Rise Again (Cap 11 parte 1)
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Rise Again (Cap 11 parte 1)
Buenas. Lo primero de todo decir que esta es la primera vez que escribo en este foro y que tendré que presentarme en la seccion correspondiente cuando pueda (aunque no haya mucho que decir). Es también la primera vez que escribo un fanfic y por supuesto que lo doy a conocer. Esta historia surgió como regalo de cumpleaños para una amiga que, entre otras muchas cosas, me convenció de que viera la serie. Con su permiso he decidio subirlo y espero que os guste.
La historia comienza al final de la tercera temporada/principio de la cuarta, cambiado los acontecimientos cuando Castle consigue salvar a beckett del disparo, algo que, al parecer, se ha tratado en bastantes fanfics. Por ahora tengo dos capitulos y me gustaría continuarla (siempre que os guste, claro), aunque no se cuando tendre tiempo para escribir (seguramente hasta junio no podré escribir capitulos con una duración decente).
Disclaimer: Todos los personajes de la historia pertenecen al genio Andrew W. Marlowe
Capítulo 1: Bullet in a Blink
Beckett trataba de detener la hemorragia con un girón de tela arrancado de la chaqueta de su uniforme. La sangre seguía escapando a borbotones del cuerpo del escritor a pesar de la insistencia de la inspectora. « ¡Vamos Castle, aguanta! » gritó para sus adentros, impotente ante la situación. Su historia no podía acabar así, no de aquella manera, pensó enfurecida con el universo. —Kate, cariño, tienes que dejarlo— la voz de Lanie la sacó de sus pensamientos.
La historia comienza al final de la tercera temporada/principio de la cuarta, cambiado los acontecimientos cuando Castle consigue salvar a beckett del disparo, algo que, al parecer, se ha tratado en bastantes fanfics. Por ahora tengo dos capitulos y me gustaría continuarla (siempre que os guste, claro), aunque no se cuando tendre tiempo para escribir (seguramente hasta junio no podré escribir capitulos con una duración decente).
Disclaimer: Todos los personajes de la historia pertenecen al genio Andrew W. Marlowe
Capítulo 1: Bullet in a Blink
Castle mantenía la mirada fija en la inspectora mientras ella continuaba con su conmovedor discurso elogiando al capitán Montgomery. Aun no lograba asimilar todo lo acontecido en los días anteriores al funeral. La vida de Beckett corría un grave peligro tras la elaborada fuga de Lockwood de la prisión y él había tratado de advertirla. Pero ella no había querido escucharle, nunca le escuchaba cuando se trataba del caso de su madre. Tras la discusión con la inspectora, Castle había tomado una decisión. No tenía motivos para regresar a comisaría si ella no le quería en su equipo. Sin embargo, cuando recibió el mensaje del capitán, no dudó en acudir. Aun recordaba las suplicas de su compañera, rogándole que la soltara entre lagrimas mientras él la sujetaba contra el coche. La imagen del cuerpo sin vida del capitán, inerte sobre el fio suelo del hangar le atormentaba en sueños. Su sacrificio había puesto fin a la pesadilla.
—El capitán Montgomery me dijo una vez que para nosotros no hay victorias, solo batallas— dijo la inspectora, luchando para no derramar sus lágrimas—, y al final, lo mejor que puedes esperar es encontrar un sitio donde pelear. Y si tienes mucha suerte— Beckett realizó una breve pausa en su discurso antes de quebrar de nuevo el silencio —Encontraras a alguien dispuesto a pelear contigo. — Continuó mientras dirigía su mirada hacia Castle.
Él siempre había estado su lado cuando lo necesitaba. En aquel momento en el que la tristeza los embargaba, tan solo los ojos azules del escritor lograban transmitirle la serenidad que anhelaba. Incluso cuando las sombras de la muerte se cernían sobre ellos Kate se sentía segura y protegida entre sus brazos. Kate esbozó media sonrisa al sentir el cálido rostro de su compañero en un gesto de aprobación. Castle sabía que ella no se detendría, no ahora que conocía nueva información sobre el caso. «Si está dispuesta a pelear, yo peleare a su lado.» pensó, al percatarse de los intensos ojos verdes de su musa que acompañaban aquella sonrisa ante la que se encontraba completamente desarmado.
Entonces lo distinguió en la lejanía. El trémulo reflejo del sol sobre un cristal. Un parpadeo apenas imperceptible. Podría tratarse de cualquier objeto, un jarrón con flores que algún familiar había depositado junto a la lapida, una baratija que había quedado olvidada o un simple fragmento de vidrio de alguna botella. Pero ninguna de aquellas opciones se le pasó a Castle por la cabeza. Solo podía pensar en la noche anterior, la muerte de Montgomery y la determinación de alguien poderoso por eliminar a todo aquel que se inmiscuyera en el caso. No iba a tomar ningún riesgo, no cuando se trataba de ella. Castle solía actuar sin recapacitar sobre las consecuencias, y sin titubear un segundo echó a correr hacía su inspectora favorita.
— ¡Kate! — Exclamó el escritor, abalanzándose sobre Beckett. Al mismo tiempo se escuchó un disparo en la distancia que precedió el silbido de la bala al atravesar el aire en su trayectoria. La audiencia del funeral se estremeció, aun confundida por lo sucedido. Lanie trató de levantarse, buscando con la mirada a su amiga tras el atril donde ella y Castle habían caído. Expósito la forzó a agacharse para ponerla a salvo. Los gritos de la muchedumbre continuaron durante unos segundos tras el disparo mientras los policías de la 12ª oteaban el cementerio en busca del francotirador. Nadie se atrevía a aproximarse hasta el lugar donde yacían el escritor y su musa.
— ¡Castle, levanta! — Exclamó Beckett al notar el pesado cuerpo del escritor sobre ella. —No es momento para una de tus bromas— balbuceó enfadada. «Este hombre…desde luego no sabe cuando parar.» pensó la inspectora, tratando de apartar a su compañero. Ese comportamiento de niño pequeño e irresponsable lograba sacarla de sus casillas pero también aportaba un toque de diversión a su duro trabajo. Tras recuperarse de la conmoción causada por el impacto, Kate recordó haber oído un disparo y se apresuró a levantarse para atender a los posibles heridos. Al tratar de incorporarse reparó en sus guantes blancos cubiertos de sangre. La inspectora permaneció en esa posición unos segundos, perpleja, desolada, mirando fijamente sus manos mientras una expresión de horror se apoderaba de su bello rostro
Castle se había interpuesto entre ella y la bala y ahora yacía, inmóvil, a su lado. Beckett tomó la mano de su compañero y un escalofrío recorrió su espalda cuando sus dedos rozaron delicadamente la helada piel del escritor. — ¡Castle! ¡Castle, por favor! —La inspectora rompió a llorar, aferrándose a su compañero, su amigo y quizá… quizá algo más. El rostro del novelista había empalidecido y la sangre emanaba precipitadamente por un orificio entre sus costillas. Pensó en Martha y Alexis, ¿Qué iba a decirles? Kate sabía lo que suponía perder a un ser querido de aquella forma, Alexis nunca la perdonaría; ella nunca se perdonaría. «Castle, tienes una madre, una hija, ¿Por qué has hecho esta locura? » pensó entre sollozos mientras buscaba los ojos del escritor. Él aun respiraba, luchando por moverse. Castle logró reunir la voluntad suficiente para alcanzar el rostro de su musa con su temblorosa mano. Acarició suavemente su mejilla, secando con ternura las lágrimas que brotaban en sus ojos. —No te libraras de mi tan fácilmente inspectora— masculló con dificultad para articular las palabras, mientras se retorcía por el dolor.
Beckett trataba de detener la hemorragia con un girón de tela arrancado de la chaqueta de su uniforme. La sangre seguía escapando a borbotones del cuerpo del escritor a pesar de la insistencia de la inspectora. « ¡Vamos Castle, aguanta! » gritó para sus adentros, impotente ante la situación. Su historia no podía acabar así, no de aquella manera, pensó enfurecida con el universo. —Kate, cariño, tienes que dejarlo— la voz de Lanie la sacó de sus pensamientos.
—Kate— insistió la doctora mientras se agachaba a la altura de la inspectora —No puedes hacer nada más— susurró, posando su mano en el hombro de su amiga para tratar de calmarla. Beckett se sacudió apartándola, no pensaba darse por vencida. Ella se consideraba una mujer fuerte, independiente, nunca había requerido un hombre a su lado, pero se resguardaba en el asesinato de su madre, escondiéndose por miedo a descubrir quién era en realidad sin ese caso. Los últimos tres años con Castle habían demostrado que su muro interior se derrumbaría, lenta pero inexorablemente, para dejar paso a la persona que realmente quería ser. Durante tres años se había negado a admitir que necesitaba a ese hombre a su lado y ahora iba a perderlo. Aquella probablemente representaba su última oportunidad, y decidió aferrarse a ella —Castle, quédate conmigo— murmuró la inspectora cerca del oído de su compañero, quien se debatía entre la vida y la muerte —Te necesito, te necesito Castle—exclamó Beckett mientras su voz se quebraba por el llanto. Pero él se había sumido en la más profunda oscuridad y ya no podía escucharla.
Última edición por -CM- el Dom Oct 13, 2013 8:25 am, editado 15 veces
-CM-- Ayudante de policia
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Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Tú no tienes que dejarlo, relatas muy pero que muy bien, me gusta como describes cada detalle, sentimientos.
Tienes que seguir con este fic, solo espero que no lo mates.
Bienvenido al foro
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choleck- Escritor - Policia
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Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
esta muy bueno el fic buen comienzo y sigueee plisssss que me ha gustado muchooo y ya quiero leer la contiii
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Bueno, pues aqui os dejo el segundo capítulo
Capítulo 2: Life never delivers anything that we can’t handle
Esposito y Ryan decidieron acudir a comisaría para continuar con la búsqueda del francotirador, ofreciéndose para trasladar a Lanie. Martha logró convencer a Alexis para regresar a su Loft en un taxi. Beckett sin embargo se negó a abandonar la clínica, nada ni nadie logró inculcarle algo de razón. Permaneció allí durante horas, como un fantasma vagando entre los corredores del hospital sin mediar palabra alguna. Impaciente y aterrada por la posibilidad de perder a su amigo, la inspectora paseaba intranquila, aguardando desesperadamente alguna noticia. En algún momento de la noche intentó extraer un café de la máquina expendedora para mantenerse despierta, pero aquello le recordaba demasiado a Castle. Desechó la bebida sin haber probado un sorbo del contenido y se dejó caer sobre el frio suelo, deslizando su espalda por la pared para sentarse. Pensó en todos los cafés que Castle le había traído cada las mañana durante los últimos tres años y lo mucho que echaría en falta la sonrisa de buenos días del escritor que acompañaba a cada vaso.
Beckett sonrió de nuevo y entrelazó sus dedos con los de su compañero. —Lo siento Castle, perdóname— susurro a su oído aun sabiendo que este no podía oírla. A continuación apretó fuertemente la mano del escritor, aferrándose a él como si pretendiera evitar que se alejara de nuevo de su vida. Y en aquella posición, rendida ya por el cansancio y las emociones, Kate se quedó dormida.
—Dime—
—Always—
Si, el final va en ingles, ¿pero que és eso de "de nada" en español? XD
Capítulo 2: Life never delivers anything that we can’t handle
—Deja que hagan su trabajo Kate— Dijo Lanie mirándola a los ojos para convencerla. Beckett asintió con la cabeza sin mediar palabra y se levantó, permitiendo que los médicos de urgencias transportaran a Castle hasta la ambulancia. La inspectora intentó seguir al séquito formado por los doctores pero Alexis la detuvo, lanzándole una mirada cargada de ira. La joven culpaba a Beckett por la situación, por haber permitido que dispararan a su padre mientras jugaba a ser policía. Martha se percató de la tensa situación y tomó el brazo de su nieta para conducirla al interior del vehículo —No hay mas sitio Kate— explicó la doctora Parish mientras llamada a Expósito.
—Tú vienes con nosotros Beckett— Interfirió Javi en aquel momento, acudiendo en ayuda de su compañera —Iremos en coche hasta el hospital, vamos a seguir a la ambulancia— añadió Ryan, aun consternado por el escenario. Kate asintió de nuevo con la cabeza mientras las lágrimas continuabas precipitándose desde sus ojos. Durante el trayecto hasta la clínica Lanie ayudó en todo lo posible a los médicos para mantener con vida al escritor mientras Martha trataba de calmar a Alexis. —Es la decisión de tu padre querida, ella no tiene la culpa—repetía abrazando desconsoladamente a su nieta. En el interior de coche Ryan y Expóstio mantenían múltiples conversaciones con el cuerpo de policía en busca de una pista que les permitiera capturar al tirador. Beckett por su parte permanecía en silencio en la parte trasera del automóvil, sumida en sus pensamientos.
A la llegada al hospital los doctores intercambiaron fugazmente la información sobre el paciente. —Hombre, entre 30 y 40 años, herida de bala en el costado derecho— proclamó el conductor de la ambulancia. —Tenemos que operarle de inmediato— esclareció mientras conducían la camilla al quirófano. En el interior de la sala de operaciones los cirujanos trabajaban a contra reloj para salvar la vida de aquel hombre.
Los minutos posteriores avanzaron con lentitud, como si cada segundo constituyera una eternidad. Lanie tomó asiento junto a su amiga, reconfortándola entre sus brazos —Tiene razón, Lanie, es culpa mía—confesó Beckett con una voz tan tenue que solo la doctora alcanzó a oírla —yo debería estar sobre la mesa de operaciones, no él¬— Explicó la inspectora ante la confusa mirada de su acompañante. —Kate, por favor. Tú no le has disparado—exclamó Lanie tratando de eliminar tales ideas. —Un tiroteo no es lugar para un escritor, nunca debía haberle dejado que me siguiera— Continuó Beckett — ¿Acaso tuviste elección? — Comentó su amiga arqueando una ceja —No, la verdad es que no—añadió su ella, dejando entrever una sonrisa al recordar como Castle se entrometió en la comisaría con la excusa de documentarse para sus obras.
En ese momento uno de los doctores irrumpió apresuradamente en la sala, reclamando a los familiares de Richard Castle. En un instante todos los asistentes acudieron a la llamada, en busca de información sobre el estado del escritor. —Hemos conseguido detener la hemorragia— informó el médico ante las expectantes miradas de los congregados. —Sin embargo la perforación del pulmón requiere algunas horas de intervención— aclaró de nuevo. —Les recomiendo que se vayan a descansar a casa, les informaremos cuando se encuentre fuera de peligro.
Esposito y Ryan decidieron acudir a comisaría para continuar con la búsqueda del francotirador, ofreciéndose para trasladar a Lanie. Martha logró convencer a Alexis para regresar a su Loft en un taxi. Beckett sin embargo se negó a abandonar la clínica, nada ni nadie logró inculcarle algo de razón. Permaneció allí durante horas, como un fantasma vagando entre los corredores del hospital sin mediar palabra alguna. Impaciente y aterrada por la posibilidad de perder a su amigo, la inspectora paseaba intranquila, aguardando desesperadamente alguna noticia. En algún momento de la noche intentó extraer un café de la máquina expendedora para mantenerse despierta, pero aquello le recordaba demasiado a Castle. Desechó la bebida sin haber probado un sorbo del contenido y se dejó caer sobre el frio suelo, deslizando su espalda por la pared para sentarse. Pensó en todos los cafés que Castle le había traído cada las mañana durante los últimos tres años y lo mucho que echaría en falta la sonrisa de buenos días del escritor que acompañaba a cada vaso.
El sonido del teléfono tomó desprevenida a Beckett que se levantó de un salto. —Ahá, si. Habitación 418. Gracias— La inspectora echó a correr desbocada por todo el hospital en busca de la sala donde habían trasladado a Castle. En la puerta de la misma una enfermera la puso al corriente —No sabemos cuánto tardará en despertar. Aun está muy débil y necesita reposo, pero puedes hacerle compañía si quieres— Kate asintió con la cabeza y entró con sigilo en la habitación. Sus ojos se inundaron de lagrimas al contemplar a su amigo tendido en la cama, pálido, con vendajes en el toso y apariencia de haber recibido una paliza. Pero aquel aspecto no le importaba, sonrió ante el panorama porque pensaba que jamás volvería a verle. Tras unos segundos de reflexión, y con el corazón aún galopando en su pecho, la inspectora tomó una silla y la depositó junto a la cama donde él permanecía dormido.
Beckett sonrió de nuevo y entrelazó sus dedos con los de su compañero. —Lo siento Castle, perdóname— susurro a su oído aun sabiendo que este no podía oírla. A continuación apretó fuertemente la mano del escritor, aferrándose a él como si pretendiera evitar que se alejara de nuevo de su vida. Y en aquella posición, rendida ya por el cansancio y las emociones, Kate se quedó dormida.
Despertó algunas horas más tarde, sacudida levemente por alguien. —Beckett, te has dormido sobre mi pierna— exclamó el escritor aun sin fuerzas. Ella se levantó sobresaltada, miró fijamente a Castle y se lanzó a abrazarle. El novelista dejó escapar una muestra de dolor y ella se apartó recordando las indicaciones de la enfermera. —Cualquiera diría que me echabas de menos, inspectora— recriminó Castle con su tono de voz juguetón —No te hagas ilusiones Castle, solo estoy contenta de ahorrarme el papeleo— contestó ella aceptando el amistoso desafío. —Al menos tenía una razón para vivir— añadió él con una sonrisa — ¿A si? — preguntó Beckett arqueando una ceja. —Claro, ¿quién iba a terminar el libro de Nikki Heat? — concluyó Castle con una carcajada. Ambos rieron durante unos segundos antes de quedar en silencio, compartiendo amplias sonrisas de complicidad a través de la sala. Finalmente la inspectora decidió continuar hablando —Voy a por dos cafés, prometo no tardar mucho—dijo mientras se dirigía a la puerta.
A mitad del camino se detuvo, parando en seco un instante antes de darse la vuelta hacia su escritor preferido. —Ah, y Castle… gracias— exclamó ella en un tono suave y cargado de emociones, —Gracias por estar siempre a mi lado, gracias por salvarme— concluyo antes de continuar su trayecto. Antes de que pudiera abrir la puerta escuchó la voz del escritor y se giró de nuevo hacia la cama con una sonrisa.
—Kate——Dime—
—Always—
Si, el final va en ingles, ¿pero que és eso de "de nada" en español? XD
-CM-- Ayudante de policia
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Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
sifgueeee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Dioooooos me acabo de leer los dos capitulos.... Perfectos!!!
En este foro hay gente que escribe genial, mostrando todos y cada uno de los sentimientos requeridos en cada ocasión. Y tú, te has echo un hueco entre ellos. Me encanta la forma en la que describes cada momento y como has terminado el segundo capi.... me has matado de verdad. Porfavor no tardes mucho en continuar!!1
En este foro hay gente que escribe genial, mostrando todos y cada uno de los sentimientos requeridos en cada ocasión. Y tú, te has echo un hueco entre ellos. Me encanta la forma en la que describes cada momento y como has terminado el segundo capi.... me has matado de verdad. Porfavor no tardes mucho en continuar!!1
RcKb- As del póker
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Fecha de inscripción : 21/08/2012
Edad : 25
Localización : NY, Sacramento & Tokyo
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
me encanta, pero espero que Alexis no se enfade mucho, y que las cosas salgan bien. Continua pronto.
_Caskett_- Escritor - Policia
- Mensajes : 2936
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Localización : en un mundo feliz
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
INCREIBLE me encanta como escribes me e leido los dos seguidos y no tengo palabras para decirte como esta porque con maravilloso, perfecto.....me quedo corta no cortiiiiiisima espero que la continuacion llege pronto porque me muero por saber la reaccion que tendra Alexis con Kate y lo que para ra con Josh(que espero que desaparezca jeje)bueno es tu historia asi que tu eliges como sigue pero que continue y prontito pliss
BESOSSS
BESOSSS
ZOMAtitos&Oreos- Autor de best-seller
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Edad : 25
Localización : Con los ZOMAtes parlantes XD
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
ooooh me ha encantadooo de capiii!!1 continuaaa prontooo plisss que ya quiero leer la contiii!!
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Me ha gustado mucho lo que llevas escrito y estoy impaciente por ver como lo continuas y como han dicho por ahí arriba ver la reacción de Alexis y si en tu historia existe Josh (odio a Josh) ¿como reccionará él?
macucaro- Ayudante de policia
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Localización : Sevilla
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Pues para ser tu primer fic te ha quedado espectacular. Siempre me pregunté que habría pasado si Castle hubiese llegado antes y la bala le hubiese dado a él en vez de a Kate.
Está muy bien, espero que puedas seguir pronto. Y yo también quiero saber si hay Josh, a mi también me cae fatal el chico de la moto y quiero que vea como ella sufre por Castle.
Está muy bien, espero que puedas seguir pronto. Y yo también quiero saber si hay Josh, a mi también me cae fatal el chico de la moto y quiero que vea como ella sufre por Castle.
Cata Castillo- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Cata Castillo escribió:Pues para ser tu primer fic te ha quedado espectacular. Siempre me pregunté que habría pasado si Castle hubiese llegado antes y la bala le hubiese dado a él en vez de a Kate.
Está muy bien, espero que puedas seguir pronto. Y yo también quiero saber si hay Josh, a mi también me cae fatal el chico de la moto y quiero que vea como ella sufre por Castle.
Cata ya te ha dicho todo. Bienvenida y ánimo para seguir entreteniéndonos.
Anver- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Muchas gracias por las respuestas, me habeis animado a seguir escribiendo. Intentaré ir dejando fragmentos hasta que pueda ponerme a escribir con tiempo ( Plan bolonia). Tenía pensado dedicar el siguiente capitulo a "borrar a Josh del mapa" , se aceptan sugerencias. Lo de alexis tendrá que esperar un poco más.
¿Hay alguna forma de editar el nombre del mensaje? Para irlo actualizando con el numero del ultimo capitulo y que sea mas facil de seguir.
Am, y es bienvenido no "a"
De nuevo, muchas gracias.
¿Hay alguna forma de editar el nombre del mensaje? Para irlo actualizando con el numero del ultimo capitulo y que sea mas facil de seguir.
Am, y es bienvenido no "a"
De nuevo, muchas gracias.
-CM-- Ayudante de policia
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Fecha de inscripción : 14/04/2013
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Animo y ha seguir que vas por buen pie
roy-rogers- Ayudante de policia
- Mensajes : 147
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Edad : 41
Localización : bilbao
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Me han gustado mucho los dos capítulos que llevas escritos. Espero que Rick se recupere pronto
Continúa pronto
Continúa pronto
Yaye- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Me ha encantado los dos capítulos espero que puedas seguir pronto
Caskett23- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/03/2013
Edad : 30
Localización : Cádiz
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Tienes que editar el primer mensaje de este tema y cambiar el nombre del títutlo =)-CM- escribió:Muchas gracias por las respuestas, me habeis animado a seguir escribiendo. Intentaré ir dejando fragmentos hasta que pueda ponerme a escribir con tiempo ( Plan bolonia). Tenía pensado dedicar el siguiente capitulo a "borrar a Josh del mapa" , se aceptan sugerencias. Lo de alexis tendrá que esperar un poco más.
¿Hay alguna forma de editar el nombre del mensaje? Para irlo actualizando con el numero del ultimo capitulo y que sea mas facil de seguir.
Am, y es bienvenido no "a"
De nuevo, muchas gracias.
Caskett23- As del póker
- Mensajes : 337
Fecha de inscripción : 30/03/2013
Edad : 30
Localización : Cádiz
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Os dejo el tercer capítulo, espero que os guste
Capítulo 3. Motorcycles and Pens
—Se lo ha ganado volviendo a investigar el caso de tu madre. Montgomery está muerto por su culpa y tú podrías estar igual— Aquellas palabras atravesaron la mente de Kate como un relámpago y finalmente los sentimientos acumulados se desbordaron. —Pero no lo estoy gracias a Castle— exclamó brevemente la inspectora, acercándose aun más al chico de la moto y elevando el tono de su voz — ¿Y dónde estabas tú, Josh? Trabajando. Siempre estás trabajando. No pido que me dediques todo tu tiempo, pero merezco algo más que unas cuantas horas libres. Una bomba está punto de arrasar la ciudad y no vienes a verme hasta acabar tu guardia. Aparecen nuevas pistas sobre el caso de mi madre y tú no estás allí para apoyarme. El capitán, mi amigo, muere a manos de un hombre que intentaba asesinarme y no eres capaz de coger un día libre para acompañarme en el funeral. Asique si, Josh, estoy furiosa porque todo parece ser más importante que yo. — Las últimas palabras reverberaron en el las paredes del salón hasta que finalmente reinó el silencio.
—Lo mejor será que dejemos la discusión— añadió el doctor para evadir el tema—Olvídalo y disfruta de este rato con tu novio— murmuró mientras con un ademán invitaba a Beckett a seguirle hacia el dormitorio. —Te repito, Josh, que voy a darme una ducha— exclamó la inspectora con contundencia —Y cuando salga no quiero verte por aquí. Ya sabes dónde está la puerta— sentenció Kate, señalando la salida del apartamento con un gesto.
Capítulo 3. Motorcycles and Pens
—Señor Castle, tiene usted visita—anunció la enfermera asomando la cabeza por la puerta entreabierta. Martha y Alexis entraron estrepitosamente en la habitación, prácticamente arrollando a la auxiliar. — ¡Papa! —Gritó Alexis emocionada al tiempo que se abalanzaba sobre el escritor para abrazarlo —Menos mal que estas bien—murmuró la joven en un tono sereno, reconfortada por sentir de nuevo a su padre entre sus brazos. —Oh Richard—añadió Martha al tiempo que estrechaba el hombro de su hijo con preocupación. Castle respondió acariciándole el brazo como señal de afecto —Estoy bien, no tenéis porque preocuparos— expresó él con sosiego. — ¿Cómo no vamos a preocuparnos, papa?, ¡Te han disparado! — exclamó Alexis malhumorada. Castle comprendió el motivo del enfado y se incorporo sobre la cama —Alexis, quiero pedirte perdón por todo esto. No pensar en ti y en las consecuencias fue un error. Tu eres mi hija y eso es lo más importante y yo voy a estar para ayudarte, asique de ahora en adelante intentaré no hacer nada que pueda ponerme en peligro ¿de acuerdo? — La joven pelirroja asintió con la cabeza y sonrió de nuevo al recibir un tierno beso de su padre en la frente. —Mis amigos van a alucinar cuando les enseñes la cicatriz— Comentó Alexis en un tono más ligero, reconfortada por el mensaje. —He de reconocer que es más divertido cuando se trata de pistolas laser— rió el escritor.
En aquel momento la puerta se abrió de nuevo y los detectives Ryan y Expósito irrumpieron en la sala. — ¿Tan pronto me echabais de menos, chicos? — exclamó Castle entre carcajadas. —Veo que la bala no ha afectado a tu sentido del humor— señaló Expósito —Me alegro de que estés bien— concluyó su compañero. — ¿Alguna noticia sobre el tirador? —Preguntó el escritor con curiosidad. Los inspectores actualizaron la información que Castle poseía sobre el suceso. El arma había sido encontrada junto a la lápida, un fusil militar modificado. El francotirador presentaba el perfil de un profesional entrenado pero sin tener una identidad no podía estudiar sus cuentas bancarias. Por el momento no habían logrado extraer huellas ni restos de ADN del arma ni ningún tipo de imagen de los videos de vigilancia. Castle suspiró, entendiendo lo difícil que resultaría encontrar al hombre que buscaba matar a su musa. Tras comentar algunas noticias adicionales los detectives recogieron sus bártulos. —Tenemos que volver a comisaría para seguir con el caso, solo pasábamos por aquí para asegurarnos de que estas bien— explicaron mientras abandonaban la sala.
—Beckett, ¿qué haces aquí? — Pregunto Expósito cuando distinguió a la inspectora atravesar fugazmente el rellano al otro lado del corredor. —Castle ya está despierto, ¿no te han avisado? — aclaró Ryan, sorprendido de encontrar a Kate en aquel ala del hospital. —Ya he hablado con él chicos. Salí un momento a por un café y…— la voz de la inspectora se entrecortó al pensarlo. — ¿y…? —Añadieron Ryan y Expósito con curiosidad —Martha y Alexis— de nuevo el tono de la inspectora se quebró al pronunciar el segundo nombre. —No quería interrumpir—concluyó finalmente para evitar la batería de preguntas de sus compañeros.
—Pareces cansada— advirtió Ryan. Beckett asintió con la cabeza y comenzó a explicarles lo que había sucedido desde la noche anterior, pero la historia se vio interrumpida por el timbre de un móvil —Es Jenny, vuelvo enseguida— explicó Ryan mientras se excusaba a un lugar más apartado para mantener una conversación con su prometida. Aprovechando la coyuntura, Expósito cambió a un tono más serio. —Vete a casa, date una ducha y descansa— aconsejó a la inspectora. —Castle y tu tenéis mucho de qué hablar después de esto—. La última frase cambio la expresión en el rostro de Kate, que ahora ofrecía una de sus inquisitivas miradas —Vamos Kate, ¿Castle recibe un disparo por salvarte y aun tienes dudas? —
— ¿No es lo que hacen los compañeros? ¿Protegerse mutuamente?, yo se lo agradezco de veras, pero no creo que…— no logró concluir la frase antes de que el detective la interrumpiera —Mira Beckett, Ryan es como hermano para mi, y si un tío le disparase perseguiría a ese cabrón hasta verlo pudriéndose en una celda. Pero, ¿arriesgar mi vida saltando delante de una bala? Creo que me lo pensaría— En ese momento Ryan realizó un ademán para llamar la atención de su compañero y este le siguió
La inspectora permaneció de pie unos segundo sin moverse de aquel sitio hasta que finalmente se decanto por ir a ver a Castle, superando el miedo que le producía pensar en las reprimendas de Alexis. A pesar de ello, decidió ojear a través de una pequeña ventana que permitía ver el interior de la sala en busca de alguna melena pelirroja, pero solo encontró al escritor enfrascado en un nuevo relato. «Martha y Alexis han debido de salir un momento» pensó emocionada mientras se disponía a acceder a la habitación. En aquel momento sintió la presencia de alguien detrás de ella. Una mano que la sujetaba del hombro, le resultaba familiar pero, de algún modo, no parecía reconfortante. La inspectora se giró de pronto para ver mejor al inesperado visitante — ¡Josh! —Exclamó ella — ¿Has venido a por mí Kate? — preguntó el doctor. Antes de que Beckett pudiera explicarle la situación, el chico de la motocicleta la cogido de la mano, prácticamente arrastrándola de vuelta por el camino que había recorrido previamente. —Tengo unas horas y ya he pedido un taxi, ¡Vamos! — explicó él mientras se lanzó a por sus labios. Aquello cogió a Kate por sorpresa, asique se entregó al beso del doctor sin percatarse de que al otro lado de la pared, su novelista favorito contemplaba la escena a través de la ventana.
Durante el trayecto en el taxi apenas intercambiaron palabras. Beckett fingía distraerse con el tráfico aunque la expresión de enfado de su rostro la delataba. Por su parte Josh manifestaba su impaciencia por aprovechar sus horas libres con su novia aunque ella se mostrara reticente. Tras apearse del vehículo se apresuraron al interior del apartamento de la inspectora. Mientras subían por las escaleras Josh trato de envolver a Beckett por la cintura, aproximándose por la espalda para besarla en el cuello que previamente había dejado al descubierto. Ella, en cambio, se opuso a la muestra de deseo de su novio zafándose ágilmente del brazo que la ceñía. Una vez en el interior del domicilio Josh arremetió de nuevo, esta vez de forma más directa y un tanto agresiva, reteniéndola por la nuca e inclinándose para atrapar sus labios.
En los segundos en los que el doctor recorría la corta distancia que los separaba, cientos de imágenes se agolparon en la mente de la inspectora. Recordó la última vez que alguien había tratado de besarla de ese modo. Un callejón oscuro y frio bajo un manto de estrellas, un guardia armado demasiado inteligente como para aceptar la improvisada escena y una situación desesperada. A continuación la suavidad y ternura de la mano que la asía, las profundas miradas encontrándose la una con la otra, la excitación y el latir debocado del corazón los segundos antes de que sus labios se acariciaran por primera vez. Kate abrió los ojos lentamente, solo para toparse con el rostro de Josh frente al suyo. Incomoda ante la opresión que sufría, interpuso su mano contra el pecho del doctor, deteniendo el avance de su novio antes de que llegara a besarla.
Josh resopló enfadado cuando ella se apartó de nuevo de su lado, farfullando algunas palabras que la inspectora no llegó a entender. —Voy a darme una ducha— aclaró ella mientras se dirigía hacia el baño. — ¡Oh, vamos Kate! — exclamó el doctor, asegurándose de que ella le oía —Ya te ducharás más tarde. ¿No querrás malgastar las pocas horas libres de tu novio, no? — Beckett se giró hacia su insistente compañero blandiendo una de sus impactantes miradas. Unos meses atrás ella habría aceptado sin problema ante tal proposición. Pero ahora resultaba demasiado evidente, ella necesitaba a alguien que la apoyara, y el chico de la moto solo tenía tiempo para disfrutar de su cuerpo.
—Te noto distante Kate, ¿qué ha hecho el chico escritor esta vez? — replicó el doctor ante la postura de su novia. Beckett quedó perpleja ante tal pregunta. Aquello no concernía a Castle, ni siquiera a su trabajo. La situación era fruto de la actitud de Josh, su forma de tratarla como un objeto al que utilizar en sus ratos libres. Ella dudó unos segundo, barajando las respuestas y finalmente cedió a la petición. —Ha sufrido un disparo— musitó en voz baja al recordarlo —Los cirujanos han logrado operarle, pero tardara algún tiempo en recuperarse— añadió de nuevo con una sombra bajo sus ojos. Para sorpresa de Beckett, Josh comenzó a reír, una sonora carcajada que inundó el silencio de la habitación. Kate, ofendida, permaneció en silencio.
—Es como un crio Kate, debería dejar de seguirte. Ya te he dicho que no hace más que traerte problemas—Comentó Josh con cierto tono de desconfianza. Procurando satirizar al escritor, el chico de la motocicleta continuó con su insistencia. — ¿En qué lio se ha metido ahora? Espera, no me lo digas…no se quedó en el coche cuando se lo dijiste, o quizás se disparó a si mismo mientras jugaba con tu pistola— Beckett, atónita ante la conducta de su novio, comenzó a andar lentamente hacia él. —Fue en el funeral de Montgomery. Un francotirador intentó dispararme pero Castle se interpuso— exclamó finalmente la inspectora, mientras una lágrima se precipitaba al vacio tras resbalar por su mejilla. En esta ocasión la noticia sorprendió a Josh al descubrir lo mucho que ella novia sufría por Castle en aquellos momentos.
—Se lo ha ganado volviendo a investigar el caso de tu madre. Montgomery está muerto por su culpa y tú podrías estar igual— Aquellas palabras atravesaron la mente de Kate como un relámpago y finalmente los sentimientos acumulados se desbordaron. —Pero no lo estoy gracias a Castle— exclamó brevemente la inspectora, acercándose aun más al chico de la moto y elevando el tono de su voz — ¿Y dónde estabas tú, Josh? Trabajando. Siempre estás trabajando. No pido que me dediques todo tu tiempo, pero merezco algo más que unas cuantas horas libres. Una bomba está punto de arrasar la ciudad y no vienes a verme hasta acabar tu guardia. Aparecen nuevas pistas sobre el caso de mi madre y tú no estás allí para apoyarme. El capitán, mi amigo, muere a manos de un hombre que intentaba asesinarme y no eres capaz de coger un día libre para acompañarme en el funeral. Asique si, Josh, estoy furiosa porque todo parece ser más importante que yo. — Las últimas palabras reverberaron en el las paredes del salón hasta que finalmente reinó el silencio.
—Lo mejor será que dejemos la discusión— añadió el doctor para evadir el tema—Olvídalo y disfruta de este rato con tu novio— murmuró mientras con un ademán invitaba a Beckett a seguirle hacia el dormitorio. —Te repito, Josh, que voy a darme una ducha— exclamó la inspectora con contundencia —Y cuando salga no quiero verte por aquí. Ya sabes dónde está la puerta— sentenció Kate, señalando la salida del apartamento con un gesto.
En el hospital Castle trotaba infructuosamente de buscar un apropiado final para el capitulo. Junto a su cama, en una cómoda silla, se encontraba su Martha, prestando algo de compañía a su hijo mientras leía el guion de una sencilla obra de teatro. —No consigo escribir— farfullo malhumorado mientras arrugaba el folio repleto de tachones y no lanzaba contra la pared. — ¡Richard! , no es la primera vez que te bloqueas, pero nunca te he visto reaccionar así. — exclamó Martha sorprendida. —Tienes razón madre, no hay motivo para preocuparse— asintió el escritor en un tono mas calmado. —Yo creo que si lo hay querido, y solo conozco una persona que puede hacer que te pongas así—Castle suspiró y volvió respirar hondo. Su madre tenía razón, aquel enfado giraba en torno a su musa y la escena que había presenciado tan solo unas pocas horas antes. —Creí que después del disparo lo entendería, pero la he visto antes con el chico de la moto— explicó el escritor —esperaba que se diría cuenta de que estoy aquí, pero no parece verlo. Y no puedo seguir viéndola madre, no mientras sigue compartiendo besos con otro hombres delante de mí. Se acabó, cuando termine este libro dejaré la comisaría. Creo que será lo mejor para todos— concluyo Castle sintiendo como el peso de sus palabras le oprimían el pecho. Martha se levantó de su asiento para acercarse a su hijo, que en aquellos momentos la necesitaba. —Richard. De alguien que ha vivido lo suficiente para criar a un gran hombre, créeme cuando te digo que por más que te esfuerces, no conseguirás dar la batalla por perdida—
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Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
sigueeeeeeee
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Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
me ha encantado pero espero que Rick no se vaya
CONTINUALO PRONTO PLISSS
BESOSS
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Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Espero que Kate se de cuenta pronto de que Rick la quiere antes de que sea tarde. Continua pronto.
_Caskett_- Escritor - Policia
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Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
siempre sale el maldito josh por medio...... argf!
LA trama bien descrita es lo que me tiene mas enganchada, la forma de narrarlo todo etc.
La situacion en el apartamento de Kate, y que ésta le muestre a Josh el porqué del aprecio hacia Castle por su ausencia como novio... espectacular! Chapó! Algo as deberia de haber salido enl a serie jaja
sigue prontito!! ^^
LA trama bien descrita es lo que me tiene mas enganchada, la forma de narrarlo todo etc.
La situacion en el apartamento de Kate, y que ésta le muestre a Josh el porqué del aprecio hacia Castle por su ausencia como novio... espectacular! Chapó! Algo as deberia de haber salido enl a serie jaja
sigue prontito!! ^^
Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Aquí traigo el siguiente capitulo que se ha visto retrasado por los exámenes XD El final no coincide exactamente con la linea temporal de la serie (ya entendereis a que me refiero) pero creo que se puede aceptar el cambio. Además he decidio no justificar el texto para que resulte mas facil seguirlo. Como siempre, espero que os guste
Capítulo 4. Nightmares
Habían pasado unos días desde el incidente en el funeral. Las escenas se entremezclaban en la cabeza del escritor, incapacitándole para recordar los detalles de lo sucedido. Solo unas pocas imágenes se presentaban con suficiente nitidez, Beckett pronunciando su discurso, el reflejo del sol en un cristal junto a una lápida, una punzada de dolor en el costado y el rostro de su musa anegado en lágrimas. A continuación la escena se tornaba completamente negra y tan solo perduraba una voz, un susurro ininteligible que le resultaba sereno, reconfortante.
Castle se despertó sobresaltado sobre la cama del hospital. Recorrió la habitación con la mirada buscando con insistencia a la inspectora. En su lugar encontró a Martha sentada de nuevo junto a él. — Madre, deberías irte a casa— insistió Castle — Tonterías querido, ya descansare cuando te den el alta—replicó la diva. Durante los días posteriores a la operación el famoso novelista había recibido multitud de visitas. Alexis acudía cada tarde al hospital tras acabar sus clases, mientras que Beckett y los chicos aprovechaban la ausencia de la joven para saludar a su compañero y mantenerle informado sobre la investigación.
— No puedo dormir— murmuró Castle — ¿Has vuelto a tener el mismo sueño? — pregunto su madre preocupada. Él asintió con la cabeza y tomó una profunda bocanada de aire buscando tranquilizarse. Los últimos días una pesadilla atormentaba sus noches, desvelándole entre sudores fríos. En ella el escritor no reaccionaba a tiempo para proteger a Beckett, y la bala alcanzaba a la inspectora, penetrando junto a su corazón. Castle procuraba insistentemente confesar sus sentimientos hacia Kate mientras la vida escapaba, sin remedio alguno, del cuerpo de su musa. La idea de perderla abrumaba al escritor, impidiéndole conciliar el sueño noches tras noche. —Richard tienes que descansar— añadió Martha, recordándole las instrucciones de los médicos. El escritor se recostó de nuevo, tratando de borrar de su mente aquella escena.
A la mañana siguiente los médicos acudieron al paciente con buenas noticias. El postoperatorio se desarrollaba con normalidad y pronto podrían concederle el alta. Dadas las circunstancias, sin embargo, no debería realizar ningún tipo de esfuerzo físico durante una temporada. Castle empleó las horas restantes para reflexionar entorno a la situación. Quizás aquella representaba la solución a su dilema, unas semanas lejos de la inspectora le proporcionarían cierta perspectiva antes de decidir si regresar o no a comisaría. Tras el disparo ambos necesitaban un tiempo y el escritor buscaba replantearse su relación con Beckett. Al fin y al cabo se había jugado su vida para salvar a una mujer que horas más tarde había abandonado el hospital acompañada de su novio. Pensar de nuevo en Josh le repugnaba. El doctor de la motocicleta no merecía mantener una relación con Kate, pero eso no dependía de Castle. Decidió aguardar hasta el mediodía, cuando la inspectora vendría a visitarle, para mantener la conversación que había procurado aplazar anteriormente.
Beckett apareció tras la puerta puntualmente como cada día, regalándole una sonrisa al escritor y con algún tentempié para combatir el hambre. El semblante de Castle, sin embargo se mantuvo serio durante el almuerzo. —Los médicos dicen que mañana podrían darme el alta— explicó Castle. La inspectora esbozó una breve sonrisa, alegrándose por el estado de salud de su compañero. —Pero tendré que guardar reposo durante un mes— añadió él. Kate comprendió el motivo de la conversación y la seriedad de su compañero. —La comisaría no es un buen lugar para descansar, lo mejor será que te quedes en casa, hasta que te hayas recuperado al menos— sentenció Beckett. Las últimas palabras resonaron en la mente del autor « ¿Al menos? ¿A caso no quiere que vuelva?» pensó con una extraña mezcla de rabia y tristeza. —Sí, será lo mejor…para todos— finalizó Castle —Llámame si me necesitas para algo, incluso si es solo para hablar— añadió antes de que la inspectora pudiera levantarse. —Lo haré, no te preocupes— agradeció ella mientras colocaba la silla de nuevo en su correspondiente emplazamiento, y a continuación abandonó la sala.
Los días posteriores transcurrieron con normalidad hasta que el médico declaró la recuperación del novelista, permitiéndole regresar con su madre y su hija. Alexis y Martha acogieron al escritor con un cálido abrazo en el apartamento. Mientras preparaban un festín para celebrar el reencuentro en el Loft, la joven decidió desvelar el pequeño proyecto que había tramado junto a su abuela —Habíamos pensado que quizás… deberías hablar con psicólogo, para que te ayude después del disparo— exclamó la joven rápidamente sin darle tiempo a reaccionar —Tienes pérdidas de memoria Richard, por no hablar de los sueños— añadió Martha para reforzar el argumento. Castle alternaba su mirada entre las pelirrojas y en ambas encontraba una expresión de apoyo y afecto. No pretendía negarse ante los deseos de dos de las mujeres más importantes en su vida, de modo que aceptó la propuesta. — ¡Bien! Porque ya habíamos concertado una cita— sonrió Alexis, ofreciéndole una tarjeta. «Doctora Christine Peterson » leyó el escritor en el reverso del papel. —Es una de las mejores querido, y tiene un hueco esta tarde—
Horas más tarde el escritor se encontraba frente a la fachada de un imponente edificio de Manhattan. Rick miró de nuevo la tarjeta para comprobar la dirección y tomo el ascensor hasta la quinta planta. Una vez frente a la puerta respiró hondo, pulsó el timbre y aguardó. Segundos más tarde alguien giró el pomo desde el interior de la vivienda, abriendo la puerta para el novelista. Castle quedó perplejo ante la visión de la atractiva mujer que le invitaba a entrar. —Tome asiento señor Castle— replicó ella mientras se dirigía al interior de su despacho. Él se demoró unos segundos mientras contemplaba de nuevo a la mujer que ahora le daba la espalda. El cabello pelirrojo descendía grácilmente sobre sus hombros formando una larga melena que se balanceaba al compás de sus movimientos. Sus largas piernas y su esbelta figura embelesaron instantáneamente al escritor, acompañadas de un atuendo que dejaba poco espacio a la imaginación.
—Buenos días Doctora Peterson— alcanzó a decir mientras se sentaba en uno de los cómodos sillones que la psicóloga había dispuesto en su consulta. —Por favor, llámame Christine— sonrió ella, consciente de la atracción del famoso autor. A pesar de que la doctora ya conocía el caso de Castle, insistió en que él mismo le narrase la historia desde su perspectiva. Mantuvieron una conversación dinámica durante horas, en la que el escritor detalló los resquebrajados recuerdos del funeral así como la recurrente pesadilla que le visitaba cada noche. En opinión de la psicóloga la amnesia que le afectaba resultaba común en situaciones de elevado estrés y pasarían algunas sesiones antes de reconstruir la memoria de los hechos. El sueño por otra parte, llamó su atención. — ¿Qué crees que significa? — Preguntó Castle intrigado —No lo sé, ¿Te arrepientes de haberlo hecho? ¿De haberte interpuesto en la trayectoria? — contesto la psicóloga plantándole otra cuestión. —No, volvería a hacerlo— replico Castle sin dudarlo un segundo. —Pero enfrentarme a la muerte despertó muchos interrogantes. Qué pasaría con mi madre y mi hija, qué harían mis compañeros de comisaría y…pensé en todas las cosas que quería hacer y no hice— añadió finalmente el escritor. La psicóloga se mostro satisfecha. —Creo que hoy hemos avanzado mucho— manifestó tras recibir la confidencia. —Puedo ayudarle a recordar y a superar todo esto, si usted quiere. — El escritor asintió —Entonces ¿le veo la semana que viene señor Castle? — exclamó mientras cerraba el cuaderno donde había tomado apuntes de la sesión. —Rick. Puedes llamarme Rick— indicó él antes de levantarse. —Bien Rick, entonces hay una última cosa que quiero que hagas— señaló la psicóloga —Algo que nos ayudará con tu caso—
Castle tomó con premura un taxi hacia su apartamento. Martha y Alexis se había ido de compras y el Loft se encontraba libre de pelirrojas. Tras depositar el abrigo sobre el perchero y desabrocharse el botón superior de la camisa el novelista se dirigió a su despacho. Abrió uno de los cajones del escritorio y de él extrajo una libreta, un lápiz y una pluma. Blandiendo sus herramientas de trabajo regresó al salón, dejándose caer con firmeza sobre el mullido sofá. El escritor comenzó entonces a divagar sobre todos los propósitos con los que podría rellenar el cuadro que la doctora Peterson le había pedido.
Los minutos avanzaban implacables mientras el cuadernillo, abierto por la primera pagina, continuaba completamente en blanco. A pesar de haber aceptado los consejos de su psicóloga, construir una lista vital resultaba más complicado de lo que Castle había supuesto. Abundantes ideas surgían de la mente del escritor, algunas de ellas dignas de quedar expuestas en aquella lista, pero ninguna lo suficientemente importante para encabezarla. El denso silencio del apartamento se veía únicamente interrumpido por el tictac de las manecillas del reloj. Tras variar repetidas veces de postura sobre el sofá, el autor dejó el lápiz sobre la mesa y lo intercambió por la pluma. Había encontrado un propósito merecedor comenzar aquel repertorio. Castle se incorporó, apoyando los pies de nuevo en el suelo e inclinándose sobre la mesa donde había depositado previamente la libreta.
Tras horas buceando en su interior, combatiendo emociones e ideas contradictorias, había hallado aquello que mas anhelaba. Un deseo al que aferrarse en los momentos más difíciles, un faro para orientarse a través de la oscuridad. El escritor sitió como la determinación invadía su cuerpo, mientras una voz en su interior gritaba alborotada, convenciéndole de su acierto. Tomó la pluma fuertemente entre sus dedos para evitar cualquier error. A continuación, con el pulso firme, decidido, escribió únicamente tres palabras. Tres palabras que permanecerían grabadas para siempre. Tres palabras que perseguiría con toda su voluntad hasta el fin de sus días si fuera necesario.
“Estar con Kate”
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No creo que pueda escribir mucho mas hasta finales de este mes, asique tendremos que esperar para el reencuentro
Capítulo 4. Nightmares
Habían pasado unos días desde el incidente en el funeral. Las escenas se entremezclaban en la cabeza del escritor, incapacitándole para recordar los detalles de lo sucedido. Solo unas pocas imágenes se presentaban con suficiente nitidez, Beckett pronunciando su discurso, el reflejo del sol en un cristal junto a una lápida, una punzada de dolor en el costado y el rostro de su musa anegado en lágrimas. A continuación la escena se tornaba completamente negra y tan solo perduraba una voz, un susurro ininteligible que le resultaba sereno, reconfortante.
Castle se despertó sobresaltado sobre la cama del hospital. Recorrió la habitación con la mirada buscando con insistencia a la inspectora. En su lugar encontró a Martha sentada de nuevo junto a él. — Madre, deberías irte a casa— insistió Castle — Tonterías querido, ya descansare cuando te den el alta—replicó la diva. Durante los días posteriores a la operación el famoso novelista había recibido multitud de visitas. Alexis acudía cada tarde al hospital tras acabar sus clases, mientras que Beckett y los chicos aprovechaban la ausencia de la joven para saludar a su compañero y mantenerle informado sobre la investigación.
— No puedo dormir— murmuró Castle — ¿Has vuelto a tener el mismo sueño? — pregunto su madre preocupada. Él asintió con la cabeza y tomó una profunda bocanada de aire buscando tranquilizarse. Los últimos días una pesadilla atormentaba sus noches, desvelándole entre sudores fríos. En ella el escritor no reaccionaba a tiempo para proteger a Beckett, y la bala alcanzaba a la inspectora, penetrando junto a su corazón. Castle procuraba insistentemente confesar sus sentimientos hacia Kate mientras la vida escapaba, sin remedio alguno, del cuerpo de su musa. La idea de perderla abrumaba al escritor, impidiéndole conciliar el sueño noches tras noche. —Richard tienes que descansar— añadió Martha, recordándole las instrucciones de los médicos. El escritor se recostó de nuevo, tratando de borrar de su mente aquella escena.
A la mañana siguiente los médicos acudieron al paciente con buenas noticias. El postoperatorio se desarrollaba con normalidad y pronto podrían concederle el alta. Dadas las circunstancias, sin embargo, no debería realizar ningún tipo de esfuerzo físico durante una temporada. Castle empleó las horas restantes para reflexionar entorno a la situación. Quizás aquella representaba la solución a su dilema, unas semanas lejos de la inspectora le proporcionarían cierta perspectiva antes de decidir si regresar o no a comisaría. Tras el disparo ambos necesitaban un tiempo y el escritor buscaba replantearse su relación con Beckett. Al fin y al cabo se había jugado su vida para salvar a una mujer que horas más tarde había abandonado el hospital acompañada de su novio. Pensar de nuevo en Josh le repugnaba. El doctor de la motocicleta no merecía mantener una relación con Kate, pero eso no dependía de Castle. Decidió aguardar hasta el mediodía, cuando la inspectora vendría a visitarle, para mantener la conversación que había procurado aplazar anteriormente.
Beckett apareció tras la puerta puntualmente como cada día, regalándole una sonrisa al escritor y con algún tentempié para combatir el hambre. El semblante de Castle, sin embargo se mantuvo serio durante el almuerzo. —Los médicos dicen que mañana podrían darme el alta— explicó Castle. La inspectora esbozó una breve sonrisa, alegrándose por el estado de salud de su compañero. —Pero tendré que guardar reposo durante un mes— añadió él. Kate comprendió el motivo de la conversación y la seriedad de su compañero. —La comisaría no es un buen lugar para descansar, lo mejor será que te quedes en casa, hasta que te hayas recuperado al menos— sentenció Beckett. Las últimas palabras resonaron en la mente del autor « ¿Al menos? ¿A caso no quiere que vuelva?» pensó con una extraña mezcla de rabia y tristeza. —Sí, será lo mejor…para todos— finalizó Castle —Llámame si me necesitas para algo, incluso si es solo para hablar— añadió antes de que la inspectora pudiera levantarse. —Lo haré, no te preocupes— agradeció ella mientras colocaba la silla de nuevo en su correspondiente emplazamiento, y a continuación abandonó la sala.
Los días posteriores transcurrieron con normalidad hasta que el médico declaró la recuperación del novelista, permitiéndole regresar con su madre y su hija. Alexis y Martha acogieron al escritor con un cálido abrazo en el apartamento. Mientras preparaban un festín para celebrar el reencuentro en el Loft, la joven decidió desvelar el pequeño proyecto que había tramado junto a su abuela —Habíamos pensado que quizás… deberías hablar con psicólogo, para que te ayude después del disparo— exclamó la joven rápidamente sin darle tiempo a reaccionar —Tienes pérdidas de memoria Richard, por no hablar de los sueños— añadió Martha para reforzar el argumento. Castle alternaba su mirada entre las pelirrojas y en ambas encontraba una expresión de apoyo y afecto. No pretendía negarse ante los deseos de dos de las mujeres más importantes en su vida, de modo que aceptó la propuesta. — ¡Bien! Porque ya habíamos concertado una cita— sonrió Alexis, ofreciéndole una tarjeta. «Doctora Christine Peterson » leyó el escritor en el reverso del papel. —Es una de las mejores querido, y tiene un hueco esta tarde—
Horas más tarde el escritor se encontraba frente a la fachada de un imponente edificio de Manhattan. Rick miró de nuevo la tarjeta para comprobar la dirección y tomo el ascensor hasta la quinta planta. Una vez frente a la puerta respiró hondo, pulsó el timbre y aguardó. Segundos más tarde alguien giró el pomo desde el interior de la vivienda, abriendo la puerta para el novelista. Castle quedó perplejo ante la visión de la atractiva mujer que le invitaba a entrar. —Tome asiento señor Castle— replicó ella mientras se dirigía al interior de su despacho. Él se demoró unos segundos mientras contemplaba de nuevo a la mujer que ahora le daba la espalda. El cabello pelirrojo descendía grácilmente sobre sus hombros formando una larga melena que se balanceaba al compás de sus movimientos. Sus largas piernas y su esbelta figura embelesaron instantáneamente al escritor, acompañadas de un atuendo que dejaba poco espacio a la imaginación.
—Buenos días Doctora Peterson— alcanzó a decir mientras se sentaba en uno de los cómodos sillones que la psicóloga había dispuesto en su consulta. —Por favor, llámame Christine— sonrió ella, consciente de la atracción del famoso autor. A pesar de que la doctora ya conocía el caso de Castle, insistió en que él mismo le narrase la historia desde su perspectiva. Mantuvieron una conversación dinámica durante horas, en la que el escritor detalló los resquebrajados recuerdos del funeral así como la recurrente pesadilla que le visitaba cada noche. En opinión de la psicóloga la amnesia que le afectaba resultaba común en situaciones de elevado estrés y pasarían algunas sesiones antes de reconstruir la memoria de los hechos. El sueño por otra parte, llamó su atención. — ¿Qué crees que significa? — Preguntó Castle intrigado —No lo sé, ¿Te arrepientes de haberlo hecho? ¿De haberte interpuesto en la trayectoria? — contesto la psicóloga plantándole otra cuestión. —No, volvería a hacerlo— replico Castle sin dudarlo un segundo. —Pero enfrentarme a la muerte despertó muchos interrogantes. Qué pasaría con mi madre y mi hija, qué harían mis compañeros de comisaría y…pensé en todas las cosas que quería hacer y no hice— añadió finalmente el escritor. La psicóloga se mostro satisfecha. —Creo que hoy hemos avanzado mucho— manifestó tras recibir la confidencia. —Puedo ayudarle a recordar y a superar todo esto, si usted quiere. — El escritor asintió —Entonces ¿le veo la semana que viene señor Castle? — exclamó mientras cerraba el cuaderno donde había tomado apuntes de la sesión. —Rick. Puedes llamarme Rick— indicó él antes de levantarse. —Bien Rick, entonces hay una última cosa que quiero que hagas— señaló la psicóloga —Algo que nos ayudará con tu caso—
Castle tomó con premura un taxi hacia su apartamento. Martha y Alexis se había ido de compras y el Loft se encontraba libre de pelirrojas. Tras depositar el abrigo sobre el perchero y desabrocharse el botón superior de la camisa el novelista se dirigió a su despacho. Abrió uno de los cajones del escritorio y de él extrajo una libreta, un lápiz y una pluma. Blandiendo sus herramientas de trabajo regresó al salón, dejándose caer con firmeza sobre el mullido sofá. El escritor comenzó entonces a divagar sobre todos los propósitos con los que podría rellenar el cuadro que la doctora Peterson le había pedido.
Los minutos avanzaban implacables mientras el cuadernillo, abierto por la primera pagina, continuaba completamente en blanco. A pesar de haber aceptado los consejos de su psicóloga, construir una lista vital resultaba más complicado de lo que Castle había supuesto. Abundantes ideas surgían de la mente del escritor, algunas de ellas dignas de quedar expuestas en aquella lista, pero ninguna lo suficientemente importante para encabezarla. El denso silencio del apartamento se veía únicamente interrumpido por el tictac de las manecillas del reloj. Tras variar repetidas veces de postura sobre el sofá, el autor dejó el lápiz sobre la mesa y lo intercambió por la pluma. Había encontrado un propósito merecedor comenzar aquel repertorio. Castle se incorporó, apoyando los pies de nuevo en el suelo e inclinándose sobre la mesa donde había depositado previamente la libreta.
Tras horas buceando en su interior, combatiendo emociones e ideas contradictorias, había hallado aquello que mas anhelaba. Un deseo al que aferrarse en los momentos más difíciles, un faro para orientarse a través de la oscuridad. El escritor sitió como la determinación invadía su cuerpo, mientras una voz en su interior gritaba alborotada, convenciéndole de su acierto. Tomó la pluma fuertemente entre sus dedos para evitar cualquier error. A continuación, con el pulso firme, decidido, escribió únicamente tres palabras. Tres palabras que permanecerían grabadas para siempre. Tres palabras que perseguiría con toda su voluntad hasta el fin de sus días si fuera necesario.
“Estar con Kate”
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No creo que pueda escribir mucho mas hasta finales de este mes, asique tendremos que esperar para el reencuentro
-CM-- Ayudante de policia
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Re: Rise Again (Cap 11 parte 1)
Ooohhhhhh que bonito. Espero que el no desaparezca durante un tiempo mientras se recupera.
A esperar se ha dicho. Continúa en cuanto puedas
A esperar se ha dicho. Continúa en cuanto puedas
Yaye- Escritor - Policia
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Localización : Huelva
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