4x01 - Rise

SIGUE SUBIENDO A ESTA VELOCIDAD QUE ME HACES LA MUJER MAS FELIZ DEL MUNDOOOO
ESTOY 17 DIAS ADELANTA!!!! ES COMO TENER LA MAQUINA DEL TIEMPO
QUIERO EL ENCUENTRO DE ELLOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

=O Drama! lo que me ecannta mas!! auqnue ojala la capitana... .-. mas vale que deje a castle inmiscuirse >:3 xD (estyo fultifacetica )

Llevaba todo el día tumbada en el sofá, levantándose a andar, volviéndose a tumbar...Quería retomar su rutina habitual, volver a ejercitarse para recuperar su forma. Pero el médico le había recomendado no realizar esfuerzos puesto que la herida aún estaba blanda. Notaba ligeros pinchazos justo en la zona donde la bala la atravesó. Una bala, le había entrado una maldita bala por el pecho que casi la mata. Aún le costaba asimilar aquello. Seguramente si no hubiera aparecido Castle empujándola hacia el suelo dicha bala no se habría desviado unos escasos milímetros del corazón y ahora mismo estaría enterrada junto a su madre.
Castle…Había recibido mensajes de Ryan, Expósito, llamadas de su padre, de Lanie…pero nada de Castle. Se debatía entre el llamarlo o dejarlo estar y esperar que él reaccionara. Pero no era justo, él estaba así por su culpa, tenía que ser ella la que rompiera el hielo.
¿Y si le enviaba un mensaje? No era tan personal como llamarle, pero serviría para comprobar si él querría volverla a ver. Además, quizás no estaría ni en la ciudad ya que nadie había podido contactar con él en 2 semanas, era una posibilidad.
Decidida cogió su móvil, se sentó en el sofá y comenzó a escribirle un mensaje: “Rick, quisiera hablar contigo”. Breve y conciso.

Un pitido lo sacó de sus pensamientos, el móvil. La idea de tener que levantarse a cogerlo no le atraía. Llevaba 2 semanas así, tirado en el sofá, sin salir a la calle, hundido en su propio infierno. Los chicos le habían llamado más de una vez. Al principio cogía las llamadas pensando que en alguna de ellas le darían la mala noticia de la decaída de Beckett, pero gracias a Dios eso no había sucedido. Ella se había recuperado. Una vez sabido que el estado de salud de Kate mejoraba a gran velocidad, desconectó por completo del mundo. No cogía llamadas, ni las realizaba, ni se acercaba a la comisaría…lo veía innecesario. Ella ya estaba recuperada, volvería a la comisaría, querría retomar el caso de su madre, se pondría en peligro, ignoraría sus súplicas, regresaría con su “doctor chico de la moto”. ¿Para qué volver a la rutina de perseguirla en todos sus casos? Eso debía terminar. Retornar a su vida antes de conocerla a ella y de crear a Nikki Heat. Todos estarían mejor, todos…Todos menos él.
Tanto su madre como Alexis habían intentado todo para verlo sonreír de nuevo, pero era en vano. Alexis comenzaba a pensar en la universidad, estaba de papeleo, tenía que ver dónde iba a vivir. En más de una ocasión durante estas dos semanas le había sugerido que quizás era mejor quedarse en la ciudad, quedarse con él. Él se negaba, lo último que quería era amargar la vida también a su hija. Le sonreía de forma forzada jurándole que se encontraba bien, que en cuanto terminara el periodo de edición de su último libro, Heat Rise, asistiría a las fiestas de presentación, se relacionaría con gente, con mujeres, que volvería a ser el de antes.
Martha también intentaba que la alegría retornara a la vida de su hijo, pero todo era inútil. Siempre le había visto rodeado de bellas mujeres, de juergas, de lujo…ahora nada de esto le llenaba. Ella sabía el porqué, el mismo, silenciosamente, se lo había confesado; estaba enamorado. Lo que en un principio era un simple divertimiento más se había convertido en su razón de vivir; ir a la comisaría cada día y verla a ella. Comprendía por lo que estaba pasando su hijo, pero se sentía incapaz de hacer nada.
Al cabo de un rato se levantó para coger algo del frigorífico. Al pasar al lado del móvil recordó el pitido que lo había despertado. Pulsó el botón y comprobó que tenía un mensaje. Sin ningún interés lo abrió. Era de Beckett, quería hablar con él.
¿Qué hacía? ¿Contestaba? ¿Por qué lo dudaba? Por supuesto que contestaría, ella había mostrado interés, había roto el hielo. ¿Qué mal habría en hablar con ella? Así podría aclarar las cosas, explicarle que no iba a volver a comisaría. Le contestaría, sí.
“Aquí estoy”. La respuesta no tardó ni un minuto en llegar: “Nos vemos al mediodía en el parque”. De acuerdo, mañana la vería.

PERO ERES INCREIBLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
SI PIDO MAS ES MUCHO, ME HICE ADICTA A TU FIC!!!!!!!!!!!!!!!!!

Es genial!
siguelo

genial capitulos


que pasara en el parque madre mia


gracias por los capitulos

Un fic superchulooooooo....esperemos ke pase algo de eso ke as dicho..

Enhorabuena enserioooo

eyy que bueno continualo pronto!!
esoty deseando que se vean en el parque!!!

Ahí estaba, sentada en un columpio del parque, con las manos entrelazadas y mirando al suelo. Pudo vislumbrar en sus manos el colgante con el anillo de su madre. Jugueteaba con él. No tenía mal aspecto, estaba más delgada pero se había arreglado, un vaquero negro, una chaqueta de igual color, el pelo largo suelto. Estaba guapísima, incluso tras superar un disparo en el corazón desprendía fuerza, belleza.
Se acercó a ella. Estaba nervioso, no sabría por dónde empezar, pero debía decirle la verdad, que su extraña relación había terminado, que no quería ser una carga y que sentía haberla puesto en peligro.
Levantó la cabeza y lo vio.
- Hey.
-Hey – monosílabos como saludo, tenía que decirle algo más – ¿cómo estás?
- Aburrida, me han obligado a estar de baja, no puedo ni acercarme a comisaría.
-Am… - sacó algo de una bolsa- toma, te traje esto.
Beckett miró con sorpresa el paquete que le entregaba. Lo cogió, abrió la caja que lo envolvía y comprobó con asombro que era una edición de su último trabajo, Heat Rise.
- Ya que tienes ahora más tiempo, pensé que quizás te gustaría leer antes que nadie la nueva historia de Nikki Heat.
- Tan sólo espero que no termine con ella abatida por un francotirador, sería demasiado previsible – le miró sonriendo para luego desviar la vista a la portada del libro. Lo abrió y sus ojos se dirigieron hacia una palabra, sólo una. Esta vez no había ninguna dedicatoria extensa, tan sólo esa palabra; ALWAYS (siempre). Buscó los ojos de él con desesperación, pero no hizo falta, Castle no había dejado de observarla ni un segundo. Así se quedaron durante un buen rato, mirándose a los ojos. Ella sentada en el columpio y él de pie a su lado.
Al final fue Rick quien reaccionó.
- Tranquila, siempre pensé que Nikki Heat tendría un final feliz y sigo opinando lo mismo – se sentó en el columpio contiguo.
- Mataste a Derrick Storm, de ti podemos esperar cualquier cosa – la conversación estaba siendo de nuevo irrelevante, intentaban normalizar la situación con bromas sin importancia.
- Storm era un personaje mucho menos importante para mí – ahí estaba otra vez, metiéndose en terrenos pantanosos.
- Bueno, ¿cómo te sientes?
- Mejor de lo esperado. Ahora tan sólo quiero recobrar las fuerzas y volver a mi rutina. Al menos ya me he librado del hospital.
- ¿Cuándo saliste?
- Ayer por la mañana, vino Lanie a recogerme.
- Bien… - sabía que tendría que tocar el tema, decirle porqué él no estuvo ahí durante esas dos semanas. Antes de que pudiera decir nada, ella se adelantó.
- Los chicos me contaron lo de la pelea. Lo siento, imagino que te sentirías fuera de lugar.
- Kate – la cortó - es comprensible que tu chico quisiera partirme la cara, si yo no me hu…
- No es mi chico – ahora era el turno de ella de interrumpir.
- …viera inmiscuido – espera, ¿qué había oído?, ¿no era su chico?, ¿ya no estaban juntos? – todo esto…
- Basta, Castle, deja de echarte toda la carga en tus espaldas. Yo fui quien quise seguir investigando las pistas que me llevaron al asesino de mi madre. Fui YO y nadie más que YO.
- Pero…
- ¿Conoces ya a la nueva capitana? – Beckett quería cambiar de tema radicalmente. No darle importancia era quitarle hierro al sentimiento de culpabilidad de Castle. Tenían que volver a tener la misma relación de antes del disparo; él siguiéndola, chinchándola, provocándola…y ella tratándolo como si tuviera a su cargo a un niño pequeño de preciosos ojos azules.
- ¿Iron Gates?
- ¿Cómo lo sabes? Los chicos me dijeron que no habías puesto un pie en la comisaría…
- Las noticias vuelan, detective. ¿Qué tal es?
- Nada más verme me ha pedido la placa y ha prohibido que sigas acompañándome.
- Qué maja…
- Eso es porque no te conoce, no te preocupes, dale tiempo.
- Cierto, en cuanto descubra al encantador Castle, caerá rendida a mis pies.
- Eso o utilizará mi pistola para pegarse un tiro – sonrió.
- Ja, ja, muy graciosa, detective. ¿Le has dicho cuantos casos he resuelto?
- Claaaaro, también le comenté que Nueva York es una ciudad sin ley si tú no estás en la comisaría…
- Ja, ja de nuevo.
Se supone que tendría que estar explicándole que no iba a volver con ella a trabajar, que su sociedad había terminado, y por el contrario se encontraba sentado en un columpio a su lado bromeando sobre cómo iban a convencer a la nueva capitana para que le dejara regresar. Pero Josh ya no estaba y ella le había llamado para que volvieran a reunirse, y Josh no estaba, el “doctor chico de la moto” se había esfumado.
- ¿Qué has estado haciendo estas dos semanas? Ryan y Expósito estaban preocupados.
- Heat Rise está a punto de publicarse, tengo trabajo con la editorial, programar las fiestas del estreno, ya sabes… - mentía, su vida se había limitado a ahogar las penas tumbado en su sofá.
- Sí, esas fiestas que tanto te gustan, con barra libre y mujeres por doquier pidiéndote que les firmes el pecho.
- En verdad me interesa más lo de la barra libre – se hizo el silencio de nuevo. No sabía cómo afrontar esta nueva situación; Castle desconocía que ella había oído ese “te quiero” antes de desmayarse. Pero ¿y si se lo había dicho presionado por la situación, por el pensamiento de que realmente pudiera estar muriendo? ¿Entonces a qué se debían estos comentarios? El “always” del libro, el desinteresarse por otras mujeres…
- ¿Y tú cómo llevas la vuelta a la vida normal?
- Tranquila, no puedo hacer casi nada, el médico me recomendó reposo y sola en casa me abur…
- Espera… ¿sola en casa? ¿Estás tú sola en tu apartamento?
- Sí, ¿qué hay de malo? – Castle le dirigió una mirada de reprimenda – Oh, no ¿tú también? Lanie ya intentó convencerme para que fuera a pasar unos días con ella.
- Y tú te negaste, cómo no…
- No quiero ser una carga para nadie, además, necesito estar relajada. Tranquilo – al ver que él mantenía su cara de desaprobación – mi padre me llama cada 10 minutos, Lanie insiste en presentarse en casa cada hora y Ryan y Expósito me tratan como si fuera un bebé.
- Esta noche te vienes a cenar conmigo…en mi casa, digo – no pretendía que sonara muy formal, que sonara a cita.
- No.
- ¿Vas a quedarte un sábado por la noche aburrida y sola tras haber estado al borde de…? Bueno – No quería volver a recordar lo cerca que había estado de perderla.
- Castle…
- A las 7 paso a por ti. No te preocupes por nada, vas a ser la invitada de honor, yo haré la cena.
- ¿Tú? – no pudo reprimir una suave carcajada.
- Te sorprenderías si supieras qué gran chef se esconde bajo esta atractiva apariencia. A las 7 estoy en tu puerta. Estate lista.
- Veo que no vas a cambiar de opinión.
- Ya me conoces, detective.

Tras despedirse de Beckett pasó por el supermercado más cercano a comprar provisiones. Todo tipo de comida, quería que ella tuviera dónde elegir y se sintiera cómoda.
Una vez en casa comenzó a deshacer la compra y a guardarla en el frigorífico. Aún no sabía cómo se las iba a apañar, lo suyo no era la cocina, pero por Beckett era capaz de hacer un curso intensivo. Estaba pensando en cual podría ser el primer plato cuando alguien tocó al timbre. Alexis estaba con su novio comprando cosas para el curso universitario y su madre…a saber dónde andaría Martha, en cualquier casting para diva en Broadway.
Abrió la puerta y un hombre vestido de marrón con gorra incluida y paquete en mano le saludó.
- ¿Señor Richard Castle?
- Sí, soy yo.
- Tome, esto es para usted. Firme aquí – cogió el paquete que el muchacho le ofrecía y firmó en una hoja.
- Muchas gracias. Buenas tardes.
Cerró la puerta. ¿Qué era ese paquete? Fue a su despacho para tener más luz. Lo abrió. Una carpeta, papeles, “Johanna Beckett”, “Lockwood”, “Castle, cuida estos papeles como si de tu vida se tratara. Cp. Montgomery”.
¿Qué era esto? Roy se lo debía haber enviado antes de morir. Les echó una ojeada. Mierda, todo era sobre el caso de la madre de Beckett, todo eran pistas nuevas. ¿Qué hacía con ello? No podía decírselo a la detective, no quería que volviera a ponerse en peligro. Lo mejor sería leerlo él con calma y analizarlo, mejor mantener a Beckett al margen. Con esta idea guardó la carpeta en un cajón bajo llave. Nadie debería encontrar esos papeles nunca.
Intentando apartar esos pensamientos de su mente se centró en la noche que ante él se abría. Había pasado de sentir en sus carnes lo que iba a ser la despedida entre Kate y él a verla esta noche en su casa cenando. No sabía qué había ocurrido, aunque una cosa tenía clara; Josh ya no estaba.

ERES LO MAXIMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
INCREIBLE, MARAVILLOSOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
SOY ADICTA A TU FIC

esa cena que pasara


me encanta capi

MARAVILLOSOOOOO....SIGUE ASIII



ME ENCANTAAA

Que dosis de capitulos,que bien escribes,solo de leerlo ya estoy deseando de ver el capitulo jejeje,sigue escribiendo que lo haces muy bien

Ya al día con todos los capis nuevos! muy uenos! está muy interesante así que sigue!! gracias!!

WOW que de capiiiis subiste!!! genial!!!!
siguelo pronto please!!!

I Penca's fic !

Wow!! Me he leído todos los capítulos de un tirón!!
Es genial esta idea que tuviste, ojalá y sea así la conversación entre ellos y que ella sea la que quiera hablar con él!! y lo de que el "tío de la moto" ya no es más su chico............MARAVILLOSO!!
Gracias por el fic y por subir capítulos tan rápido!!

=O continualo!! com reaccionara si se entera beckett?? =O

Me encanta en serio hace tiempo que no entraba y ahora cuando más mono tengo de Castle me encuentro esta historia..aisn es que lo leo y lo veo....he dicho ya que me encanta????

Hoy estoy de bautizo, mañana prometo seguirlo ya que tengo todas las ideas en mente ^^

ok =D

A las 7 en punto estaba en la puerta de su apartamento. Realmente había llegado mucho antes, pero decidió dejar pasar el tiempo dando vueltas a la manzana, no quería aparecer con demasiada antelación y dar muestras de su nerviosismo y ganas de estar con ella.
- Un segundo. Cojo el bolso y nos vamos.
Beckett se había cambiado. Llevaba un vaquero con una camiseta azul, vestuario muy informal y alejado de los serios trajes que lucía en la comisaría. Y lo cierto es que le sentaba de maravilla, resaltaba su esbelta figura y le daba un toque juvenil. Aún denotaba debilidad y delgadez, pero quién diría que dos semanas atrás le habían disparado, era preciosa.
-Ey, ey… - pegó un par de zancadas rápidas adelantándose y abriendo la puerta del coche – Señorita.
- Vaya… - parecía que el escritor estaba decidido a cuidarla en todos los aspectos.
Castle se sentó al volante volviéndose para mirarla.
- ¿Estás bien? ¿Cómoda?
- Castle, no estoy inválida ni soy una niña pequeña – terminó de ponerse el cinturón, no sin cierta mueca de dolor ante el esfuerzo de girar el brazo, mueca que ocultó al escritor.
- Ve acostumbrándote a estos cuidados, no voy….vamos – corrigió rápidamente, no quería que sus afirmaciones fueran tan personales, o al menos que ella lo creyera así – a quitarte los ojos de encima – Beckett alzó una ceja como respuesta.
- Di la verdad, te emociona el poder conducir por fin.
- No sé a qué te refieres – respondió sin poder ocultar la sonrisa.


- Beckett, ¡pero qué sorpresa! – Martha estaba sentada en el sofá pero al ver entrar a la detective se levantó inmediatamente no sin antes dirigirle una mirada de extrañeza a su hijo. Hace un par de días Richard se negaba hablar de ella y a levantarse del sofá para otra cosa que no fuera ir a por más bebida a la nevera; ahora entraba por la puerta sonriente con ella siguiéndole.
- Madre, Beckett cena esta noche con nosotros.
- Oh, por supuesto, por supuesto. Pero chiquilla, ven que te dé un abrazo – abrazó cariñosamente a Kate – No te puedes hacer una idea de lo mucho que me alegra verte. Y mírate, ¡más guapa que nunca! Nos has tenido muy preocupados, ya pensé que no volvería a ver a Richard sonreír de nuevo.
Beckett giró la cabeza dirigiéndose hacia Castle tras la confesión que Martha le acababa de decir.
- Bueno, voy a comenzar a preparar la cena – cambiaba de tema. Ya había comprobado que su madre no iba a ser muy sutil.
- ¿Tú? ¿cocinar?
- Me halaga tu confianza en mí. Sí, voy a cocinar, madre. Prepárate para ver un lado oculto de tu fantástico hijo.
- Más bien prepararé el teléfono para encargar la cena.
Le divertía esa familia, no era nada convencional pero estaba claro que se adoraban.
- Puedo ayudar.
- Ni hablar, ya sabes que tú eres la invitada.
- Chicos, os dejo. Voy a ver si Alexis ha elegido ya los modelitos para meter en la maleta – se despidió Martha mientras subía las escaleras hacia la habitación de Alexis.
- ¿Cuándo se va Alexis?
- Esta semana tiene que ir a ver el apartamento y echar unos papeles. Luego volverá para terminar de recoger y empaquetar todo.
- Imagino que será duro despedirse de ella cuando se vaya a la universidad.
- Bueno, sí, pero es algo que sabía que sucedería. Algún día ella se iría y me quedaría solo…
- No estás sólo – Castle la miró – ya sabes, nos tienes a nosotros, los chicos, la comisaría, tu madre…
- Gracias por recordarme lo de mi madre, es un alivio – sonrió mientras ella le devolvía a la vez la sonrisa.

Beckett se había sentado cerca de la barra de la cocina para poder ver cómo cocinaba. Él no paraba de sacar comida de la nevera, cortarla en pedacitos y dejarla en platos.
- ¿Qué vas a hacer?
- Se llama plato “Richard encantador Castle”
- Oh, qué original…Para ser escritor, lo tuyo no son los títulos.
- ¿Cómo que no? ¿Y qué me dices de Heat Wave, Heat Rise o Naked H….? – Beckett alzó la ceja – em…esto...voy a por la cebolla.
Era gratificante ver que su relación volvía a ser la de antes, Castle lanzándole sus puyas, ella con su habitual levantamiento de cejas. Tenía que reconocer que le había echado de menos durante estas dos semanas de internamiento en el hospital. Incluso estaba decidida a convencer a la nueva capitana que lo dejara trabajar con ella, no concebía llegar a la comisaría y no verle ahí café en mano.

Castle continuó con su tarea de chef, cortando por aquí, rayando por allá, sacando sartenes…Mientras ella no apartaba los ojos del escritor.
Le resultaba un hombre muy atractivo de una forma extraña, no tenía nada que ver con el estereotipo de hombre guapo, de duros músculos, facciones perfectas, cuerpo atlético…como sí lo era Josh. Aún así, no sabía por qué, pero le atraía mucho. Quizás por su inteligencia, por lo divertido que era, por esas arruguitas que se le formaban en los ojos cada vez que sonreía, por cómo le había alegrado la vida desde que llegó, por lo mucho que se preocupaba de ella…Aún recordaba aquella noche cuando él tocó a su puerta trayendo un sobre en la mano con la intención de organizar una gala benéfica en honor a su madre. Nadie nunca había hecho algo así por ella. Pero le daba miedo, tenía pánico. No quería ser otra conquista más de aquel hombre. Cuando había intentado dar un paso hacia delante él le cortaba las alas. Había roto su relación con Demming para irse a los Hamptons con él, pero había sido incapaz de aguardar la respuesta de ella y le había buscado sustituta rápidamente, su segunda exmujer. Aunque la relación había durado poco, a mitad de año había sido testigo de como daba por terminado el idilio con Gina. Un cúmulo de sentimientos se agolparon en el momento en que le oyó por el móvil diciéndole “se ha terminado”. Ella estaba con Josh, estaba con Josh se repetía…pero ahora no, ya no… ¿y si…?
El sonido del móvil le sacó de golpe de sus pensamientos.
- Lo siento, tengo que cogerlo.
- Claro.
Se apartó de la cocina para tener intimidad.
- Beckett.
- ¿Dónde demonios estás? – La voz inconfundible de su amiga Lanie- Hemos ido a tu casa para convencerte que te vinieras un rato a despejar la mente, es sábado noche y necesitas que te dé el aire.
- ¿Hemos?
- Expósito y yo, luego hemos quedado con Ryan y Jenny.
- Oh, lo siento chicos, estoy…..estoy en casa de Castle.
- ……..
- ¿Lanie?
- Perdona, creo que no he oído bien, ¿dónde?
- En casa con Castle.
- Así que sigue vivo, dile que… - la inconfundible voz de Expósito de fondo – No te pongas celoso, cariñín – Le cortó Lanie - ¿Qué me he perdido? ¿Cómo que estás con Castle?
- Pues que nos vimos esta mañana y me invitó a cenar.
- AHAM….
- Lanie, su hija y su madre están aquí… - conocía los pensamientos pícaros de su amiga.
- Oh, qué bonito, toda la familia reunida.
- Simplemente es una cena.
- Ya, claro. No es que lo echaras de menos ni nada semejante. Bueno – siguió hablando antes de que Kate pudiera responderle- en ese caso te perdonamos. Pásalo bien y recuerda, lleva cuidado con los puntos, no hagas ningún ejercicio que pueda hacer que salten – ahí estaban de nuevo los comentarios con doble sentido de la forense.
- Oh, por favor, Lanie no pensaba…
- ¡Buenas noches! - concluyó la conversación despidiéndose y colgando.
Mañana tendría a primera hora una llamada de su amiga para que le contara con detalle lo que había ocurrido esa noche, lo sabía.
-Era Lanie – volvía a sentarse al lado de la barra de la cocina – Por cierto, los chicos están algo enfadados contigo.
- Recuérdame que les compre un ramo de flores para disculparme.
- ¡¡¡Beckett!!! – Alexis bajaba las escaleras seguida de Martha para abrazar a la detective - ¿cómo estás? ¿Te encuentras bien? ¿Aún te duele? ¿Cuándo has salido del hospital? Sería mejor que te sentaras no…
- Estoy bien, Alexis, estoy bien – le resultaba encantador ver cómo la adolescente le agobiaba con preguntas preocupada por su estado de salud - Yo también me alegro de verte.
Booommm. Un fuerte sonido proveniente de la cocina interrumpió la conversación. La cocina, Castle, la comida…
- Vale, voy a por el teléfono.
Martha tenía razón, sería mejor encargar comida.