Verdades y mentiras (Epílogo) 04/11 COMPLETO

M e ha gustado mucho... aunque me dio penita.
Continua pronto pliss.     

Pero,pero,pero...
Se me saltan hasta las lagrimas.

SIGUE MUY PRONTO

Ay dios mio ke bonito ke pena ke de todo jajaj me encanta, sigue pronto por favorr )

Con lo ilusionado que estaba el pobre Rick!!, que penita me ha dado cuando le estaba diciendo todo eso.

Espero que puedas continuar pronto.

Ke penaaa sigueeeee

Que penaaaaaaa continuaaa prontooo:( 

Q alegria hoy cuando vi q habias publicado otro capi...Me encanta.... Y no es por meterte prisa (bueno, un poquito), pero pooooorrrr faaavooooooor, no tardes mucho en continuar.... Me encanta, muchas gracias!!!

Joooooo que capi mas triston.  
Aun asi muy bueno, me encanta.
Continua pronto.

demaciado bello y triste pero esperemos que se vaya arreglando de apokito!
continua pronto porfivor!

Me encanta, pero espero que las cosas se vayan arreglando poco a poco o me dará algo xD. Un saludo y sigue pronto!

Capítulo 17

Rick se pasó toda la noche dando vueltas en la cama, llorando y levantándose de vez en cuando para ir a beber agua no por tener sed, precisamente, sino por el simple hecho de moverse un poco, hasta que logró dormirse después de haber amanecido.





No muy diferente fue la situación de Kate. Ésta, en vez de ir a beber agua, iba a ver a sus hijos.





El llanto de uno de los niños fue lo que hizo que Beckett se despertara esa mañana. Cuando llegó a la habitación de los bebés, cogió a Maddie que era la que lloraba para que se calmase y bajó a la cocina para prepararle el desayuno.





Pensó que se encontraría con el escritor, pero no. Richard aún seguía dormido en su habitación, Martha tampoco estaba por allí. Con su hija en brazos comenzó a hacer el biberón para ella y para su hermano que no tardaría mucho más en despertar.





Kate le dio el biberón a su hija mientras le hablaba. La niña reía ante ello lo que hacía que la detective sonriera. Cuando hubo terminado subió con la bebé y el otro biberón a la habitación para ver si su hijo se había despertado. Y, así, era aunque el pequeño Alex no lloraba. Al a ver a su madre sonrió y ésta se agachó para darle un beso.





Beckett intentó poner a su hija en la cuna para poder coger a su otro hijo y darle la leche pero la pequeña se negaba y lloraba cuando su madre la depositaba en la cuna.





-Por favor, Maddie, quédate aquí que le tengo que dar el bibi a tu hermano. –la niña lloraba- solo un momento, mientras le doy el bibi y ya. Luego te cojo –pero la pequeña se seguía negando.





-¿Necesitas ayuda? –preguntó una voz detrás de su espalda.





Kate se sobresaltó, no se lo esperaba. –Sí, -dijo dándose la vuelta- porque esta señorita –Kate besó a su hija- no quiere quedarse en su cuna mientras le doy el bibi a Alex- la niña rio y la detective no tuvo más remedio que sonreír ella también.





-Bueno, no te preocupes, yo le daré su leche a Alex. ¿Dónde está el biberón?





-Allí –dijo señalando una mesita cerca de la cuna del niño. –Gracias. Martha.



-No las des, querida, ya sabes que para mí es un placer cuidar de mis nietos. Por cierto, ¿dónde está mi hijo que no te está ayudando?





A Beckett se le cambió la cara. –No lo sé, Martha.





-¿Ha pasado algo? –preguntó la actriz al darse cuenta del cambio de la detective. –No importa, ya le preguntaré a él y si quiere me lo dirá. –Kate se puso tensa tras la pregunta. –No te preocupes.

---

Después de darle el desayuno a Alex, las dos mujeres bajaron a la cocina cada una con un bebé para desayunar ellas. El escritor todavía no había aparecido por allí.





Martha preparó el desayuno para tres, Kate quería ayudarla pero Maddie seguía sin querer estar en otro lugar que no fuese en los brazos de su madre, así que no pudo ayudar a la abuela de sus hijos.





Las dos mujeres desayunaron hablando de temas sin mucha importancia. Martha sabía que algo iba mal, nada más tenía que fijarse en las ojeras que tenía la detective pero no quería presionarla, ya su hijo se lo contaría.





-Sabes que puedes confiar en mí, ¿no? Ya sabes que para mí tú eres como mi hija y si necesitas algo solo tienes que decírmelo.





-Gracias, Martha –la actriz apretó la mano de la detective antes de levantarse del taburete de la cocina.

---

Cuando Martha entró en la habitación del escritor se lo encontró llorando con una foto entre sus manos.





-¿Qué te pasa, Richard? –la actriz se acercó hasta donde estaba su hijo y se sentó.





-La he perdido, la he perdido –lograba decir entre sollozos el escritor. –La he perdido por mi culpa. –Rick se abrazó a su madre.





-Richard, hijo, intenta tranquilizarte y explícame qué ha pasado. Seguro que hay una solución.





-No, no la hay. Ella me lo dijo anoche.





-A ver, ¿qué te dijo exactamente?





-Me dijo que ya no habría un nosotros fuera de nuestros hijos.





-Richard –le dijo mientras le acariciaba la espalda- a lo mejor te dijo eso porque sigue dolida por todo lo que tuvo que pasar. Pero yo estoy segura que ella te quiere





-No, no me quiere. Yo maté todo el amor que ella sentía por mí. –El escritor comenzó a llorar más fuerte.





-Hijo, tranquilízate. No creo que un amor como el vuestro haya desaparecido así como así. Ella te quiere solo tiene miedo a sufrir de nuevo.





-No…



-Richard, y si no es así, tienes que seguir a adelante por tus hijos, los tienes a ellos.





-Sí, pero ellos dentro de unos días se irán y no sé cuándo podré volver a verlos.





-Los veas o no todos los días, ellos seguirán ahí y tú tienes que estar bien por ellos.





Después de unos largos minutos, Rick se pudo tranquilizar un poco gracias a su madre. El escritor fue a darse una ducha y Martha a por su desayuno para que se lo comiera en su habitación, aunque sabía, perfectamente, que le iba a tocar obligarlo.

---

Cuando la actriz salió se topó con Kate que seguía sentada en el taburete con su hija en brazos pero ahora la niña estaba casi dormida.





Beckett miraba a su exsuegra con cara de culpabilidad. –Yo lo siento mucho, ­Martha.





-No es tu culpa, querida. Solo te pido que no le quites a sus hijos –Kate quería hablar pero la actriz no la dejó –Yo sé que te irás porque tu vida ya no está aquí pero, espero, que nos dejes verlos de vez en cuando.





-Intentaré que así sea, de verdad. Yo…





-Querida, -dijo la actriz interrumpiéndola y sentándose en el taburete de al lado –Sé que es una situación complicada y que has sufrido mucho pero, si sigues queriendo a mi hijo, no dejes pasar la oportunidad de ser feliz junto a él. Tómate el tiempo que necesites pero no la desaproveches. –Dicho eso la actriz se levantó y cogiendo la bandeja que portaba el desayuno de Rick volvió a la habitación de éste.

---

El día fue transcurriendo y Richard seguía en su habitación, no quería ver a Kate. Martha intentaba convencerlo para que saliese y estuviese con sus hijos pero Castle seguía sin entrar en razón.



Kate se pasó todo el día jugando con sus hijos e intentando no pensar en todo lo que había ocurrido en las últimas horas.  Ella tenía demasiado claro lo que iba a hacer respecto a su relación con el escritor y no quería pensar para terminar cambiando de idea. Le dolía mucho verlo sufrir así, y más sabiendo que ella tenía la solución en sus manos.

---

A las 6 de la tarde Rick salió de la habitación, su madre tenía razón y tenía que aprovechar el tiempo que sus hijos estuviesen allí o luego se arrepentiría. Cuando salió se encontró con la detective jugando con sus hijos. Y no pudo evitar pensar en lo feliz que hubiesen sido los cuatro juntos si él no se hubiese dejado engañar.





Kate se dio la vuelta al darse cuenta de su presencia. Lo que vio la entristeció aún más. Castle tenía ojeras, tenía los ojos hinchados y rojos por haber estado llorando. Reflejaba todo lo que estaba sufriendo.





La detective se puso de pie. Quería preguntarle cómo estaba pero eso sería demasiado absurdo. Tan solo con mirarlo se sabía la respuesta. Quería abrazarlo y decirle que no pasaba nada pero no se atrevía. Ella también lo había pasado mal y no quería volver a pasar por ahí.





-Hola –dijo el escritor en un susurro.



-Hola –contestó la detective.





El escritor pasó por su lado y se sentó cerca de donde estaba la sillita de sus hijos. Cogió a Alex, le dio un beso en la frente y lo estrechó suavemente en su pecho. –Os he echado de menos –dijo mientras le acariciaba la mejilla a su hija.





-Castle, tengo que decirte algo.





El escritor la miró y su corazón se llenó de esperanzas. –Tú dirás, entonces –dijo suavemente.





-Ayer, me llamó Esposito. Han atrapado a uno de los hombres que te secuestraron y tienen pistas para buscar a los demás. -Al escuchar eso, sus esperanzas volvieron a morir.





-Bien. ¿Y Gina?





-De ella no saben nada aún.

---

Kate aprovechó que el escritor y su madre se habían quedado a cuidado de los mellizos para ir a ducharse. Luego, entre Rick y ella bañaron a los pequeños. Castle sonrió durante el proceso. Era la primera vez que podía bañar a sus hijos.





Esa noche fue Martha la que se encargó de hacer la cena. Así su hijo podía pasar más tiempo con Kate y sus hijos. Aunque los dos adultos no hablaron mucho y lo poco que hablaron fueron cosas relacionadas con los niños. Rick evitaba cualquier tipo de contacto con la detective. Estaba frío y distante.





Cuando estaban cenando Martha era la única que hablaba. Era muy difícil mantener un tema de conversación en la mesa. La tensión se podía cortan con un cuchillo.





-Disculpad, tengo que cogerlo –dijo la detective al escuchar su móvil sonar.







-Castle, era Ryan, han conseguido atrapar a los dos que faltaban pero de Gina no se sabe nada.





El escritor se alegró de escuchar aquello pero él sabía que la que verdaderamente era un peligro era su exnovia. No estaría tranquilo hasta que ella estuviese entre rejas.





-¡Eso es fantástico! Además, seguro que pronto le tocará el turno a Gina. –Intervino la actriz.





Poco después de terminar de cenar, la detective se disculpó para ir a dormir. Estaba realmente cansada y a la mañana siguiente sus hijos volverían a despertarla temprano. Además, toda esa tensión que había entre ellos de nuevo hacia que no se sintiese cómoda.



 

---

-Hijo, entiendo que estés dolido pero tienes que hacer algo. Está situación con Katherine es insostenible. Hay demasiada tensión. Yo entiendo que los dos lo estáis pasando mal pero debéis intentar tener al menos una relación cordial.





-Lo sé, madre. Esto, solo hará empeorar las cosas. Además, debo hacerlo por Maddie y Alex.





-Richard, ya verás que poco a poco las cosas irán cambiando. Ahora, ve a dormir. Mañana te sentirás mejor. –Martha besó la frente de su hijo antes de subir a su habitación. El escritor se quedó un poco más en la sala. Mañana hablaría con Kate. No podía seguir así con ella. Total, la culpa era de él y no de Kate y no se merecía esa situación. Así, solo conseguiría que decidiese marchase antes.

---

A la mañana siguiente Rick le preparó el desayuno a Kate para disculparse por su comportamiento del día anterior.





Cuando entró en la habitación después de haber tocado la puerta, se encontró con la detective dormida. Iba a darse la vuelta y volver más tarde pero en ese instante Kate comenzó abrir los ojos.





-¿Castle? .preguntó confundida. No se esperaba que Rick le volviese a llevar el desayuno a la cama.





-Hey, buenos días.





Beckett se incorporó en la cama quedando sentada apoyando su espalda en el cabecero.





-Buenos días, ¿qué haces aquí?





-Vine a traerte el desayuno. No, no es lo que piensa –añadió al fijarse en el cambio de la detective. –Te traigo el desayuno para disculparme por mi comportamiento ayer. Yo…





-Castle, te entiendo, no te tienes que disculpar.





El escritor se acercó y le puso la bandeja en su regazo. La detective se dio cuenta de que esta vez no había rosa ni nota.





-Gracias. Kate, yo no quiero que tengamos una mala relación. Creo que eso no nos beneficiaría a ninguno de los dos y menos a nuestros hijos. –La detective asintió. –No quiero que nuestra relación sea como fue ayer. Por eso quiero pedirte que seamos amigos o, al menos, mantengamos una relación lo más cordial posible. Claro, solo si tú estás de acuerdo.





-Estoy de acuerdo. Tienes razón, tener una mala relación no será bueno para nuestros hijos. Pero, ¿tú estarás bien?





-No te niego que me duele pensar que ya no vamos a pasar más de la raya de la amistad pero prefiero eso a no tenerte ni siquiera como amiga. Además, no solo importo yo. Me importa más que Alex y Maddie estén bien.





La detective sonrió tímidamente.





-Cómete el desayuno antes de que se te enfríe el café – la ánimo el escritor antes de levantarse de la cama, donde se había sentado para hablar.





-¿No me vas a acompañar?





-Yo ya he desayunado, Kate. Voy a bajar a terminar de preparar los biberones. –Castle, le sonrió antes de salir por la puerta.





Beckett suspiró cuando el escrito se fue. Ella y Rick siendo amigos. Bueno, eso habían sido desde que él había salido del hospital, ¿no? No debería ser muy difícil.



 

---

-Kate – la llamó el escritor cuando la vio bajar por las escaleras – he pensado que esta noche podemos invitar a los chicos y a Lanie a cenar para agradecerles todo y festejar que ya solo queda encontrar a Gina. ¿Qué te parece?





-Me parece bien. -Le sonrió.





-Además, les debo una explicación y una disculpa.

---

-Castle, ¿quieres ir a dar ese paseo diario del que hablamos? Así, tendremos toda la tarde para preparar la cena para cuando vengan los chicos.





-¿Quieres hacer eso todavía?





-Claro, somos amigos, ¿no? –sonrió.





El escritor forzó una sonrisa. Escuchar eso de los labios de Kate le había dolido más de lo que pensaba. –Pues, entonces voy a por mi abrigo. ¿Llevaremos a los niños?





-Sí, está el sol fuera. Además, tu madre me ha dicho que quería salir.

---

Esta vez caminaban sin tomarse de la mano. Rick se moría de ganas por hacerlo pero sabía que no era buena idea aunque sabía perfectamente que ella no le rechazaría porque sabía que, así, se sentía más seguro.





-¿Kate? –preguntó un hombre acercándose a ellos. –¡Eres tú! –abrazó a Beckett- Cuánto tiempo sin verte.





-¡Mason! –exclamó la detective.





-¿Qué tal todo? ¿Cómo te ha tratado la vida desde que no nos vemos? –preguntó con una sonrisa.





-Estoy bien, y la verdad que no me puedo quejar. Mira, -le dijo mientras se echaba a un lado para que su viejo amigo pudiese ver a Rick con el carrito de los bebés. –Son mis hijos.





-¿Eres mamá? LA dura detective Beckett, ¿es mamá? –Kate le dio un codazo no muy fuerte. Mason se acercó más a los niños y les acarició la cara. Son preciosos, como tú –dijo mientras sonreía.





-Sí, soy mamá.





-Hola, soy Mason Livingstone, un viejo amigo de Kate. –Se presentó percatándose de la presencia de Rick.- Tú debes ser su marido, ¿no?





Kate y Rick se miraron. –Richard Castle, pero no soy su marido, somos amigos.





-Ah, vaya, lo siento por mi metedura de pata. Te vi con sus hijos y pensé…





-No pasa nada, Mason. Es un error. Y cuéntame, ¿qué ha sido de ti? –intervino la detective.





-Pues mi vida no ha cambiado tanto. Sigo siendo el mismo de siempre, ya sabes. –dijo sonriendo pícaramente.





-Ya, el mismo picaflor de siempre. –Los dos amigos rieron.





El escritor no podía evitar sentir celos del amigo de Kate, se veía de lejos que se llevaban muy bien y que en el pasado habían estado muy unidos. Y no sabía si quería saber qué tan unidos habían estado.





-Y ¿ya tienes planes para Navidad, Katie?–Esa forma de llamarla había acabado con las sospechas del escritor. Beckett solo dejaba que la llamasen así a las personas realmente importantes para ella. - Yo voy a pasarla en casa de mis padres, puedes venirte. Ellos estarán contentos de verte de nuevo después de tanto tiempo.





-Permiso, voy a adelantarme ya casi estamos. Te espero en el lotf, Beckett. –Castle estaba tan celoso que ni siquiera se dio cuenta de que iba solo hasta que llegó a su casa con sus hijos y cerró la puerta.

---

Cuando Kate llegó al lotf, cosa de media hora más tarde, se encontró con el escritor que preparaba las cosas de la cena de aquella noche con sus antiguos compañeros. Rick le hablaba a sus hijos al mismo tiempo que sacaba los alimentos que le iban a hacer falta de la nevera. Los dos niños se reían.





-¿Te ayudo? -se ofreció la detective.





-No hace falta, si quieres puedes ir a prepararte. Yo me encargo de todo, no te preocupes.





-Está bien, entonces iré a bañar a los niños antes de que les toque su siguiente biberón. Subiré primero con Maddie. Ya sabes que es la que más se impacienta por comer. –Sonrió.





Castle le devolvió la sonrisa. –Sí, definitivamente, ella es la que más se impacienta.





-¿Puedes cuidar de Alex mientras?





-Sí, claro, sube tranquila.

---

Los primeros en llegar fueron Ryan y Jenny con su hijo. Castle los invitó a entrar y les llevó una copa de vino para hacer más amena la espera de Espo y Lanie. Quería que estuviesen todos para, así, disculparse y darles las gracias.





____



Espero que os guste y gracias por seguir leyendo y comentando :)Mañana vuelve mi rutina, así que se me hará más difícil escribir. Volveré a tardar demasiado en actualizar... Lo siento.

Carelyn Zombie hasta... escribió:M e ha gustado mucho... aunque me dio penita.
Continua pronto pliss.     

Sí, me dio pena hasta a mí. Pero yo si fuese Kate tampoco lo hubiese perdonado así como así...

okusak escribió:Me encanta, pero espero que las cosas se vayan arreglando poco a poco o me dará algo xD. Un saludo y sigue pronto!

jajaja no sé, arreglarse un poco se arreglan en éste pero no como tú quieres, creo xD Saludos!

cururi escribió:demaciado bello y triste pero esperemos que se vaya arreglando de apokito!
continua pronto porfivor!

jaja sí, un poquito sí, sino la situación sería insostenible y Kate decidiría irse.

_Caskett_ escribió:Joooooo que capi mas triston.  
Aun asi muy bueno, me encanta.
Continua pronto.

Sí, pero creo que era lo que tocaba jeje

anfrig escribió:Q alegria hoy cuando vi q habias publicado otro capi...Me encanta.... Y no es por meterte prisa (bueno, un poquito), pero pooooorrrr faaavooooooor, no tardes mucho en continuar.... Me encanta, muchas gracias!!!

No sé si tardé mucho para ti pero para mí he publicado tres capis bastante seguido Gracias a ti por comentar =)

stanathan_caskett escribió:Que penaaaaaaa continuaaa prontooo:( 

Hecho

castle&beckett..cris escribió:Ke penaaa sigueeeee

Yaye escribió:Con lo ilusionado que estaba el pobre Rick!!, que penita me ha dado cuando le estaba diciendo todo eso.

Espero que puedas continuar pronto.

Ya ves, el pensaba que todo se iba a arreglar entre ellos... jeje Gracias por comentar

treinta y uno escribió:Ay dios mio ke bonito ke pena ke de todo jajaj me encanta, sigue pronto por favorr )

jajaja éste es mucho menos triste, creo, al menos para mí  

Caskett_Dever escribió:Pero,pero,pero...
Se me saltan hasta las lagrimas.

SIGUE MUY PRONTO

uy, no lo siento. A mí tb me dio bastante pena Rick...  

joooooooooooo que penitaaa Riick!!!!  sufre muchoooooo ¿no te da penita? jajaja aunque Kate tambien sufrió mucho... jooooo los dos sufreeeen!!!

Me encanta el capitulooo y el ficcccc y sorry por no haber comentado seguido pero eso si no me he perdido ningun capitulo del fic, siempre lo he seguido ^^

espero que sigas pronto que ya tengo ganas de leer massss asi que sigueeeeeee plisss jaja ¡nos vemos!

besotess

Me ha gustado mucho pero tengo mucha curiosidad por saber quien es ese viejo amigo y de que se conocen y ver si pueden estar los dos tranquilos sin rencores

Sigue prontitoo

Caskett23 escribió:

Carelyn Zombie hasta... escribió:M e ha gustado mucho... aunque me dio penita.
Continua pronto pliss.     

Sí, me dio pena hasta a mí. Pero yo si fuese Kate tampoco lo hubiese perdonado así como así...

okusak escribió:Me encanta, pero espero que las cosas se vayan arreglando poco a poco o me dará algo xD. Un saludo y sigue pronto!

jajaja no sé, arreglarse un poco se arreglan en éste pero no como tú quieres, creo xD Saludos!

cururi escribió:demaciado bello y triste pero esperemos que se vaya arreglando de apokito!
continua pronto porfivor!

jaja sí, un poquito sí, sino la situación sería insostenible y Kate decidiría irse.

_Caskett_ escribió:Joooooo que capi mas triston.  
Aun asi muy bueno, me encanta.
Continua pronto.

Sí, pero creo que era lo que tocaba jeje

anfrig escribió:Q alegria hoy cuando vi q habias publicado otro capi...Me encanta.... Y no es por meterte prisa (bueno, un poquito), pero pooooorrrr faaavooooooor, no tardes mucho en continuar.... Me encanta, muchas gracias!!!

No sé si tardé mucho para ti pero para mí he publicado tres capis bastante seguido  Gracias a ti por comentar =)

stanathan_caskett escribió:Que penaaaaaaa continuaaa prontooo:( 

Hecho

castle&beckett..cris escribió:Ke penaaa sigueeeee

Yaye escribió:Con lo ilusionado que estaba el pobre Rick!!, que penita me ha dado cuando le estaba diciendo todo eso.

Espero que puedas continuar pronto.

Ya ves, el pensaba que todo se iba a arreglar entre ellos...  jeje Gracias por comentar

treinta y uno escribió:Ay dios mio ke bonito ke pena ke de todo jajaj me encanta, sigue pronto por favorr )

jajaja éste es mucho menos triste, creo, al menos para mí  

Caskett_Dever escribió:Pero,pero,pero...
Se me saltan hasta las lagrimas.

SIGUE MUY PRONTO

uy, no lo siento. A mí tb me dio bastante pena Rick...  

[quote="Caskett23"]

Carelyn Zombie hasta... escribió:M e ha gustado mucho... aunque me dio penita.
Continua pronto pliss.     

Sí, me dio pena hasta a mí. Pero yo si fuese Kate tampoco lo hubiese perdonado así como así...

Yo tampoco lo perdonaria asi... le haria sufrir un poquito mas...

Bueno me ha gustado el capitulo... estoy esperando la aparicion de gina (presa o no) continua pronto...

pero como puedes ser así no te da penita el pobre rick porque yo según voy leyendo se me caen las lagrimillas

Parece que las cosas se siguen complicando un poco más. Espero que este amigo de Kate que ha aparecido no traiga problemas.

Continúa pronto.

me gusta mucho como llevas esta historia,  que no se vaya nunca Kate por fa, no tardes

Estoy totalmente enganchada a esta historia. Sigue pronto por favor.

okusak escribió:Estoy totalmente enganchada a esta historia. Sigue pronto por favor.

Intentaré seguir lo más pronto posible. Espero que te siga gustando y no te defraude. Saludos!

choleck escribió:me gusta mucho como llevas esta historia,  que no se vaya nunca Kate por fa, no tardes

Espero que te siga gustando, aún quedan algunas cosas por ver jeje. Intentaré no tardar mucho

Yaye escribió:Parece que las cosas se siguen complicando un poco más. Espero que este amigo de Kate que ha aparecido no traiga problemas.

Continúa pronto.

Sí, se complican... Pronto se sabrá si trae problemas o no...

trolido escribió:pero como puedes ser así no te da penita el pobre rick porque yo según voy leyendo se me caen las lagrimillas

Sí, me da penita pero ella tb lo pasó mal, ahora le toca él y esforzarse aunque le hayan dado un "no".

carelyn escribió:Bueno me ha gustado el capitulo... estoy esperando la aparicion de gina (presa o no) continua pronto...

Sí, Gina tiene que volver a aparecer de alguna forma. No creo que tarde muchos capítulos más sin salir.  

angela_kate.b escribió:Me ha gustado mucho pero tengo mucha curiosidad por saber quien es ese viejo amigo y de que se conocen y  ver si pueden estar los dos tranquilos sin rencores

Sigue prontitoo

Sí, se sabrá quién es y de qué se conocen. Pues por lo pronto tranquilos, a lo mejor, sí pero juntos...

KateC_17 escribió:joooooooooooo que penitaaa Riick!!!!  sufre muchoooooo ¿no te da penita? :Pjajaja aunque Kate tambien sufrió mucho... jooooo los dos sufreeeen!!!

Me encanta el capitulooo y el ficcccc y sorry por no haber comentado seguido :(pero eso si :Dno me he perdido ningun capitulo del fic, siempre lo he seguido ^^

espero que sigas pronto que ya tengo ganas de leer massss asi que sigueeeeeee plisss :bigcrying:jaja ¡nos vemos!

besotess

jajaja, sí me da penita xD Pero me gusta el drama...

No pasa nada porque no comentes seguido con que lo leas y tal

No sé cuándo seguiré pero espero pueda seguir pronto

Sigue prontoooo

Capítulo 18

Mientras Kate y Jenny hablaban de sus hijos, Ryan se disculpaba con Castle por no haber ido a verlo al hospital ni cuando salió. No había tenido tiempo. No solo había tenido que ocuparse de su secuestro, sino, también, de otros asesinatos.

Cuando Espo y Lanie llegaro, todos se sentaron alrededor de la mesa, la cual ya estaba preparada para la cena. Richard tomó la palabra antes de comenzar a comer.

-Chicos, –dijo poniéndose de pie- os he invitado esta noche para agradeceros todo el esfuerzo que habéis hecho para encontrar a los que me tuvieron secuestrado –algunos de los que estaba sentado en la mesa quería hablar pero Castle siguió y no los dejó.- También, os he invitado para disculparme por mi comportamiento hacia vosotros hace unos meses. Ninguno se merecía ese tipo de trato por mi parte. Yo estaba confundido y…

-Castle, déjalo ya –intervino Lanie - todos conocemos lo que pasó. Aceptamos tus disculpas. –sonrió para que viese que hablaba en serio. -Ahora siéntate y a comer. Tengo hambre y esto tiene muy buena pinta.

El escritor miró a sus antiguos compañeros para ver si ellos estaban de acuerdo. Espo y Ryan asintieron. Rick sonrió. Se acababa de quitar un gran peso de encima.

La cena fue transcurriendo mientras recordaban viejas anécdotas de cuando tenían que ir tras el sospechoso. Javi y Kevin también contaron algunas anéctotas que les habían ocurrido a ellos después de que Beckett y Castle se fueran de la comisaría. Parecía que no había pasado el tiempo por ellos. La cena fue bastante amena y estuvo llena de risas.

________________________________________


Jenny y Kevin se fueron demasiado pronto. Su hijo estaba cansado y quería su cama ya. Además, el pequeño Brian no se encontraba bien, se había constipado y eso hacía que estuviese caprichoso y llorón.

Mientras Espo y Richard seguían hablando en la mesa, ahora acompañados de una cerveza, Lanie fue a ayudar a Kate a acostar en sus cunitas a Maddie y Alex.

-¿Qué tal con Castle desde que no hablamos?

Kate le contó a Lanie todo lo que había ocurrido entre ellos, cuando Castle le dijo que la quería y cuando habían quedado como amigos.

-¿Amigos? ¿Tú y Castle? –preguntó la forense más alterada que confundida por la confesión de su amiga.

-Sí, Lanie, amigos. ¿Qué pasa? Nosotros fuimos amigos durante 4 años antes de que fuésemos novios.

-Por eso, chica. Tú y Castle no podéis ser amigos. No eráis unos amigos normales, se os notaba desde lejos que estabais enamorados el uno del otro, como ahora.

-¡Lanie! Ahora es diferente.

-No es tan diferente, vuestros sentimientos son los mismos.

-Lanie, sabes que es complicado…

La forense la interrumpió. -¡Ay, chica! Lo vuestro NO –remarcó esa palabra- no es complicado. VOSOTROS –volvió a remarcar la última palabra - lo hacéis complicado. ¿Cuándo te vas a dar cuenta?

Kate se quedó en silencio sin saber qué decir. Sabía que su amiga tenía razón pero no iba a dársela.

-Katie –dijo Lanie más calmada- No hay nada que os impida volver a estar juntos. Los dos estáis libres, tenéis hijos en común y lo más importante, os queréis.

-Lanie…

-Kate –la forense se acercó a su amiga y le tomó la mano -amiga, por favor, no dejes que tu orgullo y tu miedo le ganen la batalla a lo que sientes aquí –La médica llevó la mano de Kate hasta su corazón dejándola posada ahí. –Porque lo que sientes ahí, será lo que te hará ser feliz. Sé que es difícil, y más para ti, volver a arriesgarse pero la vida, al fin y al cabo, es eso, arriesgarse. El que no se arriesga no es feliz. Hazme caso, Katie. Los dos estáis sufriendo y, créeme, Rick ha aprendido la lección demasiado bien como para volver a cometer otro error de ese tipo o cualquier otro tipo de error que lo aleje de ti y vuestros hijos. –Lanie limpió las lágrimas que corrían por el rostro de la detective. –Es hora de ser feliz. –Las dos amigas se abrazaron.

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A la mañana siguiente Kate y Rick se encontraron en la cocina. Los dos se saludaron con un “Buenos días” y se dispusieron a preparar el desayuno. Ahora el trato entre ellos era más distendido. Ya no había tanta tensión. Eran amigos. Después de desayunar, los dos juntos, en la cocina. Subieron para ver si sus hijos se habían despertado.

Ese día transcurrió sin ningún tipo de accidente. Salieron a pasear. Jugaron con sus hijos. La misma rutina de siempre. Martha estaba muy cansada para volver a salir después de haber estado toda la noche de fiesta, además, estaba pensando en cómo les comunicaría a Kate y su hijo lo que sus amigos le habían planeado la noche anterior. Rick aprovechó un rato en el que sus hijos dormían para escribir, hacía tiempo que no lo hacía y tenía ganas. Además, era algo especial. Nada de libros para la editorial. Kate salió a comprar algunos pequeños regalos para sus hijos, dejando a éstos con su padre y abuela. Faltaba poco para Navidad y quería comprarles algo aunque los bebés fuesen todavía demasiado pequeños para entender.  

Después de cenar Martha les pidió a Kate y su hijo que se sentaran en la sala mientras ella iba a por una copa de vino para cada uno. Cuando estaban todos sentados. Martha comenzó:

-Tengo que deciros algo –sentenció la actriz nerviosa. –Verás, hijo, ayer salí con los actores que me ayudan con la escuela de teatro, algunos tienen algunos contactos y participan en algunas obras…

-Madre –dijo el escritor interrumpiéndola- no empieces a darles tantas vueltas. Lo que quieras decir, dilo.

-Vale. –La diva respiró hondo para llenarse de fuerzas.- Me han invitado a viajar con ellos para que los ayude con un personaje, la actriz que lo interpretaba está enferma y no puede viajar. Además, como tú y Katherine ahora os lleváis mejor… he pensado que no sería mala idea. Hace tiempo que no viajo para actuar y…

-Está bien, madre, No creo que me tengas que pedir permiso. Tú ya eres mayorcita. Yo soy el hijo, ¿recuerdas?

-Bien.

-¿Cuándo te vas?

-Mañana.

-¿Mañana? –preguntó elevando la voz el escritor.

-Sí, por eso os lo decía. Os quedaréis los dos solos. ¿Tienes algún problema con eso, Katherine? Porque si es así… si te sientes incómoda...

-No, no pasa nada. Puedes irte tranquila –la detective le sonrió.

-Me alegro. ¿Y tú, hijo?

-Yo tampoco, madre.

-Pues si es así. Iré a dormir, mañana me esperaba un día muy pesado. –la actriz se levantó del sillón y después de abrazar a los dos se fue a su habitación.

-¿De verdad, no te importa quedarte conmigo asolas? Digo, ¿no te sentirás incómoda?

-No, Castle, de verdad, no pasa nada. Somos adultos y creo que podremos llevar bien la situación. Además, tu madre no es que haya estado mucho tiempo en casa estos días. –Sonrió.

-Es verdad.

-Buenas noches, Castle. –Se despidió antes de irse, ella también, hacia su habitación.

-Buenas noches, Kate. Que descanses.

________________________________________


Richard se despertó esa mañana pensando en el día que era: 24 de diciembre, la noche de Navidad. Ese día que tanto le gustaba al escritor. Pero esta Navidad sería diferente. No tendría con quien pasarla. Su madre se iba ese mismo día con su grupo de teatro, Kate habría aceptado ir a cenar con su viejo amigo, ese que se encontraron el otro día en la calle. Se llevaría los niños con ella, así que estaría solo.

-Buenos días –lo saludó Kate cuando lo vio salir de su habitación. Beckett llevaba a su hijo en brazos mientras terminaba de preparar café.

-Buenos días. Hoy se despertaron antes, ¿no? –le preguntó al ver a sus hijos despierto.

-Sí, y ellos ya han desayunado.

El timbre de la puerta sonó y el escritor fue a abrir. Seguro que era lo que había pedido que le mandasen la noche antes. Cuando abrió vio que así era y llevó la pequeña caja a su habitación después de firmar la entrega y darle una propina al mensajero.

Kate tenía curiosidad por saber qué era pero no preguntó.

Rick volvió con una sonrisa de su habitación. Estaba satisfecho, lo había conseguido.

-¿Desayunamos? –le preguntó Kate.

-Sí, claro. Muero de hambre.

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Martha bajó dos horas después con una gran maleta.

-Bueno, -dijo para empezar la actriz, -ha llegado la hora de despedirse. –Martha besó a sus nietos y le dio un abrazo a los dos adultos. –Espero estar de regreso antes de que te vayas, querida. No son muchos días los que estaré fuera.

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Kate notaba raro a Rick. Él siempre en esa época del año y, sobretodo, ese día y el siguiente. Estaba muy contento, era Navidad. Pero ese día parecía que estaba más bien triste que otra cosa. Sabía que las cosas entre ellos no estaban saliendo como él había estado planeando unos días atrás y eso lo tenía triste, pero ahora estaban bien. No sabía si quería arriesgarse en preguntar, seguramente, se encontraría con algo que no sabía si iba a poder lidiar, al menos, no de forma no dolorosa para ambos.

La hora de empezar a hacer la cena especial estaba llegando y, Rick, seguía sentado en el sofá sin mostrar ningún tipo de interés.  Beckett se sentó a su lado con Maddie en brazos.

-¿No vas a preparar tu cena especial para esta noche?

-No –dijo rotundamente.

-¿Y eso? ¿Prefieres cambiar la tradición y comer otra cosa?

-No, no es eso. Es que no tiene sentido que prepare algo tan elaborado para cenar yo solo.

-¿Tú solo? –Preguntó confusa la detective.

-Sí, yo solo. Mi madre se ha ido y tú has quedado con tu amigo Mason para ir a cenar con él y su familia.

-Castle, -dijo entiendo la razón de su comportamiento durante todo el día –yo no quedé con Mason para cenar, lo sabrías si no te hubieses ido. Yo quiero pasar esta noche con nuestros hijos y contigo –sonrió.

El escritor sonrió ante aquella confesión. –Gracias, Kate. No sabes lo que significa para mí poder pasar la noche de Navidad con Alex y Maddie –Rick le dio un beso a su hija- y contigo –terminó de decir dubitativo.

-Entonces, ¿vas a preparar la cena o no? –le preguntó sonriendo.

-Por supuesto, ahora mismo empiezo. –dijo el escritor mucho más contento. -¿Vino para ir empezando?

-Sí, –Beckett también se levantó y fue con él a la cocina. -¿Quieres que te ayude?

-Estaría bien

-Pues voy a intentar sentar a Maddi en su sillita, a ver si ahora quiere.

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-Mmm… esto está muy bueno, Castle. Deberías cocinarlo más veces, no solo la noche de Navidad.

-Lo sé, pero si lo hiciese a menudo, ya no sería mi cena especial de Navidad.

-En eso tienes razón. –Rio.

Después de cenar entre risas y hablando temas banales. Decidieron ver películas donde estuviesen presentes el espíritu navideño, espíritu que Castle le decía a Kate que había perdido y que debería de recuperar. Empezaron por “The Polar Express”.

A mitad de la película, Alex comenzó a llorar y Rick se levantó para cogerlo y, así, se tranquilizara. Con su hijo entre sus brazos siguieron viendo la película.

Cuando terminaron de ver la última película ya eran más de las doce.

-Feliz Navidad oficialmente, Kate.

-Feliz Navidad para ti también, Rick. –le contestó con un sonrisa.

-¡Hora de los regalos! –exclamó el escritor como si fuese un niño pequeño. –Voy a por ellos.

Kate quiso decirle algo pero cuando reaccionó el escritor ya había desaparecido dentro de su habitación. Cuando volvió a parecer traía la misma caja que esa mañana había recibido.

-Toma –dijo dándole un paquete cuadrado que había sacado de la caja- ábrelo. Kate. Ábrelo –repitió- es un regalo para Maddie.

Beckett lo abrió con cuidado de no romper mucho el papel, no sabía porqué hacía eso, si luego el envoltorio iría a parar a la basura. –Wow, Castle, es increíble.

-Me alegro que te guste.

-“La bella princesa Maddie” –leyó el título del pequeño libro que tenía entre sus manos. Tenía una foto de su hija como portada- ¿Cuándo lo hiciste?

-Ayer cuando saliste y lo terminé antes de irme acostar. Se lo mandé a Paula por e-mail y me ha hecho el favor de darle forma de libro y mandármelo esta mañana. Éste es para Alex. –el escritor le paso el otro libro.

-“El valiente caballero Alex” –leyó. –Es genial, Castle, en serio. Es increíble.

-¿Qué te esperabas? ¡Soy escritor! –exclamó levantando las manos.  

-Es verdad, y tenías que hacerles un regalo que estuviese a la altura.

-Bueno, eso y que, así, cuando os vayáis y estéis, otra vez, lejos, se los cuente y, de esa forma, estaré más cerca de ellos. Además, tampoco podía hacerles un regalo demasiado grande. Te tenía que caber en la maleta.

-Se los contaré todas las noches antes de que se duerman. –Prometió.

-Gracias, Kate.

-De nada, Castle, además, gracias a ti por este gran detalle.

-No me des las gracias, son mis hijos y qué menos que les regale algo.

Beckett comenzó a ojear los libros. No tenía dibujos, dado que había sido hecho con prisas. El de Maddie tenía alguna que otra foto de princesas Disney y castillos encantados intercalados con fotos de la niña. El de Alex, tenía fotos de caballeros, dragones y espadas con fotos también del pequeño.

Kate se fijó en que la última página del cuento no pertenecía al relato sino que era una dedicatoria de Castle a sus hijos. Eran casi iguales, solo cambiaba el nombre del niño y poco más.

“Para mi pequeña(o) Maddi(Alex) con mucho cariño. Espero que te haya gustado la historia y, también, espero que cada vez que te la cuenten o la leas te sientas más cerca de mí. Como yo haré cada vez que la vuelva a leer cada noche, para que, de ese modo, sea como si te la estuviese contando a ti. Prometo que este cuento será el primero de mucho que te escribiré. Te quiere, tu padre.”
Richard Alexander Rodgers.  

A Kate se le humedecieron los ojos al leerlo. –Lo siento mucho, siento mucho que no puedas ser tú quien se lo leas realmente a ellos cada noche.

El escritor se acercó y le tomó las manos. –Kate, no es tu culpa esta situación, sino mía, ¿recuerdas? Si aquí hay alguien que lo siente ese soy yo, créeme. No te eches la culpa de algo que tú no has tenido nada que ver. Yo fui el que provocó todo esto.

Beckett se abrazó al escritor como respuesta. Rick no se esperaba para nada esa reacción en ella pero la recibió encantado. Se sentía tan bien volver a estar así de cerca. El escritor besó sin pensarlo la cabeza de la detective. Ésta se fue separando poco a poco y sus miradas conectaron hasta que Kate agachó la cabeza.

-Tengo otro regalo, pero éste es para ti –dijo cogiendo el último paquete que había en la caja que había traído.

-Castle, no debías de haberte molestado. Yo no te he comprado nada.

-Kate –comenzó el escritor- primero, no es molestia y segundo, no te lo regalo para que tú me regales. Lo hago porque quiero y ya.

La detective lo abrió.

-¿Te gusta? -Le preguntó el escritor- Es lo último que escribí de Nikki Heat antes de parar… Pienso volver a seguir esos libros. Solo quería que lo leyeses antes que nadie. Eres mi musa, después de todo.

-Sí, claro, lo leeré. Muchas gracias. Pensaba que no ibas a seguirlo, además, con tu anterior libro anunciaste que era el último de esa Saga.

-Sí, pero era un final abierto, así que no hay problemas en volver a seguirlo. Claro, si tú no quieres que lo haga…

-Por mí no hay problema, Castle. Puedes hacerlo si quieres.

-Si es así, pronto le mandaré a Paula el borrador de la primera parte para ver qué le parece.

La detective le sonrió.

-Pensándolo bien, detective, sí hay algo que me puedes regalar. –Kate lo miró confundida. –Puedes bailar conmigo una canción, ése sería el regalo perfecto. ¿Qué me dices? Hace muchísimo tiempo que no bailo y ésta es una ocasión especial. ¿Aceptas? -le preguntó mientras la miraba sonriente.



Gracias por leer  

Que bonito!!! Cada día esta mejor, aunq me siento un poco mal por Rick, gracias, gracias y mil gracias más.... Cada día me gusta más...

Estoy enganchada a esta historia. Intuyo que, si se arreglan las cosas, tardarán mucho para que Kate cambie de parecer. Pero me gusta. Sigue pronto por favor. Un saludo!