose poco a poco, y eso hace que cada vez se gusten más, que cada vez quieran pasar más tiempo el uno con el otro, pero eso también puede tener una dura consecuencia, dolor, mucho dolor cuando la separación llegue.
Buen fin de semana XXOO
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Capítulo 19
Buenos días, sí, estamos aquí hoy también a pesar de que dije que no estaría. El motivo, mi mala cabeza. Llevo toda la semana intentando recordar el cumpleaños de una de vosotras, una que está ahí siempre dejando su maravilloso comentario que siempre me saca una sonrisa. Guiguita, perdón por mi mala cabeza aunque a ella tenéis que agradecerle este capítulo extra. Muchas felicidades (atrasadas) espero que hayas pasado un gran día, esta es mi pequeña aportación para ello. Disfruten todos del capítulo.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 19
POV RICK
Despierto al sentir como algo me hace cosquillas sobre mi pecho. Cuando abro los ojos siento un cuerpo caliente casi sobre el mío y un cosquilleo sobre mi pecho provocado por el movimiento de algo. Cuando soy consciente de donde estoy me doy cuenta de que es la mano de Kate la que se mueve despacio sobre mi pecho provocando ese cosquilleo.
-Estás despierta-digo casi sin ser capaz de abrir los ojos.
-Si, hace un rato.
-¿No estas cansada?
-Sí, pero la luz del sol no me deja dormir.
-Si quieres me levanto a cerrar las persianas.
-No, déjalo. De todas formas ya es bastante tarde. Nunca me he quedado hasta tan tarde.
-¿Qué hora es?
-Nueve y media.
-¿Nueve y media? Eso tampoco es tarde-digo cerrando los ojos sacándole una sonrisa.
-Otra cosa que no tenemos en común-dice riéndose.
Me giro para poder encararla y no puedo evitar sonreír cuando la veo, ¿Cómo puede ser tan hermosa hasta recién levantada? Aparto el pelo de su cara para poder mirarla mejor y coloco mi mano sobre su cintura levantando esa camiseta que usa para dormir, solo un poquito.
-Buenos días-digo sonriéndole mientras acerco mi boca a la suya dándonos un beso que sin duda nos deja a ambos con ganas de más.
-Deberíamos levantarnos.
-¿Para qué? Así estoy muy bien-digo abrazándome a ella mientras encierro mi cara en su cuello.
-Tengo que ir en unas horas a trabajar y quiero que hagamos algo, que aprovechemos el tiempo.
-Yo sé una manera de aprovechar el tiempo-digo con una sonrisa pícara sacándole una fuerte risa.
-Eso si te portas bien esta noche. Anda vamos-dice levantándose mientras yo me quedo en la cama unos minutos quejándome de que el día no pudiera tener más horas.
Salimos fuera a desayunar tras ducharnos y vestirnos sin dejar de darnos besos. Nunca antes había tenido una relación así con nadie en mi vida, era algo tan especial, que me costaba creer que estaba pasando, pero luego también pienso que esto está casi acabando y siento un nudo en el estómago. No quiero separarme de ella, no quiero, pero sé que ese momento va a llegar y no puedo hacer nada para evitarlo. ¿Puedo dejar de cumplir mi sueño por ella? ¿Puedo venirme lejos de lo que creo que es mi hogar por ella? No lo creo, no creo que sea capaz de hacerlo, quizás sea un cobarde, quizás lo sea.
-He encontrado algo que tenemos en común.
-¿Si?
-El café, nos gusta el café.
-Si bueno, me gusta. Pero tu eres adicta a el y a los helados no puedes negarlo.
-No lo niego-dice con esa sonrisa por la que pagaría por ver el resto de mi vida.
-Y yo soy adicto a ti, tampoco lo niego-digo haciéndola reír, pero entonces se pone seria.
-Ayer…ayer me dieron una buena noticia, por eso salimos a celebrar, aunque aún no hay mucho de lo que celebrar.
-¿Qué es esa buena noticia?
-Hay una plaza para restaurador en el museo. Es lo que siempre soñé.
-Entonces felicidades-digo con una sonrisa-sin duda lo vas a conseguir.
-No estés tan seguro, se presentaran muchos.
-Pero ninguno es mejor que tú.
-No lo sabes-dice mirándome sonrojada.
-Lo sé, has conseguido que este cazurro se fije en el arte.
-Tú eres un artista, no eres un cazurro.
-Tú que me miras con buenos ojos-digo con una sonrisa-lucha por ello y lo conseguirás, lo sé-digo sonriéndole y ella me sonríe mientras me agarra de la mano.
Acabamos de desayunar bastante tarde, pero me daba igual cuando el tiempo lo pasaba con ella. Pero se acercaba el momento de dejarla en su trabajo y eso hacía que me pusiera triste, no podía evitarlo. El tiempo que pasaba con ella me parecía increíble, pero luego cuando me quedaba solo, me sentía tan solo, caminando por un lugar que no era mi hogar, con gente que ni si quiera hablaban mi idioma y con los que no sentía esa conexión que con ella sentía. Pero a pesar de todo, merecía la pena la espera cuando volvía y la veía salir con esa sonrisa solo por verme.
La acompaño hacia su trabajo y una vez más me duele tener que dejarla allí. ¿Es tan complicado entender que quiero estar con ella todo el tiempo? Pero la vida no siempre puede ser perfecta, o al menos no conmigo.
-¿Nos vemos luego?
-Si claro.
-¿Qué vas a hacer?
-No lo sé, daré una vuelta por la ciudad, ya voy haciéndome con ella, ya no me pierdo tanto-digo sonriéndole.
-Toma-dice entregándome las llaves de su casa-si quieres puedes esperarme allí y así empezar con la cena.
-¿No quieres que venga a por ti?
-Claro que quiero-dice seria mirándome, sin duda preocupada por mi pregunta o por la forma en que la había hecho-solo quería adelantar las cosas para aprovechar mejor el tiempo.
-Está bien-digo sonriéndole.
-Solo espero que la cena merezca la pena si no…
-Merecerá la pena-digo agarrándola por la cintura con una sonrisa.
-Está bien-dice dándome un beso en los labios-disfruta tu que puedes-dice con una sonrisa caminando hacia la entrada y yo me quedo allí parado viendo cómo se aleja poco a poco de mí.
Voy a comprar algunas cosas para preparar la cena y luego vuelvo a casa de Kate. Sé que voy a estar solo pero eso no hace que me sienta menos invasivo. Es la casa de Kate y Lanie y estar aquí a solas no hace que me sienta muy bien, pero no puedo pensar mucho en eso cuando suena mi nuevo teléfono.
-¿Si?
-Hola hijo. ¿Qué tal?
-Bien madre.
-Ya queda poco para que vuelvas. No echas de menos esto.
-Claro que si madre.
-Entonces ¿Por qué no te vienes antes? Puedes adelantar el viaje y venirte mañana.
-¿Te lo ha dicho Gina?
-Bueno puede que haya hablado con ella.
-Madre ya le dije que necesitaba este tiempo. Incluso he pensado que quizás pueda cogerme algún día más-digo cuando veo una foto de Kate sonriendo mientras tira la moneda a la Fontana, y me doy cuenta de que no quiero que llegue el momento de irme.
-Cariño, sabes que no puedes. Gina se cabrearía muchísimo contigo. Tienes un contrato que debes cumplir.
-Lo sé, lo sé-digo sin poder evitar sentir la tristeza que se me cae encima solo con pensarlo.
-Cariño tu sueño te está esperando, y la espléndida de tu madre-dice sacándome una sonrisa.
-Lo sé madre, yo también te echo de menos.
-¿Qué estás haciendo?
-Estoy preparando la cena.
-¿Preparando la cena?
-Si para una amiga que he conocido y…-me doy cuenta de que me estoy metiendo en un lio.
-¿Has conocido una chica? ¿Es guapa? Seguro que si porque tienes buen gusto como tu madre.
-Por eso estamos solos-digo riéndome.
-No seas malo. ¿Qué le vas a hacer?
-La lasaña que me enseñaste.
-¿La lasaña de la abuela?
-Si.
-¿En Italia? ¿No es un poco osado?
-No sé, quizás sea mejor hacer otra cosa o…
-Lo harás bien hijo, todo lo haces bien.
-No te creas.
-Sí, ya lo verás. Solo sé tú mismo y seguro que la conquistas.
-¿Quién te ha dicho que quiera conquistarla?
-Vas a hacerle la cena hijo, con eso lo dices todo.
-¿Y quién dice que no la tenga ya conquistada?-digo sonriendo.
-Tampoco me extrañaría. Pero sabes que tienes que venirte ¿no? ¿No va a ser complicado?
-Ya lo es. Pero alguien me digo una vez que quien no arriesga no gana-digo recordando esa charla con mi madre el día en que fui por primera vez a entregar mi libro, y aunque me lo echaron para atrás, ella fue la que me animo para continuar, y gracias a eso ahora mismo estoy a nada de conseguirlo, de tenerlo entre mis manos.
-Te he enseñado bien. Disfruta de tu noche y de lo poco que te queda.
-Cuando quieras darte cuenta estaré allí de nuevo-digo con una sonrisa triste, porque así era, solo me quedaba el día de mañana para disfrutarlo y esta noche. Luego tocará despedirse y volver a casa, toda una locura.
-Te espero cariño, pásalo bien.
-Lo haré, gracias madre-digo colgando el teléfono y pensando en lo que me espera a partir de ahora, pero sobre todo pienso en lo que dejo aquí, a Kate, mi Kate. No quiero olvidarme de ella, no quiero olvidar ni un solo minuto de lo que hemos vivido juntos, pero ¿Cómo voy a olvidarme de ella? Es imposible, sería un pecado hacerlo. Y pase lo que pase, sé que nunca en mi vida, me arrepentiré de estos días, nunca.
Dejo el móvil a un lado, me coloco el mandil y me pongo manos a la obra con la cena, se merece la mejor cena posible, se merece una noche inolvidable, y pienso ocuparme de ello.
CONTINUARÁ…
Ahora sí, que disfrutéis de lo que queda de fin de semana y nos vemos el lunes para empezar la semana con buen pie. Ya queda muy poco para la despedida, ¿o no? bueno para eso tenéis que seguir leyendo. Gracias por seguir y de nuevo FELICIDADES!!
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 19
POV RICK
Despierto al sentir como algo me hace cosquillas sobre mi pecho. Cuando abro los ojos siento un cuerpo caliente casi sobre el mío y un cosquilleo sobre mi pecho provocado por el movimiento de algo. Cuando soy consciente de donde estoy me doy cuenta de que es la mano de Kate la que se mueve despacio sobre mi pecho provocando ese cosquilleo.
-Estás despierta-digo casi sin ser capaz de abrir los ojos.
-Si, hace un rato.
-¿No estas cansada?
-Sí, pero la luz del sol no me deja dormir.
-Si quieres me levanto a cerrar las persianas.
-No, déjalo. De todas formas ya es bastante tarde. Nunca me he quedado hasta tan tarde.
-¿Qué hora es?
-Nueve y media.
-¿Nueve y media? Eso tampoco es tarde-digo cerrando los ojos sacándole una sonrisa.
-Otra cosa que no tenemos en común-dice riéndose.
Me giro para poder encararla y no puedo evitar sonreír cuando la veo, ¿Cómo puede ser tan hermosa hasta recién levantada? Aparto el pelo de su cara para poder mirarla mejor y coloco mi mano sobre su cintura levantando esa camiseta que usa para dormir, solo un poquito.
-Buenos días-digo sonriéndole mientras acerco mi boca a la suya dándonos un beso que sin duda nos deja a ambos con ganas de más.
-Deberíamos levantarnos.
-¿Para qué? Así estoy muy bien-digo abrazándome a ella mientras encierro mi cara en su cuello.
-Tengo que ir en unas horas a trabajar y quiero que hagamos algo, que aprovechemos el tiempo.
-Yo sé una manera de aprovechar el tiempo-digo con una sonrisa pícara sacándole una fuerte risa.
-Eso si te portas bien esta noche. Anda vamos-dice levantándose mientras yo me quedo en la cama unos minutos quejándome de que el día no pudiera tener más horas.
Salimos fuera a desayunar tras ducharnos y vestirnos sin dejar de darnos besos. Nunca antes había tenido una relación así con nadie en mi vida, era algo tan especial, que me costaba creer que estaba pasando, pero luego también pienso que esto está casi acabando y siento un nudo en el estómago. No quiero separarme de ella, no quiero, pero sé que ese momento va a llegar y no puedo hacer nada para evitarlo. ¿Puedo dejar de cumplir mi sueño por ella? ¿Puedo venirme lejos de lo que creo que es mi hogar por ella? No lo creo, no creo que sea capaz de hacerlo, quizás sea un cobarde, quizás lo sea.
-He encontrado algo que tenemos en común.
-¿Si?
-El café, nos gusta el café.
-Si bueno, me gusta. Pero tu eres adicta a el y a los helados no puedes negarlo.
-No lo niego-dice con esa sonrisa por la que pagaría por ver el resto de mi vida.
-Y yo soy adicto a ti, tampoco lo niego-digo haciéndola reír, pero entonces se pone seria.
-Ayer…ayer me dieron una buena noticia, por eso salimos a celebrar, aunque aún no hay mucho de lo que celebrar.
-¿Qué es esa buena noticia?
-Hay una plaza para restaurador en el museo. Es lo que siempre soñé.
-Entonces felicidades-digo con una sonrisa-sin duda lo vas a conseguir.
-No estés tan seguro, se presentaran muchos.
-Pero ninguno es mejor que tú.
-No lo sabes-dice mirándome sonrojada.
-Lo sé, has conseguido que este cazurro se fije en el arte.
-Tú eres un artista, no eres un cazurro.
-Tú que me miras con buenos ojos-digo con una sonrisa-lucha por ello y lo conseguirás, lo sé-digo sonriéndole y ella me sonríe mientras me agarra de la mano.
Acabamos de desayunar bastante tarde, pero me daba igual cuando el tiempo lo pasaba con ella. Pero se acercaba el momento de dejarla en su trabajo y eso hacía que me pusiera triste, no podía evitarlo. El tiempo que pasaba con ella me parecía increíble, pero luego cuando me quedaba solo, me sentía tan solo, caminando por un lugar que no era mi hogar, con gente que ni si quiera hablaban mi idioma y con los que no sentía esa conexión que con ella sentía. Pero a pesar de todo, merecía la pena la espera cuando volvía y la veía salir con esa sonrisa solo por verme.
La acompaño hacia su trabajo y una vez más me duele tener que dejarla allí. ¿Es tan complicado entender que quiero estar con ella todo el tiempo? Pero la vida no siempre puede ser perfecta, o al menos no conmigo.
-¿Nos vemos luego?
-Si claro.
-¿Qué vas a hacer?
-No lo sé, daré una vuelta por la ciudad, ya voy haciéndome con ella, ya no me pierdo tanto-digo sonriéndole.
-Toma-dice entregándome las llaves de su casa-si quieres puedes esperarme allí y así empezar con la cena.
-¿No quieres que venga a por ti?
-Claro que quiero-dice seria mirándome, sin duda preocupada por mi pregunta o por la forma en que la había hecho-solo quería adelantar las cosas para aprovechar mejor el tiempo.
-Está bien-digo sonriéndole.
-Solo espero que la cena merezca la pena si no…
-Merecerá la pena-digo agarrándola por la cintura con una sonrisa.
-Está bien-dice dándome un beso en los labios-disfruta tu que puedes-dice con una sonrisa caminando hacia la entrada y yo me quedo allí parado viendo cómo se aleja poco a poco de mí.
Voy a comprar algunas cosas para preparar la cena y luego vuelvo a casa de Kate. Sé que voy a estar solo pero eso no hace que me sienta menos invasivo. Es la casa de Kate y Lanie y estar aquí a solas no hace que me sienta muy bien, pero no puedo pensar mucho en eso cuando suena mi nuevo teléfono.
-¿Si?
-Hola hijo. ¿Qué tal?
-Bien madre.
-Ya queda poco para que vuelvas. No echas de menos esto.
-Claro que si madre.
-Entonces ¿Por qué no te vienes antes? Puedes adelantar el viaje y venirte mañana.
-¿Te lo ha dicho Gina?
-Bueno puede que haya hablado con ella.
-Madre ya le dije que necesitaba este tiempo. Incluso he pensado que quizás pueda cogerme algún día más-digo cuando veo una foto de Kate sonriendo mientras tira la moneda a la Fontana, y me doy cuenta de que no quiero que llegue el momento de irme.
-Cariño, sabes que no puedes. Gina se cabrearía muchísimo contigo. Tienes un contrato que debes cumplir.
-Lo sé, lo sé-digo sin poder evitar sentir la tristeza que se me cae encima solo con pensarlo.
-Cariño tu sueño te está esperando, y la espléndida de tu madre-dice sacándome una sonrisa.
-Lo sé madre, yo también te echo de menos.
-¿Qué estás haciendo?
-Estoy preparando la cena.
-¿Preparando la cena?
-Si para una amiga que he conocido y…-me doy cuenta de que me estoy metiendo en un lio.
-¿Has conocido una chica? ¿Es guapa? Seguro que si porque tienes buen gusto como tu madre.
-Por eso estamos solos-digo riéndome.
-No seas malo. ¿Qué le vas a hacer?
-La lasaña que me enseñaste.
-¿La lasaña de la abuela?
-Si.
-¿En Italia? ¿No es un poco osado?
-No sé, quizás sea mejor hacer otra cosa o…
-Lo harás bien hijo, todo lo haces bien.
-No te creas.
-Sí, ya lo verás. Solo sé tú mismo y seguro que la conquistas.
-¿Quién te ha dicho que quiera conquistarla?
-Vas a hacerle la cena hijo, con eso lo dices todo.
-¿Y quién dice que no la tenga ya conquistada?-digo sonriendo.
-Tampoco me extrañaría. Pero sabes que tienes que venirte ¿no? ¿No va a ser complicado?
-Ya lo es. Pero alguien me digo una vez que quien no arriesga no gana-digo recordando esa charla con mi madre el día en que fui por primera vez a entregar mi libro, y aunque me lo echaron para atrás, ella fue la que me animo para continuar, y gracias a eso ahora mismo estoy a nada de conseguirlo, de tenerlo entre mis manos.
-Te he enseñado bien. Disfruta de tu noche y de lo poco que te queda.
-Cuando quieras darte cuenta estaré allí de nuevo-digo con una sonrisa triste, porque así era, solo me quedaba el día de mañana para disfrutarlo y esta noche. Luego tocará despedirse y volver a casa, toda una locura.
-Te espero cariño, pásalo bien.
-Lo haré, gracias madre-digo colgando el teléfono y pensando en lo que me espera a partir de ahora, pero sobre todo pienso en lo que dejo aquí, a Kate, mi Kate. No quiero olvidarme de ella, no quiero olvidar ni un solo minuto de lo que hemos vivido juntos, pero ¿Cómo voy a olvidarme de ella? Es imposible, sería un pecado hacerlo. Y pase lo que pase, sé que nunca en mi vida, me arrepentiré de estos días, nunca.
Dejo el móvil a un lado, me coloco el mandil y me pongo manos a la obra con la cena, se merece la mejor cena posible, se merece una noche inolvidable, y pienso ocuparme de ello.
CONTINUARÁ…
Ahora sí, que disfrutéis de lo que queda de fin de semana y nos vemos el lunes para empezar la semana con buen pie. Ya queda muy poco para la despedida, ¿o no? bueno para eso tenéis que seguir leyendo. Gracias por seguir y de nuevo FELICIDADES!!
XXOO
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 20
Buenos días, empezamos una semana más, con poca fuerza y sin muy buen humor pero nada me va a impedir que suba. Gracias a vosotros por seguir ahí.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 20
POV KATE
Salgo del trabajo y cuando miro el móvil tengo un mensaje de él, cuando lo abro no puedo evitar reírme. Me ha enviado una foto de el con el delantal de Lanie y estaba muy gracioso. Con la foto iba un pequeño mensaje escrito.
Te estoy esperando
Me guardo el móvil me coloco bien el bolso para poder irme y busco a Lanie con la mirada para recordarle que necesito la casa para mi sola. No la veo por ningún lado, pero entonces me sobresalto cuando oigo a alguien a mi espalda.
-Hola.
-Hola Francesco-digo con una sonrisa tras recuperarme del susto.
-Ha sido un buen día.
-Si lo ha sido-digo con una sonrisa pero no puedo evitar mirar el reloj.
-Solo quería decirte que ya hay fecha para que salga la plaza. El lunes que viene estará, espero que lo estés preparándotelo ya-dice con una sonrisa y me doy cuenta de que tengo una ventaja que no estoy aprovechando, pero ahora mismo no puedo dejar de pensar en Rick.
-Si claro, gracias por avisarme.
-¿Quieres que te ayude a prepararlo? Podemos tomar algo y…
-Lo siento Francesco, hoy he quedado. ¿Otro día?-digo sonriendo.
-Claro, cuando quieras-dice con una sonrisa y casi salgo corriendo para que nada me retrase aún más. Entonces, es cuando veo a Lanie hablando con un tío. Le hago un gesto con la mano y enseguida se acerca.
-Hola, ¿Qué hablabas con Francesco?
-Am, sobre la plaza.
-Am. ¿Qué haces aquí todavía?
-Buscándote para ver si no se te había olvidado…
-Lo de tú y tu chico haciendo…
-Lanie.
-No lo he olvidado. En realidad yo también tengo una cita-dice con una sonrisa.
-¿Es el chico de ayer?
-Sí, ¿A que es mono?
-No está mal. Bueno te dejo, ya voy tarde y no quiero que se me enfrié la comida.
-Mejor que se enfrié la comida y empezar por el postre-dice con un movimiento de cejas haciéndome reír.
-Eres un caso, gracias por esto.
-Ya sabes que algún día me lo deberás, ahora disfruta amiga.
-Lo haré-digo con una sonrisa casi corriendo para coger el próximo metro que me lleve hacia él, hacia esta noche especial, la penúltima antes de tener que despedirnos, y sí, me daba miedo, mucho miedo, pero no iba a pensar en ello, no, iba a disfrutarla como si fuera la última.
El viaje se me hace demasiado largo hasta que veo la puerta de mi casa. Busco mis llaves para entrar hasta que recuerdo que se las di a él para que pudiera entrar. Camino de nuevo hacia el ascensor me miro en el espejo para intentar estar más o menos aceptable. Cuando lo consigo vuelvo hacia la puerta y doy en la puerta.
Cuando abre la puerta tiene el delantal puesto, pero no puedo fijarme en eso cuando la sonrisa es el centro de todo, y también su pelo, ese flequillo suyo que cae por la frente sin duda cansado de tanto control.
-Hola-dice sonriéndome y no puedo evitar ponerme nerviosa, creo que eso es lo que hace que esto que tengo con él sea especial, sigo poniéndome nerviosa, y sé que si esto siguiera, seguiría poniéndome nerviosa. Es eso lo que me da vida, hace que mi vida sea menos monótona, pero eso me gusta, por eso no puedo evitar querer estar con él y pensar en todo momento en que si esto se acaba, estaré perdiéndome algo grande, algo muy grande.
-Hola-digo por fin consiguiendo hablar y él se hace a un lado para dejarme pasar.
-¿Estás cansada?
-Un poco.
-¿Por qué no te tomas un baño mientras yo me ocupo de acabar la cena?-dice ayudándome a recoger la chaqueta para dejarla colgada en la percha de la entrada.
-Es buena idea.
-Tómatelo con calma. Disfruta del baño ¿sí?-dice acompañándome hacia el baño, pero cuando abre la puerta no puedo creerme lo que me encuentro. Tiene todo lleno de pétalos de flores y velas. La bañera está llena de agua y tiene sales de baños dentro. Huele increíble.
-Esto…-digo tragando saliva.
-Solo faltas tú-dice en mi oído sacándome un amplia sonrisa.
Me giro encarándole y con una sonrisa lo agarro por el cuello y lo beso en los labios, ojala se quedara conmigo para aprovechar juntos el baño, pero espero que si en esta ocasión no se puede algún día lo hagamos.
-Gracias por esto.
-Relájate, disfruta de esto y nos vemos en un rato ¿sí?-dice con una sonrisa besándome de nuevo y girándome para que me enfrente a la bañera, lo veo enredar en el móvil y entonces sale una música de él.-Ahora si es perfecto-dice con una sonrisa cerrando la puerta al salir y dejándome con una sonrisa tan amplia que no recuerdo alguna vez en la que haya sonreído más en mi vida.
Me quito la ropa y me meto en la bañera y siento como mis músculos empiezan a relajarse solo con sentir el agua caliente sobre mi cuerpo cansado. Mis músculos empiezan a relajarse, a quitarse esos nudos por el cansancio del día. Necesitaba esto, y como no, él lo sabía, siempre sabía lo que necesitaba.
Disfruto del baño como hacía mucho que no lo hacía. Cierro los ojos y me lo imagino aquí conmigo, sin duda es algo que me gustaría aprovechar con él, un buen baño caliente, solos y relajados, el sexo podría venir luego, pero no me refería eso, si no a la tranquilidad, y relajación que sentía yo ahora mismo.
Cuando siento como el agua empieza a enfriarse y mi piel empieza a arrugarse, sé que ha llegado el momento de levantarme y salir ya. Me seco rápidamente y me echo crema por el cuerpo antes de vestirme para poder salir a buscarlo.
Apago las velas me pongo ropa cómoda y salgo del baño como nueva, sin duda me había venido muy bien el baño. Cuando salgo lo encuentro en la cocina dándole los últimos toques a la cena.
-¿Ya has salido? Justo a tiempo, esto está de muerte.
-Habrá que probarlo para saberlo.
-Pues no esperemos más.
Nos sentamos a comer, me y sorprende que haya elegido lasaña, pensé que prepararía algo de nuestro ciudad, de nuestra gastronomía, pero más me sorprende al probarla y ver que estaba buenísima, de las mejores que había probado en mi vida.
-Esto está buenísimo.
-¿Si?-dice casi con miedo de que no fuera a gustarme.
-¿Lo dudas?
-No, claro que no-dice ya más seguro-te dije que te chuparías los dedos-dice con una sonrisa-es receta de familia, si te portas bien algún día te la doy.
-Eso espero-digo sonriéndole hasta de volver a comer porque estaba de lujo y no pensaba esperar a que se me enfriara.
Cuando acabamos de comer Rick se va a recoger las cosas y yo me quedo allí mirándole desde la espalda, y entonces no pude resistirme más, iba a cumplir una de sus fantasías, y porque no, también la mía.
Me acerco por su espalda y no puedo evitar pasar mi mano por su pelo haciendo que agache la cabeza ante mi contacto, me acerco un poco más y beso su espalda sobre su camiseta.
Se gira para encararme y me mira con esos ojos azules suyos, pero muchos más oscuros que hacen que mis piernas ya empiecen a temblar por lo que va a venir.
Le quito el delantal sin dejar de mirarlo y después poco a poco empiezo a desvestirlo hasta que lo dejo completamente desnudo. Me acerco a él para besarlo con ganas, con todo el deseo que recorre mi cuerpo cada vez que está cerca, cada vez que me toca o me mira así tan intensamente.
Me separo y sin dejar de mirarlo me agacho despacio hasta quedar de rodillas delante de él y entonces agarro su erección con mis manos y lo siento temblar. Me acerco con una sonrisa y sin dejar de mirarlo cubro su erección con mi boca y empiezo a moverlo dentro y fuera consiguiendo sacar de él todo tipo de improperios. Siento que le gusta cuando clava su mano en mi cabeza premiándome a que siguiera. Me agarro a su cadera y empiezo a moverme más rápido hasta que siento como su mano se enreda en mi pelo y lo escucho gritar.
-Para, para…
-¿Qué?-digo con una sonrisa mirándole.
-Quiero estar dentro de ti-dice mirándome con los ojos completamente negros y me levanta del suelo con cuidado y me besa con ganas haciendo que mis piernas vuelvan a temblar y les cueste mantenerse en pie. Me quita la bata y después se deshace de la camiseta que uso para dormir dejándome completamente desnuda-no llevas ropa interior-dice mirándome con una sonrisa.
-Así es más fácil-digo sonriéndole y sacándole un gruñido de su cuerpo.
Me sube sobre la encimera y va bajando por mi cuerpo dejando pequeño besos allí por donde va pasando. Luego se detiene allí, donde más lo necesito, y cuando su lengua entra en contacto con mi clítoris no puedo evitar gritar y coloca mi mano sobre su cabeza, lo quiero hay, quiero que me lleve al límite una y otra vez hasta gritar su nombre.
Cuando siento como el calor sube y baja por mi cuerpo centrándose todo en el mismo lugar, haciendo que me sienta como en una nube. Y entonces lo veo levantarse y maldijo por haberse movido, por desaparecer de donde más lo necesito. Pero entonces tira de mi cuerpo más hacia fuera y me abraza por la cintura antes de penetrarme haciéndome gemir como nunca en mi vida. Me sentía tan encendida que creía que iba a arder en cualquier momento.
Nos movemos a la par descontrolados, dejándonos llevar por la pasión. Nos besábamos descontrolados, respiramos el aire del otro, temblábamos el uno al lado del otro y entonces siento como ambos nos tensamos a la vez y entonces siento como llego al orgasmo y grito su nombre. Siento que sale de mi interior y entonces lo oigo a él también gritar mi nombre mientras se corre fuera dejándose caer sobre mi cuerpo, completamente agotado.
-T-susurro con una sonrisa en su oído y lo oigo reír, porque sabe a qué me refiero pero no esperaba que saliera con eso y la verdad es que yo tampoco, solo me ha salido así.
-Será mejor que vayamos a lavarnos-dice con una sonrisa besándome tiernamente.
-Si será mejor-digo agarrándome a su mano para que me ayudara a bajarme y así agarrados y con sonrisas en la cara nos vamos hacia el baño para seguir con la noche, sin importarme nada tener que madrugar mañana, no cuando ya solo quedaba un día, un maldito día para que este sueño se acabara.
CONTINUARÁ…
Bueno pues están disfrutando todo lo que pueden estas últimas horas, pero todo lo bueno acaba, veremos el miércoles como pasan las últimas horas juntos.
XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 20
POV KATE
Salgo del trabajo y cuando miro el móvil tengo un mensaje de él, cuando lo abro no puedo evitar reírme. Me ha enviado una foto de el con el delantal de Lanie y estaba muy gracioso. Con la foto iba un pequeño mensaje escrito.
Te estoy esperando
Me guardo el móvil me coloco bien el bolso para poder irme y busco a Lanie con la mirada para recordarle que necesito la casa para mi sola. No la veo por ningún lado, pero entonces me sobresalto cuando oigo a alguien a mi espalda.
-Hola.
-Hola Francesco-digo con una sonrisa tras recuperarme del susto.
-Ha sido un buen día.
-Si lo ha sido-digo con una sonrisa pero no puedo evitar mirar el reloj.
-Solo quería decirte que ya hay fecha para que salga la plaza. El lunes que viene estará, espero que lo estés preparándotelo ya-dice con una sonrisa y me doy cuenta de que tengo una ventaja que no estoy aprovechando, pero ahora mismo no puedo dejar de pensar en Rick.
-Si claro, gracias por avisarme.
-¿Quieres que te ayude a prepararlo? Podemos tomar algo y…
-Lo siento Francesco, hoy he quedado. ¿Otro día?-digo sonriendo.
-Claro, cuando quieras-dice con una sonrisa y casi salgo corriendo para que nada me retrase aún más. Entonces, es cuando veo a Lanie hablando con un tío. Le hago un gesto con la mano y enseguida se acerca.
-Hola, ¿Qué hablabas con Francesco?
-Am, sobre la plaza.
-Am. ¿Qué haces aquí todavía?
-Buscándote para ver si no se te había olvidado…
-Lo de tú y tu chico haciendo…
-Lanie.
-No lo he olvidado. En realidad yo también tengo una cita-dice con una sonrisa.
-¿Es el chico de ayer?
-Sí, ¿A que es mono?
-No está mal. Bueno te dejo, ya voy tarde y no quiero que se me enfrié la comida.
-Mejor que se enfrié la comida y empezar por el postre-dice con un movimiento de cejas haciéndome reír.
-Eres un caso, gracias por esto.
-Ya sabes que algún día me lo deberás, ahora disfruta amiga.
-Lo haré-digo con una sonrisa casi corriendo para coger el próximo metro que me lleve hacia él, hacia esta noche especial, la penúltima antes de tener que despedirnos, y sí, me daba miedo, mucho miedo, pero no iba a pensar en ello, no, iba a disfrutarla como si fuera la última.
El viaje se me hace demasiado largo hasta que veo la puerta de mi casa. Busco mis llaves para entrar hasta que recuerdo que se las di a él para que pudiera entrar. Camino de nuevo hacia el ascensor me miro en el espejo para intentar estar más o menos aceptable. Cuando lo consigo vuelvo hacia la puerta y doy en la puerta.
Cuando abre la puerta tiene el delantal puesto, pero no puedo fijarme en eso cuando la sonrisa es el centro de todo, y también su pelo, ese flequillo suyo que cae por la frente sin duda cansado de tanto control.
-Hola-dice sonriéndome y no puedo evitar ponerme nerviosa, creo que eso es lo que hace que esto que tengo con él sea especial, sigo poniéndome nerviosa, y sé que si esto siguiera, seguiría poniéndome nerviosa. Es eso lo que me da vida, hace que mi vida sea menos monótona, pero eso me gusta, por eso no puedo evitar querer estar con él y pensar en todo momento en que si esto se acaba, estaré perdiéndome algo grande, algo muy grande.
-Hola-digo por fin consiguiendo hablar y él se hace a un lado para dejarme pasar.
-¿Estás cansada?
-Un poco.
-¿Por qué no te tomas un baño mientras yo me ocupo de acabar la cena?-dice ayudándome a recoger la chaqueta para dejarla colgada en la percha de la entrada.
-Es buena idea.
-Tómatelo con calma. Disfruta del baño ¿sí?-dice acompañándome hacia el baño, pero cuando abre la puerta no puedo creerme lo que me encuentro. Tiene todo lleno de pétalos de flores y velas. La bañera está llena de agua y tiene sales de baños dentro. Huele increíble.
-Esto…-digo tragando saliva.
-Solo faltas tú-dice en mi oído sacándome un amplia sonrisa.
Me giro encarándole y con una sonrisa lo agarro por el cuello y lo beso en los labios, ojala se quedara conmigo para aprovechar juntos el baño, pero espero que si en esta ocasión no se puede algún día lo hagamos.
-Gracias por esto.
-Relájate, disfruta de esto y nos vemos en un rato ¿sí?-dice con una sonrisa besándome de nuevo y girándome para que me enfrente a la bañera, lo veo enredar en el móvil y entonces sale una música de él.-Ahora si es perfecto-dice con una sonrisa cerrando la puerta al salir y dejándome con una sonrisa tan amplia que no recuerdo alguna vez en la que haya sonreído más en mi vida.
Me quito la ropa y me meto en la bañera y siento como mis músculos empiezan a relajarse solo con sentir el agua caliente sobre mi cuerpo cansado. Mis músculos empiezan a relajarse, a quitarse esos nudos por el cansancio del día. Necesitaba esto, y como no, él lo sabía, siempre sabía lo que necesitaba.
Disfruto del baño como hacía mucho que no lo hacía. Cierro los ojos y me lo imagino aquí conmigo, sin duda es algo que me gustaría aprovechar con él, un buen baño caliente, solos y relajados, el sexo podría venir luego, pero no me refería eso, si no a la tranquilidad, y relajación que sentía yo ahora mismo.
Cuando siento como el agua empieza a enfriarse y mi piel empieza a arrugarse, sé que ha llegado el momento de levantarme y salir ya. Me seco rápidamente y me echo crema por el cuerpo antes de vestirme para poder salir a buscarlo.
Apago las velas me pongo ropa cómoda y salgo del baño como nueva, sin duda me había venido muy bien el baño. Cuando salgo lo encuentro en la cocina dándole los últimos toques a la cena.
-¿Ya has salido? Justo a tiempo, esto está de muerte.
-Habrá que probarlo para saberlo.
-Pues no esperemos más.
Nos sentamos a comer, me y sorprende que haya elegido lasaña, pensé que prepararía algo de nuestro ciudad, de nuestra gastronomía, pero más me sorprende al probarla y ver que estaba buenísima, de las mejores que había probado en mi vida.
-Esto está buenísimo.
-¿Si?-dice casi con miedo de que no fuera a gustarme.
-¿Lo dudas?
-No, claro que no-dice ya más seguro-te dije que te chuparías los dedos-dice con una sonrisa-es receta de familia, si te portas bien algún día te la doy.
-Eso espero-digo sonriéndole hasta de volver a comer porque estaba de lujo y no pensaba esperar a que se me enfriara.
Cuando acabamos de comer Rick se va a recoger las cosas y yo me quedo allí mirándole desde la espalda, y entonces no pude resistirme más, iba a cumplir una de sus fantasías, y porque no, también la mía.
Me acerco por su espalda y no puedo evitar pasar mi mano por su pelo haciendo que agache la cabeza ante mi contacto, me acerco un poco más y beso su espalda sobre su camiseta.
Se gira para encararme y me mira con esos ojos azules suyos, pero muchos más oscuros que hacen que mis piernas ya empiecen a temblar por lo que va a venir.
Le quito el delantal sin dejar de mirarlo y después poco a poco empiezo a desvestirlo hasta que lo dejo completamente desnudo. Me acerco a él para besarlo con ganas, con todo el deseo que recorre mi cuerpo cada vez que está cerca, cada vez que me toca o me mira así tan intensamente.
Me separo y sin dejar de mirarlo me agacho despacio hasta quedar de rodillas delante de él y entonces agarro su erección con mis manos y lo siento temblar. Me acerco con una sonrisa y sin dejar de mirarlo cubro su erección con mi boca y empiezo a moverlo dentro y fuera consiguiendo sacar de él todo tipo de improperios. Siento que le gusta cuando clava su mano en mi cabeza premiándome a que siguiera. Me agarro a su cadera y empiezo a moverme más rápido hasta que siento como su mano se enreda en mi pelo y lo escucho gritar.
-Para, para…
-¿Qué?-digo con una sonrisa mirándole.
-Quiero estar dentro de ti-dice mirándome con los ojos completamente negros y me levanta del suelo con cuidado y me besa con ganas haciendo que mis piernas vuelvan a temblar y les cueste mantenerse en pie. Me quita la bata y después se deshace de la camiseta que uso para dormir dejándome completamente desnuda-no llevas ropa interior-dice mirándome con una sonrisa.
-Así es más fácil-digo sonriéndole y sacándole un gruñido de su cuerpo.
Me sube sobre la encimera y va bajando por mi cuerpo dejando pequeño besos allí por donde va pasando. Luego se detiene allí, donde más lo necesito, y cuando su lengua entra en contacto con mi clítoris no puedo evitar gritar y coloca mi mano sobre su cabeza, lo quiero hay, quiero que me lleve al límite una y otra vez hasta gritar su nombre.
Cuando siento como el calor sube y baja por mi cuerpo centrándose todo en el mismo lugar, haciendo que me sienta como en una nube. Y entonces lo veo levantarse y maldijo por haberse movido, por desaparecer de donde más lo necesito. Pero entonces tira de mi cuerpo más hacia fuera y me abraza por la cintura antes de penetrarme haciéndome gemir como nunca en mi vida. Me sentía tan encendida que creía que iba a arder en cualquier momento.
Nos movemos a la par descontrolados, dejándonos llevar por la pasión. Nos besábamos descontrolados, respiramos el aire del otro, temblábamos el uno al lado del otro y entonces siento como ambos nos tensamos a la vez y entonces siento como llego al orgasmo y grito su nombre. Siento que sale de mi interior y entonces lo oigo a él también gritar mi nombre mientras se corre fuera dejándose caer sobre mi cuerpo, completamente agotado.
-T-susurro con una sonrisa en su oído y lo oigo reír, porque sabe a qué me refiero pero no esperaba que saliera con eso y la verdad es que yo tampoco, solo me ha salido así.
-Será mejor que vayamos a lavarnos-dice con una sonrisa besándome tiernamente.
-Si será mejor-digo agarrándome a su mano para que me ayudara a bajarme y así agarrados y con sonrisas en la cara nos vamos hacia el baño para seguir con la noche, sin importarme nada tener que madrugar mañana, no cuando ya solo quedaba un día, un maldito día para que este sueño se acabara.
CONTINUARÁ…
Bueno pues están disfrutando todo lo que pueden estas últimas horas, pero todo lo bueno acaba, veremos el miércoles como pasan las últimas horas juntos.
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 21
Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo. Siento la tardanza pero no he podido subirlo antes. Gracias a todos de nuevo por seguir ahí. Estoy escribiendo nueva historia como ya os informe y espero ir mejorando en cuanto a la rapidez de escritura pero por ahora no me voy a quejar. Pues bien, os dejo con el título: La pensión.
Que, ¿a que no os dice nada? Jaja, tendréis que esperar un poco más para un resumen, de momento aún queda muchísimo de esta historia que está recién empezando. Disfruten del capítulo.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 21
POV RICK
Me levanto a su lado, quizás sea la ultima o quizás la penúltima pero siento un nudo en el estomago. Aprovecho para mirarla mientras esta dormida, intentando memorizar cada parte de su cuerpo, cada gesto, el tacto de su piel, su mirada, su sabor, quiero recordar todo, no quiero olvidarme de nada.
Aparto su pelo de la cara para poder mirarla mejor, la veo removerse un poco y sonrió al verla refunfuñada, pero no quiero que se despierte, no quiero porque pienso que eso significa que ha llegado el momento de irse y no quiero, no quiero que se levante, no quiero separarme de ella. Pero entonces abre los ojos despacio y me mira formándose una sonrisa en su cara.
-¿Qué hora es?
-Aún no ha salido el sol-digo sonriéndole.
-¿Qué haces despierto?
-No era capaz de dormir-digo besando su nariz haciendo que cierre los ojos con una sonrisa.
-¿No estás cansado?
-Un poco-digo sonriendo-aunque no lo suficiente como para no repetir-digo haciéndole reír.
-No puedo creerlo, estoy que me caigo de sueño-dice con una sonrisa.
-Pues descansa, yo cuido tu sueño-digo sonriéndole mientras acaricio despacio su cintura.
Se mueve un poco más pegándose aún más a mí y me besa el pecho desnudo mientras me aprieta con fuerza.
-Esto llega a su fin-dice a media voz casi más para ella que para mí, y me doy cuenta de que no soy el único que le estoy dando vueltas a todo-ojala todo fuera distinto.
-Ojala-digo suspirando.
-No quiero pensar en ello, pero no puedo evitarlo.
-Yo tampoco, cuando te conocí me pareciste mi salvación-digo haciéndonos reír a los dos-aun lo pienso, pero de forma distinta. No puedo dejar de pensar en que puede que esté perdiendo la oportunidad de mi vida para tener una pareja de verdad.
-Rick…
-Lo siento, no tenía que haberlo dicho.
-No…yo a veces también lo pienso-dice colocándose de la misma manera para poder mirarme-pero no quiero hablar de ello porque…
-Porque eso lo hace real.
-Si-dice mirándome ya con los ojos algo más abiertos a pesar del cansancio.
-¿Y si me termino arrepintiendo?
-Estarás cumpliendo tu sueño, nunca acabaras arrepintiéndote.
-Pero quizás eso no me haga feliz.
-Tienes miedo a lo que te espera ahora, lo sé yo tenía miedo cuando me vine aquí, no creas que fue fácil dejar mis amigos, mi familia, mi hogar. A pesar de las diferencias con mi familia y de que esto era mi sueño, no fue fácil. Pero hay que luchar para conseguir tus sueños, y para poder ser feliz una vez que los cumples.
-Sí, tengo miedo, pero eso no quita que no encuentre a nadie que me haga sentir como lo haces tú Kate-digo mirándola fijamente para que entendiera lo importante que era lo que le estaba diciendo.
-Todo saldrá bien, ¿sí?-dice a modo de respuesta y sé que está intentando huir de la conversación, y quizás eso sea lo mejor, huir de algo que al final no nos llevara a ningún lado.
-Está bien-digo con una sonrisa pero ya empiezo a sentir como empieza a crearse el dolor de cabeza, ese que acaba mal, muy pero que muy mal.
-Será mejor que me levante ya, no quiero llegar tarde-dice dándome un beso antes de levantarse.
-Haré el desayuno-digo antes de que desaparezca por la puerta del baño y me dedica una de esas sonrisa que me dejan loco.
Me levanto no sin dificultad y antes de nada me dirijo hacia mi chaqueta de donde saco una de mis pastillas para la jaqueca y me las tomo para intentar acabar con este dolor antes de que empiece, pero sé que si sigo dándole vueltas a todo el dolor no parara, sino que aumentara y aumentara hasta que se vuelva completamente insoportable.
Respiro hondo y me voy a la cocina para empezar con el desayuno. Me decido por hacer tortitas, sé que tardaré más que un unas tostadas, pero quiero algo bueno para nuestro último desayuno juntos.
Sale del baño con el pelo mojado y con la ropa interior puesta, no puedo evitar quedarme mirándole embobado estaba loco por ella, no podía evitarlo.
Termina de vestirse y se acerca con una sonrisa, una sonrisa igual a la suya aparece en mi cara al instante. Se acerca y me besa sorprendiéndome y se sienta en la silla cerca de la barra de la cocina donde hace apenas unas horas estábamos haciendo el amor. El mejor sexo de mi vida, y también fue con ella. Creo que me estoy volviendo loco.
Desayunamos juntos y me despido en la puerta. Tengo que recoger todo lo que tengo en su casa para poder llevarlo al hotel y empezar a empaquetarlo todo. No puedo esperar más para hacerlo, ya no queda tiempo y no creo que alargarlo más pueda ayudarme. Cierro la puerta y siento como empieza el dolor de nuevo a ser persistente en mi cabeza, y sé que cada vez va a ir a peor.
POV KATE
Tras una jornada de trabajo algo más larga de lo normal tras una reunión donde finalmente nos han informado sobre la plaza libre, por fin salimos a la luz. Busco a Rick al instante, aunque le dije que iba a salir algo más tarde y que no me esperara, pero aun así tengo la esperanza de encontrarlo.
Miro mi móvil para ver si me ha contestado y cuando lo abro tengo un mensaje suyo. Con una sonrisa lo abro pero enseguida se me apaga.
Me encuentro mal. Estoy en el hotel. ¿Vienes?
Cuando lo he leído lo primero que he pensado ha sido que no quería verme, ni si quiera he pensado en que se encuentra mal y eso me hace sentir mal. Luego vuelvo a leerlo y leo ese último ¿Vienes? Y me dejo de tonterías para correr a su lado. Era lo que quería hacer, pasar estas últimas horas con él, no quería hacer otra cosa, aunque sabía que en unas horas tenía que despedirme de él, decirle adiós y quizás ese adiós sea para siempre, y eso es lo que peor llevo.
Camino rápidamente para poder coger el próximo tren que me lleve a su lado, quiero cuidarlo, mimarlo, quiero estar con él, simplemente con eso me conformo.
Sin despedirme de nadie me he montado en el tren y ahora que estoy bajándome en la parada que esta junto a su hotel, escribo rápidamente un mensaje a Lanie para que no se preocupe y para que sepa que estoy bien.
Cuando llego al hotel enseguida salgo casi corriendo hacia su puerta. Pero cuando voy a meterme en el ascensor viene una chica corriendo hacia mí.
-¿Eres Kate?
-Si-digo extrañada.
-Esto es para ti-dice entregándome una llave junto a un rosa-¿Sabes cuál es la habitación?
-Si gracias-digo sorprendida y me meto en el ascensor para ir hacia arriba.
Cuando llego a la puerta trago saliva, tomo aire y después abro la puerta con la llave que me ha dado la chica. Cuando lo hago encuentro un caminito con velas encendidas alumbrando el camino que debía seguir.
Sigo el caminito con cuidado de no tirar ninguna vela. Levanto la mirada mientas sigo el camino y lo veo allí en la puerta del baño con una sonrisa y otra rosa en la mano. Enseguida una sonrisa ilumina mi cara, me paro de repente nerviosa sintiendo unas hormiguillas recorrer mi estómago.
-Solo un par de pasos más-dice con una sonrisa tragando saliva sin duda.
Le sonrió y me acerco despacio hasta que estoy justo a su lado. Le miro a los ojos y a pesar de esa sonrisa lo veo cansado, lo puedo ver en sus ojos.
-¿Estas bien?
-Si-dice cabeceando como sin entender mi pregunta.
-En el mensaje decías que te encontrabas mal.
-Bueno, he estado mejor-dice con una pequeña sonrisa.
-¿Es la jaqueca?
-Un poco, pero da igual, puedo aguantarlo-dice intentando hacerse el fuerte pero yo no quiero que lo aguante yo quiero que este bien.
-No quiero que aguantes.
-Y yo no quiero joder estas últimas horas-dice bajando la mirada y tiro de él hacia la cama donde nos sentamos ambos.
-No tienes que joder nada, me vale con estar así juntos ¿sí?
-Quería una noche especial por ser la última pero…
-Pero nada, va a ser especial ¿sí?-digo con una sonrisa tirando de el para poder abrazarlo.
-Vale-dice mirándome con una sonrisa.
-¿Has comido algo?
-No tengo ganas.
-Tienes que alimentarte bien, verás cómo eso te ayuda con el dolor-digo levantándome para ir a pedir algo, pero antes de dar un paso me vuelvo para atrás y le doy un beso en los labios sorprendiéndole-no te muevas.
-No me muevo-dice sonriéndome y con una sonrisa yo también voy a pedir comida, pero también para conseguir todo lo necesario para que él se encuentre bien, quiero cuidarlo y estar con él, hacer que estas últimas horas sean lo mejor posible.
CONTINUARÁ…
Bueno pues las últimas horas las veremos en el próximo capítulo. Parece que ambos quieren disfrutarla pero no pueden dejar de pensar en la separación y eso no ayuda a que estén bien, veremos si consiguen olvidarse de ello aunque solo sea por unas horas.
XXOO
Twitter: tamyalways
Que, ¿a que no os dice nada? Jaja, tendréis que esperar un poco más para un resumen, de momento aún queda muchísimo de esta historia que está recién empezando. Disfruten del capítulo.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 21
POV RICK
Me levanto a su lado, quizás sea la ultima o quizás la penúltima pero siento un nudo en el estomago. Aprovecho para mirarla mientras esta dormida, intentando memorizar cada parte de su cuerpo, cada gesto, el tacto de su piel, su mirada, su sabor, quiero recordar todo, no quiero olvidarme de nada.
Aparto su pelo de la cara para poder mirarla mejor, la veo removerse un poco y sonrió al verla refunfuñada, pero no quiero que se despierte, no quiero porque pienso que eso significa que ha llegado el momento de irse y no quiero, no quiero que se levante, no quiero separarme de ella. Pero entonces abre los ojos despacio y me mira formándose una sonrisa en su cara.
-¿Qué hora es?
-Aún no ha salido el sol-digo sonriéndole.
-¿Qué haces despierto?
-No era capaz de dormir-digo besando su nariz haciendo que cierre los ojos con una sonrisa.
-¿No estás cansado?
-Un poco-digo sonriendo-aunque no lo suficiente como para no repetir-digo haciéndole reír.
-No puedo creerlo, estoy que me caigo de sueño-dice con una sonrisa.
-Pues descansa, yo cuido tu sueño-digo sonriéndole mientras acaricio despacio su cintura.
Se mueve un poco más pegándose aún más a mí y me besa el pecho desnudo mientras me aprieta con fuerza.
-Esto llega a su fin-dice a media voz casi más para ella que para mí, y me doy cuenta de que no soy el único que le estoy dando vueltas a todo-ojala todo fuera distinto.
-Ojala-digo suspirando.
-No quiero pensar en ello, pero no puedo evitarlo.
-Yo tampoco, cuando te conocí me pareciste mi salvación-digo haciéndonos reír a los dos-aun lo pienso, pero de forma distinta. No puedo dejar de pensar en que puede que esté perdiendo la oportunidad de mi vida para tener una pareja de verdad.
-Rick…
-Lo siento, no tenía que haberlo dicho.
-No…yo a veces también lo pienso-dice colocándose de la misma manera para poder mirarme-pero no quiero hablar de ello porque…
-Porque eso lo hace real.
-Si-dice mirándome ya con los ojos algo más abiertos a pesar del cansancio.
-¿Y si me termino arrepintiendo?
-Estarás cumpliendo tu sueño, nunca acabaras arrepintiéndote.
-Pero quizás eso no me haga feliz.
-Tienes miedo a lo que te espera ahora, lo sé yo tenía miedo cuando me vine aquí, no creas que fue fácil dejar mis amigos, mi familia, mi hogar. A pesar de las diferencias con mi familia y de que esto era mi sueño, no fue fácil. Pero hay que luchar para conseguir tus sueños, y para poder ser feliz una vez que los cumples.
-Sí, tengo miedo, pero eso no quita que no encuentre a nadie que me haga sentir como lo haces tú Kate-digo mirándola fijamente para que entendiera lo importante que era lo que le estaba diciendo.
-Todo saldrá bien, ¿sí?-dice a modo de respuesta y sé que está intentando huir de la conversación, y quizás eso sea lo mejor, huir de algo que al final no nos llevara a ningún lado.
-Está bien-digo con una sonrisa pero ya empiezo a sentir como empieza a crearse el dolor de cabeza, ese que acaba mal, muy pero que muy mal.
-Será mejor que me levante ya, no quiero llegar tarde-dice dándome un beso antes de levantarse.
-Haré el desayuno-digo antes de que desaparezca por la puerta del baño y me dedica una de esas sonrisa que me dejan loco.
Me levanto no sin dificultad y antes de nada me dirijo hacia mi chaqueta de donde saco una de mis pastillas para la jaqueca y me las tomo para intentar acabar con este dolor antes de que empiece, pero sé que si sigo dándole vueltas a todo el dolor no parara, sino que aumentara y aumentara hasta que se vuelva completamente insoportable.
Respiro hondo y me voy a la cocina para empezar con el desayuno. Me decido por hacer tortitas, sé que tardaré más que un unas tostadas, pero quiero algo bueno para nuestro último desayuno juntos.
Sale del baño con el pelo mojado y con la ropa interior puesta, no puedo evitar quedarme mirándole embobado estaba loco por ella, no podía evitarlo.
Termina de vestirse y se acerca con una sonrisa, una sonrisa igual a la suya aparece en mi cara al instante. Se acerca y me besa sorprendiéndome y se sienta en la silla cerca de la barra de la cocina donde hace apenas unas horas estábamos haciendo el amor. El mejor sexo de mi vida, y también fue con ella. Creo que me estoy volviendo loco.
Desayunamos juntos y me despido en la puerta. Tengo que recoger todo lo que tengo en su casa para poder llevarlo al hotel y empezar a empaquetarlo todo. No puedo esperar más para hacerlo, ya no queda tiempo y no creo que alargarlo más pueda ayudarme. Cierro la puerta y siento como empieza el dolor de nuevo a ser persistente en mi cabeza, y sé que cada vez va a ir a peor.
POV KATE
Tras una jornada de trabajo algo más larga de lo normal tras una reunión donde finalmente nos han informado sobre la plaza libre, por fin salimos a la luz. Busco a Rick al instante, aunque le dije que iba a salir algo más tarde y que no me esperara, pero aun así tengo la esperanza de encontrarlo.
Miro mi móvil para ver si me ha contestado y cuando lo abro tengo un mensaje suyo. Con una sonrisa lo abro pero enseguida se me apaga.
Me encuentro mal. Estoy en el hotel. ¿Vienes?
Cuando lo he leído lo primero que he pensado ha sido que no quería verme, ni si quiera he pensado en que se encuentra mal y eso me hace sentir mal. Luego vuelvo a leerlo y leo ese último ¿Vienes? Y me dejo de tonterías para correr a su lado. Era lo que quería hacer, pasar estas últimas horas con él, no quería hacer otra cosa, aunque sabía que en unas horas tenía que despedirme de él, decirle adiós y quizás ese adiós sea para siempre, y eso es lo que peor llevo.
Camino rápidamente para poder coger el próximo tren que me lleve a su lado, quiero cuidarlo, mimarlo, quiero estar con él, simplemente con eso me conformo.
Sin despedirme de nadie me he montado en el tren y ahora que estoy bajándome en la parada que esta junto a su hotel, escribo rápidamente un mensaje a Lanie para que no se preocupe y para que sepa que estoy bien.
Cuando llego al hotel enseguida salgo casi corriendo hacia su puerta. Pero cuando voy a meterme en el ascensor viene una chica corriendo hacia mí.
-¿Eres Kate?
-Si-digo extrañada.
-Esto es para ti-dice entregándome una llave junto a un rosa-¿Sabes cuál es la habitación?
-Si gracias-digo sorprendida y me meto en el ascensor para ir hacia arriba.
Cuando llego a la puerta trago saliva, tomo aire y después abro la puerta con la llave que me ha dado la chica. Cuando lo hago encuentro un caminito con velas encendidas alumbrando el camino que debía seguir.
Sigo el caminito con cuidado de no tirar ninguna vela. Levanto la mirada mientas sigo el camino y lo veo allí en la puerta del baño con una sonrisa y otra rosa en la mano. Enseguida una sonrisa ilumina mi cara, me paro de repente nerviosa sintiendo unas hormiguillas recorrer mi estómago.
-Solo un par de pasos más-dice con una sonrisa tragando saliva sin duda.
Le sonrió y me acerco despacio hasta que estoy justo a su lado. Le miro a los ojos y a pesar de esa sonrisa lo veo cansado, lo puedo ver en sus ojos.
-¿Estas bien?
-Si-dice cabeceando como sin entender mi pregunta.
-En el mensaje decías que te encontrabas mal.
-Bueno, he estado mejor-dice con una pequeña sonrisa.
-¿Es la jaqueca?
-Un poco, pero da igual, puedo aguantarlo-dice intentando hacerse el fuerte pero yo no quiero que lo aguante yo quiero que este bien.
-No quiero que aguantes.
-Y yo no quiero joder estas últimas horas-dice bajando la mirada y tiro de él hacia la cama donde nos sentamos ambos.
-No tienes que joder nada, me vale con estar así juntos ¿sí?
-Quería una noche especial por ser la última pero…
-Pero nada, va a ser especial ¿sí?-digo con una sonrisa tirando de el para poder abrazarlo.
-Vale-dice mirándome con una sonrisa.
-¿Has comido algo?
-No tengo ganas.
-Tienes que alimentarte bien, verás cómo eso te ayuda con el dolor-digo levantándome para ir a pedir algo, pero antes de dar un paso me vuelvo para atrás y le doy un beso en los labios sorprendiéndole-no te muevas.
-No me muevo-dice sonriéndome y con una sonrisa yo también voy a pedir comida, pero también para conseguir todo lo necesario para que él se encuentre bien, quiero cuidarlo y estar con él, hacer que estas últimas horas sean lo mejor posible.
CONTINUARÁ…
Bueno pues las últimas horas las veremos en el próximo capítulo. Parece que ambos quieren disfrutarla pero no pueden dejar de pensar en la separación y eso no ayuda a que estén bien, veremos si consiguen olvidarse de ello aunque solo sea por unas horas.
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Capítulo 22
Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo. Gracias a todos por seguir, seguimos con fuerza. No sé si necesitaréis pañuelos, eso depende de lo sensibles que seáis, aunque he escrito capítulos muchos peores que este jaja.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 22
POV KATE
Nos tumbamos de nuevo en la cama solo con la luz de algunas velas alrededor porque sé que la luz le molesta mucho cuando la jaqueca le ataca. Ha comido algo y eso me ha tranquilizado y aunque está más callado de lo normal lo veo bien.
-¿Mejor?-pregunto sin dejar de acariciarle la cabeza intentando masajeársela a ver si así consigo que también el dolor disminuya, aunque no sé si esta funcionando.
-Mucho mejor-dice con los ojos cerrados y con una sonrisa-pero no pares-dice estirándose más para poder darme más acceso a su cabeza.
Así estamos durante un buen rato hasta que siento como empieza casi a quedarse dormido, pero en cuanto paro abre los ojos y se levanta para poder tumbarse mejor y yo me tumbo a su lado apoyando mi cabeza sobre su hombro.
-Creo que eres la mejor enfermera que he tenido nunca-dice sacándome una sonrisa.
-Solo quiero que estés bien.
-Y lo estoy.
-Dices que te pasa cuando estás nervioso por algo. ¿Es por qué se acerca el momento de la publicación?
-No, dios ni si quiera he pensado en eso-dice cerrando los ojos y me coloco de lado para poder mirarlo bien. Lo veo respirar y después se gira encarándome a mí también.-desde que nos levantamos esta mañana yo…no he podido dejar de pensar que eran las ultimas horas para pasarla juntos-dice acariciándome la cara haciendo que cierre los ojos al instante-y en vez de disfrutarlas, he conseguido todo lo contrario solo por darle vueltas y vueltas.
-Yo también le he dado muchas vueltas.
-No quiero irme.
-¿Qué?-digo mirándole sin entender lo que estaba escuchando.
-Sé que tengo que hacerlo, es mi sueño y ahora que lo tengo a tiro no puedo dejarlo pasar. Pero cuando vine aquí solo esperaba descansar y no pensar en ello. Y he conseguido mucho más que eso, te he conseguido a ti y no quiero dejarte, me mata tener que hacerlo. Es una mierda-dice suspirando.
-Lo sé. Yo…también me siento igual. Cuando esto empezó…nunca pensé que acabaría así, doliéndome tanto verte partir. Pero sé que tienes que luchar por tus sueños, sé que tienes que hacerlo.
-Lo sé, ¿Por qué no puedo tenerlo todo?-dice mirándome y puedo ver sus ojos brillantes a punto de soltar alguna lágrimas y eso me hace sentir mal, y me hace a mi también darle vueltas a todo. ¿Estoy dejando pasar lo que puede hacerme feliz? ¿Me arrepentiré el resto de mi vida por perderlo? Son preguntas que no puedo dejar de hacerme, y lo peor, son preguntas para las que no tengo ninguna respuesta, ninguna y eso me da miedo, mucho miedo.
Nos miramos ambos con los ojos a punto de explotar pero no decimos nada más no tenemos nada más que decir, no al menos si queremos que esto no acabe con desbordamiento intensivo de lágrimas.
Ya es de día, apenas he dormido un par de horas después de conseguir que él se durmiera. Apenas habíamos hablado ninguno de los dos después de aquella conversación, pero no estábamos bien, ninguno de los dos lo estaba. Después de esa charla no podía dejar de darle vueltas a mi futuro y sé que él también lo estaba haciendo. Era una autentica tortura pensar que te estabas equivocando y que eso podía influir en que el resto de tu vida lo pases feliz o no. ¿Y si él era mi felicidad? ¿Y si no encuentro a nadie como él? Sé que tengo que dejarlo ir, sé que tiene que cumplir su sueño, sé que Nueva York, el que un día fue mi hogar, es su hogar, no sería feliz aquí, sé que no sería. Pero aun así, no puedo dejar de darle vueltas a todo, y quiero gritarle que se quede, que no se vaya, pero no puedo hacerlo, tengo que controlarme porque si no puedo hacer que todo esto sea aun peor.
-¿Ya es hora?-dice de repente abriendo los ojos sobresaltándome.
-Aún quedan cinco minutos-digo mirando el reloj resignada.
-Toca levantarse.
-Si.
Ambos nos miramos sin ganas de que llegara este momento, pero había llegado. Tocaba despedirse y creo que ninguno estábamos preparado para ello. Lo veo levantarse y acercarse al baño dejándome sola, sin duda huyendo de la despedida, yo tampoco estaba preparada para ello así que prefiero que sea así.
Me levanto y me visto mientras él sigue encerrado en el baño, tardando más de lo que normalmente haría. Cuando sale veo que no me mira y mete la bolsa de aseo en la maleta que ya tiene preparada.
-Rick…Rick…-digo insistiendo para que me mire y cuando lo hace veo que tiene los ojos hinchados y rojos de haber estado llorando. No tardo ni un solo segundo en acercarme rápidamente para poder abrazarlo y siento que me aprieta con fuerza contra su cuerpo-Todo va a ir bien ¿sí?-digo intentando darle todo el apoyo y fuerza que necesite, aunque ahora mismo no estoy yo para poder darle más ánimos.
-Lo siento, estoy bien-dice intentando una sonrisa que se queda en eso, un intento.
-Tenemos que irnos-digo porque no sé qué más decir y porque yo también estoy mal, demasiado mal, estoy a punto de caer también a llorar y sé que si empiezo no podrá acabar, lo sé.
Cuando llegamos al aeropuerto ni si quiera sé como consigo andar, me siento completamente paralizada, y sé que tengo que estar fuerte, porque para mi no es fácil pero para él tampoco lo es y también se le mezcla el estar nervioso por la publicación del libro, tengo que ponérselo fácil, tengo que hacerlo aunque lo único que quiero, lo único, es pedirle que se quede, que no se vaya, que no se aleje de mí y cuando me quiero dar cuenta está parado enfrente de mí, el momento ha llegado y hago lo que sé que no debo hacer.
-Quédate-sale de mi boca sin querer, en un susurro, pero lo suficientemente alto como para que él lo escuche y me siento tan mal de haberlo hecho…-lo siento yo…
-Ojala pudiera-dice tirando de mi por la cintura.
-No debería haberlo dicho.
-Me alegro de que lo hayas echo. Porque yo también lo he pensado y al menos así parece que no estoy tan loco, o al menos no solo yo-dice sacándome una sonrisa-ojala pudiera Kate, pero tengo que intentarlo…al menos tengo que intentarlo.
-Lo vas a conseguir y estaré muy orgullosa de ti-digo sin poder evitar que algunas lágrimas caigan.
-Gracias por toda Kate, sin duda me has dado todo lo que necesitaba y mucho más. Pero quiero que sepas que esto no acaba aquí. Vas a cansarte de mí.
-Por favor no seas tan pesado-digo con una sonrisa y sacando una sonrisa de su parte.
-Pórtate mal ¿sí?-dice sonriendo.
-Tu pórtate bien ¿sí?-digo acercándome para poder besarlo intentando guardar en mi memoria cada segundo de este beso, de nuestro último beso.
-Dios voy a echar de menos poder hacer esto-dice con una sonrisa y me alegro de que estemos haciéndolo bien, que no nos estamos dejando llevar por el dolor y la despedida. Aunque sé que cuando lo pierda de vista, cuando se monte en el avión me vendré completamente abajo.
-Anda vete, no quieres perder el avión ¿no?-digo mordiéndome el interior de la boca para no ponerme a llorar ahora mismo.
-No sé si sería mejor-dice con una leve sonrisa-te llamo cuando llegue ¿sí?-dice mirándome y yo asiento con una pequeña sonrisa, y entonces se acerca para volver a besarme antes de darse la vuelta y con su maleta alejarse de mí, mientras yo me quedo allí sintiendo que estoy perdiendo mucho, demasiado, quizás algo que nunca más pueda recuperar.
Quiero irme corriendo, no quiero verlo desaparecer para siempre, no quiero hacerlo, pero estoy completamente paralizada viendo cómo se aleja y mi corazón se va rompiendo poco a poco, hasta que siento como me rompo y allí delante de todo el mundo, sin tener esa intimidad que necesito, rompo al ver cómo se va, como se aleja lo que puede hacerme feliz, lo que puede que no llegue a encontrar en nadie más. ¿Cómo voy a poder ser feliz sin él? ¿Cómo puedo ni si quiera estar pensando en eso después de pasar solo 15 días con él? La respuesta es sencilla, él es quien siempre he estado esperando, él es mi media naranja, él es el dueño de mi felicidad.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos, espero que os haya gustado y que no hayáis tenido que usar mucho los pañuelos jeje. Mañana más, primeras horas separados veremos cómo lo llevan.
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 22
POV KATE
Nos tumbamos de nuevo en la cama solo con la luz de algunas velas alrededor porque sé que la luz le molesta mucho cuando la jaqueca le ataca. Ha comido algo y eso me ha tranquilizado y aunque está más callado de lo normal lo veo bien.
-¿Mejor?-pregunto sin dejar de acariciarle la cabeza intentando masajeársela a ver si así consigo que también el dolor disminuya, aunque no sé si esta funcionando.
-Mucho mejor-dice con los ojos cerrados y con una sonrisa-pero no pares-dice estirándose más para poder darme más acceso a su cabeza.
Así estamos durante un buen rato hasta que siento como empieza casi a quedarse dormido, pero en cuanto paro abre los ojos y se levanta para poder tumbarse mejor y yo me tumbo a su lado apoyando mi cabeza sobre su hombro.
-Creo que eres la mejor enfermera que he tenido nunca-dice sacándome una sonrisa.
-Solo quiero que estés bien.
-Y lo estoy.
-Dices que te pasa cuando estás nervioso por algo. ¿Es por qué se acerca el momento de la publicación?
-No, dios ni si quiera he pensado en eso-dice cerrando los ojos y me coloco de lado para poder mirarlo bien. Lo veo respirar y después se gira encarándome a mí también.-desde que nos levantamos esta mañana yo…no he podido dejar de pensar que eran las ultimas horas para pasarla juntos-dice acariciándome la cara haciendo que cierre los ojos al instante-y en vez de disfrutarlas, he conseguido todo lo contrario solo por darle vueltas y vueltas.
-Yo también le he dado muchas vueltas.
-No quiero irme.
-¿Qué?-digo mirándole sin entender lo que estaba escuchando.
-Sé que tengo que hacerlo, es mi sueño y ahora que lo tengo a tiro no puedo dejarlo pasar. Pero cuando vine aquí solo esperaba descansar y no pensar en ello. Y he conseguido mucho más que eso, te he conseguido a ti y no quiero dejarte, me mata tener que hacerlo. Es una mierda-dice suspirando.
-Lo sé. Yo…también me siento igual. Cuando esto empezó…nunca pensé que acabaría así, doliéndome tanto verte partir. Pero sé que tienes que luchar por tus sueños, sé que tienes que hacerlo.
-Lo sé, ¿Por qué no puedo tenerlo todo?-dice mirándome y puedo ver sus ojos brillantes a punto de soltar alguna lágrimas y eso me hace sentir mal, y me hace a mi también darle vueltas a todo. ¿Estoy dejando pasar lo que puede hacerme feliz? ¿Me arrepentiré el resto de mi vida por perderlo? Son preguntas que no puedo dejar de hacerme, y lo peor, son preguntas para las que no tengo ninguna respuesta, ninguna y eso me da miedo, mucho miedo.
Nos miramos ambos con los ojos a punto de explotar pero no decimos nada más no tenemos nada más que decir, no al menos si queremos que esto no acabe con desbordamiento intensivo de lágrimas.
Ya es de día, apenas he dormido un par de horas después de conseguir que él se durmiera. Apenas habíamos hablado ninguno de los dos después de aquella conversación, pero no estábamos bien, ninguno de los dos lo estaba. Después de esa charla no podía dejar de darle vueltas a mi futuro y sé que él también lo estaba haciendo. Era una autentica tortura pensar que te estabas equivocando y que eso podía influir en que el resto de tu vida lo pases feliz o no. ¿Y si él era mi felicidad? ¿Y si no encuentro a nadie como él? Sé que tengo que dejarlo ir, sé que tiene que cumplir su sueño, sé que Nueva York, el que un día fue mi hogar, es su hogar, no sería feliz aquí, sé que no sería. Pero aun así, no puedo dejar de darle vueltas a todo, y quiero gritarle que se quede, que no se vaya, pero no puedo hacerlo, tengo que controlarme porque si no puedo hacer que todo esto sea aun peor.
-¿Ya es hora?-dice de repente abriendo los ojos sobresaltándome.
-Aún quedan cinco minutos-digo mirando el reloj resignada.
-Toca levantarse.
-Si.
Ambos nos miramos sin ganas de que llegara este momento, pero había llegado. Tocaba despedirse y creo que ninguno estábamos preparado para ello. Lo veo levantarse y acercarse al baño dejándome sola, sin duda huyendo de la despedida, yo tampoco estaba preparada para ello así que prefiero que sea así.
Me levanto y me visto mientras él sigue encerrado en el baño, tardando más de lo que normalmente haría. Cuando sale veo que no me mira y mete la bolsa de aseo en la maleta que ya tiene preparada.
-Rick…Rick…-digo insistiendo para que me mire y cuando lo hace veo que tiene los ojos hinchados y rojos de haber estado llorando. No tardo ni un solo segundo en acercarme rápidamente para poder abrazarlo y siento que me aprieta con fuerza contra su cuerpo-Todo va a ir bien ¿sí?-digo intentando darle todo el apoyo y fuerza que necesite, aunque ahora mismo no estoy yo para poder darle más ánimos.
-Lo siento, estoy bien-dice intentando una sonrisa que se queda en eso, un intento.
-Tenemos que irnos-digo porque no sé qué más decir y porque yo también estoy mal, demasiado mal, estoy a punto de caer también a llorar y sé que si empiezo no podrá acabar, lo sé.
Cuando llegamos al aeropuerto ni si quiera sé como consigo andar, me siento completamente paralizada, y sé que tengo que estar fuerte, porque para mi no es fácil pero para él tampoco lo es y también se le mezcla el estar nervioso por la publicación del libro, tengo que ponérselo fácil, tengo que hacerlo aunque lo único que quiero, lo único, es pedirle que se quede, que no se vaya, que no se aleje de mí y cuando me quiero dar cuenta está parado enfrente de mí, el momento ha llegado y hago lo que sé que no debo hacer.
-Quédate-sale de mi boca sin querer, en un susurro, pero lo suficientemente alto como para que él lo escuche y me siento tan mal de haberlo hecho…-lo siento yo…
-Ojala pudiera-dice tirando de mi por la cintura.
-No debería haberlo dicho.
-Me alegro de que lo hayas echo. Porque yo también lo he pensado y al menos así parece que no estoy tan loco, o al menos no solo yo-dice sacándome una sonrisa-ojala pudiera Kate, pero tengo que intentarlo…al menos tengo que intentarlo.
-Lo vas a conseguir y estaré muy orgullosa de ti-digo sin poder evitar que algunas lágrimas caigan.
-Gracias por toda Kate, sin duda me has dado todo lo que necesitaba y mucho más. Pero quiero que sepas que esto no acaba aquí. Vas a cansarte de mí.
-Por favor no seas tan pesado-digo con una sonrisa y sacando una sonrisa de su parte.
-Pórtate mal ¿sí?-dice sonriendo.
-Tu pórtate bien ¿sí?-digo acercándome para poder besarlo intentando guardar en mi memoria cada segundo de este beso, de nuestro último beso.
-Dios voy a echar de menos poder hacer esto-dice con una sonrisa y me alegro de que estemos haciéndolo bien, que no nos estamos dejando llevar por el dolor y la despedida. Aunque sé que cuando lo pierda de vista, cuando se monte en el avión me vendré completamente abajo.
-Anda vete, no quieres perder el avión ¿no?-digo mordiéndome el interior de la boca para no ponerme a llorar ahora mismo.
-No sé si sería mejor-dice con una leve sonrisa-te llamo cuando llegue ¿sí?-dice mirándome y yo asiento con una pequeña sonrisa, y entonces se acerca para volver a besarme antes de darse la vuelta y con su maleta alejarse de mí, mientras yo me quedo allí sintiendo que estoy perdiendo mucho, demasiado, quizás algo que nunca más pueda recuperar.
Quiero irme corriendo, no quiero verlo desaparecer para siempre, no quiero hacerlo, pero estoy completamente paralizada viendo cómo se aleja y mi corazón se va rompiendo poco a poco, hasta que siento como me rompo y allí delante de todo el mundo, sin tener esa intimidad que necesito, rompo al ver cómo se va, como se aleja lo que puede hacerme feliz, lo que puede que no llegue a encontrar en nadie más. ¿Cómo voy a poder ser feliz sin él? ¿Cómo puedo ni si quiera estar pensando en eso después de pasar solo 15 días con él? La respuesta es sencilla, él es quien siempre he estado esperando, él es mi media naranja, él es el dueño de mi felicidad.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos, espero que os haya gustado y que no hayáis tenido que usar mucho los pañuelos jeje. Mañana más, primeras horas separados veremos cómo lo llevan.
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tamyalways- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 04/09/2015
Capítulo 23
Buenos días, aquí estamos, veo que el capítulo os gusto mucho ¿no? seguimos con ganas de llorar o volvemos a lo bueno. Leed y ya me diréis. Gracias a todos por seguir.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 23
POV RICK
He querido ser fuerte por ella, tenía que serlo para que ella no se quedara mal, pero este adiós ha sido el mayor dolor de mi vida. En cuanto me monto en el avión no puedo evitar algunas lágrimas. Me tapo como puedo porque no me gusta que me vean llorar, pero no puedo evitarlo, por segunda vez en apenas unas horas.
No quiero derrumbarme, pero nunca antes me había sentido así. Sin duda es la mujer más especial que me he encontrado en mi vida, y aunque sé que esto en parte se queda aquí, sé que no quiero perderla, aunque sea lejos, muy lejos no pienso perderla, no voy a dejar que se aleje de mi vida del todo. La necesito, la necesito más de lo que pensaba, y mucho más de lo que creí que podía llegar a necesitar a alguien.
Me paso el resto del viaje, demasiado largo, sin dejar de pensar en ella, y acabo escribiendo cosas que quizás no me sirvan para luego, pero que me recuerdan a ella. Así me paso más de la mitad del viaje, escribiendo relatos cortos sobre ella, y releyéndolos una y otra vez. Otra parte del viaje lo paso mirando fotos de los dos juntos y fotos que le hice a ella casi sin que se diera cuenta, era tan guapa, que ni ella era consciente de ello.
Intento dormir el resto del viaje, pero no consigo hacerlo. Juego con la comida, apenas bebo y no me muevo durante todo el viaje, estoy como ausente, como perdido.
Por fin el avión empieza a bajar, ya estoy en casa, pero nunca antes me había sentido tan desanimado de llegar a casa, nunca antes. Me bajo del avión, cojo las maletas y salgo fuera. Allí en la puerta, con una sonrisa y tan perfecta como siempre está mi madre.
Dejo las maletas y salgo corriendo para cogerla por la cintura y levantarla como siempre hacia cuando llegaba tras salir fuera, y ella como siempre se queja porque dice que le arrugo la ropa, pero esta vez no dice nada, solo me abraza con fuerza.
-Cariño como me alegro de que hayas vuelto.
-Me alegro de verte madre-digo dejándola con cuidado antes de darle un beso en la mejilla y coger las maletas para salir de allí cuanto antes.
Caminamos hacia casa casi sin hablar, la verdad es que aún no tengo ganas y lo peor es que sé que ella se está dando cuenta y que solo me estaba dando un tiempo antes de acribillarme a preguntas. Quizás me venga bien, ella siempre me ayuda cuando me encuentro mal y ahora lo estoy sin duda lo estoy.
Llegamos a casa y me deja recoger un poco las cosas y ducharme y mientras me pone un café por delante lo suelta sin esperar a una queja por mi parte.
-¿Qué te pasa hijo? Y no digas que nada, no te veo feliz.
-No lo soy-digo bajando la mirada.
-Cariño-dice acercándose para sentarse a mi lado.
-Déjalo da igual.
-No, no voy a dejarlo. Quiero saber qué es lo que le pasa a mi niño para que no se feliz cuando va a cumplir su sueño en unos días. Tiene que ser algo fuerte.
-Debería ser feliz ¿verdad?-digo con una sonrisa sarcástica-pero ahora mismo no pienso en eso, todo me parece una mierda.
-Cariño.
-Te dije que había conocido a alguien.
-Sí, una chica, me acuerdo que me hablaste con ella. ¿Ha ido algo mal con ella?
-Ese es el problema, que no ha ido nada mal. Ha sido tan perfecto.
-¿Entonces?
-Entonces me he tenido que venir-digo dejando la taza sobre la mesa.
-Te gusta ¿eng?
-No lo dudes, me ha hecho sentir como nunca antes me había sentido. Es increíble. Si la conocieras tú también lo pensarías.
-¿Estás enamorado?
-No he dicho eso.
-Pero hablas como si lo estuvieras.
-No es eso.
-¿No?
-No, claro que no. solo que nunca he conocido a una persona con la que he estado tan bien, que me ha hecho sentir increíble.
-Cariño eso es amor.
-Solo han pasado 15 días. No es amor. Pero no puedo negar que si pasamos más tiempo juntos, si hubiéramos tenido un poco más de tiempo, sin duda me enamoraría de ella.
-Lo de enamorarse no esta condicionado por el tiempo cariño. Simplemente pasa, hay una conexión total entre dos personas en el mismo instante en que se ven, en que hablan y se tocan. Es un flechazo cariño y tú lo has tenido.
-Y ahora la he perdido.
-Eres joven puedes volver a sentirlo.
-No creo que pueda sentir algo parecido de nuevo madre. Creo que necesito algo más fuerte que esto-digo apartando del todo la taza de café y enseguida mi madre se levanta para prepararnos un par de copas bien cargadas.
-Cuéntame cómo es ¿sí?
-Es guapísima, tiene la sonrisa más bonita del mundo, cuando sonríe todo se ilumina a su alrededor. Tiene una mirada…tan brillante e indescifrable que me tenía siempre hipnotizado. Es dulce, alegre, fuerte, inteligente, intuitiva, graciosa. Lo tiene todo, sin duda es la mujer perfecta.
-Como tu madre-dice seria sacándome una sonrisa.
-Cuando nos hemos despedido, ambos hemos querido hacerlo menos dramático, pero en el fondo me estaba matando el pensar que a lo mejor no voy a volver a verla.
-¿Por qué no? eso nunca se sabe.
-Mi vida está aquí, sabes que nunca me he planteado salir de aquí, estos días es cuanto más tiempo he pasado lejos y lo sabes. Ella tiene allí su vida, está cumpliendo su sueño. Tiene una buena opción para lograrlo, no lo dejara pasar.
-Bueno, quizás no era el momento. Pero eso no significa que dentro de unos años os reencontréis y entonces puede que entonces estéis preparados.
-Siempre tienes una buena respuesta para todo ¿no?
-Ya sabes que soy una mujer muy sabia. Anda, llámala, seguro que está esperando la llamada de mi guapo hijo-dice dándome un beso antes de levantarse e irse para dejarme a solas.
Sonrió me tomo la copa de un trago y cojo mi móvil, no sé si estará trabajando o no, si me lo cogerá o no, pero no me voy a quedar con las ganas de al menos intentar hablar con ella.
-¿Hola?-escucho su voz al otro lado de la línea y siento como un nudo se me crea en el estómago, ya la echo de menos.
-Hola Julieta-digo sacando una risa de ella y eso hace que sonría como nunca.
-Parece que has llegado bien.
-Si bueno, mi compañero de avión era un poco pesado pero…-digo haciéndole sonreír de nuevo.
-Tengo que empezar a trabajar en diez minutos.
-Entonces tengo diez minutos para hablar contigo-digo con una sonrisa-¿Cómo estás?
-Bien, en unos días tenemos la entrevista para el puesto.
-Seguro que lo consigues ya lo sabes.
-No lo sé, pero tengo miedo de estar tan cerca y al final…
-Te entiendo, me pasa lo mismo ya lo sabes.
-¿Qué tal? ¿Ya has hablado con alguien de lo del libro?
-Aun no, solo he visto a mi madre. He tenido una conversación con ella muy interesante.
-¿Am si?
-Sí, sobre una mujer preciosa que me tiene loco-digo sonriendo sabiendo que ahora mismo tiene que estar sonrojada.
-¿Qué te ha dicho?
-Cree que algún día nos rencontraremos.
-Espero que tenga razón.
-¿Podemos adelantar un poco el tiempo para que ese día llegue?-digo haciéndole reír.
-¿Cómo te lo imaginas?
-Pues no sé, yo voy de viaje por mi libro y me encuentro con una restauradora súper guapa que me mira y me hace ojitos-digo bromeando haciéndola reír.
-Madre mí, sí que tienes imaginación.
-La verdad es que no sé cuándo pasara y como. Pero si sé que va a pasar Kate, no vas a librarte de mí tan fácilmente.
-Eso espero. Tengo que dejarte yo…
-No te preocupes. Te llamo mañana ¿sí?
-Ok, mañana tengo horario de mañana te lo digo para que tengas en cuanta la diferencia horaria.
-Eso ya, no sé si puedo prometértelo-digo riéndome-intentaré no pillarte en la cama o trabajando. Bueno si te pillo en la cama quizás mejor te hago una videollamada ¿no?-digo haciéndola reír.
-Hasta mañana Rick.
-Hasta mañana Kate-digo colgando y suspirando, esto sin duda iba a ser toda una tortura solo pensar en no verla, en lo poder besarla, en no poder tocarla. Pero tengo que aguantar, y pienso cumplir esa promesa, nos veremos, nos volveremos a ver, y no voy a esperar a que eso tarde mucho en pasar.
CONTINUARÁ…
Bueno pues hasta aquí hemos llegado por hoy y por esta semana, el lunes más y mejor. Gracias a todos por seguir y que paséis un buen fin de semana.
XXOO
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Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 23
POV RICK
He querido ser fuerte por ella, tenía que serlo para que ella no se quedara mal, pero este adiós ha sido el mayor dolor de mi vida. En cuanto me monto en el avión no puedo evitar algunas lágrimas. Me tapo como puedo porque no me gusta que me vean llorar, pero no puedo evitarlo, por segunda vez en apenas unas horas.
No quiero derrumbarme, pero nunca antes me había sentido así. Sin duda es la mujer más especial que me he encontrado en mi vida, y aunque sé que esto en parte se queda aquí, sé que no quiero perderla, aunque sea lejos, muy lejos no pienso perderla, no voy a dejar que se aleje de mi vida del todo. La necesito, la necesito más de lo que pensaba, y mucho más de lo que creí que podía llegar a necesitar a alguien.
Me paso el resto del viaje, demasiado largo, sin dejar de pensar en ella, y acabo escribiendo cosas que quizás no me sirvan para luego, pero que me recuerdan a ella. Así me paso más de la mitad del viaje, escribiendo relatos cortos sobre ella, y releyéndolos una y otra vez. Otra parte del viaje lo paso mirando fotos de los dos juntos y fotos que le hice a ella casi sin que se diera cuenta, era tan guapa, que ni ella era consciente de ello.
Intento dormir el resto del viaje, pero no consigo hacerlo. Juego con la comida, apenas bebo y no me muevo durante todo el viaje, estoy como ausente, como perdido.
Por fin el avión empieza a bajar, ya estoy en casa, pero nunca antes me había sentido tan desanimado de llegar a casa, nunca antes. Me bajo del avión, cojo las maletas y salgo fuera. Allí en la puerta, con una sonrisa y tan perfecta como siempre está mi madre.
Dejo las maletas y salgo corriendo para cogerla por la cintura y levantarla como siempre hacia cuando llegaba tras salir fuera, y ella como siempre se queja porque dice que le arrugo la ropa, pero esta vez no dice nada, solo me abraza con fuerza.
-Cariño como me alegro de que hayas vuelto.
-Me alegro de verte madre-digo dejándola con cuidado antes de darle un beso en la mejilla y coger las maletas para salir de allí cuanto antes.
Caminamos hacia casa casi sin hablar, la verdad es que aún no tengo ganas y lo peor es que sé que ella se está dando cuenta y que solo me estaba dando un tiempo antes de acribillarme a preguntas. Quizás me venga bien, ella siempre me ayuda cuando me encuentro mal y ahora lo estoy sin duda lo estoy.
Llegamos a casa y me deja recoger un poco las cosas y ducharme y mientras me pone un café por delante lo suelta sin esperar a una queja por mi parte.
-¿Qué te pasa hijo? Y no digas que nada, no te veo feliz.
-No lo soy-digo bajando la mirada.
-Cariño-dice acercándose para sentarse a mi lado.
-Déjalo da igual.
-No, no voy a dejarlo. Quiero saber qué es lo que le pasa a mi niño para que no se feliz cuando va a cumplir su sueño en unos días. Tiene que ser algo fuerte.
-Debería ser feliz ¿verdad?-digo con una sonrisa sarcástica-pero ahora mismo no pienso en eso, todo me parece una mierda.
-Cariño.
-Te dije que había conocido a alguien.
-Sí, una chica, me acuerdo que me hablaste con ella. ¿Ha ido algo mal con ella?
-Ese es el problema, que no ha ido nada mal. Ha sido tan perfecto.
-¿Entonces?
-Entonces me he tenido que venir-digo dejando la taza sobre la mesa.
-Te gusta ¿eng?
-No lo dudes, me ha hecho sentir como nunca antes me había sentido. Es increíble. Si la conocieras tú también lo pensarías.
-¿Estás enamorado?
-No he dicho eso.
-Pero hablas como si lo estuvieras.
-No es eso.
-¿No?
-No, claro que no. solo que nunca he conocido a una persona con la que he estado tan bien, que me ha hecho sentir increíble.
-Cariño eso es amor.
-Solo han pasado 15 días. No es amor. Pero no puedo negar que si pasamos más tiempo juntos, si hubiéramos tenido un poco más de tiempo, sin duda me enamoraría de ella.
-Lo de enamorarse no esta condicionado por el tiempo cariño. Simplemente pasa, hay una conexión total entre dos personas en el mismo instante en que se ven, en que hablan y se tocan. Es un flechazo cariño y tú lo has tenido.
-Y ahora la he perdido.
-Eres joven puedes volver a sentirlo.
-No creo que pueda sentir algo parecido de nuevo madre. Creo que necesito algo más fuerte que esto-digo apartando del todo la taza de café y enseguida mi madre se levanta para prepararnos un par de copas bien cargadas.
-Cuéntame cómo es ¿sí?
-Es guapísima, tiene la sonrisa más bonita del mundo, cuando sonríe todo se ilumina a su alrededor. Tiene una mirada…tan brillante e indescifrable que me tenía siempre hipnotizado. Es dulce, alegre, fuerte, inteligente, intuitiva, graciosa. Lo tiene todo, sin duda es la mujer perfecta.
-Como tu madre-dice seria sacándome una sonrisa.
-Cuando nos hemos despedido, ambos hemos querido hacerlo menos dramático, pero en el fondo me estaba matando el pensar que a lo mejor no voy a volver a verla.
-¿Por qué no? eso nunca se sabe.
-Mi vida está aquí, sabes que nunca me he planteado salir de aquí, estos días es cuanto más tiempo he pasado lejos y lo sabes. Ella tiene allí su vida, está cumpliendo su sueño. Tiene una buena opción para lograrlo, no lo dejara pasar.
-Bueno, quizás no era el momento. Pero eso no significa que dentro de unos años os reencontréis y entonces puede que entonces estéis preparados.
-Siempre tienes una buena respuesta para todo ¿no?
-Ya sabes que soy una mujer muy sabia. Anda, llámala, seguro que está esperando la llamada de mi guapo hijo-dice dándome un beso antes de levantarse e irse para dejarme a solas.
Sonrió me tomo la copa de un trago y cojo mi móvil, no sé si estará trabajando o no, si me lo cogerá o no, pero no me voy a quedar con las ganas de al menos intentar hablar con ella.
-¿Hola?-escucho su voz al otro lado de la línea y siento como un nudo se me crea en el estómago, ya la echo de menos.
-Hola Julieta-digo sacando una risa de ella y eso hace que sonría como nunca.
-Parece que has llegado bien.
-Si bueno, mi compañero de avión era un poco pesado pero…-digo haciéndole sonreír de nuevo.
-Tengo que empezar a trabajar en diez minutos.
-Entonces tengo diez minutos para hablar contigo-digo con una sonrisa-¿Cómo estás?
-Bien, en unos días tenemos la entrevista para el puesto.
-Seguro que lo consigues ya lo sabes.
-No lo sé, pero tengo miedo de estar tan cerca y al final…
-Te entiendo, me pasa lo mismo ya lo sabes.
-¿Qué tal? ¿Ya has hablado con alguien de lo del libro?
-Aun no, solo he visto a mi madre. He tenido una conversación con ella muy interesante.
-¿Am si?
-Sí, sobre una mujer preciosa que me tiene loco-digo sonriendo sabiendo que ahora mismo tiene que estar sonrojada.
-¿Qué te ha dicho?
-Cree que algún día nos rencontraremos.
-Espero que tenga razón.
-¿Podemos adelantar un poco el tiempo para que ese día llegue?-digo haciéndole reír.
-¿Cómo te lo imaginas?
-Pues no sé, yo voy de viaje por mi libro y me encuentro con una restauradora súper guapa que me mira y me hace ojitos-digo bromeando haciéndola reír.
-Madre mí, sí que tienes imaginación.
-La verdad es que no sé cuándo pasara y como. Pero si sé que va a pasar Kate, no vas a librarte de mí tan fácilmente.
-Eso espero. Tengo que dejarte yo…
-No te preocupes. Te llamo mañana ¿sí?
-Ok, mañana tengo horario de mañana te lo digo para que tengas en cuanta la diferencia horaria.
-Eso ya, no sé si puedo prometértelo-digo riéndome-intentaré no pillarte en la cama o trabajando. Bueno si te pillo en la cama quizás mejor te hago una videollamada ¿no?-digo haciéndola reír.
-Hasta mañana Rick.
-Hasta mañana Kate-digo colgando y suspirando, esto sin duda iba a ser toda una tortura solo pensar en no verla, en lo poder besarla, en no poder tocarla. Pero tengo que aguantar, y pienso cumplir esa promesa, nos veremos, nos volveremos a ver, y no voy a esperar a que eso tarde mucho en pasar.
CONTINUARÁ…
Bueno pues hasta aquí hemos llegado por hoy y por esta semana, el lunes más y mejor. Gracias a todos por seguir y que paséis un buen fin de semana.
XXOO
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