Mientras haya vida... (capítulo FINAL)

Hola a tod@s!!

Hace tiempo que leo vuestros fics y la verdad es que, además de que son geniales, son de gran ayuda para pasar mejor estas navidades a la espera de que lleguen los nuevos capítulos.

Éste es mi primer fic, así que, porfa, no esperéis demasiado de él.
Espero que os guste


Capitulo 1

Eran casi las 6 de la tarde. Castle estaba sentado en su silla jugando con el móvil mientras Beckett seguía liada con el papeleo del último caso. Preferían estar trabajando activamente en algún caso, pero el papeleo, aunque aburrido, era algo intrínseco a la resolución de los mismos. Ambos sabían que la presencia de Castle en esa parte del trabajo no era necesaria, que tranquilamente podía irse a casa, pero la verdad era que ninguno de los dos quería que eso ocurriese. De esa manera, Castle podría disfrutar unas horas más en compañía de su musa, y a Beckett se le hacía mucho más ameno ese trabajo si él estaba cerca, bueno, ese trabajo y cualquier otro, pues ya se había dado cuenta de que con él a su lado todo era más fácil.

Beckett intentaba leer los documentos que tenía en las manos, pero inconscientemente no podía dejar de mirar a Castle. Le encantaba las caras que ponía mientras jugaba con su móvil. Sólo con verle la cara, podía adivinar cuándo se había pasado una pantalla, cuándo le habían quitado alguna vida, cuándo estaba a punto de hacer algo arriesgado y cuándo le habían matado. Era como tener sentado en esa silla a un niño de siete años y, aquella faceta infantil de Castle la encantaba.

- ¡¡Beckett, Castle!! – Gritó enérgicamente la Capitana desde el umbral de su puerta, haciendo que los dos pegasen un pequeño respingo.

- ¿Crees que se da cuenta de que no hay nadie más en la sala, que nuestras percepciones auditivas funcionan correctamente y que estamos a escasos 10 metros de ella? – le susurró sarcásticamente Castle a Beckett mientras se dirigían al despacho de la Capitana Gates, provocando con ello una sonrisa en el rostro de su musa, que no le pasó desapercibida.

- Se ha producido un homicidio cerca de Lexington Place – continuó diciendo la Capitana- avisaré a Ryan y Espósito para que se reúnan con ustedes allí.

- Entendido Señor, vamos para allá. – dijo Beckett mientras se dirige a su escritorio para apagar el ordenador.

- ¿Listo Castle?

- Eso ni se pregunta, detective - le contestó con una sonrisa pícara. Beckett notó como un brillo especial aparecía en esos profundos ojos azules. Si no le conociese tan bien, diría que hasta se alegra de que alguien haya sido asesinado.



Cuando llegan a la escena del crimen, ambos se dirigieron donde Lanie.

- Hola Lanie –dijeron los dos casi al unísono, provocando la sonrisa de la Dra. Parish.

- Hola chicos.

- ¿Qué tenemos? – preguntó Beckett

- De momento no mucho. Al parecer se trata de un varón, de unos 50 años, con un orificio de entrada de bala en la cabeza, posiblemente del calibre 38, pero hasta que no le haga unas pruebas no podré confirmároslo. Está indocumentado, aunque tenía este papel en el bolsillo trasero del pantalón – dijo mientras se lo enseñaba.

- Es una tarjeta de visitas de uno de los almacenes del muelle donde se hacen pequeñas reparaciones de embarcaciones – dijo Espósito, mientras él y Ryan se acercaban al grupo.

- Gracias chicos. – dijo Beckett – Lanie, ¿algo más?

- De momento eso es todo. Podré daros su nombre y apellido en cuanto identifique sus huellas, pero hasta entonces nada – respondió la forense.

- Gracias Lanie.

- ¿Se sabe cómo ha llegado hasta aquí? – quiso saber Castle.

- No llevaba encima más que un juego de llaves, y ninguna corresponde a un coche. Tampoco llevaba ningún ticket del metro o del tren, por lo que lo más seguro es que viniese andado o en taxi. – contestó Ryan

- O tal vez…- dijo Castle, como si hubiese dado con el posible móvil del caso- … se trata de un experimento fallido de los alienígenas y lo han dejado aquí tirado, para deshacerse del cuerpo.

- Sí claro – dijo Ryan en tono sarcástico – y cómo explicas lo del disparo, eh?.

- Genial! - pensó Beckett - encima tú síguele el rollo!!!!

- Ahh!, eso lo hacen para no levantar sospechas; las pistolas intergalácticas les delatarían – respondió Castle, haciendo un gesto con la cara como si se tratase de algo obvio.

Cállate, Castle – dijo Beckett intentando parecer cansada de sus absurdas teorías, aunque la sonrisa en su cara delataba que la había hecho gracia.

- Está bien chicos! Empezaremos visitando ese almacén del muelle, a ver si alguno de los que trabajan allí pueden decirnos algo más sobre la víctima, ¿vale? – dijo Beckett dirigiéndose a Ryan y a Espósito.

- Si jefa!! – Dijeron los tres a la vez. Y todos se quedaron mirando a Castle, el cual por su enérgico tono de voz parecía ansioso por comenzar a investigar este caso.

- Castle!! – dijo Beckett mientras le fulminaba con la mirada.

- ¿Qué? – respondió, poniendo cara de niño bueno. - ¿Yo también puedo ir, no?

- Castle, esto no se trata de un juego!! ¿Alguna vez te vas a tomar un caso en serio? – dijo Beckett algo alterada.

- Sí que me lo tomo en serio. Pero últimamente mi vida es algo aburrida, y los casos son lo único que rompen esa rutina y me hacen sentir vivo y útil.

- Útil?? – Repitió Beckett con rintintín.

- Vamos detective! No me negará que mis teorías alocadas han resuelto más de una caso. – dijo mientras mostraba su sonrisa mas cautivadora y se sentaba donde el copiloto, esperando a que Beckett entrase en el coche – Yo pongo el ingenio y tú la sensatez.

- Y la madurez, la responsabilidad, la profesionalidad…vamos, todo lo demás – añadió Beckett mientras se acercaba al coche.

– ¿Lo ves? Lo que yo digo. Somos la pareja perfecta – sentenció Castle, mientras Beckett hacía que busca el papel con la dirección del almacén antes de entrar en el coche para ganar tiempo y evitar así que Castle pudiese verla ruborizarse por la realidad de esa última frase.

bueno pues para ser el primero esta muy bien!!!!!!!!!!!!!
sigue escribiendo que asi mejoraras!!!!!!!!!!!!
espero que me sorprendas en los siguientes caps

genial interesante fic

¡¡¡ESTÁ MUY INTERESANTE!!! No lo dejes mucho tiempo, que quiero saber que pasa.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-* no hace falta que busque a mi compañera de amenazas pronto *-*

Mola...sigue pronto

castle&beckett..cris escribió:Mola...sigue pronto

Me uno a la peticion,sigue pronto

escribió:

castle&beckett..cris escribió:Mola...sigue pronto

Me uno a la peticion,sigue pronto

Yo tambien me uno es genial... Me gusto mucho

Maku_Stanathan escribió:

escribió:

castle&beckett..cris escribió:Mola...sigue pronto

Me uno a la peticion,sigue pronto

Yo tambien me uno es genial... Me gusto mucho

¡Y yo! Me gustó, es una historia liviana que describe muy bien la relación de los dos, así que ya quiero ver que pasa no te tardes, por fis.

Muchas gracias por los comentarios, sois geniales, y por ello, siguiendo vuestras peticiones, aquí os dejo otro poquito más. Espero que os guste.


Capitulo 2

Cuando llegaron a los muelles, Ryan y Espósito ya estaban esperándolos.

- La dirección corresponde a esta nave – dijo Ryan mientras con su dedo señalaba el edificio que tenían enfrente.

- Bien, tú y Espósito id por detrás. Nosotros iremos por delante. – dijo Beckett.

La puerta principal estaba abierta, así que, Beckett sacó su arma, miró a Castle para confirmar que estaba preparado y cruzaron la puerta. Dentro no había demasiada luz, tan solo unos cuantos focos colgando del techo. En una de las esquinas del edificio, había unas escaleras que llevaban a una pequeña oficina en la que parecía haber alguien. De repente ven salir de ella a un hombre sujetando algo en las manos, pero cuando Beckett pudo darse cuenta de lo que era, sólo tuvo tiempo para cubrirse detrás de unos bidones, mientras gritaba:

- CASTLE!!!!

Y una lluvia de balas comenzó a caer sobre ellos, al tiempo que se apagaban todas las luces del recinto. Al cabo de unos segundos, volvió a reinar el silencio, hasta que se escuchó como se activa el mecanismo de cierre electrónico de la puerta principal. Les habían encerrado.

Como si de un acto reflejo se tratase Beckett miró a su espalda en busca de Castle, pero no estaba. Contuvo la respiración, notaba como su corazón se aceleraba y rápidamente sus ojos comenzaron a escudriñar los alrededores en su búsqueda, con cada segundo que pasaba aumentaba su angustia, necesitaba verificar que estaba a salvo y fue en ese momento cuando sus miradas se cruzaron, no estaban demasiado lejos y eso hacía que ambos pudiesen ver el miedo y la desesperación en los ojos del otro, y cómo casi al unísono, los dos dejaron escapar un profundo suspiro y volvieron a respirar una vez comprobado que el otro estaba bien.

Durante unos segundos se quedaron como hipnotizados, atrapados en esas miradas que lo decían todo sin ni siquiera llegar a despegar los labios de la boca, salvo para dibujar una sonrisa a modo de respuesta de todo lo que se estaban trasmitiendo con las miradas, hasta que el ruido de un nuevo disparo les devolvió a la realidad.

Beckett vio a uno de los que habían disparado cerca de la puerta trasera por la que Ryan y Espósito seguramente intentarían entrar de un momento a otro, pero desde donde estaba no tenía un buen ángulo de tiro, así que, a través de señas, le indicó a Castle que se quedase donde estaba, mientras ella iba a intentar acercarse un poco más.

Castle intentó decirla que no era una buena idea, pero ella ya había abandonado su escondite y corría hasta parapetarse detrás de una columna. No le quita los ojos de encima mientras veía como poco a poco se iba acercando a su objetivo. De repente una pequeña luz roja reflejada en la pared del fondo llamó su atención, desvió momentáneamente su mirada hacia ese punto, pero no consiguió ver nada raro, así que se imaginó que debía tratarse del reflejo de algún coche que pasaba cerca de la nave.

De nuevo se centró en su detective, deseando que todo aquello terminase lo antes posible y con ello esa extraña sensación que tenía en la boca del estómago, hasta que volvió a ver esa diminuta luz roja, lo que provocó que se le helase la sangre. Esta vez la luz roja estaba en el techo, pero lentamente empezó a descender proyectándose primeramente sobre unas cajas que se encontraban apiladas en lo alto de una estantería, luego fue bajando hasta llegar al suelo, en donde comenzó a deslizarse horizontalmente, como si de una cucaracha se tratase, hasta llegar a los pies de un pilar de la nave, quedándose la luz ahí fija, y por un momento, Castle respiró aliviado pensando que su mente de escritor le había jugado una mala pasada, pero desgraciadamente no era así y la luz comenzó a ascender lentamente por una de las esquinas de la columna hasta que finalmente se detuvo a media altura y, durante una milésima de segundo, vio aterrorizado como ese punto rojo se proyectaba en el extremo superior del hombro de Kate, que hasta ese momento se encontraba oculto detrás de la columna. Oyó el ruido seco de un disparo y vio cómo la bala golpeaba en la esquina del pilar, descarnando su pintura y saliendo rebotada hacia la derecha.

continuará...

CA***NA! y nos dejas asi!!!! ahoram ismo te odio a muerte!!!

puedes seguir yaaaa!!!



como no sigas ya te echo la maldicion de la loba voladora!!! y te aseguro que no es buena!

¡¡¡QUIERO MÁÁÁS!!! No les hagas sufrir o te las verás conmigo...

caskett mola escribió:¡¡¡QUIERO MÁÁÁS!!! No les hagas sufrir o te las verás conmigo...

Ya son con dos con las que te vas a ver jajaja que no haya herido a ningunooooo por favor jajajaja

me ha encantado tu capitulo

Antes de nada, mil gracias por vuestros comentarios y por seguir este fic.
Aquí os dejo un nuevo capítulo. Puede que parezca que las cosas se ponen un poquito feas, pero por suerte, éste no es el último capítulo.

Capítulo 3

De repente, la luz desapareció, pero Castle sabía que no tenía mucho tiempo, que el tirador estaría buscando una mejor posición y cuando la encontrase, volvería a disparar y esta vez, no fallaría. Por un instante se le pasó por la mente avisar del peligro a Kate, pero sabía que con eso lo único que conseguiría sería desvelar su posición y ahora mismo, él era la única opción que ella tenía. Además, él ni siquiera tenía un arma con la que poder defenderse o repeler una agresión, así que, si hacía eso, lo único que iba a conseguir era recibir un tiro en la frente y sentenciar a Kate a idéntico destino.

Tenía que actuar rápido, vale que no era policía, pero llevaba trabajando con ellos varios años y en todo ese tiempo algo había aprendido. Sabía que el sonido del disparo había provenido de su derecha y que por el lugar en el que había impactado la bala, el asesino tenía un ángulo demasiado cerrado, pues de haber estado más abierto a la derecha y a la misma altura que la columna, habría tenido un buen ángulo, y no habría errado el tiro. Así que, como tantas otras veces había hecho junto a Beckett y los chicos cuando intentaban resolver un caso, se imaginó que estaba recreando esa escena en uno de sus libros, y pensó dónde situaría al asesino y, sin perder tiempo, siguió a su instinto, que ahora mismo era lo único que tenía.

Quería llegar lo antes posible, pero sabía que sólo tendría una oportunidad, así que, debía tener cuidado para no ser descubierto. Empezó a caminar hacia atrás, hasta tocar la pared con la mano y comenzó a bordear el perímetro de la nave dirección al extremo Este, manteniendo en todo momento la espalda pegada a la pared. De esa manera sabía que por detrás no iba a venir ningún peligro y además le permitía tener una visión más amplia de todo lo que tenía delante.

Al cabo de unos segundos, le vio, no se puede decir que fuese un gran hombre, de hecho tenía aspecto débil, no mediría más de 1,70, de complexión delgada y unos 45 años. Estaba a unos 20 metros de él, demasiada distancia para atacarle inopinadamente, pero por suerte, aún mantenía el arma bajada. Tenía que estar mucho más cerca si quería tener alguna posibilidad, así que, retrocedió un poco, y se fue acercando a él lentamente por su izquierda parapetándose en una pila de palés que había. Se asomó lo suficiente para comprobar que la distancia que ahora les separaba no sería superior a un par de metros, pero el tiempo corría en su contra, y antes de que pudiese darse cuenta, vio cómo levantaba su arma e inmediatamente un punto rojo se proyectaba en la espalda de Beckett, a la altura del corazón. Después todo ocurrió como a cámara lenta, vio cómo introducía el dedo en el gatillo al tiempo que con todas sus fuerzas se abalanzaba sobre él haciéndole un placaje digno de una final de la Super Bowl, mientras un grito desgarrador resonaba en la nave:

- KAAAATE!!!

Después, de eso, se hizo un silencio sepulcral, levantó la vista y vio a Beckett tirada en el suelo. Empezaron a pasarle por la mente un montón de recuerdos, a cada cual peor. Gritó desesperadamente su nombre:

-Kate, Kate! – pero no recibió respuesta.



continuará...

o.O ! me la has matado??ME LA HAS MATADO??

Mataste a Kate y te hago un monumento!!!
Muy buena historiaaaa

Excelente, pero que no sea Kate, me lei todo juntoooooooo
Siguelo por favor

Bueno, aquí os dejo otro poquito. Espero que os guste.
Gracias por vuestros comentarios.

Capítulo 4

Otra vez no, otra vez no, se repetía sin cesar.

Ladeaba la cabeza de derecha a izquierda, mientras cerraba los ojos maldiciéndose por dentro por haber desperdiciado el tiempo incluso cuando se juró así mismo que eso no pasaría. Hacía más de 3 años que se conocían y durante todo ese tiempo sus sentimientos hacia ella no habían hecho más que crecer exponencialmente, pero por desgracia su miedo a no ser correspondido crecía en la misma proporción, así que, decidió hacer lo más fácil, es decir, no hacer nada, dejar pasar el tiempo con la esperanza de que algún día Beckett le diese alguna muestra de que sus sentimientos eran mutuos.

Sin embargo, todo ese planteamiento cambió bruscamente tras lo ocurrido en el funeral de Montgomery, pues al darse cuenta de lo efímera que podía llegar a ser la vida, se lamentó de todo el tiempo perdido, de todas las palabras de cariño y ternura que nunca llegaron a salir de su boca, y de todas esas veces que se abstuvo de hacer lo que sabiamente le dictaba su corazón.

Y fue en ese momento, dentro de la ambulancia que trasladaba a Kate al hospital, mientras escuchaba ese pitido agudo y continuo proveniente de la máquina a la que se encontraba monitorizada y que indicaba que su musa acababa de entrar en parada, cuando suplicó por que se le otorgase una segunda oportunidad; no necesitaba más, ésta vez iba a hacer las cosas bien, esta vez iba a aprovechar el tiempo y en cuanto pudiese hablar con Kate le diría todo lo que sentía por ella.

Pero no lo hizo. Volvió a engañarse así mismo con la escusa de buscar el momento adecuado para abrirle su corazón. Hacía 6 meses que ella había salido del hospital y prácticamente nada había cambiado respecto a ese tema.

Y mientras su mente iba haciendo todos esos planteamientos y se daba cuenta de lo que acababa de ocurrir en ese almacén del muelle, una incipiente sensación de frustración, rabia e ira iba apoderándose de él.

De repente notó que algo se movía debajo de él y eso le hizo salir de ese aletargamiento en el que se encontraba. Y al abrir los ojos, se dio cuenta de que aun estaba encima del francotirador, al cual le tenía sujeto por las muñecas. Levantó un segundo la vista, vio el cuerpo de su detective tirado en el suelo y acto seguido bajo la mirada hasta encontrarse con el rostro del causante de haberle arrebatado a su amor, a su compañera, a su confidente, a su mejor amiga, en una palabra… su vida.

Miró fijamente a aquel hombre que acababa de destrozar todo lo que él quería y vio como una sonrisa malévola se le dibujaba en la cara, mientras le decía:

- Vaya héroe! Parece que has llegado un poco tarde para salvar a tu chica, eh??

A partir de ahí todo ocurrió muy rápido, recordaba cómo le hervía la sangre después de escuchar esas palabras y más cuando comenzó a reírse, cómo aquello le hizo enloquecer y cómo comenzó a darle puñetazos en la cara.



Lo siguiente que recuerda fue que se encontraba en el hospital, tenía la mano derecha escayola y en la puerta de su habitación había dos policías uniformados.

A los pocos minutos, entró en la habitación una enfermera para cambiarle el suero y le dijo:

- Veo que ya se ha despertado.

Castle aún estaba un poco desubicado, así que, sólo asintió con la cabeza.

La operación de la mano ha salido bien, aunque dado que tenía varios huesos rotos, tardará unos meses en estar completamente recuperado. Si le duele mucho, avísenos y le daremos algo para calmarle – le dijo la enfermera.

- Gracias – fue lo más que llegó a decir.

- Bueno, ahora intente descansar un poco. Le vendrá bien – dijo la enfermera mientras se dirigía a la puerta, y cuando ya estaba casi en la puerta, Castle se reincorporó un poco en la cama y la preguntó:

- Mmmmm… ¿Por qué hay dos policías en la puerta?

La enfermera se paró, se volvió para mirarle y durante unos segundos se quedó pensando si sería correcto contestar o no a esa pregunta, pero finalmente dijo:

- Por lo visto está detenido. Dicen que ha matado a un hombre – y la enfermera salió de la habitación mientras un Castle completamente abatido se desplomaba sobre la cama.



continuará...

SHUT THE FRONT DOOR!!!!!!

massielf escribió:SHUT THE FRONT DOOR!!!!!!

mi comentario es igual
Espero el proximo capitulo se arregle algo

COMO COJONES NOS HACES ESTO!!!!!!!!!!!
MATAS A KATE! DETIENES A cASTLE! LO PROXIMO QUE!?

kate&castle! escribió:COMO COJONES NOS HACES ESTO!!!!!!!!!!!
MATAS A KATE! DETIENES A cASTLE! LO PROXIMO QUE!?

Bueno dicen por ahí que, cuando las cosas ya no pueden empeorar más, sólo cabe esperar a que mejoren.

Aunque...eso sí, lentamente.

Castle_NY escribió:

kate&castle! escribió:COMO COJONES NOS HACES ESTO!!!!!!!!!!!
MATAS A KATE! DETIENES A cASTLE! LO PROXIMO QUE!?

Bueno dicen por ahí que, cuando las cosas ya no pueden empeorar más, sólo cabe esperar a que mejoren.

Aunque...eso sí, lentamente.

Espero que se mejoren las cosas por favor continua prontoooo

Muchas gracias por los comentarios. Aquí os dejo otro trocito.

Capitulo 5

¿Detenido?

¿Por haber matado a un hombre?

Esas dos preguntas no paraban de resonar en su cabeza. Y entonces miró su mano escayolada y poco a poco los recuerdos empezaron a aparecer en su mente.

Recordaba haber sentido una sensación de impotencia, de ira, de rabia y cómo había descargado todo ello sobre aquel hombre, golpeándole con todas sus fuerzas en la cara, hasta la extenuación, o más bien, hasta que Ryan y Espósito consiguieron separarle. En aquel momento no entendía qué le estaba pasando. Se miraba su mano derecha, la tenía llena de sangre, no toda era suya, seguro que parte de esa sangre pertenecía al hombre que yacía en el suelo. Viendo como tenía la mano, cualquiera diría que aquello tenía que dolor horrores, pero sin embargo no sentía dolor en ella, bueno, mejor dicho, directamente lo que no sentía era la mano.

También recordaba a varios policías a los que no había visto antes haciéndole preguntas. Pero él ni siquiera conseguía escucharles, porque en su mente no dejaba de repetirse una y otra vez una escena como a cámara lenta.

Y allí, postrado en la cama del hospital, sintió como se le rompía el corazón en mil pedazos y se le venía el mundo encima al recordar esa escena, al recordar todo lo que había ocurrido la noche anterior y darse cuenta de que no había sido capaz de salvarla, de que su detective había muerto. Y los sentimientos de rabia, ira e impotencia volvieron a apoderarse de él, mientras un reguero de lágrimas caía por sus mejillas.


Había perdido la noción del tiempo cuando un carraspeo le devolvió a la realidad. Delante de su cama había un hombre con bata blanca.

- Sr. Castle, soy el Dr. Fisher – dejó un tiempo para que él contestase, pero viendo que no lo hacía, continuó hablando.

- Ha sido una operación difícil. Tenía varios huesos fracturados y algunos tendones dañados, pero todo ha salido bien. Tendrá que llevar la escayola durante un mes, y luego deberá estar unos cuantos meses…
El doctor siguió hablándole, pero Castle hacía tiempo que había desconectado. No le importaba saber cómo estaba su mano, de hecho como si se la tenían que amputar, qué importaba ya nada. Lo único que le importaba era Kate y ella ya no estaba.

- Sr. Castle – continúa diciendo el médico – ahí fuera hay varias personas preocupadas por usted. Como ya le ha comentado la enfermera, está detenido, por lo que se le han restringido las visitas. Sólo podrán pasar a verle los familiares directos y las personas relacionadas con la investigación. Deberán pasar de uno en uno y las visitas no podrán durar más de 5 minutos. ¿Lo ha entendido, Sr. Castle?

Sí, sí que lo había entendido, pero no quería ver a nadie. No quería ver a su familia. Se sentía avergonzado, sentía que les había fallado. No sólo había sido incapaz de salvar a Beckett, sino que encima había matado a un hombre con sus propias manos. Se sentía sucio, y lo último que necesitaba era ver las miradas de decepción de su madre y de su hija.

Tampoco quería ver a nadie de la comisaría, pues eso no haría más que recordarle a Kate, de recordarle lo que no ha sido capaz de proteger. Así que, levantó un poco la cabeza, y dirigiéndose al médico le dijo:

- No quiero ver a nadie. Dígales a todos que se marchen.

- Como quiera – dijo el Dr. Fisher justo antes de abandonar la habitación.

Esa tarde, la puerta de su habitación se abrió sólo un par de veces, y en ambos casos se trataba de la enfermera encargada de repartir la cena. La única diferencia entre la bandeja que la enfermera dejó en la mesa supletoria de la habitación a las 8 y la que recogió a las 9, fue la temperatura de la sopa de verduras, pues Castle ni siquiera se molestó en ver qué había de cena.


continuará...