¿Quién controla a quién? (Cont. Una broma del destino)- Capítulo 25... 10/Mar

Hola a todos!! Muchas gracias por leer y comentar. Me animan muchísimo a seguir escribiendo y a intentar buscar un hueco para llevar esta historia lo mejor posible. Lamentablemente, no siempre es así y últimamente he estado un poco liada. Este capítulo no es muy largo, pero quería darles un adelanto de lo que va a ser el próximo…

Gracias por la espera!! Un beso


Capítulo 20: Una cena particular (Primera parte)

-Doctora Parish, qué gusto que haya venido…

-Chico escritor… -Le contestó la forense sonriente antes de saludarlo. Entró en la casa y se encontró a Beckett terminando de poner la mesa. –Cariño…

- ¡Hey, Lanie! –La inspectora dejó lo que estaba haciendo y se acercó a su amiga para darle un beso. Los tres se miraron sonrientes y la morena desvió la mirada por todo el salón. Vio al pequeño Roy jugando sobre una gran alfombra en el salón y frunció el ceño. Se acercó a él, le dio un beso y lo cogió en brazos mientras seguía mirado a su alrededor. -¿Y bien…? ¿Buscas algo?

-¡Por supuesto! ¿Y el canguro macizo? ¿Crees que me he puesto este escote para deslumbrar a tu marido? –Beckett negó varias veces con la cabeza y la miró divertida. Sin embargo, la mirada de Castle no era exactamente de diversión. –“ Yo creo que con ese escote la tía Lanie podría deslumbrar a quien quisiera”- pensó Roy.

-Como ya estábamos aquí, Andrea se fue a su casa a eso de las cinco. Supongo que vendrá en un rato…

-Eso espero chica. Me muero de ganas de volver a admirar ese cuerpazo. –Beckett no pudo evitar sonreír abiertamente. Castle resopló un poco molesto y cogió a Roy.

-Yo voy a vestir al niño. Ustedes aprovechen para… ponerse al día más tranquilas –dijo el escritor no muy convencido, tratando de disimular, antes de subir las escaleras con su hijo en brazos. En cuanto desapareció, Beckett miró a su amiga de forma recriminatoria.

-¿Queeeé? –trató de hacerse la desentendida.

-Intenta evitar esos comentarios delante de Castle. Ya casi había conseguido que se olvidara de sus… celos hacia Andrea –le susurró.

-¿Y qué tiene de malo que yo diga que está muy bueno? No es que te lo esté diciendo para ti…

-Ya… pero es que… no sé… creo que esos comentarios tuyos lo hacen sentirse… un poco…incómodo. Supongo que a mí tampoco me gustaría que si una modelito estuviese por aquí, Espósito se pasase todo el rato comentándole a Castle lo buena que está. Ya me entiendes… -Le dijo Beckett en el mismo tono que antes.

-Está bien, Kate, como quieras. No es mi intención molestar ni incomodar a tu chico escritor. Intentaré medir mis comentarios –la inspectora la miró con desconfianza, achicando los ojos, pero cuando fue a decir algo, volvió a sonar el timbre y fue a abrir.

Al otro lado de la puerta estaban Ryan y Jenny, junto con Espósito, a quien se habían encontrado en el portal. Todos se saludaron amigablemente y Kate los hizo pasar y los invitó a tomar un aperitivo en lo que llegaba Andrea y Castle terminaba de preparar a Roy. Espósito no podía dejar de mirar el escote de Lanie y no lo disimulaba muy bien. Eso provocó que la forense sonriera satisfecha y que Beckett los mirara divertida.

-¡Aquí estamos los hombres de la casa! –dijo un alegre Castle mientras aparecía por las escaleras con Roy. Todos se levantaron al verlos y los saludaron, haciendo reír al pequeño y diciéndole lo guapo que estaba. –“Me encanta ser el rey de la fiesta. Todos se mueren por mí pero quien me gana el corazón es mi mami. Ella sí que es la más linda del mundo”.

-Ma-ma-ma-ma-ma –decía Roy mientras agitaba sus manitas para que su madre lo cogiera.

-Ven aquí… ¡Que guapos están mis hombres! –dijo antes de cogerlo, para después darle un beso a Castle en los labios. Todos miraban la escena enternecidos cuando volvió a sonar el timbre.

-¡Yo abro! –dijo Lanie decidida y se levantó con rapidez de su silla para dirigirse a la puerta. Todos la miraron entre sorprendidos y extrañados pero nadie dijo nada. Antes de abrir, se colocó el escote, luego el pelo y preparó su sonrisa más seductora. Cuando abrió, se encontró con un sonriente Andrea.

-Hola, Lanie. ¡Qué sorpresa! –dijo el chico antes de darle dos besos.

-La sorpresa es mía, Andrea. Pasa… -Cuando pasó, ella no pudo evitar pasear la mirada por su cuerpo. Vestía unos pantalones vaqueros un poco desgastados y una camisa blanca bajo una chaqueta gris. Se mordió el labio y Kate tuvo que hacerle una seña para que disimulara un poco.

Después de presentarles a Andrea y que todos se saludaran, Castle les pidió que se sentaran en la mesa para empezar a comer. Al principio todo empezó tranquilo, hasta que a la mitad del primer plato, Lanie se dirigió a Beckett.

-Kate, cariño, ya que no está bien hablar de la gente cuando no está presente y, aprovechando que está Andrea aquí, quería preguntarte… ¿Alguna vez has sentido ganas de lanzarte sobre él? –A Beckett le cambió la cara y Castle casi se atraganta con la comida y empezó a toser. –Digo…alguna vez han chocado… -La inspectora abrió los ojos sin dar crédito a lo que su amiga decía –me refiero…como madre...en lo referente a Roy. –Kate miró a Lanie quien tenía una sonrisa triunfal, luego a Castle que aún tosía y, por último, a Andrea que parecía divertido con el comentario de la forense. Estaba claro que iba a ser una cena muy larga…